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LA FIGURACIÓN MELÓDICA
(Una nueva metodología de análisis melódico microformal)
RESUMEN. El proyecto investigativo adelantado sobre el tema mencionado en el título, concluyó con la formulación
de una metodología del análisis detallado de la melodía modal tonal, con base en la siguiente premisa hipotética,
corroborada luego por la experimentación comprobatoria realizada durante el proceso y recogida en una antología de
ejemplos analizados: la atención se centra sobre los motivos o palabras musicales, cada una de cuyas estructuras se
arma alrededor de un sonido nuclear, raíz o lexema, compuesta por éste y por los sonidos satelitales o morfemas
anteriores y posteriores, subordinados a él según una figuración o disposición funcional por niveles u órdenes, en
forma tal que las figuras de un orden dado funcionan como nucleares derivadas alrededor de las cuales pueden
hallarse sonidos satelitales del orden o nivel subsiguiente.
Palabras claves: figuración, motivo, sonido nuclear, melodía nuclear o esquelética, sonidos satelitales; notas
repetida, de paso, escapada, cambiata, bordante, apoyante, retardante, anticipada, cordal.
Abstract. The Research project on the rhythmic and melodic figuration critical review, concluded in a new
Methodology on the detailed analysis of the modal – tonal melody, based upon the following hypothesis, successfully
tested during the process of Research, on musical excerpts collected in an Anthology of analyzed examples: the
attention is focused on the motive or musical word, whose structure is assembled around a nuclear tone, root or
lexeme, and contains this last principal morpheme and other prior or following satellite tones, ordered in several
possible layers according to this successive steps: nuclear tone, first order figuration, second order figuration and so
on until the original melody is completed.
Key words: Rhythmic – melodic figuration, motive, nuclear tone, nuclear melody, satellite tones, orders of figuration;
repeated, passing, escaped, exchanged, neighbor, leaning, retarded, chordal notes.
INTRODUCCIÓN
El concepto mismo de Análisis Musical es hoy en día bien complejo e incluye miradas o
criterios hermenéuticos, estéticos, semiológicos, retóricos, históricos, técnicos, físicos y
matemáticos, estructuralistas, postmodernistas, deconstructivos, psicológicos,
morfológicos y puramente musicales (armónicos, contrapuntísticos, formales,
organológicos y melódicos). Cada obra musical es un texto único que hay que
desentrañar desde ella misma, el análisis en diálogo atento con ella; y si pertenece al
mundo modal – tonal, tal pertenencia le otorga unas homologías y analogías formales
con otras obras de ese gran conjunto y la herramienta analítica que este proyecto
pretende desvelar - a partir de una mirada crítica pero respetuosa de los sistemas
precedentes, algunos de una ya venerable permanencia en el tiempo - busca
coadyuvar, en lo que le concierne, al hallazgo de esas constantes morfológicas
características internas del motivo, que permitan entender mejor la estructura de éste
en la música tonal. Los morfemas o figuras pueden ser asumidos y definidos como
sonidos con una función estructural en el motivo. Expliquémoslo mejor: una cosa es un
sonido tomado aisladamente y otra, dentro de una pequeña estructura morfológica - el
motivo (palabra musical o unidad gramatical) - en donde cumple una función nuclear o
satelital, cuando y donde ya no es más un simple sonido sino un morfema o figura.
La fenomenología aplicada al análisis musical, la teoría de la acción comunicativa, la
Psicología de la Música, la estesis de la semiología musical de J.J. Nattiez, entre otras
aproximaciones, han puesto el acento sobre la importancia, para el análisis, de la
percepción por el oyente más que la sola especulación dentro del nivel inmanente,
formalista, objetiva y probablemente desligada de esa percepción. Por tanto, sería
altamente deseable que las diferencias en la percepción por el oyente medianamente
informado, hallen también una correspondencia clara en la conceptualización
expresada por el léxico. Se sigue de ello, entonces, entre otras inferencias posibles,
que lo que suena de una misma manera debería ser denominado también
homólogamente.
En cuanto a la semiología, nota es el signo o significante; sonido es el objeto
significado. Discusión aparte es la de si el sonido musical es significante, a su vez, de
algo más, de algún contenido, una cuestión a la que la Retórica Musical respondía
afirmativamente para el caso de los períodos entre el Renacimiento y el Clasicismo y
que, hoy en día, la Psicomusicología sigue indagando de variadas maneras, a pesar de
la opinión, quizás mayoritaria, de que, per se, la Música es un lenguaje inefable, no
precisable en significados o contenidos, a no ser cuando se halle emparejada con un
texto o programa.
