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Los metales de época romana en la Comunidad de Madrid, Zona arqueológica


20 (1), Vides monumenta veterum: Madrid y su entorno en época romana,
283-301.

Article · January 2017

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1 author:

Javier Salido Domínguez


Complutense University of Madrid
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Zona Arqueológica

VIDES MONUMENTA VETERUM


MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA

Volumen I

MUSEO
ARQUEOLÓGICO
REGIONAL
CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DEL
MUSEO ARQUEOLÓGICO REGIONAL
ZONA ARQUEOLÓGICA, Nº 20-I
PRESIDENTE: VIDES MONUMENTA VETERUM
CONSEJERO DE PRESIDENCIA, JUSTICIA Y PORTAVO- MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA
CÍA DEL GOBIERNO
Ángel Garrido García
EDITOR
VOCALES: Enrique Baquedano
DIRECTOR DE LA OFICINA DE CULTURA Y TURISMO COMITÉ CIENTÍFICO
Jaime Miguel de los Santos González Antonio Alvar
DIRECTORA GENERAL DE PATRIMONIO CULTURAL (Universidad de Alcalá)
Paloma Sobrini Sagaseta de Ilúrdoz Manuel Bendala
DIRECTORA GENERAL DE PROMOCIÓN CULTURAL (Emérito Universidad Autónoma de Madrid)
María Pardo Álvarez Pilar Fernández Uriel
DIRECTOR GENERAL DE UNIVERSIDADES E INVESTIGA- (Universidad Nacional de Eduación a Distancia)
CIÓN Julio Mangas
José Manuel Torralba Castelló (Emérito Universidad Complutense de Madrid)
ALCALDE DE ALCALÁ DE HENARES María del Carmen Fernández Ochoa
Javier Rodríguez Palacios ((Universidad Autónoma)

CATEDRÁTICA DE ARQUEOLOGÍA DE LA COORDINADORA


UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID Isabel Baquedano Beltrán (MAR)
Mª del Carmen Fernández Ochoa SECRETARIA
CATEDRÁTICO DE PREHISTORIA DE LA Sandra Azcárraga Cámara
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
Gonzalo Ruiz Zapatero
DISEÑO, MAQUETACIÓN Y PREIMPRESIÓN
SECRETARIO DEL CONSEJO:
Vicente Alberto Serrano / Esperanza Santos
SECRETARIO GENERAL TÉCNICO
Pedro Guitart González-Valerio IMPRESIÓN Y ENCUADERNACIÓN
B.O.C.M.

MUSEO ARQUEOLÓGICO REGIONAL ISSN


DE LA COMUNIDAD DE MADRID 1579-7384

DIRECTOR ISBN
Enrique Baquedano 978-84-451-3594-5
JEFE DEL SERVICIO DE DIFUSIÓN Y COMUNICACIÓN 978-84-451-3583-9 (obra completa)
Luis Palop Fernández 51-3497-9
DEPÓSITO LEGAL
JEFE DEL SERVICIO DE ADMINISTRACIÓN M-5074-2017
José María Pérez Mármol
JEFA DEL SERVICIO DE EXPOSICIONES
María Carrillo Tundidor © De la presente edición:
Museo Arqueológico Regional
Plaza de las Bernardas s/n
28801 Alcalá de Henares
© De los textos: sus autores
© De las ilustraciones y gráficos: sus autores

La revista ZONA ARQUEOLÓGICA ha sido evaluada por el Grupo de Investigación de Evaluación de Publicaciones Científicas
(EPUC), asociado al Consejo Superior de Invesigaciones Científicas (CSIC), y está incluida, entre otras, en las siguientes bases
de datos: Arts & Humanities Citation Index ® , DICE y LATINDEX
Los metales de época romana
en la Comunidad de Madrid
Resumen
Se presenta un repertorio de los materiales metálicos más destacados de
yacimientos de la Comunidad de Madrid en función de las tipologías y fun-
cionalidad de cada una de las piezas. Además damos a conocer material
inédito de los objetos metálicos procedentes de La Magdalena (Alcalá de
Henares).

Palabras clave
Paleometalurgia, época romana, villae, ciudades, ocultaciones.

Abstract
In this article we present the most important metal objects of the Commu-
nity of Madrid classified according to tipology and function. In addition we
present unpublished material from La Magdalena (Alcalá de Henares).

Keywords
Palaeometallurgy, Roman times, villae, cities, concealments.
Los metales de época romana en la Comunidad de Madrid

Javier Salido *
César Heras**

I. Introducción cil de encuadrarlos cronológicamente, y en otras, des-


Nos proponemos presentar un estado de la cuestión de graciadamente, forman parte de niveles descontextua-
los metales de época romana en el entorno de la Comu- lizados o fueron descubiertos en antiguas excavaciones
nidad de Madrid. Para ello, pretendemos ofrecer un de las que apenas tenemos información como la villa
compendio de piezas procedentes de diferentes excava- romana de Villaverde.
ciones desde el punto de vista tipológico, desde la fase
tardorrepublicana hasta el periodo bajoimperial, dejan- II. Historiografía
do al margen la Antigüedad Tardía. El repertorio presen- En una región donde se desconocen los artesanos del
ta una enorme diversidad, puesto que se trata de ense- metal (Alonso et alii: 2007), se ha localizado un amplio
res, aperos de labranza, útiles artesanales y un sinfín de y variado repertorio de materiales metálicos que no
objetos de dudosa finalidad, y dejaremos al margen el desmerece respecto a los encontrados en otros territo-
estudio numismático que sobrepasa los límites de este rios que quedaron sumidos al poder de Roma. Si a ini-
trabajo. Trataremos de abordarlo diferenciando el mate- cios de los años 80 del pasado siglo XX apenas se cono-
rial por tipologías, teniendo en cuenta, al mismo tiempo, cían conjuntos de interés y solamente teníamos presen-
su variabilidad cronológica. Aunque puede resultar muy te hallazgos aislados en intervenciones puntuales como
complejo abordar un estudio general de las piezas con- en Villaverde (Pérez de Barradas, 1932), el panorama
tando con una información tan limitada, pretendemos, comenzará a cambiar a mediados de dicha década gra-
al menos, llamar la atención sobre la problemática cias a los trabajos de Caballero (1985) en la calle S de
arqueológica del contexto de la mayoría de las piezas, Getafe y en Valdetorres de Jarama (Caballero, 1985b),
además de aportar novedades sobre el asunto a partir que dio lugar a estudios específicos sobre el contenido
del estudio de materiales inéditos. El conjunto material del metal (Madroñero, 1985), y también de la mano de
incluido en esta pequeña revisión procede, por tanto, de Fernández-Galiano (1984) en Complutum, de Cuadrado
numerosos yacimientos, en contextos de los que gene- (1991) en el castro de la Dehesa de la Oliva, de Rascón
ralmente desconocemos su datación exacta, siendo difí- y otros (1991) en la villa romana de El Val (Alcalá de
Henares) y de Barroso y otros (1991) en Tinto Juan de
* Investigador postdoctoral del Programa Juan de la Cierva- la Cruz (Pinto). Estos hallazgos aislados ofrecían un
Incorporación 2015 del Ministerio de Economía y panorama pobre del entorno madrileño en lo que res-
Competitividad (Universidad Complutense de Madrid).
pecta a los metales, y en general de la ocupación roma-
** Presidente del Colegio de Arqueólogos de Madrid na, como se percibe en obras generales entre las que
(Trébede, Patrimonio y Cultura, S.L. y Universidad de destacan la exposición de 1990 Bronces romanos de
Alcalá).
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Hispania o el trabajo de Borobia (1988) sobre instru- o Villamanta (Zarzalejos, 2002). Estas publicaciones
mental médico-quirúrgico. motivan la inclusión de los materiales metálicos en la
En este momento los estudios de los metales expe- órbita de los estudios generales, siendo objeto de estu-
rimentarán un avance notable a inicios de los 90 gracias dio de trabajos sobre instrumentos de medida de pesos
a los magníficos trabajos monográficos llevados a cabo (Chaves y Pliego, 2007) o sobre sistemas de cierre y
por Zarzalejos, Fernández Ochoa y Aurrecoechea (1988) seguridad (Fernández Ibáñez, 2008).
sobre amuletos fálicos romanos con indicación de
material inédito, y de Aurrecoechea sobre los espejos III. Contextos arqueológicos
de plomo (1990), el atalaje de tipología militar (1995- No cabe duda de que los metales estarán presentes en
1996) y en fechas más recientes de la vajilla metálica multitud de yacimientos, pero no siempre se han publi-
(2009), un tema que ha merecido una gran atención por cado y, desgraciadamente, los materiales duermen en
parte de grandes especialistas como Azcárraga y otros los almacenes de los museos. Si nos referimos a los
(2014) que ha dado a conocer el material de El Llano de contextos arqueológicos, detectamos su presencia en
la Horca (Santorcaz) (VVAA, 2012). Al mismo tiempo las asentamientos de una gran variedad tipológica (fig. 1).
excavaciones llevadas a cabo en Complutum comenza- Una gran parte del material metálico procede de yaci-
ban a ofrecer nuevos materiales (Rascón, 1998) y los mientos de época tardorrepublicana como El Llano de
trabajos arqueológicos en la villa romana de La Torreci- la Horca (Santorcaz) (VVAA, 2012), Dehesa de la Oliva,
lla nos abrían la puerta al estudio del mundo rural La Gavia (Urbina et alii, 2005; Morin de Pablos y Urbina
romano, poco conocido hasta el momento (Blasco y Martinez, 2014) o Titulcia (Polo y Valenciano, 2014).
Lucas, 2000). A partir del año 2000 el Madrid romano De entre las ciudades romanas, por supuesto desta-
comienza a ocupar un papel más importante del que can los hallazgos en Complutum, aunque de cronología
había ostentado hasta el momento, con la publicación poco precisa y carentes de estudios monográficos sobre
de tesis como la de Mariné (2001) sobre las fíbulas y los metales, en favor de análisis de urbanismo y arqui-
sobre todo gracias al ingente volumen de información tectura doméstica. Sin embargo, apenas conocemos
que las excavaciones de urgencia/gestión generan. Es materiales de este tipo de las otras ciudades del entor-
en este momento, cuando se dan a conocer las oculta- no madrileño, por otro lado, siempre controvertidas en
ciones de época bajoimperial de ajuares en El Rasillo cuanto a su localización como Miaccum o Titulcia.
(Barajas) (Pozuelo y Vigil-Escalera, 2003) y dos más
recientes en Cubas de la Sagra (Sanguino et alii, 2014;
Oñate et alii, 2015) y Loranca (Fuenlabrada) (Oñate et
alii, 2015). También se ofrecen nuevos datos sobre los
últimos momentos de ocupación de yacimientos carpe-
tanos con material metálico tardorrepublicano intere-
sante en asentamientos como El Cerro de la Gavia
(Urbina et alii, 2005; Morin de Pablos y Urbina Martinez,
2014), el oppidum de El Llano de la Horca (Santorcaz)
(VVAA, 2012) y Titulcia (Polo y Valenciano, 2014). Son
además las numerosas intervenciones llevadas a cabo
por las empresas privadas las que poco a poco van
ofreciendo un conocimiento más aproximado del mun-
do rural romano con la localización de establecimientos
de diferente tipología, como villae, vici, áreas artesana-
les y otras aglomeraciones. Tal es el caso de Zarzalejo
(Arroyomolinos) (VVAA, 2005), El Beneficio (Collado
Mediano) (Jiménez, 2008: 367), La Ermita Virgen de
Torre (Vallecas-Vicálvaro) (Uscatescu y Fuentes, 2009),
La Magdalena (Alcalá de Henares) (Heras et alii, 2013;
2014; 2014b; 2014c), Arroyo Culebro en Leganés (VVAA, Fig. 1. Localización de los principales yacimientos menciona-
dos en el texto.
2001), Loranca (Fuenlabrada) (Oñate et alii, 2006: fig. 5)
JAVIER SALIDO, CÉSAR HERAS / Los metales de época romana en la Comunidad de Madrid 285

