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Beth Ackerman
Publicado por Purposeful Design Publications (Spanish translation)
Primera edición 2011
Buena conducta: una guía práctica para la disciplina efectiva.
© por Beth Ackerman
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación podrá ser reproducida, pro-
cesada o transmitida en algún sistema ya sea electrónico o mecánico, fotocopia, grabación o
cualquier tipo de almacenamiento de información o sistema de extracción informática sin el
permiso previo de ACSI/Purposeful Design Publications.
La traducción de este libro se autorizó por medio de un contrato escrito entre Beth Ackerman y
ACSI/Purposeful Design Publications. Originalmente publicado en idioma inglés con el título
P.R.A.I.S.E –Effectively Guiding Behavior. Derechos Reservados © 2007 por Beth Ackerman.
Todos los derechos reservados incluyendo la traducción.
Texto bíblico tomado de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional (NVI), © 1999 por la
Sociedad Bíblica Internacional. Otras citas bíblicas se tomaron de la Biblia de Las Américas
(LBLA) © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usadas con permiso.
ISBN 978-9929-8071-5-0
Introducción 7
El maestro proactivo 9
Un maestro proactivo es agradable
Un maestro proactivo es muy respetado
Los refuerzos 15
Los refuerzos se deben implementar equitativamente
Los refuerzos se deben implementar inmediatamente
Los refuerzos deben identificar conductas específicas
Los refuerzos se deben implementar por etapas:
desde el menos limitado hasta el más limitado
Los grupos de aprendizaje cooperativo pueden usarse para
reforzar la conducta adecuada
La economía de fichas puede usarse para reforzar la conducta
apropiada
Las detenciones se pueden usar contra la conducta no deseada
El estudiante difícil
Análisis y evaluación 23
Un análisis funcional de la conducta puede ayudar a los maestros
a evaluar al estudiante
Recaudar información específica ayuda al maestro a entender la
mala conducta
Usar una tabla da información detallada de la mala conducta del
estudiante
Las causas de la mala conducta 27
Los estudiantes se comportan mal cuando prueban sus límites
Los estudiantes se comportan mal cuando quieren llamar la
atención
Los estudiantes se comportan mal cuando buscan poder
Los estudiantes se comportan mal cuando buscan venganza
Los estudiantes se comportan mal para mostrar falta de
adaptación
Encontrar una red de apoyo para maestros y estudiantes
Autogobierno 37
Un contrato de buena conducta puede empoderar a los
estudiantes
El autogobierno empodera a los estudiantes
La disciplina espiritual empodera a los estudiantes
Referencias 41
Introducción
Sea uno maestro, padre o líder de grupo juvenil de una iglesia, el manejo de
la conducta es un tema inevitable. Cualquiera que trabaja en educación sabe
que el desafío más grande de un maestro en el aula es el manejo de la conduc-
ta. Aunque hay una variedad de libros en la materia, poco se ha escrito para
educadores cristianos desde una perspectiva cristiana. Además, muchos de
estos libros dan consejos para manejar a la población general de estudiantes,
mientras que la mayor parte del estrés de un docente proviene de determina-
dos estudiantes que desafían la autoridad, rompen las reglas e interrumpen la
enseñanza. Incluso los maestros más reconocidos y expertos muchas veces
se desconciertan porque no saben qué hacer con estos estudiantes difíciles.
Este libro trata estas preocupaciones yendo un paso más adelante; no sola-
mente brinda consejo con respecto al control de la conducta en general sino
también da pautas para el manejo del estudiante difícil desde una perspectiva
cristiana, en conjunto con la investigación probada y real.
Por alguna razón cuando tratamos con la conducta del estudiante, algunos
maestros hacen a un lado todo lo que siempre han conocido acerca de la
educación; pero el punto de referencia es que se debe enseñar la conduc-
ta apropiada. Por ello, los maestros deben modelar la conducta apropiada,
evaluar la conducta actual del estudiante y crear planes para mejorar la con-
ducta. Cuando un docente le pregunta a un estudiante: “¿Cuánto es cuatro
más cuatro?” y la respuesta del estudiante es: “9”, el maestro eficaz nunca
respondería: “¡Discúlpame! ¿Crees que estoy jugando? Deberías ir en este
mismo momento a la oficina del director por lo que acabas de decir. Voy a
escribir tu nombre en el pizarrón”. Al contrario, un maestro eficaz enseñaría
la respuesta correcta y le mostraría al estudiante por qué la respuesta original
estaba mal. Un maestro eficaz ayudaría al estudiante a terminar la operación
matemática de forma correcta y pediría colaboración para que los padres de
familia dieran seguimiento a la tarea en casa.
