Sunteți pe pagina 1din 10

Estudiante: Jeannette Benítez

Carnet: 00412517 Sección: 01

Bibliografía: Richard, P. (1987) La fuerza espiritual de la Iglesia de los


pobres. Costa Rica: Editorial DEI

Asignatura: Eclesiología Latinoamericana

Maestro: Padre Rodolfo Cardenal

El libro “La fuerza espiritual de la Iglesia de los Pobres” fue publicado en 1987 años
de crisis y guerras en algunos países de Latinoamérica, según las estadísticas que
aporta el autor para el año 2,000 el 80% de la humanidad se concentrara en el
Tercer Mundo, además de esto encontramos que el banco mundial arroja que los
porcentajes de pobreza en Latinoamérica varían de acuerdo al país, Chile por
ejemplo es el que presenta los índices de pobrezas más bajo un 11.7%, y los índices
de pobreza más altos son encontrados en Centroamérica con un porcentaje de
41.8%.

Al revisar estas estadísticas tan abrumadoras, nos replanteamos dos preguntas


después de 30 años de la publicación del libro en mención, ¿Se concretizo el
propósito del autor de crear un nuevo modelo de Iglesia desde la perspectiva de los
pobres, apropiado y que haga creíble el Evangelio de Jesús a esta humanidad?
¿Hay una iglesia preparada para las exigencias del Tercer Mundo hoy?

1
Las tesis que el autor propone son enunciadas en dos preguntas principales: ¿Es
posible una Iglesia de los Pobres? Y si es posible, ¿Dónde está nuestra fuerza? El
autor responde estas preguntas a lo largo de su libro y sobre todo se preguntará si
la Iglesia de hoy en día es realmente factible y pertinente; el mismo se responde y
menciona que: “Efectivamente la Iglesia de los Pobres tiene futuro y que es un
proyecto creíble y posible. Pero entonces si este proyecto es creíble se pregunta el
autor “donde está la fuerza para construirlo” Es importante esclarecer que el autor
considera que la Iglesia de los Pobres no se quiere imponer autoritariamente ante
el mundo, muy por el contrario, solo busca hacer creíble ese mensaje del evangelio
dentro de un ambiente lleno de opresión e injustica. Que esta Iglesia de los pobres
insiste en defender a la masa vulnerable de la sociedad, además de llevar un
mensaje de esperanza no trascendente, sino un mensaje de esperanza liberador
desde los valores del Reino.

Este mensaje de transformación de la conciencia religiosa de las personas deberá


ser trabajado en conjunto, entre todos los que conforman la iglesia, el autor
menciona que “Es necesario la evangelización masiva a través de signos visibles y
creíbles a la conciencia y memoria colectiva del pueblo, que puedan ser asumidos
por la Conciencia Religiosa Popular. Ahí está la fuerza y el futuro de la Iglesia de
los Pobres”.

¿Y porque la iglesia debe insertarse en el mundo de los pobres? Sin lugar a dudas
porque ellos representan la mayoría, y esta mayoría está siendo tratada
injustamente, sus derechos constitucionales se están violentando. Más penoso es
ver que incluso algunas Iglesia, y como iglesia en este sentido me referiré a la iglesia
protestante evangélica, deja de ser creíble por su afán de obtener de los más
necesitados los fondos suficientes que les permitan en algunos casos el lujo y la

2
buena vida de sus líderes. También eso es un pecado que la iglesia comete ante
Dios. No hay duda se unen al pecado estructural que asfixia a los pobres.

La alternativa que nos propone la Comunidad Eclesial de Base nos permite ser
positivos y pensar que podemos mirar el cristal desde otra perspectiva, porque es
en esa comunidad donde se replantea la vida de sus fieles, las condiciones de esos
fieles partiendo de otra configuración y basada siempre en la lectura popular de la
Biblia, la cual sin duda les permite reflexionar desde opción de Dios por los pobres
desde el Antiguo Testamento. A mayor comunidad o comunidades mayor fuerza
para enfrentar el pecado estructural que les angustia. Y entre mayor sea el número
de personas que la conforman mayor y más abundante serán las participaciones
creativas que surjan desde el corazón de las CEB´S.

Es de tomar algunos aspectos dirá Pablo Richard y entre ellos está que la fuerza de
la iglesia recae en contar con una nueva estructura ministerial, y menciona
literalmente el autor “Creemos que el futuro de la Iglesia de los Pobres en gran
medida descansa en estos ministros locales; será el ministerio local lo que permitirá
un real enraizamiento o inculturación de la Iglesia en las mayorías populares”

Añadirá que no hay futuro para la iglesia si no se transforma la estructura jerárquica


que ha prevalecido por siglos, asegura que “La Iglesia de los Pobres sólo podrá
crecer y fortalecerse con una nueva estructura ministerial, especialmente con una
multitud de nuevos ministerios locales (laicales, funcionales, enraizados)” considera
Richard que ahí está la fuerza de la Iglesia.

