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GÉNESIS DEL CONCEPTO DE CULTURA

En el devenir del tiempo, la palabra “cultura” ha tenido una presencia común y usual
en escuelas, universidades o entes de educación superior, e inclusive en los medios actuales
de difusión de información como la televisión, los teléfonos celulares, la internet, debido a
que el mundo de hoy es una gran aldea globalizada. Entonces se puede hablar de la palabra
cultura como un término por sí mismo extraño, que puede resultarnos familiar per muy
distante ya que se conoce su significado pero no su etimología. Según Cuche (1999, p.10).´´
El término cultura proviene del latín cultus que a su vez deriva de la voz colere que significa
cuidado del campo o del ganado´´.

Cabe resaltar que colere en un principio significaba básicamente cultivo, o pedazo


de tierra cultivada, y su significado primario fue labranza, como tendencia natural al
crecimiento de los sembradíos hechos por el hombre, tuvo también un significado subsidiario
medieval de honor y adoración, por ejemplo, en inglés cultura como 'adoración' se lee en
Caxton (1483); posteriormente, con la Ilustración la misma palabra cultura comensará a
aplicarse para expresar el gusto por el conocimiento o la sapiencia, por ende, cuando se
reconocía que una persona sabía mucho se decía que era "cultivada´´.

En este mismo orden de ideas, se puede afirmar que en un principio este término fue
aplicado en su mayoría para exaltar a las personas sabias o cultas, pero a gracias a la
evolución y el deseo insaciable del hombre por el conocimiento, se descubrió que se está
frente a un concepto que es mucho más amplio de lo que se consideraba, a tal punto que
impregnó buena parte de las mentes para referirse a “aquello intangible” que define un grupo,
lo hace diferente e incluso extraño. Ahora bien, definiendo esta palabra en términos más
amplios tenemos que:

Se entiende la cultura como el conjunto de costumbres y conocimientos que unen a


un pueblo, que lo cohesionan, que lo identifican y lo distinguen de los otros. Con esta visión,
no podemos pasar por alto que cada región tiene distinta naturaleza, no obstante, entre todas
conforman el Nuevo León del Siglo 21. (De la fuente, 2002, p.2).
Por otra parte, Una cultura, en el orden práctico, es la manifestación del
comportamiento de los miembros de una sociedad, y ese comportamiento está determinado
por los hábitos que ellos han adquirido. La conducta habitual entonces, siendo más
susceptible a la modificación como resultado de la experiencia, posee un cierto "valor de
supervivencia". (Furness, 1967, p.331).se destaca que esta definición está asociada
principalmente con la cultura pero plasmada en la conducta y comportamiento del individuo,
considerando el accionar repetitivo del hombre y la intervención de la experiencias, que son
aspectos que influyen y modifican, siendo necesario que la misma cultura deba evolucionar
y buscar la supervivencia.

Ya en un ámbito más antropológico y en términos de conjunto Tylor (Grimson, 2008)


en 1871 planteó un concepto de cultura asociado a todo aquel conocimiento, tradición,
costumbre y hábito inherente a la persona dentro de una sociedad, al ser perteneciente de
esta. Así que según lo planteado por este personaje:
´´La Cultura o la Civilización, tomada en su amplio sentido etnográfico, es ese
complejo conjunto que incluye el conocimiento, las creencias, las artes, la moral, las leyes,
las costumbres y cualesquiera otras aptitudes y hábitos adquiridos por el hombre como
miembro de la sociedad´´ (Tylor (1977, p. 19).
Esta definición de cultura es la más adecuada para referirse a todos los procesos de
cambio, productos y atributos adquiridos, ósea la evolución de los individuos y su contexto,
ya que toma principalmente un sentido científico y antropológico.