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El mismo concepto aplica para el manejo de la conducta. En lugar de abrumar
a los docentes hablándoles acerca de la abundancia de recursos existentes,
este libro mostrará cómo los maestros pueden responder ante los desafíos
de conducta de sus estudiantes, edificando sobre lo que ya conocen acerca
de enseñar. Para ayudar a los maestros a aplicar sus habilidades educativas y
mejorar el comportamiento de sus estudiantes, este libro cubre las claves para
el manejo exitoso del aula. Esta herramienta sirve como un texto elemental
para evaluar y guiar la conducta de la gente joven y para crear un ambiente
positivo y estructurado en el aula. Esta guía puede usarse en charlas o pláti-
cas de desarrollo profesional para preparar a compañeros educadores a tratar
a los estudiantes difíciles. De todas maneras las discusiones en este libro
se enfocan en las técnicas del manejo de conducta para los docentes, o para
cualquier persona que trabaja con gente joven y los innumerables problemas
de conducta.
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El maestro proactivo
9
Un maestro proactivo es positivo
Otra razón común por la que los estudiantes se comportan mal es porque se
sienten amenazados en el aula; prefieren estar en la oficina del director en
donde se sienten seguros porque allí no harán el ridículo enfrente de su maes-
tro y compañeros. Los estudiantes que se sienten incómodos tienden a expre-
sarlo; debido a esto el aula debe ser una atmósfera en donde los estudiantes
se sienten seguros y experimenten el éxito. Los maestros positivos se dan
cuenta que todos los seres humanos, incluidos ellos mismos, no son perfec-
tos. Cuando se está tratando con un estudiante difícil, los maestros positivos
deciden solucionar el problema en lugar de preocuparse por los errores.
Por lo tanto, cuando los maestros positivos mantienen estándares altos, pro-
mueven un ambiente en donde todos los estudiantes se pueden sentir dichosos.
El buen humor puede ser una herramienta maravillosa, tanto para estudiantes
como para maestros. Los educadores que conocen sus propias limitaciones
pueden reírse de sus propios errores y perdonar más fácilmente los errores de
sus estudiantes. Sin embargo, cuando se esté creando una atmósfera diver-
tida es importante que los maestros usen el humor como una herramienta y
no como un arma. Particularmente cuando se trabaja con adolescentes, los
maestros pueden crear un ambiente en el que se puede ridiculizar a una per-
sona aunque tengan la mejor intención de impulsar una atmósfera tranquila y
alegre. Por ello, los maestros deben asegurarse que los estudiantes no sean el
centro de las bromas y motivar en lugar de criticar a sus estudiantes.
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secundaria se preocupen por agradar a sus estudiantes. Podrían creer que tie-
nen que hacerse amigos de los estudiantes para alcanzar las metas. Cuando
intentan hacer amistad pueden perder el respeto suficiente de los estudiantes
pero los maestros pueden ser proactivos en tener un aula que sea divertida e
innovadora y a la vez mantener estructura y estándares, además de ser queri-
dos y respetados.
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Un maestro proactivo se moviliza en el aula
Los maestros que permanecen atrás de su escritorio o del podio de conferen-
cias, perderán oportunidades para involucrar a los estudiantes en el aprendi-
zaje. Para ser capaces de aprovechar todos y cada uno de los momentos de
enseñanza, los maestros deben estar al tanto de lo que los estudiantes están
haciendo. El aula debe estar organizada de manera que permita al docen-
te moverse y mantener siempre la vista sobre los estudiantes. Es preferible
tener espacio suficiente entre las filas de los escritorios para que el maestro
pueda desplazarse. Este arreglo es un beneficio adicional para dejar que los
estudiantes caminen por el aula sin caminar en medio de los escritorios. Ade-
más, los docentes deben estar atentos de los posibles problemas entre sus
estudiantes. Es triste cuando ocurre un incidente y el maestro debe decirle a
los padres o al director que no vio lo que sucedió. A los maestros se les ha
confiado la supervisión de sus estudiantes y los estudiantes difíciles buscarán
oportunidades para comportarse mal cuando su maestro no los está obser-
vando. El desplazamiento o movimiento del docente puede minimizar tales
oportunidades, previendo posteriores problemas.