En época altoimperial se fechan conjuntos de meta- caracteristicas se podian utilizar para la reventa en
les en establecimientos rurales industriales como La epocas con dificultad de aprovisionamiento o como
Ermita Virgen de la Torre (Vallecas-Vicálvaro) (Uscates- chatarra para obtener, de nuevo, materia prima. Perte-
cu y Fuentes, 2009: 90) y en centros rurales tipo villa necerían, por tanto, a familias acomodadas. Sin embar-
como Villaverde con material fechado en el siglo I d. C. go, en el caso de Cubas de la Sagra y El Rasillo podrían
(VVAA, 1995: 16), Tinto Juan de la Cruz (Pinto) (Barroso corresponder a clases medias (Vigil-Escalera, 2015: 48).
et alii, 1991: 159 lám. XXII). Entre inicios del siglo II d. C. De este periodo también es el material perteneciente a
y la segunda mitad del III d. C. se han podido fechar los la tumba tardorromana de Torrejón de Velasco (Madrid)
metales del establecimiento rural romano de Zarzalejo (García Vuelta et alii, 2013).
(Arroyomolinos) (VVAA, 2005: fig. 7). Importante es la Mención especial merece la localización de dos
datación en época Flavia del material metálico del com- agrupaciones exclusivamente de piezas de hierro pro-
plejo alfarero de Villamanta (Zarzalejos, 2002: 162). Sin cedente de este mismo yacimiento. El primero de ellos
documentación del poblamiento, pero si con silos consiste en más de un centenar de distintas herramien-
fechados en época altoimperial se halla el yacimiento tas y el segundo compuesto exclusivamente por piezas
de Arroyo Culebro en Leganés (VVAA, 1991). A este de recorte preparadas para su refundición. El primer
periodo corresponde también el complejo industrial de grupo se asocia a una pileta hidráulica y la segunda se
La Magdalena (Alcalá de Henares) (Heras et alii, 2013; localiza en una zona sin actividad laboral directa. Es
2014). En este último yacimiento destaca la localización posible que se tratara de deposiciones votivas realiza-
de un centro metalúrgico centrado en el hierro, locali- das después de un terremoto y un subsiguiente fenó-
zando, amén de una cierta cantidad de piezas ya elabo- meno volcánico provocado por la licuefacción de are-
radas, más de 200 tortas de hierro purificado listas para nas de los niveles inferiores que ascienden hasta la
su fundición y transformación en distintos útiles. superficie (Rodríguez Pascua et alii, 2015; 2016). Enten-
En época bajoimperial se han fechado en el territo- demos que, ante estas dos bocas volcánicas abiertas,
rio de Complutum los metales de la villa romana de El decidieron arrojar a estas «bocas abiertas en la tierra»
Val (Alcalá de Henares) (Rascón et alii, 1991), también las piezas metálicas referidas.
presentes en otras villae como en Carabanchel (VVAA,
1995: 21) y La Torrecilla fechada en los siglos III-IV d. C. IV. El ámbito doméstico
(Blasco y Lucas, 2000), además de La Pingarrona (Boa- IV.1. Los sistemas de seguridad: llaves y cerraduras
dilla del Monte) con materiales fechados en los siglos Los sistemas de seguridad de época romana resultan ser
IV-V d. C. El mundo rural romano estaba constituido no uno de los elementos mejor identificados por parte de los
solo por villae, sino también asentamientos con otra investigadores y, a pesar de la ausencia de publicaciones
vocación funcional o económica, como el de El Benefi- de contextos, podemos extraer algunas conclusiones
cio (Collado Mediano), con materiales del siglo IV-V d. interesantes sobre estos mecanismos. De los diferentes
C., el castro de la Dehesa de la Oliva con metales del modelos de sera o elementos de seguridad romanos, en
siglo IV d. C. (Cuadrado, 1991) o el edificio de Valdeto- el entorno madrileño se documenta el tipo más común
rres del Jarama (Caballero, 1985b). En época bajoimpe- de Hispania, es decir, la llave para cerrojo y trancas de
rial y tardorromana se fecha el establecimiento rural de elevación y/o deslizamiento “en forma de L”. Se ha loca-
Loranca en Fuenlabrada (Oñate et alii 2006). lizado este tipo de llave en contextos bajoimperiales,
Al periodo bajoimperial corresponde un fenómeno fechadas en el siglo IV d. C. en el castro de la Oliva (Cua-
que, aunque no es exclusivo de Madrid, es extraordina- drado, 1991: piezas 297, 331 y fig. 37; Fernández Ibáñez,
rio por el número de ejemplos repetidos. Nos referimos 2008: 223, fig. 2.13) y en el siglo V d. C. en El Rasillo (Bara-
a las ocultaciones intencionadas de metales en época jas) (Pozuelo y Vigil-Escalera, 2003: 283). Este mecanismo
bajoimperial en los yacimientos de El Rasillo (Barajas) que se fecha desde la Segunda Edad del Hierro hasta la
(Pozuelo y Vigil-Escalera, 2003), en la calle S de Getafe época visigoda (Fernández Ibáñez, 2008: 221) responde a
(Caballero, 1985), Cubas de la Sagra (Sanguino et alii un tipo de cierre muy simple que consiste en deslizar el
2014) y Loranca (Fuenlabrada) (Oñate et alii, 2015). Gar- pestillo mediante el accionamiento de una llave que se
cia Merino (1995) planteó que este tipo de piezas introduce por el agujero practicado en la puerta.
corresponden a depósitos deliberados por su valor eco- Además de las llaves en “forma de L”, se han ates-
nomico en momentos de penuria, ya que dadas sus tiguado la denominada “llave articulada” que se plega-
286 VIDES MONUMENTA VETERUM MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA

