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ALGUNAS PATOLOGIAS SOCIALES

La patología social se refiere a la conducta anormal dentro de la sociedad. Por


tanto el individuo que no actúa de acuerdo a las formas de conducta repetidas en
una sociedad se le llamara anormal o desviado. Constituyen los síntomas de una
enfermedad-Aplicado a lo social, te refieres a cómo influye el medio (trabajo,
familia, comunidad) en la salud del individuo y qué puede provocar Entre los
factores que propician la inestabilidad mental y emocional se señalan:

1. El exceso de trabajo y la fatiga mental.


2. La frecuente tensión nerviosa.
3. El excesivo ruido en los centros urbanos la desintegración familiar y a falta
de convivencia humana.
4. La asistencia frecuente a diversiones excitantes e impresionantes.
5. El uso inmoderado de estimulantes y sedantes.

¿QUÉ ESTUDIA LA PATOLOGÍA SOCIAL?

El patólogo social permite medir, analizar y examinar las conductas humanas en el


laboratorio social, es decir, en relación y respecto de los valores, normas,
costumbres y tradiciones culturales (informal), los principios y reglas
gubernamentales (formal) y las consideración y restricción morales. En otras
palabras, los actos que infringen, quebrantan o vulneran lo establecido por las
leyes son, por definición, de carácter delictivo; un acto expresamente prohibido y
castigado por la ley, casi siempre inmoral y anormal con arreglo a la norma ética
predominante; usualmente dañoso para la comunidad y cuya represión se supone
necesaria para la persecución del orden social existente:

a) un castigo legal,

b) rechazo social; y

c) una condena moral.

Por esta razón, la persona que viola los valores, se esfuerza por evadir y
esconderse de la vista supervisora de la justicia. Dichas normas, valores,
costumbres, tradiciones, y éticas morales han sido aprendidas y enseñadas a
cada individuo en la casa, kinder, escuelas, y sociedad a través del proceso de
socialización, que los individuos pueden aculturarse a los mencionados
estándares establecidos en cada sociedad, debido a que todas las conductas
humanas son la consecuencia de la socialización a través de la interacción.

Cuando un conjunto de personas no obtiene de su medio físico la satisfacción de


las necesidades en el orden material, sufre consecuencias que se expresan en el
orden médico; tenemos allí una "población enferma". Cuando estas necesidades
insatisfechas operan en el orden social, nos encontramos con una "sociedad
enferma". A este tipo de patologías se las engloba dentro de lo que se llaman
enfermedades sociales.

Estas enfermedades son producto de la crisis que vive una sociedad. En la


actualidad, nos encontramos con una sociedad materialista, consumista e
individualista en la que se han trastocado los valores. Esta "era del vacío" es la
generadora de enfermedades, en donde el sujeto no encuentra salidas sanas y
busca válvulas de escape en el alcohol, las drogas y muchas otras formas de auto
agresión. la patología social incluye aquellas situaciones que son consideradas
como un "deficiente" funcionamiento de algunas partes del sistema social en cuya
prevención trabaja el estado, y cuyos actores son o bien objeto de una especial
atención pública que tiende a sacarlos de tal situación, o bien son objeto de
sanciones.

1. LOS MORALMENTE DEFICIENTES

SORDERA.

La sordera no afecta a la capacidad intelectual del individuo ni a su habilidad para


aprender. No obstante, un niño sordo pierde la estimulación lingüística de los
niños normales y el retraso en el aprendizaje del lenguaje puede causarle retraso
escolar. Este retraso tiende a ser acumulativo y el adolescente sordo puede llegar
a sumar 4 o más años escolares de retraso. Pero si el niño sordo recibe una
estimulación lingüística precoz mediante el lenguaje de signos tendrá un
rendimiento escolar normal.

Un número creciente de estudiantes sordos sigue programas de enseñanza


superior en establecimientos de educación terciaria especialmente preparados,
tanto por su dotación como por sus programas.

Hoy en día los sordos pueden desempeñar casi cualquier trabajo, excepto
aquellas profesiones en que una buena audición es condición indispensable (piloto
de aviones, director de orquesta), entre los sordos hay médicos, abogados,
maestros, religiosos, secretarias, químicos, agricultores, jornaleros.

