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La necesidad de educar para la

salud esta justificada por la


evolución del concepto de salud
y por la constatación de que los
estilos de vida son principales
condicionantes de la misma.
Todo ello ha derivado en nuevos
planteamientos en cuanto a las
bases teóricas y a las formas de
actuar, es decir ha supuesto un
cambio en la forma de concebir
la salud y la enfermedad.
Educacióó n para la salud

La salud ha sido siempre un motivo de preocupaciones. Así mismo, la existencia de enfermedades


ha llevado a buscar explicaciones y modos de actuar para combatirlas. Las respuestas halladas
están en concordancia con el modo de pensar de cada momento y de cada cultura, pero hasta
hace poco se basaban en la concepción de la salud como opuesta a la enfermedad, considerando
únicamente estos dos estados posibles.

El concepto de salud

En la actualidad, el concepto de salud difiere en gran manera de la idea que se ha tenido sobre ella
desde épocas ancestrales. Desde la idea original que relacionaba el concepto de salud con
enfermedad, se ha evolucionado hasta un concepto mucho más en consonancia con el
pensamiento actual, relacionado con la calidad de vida y estado de bienestar del individuo.

Aunque en cada momento histórico se han producido importantes variaciones en la concepción de


la salud y la enfermedad, los cambios más relevantes han tenido lugar en la segunda mitad del
siglo XX. Esta evolución ha significado, sin duda, un nuevo e importante paradigma ideológico en el
campo de la salud.

El primer paso lo dio la OMS (Organización Mundial de la Salud) cuando en su carta fundamental
(1948) definió la salud como “un estado completo de bienestar físico, mental y social, que no
consiste únicamente en la ausencia de la enfermedad”. En el mismo documento se estableció
que la salud es un derecho inalienable de todo individuo, independientemente de su raza, religión,
ideología y su condición sociocultural.

Esta definición de salud supuso un importante avance, fundamentalmente por las dos
razones siguientes:

 Es un concepto positivo: no está centrado en la idea de enfermedad, sino en la salud del


individuo.

 Es un concepto integral: la aceptación del individuo como ser bio-psico-social.

No obstante, se han criticado diferentes aspectos de esta definición :

 Es subjetiva: equipara bienestar a salud, y no siempre sentirse bien es equiparable a


tener salud. Así, por ejemplo, el consumo de drogas o adquirir un bien material puede
producir bienestar, pero no equivale a tener salud.

 Es utópica: el completo bienestar es un objetivo difícilmente inalcanzable .

 Es estática: considera a la salud como un estado, mientras que realidad, la salud es un


proceso cambiante.

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Educacióó n para la salud

El continuum salud-enfermedad (Salieras)

Perdida de salud Plena salud Elevado nivel

Muerte de bienestar físico,

Prematura (incapacidad síntomas signos) mental y social, y de

capacidad funcional

zona neutra

(No es posible distinguir lo normal de lo patológico)

Factores sociales

Educación Ocupación Nivel de Venta Vivienda Otros

Como consecuencia de estas críticas, han surgido otras definiciones que aportan nuevos aspectos
al concepto de salud, de los cuales destacan los siguientes:

 Carácter dinámico: la salud es un proceso en el que se pueden dar diferentes grados o


niveles, desde el optimo (nivel mas elevado posible de bienestar físico, psíquico y social)
hasta la muerte prematura es decir, la muerte que hubiera podido evitarse.

 Carácter objetivo y subjetivo: el primero corresponde a la capacidad de funcionamiento o


autonomía, y se refiere a que el nivel de salud esta relacionado con la posibilidad de vivir
con el mínimo posible de limitaciones y de dependencia de los demás. Pero también
debe considerarse una dimensión subjetiva en relación al bien-estar, el bien-ser y
el bien-sentir en relación con uno mismo y con el entorno.

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Educacióó n para la salud

 Enfoque ecológico: este aspecto adquiere una especial importancia debido a que se
considera que la salud es el resultado de la interacción y adaptación entre los individuos y
el medio ambiente físico y social.

Para H. San Martín “la salud es un proyecto de vida colectivo”.

-Calidad de vida relacionada con la salud: la definición de la salud en términos positivos, de


bienestar y, al mismo tiempo de la capacidad de funcionar, desde una perspectiva integral de la
persona, implica la consideración de las diferentes dimensiones que componen este concepto.

Tales dimensiones se refieren a la calidad de vida concepto de origen reciente que incluye un
conjunto de factores psicológico-afectivo (bienestar o salud mental), físicos ( capacidad de
funcionamiento, autonomía) sociales (interrelaciones personales: bienestar o salud social ) y
cognitivos (auto percepción de la salud y la enfermedad). Los componentes de este concepto
determinan a su vez el concepto de salud del que se parte.

En conclusión, puede decirse que, en la actualidad, suele aceptarse un concepto de salud


ecológico, dinámico y positivo, resultante de la interacción y adaptación del hombre a su
medio físico y social. Por otro lado, esto se contrapone a una concepción unicausal de la
enfermedad, lo que nos lleva inevitablemente a una idea de multicausalidad o multifactorialidad del
nivel de salud de los individuos.

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La evolución del concepto de salud

Negativo Positivo

Estático Dinámico

Objetivo Objetivo y subjetivo

Biológico Integral (holístico)

Individual Social

FACTORES CONDICIONANTES DE LA SALUD


Al examinar los problemas de salud más prevalentes, se observa que están relacionados,
sobre todo, con factores que dependen de gran medida de aspectos vinculados al
comportamiento y con el medio ambiente, y en menor medida , de aspectos biológicos.

Este hecho se ha ido evidenciando a lo largo de los años, por la coincidencia en los resultados
de múltiples estudios epidemiológicos. Algunos de ellos se han convertido en modelos teóricos
básicos de la salud pública.

Cabe destacar el estudio que permitió a M. Lalonde, en 1974, construir un modelo ya clásico
sobre lo factores determinantes de la salud. Según dicho autor, el nivel de salud de una
comunidad depende de la interacción de cuatro variables: la biología, el medio ambiente, el
estilo de vida y la asistencia sanitaria.

1. La biología humana

Cada individuo nace con una dotación genética que condiciona su manera de ser, conducta,
predisposición a ciertas enfermedades y envejecimiento.

2. El medio ambiente

Tosa persona es un ser social que interactúa con el entorno en que se desenvuelve.

Las condiciones de este entorno pueden favorecer o entorpecer el nivel de salud del individuo,
tanto desde el punto de vista físico, como psíquico y sociocultural.

3. El estilo de vida

Por estilo de vida se entiende la manera de vivir, y aunque esta depende principalmente de
conductas individuales, también es cierto que resulta de la interacción entre éstas y las
condiciones de vida.

4. El sistema de asistencia sanitaria

El acceso a la asistencia sanitaria y a la calidad de la misma influye en la salud. Puede


añadirse que, en ocasiones, produce efectos yatrogénicos (problemas de salud causados por la
actividad profesional de un médico o de otro profesionales sanitarios)
En 1974, se realizó en Estados Unidos una investigación similar a la de M. Lalonde, que señaló
también como factor más importante el estilo de vida y el medio ambiente. Además, en ambos
trabajos se comprobó que la distribución de los recursos dedicados al sector de la salud no se
correspondía proporcionalmente con las necesidades que se desprendía de los mismos.

En 1976 se realizó un análisis del aumento de la población en el Reino Unido en el siglo XIX, y
el incremento detectado pudo atribuirse a una disminución de las tasas de mortalidad,
especialmente de la mortalidad infantil, debido en un 80-90 por ciento de los casos a la
disminución de infecciones. Al mismo tiempo, se constató que la mayor parte de esta reducción
no se produjo por las vacunas o tratamientos (a excepción de la vacuna contra la viruela), sino
por las medidas de salud pública (ambientales, políticas, económicas o sociales)

Comparación entre los factores determinantes de la


salud y el dinero público gastado
Así, se concluyó que la mejora de la salud se produjo, fundamentalmente, por la
disminución del número de hijos por familia (cambio conductual), por la mejora de la
alimentación y de los factores ambientales y, por último, por la adopción de medidas
preventivas y terapéuticas específicas. Estos resultados pueden considerarse como la
base de la denominada nueve salud pública. También L. Salleras, en 1985, señaló la
influencia de los factores sociales, refiriéndose a las desigualdades en los niveles de
salud, debidas a las diferentes condiciones sociales y culturales entre los individuos,
grupos y colectividades.

En consecuencia, y atendiendo ala coincidencia de todos los modelos expuestos, la


atención ala salud debe buscar estrategias para logras un cambio de estilos de vida o
comportamientos no saludables, y mejorar el medio ambiente físico y social en la que
la persona y la comunidad de desarrolla y viven. Es hacia ese cambio al que se dirigen
las acciones educativas en pro de la salud.

Por otro lado, no se puede olvidar que en ambos factores, como señalaba M.Lalonde,
no son separables, sino que interactúan entre sí y con los demás determinantes de la
salud.

LOS ESTILOS DE VIDA Y LA SALUD


La importancia otorgada al estilo de vida en relación con la salud, ha llevado a estudiar
este aspecto desde diversas ciencias sociales, incluidas las de la salud, para tener un
conocimiento más amplio y profundo que sirva de base para plantear las necesidades
sobre las que debería actuar. De aquí se deriva la necesidad de incorporar estrategias
educativas a las intervenciones en relación a la salud y a su pérdida.

El análisis de los estilos de vida de los factores que influyen en ellos es ha llevado a la
coexistencia de dos líneas conceptuales que implicas diferentes manera de actuar. La
primera de ella se refiere a la libre elección de conductas. Según este enfoque, las
acciones deben ir encaminadas a evitar hábitos no saludables, recayendo así la total
responsabilidad sobre el individuo, opción, por otro lado, culpabilizadora.