ba para hacer más cómodo portarla. Ejemplares de este IV.2. Mobiliario


tipo son bien conocidos en Hispania desde la fase tar- En la campaña de excavación dirigida por Jorge Juan
dorrepublicana hasta los siglos VI y VII d. C. (Fernández Fernández en la villa inferior de Villaverde se localizó,
Ibáñez, 2008: 221). Se localizó una de ellas en la villa cuando se procedía al levantamiento de un mosaico, un
romana de La Torrecilla (Getafe), fechada en los siglos lampadario de bronce fechado en el siglo I d. C. (VVAA,
III-IV d. C. (Castelo y Cardito, 2000: 310) y dos en el yaci- 1995:16) (CE1974/124/406) (lám.1). Los fragmentos
miento de la calle sur de Getafe fechadas en el siglo IV corresponden al platillo del soporte inferior, de perfil
d. C. que Caballero (1985: 114, fig. 11) interpretó como convexo moldurado por anillos concéntricos y borde
una sola de bisagra (Fernández Ibáñez, 2008: 223, fig. con restos de decoración, y a la columna acanalada
4.1); posiblemente se accionaba el mecanismo de segu- (Pérez Barradas, 1932: lám. XXVIII, figs. 1 y 8).
ridad mediante el giro de la llave. En el Museo Arqueo- De los objetos que más llaman la atención del asen-
lógico Regional se expone además una placa de cerra- tamiento rural de La Ermita Virgen de Torre (Vallecas-
dura procedente de arroyo de la Vega (La Pingarrona, Vicálvaro), destaca otro lampadario de hierro elaborado
Boadilla del Monte), fechada en los siglos IV-V d. C. Las en chapas soldadas sobre un soporte de triple botón
pequeñas dimensiones de las piezas quizás nos infor- para darle estabilidad y el cerquillo interior para insertar
ma sobre su uso para el mobiliario doméstico, pues tal el velón o cirio (Uscatescu y Fuentes, 2009: 88).
y como nos recuerda Columela, al aconsejar sobre la En las cercanías del cementerio de Carabanchel,
organización de la casa de labor «es conveniente que apareció una cabeza de asno báquico de bronce que
haya dentro del propio almacén un lugar bajo llave mide 22 cm de longitud y 15 cm de anchura (VVAA,
donde puedan custodiarse las herramientas» (De re 1995: 21). Se localizó, junto a un lazo formado por dos
rust. 1, 6, 8). También reciente es la noticia del hallazgo serpientes engarzadas de bronce. Está coronada de
de otra llave en el asentamiento rural de La Ermita Vir- yedra y con una collera decorada con greca. Se desco-
gen de Torre (Vallecas-Vicálvaro) fechada en época noce su paradero actual. Posiblemente pertenece al ful-
altoimperial (Uscatescu y Fuentes, 2009: 88). crum de una cama (Rada y Delgado, 1875).
Más inusual es el modelo de cierre encontrado en De menor entidad que los ya mencionados, nos
Dehesa de la Oliva, que presenta tres pliegues, un quie- encontramos diferentes objetos metálicos, como las
bro, una anilla de suspensión y termina en punta (Cua- dos esquineras de un mueble realizados en hierro con
drado, 1991: 218, nº 239), sin paralelos documentados embellecedores de bronce documentados en un nivel
en la Península por el momento. Flavio de La Magdalena.

Lám. 1. Fragmento de lampadario altoimperial de la villa romana de Villaverde. Museo de San Isidro (nº inv. CE1974/124/406).
JAVIER SALIDO, CÉSAR HERAS / Los metales de época romana en la Comunidad de Madrid 287

IV.3. Elementos asociados a cocina y comedor IV.3.3.Jarras tipo “Blechkannen”


IV.3.1. Parrillas Estas características jarras cuentan con una boca y asa
En la calle sur de Getafe, se localizó una parrilla de hie- macizos, fundidos en una sola pieza (Eggers, 1951: lam.
rro de 34,5 x (26) x 7 cm (Caballero, 1985: figs. 10-12) 11, num. 128; Raev 1976: 155-162) y fueron fabricadas a
que conserva solamente una barra lateral y seis trans- partir de una lámina metálica. Son bien conocidas en
versales. También en El Llano de la Horca apareció una contexto hispanorromano (Erice, 1987: 471-473; 2007:
parrilla de hierro de once barrotes y cuatro patas, sien- 208; Aurrecoechea, 1991: 236-239; Alarçao, 1996). En el
do los exteriores de sección rectangular y los interiores entorno madrileño, se localizó una en la villa inferior de
cuadrangular (VVAA, 2012: 297, nº 116) (lám. 2). Villaverde Bajo (Perez de Barradas, 1932: 118, lám. IX,
Más interesante si cabe son los restos de un gran tré- figs. 7, 10 y 12 de lám. XXVIII), fechada entre la segun-
bede de hierro conservado en muy mal estado pertene- da mitad del siglo II d. C. por su asociación con mone-
cientes a un hogar del siglo II a. C. localizado en el oppi- das de bronce de Trajano y Antonio Pío. Esta pieza con-
dum de Titulcia (Polo y Valenciano, 2014: 95). Aunque no serva el asa fundida en la parte posterior de la boca y
lo podemos confirmar muchos ganchos servirían para del anillo que remata el cuello y cuenta con un pico ver-
colgar las ollas en los hogares y estos son numerosos tedor levantado. Se localizó en un pasillo, frente a una
en las excavaciones. Son conocidos en este sentido los de las puertas de acceso a la zona residencial de la villa.
aparecidos en el interior de un depósito de Dehesa de Además de este ejemplar, conocemos otras tres docu-
la Oliva (Cuadrado, 1991: 204) donde apareció un doble mentadas a partir del hallazgo de tapaderas, como las
gancho para colgar. En el asentamiento rural de La dos localizadas en Velilla de San Antonio (Madrid)
Ermita Virgen de Torre (Vallecas-Vicálvaro) también se (Aurrecoechea, 2009, fig. 1.5 y 1.6) y una en Arganda
puso al descubierto una cadena formada por argollas (Aurrecoechea, 2009, fig. 1.7).
perteneciente a un hogar o cocina (Uscatescu y Fuen-
tes, 2009: 90). IV.3.4. Botella
Son muy escasos los ejemplares de botellas descubier-
IV.3.2. La vajilla metálica tos en el entorno madrileño, a menudo difíciles de dife-
Los numerosos hallazgos de vajilla de metal en el renciar de las jarras (la botella generalmente no cuenta
entorno madrileño no desentona con respecto al resto con asa y su boca es más cerrada). El único ejemplar
de territorios de la Península Ibérica donde el registro documentado hasta el momento corresponde a la bote-
material es abundante. lla tardorromana de la villa de Carabanchel (VVAA,

Lám.2. Parrilla de cocina de El


Llano de la Horca. Fuente:
VVAA, 2012: 297, nº 116.
288 VIDES MONUMENTA VETERUM MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA

1995: 21)1, que tal y como señala Aurrecoechea (2009, También en el yacimiento de la calle S de Getafe
fig. 3.14), se corresponde con el tipo 10 de Palol (1970: aparecieron fragmentos de probablemente una pátera
233: fig. 11), es decir, de cuerpo ovoide estilizado, cue- de bronce del siglo IV d. C. (Caballero, 1985: piezas nº 6
llo troncocónico engrosado y boca de embudo. Está y 7), siendo la primera de fondo convexo vista desde el
fundida en una sola pieza y rematada a torno, mide exterior y la nº 7 corresponde al asa plana del recipien-
aproximadamente 26 cm de altura y 15 cm de anchura te. La “pátera” corresponde al tipo 6b que Caballero
y posiblemente se puede fechar en los siglos II y III d. C. diferenció a partir de la tipología de Palol (Caballero,
(VVAA, 1995: 21). 1974: 141, fig. 35), con un mango plano y fondo apun-
tado (Caballero, 1985: 107). Fechada también en época
IV.3.5. Páteras bajoimperial se halla la pátera localizada en Cubas de la
Sin tratar de dilucidar el problema que atañe a la deno- Sagra (Sanguino et alii, 2014: 128; bronce y de plomo
minación de estas piezas2, nos gustaría llamar la aten- procedentes de Cubas de la Sagra (Sanguino et alii,
ción sobre la implicación que dicho término castellano 2014: 128; Montero Ruiz, 2015: 76 y 81).
recibe para uso ritual, de modo que aunque resulta difí- Estas páteras mencionadas cuentan, por tanto, con
cil descartar el concepto, es cierto, que bajo éste nos un sistema de sujeción o mango liviano, siguiendo el
encontramos con realidades diferentes, pues se inter- tipo tardorromano, a diferencia de las páteras visigodas
pretan como palanganas o jofainas utilizadas por los que generalmente cuentan con pie de ruedo, de modo
comensales para lavarse las manos durante el convite que se sostienen de pie y cuentan con un mango más
(Aurrecoechea, 2009: 332) y también aparecen asocia- pesado (Palol, 1950: 85 y ss.).
das a ritos y ceremonias sagradas (Erice, 2007: 209). A
nivel general, se trata de recipientes compuestos por IV.3.6. Cuencos
dos partes fundidas por separado y soladas después, Perteneciente al tipo 7a de Palol, con ornamentacion
presentan forma de cuenco semiesférico umbilicado de agallonada, se halla el ejemplar de Estremera (Aurreco-
borde recto, que no suelen tener restos de decoración, echea, 2009: figura 3.3). En el yacimiento de la calle S
que cuentan con mango largo plano horizontal. de Getafe, aparecieron dos cuencos datados en el siglo
Si bien es cierto que no se han documentado “páte- IV d. C. (Caballero, 1985: piezas nº 3 y 4), correspondien-
ras” altoimperiales con mangos rematados en cabezas tes a la forma 7b de Palol (1970), es decir, con borde
de carnero o lobo, algunos mangos se hallan decora- abierto y perfil en «S», diferente del tipo a, que presen-
dos como la localizada en la Casa de Cupidos de Com- ta borde horizontal (nº 4). A partir de la pieza nº 3 geta-
plutum (Alcalá de Henares) (Fernández-Galiano, 1984: fense, Caballero (1985) plantea la existencia de un ter-
166, fig. 76, 15). cer tipo (C), dotado de borde escalonado o moldurado
En bronce se fabricó la “pátera” del siglo V d. C. y decorado con dos filas de ovas, una en el borde,
localizada en El Rasillo (Barajas) (Pozuelo y Vigil-Esca- como en la variante “al”, y otra bajo este, en la parte
lera, 2003: 279), correspondiente a la forma 6 de la tipo- superior del cuerpo, que recuerda a las del grupo b. La
logía establecida por Palol (1970) para este tipo de reci- forma, profundidad y dimensiones permiten interpretar
pientes, definida como “pátera con un asa fundida este tipo de piezas como jofainas. Al tipo b también
aparte y sujeta por remaches”. Las dimensiones de la corresponde el ejemplar localizado en Arganda-2 que
pieza (12,5 cm de diámetro del cazo) y la longitud del apareció en una sepultura, junto con un plato, y conser-
mango (33,6 cm) nos advierten sobre su uso domésti- vaba un aplique recortado sobre lámina de metal de
co, aunque no podemos descartar una posible función forma triangular, del que pendía una argolla (Aurrecoe-
ritual. chea, 2009: 336, fig. 4.8). De época bajoimperial tam-
bién son los cuencos de bronce y de plomo proceden-
1
En el trabajo de Aurrecoechea (2009: 331), se menciona su
procedencia de Villaverde Bajo (Madrid), pero la lámina citada tes de Cubas de la Sagra (Sanguino et alii, 2014: 128;
(Pérez de Barradas, 1932: 118, fig. 9) no corresponde a esta Montero Ruiz 2015: 81), dos correspondientes a la for-
pieza, sino a la Jarra tipo “Blechkannen”. En cambio, la des- ma Palol 7b, uno a la 7a y otro más pequeño y decora-
cripción concuerda con la botella localizada en la villa romana
de Carabanchel (VVAA, 1995: 21). do (lám. 3). También de este periodo son los dos reci-
2
Palol (1970: 233), seguido por Caballero (1985: 105), diferen- pientes recuperados en la tumba de Torrejón de Velas-
cia las pateras que cuentan con mango con respecto a los
co (García Vuelta, et alii 2013) de latón de buena calidad
cuencos carentes de estos, mientras que Fuentes (1990: 124)
no establece tal distinción. (Montero Ruiz, 2015: 77).
JAVIER SALIDO, CÉSAR HERAS / Los metales de época romana en la Comunidad de Madrid 289

