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2 BABELIA EL PAÍS, SÁBADO 28 DE OCTUBRE DE 2006

LOS RETOS DE LA TRADUCCIÓN LITERARIA


ducci

Homero no escribía en español tradu


ron u
paban
no. Ya
mos i
Galle
muer
de las
El 40% de los libros que se publican en España son traducciones. A pesar de ello y de ser los encargados de que se pueda no tie
se tra
leer en castellano al francés Marcel Proust, al alemán Thomas Mann o al reciente Nobel turco Orhan Pamuk, los traductores la trad
siguen siendo grandes desconocidos para el lector medio. La precariedad laboral y la falta de reconocimiento son los grandes tante
“La co
problemas a los que se enfrenta un colectivo que la próxima semana celebra su reunión anual en Tarazona. “es qu
come
ducci
JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS
ni de
a traducción es una tor, q

L
labor invisible. Y lo cuesti
es gracias a los tra- en qu
ductores y, paradóji- ment
camente, también a pagar
su pesar. Por el lado sos pa
positivo, una buena que e
traducción hace tan poco ruido como
un motor bien engrasado. Por el ne- Salv
gativo, muchos lectores consideran nes, e
que los libros ya vienen escritos direc- ducci
tamente en castellano. Toda una pa- ella so
radoja si se tiene en cuenta que las funcio
traducciones suponen el 40% de la cluso
producción editorial española. A esto Anne
cabría sumar la poca atención que chino
los críticos dedican a los traductores pesim
y lo mal que las editoriales pagan su sinoló
trabajo. Así resume las principales gua ch
quejas de su gremio Mario Merlino, ca gen
traductor de autores como Clarice litera
Lispector y António Lobo Antunes y estud
presidente de ACEtt, la sección autó- empr
noma de traductores de la Asocia- un bo
ción Colegial de Escritores (www. rario.
acett.org). Con todo, Merlino insiste ción n
en que, contra el tópico, traducir en pero a
España no es llorar. Ya no: “Pasaron no da
los tiempos en que una editorial com- le con
praba una traducción y disponía de labor
ella indefinidamente y a su antojo”. sigue
La Ley de Propiedad Intelectual de tales a
1987 reconoció por fin la autoría de que h
las traducciones, sometidas desde en- ro y m
tonces a los correspondientes dere- Xingj
chos. ACEtt se había fundado cuatro Günter Grass, el pasado año en Danzing en compañía, entre otros, de su traductor al español Miguel Sáenz (a su espalda, con barba y gafas). AGENCIA GAZETA que E
años antes y en su primera junta rec- ducir
tora participaron, entre otros, el esla- ¿Cuánto cobra un traductor? Aun- cho porcentaje va desde el 0,5% al El lector me- Fernando García Burillo, responsa- pidam
vista y narrador Juan Eduardo que cada uno negocia con el editor 1% en autores con derechos vigentes ble de Ediciones del Oriente y del Me- bién f
Zúñiga y Esther Benítez, la mítica tra- sus condiciones particulares, la pro- hasta el 4% en autores cuya obra es dio no con- diterráneo. Desde Estambul, en cuya de la
ductora de Italo Calvino, fallecida ya. pia ACEtt tiene estipuladas unas tari- de dominio público. Como explican sidera la universidad trabaja desde hace vein- una c
“Esther me hizo ver que traducir no fas mínimas por página que crecen Merlino y Gallego, los precios se orga- te años, Carpintero subraya que más yas h
es una afición para los ratos perdidos en función del idioma: inglés y len- nizan menos por grado de dificultad
traducción que el trato de las editoriales le duele año p
sino un trabajo. Y que había que lu- guas romances, 10,50 euros; alemán, que en virtud de la oferta y la deman- un factor el maltrato de la crítica literaria. Y neam
char por unas condiciones laborales rumano y griego moderno, 12; len- da. Poca gente traduce del chino o importante donde dice maltrato debe decir silen- ambo
dignas”, recuerda María Teresa Galle- guas clásicas, eslavas, semíticas y vas- del japonés y por eso se paga mejor. cio: “Nos ignoran. Si una traducción ron a
go, que ha vertido al español la obra cuence, 13,50; lenguas orientales, 18. “En España traducimos dos del tur- a la hora de es buena, los críticos no dicen nada. Co
de autores como Balzac, Camus o Las tarifas se aplican sobre un antici- co”, añade Rafael Carpintero, traduc- comprar un Si es mala, se despacha de cualquier much
Amin Maalouf y ejerce como vicepre- po a cuenta de un porcentaje de los tor del reciente premio Nobel de Li- manera sin entrar a mirar el original. libros
sidenta de ACEtt. derechos que produzca la obra. Di- teratura Ohran Pamuk. El otro es
libro En España no se hace crítica de la tra- se vue