CONCEPTUALIZACIÓN DE CULTURA SEGÚN FRANZ BOAS

La antropología es una ciencia de la cultura que, gracias a su evolución y diversos


enfoques, tuvo y tendrá diversas definiciones e incluso enfoques, puede considerarse como
la descripción de una identidad particular o expresión de lo que diferencia a un pueblo de
otros y ser denominada etnografía. Percibirla como el análisis comparado de las culturas y
ser llamada etnología. O ser vista como un análisis superior de todos los datos
proporcionados por la observación científica acerca del ser humano. Franz Boas es
considerado como el padre de la antropología moderna en estados unidos, este en sus
numerosos estudios exalta la cultura como ente fundamental definiéndola como:
"La totalidad de las reacciones y actividades mentales y físicas que caracterizan la
conducta de los individuos componentes de un grupo social, colectiva e
individualmente, en relación a su ambiente natural, a otros grupos, a miembros del
mismo grupo y de cada individuo hacia sí mismo. También incluye los productos de
estas actividades y su función en la vida de los grupos. La simple enumeración de
estos varios aspectos de la vida no constituye, empero, la cultura. Es más que todo
esto, pues sus elementos no son independientes, poseen una estructura". (Boas
(1911), The Mind of Primitive Man)

De hecho, según Harris, M. (2011) a partir de este personaje y uno de sus planteamientos más
destacados el relativismo cultural se logró abordar el estudio de las diferentes culturas
evitando un enfoque etnocéntrico, haciendo hincapié en la evolución particular de cada
sociedad; igualando las culturas al ponerlas en el mismo nivel de complejidad, sin
inferiores ni superiores. Puesto que ninguna explicación de base genética, biológica, puede
explicar el diferente desarrollo de mitos, leyendas, creencias, rito entre otros, que forman
parte de la riqueza de cada cultura. Una variedad que “no se lleva en la sangre, sino que se
aprende en la vida social” (Grimson, A.,2008).

Por otro lado, se pretendía reconstruir el desarrollo histórico de las culturales sin
preocuparse por sus causas. Tal como exalta Rutsch, M. (1984), se evidencia como para Boas
y los posibilistas influidos por él, la cultura es una totalidad estructurada que no permite
establecer prioridades causales entre los elementos que la constituyen, como sería el caso
del determinismo ambiental. Esto impide el planteamiento de generalizaciones pues cada
cultura debe ser estudiada en su propio contexto, y justifica la negativa en cuanto a la
búsqueda de causas y orígenes de los procesos culturales dada la imposibilidad de
establecer la determinación de causas específicas.

DEL EVOLUCIONISMO AL PARTICULARISMO HISTORICO

Hacia las ultimas décadas del siglo XIX, coincidieron unos grandes pensadores, que son
considerados como los primeros antropólogos relacionados con el evolucionismo, entre
ellos se encuentran: Helbert Spencer, Edward Tylor, james Frazer en Iglaterra y Lewis
Morgan en los Estados Unidos . Los evolucionistas, exlican las etapas del proceso cultural
de los pueblos, describiendo el camino entre el primitivismo y la civilización al desarrollarse
la humanidad en una sola dirección, pues piensan que hay una unidad básica en la especie
humana.
Con el pasar del tiempo y la evolución del pensamiento antropológico se presenta una
revolución antropológica que critica las
ideas
del
evolucionismo
unilineal, este es el

culturalismo
de
F.
 Boas
 subrayó, la particularidad
 de
 cada
 cultura
 en
 el
 ámbito

de
 la
 diversidad
 cultural. Según Barrio, Á. B. E. (1996). La revolución antropológica
boasiana o movimiento particularista -reconstruccionista histórico se basa en un interés más
inductivo que histórico, en no separar nunca los datos del contexto en que son recogidos y
en que se efectué siempre la observación de los datos directamente por el investigador
mediante las técnicas del trabajo de campo. Importa tanto la geografía como la historia y
por ello se realizan mapas culturales de diversas zonas del planeta, se recogen de forma
particular datos sobre variables culturales, se realizan análisis areales y comparaciones
controladas y, solo en último extremo, se intenta una reconstrucción histórica limitada de la
cultura del área en cuestión.