Lám. 3. Cuencos bajoimperiales de Cubas de la Sagra. Fuente: Sanguino et alii, 2014: 128.

IV.3.7. Coladores dente del mismo yacimiento (Caballero, 1985: fig. 9, 19


Estas piezas, fabricadas en bronce, presentan una taza y 22), donde se localizaron fragmentos de otros posi-
perforada y un asa en forma de anillo con una chapa bles acetres. En Cubas de la Sagra se localizó un acetre
para proteger el dedo pulgar. Se han localizado única- de bronce plomado con asa de hierro que formaba par-
mente tres ejemplares en El Llano de la Horca: un asa te del ocultamiento (Oñate et alii, 2015: 31). También en
vertical casi completa y dos fragmentos de taza perfo- Loranca (Fuenlabrada) se halló un acetre de hierro al
rada correspondientes al tipo 1 y 2 de Guillaumet que le falta el fondo, además de un aro de unos 30 cm
(Azcarraga et alii, 2014: fig. 5.4 y 5.5). de diámetro que formaría parte de un contenedor de
madera (Oñate et alii, 2015: 33).
IV.3.8. Acetres

Estos recipientes, utilizados por los comensales para IV.3.9. Cazos
servirse la bebida, se hallan bien atestiguados en el Fechado en época tardorepublicana se halla un mango
centro peninsular (Aurrecoechea, 2009: 336, fig. 5). En correspondiente a un cazo del tipo “Pescate” localizado
el yacimiento de la calle S de Getafe se localizaron tres en Arganda-2 (Madrid) (Aurrecoechea, 2009: fig. 2, 2).
de bronce fechados en el siglo IV d. C. (Caballero, 1985: Generalmente se han datado en el primer tercio del
114) que corresponden según la clasificación de Palol al siglo I a. C. (Mansel, 2004: 20). También en este periodo
tipo “1a”, “3aa” y “4a” (Caballero, 1985: 110). A este se han fechado los cuatro ejemplares localizados en El
último tipo también pertenece el cubo de hierro proce- Llano de la Horca, tres fragmentos pertenecientes a
290 VIDES MONUMENTA VETERUM MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA

cazos con mango horizontal y otro con mango vertical apliques de asas localizados en Valdetorres del Jarama
(Azcárraga et alii, 2014: 117). Un cazo completo del (Caballero, 1985b: 69). Más numerosos son los ejem-
siglo IV d. C. se localizó en Tinto Juan de la Cruz (Pinto) plares de apliques con terminal enrollado para alojar el
conservado en el MAR. asa, dados a conocer por Aurrecoechea (2009: 344),
como los de Arganda-2, Calle S de Getafe, Velilla de
IV.3.10. Salseros San Antonio, Castillejo y Puente Viezma. En la estancia
En Velilla de San Antonio se localizó un salsero del tipo 5 de El Beneficio (Collado Mediano), se halló un aplique
Tassinari Q1000 (Aurrecoechea, 2009: 339, fig. 2.5) que zoomorfo y con base perforada para facilitar su acopla-
posiblemente corresponde a los recipientes proceden- miento a un recipiente de madera, metal o cerámico
tes de algún taller de Capua, fechados en el siglo I d. C. (Jiménez, 2008: 367). En la Comunidad de Madrid, se
(Holliger y Holliger, 1985: 60, nº 34). Se caracteriza por conocen asimismo soportes de vajilla metálica como la
ser un recipiente poco profundo con un gran pico ver- pieza altoimperial de Estremera (Aurrecoechea, 2009:
tedor sobreelevado y acabado en punta y presenta una fig. 8, 8), perteneciente al tipo VII de Delgado (1970),
pequeña base circular. con peltas estilizadas.
En la villa romana de Villaverde se halló una tapade-
IV.3.11. Platos y fuentes ra de dolium circular que mide de 29 cm de diámetro y
En Complutum, Fernández-Galiano (1984: 303, fig. 168, tenía dos pequeñas asas (Pérez Barradas, 1932: lám.
264) localizó un plato de hierro datado en la segunda XXVIII, figs. 9 y 11).
mitad del siglo IV d. C. y procedente de Arganda-2 otro
de época tardorromana (Aurrecoechea, 2009: fig. 4, 8). IV.3.13. Cubos y calderos
Un posible cubo de madera se ha podido testimoniar a
IV.3.12. Asas asociadas a la vajilla partir del hallazgo de una cincha o fleje de hierro de 54
De Complutum (Fernández-Galiano, 1984: fig. 168, 268) cm de diámetro en El Llano de la Horca (VVAA, 2010:
procede un asa móvil perteneciente a la categoría B-I de 309, nº 137), también presentes en La Ermita Virgen de
la tipología de Delgado, es decir, fundidas y rematadas Torre (Vallecas-Vicálvaro) (Uscatescu y Fuentes, 2009:
en cabezas estilizadas de ánades y otra localizada en la 90). Relacionadas con cubos de madera o con calderos
Casa de Leda en Complutum (Fernández-Galiano, 1984: de metal son las asas de hierro también aparecidas en
fig. 126, 399) corresponde al tipo A2, trabajada a partir el mismo yacimiento (VVAA, 2010: 303, nº 130). Un
de una lámina y con terminales aguzados. En el Llano soporte de caldero de hierro y varios fragmentos de
de la Horca se hallaron las asas de cuatro recipientes de este tipo de recipientes se hallaron en el asentamiento
distinta tipología: una jarra tipo Gallarate, una taza tipo rural de La Ermita Virgen de Torre (Vallecas-Vicálvaro)
Idria, un vaso de menor tamaño y de una jarrita de (Uscatescu y Fuentes, 2009: 88-90). En el interior del
cuerpo bitroncocónico de carena baja tipo Piatra ocultamiento de Cubas de la Sagra se localizó un calde-
Neamt, de una altura aproximada de 11 cm (Azcárraga ro de latón con dos asas laterales y base de plomo
et alii, 2014: 112-114). (Oñate et alii, 2015: 31).
Además de las asas, se han localizado apliques para
asas móviles quizás pertenecientes a sítulas/acetres, IV.3.14. Cucharas
aunque no podemos descartar su uso en otros recipien- Estos materiales no son muy frecuentes en las excava-
tes. De los hallados en Madrid, podemos destacar los ciones del entorno madrileño. En la villa romana de
apliques figurados de Castillejo (Aurrecoechea, 2009: Villaverde se halló una común (Pérez Barradas, 1932:
figs. 6.3 y 6.6) y el de la Casa de Leda en Complutum lám. XXVIII, fig. 3)3. Aunque se puede asociar a ambien-
(Fernández-Galiano, 1984: 231, fig. 116, 285). De Argan- tes domésticos, no podemos descartar el uso de ligulae
da-2 procede otro no figurado (Aurrecoechea, 2009: fig. o cucharillas para la preparación de medicamentos
6.10). Además de estas, se han localizado apliques (Borobia, 1988: 80-81). También apareció una cucharilla
recortados sobre lámina de metal, asociados a diferen-
tes recipientes como una situla en el yacimiento del 3
Otros ejemplares aparecidos en el entorno madrileños son de
Calle S de Getafe (Caballero, 1985: nº 4.2.7) y Complu- cronología posterior, como el de Navalvillar (Colmenar Viejo)
tum o la páteras como la pieza de Arganda-2 (cf. Aurre- (Abad Castro, 2006: 396) y Arroyo Culebro en Leganés, en este
caso, de bronce con cazoleta ovoide poco profunda (VVAA,
coechea, 2009: 343). De época tardorromana son los 2001: 160).
JAVIER SALIDO, CÉSAR HERAS / Los metales de época romana en la Comunidad de Madrid 291

