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EMOCIONES, CONFLICTO Y MEMORIA

Construcción del sentimiento de pertenencia territorial


en Putumayo

LEYDI NOHEMI ARBOLEDA

UNIVERSIDAD DE CALDAS

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA Y SOCIOLOGÍA

MANIZALES

2017
EMOCIONES, CONFLICTO Y MEMORIA

Construcción del sentimiento de pertenencia territorial en Putumayo

LEYDI NOHEMI ARBOLEDA MALLAMA

TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR AL TÍTULO DE SOCIÓLOGA

DIRECTOR:

CARLOS EDUARDO ROJAS ROJAS

DOCENTE UNIVERSIDAD DE CALDAS

UNIVERSIDAD DE CALDAS

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA Y SOCIOLOGÍA

MANIZALES

2017
AGRADECIMIENTOS

Este trabajo está dedicado a los putumayenses que sienten orgullo de su patria natal y terruño
heredado, son ellos a quienes quiero agradecer y retribuir por la confianza depositada en mí,
pues sus relatos le dieron vida a esta investigación.
Me apropio de este espacio para ser justa y consecuente, expresando mis sinceros
agradecimientos a: Julieta Obando, Ruby Tejada, Edis Latorre, Joaquín Merino, Juver
Cárdenas, Stella Guerrero, Gonzalo Cadena entre otros entrevistados, quienes permitieron
que fuera parte sus vidas durante este ínfimo tiempo.
Agradezco especialmente a organizaciones como: Victimas Visibles y Caminos al Futuro por
gestionar proyectos en representación de las víctimas del conflicto armado en el Valle del
Guamuéz; también al abogado del proyecto del ACNUR en frontera Nicolás Almeida, la
delegada de UNICEF Martha Gutiérrez y en representación del FEST Ximena Estrella, por
permitirme participar en los diferentes espacios generados para las víctimas del conflicto
armado.
También debo reconocer el apoyo incondicional dado por mi familia, el compromiso,
paciencia y esmero de mi mentor y director Carlos Eduardo Rojas, junto con Xiomara Lemus
y Andrés Puerres por ser los aliados y compañeros en este proceso.
RESUMEN

¿Cuáles emociones han configurado el sentimiento de pertenencia territorial de los


putumayenses en medio de los conflictos socioeconómicos e interno armado, y de ellas cuáles
resultan propicias para construir territorios de Paz? Es la pregunta que responde el presente
trabajo de investigación, haciendo uso de una metodología cualitativa y un modelo
conceptual inédito titulado Emoterras.
Los datos analizados sugieren que las emociones fundamentales en la configuración del
sentimiento de pertenecía territorial en Putumayo son: gratitud, tranquilidad, confianza,
amor, empatía, valentía, orgullo y esperanza, originadas en el marco de la colonización
agraria y sus generaciones, las cuales posibilitaron la relación simbólica y cultural con el
territorio a partir de elementos arraigantes como: hogares, filiaciones parentales, sangre
derramada, memorias, emociones objetivadas, y demás experiencias que han constituido la
instancia de los putumayenses hasta el presente.
En tiempo actual, estudia el rol de las víctimas en el Valle del Guamuéz, cuyas prácticas
pacíficas de resistencia y defensa del territorio cimentaron la memoria militante, motivando
así mismo, la organización en pro de la transformación de significados dados a los territorios
violentos y la construcción de los llamados Territorios de la Memoria Colectiva de las
Victimas, con el propósito fidedigno de generar un aprendizaje reflexivo y transformador de
una tradición violenta.

Palabras clave:

Emoterras, Emociones, Territorio, Sentimiento de Pertenencia Territorial, Colonias Agrarias,


Colonias Efímeras, Memoria Militante, Paz Cultural
ABSTRACT

Which emotions have constructed the sentiment of territorial belonging of the putumayenses
in midst of the socioeconomic and internal armed conflicts, and which of these emotions
result favorable for the construction of territories of Peace? This is the question the present
investigation paper answers, making use of a qualitative methodology and an unedited
conceptual model titled Emoterras.

The analyzed data suggests that the fundamental emotions in the construction of the
sentiment of territorial belonging in Putumayo are: gratitude, tranquility, confidence, love,
empathy, bravery, pride and hope, originated in the agrarian colonization, which made
possible the symbolic and cultural relationship with the territory from rooting elements like:
homes, parental filiations, blood spilled, memories, objectivized emotions, and experiences
that have constituted the instance the putumayenses up to the present day.

In current time, it studies the role of the Valle del Guamuéz victims, whose pacifist practice
of resistance and defense of the territory grounded the militant memory, therefore motivating,
the organization in favor the transformation of the meaning given to the violent territories
and the construction of the so-called Territories of Collective Memory of the Victims, with
the truthful purpose of generating reflexive and transforming learning from a violent
tradition.

Key words:

Emoterras, Emotions, Territory, Sentiment of territorial Belonging, Agrarian Colonies,


Fleeting Colonies, Militant Memory, Cultural Peace
CONTENIDO

INTRODUCCIÓN .............................................................................................................. 1
CAPITULO I ...................................................................................................................... 3
DE COLONIAS EFÍMERAS A COLONIAS AGRARIAS. CONSTRUCCIÓN DEL
SENTIMIENTO DE PERTENENCIA TERRITORIAL EN PUTUMAYO ...................... 3
A. Descripción Geo-Histórica....................................................................................... 4
B. La Casa Arana. Un Sistema Social Fundado en el Terror ....................................... 9
C. Arterias para la Colonización Agraria. .................................................................. 12
D. El Advenimiento de la Industria de Hidrocarburos ............................................... 19
E. Conflictos Territoriales entre Indígenas, Colonos y Empresarios ............................. 23
F. Construcción del Sentimiento de Pertenencia Territorial en las Colonias Agrarias.. 30
CAPITULO II ................................................................................................................... 34
LOS CIMIENTOS DE LA MEMORIA EN MEDIO DEL CONFLICTO ARMADO,
COMO ACCIÓN PARA LA RESISTENCIA Y DEFENSA DEL TERRITORIO ......... 34
A. La Revolución Verde y la Disputa Territorial por el Eslabón más Rentable ............ 35
B. Tras las Huellas de El Tigre ................................................................................... 38
C. Tras las Huellas de El Placer ................................................................................. 44
D. Construcción del Sentimiento de Pertenencia Territorial en Medio del Conflicto
Armado ............................................................................................................................. 50
CAPITULO III .................................................................................................................. 58
CONSTRUCCIÓN DE LA MEMORIA Y SU ALCANCE EN LA CIMENTACIÓN DE
TERRITORIOS PROPICIOS PARA LA PAZ................................................................. 58
A. Biblioteca Pública Luis Carlos Galán Sarmiento. Emociones Latentes, Sentidas y
Manifiestas ........................................................................................................................ 59
B. El Parque de la Memoria. El Primer Monumento a las Victimas .......................... 66
C. El Viejo Puente. Transformación Simbólica del Territorio ................................... 70
D. El Museo de la Memoria. Territorializacion de las Emociones ............................. 73
E. El Rol de la Comunidad Victima en la Construcción de la Memoria Militante y la
Consolidación de Territorios de Paz ................................................................................. 78
CAPITULO IV.................................................................................................................. 85
MODELO CONCEPTUAL Y CONCLUSIONES EMPÍRICAS .................................... 85
A. Modelo Conceptual ................................................................................................ 85
B. Aspectos Metodológicos ........................................................................................ 92
1. Objetivos ................................................................................................................ 93
C. Conclusiones Empíricas ......................................................................................... 94
BIBLIOGRAFIA .............................................................................................................. 99
WEBGRAFIA ................................................................................................................. 100
ENTREVISTAS .............................................................................................................. 103
ANEXO........................................................................................................................... 105
INTRODUCCIÓN

Las emociones han sido objeto de investigación principalmente de la psicología y filosofía,


pero su estudio ha trascendido a diversos campos. En la sociología se han presentado una
serie de aportes teóricos que han surgido principalmente en la corriente cultural de la
modernidad, cuyas propuestas articulan al actor sentiente, no solo como un absoluto
biológico, sino como un actor que experimenta emociones mediadas por normas sociales.
EMOCIONES, CONFLICTO Y MEMORIA. Construcción del sentimiento de pertenencia
territorial en Putumayo, fue un trabajo que se desarrolló en el marco de actividades del grupo
de investigación IDACANZAS (Previniendo las Mudanzas de los tiempos) de la Universidad
de Caldas, el cual tiene como objetivo primordial, enriquecer la construcción del modelo
conceptual: Emoterras, emociones territoriales elaborado por el candidato a doctor Carlos
Eduardo Rojas.
Emoterras trata del esfuerzo por articular cuatro conceptos: emociones, territorio, actores y
tiempo, esta incursión en el mejor de los casos puede abrir la puerta a nuevas perspectivas y
visiones de la realidad social que hubiesen pasado desapercibidas, como las emociones que
configuran el sentimiento de pertenencia de los territorios del Estado-nación en Colombia.
Para el caso específico que concierne a este trabajo, las emociones son un elemento más a
tener en cuenta en los estudios de fenómenos sociales como: la violencia, el arraigo territorial,
los movimientos memorísticos, la construcción de símbolos, etc.
La idea central de la cual se ocupa responde a la pregunta ¿Cuáles emociones han configurado
el sentimiento de pertenencia territorial de los putumayenses en medio de los conflictos
socioeconómicos e interno armado, y de ellas cuáles resultan propicias para construir
territorios de Paz?

1
Durante su desarrollo presentó los hallazgos y conclusiones derivadas del trabajo empírico
realizado en el municipio del Valle del Guamúez, siendo uno de los territorios con mayor
concentración de eventos de violencia originarios en la confrontación armada que tuvo lugar
en el departamento de Putumayo.
Aquí también relato mi interés por producir una narración alternativa del conflicto interno
armado en Colombia, presentando una exposición espacial-histórica, en la cual destacando
las emociones que han logrado el proceso de objetivación y subjetivación en lugares
específicos por el acontecer de experiencias violentas. Así mismo pretendo ampliar el debate
académico acerca de las formas que han adoptado las víctimas para habitar, transformar y
significar el territorio, construyendo símbolos de Paz.

2
CAPITULO I

DE COLONIAS EFÍMERAS A COLONIAS AGRARIAS. CONSTRUCCIÓN DEL


SENTIMIENTO DE PERTENENCIA TERRITORIAL EN PUTUMAYO

En el primer capítulo1 presentó una descripción histórica que le permitirá comprender al


lector los aspectos sociales, económicos y políticos que motivaron la colonización del
territorio de Putumayo. En lo referente al contenido, se ocupa de los procesos migratorios
asociados principalmente a la extracción de recursos naturales que operaron en la región,
desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX (quina, caucho, pieles, madera), hasta
la segunda mitad del siglo XX (petróleo), mostrando así, el impacto de la economía extractiva
en la organización territorial del departamento. Paralelo a ello, en el último apartado expongo
el análisis sociológico destacando una serie de emociones ligadas al territorio 2, de modo que
sirva para entender cómo se configuró el sentimiento de pertenencia territorial en medio de
los conflictos socioeconómicos que caracterizaron la historia de Putumayo.

1
La recopilación histórica de este capítulo está basada en los aportes de autores como: Hardenburg (1909);
Casement (1911-1912); Brücher (1970); Taussig (1987); Devia (2004); Angulo (2010); Bahamón (2013);
Cancimance (2014); CNMH, (2014); entre otros.
2
Para quienes deseen hacer una lectura a profundidad de este trabajo, se recomienda iniciar por el modelo
conceptual Emoterras: emociones territoriales, el cual se expone al inicio del Capítulo IV.

3
A. Descripción Geo-Histórica

El departamento del Putumayo está ubicado al sur occidente de Colombia frontera con la
provincia de Sucumbíos (Ecuador) y departamento de Loreto (Perú), limita al norte con los
departamentos de Cauca y Caquetá, al oeste con Nariño y al este con el departamento del
Amazonas. Su área es de 24.885 Km² de la cual el 94% hace parte de la zona occidental de
la cuenca amazónica colombiana donde tributan los ríos Putumayo y Caquetá; el resto forma
parte de la zona andina de la cordillera oriental.
“Se divide en 4 subregiones:1) Andino-amazónica o el Valle de Sibundoy, 2) Piedemonte o
Cuenca del Río Caquetá, 3) Llanura Amazónica o Cuenca Baja del Río Putumayo, 4) Valle
del Guamúez o Zona Petrolera” (Cancimance, 2012).

MAPA No 1
División Político Administrativa del Departamento de Putumayo

Instituto Geógrafo Agustín Codazzi, 2014

4
Durante distintos periodos el territorio de Putumayo suscito interés, el cual advino en el
asentamiento de pequeñas poblaciones colonas que arribaron al departamento mediadas por:
misiones evangelizaciones, políticas estatales, procesos económicos intensivos de
extracción, etc.
Las vías fluviales como: Napo-Putumayo-Amazonas y sus afluentes tuvieron gran impacto
en la economía extractiva y la colonización del departamento, una de las primeras
expediciones fue llevada a cabo por Hernán Pérez de Quesada (1542) en búsqueda del
Dorado, a partir de ello, se dio el arribo paulatino de posteriores colonias como las misiones
evangelizadoras3.
Previo a ello, el territorio fue habitado por pobladores “naturales” 4 como eran llamados por
los conquistadores españoles, sin embargo autores como Bahamón (2013) señalan que, las
comunidades indígenas también fueron inmigrantes de las zonas selváticas y posibles
descendientes de los Incas del Perú y Ecuador que huyeron de las persecuciones de
esclavistas, siendo los primeros intermediarios autónomos para la economía entre la selva
Amazónica y los Andes, prueba de ello, son los conocimientos terapéuticos compartidos
entre los poblados indígenas de ambas regiones.

3
Durante las tres primeras décadas del siglo XX, las estrategias para incorporar el territorio amazónico al Estado
constaban de tres mecanismos: 1. El establecimiento del territorio de misiones: Civilizar y cristianizar
pacíficamente a los salvajes para integrarlos a la civilización. La entrada de los misioneros capuchinos fue un
hecho a principio de siglo, aunque desde finales del siglo XIX habían iniciado expediciones desde Pasto y
Mocoa para ampliar su jurisdicción y conformar poblados “que sirvieran de puntual para la evangelización y
nucleación de grupos indígenas dispersos”. Trabajaron en la reducción y conversión de los indígenas amparados
en el convenio entre gobierno y misión en 1887. Luego, en 1904, se creó la prefectura apostólica de Caquetá y
Putumayo al cargo de Fray Fidel de Montclar. (Bahamón, 2013: 44-45)
4
Según los autores consultados, cuando la Misión Capuchina llego al Valle de Sibundoy encontró seis familias
indigenas: la Kamsá o Kamentsa (de habla Kuchi), Los Ingas (habla Kichua), la Kofán, la Tukano, la Witota o
Huitota y la Zaparo. Los Ingas habitaban en Santiago y San Andrés, con algunos asentamientos en Mocoa y
regiones de enclave futuras: Yunguillo, Condaga y Puerto Limon. Los Kamsá establecidos en el mismo de
Sibundoy. Los Kofán ubicados en ambas márgenes del Río Putumayo. Los Tukano por Orito y San Miguel.
Los Witoto por las riberas del Río Putumayo.

5
Con el arribo de las misiones y el proceso de aculturación5, hubo cierta resistencia indígena
avivada por la desconfianza hacia el blanco, emoción mediada por la experiencia con
esclavistas y el miedo infundido por la imposición de normas, formas de comportamiento,
usurpación de tierras y los continuos maltratos físicos a los que fueron sometidos desde las
conquistas. A raíces de ello, durante las misiones evangelizadoras muchos indígenas se
reusaron a enviar a sus hijos a las escuelas católicas así fuesen flagelados, puesto que no
querían que adquirieran nuevas costumbres, otros hicieron uso de la violencia negándose a
trabajar en la construcción de vías, conventos, escuelas etc., haciendo de la evangelización
una tarea difícil.
Para el año de 1638 el extracto de la corteza del árbol de quina era usado como tratamiento
para la malaria en Europa, con el desarrollo de la Expedición Botánica (1783) se dio inicio a
la extracción y exportación de la quina en Colombia. En 1883 la quina registraba la tercera
parte de las exportaciones nacionales constituyéndose en el principal producto de extracción
forestal en el país. Las explotaciones quineras se dieron en las montañas de Mocoa, Santiago
y Tambillo, centenares de hombres de: Boyacá, Tolima, la Costa Atlántica, Cauca, Nariño se
involucraron en actividades como las de guías, macheteros, cargueros, cocineros, bogas,
marineros, pilotos, administradores, entre otros, también los indígenas a través del trueque
de herramientas de metal (hachas, machetes, cuchillos, etc.) telas, espejos o por represión:

Anota Charry que las instituciones en mediar las relaciones entre el extractor y la
comunidad fue el Cabildo y de modo especial el Gobernador. Rafael Reyes en sus
memorias describe que cuando llegó por primera vez al Valle de Sibundoy para explotar
la vía al Putumayo, solicito al gobernador del cabildo de Sibundoy diez cargueros: “me
los prometió para dentro de cinco días, pasados los cuales y no habiéndome cumplido su
palabra le reconvine y le manifesté que para el día siguiente era indispensable que
me preparara los cargueros. Me pidió cuatro días más de plazo, que yo no los dí (…).

5
Aculturación: Es un concepto acuñado por la antropología para referirse al proceso de recepción y asimilación
de elementos culturales de un grupo humano por parte de otro, la colonización suele ser la causa externa de
aculturación más común.

6
Pero el Gobernador incumplió. A lo que Reyes se vio obligado, ante la amenaza de los
indígenas a hacer uso de mi revolver y ordenar a mis compañeros que estuvieran listos
con sus machetes para hacer lo que yo les ordenara. Disparé un tiro al aire que aterró a
los indios y me dio tiempo para derribar al Gobernador y ponerlo en el cepo (…)”
(Bahamón, 2013: 29)

Con la explotación de quina para la industria farmacéutica se abrieron fronteras por la cuenca
baja del Río Putumayo con el mercado internacional, para 1876 Mocoa se había convertido
en el centro de acopio y comercialización de quina, siendo punto de conexión entre el alto y
el bajo Putumayo logro articular la región Amazónica con la nación.
En 1884 los precios internacionales de la quina descendieron por las grandes plantaciones
holandesas e inglesas de Java y Ceilán, que consolidaron el monopolio de la producción
mundial, la quina latinoamericana sufrió un estancamiento que produjo la quiebra de
empresas como: Casa Elías Reyes, en efecto, Mocoa termino arruinada por la depresión
económica y la despoblación, sin poder recuperar su bienestar anterior.
En 1887 con la caída de los precios de la quina y las exportaciones estancadas, la Casa Elías
Reyes se dedicó a la explotación del caucho6, luego de que la industria de transporte
estadounidense y países europeos demandara goma para la producción de neumáticos, llantas
y tubos, lo que atrajo a empresas caucheras y población del centro del país nuevamente a la
región amazónica.
Para 1905 había más de cincuenta agencias caucheras que transportaban goma hacia Neiva,
pero algunas fracasaron por epidemias como la fiebre amarilla que disminuyó su mano de
obra. Con la guerra de los Mil Días (1899-1902) el comercio en Neiva cerró y se movió hacia
el puerto peruano de Iquitos.

6
En 1700 el caucho se usaba en Europa como impermeabilizante para las prendas “usadas para la guerra”
(zapatos principalmente), pero tuvo mayor demanda cuando Charles Goodyear descubrió accidentalmente la
“vulcanización” del caucho, proceso en que el caucho se junta con azufre y es estabilizado por la acción del
calor, para elasticidad, fuerza y utilidad; fue patentado en 1844. (Devia, 2004: 40)

7
Para facilitar la exportación y reducir gastos, las empresas caucheras (nacionales y
extranjeras) se trasladaron a zonas cercanas a ríos. La Casa Arana7 llego a cosechar leche del
árbol de caucho en 5.000.774 hectáreas cuadradas, ubicadas en ambas márgenes del Río
Putumayo, constituyéndose después de 1906 en la casa cauchera más importante. Su núcleo
principal de recolección fue construido en la Chorrera Amazonas por el Río Igará-Paraná,
con emplazamientos en las selvas de Putumayo.

IMAGEN No. 1
Proceso de Extracción del Caucho

Paola Sierra, 2011

7
En 1907 se convirtió en Peruvian Amazon Company

8
B. La Casa Arana. Un Sistema Social Fundado en el Terror

Para precisar las emociones presentes en medio de conflictos socioeconómicos volcaré mi


mirada a la célebre Casa Arana, cuyo emplazamiento como núcleo central de operaciones
caucheras significó uno de los conflictos más representativos en la historia del departamento
de Putumayo.
“La industria elevó la demanda de caucho natural pero también acrecentó su valor en el
mercado, al igual que el espíritu aventurero que llevó a recorrer los más peligrosos y
olvidados parajes amazónicos en busca de aquel árbol de la fortuna” (Sierra, 2011).
La empresa de los hermanos Arana, logró monopolizar la producción con apoyo del ejército
peruano impidiendo el paso de barcos colombianos, desplazando a su competencia y
esclavizando mano de obra indígena principalmente: witotos, andoques, nonuyas y boras,
para obtener grandes márgenes de ganancia. Varias investigaciones (Hardenburg, 1909;
Casement, 1911-1912; Taussig, 1987; CNMH, 2014) sostienen que existía un verdadero
régimen de esclavitud, los indígenas eran obligados a trabajar en condiciones inhumanas y
debían llevar excesivos cargamentos de caucho. La resistencia y el incumplimiento con la
cuota establecida para las actividades caucheras, eran sancionadas con látigo,
aprisionamiento en cepos8, encadenamiento en lugares visibles, semiahogamiento frente a
parientes, violación de mujeres en presencia de sus conyugues e hijos, mutilación de partes
del cuerpo (dedos, manos, orejas, etc.), exposición de víctimas desnudas, atadas y colgadas
de las manos, lanzamiento a las corrientes de caños y ríos, incineración con keroseno o el
fusilamiento, todas se hacían públicas como formas ejemplarizantes, de tal manera que
Casement lo describió como un sistema social fundado en el terror9 y Hardenburg mostró el
terror como factor inherente a ese mismo sistema.

8
Un cepo es una trampa para cazar animales que consiste en dos piezas, generalmente de madera y armadas
con puntas de hierro, con un dispositivo que hace que se cierren aprisionando al animal cuando este lo toca
9
Según dice Brücher (1997: 101) probablemente se debe a la presencia de los capuchinos en el alto Putumayo
el que las casas caucheras no avanzaran hasta allí y el que hasta la fecha exista un número considerable de
indígenas.

9
El interés de las Casas caucheras era extraer la mayor cantidad de caucho y por ello los
castigos debían ser lo suficientemente severos para extraer de su miedo lo que no puede
ser obtenido por una apelación a su codicia. (…) la regla del terror ha sido adoptada a
todo lo largo de los dominios de la compañía. (CNMH10, 2014: 136)

“El sistema del terror consistía en infligir tormentos a los indígenas en presencia de sus
parientes y frente a los miembros de su misma tribu, con el fin de producir escarmiento entre
los espectadores, tuvo también como finalidad mantener cautiva a la fuerza de trabajo
indígena” (CNMH, 2014:139).
Michael Taussig (1987) enuncia el territorio como cultura del terror y espacio de muerte al
narrar las vejaciones a las que fueron sometidos pueblos indígenas, explica que los
colonizadores se justificaron negando la existencia de toda huella humana y señalando a los
grupos indígenas como salvajes y caníbales.

Las palizas ocurrían cuando el indio recolectaba insuficiente caucho y estas eran mucho
más sádicas para aquellos que se atrevieran a intentar huir. Las palizas eran mezcladas
con otras torturas, tal como el casi ahogamiento, ¨diseñada¨, según indica Casement, ¨Ser
detenida antes de ser tomada la vida mientras que se inspiraba un agudo miedo mental
y se inflige gran parte de la agonía física de la muerte. ¨ Casement fue informado por
un hombre quien proporcionaba constantes palizas a los indios, que él había visto como
madres habían recibido palizas porque sus pequeños hijos no habían recolectado
suficiente caucho. Mientras que el chico se encontraba aterrorizado y llorando ante tal
vista, su madre seria golpeada ¨solo unos pocos golpes¨ para hacer de este un mejor
trabajador. (Taussig, 1987: 12)

En la obra literaria de José Eustasio Rivera, puede precisar una multiplicidad de emociones
a partir de la narración de los hechos de las desventuras de Arturo Cova como protagonista
y recopilador de voces, con las que describe la inmisericorde esclavización de los indígenas.

10
Hardenburg citado por CNMH, 2014

10
En La Vorágine narra cómo hombres y mujeres eran seducidos a internarse en las selvas,
movidos por el discurso de un empresario de apellido Barrera que promueve una suntuosa y
ambiciosa expedición, por ello muchos veían la posibilidad de acrecentar sus ganancias al
emplearse como caucheros, fraguando felicidad y esperanza, pero cuando la proeza no se
logra gestar se vuelcan opuestas creando terror, angustia, desespero, por la actitud déspota
de quienes los esclavizaron.

Parten el alma con sus vagidos, tanto como las súplicas de las madres, que piden ramas
para taparlos. El día que salimos al Orinoco, un niño de pechos lloraba de hambre. El
Matacano, al verlo lleno de llagas por las picaduras de los zancudos, dijo que se trataba
de la viruela, y, tomándolo de los pies, volteólo en el aire y lo echó a las ondas. Al punto,
un caimán lo atravesó en la jeta, y, poniéndose a flote, buscó la ribera para tragárselo.
La enloquecida madre se lanzó al agua y tuvo igual suerte que la criaturilla. (Rivera,
1924: 66)

El terror11 se relaciona con la creencia de que existe un peligro cercano e inminente que
puede producir dolor e incluso la muerte, a mi juicio, esta emoción puede explicar la sumisión
de los indígenas, por ello al no cumplir con lo impuesto resulta mejor arrodillarse para evitar
un peor escarmiento, no obstante, la misma emoción infundida puede motivar otra acción.

Yo me les escapé a los peruanos cuando me mandaron a traer bejuco y yo me les hui.
Ahí, en la bocana del Cuemañi, mataron los peruanos a un indio de los que ellos traían
del Putumayo porque se había comido una gallina de las que traían de Macuje. A otro
indio de los mismos, le dieron unos planazos con una peinilla. A mí me dio miedo y por
eso hui (Nacion, 1911)12.