La discriminación existe, como para otras minorías, pero los empresarios


contratan sordos en número creciente e instalan dispositivos telefónicos
especiales o secretarias-intérpretes u otros instrumentos que les permiten rendir
de forma adecuada en su trabajo. Sin embargo, si se comparan con la población
general, un gran porcentaje de sordos continúa desempleado o subempleado.

CEGUERA.

Hasta el final del siglo XVIII no se proporcionó a los invidentes un sistema


organizado de educación, libros, rehabilitación y formación profesional adecuada.
La primera escuela para invidentes fue fundada en París en 1785 por el educador
francés Valentín Haüy, con el nombre de Institution Nationale, y todavía hoy
existe.
En 1790 se abrieron escuelas para ciegos necesitados en Inglaterra y Escocia. Su
propósito original era la formación de estas personas en oficios manuales, pero,
unos años después, se adoptó un sistema de educación general.

ANCIANIDAD.

El problema de la ancianidad es grave en una sociedad que ha establecido un


culto a la juventud. Para algunas comunidades, el anciano es considerado como
una carga económica para la familia por que ocasiona gastos y no produce ningún
ingreso. Hasta hace algunos años la familia la integraban tres generaciones:
abuelos, padres e hijos. En ella el anciano tenía un lugar de respeto y preferencia.
Hoy solo persiste ese núcleo familiar en algunos países de Latinoamérica y su
tendencia es a desaparecer.

Es característico de la ancianidad la tendencia conservadora, el prejuicio, el afán


de seguridad. Hay ancianos que viviendo dentro del núcleo familiar se sienten
infelices por el sentimiento de inferioridad que les origina su dependencia
económica de la familia.

LA PROSTITUCIÓN.

NECESIDAD O PATOLOGÍA SOCIAL.

En Occidente, hasta la década de 1960 la actitud hacia la prostitución estaba


basada en la idea judeocristiana de la inmoralidad. En los últimos tiempos los
investigadores han intentado separar la cuestión moral de la realidad de la
prostitución.

El mantenimiento de su ilegalidad en muchos países se basa en tres ideas: que la


prostitución está ligada al delito organizado, que es responsable de gran parte del
delito menor y que es la causa del aumento de las enfermedades venéreas. Hoy
estas opiniones están siendo muy criticadas.

Expertos de reconocido prestigio han destacado que esta actividad ha dejado de


ser una buena inversión para el delito organizado, ya que es difícil de controlar,
demasiado visible y produce unos ingresos insignificantes en comparación con los
fuertes castigos que conlleva. Está claro que el delito menor (robo, asalto y
consumo de drogas) está unido a la prostitución, pero habría que pensar
seriamente si es racional tachar una actividad de delictiva con el fin de reducir o
controlar otra. Además, las autoridades sanitarias han comprobado que las
prostitutas sólo son responsables de un pequeño porcentaje de los casos de
enfermedades venéreas.

Las prostitutas abogan por la legalización de su actividad con diferentes


argumentos. La legalización liberaría a los tribunales y a la policía de tratar estos
casos, dejándoles más tiempo para casos más graves. Otro argumento es la
cuestión constitucional de la violación del derecho a una protección igual, ya que
la ley penaliza a las prostitutas pero no así a sus clientes.

TRASTORNOS MENTALES.

Los trastornos mentales o enfermedades mentales, afecciones o síndromes


psíquicos y conductuales, son causa de angustia y deterioro en importantes áreas
del funcionamiento psíquico, afectando al equilibrio emocional, al rendimiento
intelectual y a la adaptación social.

A través de la historia y en todas las culturas se han descrito diferentes tipos de


trastornos, pese a la vaguedad y a las dificultades que implica su definición. A lo
largo de la historia, y hasta tiempos relativamente recientes, la locura no era
consideraba una enfermedad sino un problema moral -el extremo de la
depravación humana- o espiritual -casos de maldición o de posesión demoníaca.

Clasificación

La clasificación de los trastornos mentales es todavía inexacta y varía según las


escuelas y doctrinas psicopatológicas. Para uniformar criterios, la Organización
Mundial de la Salud (OMS) creó la DSM, clasificación universal de los trastornos
mentales que ha conocido hasta la fecha varias versiones.

