Para poder responder la pregunta planteada es necesario enfrentar dos
conceptos que aparentemente son incompatibles. Por un lado, la responsabilidad social empresarial y por el otro la empresa.
El primero, apunta a cuidar tres grupos del entorno inmediato de la
empresa: la sociedad, el medioambiente y sus trabajadores. Estos grupos, salvo la sociedad que representa el mercado de consumidores, no tienen potencial para generar negocio con la empresa. Por lo tanto, la primera reacción del empresario puede ser de indiferencia o rechazo.
El segundo, la empresa que en términos generales, busca la creación de
valor económico, la generación de riqueza a través de las operaciones del giro del negocio y la conquista de nuevos mercados. Los aspectos laborales generan un “gasto” al igual que cualquier programa dirigido al cuidado o mitigación de impactos en el medioambiente. Este “gasto” implica una reducción en los resultados netos de la empresa, lo que significa una menor erogación al Estado por concepto del impuesto a la renta. Sin embargo, en términos económicos, los ratios financieros se deterioran al disminuir la utilidad de la empresa.
Este sacrificio en la calidad de los indicadores financieros exige la
identificación de un responsable que sea la causa del incremento en los gastos o la reducción de las utilidades. Entonces, se vuelven a enfrentar los conceptos de responsabilidad social y empresa. Por ello, es necesario identificar una estrategia que concilie ambos términos. En la medida que la empresa desarrolle un plan de trabajo que incorpore el concepto de responsabilidad social dentro de su plan estratégico, se podrá contar entonces con elementos de evaluación de desempeño y medición financiera.
El mensaje debe quedar claro, la responsabilidad social no es filantropía ni
programas a beneficio de causas sociales. La responsabilidad social representa una inversión que la empresa debe realizar para incrementar su rendimiento financiero y mantenerse en el mercado. Los beneficios son tanto cualitativos como cuantitativos. Los cuantitativos son los relevantes en el contexto de estas líneas. La inversión realizada en capacitar a los trabajadores o mejorar sus condiciones de vida generan economías de escala por el incremento de la productividad, y que tiene un efecto Pedro Franco Concha Centro de Contabilidad y Gestión Sostenibles
positivo en la estructura de costos de la empresa. Los programas de
proyección social mejoran la imagen de la empresa, incrementan el nivel de aceptación y por lo tanto de las ventas. Finalmente, los programas de reducción de impacto ambiental generan ahorros en la medida que la empresa se obliga a maximizar el uso de los recursos.
El tema de responsabilidad social no debe ser trabajado de manera
simplista ni oportunista. El tema exige que la empresa entienda el concepto y lo incorpore progresivamente al quehacer de la empresa. Sin embargo, poco a poco el concepto de responsabilidad social empresarial se está filtrando dentro de la empresa, para bien de nuestro país. Ahora, el siguiente reto es consolidar su definición y contenido dentro de las empresas líderes.