11
El terror es el miedo, pero con un mayor grado de intensidad.
12
Entrevista citada por el Centro Nacional de Memoria Histórica, (2014: 156)

11
Además de las torturas por el incumplimiento o como parte de las actividades lúdicas de los
caucheros, los indígenas debían raspar con sus manos tierra o comer de los gusanos de sus
heridas para saciar su hambruna. El trato dado por los esclavistas evidencia desprecio,
emoción estrechamente relacionada con un sentimiento de superioridad, para entonces,
sustentaron en la retórica eclesiástica “El indio no tienen alma” que expresa la creencia de
que existe una cultura superior que domina sobre otra.
Por último, en ocasiones ante el miedo se contrapone con mayor intensidad el amor que
aparece conexo al dolor, dicha emoción es compartida por medio del vínculo maternal e
induce a las madres a tomar el castigo en lugar de sus hijos o morir por ellos.

C. Arterias para la Colonización Agraria.

Las incursiones evangelizadoras, las explotaciones y exportaciones de materia prima, junto


a políticas estatales, mediaron la articulación de la Amazonia con la Nación y abrieron la
frontera agropecuaria13; si bien no consolidaron colonias, construyeron caminos de trocha y
herradura como: “el camino de la misión que empalmó Pasto con Mocoa-Puerto Umbría
(1912), Alvernia (1915), Belén (1917), Guacamayas (1921), Puerto Limón (1922), Puerto
Ospina (1924) y San Antonio del Guamúez (1925-26)” (Devia, 2004: 46), vía que se
convirtió en la arteria principal de la colonización del piedemonte y sirvió en la explotación
de oro, pieles y madera.
La infraestructura vial que atraviesa la cordillera oriental: Al norte la vía Bogotá-
Villavicencio -Calamar; al centro, Neiva –Guadalupe-Florencia-Tres Esquinas; al sur, Pasto-
Mocoa -Puerto Asís, fue fruto del conflicto Colombo-peruano en el que se disputó el trapecio
Amazónico (1932), al igual que la trocha de la Tagua-Caucaya que une los Ríos Caquetá y

13
Con las expediciones en busca de quina y caucho llegaron a la región habitantes, sin embargo, no se
consolidaron procesos de colonización, pero si se amplió la frontera agropecuaria. Para 1849 habitaban en la
región 242 personas entre funcionarios, comerciantes, población colona y aproximadamente 16.549 aborígenes
censados (CNMH, 2015)

12
Putumayo, permitiendo así, el ensanchamiento de fortalezas militares (bases marinas, base
de defensa aérea) en Puerto Leguizamo y la Tagua, originando una colonización militar.
Estas vías fueron usadas por campesinos durante el periodo de violencia bipartidista (1946-
1962), quienes buscaron refugio en lugares aislados, por las continuas amenazas y
persecuciones desatadas por la violencia política que tuvo lugar principalmente en los
departamentos de Tolima-Huila, Valle del Cauca, Cundinamarca, Boyacá, Antioquia, viejo
Caldas, los dos Santanderes y los Llanos orientales. En las áreas rurales se ejecutaban
masacres lo cual diseminaba el terror viéndose nuevamente expulsados de diferentes lugares.
Este es el caso de una habitante del Valle del Guamúez quien narro su llega al departamento:

Yo nací en Gómez Plata, Antioquia, donde teníamos una finca inmensa con minas de
oro, entonces cuando la violencia entre liberales y conservadores rodamos por Caucasia
nos pusimos unos restaurantes, pero era una cosa aterradora la violencia, cuando sonaba
un cacho por allá en una loma todo mundo a esconderse y salir con lo que teníamos, eso
rodamos por Caucasia, Maracaibo, Valle Dupar, Río Hacha, Puerres (…) Entonces nos
enteramos que en Putumayo habían tierras baldías y nos venimos a rodear, construíamos
nuestro rancho y luego INCORA venía y nos titulaba (…) se venía por Monopamba y
duraba cinco a seis días venir al Valle del Guamúez (Obando, 2017)

Por la vía que conecta Nariño-Putumayo, algunos campesinos llegaron a la región buscando
asilo y tranquilidad, esperanzados en aliviar sus paupérrimas condiciones de vida. Según
coinciden diversos autores (Bahamon 2013; Brücher, 1970; Devia, 2004) con la ley 135 de
1961 se creó el Instituto Colombiano para la Reforma Agraria (INCORA), con el plan de
retorno y reubicación buscaba la apertura y el desarrollo de las regiones olvidadas otorgando
adjudicación de tierras y propiedad campesina en territorios baldíos: entre 1954-1957 se
realizaron 640 adjudicaciones en Putumayo, la mayoría en Mocoa, Puerto Asís (hasta
entonces corregimiento de Mocoa), Leguízamo, Santiago, Sibundoy, Villa Garzón, proceso
que no estuvo exento de disputas territoriales entre colonos e indígenas, estos últimos
desplazados por los nuevos asentamientos.

13
Antes de que el INCORA adjudicara tierras ya habían llegado familias abriendo caminos y
trochas desde el sur de Nariño, ubicándose principalmente en pueblos fundados a orillas de
ríos (Puerto Asís, San Antonio del Guamúez, Puerto Leguízamo, Orito).
Desde la década de los años treinta, comerciantes y cazadores de fauna silvestre oriundos de
Perú y Brasil llegaron por el Río Putumayo a Puerto Leguízamo, sus vías fluviales fueron
aprovechadas para el comercio de pieles de: manatíes, tigres mariposa 14, tigrillos, nutrias,
caimanes negros y babillas; también se mercadeaba pescado y se traficaba animales silvestres
para domesticación. Como sucedió con la quina y el caucho, las pieles suplían de materia
prima a la industria de la moda estadounidense y europea, la mano de obra era indígena
traídos en lanchas o población pobre del centro del país con sistema de endeude 15. Las
primeras colonias que exportaban pieles realizaban visitas exploratorias y dependiendo de la
cantidad de animales y pieles procesadas en el lugar, dejaban un grupo de cazadores durante
uno o dos meses. Gran parte de los asentamientos eran temporales con un numeroso grupo
de población flotante16, por ello cuando se decretó (Ley 2811 de 1974) la prohibición de la
cacería comercial que amenazaba la fauna y flora silvestre, la economía dejo de ser relevante
para estas colonias.
Sobrevino entonces la tala y comercialización de madera fina silvestre (cedro,
granadillo, amarillo y achapo) algunos migrantes cambiaron de oficio a aserradores y se
ubicaron en lugares como Puerto Asís, Puerto Leguízamo y la Tagua. La explotación de
madera se constituyó en la puerta de entrada a la región, se abrieron nuevas trochas que
facilitarían la colonización, además, según narran pobladores, los aserradores sin familia se

14
El Tigre Mariposa o Jaguar de la Amazonia, es el felino de mayor tamaño en el continente de América, su
cuerpo es robusto, cabeza ancha con manchas de amarillo pálido a café rojizo en todo su cuerpo. Este félido
posee la mordedura más fuerte, superando al Tigre Bengala.
15
El sistema del endeude consiste en trabajar (producto silvestre recolectado), a cambio de mercancías de la
sociedad mayor (machetes, canoas, herramientas necesarias para la recolecta), el costo de estas es tan alta que
el indígena queda endeudado por mucho tiempo comprometiendo su fuerza de trabajo a cambio de muy poco
(Friedemann, 1995)
16
Población flotante es el contingente demográfico compuesto por aquellas personas que, aun no estando
oficialmente inscritas en el censo de población de la comunidad, residen temporal o permanentemente en un
ámbito geográfico comunitario (ciudad, pueblo, villorrio etc.)

14
consolidaron como una clase trabajadora que demandaba zonas refrescantes 17, por lo que
incremento el comercio, favoreciendo la colonización agraria.
Algunos colonos continuaron echando sus primeras raíces por medio de la siembra de arroz,
plátano, yuca, frijol, palma de aceite, menta, maíz, crianza de especies menores. Con la
creación del Fondo Ganadero en 1967 muchos se dedicaron a la crianza de bovinos
especialmente en Villa Garzón, Puerto Leguízamo, Puerto Asís. Con el crecimiento de la
población y los nuevos emplazamientos, los migrantes sedujeron a familiares y amigos,
quienes se aventuraron en largos viajes hacia el Putumayo.
El colono nariñense Vicente Alfonso Hernández (1997) dedica algunos apartados de su diario
de vida a Putumayo, escribe que sus tierras en Nariño no eran laborables por las empinadas
peñas y derrumbos, por lo cual buscaba desesperadamente un lote para cultivar y alimentar
a su familia, pero los peligros que aguardaba tan a venturoso viaje le causaba terror, luego
de que se enterara que cuatro indígenas habían muerto de frio por la inclemencia de los
páramos, empero la necesidad era más grande que el miedo, su motivación el amor a su
familia y la herencia de un mejor porvenir a sus hijos. Así mismo coexistía la tristeza que le
imploraba no marcharse del territorio que lo vio crecer y le dio los mejores años de su vida,
sin embargo, ante el miedo y la tristeza estaba la esperanza de lograr lo que ya su hermano
había logrado en Putumayo, “echar raíces”.
El componte económico sin duda condicionó la llegada de la mayoría de colonos, el interés
por la región se avivó por la abundancia de tierras asequibles y alimento, por ello la esperanza
está presente en colonos como Hernández quien vio en el departamento la posibilidad de
mejorar su condición económica, sin embargo, no se reduce a ello, una colona antioqueña
comenta:

(…) lo que sentía al llegar era felicidad, en el frio no me enseñaba, aquí había cacería,
danta, carrillo, venado, boruga pescado en cantidad, pero lo que más me gustaba era la

17
Establecimiento en el que hay un mostrador alargado para servir bebidas y algunas comidas.

15
tranquilidad y que había de todo, no había problema con nadie, ni política, ni negro ni
pobre, ni feos, ni bonitos, todos éramos iguales (Obando, 2017)

Putumayo resultó atractivo por sus tierras baldías y apacibles18, despertando emoterras como:
la tranquilidad, entendida como la ausencia de angustia o miedo que produce placer y de la
cual se desprenden distintas emociones como felicidad, gratitud y confianza, frente a los
beneficios que el territorio ofrece como zona de refugio y alimento. Esto conduce a la génesis
del sentimiento de pertenencia territorial, el cual desarrollare en las siguientes líneas.

(…) yo soy antioqueña con barriga de pastuso 19, aprendí a comer todo lo que el pastuso
comía, por eso ¿Cómo no tenerle amor a Putumayo? Si aquí nacieron mis hijos, aquí se
criaron, aquí viven, ¿Tónces? Yo soy feliz aquí en Putumayo, yo creo que todos los
viejos que hemos vivido por aquí queremos al Putumayo (Obando, 2017)

Cuando se indaga sobre la pertenencia y orgullo en colonos que llegaron más jóvenes, estos
suelen auto reconocerse como putumayenses, como es el caso de los hermanos Mallama, que
llegaron de la mano de sus padres huyendo de conflictos familiares y buscando tierras
incógnitas para vivir. El miedo resultar ser una emoción común que se expresa de distintas
maneras, pero prima el miedo a lo desconocido, una de las hermanas sostiene que la
inmensidad de los ríos provocaba terror, las canoas constantemente se volteaban y hacia lo
posible por huir lejos de las embarcaciones, ganando el sobrenombre de “Purichinga20”

18
Según la Real Academia Española la palabra apacigües es conducir a la paz a un sujeto o situación, otras
definiciones sugieren calmar y contentar.
19
“Soy antioqueña con barriga de pastuso” hace alusión a la cercanía cultural entre los departamentos de Nariño
y Putumayo.
20
El vocablo “Purichinga” hace parte de la jerga nariñense para referirse algo que se hacer andar o girar, pero
a saltos, como un juego que da vueltas y vueltas y nunca está quieto.

16
Una vez que familiarizan con el lugar las experiencias se tornan cotidianas, como los juegos
(aoa, rayuela, trikitraka, etc21), las mascotas exóticas (tortugas morrocoi, armadillos, loros,
guacamayos, tigrillos, etc)

Me siento Putumayense sin importar que no haya nacido aquí, las costumbres, la niñez,
uno ama donde viven los hijos, yo viví en Cali y se perdió todo, toco empezar de cero,
aquí se vive más descansado, más tranquilo, se piden favores y nadie dice que no, el
espacio es amplio, las casas inmensas, en otro lugar todo es más costoso (…) por eso ¡A
todo honor putumayense! Alcanza para darse unos buenos paseos a otras ciudades, uno
llega y no quiere irse nunca (…) orgullosa me siento aquí, se llegó de la nada y aquí se
surgió de la nada, gracias a Dios se vive bien (Mallama M. , 2017)

Una colona recuerda que durante el viaje de Sandoná (Nariño) hacia el bajo Putumayo, veía
tan solo inmensas montañas, sollozando y angustiada preguntaba ¿Cuándo falta para llegar?,
¿Dónde vamos a llegar?, Solo escuchaba murmullos: pobrecita esa gente de donde vendrá.
Cuando el viaje concluyo, su apreciación de la infraestructura no era la esperada, vi todo feo,
no concurría red eléctrica, se usaban mechas22 y los baños se construían perforando un hueco
profundo con dos maderos de soporte para asiento, los comentarios acerca de las enormes
serpientes (anaconda, boa, matiguaja23) que se postraban como troncos viejos hacía que el
miedo se avivara, cuando caminaba iba lento y con un palo tocaba cada tronco con miedo
de que eso se empezara a mover y sin saber yo para donde correr. Después de un largo lapso
apreciando la fauna y flora exuberante de la región (nidos de pájaros, loros, micos, tortugas)

21
Aoa: es un juego con pelota, que se lanza contra la pared, mientras va cumpliendo con el grado de dificultad
que enuncia el jugador: Aoa sin moverme, sin reírme, en un pie…Rayuela o también conocido el avión, el lápiz.
Trikitraka similar a jugar triki (OX)
22
Una mecha, es una lámpara artesanal que se construye con un recipiente de vidrio, ACPM y un trozo de tela.
En Putumayo fue una de las tradiciones más extendidas y reportadas por la ausencia de red eléctrica.
23
Matiguaja, Verrugosa o Cascabel Muda, conocida con el nombre científico de Lachesis Muta, es la víbora
mas larga del mundo y la segunda serpiente venenosa más grande después de la cobra real, puede medir hasta
3,6 m. La población asemeja su tamaña con una viga de madera 4x4 y su sonido similar a una gallina
cacareando.

17
la intensidad de la emoción (miedo) se redujo, para dar lugar a emoterras como: tranquilidad
y felicidad.

Aquí miraba un animal diferente cada día, eso era alentador, como sembrar un árbol y
esperar un racimo de plátano o lo que fuera (…) primero le tenía miedo a los ríos, luego
me gustaba ir a un río arriba que le decíamos la montaña liquida (…) y ya con el tiempo
uno se da cuenta que lo que antes teníamos era maravilloso, que de pronto ahora no es
tanto como antes, pero la tranquilidad es algo que uno no tiene en cualquier lugar porque
las ciudades son peligrosas, en Bogotá yo no dejo que mis hijos o nietos salgan, porque
eso lo escopolaminan24 y que susto, en cambio aquí uno sabe que la gente es conocida y
deja que anden para arriba y para abajo tranquilo, y confiado sin imaginar si quiera que
les pase algo (Garcia, 2017)

Este conjunto de emociones estuvo condicionado por factores como el contacto físico al estar
en un determinado lugar, cuando este resulta ser desconocido puede causar miedo, empero el
miedo a lo desconocido se aminora a partir de las experiencias cotidianas; emoterras como la
felicidad surgen y se intensifican al experimentar algo nuevo, cuando lo desconocido no
origina miedo puedo ser foco de interés, esta última emoción ligada a la curiosidad que invita
a explorar y conocer la naturaleza que los rodea. Pero es a partir del trabajo arduo cuando se
emplazan emociones con mayor duración en el tiempo (actividades agrícolas y
agropecuarias), estas son formas génesis de pertenecía al territorio, echar raíces en el
territorio implica el emplazamiento de sementeras, hogares, sepulcros, etc., por ello no solo
será un objeto útil, sino también un símbolo cargado de significado en el cual se establecen
relaciones sociales con otros individuos.
El miedo a lo desconocido puede argumentar que exista un imaginario social respecto al
Putumayo, principalmente a las zonas rurales, como escenario de intranquilidad y molestia

24
Conocida popularmente como la burundanga, la escopolamina es usada por la delincuencia común para
incapacitar temporalmente a las víctimas, al ser un depresor del sistema nervioso central puede anular la
voluntad de la víctima haciéndola propensa a robos o violaciones sexuales.

18
ya sean por los peligros que aguardan las zonas selváticas, la insuficiente infraestructura, los
conflictos armados o la escasa atención por parte de las instituciones del Estado. Por otro
lado, gran parte de los putumayenses que no se acostumbran en grandes ciudades, expresan
las mismas inconformidades, como el miedo a la delincuencia común, la intranquilidad por
el modo de vida acelerado en las ciudades, etc., por ello la tranquilidad es una de las
emoterras más sugeridas que explica la permanecía territorial en Putumayo.

D. El Advenimiento de la Industria de Hidrocarburos

La colonización del departamento de Putumayo está relacionada con el trazado de vías de


comunicación, como fue en su momento los cauces de los Ríos Putumayo y Napo durante la
primera fase de colonización, luego los caminos de herradura construidos por las misiones
para el agrupamiento de indígenas en poblados y la apertura de carreteras que fueron
resultado de las colonias efímeras y los conflictos territoriales. Para 1936 25 las rutas
presentaban deslizamiento por su clima cálido-lluvioso además de ser angostas, agrietadas y
poco transitables. El arribo de las empresas petroleras (1963-1970) generó grandes
transformaciones socio-espaciales por su intervención en la creación o mejora de vías como
elemento dinámico y articulador de la región que impactó en la economía y la configuración
territorial del actual departamento de Putumayo.
Por el mal estado de las vías se realizó la “Operación Putumayo” 26, el equipo técnico se
trasladaba en avionetas y helicópteros a los lugares de explotación, mientras que por los
afluentes de la Amazonia se transportaba un aparejo de perforación como: explanadoras,

25
1936 fue el año en el que se descubrió el gran yacimiento de crudo y se fundó Orito-Pungo, luego para 1968
Putumayo contaba con la refinería de Orito, cuya planta destilaba crudo y producía gasolina (bencina y motor),
queroseno, JP-1, ACPM, aceite, grasas e hidrocarburos derivados, la cual garantizaba el abastecimiento del
sector sur de Colombia y de la Armada, solo a partir de 1969 Putumayo recibió regalías por estos pozos
perforados en el Distrito de Putumayo, hasta 1971 se perforaron 62 pozos exploratorios.
26
Operación Putumayo. Con una flotilla de siete helicópteros y avionetas de la empresa Helicol, esta operación
fue calificada como la mayor operación aérea después de la segunda guerra mundial. La compañía, filial de
Avianca proporcionó “tres helicópteros Bell 204 B y cuatro 47J – B-2 más pequeños que los anteriores; el 204
B de turbina a gas puede transportar una carga máxima de 1.800kilos” (Domínguez, 1969: 50)

19
tractores, camiones, planchones, remolcadoras, maquinaria de movimiento de tierra,
implementos eléctricos, tubos para la instalación de los pozos y la construcción del oleoducto.
La primera empresa en realizar trabajos de explotación petrolera en la cuenca del Putumayo
fue Anglo Saxon Petroleum en 1937, luego en 1941 llego la compañía norteamericana Texas
Petroleum Company, filial de la Texaco. La compañía norteamericana Texas Petroleum
Company, llego desplazándose de Puerto Asís por el Río Putumayo hasta la bocana de Orito,
el personal encargado de las labores técnicas y de apoyo se asentaron en Puerto Asís en una
embarcación sobre el Río Putumayo llamada La Casa Flotante. En Santa-Ana (20 km de
Puerto Asís) se coordinaron las actividades de explotación e instalación de pozos por lo que
fue útil emplazar un campamento permanente de obreros.
Según Devia (2004) para 1955 Puerto Asís era tan solo un caserío 27, su aeropuerto yacía en
pésimas condiciones, La Texas Petroleum Company arregló y amplió la pista de aterrizaje e
instaló junto a ella una torre de control, así mismo se construyeron pequeñas pistas en El
Tigre, La Hormiga, Orito y en 1962 se fundó el Servicio Aéreo para Territorios Nacionales
(SATENA). En 1966 la Texas-Gulf inicio la construcción de la vía Santa-Ana-Orito y tres
puentes sobre los Ríos Orito, Calderón, Putumayo. Adicionalmente se emplazaron tres
puentes metálicos dos sobre el Río Acaé, uno sobre el Río Guamúez y pequeños ramales que
conducirían a pozos petroleros (Paujil-Orito-El Líbano; Jauno-El tigre-San Antonio-La
Hormiga-Puerto Colón; y Villa Garzón-Puerto Limón-Santa Lucía) importantes para la
colonización de zonas veredales.
En 1964 se firmó una concesión con Texaco-Gulf en la Amazonia norte de Ecuador y dos
años después se perfora el primer poso en Nueva Loja, consecuencia de ello se construye
(1969) la vía Orito-San Miguel-Sucumbíos (Ecuador), para la articulación de esta última fue
necesario construir un puente sobre el Río San Miguel. Según lo expresa Devia (2004)
durante veintiocho meses se construyeron 127 km de vías, las cuales vincularían 10.000
hectáreas abandonadas con la economía del país, la empresa se vio a sí misma como actor

27
Un Caserío es conformado por el conjunto de casas en el campo que no constituyen un pueblo.

20
posibilitador del desarrollo regional, pues propicio la salida de productos agrícolas y logró
unir a millares de colombianos que vivían en zonas inhóspitas y apartadas con la economía
del país, opinión que compartía el Estado quien aseveró que el petróleo seria la salvación
para esta región.
Durante el boom petrolero se articuló una de las vías más importantes para el departamento:
Pasto-Valle de Sibundoy-Mocoa-Villagarzón-Puerto Asís-Orito-La Hormiga-Río San
Miguel-Sucumbíos (Ecuador).
“Así como en los años cincuenta las personas migrantes habían ido aguas arriba colonizando
el occidente de Puerto Asís, en los sesenta y los setenta habían seguido las líneas del
oleoducto y habían remontado el flujo del crudo para colonizar a su paso las tierras aledañas
al tubo y a los lugares de extracción del petróleo. Este cambio en el patrón de ocupación y
apropiación del espacio llegó a ser tan importante, que algunas familias migrantes que
partieron de Puerto Asís terminaron colonizando tierras ubicadas en el costado sur del Río
San Miguel, en territorio ecuatoriano” (CNMH, 2015:110).
La empresa estableció vías de acuerdo a sus necesidades, restándole importancia a las vías
de acceso por los ríos y sus actividades petroleras propiciaron una actividad colonizadora.
Uno de los fundadores de Orito recuerda:

Las cosas se entraban por el barrio Esperanza (Orito), antes por un caserío que se llama
Veintinueve que eran puertos, durante el recorrido donde había petróleo y se movía
Texaco, la gente iba haciendo sus casas alrededor de los frentes de trabajo (Guerrero C.
, 2017)

Muchos colonos llegaron a la región por la intervención de la industria petrolera mediante


escuelas de formación y capacitación para futuros obreros.

(…) Texaco tenía una estrategia para tener trabajadores, por ejemplo, yo me vincule a
los catorce años, desde niño en Puerto Boyacá, Texaco tenía una escuela primaria, uno
salía de la primaria y lo enviaban a una escuela de capacitación llamada Escuela
Industrial y luego la empresa lo enganchaba (Guerrero C. , 2017)

21
Con la llegada de la industria del petróleo se presentó un flujo migratorio de gran volumen e
hizo que Puerto Asís se constituyera en un área urbana importante, los migrantes llegaron
con expectativas de enganche como obreros en actividades petroleras, de aperturas de camino
(machetero), perforación de pozos e instalación de las tuberías de oleoducto. La publicidad
alardeaba que en el Putumayo se ganaba mucho más que en otras regiones, por ello muchos
colonos se dedicaron a la agricultura de parcelas propias o arrendadas hasta que un
“veintiocho”28 tocara su puerta.

(…) los trabajadores vivamos en abundancia, casino, cada persona tenía derecho
desayuno, almuerzo y comida, ¡Lo que fuera! Si se podía comer media vaca se la servían,
el salario era sabroso, se trabajaba y se gastaba en diversión (Guerrero C. , 2017)

“Efectivamente en esa época [1969] este era un pueblo de una población trashumante
porque todos veníamos en busca del petróleo y por medio de un amigo que me dijo que
lo que usté se gana aquí mensualmente, se lo gana en el Putumayo diario. La propaganda
era que aquí se trancaban las puertas con libras de mantequilla y usté en la calle patiaba
los billetes. (Devia, 2004)

Gran parte de esa población antes de emplearse no contaba con condiciones estables ni
recursos, las casas donde se alojaban eran denominadas “filo de hambre” pues la inestabilidad
laboral hacia que muchos trabajadores aguantar hambre antes de conseguir cualquier oficio
con la compañía.
Las noticias sobre las petroleras se dieron a conocer por medio de familiares, amigos o
personas cercanas, estas relaciones sociales creadas por lazos de solidaridad o posibles
vínculos de afecto ligados a el amor, alegría, gratitud, facilitaron la llegada de nuevos
colonizadores, puesto que atendieron sus necesidades como el suministro de comida,
alojamiento, préstamo de herramientas, apoyo en labranzas, cacerías comunales, etc.,

28
Es una forma de contrato informal con periodo de veintiocho días de trabajo.

22
jugando un papel importante en la medida en que el nuevo migrante tuvo una cercanía a priori
con el lugar a partir de relatos, propiciando seguridad y confianza.