E incluso se llega a un punto en el que Tylor, Según Barrio, Á. B. E. (1996), se dio cuenta de que
la realidad cultural es muy compleja y de que de la vida de los pueblos se ha moldeado desde siempre con
aportaciones externas. Precisamente este carácter intrincado del desarrollo histórico y el hecho de que
cada pueblo ha recibido un conjunto diferente de influencias en sus contactos con los vecinos es la idea
central de toda una escuela etnológica, nacida en reacción en reacción contra el evolucionismo, que ha
recibido el nombre de difusionista. La difusión de ideas, adelantos técnicos, inventos, etc.; de una cultura
a otra rompe los esquemas clasificatorios unilineales y subjetivos propios de los evolucionistas. El
difusionismo como escuela histórica de origen europeo (Alemania y Gran Bretaña) pasará a los Estados
Unidos y, sufriendo una metamorfosis, llegará a ser el movimiento más importante del siglo XX: el
particularismo o re- construccionismo histórico de Franz Boas.

Boas se interesó enormemente por el lenguaje. Creía en la existencia de leyes culturales, pero para su
descubrimiento había que seguir un largo y paciente estudio particular de los rasgos de muchas culturas
para después inducir tales leyes sin caer en generalizaciones prematuras. Los análisis areales y las
comparaciones controladas de rasgos eran la única metodología licita para hacer estos estudios. Boas
realizó estudios concretos en la costa noreste del pacifico norteamericano, en especial son de gran interés
los datos aportados sobre la etnia kwakiut y sobre las líneas de difusión de la mitología tsimshiam .

El método Boasiano supone un claro avance en la teoría etnológica pues presenta un acercamiento a las
culturas mucho más empírico y menos ingenuo que el siglo XIX y, sobre todo, es una visión que no cae en
el vicio de separar los rasgos culturales del contexto geográfico de donde proceden. El evolucionismo
descontextualizaba los rasgos y variables culturales por lo que perdían significado genuino. Las culturas,
por el contrario, son todo un significativo y por ello sus distintas variables son solidarios entre si y
dependen en gran manera de la geografía (García, Cambeiro, 1975). Por el contrario, el método de Boas
presenta también desventajas y es la minimización excesiva de la cultura en sus más pequeñas partículas
por lo cual se distraían demasiado en sus detalles y deja de lado las inquietudes etnológicas generales.

CRITICA DEL METODO COMPARATIVO

Franz Boas (1896) en su libro "Las limitaciones del método comparativo en antropología" define al
método comparativo como:

"Un estudio detallado de las costumbres en su relación con la cultura total de la tribu que
las practica, en conexión con una investigación de su distribución geográfica entre las
tribus vecinas, nos suministra casi siempre un medio para determinar con considerable
exactitud las causas históricas que condujeron a la formación de las costumbres en
cuestión y a los procesos psicológicos que actuaron en su desarrollo. Los resultados de las
investigaciones conducidas a través de este método pueden ser triples. Pueden revelar las
condiciones del medio ambiente que han creado o modificado los elementos culturales;
pueden aclarar factores psicológicos que actúan en la formación de la cultura; o pueden
mostrarnos los efectos que las conexiones históricas han tenido sobre el desarrollo de la
cultura".