Por su parte, nuestro compañero de grupo Juan David Manco escribía: “la obra de arte….. se convierte en organismo
vivo que puede dar cuenta de sí, por sí misma; su legitimación se da a partir de su propia esencia. Y en este sentido,
se convierte en objeto que puede ser interpretado y abordado desde la interacción comunicativa. La hermenéutica
busca precisamente el reconocimiento de la trabazón de conocer y comprender, a partir de la consideración de que
pensamos desde el lenguaje como centro, esto es, en el modo del lenguaje; entonces, el estilo de relación es el de
una conversación, que es la forma que adopta la mutua pertenencia del intérprete a la obra y de ésta a aquél. Es un
acontecer hermenéutico: no nuestro hacer con la cosa sino el hacer de la cosa misma`. 1 Mas aún, entonces la
relación no es pura copia reiterativa de lo que es sino reproducción del sentido, es decir, un dar expresión a una
relación con el conjunto del ser. La interpretación resulta bella, no porque copie aspectos que satisfagan necesidades
del hacer, sino porque corresponde a un modo de hacer, no a un hacer en sí. Y, como diría el propio Gadamer: “lejos
por tanto del dogmatismo de un sentido en sí que habría de ser alcanzado por alguna supuesta sensibilidad o
genialidad, la interpretación ha de vivirse, es experiencia y existencia”.2 Así, tanto el leer como el comprender vienen
a ser un lograr que algo vuelva a hablar de nuevo.”
1
GADAMER, Hans-Georg. Estética y Hermenéutica. Editorial TECNOS, S.A. Madrid. 1996. Pág. 20.
2
Ídem. Pág. 20.
DIAGNÓSTICO DE PROBLEMAS TERMINOLÓGICOS
Sonido Nuclear, esquelético o coral: aquél que se escoge como principal en un motivo
musical dado, que normalmente tiende a presentarse en el sitio de acento, primer lugar
en un compás básico o primera división de un pulso lento. La sucesión de sonidos
nucleares conforma la melodía nuclear, esquelética o coral. Una vez definido el primer
orden, todos los sonidos que lo conforman serán tratados como si fueran nucleares
derivados para el segundo orden y los del segundo, para el tercero, etc. La escogencia
de un prístino sonido esquelético o nuclear dependerá de su pertenencia al acorde y,
luego, de las otras consideraciones: duración, acento, posición en el sitio de cambio de
dirección melódica, número de veces que se repite dentro del motivo, etc. Para denotar
ese sonido central del motivo, se ha usado a menudo la palabra “esencial”, que
preferimos evitar por estar cargada de connotaciones filosóficas. La palabra “raíz”,
aunque tiene la buena cualidad de parecerse al lexema o raíz de la lingüística, ha sido
asignada por mucho tiempo a la fundamental de un acorde (root). Otras posibilidades
se dan con las palabras “coral”, utilizada ya desde antes, pertinente por el hecho de
que los corales están compuestos, en principio, por sonidos básicos o esqueléticos, que
se varían figurativamente en los corales figurados y en los preludios de coral. Hemos
preferido, finalmente, la palabra “nuclear” para el sonido “esquelético”, siguiendo la
propuesta lingüística de Bertrand Russell, de tal suerte que los demás sonidos
subsidiarios, orbitan alrededor de él y son, por tanto, susceptibles de ser llamados
satelitales.
Figuración melódica: Tratamiento del sonido nuclear (lexema, raíz) para conformar un
motivo o palabra musical a su alrededor, por medio de sonidos (morfemas) satelitales
y/o pausas, anteriores (preparatorios, prefijos) o posteriores (caudales, en desinencia o
sufijos). El silencio o pausa sólo será considerado figura cuando desplaza o sincopa al
sonido nuclear, nó cuando va después de él, caso que compete a la articulación, nó a la
figuración. Es importante recalcar que, en este trabajo, estamos tomando la palabra
motivo para denotar la unidad estructural de menor dimensión en el discurso musical
(podría, no obstante, ser divisible en pequeñas células), sin importar si tiene valor
temático, episódico o meramente complementario y atemático. La misma palabra
(motivo) es tomada a veces como tema o sujeto, es decir, unidad ritmo melódica motriz
de la obra, de suerte que `motivo es a invención como sujeto es a fuga´.
