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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El hambre es una epidemia mundial que ataca a países subdesarrollados en


donde el ser humano que habita estas regiones ha sido capaz de producir más
alimentos de los que necesitan todos los habitantes del planeta. Para alimentar
estos millones de ciudadanos se hizo necesaria una producción moderna de
alimentos basada en la tecnología de la ingeniería genética llamándose así
alimentos transgénicos.
El conocimiento de esta nueva tecnología en los alimentos es muy poco
conocido. Muchos de estos alimentos no son etiquetados lo que dificulta saber si
estos son o no son alimentos transgénicos; los consumidores, tienen muy poca
información sobre dicho productos, por ello sería razonable que se respetara sus
derechos básicos “el derecho de saber y libertad de elección”.
En el ámbito de la alimentación, pueden incorporarse ingredientes
manipulados genéticamente desde animales o plantas producidas para el
consumo humano o bien desde sustancias empleadas en la industria
agroalimentaria producidas por levaduras o bacterias modificadas genéticamente.
Los animales objeto de manipulación genética se encuentran todavía en fase
de desarrollo, y los objetivos se centran en la producción de leche para consumo
humano con alguna característica beneficiosa inducida por la inserción de
determinados genes. Así, se está trabajando en la producción de leches que
incorporen proteínas de la leche materna humana o que contengan una menor
cantidad de azúcares.
Actualmente existen más de 200 variedades de plantas cultivadas en desarrollo
de alguna inserción genética, interviniendo en estos procesos grandes
multinacionales surgidas de la fusión de empresas productoras de semillas con
empresas de fabricación de plaguicidas, empresas de desarrollo biotecnológico, e
incluso grandes cadenas de procesado y distribución de alimentos. La
participación pública en estas investigaciones, es mínima en el mejor de los casos.
Siguiendo el mismo orden de ideas se vale mencionar que los alimentos
transgénicos traen para el consumo humano ciertos riesgos que según Sanabria
(2002) es:
El de posibles efectos alergénicos, por ejemplo, en el caso de
personas alérgicas al pescado, al ingerir frutas rojas o nueces de
Brasil, a las que se les había introducido un gen de un pez del
ártico, para hacerlas resistentes a heladas. (p.598)

Puede decirse que hoy en día no se conocen otros peligros sanitarios de los
alimentos transgénicos, la biodiversidad y el ecosistema son en este caso los más
perjudicados, dado que las plantas transgénicas tienen efectos importantes sobre
las comunidades de insectos y otros animales, pueden dañar considerablemente
otras especies vegetales al provocar la migración de estos insectos hacia ellas o
pueden terminar por extinguir las especies originarias por cruzamiento y mayor
resistencia genética, así como la propagación de las mencionadas malas hierbas
súper resistentes y todas las alternativas posibles de insospechados cruzamientos
y combinaciones con otros genes.
Los alimentos Transgénicos en Venezuela, han estado desde años y han
sido consumidos sin la etiquetación de dichos alimentos como AT (Alimentos
Transgénicos). Las normativas no son acatadas por los agricultores por lo tanto
estos seguirán circulando siendo no aprobados por la ley;
Lo que conlleva a la agricultura a producir cultivos transgénicos, es una mezcla
de menores costos y mayor flexibilidad, que produzca más rentabilidad, para
productos con mercado asegurado, ya que el consumidor busca menor precio,
calidad y sin riesgo, pero como todo, posibilidad de obtener alimentos
transgénicos tiene tanto ventajas como inconvenientes.

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