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 Salud pública durante las

guerras mundiales (Italia):


La evacuación y el refugio de heridos estuvo organizado
en cuatro áreas :

- La Zona I, del cuerpo del ejército. Estaba en el área de


operaciones y fue utilizado para el cuidado de los heridos
y enfermos menos graves, aquellas personas que no
requieren hospitalización superior a 10 días, y para
aquellos que necesitan atención especial de urgencia.

- Zona II, de las intendencias. El área se encuentra


inmediatamente fuera de operaciones, entonces todavía
en zona de guerra y estaba destinado a estancias de no
más de 20 días.

- Zona III, Primer zona de evacuación. Esta área se


encuentra en la retaguardia que era la zona más alejada
de las operaciones, pero aún incluida en la zona de
guerra. Se transportaron a los heridos y los enfermos
con necesidad de una hospitalización no mayor de 30
días.

- Zona IV, Segunda zona de evacuación. El área fue


identificada como cualquier parte del territorio nacional,
no incluida la zona de guerra. Destinada a los militares
que necesitaban curas superiores a los treinta días, pero
que por razones profilácticas, se llevaron a cabo
inicialmente en la primera zona de evacuación.
 La organización militar de salud utilizó los
ferrocarriles. Los heridos y los enfermos fueron
retirados del frente a bordo de los trenes de carga
y de pasajeros, automóviles, o los trenes de hospital
de la Cruz Roja Italiana y de la Soberana Orden
Militar de Malta. Con estos medios se organizaba el
desplazamiento de los heridos entre las cuatro
áreas de salud, a esto se le sumaba el transporte de
un número creciente de soldados hacia el frente de
batalla.

 Presupuesto militar que


destinaron a la salud:
Hoy el ganador está claro: Estados Unidos. El país
norteamericano invierte más en su ejército que la
suma de sus cinco principales competidores. No
siempre fue así. Si nos retrotraemos a 1914, a las
puertas de la Primera Guerra Mundial, el escenario
era muy distinto. Europa andaba sumergida en la
mayor crisis política de su historia, y en una carrera
armamentística que colocaba a Alemania a la
cabeza Las tres principales naciones de la época
(Alemania, Reino Unido y Francia) pasarían la mayor
parte del conflicto a la cabeza del gasto militar. En
noviembre de 1918, finalizada la guerra, Estados
Unidos estaba metiendo más dinero a su ejército
que la suma de Reino Unido, Francia y Alemania, una
pista de hacia dónde tornaría el orden geopolítico
global en la resaca de la Gran Guerra. Alemania,
desaparecida hasta entonces por obra y gracia del
Tratado de Versalles, retomaría su pulso militarista
con la llegada de Hitler al poder. En menos de un
lustro tomaría la delantera global, superando a Rusia
en 1936 e invirtiendo más que nadie hasta 1941. Es
entonces cuando Estados Unidos entra en la
guerra, primero en el Pacífico, y siembra los frutos
que aún recoge a día de hoy. Al término de la
contienda el presupuesto del Departamento de
Defensa estadounidense duplica al de las otras seis
naciones que le siguen (incluyendo Alemania y
Japón).

 Salud pública: Es la disciplina encargada de la


protección de la salud a nivel poblacional. En este
sentido, busca mejorar las condiciones de salud de
las comunidades mediante la promoción de estilos de
vida saludables, las campañas de concienciación, la
educación y la investigación.

 Guillermo II (Friedrich Wilhelm Viktor Albrecht


von Preußen) gobernó Alemania en la Primera guerra
mundial.
 Salud pública en Alemania
durante la primera guerra
mundial:
La movilización de personal médico es uno de los
primeros aspectos que llama la atención sobre el papel de
la medicina en la guerra. Alemania llevó al frente el 80%
de los 33.031 médicos con que contaba a inicios de 1914.
Hubo una incorporación de medidas preventivas de
higiene como el uso de agua limpia, disposición de
instalaciones para el aseo del cuerpo, despiojo en
espulgaderos públicos y vacunación frente a la viruela y
al tétanos. Sin embargo, la sífilis y el “pie de trinchera”,
una afección que producía necrosis de los miembros
inferiores debido a la constante presencia de agua en las
trincheras, continuaban aportando bajas considerables.
 Franklin Delano Roosevelt gobernó Estados Unidos
en la Segunda guerra mundial.

 Salud pública en Estados Unidos


durante la segunda guerra
mundial:
Desde 1918 existió en los Estados Unidos una
organización llamada Consejo Nacional de Investigación,
una de sus funciones fue la de coordinar la cooperación
de los técnicos civiles con los servicios técnicos de los
Departamento de Guerra, y Marina. El jefe de la División
de Ciencias Médicas de este Consejo, el Dr. Lewis H.
Weed, ofreció sus servicios a los Cirujanos Generales de
las fuerzas del Ejército y Marina, formándose dos sub-
comités al comienzo de 1940 para aconsejar en asuntos
de medicina militar. Esto obtuvo tan buenos resultados
que en julio de 1941 se hablan formado 7 comités y 32
subcomités. Estos grupos proporcionaron a las fuerzas
armadas resúmenes que contenían información médica al
día aplicable a problemas militares, que serviría para
reformar el Manual Medico del Ejercito, recomendando
asuntos sobre organización, equipos, métodos de la
prevención y tratamiento de heridas y enfermedades,
etc.

El Dr. Florey descubrió las inmensas posibilidades de la


penicilina. Así fue como vino a los Estados Unidos y
convenció al gobierno y a la industria norteamericanos de
la gran importancia de su descubrimiento. Gran crédito
se debe a las industrias farmacéuticas y químicas de los
Estados Unidos por su esfuerzo en producir penicilina en
una escala que hace cuatro años hubiera parecido
imposible obtener. La penicilina ha ayudado grandemente
en el tratamiento de heridas; sus posibilidades se siguen
estudiando todavía, así como las de otros antibióticos del
mismo tipo general, como la estreptomicina. Además de
la penicilina, otros varios descubrimientos se han hecho
para el tratamiento del herido, como el uso de la sangre.
El valor de las transfusiones de sangre íntegra en el
tratamiento de heridos es ya muy conocido, pero su
aplicación en los campos de batalla y en alta mar es
difícil, pues la sangre íntegra no se puede conservar por
más de algunas semanas, y el tipo de sangre debe
coincidir con el del recipiente. Es por ello que se hicieron
estudios de sustitutos para la sangre, siendo usado
primeramente el plasma de sangre, o sea la parte líquida
de ella, con los elementos celulares (los glóbulos rojos y
blancos, etc.) separados. Se pudo preparar un plasma de
sangre en forma de polvo, disuelto en suero fisiológico, y
usándose sin tomar en cuenta el tipo de sangre,
salvándose así muchas vidas. Millones de litros de plasma
seco se obtuvieron de la población de los Estados Unidos
por intermedio de la Cruz Roja, y se llevó por vía aérea a
los campos de batalla de todo el mundo. Durante la
guerra, se desarrolló el uso de la fibrina, otro producto
de la sangre, para combatir la hemorragia; y también el
refinamiento de la globulina (porción gamma de la
globulina de la sangre), en la cual se han encontrado
anticuerpos protectores contra el sarampión y la
hepatitis infecciosa.

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