Autores con dos lenguas, ¿traducir o reescribir? D


ALGUNOS ESCRITORES tienen la po- blau, no resulta habitual y muchos de en un texto”. Rivas cita el ejemplo de obstante, no tienen nada que ver los pro-
sibilidad, el privilegio, de escribir en los escritores que publican en catalán, un pasaje de En salvaje compañía, con blemas de verter una lengua romance a Ju
dos lenguas con la misma facilidad, en gallego o en euskera son partidarios un caballo como protagonista en el otra con las complejidades de traducir N
con idéntica riqueza de expresión. Es- de que profesionales de la traducción que se planteó cambiar un fragmento del euskera, “un idioma sin parientes en
tos autores bilingües, que en la práctica se encarguen de verter sus obras en un al traducirlo al castellano. el árbol lingüístico”, como destaca Atxa-
han contado con dos lenguas maternas, castellano que ellos conocen a la perfec- “En definitiva”, manifiesta el que ga. “Tengo dos lenguas maternas, pero YO
dudan entre encargar las traducciones ción. Algunos, como el catalán Quim fuera ganador del Premio Nacional de son muy diferentes entre sí. Baste decir tra
de sus libros a otras personas o bien su- Monzó, encargan sus traducciones al Narrativa en 1996 por ¿Qué me quieres, que el relativo en castellano corre hacia tan
cumben a la tentación de asumir ellos castellano a otros colegas, en este caso amor?, “me cuesta mucho ponerme el la derecha y en euskera va hacia la iz- qu
la traducción con el consiguiente ries- a Javier Cercas. De hecho, son numero- traje de traductor y por eso me inclino quierda. Entre uno y otro la travesía es má
go de reescribir el texto. Se da incluso sos los autores que compaginan la crea- por un profesional que aborde la tra- como bordear el cabo de Hornos, si bien gu
el caso de la mallorquina Carme Riera ción literaria con las traducciones. ducción con más distancia. Desde hace desde los tiempos de Obabakoak la si- dr
(1948), catedrática de Filología Españo- Manuel Rivas (A Coruña, 1957), años tengo una gran confianza en Dolo- tuación ha mejorado mucho en el País ne
la en la Universidad Autónoma de Bar- con una narrativa que ha sido traduci- res Vilavedra con sus traducciones de Vasco. El cuerpo de traductores vascos pa
celona, que escribe sus novelas en para- da a más de 20 idiomas, declara que es- mis novelas al castellano”. Rivas se ríe ha crecido de tal modo que ya existen rre
lelo, al mismo tiempo en catalán y en cribe originalmente en gallego porque cuando subraya su actitud sensorial an- traducciones directas del chino al vas- de
castellano. “Si me traiciono, me traicio- fue “su primer amor”, pero reconoce te la escritura y evoca la emoción que le co”. Atxaga admite la suerte de tener a im
no a mí misma”, comenta con ironía también una relación erótica con el produjo ver traducida La lengua de las su traductora al castellano, Asun Garika- no
tras recordar que las peleas con su tra- castellano. “Para mí”, afirma, “escribir mariposas al japonés. “No entendía na- no, en la familia, al tiempo que sostiene fra
ductora al castellano fueron constan- responde a un deseo y ese impulso lo da, claro, pero era muy bonito ver escri- que una traducción actúa como un espe- pa
tes. “Además era una amiga y preferí encuentro en los dos idiomas. Ahora tas tus palabras con dibujos”. jo que lleva a la tentación de perfeccio- en
no perder la amistad”, apostilla. bien, traducir significa, sin lugar a du- Otro Premio Nacional de Narrativa, nar hasta el infinito los textos. “Además
De todos modos, la opción de Carme das, volver a escribir, y en esa medida que ganó la distinción en 1989 por Oba- un buen traductor está obligado a un da
Riera, ganadora del Premio Nacional representa para mí un riesgo y a veces bakoak, otro escritor bilingüe es el vas- trasvase cultural más que lingüístico”, fab
de Narrativa en 1995 por Dins el darrer una insatisfacción volver a internarme co Bernardo Atxaga (Asteasu, 1951). No observa. MIGUEL ÁNGEL VILLENA ne
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LOS RETOS DE LA TRADUCCIÓN LITERARIA