de bronce de 10 cm de longitud en la fase bajoimperial (CE1974/124/122) (lám. 4). En Dehesa de la Oliva se loca-
de Tinto Juan de la Cruz (Pinto) (Barroso et alii, 1991: lizó en el interior de un depósito de agua un cuchillo cur-
185, nº 645). vado de hierro con anillo en mango y saliente de protec-
ción entre mango y hoja (Cuadrado, 1991: 204). Entre los
IV.3.15. Cuchillos siglos IV y V se fechan los cuchillos aparecidos en El
Fechados en época tardorrepublicana son dos cuchillos Beneficio (Collado Mediano) (Jiménez, 2008: 367). En el
hallados en El Llano de la Horca de 11 cm de longitud y siglo V d. C. se ha podido datar el cuchillo localizado en
2,7 cm de anchura (VVAA, 2012: 297, nº 117) y otro dife- El Rasillo (Barajas) con una hoja de 9 cm de largo
rente, de 22,2 cm de longitud y 2 cm de anchura, afalca- (Pozuelo y Vigil-Escalera, 2003: 284, nº 2.18). En época
tado de hierro, que presenta la hoja estrecha, plana y tardorromana se fechan dos puñales tipo simancas loca-
acodada, con extremo puntiagudo (VVAA, 2012: 298, nº lizados en Valdetorres del Jarama (Caballero, 1985b: 69).
119) y una navaja de 7 cm de longitud de hoja triangu- De la villa romana de La Pingarrona procede un cuchillo
lar y plana (VVAA, 2012: 298, nº 120), además de una vai- de hierro de los siglos IV-V d. C.
na de puñal de bronce y hierro (VVAA, 2012: 302, nº 129).
En el periodo altoimperial se fecha otro cuchillo localiza- IV.3.16. Tijeras (forcex)
do en el asentamiento rural de La Ermita Virgen de Torre En El Rasillo (Barajas) se localizaron unas tijeras de pin-
(Vallecas-Vicálvaro) (Uscatescu y Fuentes, 2009: 88) y la za de 14 cm de largo (Pozuelo y Vigil-Escalera, 2003:
hoja de cuchillo de la villa romana de Villaverde expues- 284, nº 2.17) y al menos cuatro en Dehesa de la Oliva
to en la actualidad en el Museo de San Isidro (Cuadrado, 1991: 204) (lám. 5).

Lám. 4. Hoja de cuchillo de la villa romana de Villaverde expuesto en la actualidad en el Museo de San Isidro (nº
inv. CE1974/124/122).

Lám. 5. Tijeras del castro de la


Dehesa de la Oliva expuesta en
el Museo Arqueológico Regio-
nal. Siglos I a. C.-II d. C.
292 VIDES MONUMENTA VETERUM MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA

IV.3.17. Ganchos .posible larario doméstico de la villa y su iconografía es


Destacan dos ganchos de época tardorrepublicana pro- la típica de este tipo de representaciones.
cedentes de El Llano de la Horca, de sección cuadran- Respecto a los amuletos fálicos, con carácter apo-
gular. Uno cierra en alguno recto y acaba en punta tropaico, ya hace algunos años se dieron a conocer los
mientras el otro tiene forma de S alargada (VVAA, 2012: más simples localizados en Veguilla de Oreja, de 5,35
297, nº 118). cm de longitud y 3,1 cm de anchura, Castillejo de 2,2
cm de longitud y 2,45 cm de anchura, Arganda, de 3,9
IV.4. Figuras de culto doméstico y amuletos fálicos cm de longitud máxima y 3,05 cm de anchura y una
En la villa romana de Carabanchel, situada en el lugar hebilla procedente de Estremera de 7,75 cm de longitud
que era conocido como Quinta de los Condes de Mon- y 2,7 cm de anchura (cf. Zarzalejos et alii, 1988: nº 8-11).
tijo, se halló una pequeña escultura de bronce de 8 cm De San Juan de El Viso procede otro ejemplar (Azcárra-
de altura correspondiente a Minerva (VVAA, 1995: 21). ga, 2015: fig. 6.200.4).
Esta pieza, que ha pasado casi desapercibida en la
bibliografía (Fernández Uriel, 2007: 288-289;), aparece IV.5. Objetos de aderezo personal
representa de pie, vestida con apoligma y chitón dóri- IV.5.1. Espejos
co, que cae plegándose sobre su cuerpo hasta sus pies En las tareas inherentes al aderezo personal, el espejo
que quedan destapados; su cabeza está tocada con el destaca como utensilio de tocador y se halla presente
característico casco (fig. 7). Se conserva en el MAN (nº en contextos del entorno madrileño. Se localizó un
inv. 2854). Debió formar parte de las estatuillas de un mango de espejo de plomo, de 3,5 cm de longitud, en
Castillejo (Aranjuez), perteneciente a la Coleccion
Cigona (Aurrecoechea, 1990: nº 4, fig. 3.2). Ya señaló
Aurrecoechea las concomitancias de esta pieza con
otras documentadas en Hispania, la forma y decoración
del mango, que nos informan sobre un posible taller
común.

IV.5.2. Pinzas
Entre las piezas aparecidas podemos señalar la presen-
cia de pinzas o vulsella de bronce procedentes de
Arganda que pudieron ser utilizadas para la depilación
(VVAA, 1990: nº 270).

IV.5.3. Estrígile
De San Juan de El Viso procede un estrígile (Azcárraga,
2015: 310, fig. 6.200.3).

IV.6. Otros instrumentos domésticos


IV.6.1. Balanza
En el Rasillo (Barajas), se localizó una romana o statera
del siglo V d. C. completa, que conserva el gancho para
colgarla el otro gancho del que debía suspenderse la
mercancía a pesar, además de dos aequipondia cilíndri-
cos que tienen un peso aproximado de 63 y 122 g res-
pectivamente que ejercían de contrapeso (Pozuelo y
Vigil-Escalera, 2003: 281; Chaves y Pliego, 2007: 243).

IV.6.2. Caja de sello


En Complutum se localizó una pieza interpretada como
Lám. 6. Estatuilla de la diosa Minerva procedente de la villa cápsula o caja de sello (Rascón, 1998: 252, cat. 186), es
romana de Carabanchel. MAN (nº inv. 2854).
JAVIER SALIDO, CÉSAR HERAS / Los metales de época romana en la Comunidad de Madrid 293

decir, una cajita unida con una bisagra a una tapa que
se hallaba perforada para dejar pasar la cera caliente y
se adhiriera al soporte de aquello que se pretendía
sellar, como documentos, monederos o sacos. La pieza
localizada en Complutum mide 3 x 1,9 x 0,6 cm y
corresponde al tipo 2B, esto es, decorada con pasta
vítrea (Alonso, 2015: 220).