Según el otro enfoque la salud depende de una forma general de vida, determinada
por la interrelación entre unas condiciones de vida y unos patrones de conducta que a
su vez, depende de las características socioculturales y personales. Así, pues, según
este enfoque, las acciones deberían dirigirse tanto hacia la persona como hacia el
medio. La responsabilidad, por tanto, queda compartida, con lo cual se evita la
connotación culpabilizadora, nada conveniente desde una perspectiva educativa que
prende fomentar el cambio.
El modo en que vivimos, a su vez,
Evolución del concepto de la salud pública
El modelo de M. Lalonde sobre los factores depende de diversas influencias,
que influyen en la salud ha sido base de tanto personales como
estudios posteriores sobre el mismo tema. L socioculturales. Entre los factores
Salleras y H.San Martín, especialistas en personales, pueden incluirse factores
diferentes ámbitos de la salud pública, psíquicos (conocimientos, actitudes,
ahondaron en las influencias señaladas por comportamientos, habilidades,
M.Lalonde y plantearon la necesidad de llevar
autoestima o emociones), así como
acabo estrategias dirigidas a modificar el estilo
de vida de las personas y mejorar el medio los biológicos (genéticos, desarrollo
ambiente. personal). Los factores externos son
H.San Martín afirmó que la salud es un también diversos y se refieren al
proyecto de vida colectivo, en el sentido de medio físico y social. Pueden
que atañe a todos, y que la salud individual considerarse diversos niveles de
influye en la colectiva y a la inversa. influencia del entorno sobre los
Otros autores, como J.Asthon y H.Seymour,
estilos de vida de las personas:
retomaron con posterioridad la necesidad de
reorientar las funciones de la salud pública desde un nivel inmediato (familia,
hacia la promoción de la salud individual y medio laboral, grupos de amigos),
colectiva, añadiendo a esa estrategia las hasta un nivel más amplio del
acciones de prevención y de restauración de entorno, que corresponde al conjunto
la salud. Un paso más allá fue la de elementos sociales(factores
denominación de “nueva salud pública” dada económicos, paro, etc.), así como a
la materia de su estudio, con la que trataron
de señalar la evolución positiva registrada en los valores y creencia que influyen
la misma. en el individuo y en todos los
componentes del sistema social.

A su vez, estos factores interaccionan entre sí, y sus relaciones no son lineales, sino
que encierran una gran complejidad, de ello se deriva la necesidad de establecer
políticas que se ocupen de la salud globalmente universal. Así, pues, las estrategias
que han pretendido incidir en un solo factor como, por ejemplo, la información, han
fracasado en relación a los objetivos educativos de cambio de conducta, ya que se
han basado en la hipótesis de la existencia de una relación lineal entre los
conocimientos, las actitudes y los comportamientos que influyen en la salud. Aunque
los conocimientos sanitarios sean necesarios, así como la adopción de actitudes
positivas, se ha podido constatar que no se determinan necesariamente conductas
saludables.

LA EDUCACIÓN PARA LA SALUD


La necesidad de educar para la salud está justificada, fundamentalmente, por dos aspectos.
Por un lado, por la evolución del concepto de salud, y por otro, por la constatación de que los
estilos de vida son los principales condicionantes de la misma. Todo ello ha derivado en nuevos
planteamientos en cuanto a las bases teóricas y a las formas de actuar, es decir, ha supuesto
un cambio en la manera de concebir la salud y la enfermedad.

Si bien la preocupación por la enfermedad y sus causas ha contribuido a desarrollar,


principalmente, intervenciones curativas y en alguno s casos preventivas, en la actualidad el
interés se centra en mejorar la salud de toda la población para aumentar su calidad de vida.
Para ello, y por lo que se desprende de lo anteriormente dicho, es preciso responsabilizar y
formar a todas las personas, para que seas capaces de adoptar estilos de vida lo más sanos
posibles, incidiendo en la información, pero también teniendo en cuenta los factores biológicos
y medio ambientales que influyen en ellos.

De este modo, surge un concepto nuevo, la promoción de la salud, que fue definida en la
Conferencia Internacional de Ottawa (Canadá), en 1986, como el “proceso de capacitación
de las personas para aumentar el control sobre la propia salud y para mejorarla”. Para
ello, se propusieron:

CINCO ÁREAS DE ACCIÓN:


1. Establecer políticas saludables

Es decir, el conjunto de acciones que, a nivel social, conduzcan a la salud, ya sean de tipo
legislativo, fiscal u organizativo.

2. Desarrollar actitudes y recursos personales

Este aspecto educativo es indispensable para que los individuos puedan tomar decisiones
respecto a su estilo de vida y les sea posible controlar, consecuentemente, los factores
personales y ambientales que influyen en su salud.

3. Reforzar la acción comunitaria

Se trata de fomentar la implicación de toda la comunidad en las acciones relacionadas con la


salud. Por este motivo, la comunidad debe estar capacitada para participar tanto en la
detección de las necesidades como en la implementación de los programas y en la evaluación
de los mismos.

4. Crear un entorno saludable

Es necesario proteger el medio ambiente y fomentar una buena convivencia en la que la


autonomía (vivir con el mínimo de limitaciones y dependencias) no se oponga a la solidaridad,
sino que ambos sean valores fundamentales. De este modo, el entorno será fuente de salud y
no de enfermedad.

5. Reorientar los servicios de salud

Esto debe hacerse de forma que tales servicios compartan la responsabilidad respecto ala
salud con otros sectores sociales y dediquen su atención a la promoción de la salud, a demás
de la prevención y la restauración de la misma. Para conseguir tales objetivos, los
profesionales implicados deben asumir la función educativa que ello comporta, incorporándola
a sus actuaciones asistenciales y comunitarias.

La realización de las cinco acciones requiere de la realización de un proyecto social, no solo


medico, que incluye un proceso formativo del individuo que forma parte de una educación
integral para su desarrollo personal y social.

La salud se configura así como un valor y un derecho universal, y la educación para la salud,
como una necesidad fundamental tanto para la promoción de la salud como para la prevención
y curación.

Este enfoque social y comunitario difiere sustancialmente del enfoque medicalista, basado en la
enfermedad, que contemplaba algunas actuaciones presuntamente educativas, consistentes en
intervenciones concretas informativas, con la finalidad de establecer las pautas de
comportamiento adecuadas para prevenir los problemas de salud, y que tradicionalmente se
han denominado “educación sanitaria”. No obstante en la actualidad la literatura sobre este
tema utiliza indistintamente ambos términos para referirse al mismo enfoque.

La educación para la salud puede definirse como un proceso formativo participativo y


permanente, integrado en un marco educativo global, que permita a todos los individuos, en
relación a la salud, aumentar conocimiento, adquirir actitudes positivas y adoptar estilos de vida
sanos, de modo que la salud sea considerada como un valor y responsabilidad individual y
social.

Aspectos diferenciales entre la educación sanitaria tradicional y la educación


para la salud

Educacion sanitaria tradicional Educación para la salud


Orientada al individuo Orientada a la comunidad
Centrada en la enfermedad Centrada a la salud
Basada en la difusión de conocimientos Incorporada en el proceso educativo
Fundamentada en conocimientos medicos Interdisciplinar
Responsabilidad: sistemas sanitarios Responsabilidad social
Enfoque prescriptivo Enfoque participativo

PRINCIPIOS GENERALES DE LA EDUCACIÓN PARA LA SALUD


La evolución ideológica referida en los apartados anteriores ha desembocado en un
planteamiento de la educación para la salud basado en el modelo comunitario de la misma, del
cual se desprende unos principios generales que han de fundamentar cualquier actuación.

La investigación basada en el modelo comunitario permite evidenciar que las desigualdades


sociales también se manifiestan en la salud, lo que ha llevado a plantear como objetivo
prioritario de las estrategias internacionales en esta materia (salud para todos en el año 2000 y
ciudades saludables, entre otras) , la consecución de la equidad lo cual significa la igualdad de
oportunidades con relación a la salud.

De este modo la salud se acepta como un derecho fundamental y un valor social, con lo que se
justifica la necesidad de educar para la salud a toda la población, sea cual fuere su situación
social. De las características que configuran el modelo comunitario y social se derivan los
siguientes principios en los que se basa las actuaciones educativas para la mejora de la salud:

1. Actuaciones centradas en la salud

La principal de las acciones centradas en la salud es la educación, ya que con ella se pretende
incidir en toda la población, independientemente de su estado de salud, considerando siempre
la posibilidad de mejorarla.

2. Implicación multisectorial

Todos los sectores sociales, no solo el sanitario, deben responsabilizarse y actuar en pro de
salud. El sistema sanitario no puede hacer frente por si solo a todas las circunstancias que
influyen en la salud, debido a la existencia de múltiples factores condicionantes. Por este
motivo es necesario emprender una acción educativa sobre el tema.
3. Participación

La responsabilización individual y colectiva constituye el elemento clave, y representa, según


la OMS la implicación de las personas en el desarrollo en las iniciativas individuales y
colectivas que influyen sobre los estilos de vida, el entorno de la política de cada país.

Se trata de una implicación en todos los procesos, desde que se planteas hasta que se
evalúan; es decir, la participación se emplea como un instrumento para estimular la
responsabilidad de la población, lo cual implica, además, trabajar “con” y no “para “ la
comunidad.

4. Capacitación

Se refiere a la adquisición de aptitudes y habilidades para la satisfacción de las necesidades, para la


elección de las opciones personales y colectivas para la convivencia.

5. Enfoque integral

La salud depende de múltiples factores físicos, psicológicos y sociales, que requieren una
atención conjunta. Su enfoque debe ser interdisciplinario para garantizar un conocimiento
amplio de todos los elementos sobre los que se deberá incidir y adoptar metodología adecuada
a cada situación y grupo social.