La mayoría de los sistemas de clasificación reconocen los trastornos infantiles (por


ejemplo, el retraso mental) como categorías separadas de los trastornos adultos.
Igualmente, distinguen entre trastornos orgánicos, los más graves provocados por
una clara causa somática, fisiológica, relacionada con una lesión estructural en el
cerebro, y trastornos no orgánicos, a veces también denominados funcionales,
considerados más leves.

NEUROSIS

Se refiere a un estado de malestar y ansiedad, pero sin llegar a perder contacto


con la realidad. En su extremo, como formuló Sigmund Freud, el fundador del
psicoanálisis, todos somos "buenos neuróticos".

Entre las neurosis, las más típicas son las fobias, la histeria, los trastornos
obsesivo-compulsivos, la hipocondría y, en general, todos aquellos que generan
una alta dosis de ansiedad sin que exista una desconexión con la realidad. La
hiperactividad, desorden que parte de un déficit en la atención y la concentración,
se traduce en un exceso de ímpetu en el individuo que la padece, haciéndole
incapaz de organizar y terminar su trabajo, de seguir instrucciones o perseverar en
sus tareas, debido a una inquietud constante y patológica.
PSICOSIS

Psicótico implica un estado en el que el paciente ha perdido el contacto con la


realidad de forma general, en tanto que los casos de psicosis son contados.

Los más comunes son: la esquizofrenia, la mayor parte de los trastornos


neurológicos y cerebrales (demencias) y las formas extremas de la depresión
(como la psicosis maniaco-depresiva).

Trastornos de ansiedad.

La ansiedad es el síntoma predominante en dos casos: los desórdenes que


suponen pánico ante situaciones concretas y los trastornos ansiosos
generalizados.

En las fobias y las neurosis obsesivo-compulsivas, el pánico aparece cuando el


individuo intenta dominar otros síntomas: el miedo irracional, desmedido, a una
situación, objeto o animal concretos que altera su vida cotidiana. Entre las más
perturbadoras está la agorafobia, miedo a los espacios abiertos o muy cerrados
(claustrofobia), tras el cual se oculta en realidad un miedo desmedido a la muerte
o al propio pánico, y que impide a los que la sufren salir a la calle.

Trastornos de la personalidad

A diferencia de lo episódico de los trastornos neuróticos e incluso de algunos


psicóticos, los trastornos de la personalidad duran toda la vida; determinados
rasgos de la personalidad del enfermo son tan rígidos e inadaptados que pueden
llegar a causar problemas laborales y sociales, daños a uno mismo y
probablemente a los demás.

La personalidad paranoide se caracteriza por la suspicacia y la desconfianza.


La esquizoide ha perdido la capacidad e incluso el deseo de amar o de establecer
relaciones personales, mientras que la esquizotípica se caracteriza por el
pensamiento, el habla, la percepción y el comportamiento extraños.

Esquizofrenia

La esquizofrenia abarca un grupo de trastornos graves, que normalmente se


inician en la adolescencia. Los síntomas son las agudas perturbaciones del
pensamiento, la percepción y la emoción que afectan a las relaciones con los
demás, unidos a un sentimiento perturbado sobre uno mismo y a una pérdida del
sentido de la realidad que deteriora la adaptación social. El concepto de 'mente
dividida', implícito en la palabra esquizofrenia, hace referencia a la disociación
entre las emociones y la cognición, y no, como vulgarmente se supone, a una
división de la personalidad que, más bien, hace referencia a otro tipo de trastornos
como la personalidad múltiple o psicopatía, denominada así por el psiquiatra
alemán Emil Kraepelin.
Trastornos de la afectividad

Son aquellos trastornos en los que el síntoma predominante es una alteración del
estado de ánimo. El más típico, la depresión, se caracteriza por la tristeza, el
sentimiento de culpa, la desesperanza y la sensación de inutilidad personal. Su
opuesta, la manía, se caracteriza por un ánimo exaltado, expansivo,
megalomaníaco y también cambiante e irritable, que se alterna casi siempre con el
estado depresivo.

Trastornos paranoides.