V. Aperos agropecuarios
Datados entre los siglos III-I a. C. se hallan números úti-
les agropecuarios procedentes de El Llano de la Horca,
como las anillas de hierro de aperos (VVAA, 2012: 303,
nº 131), tenazas (VVAA, 2012: 309, nº 136), varillas
(VVAA, 2012: 309, nº 138), además de herramientas
para el trabajo de la madera o la piel como escoplos,
cinceles y un puntero (VVAA, 2012: 149-153, nº 160 y
161). Destaca un peine cardador de 13,2 cm de longitud
y 7,7 cm de anchura fechado entre los años 150-100 a. Lám. 7. Rueda de la Dehesa de la Oliva, fechada entre el siglo
I a. C. y II d. C., expuesta en el Museo Arqueológico Regional.
C. (VVAA, 2012: nº 159). Entre el material también des-
taca un hacha de hierro fechado entre 200-50 a. C. con-
servado en el Museo Arqueológico Regional. También
encontramos una pieza que pudo servir para la matan- En Dehesa de la Oliva se hallaron elementos relacio-
za, dado a conocer como llave de hierro (VVAA, 2012: nados con el transporte y la equitación. Es el caso de la
284, nº 94). Mide 7,9 cm de longitud y está compuesta espuela de hierro de tipo curvo que servía para amol-
por una varilla de sección cuadrada doblada con ojal de darse al tobillo, con terminales circulares para insertar
5,5 cm de anchura, rectangular, y un vástago curvado. las correas de sujeción y un pequeño acicate agudo.
A estos debemos añadir la azuela de enmangue tubular Además se localizó un elemento utilizado para sujeción
localizada en Dehesa de la Oliva (Patones) fechada de la montura de caballo; también pudo pertenecer al
entre el 150 y el 50 a. C., conservada en el MAR. Tam- atalaje del caballo una pieza laminar en forma de estri-
bién en este castro se halló una posible podadera para bo entre cuyos extremos gira una barrita de sección cir-
vid fechada entre los siglos I a. C. y II d. C. Otro ejemplar cular (Cuadrado 1991: 230). Se halló también un frag-
de podoncillo de vides, aunque fechado entre los siglos mento de llanta de rueda de hierro de aproximadamen-
IV y V se localizó en El Beneficio (Collado Mediano) te 46 cm de longitud y 3,5 cm de anchura que conserva
(Jiménez, 2008: 367). tres orificios para la sujeción de los clavos a la rueda,
Muy característicos de este tipo de útiles son los cen- además de huellas de uso (VVAA, 2012: 278, nº 87) (lám.
cerros, como el de hierro de 6,8 x 6,2 cm, localizado en El 7). En El Llano de la Horca se localizó un bocín de hierro
Llano de la Horca, formado por una lámina plana dobla- de forma tubular fechado en los siglos II-I a. C. (VVAA,
da en rectángulo sobre sí mismo (VVAA, 2012: 301, nº 2012: 278, nº 86), además de un arreo y bocado de caba-
126) y en Dehesa de la Oliva (Cuadrado, 1991: 204). Están llo de hierro (VVAA, 2012: 278, nº 88). El arreo está com-
presentes en la calle sur de Getafe, (Caballero, 1985) y La puesto de una anilla de sección circular y dos agarrade-
Gavia, así como en la villa romana de Villaverde donde ras planas, alargadas, más anchas en los extremos y
apareció una esquila, conservada en el Museo de San Isi- con un remache, que se encuentran encadenadas a la
dro. También son frecuentes las hoces como semicircu- anilla. Un ejemplo de bocado de caballo se localiza en
lar de la villa romana de Valdetorres del Jarama (IV-V d. una tumba (siglo IV) del yacimiento de La Magdalena
C.). También una hoz se localizó en la cocina del estable- (Heras et alii, 2014c). Las agarraderas estarían unidas a
cimiento rural romano de Zarzalejo (Arroyomolinos), las bridas. El bocado de caballo se compone de una ani-
fechada entre inicios del siglo II d. C. y la segunda mitad lla unida a eslabón con forma de ocho. En La Ermita Vir-
del III d. C. (VVAA, 2005: fig. 7) y en Tinto Juan de la Cruz gen de Torre (Vallecas-Vicálvaro), se localizó un hippo-
(Pinto) (Barroso et alii, 1991: 159 lám. XXII). sandalium o herradura de caballo (Uscatescu y Fuentes,
294 VIDES MONUMENTA VETERUM MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA

Lám. 8. Piezas de un carro procedente de la villa romana de Villaverde, actualmente expuestas en el Museo de San Isidro.

2009: 90)4, al igual que en la villa romana de El Val (Alca- 2006: fig. 5). También la ocultación de los materiales de
lá de Henares) (Rascón, 1991: 188). El Rasillo (Barajas), donde se localizaron varios instru-
También en relación a la equitación, se han hallado mentos de uso agropecuario, entre los que destacan
fragmentos de arneses metálicos. Se han documentado una hoz-podadera de 11 cm de longitud (Pozuelo y
algunos que servían para empalmar las correas, general- Vigil-Escalera, 2003: 284, nº 2.15), los fragmentos de
mente cinco principales que, junto con la cincha, servían una reja de arado de sección rectangular (nº 2.12-2.13),
para sostener la silla de montar. De entre estos, se han una belorta de arado (nº 2.14) y media rueda, posible-
hallado botones con anilla que podrían unir dos correas, mente perteneciente a un carro, de 58 cm de radio (nº
como los localizados en Alcalá de Henares (Aurrecoe- 2.20). Además se localizaron otras herramientas como
chea, 1995-1996: 79-80; 2007: 335), aunque su función no un atizador (nº 2.19), un sacabocados (nº 2.21) y tres
está clara y también pudieron emplearse para sujetar punteros (nº 2.22-2.24.). También se han constatado
armas como el puñal sobre el cinturón (Wild, 1970: 146). cencerros como el de hierro fechado en el siglo IV d. C.
También en Madrid se han atestiguado roblones que ser- localizado en la calle sur de Getafe, de 10,8 x 7 x 2,9 cm
virían para sujetar tiras de cuero como los botones pelti- (Caballero, 1985: nº 4.4.29), así como un doble pico de
formes sobredimensionados fechados a partir del siglo III hierro, una hacha-azada, una azuela martillo y varios
d. C. y localizados en Arganda y Veguilla de Oreja (Aurre- punteros, además de una hoz de 26,2 cm de longitud y
coechea, 2007: 337, fig. 4.3 y 4.5). Una aguja de un abro- un fragmento de una podadera (Caballero, 1985: 102-
che anular, probablemente de una caballería, procede de 104, figs. 12 y 13). A estos útiles podemos añadir los
un asentamiento rural de La Ermita Virgen de Torre localizados en La Gavia, donde destacan dos hoces, un
(Vallecas-Vicálvaro) (Uscatescu y Fuentes, 2009: 88). En arado, una guijada, un escardillo, un cencerro y una
la villa romana de Villaverde se localizaron varias placas azuela de los siglos II-I a. C. (Urbina et alii, 2005: 157-
y piezas de un carro, actualmente expuestas en el Museo 163), así como numerosos instrumentos hallados en La
de San Isidro (lám. 8). Magdalena, entre los que podemos destacar una hoz de
Interesante es la gran cantidad de útiles agrícolas hierro con enmangue de madera de 18,5 cm de longi-
aparecidos en el interior de una cabaña de madera en tud x 4,5 cm de anchura máxima y un engarce de 5,6
Loranca (P.P.I.- 3 El Bañuelo, Fuenlabrada) (Oñate et alii, cm y 4,7 cm de diámetro, con una cronología en torno
a la primera mitad del siglo V (Heras et alii, 2014c). En
4
Las localizadas en otros yacimientos madrileños como Naval- Villamanta, además de otros objetos de bronce y hie-
villar (Colmenar Viejo) son de cronología posterior (Abad Cas- rro, se halló una cabeza de martillo o pico, de época Fla-
tro 2006: 396).
JAVIER SALIDO, CÉSAR HERAS / Los metales de época romana en la Comunidad de Madrid 295

