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MARIANA MULLER

MODELOS
En el devenir histórico, podemos resaltar 3 grandes etapas de la orientación en
nuestro país:

Privilegia el método experimental y la evaluación


psicodiagnostica del sujeto individual en su perfil
psicológico, pata confrontarlo con las ofertas
educativas y laborales y proponerle una serie de
carreras o trabajos posibles, sin el acompañamiento
en el proceso de elección.
El paradigma prevaleciente en esta estrategia es el
MODELO de la psicología diferencial.
PSICOTECNICO Privilegia el rol del orientador como experto asesor,
(1910-1960) quien da un diagnóstico del sujeto y le prescribe
una serie de alternativas para que opte de acuerdo
a su prescripción.
Se destacan los estudios psicométricos, la
estandarización de test mentales. Si bien, es la
modalidad más antigua, no deja de estar presente
en la actualidad en algunas propuestas
orientadoras.

Surge a partir de la creación de las carreras de


psicología y de psicopedagogía. Se basa en el
psicoanálisis y la psicología social. Aplica la
estrategia clínica operativa tomando en cuenta la
singularidad de cada situación de consulta, y la
focaliza en función de dos ejes relevantes: la
educación y el trabajo.
MODELO CLINICO Acompaña a los consultantes a construir un
(1960-1990) proyecto personal con inserción social.
Este modelo privilegia el rol protagónico de los
orientados, con el orientador como acompañante.
Se aplicó por mucho tiempo y sigue vigente en la
orientación de sujetos en transición hacia un nuevo
nivel educativo.
Opera en forma individual y grupal, y extiende su
acción a la realización de talleres en ámbitos de
educación y de salud mental.
La orientación afronta las aceleradas
transformaciones del mundo económico, laboral y
sociocultural. Los nuevos desafíos llevan a nuevos
paradigmas resaltándose el del pensamiento
complejo y el trabajo interdisciplinario para abordar
los nuevos escenarios sociales y subjetivos.
El pensamiento complejo se despliega en el siglo XX
ante el ocaso del pensamiento positivista. El nuevo
abordaje epistémico se abre a conocimientos
MODELO multidimensionales, reconociendo los principios de
INTERDISCIPLINARIO incompletud, articulando dominios disciplinarios.
En esta etapa, se utiliza la estrategia
constructivista, trabajando con los anudamientos
socio-histórico culturales, educativos, laborales que
transversalizan a cada sujeto, grupo, institución y
comunidad donde se efectúa la orientación,
incluyendo a los orientadores como sujetos
contextualizados. Este modelo promueve el
protagonismo de los orientadores y abre la
participación a otros sujetos, grupos o instituciones
del contexto que contribuyan a la construcción de
los proyectos personales.

La teoría si bien sigue el modelo clínico, se abre a lo multireferencial,


incorporando aportes sociológicos, antropológicos, pedagógicos, de las ciencias
políticas y económicas, yendo más allá de un abordaje exclusivamente
psicológico, centrado en la subjetividad individual, y sobrepasando al aporte
psicotécnico.

Las consultas cambian hoy sus características: se demanda por parte de


estudiantes universitarios que quieran revisar sus opciones luego de incursionar
por varias carreras que abandonan, o que habiendo terminado una primera
carrera, solicitan ayuda para decidir opciones de postgrado, hacer una segunda
carrera o cambiar el ámbito laboral.

La orientación ha diversificado sus ramas: no solamente vocacional


profesional u ocupacional, sino también educacional, laboral, personal y
continua.

Las prácticas se realizan en forma de procesos individuales, grupales, mixtos y


de talleres. Los ámbitos pueden ser es educativos públicos y privados, en los
distintos niveles educativos, particularmente al finalizar los ciclos primarios y
secundarios y en universidades, en hospitales públicos, servicios de salud
pública y en prácticas de consultoría privada.

¿Cuáles son los cambios en las subjetividades que nos consultan?

Las movilizaciones históricas, políticas, económicas, sociales modelan de nuevas


maneras las subjetividades emergentes. Las condiciones históricas anudan
complejidades que vuelven hoy trabajoso el tema de explotarse y conocerse a
uno mismo, así como conocer la realidad contextual, altamente compleja y
cambiante.

Concierto en profundidad y comprende estás nuevas condiciones, entender,


traducir y hablar estos nuevos lenguajes humanos, culturales y tecnológicos, se
convierte en el desafío actual de los orientadores.

Dentro de estos cambios en los contextos y las subjetividades, son


particularmente interesantes para la orientación los cambios en las
subjetividades de género, tanto en las mujeres como en varones.

La formación de los orientadores demanda una actualización y formación


continuas. Requiere de especializaciones de postgrados, abiertas a graduados
universitarios en apertura a un amplio abanico interdisciplinario. La orientación
es una disciplina en construcción y en transformación. Requiere de nuestro
compromiso humano y profesional.

La identidad profesional de los orientadores será en parte una identidad


especializada en el ámbito de sus incumbencias, y en parte una identidad social
basada en el vínculo interhumano, en el servicio y la ética

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