ducción”. En esto coinciden todos los tar las versiones nuevas a las nuevas do Por el camino de Swan en una ver- “Los clási- ahora sabemos más sobre Mann, hay
traductores, que durante años envia- investigaciones. Muchas veces para sión publicada ahora por Alianza y más fuentes —sus diarios, por ejem-
ron una flor a los críticos que se ocu- sorpresa de los lectores. Así, La meta- que desde entonces ha vendido alre- cos no enve- plo—, más distancia, más apoyos. No
paban de su trabajo y un cardo al que morfosis pasó a titularse La transfor- dedor de un millón de ejemplares. jecen; las sé si la versión nueva es mejor, sí es
no. Ya se han cansado de hacerlo. “So- mación en la traducción de Juan “No dudé con ese título”, recuerda más consciente, más precisa, más
mos invisibles”, insiste María Teresa José del Solar para las obras comple- Manzano. “Proust era un exquisito,
traduccio- documentada”. Carlos García Gual,
Gallego. Es una pescadilla que se tas de Franz Kafka en Círculo de Lec- pero adoraba el lenguaje popular y lo nes de los traductor de la Odisea (Alianza),
muerde la cola. El crítico no se ocupa tores. Por su parte, Luis Magrinyà, usaba siempre que podía. Es lo que clásicos, abunda en esa opinión: “Ahora cono-
de las traducciones y el lector medio novelista y director de la colección de hizo con ‘por la parte de’, que en Espa- cemos mejor a Homero. Por lo de-
no tiene conciencia de que los libros clásicos de la editorial Alba, acaba de ña se usa en los ambientes rurales”. sí”, señala más, cada traducción revela el tiem-
se traducen, de ahí que no considere rescatar su propia versión de Juicio y Para Manzano, ocuparse de Proust Carlos Gar- po del traductor. Las del siglo XVIII,
la traducción como un factor impor- sentimiento, de Jane Austen: “Es un —al que traduce al ritmo de un tomo por ejemplo, hoy nos parecen frías.
tante a la hora de comprar un libro. título que en los años noventa se vio al año, aunque culmine la faena en só-
cía Gual Los grandes poetas deben traducirse
“La consecuencia”, concluye Gallego, arrastrado por la película, pero Senti- lo dos meses— fue un sueño que se hi- una y otra vez. Los clásicos no enveje-
“es que, como no se trata de un factor do y sensibilidad no tiene ningún zo realidad el día en que la obra del cen, las traducciones de los clásicos,
comercial, el editor no invierte en tra- sentido. Sense es el seny catalán, y lo escritor francés quedó libre de dere- sí”. No obstante, hay versiones que
ducción. No es cuestión de vanidad más cercano, en castellano, es cordu- chos. Manzano, un madrileño de 60 han envejecido bien. El propio Gar-
ni de salir en la cubierta junto al au- cía Gual señala la que Diego López
tor, que pocas veces salimos, es una de Cortegana hizo en el siglo XVI de
cuestión de dignidad laboral. El día El asno de oro, de Apuleyo. Sus cole-
en que las traducciones influyan real- gas añaden sus propios empareja-
mente en las ventas, los editores las mientos: Emilio García Gómez y los
pagarán dignamente. En algunos ca- poetas arábigo-andaluces, Lydia
sos parece que se hace un favor a los Kúper y Guerra y Paz, el poeta Ángel
que empiezan dejándoles traducir”. Crespo y la Divina comedia, Laurea-
no Ramírez y Los mandarines, de
Salvo contadísimas excepcio- Wu Jingzi, o Javier Marías y el Tris-
nes, en España nadie vive de la tra- tram Shandy, de Lawrence Sterne.
ducción. Todos los que se dedican a Para Mario Merlino, no habrá ver-
ella son además profesores, editores, dadera historia de la literatura en es-
funcionarios o intérpretes. Sucede in- pañol hasta que no se reconozca la
cluso con las lenguas en expansión. aportación de las traducciones. Y no
Anne-Hélène Suárez, traductora del necesariamente las hechas por escri-
chino y profesora universitaria, es tores, que en ocasiones tienden a me-
pesimista: “Aquí no hay tradición ter excesivamente su cuchara en el
sinológica, sólo hay estudios de len- texto ajeno. El caso de Borges está en
gua china moderna, así es que hay po- boca de todos. “La traducción no es