Detrás de nosotros los aserradores entraban los que venían a fundar. Los ayudábamos
con algo de remesa, les prestábamos las mulas, les teníamos la vaquita, el ranchito,
cuando había trocha... No se decían los linderos, porque era que entraban muy poquitos
y quedaba uno, cogía hasta donde quería, después llegaba el otro, como llegaba tan
poquita gente (...) cuando yo no tenía los otros que tenían me daban plátano, maíz,
pescado y de la misma forma hacíamos nosotros con el que iba llegando fuera quien
fuera” (Devia, 2004)

Numerosos inmigrantes, quienes tenían inicialmente pretensiones de trabajar con las


petroleras, se establecieron luego como colonias agrarias y frentes de colonización, pese al
escases de los veintiochos por el considerable número de obreros; algunos optaron por nuevas
regiones o trabajos, mientras otros volvieron a las actividades agrícolas u ofrecieron servicios
terciarios como: restaurantes, alojamientos temporales, comercio al por menos, cantinas,
almacenes y prostitución.
Con la colonización alrededor de los Ríos Guamúez y Orito, además de las mejoras en la
infraestructura vial, se emplazaron casas inicialmente de palma y madera por fuera de las
mallas metálicas del campamento petrolero, y obras de interés general como escuelas,
puestos de salud, etc., esto influiría en la organización política pidiendo la autonomía
administrativa de municipios como Puerto Asís.

E. Conflictos Territoriales entre Indígenas, Colonos y Empresarios

El informe CNMH (2015) indica que no existió claridad entre las tierras para la explotación
y las que se podían ocupar, por ello las disputas territoriales de cuenta de Texaco y la fuerza
pública se hacían efectivas a partir de tácticas como: la destrucción de cercas, robo de ganado,
intervención en la no adjudicación de tierras haciendo de los tramites largos y costosos,
usurpación de viviendas y destierro de familias.

23
(…) la empresa como patrón evadiendo responsabilidades sociales y asumiendo una
actitud para negar esos derechos, por ejemplo, la vaina de los contratos, aquí habían
veinte mil trabajadores pero Texaco solo tenía sesenta legales, los demás se contrataban
por veintiocho, treinta o cinco días porque habían más de veinte contratistas, entonces
después del año solo sesenta tenían derechos, los demás chao (…) hasta los hombres no
conseguían esposas, si no por veintiocho días tenían mujer (Guerrero C. , 2017)

Consecuencia de los subcontratistas y la figura del veintiocho los obreros trabajaban más de
ocho horas y algunos doblaban turno, no contaban con el equipo y las herramientas
necesarias, ni los servicios básicos como transporte y educación, además se anexan
agresiones contra mujeres, a quienes les rasuraron sus cabelleras por ser propietarias de
negocios (cantinas) en el lugar denominado Filo de Hambre 29, para los comerciantes del
mismo lugar, la fuerza pública les cerro los establecimientos argumentando que no tenían
permiso para trabajar ahí, aunque sus licencias eran vigentes. Las únicas personas autorizadas
para ingresar a Orito eran hombres solteros vinculados en actividades de las empresas
petroleras.

(…) Texas no permitía que se hiciera pueblo acá, me imagino que cuidaba la vaina
petrolera para que después no tener que indemnizar por nada, tenía un ejército privado,
el ejército nacional y la policía al servicio del consorcio Texas Golf (…) todo el centro
era filo de hambre, la Texas era mala porque no quería pueblo, por ejemplo bajando al
barrio Colombia (Orito) que sale al río no existía esa vuelta, Texaco fue a poner una
malla para que la gente no pasara por la mitad de la empresa, y eso fue un conflicto con
el ejército y hubo disparos, la lucha era pá que no hubiera pueblo, porque toda esta zona
es petrolera y ellos querían perforar, en todo el pueblo hay pozos que no se pudieron
perforar porque la avalancha de la gente no la ataja nadie (Guerrero C. , 2017)

29
Filo de Hambre era el lugar al que llegaban los obreros migrantes en busca de veintiochos, actualmente se
concentra el centro de Orito.

24
Para evadir los controles territoriales, la población migrante construía sus casas durante la
noche.

“Las casas se hacían de noche porque de día no les permitía la ley, el ejército. Entonces
nos uníamos más o menos unos veinte hombres y en la noche la construíamos, la
armábamos y amanecíamos las familias dentro de ellas. Porque si era de día, llegaba un
carro del ejército, les ponía una cadena, una manila, y las derrumbaba” (Devia, 2004).

En su defensa la Texaco argumentó que todo lo hacía en pro de combatir las organizaciones
delincuenciales que se dedicaban a la colonización de tierras de interés petrolero, puesto que
existió abusos por parte de los colonos quienes construían casas en lugares donde se abría
una trocha o se ejecutaba un proyecto para luego cobrar tres veces su valor por daños y
prejuicios. “El estigma creado por esa empresa, para justificar el desalojo, fortaleció el
imaginario negativo sobre los habitantes de Putumayo, predominante o prevalente siglos
atrás, como seres eminentemente ilegales y violentos (…) en la década de 1980, ese
imaginario negativo predominaría en la explicación y el tratamiento que el Estado
colombiano le daría al auge cocalero y a la confrontación armada en Putumayo”. (CNMH,
2015: 128-129)
Después de 1968 se retiró la prohibición de construir en el área de influencia petrolera por
presión del Estado, los desalojos contra la población colona en Orito cesaron y se reconoció
los abusos cometidos para mantener la paz pública, a partir de ello se inició la construcción
de alojamientos para empleados (casas portátiles de madera), por decisión del INCORA
(Resolución 168/1968) se estableció un área para la colonización. Todo esto hizo que la zona
de Orito particularmente la cercana a las explotaciones y la infraestructura petrolera,
resultaran ser de mayor atracción para inmigrantes.
En 1971-1978 inició el decaimiento de la producción del campo Orito, la automatización de
la refinería no demandaba mucha mano de obra, por lo que no generó empleo sostenible en
el tiempo, lo que impactó el proceso colonizador y el desarrollo regional, a partir de allí la

25
actividad colonizadora adquirió una dinámica propia e independiente de la actividad
petrolera.
Sincrónico con la caída de la producción en el Putumayo se dio el hallazgo del hidrocarburo
en la colindante región ecuatoriana, la empresa de hidrocarburos desplazó su maquinaria,
equipos, técnicos y campamentos por vía aérea y terrestre a la providencia de Sucumbios
(Ecuador). Desde 1976 se inició la entrega gradual de la infraestructura a Ecopetrol (ley 65
de 1948) donde el Estado empezó a participar directamente en la industria petrolera.
Según sostienen diversas investigaciones se hablan de colonizaciones negando toda huella
humana, incluso aquella que cuenta con una larga historia de ocupación y apropiación en el
departamento. Durante las primeras colonias misioneras las comunidades indígenas fueron
obligadas a sedentarizarse, por ello, mucho antes de la llegada de Texaco existían pueblos
como: San Diego ubicado sobre el Río Orito30, San Antonio sobre el Guamúez y San Miguel
sobre el Río del mismo nombre. Sin embargo, con la afluencia de la explotación petrolera,
más de tres mil indígenas Sionas (San Diego) huyeron por las epidemias (gripe, viruela)
causadas por el contacto con trabajadores de Texaco, hacia los ríos fundando asentamientos
como Nueva Granada y Buenavista, lejos de Orito y Puerto Asís hacia las riberas de los Ríos
San Miguel y Guamúez. La Texaco se apropió de aquellas tierras a partir de pagos y prácticas
como el cercamiento arbitrario y el pastoreo del ganado sobre las sementeras.
Durante el proceso de colonización enfatizando en la cuestión de los hidrocarburos, se ejerció
control y dominio sobre el espacio generando conflictos territoriales entre indígenas, colonos
y empresarios, principalmente en Orito donde hubo fuertes disputas territoriales.
Las experiencias conflictivas entre los miembros de la sociedad y la empresa Texaco que
sitúa como escenario el asentamiento urbano en Orito, desencadenaron ira que no
permitieron consensos que pudieran aliviar dichas tensiones.

30
Orito hasta ese entonces era inspección de Puerto Asís, ya desde 1920 llegaron colonos en busca de oro de
aluvión por ello su nombre. En 1960 se dio nuevas migraciones por la economía de oro negro con nuevos
asentamientos, pero sin titulado de propiedad, desatando conflictos con las compañías petroleras. Pero mucho
antes, con los misioneros franciscanos se conformó en 1650 el poblado de San Diego sobre el Río Orito-pungo
con indígenas Siona.

26
(…) la industria petrolera no le sirve al país, tenemos que pensar en toda la riqueza, yo
no me voy de Colombia huyendo como cobarde por la situación (…) ¿A dónde está el
patriotismo? Si ellos vinieran a combatir la corrupción en vez de huir pues habría un
cambio social (…) a mí ya no me da miedo ir y pelear por que ya de tantos golpes a uno
se le va perdiendo el miedo, pero me siento feliz estando en una cárcel porque siento que
le estoy sirviendo a los intereses de mi país, y en Putumayo me siento bien porque aquí
lo hago (Guerrero C. , 2017)

Empero, encuentro que las emociones varían en los colonos del Valle del Guamúez, quienes
manifestaron alegría por la presencia de la industria petrolera, puesto que generó
transformaciones en su vida cotidiana, un claro ejemplo es la apertura de vías, que aunque
fueron trazadas acorde a las necesidades de la economía extractiva, propicio la entrada de
colonos y la ampliación de la frontera agrícola, para quienes ya estaban asentados significó
la integración a los centros de comercio de bienes y servicios. Particularmente en el
municipio Valle del Guamúez las relaciones sociales se dieron bajo consensos por intereses
compartidos.

(…) cuando entro la compañía Texas llego en helicotero y fue donde nosotros plana
abajo allá llego, pidió permiso para abrir trochas y puso a la gente a trabajar, era una
gente muy buena, el señor Luis Eduardo Díaz muy buena gente ese señor, un dotor
ingeniero humanitario, como sería que uno no tenía comida y uno le daba la plata y le
traían en helicoteros la remesa, porque en ese entonces no habían vías tocaba ir hasta
San Antonio coger canoa para ir a Puerto Asís y traer remasa, ellos empezaron abrir
trocha, darle trabajo a la gente, si algo se dañaba lo pagaban, porque los helicoteros
nunca le negaban a usted un favor, si había un enfermo lo llevaban a Puerto Asís, fueron
muy buenos los que nos salvaron la vida aquí, ellos nos apoyaban y nosotros los
apoyábamos (…) después de que se fueron nosotros teníamos trochas, carreteras hasta
San Miguel o hasta el Guamúez, cuando la compañía llego le dio vida a este pueblo, ya
teníamos vida propia. (Obando, 2017)

27
(…) la compañía nos reglaba un galón de acpm y eso producía alegría, no ve que uno
hacia mechas (…) yo iba, era pequeña pues, entonces yo iba con un frasquito y los
insultaba para que mediaran hielo y ellos se reían y me daban lo que yo les pidiera
(Garcia, 2017)

(…) yo si estoy agradecida con la compañía, esos gringos eran muy formales y buenas
personas, mi mamá tenía una casa en la cima de una montaña y a ellos les gusto, y mi
mamá la armo bien bonita y se las vendió y nosotros nos fuimos y construimos una más
grande y bonita (…) verlos a ellos, que alegría, le regalaban a uno cosas y era chistoso
verlos porque se ponía colorados (…) lo mejor que nos paso es que vinieran, porque eso
se arregló todo y es que antes era solo selva (Mallama M. , 2017)

¿Como no sentir alegría? Si esto era una selva, ellos nos pavimentaron las carreteras,
además por ellos conocimos el televisor, por que ponían una pantalla afuera para la gente
que quería ir (…) Aquí la gente era feliz que encontraran un pozo para perforar, porque
uno vendía el predio o le arreglaban bien bonito y quedaban buenas entradas (Mallama
Y. , 2017)

Sin embargo, para la comunidad indígena las emociones pueden estar condicionadas por
creencias o la experiencia frente a acontecimientos históricos, pues la colonización
campesina se intensifico ocasionando conflictos territoriales entre colonos y pobladores
autóctonos de la región, quienes han sido desplazados desde tiempos inmemoriales y han
vivido un proceso de aculturación.

El territorio es una herencia que dejaron nuestros ancestros, entonces por eso nosotros
peleamos y luchamos por el territorio, en defensa por el oxígeno, la cosmogonía, la
importancia de la tierra de nosotros, es por motivo de que la tierra es la madre, es una
madre que no tiene precio, es que de ella vivimos, así mismo que los niños que vienen
la generación que venga conozcan, que no se acabe, que tengan buen aire que no esté
contaminado, que conozca nuestra medicina, que la cultura no se acabe, territorio y
cultura se debe fortalecer (…) por eso tenemos choquesitos con las empresas, eso ha

28
venido causando problemas unos desacuerdos, pero la lucha es defender, proteger y
salvaguardar el territorio (Cabezas, 2017)

Lo ven con el traje típico que es una representación de la riqueza que teníamos donde
vivíamos anteriormente, teníamos la tierra suficiente, teníamos la fauna, teníamos todo
completo, ahora no, se ha terminado el territorio, porque ha entrado la compañía, han
entrado las compañías con sus trochas y haciendo pozos petroleros, con lo cual ha
entrado la colonización, la comunidad ha sufrido la desculturización”. (Devia, 2004)

Los constantes conflictos territoriales han despertado la indignación de un pueblo indígena


que siente su cultura aislada y amenazada por la potencialidad de un modelo de relaciones
interculturales31 que invisibiliza32 a la comunidad, sus creencias y prácticas.

Odio que digan que eran tierras baldías, aquí el pueblo Cofán ya estaba, nosotros no
llegamos ni de Ecuador ni por el estrecho de Bering como dicen los libros, nosotros
estábamos aquí, estas eran nuestras tierras, pero llego la pelea territorial no solo con el
petróleo (caucho, madera, pieles) y perdimos solo porque no teníamos un papel (título
de propiedad) y donde estaba el Estado para defendernos (…) lo que pasa es que los
colonos prefieren cambiar las hojas de vida por hojas de muerte (billetes) y dice ese indio
tonto tiene tanta tierra pero no las aprovecha, pero para nosotros la naturaleza es sagrada
y las fronteras con la madre tierra también, pero póngase a ver es más importante la
carretera que van a pavimentar hasta San Miguel y después dicen que los indígenas
jodemos mucho (Anonimo, 2017)

31
Interculturalidad es un concepto que apunta a describir la interacción entre dos o más culturas
32
Invisibilización: es una definición derivada de las ciencias sociales para designar una serie de mecanismos
culturales que lleva a omitir la presencia de determinado grupo social.

29
F. Construcción del Sentimiento de Pertenencia Territorial en las Colonias
Agrarias

El territorio de Putumayo es producto de procesos sociales históricos que delinean su


organización, es por tanto que la colonización se hila también desde los flujos migratorios
con ritmos de duración transitorios, cuya característica de apropiación corresponde al polo
utilitario y funcional. Las colonias efímeras aluden al grupo de personas migrantes que
llegaron al territorio emplazando pequeños poblados alrededor del proceso económico
intensivo de extracción de un producto natural. Para abordar lo expuesto, es preciso hacer
comprensible la emoterra de interés extractivo y su relación con el arribo de dichas colonias.
Las primeras etapas de conquista y colonización del departamento han estado ligadas al
modelo económico extractivo, en el cual, la materia prima y la ganancia monetaria determina
la permanencia de las colonias y el dominio sobre el territorio de interés. El interés como
emoción hace que un sujeto o sujetos centren su atención en un objeto o situación específica,
así mismo, puede motivar conductas de impacto ambiental, para este caso específico lo
denomino interés extractivo.
El interés extractivo se relaciona con una forma de apropiación instrumental, es decir que el
territorio es visto meramente como un generador de renta, que de acuerdo a circunstancias
específicas (bonazas económicas) conduce a una variación en la intensidad de la emoción,
coincidente a la utilidad, la conveniencia o el beneficio. Ello puede fraguar distintas
emociones en el territorio, como: alegría, esperanza por lapsos cortos, con una brecha en el
sistema de oportunidades para las poblaciones más vulnerables, incentivando de esta manera,
el proceso de integración y penetración de regiones de frontera como epicentros de la
economía hacia zonas no rotuladas, lo cual impacta directamente en el crecimiento explosivo
de la población en fases dinámicas de la producción. Empero, una vez se satisface la emoción,
esta tiende a redirigirse a otros territorios con cualidades similares, de esta manera, no logra
generar ningún tipo de vínculo afectivo con el territorio, por consiguiente, las colonias se
marchan cuando la bonaza cesa o tienden a desaparecer en periodos de crisis.

30
Por otro lado, encontramos también el desprecio el cual puede ir en dos funciones, como
emoción moral ocasiona que una Cultura menospreciar a otra porque existe un sentimiento
de superioridad. En relación con la utilidad, cuando el objeto territorial deja de ser foco de
interés se desprecia puesto que ya no genera renta.
Cuando el interés extractivo y el desprecio se presentan como coautoras puede causas un
cumulo de emociones como: miedo, terror, angustia, rabia, tristeza, desconfianza, etc.,
protagonizando conflictos socioeconómicos como el ocurrido en la Casa Arana, en donde se
implementaron estrategias de menosprecio para afianzar su superioridad, infringiendo
castigos físicos y psicológicos al pueblo subyugado.
Por lo dicho hasta aquí, las colonias efímeras estuvieron en función del interés extractivo,
por tanto, su permanencia y dominio sobre el territorio se le atribuye a la apropiación del
objeto territorial con facultad para explotar y extraer su riqueza, generando así ganancias
monetarias. Anudado a la situación, el desprecio imposibilita el establecimiento de relaciones
sociales distintas a las relaciones económicas de producción, además en función de la
extracción, el desprecio se presenta también cuando el territorio deja de ser un objeto útil.
Sobre el asunto es posible afirmar que, ambas emociones imposibilitaron la construcción del
sentimiento de pertenencia territorial en Putumayo, puesto que no generan formas distintas
de apropiación del territorio, además de la utilitaria y funcional.
Ahora bien, aunque las colonias efímeras estuvieron en función de las explotación de
recursos naturales orientados por procesos de acumulación de capital y no se consolidaron
como colonias estables, se erigieron como mediadoras en la transformación socio-espacial y
articulación de la región, puesto que anterior a ellas, la colonización se tornó difícil por la
precaria o inexistente infraestructura vial, la imponente arboleda, y los constantes
deslizamientos por el clima cálido lluvioso, además de la falta de servicios básicos. Las
colonias efímeras trazaron vías acordes a las necesidades de la economía extractiva,
construyendo caminos de trocha, asfalto y viaductos, impactando de esta manera en la
ampliación de la frontera agrícola, la integración a los centros de comercio de bienes y
servicios, como obras de interés general (escuelas, puestos de salud, etc.)

31
La colonización efímera representó para el territorio un elemento dinámico y articulador de
la región, restándole importancia a las vías fluviales y generando gran flujo migratorio que
llego con expectativas de enganche a un sistema de oportunidades, centrándose
posteriormente en actividades de labranza de parcelas propias o arrendadas, constituyéndose
en futuras colonias agrarias.
En el momento en el que las colonias deciden desbrozan terrenos para la agricultura y
ganadería se van constituyendo en colonias agrarias, estas a diferencia de las colonias
efímeras marcaron un cambio profundo en la organización territorial del departamento,
debido a que llegaron con la pretensión de quedarse.
Es posible afirmar en esta investigación, que los cimientos del sentimiento de pertenencia
territorial están asociados a las colonias agrarias, dado que allí empieza a surgir las nociones
de pertenencia, identidad y apropiación material y simbólica del territorio, en donde se ira
fraguando una serie de emociones (gratitud, amor, confianza, tranquilidad, orgullo, etc.) con
una duración prolonga en el tiempo.
La gratitud es una de las emociones que constituyen este sentimiento, el territorio la suscita
en cuanto le aseguro a un grupo social migrante la satisfacción de las necesidades vitales
(alimento, hogar, reproducción). La confianza, surge durante la territorialización por el
contacto físico, los territorios explorados y las relaciones sociales establecidas, por ello
concluyó que, la pertenencia simbólica al territorio se manifiesta distinta en personas que
llegaron adultas y otras que arribaron jóvenes, según los datos recopilados, en ambos grupos
sociales se gestan fuertes lazos afectivos con el territorio (topofilia33), sin embargo sus raíces
territoriales se consolidad con mayor frecuencia en los sitios donde crecieron, esto
posiblemente se deba al rol de las relaciones sociales que empiezan a enmarcar el campo
significativo del territorio, donde establecemos interacciones cara a cara con un importante
grado de confianza y empatía. Esto a su vez ira fraguando tranquilidad creciente por el
entorno natural y los paisajes que se conocen bien, además de posibilitar las condiciones

33
Topofilia es un concepto del geógrafo Yi-Fu-Tuan el cual se refiere al amor por el territorio.

32
necesarias para la subsistencia y reproducción, el territorio es apropiado y transformado
socialmente en el marco de procesos comunitarios que hacen posible la convivencia. Por
último, está el orgullo, entendido como el amor por la patria natal o colonizada, en este caso
compendiada a una escala regional (Putumayo), en la cual se han desarrollado proyectos de
vida.
Hasta aquí, cabría preguntarse, ¿Por qué el sentimiento de pertenencia territorial surge solo
en las colonias agrarias? Para responder dicha pregunta, es importante abordar las emociones
que se han objetivado paulatinamente en el territorio a partir elementos arraigantes como:
sementeras, vacunos, hogares, filiaciones parentales, sepulcros, etc., los cuales constituyen
una identidad con el espacio geográfico que habitan, configuraron una especie de cercanía
emocional con el territorio. Es por ello que, la colonización agraria y sus generaciones
posibilitaron la construcción del sentimiento pertenencia territorial puesto que su forma de
apropiación corresponde al polo simbólico-cultural.

33
CAPITULO II

LOS CIMIENTOS DE LA MEMORIA EN MEDIO DEL CONFLICTO ARMADO,


COMO ACCIÓN PARA LA RESISTENCIA Y DEFENSA DEL TERRITORIO

En el segundo capítulo34, expongo en breves líneas los aspectos históricos35 del movimiento
cocalero y su relación con el auge del conflicto interno armado en Putumayo. Posteriormente
centro mi atención en el municipio Valle del Guamuéz, el cual limita con los municipios de
Orito, Puerto Asís y San Miguel. Su cabecera municipal se conoce como La Hormiga ubicada
a 150 km de Mocoa y 28 km de la provincia ecuatoriana de Sucumbíos.
En lo que concerniente al contenido, presentó una exposición espacial-histórica con un
mapeo de las emociones objetivadas en el territorio a partir de dos hitos históricos, La
Masacre de El Tigre perpetuada el 9 de enero de 1999, y La Masacre de El Placer el 7 de
noviembre del mismo año.
El apartado final del capítulo profundiza en el problema sociológico que atañe las emociones
que han configurado el sentimiento de pertenencia territorial, en uno de los municipios con
mayor índice de violencia armada del departamento de Putumayo.

34
Gran parte de la información recopilada en el II y III capítulo es el resultado de una investigación empírica
realizada en el municipio Valle del Guamuéz.
35
El primer apartado de este capítulo se apoya de las investigaciones realizadas por el Centro Nacional de
Memoria Historia.

34
A. La Revolución Verde y la Disputa Territorial por el Eslabón más Rentable

“A principios de la década de 1980 la Texaco abandonó la explotación petrolera en


Putumayo, después de haber agotado los pozos del campo petrolero Orito 1. Desde entonces,
y en manos de Ecopetrol, la producción de Putumayo entró en un periodo de crisis que se
mantuvo hasta principios de la década del 2000. Este escenario coincidió con el ascenso de
la economía de la coca y del narcotráfico y con el fortalecimiento económico y militar de las
FARC en Putumayo” (CNMH, 2015: 17-18).
En contraposición con las economías legales, la precaria infraestructura vial y la vegetación
exuberante resultaron ventajosas para la transformación de la hoja de coca en clorhidrato de
cocaína36, puesto que constituía los cimientos para la construcción de laboratorios
clandestinos con poca accesibilidad; abundantes tierras y la casi inexistente presencia policial
que permitían la activad económica ilegal; la frontera con Perú y Ecuador, la conexión con
cuerpos navegables, convirtieron al departamento en un territorio geoestratégico para el
narcotráfico.
A finales del año 1970, las semillas de coca fueron introducidas por los carteles de Cali y
Medellín en la zona selvática del municipio de Puerto Asís (incluía territorios de los actuales
municipios de Valle del Guamúez y San Miguel).

(…) pa’ abajo de San Miguel y venía una avioneta pequeña y aterrizaba y repartía
semilla de coca. (...) Un señor Bohórquez tenía una cacaotera por allá en la orilla del río.
Al frente de él, allá llegaba la avioneta esa. Eso traían la semilla del Perú. Como en el
Perú sí hay coca en bulla, porque allá la coca la cultiva es el gobierno y la compra es el
gobierno pa’ exportarla. Entonces por ahí viene la cosa. Entonces traían por bultos de
semilla y a todo el mundo le daban en un tarro semillas. Todos esos que las recibieron

36
Cuando el alcaloide extraído de la hoja de la planta de coca es preparado por síntesis química con el auxilio
de las sustancias precursores como: éter, ácido sulfúrico, gasolina, etc., se produce la pasta. Luego esta se integra
con otras sustancias tales como: talco, maicena, ácido básico, detergentes, formol, etc., hasta conseguir el
clorhidrato de cocaína, conocido como el polvo blanco cristalino.

35
hicieron amasijo, le vendían a todo mundo. Imagínese que un palito de peruana, un
trocito así valía veinticinco mil pesos (Cancimance, 2012)

“La dinámica económica derivada del cultivo de hoja de coca se desarrolla en cinco etapas:
el cultivo, la producción de la pasta o base, la refinación de la coca en cocaína, su exportación
a los mercados consumidores y su distribución dentro de los mercados importadores”
(Rivera, 2005).
Para el desarrollo de la producción se requirieron de colonias agrarias quienes labraron
cultivos de pancoger y adicionalmente hectáreas de coca; también de comercializadores que
contaban con grandes extensiones de 40 a 100 hectáreas cultivadas, y ocupaban una
población trashumante de jornaleros (raspachines37), esto empezó absorber fuerza de trabajo
campesina para aliviar su situación de pobreza a raíz de las ventajas comparativas frente a la
agricultura legal. “En ese contexto de crecimiento vertiginoso del cultivo de coca, los
municipios de Putumayo ubicados en el pie de monte y la llanura amazónica vivieron una
especie de revolución verde” (CNMH, 2015:187).
Cuando el cultivo de coca se convirtió en el foco central de la economía regional, generó
cambios en la vida cotidiana de las personas, pues se dieron dinámicas de apropiación del
territorio a través de un sistema de enriquecimiento ilícito, durante las décadas de 1980 y
1990 el número de habitantes pasó de 119.815 a 204.309, produciendo la ola migratoria más
grande en la historia de Putumayo.
En contraste con las demás bonazas económicas, la coca mejoró considerablemente la
capacidad de consumo de los colonos, quienes adquirían por cuenta propia: alimentos, ropa
de marca, electrodomésticos e insumos generadores de servicios básicos como: plantas
eléctricas y aljibes.

