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En su toma de posesión, habló de moderar el gasto público y de seguir los pagos hacia los
funcionarios del gobierno, criticando el régimen anterior. Aunado a lo anterior, ejerció
presión sobre obras inconclusas o desvíos de dinero, llegando a cancelar numerosos
contratos. Sin embargo, en lo referente a la cúpula más alta, este no tocaría a los
expresidentes en ningún sentido.
Devaluó el peso a $12.50 por dólar, lo que ocasionó inflación, provocando descontento por
parte de la población. Otra cosa que impulsó fue la promoción a los símbolos y
representantes de México, fusionando costumbres del siglo XIX y XX. Otra cuestión muy
importante dentro de su gobierno fue la inclusión al sufragio efectivo por parte de la mujer
dentro de su sexenio, reforma que fue aprobada por unanimidad. No obstante, tuvo diversos
opositores al régimen, teniendo como el principal a Othón Salazar, líder de los maestros del
momento, el cual argumentaba que el presidente tenía tintes autoritarios.
En lo que respecta a sobornos y salarios, se destaca que pagó a los campesinos para acudir a
sus actos de gobierno, con cosas pequeñas desde tortas, hasta tierras dentro del país.
Además, en las revueltas de la CTM, mandó a su secretario del trabajo a resolver el asunto,
lo que lograría con gran éxito. Al poco tiempo, diversos movimientos sindicales se unirían
al asunto (como el movimiento ferrocarrilero), disolviéndolos mediante el uso de la fuerza
pública.
Presidencia dominaba todo dentro del país, como el control político de los partidos, la
represión de los sindicatos y el apaciguamiento de los estudiantes. A pesar de esto, surgían
pequeñas protestas de voces importantes como la de Lázaro Cárdenas y Luis Álvarez.
Comentario personal.
En mi opinión, me gustó la narrativa de los sucesos de gobierno del período de Adolfo Ruiz
Cortines, ya que se destacaron cosas positivas y negativas con objetividad dentro de su
sexenio.