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Objetivos

General
Desarrollar una capacidad emprendedora propia dirigida hacia el ámbito empresarial y el
autoempleo

Específicos
 Reconocer la capacidad emprendedora existente en cada uno.
 Identificar ideas de negocio y valorar la creación de empresas o autónomos
 Dominar la gestión administrativa, fiscal y comercial básica en una pequeña empresa
 Realizar un proyecto empresarial para la valoración del mismo

Contenidos
Unidad 1: El emprendedor

Querer emprender

Trabajar para uno mismo, con independencia, es una de las razones más comunes y
comprensibles que nos lleva a querer emprender.

La idea de que todos los beneficios que obtengamos a través de nuestro trabajo sean íntegros
para nosotros, nos llama mucho la atención. No obstante, no hay que olvidar que el tener toda
esa libertad e independencia, genera a su vez muchas responsabilidades, ya que al ser
emprendedores y dueños de nuestro propio negocio, tendremos que afrontar tanto los ingresos
o beneficios, como los pagos o las perdidas.

Desde la experiencia en el sector de la dirección de negocios se puede definir emprender como


el “desarrollo de nuestras ideas según nuestras propias pautas”.

Cuando tenemos una idea innovadora que creemos que agregará valor a la sociedad y
contribuirá a su desarrollo y bienestar, es muy posible que nos lancemos de cabeza a intentar
materializar esa idea.

Trabajar de manera rutinaria, sin motivaciones, sin metas… se convierte en todo lo contrario
cuando decides emprender. Cuando eres emprendedor te transformas en un apasionado de tu
idea y, por ello, no te falta ni motivación ni ganas de trabajar en sacarla adelante. Cada día es un
reto y una satisfacción personal ir superando las dificultades, demostrándose a uno mismo su
valía y perseverancia. De este modo, experimentamos un constante y veloz crecimiento tanto
personal como profesional. En este punto también entra en juego cuando queremos poner en
valor los conocimientos y experiencias que poseemos de un sector determinado, en el cual
estamos muy metidos y creemos que podemos aportar más valor.

Los emprendedores que desarrollan ideas de negocio basadas en sus propias vivencias y
sapiencias, tienen muchas más posibilidades de triunfar, ya que el conocimiento del mercado
en el cual se integra tu proyecto, además del público y la competencia, agrega muchos puntos a
tu favor.

Se denominan startups en el mundo empresarial a negocios que están arrancando y son parte
de una idea innovadora, asociadas en general al desarrollo tecnológico, por ejemplo, el diseño
y desarrollo web. Emprender en solitario no suele ser recomendable.
Para arrancar una startup con mayores probabilidades de éxito, según la experiencia, se precisa
de un equipo multidisciplinar formado por al menos 2 ó 3 personas con diferentes perfiles:
técnicos especialistas de producto o sector y de marketing digital.

En este sentido, muchas veces a lo largo de nuestra vida y carrera profesional nos topamos con
personas con las que formamos increíbles equipos y junto a las que consideramos que podemos
ser capaces de realizar proyectos con mucho potencial.

Aquí nace otra de esas razones que nos pueden llevar a querer emprender, si contamos con un
buen equipo humano de calidad, tenemos mucho ganado para conseguir sacar adelante un
proyecto emprendedor.

A través de las startups es la mejor forma de acceder rápidamente a muchos conocimientos y


experiencias. Querer aprender tanto del equipo como de los clientes, puede ser otra razón
importante que nos lleve a querer emprender. Esa típica frase que se escucha mucho en el sector
emprendedor “Aprendí más trabajando un mes en una startup que trabajando cinco en una
empresa” aunque suene a tópico, se cumple a la perfección. Trabajar en una startup aporta un
conocimiento general de 360º del mercado y negocio en el que queremos emprender. Los
grandes emprendedores como Mark Zuckerberg, Steve Jobs o Bill Gates poseen una serie de
características que los hacen únicos y creativos. Sin embargo, también debieron incorporar
conocimientos y herramientas para convertir sus innovadoras ideas en realidad. Seguidamente,
te indico una serie de habilidades que resultan primordiales para convertirte en un verdadero
emprendedor:

1º. Conocer cómo gestionar negocios.