ca gente con nivel para la traducción una tarea artística sino científica, co-
literaria. Como no hay demanda, los mo mucho, una artesanía”, sostiene
estudiantes prefieren trabajar para Carlos Manzano, que añade a su rigu-
empresas o como intérpretes. Hay rosa lista negra de artistas traducto-
un boom, sí, pero no es un boom lite- res a Carmen Martín Gaite. Y que
rario. Puede que en Francia la traduc- concluye: “Antes de la era de las imá-
ción no esté mejor pagada que aquí, genes en la que vivimos, la gente que
pero allí, al menos, da prestigio. Aquí no podía ir al Prado sólo tenía acceso
no da ni prestigio. Al traductor no se Mario Merlino es presidente de ACEtt, la sección de traductores de la Asociación Colegial de Escritores. a los cuadros a través de copias. Para
le considera, no se le reconoce su el que no tiene acceso a un idioma, el
labor. Para colmo, en ocasiones se ra, juicio. En muchos casos, la edito- años que vive en Ibiza desde hace “El traduc- buen traductor es un copista en el
sigue traduciendo a los autores orien- rial cumpliría con mantener el título 30, cuenta que para poder dedicar- Prado, o un experto que dice si un
tales a través de un tercer idioma por- bueno y poner una faja diciendo que se a la traducción literaria trabajó tor es un co- cuadro está limpio, pero no es Picas-
que hacerlo directamente es más ca- es la novela en la que se basa la pelícu- durante décadas como traductor pa- pista en el so pintando sus propias Meninas”.
ro y más lento”. Fue el caso de Gao la tal. Con todo, la tradición pesa. Co- ra la ONU: “Como pagaban muy ¿Y qué es un buen traductor? Todos
Xingjian, Nobel chino en 2000 al mo editor, yo mismo no me atreví a bien, trabajaba cuatro meses al año
Prado, pero dudan. María Teresa Gallego apun-
que Ediciones del Bronce prefirió tra- cambiar Grandes esperanzas, de Dic- y luego me dedicaba a Malcolm Lo- no es Picas- ta: “El que hace propio un libro y lue-
ducir del francés para aprovechar rá- kens, por grandes expectativas o wry o a Céline”. so pintando go lo vuelve a escribir en su lengua, el
pidamente el tirón del premio. Tam- grandes ilusiones. En el cine pasa que encuentra en la lengua de llega-
bién fue, más recientemente, el caso más. ¿Quién es el guapo que cambia- ¿Es cierto, pues, que cada ge- sus propias da recursos equivalentes a los de la
de la japonesa Murasaki Shikibu, ría ahora Sonrisas y lágrimas por El neración necesita una nueva versión Meninas”, lengua de partida, el que produce en
una clásica de finales del siglo X cu- sonido de la música?”. de los clásicos? Isabel García Adá- el lector español el mismo efecto que
yas historias de Genji conocieron el Entre tanto, En busca del tiempo nez, que el año pasado publicó su
dice Carlos el libro original produce en un lector
año pasado sendas versiones simultá- perdido pasó a ser A la busca del tiem- traducción de La montaña mágica Manzano de la lengua original”.
neamente en Destino y Atalanta. En po perdido en la versión de Mauro Ar- (Edhasa), opina que sí. La versión
ambos casos las traducciones se hicie- miño para Valdemar. Tanto él como anterior, de Mario Verdaguer, tenía Entre el 3 y el 5 de noviembre, la ACEtt cele-
bra en Tarazona (Zaragoza) sus jornadas
ron a partir del inglés. Carlos Manzano, traductor a su vez ya 70 años. Y la novela de Thomas anuales en torno a la traducción literaria. El
Con todo, en España se traduce para Lumen de la obra de Proust, ti- Mann, 81. “Lo que para Verdaguer 14 de noviembre el Ministerio de Cultura fa-
mucho y, en general, bien. Y no sólo tularon Por la parte de Swan el pri- era un contemporáneo, para mí es lla los premios nacionales de traducción.
Hasta febrero de 2007 se celebra en el Círcu-
libros inéditos en español, también mer volumen de la novela. En 1920, un clásico”, señala Adánez. “Amén de lo de Bellas Artes de Madrid el ciclo Poesía
se vuelve sobre los clásicos para ajus- el poeta Pedro Salinas lo había titula- que el texto estuviera incompleto, en traducción.