Yo llegué al bajo Putumayo porque decían que era muy bueno, al principio estaba
aburrido porque no había nada, pero empecé a ganar seis veces más de lo ganaba en el

37
Se nombra Raspachin a la persona que desempeña el oficio de recolector de hoja de coca.

36
alto y uno así se aguanta lo que sea (…) el dinero era del día a día, uno vestía solo ropa
de marca y gastaba en licor fino (Taquez, 2017)

“Estas dinámicas económicas y demográficas incidirían en un nuevo proceso de


reorganización político-administrativa de los territorios del Medio y el Bajo Putumayo, con
la creación de nuevos municipios en las tierras cultivadas con coca: Valle del Guamúez, San
Miguel, Puerto Caicedo, Puerto Guzmán” (CNMH, 2015: 142).
A partir de la década de los ochenta se dieron dinámicas de confrontación armada, marcada
por la presencia de grupos guerrilleros como: Jorge Eliecer Gaitán (JEGA), el Movimiento
19 de Abril (M-19), Ejército Popular de Liberación (EPL), las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el establecimiento de
estructuras armadas como: Los Combos, los Masetos, y posteriormente las Autodefensas
Unidas por Colombia (AUC) que consolidaron su predominio entre 1991 y 1998 38.
“Los narcotraficantes, las guerrillas, los grupos paramilitares y la fuerza pública se vieron
involucrados en disputas militares por el control de los centros poblados y corredores
estratégicos (pasos de frontera internacional, especialmente con Ecuador) donde se llevó a
cabo el tráfico y la comercialización de insumos para la producción de hoja de coca y pasta
base de cocaína” (CNMH, 2015: 24). “El Bloque Sur Putumayo de las AUC penetró los
dominios territoriales de las FARC-EP y protagonizó múltiples masacres, desapariciones
forzadas, delitos sexuales, asesinatos selectivos, destierros y despojos de bienes a civiles,
principalmente habitantes de las zonas rurales del departamento” (CNMH, 2015: 18).
Las transformaciones territoriales que se dieron a partir de los cultivos de coca repercutieron
no solo en la economía, también dejo huellas tangibles y simbólicas en el territorio, sustancial
a ello la violencia se tornó para ese momento en una dimensión más en la vida cotidiana de

38
Los grupos armados denominados autodefensas tienen como antecedente en la región entre los años 1987 y
1991. El Bloque Sur se desarrolló en asocio directo a los asentamientos cerca al rio San Miguel donde se
organizó una base de operaciones denominada “El Azul" con fuerte presencia en los municipios de Puerto Asís,
Orito, Valle del Guamúez y San Miguel.

37
los putumayenses, subjetivando una serie de emociones ligadas principalmente al miedo. El
caso de la subregión petrolera, especialmente el municipio del Valle del Guamúez se destacó
por sus altas tasas de homicidios, puesto que durante el periodo más crítico (1998-2000)
momento de la expansión paramilitar, la población civil sufrió atroces hechos de violencia
física y simbólica: la estigmatización como pueblos guerrilleros y fue blanco del accionar de
armas. La Masacre del Tigre y La Masacre del Placer (1999) son hitos específicos de la
violencia desencadenada en el Bajo Putumayo.

B. Tras las Huellas de El Tigre

“El Tigre está herido, pero no está muerto” Joaquín Merino

“¡Nuestro pueblo fue azotado, fue pisoteado, fue vuelto tierra! Esta es la expresión que más
podría acercarse a los sentimientos de indignación, tristeza, dolor y rabia, que genera en los
pobladores de El Tigre recordar la masacre del 9 de enero de 1999. A la luz de estos
sentimientos y de los procesos de resistencia que la población de esta Inspección ha
desarrollado (No desplazarse, retornar, callar), se exige el ¡nunca más! Y se demanda el
esclarecimiento histórico, que consiste en reivindicar la condición de sociedad civil de las
personas asesinadas y superar la estigmatización que sobre esta población ha recaído desde
la década de los ochenta: ser un pueblo de guerrilleros” (CNMH, 2011: 65).
El Tigre es una de las siete inspecciones de policía y el segundo centro urbano más importante
del municipio del Valle del Guamúez; por su territorio discurre el Río Guamúez, afluente del
Río Putumayo, se encuentra a trece kilómetros (carretera pavimentada) al nororiente de La
Hormiga (cabecera municipal) con una duración de aproximadamente quince minutos; ruta
conocida como la vía internacional presenta un importante flujo vehicular principalmente de
tractomulas petroleras que se dirigen a Ecuador.

38
Es un asentamiento humano de 1605 habitantes39, las personas tienen fuertes lazos
comunitarios de confianza y empatía que se observan en los saludos, el dialogo continuo, las
reuniones inesperadas y el ritual cotidiano “siga, tómese un cafecito”. Durante las cortas o
largas visitas, se manifiesta comúnmente asombro frente al vertiginoso crecimiento de su
pueblo, resonando en su memoria los recuerdos de aquel caserío, cuando se tardaba alrededor
de una hora ir de El Tigre a La Hormiga por vía destapada, según los relatos se transitaba en
Jeep, chibas, caballos o a pie, los viajes en canoa por el río eran mucho más frecuentes, detrás
de sus aguas yace la historia de su nombre; “los indígenas Kofanes transportaban productos
hacia Puerto Asís, en canoas y por el río Guamúez, en este punto del río había un remolino y
frente al remolino una piedra grande y plana donde siempre permanecía un tigre 40. ¡Todas
las veces que bajaban, ahí estaba el tigre!, entonces ellos [los indígenas] le pusieron el
remolino del tigre. Nosotros dijimos entonces que este pueblo se llamara El Tigre” (CNMH,
2011: 42).
Hoy es uno de los pueblos más recordados de Putumayo por el trágico incidente que tuvo
lugar el 9 de enero de 1999 (La Masacre de El Tigre41). Para la población no siempre resulta
fácil recordar, la mayoría asumen una actitud de desconfianza y miedo frente a las preguntas
cuyas respuestas prefieren olvidar.

La gente está cansada de tantas preguntas, yo pienso que las personas no quieren
recordar, porque es algo que lastima, y a veces yo pienso igual, que es mejor olvidar y
empezar de cero (Merino, 2017)

Pero hay quienes difieren de lo anterior y resaltan la importancia de recordar su historia como
un proceso ineludible en la transición hacia la Paz, donde se destaque la valentía de los
tigrenses, quienes lograron trascender la esfera de la violencia en su vida cotidiana.

39
Censo realizado en junio, 2017
40
Se conoce como Tigre Mariposa al Jaguar que habita las zonas selváticas de América.
41
Véase: CNMH, 2011. La masacre de El Tigre, un silencio que encontró su voz. Centro Nacional de Memoria
Histórica.

39
En la vía que conduce de La Hormiga a Orito, antes de llegar a El Tigre, tomando un desvió
a mano izquierda se encuentra la Balastera, sus playas constituyen un lugar perfecto para el
paseo de olla, principalmente el que conmemora el primer día de cada año, para la población
recordar la balastera produce regocijo o alegría, empero para algunos tigrenses es un lugar
de nostalgia o tristeza pues fue escenario de muertes violentas.
Previo al pueblo se realizaban continuos retenes de control paramilitar, y durante la masacre
entre la estación de gasolina fuera de servicio (florez y florez) y el barrio Villas Marías 42, se
encontraron occisos cuyas cabezas formaban un círculo que representaría el control y
dominio territorial según expertos y el inicio de una pesadilla para los implicados.
Durante la disputa territorial también se ocuparon arbitrariamente viviendas que se
reconocían como estructuras “bonitas” y volvieron los espacios cotidianos, privados e
íntimos en espacios de terror para la población, sitios para reuniones, centros carcelarios,
lugares de tortura, como la casa esquinera ubicada a la entrada de El Tigre en el barrio Villas
Marías denominada la Casa Blanca, lugar representativo principalmente para su anterior
propietaria quien manifiesta que jamás pudo habitarla nuevamente, pues tan siquiera verla,
le recuerda un pueblo inerme que tuvo que humillarse ante el poder de las armas.
Las emociones no necesariamente se objetivan en monumentos, placas u objetos
conmemorativos, también en lugares donde se tuvo una experiencia traumática.

(…) a mí no me gusta ir a El Tigre, porque recuerdo cuando me secuestraron y me


tuvieron en una casa, en este momento no recuerdo bien donde quedaba esa casa, pero
me da miedo encontrarla y empezar a recordar cosas que uno prefiere olvidar (Garcia,
2017)

Posteriormente, los lugares cotidianos cobran un valor simbólico, uno de ellos se encuentra
a pocos metros de la actual estación de policía donde se lleva a cabo la construcción de El
Parque de la Memoria, que tiene como objetivo conmemora a las víctimas de la violencia,

42
Villas Marías es un barrio localizado a las afueras de El Tigre por la vía que conduce a La Hormiga.

40
los lugareños recuerdan que justo allí yacía la Caseta de reuniones del pueblo, y atrás una
cancha de futbol; la instalación también se ajustaba a las necesidades de un establecimiento
público (Parque) donde las personas descansaban, hacían reuniones, capacitaciones, velorios
y durante el año se realizaban encuentros deportivos, exceptuando los meses de diciembre y
enero tiempo en el que se reorganizaba para eventos culturales. En el año de 1998 se
encontraban celebrando las fiestas decembrinas en medio de rumores que diseminaba el
miedo entre la comunidad, puesto que un grupo del que poco se conocía (AUC) había
advertido que pronto llegarían para combatir a grupos comunistas, a pesar de ello, se recibió
el nuevo año (1999) en total normalidad, sin que pasara nada se preparaban para el tradicional
carnaval de Negros y Blancos que se celebra del 2 al 6 de enero, tres días después de que
terminaron las festividades las AUC hicieron efectiva su amenaza.

(…) el día sábado 9 de enero del 99, yo estaba con esa zozobra, tenía siempre ese temor,
había luz, pero el operador la apagaba a las 12 am y la prendía a las 6 am, me dio malestar
una cosa rara, eran las 11:45 pm cuando salí a la caseta, mire luces por el matadero,
venían militares uniformados, yo sentí curiosidad me acerque y vi cuando un tipo
escribió AUC, dije ¡Miércoles! Llegaron los paramilitares (Merino, 2017)

En esta masacre ser hombre joven y campesino significó un estereotipo de “enemigo”


“guerrilleros” “auxiliar o colaborador”, lo que fraguó un cúmulo de emociones
principalmente de miedo, tristeza, angustia, rabia, desesperación, que se empalman en
lugares como: la Plaza de Mercado ubicada al lado del reciente coliseo cubierto, en donde
se concentraron lo cuerpos recuperados después de la masacre, este fue un territorio
principalmente de emociones latentes difíciles de exteriorizar, pues allí operó un comando
paramilitar y de retención civil, catalogado por la población como un espacio de terror, que
hoy personifica la geografía del olvido en una estructura abandonada.

Un sitio feo de recordar es ahora donde es el coliseo del pueblo, al lado llevaron todos
los muertos cuando ocurrió la masacre, ahí daba miedo, porque ahí mantenían los
paramilitares (Latorre, 2017)

41
Sitios que recuerdo mucho es donde estaba la galería, allá había una casa vieja, tenía
como una especie de ruleta, parecida a un galpón de pollos, donde retenían a las
personas, a uno le da tristeza porque se acuerda de las personas que no pudo salvar
(Tejada, 2017)

Recordar experiencias violentas hace que las personas se remitan a lugares específicos donde
estas sucedieron, es así como las emociones objetivadas logran subjetivarse nuevamente; una
docente recuerda con nostalgia como la Escuela Central de El Tigre, que se ubica por la vía
principal en dirección al puente, fue para los agentes del conflicto un depósito de armamento,
y bolsas plásticas que usaban contra su propia gente.

(…) la Escuela Central me trae muchos recuerdos, cuando encontrábamos plásticos


negros donde envolvían a los muertos, las cosas que quitaban las dejaba allá, ahí hacían
caletas y me pedían que hiciera inventario de sus armas, si había elecciones llegaba un
paraco y decía: vea, tome veinte cédulas y métalas. Ahí mataron también a una persona
y la sangre no se borraba, todo eso daba miedo, ojalá hubiera sido fantasías, ¡Pero no!
Fue la realidad (Latorre, 2017)

Algo similar sucede con el colegio, en donde los niños encontraban minas sin explotar,
agujeros que preferían evitar ante la idea de encontrar algo aterrador o que no debían ver.
Por la vía que conduce a Orito a las afueras de EL Tigre, encontramos un puente de doble
carril en perfectas condiciones, a unos escasos pasos a su izquierda se localiza un pequeño
camino empedrado que conecta con un viaducto corto y angosto con parte de su
infraestructura oxidada; al presente es de uso peatonal y área apetecida para vislumbrar el
Río Guamuéz. De acuerdo con las descripciones dadas por los habitantes en diversas
investigaciones, el Viejo Puente hace parte de las huellas de la violencia, considerado
comúnmente como un lugar fantasmagórico que producía miedo, pues fue un sitio de
infortunio en donde se hallaba ropa, chanclas y machas de sangre.

42
Domingo que no mataran a alguien, no era domingo, mataban mucho en el puente, según
lo que recuerdo era un lugar al que uno poco iba, porque ahí mataban mucho, daba miedo
como un escalofrió pasar por ahí (Cardenas, 2017)

(…) el puente es otro sitio significativo, porque trae muchos recuerdos amargos, porque
echaron muchos muertos y cada uno era un proyecto de vida, fue un lugar donde se
acabaron ilusiones (Latorre, 2017)

Respecto a la transformación simbólica de los territorios, uno más es el Río Guamúez,


inicialmente fuente de alimento y lugar de ocio ligado a emociones como: felicidad,
confianza, tranquilidad, se convirtió para la población en un sepulcro difícil de
navegar, emplazando tristeza, miedo, angustia, desconfianza por ser posiblemente la
fosa común más grande del bajo Putumayo.

(…) lo que más me gustaba era bañar, ir al río, pescar, luego uno le tenía como fastidio
al río, antes la gente si pescaba y bañaba, pero entonces ahí en el puente mataban y los
tiraban al rio, entonces ese rio debe estar repleto de muertos (Merino, 2017)

(…) a veces que voy a pescar estoy bien, pero me acuerdo cuando sacábamos ese poco
de muertes rajados por la mitad y los llevábamos a la caseta, y una empieza como a sentir
tristeza recordar tatas cosas que se vivió (Latorre, 2017)

Al indagar en la memoria de los habitantes de El Tigre es posible afirmar que el modelo


territorial del conflicto generó emociones comunes como: miedo, terror, tristeza,
desconfianza, angustia, intranquilidad, incertidumbre etc., que se objetivan y subjetivan en
lugares específicos por el acontecer de experiencias violentas, conmemorando de esta manera
hechos o situaciones traumáticas de su vida privada.

43
C. Tras las Huellas de El Placer

“Nosotros somos las sobras de las uñas de la muerte” Manuel Ángel Ruano

“El Placer, una de las siete inspecciones de policía que conforman el municipio del Valle del
Guamúez, ha sido y sigue siendo uno de los puntos neurálgicos del conflicto en Putumayo
(…) epicentro del narcotráfico y escenario de distintos y sucesivos órdenes armados (…) La
vida de la población de El Placer ha transcurrido en medio de diversos dominios y
enfrentamientos armados que han afectado de manera diferenciada a hombres y mujeres”
(CNMH, 2012: 17-19).
Siguiendo las rutas del conflicto, a 10 km de La Hormiga se encuentra El Placer, el recorrido
dura aproximadamente media hora por carretera destapada43, durante este tiempo escuché los
testimonios de tres colonos del Valle del Guamúez que reiteraban para la época la presencia
de controles militares que prohibía circular a partir de las 7:00 pm.

(…) una vez yo iba a entregar una merca con mi marido, y se nos hizo tarde ya iban
hacer las 6:30 pm y pasaba por ahí un vecino mío y le rogué que nos llevara, eso nos
fuimos como un tiro porque nos daba miedo que nos fueran hacer algo (Garcia, 2017)

43
Actualmente existen dos rutas para llegar a El Placer, la mencionada corresponde al viejo camino que cruza
la vereda de las Vegas.

44
IMAGEN No. 2
Museo de la Memoria de El Placer

Nohemí Arboleda, 2017

A mitad del camino se ubica el Campo Santo de las Vegas, distintivo porque marcaba la línea
divisora entra la primera etapa de producción (el cultivo de coca 44) y la segunda (la
elaboración de pasta base de cocaína), según el relato de los tres colonos, después del
cementerio iniciaban los emplazamientos de laboratorios de pasta, por tal razón, ir más allá

44
Los cultivos de coca eran camuflados con extensos matorrales a la orilla de la carretera.

45
representaba para la población anónima45 y la fuerza pública, la corta línea entre la vida y la
muerte.

(…) los tombos llegaban hasta el cementerio de ahí se regresaban, en veces comerciantes
sin saber, que venían de Ecuador los mataban, uno cruzaba el cementerio y ya empezaba
a sentir miedo, como algo feo, pues uno por que no era de por ahí, pero los conocidos
que eran de El Placer ellos sí (Taquez, 2017)

El Placer es el tercer centro urbano del Municipio Valle del Guamúez, tiene una población
de 1217 habitantes en el centro del poblado y 158 en el área rural, sus carreteras son
empedradas exceptuado un pequeño tramo que se conoce como La Y. A la izquierda se ubica
el Parque Central, a la derecha el coliseo cubierto y al frente la estación de la Policía
Nacional. A mediados de los años noventa, El Placer se convirtió en la capital de la coca del
sur de Colombia, en la vereda Brisas de El Palmar localizada por la vía que conduce a
Siberia, funcionó el centro de acopio y comercialización de la bonaza cocalera, es un lugar
significativo para la población puesto que allí se congregaban los narcotraficantes tal y como
lo atestigua las ruinas de casas lujosas.

Las Brisas a 10 minutos siguiendo la ruta por la policía, era el lugar donde se movía el
dinero, puros mafiosos, allá la gente iba a recibir la plata para trabajar, ellos les daban
cinco o diez millones para que se rebuscaran, allá se recibía, se concentraba, se hacía
reuniones para valorar su precio (Valderrama, 2017)

Mientras que en aquel tiempo circulaban muchedumbres principalmente los domingos de


mercado, al presente es común encontrar casas deshabitadas que sirvieron como
establecimientos de recreación (discotecas, bares, billares), hogares o centros carcelarios,
indicios de hechos violentos en el bajo Putumayo, como el ocurrido diez meses posteriores a

45
La población anónima corresponde al forastero, persona que no era reconocida como habitante de El Placer.

46
La Masacre de El Tigre, cuando el Bloque Sur de las AUC incursionó el domingo 7 de
noviembre de 1999 en la inspección de Policía de El Placer.
Según relata el informe oficial, dos niños regresaban con los huevos para el desayuno cuando
se toparon con un camión azul, del cual se bajaron treintaiocho hombres con uniformes del
Ejército y brazaletes AUC e iniciaron un tiroteo de aproximadamente dos horas, luego se
dirigieron a las Brisas, disputando el control territorial y el negocio de la coca durante los
próximos siete años de dominio paramilitar.
El Placer se convirtió en la base militar de las AUC y sus zonas aledañas en campamentos
para las FARC-EP, los enfrentamientos eran incesantes razón por la cual se agujero la tierra
para construir resguardos improvisados.

Llegaron a las 9:00 am, se sintió la balacera, nos metimos debajo de las camas, la gente
que salía corriendo los mataban, del miedo mucha gente inocente corrió y ellos pensaban
que era porque debían algo, nosotros no corrimos porque sabíamos que nos daban,
además sonaba bala por aquí y por allá (…) y es que el que nada debe nada teme y si me
toca morir me muero aquí, ese será el día de uno (Cadena, 2017)

Según los testimonios recopilados, ese domingo muchos hogares fueron violentados y
reunidos en lugares como: La Y, el Kiosco del parque y a los alrededores de la plaza de
mercado, de la cual tan solo queda el hormigón al costado del coliseo.
Durante el dominio paramilitar se vivía en intranquilidad, angustia, miedo y desconfianza,
se prohibía tener el cabello largo, la camisa por fuera o usar botas, frente a sus casas debía
tener un bote de basura, y en diciembre las calles y casas se iluminaban. El comando principal
era el Edificio, el mismo en el que hoy opera la Policía Nacional, es un lugar recurrente en la
memoria de los placereños, puesto que fue apropiado como el centro carcelario de las FARC-
EP y luego de las AUC.

(…) fue duro vivir al lado de la estación, a veces yo me acuerdo cuando iba hablar para
salvar gente, yo daba fe de que los conocía y que eran personas sanas (…) con el tiempo

47
ya me empecé asustar porque me estaban cogiendo como rabia, y yo dije no me meto
más (Cadena, 2017)

Siguiendo la ruta por la Estación de Policía se llega a una loma conocida como La Grada,
era uno de los sitios emblemáticos, según los testimonios los que iba allá no regresaban.

(…) La Grada era como fea, allá llevaban a todos los que cogían, era una loma, le
sacaban pedazos y dejaban trincheras, en los huecos metían a las personas y las
investigaban, también de allá tiraban cilindros bomba al pueblo (Valderrama, 2017)

Para la mayoría de los placereños es difícil recordar, muchos tienen la mirada perdida y sus
palabras son cortantes, actúan con desconfianza y se aviva el miedo cuando alguien irrumpe
su silencio, no obstante señalan lugares específicos donde sucedieron experiencias violentas
y algunas emociones latentes vuelve a exteriorizarse a partir de gestos, risa tímida o llanto,
uno de los lugares que producen ingratos recuerdos es la Casa Anaranjada de dos pisos frente
al cementerio de El Placer, aquí se congregaban los paramilitares e indicaba el inicio de una
nueva ruta prohibida.

En esta casa de aquí al lado, lo que yo miraba es que ahí traían en camionetas a señores,
los sabían a veces golpear, yo miraba la sangre cuando bañaban a esos muertos o los
lavaban porque llegaba hasta la casa, a veces, también traían muerto para velar, bueno,
eso lo miraba en el día porque en la noche ni asomarme (Caicedo, 2017)

Siguiendo la ruta a 10 minutos aproximadamente se llega a uno de los lugares más belicosos,
conocido como Puerto Amor, el cual debe su nombre a las viejas historias de romance en
dicho lugar. Este es un sector limítrofe a la orilla de la ribera del Guamúez que colinda con
el municipio de Orito, aquí las personas disfrutan de las playas, y se transportan por tarabita
después de que el puente fuera arrastrado por la corriente del río, empero durante el auge del
conflicto era una de las rutas prohibidas, las personas comentan que ahí quedaron las malas
energías después de que los paramilitares hicieran de esté, un lugar de muerte, las víctimas

48
eran arrojadas del puente hacia el río y se acribillaba a quien circulara por aquel territorio,
durante mucho tiempo las aguas ensangrentadas del río produjeron repugnancia sustentada
en la creencia de que el mal contaminaba a los peces, las familias decidieron no bañarse allí
pues se había convertido un gigantesco camposanto. Hoy Puerto Amor representa la
geografía del olvido, sus billares, estaderos, casas y el kiosco yacen en total abandono, solo
habita una familia que dice ser las sobras de las uñas de la muerte.

En aquel tiempo el ambiente era pesado, no había tranquilidad, hubo mucha matanza,
los que vivían conversaban “yo me voy” “me tocó salir hasta sin medias, porque la gente
cae como pájaros al suelo”, en la noche o en la madrugada venían personas buscando al
difunto, eso en el puente mataban mucho, los derrumbaban al rio y listo (…) nosotros
somos las sobras de las uñas de la muerte, por necios no nos fuimos, el billete se agota,
pero la comida aquí no falta, lejos sin trabajo, pasando penas y lejos de la familia, por
ello y en definitiva aquí colgaré los guayos (Ruano, 2017)

(…) la gente a Puerto Amor no iba, gente sin saber buscando trabajo y las AUC los
desaparecía, era una zona prohibida, no se podía ir, yo me daba una vueltisima para no
encontrarlos, porque era miedoso, me trae tanta nostalgia porque las veces que fui me
encontré con quejidos, y allá también mataron a mi amiga Vicky (Valderrama, 2017)

Nadie sabe con exactitud el número de difuntos enterrados en este territorio y en sus
alrededores, pero existe una guía que indica las posibles fosas: siete cruces de madera de
aproximadamente dos metros formando una herradura que vista desde el aire dibuja el límite
entre el casco urbano de El Placer y las veredas cercanas, una de ellas está emplazada en el
cementerio de El Placer, con un emblema que dice: amor, fe y paz.
Finalmente, en el centro de El Placer justo al frente del comando de la Policía Nacional se
localiza la Antigua Escuela, la cual debió ser abandonada por los constantes atentados a la
base militar, actualmente la infraestructura se encuentra con un abundante cúmulo de
hojarasca, algunas puertas oxidadas, paredes poco coloridas y otras matizadas con murales y

49
letreros de bienvenida que invitan a recordar, este es el Museo de la Memoria46 también
llamado Museo Bélico o Museo de la Piedra, para quienes recordar es un placer y hacer
memoria es el camino hacia la no repetición, en una de sus aulas se agrupan artefactos bélicos,
como botas y uniformes militares, objetos agrietados por balas, cilindros bombas y otro tipo
de artefactos que ha sido encontrados y donados por la misma población, en el centro hay un
monumento en forma de corazón que está moldeado por piedras inscritas con nombres de
personas que fallecieron en manos de actores armados.

