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Carpeta Fiscal : 2806084502-2058-2019-0

Fiscal : Emma Zevallos Salazar


Delito : Estafa Agravada
Escrito : 03
PRESENTA RECURSO DE ELEVACIÓN DE
ACTUADOS

SEÑOR FISCAL DE LA SEGUNDA FISCALÍA PROVINCIAL PENAL CORPORATIVA DE

TARAPOTO:

AUGUSTO PASTOR CHOPITEA FALCÓN, en la investigación

seguida en contra de Melissa Kimberly Salazar Jimenez y otros,

por la presunta comisión del delito de Estafa, ante usted, con el

debido respecto, me presento y expongo:

I. PETITORIO:

Estando a la Disposición Fiscal N° 01-2019 de fecha 09 de setiembre de 2019, mediante la cual se

dispone que NO PROCEDE FORMALIZAR NI CONTINUAR CON LA INVESTIGACIÓN

PREPARATORIA; de conformidad con lo prescrito en el inciso 5) del artículo 334° del Código Procesal

Penal, y dentro del plazo legal concedido, acudo a su despacho con la finalidad de interponer

RECURSO DE ELEVACIÓN DE ACTUADOS contra la referida disposición, con la finalidad de que

las actuaciones sean elevadas al superior jerárquico, quien con mejor criterio, declare fundado el

presente recurso y orden se prosiga con la investigación.

II. ANTECEDENTES:

Jr. Sofía Delgado N° 130 - Tarapoto


Teléf.: (042) 781506
achopitea@chopiteafalconabogados.com Cel.: 964464804
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2.1. Mediante escrito de fecha 04 de setiembre de 2019, se interpuso denuncia en contra de Melissa

Kimberly Salazar Jiménez, contra el representante de MUEBLES AMIA y contra los que

resulten responsables, por la presunta comisión del delito de estafa agravada, al haberme

inducido a error en la supuesta compra de productos de mueblería, que éstos afirmaban

elaborar y comercializar, ocasionando que me desprenda de mi patrimonio realizando el

depósito de la suma de S/ 1,000.00 Soles que correspondía al pago de dicho producto; a la

denuncia se adjuntaron todos los medios de prueba que acreditaban el engaño que me indujo

a error y el desprendimiento patrimonial, los cuales comprendían capturas de conversaciones

y depósitos así como un audio de una comunicación telefónica mantenida con los denunciados.

2.2. Sin embargo, pese a los claro indicios ofrecidos, la fiscal responsable de la investigación, sin

haber siquiera realizado una investigación preliminar, decide arbitrariamente emitir la

Disposición N° 01-2019 de fecha 09 de setiembre de 2019, en la que dispone que no procede

formalizar ni continuar con la investigación preparatoria, teniendo como principales

argumentos, que ¡no evidencia concurrencia del medio comisivo del engaño!; que el hecho de

no haberme entregado los productos solicitados considera que no es lo suficientemente

contundente como para que mi persona haya incurrido en error, ya que, según refiere la señora

Fiscal, tuve la posibilidad de corroborar si la persona con quien me comunicaba era la

representante de la empresa, o que si la empresa se dedicaba realmente a la venta de

muebles; e incluso indica que debí indagar con otros familiares los cuales podrían haber

conocido de la situación; concluyendo finalmente que la responsabilidad sería mía al no

haberme informado adecuadamente antes de realizar la compra, infiriendo además que por el

hecho de ser abogado y tener estudios superiores completos no debería ser pasible de ser

estafado.

III. FUNDAMENTOS DEL RECURSO:


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3.1. Pues, como se ha manifestado, la representante del Ministerio Público dispone la no

formalización ni continuación de la investigación preparatoria, sin siquiera haber dado inicio a

las investigaciones preliminares, afirmando que mi persona sería la responsable de los hechos

al no haber utilizado los mecanismos preventivos que debe tomar previamente un comprador

antes de ejecutar la compra de bienes inmuebles, e indica también de que habría estado

presente la figura de la accesibilidad normativa a la información necesaria, y que no habría

tomado las precauciones debidas, es decir, según el argumento de la fiscal, la responsabilidad

de los hechos es mía.

3.2. Al respecto, debo manifestar mi contundente rechazo a los argumentos y afirmaciones

realizados en la disposición de archivo, puesto que las mismas no se condicen con la realidad,

y más aún afectan mi derecho a la tutela judicial efectiva y a mi dignidad como persona, puesto

que se desconoce mi calidad de agraviado y simplemente se deja sin sanción un hecho en el

que evidentemente me he visto perjudicado, asumiendo erróneamente la fiscal que en este

caso mi persona no habría sido engañado por los denunciados, sino que todo se debería a una

total falta de precaución y descuido.

