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Reseña del prefacio de Las Palabras y Las Cosas de M. Foucault.

El texto de Foucault se constituye a partir de un escrito de Borges, no de su descripción misma si


no de la imposibilidad de hilvanar sus elementos, del hecho de que se vuelva incoherente la
proximidad y relación ente los objetos que enumera.

Menciona animales fantásticos que sólo existen en el imaginario, sí, pero esto no es lo que lo
incomoda sino que es el hecho que los sitúe cercanos a los animales reales, y quizás también que
haya un supuesto espacio en donde estos se junten. ¿Dónde podrían unirse si no es en el lenguaje
mismo? ese espacio no se menciona, simplemente existe una serie alfabética que sirve de hilo
conductor y permite su ordenamiento y por lo tanto, el lenguaje se mezcla con el espacio.

Pero más allá del desorden que esto trae, lo que Foucault resalta es como esto da lugar a pensar
en todos los posibles órdenes que existen, sin leyes ni reglas, y que incluso desafían la gramática.

El texto de Borges tiene una distorsión de laclasificación que hasta impide pensarla, Foucault
intenta reflexionar justamente sobre este pensamiento sin espacio y con categorías complejas,
sobre cuál sería la base a partir de la cual se relacionan, tienen diferencias y semejanzas elementos
tan diferentes e incomparables. Porque para toda comparación o experiencia debe existir un
criterio previo, un sistema u orden que funcione como ley interior.

Es a partir de esto que Foucault reflexiona en que una cultura, los valores, los esquemas
perceptivos, el lenguaje y las técnicas son regidos por códigos que fijan su orden empírico. Las
teorías científicas y filosóficas justamente explican el por qué de la existencia de ese orden
general, por qué ese y no otro. Pero a su vez, plantea la existencia de otro dominio, uno donde la
cultura se libra de sus órdenes e invalida parcialmente sus códigos, lo suficiente para darse cuenta
que no son los únicos posibles ni los mejores y de este modo, se encuentran allí, con el orden en
su ser mismo. Por lo tanto, más allá de loscódigos que ordenan y las reflexiones sobre este orden,
existe esta región más verdadera, donde se encuentra “una experiencia desnuda del orden y sin
modos de ser.”
El texto analiza esto, que la cultura tiene un orden y sus normas rigen los cambios, los
conocimientos, las teorías, las ideas, la ciencia.

Con respecto a las configuraciones que dieron lugar a las distintas formas de conocimiento
empírico, Foucault plantea dos grandes discontinuidades: una en la época clásica y otra en la
época moderna, con algunas coincidencias pero con el modo de ser de las cosas y los órdenes muy
distintos.

A partir del siglo XIX desaparece la teoría de la representación y el lenguaje pierde su importancia,
los proyectos son concebidos desde otro lugar y desde la mirada de la genealogía es probable que
esto se haya originado a partir de los mismos fenómenos de la modernidad: la ciencia, el
mecanicismo, la pérdida de los dioses, la cultura, y que actualmente ya se modificó al mundo
como imagen y esta como producción de conocimiento.

CAPITULO NUEVE
Michel Foucault en su capítulo noveno, el hombre y sus dobles:
Para el siglo XIX, siglo del romanticismo se marca la ruptura del pensamiento clásico con el
pensamiento moderno; con esto Foucault comienza estudiando dicha ruptura con “el retorno del
lenguaje” en donde expone la compleja relación de las representaciones, la finitud del hombre
que se encuentra enmarcado a lo material y la unión entre las palabras y las cosas durante el
pensamiento clásico, lo que logra esta ruptura ya para el pensamiento moderno se encuentra
cuando las palabras dejan de entrecruzarse con las representaciones y de esta forma ya el
conocimiento de la cosas no es “cuadricular” ni lleva un orden similar.

Así ya separado las representaciones, el lenguaje surge precisamente como un acto de escribir
dejando a un lado su forma universal del discurso, toma la formalización que da cuenta de lo que
se quiere decir y la filología que es el análisis del discursos (se incorpora a la literatura). Por eso
Foucault identifica la pregunta Nietzscheana ¿Quién habla? A lo que Mallarme responde: “La
palabra misma”. Con esta separación del discurso y las representaciones concluye que la
dispersión del lenguaje se encuentra ligada a la separación del discurso.

El siguiente punto que trata es “el lugar del rey”, retoma lo que planteaba en el primer capítulo las
meninas tomando la representación en el cuadro,el pintor, espectadores y cada uno de sus
momentos así como el espejo que muestra lo representado como un reflejo lejano,
reconociéndose así todas las formas que se entrecruzan en la representación del cuadro y no se
encuentra presente ante él, con esto no se daba la “existencia del hombre”, ni el “valor histórico
del lenguaje” al igual que el “poder de la vida” por lo que toma a la ciencia naturales en la forma
de no reconocer al hombre y colocándolo como una “especie”, y es precisamente cuando se entre
cruzan la naturaleza y la naturaleza humana que da reconocimiento al hombre tomando el papel
de aquello que no es representado y teniendo el poder de representar su representación. Al igual
que plantea el hecho de la representación y el ser expresado en el discurso del siglo XVII con el
“pienso” y el “soy permaneciendo bajo el cambio de lo que se piensa y de lo que realmente es.