Su síntoma principal son las ideas delirantes (creencia falsa, firmemente asentada,
y resistente por ello a la crítica) y las más típicas son las de persecución (se
considera víctima de una conspiración), las de grandeza (el sujeto se cree de
ascendencia noble, principesca, santa, genial e incluso divina) o las celotípicas
(celos desmedidos). En cualquier caso, la personalidad paranoide es defensiva,
rígida, desconfiada y egocéntrica, por lo que tiende a aislarse y puede llegar a ser
violentamente antisocial. Este trastorno normalmente suele iniciarse en la mitad o
al final de la vida, destruyendo las relaciones sociales, sobre todo las de pareja.

TRASTORNOS ORGÁNICOS MENTALES.

Este grupo de trastornos se caracteriza por la anormalidad psíquica y conductual


asociada a deterioros transitorios o permanentes en el funcionamiento del cerebro.
Los desórdenes presentan diferentes síntomas según el área afectada o la causa,
duración y progreso de la lesión. El daño cerebral procede de una enfermedad
orgánica, del consumo de alguna droga lesiva para el cerebro o de alguna
enfermedad que lo altere indirectamente por sus efectos sobre otras partes del
organismo.
Los síntomas asociados a los trastornos orgánicos mentales podrán ser el
resultado de un daño orgánico o la reacción del paciente a la pérdida de
capacidades mentales. Ciertos trastornos presentan como característica principal
el delirio o un estado de obnubilación de la conciencia que impide mantener la
atención, acompañado de errores perceptivos y de un pensamiento desordenado
e inadaptado a la realidad.

PREVALENCIA DE LA ENFERMEDAD MENTAL

Es imposible saber con exactitud cuántos individuos padecen trastornos mentales.


Los registros de admisión a los centros psiquiátricos pueden ser orientativos, pero
hay que tener en cuenta que excluyen a un amplio número de personas que nunca
buscan tratamiento por no considerar que sufren algún trastorno.

De estos últimos, la mayor parte presenta trastornos menores, ya que el riesgo de


sufrir una esquizofrenia alguna vez en la vida es de un 1%, mientras que el de
sufrir una depresión -el trastorno mental más común en la actualidad, e incluso el
motivo de consulta médica en atención primaria más frecuente- es de un 10%.
Actualmente existe una preocupación cada vez mayor por los trastornos mentales
orgánicos, puesto que inciden con más frecuencia en las personas mayores, un
sector de población que está aumentando vertiginosamente en los países más
desarrollados.

LA DELINCUENCIA.

El delito surge como una valoración de ciertas conductas por la sociedad de


acuerdo con determinados criterios de utilidad social como la justicia, el orden, la
convivencia, etc. Si la sociedad valora como criterio de justicia el respetar los
bienes ajenos, robar será un delito.

Para que un acto sea considerado "delito", se requiere que sea definido
expresamente con este carácter por una ley la que a su vez impone una sanción
como medida de defensa colectiva.

Las leyes de una sociedad actúan con relación a la delincuencia como forma
positiva y negativa de control social. En forma positiva porque al fomentar en el
individuo la conformidad con las normas establecidas lo aparta de la conducta
delictuosa. En forma negativa, porque imponen sanciones especificas al que
comete un delito. En la comisión del delito, el delincuente rara vez actúa aislado ;
generalmente se organiza en grupos en grupos que hacen de una determinada
conducta antisocial su especialidad. La sociedad al sancionar privándolo de la
libertad al culpable de delito debe de readaptarlo y dejarlo en condiciones de
convivir. El trabajo remunerado, la instrucción y la ayuda psicológica, son factores
que ayudan a este proceso.

TOXICOMANÍAS.

Los consumidores de barbitúricos o anfetaminas pueden precisar ingreso en un


centro de desintoxicación como en el caso de los alcohólicos. Cualquiera que sea
el tóxico responsable de la dependencia, el objetivo de la mayor parte de los
programas de tratamiento es la abstinencia. Los programas de deshabituación a
opiáceos son sobre todo de dos tipos. La filosofía de las comunidades
terapéuticas es implicar al toxicómano en la resolución de su problema. Se le
considera una persona inmadura emocionalmente a la que debe ofrecerse una
segunda oportunidad para desarrollarse. Las situaciones conflictivas con otros
miembros de la comunidad son muy frecuentes. El apoyo mutuo, el mejorar de
categoría dentro de la comunidad y ciertas recompensas son los estímulos al buen
comportamiento.