D. Construcción del Sentimiento de Pertenencia Territorial en Medio del


Conflicto Armado

Entendiendo el territorio como el espacio geográfico transformado socialmente. Para hablar


de las emoterras en Putumayo es trascendental abordar las transformaciones territoriales
observables en elementos como: actividades económicas, cambios demográficos, territorios
plurales, que resulta inescindible para dar cuenta de las emociones que se objetivan y
subjetivan en contextos violentos y permiten comprender la construcción del sentimiento de
pertenencia territorial del putumayense.
Cuando el cultivo de coca se convirtió en el foco central de la economía regional, generó
transformaciones territoriales incluyendo la organización político-administrativa de algunos
municipios como el Valle del Guamúez (1985) 47, durante la bonaza cocalera se dieron
dinámicas de apropiación del territorio a través de un sistema de enriquecimiento ilícito,
originando grandes olas migratorias de campesinos movidos por la esperanza de lograr
aliviar su situación de pobreza a raíz de las ventajas comparativas frente a la agricultura legal,
esto incidió profundamente en la organización de nuevas colonias agrarias.

46
En el Capítulo III se abordará con mayor precisión.
47
Para información sobre la organización político-administrativa de algunos municipios de Putumayo, remitirse
al informe nacional. Petróleo, coca, despojo territorial y organización social en Putumayo. Centro Nacional de
Memoria Histórica (2015: 142)

50
En cuanto a las colonias efímeras en las que se obstaculizó la construcción del sentimiento
de pertenencia territorial, las emociones más destacadas son: interés extractivo y desprecio,
que guardan relación con el objeto territorial y las actividades económicas que en él se
desarrollan; para este caso hace que se centre la atención en una región que provee
abundantes tierras, cuerpos navegables, zonas limítrofes con acceso dificultoso, una casi
inexistente presencia policial, que vuelve a el territorio propicio para una economía ilegal,
esta emoción ira fraguando territorios plurales a una escala regional, en donde existe un
espacio social militarizado en términos de presencia de uno o varios grupos guerrilleros,
paramilitares, organización de narcotraficantes, esta multiplicidad de territorios entran en
conflicto, por lo cual se establecen injerencias militares que giran en torno a la disputa
territorial, por el control de los centros poblados donde se lleva a cabo el tráfico y la
comercialización de insumos para la producción de hoja de coca y pasta base de cocaína. El
conflicto interno armado ha configurado lo que sucede en ese mismo espacio, dejando huellas
tangibles y simbólicas en el territorio y una serie de emociones ligadas principalmente al
miedo.
El desprecio supone la subvaloración de la comunidad y carece de empatía hacia su bienestar,
durante este periodo (1998-2000) la violencia se tornó una dimensión más en la vida
cotidiana del putumayense; haciendo énfasis en el Valle del Guamúez el cual sufrió atroces
hechos de violencia física y simbólica. Dos grandes hitos son: La Masacre del Tigre y La
Masacre del Placer (1999).
Una de las preguntas más recurrentes en los antecedentes es: ¿Si Putumayo es un territorio
violento porque las personas no se van? Huir por la acción violenta de grupos no es una
respuesta para obviar, si bien, en escenarios de conflicto y disputa territorial, el miedo, terror,
angustia, rabia, intranquilidad, desconfianza, tristeza, incertidumbre, etc, son emociones
que surgen y quebrantan las relaciones interpersonales constituyéndose en génesis del
desplazamiento, sin embargo para otros actores son fundamentos de organización social para
la defensa del territorio, esto me llevó a preguntarme ¿Cómo se construye la pertenencia
territorial en medio del conflicto armado, y que emociones compaginan con este sentimiento?

51
Para entender el proceso de construcción del sentimiento de pertenencia territorial es
indispensable hablar de las emociones creadas a partir de contextos violentos, que hacen parte
de la construcción de una memoria colectiva de experiencias pasadas que emerge de la
relación con el territorio, es decir ¿Cómo las emociones se constituyen en un elemento
fundamental para la construcción de la memoria colectiva?
Al revisar los antecedentes e indagar en la memoria de los habitantes de El Tigre y El Placer,
se puede entrever emociones que se emplazan en lugares públicos y privados con gran
significado para la población como: campos, ríos, puentes, calles, parques, cementerios,
kioscos, casas etc., que fueron apropiados y adecuados para la construcción de campos de
entrenamiento, bases de operación militar, centros carcelarios y lugares para impartir
órdenes, normas, avisos y proclamas. Dos emociones que en su momento entorpecieron la
territorialidad e incidieron en las relaciones sociales son: miedo y desconfianza.

(…) Antes de la masacre la comunidad era unida, hacíamos fiestas, celebrábamos las
fechas especiales, los paseos en comunidad, se vivía sabroso, eran etapas de mucha
riqueza humana y comunión, luego surgió una desconfianza tenaz, yo no la podría ver a
usted, usted tampoco a mí, nos sentíamos culpables, no fuimos valientes, esa noche el
temor nos ganó, yo caminaba y pensaba quien me podrá estar siguiendo, las noches eran
pesadillas, dolor, tristeza, era algo común, lo sentíamos todos, ese rompimiento de eso
lasos en comunidad tan bonita se nos partió esa noche (Tejada, 2017)

La desconfianza permeó los espacios y prácticas de sociabilidad, esta emoción implicó una
actitud de inseguridad frente a acciones futuras que pueden causar peligros inminentes, esto
hace que se tenga una presunción negativa frente a un espacio u actor social, transfigurando
los significados de lugares específicos y relaciones de compañerismo sustentadas
inicialmente en la confianza. La desconfianza coexiste con la intranquilidad, incertidumbre
y miedo, esto hace que las personas vivan en alerta y cautela.

52
Este miedo se experimenta al estar en medio del conflicto y ser ajeno a él,48 sufrir una muerte
violenta, ser desterrado, agredido o expropiado de sus pertenencias, empero, hay emociones
que surgen con los vínculos de solidaridad en la vecindad que se contraponen con mayor
intensidad, esto permite la organización social para la defensa del territorio.

(…) recuerdo una profesora que la llamaron ahí en Villas Marías y le tocó hacer su
hueco49, le dijeron que le daban una noche para que se despidiera, entonces esa noche
con tres personas más, le cortamos el cabello, le pusimos un sombrero, la vestimos como
hombre y ella al pie de ellos macheteando salió ¡Muy verraca! Una moto la esperaba,
nosotros decíamos hay esperanza, yo me siento feliz y orgullosa porque ese día,
defendimos la vida de una persona (Tejada, 2017)

A mi juicio, cuatro emociones permitieron enfrentar las condiciones de violencia y habitar


los territorios conflictivos, estas son: empatía, rabia, valentía, esperanza. En el caso de El
Tigre se quedaron doce familias, las estrategias que usaron para resistir están respaldadas en
el compañerismo, muchos no tenían a donde ir, tampoco querían abandonar sus pertenencias,
ni dejar al vecino, solo insistir en que la región les pertenencia 50.
La empatía está estrechamente relacionada con el altruismo y la solidaridad, permite que se
desarrollen afinidades y vínculos afectivos dentro de un común,51 cuando alguien dentro de
ese círculo social se ve afectado por el conflicto, bajo un criterio de injusticia o un acto
ilegitimo, experimenta rabia; la rabia provee de juicios morales que entran en conflicto con
el miedo y motivan la valentía; cuando esta emerge enfrenta el miedo e insiste en desafiar al
actor armado, a quien se considera que ha cometido la injusticia, ésta emoción puede
describir la fuerza de voluntad para habitar un territorio a pesar de las adversidades. Por
último, encuentro la esperanza, que coexiste al mismo tiempo con las tres primeras

48
Definición tomada del antropólogo Andrés Cancimance
49
La expresión “el hueco” hace referencia a una fosa
50
En CNMH, (2011: 62-63) se halla una mejor descripción de los relatos de las victimas
51
La empatía es la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus emociones.

53
emociones, permite aferrarse a la creencia de que en una situación peligrosa es posible
realizar aquello que se desea, posibilitando el desarrollo de estrategias para la defensa, como
enfrentarse al verdugo apaleando a la esperanza de salir victorioso.
Aunque las emociones no se expresan unívocamente por la diversidad de situaciones y
heterogeneidad de los actores, tienden a hacer más intensas cuando se comparten, esto no
solo permitió que algunas familias se quedaran, sino que otras retornaran siendo una
herramienta eficaz para la territorialización, así mismo posibilitó la construcción de una
memoria colectiva, en donde las emociones perviven en las personas y los lugares
significativos.
Ahora bien ¿Qué hace que los valleguamueses decidan enfrentar el miedo y defender su
territorio?

(…) nosotros con miedo, hablamos para que se salve muchas vidas, y dijimos tenemos
que organizarnos para luchar por nuestros derechos (…) a veces me pregunto por qué
esta tierra es tan peleada, porque era bombas, quema de tubos, hostigamientos, a veces
la gente le pregunta, ¿Bueno si es tan malo porque se queda aquí? Uno se arraiga por el
apego a la tierra, es una tierra bendecida, de paisajes valiosos, se da plátano, yuca, coco,
piña, hay ríos, usted disfruta de hermosos paisajes, respira un aire incomparable, disfruta
viendo animales, plantas que en otro lado no ve, los proyectos de vida, ilusiones y metas
están aquí junto a la familia (Latorre, 2017)

A grandes rasgos podríamos hablar de dos miedos, el primero prorrumpe al estar en medio
de una guerra y la creencia de salir vulnerados, pero también el miedo a lo desconocido a
abandonar el territorio que les ha dado de comer para quizás morir de hambre en otro lugar,
en ocasiones el primero es más fuerte que el segundo y las personas deciden marcharse, pero
otras veces el segundo incide más sobre el primero y otros tantos deciden quedarse. Empero
sin desconocer el factor económico, la relación que tenemos como seres territoriales también
se rige por los modos de usarla e interpretarla.
Apoyándome en la investigación empírica y los autores consultados, los colonos lograron en
Putumayo lo que no pudieron en otras regiones del país, aferrarse y echar raíces, haciendo de

54
ese territorio un lugar simbólico, porque allí edificaron sus hogares, nacieron y crecieron sus
hijos, también se derramó sangre, construyeron sepulcros para sus seres queridos,
configurando una especie de atadura con el territorio, su deseo de permanecer en el lugar los
llevó a defender y cuidar de él, estas acciones consideradas como actos heroicos han
despertado el orgullo putumayense que implica un amor por la tierra natal producto de los
colonos que han desafiado el poder de los armados para habitar un territorio en conflicto, el
orgullo muchas veces se manifiesta en anécdotas relacionadas con la valentía, que hace que
los lugareños se auto-reconozcan como gente verraca, que peleó por territorializarse,
orgullosos de sí mismos y de lo que han construido a lo largo o de sus vidas 52.

(…) me siento orgulloso, todo lo que vivimos y aguantamos pero todo me gusta, tengo
la experiencia, y tengo la certeza y vivo completamente tranquilo, satisfecho, porque he
logrado construir mucho para la comunidad, todo lo que he querido, acá me conoce la
gente, unos me llaman mi amor, mi vida, me dan tintico en todas las casas que voy, me
visitan, converso con todos, si necesitan asesoría con mucho gusto, todavía le sirvo a la
gente, considero que he hecho lo que he tenido que hacer, ahora a manera personal, tengo
una familia numerosa que logré sacarlos adelante (Merino, 2017)

El sentimiento de pertenencia territorial se construye a partir de la apropiación del espacio


geográfico por las raíces puestas, las sementeras, animales, sepulcros, casas, etc. A manera
simbólica, como: las formas de nombrar el territorio, las relaciones sociales que allí
establecemos, la sangre derramada por seres queridos y demás acciones sociales que
proporcionan cercanía en términos de distancias emocionales, dicho de otra manera, existe
una cercanía simbólica con el territorio que se conoce bien y suscita un sentimiento de
pertenencia territorial, aunque espacialmente se encuentre lejos. Por cuanto la violencia
permeó esos espacios simbólicamente cercanos, se llevaron a cabo prácticas para la defensa
del territorio.

52
Este párrafo se apoya en las ideas expresadas en la tesis doctoral de Andrés Cancimance (2014)

55
Respondiendo a la pregunta ¿Por qué se quedó? Un colono de El Tigre responde:

(…) yo trabajo consigo donde sea, me quedé porque soy tigrense de corazón, por el
sentido de pertenencia, yo vi crecer este pueblo, nosotros le dimos el nombre, por eso
quiero verlo desde que nació y quiero verlo hasta donde yo llegue, el objetivo es ver un
pueblo bien bonito, con la gente toda amigable, que yo pueda salir a jugar con ellos,
ojala volvamos a ese tiempo, y quiero todavía, aunque si me da nostalgia, tiempos tan
bonitos que vivíamos y que quiero recuperar, ¡Hermosos! En donde los viejos jugábamos
inocentes la lleva, los aguinaldos, con tarros, tapas y ollas haciendo sonar, cargar de la
mano y de los pies a un chuquero y simular el bautismo, ¡Jugábamos! Y era la diversión,
luego nos sentábamos en un andén a tomar guarapo y reírnos, ¡Cosas hermosas! ¿Que
no las quito? La plata, yo le echo la culpa a la avaricia, al dinero mal manejado, pero
ahora que estamos pobres, ¿Puedes ser? Yo tengo fe, que volvemos a recuperar esa
tranquilidad, esa cultura de antes (Merino, 2017)

La tranquilidad es otra de las emociones fundamentales, es una de las más frecuentes entre
los pobladores, encaminada a los espacios de confort, como el hogar, la tierra que provee lo
suficiente para subsistir, las personas que habitan el mismo territorio, los paisajes que se
conocen bien y resultan armónicos etc. En tiempos de guerra, hay una ausencia de esta, las
prácticas para la defesa se enfocan en recuperar la tranquilidad, también llamada Paz, una de
las herramientas es la construcción de una memoria colectiva, que sea eficaz para la
transformación de los significados dados a lugares de infortunio.
Una de las preguntas que se plantean los colonos es ¿Cómo lograr superar el conflicto que
aqueja a un territorio que me pertenece y al cual le pertenezco?

Lo único que queremos es que eso no se repita y que se haga justicia. Que por encima
de todo se haga justicia, ¡Porque nuestro pueblo fue azotado, fue pisoteado, fue vuelto
tierra! No podemos permitir que un grupo de vándalos que hizo y deshizo con las pocas
personas tan inocentes que hay en este pueblo, se vuelvan a re organizar y nuevamente
quieran volver a complicar la situación (CNMH, 2011: 67)

56
La idea de construir memoria, radica en la enseñanza de la historia a futuras generaciones,
las emociones que se emplazan en lugares de gran carga simbólica para la comunidad en
general, que en su momento obstaculizaron el arraigo territorial, hoy son elementos
fundamentales para la territorialización y transformación de los significados que se le han
dado como pueblos violentos.
Símbolos de la memoria de las víctimas, construidos o en proceso de construcción como: El
Museo de la Memoria de El Placer, El Parque de la Memoria a las Víctimas de El Tigre, El
Viejo Puente y La Biblioteca Municipal, permitirán preservar esas emociones en el tiempo y
labrar los caminos hacia la no repetición.

57
CAPITULO III

CONSTRUCCIÓN DE LA MEMORIA Y SU ALCANCE EN LA CIMENTACIÓN


DE TERRITORIOS PROPICIOS PARA LA PAZ

“Un pueblo maduro para la guerra, es un pueblo maduro para la Paz” Estanislao Zuleta

Como otra forma de contribuir a las investigaciones del área del Post-conflicto y construcción
de la Paz en Colombia, el tercer capítulo prioriza la investigación de las emoterras que han
propiciado la construcción del sentimiento de pertenecía territorial en uno de los municipios
(Valle del Guamuéz) más conflictivos de la región sur del país, el cual registra 16.36653
habitantes inscritos en el Registro Único de Victimas (RUV)54. Sobre la base de esta idea
volcó la mirada hacia los testimonios de las víctimas del conflicto interno armado, para dar
cuenta del cómo las emociones han originado movimientos memorísticos, constituyéndose
en formas de lucha y resistencia social sincrónicas al conflicto, y diacrónicas como el rol de
las víctimas en la construcción de una memoria militante, como herramienta cultural que
promete abonar el camino hacia la transición, por medio de la construcción de símbolos de
Paz.

53
Gabinete Municipal (2016) Plan de desarrollo. Alcaldía Municipal
54
Registro Único de Victimas (RUV), es un instrumento mediante el cual, las víctimas del conflicto que han
sufrido hechos de violencia, dan a conocer si han sido víctima del conflicto armado (desplazamiento forzoso,
perdida de un ser querido como consecuencia de enfrentamientos o ataques por parte de grupos al margen de la
ley o cualquier otro tipo de violencia) debe dirigirse a la personería, la defensoría del pueblo o la procuraduría
y denunciar en forma detallada los hechos de violencia, de allí remitirán esa información a Unidad de atención
y reparación Integral a las Víctimas UARIV donde deciden si llena los requisitos para ser inscrito en el RUV.

58
A. Biblioteca Pública Luis Carlos Galán Sarmiento. Emociones Latentes, Sentidas
y Manifiestas

“Entre la Selva y el Cielo Estamos” Katharsis

Partiendo de La Hormiga por el camino alterno junto al puente que divide la zona baja y alta
de la localidad, la población disfruta de una corta caminata ecológica contiguo a un caudal
con soto, arboleda y paisaje sonoro; lugar de encuentros fortuitos con las memorias
transformadoras55, en donde se divisan piedras coloridas y firmadas por románticos que
anhelan: paz, alegría, libertad, tranquilidad, esperanza, unión y perdón. La senda finalmente
conduce a espacios públicos para la recreación y el aprendizaje como: el Estadio de Fútbol,
el Patinódromo, la Casa de la Cultura y la Biblioteca Municipal. En algunos muros son
observables representaciones artísticas que condensan palabra por palabra emociones y
valores que compaginan con los anhelos de construir territorios para la Paz, estos emblemas
son representaciones simbólicas de una sociedad fracturada por la guerra, que está dispuesta
a perdonar y emprender el camino de la esperanza.
La Biblioteca Publica Luis Carlos Galán Sarmiento56 está situada en zona verde; el club de
ajedrez, la cartelera y el estante de revistas están acomodados en el porche 57 junto a la puerta
principal, mientras que, dentro de ella sin muros de concreto divisorios se condensan: la sala
de lectura, las mesas de diálogos, la sala de computación, y la oficina del bibliotecario.

55
Es una forma de memoria militante, que busca la supresión de las condiciones que se dieron para el desarrollo
de la violencia y sustentada en el perdón, la cual se aborda con mayor precisión en el apartado final de este
capítulo.
56
La biblioteca empezó a funcionar en 1979 con carácter ambulante, luego paso hacer una oficina con dos
estantes de libros. En 1992 se nombró como la primera biblioteca municipal con visitas de siete personas por
día. En el año de 1997 fue finalmente inaugurada. Anteriormente la instalación se ubicaba en el centro de La
Hormiga, entre el actual parque y la alcaldía municipal.
57
Un porche es una estructura que forma un acceso cubierto a la puerta principal de entrada y está apoyada
sobre columnas o pilares.

59
Este territorio es concurrido mayoritariamente por niños usuarios, además del préstamo
gratuito de libros, incluye programas de radio, tertulias literarias, cine foro y ajedrez;
reconocida comunalmente como un espacio para la transmisión de saberes.

IMAGEN No. 3
Biblioteca Municipal Luis Carlos Galán Sarmiento

Fuente: Duque, 2014

El Grupo de Amigos de la Biblioteca (GAB) 58, es una asociación en pro del desarrollo de
proyectos que giran en torno a las bibliotecas, está compuesto principalmente por personas
oriundas de la región de Putumayo, sin embargo, durante las actividades se acoge por cortos
periodos a personas de otras regiones del país. La biblioteca municipal representa el lugar de
trabajo, pero también un territorio en el que se crean fuertes lazos afectivos, que han ido
generando un sentimiento de pertenencia hacia la biblioteca, tanto por usuarios y servidores

58
El GAB fue creado en el 2004, es un grupo de voluntarios conformado por docentes, funcionarios públicos,
estudiantes de secundaria, universitarios, profesionales en distintas áreas, investigadores, etc.

60
permanentes o temporales. Para los usuarios, la biblioteca representa un lugar de
tranquilidad, lleno de aprendizaje en el que se sienten acogidos dentro de un común, o como
lo han denominado “su segundo hogar”, esta descripción no difiere de los servidores, quienes
trabajan arduamente para que se amplíen los espacios para la transmisión y socialización de
saberes. El sentimiento de pertenecía territorial que se gesta entorno a la biblioteca está ligado
a distancias emocionales, es decir que existe una cercanía simbólica con un lugar que se
conoce bien y genera apego; este es el caso de los usuarios temporales residentes en otras
regiones del país, que siguen aportando para que las ideas que alguna vez trajeron con ellos,
no decaigan.

La biblioteca es la casa de todos, aquí puede venir desde el más chico al más grande, del
más pobre al más rico, no distinguimos de ideologías u orientación sexual, todas las
ideas son aceptadas y respetadas, eso no lo enseña los libros, aunque los niños sean
tímidos, cuando tú les lees al momento están sentados en tus piernas, porque las letras
son acogedoras (…) No sé qué tiene esta biblioteca, pero los pasantes o personas que
llegan y se van, siguen vinculados y nos ayudan gestionando proyectos (Nupan, 2017)

Aunque su infraestructura haya cambiado, sus objetivos en torno al conflicto y la


contribución a la Paz siguen intactos, construyendo memoria con futuro durante y después
de la lucha armada. En un territorio sitiado por el conflicto, la biblioteca implementó
estrategias para enfrentar las dificultades que aquejaban a la población, Gloria Stella Nupán,
la bibliotecaria, reconoce que en este territorio se han ido fraguando una multiplicidad de
emociones como: alegría, confianza, tranquilidad, pero también tristeza, incertidumbre,
angustia, etc.

(…) cuando llega alguien con un dolor por la pérdida de un ser querido, vienen y dicen
escúcheme por favor, lo único que le pido es que me escuche, regáleme 5 minutos, ya
sea porque el marido le pegó, porque los hijos la rechazan, porque tuvo un problema en
el trabajo, etc. (…) Todo el tiempo que llevo aquí, hace que las personas me vean como
un referente en quien pueden confiar (Nupan, 2017)

61
Durante la disputa territorial, el silencio permeó los espacios de sociabilidad que emergieron
como respuesta al miedo y como estrategia para salvaguardarse de una muerte violenta 59,
puesto que los pobladores no podían expresar su dolor frente a las constantes pérdidas, las
emociones permanecieron latentes sin poder expresarse confinándose a la memoria de lo
privado.

Entró una ama de casa. Le pidió a Gloria Nupán, la bibliotecaria, que le diera una hoja
y un lápiz, luego se sentó en una mesa y trató de escribir. Lloró y escribió: “No lo lea
hasta que yo cruce esa puerta. Eso es muy mío, pero lo entrego para que otros lo sepan”,
le dijo a Gloria. La bibliotecaria obedeció, no leyó y no lloró hasta que estuvo sola en el
lugar (…) La gente iba a escribir mientras sufría por el asesinato y la desaparición de
pobladores, de los que nadie daba razón. Nadie se atrevía a peguntar, “porque a los cinco
minutos tenías a una persona esperándote en la puerta de la casa” (Valdés, 2017)

A partir de las memorias que se negaron a confinarse, van surgiendo preguntas que le dan
sentido a la proyección de objetivos, como la consensuada por el GAB ¿Qué hacer frente al
silencio? Esa mundología60 que se tornó espontanea, se va constituyendo en ideas
intencionales, que motivan la creación de espacios institucionalizados por medio de una
revista.

(…) miramos que una problemática era el silencio, ¿Qué hacemos con el silencio? Se
nos ocurrió que la gente escriba lo que está doliendo, que lo exprese y lo denuncie en
anónimo, que plasmen el dolor, lo arrojen, lo devuelvan para que no sea solo mío, por

59
Actitud del Silencio, Verse: Cancimance A. (2014). Echar raíces en medio del conflicto armado: Resistencias
cotidianas de colonos en Putumayo. Universidad Nacional de Colombia.
60
Mundología es definido por Real Academia Española como: La experiencia de vida y habilidad para
conducirse en ella y en las relaciones sociales.

62
eso Katharsis61, la revista permitió transformar ese dolor en palabras, metáforas, cuentos,
poemas, etc. (Nupan, 2017)

En respuesta al agravio, la biblioteca implementó estrategias para disputarle un espacio a la


guerra, recopilando escritos anónimos, que denunciaban las injusticias cometidas por
distintos grupos armados. En el 2004 en pleno auge del paramilitarismo nace la revista
Katharsis con el eslogan Entre la Selva y el Cielo Estamos, su propósito fue servir como
herramienta cultural para que esas emociones sentidas que habían permanecido latentes, se
manifestaran por medio de la literatura; estas páginas al desahogo permitieron hablar de lo
innombrable.

La gente no se quedaba con los nudos en la garganta, con las lágrimas reprimidas, con
el dolor, sino que escribía (Valdés, 2017)

Creamos secciones donde, de forma anónima, la gente escribía sus historias dolorosas y
de esa forma se desahogaba. No había otro espacio porque la guerra había invadido
cualquier posibilidad de que se expresaran (Duque, 2014)

El esfuerzo del GAB por implementar estrategias para afrontar los impactos negativos de la
violencia y contribuir a la identidad regional, fue galardonado en el 2014 con la primera
edición del Premio Nacional de Bibliotecas Públicas Daniel Samper Ortega, organizado por
el Ministerio de Cultura, la Biblioteca Nacional de Colombia y la Red Nacional de
Bibliotecas Públicas.

61
Katharsis de origen griego, fue un concepto usado por Aristóteles para referirse a la purificación emocional,
corporal, mental y espiritual por la compasión y el miedo en una situación trágica. Según el diccionario de
psicoanálisis Laplanche, más tarde Breuer y Freud, retomaron este concepto y denominaron método catártico,
usado para revivir los recuerdos acompañados de una descarga emocional que estaba reprimida, generando un
"desbloqueo" que permite entender mejor dicha emoción o evento. Por tanto, el vocablo Catarsis alude a la
liberación o eliminación de los recuerdos que alteran la mente o el equilibrio nervioso.