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USO CORRECTO USO INCORRECTO
Ser amable y respetar a los No hablar mientras el maestro
demás. está hablando.
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Los refuerzos
El maestro debe usar los refuerzos para mantener la disciplina. Así como los
maestros emplean refuerzos tales como notas de conceptos académicos en la
enseñanza también pueden usarlos cuando enseñan a los estudiantes a mane-
jar su conducta. Estos pueden ser tanto positivos como negativos. El prover-
bio “no corregir al hijo es no quererlo; amarlo es disciplinarlo” (Proverbios
13:24) aplica aquí. La “vara” de la parábola del buen pastor no solo se usa
para conducir a las ovejas en la dirección correcta sino también la usa como
gancho para guiarlas suavemente. Además, el pastor emplea muchas otras
técnicas para guiar a las ovejas tales como conocer y suplir sus necesidades
como habla Salmos 23.
Los maestros deben intentar diferentes refuerzos en lugar de darse por ven-
cidos cuando el primero no funciona. Un maestro que es reactivo en lugar
de proactivo, podría hacer comentarios como el siguiente: “Una vez más y
te mando a la oficina del director”, o “sal del salón”. A los directores no les
gusta este método y esta clase de maestros se darán cuenta que es más fácil
obtener el apoyo del director después de haber agotado todas las posibilida-
des dentro del aula. Los docentes efectivos usan más refuerzos positivos que
negativos. De esta forma mantienen una atmósfera de clase positiva en donde
se recompensa la buena conducta. Lo más importante es que los buenos
maestros no temen los refuerzos positivos y negativos; cuando estas técnicas
se implementan correctamente, funcionan bien.
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Los refuerzos se deben implementar equitativamente
Para que las recompensas y las consecuencias sean efectivas, deben darse in-
mediatamente después de la infracción. Los estudiantes necesitan reconocer
los límites para saber exactamente cuándo han cometido un error en su con-
ducta. De nuevo, así como en la enseñanza, la retroalimentación inmediata es
mejor para avanzar en el aprendizaje. Aunque los docentes deben responder
a una conducta inapropiada de manera inmediata, siempre deben permanecer
en calma y actuar sobre el hecho cuando dan una consecuencia. No hay razón
para que los maestros griten, vociferen, o hablen de manera que solamente
muestren la autoridad evitando así la comunicación con sus estudiantes. Los
maestros pueden ser firmes sin levantar su voz y gritar es inconsistente con la
conducta adecuada que deben modelar a los estudiantes. Además, para evitar
que los estudiantes se salgan de control, siempre es mejor separar del grupo
a los niños o adolescentes difíciles antes de establecer límites diferentes. Así
como se evita que el resto de la clase conozca la mala nota o calificación de
un estudiante, se debe evitar ridiculizar a un estudiante difícil enfrente de sus
compañeros. Hay un lugar para usar la presión del grupo para promover una
conducta positiva pero es mejor cuando se usa para un reforzamiento positivo
en lugar de hacerlo de forma negativa.
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Los refuerzos deben identificar conductas específicas
Tener refuerzos que identifiquen conductas específicas puede ser uno de los
pasos más importantes para dar recompensas y consecuencias. Para tratar de
manera efectiva con un estudiante que desafía se debe identificar la conducta.
Si una categoría o sentimiento amplio y abstracto se separa en una conducta
específica, será posible responder a éste y los estudiantes podrán diferenciar
mejor la conducta aceptable o no aceptable y tomarán responsabilidad sobre
sus acciones. Por ejemplo, si un estudiante tuviera problemas con la ira,
entonces no debería castigarse por la entidad abstracta: la ira. Mas bien, el
maestro debe identificar una conducta específica como voltear la cara, decir
malas palabras o lanzar un objeto. Así como hacen los docentes cuando de-
terminan el objetivo de un plan de lección, así deben determinar la conducta
específica que necesita cambiarse. Identificar la conducta ayuda a los maes-
tros a comunicar a los estudiantes, padres de familia y directivos docentes la
conducta con la que hay que trabajar. Por ejemplo, un maestro podría decirle
a Juanito que no sea irrespetuoso pero Juanito no sabe lo que esto significa.
El maestro debe referirse a una conducta más específica e identificable, como
por ejemplo voltear la cara ante el profesor. Muchas veces el hecho de iden-
tificar el problema puede ayudar a que el estudiante cambie su conducta.
