Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Parte 1
Sabemos que Dios no creó demonios sino ángeles, espíritus puros, dotados con gracia santificante,
hermosos y capaces de bondad. Dios dotó a todos los ángeles con libertad para escoger el bien y el
mal.
Jesús lo llama "el padre de todas las mentiras" y "un asesino desde el principio" (Cfr Juan 8,44)
Satanás y sus seguidores, por orgullo, pecaron, quisieron separarse de Dios y se llenaron de
maldad.
El demonio busca la oportunidad para seducir al hombre para apartarlo de la verdadera felicidad
que se encuentra solo en Dios.
A continuación algunas cosas que deberías saber de el demonio que el Padre Fernando Cerero ha
publicado originalmente en su FanPage y que Pildorasdefe.net, ha adaptado para todos ustedes.
¿Existe el demonio?
Por supuesto que existe, es enseñanza de la Iglesia. El numeral 391 de nuestro Catecismo, nos
enseña:
"Detrás de la elección desobediente de nuestros primeros padres se halla una voz seductora,
opuesta a Dios (cf. Gn 3,1-5) que, por envidia, los hace caer en la muerte (cf. Sb2,24). La Escritura y
la Tradición de la Iglesia ven en este ser un ángel caído, llamado Satán o diablo (cf. Jn 8,44; Ap
12,9).
La Iglesia enseña que primero fue un ángel bueno, creado por Dios. Diabolus enim et alii
daemones a Deo quidem natura creati sunt boni, sed ipsi per se facti sunt mali ("El diablo y los
otros demonios fueron creados por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí
mismos malos") (Concilio de Letrán IV, año 1215: DS, 800).
La Biblia no nos da una descripción detallada del origen del demonio, pero sí indica que
originalmente fue uno de los ángeles de Dios, creado por Él para llevar a cabo su voluntad. Pero al
parecer el demonio se llenó de celos y orgullo, y decidió que lideraría una rebelión contra Dios
para que pudiera tomar el lugar de Dios como el gobernante de toda la creación. La Biblia dice:
"En tu corazón decías: «Subiré hasta el cielo y levantaré mi trono encima de las estrellas de Dios,
me sentaré en la montaña donde se reúnen los dioses, allá donde el Norte se termina; subiré a la
cumbre de las nubes, seré igual al Altísimo». Mas, ¡ay!, has caído en las honduras del abismo, en el
lugar adonde van los muertos". (Isaías 14,13-15).
No lo olvides, el demonio es un ser real y poderoso; sin embargo es creatura y está limitado.
A pesar de que fue expulsado del cielo, todavía busca elevar su trono por encima de Dios. Él
falsifica todo lo que Dios hace, con la esperanza de obtener la adoración del mundo y fomentar la
oposición al reino de Dios.
Porque la muerte en la cruz del Hijo de Dios fue por los hombres y no por los ángeles caídos.
Nuestra salvación le costó la vida.
"Hizo lo mismo con los ángeles que no conservaron su hogar, sino que abandonaron el lugar que
les correspondía: Dios los encerró en cárceles eternas, en el fondo de las tinieblas, hasta que
llegue el gran día del Juicio". (Judas 6)
Él hará cualquier cosa y todo lo que esté en su poder para oponerse a todos los que siguen a Dios.
"Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los precipitó en el infierno y los encerró en
cavernas tenebrosas, manteniéndolos allí hasta el día del juicio". (2 Pedro 4)
Tienes que saber que la mayor verdad sobre el demonio, sin embargo, es esta: ¡él es un enemigo
derrotado! Por Su muerte y resurrección, Jesucristo venció las tinieblas, las fuerzas del pecado, la
muerte, el infierno y al mismo Satanás.
El demonio se convirtió en el gobernante de este mundo y el príncipe del poder que actúa en los
corazones rebeldes (Juan 12,31; Efesios 2,2). Él es el gran acusador (Apocalipsis 12:10), el tentador
(Mateo 4,3), y un engañador (Apocalipsis 20,3). Su nombre significa "adversario" o "el que se
opone".
No le des espacio en tu vida. No abras alguna brecha por la que él pueda entrar a tu vida. Sigue a
Jesucristo con amor, con arrepentimiento y fe, y confiando tu vida a Él para tu salvación.