63
Katharsis no solo se implementó como una estrategia para la resiliencia 62 ha ido creciendo y
se ha extendido a una escala regional, difundida en municipios como: Orito, Caicedo, San
Miguel, Puerto Leguizamo, entre otros. El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH)
ha reconocido la importancia bibliográfica de la información recopilada por la revista,
actualmente su contenido es considerado patrimonio bibliográfico de la nación. Pero ahí no
concluye las acciones emprendidas por el GAB, en el 2004 mediante el programa de radio
llamado El destrabe63, llego a zonas vetadas por grupos armados.

(…) siempre sentíamos la presencia de que alguien nos estaba vigilando, alguien escuchó
la música y quería saber quiénes eran, se asomaban y pensaban quien serán esos locos,
pero ningún grupo se percató que podía hacer la literatura, ellos estaban pendientes quien
maneja dinero, quien sale hacer marchas, pero no determinaban a la biblioteca (Nupan,
2017)

En el 2012 su nombre pasó a ser El Hormiguero con gran acogida en veredas lindantes,
incorporando nuevas secciones como: En la voz del autor64, Los niños cuentan65, La
biblioteca es tu colonia66, Acarreando ideas67, Escarbando ritmos68.

(…) la gente nos dice, ¿Quién es la que habla en la radio? ¿Me puede regalar la canción
tal? ¿Cómo hago para saber de esa canción? ¡Que chévere el tema que tratamos! ¡Que
chévere que me traiga el cuento que leyeron en la radio! (Nupan, 2017)

62
Grotberg (1995) define la resiliencia como la capacidad humana universal para hacer frente a las adversidades
de la vida, superándolas o incluso ser transformado y transformada por ellas. Dicha definición se encuentra en
el museo de la memoria de El Placer.
63
El Destrabe fue un programa radial de la biblioteca apoyado por la Iglesia Católica, su nombre invita a
escuchar otras realidades, destrábate de la música, destrábate de la misa, destrábate de lo que se estás haciendo
para escuchar la radio. Actualmente se llama El Hormiguero y se emite los domingos de 10:00 a 11:00 am.
64
En la voz del autor: Se hacen recomendados de libros y autores sobresalientes.
65
Los niños cuentan: Es una sesión en la que un niño lee algún fragmento de un libro.
66
La biblioteca es tu colonia: Permite la difusión de información general sobre la biblioteca.
67
Acarreando Ideas: Son conversatorio sobre un tema determinado.
68
Escarbando ritmos: Alude a la música alternativa como el rock, andina, música social, esta debe ir acorde al
conversatorio.

64
En el mismo año se iniciaron proyectos para transportar los libros a las veredas más lejanas
como: Guaudalito, La Espereza, La Herradura, Las Malvinas, etc., fortaleciendo esos
espacios por medio de una Biblioteca Móvil. Para hacer efectiva la proeza, la jornada iniciaba
a las 4:00 am y culminaba a las 10:00 pm, con un recorrido a pie aproximado de 5 horas, en
la misa se anunciaba la presencia de la biblioteca en distintas zonas de la región, el arduo
trabajo de los amigos de la biblioteca era recompensado por el regocijo que producía el ser
solidario, y la gratitud de quien recibía sus frutos.

(…) así algunos no leyeran, si escuchaban en voz alta, era un libro que quedaba con
ellos, aunque hay personas analfabetas muestran mucho interés, a veces me pregunto
que viera sido de mi vida si no hubiera aprendido a leer, eso lo llena de sentimiento, que
uno dice tengo que volver (…) llegábamos felices, la gente se reía con el cuento del sapo
enamorado, ahora las veredas reclaman nuestra presencia y nos invitan hacer parte de
sus festividades, esas cosas lo van atando con esta labor (Nupan, 2017)

La Biblioteca es una representación simbólica de la construcción de territorios propicios para


la Paz, que ha ido abriendo caminos en medio del conflicto, institucionalizado espacios
enfocados en la vida cotidiana y aportando con ello a la construcción del sentimiento de
pertenencia territorial del putumayense, actualmente Katharsis ha incorporado secciones
como: poesía, mitos y demás temas relacionados con la tradición oral de la región, como: la
letra y la selva perdida. La literatura resultó una herramienta efectiva para afrontar el
conflicto, pero también un espacio para hacer manifiestas las emociones respecto a esos
amores idílicos, las que se experimentan en los hogares, las presentes en aspectos culturales
sobresalientes y en porta relatos que narran experiencias de vida; todas ellas, emociones
adornadas con literatura.

(…) la bibliotecas las llamamos espacios de Paz, una norma, es que si viene un
combatiente o grupo armado, es colocar prohibido el ingreso de armas, con los niños se
lo hace con los juguetes bélicos, que se decomisan hasta que llega el padre o la madre,
estamos con los niños trabajando el lenguaje, es a lo que le apunto ahora, ¿Cómo cambiar

65
nuestro lenguaje amenazante cargado de palabras bélicas? (…) la revista no solo habla
de las experiencias violentas, el horror, sino la valentía de sus pobladores y sus memorias
locales, el día de hoy incluye secciones para hablar de la diversidad, de la naturaleza y
de otras estrategias culturales en el departamento (Nupan, 2017)

A la revista se ha sumado relatos de excombatientes de las FARC-EP concentrados en la


zona veredal de La Carmelita (Puerto Asís), para todos ellos, Katharsis sigue el camino hacia
las letras libres y la resistencia para que la muerte no tenga la última palabra, dice la revista.

B. El Parque de la Memoria. El Primer Monumento a las Victimas

“Que sea en memoria de ellos” Ruby Tejada

Sin frases grandilocuentes, los habitantes del municipio Valle del Guamúez recurren a la
memoria militante para ser efectiva la objetivación de las emociones en el territorio, para la
representación simbólica de lugares cargados de significados se encuentra en proceso de
construcción el Parque de la Memoria69 en la inspección de El Tigre.
Como se planteó en el capítulo II, este lugar ha hecho parte de los espacios cotidianos de los
pobladores de El Tigre, en dicho territorio se han realizado distintas actividades culturales a
lo largo del tiempo, durante el auge del conflicto armado representó las huellas de la violencia
por la presencia y concentración de grupos alzados en armas, actualmente se lleva a cabo la
construcción de un establecimiento público, que permitirá la transformación de los
significados violentos para la construcción de una memoria con futuro.

69 El cartel junto a la construcción dice lo siguiente: “El parque se plantea como un espacio de diversas
actividades, que a su vez sea simbólico, en cuanto a conmemorar a las víctimas de la violencia histórica sufrida
por esta comunidad, se conjugan en los elementos ancestrales y propios de la región integrados a la modernidad
que presenta la arquitectura plasmada aquí” (Prosperidad Social)

66
(…) El Parque de la Memoria es nuestro más grande anhelo, porque nosotros como
tigrenses debemos recordarles a nuestras generaciones que el conflicto no deja nada
bueno, y debemos luchar por un mensaje de ¡No más violencia! ¡No más repetición de
los hechos! Es el mensaje que debemos tener presente, lo considero como un territorio
de Paz, porque son las voces de los desaparecidos, de las familias perdidas, de los
huérfanos y las madres que perdieron a sus esposos, todas las pérdidas humanas que
ocasionó el conflicto para dar lugar a preludios de calma, desde mi punto personal ese
parque va aportar mucho a la convivencia pacífica y a la Paz (Latorre, 2017)

IMAGEN No. 4
El Parque de la Memoria a las Victimas

Nohemí Arboleda, 2017

El proyecto inicialmente contempló la posibilidad de plasmar en el parque el nombre de las


familias que se quedaron después del infortunio suceso del 9 de enero de 1999, empero para
los tigrenses la estructura representa una forma de reparación colectiva, por lo que vieron
pertinente que figuraran los nombres de las veintinueve víctimas de la mascare, para hacer
posible la petición unánime se derribó la caseta comunal, la cual está en gestión para ser
67
construida al lado de la Iglesia70, puesto que la población ha manifestado que perderla sería
dilapidar la historia de su pueblo.

(…) Yo dije: Se deben poner el nombre de las veintinueve personas que murieron esa
noche, porque fueron importantes, fueron alguien en esta comunidad, unos fueron
presidentes de juntas de acción comunal, otros personas que fueron baluarte en inaugurar
esta inspección, entonces yo me opuse a que solo se pusieran las siete familias que nos
quedamos, pero en realidad lo importante es que se empalmara el nombre de esas
veintinueve personas que fueron asesinadas, por eso yo vi esa importancia, que sea en
memoria de ellos (Tejada, 2017)

En este territorio de memorias, es importante destacar emociones condensadas en el primer


monumento a las víctimas de la masacre de El Tigre, tales como: la valentía, sentida por las
familias que se quedaron y las que retornaron, según los relatos de los protagonistas, ellos
decidieron quedarse para proteger la semilla que un día con tanto esmero sembraron, ver
renacer a su pueblo nuevamente representa el florecimiento de las acciones emprendidas para
territorializarse. Un habitante de El Tigre sostiene que contemplar la construcción es
rememorar las palabras pronunciadas en medio de la desolación, angustia, miedo, pero con
gran valentía.

(…) reuní a la gente donde hoy se está construyendo el parque y les dije: Compañeros,
El Tigre está herido, pero no está muerto, tenemos que ser valientes, tenemos que buscar
la forma de echar este pueblo adelante, ¡No mostrarles miedo! Quedémonos,
organicémonos, trabajemos por nuestro pueblo (Merino, 2017)

Los frutos de la unión y la valentía de un pueblo están condensados en esta construcción,


para muchos de sus habitantes remueve emociones como: miedo, tristeza, desconfianza,

70
El proyecto contempla la representación estética de dos garras de Tigre que engloban el nombre del territorio.

68
incertidumbre, etc., objetivadas allí a partir de recuerdos incesantes sobre experiencias
violentas y el dolor por la sangre derramada. Hoy el monumento es la representación
simbólica de la superación de esos temores, subjetivando nuevas emociones, especialmente
cuatro: felicidad, tranquilidad, orgullo y esperanza.

Si nosotros nos viéramos ido ahí se acababa todo, nos quedamos porque imagínese que
a uno le toque salir de la noche a la mañana del lugar donde nacieron y crecieron nuestros
hijos, el parque nos llena de orgullo, El Tigre renació y hoy está dando fruto de lo
sembrado, ¡Hoy hay esperanza! (Tejada, 2017)

(…) para mí el parque de la memoria representa todo, representa nuestro trabajo de


asociación de víctimas, representa volver a renacer, representa haber salido de algo triste
y doloroso y nos dice que no podemos sumergirnos en esos recuerdos, que debemos salir
adelante, representa alegría, esperanza, unión, porque nos sentaremos a dialogar, una
alegría muy grande, más que todo felicidad (Latorre, 2017)

La población víctima se ha organizado en distintas asociaciones para gestionar proyectos,


una de ellas es Victimas Visibles, organización integrada por cincuentaiocho mujeres, treinta
hombres y liderada por María Ruby Tejada, su nombre hace alusión al reconocimiento
público de los hechos violentos que padecieron las víctimas del conflicto en El Tigre, con
objetivo prioritario a la no repetición.

(…) no queremos esconder lo que pasó, por eso Victimas Visibles que todos se enteren
el dolor y sufrimiento que hemos padecido, pero también el empoderamiento que hemos
tenido principalmente las mujeres, inspectoras de policía, concejalas, líderes que han
hecho historia (Tejada, 2017)

69
C. El Viejo Puente. Transformación Simbólica del Territorio

“Territorios de muerte, por territorios de vida” Edis Latorre

Entre los proyectos contemplados, se encuentra la transformación simbólica de los lugares


que hacen parte de las huellas de la violencia, la propuesta apunta a la superación de los
estigmas sociales como pueblos violentos y la pretensión de mostrar la otra cara de la
moneda.
Una pregunta que resonaba en mi cabeza cuando visité El Tigre fue ¿Por qué no se ha
tumbado el antiguo puente? El viejo puente fue dinamitado en el 2003, consecuencia de un
atentado llevado a cabo por FARC-EP a la industria de hidrocarburos, para entonces el
viaducto conectaba a el municipio del Valle del Guamúez con gran parte del país, por lo que
fue necesario su reconstrucción, sin embargo en el 2013 se inauguró un nuevo puente sobre
el rio Guamúez, estructura de mayor tamaño que suple con gran eficiencia las necesidades
del servicio de transporte terrestre, entonces ¿Por qué conservar un puente viejo, con gran
parte de su infraestructura oxidada, de uso meramente peatonal y con una estética poco
agradable?
En búsqueda de su respuesta supe por la población que el Viejo Puente hace parte de las
huellas de la violencia71, por lo que es un territorio provisto de gran significado y carga
emocional para la población, durante el auge del conflicto el puente producía principalmente
miedo y desconfianza; al presente las personas manifiestan sentir tristeza, pues renacen
recuerdos amargos como: objetos personales hallados en las barandas del puente, cuerpos sin
vida de familiares y amigos que fueron recuperados en el rio, y los que se disiparon en sus
aguas.

71
En El Capítulo II se hace una descripción espacial-histórica, en donde se señalan los lugares más
representativos para la población en relación a experiencias violentas.

70
FOTOGRAFIA No. 5
El Viejo Puente

Nohemí Arboleda, 2017

La historia y la sangre derramada por tigrenses han santificado el lugar, generando un


sentimiento de pertenencia con esté, lo que ha impedido que se derrumbe y ha motivado
proyectos para la transformación de significados, entre ellos la cimentación de flores que
adornen su camino, como símbolo de vida en territorios de muerte; como símbolo de Paz en
territorios de conflicto.

(…) cuando construyeron el puente grande, lo iban a tumbar, pero las Tejedoras
(Victimas Visibles) por medio de un proyecto dijimos que no, porque para nosotros
significa mucho, porque trae recuerdos amargos, ahí murieron muchas personas, cada
uno era un proyecto de vida, allí se acabaron muchas ilusiones, que aunque uno quisiera
olvidar debe aprender a convivir con ellas y recordar por siempre (…) lo que queremos
hacer es darle un cambio, no lo hemos hecho por falta de recursos, pero la idea era

71
llenarlo de flores, plantas ornamentales, para darle otro significado, la muerte por vida,
no podemos tumbarlo porque sería tirar todo al olvido, así como represento la muerte
que hoy represente vida, que se convierta en un territorio de Paz (Latorre, 2017)

Caminos al Futuro es otra asociación de desplazados y víctimas del conflicto armado liderada
por Joaquín Merino, tiene como objetivo recuperar los espacios perdidos, esto incluye lugares
físicos y relaciones sociales, según la perspectiva de esta organización para la superación del
conflicto es importante gestionar proyectos en torno a las carencias materias, pero también
la reconstrucción de los significados dados a territorio por su historia conflictiva.

(…) para lograr una Paz estable y duradera, es necesario reparar a las víctimas, Caminos
al Futuro busca proyectos para que sean indemnizadas las víctimas, porque es
importante la economía, el padre que no tiene que darle a sus hijos, mantiene bravo, sin
el mínimo vital no hay Paz, que el gobierno nos mire con buenos ojos, pero también es
importante recuperar espacios perdidos y reconstruir el tejido social, porque con la
venida de paramilitares, había mucha desconfianza, ya no había solidaridad ni
compañerismo, se sospechaba de todos, estamos tratando de reconstruir ese tejido social,
en algo hemos avanzado, pero para lograr la Paz, es necesario ser solidarios, que la gente
diga, las personas de El Tigre si son gente buena, que digan que el pueblo ha cambiado
mucho, para incentivar el turismo y cambiar ese pensamiento de que: Yo no voy porque
eso por allá es violento (Merino, 2017)

72
D. El Museo de la Memoria. Territorializacion de las Emociones

“Hacer memoria es el camino a la no repetición” Museo de la Memoria

En honor a las víctimas de la violencia desencadenada en la inspección de policía El Placer,


los habitantes, junto a la parroquia y el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), han
construido el Museo de la Memoria, su emblema de bienvenida es: hacer memoria es el
camino a la no repetición. Se construyó con un objetivo claro: mostrar la violencia que tuvo
efecto en la vida cotidiana del valleguamuense, dejando notorias huellas en objetos agrietados
como: ollas, bola de espejos72, tinas de leche, lámparas, etc., artefactos bélicos como:
cilindros bomba, uniformes militares, granadas, municiones, armas de distintos calibres y
demás piezas halladas y donadas por la población.
También se conoce como el Museo de la Piedra pues se aglomeran pequeñas rocas con
formas geométricas poco usuales; esta colección surge con la llegada del párroco Nelson,
quien encontró oportuno coleccionar piedras, raíces, hongos que adornaran las paredes de la
iglesia. Con el creciente conflicto y enfrentamientos en veredas aledañas, el coleccionismo
se extendió a los objetos bélicos.

El padre Nelson era curioso y le gustaba coleccionar de todo, luego empezó a reunir lo
que sobraba de la guerra, estuches, maletas, uniformes lo que encontrara, él decía que
era importante recordar (…) llegó una ONG y nos reunió para decirnos que
registráramos todo lo que viéramos, hicimos una galería bélica, eso lleno de admiración
a la gente, y empezaron a donar ellos también; con la llegada de otros sacerdotes se
quemaron brazaletes, uniformes y otras cosas, a lo último llego un padre y dijo es un
trabajo grande del padre Nelson y esto puede servir para algo, tónces allá atrás le dio
un puesto y ahí lo organizamos (Guerrero S. , 2017)

72
Es un objeto esférico que refleja luz en varias direcciones, produciendo un complejo efecto visual, fue
popular en las antiguas discotecas.

73
Según narran los habitantes muchos objetos fueron incinerados por considerarse parte de un
movimiento antirreligioso, esto ocasionó ira que condujo a la agrupación de voluntarios para
reconstruir los cimientos de la memoria y preservarlos en un lugar distinto.

(…) pensamos en nombrar un equipo, porque nosotros queríamos recuperar la memoria,


mucha gente no quería meterse, apoyar, ni nada, pero nosotros luchamos para que los
acontecimientos que se vivieron en la Inspección de El Placer, se revivan y no se olviden,
que sepa todo el mundo lo bueno, lo malo, para que lo malo no se viva de nuevo porque
nos dejó amargas experiencias (Guerrero S. , 2017)

A pesar de los esfuerzos, el proyecto se ha visto estancado por la casi inexistente asistencia
de espectadores y voluntarios, esto posiblemente se deba a las agrietadas vías que conducen
a El Placer y a la escasa publicidad y conocimiento de su existencia. Algunos líderes como
Stella Guerrero afirman sentir tristeza por la carencia de recursos y la falta de apoyo de
entidades públicas, sin embargo, se ha discutido la posibilidad de trasladarse a la capital del
municipio, empero para la población el museo debe reposar en su inspección, puesto que los
acontecimientos que estos suscitan son trascendentes para la construcción de la memoria de
la comunidad de El Placer.
Detrás del cúmulo de hojarasca y paredes bifurcadas entre descoloridas y matizadas, el museo
guarda una estrecha relación con las huellas de la violencia. La estructura en la que hoy
reposa fue la sede primaria73, la misma en la que se llevó a cabo distintas manifestaciones
culturales y se educaron las primeras generaciones de El Placer; durante el conflicto las
emociones fraguadas fueron principalmente: miedo, tristeza, rabia, desolación, e
incertidumbre, pues fue blanco del accionar de armas y constante atentados contra la base
militar de la Policía Nacional, la cual se ubica a pocos metros de esta.

73
La antigua escuela se localiza junto a la estación de la Policía Nacional. La actual Institución Educativa en la
entrada de El Placer, justo antes de la cancha de fútbol.

74
(…) la escuela era muy valiosa para nosotros, realizábamos todo tipo de actividades,
además ahí funcionaba la primaria, pero con los hostigamientos a la policía, uno temía
que los niños fueran afectados, hasta que explotaron dos bombas en enero cuando los
niños iban a entrar a la escuela, entonces eso dañó algo la estructura de la escuela, la
inspección de la policía y casas vecinas, los padres de familia dijeron que mejor se
ubicaran en el colegio y eso quedo abandonado (Guerrero S. , 2017)

La verdad escueta de su abandono radica en las experiencias violentas, por lo que la convierte
en un territorio propicio para la construcción de la memoria con futuro. No obstante, los
placereños reconocen que el museo sigue languideciendo por el olvido de instituciones
estatales, sin embargo, se continúa avivando la esperanza por construir un verdadero
monumento a la memoria que sea reconocido y concurrido por personas que deseen conocer
su tradición histórica.
El museo es una joya oculta, con emociones manifiestas como: felicidad, orgullo, esperanza,
etc., que se objetivan y subjetivan a partir de distintas manifestaciones del sentir y pensar de
sus habitantes, además de la colección de artefactos bélicos, se expone una galería de fotos
de momentos concretos que atañen a personas importantes como: familias fundadoras,
lideres, víctimas del conflicto, familiares y amigos. Uno de los monumentos más emotivos
forma un corazón que ha sido moldeado por la unión de piedras, en las que figuran los
nombres de personas fallecidas durante el conflicto, estas son puestas por la comunidad que
busca conmemorar a sus seres queridos.

(…) cuando uno entra al museo dice, esto fue de fulano, esto le pertenecía a un amigo,
no importa si vas diez veces seguidas siempre recuerdas el pasado, cada persona lleva
su piedra con el nombre de alguien que mataron, pero no todo es tristeza, también las
fotos de las celebraciones, fotos bonitas de ocasiones que festejábamos, los primeros que
habitamos aquí, le da a uno un sentimiento, porque antes para caminar tocaba empujar
porque había mucha gente, esto era bonito, y muchos amigos se fueron y no los volvimos
a ver (Valderrama, 2017)

75
IMAGEN No. 4
Museo de la Memoria

Nohemí Arboleda, 2017

Rememorar los episodios violentos y las emociones sentidas, constituye la memoria colectiva
militante, por ello es observable libros, recortes de periódicos, manos coloridas empalmadas
en carteles que hablan de reconciliación, etc. La comunidad mantiene estrechas relaciones
con el museo, juntos han construido y levantado emotivas exposiciones, como las cincuenta
coplas cantadas de Stella Guerrero.

76
XV
La gran masacre aquel día
A todo el pueblo hizo temblar
Dejamos casas dejamos todo
Nos desplazamos a otro lugar
XVI
Caritas tristes de horror y angustia
Desesperados se oyen llorar
Quedando viudas y niños solos
Y sin familia con quien contar74

El museo también intenta conservar objetos representativos de la cultura regional, reúne


elementos naturales como piedras, troncos secos, cráneos, pieles, caparazones y restos de
animales autóctonos, losas de barro, collares y otros objetos ancestrales, fotografías que
capturaron momentos cotidianos y efímeros, entre otros elementos de su historia local que
fortalece la identidad regional y va generando sentimiento de pertenencia y cercanía con su
territorio. En el proceso de consolidar patrimonio cultural, ha contribuido a la educación y
formación de espacios institucionalizados, hasta convertirse en la primera Institución
Museística del municipio Valle del Guamúez.
La emoción más representativa es la esperanza, la cual mueve a la población a creer en la
solución del conflicto armado, el museo apunta a generar empatía y cercanía con la población
víctima, por ello se espera la participación de estudiantes, educadores, familias, para
combinar esfuerzo con organizaciones gubernamentales, y no-gubernamentales, unidos en
rechazo de toda manifestación de violencia, para la creación de un ambiente propicio para
los territorios de Paz, concibiendo los matices de una historia que está en proceso de
transformación.

En memoria a las víctimas del conflicto armado de nuestro municipio Valle del
Guamúez, cuya perdida cambio significativamente la historia de nuestras vidas. La

74
Las cincuenta coplas cantadas por Stella Guerrero aparecen como anexo, al final del libro.

77
capacidad humana universal para hacer frente a las adversidades de la vida superarlas o
incluso ser transformado por ella se denomina Resiliencia. (Museo de la Memoria).

El museo ha ido institucionalizando la memoria y dejando un legado cultural a las futuras


generaciones, tratando de general una visión de acontecimientos y reflexiones necesarias para
salvaguardar la memoria militante y construir una Paz Cultural75.
.
E. El Rol de la Comunidad Victima en la Construcción de la Memoria
Militante y la Consolidación de Territorios de Paz

El mal sufrido debe inscribirse en la memoria colectiva, pero para dar una nueva
oportunidad al porvenir. Tzvetan Todorov

Como seguimiento de las actividades realizadas por las víctimas y a partir de la descripción
espacial-histórica concluyó que, son símbolos de Paz, aquellos territorios en los que
emociones y memorias discurren y conmemoran hechos o situaciones traumáticas de la vida
privada, pero con un agregado más, que no solo pretenden instituir corrientes
conmemorativas, sino mecanismos para la creación y reproducción de los Territorios para
la Memoria Colectiva de Victimas, concepto que acuño para referirme a los territorios en
donde se trasmiten emociones, generando empatía y solidaridad con otros actores sociales,
es decir un movimiento memorístico que inmortalice su historia local y además trascienda a
las futuras generaciones, para de esta manera, edificarse como Territorios de Paz.
Por lo dicho anteriormente, llama la atención del grupo de víctimas del municipio Valle del
Guamuéz que se ha organizado para así construir los Territorios para la Memoria Colectiva
de Victimas, tales como: el Museo y el Parque de la Memoria, el Viejo Puente y La Biblioteca
Municipal.