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Los refuerzos se deben implementar por etapas:
desde el menos limitado hasta el más limitado
Siempre es difícil determinar qué tipos de recompensas o castigos se pueden
usar pero también es importante empezar con el más sencillo: el refuerzo me-
nos limitado. Esto enseña al estudiante a internalizar la conducta en lugar de
tener miedo al castigo severo del maestro o a ser sobornado por una excesiva
recompensa de su parte.
EJEMPLO DE EJEMPLO DE
REFORZAMIENTO POSITIVO REFORZAMIENTO NEGATIVO
Palabras positivas Llamadas de atención verbales,
ceños fruncidos
Llamadas telefónicas positivas a
casa del estudiante Recordatorios de las reglas
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Muchos maestros con experiencia dominan estas técnica. Naturalmente tie-
nen un repertorio de conductas sin perder el ritmo de su enseñanza académi-
ca. Un maestro con experiencia usa el control de proximidad cuando está
enfrente al escritorio de un estudiante que no hace su tarea, mientras se dirige
hacia Juanito y le hace un guiño por hacer un gran trabajo y luego se mueve
hacia el otro lado del aula y lanza una mirada de desaprobación a Cristian.
Algunas veces este tipo de educación pasa inadvertida porque estas aulas
tienden a cambiar. Los maestros que están buscando maneras de manejar los
problemas de conducta en sus aulas, harían bien en observar en acción a estos
maestros con experiencia. Entender y usar la técnica de lo “menos a lo más
limitado” también ayuda al profesor a comunicarse mejor con los padres y
los directores cuando se necesita más ayuda. La mayoría de los administra-
dores aprecian de gran manera a los maestros que manejan la conducta de los
estudiantes dentro de sus aulas. Sin embargo, cuando se necesita ayuda de
casa o del director, es mejor si el docente puede articular lo que ha intentado
antes de pedir ese apoyo.
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Los grupos de aprendizaje cooperativo pueden usarse
para reforzar la conducta adecuada
20
Las detenciones se pueden usar contra la conducta
no deseada
Las detenciones o castigos son un tema controversial. Hay quienes opinan
que pueden ser humillantes o inefectivas. De hecho, la mayoría de los maes-
tros usan esta técnica aún cuando no la reconocen con ese nombre. Por ejem-
plo:
El estudiante difícil
Hasta este punto, la mayoría de los maestros conocen y usan las técnicas de
manejo del aula discutidas anteriormente (ser proactivos y cómo usar los re-
fuerzos), pero la importancia de estos pasos no puede hacerse de menos. Son
el fundamento de un plan efectivo para el manejo de la conducta. La mayoría
de los estudiantes responden bien a ellos pero todos estos maravillosos inten-
tos, también con frecuencia, no son dirigidos para estudiantes con problemas
de conducta. Los siguientes pasos para el manejo de las interrupciones cróni-
cas en el aula se edifican sobre las dos primeras técnicas y principios.
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Análisis y evaluación
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Evaluación Multimodal de la Conducta
(Adaptado de Miller, Multimodal Functional Behavioral Assessment)
EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA
Nombre del estudiante: ______________ Fecha de nacimiento:_________ Fecha: ________
Fuente de la información __ Observación __ Entrevista con el estudiante
__ Entrevista con docente __ Entrevista con padre
__ Escalas de puntuación __ Pruebas normativas
Descripción de la conducta:
Lugar(es) en el cual ocurre la conducta:
Frecuencia:
Intensidad (Consecuencias del problema de conducta del estudiante, los compañeros
y el ambiente educativo):
Duración:
Descripción de intervenciones previas:
Impacto educativo:
Función de la Conducta:
Especifique la función hipotética para cada área señalada a continuación.
⎕ Refuerzo (identifique los motivos y retribuciones ambientales que juegan un rol en organizar y tratar
los problemas de conducta):
Antecedentes:
Consecuencias:
⎕ Patrón (identifique el grado en el cual se copia la conducta, de quién se imita y por qué se imita):
⎕ Aspectos familiares (identifique los aspectos familiares que juegan un rol en organizar y tratar los
problemas de conducta):
⎕ Necesidad comunicativa (identifique lo que el estudiante está tratando de decir a través de la mala
conducta):
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Recaudar información específica ayuda al maestro a
entender la mala conducta
Se pueden utilizar diferentes técnicas para ayudar a recaudar información
para el AFC. Una técnica muy simple, como la de abajo, ayuda al docente a
marcar la cantidad de veces que un estudiante realiza una conducta identifica-
da en cualquier período de tiempo. Por ejemplo, un maestro tiene problemas
con “Susanita” quien habla mucho sin levantar la mano. El maestro puede
cuantificar la conducta marcando rayitas sobre una hoja de papel cada vez
que la niña habla de esta manera en un período de quince minutos.
