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Frederick Wertham, en su obra publicada en 1945, The show of violence, sobre la mitificación
de los personajes malvados en los cómics y su influencia en los jóvenes. Anteriormente, la
primera monografía conocida sobre víctimas apareció en La Habana, en 1930, con tres escritos
sobre la protección de la víctima del delito, que un año antes habían sido pronunciados como
conferencias en dicha ciudad. En 1947 Mendelsohn presentó un ensayo en el que hablaba de
esta nueva ciencia. En 1948, von Hentig en su obra publicada por la Universidad de Yale, El
criminal y su víctima, analiza la dicotomía entre el ofendido y el ofensor. En la década de los
cincuenta el estadounidense Ellenberger se centraría en el llamado riesgo victimal, mientras
que Margery Fry se refirió a la compensación a las víctimas. Por su parte, los estadounidenses
Wolfgang11 y Amir realizarían estudios empíricos sobre la actuación de la víctima en el
acontecer delictivo.
Aunque Hans von Hentig (Berlín, 1887 - Bad Tölz, 1974) recibió una formación jurídica, se
familiarizó más tarde con temas de Psicología criminal. Antes de que comenzase la Segunda
Guerra Mundial emigró a los EE. UU. y trabajó allí como profesor en diversas universidades y
como asesor del gobierno federal. En 1951 regresó a la Universidad de Bonn. Von Hentig
defendió una concepción interactiva del delito, presentando a la víctima como “actor
sufriente” que podía conformar a su victimario -en esta afirmación se aprecia la influencia de
la obra literaria de Werfel y otros escritores (Fattah 2014)12 -. El abogado rumano
Mendelsohn fue, sin embargo, quien trató de atribuirse la paternidad de esta nueva ciencia,
difundiéndola internacionalmente y defendiendo su autonomía científica. En sus obras de los
años treinta y cuarenta se encontraba un concepto amplio de la víctima, junto con su tipología
clásica. Así mismo, aunque partió de la noción de la contribución de la víctima al delito, fue
uno de los primeros autores en reconocer la necesidad de apoyo y la prevención victimal .
ORIGEN DE LA VICTIMOLOGÍA En los tiempos del derecho penal bárbaro las acciones
criminales se castigaban mediante la venganza privada. La víctima o sus parientes
desempeñaban el papel de verdugos. Mas, la desproporción entre el crimen y la reacción,
forzó la aparición de la Ley de Talión, que hoy calificamos de salvaje y primitiva, pero que en
los tiempos en que surgió, fue considerada un encomiable esfuerzo por frenar la desmesurada
respuesta de las víctimas. En determinado momento del pretérito, principalmente en el
primitivo derecho germánico, con la venganza privada coexistió la “composición” en dinero o
bienes cuyo monto o selección se negociaban entre agredido y agresor, o sus familiares. Mas,
cuando la sumisión de los señores feudaLes a la monarquía permitió el establecimiento del
Estado absoluto, éste absorbió el ejercicio del iuspuniendi; como resultado las víctimas fueron
despojadas del derecho a ejercer justicia por su propia mano. El paso de la venganza privada a
la venganza pública significó el fin del protagonismo de la víctima y el inicio de su milenario
olvido. Incluso instituciones como la legítima defensa fueron minuciosamente reglamentadas;
la defensa justa acepta que la víctima se defienda hasta causar la muerte del agresor, pero le
impone limites que rebasados, le acarrean responsabilidades penales y económicas
La Victimología también debe ocuparse de los pueblos victimizados que padecen de hambre y
miseria a conse cuencia en unos casos de pésimos y corruptos gobiernos y en otros de la
división intemacional del trabajo. Como se observa, para Mendelshon, el delictivo es sólo uno
de los factores -y acaso el menos importante- de la victimización universal 16 De lo anterior
podemos fácilmente concluir que la Vic timología de Mendelshon se libró de las ataduras del
dere cho penal y la Criminología; que llegó mucho más lejos que la de Von Hentig, quien jamás
se atrevió a rebasar los linderos de aquellas disciplinas. No nos extrañaría que el precursor
tuviera los mismos genes que Félix Mendelson, el compositor de la etérea y celestial obertura:
“El Sueño de una Noche de Verano”. Hans Von Hentig, en lenguaje casi poético, decía: “Hay,
sin duda, víctimas casuales, a las que sólo el azar pone en contacto con el autoL Pero casi
siempre —en los delitos con tra la honestidad, en la estafa, en el asesinato y en varios ti pos de
hurto— se encuentran en alguna relación con él (...) Sólo en la medición de la pena puede
tener en cuenta el juez la contribución de la víctima. La ciencia que estudia los nexos causales
en las conductas, no puede dejar de pres tar atención al problema de la víctima (...) Aunque la
ley trate de excluir a la víctima de la participación en el delito y de lo a él inherente, ha
reconocido a veces, titubeando y de mala, su implicación. Las leyes de los países latinos han
ido más lejos en este camino, probablemente porque su có lera está más próxima al punto de
explosión» ‘ La transcripción anterior tiene por objeto demostrar có mo la Victimología de Von
Hentig, a diferencia de la de Mendelshon, se quedó aprisionada entre las murallas del derecho
penal y la Criminología. Sin embargo, justo es ad mitirlo, fue precisamente a partir de las
publicaciones y conferencias de este notable autor que el mundo científico empezó a admitir
que ciertos delitos resultan inexplicables si no se los examina bajo el prisma de la relación
autor-víc tima y peor aún, si no se contempla la conducta cooperado ra e incluso provocadora
del sujeto pasivo del delito. Desde entonces, determinar en qué medida la víctima contribuye a
su victimización se constituyó en una laceran te inquietud que lenta e inexorablemente
carcome el viejo edificio del derecho penal, refractario a ampliar las cerra das fronteras del
delito y de la pena. En su obra principal: “El Criminal y su Víctima,” Von Hentig elaboró una
clasificación general y un estudio de los tipos psicológicos de las víctimas. Centra su atención
espe cialmente en los ancianos, los niños, las mujeres, los ex tranjeros, las prostitutas, los
homosexuales, los viciosos, entre otros sujetos a los que consideraba altamente victimi zables.
Analiza también la actitud de la víctima frente a su agresot’ 8 Respecto a los ancianos, reveló
por ejemplo que en los asilos se asesinaba a los que habían pagado su alojamiento y cuidado
de por vida. En cuanto a los extranjeros, resalta que al describirse a los delincuentes, siempre
se alude a su aspecto “extranjero.” Se dice por ejemplo que los crimina les “parecían ser
extranjeros, tenían un acento peculiar, es taban vestidos de modo extraño y que sus coches
tenían matrícula de otro país o de otra provincia.” En lo atinente a la prostitución, apenas
existe otra acti vidad en la que se produzcan más asesinatos. «La mujer se encierra con
enfermos mentales, borrachos, psicópatas y perversos. Cuanto más abyecto es lo que se exige
de ella, más elevado es el pago. Es la situación de víctima ideal a la que ella misma contribuye»
19 Los homosexuales tienen que asumir silenciosamente el hurto o el robo por parte de sus
ocasionales o permanen tes compañeros sexuales; la vergüenza o el temor a la bur la o el
escarnio les impide acudir a la policía o la justicia. El vicioso que consume estupefacientes
tampoco puede re clamar si a cambio de su dinero recibe un producto adulte rado o de baja
calidad. En lo concerniente a las mujeres, Von Hentig afirma que el riesgo de ser victimizadas
aumenta con la edad. Ci ta el caso de un estafador que insertaba anuncios en la pren sa en los
que resaltaba su interés por mujeres mayores de cuarenta y cinco años de edad. «Son más
fáciles de separar de su dinero» explicó a la policía.
La victimología, aunque había sido un tema tratado de forma somera por autores
asociados a los albores de la Criminología, como Beccaria o Lombroso, no aparece
como ciencia hasta el siglo XX.
Se comienza así un camino, que llega hasta nuestros días, en el que la víctima deja de
ser un sujeto pasivo carente de interés, que no tiene capacidad para evitar su
condición, para pasar a ser un objeto de estudio en sí mismo, un actor principal del
acto delincuente que merece ser analizado en términos de prevención y tratamiento
tanto de forma individual como en su relación al victimario.