Deseo de realidades
construyeron las paredes de mi aisla- miento de la realidad del autor que ha de dales y sus hábitos de pensamiento “con
Justo miento juvenil en Granada. He traduci- traducir: las palabras tienen historia y el máximo grado de verosimilitud”. Tra-
Navarro do porque quería leer. No me bastaban fondo, reciben vida de su época. Tienen ducir es hacerse pasar por otro. Escribir
los libros en mi lengua. No me bastaba sentido en su mundo. El traductor presta no es muy distinto: es descubrir que se
mi lengua, ni mi mundo. Un famoso ge- atención a ese mundo. Un escritor hace es otro distinto de quien uno creía ser.
YO TENÍA catorce años y las lenguas ex- nio alemán dijo que había dos mane- lo mismo: escribe porque presta aten- Un deseo de aventura, de fábula, de ex-
trañas eran puertas a mundos extraños, ras de traducir: acercar a nosotros el ción, o para prestar atención. En eso con- ploración de mundos extraños a mí, me
tan buenos y fabulosos como los discos mundo extraño del autor extranjero, o siste el enamoramiento: en prestar espe- ha llevado a traducir a autores tan diver-
que oíamos en la radio, la televisión o las acercarnos nosotros al mundo ajeno y cial atención a un ser. sos como Virginia Woolf, Paul Auster, Pe-
máquinas. No entendíamos casi nada. Al- extraño, con sus circunstancias inespe- Para mí escribir y traducir son esen- re Gimferrer, Scott Fitzgerald, Jorge Luis
guien dedicado a la neuropsiquiatría po- radas, sus seres desconocidos y sus mo- cialmente lo mismo. Escribir es un pres- Borges, Dashiell Hammett o Albert Cara-
dría estudiar el estado cerebral de una ge- dos de hablar, que, en principio, no se tar atención, un estado de enamora- co. Los viajes felices merecen ser conta-
neración crecida con canciones hechas de dirigen a nosotros. Yo prefiero esta se- miento ante la realidad. Consiste en dos, y por eso he intentado traducir con
palabras estrafalarias que no tenían co- gunda manera de traducir, propia del nombrar el mundo para entenderse con fidelidad: quería dar cuenta literalmente
rrespondencia en la realidad y ocupaban explorador o aventurero impertinente. él. El mundo ocasional del traductor es de lo que existe en los mundos visitados.
de modo obsesivo una extensión mental La dispersión babélica de las lenguas el libro que debe traducir. Yo he traduci- Quería dar cuenta de lo leído, palabra por
importante: una especie de lenguaje divi- significa fundamentalmente diferencia- do porque quería leer, meterme en reali- palabra, con fidelidad triple: fidelidad a
no, prácticamente impenetrable e indesci- ción de mundos, de formas de vida, y creo dades que para mí eran irrealidades. las obras que he traducido; fidelidad a
frable. Aquellas palabras eran el ensalmo que traducir palabras es menos difícil Empecé siendo un intruso, un invasor mí, como lector obligado a leer bien; fide-
para entrar en el mundo feliz. Pensando que traducir costumbres, esas peculiari- de mundos ajenos, y acabé invadido y es- lidad al futuro lector al que le entrego mi
en aquellas palabras, me hice traductor. dades que afectan a los vestidos, la flora, cribiendo con mis palabras las palabras lectura de la obra traducida. Esta última
He tenido más sentido de la irreali- la fauna, las relaciones personales o las ce- de otro. Nabokov también les pedía a los exigencia de fidelidad es equivalente al
dad que de la realidad. He deseado la lebraciones colectivas. Un mundo es más traductores poder de imitación: debían pacto de veracidad implícito entre dos
fabulación, las películas y las cancio- intraducible que una frase. Por eso Vladí- ser capaces de asumir el papel del autor conversadores.
nes y los libros, materias con que se mir Nabokov le exige al traductor conoci- traducido y duplicar su dicción, sus mo- Justo Navarro es novelista, poeta y traductor.
4 BABELIA EL PAÍS, SÁBADO 28 DE OCTUBRE DE 2006

