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358014A - 474
ASPECTOS GENERALES
País Ecuador
Distrito Chinapintza
Actividad Minería artesanal
Problemática Ambiental
Localización Geográfica
Minería Artesanal
Actores Involucrados
Con la aprobación de la Ley de Minería de 2009, que tuvo la intención de reforzar el control
sobre los asuntos socioambientales, con el interés del estado en la distribución de
beneficios y la regularización de la situación minera artesanal y en pequeña escala, fue
reconocida por los diferentes actores, aunque hubo inquietudes sobre las implicaciones de
esta ley, en términos de atraer inversión extranjera para desarrollar proyectos a gran
escala. Y a pesar de los esfuerzos del estado ecuatoriano para regular la situación minera
artesanal y en pequeña escala, la mayoría de la actividad continúa siendo de naturaleza
informal. El hecho de que los mineros artesanales en Chinapintza opere sin concesiones
legales ha dado lugar al indiscriminado crecimiento de la actividad. Los funcionarios del
gobierno culpan de esta situación a la falta de voluntad de los mineros para cumplir con
los requisitos. Sin embargo, muy rara vez se piensa que podría ser debido a la incapacidad
del gobierno para reforzar e implementar esta legislación, o si esta legislación se puede
aplicar en la práctica.
En la actualidad, coexisten operaciones mineras con y sin concesiones mineras
legales. Además, las autoridades han otorgado nuevas concesiones sin analizar las
demandas y derechos existentes. Todo esto ha producido una gran controversia, que ha
aumentado la incidencia de conflictos en el sector y la escala del impacto socioeconómico
de sus actividades. De hecho, la mayoría de la actividad en este sector es informal, sin la
autorización legal apropiada.
Resultados del Conflicto
En el caso del distrito de Chinapintza, ubicado en la zona fronteriza con Perú en el sureste
del país, los hallazgos principales confirman la necesidad de redefinir el marco legal para
la minería artesanal y promover procesos de capacitación para los trabajadores con el fin
de reducir los conflictos socioambientales. En Chinapintza, se ha observado que la
regularización ha contribuido a fortalecer el movimiento de los mineros, tanto en términos
de formación y articulación de identidades, como a facilitar el logro de un estatus legal. Sin
embargo, el proceso de regularización continúa y ha demostrado ser una fuente de gran
frustración entre los mineros artesanales de la zona, lo que a menudo conduce al conflicto.
De los movimientos realizados para facilitar la regularización de los mineros, se destacan
sus esfuerzos para consolidarse como un grupo mediante la creación de la cooperativa de
minería artesanal presentado ideas de capacitación a las autoridades competentes;
manifestaciones pacíficas organizadas; y estar en contacto con instituciones públicas del
país, como el Gobierno Provincial de Zamora, las universidades regionales y el gobierno
central., a través de la Subsecretaría de Minas y la Agencia de Regulación y Control de
Minería (ARCOM), en un esfuerzo por solicitar asesoramiento y asistencia.
Reacción de la Comunidad
El tema más importante de preocupación para los mineros es la informalidad. El hecho de
no poseer el título reglamentario de minería ha provocado un conflicto permanente con los
titulares de concesiones mineras residentes, lo que se considera la fuente de otros
conflictos. Para los mineros, hay dos caras en su trabajo. Primero, es una fuente de
ingresos y subsistencia, ya que hay una falta de empleos en el área. Pero también es un
riesgo para la salud de ellos y sus familias. Los mineros enfatizan en el hecho de que,
mientras trabajan ilegalmente, no cuentan con las herramientas o equipos adecuados para
garantizar los estándares de salud y seguridad cuando se lleva a cabo la minería artesanal
bajo tierra. La falta de capacitación y conocimientos adecuados y sus malas condiciones
económicas son las razones principales por las que no invierten en procedimientos más
seguros.
Además de otros aspectos, como la inestabilidad laboral; la falta de seguridad social; la
falta de materiales para su procesamiento; el peligro de que los trabajadores no calificados
manejen explosivos; y el riesgo de accidentes. Los mineros informales señalaron que,
como no son legales, no pueden comprar maquinaria ni obtener préstamos y, por lo tanto,
son vulnerables a los precios exorbitantes del combustible y los explosivos. Sin embargo,
quieren regularizar sus operaciones, en un intento por mejorar su calidad de vida y la de
sus familias. Como operadores informales, a menudo es una lucha mejorar la situación
económica y las condiciones de trabajo.