Este exalta un profundo desacuerdo con el método aplicado por el evolucionismo ya que
estos plantean que todos los procesos que se desarrollan pueden ser generalizables y
provienen de una misma causa, y que por ello existen ejes que nunca se pueden separar de
la cultura y la vida del individuo, pero Boas no compartía esta idea y señalaba que
fenómenos aparentemente parecidos, podían resultar de procesos históricos diferentes entre
sí (Stocking, 1992:21).
según Stocking, (1992 p.11) el método comparativo propuesto por Tylor era de tipo
estadístico y daba lugar, a la elaboración de explicaciones universales, este funda el
principio metodológico medular del evolucionismo social: el método comparativo sobre
una base más sólida de tabulación y de clasificación. Del mismo modo, Morgan utilizó el
método comparativo para buscar relaciones causales en el pasado. Lo interesante es que, en
ambos casos, la búsqueda de los orígenes a través de la evolución, los llevó a intentar
mostrar un proceso a través de hechos que si bien supusieron históricos, en realidad el
análisis era, sin lugar a dudas, procesual. Así, el método comparativo estaba al servicio no
de un esquema sino de un proceso, el proceso lento de cambio que fue, para ellos, el de la
evolución o progreso humano.
Harris, M., & del Toro, R. V. (1985) nos explican a través de su investigación exhaustiva la cuestión
fundamental que se plantea en ``The limitations of the comparative method´´. Para ellos Boas no colocaba
en duda la existencia de muchas y notables semejanzas culturales, pero el hecho que fenómenos tales
como el chamanismo, el concepto de una vida futura, el uso del arco, los dibujos geométricos, las
máscaras y muchos otros elementos se presenten en lugares distantes no bastan para dar por establecida
la uniformidad de la historia.

“El hecho de que muchos rasgos fundamentales de la cultura son universales, o por lo menos se
dan en muchas áreas aisladas, interpretado desde la suposición de que los mismos rasgos deben
haberse desarrollado siempre a partir de las mismas causas, nos llevaría a la conclusión de que
existe un gran sistema, de acuerdo con el cual se ha desarrollado la humanidad en todas partes;
que todas las variaciones que se presentan no son sino detalles menores en esta gran evolución
uniforme. Es evidente que la base lógica de esta teoría es la suposición de que los mismos
fenómenos se deben siempre a las mismas causas”. ( Boas, 1948, p. 275; origina,1896b).

Pero esta suposición, arguye Boas, es falsa ya que en un gran número de ejemplos concretos se pueden
evidenciar semejanzas, pero eston varian y poseen sus particularidades debido a que el contexto influye
en como se expresan en la cultura. Uno de los ejemplos son las máscaras que, en algunos lugares, se usan
como disfraces para que los espíritus malignos no reconozcan a sus portadores; en otros se llevan para
espantar a las gentes y a los espíritus, y en otros, en fin, para conmemorar a algún pariente difunto.
Parece improbable, en consecuencia, que una misma secuencia casual pueda explicar en todas partes el
desarrollo de esos fenómenos.

``Así, pues. hay que pensar que todos los ingeniosos intentos de construir un gran sistema de la
evolución de la sociedad no tienen más que muy dudoso valor si no nos dan al mismo tiempo la
prueba de que los mismos fenómenos tienen que haber tenido siempre el mismo origen.
Mientras esto no se haga, la presunción tiene que ser siempre que el desarrollo histórico puede
haber seguido una gran variedad de caminos´´ (BOAS, 1948, p. 275).

Al referirse a una historia que varía o cambia, Boas tomó una posición en contra los esquemas
evolucionistas que incluían a toda la humanidad en una única fórmula o línea de desarrollo, osea que todo
solo se pudo haber dado de una sola forma. Esto no quiere decir que este personaje afirmara que en la
sociedad o en la cultura no existen regularidades, sino que estas se sobreestiman
Actualmente según Barañano Cid, A. (2010), se tiende a confundir la noción de cultura con la de
grupo social y así mismo con la de identidad, si hablamos de diversidad cultural. Ello es aún más
claro si se define a la cultura como los diferentes modos de vivir, pensar y sentir de los distintos
individuos y grupos sociales y se considera que ésta constituye la organización de la diversidad. No
obstante, los conceptos de construcción identitaria y de cultura nacieron juntos: la identidad se
realiza mediante la participación en la cultura. Las diferencias intraculturales son tan consistentes
como las interculturales.