Otro aspecto extremadamente importante de mencionar es la fuerza del


ecumenismo, fuerza que renueva a los individuos y los prepara en función del Reino
de Dios, impulsa a un diálogo interreligioso entres diversas denominaciones, a
valorar las verdades y aspectos positivos existentes en cada una de las religiones
adyacentes. Y que una vez conociéndose, aceptándose y trabajando en equipo se
3
pueda ir con un solo objetivo el de ponerse cada una de ellas al servicio de Dios,
saliendo de su confort y de las paredes de la infraestructura de su iglesia,
encaminados a aquellos que están despreciados, marginados y en sufrimiento.

La reflexión teológica entonces dirá Richard también es de vital importancia porque


concientiza a los demás con preceptos que van más allá de una mera
espiritualización de la religión, además de corregir aquellas interpretaciones
erróneas que se hacen al texto bíblico, y que generalmente han servido para
manipular y ejercer dominio sobre los menos favorecido de la sociedad.

Lo que expusimos anteriormente incluye a la iglesia que muchas veces también ha


servido como instrumento del opresor en su objetivo de alienación de las masas
populares. También la teología deberá desligarse en su totalidad de fórmulas
colonizadoras que siguen aún afectando en pleno siglo XXI. Estas fórmulas colonias
afectan no solo a los individuos sino a grupos enteros de una sociedad en general.
En este sentido es gratificante ver como diferentes teólogos den a luz teologías
surgidas desde el corazón mismo del pueblo, tal es el caso de las teologías
indígenas, negra, feminista entre otras. En hora buena la afirmación de Pablo
Richard que dice que “El cristianismo solo puede tener futuro y fuerza, si logra
enraizarse en este Tercer Mundo”

Según Richard este libro nace de un movimiento ya existente de Comunidades


Eclesiales de Base localizadas en toda América Latina, que agrupa entre sus fieles
a los pobres, y que a su parecer es un modelo “posible, creíble y legítimo”.
Inmediatamente el autor comenta que se crean conflictos al querer renovar la
iglesia, y sobre todo si esta viene renovada desde la perspectiva de los pobres,
porque si realmente para que una iglesia sea de los pobres y para los pobres deberá
en primer lugar agrupar a los pobres de todos los segmentos de la sociedad, incluso

4
Aquellos que son marginados por no cumplir estereotipos sexuales “normales” o por
dudosa moral desde la perspectiva de la Iglesia.

En segundo lugar, afirma que esta acción ha de realizarse por medio de una
denuncia profética en favor de la comunidad, los pobres; sin importar si esta
denuncia trae complicaciones de orden político, social o incluso religioso. De no
cumplir estos dos aspectos la iglesia es una iglesia muerta, una iglesia que murió
en la cruz con Jesús, o una iglesia de la cristiandad. Serán un grupo de fieles que
no llevara a cabo su efecto de transformación y liberación del pueblo.

Y nos referimos a la cristiandad categóricamente porque esta difiere en gran manera


del modelo de Jesús y de su mensaje del Reino, Jesús en contra de la religiosidad,
de los dogmas, de los religiosos, del sistema y del estado. La cristiandad una versión
contraria en su totalidad a la Iglesia de los Pobres, en primer lugar, porque esa
cristiandad abunda en riquezas, y en segundo porque sus alianzas son más de
orden político queriendo ejercer influencia desde el estado, conscientes además
que esa relación contractual beneficia sus propios intereses económicos, políticos
y religiosos. En cambio, la iglesia que nace del pueblo, mantiene sus relaciones
entre los grupos más vulnerables, aquellos grupos oprimidos a los cuales se les
niega toda clase de derechos o de justicia.

Considero que no solo surge un choque histórico entre la Iglesia de la Cristiandad y


la Iglesia de los Pobres, sino que existe a la vez un antagonismo y una tolerancia
de parte de la Iglesia de los pobres a la Iglesia de la Cristiandad, que siempre ha
mostrado su beneplácito por las cúpulas del poder. Es aquí donde considero que
para ser las CEB´S un verdadero modelo de iglesia para los pobres deberá
desligarse en su totalidad de la Iglesia Institucional, y su relación con las estructuras
de poder deberá ser única y exclusivamente para negociar en favor de la Iglesia
Pobre que representa. Deberá a la vez transformarse en una nueva alternativa en

5
la cual no solo católicos sino protestantes u otras confesiones religiosas puedan
encontrar un espacio que les permita abogar por los derechos de los más
necesitados.