2. LA VAGANCIA

La pereza es algo universal y todos la sufrimos a diario pero hay personas a las
que les afecta hasta tal punto que se podría calificar de “patológico” aunque el
término no esté registrado en el DSM. Nos preocupa, sabemos que existe porque
lo vemos a diario. Nos referimos a estudiantes sin otros problemas de aprendizaje
ni de relación con los demás, chicos sanos en entornos normales a los que la
pereza les afecta hasta el punto de no permitirle conseguir sus objetivos. Además,
no son conscientes de la magnitud del problema y se auto-engañan quitando
importancia a algo que la tiene. Se están jugando su futuro y no lo ven. Oímos
cosas como “No estoy motivado a estudiar, pero voy a aprobar. No sé qué me
pasa, me siento a estudiar y no hago nada, en clase tampoco, ni saco el
boli. Pero te prometo que me pongo desde mañana.”

Algunos de los síntomas son:

– Retrasan habitualmente el inicio del estudio, (procrastinación: huida de las


tareas necesarias pero poco apetecibles. En lugar de hacer lo que deberían hacer,
hacen lo que les apetece hacer)

 Dan prioridad a tareas fáciles en lugar de las importantes y urgentes.


 Siempre esperan a tener el ánimo suficiente para actuar.
 Habitualmente renuncian a los planes y objetivos que se habían propuesto,
va pasando el curso y perdiendo oportunidades hasta que se ven incapaces
de enfrentarse a él y se produce el abandono escolar.
 Están convencidos de que sus fracasos se deben a la escasez de medios a
su alrededor, a la mala suerte. ”
 Creen que tienen un problema de concentración y el problema es que
esperan que las tarea sean automáticas,y no lo son, sino que, requieren algo
de esfuerzo y ellos han perdido la capacidad de hacer , incluso, pequeños
esfuerzos.

Causas

 Sin duda la principal causa es el principio del placer y es más frecuente


cuando se trata de tareas desagradables o impuestas. También puede
haber un problema de falta de seguridad o miedo al fracaso, muchas veces
son personas a las que no les ha costado estudiar y han tenido notas
buenas sin apenas esfuerzo y cuando aumenta la exigencia y las cosas ya
no les salen tan bien a la primera, su autoestima baja y no son capaces de
reaccionar, lo que hace que el problema aumente como una “bola de
nieve”. La falta de recursos para automotivarse y la huída del problema
también lo agravan. No son capaces de imaginar cómo estarán en otro
momento y prefieren pensar que en el futuro todo será más sencillo.
 ¿Qué podemos hacer? Está claro que lo mejor es la prevención, la
educación en el esfuerzo y la adquisición de hábitos, pero hoy necesitamos
resolver el problema cuando ya existe. Buscamos soluciones.
 La palabra “fuerza de voluntad” suena a educación tradicional y nos aburre
escucharla. Le podemos llamar “inteligencia ejecutiva” que suena mucho
mejor aunque significa lo mismo: ser capaz de llevar adelante los planes
que nos hemos propuesto. (como diría J.A. Marina: “La inteligencia
generadora planifica y la ejecutiva lo hace realidad.” “La voluntad no es
innata. El proceso correcto para automotivarse se basa en inhibir el
impulso, deliberar, decidir y mantener el esfuerzo”

3. EL ACOHOLISMO

El alcoholismo, la más significativa toxicomanía de nuestros tiempos se encuentra


entre las problemáticas médico-sociales de mayor relevancia mundial, por sus
efectos extraordinariamente nocivos sobre la salud y la sociedad derivado de su
nefasta repercusión biológica, psicológica y socio- económica.

Es nuestro interés analizar el alcoholismo como un problema social ya que el


mismo tiene un impacto negativo en las vidas de un segmento considerable de
nuestra población y sobre el mismo existe un amplio número de personas con
gran preocupación. La Sociología, desde posiciones sistematizadoras e
integradoras, puede analizar una serie de factores que convierten a dicha
problemática en un peligro para nuestra sociedad.

No podemos hablar del mismo como enfermedad, sin tener en cuenta la cultura,
pues de ese modo de vivir que aprendemos al crecer en un grupo humano,
aprendemos también a explicarnos los fenómenos que llamamos salud y
enfermedad.