LOS RETOS DE LA TRADUCCIÓN LITERARIA

Osos polares en el Ecuador


La traducción literaria se mueve entre dos grandes tendencias. Para unos lo importante es que un texto traducido sea vero-
símil para el lector. Para otros, el trasvase entre dos lenguas debe producir extrañeza, no cercanía. Además, en ocasiones
la influencia de un autor no va necesariamente de la mano de la fidelidad al original. Así, Pío Baroja leyó a Dostoievski en
francés y la influencia de los haikus japoneses en la poesía en español vino de la mano del inglés y del propio francés.
e institucional ya desintegradas, aparición, en España, de la prime-
NORA CATELLI
un siglo antes, en América Latina. ra traducción completa, reedición
a traducción es un miste- Estos cambios exigieron una res- de la legendaria de Francisco

L rio oficiado universal-


mente, cuyas claves todo
el mundo utiliza pero cuyo
sentido permanece sin desvelar.
Hasta hace muy poco, los historia-
puesta administrativa que se con-
virtió en estrategia académica. La
enseñanza de la traducción y la in-
terpretación, hasta entonces infor-
mal, empezó a hacerse universita-
Alexander en Ecuador en 1953, de
Hojas de hierba de Walt Whitman,
por lo cual, concluye, Whitman
“va a enfrentarse con el gran públi-
co de habla española”.
dores tradicionales de la literatu- ria, lo cual exigió especializaciones
ra mencionaban tan enigmático y, desde luego, sistemas conceptua- En realidad, como él mismo ad-
como extendido acto; pocos se de- les en apariencia científicos y por vierte, Whitman ya se había en-
tenían en su despliegue formal. tanto ideológicamente neutros. Só- frentado con el “gran público” del
Una excepción: el extraordinario lo aparentemente, ya que una de castellano: a través de Martí, de
Horacio en España, de un jovencí- las más influyentes teorías de este Darío, de Borges, de García Lorca
simo Marcelino Menéndez Pela- nuevo elefante curricular, la de los y, sobre todo, de Neruda y de los
yo. Salvo esos casos, hasta hace equivalentes dinámicos, se debe a nerudianos. Esta traducción com-
unos cincuenta años, las conse- Eugene Nida, un cristiano protes- pleta es un éxito editorial, aunque
cuencias teóricas de la traducción tante que buscaba modos de im- no consiga resultados poéticos:
estaban confinadas a las refle- plantación de la Biblia reformada nadie puede ahora hacerse whit-
xiones de sus practicantes. Poe- en las zonas católicas de una Amé- maniano. Ese nudo entre lectura y
tas, pensadores y teólogos, desde rica Latina progresivamente se- traducción es uno de los ámbitos
León Hebreo a Martín Lutero, des- cularizada. Nida sostiene que el del comparatismo actual; se trata
de Casiodoro de Reyna y Cipriano objetivo de la traducción es volver- de uno de sus cometidos más inte-
de Valera a Isabel Rebeca Correa, la verosímil dentro de la experien- resantes, porque muestra que lo
José Martí, José Ortega y Gasset, cia de quien la leerá o escuchará. inexacto e insuficiente es la base
Alfonso Reyes, Jorge Luis Borges de la apropiación literaria de
u Octavio Paz han razonado el re- En efecto, si un indio (ideal, otras lenguas y otras culturas; ca-
