Sunteți pe pagina 1din 4

Redactar los contratos sobre inmuebles siguientes:

1. Hipoteca Convencional

Según el Código Civil de la República Dominicana Art. 2114. «La


hipoteca es un derecho real sobre los inmuebles que están afectos al
cumplimiento de una oblig ación. Es por su naturaleza indivisible, y
subsiste por entero sobre todos los inmuebles afectados, sobre cada uno y
sobre cada parte de los mismos.»

Art. 2124.- Las hipotecas convencionales no pueden consentirse sino por


los que tengan capacidad de enajenar los inmuebles que a ellas se sometan.

Art. 2125.- Los que no tienen sobre el inmueble sino un derecho


suspendido por una condición, o resoluble en determinados casos, o que
esté sujeto a rescisión, no pueden consentir sino una hipoteca que esté
sometida a las mismas condiciones o a la misma rescisión.

Art. 2127.- La hipoteca convencional no puede consentirse, sino por acto


que se haya hecho en forma auténtica, ante dos notarios, o ante uno asistido
por dos testigos.

Art. 2128.- Los contratos hechos en país extranjero no pueden producir


hipoteca sobre bienes que radiquen en la República, si no hay disposiciones
contrarias a este principio en las leyes políticas o en los tratados.

La hipoteca es un derecho accesorio al crédito, pero distinto al derecho de


crédito. Se puede indicar que la hipoteca es posible debido a un crédito que
garantiza y sigue el destino o suerte del derecho o crédito garantizado, se
extingue o cede con ella en otras palabras la hipoteca al surgir con el
crédito garantizado sigue su curso, puede desaparecer con él.

2. Antícresis

La anticresis en el Derecho civil y penal, es una garantía en virtud de la


cual el deudor entrega a su acreedor una cosa para el pago de un crédito
insoluto con los frutos, naturales o civiles (intereses), que la cosa produzca,
restituyéndola una vez que se haya pagado la deuda.

De acuerdo al Art. 2085 del C.C.D.: La anticresis no se establece sino


por escrito. El acreedor no adquiere por este contrato sino la facultad de
percibir los frutos del inmueble, con obligación de aplicarlos anualmente a
cuenta de los intereses, si los hay, y después a cuenta del capital de su
crédito.

Art. 2086.- El acreedor está obligado, si no se hubiere convenido en otra


cosa, al pago de las contribuciones y cargas anuales del inmueble que tiene
en anticresis. Debe igualmente, bajo pena de daños y perjuicios, proveer a
la conservación y las reparaciones útiles y necesarias del inmueble,
deduciendo, ante todo, de los frutos, los gastos relativos a estos diversos
objetos.

Art. 2087.- Antes del completo pago de la deuda, no puede el deudor


reclamar el goce del inmueble que ha puesto en anticresis. Pero el acreedor
que quiere desligarse de las obligaciones enunciadas en el artículo
precedente, puede siempre, a no ser que haya renunciado a este derecho
obligar al deudor a recobrar el goce de su inmueble.

Art. 2088.- No se hace el acreedor propietario del inmueble por solo la


falta de pago en el término convenido: cualquiera cláusula en contrario es
nula pudiendo en este caso el acreedor proceder a la expropiación de su
deudor, por las vías legales.

3. Privilegio del vendedor No pagado.

Conforme el artículo 2095 del Código Civil, “el privilegio es un derecho


que la calidad del crédito da a un acreedor para ser preferido a los demás,
aunque sean hipotecarios”, como indicamos anteriormente, ante un
concurso de acreedores, el acreedor privilegiado tiene rango de preferencia
en el cobro de su deuda.

Dentro de las prerrogativas que le otorga el privilegio al vendedor, se


encuentran: el pago del precio de venta, la acción resolutoria en caso de no
pago (permitiéndole obtener devuelta la propiedad del inmueble vendido),
la preferencia ante los demás acreedores, y el beneficio de las mejoras que
se le hayan realizado al inmueble.

Son acreedores privilegiados, de inmuebles conforme el artículo


2103 del Código Civil, los siguientes:

1ro. el vendedor sobre el inmueble vendido para el pago del precio.


Si hubiere muchas ventas sucesivas, cuyo precio se deba en todo o en parte,
es preferido el primer vendedor al segundo, éste al tercero, y así
sucesivamente;

2do, los que han suministrado el dinero para la adquisición de un


inmueble, con tal que conste auténticamente por el acta de préstamo, que la
suma se destinaba a este empleo; y por el finiquito del vendedor, que este
pago se hizo con el dinero tomado a préstamo;
3ro, los coherederos, sobre los inmuebles de la sucesión, para la
garantía de las particiones hechas entre los mismos y de los saldos o
devolución de lotes;

4to, los arquitectos, contratistas, albañiles y demás artesanos


empleados en la edificación, reconstrucción o reparación de edificios,
canales y cualquiera otra clase de obras, con tal que se haya extendido acta
previamente por un perito nombrado de oficio por el Tribunal de Primera
Instancia a que correspondan los edificios por su situación, con objeto de
hacer constar el estado de los lugares relativamente a las obras que el
propietario declarase tener intención de hacer, y que las obras hayan sido a
los seis meses a lo más de su conclusión, recibidas por un perito igualmente
nombrado de oficio.

5to, los que han prestado el dinero para pagar o reembolsar a los
trabajadores, tienen el mismo privilegio si el empleo de aquél constase
auténticamente, por el acta de préstamo y por el recibo de aquellos en la
forma arriba expresada, respecto de los que prestaron el dinero para la
adquisición de un inmueble».

Los privilegios se inscriben ante el Registro de Títulos


correspondiente, al momento de efectuarse el traspaso, con asiento en el
Registro Complementario del Inmueble, otorgándole al vendedor su
correspondiente Certificación de Acreedor.

S-ar putea să vă placă și