6. Proceso formativo

El proceso formativo se refiere a una acción educativa sostenida que abarque todas las etapas
vitales, como parte de su desarrollo, y que prepare a las personas para afrontar las
situaciones de la vida relacionadas con la salud.

LA PROMOCIÓN DE LA SALUD A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN


La promoción de la salud incluye un conjunto de estrategias y actuaciones dirigidas a fomentar
la salud en la población. Incluye, por lo tanto, todas las medidas que contribuyen a mejoras los
estilos de vida y el entorno.

Puede considerase una opción social en la que es preciso combinar acciones políticas
favorables para la salud con acciones educativas. Pero estas últimas contribuyen también de
manera decisiva el desarrollo favorable de las primeras. Es decir la educación para la salud
tiene como finalidad la adopción de comportamientos saludables pero al mismo tiempo,
pretende capacitar a la comunidad para participar en la toma de decisiones individuales y
colectivas y reforzar las que favorezcan a su salud.

A tal objeto, la educación para la salud debe incidir en todo el conjunto de la población. Por una
parte, en los profesionales tanto de la educación como de la salud, para que tomen
conciencia de la importancia que tiene una estrategia global para la mejora de la calidad de
vida, se impliquen en ella y adquieran una formación adecuada para su función educativa en
relación a la salud.

Por otra parte, en los individuos y comunidades, para crear una conciencia critica y autocrítica
de las actuaciones relacionadas con su salud.

En esta dirección, es posible referirse a una educación para la salud que se articularía con la
educación para la vida social.
Esta perspectiva educativa debería incluir los siguientes elementos:

a) Educación sobre temas sociales (marginación, pobreza, racismo y otras problemáticas


sociales)

b) Habilidades sociales y de formas de vida (resolución de conflictos, asertividad, etc.).

c) Conocimientos sobre la salud (contenidos básicos).

d) Habilidades para la salud (auto cuidado, primeras atenciones, etc.).

e) Análisis crítico sobre los modelos de la salud (medios de comunicación, publicidad,


autoanálisis de estilo de vida, etc.).

Así pues, referirse a la promoción de la salud implica necesariamente considerar la educación


para la salud como instrumento esencial, y la participación como criterio fundamental.

LA PREVENCIÓN Y LA EDUCACIÓN PARA LA SALUD


En la actualidad, la prevención tiene un significado amplio, pues se refiere a todas las
actuaciones que se dirigen a evitar la enfermedad, sus riesgos y consecuencias.

Se distinguen tres niveles preventivos, que responden a diferentes momentos de la evolución


del continuum salud- enfermedad y que conllevan, a su vez, las correspondientes estrategias
de intervención. En todos ellos la educación para la salud ocupa un papel importante, aunque
es necesario priorizar cada vez más los dos primeros niveles preventivos.

Primer nivel: la prevención primaria


Tiene como objetivo evitar que se produzca la enfermedad, incidiendo en los factores de riesgo
o de protección. La OMS la define como el conjunto de las acciones destinadas a disminuir la
incidencia de una enfermedad en una población, reduciendo la aparición de casos nuevos.

La investigación epidemiológica ha podido establecer asociaciones entre factores entre factores


de riesgo o que inciden negativamente, así como el efecto positivo o protector de otros factores
frente a enfermedades concretas. Así mismo, se puede observar que tanto unos como otros
están relacionados mayoritariamente con los estilos de vida, es decir, comportamientos y medio
ambiente. A modo de ejemplo, se pueden citar: la conocida relación entre el tabaquismo y el
cáncer de pulmón ; la inadecuada higiene dental y las caries; las prácticas sexuales de riesgo y
las enfermedades de transmisión sexual; las inadecuadas condiciones ambientales y las
enfermedades infecciosas; el consumo de alcohol y los accidentes de transito. Entre los
factores protectores, cabe citar la influencia positiva de algunos hábitos dietéticos en relación al
cáncer del aparato digestivo, el uso de preservativos ante las enfermedades de relación sexual,
la desinfección del agua para evitar la transmisión de infecciones por este medio, así como los
elementos que aumenten la seguridad en los automóviles, como el cinturón de seguridad .

En este primer nivel la educación para la salud consiste en capacitar a las personas para
controlar los mencionados factores, tanto los relacionados con los comportamientos como los
que atañen al medio ambiente físico y social, de modo que adquieran un estilo de vida cada
vez mas saludable. Por tanto las acciones deben ir dirigidas a la población en general y a
grupos específicos en situación de riesgo para la salud.

Segundo nivel: la prevención secundaria


La prevención secundaria tiene como objetivo evitar que la enfermedad, una vez iniciada
evolucione a estados más avanzados. La OMS la define como el conjunto de acciones
destinadas a disminuir la prevalencia de una enfermedad en la población, es decir, el número
de casos existentes en una enfermedad. Se trata pues de detectarla precozmente y de realizar
un tratamiento temprano para frenarla. Alguna acciones deben destinarse a la población
presuntamente sana, que no ha presentado ningún síntoma o malestar (diagnostico prenatal,
exámenes de salud periódico , como los escolares o los que se realizan a los trabajadores en
las empresas, por ejemplo y otras a la población sintomática (autoexploración de mama, para
detectar alguna tumoración o bulto, recomendaciones sobre los signos precoces de cáncer
sobre lo cuales conviene consultar , etc.). La función de la educación para la salud en este nivel
consiste en capacitar a la población para que pueda identificar o reconocer los síntomas que
requieren de un estudio precoz, así como concienciarla de la importancia que tienen las
revisiones periódicas para evitar la prolongación o la cronicidad de algunos problemas de
salud.

Tercer nivel: la prevención terciaria


Pretende evitar las limitaciones funcionales y las incapacidades ocasionadas por las
enfermedades. Se trata de mejorar la calidad de vida del enfermo mediante el tratamiento y la
rehabilitación. La educación para la salud tiene aquí un papel fundamental, contribuyendo al
cumplimento de las prescripciones , a la aceptación de la enfermedad, con la cual se adquiere
una actitud frente a la vida y se contribuye a la mejora de su calidad.

Como ejemplos de programas en este nivel de prevención se pueden mencionar los dirigidos a
personas con alguna enfermedad crónica como la diabetes, la hipertensión, el sida y la
leucemia que afecta a los niños, entre otros.

LA TRANSVERSALIDAD DE LA EDUCACIÓN PARA LA SALUD


El concepto actual de educación como un proceso formativo integral comporta la incorporación
de la educación para la salud y otros elementos importantes para la vida de las personas
(educación ambiental, educación para la paz, educación para el consumidor) en los programas
educativos tanto en el marco de la enseñanza escolar como en la no escolar y en todas las
etapas de la vida.

De la manera de entender la educación para la salud se desprende la necesidad de integrarla


como un contenido interrelacionado con todas las áreas del conocimiento que puedan contener
los diseños curriculares de los centros de enseñanza, sin olvidar su educación en otros ámbitos
educativos como los del tiempo libre y los que se destinan a la población con necesidades
especiales.

De este modo, se garantiza que todos los contenidos de la salud sean abordados desde todas
sus vertientes (biológica, psicológica y social), y se contemple la multifactorialidad de la misma.

Pero el significado de la transversalidad es mas amplio, y contempla también una interrelación


entre sus propios contenidos.

Cualquier tema de salud tratado desde la educación tiene conexiones con otros muchos
aspectos que no se deben obviar, sino que su articulación permite comprenderlo desde una
perspectiva amplia y mucho mas enriquecedora. Por otro lado, es posible referirse a la relación
existente entre esta disciplina y otras que también requieren ser abordadas de forma
transversal desde la escuela, como la educación para la paz , la ambiental y la del consumidor.
En todas estas materias se deben tratar los aspectos éticos, culturales, sociológicos,
cuantitativos, biológicos y psicológicos; es decir hay que adoptar una óptica disciplinaria.
Como ejemplo ilustrativo de esta múltiple transversalidad, se puede considerar el tema de la
sexualidad. Durante mucho tiempo, se ha abordado este tema desde un enfoque puramente
biológico, que contemplaba como única función la reproductiva. Esto corresponde a una visión
parcial y reduccionista del tema, muy distinta al planteamiento pluridimensional de la
actualidad. Sin quitar importancia a este aspecto , que por otro lado se considera fundamental,
existe la necesidad de contemplar los siguientes aspectos:

- Aspectos éticos, como la responsabilidad de las decisiones, la tolerancia y el respeto a


la diversidad de comportamientos frente a las orientaciones sexuales.
- Aspectos psicológicos, como la influencia de las relaciones sexuales en la autoestima,
las percepciones y actitudes, la inseguridad y el miedo como consecuencia de los
tabúes y los estereotipos.
- Aspectos sociales, como la función de relación interpersonal y afectiva de la
sexualidad.
- Aspectos culturales, como la pluralidad de valores y las creencias en las diferentes
poblaciones y etnias así como su evolución histórica.
- Aspectos cuantitativos, como las estadísticas sobre los conocimientos, las actitudes,
los hábitos sexuales de grupos de población según las edades y los contextos.

Al mismo tiempo, la sexualidad está estrechamente relacionada con otros temas relacionados
con la salud: con la prevención de las enfermedades, en este caso por la existencia de
infecciones transmisión sexual; con la higiene; con la salud mental, pos su importancia en la
autoestima y su bienestar psíquico; y con el desarrollo físico y psíquico, por contribuir de forma
positiva al mismo. En definitiva, la sexualidad es un aspecto que forma parte también de
nuestra manera de vivir.