sultado de sus desvelos: llevar a la porque ahora los indios reales ven si podría decirse que es el signo
propia lengua los logros de otra. casi todos la televisión) nunca se mismo de su recepción estética.
Aquel repertorio ilustre culminó ha encontrado con un cordero, El Dostoievski que produjo dura-
con Walter Benjamin y, un poco ¿por qué no cambiar el símbolo, deras consecuencias en la novela
más tarde, en plenos años ochenta en los Evangelios, por un manatí? en castellano —en Pío Baroja o en
del siglo XX, con Jacques Derrida Hay otras teorías de la traducción Roberto Arlt— vino del francés,
y Paul de Man, quien afirmó a en crecimiento exponencial; qui- como todos los rusos; el decaden-
propósito del hermético ensayo zá la más estimulante se deba al is- te Hamsun de Hambre también.
de Benjamin: “No se es nadie en raelí Evan Zohar, que piensa las ¿Qué decir de Kierkegaard en
este terreno hasta que no se escri- relaciones entre culturas hegemó- Jorge Luis Borges visto por Tullio Pericoli. Unamuno, qué de los haikus y los
be algo sobre La tarea del tra- nicas y dependientes como entra- tankas llegados indirectamente, a
ductor”. mado de traducciones, a partir de mos las sublimes verstas de la no- No convirta- través del francés y del inglés, pre-
nociones del formalismo ruso, en vela rusa en kilómetros. sentes en los modernistas en caste-
Pero las reflexiones ya no bas- especial del lingüista Roman Ja- Por eso es tan difícil hablar de mos las su- llano y en Carles Riba en catalán?
taban. Tras la Segunda Guerra kobson. Siguiendo a Jakobson, buenas o malas traducciones. Un blimes vers- Quizá la única manera de
Mundial proliferaron los organis- Zohar, a la inversa que Nida, afir- criterio escolar e irrefutable para aproximarse al misterio de la tra-
distinguirlas es la fidelidad al ori-
tas de la no-
mos internacionales y entraron en ma que la función de las traduccio- ducción sea recordar la observa-
contacto político y sobre todo co- nes es producir extrañeza, no cer- ginal. Pero tal exigencia no produ- vela rusa en ción de Roman Jakobson: “La
mercial países e idiomas alejados, canía, porque la extrañeza nos ce, en general, efectos duraderos. kilómetros equivalencia en la diferencia es el
lo cual exigió un contingente nume- vuelve conscientes de otras cultu- ¿Para qué ser fiel a un original problema cardinal del lenguaje y
roso de funcionarios intérpretes, ras y, sobre todo, de nuestra pro- que, en realidad, no nos necesita? constituye, además, el principal
aumentado porque los procesos de pia cultura como Otro. Nada de Un ejemplo: en una interesante re- objeto de la lingüística”.
descolonización de Asia y África manatíes; si somos equinocciales, seña (El primer poeta norteameri-
cano, Babelia, 21 de octubre) Luis Nora Catelli es coautora de El tabaco que fu-
habían desmontado las redes me- nos conviene un oso polar. Si so- maba Plinio. Escenas de la traducción en Es-
tropolitanas de control lingüístico mos meros atlánticos, no convirta- Antonio de Villena comenta la paña y América (Ediciones del Serbal).