3.3. Sobre el particular, debemos aclarar lo siguiente; en la denuncia de fecha 19 de agosto de

2019 se precisaron los hechos de modo cronológico y cada fundamento expuesto fue

acompañado con el elemento de convicción que lo sustente, por lo que me llama la atención

que pese a ello, se haya arribado a esta decisión; en efecto, conforme se indicó, mi persona

da con la empresa a través de la red social Facebook, en la éstos ofrecen sus productos de

forma libre y pública, en la cual en el momento de los hechos, se encontraban consignados

comentarios positivos respecto de las ventas, situación que desde un inicio mostraría una

realidad que posteriormente descubrí que no era cierta, siendo esta fachada parte del engaño.

3.4. En dicha red social, estas personas ofrecen un número de contacto, el cual también es libre y

público, mediante el cual se realizan las consultas y se pacta la forma en que se realizará la

compra venta (procedimiento que es el mismo en cualquier compra en línea), y no, no procedí
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de manera directa a hacer el depósito del dinero como quizá mal entiende la fiscal, todo lo

contrario, previamente a ello, tomando justamente las medidas preventivas, habiendo ya

verificado su página de Facebook (que tenía fachada de ser negocio real y serio), procedí a

realizar las consultas respectivas, tanto por whatsaap, como por facebook Messenger y

también a través de llamadas telefónicas directas. En dichas conversaciones, solicité

información respecto de los productos, precio, calidad, garantía y forma de pago y de envío,

asimismo solicité se me proporcionaran fotos de sus productos a efectos de verificar si era

cierto que se dedicaban a la venta de los mismos, y, conforme a las capturas de pantalla que

fueron ofrecidas como elementos de convicción, en la que se advierte que, los denunciados,

como parte del engaño, me envían las fotos de sus productos, inclusive me afirman realizar

siempre envíos a provincia a través de la empresa de transportes GH BUS, manifestando

inclusive que los productos tenían una garantía de un año.

3.5. Posteriormente, solicito el número de cuenta y verifico a través de consulta RUC si esta

persona cuenta con RUC verificando que la misma contaba con el RUC vigente y figuraba con

PERSONA NATURAL CON NEGOCIO, lo cual era coherente con lo manifestado

anteriormente. No siendo ello suficiente verifiqué en la página Mercado Libre en la que también

ofrecen sus productos, con todo lo cual, mi percepción de la realidad era que se trataba de un

negocio real; es así que procedo con el depósito, y luego se me requieren mis datos a través

del whataspp por el cual mantenía la comunicación, en la que me indicaron que en los próximos

días se me estarían enviado los muebles comprados.

3.6. Sin embargo, posteriormente a ello, la comunicación por parte de ellos cesó, y a tanta

insistencia empecé a recibir respuestas cada vez más cortas, en la que siempre me pedían

disculpas por las demoras pero indicaban que los productos serían enviados en la brevedad,

hasta el momento en que finalmente dejaron de contestarme por todos los medios por los

cuales anteriormente me había venido comunicando; pese a ello, logré concretar una última

comunicación, la misma que fue grabada y fue ofrecida en la denuncia, en la que se puede
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advertir claramente que la persona que me contesta que se identifica como trabajador de

MUEBLES AMÍA, justifica la demora en un supuesto robo sufrido, aceptando que mi envío

estaba pendiente, es decir, ellos aun con posterioridad al depósito mantuvieron la fachada de

ser una empresa real y seria, sin embargo, nunca procedieron a enviarme los muebles.

3.7. En ese sentido, debemos tener en cuenta que la transacción realizada fue una compra en

línea, y mi persona vienes realizando dichas compras desde el año 2009 aproximadamente, y

las pocas veces que se me ha presentado algún inconveniente, he logrado solucionar

directamente con la empresa o persona proveedora, soy un activo comprador en plataformas

como linio, mercado libre, olx, y tiendas virtuales o físicas con plataforma virtual como promart,

y en todas las compras que realizo en línea el procedimiento es el mismo, se ubica el producto,

se contacta con el proveedor a través de uno de los canales propuestos quien nos informa

respecto del producto y del negocio, posteriormente a ello, se procede con el deposito del valor

del producto y luego el envío del mismo al destino, que en este caso es la ciudad de Tarapoto.

3.8. Como se advierte, mi persona conoce el procedimiento, y en este caso tomé las precauciones

debidas que estaban a mi alcance para realizar la transacción, toda vez que los denunciados

habían elaborado toda una fachada de ser una empresa sería y real. La fiscal hace referencia

a la figura de la accesibilidad normativa, y refiere que yo habría tenido acceso a tota la

información para realizar una compra en línea, sin embargo, ello es incorrecto, toda vez que

cuando se trata de compras en línea, no podemos tener el 100% de la información y si bien

existe siempre un riesgo, ello no implica que el hecho de realizar la compra en línea suponga

de por si un descuido o falta de precaución puesto que es imposible que se nos exija total

certeza respecto del proveedor, del producto o del envío, más aún si se trata de empresas o

personas que no se encuentran en una ubicación cercana a la nuestra porque es justamente

de eso lo que supone una compra en línea.