Que la fraternidad no se limite solo entre los religiosos de las mismas líneas de
pensamiento o las mismas denominaciones eclesiásticas, sino que se realice entre
seres humanos seguidores de Jesús y como seguidores ser entes de cambio como
lo fue el Maestro. Es importante añadir además que según el autor “La Iglesia de
los Pobres no puede así apreciarse por un criterio puramente cuantitativo, sumando
simplemente cada CEB y los agentes de pastoral (curas, religiosos, laicos)
encargados de las CEB. Hay que utilizar un criterio cualitativo y apreciar el impacto
liberador y transformador de las CEB en la conciencia religiosa del pueblo y en la
totalidad social en general.”

Me parece muy acertada su opinión en el sentido de que al basarse solamente en


un criterio cuantitativo de cada una de las Comunidades de Bases y de sus agentes
caemos en el error de ver solo números o códigos como lo hace el capitalismo,
debemos entonces basarnos en el criterio cualitativo dejándonos llevar por el
espíritu y por el mensaje del Reino que proclamo Jesús. Jesús obviamente no fundo
ninguna iglesia, pero lo que, si es cierto que cada uno de sus seguidores recibieron
de él no solo un mensaje de esperanza, sino que además vino a ellos la liberación
y transformación de su existencia dentro de un mundo colmado de opresión e
injusticias.

Podemos observar claramente tres aspectos que a través de la historia se han ido
gestando dentro del cristianismo: primeramente, el movimiento de Jesús entre los
pobres y marginados, desligado del poder estatal, seguidamente la Cristiandad en
alianza con las estructuras de poder, no siendo su prioridad el pobre, y finalmente
vemos el regreso a los principios de las primeras comunidades, con el surgimiento

6
de la Iglesia de los Pobres, se limita la relación con el poder estatal, su interacción
es única y exclusivamente para efectos de negociar los derechos del segmento de
los pobres. Esto nos hace reflexionar que la Iglesia de los Pobres no nace en la
Cristiandad propiamente dicho, sino que resurge a partir del movimiento de Jesús
directamente.

No hay duda que si analizamos su reflexión e interpretación teológica nos daremos


cuenta que esta nace de los evangelios directamente, con una frescura y creatividad
tal que evidencia que no ha sido un préstamo de la Iglesia Madre. Entonces ¿Por
qué la Iglesia de los Pobres deber crecer a la sombra de la Cristiandad, y no a la
sombra de Jesús? ¿será que existe el temor que, al desligarse de la Cristiandad su
movimiento sucumbirá por no contar con el respaldo de una Institución que inicia en
el 325 d.C? Desde esta perspectiva podemos afirmar que no hay nada más real y
digno de seguir a través de los siglos como Jesús mismo, no es la cruz, no es la
Institución, no son los dogmas, ni las liturgias; es Jesús quien permanece y seguirá
permaneciendo por los siglos y los siglos venideros, entonces no existirá mejor
sombra a la cual aproximar que la del Crucificado.

En este sentido Pablo Richard menciona que “La Iglesia de los Pobres debe
apoyarse únicamente en el poder del evangelio, en el poder de su fe, esperanza y
caridad. Esto podría aparecer como una debilidad de la Iglesia de los Pobres, pero
justamente en esa debilidad esta su fuerza. La iglesia debe crecer como Iglesia en
el movimiento popular únicamente por su fuerza en Jesús y por la fuerza profética,
sacerdotal y pastoral” esta aseveración nos indica que la sola Iglesia de los Pobres
cuenta con su propia fuerza, una fuerza obtenida por su propio desarrollo lo que le
permite una identidad propia. No necesita ni estar bajo la sombra de la Iglesia
Institucional y menos en alianza con los poderes del estado porque esto la alejaría

7
de su verdadero propósito “la opción por los pobres”, convirtiéndose paulatinamente
en un sistema similar a la cristiandad.

No obstante, también observamos una flexibilidad del autor ante los graves
desastres históricos de la Cristiandad, me pregunto ¿en algún momento ha pedido
perdón la iglesia de la Cristiandad por sus efectos colaterales en el ejercicio de la
imposición de la religión en el mundo? Y es que para hacer creíble el evangelio en
el mundo, específicamente de los pobres es necesario por lo menos pedir perdón
ante hechos que fueron sangrientos o injustos, no se puede creer en una institución
que pasa por alto este tipo de acontecimientos porque entonces se asemejaría a un
partido político, a un grupo de militares, a un grupo de mercenarios que ejecutaron
acciones de este tipo y que no sintieron ni la más pizca de arrepentimiento, y aun
arrepintiéndose siempre queda la duda de su credibilidad.