Traducciones, ‘pachinkos’ y karaokes


ocupación proliferan. Una de mis favoritas se inmiscuirá en las traducciones de sus li- No obstante, aunque, como es lógico,
Miguel fue muchos años la del imitador de voces bros pero responde en veinticuatro horas siempre he tomado partido por los traduc-
Sáenz bernhardiano: el traductor es un artista ca- cualquier consulta… Rushdie escribió so- tores, últimamente empiezo a entender
paz de imitar cualquier voz, salvo la pro- bre Hitoshi Iragashi, su traductor japonés también la angustia del escritor vertido a
pia. Luego me fascinó la imagen del intér- asesinado: “La traducción es una especie un idioma que desconoce. ¿Cómo puede
ILMA RAKUSSA, nacida en la antigua prete musical, que explica muchas cosas de intimidad, una especie de amistad, y saber que no está siendo ridiculizado, tri-
Checoslovaquia, educada en Budapest, de ese proceso misterioso, mezcla de inspi- por eso lloro su muerte como lloraría la de vializado o simplemente destruido? Dos
Liubliana y Trieste, traductora al alemán ración y habilidad. Recientemente he llega- un amigo”. El resto de los escritores se si- testimonios recientes parecen evidenciar
del francés, el serbocroata, el ruso y el do a la conclusión de que la traducción se túa a alturas diversas. Un DeLillo, por ese terror: el de Lawrence Norfolk (Ser tra-
húngaro, profesora en Zúrich y, sobre to- parece al karaoke. El traductor canta las ejemplo, estaría cerca de Grass; un Kunde- ducido o el pelo de la Virgen) y el de J. M.
do, poeta, dijo una vez que si la traduc- canciones de sus ídolos, disfrutando de cin- ra, más próximo a Bernhard, aunque con Coetzee (Hablando en varias lenguas).
ción no fuera una aventura habría renun- co minutos de fama y sintiéndose artista. pretensiones de entender de traducción. ¿Es la traducción realmente un ka-
ciado a ella hace tiempo. Yo estoy de Placer solitario se la ha llamado…, pe- Probablemente, los casos más desespe- raoke? Quizá tenga más de pachinko, ese
acuerdo, pero habría que puntualizar ro traducir hace también que el traductor rados son los de los escritores que cono- juego japonés de bolitas brillantes que, lo
que, muy saint-exuperianamente, se tra- conozca gente, sobre todo a esos seres ab- cen el idioma al que son traducidos, pero mismo que las palabras del traductor, se
ta siempre de una aventura interior. surdos llamados escritores. Mi escala en no lo suficiente. O, peor, los de aquellos lanzan al espacio para que encuentren
El traductor es un ser que vive en un materia de relaciones traductor-autor os- que tienen esposos/as, discípulos/as, —o no— su acomodo. ¿Es traducir un
mundo poblado de fantasmas y pasa mu- cila entre el cero absoluto, cuyo prototipo familiares, amantes, etcétera, “nativos”. juego de azar tan adictivo que puede per-
cho tiempo frente a su ordenador, lo que fue Thomas Bernhard (el traductor es un Éstos suelen considerarse autorizados a mitirse el lujo de recompensar con chu-
hace que, inevitablemente, reflexione so- ser incompetente que hace un trabajo me- meter baza, sin darse cuenta de que para cherías a quien lo practica? En las salas
bre su quehacer. En los últimos tiempos se recidamente mal pagado) y Günter Grass, traducir no basta conocer dos idiomas de pachinko el ruido es indescriptible; en
ha escrito tanto sobre la traducción en Es- para quien sus traductores son, como ha sino que hay que saber tender puentes en- la habitación del traductor puede resul-
paña, que hay que preguntarse cuándo en- dicho a veces, la verdadera razón para se- tre ellos. Hay autores que han hecho enlo- tar atronador el silencio.
cuentran los traductores tiempo para tra- guir escribiendo. Entre ambos extremos quecer literalmente a su traductor: Ro- Miguel Sáenz es traductor de autores como
ducir. Y las metáforas que describen su yo situaría a Salman Rushdie, que jamás bert Coover, Anthony Burgess… Günter Grass y Salman Rushdie.

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