3.9. El principio de accesibilidad normativa, conforme lo ha señalado el Recurso de Nulidad N°

2504-2015-Lima, hace referencia al acceso a la data que el disponente del bien requiere para
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su enajenación y goce, y a los conocimientos pertinentes para descifrarla, esto es, a que exista

la posibilidad de poder acceder a toda la información que nos pueda generar un alto grado de

certeza en una operación de comercio, sin embargo, como se ha señalado, ello en el caso de

las compras en línea, no se presenta en su máximo alcance, pues el único canal con el que se

cuenta, es la propia información ofrecida por el proveedor, cuya corroboración tiene ciertas

limitaciones.

3.10. No es lo mismo hablar de accesibilidad normativa en caso de ventas de inmuebles por ejemplo

que en el caso de muebles, ello debido a que en el caso de los inmuebles, existe un registro

de público acceso al que se puede acudir en busca de información respecto de la situación de

una propiedad, situación que no pasa con todos los bienes muebles, especialmente aquellos

de mueblería propiamente dicha, pues no existe un registro en el que la información de éstos

se encuentre contenida, y la única posibilidad de verificación que se tiene es la de los sentidos

en presencia directa del objeto o del proveedor, e inclusive en estas situaciones tampoco

estamos exentos del riesgo que supone una compraventa, pues un producto puede tener algún

defecto que no se advertible a simple vista.

3.11. En cuanto al negocio o el represente de una empresa, existen múltiples negocios en nuestro

territorio nacional que no están constituidas como personas jurídicas, sino que son propiedad

de una persona que se identifica ante la SUNAT como persona natural con negocio, aun

cuando la finalidad es la misma, el comercio; en estos casos, no hay más posibilidad de

verificar si un nombre comercial pertenece a un negocio o real o no, puesto que lo único que

se registra en la SUNAT es el nombre de la empresa que sea titular del negocio, como ocurrió

en este caso, pues la persona cuya cuenta me es proporcionada, figura en SUNAT como

persona natural con negocio con RUC activo; hay que tener en cuenta que, aun en el caso de

tiendas físicas, quien nos atiende o vende, o incluso quien realiza el cobro no es el

representante de la empresa, sino un vendedor o cobrador, quien además no tiene una


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vigencia de poder pegada al cuerpo que indique si posee o no facultades para vender o cobrar,

pues en estos aspectos prima el principio de buena fe en los negocios.

3.12. En ese sentido, ¿qué más esperaba la fiscal que hiciera en esta compraventa?, si tenemos en

cuenta que la compra era realizada en la ciudad de Lima, y yo vivo en la ciudad de Tarapoto,

teniendo en cuenta además que existe una página en una conocida red social en la que de

manera pública y libre esta empresa se muestra como real y seria, y que al momento de

verificarla no se encuentran pues cometarios negativos o reclamos; en este caso, con

posterioridad a la compra yo me di cuenta de que no existían reclamos ni comentarios

negativos toda vez que los denunciados se encuentran pendientes de éstos y los borran

inmediatamente, razón por la cual, al momento de consultar la página, la percepción de la

realidad es equivocada y eso no es de ninguna manera responsabilidad del comprador, y es

justamente que indagando para dar con los responsables que me percato de ello, pues un

reclamo que yo hice a dicha página fue borrado así como cada comentario que realizaba, es

decir, la realidad no era que no existieran reclamos, sino que éstos eran borrados, y la única

forma de verlos, es estar pendiente de la página para poder advetirlos los pocos minutos o

segundos que duran y sin embargo, siendo así como di con otras personas que se vieron

afectadas y algunas de ellas dieron conmigo, y no, no es como erróneamente afirma la fiscal

de que yo habría advertido estos reclamos y aún así procedí con la compra, puesto que en

todo momento, mi percepción de la realidad fue diferente pues me encontrada inducido al

engaño y al error por parte de los denunciado.

3.13. Bajo la perspectiva de la fiscal, las compras en línea no deberían existir, pues de existir algún

reclamo posterior, los responsables seriamos nosotros mismos por no haber obtenido el 100%

de la información que ni siquiera es posible de obtener en un negocio o tienda física, ya que

desde la lógica de la fiscalía, al momento de realizar una compra, tendríamos que solicitar al

constitución de la empresa, la ficha RUC, la partida registral de la empresa, los contratos de

los trabajadores, los permisos de los productos y demás documentos que son parte de la
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normatividad de la empresa, de la cual, el comprador, casi nunca conoce, no por negligencia,

sino por que dicha información no se encuentra al alcance de los usuarios o compradores, y

porque prima el principio de la buena fe en los negocios.