75
El vocablo Paz Cultural se encuentra expuesto en el apartado conceptual que esta al inicio del Capítulo IV.

78
(…) ¿Cómo uno puede vivir recordando tantas cosas? ¿Cómo es que yo lo superé?
¿Cómo uno tiene esa valentía? ¡Queremos perdonar! No recordar por venganza, recordar
para tratar de cambiar esa historia, ¡Recordar para bien! Para prosperar, dejar huellas y
cimientos para las nuevas generaciones (Latorre, 2017)

El Centro Nacional de Memoria Histórica sostiene lo siguiente: “Colombia tiene una larga
historia de violencia, pero también una renovada capacidad de resistencia a ella, una de cuyas
más notorias manifestaciones en las últimas dos décadas ha sido la creciente movilización
por la memoria. Rompiendo todos los cánones de los países en conflicto, la confrontación
armada en este país discurre en paralelo con una creciente confrontación de memorias y
reclamos públicos de justicia y reparación. La memoria se afincó en Colombia no como una
experiencia del posconflicto, sino como factor explícito de denuncia y afirmación de
diferencias. Es una respuesta militante a la cotidianidad de la guerra y al silencio que se quiso
imponer sobre muchas víctimas” (CNMH, 2013: 13).
Sin lugar a dudas, la relación Territorio-violencia incidió en la configuración emocional de
los habitantes del Valle del Guamúez, las memorias íntimas de vivencias traumáticas
permearon los espacios de sociabilidad, dando lugar a dos emociones principales: miedo y
desconfianza, que surgen ante los posibles riesgos y amenazas de la confrontación armada,
por ello las memorias fueron obligadas a confinarse al ámbito privado, sin poder expresar el
dolor frente a las constantes perdidas, las emociones (angustia, rabia, intranquilidad,
desconfianza, tristeza, incertidumbre, desconfianza) permanecieron latentes en cuanto la
población asumió una actitud de silencio para salvaguardarse de una muerte violenta. Esta
situación propició la rebeldía de memorias que quisieron correr la cortina, haciendo de las
emociones sentidas y latentes, manifestaciones de memorias comunes, que permitieron
desarrollar afinidades y vínculos afectivos movidos por la empatía y la solidaridad, esa unión
despertó la valentia para habitar un territorio conflictivo, apelando a la esperanza de
enfrentarse al verdugo sin armas y salir victorioso. La valentía se propuso disputar el
territorio y hacer manifiestas esas emociones y recuerdos de pasados recientes, dando lugar
a la producción de una revista literaria (Katharsis), una Estación de Radio (El Destrabé), un

79
Museo (El Museo de la Memoria). Claros ejemplos de qué conflicto y memoria surgen como
procesos simultáneos.

Esta es la memoria de los esfuerzos para enfrentar la guerra y para construir la Paz, es la
memoria del coraje y la valentía que habla de la solidaridad extraordinaria de la que
también somos capaces los seres humanos. Desde esta memoria emerge otra connotación
de la palabra víctima: la víctima como protagonista, como agente social que desafía el
poder, que reclama y reivindica, y que desde ese lugar no solo sobrevive y se rescata a
sí misma, sino que transforma y construye una nueva sociedad (CNMH, 2013:27)

Siguiendo la idea del informe ¡Basta Ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad (CNMH,
2013), la memoria no pueden entenderse como algo uniforme, sino como la incorporación de
contradicciones entre distintos actores sociales, que se confrontan por sus apreciaciones
disimiles para dar lugar a los diálogos de las memorias, dentro de este movimiento
memorístico por las víctimas, hay un aspecto de rebeldía frente a la violencia y a la
impunidad, constituyéndose en un instrumento para resistir y enfrentar el conflicto armado,
por tanto conflicto y memoria no necesariamente son procesos secuenciales, sino rasgos
simultáneos que surgen con el fin de detener la guerra, denunciarla, reclamar transformar y
construir la Paz.
Así mismo las memorias pueden estar confinadas al ámbito privado, en algunos casos de
manera forzosa y en otras por elección, o ser memorias militantes convertidas a menudo en
resistencias como respuesta del agravio; para el último caso se diferencian dos: las memorias
sin futuro que toman la forma de venganza movida por los odios colectivos y piden el
exterminio de los agresores, y las memorias transformadoras, encaminadas al
futuro, buscando la supresión de las condiciones que se dieron para el desarrollo de la
violencia y sustentadas en el perdón.
De acuerdo con otra investigación realizada por el grupo de Memoria Histórica (2014) en El
Tigre, la población manifestó necesario: el reconocimiento público de la masacre, y de la
estigmatización injusta como pueblos guerrilleros y cocaleros que ha caído sobre su región,
el reconocimiento y dignificación de las víctimas con actos públicos de conmemoración y la

80
creación de espacios para fortalecer la memoria y los procesos comunitarios que contribuyan
a reforzar el tejido social alrededor de proyectos productivos y espacios de encuentro y
esparcimiento en los que se desarrolle el sentido de pertenencia.
La conclusión que deriva de lo dicho hasta aquí, es que cuando los sucesos de memorias
privativas76 pasan a ser un problema común, se constituyen en cimientos para las memorias
de víctimas; cuando el colectivo reprimido se organiza y trasciende a la esfera pública, se
constituye en resistencias que emergieron en tiempos de guerra para potencializar la
construcción de una memoria colectiva de víctimas.
Pero ¿Cómo la población pretende hacer objetiva la construcción de la memoria colectiva de
las víctimas? Recordar experiencias violentas implica necesariamente una relación con el
territorio, puesto que las personas se remiten a los lugares donde estas sucedieron, es así
como las emociones logran un proceso de objetivación y subjetivación continúo, asimismo
esas emociones evocan pasados que entran en conflicto por el ¿Qué recordar? Y ¿Cómo
recordar? Por ello surge la necesidad de crear territorios para las memorias, preferiblemente
en lugares en donde se llevaron a cabo desplazamientos, secuestros, desapariciones,
asesinatos, etc., al igual que el acopio de objetos materiales referentes a su historia local, es
por tanto que las emociones se constituyen en un elemento fundamental para entender cómo
se está construyendo los territorios para la Paz.
La presente investigación encontró que la construcción de la memoria está estrechamente
relacionada con las emociones en proceso de objetivación y subjetivación en el territorio.
Para responder la pregunta ¿Por qué conservar un viejo puente? Hay que hablar de la relación
entre sujetos-emociones-memorias-territorios, para acentuar lo dicho, es necesario que el
lugar de recuerdo trascienda a lugar de memoria, para hacer esto posible el territorio debe
generar emociones, un claro ejemplo de ello es el Viejo Puente de El Tigre, las emociones
emplazadas allí le han dado una connotación de territorio sagrado por la sangre derramada
de seres queridos. Pero es aún más interesante pensar como las emociones que en su momento

76
Privativas alude algo que es propio y exclusivo de una persona o cosa

81
obstaculizaron los procesos de territorialización, al presente son necesarias para la
construcción de territorios de memoria, enseñanza y reflexión de la historia.

(…) Yo soy uno de los que más daño me han hecho, todos podemos perdonar, pero es
difícil que el perdón sea sincero, pero yo estoy dispuesto a decirle: Usted me ha hecho
tanto daño y he sufrido, pero yo lo perdono y quiero que sea mi amigo, prometo
ayudarlo, demostrar sus virtudes, a veces nos intoxicamos con lo malo, por costumbre
como cultura, y lo hago porque quiero mostrarle a los de afuera que este es un territorio
de gente amable, que si fué conflictivo ya no lo es, queremos y deseamos cambiar esa
imagen (Merino, 2017)

Actualmente los territorios de memorias están en proceso de reconstrucción, mantenimiento


y financiamiento ya sea de monumentos, museos, u objetos conmemorativos. La
construcción de la memoria es un compromiso que asume también el Estado, mediante
normatividad nacional como la Ley 1408 de 2010 Reglamentada por el Decreto Nacional
303 de 2015 “Por la cual se rinde homenaje a las víctimas del delito de desaparición forzada
y se dictan medidas para su localización e identificación”. La ley declaró como Santuarios
de la Memoria los lugares donde existan indicios de cuerpos de desaparecidos y la edificación
de un monumento en torno a ellos, conforme a esto actualmente se encuentra en construcción
el Parque de la Memoria en El Tigre.
Con un claro objetivo, movimientos como Victimas Visibles, gestionan proyectos para la
construcción de territorios propicios para la Paz, como nuevas formas de apropiación del
territorio que han despertado el orgullo. Frente a la pregunta ¿Qué hace usted por su
territorio? Colonos como Edís responden: luchar para que el pueblo siga creciendo, quien
pone su esperanza en los territorios con facultad para la enseñanza de la niñez y adolescencia
del pueblo, como las Instituciones Educativas, herramienta que considera efectiva para
combatir la violencia y los malos recuerdos.

(…) empecé como docente y pensé que debía continuar, ayude a implantar el grado sesto
sin ayuda del Estado, hacíamos mingas, campeonatos, encuentros culturales para recoger

82
fondos para comprar computadores y hacer la cancha y pensé que esa forma íbamos a
marcar la diferencia y pasar esa amarga historia, combatirla con educación (…) mi hijo
sueña con acabar la universidad y venir a luchar por los sueños de los jóvenes e indicarles
que la educación es un camino para mejorar la calidad de vida, enfatizar en los valores,
la conservación y el uso de los recursos naturales y en una convivencia en Paz y
tranquilidad (Latorre, 2017)

En tiempos de Post-conflicto, las prácticas para la defensa del territorio se enfocan en


recuperar una emoción fundamental para entender la Paz, la tranquilidad, una de las
herramientas es la construcción de territorios de memorias visto como un movimiento social
continuo y un compromiso histórico, que posiblemente devenga más adelante en
manifestaciones culturales y rituales de conmemoración.
Por el momento resulta sustancial para la población formar a las futuras generaciones desde
las Instituciones Educativas, pero también está a cargo de la familia como la célula básica de
la sociedad.

(…) para construir territorio de Paz es importante empezar desde la casa, quitar esos
egoísmos, que le brinde una Paz a sus hijos, quitar barreras de dolor, a causa de la guerra
muchos hogares destruidos, yo no quiero que la gente se eche la culpa entre ellos, que:
mi hijo porque tomaba mucho, a mi mujer porque usted se metió, aquí falta más
solidaridad, aunque la hemos podido recuperar, no es igual que antes, si empezamos por
la casa, enseñando a nuestros hijos a vivir sin récores, sin egoísmos, a perdonar, y
recuperar lo más bonito que es la confianza y la tranquilidad, estamos haciendo Paz
(Tejada, 2017)

La propuesta en marcha de la comunidad en pro de la memoria, apunta también a la


transformación de los significados como territorios violentos, en donde la memoria logre
reivindicar las huellas de la violencia por espacios de interés público, que hagan de este
proceso de transición algo inmarcesible e inmortalicen la historia de un pueblo cuya unión y
valentía les permitió vencer sus temores.

83
Anudado a la situación, se entiende que el olvido es antagónico a la Paz, pero no es recordar
por recordar, es una memoria con una renovada esperanza, emoción que resulta fundamental
para entender el proceso de construcción de los Territorios de la Memoria Colectiva de las
Victimas, los cuales lucha contra el anonimato, el olvido, la observación contemplativa o el
reconocimiento pasivo del sufrimiento, más allá del umbral de la indignación y venganza, es
una memoria transformadora, que busca conmemorar, visibilizar, dignificar, reparar y
generar un aprendizaje transformador.

84
CAPITULO IV

MODELO CONCEPTUAL Y CONCLUSIONES EMPÍRICAS

En las siguientes líneas expongo la respuesta a la pregunta que guió el presente trabajo de
investigación: ¿Cuáles emociones han configurado el sentimiento de pertenencia territorial
de los putumayenses en medio de los conflictos socioeconómicos e interno armado y de ellas
cuáles resultar propicias para construir territorios de Paz?
Para responderla, acudí al modelo conceptual-metodológico que expondré en los siguientes
apartados, luego me ocuparé de las conclusiones empíricas.

A. Modelo Conceptual

Tomé como principal referente el modelo conceptual elaborado por el candidato a doctor
Carlos Eduardo Rojas (2016) titulado Emoterras, emociones territoriales, cuya propuesta
pretende aportar a los estudios territoriales desde un campo poco explorado que conecta
emociones, territorio, actores y tiempo, conceptos que desarrollaré a continuación, junto con
los de Paz Cultural y Memoria Militante.
Para mi trabajo resulta significativa la teoría de las emociones aplicada al derecho de Martha
Nussbaum (2010), los aportes de Hume respecto a la moralidad y la emoción (1984), la
producción del espacio de Lefebvre (1991), la idea de territorio de Monnet (2013) y los
estudios realizados por el geógrafo Yi-Fu Tuan sobre cultura y entorno (2007), entre otros.
“Entiendo por emociones una forma de la experiencia en la que las percepciones del mundo
circundante (objeto) o su evocación en la memoria impulsan al movimiento, les atribuimos

85
un determinado grado de razonabilidad, involucran creencias, implican pensamientos
evaluativos con respecto al objeto, las emociones mismas pueden evaluarse y, también,
educarse. (Rojas, 2017: 2)
La palabra emoción tiene origen en el latín emotĭo, que significan movimiento o impulso, es
decir, la emoción tiene que ver con la experiencia que mueve al actuar. Según el modelo
conceptual Emoterras, las emociones no pueden verse meramente como reacciones
disruptivas e inmediatas, puesto que suelen estar mediadas por creencias, educación,
sociabilidad, razonabilidad y pensamiento evaluativo. Tampoco se experimentan de la misma
manera, debido a que su frecuencia e intensidad varía de acuerdo a distancias de tiempo y
espacio.
Nussbaum sostiene que las emociones tienen un objeto y son inescindibles de éste, sentimos
miedo de algo, odiamos a alguien, etc. Su relación con las creencias y la posibilidad de
producirlas por medio del lenguaje la distingue de los apetitos corporales 77, caso en el cual
no se requiere demostrar la verdad, sino generar un grado de verosimilitud necesario para
producir la emoción. Para explicar este fenómeno Martha Nussbaum hace una lectura de la
Retórica de Aristóteles, donde el filósofo expone las distintas formas que dispone un orador
para dirigirse al público y hacer de su oratoria un discurso verosímil, generando así las
consecuentes emociones en su auditorio, por ejemplo: para que el temor aparezca es
necesario hacer creer que un infortunio puede acontecer de forma inminente o en el caso de
la ira cuando se cree que se ha cometido un perjuicio contra una persona o sus seres cercanos.
Las creencias son esenciales para la emoción dado que son operativas y motivan la conducta
sin ser conscientes de ella todo el tiempo, lo que constituye la experiencia de la emoción
depende de la visión del objeto y de los pensamientos respecto a este, el miedo, por ejemplo,
es la creencia sobre algo potencialmente peligroso. Por ello otra cualidad de la emoción es
su carácter de ser razonable.

77
Puedo crear miedo con una oratoria verosímil, pero no puedo producir hambre en mi auditorio.

86
Para algunos filósofos griegos como Plantón, el desarrollo de la razón y la emoción se ven
como procesos separados, entendiendo la razón como el cálculo, el interés o la relación entre
costo y beneficio. Así, cuando sugiere en su metáfora del auriga la separación de la razón, el
apetito y el espíritu. Es por ello que las emociones podrían considerarse irracionales, el
derecho no difiere de ello, entiende que las emociones no son racionales por que no están
fundamentadas en el cálculo, el interés o la relación costo-beneficio.
Empero, las emociones son razonables porque podemos volverlas objeto de estudio. Es por
ello que Nussbaum, en El Ocultamiento de lo Humano sostiene que, la emoción no es
totalmente independiente de nuestro sistema de razonamiento, que a pesar de que el derecho
haya negado la relación entre ley y emoción, ésta ha estado presente tanto en la acción
delictiva como entre quienes la juzgan, por ejemplo, el repudio hacia el delito y la vergüenza
por cometer el mismo.
Para la autora, las emociones involucran otra forma de la racionalidad: el pensamiento
evaluativo, que está relacionado con la supervivencia. Según esto, el sujeto conforme con su
experiencia, evalúa de manera inmediata en cada situación específica aquellas condiciones
que ponen en riesgo su propia vida o la de sus seres queridos y en consecuencia, actúa
conforme con lo que dicha evaluación y la educación que ha recibido le indican: “En una
situación que suscita determinada emoción quien la experimenta evalúa y determina el curso
de acción a seguir, esta evaluación conduce a una acción inmediata cuando está en peligro su
supervivencia o la de sus seres queridos, pero si lo que está en entredicho es el bienestar
propio o de los seres cercanos entonces la acción podrá ser mediada; en ambos casos opera
la educación emocional recibida” (Rojas, 2017: 9).
De acuerdo con lo anterior, las emociones pueden ser aprendidas y enseñadas durante el
proceso de socialización y aprendizaje proporcionados por la cultura a la que pertenezca el
actor. Cuando Hume habla de un sentimiento moral se refiere a la forma de evaluar el mundo
emocionalmente en relación a la simpatía, las personas tienden hacer juicios sobre lo bueno
y malo a partir de su sentimiento de agrado o desagrado, aprobación o desaprobación, que
expresa las costumbres de la sociedad a la que el actor pertenece, es decir diferenciamos lo
bueno y lo malo de acuerdo a lo que nos han enseñado. Así, por ejemplo, la vergüenza puede

87
justificar los castigos a las faltas contra el honor, en un gran número de países orientales
como: Arabia Saudita, Turquía, Egipto, India, Bangladesh, Pakistán y Jordania, una mujer
que haya deshonrado a su familia es castigada, por ello cada año miles de mujeres son
asesinadas de mano de su padre, hermano o esposo por tener prácticas sexuales fuera o antes
de matrimonio.
Además de lo dicho hasta aquí, las emociones poseen otras características, como su
frecuencia (el iracundo, susceptible a la ira bajo ciertas circunstancias); el tiempo de
duración, el cual puede ir desde lo efímero a una duración prolongada (como sentir felicidad
al conocer o visitar un determinado lugar) o por el contrario expresar un sentimiento de
arraigo y amor por la tierra patria o suelo natal; también su intensidad, (sentir un gran amor
por familiares y amigos, o sentir tristeza por las condiciones de vida de terceras personas).
Por lo general la intensidad de las emociones territoriales también está relacionada con la
distancia (espacial-temporal), en algunos casos las emociones surgen con la cercanía frente
al objeto que las produce, ejemplo de ello, es estar en un lugar en el cual se tuvo experiencias
significativas. Sin embargo, en algunos casos las emociones se avivan cuanto más lejos son
las distancias, como la nostalgia producida cuando se extraña algo.
Cabe resaltar que, las emociones son experimentadas y expresadas por actores, de forma
individual o colectiva, a la manera como Cazeneuve (1971) lo anota, al momento de estudiar
la ubicación del rito en la vida cotidiana advierte la importancia de los gestos y las palabras
que los actores utilizan a la hora de establecer relaciones interpersonales. También, un mismo
objeto puede suscitar diversas emociones o distintos objetos producir emociones similares.
En el caso de las emoterras, estas suelen estar mediadas por “el contacto físico, el
conocimiento de la historia, el arduo trabajo, los lugares en los que se compartieron
experiencias con los ascendientes, los acontecimientos épicos, etc.
Dado que el concepto de Emoterras, alude al conjunto de emociones que el territorio suscita
o son materializadas en él, por medio de monumentos, placas conmemorativas, edificaciones,
etc., al momento de tratar el vínculo emocional con la tierra es importante entender cómo se
construye territorio.

88
El territorio, visto desde Yi-Fu-Tuan, puede ser portador de acontecimientos de gran carga
emocional, la topofilia o manifestaciones de amor por un lugar, puede convertirse en un
vínculo emocional comunitario “Para mí la tierra que poseo está siempre allí, esperándome;
forma parte de mí, la siento muy dentro de mí, es mi amiga y mi enemiga; es ambas cosas”
(Tuan, 2007: 135). Así mismo para el autor, el vínculo de apego o desprecio puede varias
con la lejanía de los lugares, no necesariamente referidos a una distancia espacial, puesto que
puede resultar más significativo aquellos lugares y paisajes que se conocen bien, como el
pueblo de origen, la vecindad donde creció, el hogar o el sitio de trabajo, aunque en un
momento determinado se encuentren a kilómetros de distancia.
Lefebvre hace referencia a la producción del espacio y nos dice que es el resultado de la
acción social, de las prácticas, relaciones, experiencias sociales y a su vez es parte de ellas,
por ello no hay relaciones sociales sin espacio, ni espacio sin relaciones sociales.
En Monnet, encontramos que el territorio reúne el objeto de interés y el sujeto interesado,
donde se desarrolla la acción y representa una realidad tangible en la vida cotidiana de las
personas. En este orden de ideas y tomando como eje central el concepto de Monnet, el
territorio es el producto de las relaciones sociales sobre espacio físico, es decir el espacio
geográfico transformado socialmente.
De acuerdo con el Antropólogo colombiano, Vladimir Zambrano, una forma de producir
territorio es mediante lo que él denomina: las relaciones sociales de emplazamiento, cuando
se toma el lugar, es decir, cuando se tiene propiedad y posesión de él y cuando se pone en el
lugar, ya sea porque disponemos de él o lo habitamos, ejemplos son: las filiaciones parentales
y territoriales, las relaciones de poder (hegemonía, dominio y soberanía) o los conflictos por
el control del espacio, la población y los recursos.
Para el último caso, Zambrano introduce el concepto de territorios plurales, el cual hace
referencia a un mismo espacio en el que coinciden diferentes grupos humanos que establecen
vínculos identitarios, de dominio y soberanía sobre dicho espacio, generándose así conflictos
territoriales a partir de su historia, tradiciones y sus muertos.
Por lo mencionado, es importante resaltar que cada grupo humano, sea etnias, comunidades
o naciones, tiene distintas formas de apropiación, significación, transformación o incluso uso

89
de un espacio físico, es por ello que en un mismo espacio geográfico pueden existir una
multiplicad de territorios que se confrontan, por ejemplo, en un solo lugar, puede haber
territorios de riqueza económica, origen de parentesco, comunitarios, privados o sagrados.
Teniendo en cuenta la variedad de formas de la apropiación y valorización de un espacio
determinado, para Giménez existen dos fundamentales (2007) la primera puede ser de
carácter instrumental-funcional, es decir, cuando se establece una relación utilitaria con el
espacio en donde el territorio se concibe como una mercancía generadora de renta (valor de
cambio), fuente de recursos y explotación económica, medio de subsistencia, ámbito de
jurisdicción de poder, área geopolítica de control militar, etc.
Empero, en algunos casos no se reduce a la dimensión instrumental, también puede darse la
apropiación del territorio desde el polo simbólico-cultural, con inversiones estético-afectivas
o como soporte de identidades individuales y colectivas, siendo objeto de operaciones
simbólicas donde los actores sociales proyectan sus concepciones del mundo, concebido de
esta manera como un objeto útil, pero a la vez como paisaje, como belleza natural, como
entorno ecológico privilegiado, como objeto de apego afectivo, como tierra natal, como lugar
de inscripción de un pasado histórico y de una memoria colectiva y, en fin, como
“geosímbolo”. Partiendo de esta premisa, para el autor se puede abandonar físicamente un
territorio, sin perder la referencia simbólica y subjetiva al mismo a través de la comunicación
a distancia, la memoria, el recuerdo y la nostalgia.
Hasta aquí es posible concluir que, la apropiación simbólica-cultural está estrechamente
ligada con del sentimiento de pertenencia territorial, es decir, cuando hay arraigo, apego,
dolor o sufrimientos compartidos, cuando se experimenta patriotismo. Sloterdijk encontró el
origen del patriotismo en los pueblos sedentarios, cuando comienza a domesticar la tierra, a
cultivarla y darle otros usos como servir de sepulcro, se empieza a significar estas prácticas
como echar raíces, por ello el autor expresa “El sujeto que se define por su referencia a una
patria es como un animal que hubiera hecho suyo el privilegio de las plantas de echar raíces”
(Sloterdijk, 1999).
En relación con mi objeto de investigación, el antropólogo Cancimance sostiene que el
arraigo territorial está acompañado del orgullo, entendido como el sentimiento de amor por

90
la tierra natal producto de los colonos del Putumayo que han desafiado el poder de los
armados para habitar un territorio en conflicto, como lo expresa Lefebvre (1974) cuando esto
ocurre, estamos frente a un grupo de sujetos que se sienten orgullosos de sí mismos y de lo
que han construido a lo largo de varias décadas.
Una vez expuesto, lo referente a la emoción, el territorio, los actores, concluiré con el tiempo.
Una característica a tener en cuenta son los puntos de inflexión, Saskia Sassen plantea que
es necesario dar cuenta de las diversas formas en las que se producen los cambios de un orden
social al otro. Concibe los puntos de inflexión como aquellos momentos históricos, en los
que uno o varios elementos estructurales de un orden cambian de valoración o de posición
en un determinado principio organizativo, para dar así origen a otro orden social. Por
ejemplo, a inicios de la modernidad el capitalismo industrial era dominante pero no
prevalente, pues existían ingleses que laboraban en el sector agrario y agropecuario.
Lo que la autora señala es que, en la historia social humana lo novedoso no es una ruptura
total con el pasado, sino que, en el tránsito de un orden a otro, algunos elementos estructurales
cambian de posición o de significado en un principio organizativo, por ejemplo, el principio
de la autoridad legítima en el medioevo se sustentó en el principio del origen divino del
poder, en las sociedades modernas pasa a radicar en la soberanía secular y el consecuente
Estado de derecho.
Un posible punto de inflexión en la historia de Colombia es el proceso de transición hacia la
Paz; Pineda (2016) sostiene que el Proceso de Paz en Colombia le apunta al paso de la
resolución de un conflicto histórico, y existen mínimo tres modos de comprenderla: La Paz
Negativa que es la ausencia de la guerra, La Paz Estructural que es la ausencia de desigualdad
social, La Paz Cultural que es la ausencia del fusil mental.
Según el autor, es necesario asistir transformaciones culturales que permitan entregar el fusil
mental, puesto que alimenta la ilegalidad, la normalización de la muerte, el hábito de matar
por ajuste de cuentas. Sostiene más adelante que esté, es un asunto de la humanidad y debe
ser conquistado en las instituciones educativas, en términos del autor la escuela es el territorio
en donde que se construye la Paz Cultural, pues allí nacen las emancipaciones del presente y
las imaginaciones del futuro que nos devuelve la esperanza.

91
Hobsbawm (1998) define que el sentido del pasado, es la interpelación que existe entre el
pasado-presente-futuro, con un sentido activo que se encuentra en la acción simbólica de
transformar la realidad, es decir, el pasado nos permite comprender el presente y a su vez se
interpreta en función de expectativas a futuro, por ende, la memoria colectiva se debe
conservar, pues es quien nos dice como se hacían las cosas y en consecuencia como deben
hacerse a futuro.
Finalmente, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH, 2013) plantea como en
Colombia las memorias discurren en paralelo con la confrontación armada, constituyéndose
en un instrumento para enfrentar el conflicto dentro de una sociedad fracturada. Reconoce
que las memorias pueden estar confinadas al ámbito privado, en algunos casos de manera
forzosa y en otras por elección, o ser memorias militantes convertidas a menudo en
resistencias como respuesta del agravio: para el último caso se diferencian dos: las memorias
sin futuro que toman la forma de venganza movida por los odios colectivos y piden el
exterminio de los agresores, y las memorias transformadoras, encaminadas al futuro,
buscando la supresión de las condiciones que se dieron para el desarrollo de la violencia y
sustentadas en el perdón.