CUÁNDO, DÓNDE Y QUIEN HA DE EDUCAR PARA LA SALUD


Lejos del enfoque informativo y basado en acciones puntuales que se desarrollan a partir de
conferencias o charlas, se debe considerar la educación para la salud como un conjunto de
aprendizajes en un proceso educativo que ha de desarrollarse en todas las etapas de la vida,
puesto que la capacidad de aprender y las necesidades personales respecto a la salud existen
siempre, aunque varíen los contenidos y los métodos utilizados.

En cuanto al contexto, cabe decir que, en tanto exista una necesidad educativa debe
incorporarse la educación para la salud. Así, pues, en los ámbitos educativos, sanitarios y
comunitarios se requieren actuaciones de educación para la salud. Entre los primeros
consideramos tanto los espacios de la enseñanza reglada como los entornos no formales.

En los ámbitos reglados o escolares, la educación para la salud debe reflejar la transversalidad,
integrando cada uno de los contenidos básicos generales en las diversas áreas de
conocimiento que incluye el diseño curricular, en todos los ciclos de enseñanza convirtiéndose
de este modo en continuada y progresiva, de forma que el alumnado vaya incorporándose la
salud como un aspecto de su vida que contribuya positivamente a su desarrollo.

Fuera de la escuela y para completar el proceso educativo, debe incorporarse a los programas
sociales con función educativa sea cual fuere el contexto: programas de educación
sociocultural, centros culturales y de ocio de colectivos específicos, centros de formación y
ocupacionales para persona con discapacidad , programas para mujeres de zonas rurales, para
niños de la calle, movimientos comunales, programas de intervención sobre drogas, etc. De
este modo se universaliza la educación para la salud, ya que pueden alcanzar a toda la
población aunque no esté escolarizada, y hacerlos también en los periodos de vida no escolar.
Los centros sanitarios constituyen también un espacio muy apropiado para incorporar la
educación para la salud a todos los niveles de atención. En la conferencia internacional sobre
la atención primaria de la salud, celebrada en Alma-Atá (Kazakistan), en 1978, que tuvo una
gran repercusión en las políticas sanitarias y ejerció un efecto inmediato en las estrategias de
la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estableció que la educación para la salud era
una de las funciones que debía desarrollarse en este nivel de atención que fue declarado, así
mismo, el núcleo de todo el sistema de salud. Al mismo tiempo, las líneas de actuación y
prevención que allí se plantearon en relación a la salud contemplaban un enfoque educativo
para incorporarlo de forma transversal a la labor de los profesionales sociosanitarios con
respecto a los usuarios y a la comunidad en los centros de atención primaria.

El servicio en cuestión debe incorporar, por tanto, las funciones asistenciales, las preventivas y
las de promoción de la salud, así como la investigación y la docencia. En otros niveles
asistenciales, como el hospitalario o en centros sanitarios específicos se puede extrapolar este
modelo de actuación educativo que parte, naturalmente, de un criterio participativo.

Respecto a quienes deben ser los profesionales encargados de la educación para la salud
(especialista en esta temática o expertos de la medicina, o de la psicología, o según sea los
casos), los enfoques actuales proponen el siguiente planteamiento: tanto la planificación de los
programas como las actuaciones deberán llevarlas a cabo los profesionales implicados en la
educación o en la atención sanitaria, según el contexto, de forma interdisciplinar y, a poder ser,
de forma intersectorial. Esto significa que tanto en el ámbito escolar como en otros contextos
educativos como en los centros de salud, serán los equipos de profesionales que allí trabajan
los que se deben responsabilizar de estas acciones, pudiendo contar, en los casos necesarios,
con la colaboración de expertos en temas específicos.

La interrelación entre los programas de los diferentes sectores de una comunidad contribuirá de
forma positiva a la coherencia y al refuerzo de las actuaciones.

Por otro lado, los diferentes equipos de profesionales o especialistas deben fomentar el
desarrollo de programas comunitarios, para garantizar el acceso de la educación para la salud
a todo el conjunto de la población, tanto usaría como no usaría de los servicios.

Aspectos metodológicos aplicados

La educación para la salud, tal y como se acaba de exponer, requiere una planificación que
responda a las necesidades de salud de la población sobre la que se quiere intervenir, o para
ser mas rigurosos, con la que se quiere actuar, si se aplica el principio de participación antes
expuesto.

Los criterios que deben regir este proceso coinciden plenamente con los que se aplican en
cualquier actuación educativa , es decir, el seguimiento de las fases básicas, que pueden
concretarse en las siguientes:

1. Identificación de las necesidades de la salud.


2. Establecimiento de prioridades.
3. Determinación de objetivos, estrategias y métodos.
4. Implementación
5. Evaluación.

Hay dos elementos que condicionan fundamentalmente la intervención: las características de la


población y el marco organizativo. El sector de población objeto de la intervención objeto de la
intervención puede agruparse en función de diversas características: edad, grupos de usuarios
de un servicio completo, de afectados por la misma enfermedad o en la misma situación de
riesgo para la salud, personas con algún tipo de disminución física, psíquica o sensorial, etc. En
la escuela el criterio de clasificación es la edad y, por tanto las intervenciones responden a las
necesidades básicas de cada ciclo vital. La metodología más apropiada se escoge en función
del desarrollo psicomotriz e intelectual de los alumnos.

El marco organizativo se refiere al ámbito tipo de institución o instancia encargada de la


educación para la salud, y también determina el equipo de profesionales responsables de dicha
acción. Así pues, el tipo de actuación diferirá entre un centro sanitario y un centro escolar u otro
contexto educativo.

En el entorno escolar reglado, la intervención debe ser coherente con los diseños curriculares
de los diferentes niveles educativos. Los objetivos y contenidos generales constituirán proceso
formativo secuencial, que se iniciara en los primeros niveles de enseñanza y garantizara la
continuidad hasta el final del proceso educativo. Se aplicaran según el criterio de
transversalidad antes referido, con lo cual deberán ser tratados en todas las áreas de
conocimientos.

Aunque la responsabilidad de impartir una asignatura o la enseñanza en un aula corresponda a


un educador, es necesario trabajo en equipo para establecer un programa coherente con los
objetivos y con los métodos de trabajo de cada materia. Solo de este modo el alumnado tendrá
un conocimiento de la salud de forma integral y articulada , como un aspecto que forma parte
de su desarrollo y no como una parcela mas de saber.

PAPEL DE LA ESCUELA EN LA PROMOCIÓN DE LA SALUD


La escuela, como instancia socializadora y de formación para el desarrollo integral, debe incidir
en aquellos elementos que influyen en la salud de la población tanto individual como
colectivamente. Al formar a grandes sectores de la población, tiene un papel fundamental en la
promoción de la salud comunitaria, no solo en beneficio del alumnado, sino por sus efectos en
el entorno personal y social.

Su función se puede concretar en capacitar al alumnado para tomar decisiones responsables


respecto a la salud y convivir de la forma más saludable posible con el entorno. La escuela
debe establecer las estrategias necesarias para promover los siguientes aspectos:

- La compresión de los conceptos y hechos relacionados con la salud y enfermedad.


- El conocimiento y análisis critico de los factores y estilos de vida que influyen positiva y
negativamente sobre la salud.
- La reflexión y el razonamiento sobre la pluralidad de creencias y formas de vida.
- La compresión sobre la importancia de tomar decisiones autónomas y responsables.
- El conocimiento de uno mismo y la mejora de la autoestima.
- La aplicación práctica de los conocimientos.

Los elementos mencionados contribuirán positivamente al cambio de conducta. Pero para


conseguirlo, es preciso que este papel sea asumido por todo el colectivo de profesionales, de
modo que se apliquen activamente y trabajen de forma interdisciplinar, en equipo y en continua
interrelación con los sectores socio sanitario. Al mismo tiempo, no hay que olvidar la
importancia de la familia en la educación para la salud; su participación es imprescindible para
reforzar lo aprendido, darle cohesión y lograr su eficacia.

Por otro lado para poder trabajar según los principios expuestos es necesario obtener el apoyo
de las diferentes administraciones públicas, tanto del tipo técnico (formación, orientación y
recursos educativos), como de tipo económico. Solo las acciones conjuntas para mejorar la
salud, entre políticas profesionales y formación, permitirán la mejora de la calidad de vida, que
en definitiva, es lo que se pretende.

MODELOS DE EDUCACIÓN PARA LA SALUD


Paralelamente a la evolución de los conceptos y los cambio paradigmáticos en relación a la
salud, se ha producido una modificación constante de las formas de intervenir. Las bases
teóricas que las fundamentan son también diversas cada uno de los modelos de intervención
responde a un concepto de salud, a unos objetivos y a unos principios metodológicos que
constituyen las directrices respecto a la practica educativa. Pero el análisis de estos aspectos
resulta complejo, y no esta los suficientemente claro. Diversos autores han realizado este
intento de análisis, y su resultado no ha sido siempre coincidente. En el trabajo sobre este
aspecto denominado Educación para la salud y participación comunitaria (1990) , de
M:I:Serrano, su análisis se basa en los siguientes indicadores: objetivos, análisis de la realidad,
orientaciones metodológicas y praxis educativa, y concepto de la salud.

En la interpretación que esta autora hace en la citada obra se especifican cuatro modelos
diferentes: el informativo, el actitudinal, el crítico y el participativo.}

Modelo informativo

Su fundamento teórico es el paradigma positivista. Se basa en la transmisión de conocimientos


sobre la salud para evitar o luchar contra la enfermedad. Se dirige a las individuos bajo la
creencia que existe una ignorancia que hay que evitar. Solo siguiendo las directrices médicas
se conseguirán comportamientos saludables. La intervención incide sobre todo en los
contenidos que se deben transmitir. Parte del concepto de salud como ausencia de enfermedad
y utiliza una metodología direccional y prescriptiva. Este modelo se corresponde con la
denominada tradicionalmente educación sanitaria basada en la enfermedad más que en la
salud. Aunque es el modelo mas antiguo, en la actualidad coexiste con otros, a pesar que se ha
podido constatar que la información no tiene una incidencia directa en al cambio de los
comportamientos y mucho menos en el comportamiento de los mismos.