Deberán entonces llevarse acciones concretas y pertinentes que demuestren su


sincero arrepentimiento y nos permitimos citar aquí el caso de Zaqueo quien pidió
perdón y quiso resarcir con creces su mal proceder. Por lo tanto, estoy en absoluto
desacuerdo con el autor; no se puede construir este modelo de Iglesia de los Pobres
sin romper con la unidad de la Iglesia Institucional, es una hipocresía, es un faltarle
al respeto a Jesús y compararlo con la Iglesia Institucional. Y a manera de
comparación no tienen nada en común, Jesús–amor– pobres, con Iglesia–poder–
riqueza. De la misma manera la Iglesia de los Pobres no tiene ninguna similitud con
la Iglesia Institucional, y si dice luchar por la justicia, la libertad y los derechos su
primer interlocutor para negociación será la Institución eclesiástica del cual se
consideran fieles. Si pide conversión al burgués, al opresor, al estado, considero
que la primera llamada a conversión deberá ser la misma Iglesia Institucional por
los pecados estructurales cometidos y por la falta de accionar entre los más
desposeídos.

8
Dirá Richard que “La iglesia de los pobres no es una Iglesia paralela, clandestina,
anti-institucional o anti-jerárquica; que esta es únicamente un nuevo modelo de
Iglesia, cuyo objetivo es la renovación de la Iglesia, realizada al interior de la unidad
de la Iglesia y en comunión con nuestros obispos. “Es un modelo de Iglesia que
nace como respuesta de fe de los pobres y oprimidos a la acción evangelizadora de
la Iglesia”. Reiteramos que es incomprensible que la Iglesia de los Pobres siendo
tan incompatible con la Iglesia Institucional se mantenga unida a ella, ¿Será que
existe una idea utópica de transformar la Iglesia Institucional a una Iglesia de los
Pobres? Porque existe un abismo entre la Iglesia de los pobres y la Iglesia
Institucional rica.

A partir de esto surgen entonces otras interrogantes ¿Tenemos que seguir


esperando por esta renovación de la Iglesia Institucional que Pablo Richard propone
a través de la Iglesia de los Pobres? ¿Quién renovara a quien, porque la Iglesia
Institucional constantemente revisa sus reformas y un claro ejemplo se ve entre
Medellín, Puebla y Aparecida ¿Qué premisas prevalecerán, las de la Iglesia
Institucional o la de la Iglesia de los pobres latinoamericanos?

Otro punto que me parece muy importante abordar es la mención que Pablo Richard
hace en su libro sobre la dimensión pastoral de la Iglesia de los pobres, según él la
pastoral es primordial en medio de situaciones de “miseria, opresión,
enfrentamientos y guerras”, y sin duda es en estas situaciones es que las personas
se ven movidas a acercarse a la iglesia por considerar que en ella se está más cerca
de Dios, la gente se siente respaldada, aceptada, querida y protegida por la misma,
ve una iglesia que se identifica con ellos, una iglesia cercana, una iglesia sin
jerarquías, y sobre todo una iglesia comprometida con sus necesidades físicas,
sociales y espirituales. Sin embargo, es de aclarar que la iglesia idónea para este

9
accionar, es aquella que está unida al pueblo pobre, aquella que predica el mensaje
del Reino, un Reino que incluye a los marginados y despreciados de este mundo.

Posteriormente menciona Richard que en el libro del Éxodo Dios aparece con tres
cualidades: “es el Dios que escucha el clamor de su pueblo; es el Dios que ha
decidido liberar a su pueblo y es un Dios que jamás retrocede cuando la liberación
encuentra obstáculos. Esta revelación de Dios en el Éxodo permite a las CEB
discernir al Dios liberador como un Dios que conoce todos los sufrimientos del
pueblo”. La iglesia institucional oyendo el clamor del pueblo, sabiendo que el pueblo
necesita liberación, y aun conociendo el sufrimiento del pueblo es poco o nada lo
que hace. El Papa Francisco ha retomado estas premisas en su ministerio, pero
solo como imagen, realmente la Iglesia Católica difícilmente se entregará
íntegramente a su pueblo en sus bienes y en su servicio.

En este sentido y después de este recorrido entre las ideas de Pablo Richard, nos
preguntamos ¿Si este modelo de Iglesia llamado Iglesia de los Pobres es realmente
posible y factible; si tiene razonablemente un futuro? Nuestra respuesta es positiva:
La Iglesia de los Pobres tiene futuro y es un proyecto creíble y posible; pero,
entonces, surge otra inquietud: ¿dónde está nuestra fuerza para construirlo?

10

S-ar putea să vă placă și