La teoría general de sistemas se ha desarrollado a partir de la necesidad de
ofrecer una alternativa a los esquemas conceptuales conocidos bajo el nombre de enfoques analítico-mecánicos, asociados con la aplicación del método científico y del paradigma ciencia a las ciencias físicas. La clasificación "mecánicos" se deriva probablemente del hecho de que éstos fueron instrumentos en el desarrollo de las leyes de Newton. Y son "analíticos" debido a que proceden por análisis —es decir, del todo a las partes y de lo más complejo a lo más simple. También son deductivos ya que van de lo general a lo particular. Estos enfoques tuvieron éxito en la explicación del fenómeno de los sistemas del mundo físico, pero no se extendieron satisfactoriamente para explicar las propiedades de los sistemas en los campos biológico, conductual y social. 1. No podían explicar por completo, fenómenos como organización, mantenimiento, regulación y otros procesos biológicos que son característicos de los sistemas vivientes. 2. El método analítico no fue adecuado para el estudio de los sistemas que tuvieron que ser tratados "holísticamente": la existencia de letalidades irreducibles llevó a cabo la descomposición en partes componentes, ya sea sin significado o imposibles. Las propiedades del sistema total de esta clase no podían inferirse de las propiedades de las partes, un supuesto importante del enfoque analítico- mecánico.
La teoría general de sistemas (TOS) ha evolucionado para ofrecer un marco de
trabajo conceptual y dialéctico en el cual pueden desarrollarse los métodos científicos adecuados a otros sistemas y no propiamente a los del mundo físico. La teoría general de sistemas hace frente a las objeciones surgidas contra los enfoques analítico-mecánicos y logra lo siguiente: 1. Adopta un enfoque holístico hacia los sistemas, mediante la preservación de su identidad y las propiedades de unidades irreducibles. 2. Provoca la generalidad de leyes particulares, mediante el hallazgo de similitudes de estructura (isomorfismos) a través de los sistemas, a pesar de las disciplinas y la ciencia particular en la que está fundada. 3. Anima el uso de modelos matemáticos, los cuales ofrecen un lenguaje desprovisto de contenido pero que puede, por su generalidad, sugerir analogías o ausencia de éstas, entre sistemas. Los modelos matemáticos cambian el énfasis de una consideración de "contenido, a una de estructura" ayudando por tanto, "en la solución de muchas controversias de utilidad cuestionable". Las limitaciones de este enfoque se basan en la ausencia de 3 exactitudes de los modelos matemáticos con respecto a las realidades de los sistemas. 4. Promueve la unidad de la ciencia, al proporcionar un "marco de referencia coherente para la organización del conocimiento". Éste puede actuar como un "sistema de sistemas" para apuntar los vacíos en campos especiales y las similitudes entre las disciplinas.