Quizá la mayor aportación de la antropología al pensamiento social actual como afirma Augé,
(1995, 1996), radica en destacar que la diversidad cultural se manifiesta tanto interculturalmente
como intraculturalmente, que las diferencias existen con independencia de que nos refiramos a
una misma cultura o a culturas distintas. Pese a la aparente uniformidad con la que se acostumbra
a presentar a los sujetos pertenecientes a una misma cultura, los individuos y grupos se
desenvuelven en su vida cotidiana de muy diversas formas, poseen creencias y se relacionan de
manera distinta, y poseen hábitos y hasta expresiones corporales diferentes. Una cultura es
intersubjetiva. Los individuos y los grupos tienen relaciones parciales y diferenciadas con ella, por
lo que hay que hablar del modo único en que las personas y los grupos viven la cultura

El concepto de multiculturalidad encontró sus raíces y soportes teóricos determinantes en


la antropología a partir de los conceptos referenciales de cultura y relativismo cultural. Pero
el concepto de cultura que manejó el multiculturalismo era estático, ya que la concebía
como invariable, y esta concepción aunada a la del relativismo dio origen a una noción
dominante de multiculturalismo que desvalorizaba los denominadores interculturales
dinámicos.
Por otra parte, en la historia de la antropología el relativismo surgió con la escuela
boasiana, como reacción a la perspectiva etnocéntrica y hegemónica de los paradigmas
evolucionista y psico-cultural, privilegiando la objetividad en la investigación de otras
culturas a la par que actitudes de respeto por la identidad y las diferencias culturales.
Frente
al
etnocentrismo,
y
como
forma
de
combatirlo,
se
halla
el
relativismo
cultural.
se
entiende
que
el
relativismo
cultural
consiste
en
ponerse
en
lugar
del
otro
para

entender
su
 cultura.
El
relativismo
cultural
consiste
en
adoptar
los
patrones

culturales
de
la
sociedad
que
se
 pretende
estudiar,
a
fin
de
poder
comprender
su

lógica
interna.
 Por otra parte, tanto pluralismo cultural como multiculturalismo hacen
referencia también a la ideología y la política de respeto a la diversidad cultural. A diferencia
del multiculturalismo, el pluralismo cultural tiene menos carga histórica e ideológica, y según
Rouland, Pierré-Caps et al. (1990), tiene por objeto preservar la identidad de los grupos
culturalmente diferentes, otorgándoles gran libertad en la administración de sus asuntos y
tomando la forma del sistema de autonomía local, conciliada con la integración nacional. El
pluralismo trata de unir a diferentes grupos etnoculturales en una relación de
interdependencia, igualdad y respeto mutuo, al tiempo que cada uno desarrolla su propio
modo de vida y cultura.

La especificidad histórica y contextual del multiculturalismo que etiqueta hoy en día a los
inmigrantes culturalmente diferenciados, me inclina a proponer el uso preferente de
pluralismo cultural, utilizado por la antropología desde la década de 1980, para referirnos
a situaciones interculturales en las que estén presentes los pueblos originarios. Pluralismo
cultural de hecho, para dar cuenta de la mera existencia de la diversidad cultural en un
ámbito determinado, y pluralismo cultural de derecho, como la ideología social y política
de reconocimiento y respeto a esa diversidad cultural, vinculada con las políticas de
derechos humanos de los pueblos autóctonos; esto es una gobernanza de la diversidad.
El pluralismo cultural de derecho no sólo aboga por el reconocimiento de la pluralidad de
hecho, que ya existe en muchas constituciones nacionales, sino por la convivencia
respetuosa y la comunicación igualitaria entre las culturas alternas dentro de los estados
nacionales.
Barañano Cid, A. (2010). Introducción a la antropología social y cultural: materiales docentes para
su estudio.

Harris, M. (2011) “Antropología cultural”, Madrid, Alianza Editorial.

- Grimson, A. (2008) “Diversidad y cultura: reificación y situacionalidad”, Tabula Rasa 8:45-67.


Luna, R. B. (2013). El concepto de la Cultura: definiciones, debates y usos sociales. Revista de
Claseshistoria, (2), 2.

Coromines, J., & Pascual, J. A. (2008). Breve diccionario etimológico de la lengua castellana.

Rutsch, M. (1984). El relativismo cultural. Línea.

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