/ IIII
Susanita IIII / III = quince minutos
Muchas veces, compartir esta información con los padres de familia o con
estudiantes mayores es todo lo que se necesita para que empiecen a ver el
problema. Una cosa es que un docente le diga al padre de Susanita que ella
interrumpe la clase hablando sin permiso y otra muy diferente es decirle que
la niña habló sin pedir el turno durante trece veces en un período de quince
minutos. Recaudar esta información le da al maestro una herramienta para
comunicarse con otros acerca del problema que está ocurriendo en el aula.
Además, así como un maestro da tareas periódicas para revisar el progreso de
un estudiante, recauda este tipo de información para establecer una referencia
y así determinar si los planes de intervención son efectivos. Para sopesar la
efectividad de este plan, el docente continúa recaudando información des-
pués de intentar con diferentes respuestas a la conducta del estudiante.
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ANTECEDENTE CONDUCTA CONSECUENCIA
Clase de matemática/ Habló sin pedir el turno Estudiante ignorado
explicación del
maestro
Tarea en casa Habló sin permiso Se le hizo una
advertencia
Leer oralmente Hizo una pregunta Contestó la pregunta
inapropiada
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Las causas de la mala
conducta
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Los estudiantes se comportan mal cuando prueban
sus límites
La razón más común por la que los estudiantes (o cualquier persona en este
caso) no siguen las reglas es para probar sus límites. Es fácil probar los lí-
mites, es la naturaleza humana pecaminosa básica. Por ejemplo, cuando la
velocidad límite es de 80 kilómetros por hora, la mayoría de personas irá a
100 kilómetros por hora, confiando que no serán descubiertos. Lo mismo
sucede en el aula, los estudiantes probarán hasta dónde pueden llegar. Un
maestro puede saber si este es el problema que está enfrentando en caso que
la mayoría de estudiantes de un grupo grande estén demostrando problemas
de conducta. Estos estudiantes probarán al maestro. La mejor manera de
combatir este problema es dar todos los pasos de las primeras dos secciones:
siendo proactivos y usando los refuerzos. Otros tipos de mala conducta pue-
den exigir mayor planificación que la discutida hasta este momento.
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Las siguientes claves se pueden utilizar con un estudiante quien busca poder:
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Algunas veces, la venganza se da después: el estudiante podría tener una
mala actitud después de regresar de una detención, suspensión o después de
haber recibido comentarios disciplinarios por escrito. Las siguientes son su-
gerencias para tratar con un estudiante en busca de venganza:
Por lo general, el maestro simplemente puede hablar con los estudiantes acer-
ca de estos conflictos y hacerles saber que son valorados. Si se debe castigar
a un estudiante que quiere vengarse, el maestro debería ver si alguien más le
puede ayudar a administrar dicho castigo. Con frecuencia resulta útil dar un
breve discurso con amor a esta clase de estudiantes: “Sería fácil para mí ig-
norar lo que haces pero porque me interesas mucho y me preocupa tu futuro,
necesito enseñarte a no responder de esa manera”.
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Encontrar una red de apoyo para maestros y estudiantes
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32
La comunicación
con los estudiantes
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La Gran Comisión llama a los maestros cristianos a
alcanzar a los estudiantes difíciles
Él les dijo: “Ustedes se hacen los buenos ante la gente, pero Dios
conoce sus corazones. Dense cuenta de que aquello que la gente
tiene en gran estima es detestable delante de Dios” (Marcos l6:15).
Los maestros de escuelas y colegios cristianos son capaces de suplir las ne-
cesidades individuales de los estudiantes que muestran retos en su conducta,
solamente si están dispuestos a recibir a todos los hijos de Dios. Los evange-
lios hacen un llamado a los cristianos a alcanzar a toda las personas y a liberar
a los prisioneros. La primera herramienta para ayudar a los maestros a tomar
la decisión no podría ser más obvia o reconocida: la oración.
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El explica: “Aprender a orar por otros es escuchar la dirección del Señor”
(2009, 56). También escribe: “la imaginación le abre la puerta a la fe” (2009,
58). Por lo tanto, cuando los maestros oran por sus estudiantes, deben ima-
ginar al estudiante comportándose bien y siendo íntegros. Cualquier maestro
que está tratando con un estudiante difícil debería invertir tiempo en estudiar
la oración. Los libros como el de Foster dan consejos respecto a cómo orar en
contra del enemigo y por sanidad de tal forma que ayude tanto a estudiantes
como a maestros a través de su caminar espiritual.