Modelo actitudinal o persuasivo motivacional


Su fundamento teórico es el paradigma fenomenológico. Se basa en las teorías que proceden
de la psicología del comportamiento (modelos de creencias de salud y aprendizaje del
comportamiento entre otras. Por tanto, su objetivo es el cambio de comportamiento. Se basa en
la idea que la enfermedad se ocasiona por comportamientos o estilos de vida inadecuados.

En consecuencia, la intervención consiste en establecer cuales son las conductas o estilos de


vida saludables, y en persuadir a la población para que los adopte. Según este modelo, se
culpabiliza a las personas, pues considera que la elección de conductas sucede de forma
completamente libre. Es un modelo que sigue siendo prescriptivo y no contempla los aspectos
que inciden en los comportamientos ni las presiones externas que inciden en su elección. No
obstante, se pueden considerar algunas aportaciones en comparación al modelo anterior. La
principal es que tiene en cuenta los valores, creencias y cultura sobre los grupos que pretende
actuar. Incidiendo en estos aspectos, además de información, se pueden conseguir los cambios
previstos. Básicamente se fundamenta en dos modelos teóricos: el denominado KAP
(Knowledge, Attitudes Practices), según el cual existe una relación directa entre el aumento de
conocimientos, los cambios de actitudes y el cambio de comportamientos. Puede aducirse que
los conocimientos y las actitudes son fases previas necesarias, pero no suficientes para que se
produzcan nuevas conductas.
El segundo modelo teórico en el que se fundamenta es el denominado modelo de creencias de
salud (Health Beliavior Model), que parte de la idea de que las decisiones respecto a los
comportamientos relacionados con la salud, en especial los preventivos, están fuertemente
influidos por aspectos actitudinales como las creencias y percepciones. Por ejemplo la
susceptibilidad personal a la enfermedad que se pretende prevenir, la percepción de la
gravedad de la misma y los beneficios potenciales de la adopción de medidas preventivas.

La forma de intervenir es también unidireccional, aunque con un nivel mínimo de participación,


en el sentido de que existe una interacción entre el educador y población. El educador recibe
del entorno social la información que le permite incidir en determinados aspectos,
produciéndose un proceso de retroalimentación.

Modelo crítico o político-económico-ecológico

Tiene como objetivo la reducción de las desigualdades sociales, pues considera a la salud
como parte de la estructura social y responsabiliza a esta de su perdida. Por ello su ámbito de
intervención no solo lo constituyen las personas sino también el sistema social. La
responsabilidad sobre la salud queda compartida. La forma de intervenir es participativa,
intentando crear en la comunidad una conciencia social respecto a la salud, de forma que sea
ella misma la responsable de controlar los factores sociales que inciden en la salud individual y
colectiva. Concibe la salud como un derecho universal.

Modelo participativo

Aunque otros autores califican de participativo al modelo anterior, es conveniente seguir la


distinción de M.I.Serrano, pues resulta de gran interés fijarse en los aspectos positivos de cada
uno de ellos, para tener una visión global, ya que como se ha dicho, la salud es un sistema
complejo en el que inciden muchos, variados y cambiantes factores.

Así, pues la autora mencionada denomina modelo participativo y de compromiso al que reúne
las aportaciones más importantes de los anteriores: la información, las actitudes (valores,
creencias, opiniones, etc.) y el enfoque comunitario y social, elementos todos ellos de suma
importancia. Adema este modelo se basa en los principios que se han ido exponiendo sobre la
educación para la salud. Así, introduce elementos como la integración de la salud en la vida, la
autonomía y la solidaridad, componentes indispensables para la salud. En este modelo se
fundamentan los enfoques metodológicos que se exponen a continuación.

Fases de un programa para la educación de la salud

Desde el punto de vista metodológico, las fases de planificación de un programa de educación


para la salud coinciden básicamente con los de cualquier programa educativo o social. En
cualquier caso, el programa debe seguirse rigurosamente si se quiere garantizar la calidad y
utilidad de las acciones.

En este sentido, conviene insistir en la importancia de la evaluación, pues la revisión de la


bibliografía en este caso demuestra la escasa frecuencia con que se desarrollan diseños
evaluativos. Y puede decirse que un programa no será metodológicamente correcto si no se
aplica del modo mas apropiado mecanismos de evaluación.

Modelos de intervención en educación para la salud


Modelos Objetivos Análisis de la Concepción de la Praxis educativa
realidad salud
Informativo  Que el individuo  No se plantea  Equipara la  Se centra en el
aprenda normas de las salud a la aprendizaje de
higiene y condiciones ni ausencia de contenidos, de
comportamiento la cultura del enfermedad. hábitos saludables
lugar donde  La considera y de normas de
se realiza la aislada del higiene.
intervención contexto.  La comunicación es
educativa.  Es higienista. unidireccional.
 Solo se incluye por
el proceso
educativo por
iniciativa del
educador.
Motivacional  Que el individuo  Acentúa el  Marcada por los  Trata de persuadir y
adquiera carácter estilos de vida y motivar prestando
habilidades y tecnografico los atención a los
cambie su de la sociedad comportamiento efectos de la salud.
comportamiento y refuerza el s adecuados  Se basa en el
para no alterar el sistema  La considera paradigma en lugar
medio ambiente dominante de como un fin es si de en la
valores. misma complejidad de la
 Presupone al vida.
individuo libre
de elegir su
comportamien
to
Politico,  Cambiar el  La causa de  Ecológica y  Se orienta hacia el
económico, ambiente las completamente análisis de las
ecologico  Desarrollar la desigualdades vinculada al raíces
conciencia social , la sistema socioeconómicas
 Igualdad ante la enfermedad y económico. de la salud
salud la destrucción  Promueve la
del medio participación
ambiente en ciudadana.
el desarrollo
económico
controlado
Participativo  Hacer de la vida  La salud y las  Como una  Se basa en la
diaria una desigualdades cualidad del participación y en el
experiencia ante ella proceso de la dialogo entre el
saludable dependen del vida humana, medico, el
 Que la persona sea marco social, con capacidad educador sanitario
autónoma y cultural y de adaptación y y otros técnico
responsable en el económico. de desde una
manejo de la salud  La educación transformación perspectiva
solidaria y y la salud del medio multicientífica.
comprometida con dependen de ambiente
el mantenimiento la interacción
de las estructuras entre la
saludables e población y su
igualitarias. entorno.
Las fases principales de un programa de educación para la salud consisten en la identificación
de las necesidades educativas, la determinación de los principales objetivos y la
implementación.

Identificación de las Necesidades Educativas


El conocimiento de la realidad respecto a la salud de la población con la que se quiere
intervenir resulta imprescindible para garantizar una intervención adecuada. Esta realidad
incluye diversos elementos que va desde el nivel de salud detectado mediante instrumentos
epidemiológicos, hasta la percepción que se tiene sobre la salud propia y las preocupaciones e
intereses al respecto. El conocimiento de todo ello es complejo, y requiere necesariamente la
participación de las personas implicadas.

Siguiendo este criterio, se deberá obtener información sobre los siguientes temas:

 Situación sociocultural y país de nacimiento.


 Nivel se salud: principales problemas de salud y percepción de la salud propia y del
entorno.
 Intereses, preocupaciones y prioridades.
 Conocimientos, actitudes y hábitos de salud.

Estos datos sobre el entorno en que se encuentra el espacio educativo pueden conseguirse de
datos epidemiológicos, como los que se obtienen a través de encuestas u otros procedimientos
análogos. No obstante, es interesante obtener dicha información a un nivel más específico, es
decir, sobre el grupo de alumnos al que se dirigirá la intervención educativa: la
complementación de cuestionarios por parte del alumnado puede resultar útil. Este instrumento
también puede servir para realizar un autoanálisis de estilos de vida.

Otra forma de recopilar datos es mediante entrevistas a individuos de la población diaria o a los
denominados grupos focales, que son grupos de personas que pertenecen al colectivo con el
que se quiere actuar.

Una vez reunida la información se podrán establecer las prioridades en cuanto a los contenidos
que se deben abordar, así como a los objetivos que es posible plantearse.

Con relación al análisis de las conductas de salud, resulta también de gran utilidad la aplicación
del modelo de diagnostico educacional de nominado PRECEDE, que se basa en la
identificación de los factores que inciden en los comportamientos que, según dicho modelo,
pueden ser de los tres tipos siguientes:

 Los factores predisponentes, constituidos por el conjunto de motivaciones personales


que favorecen el cambio de conducta (conocimientos, creencias, percepciones,
actitudes, valores) y las circunstancias del medio social que también impulsan el
cambio, como ciertas variables sociodemográficas.
 Los factores facilitadores, que posibilitan las condiciones que permitan el
cambio( recursos personales, habituales, aptitudes y recursos comunitarios)
 Los factores reforzadores, que son aquellos que contribuyen al mantenimiento o al
cese de la conducta( beneficios sociales o físicos, auto refuerzo, etcétera)

Determinación de Objetivos
Al plantear los objetivos se debe contemplar siempre los que se refiere a los conocimientos(al
saber), a las actitudes(al saber ser y estar) y a los procedimientos(al saber hacer).

Por otro lado, el planteamiento de objetivos debe adecuarse no solo a las necesidades, sino
también a las posibilidades reales en cuanto a las características de los individuos y grupos y a
los recursos. Al entender la educación para la salud, como un proceso, los objetivos deben ser
secuenciales, siguiendo los niveles académicos. No obstante, hay que prestar atención a la
diversidad, procurando valorar en todo momento su consecución por parte de todos los
individuos, y aplicar el criterio de la perseverancia, más que plantear fines excesivamente
pretenciosos difíciles de alcanzar.