Las figuras o notas pueden ser significadas o denotadas por más de un vocablo en su
análisis, con el fin de dar una idea más cabal de su conducta o funcionamiento en la
composición; por ejemplo: nota de paso cromática, cambiada cordal, apoyante nueva
cordal, etc.
Hay una relación dialéctica entre compás y motivo musical. El músico y sus oyentes
perciben esa relación conflictiva, los acuerdos, los desacuerdos y las síntesis como un
todo pleno de significados. Ya que la música ocurre en el tiempo, los sonidos satélites o
figuras subordinadas al núcleo no pueden estar sino antes, en y después (en la línea
del tiempo). El peso, importancia o poder de atracción del sonido nuclear se da
normalmente por el acento y la mayor duración que el mismo tiende a tener como
privilegios propios. Mucho del interés, de la energía de la música académica tradicional
occidental reside en las relaciones amigables o conflictivas entre el núcleo y los sonidos
satelitales: preparación, desinencia o desplazamiento.
Errores aparentes. Una armonía esquelética podría contener “errores” armónicos como
5as. u 8as. paralelas, si el ritmo armónico del ejemplo específico puede introducir
“acordes correctores” entre ellos. De hecho, ello ocurre en todas las secuencias
armónicas que involucran acordes perfectos en estado de fundamental.
Las melodías polifónicas que implícitamente conllevan más de una voz, pueden ser
analizadas mediante la metodología aquí propuesta. Cabe advertir, empero, que la
escogencia inicial de los sonidos nucleares debería tener en cuenta uno solo de los
pisos, preferiblemente el superior o más “alto”; (cfr. Ejemplos siguientes: de la Fuga 21
del 1er. Libro del Clave bien temperado, del coral “Wachet auf” de la Cantata BWV 140
y de las Suites para cello solo de J. S. Bach, que traemos en la Antología de ejemplos
analizados).
b) Órdenes o niveles
Figuras Melódicas
Según ya habíamos previsto, una figura, en cuanto denominación asignada a una nota
o símbolo de un silencio o pausa, podría ser mejor definida por medio de un substantivo
y uno o varios adjetivos. Por ejemplo, bordante cromática inferior, nota de paso
cromática, apoyante cordal superior abierta (recordemos los acordes abiertos y
cerrados o disposición), silencio retardante, etc.
Criterios Discriminantes
Distancia a la nuclear: Idéntica, vecina (por grado), por salto.
Acentuación: Acentuada o no acentuada.
Posición: Antes o después de la nuclear o en su lugar
Relación armónica con la nuclear: Cordal, no cordal.
Función Nuclearidad, principalidad en el motivo
Puente.
Desvío y vuelta.
División o repetición.
Arco (bordado).
Desplazamiento de la nuclear.
Como no sea al principio de una frase musical, la decisión acerca de si un sonido es anacrúsico del nuclear
siguiente, conector entre dos nucleares o, más bien, desinencia del anterior, dependerá de consideraciones de
articulación, dirección, salto y, en general, diseño melódico. En la lengua, las palabras se aglutinan y muestran
su unidad e integridad mediante el significado; en Música, no hay contenidos conceptuales explícitos – a no ser
que haya un texto, es decir, que se trate de una parte de canto - sino sólo estructuras comparables, motivos
característicos repetidos o variados, articulaciones expresas, dirección de movimiento, saltos, etc.
Adjetivos complementarios: anacrúsica (ac), cromática (cr) o diatónica (dt), inferior (inf) o
superior (sup), cordal (co). Nueva cordal (n.co), cuando hay figuración en las otras voces
o partes y ellas todas conforman así un nuevo acorde; el adjetivo rítmica (r), cuando la
figura correspondiente es la misma nuclear a la que acompaña. Ejs: anticipada anacrúsica
(ant.ac), apoyante rítmica, nota de paso cromática, apoyante de paso, bordante nueva
cordal, etc.
Cuadro sinóptico de la Figuración
Pasos metodológicos:
La escogencia de una nuclear es una decisión que puede ser precisa si su duración se
basa en el ritmo armónico prevaleciente, como ya quedó expresado; si pertenece al
acorde único o principal del motivo y si prevalece rítmicamente (acento, duración,
repetición u ocurrencia en el motivo considerado)
.
Epílogo
Concluido este proceso, creemos haber contribuido a un aspecto específico del análisis
musical, la figuración melódica, bajo los criterios - y resultados congruentes con ellos -
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