3.14. Por otro lado, tampoco es correcto que la fiscal refiera que el solo hecho de ser abogado y

tener estudios superiores debería estar exento de ser víctima de estafa, puesto que como

repito, las compras en línea y sobre todo de bienes inmuebles no ofrece mayor información

que la que es proporcionada por el mismo proveedor, sobre todo si tomamos en cuenta que

en mi caso, no procedí a realizar el depósito de manera directa, sino que previamente traté de

informarme en la medida de lo posible de la calidad y existencia de los productos, y que

inclusive procure tener la mayor comunicación posible con el vendedor pues no podría haber

hecho otra cosa, porque la propia naturaleza de las compras en línea ocasiona que la

información sea en cierto modo limitada, y no solo ello, sino que en este caso, los denunciados,

me han seguido manteniendo en el error con posterioridad al deposito puesto que me han

seguido indicando que me enviarían el producto que a todas luces es inexistente, lo cual ha

quedado corroborado con los elementos de convicción que fueron ofrecidos y no fueron

tomados en cuenta por la fiscal, quien por lo demás, ni se ha pronunciado sobre ellos.

3.15. Ahora, por otro lado, la fiscalía refiere que habría incurrido en descuido y negligencia en la

compra realizada por no haber tomado las medidas preventivas debidas para evitar el

resultado, pero no precisa cuales habrían podido haber sido estas medidas preventivas, pues

desde mi perspectiva y experiencia, tomé todas las medidas preventivas posibles y comunes

que se toman al momento de realizar la compra en línea; no señala la fiscal cual habría sido

concretamente la conducta negligente, limitándose únicamente a señalar y repetir de manera

genérica que he sido descuidado y no he tomado las medidas de precaución al no informarme

adecuadamente, pero, ¿de qué forma?, ¿Qué otra forma de informarme habría tenido?.

3.16. Asimismo, contradecimos lo manifestado por la fiscal respecto de que estaríamos ante un caso

de incumplimiento de contrato únicamente, puesto según lo advertido, los muebles no existen


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al igual que la empresa, y por lo tanto estamos ante la presencia de un delito y no un caso de

materia civil, puesto que nos encontraríamos ante la existencia de falsa empresa con la

finalidad obtener depósitos por precios de muebles que no existen, e inclusive, dicha empresa

tendría otra fachada en la misma red social de Facebook en la que usan la misma foto de

portada y también se dedican a la venta de muebles, lo cual se corrobora con los elementos

de convicción ofrecidos en la denuncia y los que se adjuntan al presente recurso.

3.17. Finalmente, no es menos importante que manifieste que considero agraviante que se disponga

el archivo de una investigación sin siquiera haberse dado inicio a las investigaciones

preliminares, más aun teniendo en cuenta la contundencia de los elementos de convicción que

fueron ofrecidos, y que simplemente se haga caso omiso a un llamado de tutela, prevención y

sanción ante un hecho que es a todas luces un delito elaborado por más de dos personas y

que me ha generado perjuicio, razón por la cual, solicito poder contar con una disposición

ajustada a derecho que orden se prosiga con la investigación.

IV. FUNDAMENTOS JURÍDICOS:

4.1. Artículo 334° inciso 5) del Código Procesal Penal, que prescribe respecto del recurso de

elevación de actuados, plazo y forma.

V. ELEMENTOS DE CONVICCIÓN:

Adicionalmente a los ya ofrecidos en la denuncia, ofrezco lo siguiente:

5.1. Capturas de pantalla y audios de la red social Facebook mantenidos con la persona

de Raquel Molina, quien me contactó por encontrarse en la misma situación de haberse

visto afectada por esta supuesta empresa, a quien además le dieron la misma excusa del

robo que a mi para la no entrega de su producto, con lo que se acredita que este sería el

modus operandi y que por lo tanto, hace necesaria una investigación fiscal.
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5.2. Audio de llamada con el número 931580639 que me fue proporcionado por Raquel

Molina, llamada realizada el día de hoy 19 de setiembre de 2019, con el que se acredita que,

al mencionarle mi nombre y situación a la persona que me contesta, este intenta evadirme y

posterior a ello, ya no me volvió a contestar las llamas, asimismo se advierte como éste

intenta saber quién me habría proporcionado su número.

POR LO TANTO:

Pido a usted señor Fiscal Superior, declarar fundado el presente recurso y ordenar que se proceda con la

investigación.

ANEXOS:

03-A Capturas de pantalla y audios de la red social Facebook mantenidos con la persona de Raquel

Molina.

03-B CD-ROM conteniendo Audio de llamada con el número 931580639 que me fue proporcionado por

Raquel Molina.

Tarapoto, 19 de setiembre de 2019

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