Al crecer en un determinado grupo aprendemos a considerar salud a una serie de


estados o situaciones y enfermedad a otros. Juzgamos ciertos comportamientos
como saludables y por otro lado, vamos aprendiendo a calificar ciertas
sensaciones como síntomas de enfermedad y a considerar como normales a
otros.

Hemos de tener en cuenta que, salud y enfermedad, son conceptos socialmente


construidos y que, por lo tanto, la cultura tipifica lo que es salud y lo que es
enfermedad o, por expresarlo de otro modo, lo que es normal y lo que es
patológico o sea, que el individuo según su cultura, tendrán su visión de la
enfermedad, la salud y como tal se comporta.

En nuestros días es un hecho incuestionable que la salud es un fenómeno integral


determinado, fundamentalmente, por las condiciones en que viven las familias y
las comunidades y que las mismas están a su vez determinadas por complejos
factores interactuantes de carácter social.

La Sociología ha demostrado su validez en el estudio de la salud llevando un


conjunto de conceptos de su teoría general a este campo, ayudando a explicar
como los eventos de ella y sus conductas están influenciadas por factores
sociales.

Muchos han sido los conceptos que se han formulado de salud, aunque desde la
Sociología, incuestionablemente el de mayor repercusión es el formulado por
Parsons desde los marcos del paradigma médico clásico de orientación individual,
comprendiendo la misma en referencia a la participación del individuo en el
sistema social: estado de capacidad óptima del individuo para el eficaz
cumplimiento de los roles y tareas para los que ha sido socializado.

Si partimos de la concepción durkheniana, la salud es un hecho social


condicionada e interdependiente con instituciones como la familia y el trabajo,
influenciada culturalmente; por lo que este sistema de salud refleja normas,
valores, conocimientos, creencias y símbolos de la sociedad. Reconocer la
importancia del proceso de socialización nos ayuda a entender el proceso de forja
de patrones de conductas, en el marco subcultural del grupo social específico en
estudio.

El sociólogo A. Guidden señala al respecto " la salud y la enfermedad están a su


vez fuertemente influenciada por aspectos de la estructura social. Los factores
sociales no afectan solamente a la esperanza de vida, sino también a las
probabilidades que tienen los individuos de contraer determinados tipos de
enfermedades y la naturaleza de la asistencia sanitaria que reciben".

En nuestro análisis partiremos de la consideración de factores sociales como


todos aquellos elementos vinculados a la sociedad humana ( independiente de su
naturaleza) capaces de incidir en el estado de salud de la población en los
distintos niveles de la organización social.

El análisis del alcoholismo puede partir de su consideración como forma de


desviación social. La raíz del alcoholismo está ante todo en la enajenación de la
personalidad; el no-reconocimiento por parte de ellos de las normas imperantes en
las relaciones sociales.

Daños sociales y a otras personas

Además de problemas de salud, el consumo de alcohol se relaciona con


problemas familiares (malas relaciones de pareja, violencia doméstica, maltrato
infantil, negligencia de cuidados), escolares, laborales (absentismo laboral, baja
productividad), económicos y comunitarios (ruidos, molestias, robos, conductas
sexuales violentas y no protegidas, peleas, etcétera.), que afectan tanto al
consumidor como a otras personas. Estas consecuencias despiertan
preocupación, aunque las relaciones causales no están bien establecidas, debido
a las deficiencias de los diseños de investigación y a que el alcohol es una parte
más de una red causal compleja en la que interactúan muchos otros factores, a
menudo dependientes del contexto cultural y social.

En Noruega la prevalencia anual de personas perjudicadas por el uso de alcohol


de otras (interrupción de sueño, acoso, amenazas, daños a pertenencias,
lesiones) fue del 40%4. En 2001-2005 en Estados Unidos el 12% de los
estudiantes de 18-24 años habían sufrido lesiones y el 2% violencia sexual por
estudiantes bajo los efectos del alcohol. La principal causa de daño a otros
atribuible a alcohol son los accidentes de transporte, seguidos por las agresiones.
Estos problemas se asocian más fuertemente con los atracones y las IEA. Se ha
estimado que en Europa en 2010 el daño a otros atribuible a alcohol representó al
menos el 9,9% de las muertes por lesión atribuidas a esta sustancia (30,2% en
mujeres y 7,9% en hombres).