En “la analítica y la finitud” se borra ese discurso clásico cuando se convierte la reflexión del
lenguaje en filosofía, la historia natural en biología y el análisis de las riquezas en economía
dejando atrás esta concepción aparece la dualidad ambigua de “objeto de un saber y de sujeto
que conoce” como exponía anteriormente en la meninas aquí el sujeto se ubica sobre el objeto,
las ciencias naturales precisaban este orden como una línea mecánica como mencionaba
anteriormenteesta ruptura se localiza en el paso del sujeto a objeto, a vivir en esa dualidad, sujeto
que estudia el objeto y sujeto que puede ser a la vez objeto de otro sujeto. Por otra parte se
encuentran las ciencias humanas con el acto de nombrar la naturaleza humana, como pliegue de
la representación sobre sí misma, transformando la sucesión lineal de los pensamientos en seres, y
así naturaleza y naturaleza humana entra en relación, de esta forma el hombre se encuentra
determinado, ya que de antemano piensa “lo impensado que se le escapa”. Dejando al hombre
como un “extraño duplicado empírico-trascendental” ya que dé él se toman conocimientos que
hacen posibles todo conocimiento, ahora no se da el análisis de las representaciones si no el como
“finitud” ya que se trata de estos conocimientos del hombre dados en contenido empíricos
mostrando todo lo que corresponden o que se da respecto a la experiencia y aquello que hace
posible dicha experiencia, sumando la importancia de la historia dentro de este conocimiento ya
que refleja condiciones sociales o económicas.

Lo que ha sido pensado y lo impensado lo expone en “el cogito y lo impensado”, el cogito significa
el acto de pensar (Descartes) y lo impensado seria la contraparte, como el inconsciente, en donde
el hombre y lo impensado son arqueológicamente contemporáneos “Lo impensado no está
alojado en el hombre como una naturalezaretorcida o una historia que se hubiera estratificado
allí; es en relación con el hombre, lo Otro: lo Otro fraternal y gemelo, nacido no de él ni en él sino
a su lado.” (Foucault, 317). Esto se encuentra ligado a lo exterior del hombre, que pasa ser la
figura del hombre en la modernidad y que se encuentra sumergida en el saber, pasando a ser
indispensable para conocerlo; de esta forma con el reconocimiento de la existencia del hombre y
del conocimiento exterior a él en el pensamiento moderno ahora el cogito es pensar lo
impensado.

Para “el retroceso y el retorno al origen”, toma la relación del hombre y el origen y realiza una
reflexión, a diferencia con el pensamiento clásico que no tomaba al hombre como ser ya que se
daba la sucesión en las representaciones como se ha dicho anteriormente, en el pensamiento
moderno el origen a diferencia de lo impensado es antes que el hombre, lo originario del ser
humano indica que las cosas comenzaron antes de él, cuya imposibilidad es que el origen
retrocede porque el hombre no figura y es inaccesible porque el hombre ni siquiera ha nacido. De
aquí precisamente es que toma el trabajo, la vida y el lenguaje como forma de esconder su propio
origen a aquellos mismo que hablan y existen ya que estos adquirieron su propia historicidad y no
se puede hallar su verdadero origen al igual que en la medida del tiempo el hombre por medio
deeste contexto es un ser sin origen.

Con la finitud, lo empírico - trascendental, lo impensado y el origen se encuentra su relación con el


lenguaje, con esto parte “el discurso y el ser del hombre” donde introduce el verbo “ser” el cual
con la finitud explica como el hombre se encuentra determinado por su exterior y que lo ligan a las
cosas, y la inversa que es el mismo infinito que da a su vez la posibilidad de aparecer toda
determinación en su verdad positiva. En lo empírico – trascendental muestra la experiencia y todo
lo que hace posible dicha experiencia y en la articulación muestra cómo se realiza el recorte de
palabra y las cosas que representan. Lo impensado pasa ser esa designación que se encontraba
“dormida” y que era necesario que saliera a la luz y el origen corresponde al análisis de la
derivación que mostraba el principio de la historia del lenguaje.

Termina este capítulo con “el sueño antropológico” en donde pone a la antropología como la
analítica del hombre, ya que con la perdida de la representación de determinar por sí sola, es
necesario que el conocimiento empírico estuviera por encima del “pienso” y así encontrar su
límite que sería en la finitud del hombre, por lo que el hombre puede ser infinito es decir ser
creativo, transformar etc. Esta finitud se queda en las condiciones exteriores ya que el hombre
piensa en determinado en un contexto finito.

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