Implementación

Una vez establecidos los objetivos, hay que ponerlos en práctica. Por ello es preciso
asegurarse de que no se tiene el reconocimiento de instancias superiores y la aceptación de la
población con la que se va a intervenir. Otro aspecto que hay que tener en cuenta es la
disponibilidad de los recursos necesarios, tanto materiales como personales. Como criterio,
resulta rentable y útil averiguar la existencia de materiales didácticos y otros recursos que
pueden ser de utilidad, lo cual economizara el presupuesto.

Este último aspecto muchas veces no se contempla y ocasiona fracasos en los resultados o
dificultades en la finalización del programa. También se ha de prevenir le tiempo disponible
para la implementación adecuado a las actividades educativas en su conjunto y a los objetivos
propuestos. De este modo, se puede pasar del diseño a la acción. Esta acción debe basarse en
un planteamiento de investigación-acción, ya que de lo se trata es de evaluar el proceso de
forma continua para lograr su optimización.

Estrategias de Intervención

El cumplimiento de los objetivos expuestos requiere la utilización de estrategias y técnicas


participativas en las que el alumnado trabaje conjuntamente con el profesorado (observando,
analizando, averiguando y discutiendo) y se implique al máximo en su proceso educativo, de
modo que le permita aprender las formas de afrontar las diversas situaciones de la vida que se
le puede presentar. Las técnicas educativas tradicionales, como se ha podido constatar en las
investigaciones evaluativas sobre los programas de educación para la salud, no son efectivas
para conseguir objetivos actitudinales y comportamentales, pues solo sirven para trasmitir
información, que, como ya se ha afirmado repetida veces, es necesario pero no suficiente para
los fines que se pretenden. Por otro lado, este trabajo debe complementarse con la implicación
de la familia en el proceso educativo y la interrelación con los servicios sociosanitarios para
reforzar las acciones que se llevan a cabo y asegurar su coherencia.

Respecto a cómo intervenir para conseguir los objetivos cognitivos, actitudinales y


procedimentales, hay que referirse a diversas estrategias, métodos y técnicas.

En la educación reglada, siguiendo el principio de la transversalidad , se debe


planificar la intervención cuando se realice el proyecto del centro educativo, para poder
articular ,de este modo, los contenidos de salud en las diferentes disciplinas; es decir,
abordando en cada una de ellas un aspecto de las diferentes temáticas y sub-temáticas, de
forma que ofrezcan una visión global de la salud, desde todas las perspectivas y dimensiones,
lo cual ayuda a evitar un tratamiento parcial de cada temática. Por ello es preciso
relacionarcontinuamente los aspectos comunes y hacer referencia a las otras áreas de
conocimientos. La programación de actividades conjuntas, de forma coordinada entre las
diferentes áreas, contribuirá de forma significativa al logro de tan necesaria globalización.

Por otro lado, resulta útil disponer estrategias diversas que permitan adecuar la actuación de
forma progresiva, según las capacidades y los progresos del grupo, y según las necesidades
de los individuos. Esto conlleva el planteamiento de actividades de ampliación y de refuerzo
para los casos en los que resulte adecuada su aplicación.

El equipo de docentes tiene múltiples posibilidades para elegir estrategias con que desarrollar
su tarea de educación para la salud.

En primer lugar, se puede distinguir dos tipos de intervención, según se establezca la relación
educativa: la intervención directa y la actuación a través de intermediarios.

En la intervención directa se establece una relación cara a cara con un individuo o grupo, es
decir, los docentes se dirigen a sus educandos orientados y dirigiendo la actividad educativa,
pudiendo utilizar medios tecnológicos de apoyo y todos los recursos a su alcance.

La segunda posibilidad es la actuación a través de intermediarios que, en el caso que nos


ocupa, pueden ser expertos en temas de salud, técnicos en educación para la salud de la
administración local, personas que ocupan un lugar estratégico en la sociedad (mediadores
sociales), líderes de la comunidad o compañeros o amigos (grupos de iguales), entre otros.
Estas últimas estrategias resultan muy efectivas en las intervenciones comunitarias, sobre todo
lo que se dirigen a colectivos de difícil acceso mediante los servicios habituales existentes.

En el marco educativo reglado, aunque el agente de la intervención sea siempre el propio


profesorado, en ocasiones resultara eficaz la participación de algunos intermediarios como
pueden ser los que se mencionan a continuación:

 Expertos o técnicas que pueden soportar conocimientos mas específicos y mayor


relevancia al tema tratado, así como información sobre el estado de la cuestión.
 Un grupo de iguales, compañeros del mismo nivel o de niveles superiores. Previamente
preparados, ya que al tratarse de personas próximas consiguen una mayor aceptación
y credibilidad, en algunos casos, por parte de los educandos, con los cual se consiguen
una mayor participación del grupo.
 Persona afectadas, cuando se trata de problemáticas concretas como, por ejemplo, el
sida, porque aportan sus vivencias personales, con lo cual se consigue un mayor
impacto.
 Representantes de asociaciones o grupos de ayuda mutua para el apoyo a personas
afectadas o a sus familiares, con objetos de sensibilizar sobre la importancia del
trabajo conjunto y la comprensión mutua en el afrontamiento de problemas de salud.

Otra diferenciación respecto al tipo de intervención se refiere a la cantidad de personas a la que


va dirigida: intervención individual o grupal. En ambos casos, el enfoque debe ser
predominantemente participativo, bidireccional, activo y vivencial.

Técnicas de intervención.
Respecto a la técnica de intervención en la educación para la salud hay que señalar los
siguientes puntos:

- Es posible la utilización de cualquier técnica educativa, siempre y cuando se adecuen a


las características y necesidades de los individuos y grupos, y a los objetivos
pretendidos.
- Deben incidir en la responsabilidad, la autoestima y la toma de decisiones.
- Han de propiciar la interacción entre educadores y educandos.

De todo ello se desprende que es conveniente la utilización de varia técnicas educativas para la
consecución de cada objetivo, aunque cada uno contribuya al logro de varios de ellos. No
obstante, hay que tener en cuenta que algunas técnicas requieren una preparación previa de
los educandos, que se puede conseguir mediante una aplicación progresiva en cada grupo,
siguiendo el criterio de menor a mayor participación e implicación. Otro aspecto que se debe
considerar es la conveniencia de intervenir de forma paralela, individual y grupalmente.

FALTA

Para la intervención grupal, las técnicas más adecuadas suelen ser las que se basan en la
dinámica de grupo, entendiendo el grupo como una unidad en la que las aportaciones del
conjunto superan a las sumas de las oportunidades individuales; para ello es necesario que
exista una conciencia de pertenencia al grupo, que se refleje en su funcionamiento. Se trata,
pues, de técnicas participativas en las que el profesional de la educación tiene el papel de
coordinar y dinamizar, lejos de adoptar una posición directiva como sucede en las técnicas
unidireccionales. Se ha podido constatar en los resultados de las experiencias en este campo,
que estas técnicas contribuyen en mayor grado a la responsabilización respecto a la salud
individual y colectiva, favorecen a las acciones de colaboración, autoayuda y de intercambio, e
inciden en la mejora de la autoestima, entre otras contribuciones positivas respecto al trabajo
en grupo como forma tradicional de enseñar.

El respeto escolar además de cumplir con su función socializadora, debe contribuir al desarrollo
físico, psíquico y social de los alumnos. Ambas cuestiones tienen que ver con la promoción de
la salud. Por tal motivo, los aspectos básicos de la salud han de interrelacionarse con el
conjunto de actividades educativas e integrarse en las diferentes áreas de conocimiento.

Los contenidos y las estrategias de la educación para la salud deben adecuarse a las
características de los individuos de los que se pretende educar. Su planificación, por tanto,
deberá adecuarse a los niveles educativos establecidos por las instituciones de cada país.

En cuanto a los contenidos, existen temas generales que responden, por un lado, a las
necesidades básicas relacionadas con la salud de toda la población (desarrollo, higiene,
alimentación, sexualidad, salud mental, actividad y movimiento, prevención de enfermedades,
etcétera), y por otro las necesidades que se derivan de los problemas más importantes de la
salud pública desde un punto de vista epidemiológico. Estos últimos se modifican con el tiempo
y difieren según sus contextos (prevención de enfermedades infecciosas, de accidentes,
saneamiento ambiental, etcétera). Dichos temas constituyen los contenidos básicos de un
programa de educación para la salud. No obstante, en cada centro educativo o en cada grupo
se debe dar prioridad a aquellos elementos temáticos específicos que se deban trabajar en la
medida que se detecten sus necesidades particulares.
Aunque puede considerar la posible aplicación de cualquier estrategia educativa para trabajar
los temas de salud, la selección debe venir determinada por las temáticas que se vayan a
tratar, por la edad y por otras características concretas de la población. En líneas generales, se
puede afirmar que para cada grupo de edad o nivel educativo existen unas estrategias y
métodos que han demostrado ser más eficaces que otras. Las siguientes propuestas deben
orientar respecto a los objetivos y estrategias educados para distintos niveles.

De Cero a Cinco Años

En los primeros años de vida los objetivos que pueden plantearse en relación a la salud pueden
ser: descubrir y conocer el propio cuerpo, formarse una imagen positiva de uno mismo, valorar
la identidad sexual, tomar conciencia de las propias capacidades y limitaciones, y adquirir
hábitos básicos de salud.

En la edad infantil, el aprendizaje se produce sobre todo mediante la observación la experiencia


y el juego. Por tanto debe garantizarse un ambiente saludable y a la vez lúdico, que resulte
motivador y permita desarrollar la psicomotricidad, potenciar las capacidades intelectuales y las
relaciones interpersonales, aumentar la autonomía y desarrollar una autoestima positiva.

