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RECTOR: Dr.

Alejandro Bustos Aguilar

LICENCIATURA DE SEGURIDAD PÚBLICA

NOMBRE DE LA ALUMNA: Beatriz Joana Ortiz Márquez

TUTOR: Fidel Color López

ASIGNATURA: Comportamiento ético profesional

MATRICULA: 174587

TEMA: Comentario: ¿Qué debe hacer Harradod sobre lo que presenció?

FECHA DE CREACION: 29 De Octubre del 2019


INTRODUCCIÓN
El abuso de autoridad es un delito que se presenta cuando los servidores
públicos, aprovechándose de los cargos y de las funciones que tienen,
abusan del poder de los mismos, para satisfacer intereses personales o de
terceros allegados a ellos.
En los medios de comunicación aparecen con cierta frecuencia casos de
policías que, aprovechándose de su situación de poder, se comportan de
manera abusiva. Esta conducta es especialmente preocupante, ya que los
miembros de los cuerpos policiales han sido formados para tratar a los
ciudadanos de manera respetuosa y dentro del marco de la ley.
En la mayoría de las legislaciones, cada país establece una pena para el
delito de abuso de poder o abuso de autoridad, ya que es un comportamiento
muy común en la sociedad actual, en la que agentes públicos someten a otros
a sus designios con el propósito de obtener alguna utilidad económica o
simplemente por perversión de la personalidad.
Las fuerzas de seguridad, por su parte, incurren en el abuso de autoridad
cuando se apoyan en la violencia y hacen un uso desmedido de sus
atribuciones. Un ejemplo de este tipo de situación aparece cuando la policía
detiene a alguien sin justificación y no permite que el afectado se exprese o
se defienda.
Las relaciones entre policías y población se establecen en un "continuo" que
va desde actos de protección legítima hasta formas extremas de abuso.
Existen modalidades de mal comportamiento policial, como la negación o la
prestación incorrecta de un servicio que no corresponde a formas de abuso,
pasando por formas de corrupción que representan un mutuo acuerdo entre
las partes, hasta prácticas abusivas como las extorsiones, el uso excesivo o
brutal de la fuerza y la tortura.
La importancia de las tareas policiales que no están directamente vinculadas
con el delito pone en evidencia la brecha que existe entre la realidad cotidiana
del trabajo policial y las prioridades institucionales formales que se atribuyen
a sus funciones. Es decir, la mayoría de las corporaciones policiales dedican
sus recursos de formación, capacitación, supervisión y premiación (con
muchos problemas de eficacia y eficiencia) a las tareas que consideran el
centro de su función: la prevención o detención de presuntos delincuentes.
En muchas actividades importantes en su relación con la ciudadanía, ajenas
a los objetivos delictivos, carecen de preparación, incentivos y
reconocimiento. De esta forma se descuida un importante aspecto de la
construcción de confianza y legitimidad. La población considera al policía
como un agente público multifuncional de información cotidiana, de ayuda, al
mismo tiempo que por otros motivos, le teme.
Para profundizar en el tema, lee con detenimiento el estudio de caso No.
18 Políticas de Ética Comunitaria, que encontrarás en el espacio de
recursos, y elabora un comentario sobre ¿Qué debe hacer Harradod
sobre lo que presenció?
MI OPINION DEL CASO 18
Denunciar y testificar ya que lo presencio fue abuso de autoridad, aunque él
sea un principiante debe demostrar sus valores y su ética que aprendió en la
corporación. Ya que dicho compañero abuso de sus funciones con dicho
sujeto al herirlo aunque haya sido algo pequeño, pero lo dejo ir. Se debe de
presentar un castigo es bastante arbitrario e imprevisible.
Ya que falta al reglamento y a su ética profesional de su persona como forma
de corrupción que está cometiendo abuso de sus funciones se aprovecha de
su cargo y de sus atribuciones frente al sujeto al decir que lo conoce que por
ese motivo lo dejo ir, su conducta inapropiada es error que está cometiendo
de manera ilegal que tiene por objeto obtener un beneficio propio. Puede
tomar la forma de cohecho, extorsión y uso indebido de información
confidencial. Se da en las comunidades indiferentes en cuanto al
cumplimiento de la ley o donde no existen políticas al respecto.
Las fuerzas de seguridad, por su parte incurren en el abuso de autoridad
cuando se apoyan en la violencia y hacen un uso desmedido de sus
atribuciones. Un ejemplo de este tipo de situación aparece cuando la policía