via, posiblemente usado en este alfar (Zarzalejos 2002: VII. Militaria


162). A comienzos del siglo V d. C. se fechan los útiles El armamento en época romana ha recibido una escasa
aparecidos en Cubas de la Sagra (Oñate et alii, 2015: atención, centrándose su atención en el de cronología
30). Se trata de materiales de hierro como clavos, un tardorromana (Quiroga y Catalán, 2010). En el interior
fragmento de hacha, una arandela, un cuchillo con del depósito de Dehesa de la Oliva aparecieron varios
enmangue en asta y una posible horca. De Valdetorres regatones de lanza, uno provisto de orificio para rema-
del Jarama procede un doble hacha de época bajoim- che y punta de sección cuadrada, otro de sección cua-
perial, posiblemente utilizada para actividades agrope- drada y cubo agudo para encajar en el asta y un último
cuarias. de sección rectangular además de una punta de jabalina
En relación a la cantería, además de los picos ya de sección romboidal en la hoja de hierro (Cuadrado,
mencionados, podemos destacar la cabeza de martillo- 1991: 204). En otros puntos del yacimiento aparecieron
pico y el cincel de Dehesa de la Oliva (I a. C.-II d. C.) y el más fragmentos de armas igualmente interesantes,
pico de Valdetorres del Jarama del siglo IV d. C. como un posible cubo de hoja de lanza, una punta de
dardo o flecha5, un cubo y parte de la hoja de una lanza,
VI. Metales en la construcción una hoja de punta triangular prolongada con pedúnculo
Son abundantes los clavos encontrados durante las en su base para enmangar. Destacan en este yacimien-
excavaciones y muy pocas veces son referidos en los to además un pilum de hierro de 70 cm de longitud que
estudios. No obstante, tenemos constancia de la apari- presenta cabeza ligera con punta barbada y cubo de
ción de un gran número en el interior de las enmangado circular con punta piramidal cuadrada de
estancias de El Beneficio (Collado Mediano) (Jiménez cuatro barbas, así como una posible coraza de lino o
2008), también en Tinto Juan de la Cruz (Pinto) (Barro- cuero documental a partir de los clavitos de cabeza
so et alii, 1991: 159 lám. XXII) y dentro de las casas de hemisférica y vástago muy corto (Cuadrado, 1991: 226).
Dehesa de la Oliva (Cuadrado, 1991: 204). A partir de las En El Llano de la Horca (Santorcaz), aparecieron
dimensiones de estos últimos se han podido diferen- además de puntas de flecha de hierro (VVAA, 2012: 302,
ciar entre los dedicados a su uso en la construcción, nº 128), tres jabalinas de hierro fechadas entre los
generalmente robustos y de mayor longitud, de 9 a 14 siglos III-II a. C. Solo una conserva la punta bipiramidal
cm, para vigas, de 4 a 6 cm para puertas y ventanas, y cuadrada y muy corta que podrían corresponder al tipo
los relacionados con otros materiales, como los dos de IV de Quesada (1997: 329). También se halló una moha-
sección cuadrada con cabeza curva rectangular y 1 cm rra de pilum o soliferreum doblado, de sección cua-
de anchura que sirvieron para asegurar la llanta de las drangular, con cubo de sección circular incompleto.
ruedas y tal vez de los radios (Cuadrado, 1991: 206). Además se halló un pilum ligero y estrecho del que no
También se han realizado estudios metalográficos de se conserva el cubo de enmangue, cuenta con vástago
los clavos aparecidos en La Torrecilla (Getafe) (Blasco y de tendencia circular y punta piramidal alargada, muy
Lucas, 2000: 115-117). estrecha, que puede ser fechado en época sertoriana
También tenemos constancia de numerosos meta- (VVAA, 2012: 264, nº 64). Se constata asimismo proyec-
les que servirían para la fabricación de muebles, puer- tiles de honda fusiformes de plomo de época tardorre-
tas o empleados en la construcción. Es el caso de la publicana que miden 3,35 cm de longitud y 1,8 cm de
bisagra de hierro de 5,3 cm de longitud y 3 cm de anchura (VVAA, 2012: 267, nº 69) (lám. 9). Además de
anchura procedente de El Llano de la Horca (VVAA, éstas se halló una punta de lanza de hierro de forma
2012: 284, nº 95) o de los hallados en el asentamiento plana y lanceolada (VVAA, 2012: 300, nº 123), pertene-
rural de La ermita Virgen de Torre (Vallecas-Vicálvaro) ciente al tipo 8a de Quesada (1997: 379). También se
(Uscatescu y Fuentes, 2009: 88-90). hallaron en este yacimiento varios proyectiles de artille-
Para la construcción se emplearon herramientas de ría de torsión, pertenecientes a catapultas lanzadoras
todo tipo, no siempre fáciles de adscribir a su uso para de dardos (VVAA, 2012: 300, nº 124). Miden 9,5 cm de
actividades agropecuarias o constructivas. Un ejemplo longitud, presentan el cubo grueso, con un diámetro de
claro de estas últimas es la paleta de hierro de los 2,5 cm y punta piramidal compacta y maciza. Entre el
siglos IV-V d. C., localizada en Valdetorres del Jarama y armamento, también destacan varios regatones de hie-
conservada en el MAR.
5
Este ejemplar no fue incluido en trabajos generales centrados
en este tipo de piezas (García Díez y Sáez Abad, 2007: 458-460).
296 VIDES MONUMENTA VETERUM MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA

Lám. 9. Proyectiles de honda de épo-


ca tardorrepublicana de El Llano de
la Horca. Fuente: VVAA, 2012: 267, nº
69.

rro de forma cónica (VVAA, 2012: 301, nº 125). Entre el tipo 9 (charnela en tubo). En el último trabajo sobre El
material hallado en este yacimiento se halla también un Llano de la Horca se dan a conocer al menos cuatro
posible umbo de escudo de 9 cm de diámetro (VVAA, fíbulas más, en omega (VVAA, 2012: 267, nº 68 y 274, nº
2012: 301, nº 127). También en la villa romana de El Val 80), y dos más en omega y una tipo aucissa en la fase
(Alcalá de Henares) apareció una punta de lanza de hie- altoimperial de Tinto Juan de la Cruz (Pinto) y una de
rro, aunque de época tardoantigua (Rascón et alii, 1991: resorte de bronce y otra en omega en la bajoimperial
188). En otros establecimientos rurales también se han (Barroso et alii, 1991: 159 y 185, lám. XXII). Además de
documentado armas como las puntas de lanza, conte- éstas, conocemos más fíbulas que debemos añadir al
ras de puñal y el escudo en la villa bajoimperial de Tin- trabajo de Mariné como las encontradas en La Gavia,
to Juan de la Cruz, las puntas de lanza, proyectiles de dos en omega y otras dos de pie vuelto o La Tene, de la
catapulta y regatones localizados en contextos funera- Serie III, de puente fundido y arco peraltado, posible-
rios de La Magdalena. mente fechadas en la primera mitad del siglo I a. C.,
también presentes en Fosos de Bayona (Morin y Urbi-
VIII. Indumentaria y ornamento personal na, 2014: 120). Reciente también es el hallazgo de una
En Dehesa de la Oliva aparecieron varias fíbulas de aguja de fíbula de resorte, procedente del asentamien-
diferente tipología dadas a conocer por Cuadrado to rural de La Ermita Virgen de Torre (Vallecas-Vicálva-
(1991: 228). Mariné (2001: 121-122) diferencia tres fíbu- ro) (Uscatescu y Fuentes, 2009: 90). A estos ejemplares
las del tipo 3, de muelle con cuerda interior de evolu- debemos sumar la fíbula tipo aucissa fechada entre
ción, cuatro ejemplares del tipo 8, con charnela enrolla- finales del siglo I a. C. hasta el siglo II d. C. localizada en
da “Alésia” y derivadas, dos del tipo 10 (charnela Arroyo Culebro en Leganés (VVAA, 2001: 155) y la halla-
doblada Aucissa y Durnaeus) y cinco del tipo 21 (arco da en La Torrecilla (Blasco y Lucas, 2000: 122). Recien-
sin resorte omega). También Mariné menciona la pre- temente se ha dado a conocer un fragmento de fíbula
sencia de otras fíbulas en la Comunidad de Madrid, procedente del Salto del Cura (Azcárraga, 2015: 310, fig.
como la localizada en la Casa de Campo, del tipo 19.1 6.200.2)
(arco de placa polícroma), en Complutum de donde De entre mediados del siglo I y la primera mitad del
proceden al menos una del tipo 10, otra del 17 (arco de siglo II se localizan en La Magdalena distintos elemen-
placa calada) y una del 21, y en los alrededores una del tos de adorno/ornato personal. Destacan las fíbulas,
tipo 2 (muelle con cuerda interior “Nauheim”), de El tanto del tipo anular hispánica (con dos piezas), como
Viso en Alcalá de Henares proviene otra del tipo 11 las de tipo auccisa (con siete piezas), presentando una
(arco atravesado “Bagendon”), y del camino de los Afli- de estas últimas el sello de su fabricante, DURNACOS,
gidos otras dos del tipo 10 y dos del 21. De El Llano de con significativa presencia atestiguada tanto en el cen-
la Horca da testimonio de una del tipo 21 y de la misma tro peninsular como en territorio croata (Erice y Unzu
clase la encontrada en Aranjuez, mientras que la apare- 2009: 457-464).
cida en Castillejo pertenece al tipo 6 (muelle envainado Además de fíbulas, también se constatan en el
y arco interrumpido) y la de Cerro de San Antonio al entorno madrileño adornos personales como el anillo
JAVIER SALIDO, CÉSAR HERAS / Los metales de época romana en la Comunidad de Madrid 297

de plata localizado en Valdetorres del Jarama (Caballe- tachuelas en la posición original y dos tardorromanas
ro 1985b: 69) o la pulsera de hilo de bronce con los (Heras et alii, 2014c) (lám. 10).
extremos enrollados aparecida en la villa romana de En relación con las prendas, se han encontrado
Villaverde (Pérez Barradas, 1932: lám. XXVIII, fig. 5). numerosas agujas de coser y alfileres en El llano de la
Nuevamente, en La Magdalena se constata la presencia Horca fechadas desde el siglo III al I a. C. (VVAA, 2012:
en un basurero de una cantidad de elementos, desta- 142 nº 157 y 158); agujas de bronce se conocen también
cando tres anillos, dos lisos de aro y uno con sello mar- en contexto funerario (Rodríguez Morales, 2011). Ade-
cado. Perteneciente a la fase bajoimperial de Tinto Juan más se localizó un botón de bronce de guarnición de
de la Cruz (Pinto) se hallaron dos pulserillas y un pen- indumentaria legionaria romana republicana fechado
diente de bronce (Barroso et alii, 1991: 185, nº 643-644). en los siglos II-I a. C. de 4 cm de anchura y longitud
Asociado a los enterramientos bajoimperiales de La (VVAA, 2012: 266, nº 66). Se trata de un trisquel plano
Magdalena se han recuperado 17 anillos, de los cuales con los tres brazos decorados con motivos zoomorfos
cinco portaban distintos tipos de sello, dos pulseras y esquemáticos. En La Gavia, se localizó una pequena
tres pendientes. hebilla de cinturón, junto con otro fragmento de bronce
Una mención especial merecen las caligae, de las que tiene forma de plaquita (Morín y Urbina, 2014: 120).
que se han localizado evidencias de al menos 23 pares, Una pieza excepcional de adorno personal es la placa
unas altoimperiales, de las que conservamos la forma de bronce localizada en El Llano de la Horca (Baqueda-
íntegra de las dos piezas, asociadas a un cinturón no et alii, 2007: 16). Se trata de una obra fina, de 13,2 x
ancho con el mismo tipo de remaches; veinte pares 17,7 cm, que presenta figuración zoomorfa realizada
bajoimperiales, fechadas entre el siglo IV e inicios del V con la técnica de repujado o troquelado. Pudo servir
d. C., de las que se han podido recuperar tres con sus para el ornamento personal, quizás para colgar en el