B. Aspectos Metodológicos

En este apartado presento la metodología utilizada para realizar esta investigación, la cual se
llevó a cabo en el municipio del Valle del Guamúez en el departamento de Putumayo.
Previamente, realicé algunas entrevistas exploratorias a parientes, amigos cercanos y redacté
un escrito personal sobre mi experiencia durante el tiempo que viví en la región, este último
me sirvió de referente organizador para mis ideas.
En un rastreo inicial del tema, logré una primera recolección bibliográfica que llevó a
plantearme con mayor precisión los objetivos de este trabajo.

92
1. Objetivos

a. General

• Identificar las emociones que han configurado el sentimiento de pertenencia territorial de


los putumayenses en medio de los conflictos socioeconómicos e interno armado y de ellas
cuales pueden resultar propicias para construir territorios de Paz.

b. Específicos

• Indicar los lugares y emociones que pueden resultar paradigmáticos en relación con el
sentimiento de pertenencia territorial en medio de los conflictos socioeconómicos que
han caracterizado la historia de Putumayo.
• Indicar los lugares y emociones que pueden resultar paradigmáticos en relación con el
sentimiento de pertenencia territorial en medio del conflicto interno armado en el bajo
Putumayo.
• Sugerir las emociones que motivan la construcción de territorios de Paz.
• Realizar una síntesis final que esté orientada a dar cuenta del sentimiento de pertenencia
territorial de los putumayenses a partir de las emociones halladas.

Para el estudio de caso, elaboré instrumentos de investigación como la guía para revisión
bibliográfica, empleada para la organización de información obtenida por fuentes
secundarias como: documentación oficial, literatura, prensa, artículos en internet e
investigaciones, ello me permitió un acercamiento previo con mi objeto de estudio.
La guía de observación, fue útil a la hora de detallar con mayor precisión los aspectos físicos
de los lugares preconcebidos en el proyecto y los que surgieron durante el desarrollo de la
investigación, esta herramienta me aportó en la organización espacial del segundo y tercer
capítulo.

93
La guía de entrevista semi-estructurada para legos y expertos en la que propuse temas
generales que indagaban sobre aspectos importantes, pero con flexibilidad a preguntas
específicas, el grupo de personas que entrevisté fueron: residentes habituales y personas que
han retornado al departamento después de lapsos prolongados en otras regiones, víctimas del
conflicto interno armado, investigadores y líderes de distintas organizaciones. Con ello, pude
mapear las emociones en tiempo-espacio y dar cuenta del proceso de objetivación y
subjetivación en el territorio.
La investigación duró tres meses en los cuales frecuenté los lugares proyectados, inicialmente
presenté dificultades para acceder a información por parte de las personas víctimas del
conflicto armado, por lo que fue necesario acudir a investigadores en Antropología y Trabajo
Social, integrantes del GAB, e Instituciones como la Alcaldía Municipal, el grupo de
seguridad alimentaria de Prosperidad Nacional, y organizaciones como: el Alto Comisionado
de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) quienes me facilitaron información
adicional, además de remitirme a posibles entrevistados.
Adicionalmente sin estar previsto, fuí participe (entrevistada) en el proyecto de la Radio
Nacional de Colombia, Archivo Oral de Memoria de las Victimas, con el propósito de
promover y contribuir al reconocimiento de las víctimas y así mismo tejer un dialogo de
memorias. De esta manera, pude contactar a líderes de organizaciones como Victimas
Visibles y participar en espacios de integración y conversatorios llevados a cabo en la Casa
de la Cultura en El Tigre.
Finalmente, estas actividades junto al proceso de sistematización de la información
recopilada, me posibilitaron identificar cuatro territorios con un importante valor simbólico
para la comunidad, reestructurando las entrevistas en torno a ellos.

C. Conclusiones Empíricas

Como resultado de la investigación presentada concluyo que, las emociones más destacadas
en el proceso de configuración del sentimiento de pertenencia territorial en medio de los
conflictos socioeconómicos e interno armado en Putumayo son: gratitud, tranquilidad,

94
confianza, amor, empatía, valentía, orgullo y esperanza; estas últimas, originaron prácticas
pacíficas para la defensa del territorio y a su vez motivan la construcción de territorios
propicios para la Paz, denominados en este trabajo como: Territorios de la Memoria
Colectiva de las Victimas.
Como lo he señalado a lo largo de la investigación, las emociones que configuraron el
sentimiento de pertenencia territorial fueron sentidas y manifestadas por actores que
conformaron las colonias agrarias puesto que, durante varias generaciones, posibilitaron la
relación simbólica con el territorio debido a elementos arraigantes como: sementeras,
hogares, filiaciones parentales, sepulcros, relaciones sociales, sangre derramada,
experiencias, expectativas a futuro, memoria y emociones objetivadas, etc.
Así mismo, es posible afirmar que este sentimiento se vió obstaculizado por emociones como
el interés extractivo y el desprecio, sentidas y manifestadas por los actores de las colonias
efímeras, cuyos asentamientos se dieron alrededor de la explotación extractiva, haciendo de
su estadía un proceso transitorio, determinado por el tiempo en que la riqueza se extrajo sin
dejar una valorización permanente, debido a ello, no fue posible ningún tipo de vínculo
afectivo con el territorio, puesto que la apropiación utilitaria y funcional condujo a despreciar
el objeto territorial, cuando este dejó de ser un generador de renta.
Estas emociones territoriales sucedieron en contextos históricos y espacios geográficos
diversos. En un primer momento, encuentro que todo proceso migratorio en Putumayo es
originado por emoterras como el interés y la esperanza, desde los conquistadores en
búsqueda del Dorado, pasando por los flujos migratorios en medio de las bonanzas
económicas (quina, caucho, pieles, madera, petróleo, coca); los frentes de migración
resultado de políticas estatales para el desarrollo de regiones olvidadas, inmigrantes
seducidos por las experiencias de familiares y amigos, sintieron interés por los territorios
del pie de monte amazónico, ya sea como asentamientos temporales alrededor de la
explotación de materia prima (colonias efímeras) o asentamientos permanentes con
características agrícolas (colonias agrarias).
El interés lo defino como la experiencia en la cual los sujetos centra su atención en un objeto
específico, dado que es una emoterra su objeto es el territorio, esta puede deberse a su

95
dimensión geográfica, topográfica (fertilidad), conexiones fluviales, recursos naturales, flora
y fauna, acceso a la tierra, oportunidades de trabajo, y demás factores que indican si un
territorio es apto para ser colonizado por objetivos estratégicos muy concretos como: la
extracción de materia prima, apropiación de una área geopolítica de control militar, fronteras
agrícolas o ya sea para fundar pueblos. Aunque es una emoción esencial en el proceso de
colonización, para el caso de las colonias efímeras, los actores manifestaron un interés que
tiene por objeto aquellos territorios con facultades para ser explotados, para referirme
explícitamente a esta emoterra la denominé interés extractivo.
Los actores que experimentan dicha emoción, se asientan alrededor del proceso económico
intensivo de extracción de un producto natural generando grandes sumas de riqueza, durante
este lapso se da un creciente explosivo de población colona que, una vez satisfecho conlleva
a la despoblación.
Por otro lado, está la esperanza, encaminada hacia algo que se desea y que podría resultar
beneficioso a futuro, es una emoterra característica dentro de las colonias agrarias, puesto
que muchos colonos llegaron buscando tierras asequibles, oportunidades de trabajo,
alimento, zona de refugio, etc., con la finalidad de ocupar y aprovechar la tierra mediante
pequeños proyectos agrícolas y agropecuarios.
Durante la territorialización de colonias agrarias, surgen emociones como: la gratitud en
cuanto le aseguró a un grupo social migrante la satisfacción de las necesidades vitales
(alimento, zona de refugio, reproducción); confianza, tranquilidad, amor, suscitadas por los
espacios de confort, el hogar, la tierra que provee lo suficiente para subsistir, las personas
que habitan el mismo territorio, el entorno natural y los paisajes que resultan armónicos, las
raíces puestas, originando vínculos de familiaridad y afecto con el territorio.
Dichos vínculos fueron resultado de las vivencias cotidianas durante la territorializacion,
configurando paulatinamente el sentimiento de pertenencia territorial en los putumayenses.
A raíz de ello, las acciones emprendidas por las víctimas en medio de la confrontación
armada se basaron en dinámicas de apropiación, resistencia, defensa y arraigo territorial.
Como señala el antropólogo Andrés Cancimance, respondiendo a las preguntas ¿Quiénes se
quedaron? ¿Porque se quedaron en la región? Y ¿Qué prácticas emplearon para convivir con

96
el terror? Concluye que “muchos campesinos lograron en Putumayo lo que no pudieron en
otras regiones del país, aferrarse a un lugar y echar raíces” “configurando una especie de
atadura con el territorio” “su deseo de permanecer en el lugar los llevo a defender y cuidar el
territorio en medio del conflicto”
El auge del conflicto en Putumayo surgió a partir de la década de los ochenta, cuando se
dieron dinámicas de confrontación armada por el poder y priorización de intereses de grupos
de diversa índole, tales como: guerrillas, paramilitares y narcotraficantes; la disputa territorial
condujo a dos hitos históricos: La Masacre de El Tigre, La Masacre de El Placer, ambas
perpetuadas en el municipio Valle del Guamuéz.
La experiencia durante el conflicto armado fraguó en la población víctima emociones como:
miedo, terror, desconfianza, intranquilidad, incertidumbre, tristeza, rabia, angustia, etc.
Estas emociones se territorializaron en lugares significativos por el acontecer de experiencias
traumáticas, como es el caso del Edificio, La Grada, la Plaza de Mercado o la Casa Blanca
objeto de miedo y terror apropiados para la retención, tortura, desaparición y asesinatos; la
Caseta Comunal, el Kisoco, objetos de incertidumbre por ser espacios predilectos para
impartir proclamas, avisos, y mandatos de actores armados; el Viejo Puente de El Tigre, el
Río Guamuéz o la Y en El Placer, objetos de tristeza por la sangre derramada que evoca en la
memoria un pasado doloroso para quienes sobrevivieron.
Empero, los actores víctimas experimentaron emociones ambivalentes, algunas producidas
por la presencia de actores armados y otras a partir de vínculos de solidaridad entre la misma
comunidad, tales como: la empatía estrechamente relacionada con el altruismo y la
solidaridad, permitió que se desarrollaran afinidades y vínculos afectivos dentro de un
común. La rabia, repudió la violencia y condujo a la valentía, este motivo a desafiar al actor
armado objeto de su rabia, arraigándose al territorio a pesar de las adversidades y apelando
a la esperanza de salir victoriosos.
En consecuencia, las victimas emprendieron acciones para rehabitar los territorios después
de las masacres, e implementaron estrategias para resistir el conflicto armado, entre los
proyectos llevados a cabo se encuentra la revista Katharsis, la estación de radio El Destrabé

97
y el Museo de la Memoria, los cuales logrando hacer manifiestas las emociones que habían
permanecido latentes constituyéndose en memorias simultáneas al conflicto armado.
Al presente, las memorias que poseen las víctimas, han permitido construir una identidad
colectiva que se relaciona con las vivencias violentas que ocurrieron en la región, las
emociones que evoca la memoria conducen a nuevas formas de relación con el territorio, en
donde la valentía, orgullo, esperanza motivan movimientos memorísticos en pro de la
transformación de significados dados a los territorios violentos y a la superación de una
tradición violenta.
La valentía, alude a la fuerza de voluntad que tuvieron las víctimas para habitar un territorio
aquejado por conflicto armado; el orgullo sentido por los habitantes que sin armas
defendieron y se arraigaron al territorio; la esperanza, encaminada a la supresión de la
violencia padecida y a la transformación de significados dados en torno a ella.
Su proceso de subjetivación se da mediante relatos, coplas, poemas, murales, etc., de igual
forma por medio de las acciones emprendidas por organizaciones como el GAB, Victimas
Visibles, Caminos al Futuro, centrando sus esfuerzos para construir símbolos de memoria,
territorios de Paz.
Es decir, dichas emociones no solo motivaron prácticas pacificas para la defensa del
territorio, sino también motivan la construcción de una memoria común, la cual se afinca en
los denominados Territorios de la Memoria Colectiva de las Victimas, de los cuales destaco
cuatro: La biblioteca Luis Carlos Galana Sarmiento (La Hormiga), El Parque de la Memoria
de las Victimas, el Viejo Puente (El Tigre), El Museo de la Memoria (El Placer). Espacios
de interés público, que luchan contra el anonimato, el olvido, la observación contemplativa
o el reconocimiento pasivo del sufrimiento, en pro de la defensa de los derechos de las
víctimas, pretenden no solo conmemorar, también visibilizar, dignificar, reparar y generar un
aprendizaje reflexivo y transformador de la historia, que fungirá como una memoria
militante.

98
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de-la-guerra

ENTREVISTAS

Anonimo, indigena Cofan de 35 años (2017). (N. Arboleda, Entrevistador)

Cabezas, C. (2017). (N. Arboleda, Entrevistador)

Cadena, G. S. (Mayo de 2017). (N. Arboleda, Entrevistador)

Caicedo, M. C. (Julio de 2017). (N. Arboleda, Entrevistador)

Cardenas, J. (Agosto de 2017). (N. Arboleda, Entrevistador)

Cofan, L. (2017). 35 años. (N. Arboleda, Entrevistador)

Garcia, I. (Mayo de 2017). (N. Arboleda, Entrevistador)

Guerrero, C. (Julio de 2017). (N. Arboleda, Entrevistador)

Guerrero, S. (Mayo de 2017). (N. Arboleda, Entrevistador)

Latorre, E. (Septiembre de 2017). (N. Arboleda, Entrevistador)

Mallama, M. (Mayo de 2017). (N. Arboleda, Entrevistador)

Mallama, Y. (2017). (N. Arboleda, Entrevistador)

Merino, J. (Septiembre de 2017). (N. Arboleda, Entrevistador)

Nacion, A. G. (1911). (I. H. Marcelo, Entrevistador)

Nupan, G. S. (Septiembre de 2017). (N. Arboleda, Entrevistador)

Obando, J. (4 de Agosto de 2017). (N. Arboleda, Entrevistador)

Ruano, M. A. (Agosto de 2017). (N. Arboleda, Entrevistador)

Taquez, F. (2017). (N. Arboleda, Entrevistador)

103
Tejada, R. (Septiembre de 2017). (N. Arboleda, Entrevistador)

Valderrama, G. (Agosto de 2017). (N. Arboleda, Entrevistador)

104
ANEXO

PLACER AYER Y HOY


I X
A DIOS DOY GRACIAS POR PERMITIRNOS TODOS LOS GRUPOS QUE AQUÍ LLEGARON
LLEGAR CON VIDA A ESTE LUGAR DISQUE LIMPIANDO LA POBLACIÓN
PARA CONTARLES LO QUE VIVIMOS POR NUESTRAS CALLES TIÑENDO EN SANGRE
Y QUESE ENTERE LA HUMANIDAD SEGANDO VIDAS EN LA REGION
II XI
CUANDO ERA NIÑA, CON MI FAMILIA ENTRE LOS GRUPOS DE GENTE ARMADA
Y JUAN GUERRERO HASTA AQUÍ LLEGUE QUE MALTRATARON NUESTRA INSPECCIÓN
DESDE NARIÑO HASTA PUTUMAYO EL EPL Y LOS JEGA
PARA FUNDAR LO QUE HOY ES EL PLACER LAS FARC MACETOS Y LA EXTORSIÓN
III XII
LA BELLA SELVA DEL PUTUMAYO YA PARA EL PUEBLO QUE MAS QUEDARA
CON SU RIQUEZA MUY NATURAL LA CONVIVENCIA SE VE NORMAL
TIGRES, SERPIENTES Y GUMAYO CON ESOS GRUPOS DE GENTE ARMADA
Y EN SU PAISAJE UN GRAN CAUDAL PORQUE EL GOBIERNO NO SUPO ACTUAR
IV XIII
CON GENTE BUENA DE AQUÍ LLEGABA UN DÍA DOMINGO MENOS PENSADO
FUE ALIMENTANDO LA POBLACIÓN FUERTES DISPAROS SE OYEN SONAR
CON SU TRABAJO Y SU CULTURA ERAN PARACOS QUE AQUÍ LLEGARON
MEJORO LA COLONIZACIÓN PARA SACAR A LOS DE LAS FARC
V XIV
PASA LOS AÑOS, LO BUENO PASA Y POR LAS CALLES DE NUESTRO PUEBLO
Y LA ARMONÍA QUE UN DÍA REINÓ CUERPOS SIN VIDA SE VEN RODAR
LLEGARON GENTE DE OTRAS PARTES DE HERMANOS QUE LOS CULPARON
Y LA VIOLENCIA ALLÍ SE COLÓ QUE MILICIANOS Y DE LAS FARC
VI XV
LLEGA LA COCA A NUESTRO PUEBLO LA GRAN MASACRE DE AQUEL DÍA
Y TRAS ELLA TAMBIÉN LLEGO A TODO EL PUEBLO PUSO A TEMBLAR
GRUPO TRAS GRUPO DE GENTE ARMADA Y LA DEJAMOS CASAS DEJAMOS TODO
VIOLENCIA SE COMENZÓ NOS DESPLAZAMOS A OTRO LUGAR
VII XVI
CON LA BONANZA DE ESTE PRODUCTO CARITAS TRISTES DE HORROR Y ANGUSTIA
LA SITUACIÓN EMPEZÓ A CAMBIAR DESESPERADOS SE OYEN LLORAR
BUENOS NEGOCIOS Y BUENA PLATA QUEDANDO VIUDAS Y NIÑOS SOLOS
Y BUENOS CARROS PA TRAFICAR Y SIN FAMILIAS CON QUIEN CONTAR
VIII XVII
HASTA LOS NIÑOS DE RASPACHINES Y LOS CONFLICTOS ERAN CONSTANTES
LA JUVENTUD NO QUIERE ESTUDIAR ENTRE LAS AUC Y LOS DE LAS FARC
QUIEREN LA PLATA PA COMPRAR SE DAN MASACRES DE AMBOS BANDOS
Y ASÍ EL PODER LOGRAR ALCANZAR EN MEDIO DE LA COMUNIDAD

105
IX XVIII
POR UNA PARTE ERA MUY BUENO HACEN ESCUELA DE ENTRENAMIENTO
PERO POR OTRA MUCHA MALDAD TIENEN LUGARES PA TORTURAR
TRAJO LA GUERRA Y LA VIOLENCIA NO LES IMPORTA QUE EL PUEBLO VEA
DESORGANIZÓ LA COMUNIDAD CUANDO LLEVABAN A ASESINAR
XIX XXX
NADIE VENIA DE OTRAS PARTES AQUÍ LAS LEYES SON PA LOS POBRES
A NUESTRO PUEBLO PA VISITAR PARA LOS OTROS HAY PROTECCIÓN
TENIEN PUEBLO PA VISITAR SE VOILAN LEYES, SE SEGAN VIDAS
DE QUE SU VIDA QUIERAN QUITAR Y DE ESO NADIE NOS DA RAZON
XX XXXI
Y LOS AMIGOS QUE SE PERDIERON EN PUERTO ASIS FUNDAN AGROAMAZONIA
PENSABAMOS VAN A REGRESAR PA BENEFICIAR LA POBLIACIÓN
SOLOS LOS HUESOS DE UNOS LLEGARON LLEGA CHEMONICS, USAID Y ADAMZ
Y ASI LOS PUDIMOS BIEN SEPULTAR Y LE INYECTARON MUCHA INVERSION
XXI XXXII
CON LAS MUJERES DE AQUEL ENTONCES SIEMBREN PALMITO EL QUE MAS PUEDAN
DE ESTO SE HICIERON ILUSIONAR QUE EL COMERCIO ASEGURADO ESTA
UNAS QUEDARON GESTANDO HIJOS DICEN QUEREMOS MATERIA PRIMA
OTRAS SE FUERON A AVENTURAR PORQUE A FRANCIA SE VAN A EXPORTAR
XXII XXXIII
DE LAS QUEDARON EN EL PRESENTE Y EL CAMPESINO ILUSIONADO
LES TOCA DURO DE TRABAJAR LO QUE TENIA LO INVIRTIO
NO HAY EMPLEO SOLO HAY POBREZA Y CON EL TIEMPO YA NO LE COMPRA
VAN A BUSCARLO A OTRO LUGAR POR QUE LA EMPRESA YA FRACASO
XXIII XXXIV
OTRAS VALIENTES SE HAN DEDICADO QUEDAMOS CON LOS BRAZOS CRUZADOS
LOS DESPERDICIOS A RECICLAR NUESTARS DEUDAS EN EL BANCO ESTAN
Y ESTA MATERIA LA HAN TRANSFORMADO PUES AHORA NADIE NOS HACE CASO
EN UNA OBRA ARTESANAL Y NO TENEMOS CON QUE PAGAR
XXIV XXXV
CON LAS MUJERES ORGANIZADAS EL SUFRIMIENTO QUE HEMOS TENIDO
NUESTRA REGION TIENE QUE CAMBIAR NOS HA SERVIDO PA MEDITAR
PARA QUE QUEDE EN NUESTRA HISTORIA POR HACER PATRIA HEMOS RETORNADO
COMO UN EJEMPLO A LA SOCIEDAD PA NO VOLVERNOS DESPLAZAR
XXV XXXVI
GRANDES AYUDAS QUE DIO EL GOBIERNO PESE A TODOS NUESTROS PROBEMAS
PERO EN LOS VIVOS NO MAS QUEDO TAMBIEN LA IGLESIA CON CRISTO ESTA
PERO A NOSOTROS LOS AFECTADOS FORTALECIENDO CON LA PALABRA
NO MAS UN POQUITO NOS TOCO A TODA NUESTRA COMUNIDAD
XXVI XXXVII
PAÑITOS DE AGUA NO MAS LLEGARON CON SUS VIGILIAS Y SANACIONES
PERO ESO NO ES LA SOLUCION Y CONFERENCIAS EN EL HOGAR
LA VIDA HUMANA NO TIENE PRECIO EL PADRE NELSON CON REFLEXIONES
NECESITA LA PREPARACION LA SITUACION AYUDO A ENFRENTAR
XXVII XXXVIII
LLEGA EL FAMOSO PLAN DEL GOBIERNO PRIMERA INFANCIA ATIENDE A LOS NIÑOS
PARA AYUDAR A LA POBLACION CON SUS AGENTES DE PASTORAL
Y EL PLAN COLOMBIA CON SUS FUMIGAS ANUNCIAN VIDA EN ABUNDANCIA
LO QUE NOS DIO NOS LO DESTRUYO EN LA MISION DE EVANGELIZAR
XXVIII XXXIX
HUBO MUCHAS HAMBRES Y GRANDES CRISIS LE SUPLICAMOS A LOS ARMADOS
Y LA POBREZA ALLI VIVIO TOMEN LOS MEDIOS DE HACER LA PAZ
MUERE LA FLORA, MUERE LA FAUNA PA QUE EN COLOMBIA ACABE LA GUERRA
Y LA TIERRA ESTERILIZO Y QUE VIVAMOS EN HERMANDAD
XXIX XL
LAS AVES GIMEN, LA GENTE LLORA LA JUVENTUD DE AHORA ESTE TIEMPO
POR LA INJUSTICIA Y LA CORRUPCIÓN SE QUIEREN PROFESIONALIZAR
SEGÚN LAS LEYES DEL MEDIO AMBIENTE PERO SUS SUEÑOS QUEDAN TRUNCADOS
SOLO DEJARON DESOLACIÓN LA ECONOMIA NO DA PA MAS

106
XLI
CON LA LLEGADA DE POLICIAS
MEJORO UN POCO LA SITUACIÓN
PERO LO MALO ES QUE NUESTRA ESCUELA
QUEDO AL FRENTE DE LA ESTACIÓN
XLII
NO SE RECHAZA LA POLICIA
PERO EN RIESGO NUESTRO PUEBLO ESTA
POR ESTA CERCA DE ESTA FUERZA
ALGUNA BOMBA NOS VA A ESTALLAR
XLIII
YA SE HAN DADO HOSTIGAMIENTOS
Y HASTA BAJAS DE AMBOS HAY
PORQUE LA GUERRILLA
EL LUGAR QUIERE RECUPERAR
XLIV
LE SUPLICAMOS AL DOCTOR SANTOS
QUE A ESTA POBREZA DE SOLUCIÓN
GRANDES PROYECTOS PARA TODOS
PARA SALIR DE ESTA SITUACIÓN
XLV
LE COMENTAMOS A LA BANCADA
QUE YA NO QUEREMOS SUFRIR MAS
QUE TRABAJAMOS CON MUCHA FUERZA
PA NO QUEDANOS MIRANDO ATRÁS
XLVI
GOLPEANDO PUERTAS SOLO QUEREMOS
UNA MANITO PARA AVANZAR
QUE LOS PROYECTOS NO NOS IMPONGAN
QUE TAMBIÉN PODAMOS OPINAR
XLVII
ES UNA PARTE DE NUESTRA HISTORIA
ESPERAMOS PUEDAN ESCUCHAR
SOMOS UN PEDAZO DE COLOMBIA
PARA QUE PONGAN LOS OJOS ALLA
XLVIII
QUE DIOS BENDIGA AL DOCTOR SANTOS
Y ASU BANCADA PRESIDENCIAL
QUE LO ILUMINE POR DONDE VAYA
Y QUE CON JUSTICIA PUEDA ACTUAR
XLIX
A DIOS DOY GRACIAS POR ESTE GRUPO
QUE HA LLEGADO HASTA EL PLACER
MALU Y CHUCHO, CLEMENCIA Y LINA,
SASHA Y CAMILA Y JUANA TAMBIÉN
L
MARIA Y DANIEL LOS DE LAS FOTOS
CON LA ERVISTA SEMANA ESTAN
GRACIAS MAURICIO POR PUBLICARNOS
Y AHORA ESTAMOS EN BOGOTA

DESDE ESTE HERMOSO LUGAR


EN SUS 50 AÑOS DE FUNDACIÓN
EN EL DEPARTAMENTO DEL PUTUMAYO
EL PLACER PRESENTE ESTA

Stella Guerrero, 2012

107

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