detiene a alguien sin justificación y no permite que el afectado se exprese o
se defienda.
Según he visto, desde la perspectiva de la posición de corrupción de abuso
de funciones está rompiendo las reglas demasiado como para ser
sancionado, o si lo será por aver violado el reglamento. Incluso cumpliendo
con todo lo prescrito por las reglas informales, tal y como aparece en los otros
relatos, los policías son igualmente encarcelados mediante la participación
del factor traición. Por lo que deducimos que el confinamiento no puede
desempeñar un papel de regulador eficaz de la conducta policial apropiada
para las estructuras informales y las prácticas corruptas.
La gran mayoría de las personas que participan en la labor policial están
dedicadas a la causa de un servicio público honorable y competente y hacen
gala sistemáticamente de altas normas de integridad personal y profesional
en el desempeño de sus funciones, y aún serían más los que se comportan
de este modo si recibiesen la formación y el apoyo institucional adecuados.
Pero en todos los organismos de policía existe un elemento contaminado en
cierto grado por el incumplimiento de estas altas normas de probidad y
profesionalidad que caracterizan en general a la actividad policial.
El secreto para combatir estas deficiencias reside en el desarrollo y
mantenimiento de sólidos mecanismos de rendición de cuentas y de
supervisión. Es fundamental para la buena gobernanza garantizar la
integridad policial, así como es esencial granjearse la confianza del público y
lograr la seguridad pública. De este modo, la confianza y la fe del público en
la policía pueden mejorarse y mantenerse mediante un claro sistema de
rendición de cuentas, supervisión efectiva e integridad transparente.
Hasta los países más sofisticados han tenido y siguen teniendo problemas
serios de corrupción en sus fuerzas policiales. Sin embargo los esfuerzos
para combatir la corrupción policial se llevan a cabo lejos del ojo público,
generalmente reciben poca atención, y en su mayoría cuentan con un historial
de pocos resultados positivos
CONCLUSIÓN
No es novedad que la confianza ciudadana en las instituciones se encuentra
fracturada. Tampoco lo es el gran distanciamiento que existe. Los ciudadanos
desconfían de la policía, muchos la consideran corrupta, poco preparada y
abusiva, que ha existido en el olvido institucional, por así servir a los fines del
poder público. En la práctica, se puede observar que los miembros de las
instituciones de policía históricamente han recibido una formación
improvisada e insuficiente y rara vez se les ha infundido la importancia que
su rol social tiene para el mantenimiento de las instituciones y en la
construcción de relaciones sociales capaces de resolver los conflictos y las
diferencias de manera pacífica.
Las prácticas policiales que derivan en abusos tienen en su origen una
estructura jerárquica poco democrática, vertical y abusiva de su propio poder.
En México los mandos policiales son seleccionados principalmente por su
cercanía con el jefe político local, sea presidente municipal, de una entidad o
del propio país. Rara vez se hace un análisis que permita garantizar que su
perfil profesional sea apto para el cargo y, en todo caso, se valora más su
lealtad política
Así, la Policía con frecuencia es señalada por abusar de su condición para
obtener beneficios que los ciudadanos a menudo observamos como actos de
corrupción. Esto se debe, además de los factores ya mencionados a que los
ciudadanos desconocen sus derechos y en muchas ocasiones prefieren
arreglar sus problemas con la autoridad de una manera directa, a través de
sobornos o el uso de “influencias” y, en segundo lugar, los policías son a
menudo presionados u obligados por sus mandos a llenar cuotas de
detenidos o de “mordidas” para demostrar eficiencia y para aprovechar su
cargo.
Una solución seria implementar políticas que busquen respuestas no
violentas a un problema de alta incidencia delictiva y violencia en el país. Eso
quiere decir debilitar la estructura financiera de los delincuentes, que
finalmente es la que permite generar corrupción.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Causa en comun. (2017). Corrupción y abuso policial, algunos apuntes.
Octubre 27, 2019, de Causa en comun Sitio web:
http://causaencomun.org.mx/beta/corrupcion-y-abuso-policial-algunos-
apuntes/

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