Uno de los grandes hitos que marcó el despegue de la Victimología como materia de
estudio es la I Conferencia Internacional de Victimólogos, celebrada en el año 1973
en Jerusalén. En esta ocasión, se trataron diferentes temas relacionados con la
Victimología, produciéndose un acercamiento al tema desde una perspectiva holística,
dado que no sólo se analizaron casos de víctimas de delitos, sino cualquier tipo de
víctima, como puede ser la persona que sufre un accidente con su vehículo o las
personas que viven un desastre natural. Unos años después, en 1979, se fundó
la World Society of Victimology.
A finales del s.XX surgen con fuerza distintas corrientes tales como la victimología
realista, que utiliza de forma descriptiva las encuestas locales de victimización, sobre
todo en Reino Unido, siendo una de sus cabezas visibles la investigadora Sandra
Walklate, en la que aparecen nuevos categorías y términos, como
la desvictimización poniendo el foco en la prevención; la victimología crítica, que
considera que la Victimología no puede ser tratada como área de conocimiento
singular y apartada de la Criminología, y en la que autores como Tamarit, critican la
falta de carácter científico de esta disciplina, un exceso de preocupación por la víctima
y abogan por el derecho de la víctima a "ser dejada en paz".
Víctima, en primer término, es todo ser viviente sacrificado o destinado al sacrificio. Sin
embargo, desde el punto de vista utilizado habitualmente, una víctima es la persona que
sufre un daño o perjuicio, que es provocado por una acción u omisión, ya sea por culpa de
otra persona, o por fuerza mayor.
Ofendido. Persona que de manera indirecta es perjudicada en sus derechos por el daño
ocasionado a la víctima.
Victimario es aquel que, por su accionar, convierte a otro ser vivo en víctima (alguien que sufre
algún tipo de daño por culpa de otro sujeto o por una situación azarosa). Las ideas de
victimario y víctima, por lo tanto, funcionan por oposición.
A fines del siglo XIX surgió dentro del positivismo cierta preocupación por la
reparación del daño sufrido por las victimas; al respecto Rafael Garófalo
publicó un pequeño trabajo denominado: indemnización a las victimas del delito
(1887) planteando que las victimas de los delitos debían, seguramente, tener
derecho a mayores simpatías que la clase de los delincuentes, que parece ser
la única de que los actuales legisladores se preocupan.
Precursores de la victimologia
El enfoque científico de la víctima puede aventurarse comienza en 1945. El
israelí Beniamin Mendelshon es quien acuña el término VICTIMOLOGIA,
siendo Hans Von Hentig otro de los precursores, habiéndose suscitado alguna
discusión entre los seguidores de la disciplina en torno a si fue el primero en
hablar de "victimología" Mendelshon o Von Hentig
Israel Drapkin nos refiere que etimológicamente el término viene del griego
LOGOS (palabra, discurso, estudio) y del latín VICTIMA (al que asigna dos
acepciones: 1) sacrificio en rito religioso de un ser vivo, sea animal u hombre;
2) persona que sufre o es lesionado en su cuerpo o propiedad, torturado o
asesinado, por otra que actúa movida por una gran variedad de motivos o
circunstancias; que es la utilizada por la criminología). En síntesis, para el autor
mencionada, la victimología será el estudio de las víctimas del delito.-
Este concepto está siendo superado por los enfoques posteriores y en tal
sentido se expidió el 1er. Symposium de Victimología (Jerusalem, 1973) donde
se la definió como el estudio científico de las víctimas, dedicando especial
atención a los problemas de las víctimas del delito (cfr. cita Hilda Marchiori).-
Elías Neuman en su opúsculo "Las víctimas del sistema penal" nos dice que "El
mundo de seres victimizados va mucho más allá de aquellas personas que los
delincuentes perjudican con su agresión.
Aún hoy no existe un texto que recoja los inicios y la evolución de los
estudios e investigaciones propios de la victimología, ni un directorio
que enumere las entidades y los profesionales que han impulsado
estos trabajos y prestan los servicios de asistencia a víctimas.
Tampoco hay una sistematización de las prácticas y experiencias en
este campo. Este inventario y compilación permitiría una lectura
regional del avance de la victimología y la asistencia a víctimas; sin
embargo, es un proceso que apenas comienza.