Finalmente, los problemas por alcohol implican unos costes económicos


importantes. Se estima que en los países ricos representan el 1-3% del producto
interior bruto, la mayor parte debidos a pérdidas de productividad. En 2010 en
Europa este coste supuso el 1,3% del PIB (unos 155.000 millones €), en su mayor
parte atribuible a dependencia alcohólica (0,8% del PIB). Una revisión de estudios
referidos al período 1990-2007 en 12 países lo estima en 0,5-5,4% del PIB.

4. EL NARCOTRAFICO Y LA DROGADICCIÓN

El narcotráfico es una de las actividades ilícitas que tiene una relación muy amplia
con delitos como: tráfico de personas, tráfico de armas, lavado de
dinero, corrupción, entre otras, esto significa que un país que tenga una alta
actividad de narcotraficantes tendrá una gran debilidad en cuanto a
la seguridad de sus habitantes como de sus instituciones. Los problemas que
surgen del narcotráfico son muy graves, por un lado, el daño social que produce a
los ciudadanos y que termina en la muerte, la destrucción de las familias, así como
de la economía de los países, aunque para los que producen drogas significa un
gran negocio. El presente artículo tiene como finalidad demostrar en cifras, cómo
esta actividad ilícita afecta de una u otra manera a la sociedad en su conjunto.

El negocio del narcotráfico según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y


el Delito (UNDOC) suma ganancias anuales de más de US$2 billones. Esta
cifra equivale a un 3,6% de todo lo que produce y consume el planeta en un año,
en latinoamericana equivaldría a cuatro veces el Producto Interno Bruto (PIB) de
Argentina o casi diez veces el de Colombia, dos países de ingreso medio alto a
nivel mundial.

La Organización de Naciones Unidas ONU estima que en los países de las


Américas, los ingresos anuales provenientes de las drogas ascienden a 150,000
millones de dólares, de los cuales la región de América del Norte genera la mayor
parte del total en el hemisferio. Por otra parte, el informe del Foro Económico
Mundial 2016 (también conocido como Foro de Davos) se llega a una estimación
menor –más de US$1 billón– y se basa en una investigación de 2011 del Global
Financial Integrity (GFI por sus siglas en inglés), un centro de investigaciones
establecido en Washington.

Los problemas que surgen del narcotráfico son muy graves, por un lado, el daño
social que produce a los ciudadanos y que termina en la muerte, la destrucción de
las familias, así como de la economía de los países, aunque para los que
producen drogas significa un gran negocio, la verdad es que ese dinero no paga
impuestos, fomenta la corrupción de las instituciones como la policía e incluso el
ejército. El narcotráfico es un fenómeno que se ha vuelto un problema económico,
político y social para los países productores y consumidores, ya que entre muchas
otras consecuencias trae una desintegración familiar y destrucción física y mental
de los individuos. Participa en las redes de corrupción y tiene como principal
ventaja el poder económico que mueve a países, autoridades y a ciudadanos
comunes.

Droga es toda sustancia capaz de alterar el organismo y su acción psíquica la


ejerce sobre la conducta, la percepción y la conciencia. La dependencia de la
droga es el consumo excesivo, persistente y periódico de toda sustancia tóxica.

Existen cuatro características que definen la dependencia de la droga:

1- A medida que la droga se incorpora en el organismo, se genera un fenómeno


biopsicológico denominado tolerancia: las células se adaptan y se acostumbran a
funcionar con drogas. El adicto siente intensa necesidad de la droga y se altera
cada vez más cuando se ve privada de ella. Utiliza cualquier medio para obtenerla.

2- El adicto se vuelve cada vez más tolerante a la droga y debe aumentar la dosis
progresivamente para producir los mismos efectos que al principio. De esta
manera se va generando una dependencia física.

3- En la mayoría de los casos el adicto se torna dependiente de la sustancia, a tal


punto que la suspensión repentina de la misma produce síntomas de abstinencia
(igual que el alcohólico). El uso prolongado de la droga ocasiona cambios
fisiológicos del sistema nervioso que llevan a su deterioro. Las células del tejido
nervioso (neurona) no se regeneran. La droga produce la muerte de dichas
células, por lo tanto el daño neurológico es irreversible.