Lám. 10. Tachuelas de las sandalias de La


Magdalena tras su engasado. Tumba 5215,
mitad siglo IV. Fuente: Grupo Trébede.
298 VIDES MONUMENTA VETERUM MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA

pecho. En Leganés, en el yacimiento de Arroyo Cule- donde se produce el vertido de la materia tras su cola-
bro, aparecieron dos hebillas más de hierro y una liri- da. Presentan tres diámetros (21, 15 y 11 cm) y alcanzan
forme de bronce, aunque esta de cronología visigoda todas ellas una altura de entre 12 y 15 cm. Cronológica-
(VVAA, 2001: 160-161). mente nos encontramos en la segunda mitad del siglo I
d. C., momento en el que también están en funciona-
IX. La producción metalúrgica miento un complejo de hornos cerámicos, con sus dis-
En cuanto a la producción metalúrgica, las escorias tintas áreas de laboreo.
corresponden tanto a los productos de una actividad Además de la localización de una gran cantidad de
primaria de reducción de la materia prima como a las piezas metálicas (tanto en bronce, como hierro o plo-
secundarias de refino del metal, principalmente de mo) adscribibles tanto a esta fase industrial altoimpe-
escorias de forja. Se han localizado en el asentamiento rial, como a las necrópolis bajoimperial y tardorroma-
rural de La Ermita Virgen de Torre (Vallecas-Vicálvaro) na, ya mencionadas, con un amplio conjunto de ele-
(Uscatescu y Fuentes, 2009: 88), que apuntan a la exis- mentos de ajuar/adorno personal y evidencias de fére-
tencia del taller de un calderero, vaciador o lanador, tros y parihuelas, destacan los depósitos de numerosos
dada la existencia de clavos sin avellanar y sin aguzar, objetos de hierro realizados después de las actividades
varios lingotes de metal, fragmentos de paredes de sísmicas registradas en el yacimiento.
vasijas e instrumentos recortados, así como fragmen- En torno a mediados del siglo IV d. C., en torno a los
tos de plomo de antiguas tuberías, etc.; especialmente años 350-360 d. C., un proceso de reacomodo de la falla
significativo este último apunte, pues el edificio carece que recorre longitudinalmente el área provocó un terre-
de cualquier infraestructura hidráulica, por lo que pare- moto que alcanzó una fuerza de 6-6,5 en la escala Rich-
ce evidente que la presencia de este material en este ter y que supuso la subsiguiente ascensión de arenas
emplazamiento es para su reutilizacion como fundente licuefactadas a la superficie que rompieron los niveles
en el restanado de metales. de deposición superiores y que se fueron hundiendo
Las escorias de la villa romana de La Torrecilla ofre- paulatinamente. Se abrieron bocas de tipo volcánico
cieron datos sobre la presencia de escorias relaciona- por donde afloraban estas arenas, cambiando el paisa-
das con el forjado de hierro y otras, más porosas y livia- je en todo el entorno. Este efecto de licuefacción pudo
nas, asociadas a hornos de reducción de hierro (Blasco durar desde horas a días o semanas, hasta que final-
y Lucas, 2000: 117-122). mente estos volcanes de arena dejaron de manar. En
Por el momento el trabajo metalúrgico puede sola- relación a este fenómeno, se hallan asociados numero-
mente evaluarse por los restos de algunas escorias y un sos objetos de hierro. En la boca de volcán que corta
buen elenco de objetos acabados, sin embargo falta una estructura hidráulica, únicamente se hallaron pie-
por localizar los talleres especializados o forjas dentro zas trabajadas de hierro como picos, azadas, mazas,
de los poblados, villae o zonas suburbanas. Es muy podones, punzones y otros elementos menores, que
posible que se emplazaran fuera de los recintos habita- alcanzan un número aproximado de 150 unidades. En
dos, en zonas próximas y orientados de manera que los otra boca de volcán próxima, que no afectó a ninguna
vientos dominantes arrastraran lejos sus humos y estructura, únicamente fueron depositados, en un
gases nocivos. También es probable que los productos, número que superaba las cifras anteriores, distintos
bien las zamarras o los lingotes, se transportase direc- elementos de recorte de este mismo material.
tamente a los poblados donde se finalizaría el trabajo
de moldeado de la pieza. X. Conclusiones
Mención especial merecen los resultados de las Una aproximación a las memorias de excavación y los
excavaciones que se están desarrollando recientemen- estudios monográficos sobre los yacimientos de época
te en La Magdalena. Se han podido delimitar un área de romana en el entorno de Madrid nos permite llamar la
producción metalúrgica, con la presencia de hornos, atención sobre la necesidad de seguir analizando los
zonas de lavado, un área hidráulica asociada a los tra- metales. Los problemas de identificación así como el esta-
bajos y, lo que resulta más significativo, la presencia de do de conservación en que han llegado hasta nosotros,
cerca de 200 tortas de hierro acerado de extremada debido a la humedad y a otros factores que han daña-
pureza. Las tortas son de forma semicircular con una do seriamente el material, no facilitan su estudio. La
zona central cóncava que interpretamos como el área atención se ha centrado mayoritariamente en el análisis
JAVIER SALIDO, CÉSAR HERAS / Los metales de época romana en la Comunidad de Madrid 299

de piezas extraordinarias, como vajilla refinada, gene- BIBLIOGRAFÍA


ralmente mejor conocida fuera de nuestras fronteras, o
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dinámica de la arqueología de intervención que ha —— (1991): “Vajilla metálica de época romana en los museos
excluido dentro de los objetivos prioritarios, por nume- de Ciudad Real, Jaén y Linares”. Espacio, Tiempo y For-
ma, Serie II, Historia Antigua IV: 223-254. Madrid.
rosos factores, la publicación de los resultados, ha —— . (1995-1996): “Las guarniciones de cinturón y atalaje de
incentivado nuestro mayor desconocimiento sobre los tipología militar en la Hispania Romana a tenor de los
bronces hallados en la Meseta Sur”. Estudios de prehis-
mismos. La imperiosa necesidad de seguir trabajando
toria y arqueología madrileñas 10: 49-100.
en nuevos proyectos ha impedido analizar de manera —— (2009): “Vajilla metálica de época romana en la región
detallada materiales que requieren de un mayor estu- central de Hispania (actuales CC. AA. de Madrid y Casti-
lla-La Mancha)”. Sautuola XV: 327-348.
dio, como los metales. Como resultado de ello, resulta
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propuestas, en muchas ocasiones procedentes de nive- BARROSO CABRERA, R., et alii. (2001): “Los yacimientos de
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brio existente entre los testimonios procedentes de las 11:129-204.
microrregiones que conforman la actual Comunidad de BOROBIA MELENDO, E. L. (1988): Instrumental médico-quirúr-
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sobre todo, SE frente a la zona occidental y septentrio- dorromano en la calle sur de Getafe (Madrid)”. Boletín
nal. A esta problemática arqueológica, debemos añadir del Museo Arqueológico Nacional VIII (1): 97-127.
la dificultad a la hora de denominar determinadas pie- —— (1985b): “El edificio octogonal, tardoromano, de Valdeto-
rres de Jarama”. Tribuna d’arqueologia 1983-1984: 59-
zas que, por su estado fragmentario, ofrecen dudas 69.
sobre su funcionalidad. CASTELO RUANO, R. y CARDITO ROLLÁN, L. M. (2000): “La
romanización del territorio carpetano”. En C. Blasco
Además de los materiales ya publicados, hemos que-
Bosqued y C. Lucas Pellicer (eds.): El yacimiento romano
rido dar a conocer en este artículo otros inéditos proce- de la Torrecilla: de villa a tugurium: 253-361. Madrid.
dentes del yacimiento de La Magdalena (Alcalá de Hena- CHAVES TRISTÁN, F. y PLIEGO VÁZQUEZ, R. (2007): “Instru-
mentos de medida de pesos en la “Hispania” antigua”.
res), así como otros apenas conocidos aunque expues- Metalistería de la Hispania Romana, Sautuola 13: 237-
tos en los museos, que nos ayudan a completar el mapa 250.
de dispersión de los metales en la Comunidad de CUADRADO, E. (1991): “El castro de la Dehesa de la Oliva”.
Arqueología, Paleontología y Etnografía 2: 189-255.
Madrid. Para finalizar, queríamos transmitir que este tra- ERICE, R. (1987): “Una jarra tipo Blechkannen”. Boletin del
bajo pretende ser una revisión somera del material que Museo de Zaragoza 6: 471-474. Zaragoza.
puede servir de base de nuevos estudios en el futuro. —— . (2007): “La vajilla de bronce en Hispania”. Metalistería
de la Hispania Romana, Sautuola XIII: 197-215.
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