Las estrategias educativas han de ser sencillas, motivadoras y que llamen fácilmente la
atención de los niños, como por ejemplo las que utilizan imágenes, juegos y cuentos. Por otro
lado la relación de las actividades cotidianas con la salud es obvia, con al cual, la practica
continuada de hábitos saludables es otro aspecto que se debe tener en cuenta, sobre todo a la
relación a la higiene personal, la modificación de hábitos incorrectos de tipo postular, la
actividad psicomotriz, el cuidado del entorno, el desarrollo adecuado de la comunicación y el
lenguaje, de afectividad, del respeto a los otros, etcétera. La práctica de estos actos puede
trabajarse diariamente, incorporada en el conjunto de actividades o mediante tareas concretas
pensadas para ello.

Una de las características del niño es su actitud imitadora, sobre todo en edades tempranas.
Por ello, los comportamientos de salud de los adultos y de los iguales (educadores, padres,
madres, hermanos, hermana, compañeros de escuela o de juego) ejercen una gran influencia
sobre la adquisición de hábitos,, ya sean estos saludables como insanos. Así, pues, la
educación para la salud debe dirigirse tanto al grupo con el que se este trabajando como a su
entorno de relaciones, reforzando los hábitos positivos e incidiendo en los negativos. En el caso
de la infancia, la familia debe ser también objeto de intervención para que su función educativa
contribuya a la adquisición de modo de vida saludable.

De Seis a Doce años

La continuidad del proceso educativo iniciado en la fase anterior permite el desarrollo integral
del niño y de la niña. A estas edades, la capacidad de la propia educación va aumentando y,
por ello, se debe trabajar para conseguir que los niños contribuyan a su propio desarrollo,
ayudándolos a adoptar habito de salud y de bienestar y a evaluar las repercusiones de
determinadas conductas sobre salud y la calidad de vida.

Aunque la imitación de este periodo sigue siendo un elemento de notable influencia en la


adquisición de conductas relacionadas con la salud, cada vez adquieren más influencia las
relaciones entre iguales, en detrimento de las que idóneas tienen con los adultos, sobre todo
cuando más cerca se está de la etapa adolescente, en la que los compañeros serán el
elemento primordial de identificaciones. El entorno educativo es iones para el establecimiento
de dichas relaciones. De aquí el que su papel sea el de procurar que sean positivas, de forma
que se preparen para la vida social y no representen influencias negativas.
Teniendo en cuenta estos aspectos, deberán utilizarse estrategias que permitan trabajar los
conflictos, aumentar la autonomía en las decisiones, la solidaridad y el respeto mutuo, y
mejorar la autoestima. De este, modo se conseguirá fomentar valores y actitudes positivas para
la salud física, psíquica y social.

Pueden utilizarse estrategias como asamblea de clase (para discutir conflictos reales o
figurados, mediante el diálogo y la negociación), la severidad (capacitar para toar decisiones
por unos mismo para decir no), la escenificación (representar situaciones próximas) y otras
técnicas grupales de carácter participativo.

A partir de los Doce años

A partir de la pubertad, los cambios físicos y psíquicos adquieren tal relevancia para el
desarrollo personal y social que debe incidirse en ello desde la educación. El tiempo en que se
producen los cambios corporales es tan corto, que en la mayoría de las ocasiones dificulta la
adaptación tanto del adolescente c o de su familia y compañeros. La evolución psicológica
repercute al mismo tiempo en las relaciones con los demás, acentuándose la tendencia ya
iniciada en la fase vital anterior a identificarse con los iguales, manteniéndose una actitud de
cuestionamiento del mundo adulto.

Así, pues, las técnicas educativas de dinámica de grupo y la utilización del grupo son iguales
como estrategia indirecta serán las más eficaces.

Algunas característica personales en esta etapa, con la atracción con el riesgo, la necesidad de
experimentación con drogas, de las prácticas sexuales de riesgo, de la conducción temeraria y
de los adolescentes.

Técnicas de Dinámica de Grupos

En relación a las técnicas de dinámica de grupos es preciso realizar una selección


adecuada teniendo en cuenta, además de los objetivos planteados, el tamaño, las
características y la madures del grupo, el tiempo de que se dispone y la preparación
del docente, esta última en especial, puesto que es una de las que tienen mayor
repercusión. el carácter participativo de las aplicación de técnicas de dinámica de
grupos resulta de mayo motivación de mejores entre los adolescentes.

Entre las técnicas que han demostrado una mayor eficacia en la educación para la
salud cabe destacar las técnicas de presentación, la lluvia de ideas o brainstorming el
estudio de casos, el juego de roles (role-playing) el Philips 66, la resolución de
problemas la clasificación de valores ( las frases inacabadas y el dilema moral) así
como las técnicas asertivas.

Técnicas de Presentación

Se utilizan para darse a conocer cuando se inicia la reunión de grupo. En caso de un grupo
escolar, en el cual sus miembros ya se conocen, se puede utilizar para profundizar en el
conocimiento mutuo. Por ejemplo:

“Cada participante va diciendo su nombre y edad pudiendo además hacer referencia a sus
aficiones, organización del tiempo libre, preferencias alimenticias o hábitos deportivos, según el
tema que se pretenda abordar a continuación”.
Técnicas de Discusión

Se trata de intercambiar ideas entre los miembros del grupo. Puede realizarse de manera
informal en un grupo numeroso, con el objetivo de motivar la participación una vez se haya
seleccionado el tema; al final se deben extraer conclusiones sobre ideas, preocupaciones o
posibles soluciones, según el casi. Por ejemplo:

“A partir de un texto procedente de la prensa sobre la práctica de deportes de aventura, discutir


sobre las ventajas y los riesgos que comporta este tipo de actividad y hacerlo extensivo a otras
conductas de la vida diaria”.

Otro procedimiento consiste en plantear cuestiones sobre el tema o sobre un texto o una
información de la prensa, para discutir en pequeños grupos, primero, y en gran grupo, al final.
Un ejemplo de esta modalidad es la denominada Philips 66, que consiste en organizar grupos
de seis personas y establecer un tiempo de discusión de seis minutos para exponer las
conclusiones al gran grupo. Por ejemplo:

“Después de la lectora de un texto que aporta información sobre los hábitos de salud de la
población juvenil, comentar si son saludables, que debería hacerse para mejorarlos, etcétera”.

Lluvia de ideas o brainstoming

Tiene como objetivo crear un clima de confianza en el que se pueden generar ideas de forma
espontánea, evitando realizar críticas o valoraciones sobre los pensamientos expresados, cosa
que se realizara al final, analizando conceptos y buscando soluciones. Se trata de plantear una
cuestión cada vez, expresando a continuación, de forma espontánea, rápida y ágil, opiniones,
pensamientos o ideas. Por ejemplo:

 ¿Qué es salud?
 ¿Qué factores influyen en nuestra salud?
 ¿Qué actividades sirven para divertirse forma saludable?
 ¿Qué podemos hacer como consumidores para preservar el medio ambiente?

Estudio de Casos

Se trata de intercambiar o ideas sobre una situación real. Permite hacer un análisis tanto de las
causas que pueden haber contribuido a la situación planteada como las posibles soluciones.
Se procederá en el siguiente orden: lectura del caso, trabajo individual (análisis de los hechos),
contrastación de los trabajos individuales (en pequeños grupos, primero, o directamente en
gran grupo), intentando llegar a soluciones concretas.

Por ejemplo:

“Se expone el caso de María que conoce una noche a Pedro y tiene relaciones sexuales con él
sin usar preservativo. No se vuelven a ver. Otra noche, conoce a Julio y sin usar de nuevo
preservativo mantienen relaciones sexuales. Después de unos días, María tiene molestias de
órganos genitales”.

Preguntas a realizar:¿Qué tipo de enfermedad debe tener María?¿Que es lo que debería hacer
María respecto a las molestias genitales?¿Lo debería comunicar a Pedro y a Julio?¿Por que
razón?¿Que deberían hacer María, Pedro y Julio respecto a sus relaciones sexuales?

Juego de roles (role-playing)

Consiste en escenificar una situación ficticia en la que cada uno de los participantes asume un
papel previamente establecido. Por lo general, cada papel está preparado por un pequeño
grupo que elabora las argumentaciones, actitudes y comportamientos de la correspondiente
representación. El juego de los roles contribuye a facilitar la comprensión sobre los temas
complejos, ya que permite vivenciar diferentes temas relacionados con la salud. Al mismo
tiempo nos permite comparar situaciones propias con situaciones vividas con otros. Por
ejemplo:

“El tema de la negociación del preservativo consiste en plantear una situación en la que un
miembro de una pareja pretende convencer al otro sobre la utilización del preservativo, para lo
cual se requiere la preparación de la argumentación de lo que se propone y del que lo rechaza”

Resolución de problemas

Consiste en plantear un conflicto y, por grupos pequeños, intentar resolverlo analizando cada
una de las situaciones posibles en relación con sus consecuencias positivas y negativas. Se
puede desarrollar a lo largo de varias sesiones, según la complejidad del mismo. Por ejemplo:

“Una chica de 17 años tiene relaciones sexuales esporádicas y queda embarazada. Su familia
no la acepta en casa, y ella no se atreve a halar con sus compañeras porque se siente
avergonzada”.

“Se trata de analizar las causas con una finalidad preventiva (¿podría haberse podido evitar el
problema?¿cómo?¿qué factores han podido contribuir a la situación planteada?) y plantear
soluciones valorando las consecuencias positivas y negativas de cada planteamiento. (cuáles
son las opciones posibles frente al embarazo?, ¿y respecto a su familia?, ¿y en relación a sus
compañeras?.