4- En última instancia, el drogadicto, la sociedad o ambos, sufren sus efectos.

Consecuencias sociales: el drogadicto puede verse involucrado en agresiones o


conflictos. Bajo la influencia de la droga se pueden llegar a cometer crímenes tales
como robos o asesinatos.

Consecuencias económicas: El uso de drogas puede llegar a ser muy caro,


llevando al drogadicto a destinar todos sus recursos para mantener el consumo.

Las drogas no solamente tienen consecuencias negativas para quienes las usan.
También se ven afectadas las personas que rodean al drogadicto, especialmente
las de su entorno más cercano, como familiares y amigos. No es sólo la vida del
drogadicto la que está en juego.

5. LA PROSTITUCIÓN

Seguimos abordando la prostitución como un problema de orden público, cuando


se trata de una de las formas de esclavitud moderna y deberíamos tratarla como
un problema social cuyo alcance ni siquiera sospechamos, en el que hay víctimas
explotadas y verdugos que se lucran a su costa. Es un negocio sórdido que se
mantiene gracias a la existencia de clientes. Es obvio, pero no debemos olvidarlo:
si existe la prostitución es porque hay hombres que pagan por «usar» a una mujer
a su conveniencia. Resultan especialmente alarmantes los estudios que advierten
de que, lejos de reducirse el número de hombres que pagan por sexo, aumentan
los jóvenes que recurren a prostitutas como una forma más de ocio. Un hombre
que tiene interiorizada la igualdad de la mujer no puede pagar por una, resulta
incompatible; por tanto, es fundamental la educación de adolescentes y jóvenes
para que no lleguen a convertirse en los clientes del mañana.

El submundo de la prostitución en Ibiza es una realidad paralela que ignoramos


conscientemente. Sabemos que en verano es uno de los negocios más lucrativos
de las mafias, junto con otras actividades ilegales como el narcotráfico o los robos.
De vez en cuando, vecinos y empresarios se quejan de que hay prostitución en las
calles y exigen que los policías multen a las mujeres e impidan su actividad. Por
supuesto que hay que evitar la prostitución callejera, pero cuando el objetivo es
simplemente que no se vea y se traslade a otro lugar, olvidamos lo
verdaderamente importante, que es averiguar si esas mujeres están siendo
esclavizadas, si hay redes de trata que las llevan de un lugar a otro como ganado,
si les exigen que consigan una cantidad mínima de dinero para saldar «deudas»
adquiridas con las mafias que las explotan; si estas mujeres necesitan ayuda y si
tienen donde acudir. Es decir, olvidamos que se trata de personas que sienten y
padecen, sometidas a una situación extrema en la que pierden la dignidad (o se la
arrancan a base de violencia y de entregar su cuerpo al capricho del cliente de
turno) y se someten a prácticas que ponen en riesgo su salud y su propia vida.

La prostitución no tiene nada que ver con la imagen distorsionada que dan
algunos medios de comunicación oportunistas, capaces de todo por ganar
audiencia (menos de reflexionar sobre la información que difunden), que se
centran en los elevados ingresos que obtienen algunas prostitutas «de lujo». La
prostitución, también la de lujo, es violencia de género, porque consiste en la
cosificación de la mujer y en su utilización, como un objeto, para la satisfacción
sexual de un hombre que paga por hacer lo que quiera. No estaría mal que estos
clientes pensaran por un momento en que estas mujeres son madres, hijas,
hermanas, tías, amigas, como las suyas. Que las vieran como personas. En ese
momento quizás alguno se daría cuenta de que es un eslabón indispensable en el
engranaje de explotación sexual y de aniquilación de estas mujeres y se lo
pensaría dos veces.

Está muy extendido el estereotipo de que las prostitutas lo son porque quieren y
que además ganan mucho dinero sin gran esfuerzo. Un estereotipo que surge de
una misoginia muy arraigada en la sociedad desde el principio de los tiempos.
Películas como 'Pretty woman' han contribuido a afianzar este imaginario falso que
considera la prostitución como un trabajo más, cuando se trata de una brutal
vulneración de los derechos humanos y en su gran mayoría las mujeres son
explotadas por mafias. Es un argumento para tranquilizar conciencias pero que no
tiene ninguna base real.

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