Sin importar a qué área te quieres dedicar, es necesario contar con determinados
conocimientos básicos acerca de cómo se maneja el mundo de los negocios.

2º. Querer alcanzar el éxito.


Un verdadero emprendedor debe tener la determinación de querer llegar lo más lejos
posible.

3º. Tener coraje.


Para que la gente que te rodea crea en ti y en tus proyectos debes demostrar valentía.

4º. Ser competente.


Es importante que cuentes con una formación constante y actualizada, para ser cada vez
más competente en el rol que debes desempeñar.

5º. Saber cómo relativizar y negociar.


Un aspecto fundamental es saber relativizar los problemas y negociar para encontrar
posibles soluciones.

6º. La motivación.
Los emprendedores deben ser capaces de contagiar a quienes los rodean con su
entusiasmo y ganas de progresar.

7º. Saber tomar decisiones.


En ocasiones las decisiones deben ser tomadas de forma rápida, pero también es
necesario pensar sobre tus decisiones y acciones.
8º. Capacidad de adaptación.
El mundo de los negocios cambia constantemente, por lo que es imprescindible poder
adaptarse a las modificaciones.

9º. Tener iniciativa.


Para ser un emprendedor exitoso, no puedes dejar que los demás tomen el mando y
dirijan el rumbo de tus proyectos.

10º. Ser humilde.


Es importante impulsar a quienes te rodean y ser cada día mejores y verás cómo tu
emprendimiento crece a pasos agigantados.

Unidad 2: Plan de empresa

El plan de negocio es un documento escrito que sirve para analizar en detalle una idea de
negocio que cumple las siguientes funciones:

1º. Identificar, describir y concretar de manera detallada la idea de negocio.


2º. Examinar su viabilidad técnica (¿se puede realizar?), comercial (¿se va a vender?) y
financiera (¿va a ser rentable?).
3º. Planificar las estrategias a seguir, los pasos a dar y los recursos a utilizar para convertir
esa idea de negocio en una empresa en funcionamiento.

¿A quién le interesa el plan de empresa?

Pues a nivel interno, como emprendedor o autónomo que promueve un proyecto de negocio
eres el primer interesado, ya que a través de este documento dispondrás de una herramienta
para analizar y planificar tu proyecto, conocerlo mejor, identificar sus puntos fuertes y débiles e
iniciarlo con mayor coherencia y rigor, incrementando sus posibilidades de éxito. Además, te
ayudará en la planificación de las tareas necesarias.

A nivel externo, entidades y personas a los que vayas a solicitar financiación: bancos,
administraciones públicas, inversores particulares, business angels, proveedores, etc.

El plan de empresa o plan de negocio sirve como “tarjeta de presentación” del proyecto
empresarial del autónomo, sobre todo de cara a la solicitud de ayudas y subvenciones, donde
suele ser obligatorio, pero también para la captación de inversores privados, de un aval de una
sociedad de garantía recíproca o la consecución de un préstamo bancario.

¿Qué características debe reunir un plan de negocio?

Es recomendable que lo elabore el autónomo o grupo de emprendedores que promueve el


proyecto. En ocasiones, debido a la complejidad del proyecto o a la falta de tiempo, puede ser
necesario contratar a una consultora especializada, la cual debe trabajar siempre en estrecha
colaboración con los promotores.

El nivel de desarrollo del plan de negocio y su contenido puede variar de un proyecto a otro,
dependiendo su extensión, de aspectos como el volumen de inversión a realizar, la complejidad
de la actividad y la dimensión del proyecto. No obstante, todo plan debe recoger una serie de
apartados mínimos y dar respuesta a una serie más o menos similar de preguntas.

En empresas sencillas un plan de negocio se puede limitar a unas pocas páginas mientras que
en startups o empresas de cierto tamaño el plan de negocio puede extenderse bastante más. En
cualquier caso, se recomienda no superar las cincuenta páginas e incluir un buen resumen
ejecutivo en las primeras dos o tres páginas que sirva de síntesis y presentación.

El plan de negocio o plan de empresa debe de ser claro y conciso, de manera que pueda
entenderlo fácilmente otra persona, y además debe ser convincente, puesto que de ello puede
depender el conseguir o no los recursos financieros necesarios para nuestra idea o proyecto.

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