El desafío de tratar con estos estudiantes y orar por ellos también hace algo
por el maestro. Le enseña acerca de la paciencia y ofrece una oportunidad
para mostrar el amor y la gracia de Dios. Además de orar porque Cristo co-
mience a trabajar en los corazones de los estudiantes, un maestro está pidien-
do que el Señor también trabaje en su corazón. Estos estudiantes difíciles
ponen retos a sus maestros. Santiago 1:12 nos dice: “Dichoso el que resiste
la tentación, porque al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios
ha prometido a quienes lo aman”. El trabajo de un cristiano no se supone
que sea fácil. Cuando un maestro cristiano está siendo probado y refinado
debe verlo como una bendición del Espíritu quien le enseña cómo cultivar de
mejor forma el fruto del Espíritu.
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Autogobierno
Es muy importante que los maestros dirijan a los estudiantes en el manejo
de su propia conducta. Gálatas 5:22, 23 declara: “ En cambio, el fruto del
Espíritu es… dominio propio. No hay ley que condene estas cosas”. Ideal-
mente, los estudiantes deberían ser capaces de manejar su propia conducta en
lugar de se controlados por influencias externas. Empoderar a los estudiantes
a manejar su propia conducta puede ser uno de los retos más grandes del
maestro. Si un docente con un estudiante que tiene algún problema con su
conducta le pide actuar de manera que parezca normal para el maestro, éste
debe recordar que el estudiante está aprendiendo a comportarse de una mane-
ra que de hecho es anormal para él. Sin embargo, las escuelas pueden ayudar
a los estudiantes en esta lucha enseñándoles mediante un plan de manejo de
conducta en cuya creación ellos mismos hayan participado. La meta de di-
cho plan es que el estudiante aprenda cómo emitir la conducta adecuada sin
ayuda externa. Las escuelas podrían permitir dar refuerzos a los estudiantes y
animarles a controlar de manera independiente esos problemas de conducta.
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CONTRATO DE BUENA CONDUCTA
Si yo _____________________________ demuestro una buena conducta,
entonces podré _______________. Si yo _________________________,
entonces necesitaré________________________________________.
_________________________ ____________________________
Firma del maestro(a) Firma del administrador(a)
_________________________ ____________________________
Firma del estudiante Firma del padre o madre de familia
Este contrato siempre debe estar disponible y a la vista del niño, en su escrito-
rio o en su cuaderno de tareas. El maestro debe verificar que el contrato tenga
una meta específica identificada, medible y observable para que el estudiante
pueda recibir los debidos reconocimientos o las consecuencias. Por ejemplo,
si Juanito no interrumpe la clase durante veinte minutos recibirá una marca
de chequeo. Después de quince marcas, Juanito puede elegir una tarea que no
tendrá que completar. Si Juanito no recibe ninguna marca durante el período
de clase, entonces Juanito perderá el privilegio de jugar con video juegos en
casa durante esa tarde. Muchos planes creativos y contratos pueden imple-
mentarse para ayudar al estudiante a alcanzar el éxito. Es importante que
el maestro haga uso de la información obtenida en el AFC para asegurarse
que al estudiante se le está colocando una meta alcanzable. Si el estudiante
interrumpió la clase cada dos minutos durante el tiempo en que se le estuvo
dando información entonces esperar durante veinte minutos puede ser dema-
siado tiempo.
También es importante enfocar como meta solo una de las conductas de los
estudiantes difíciles o retadores. Limitar el enfoque puede ser un desafío en
sí mismo ya que con frecuencia hay muchas cosas que los maestros quisieran
cambiar en los estudiantes pero se puede sobrecargar a los mismos y hacerles
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sentir que de todas maneras van a fallar si se les da mucho con lo cual tratar
de una sola vez. Por esta razón, un contrato de buena conducta debería en-
focarse en un comportamiento que se pueda identificar, así como se discutió
previamente. Otros comportamientos pueden irse agregando como mejoras
que se obtengan en el área tratada.
CONDUCTA IRRESPETUOSA
Tiempo de inicio: Tiempo final:
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La disciplina espiritual empodera a los estudiantes
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REFERENCIAS
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Record 43, No. 1:39-41.
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Edición especial. Professional School Counseling 1, No. 3:57-60.
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