Clarificación de valores

Consiste en el análisis y la evaluación de actitudes y opiniones a partir de unos principios


determinados. Se indica la discusión en pequeños grupos y después se extiende al gran grupo.
Contribuye a realizar una actitud crítica en los participantes. Se puede utilizar diferentes
procedimientos, uno de los cuales es el de las frases inacabadas y los dilemas morales. El
procedimiento de las frases inacabadas consiste en presentar una serie de expresiones sin
concluir, para que la complete cada individuo o el pequeño grupo. Debe realizarse siempre de
forma espontanea. Por ejemplo:

“Cuestionario respecto a las actitudes sobre sexualidad:

1. Hablar de sexualidad es ………………………………………….


2. Los jóvenes no podemos…………………………… de sobre sexualidad.
3. Los chicos son sexualmente …………………………. que las chicas.
4. La sexualidad interesa a. .………………………………………
5. Sexualidad y culpa ………………………….tienen…………………….. que ver.
6. Para hablar de sexualidad hay que pedir permiso a …………………..
7. Para encontrar información sobre sexualidad lo mejor es acudir
a……………………………………………………………………………….

El dilema moral

Consiste en la presentaciones de situaciones en la vida real en las que hay dos o mas
circunstancias que pueden representar un conflicto ético; o bien se trata de expresar el nivel de
acuerdo o desacuerdo frente a una valor determinado. Por ejemplo:
“mediante un texto que puede proceder de los medios de comunicación sobre la clonación,
plantear valoraciones respecto a las siguientes afirmaciones:

- Será un instrumento de progreso en el futuro


- Representa un riesgo para el bienestar de la sociedad
- No es aceptable en ningún caso
- En general la manipulación genética nos aportara beneficios
- La manipulación puede aportar algunos beneficios pero también puede tener
consecuencias negativas.
- La manipulación genética no aporta beneficios más que a las personas que la practican

Técnicas asertivas

Son aquellas que permiten aprender a valorar la propia opinión ante la presión de los demás.
Se trata de establecer un dialogo entre dos interlocutores o entre un grupo y un individuo. El
interlocutor con sus argumentos, intenta convencer al individuo respecto a una conducta, y este
trata de argumentar su opinión. Resultan muy útiles para mejorar la toma de decisiones, sobre
todo entre los jóvenes. Una aplicación muy útil podría ser enfrentar las situaciones que suelen
experimentar de presión publicitaria y de grupo, como sucede en el caso del consumo de
tabaco, alcohol y drogas. Pueden seguirse distintos procedimientos, aunque el más adecuado
es la representación de las situaciones citadas, adoptando posiciones asertivas y no asertivas.
La práctica y el entrenamiento contribuyen a su aplicación a las situaciones que se presentan
en la realidad diaria.

Existen diferentes técnicas para potenciar la capacidad asertiva, entre ellas:

- El disco rayado, que consiste en la repetición del mismo argumento hasta que el
interlocutor se dé cuenta de la imposibilidad de convencer al otro.
- La aserción negativa, en la que la argumentación que se utiliza está basada en el
reconocimiento de los propios errores respecto a una situación determinada.
- La interrogación negativa, en la que se piden explicaciones por las críticas recibidas,
de modo que estas pierdan su sentido.
- El banco de niebla, que consiste en utilizar los argumentos del otro para que sea
consciente de su punto de vista.

La evaluación: tipos, enfoques y diseños


Se puede considerar la evaluación, no como una fase de la planificación, sino como un aspecto que debe
estar presente todo el proceso. Cabe distinguir tres tipos de evaluación:

La evaluación inicial

Corresponde a la identificación de las necesidades, y su objetivo es el conocimiento de la


realidad, para garantizar la adecuación del programa.

La evaluación del proceso o evaluación formativa

Representa otro modo de evaluación que puede considerarse como el que se lleva a cabo
durante todo el proceso de implementación, y que puede valorar tanto el programa en si como
las actuaciones de los profesionales, con el fin de ir modificando simultáneamente los aspectos
que se consideran inadecuados. Su objetivo es verificar si la preparación didáctica y su puesta
en práctica corresponden a las intenciones iniciales.
Puede decirse que mide la calidad del programa. Para garantizarla, es preciso valorar si este
llega a todas las personas, si los participantes están satisfechos con el mismo, si se llevan a
cabo las actividades y si los recursos son suficientes (materiales, profesionales) y de suficiente
calidad.

La evaluación final o sumativa

Cuando finaliza la intervención, interesa valorar los efectos del programa, es decir los
resultados a corto y largo plazo. Se debe distinguir entre la evaluación de los efectos
inmediatos (o evaluación del impacto), que consiste en valorar la consecución de los objetivos,
y la evaluación de los efectos a largo plazo (o evaluación de los resultados). Como ejemplo,
pueden plantearse como objetivos a corto plazo el aumento de los conocimientos y actitudes
sobre la alimentación, mientras que a más largo plazo se puede pretender un cambio del los
hábitos del alumnado respecto al desayuno. La consecución de los primeros objetivos
corresponde al impacto, mientras que los segundos se refieren a resultados o metas, según
algunos autores.

Los mecanismos utilizados para la evaluación del impacto y de los resultados deben
contemplar la medición de conocimientos, actitudes y comportamientos, pues la educación para
la salud pretende producir cambios en estos tres aspectos de la educación. En la evaluación de
conocimientos resulta útil la técnica del test postest. Se trata de rellenar un cuestionario
idéntico o equivalente, antes y después de la actuación, para verificar los cambio cognitivos.
Para la medición de actitudes resultan más adecuados los procedimientos cualitativos, pues se
trata de valorar los cambios en aspectos emocionales y perceptivos.

También puede utilizarse un cuestionario en el que se planteen preguntas abiertas respecto a


opiniones o valoraciones sobre conductas. También puede resultar eficaz plantear situaciones
mediante videos o técnicas de dinámica de grupo como las expuestas en líneas anteriores,
para evaluar los cambios actitudinales. En relación con los comportamientos, pueden utilizarse
cuestionarios elaborados sobre el tema de salud. En algunos casos, puede resultar mas fiable
la realización de diarios o registro de datos de forma continuada. En otros casos, será la
observación directa la que proporcionara información verídica o métodos indirectos, como el
nivel de ventas de un producto de consumo. Aunque se haya procedido correctamente en
cuanto a la evaluación, no puede asegurarse que los resultados sean debido en parte o en su
totalidad a los efectos de las intervenciones si no se realiza un diseño evaluativo adecuado.
Siempre existe la posibilidad de que otros factores colaterales con el programa puedan influir
de forma mas positiva, contribuyendo a los cambios que se habían propuesto, como campañas
publicitarias u otras intervenciones sobre la salud, al igual que otros elementos pueden dificultar
los efectos del programa de forma que no se obtengan los beneficios en el grado esperado. Por
tal motivo, y según las posibilidades puede seleccionarse un diseño que permita discernir estos
aspectos. En tal caso, se estará realizando una investigación evaluativa.

Los diseños evaluativos de mayor importancia son los


siguientes:
El diseño cuasiexperimental

Se trata de contrastar los cambios producidos en el grupo experimental, con otro grupo de
control. Este corresponde a un grupo de personas que no han recibido la intervención y que es
comparable estadísticamente por sus características personales y socio demográficas. Si en el
grupo de control no se han producido las mejoras en el mismo grado que en el que ha sido
objeto de la intervención, puede asegurarse la utilidad del programa.

La serie temporal

Consiste en el seguimiento de un grupo a través del tiempo, para observar sus cambios y
tendencias naturales antes de la intervención, y observar los efectos con posterioridad a ella-

La serie temporal con grupo de control

Se trata de aplicar el diseño anterior, comparándolo con un grupo de control, permitiendo de


este modo controlar fenómenos sociales que puedan influir de forma coincidente con la
intervención en los cambios.

El diseño experimental

Consiste en determinar al azar las personas que recibirán la intervención y las que formaran
parte del grupo de control. Así, se reducen los aspectos que podrían crear confusión respecto a
los efectos del programa.

Resumen del capitulo

La necesidad de introducir la educación para la salud en los ámbitos sanitario y educativo se ha


impuesto con fuerza en el mundo actual. El motivo de que esto sea así se basa
fundamentalmente, en tres circunstancias: la evolución de concepto de salud; la constatación
de que los estilos de vida y las condiciones ambientales , físicas y sociales son los factores que
condicionan o determinan de forma más importante la salud; y las líneas de actualización sobre
la salud a nivel internacional, que han evolucionado desde un modelo tradicional medicalizado
a un modelo comunitario y social.

En los centros educativos se estudia la necesidad de incorporar la educación para la salud, de


forma transversal, para garantizar una educación integral hacia el desarrollo personal y social.
Estos criterios llevan también al cambio de modelos de intervención, pasando de enfoques
tradicionales, informativos, directivos y prescriptivos, a enfoques interactivos y participativos.
De este modo, la educación para la salud se configura como un proceso formativo
permanente.

EDUCACION PARA LA SALUD

basada en los principios que reconocen la importancia de


Las condiciones El estilo de vida La evolución Concepción positiva,
integral, dinámica, no
ambientales del concepto
solo objetiva, ecológica y
físicas y sociales salud social

han dado lugar a una

Actuación La responsabilidad
Mejorar la propone comunitaria y frente a individual por los
salud de la social hábitos no
población saludables

Mejorar la lo que
Compartir Formación para la
calidad de vida salud
requiere
de la población responsabilidades

ENFOQUE COMUNITARIO Y SOCIAL

opuesto al

Enfoque lleva al Modelos de


medicalizado intervención
cambio de

- Informativo - Critico
- Participativo - Persuasivo

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