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COMPILATION 1 | 2011

El Hombre, el Medio y sus Relaciones


SILVERA DE BUENADER Y MARTÍNEZ DE MONTIEL (COMPILADORAS)
Volumen 1 | Numero 1

Publicado por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales


Universidad Nacional de Catamarca

ISBN: 978-950-746-204-7
Impreso en Argentina
Oficina de Publicaciones
Av. Belgrano 300, Catamarca, Argentina

Queda prohibido la reproducción total o parcial de la presente obra


por cualquier medio, sin la autorización por escrito de los editores.

Arte y edición de tapa e interior: DCV María Florencia Scorza


Impresión : Oficina de publicaciones
ÍNDICE

Prólogo
Elina Silvera de Buenader
Pag. 5

1. Procesos de cambio en el Valle de HualfÍn: transformaciones


ocurridas en la secuencia Aguada-Hualfín-Belén.
Lidia N. Baldini | Marta I. Baldini | María Carlota Sempé
Pag. 9

2. Evidencias funerarias de relaciones de larga distancia en el Valle


de Hualfín.
Marta Baldini | María Carlota Sempé Pag. 31

3. Organización política tradicional en el Gran Chaco


José Braunstein
Pag. 45

4. Seis décadas de dataciones radiocarbónicas de las Culturas


Agroalfareras en el Valle de Hualfín, Catamarca, Argentina.
Jorge Carbonari | Marta Baldini | Roberto Huarte | María Carlota Sempé Pag. 79

5. Patologías prehispánicas en el Norte Grande.


Hilton Drube| Bárbara Desántolo | Marcos Plischuk | Rocío García Mancuso Pag. 103

6. Caracterización de la vegetación en los alrededores de Azampay,


Departamento de Belén, Catamarca
Juan Carlos Godoy Pag. 123

7. El proyecto del valle del Hualfín y la cultura Belén


Alberto Rex González Pag. 137

8. Avances en el conocimiento arqueológico del Sector Ribereño


Paraná-Paraguay.
Guillermo Lamenza | Horacio Calandra | Susana Salceda Pag. 153

9. Variabilidad funeraria en el Chaco Meridional.


Guillermo Lamenza | Javier Rodríguez Mir | Horacio Calandra | Susana Salceda Pag. 177

10. Reintroducción del cultivo de quinoa (Chenopodium quinoa Willd)


en Villavil - Departamento Belén, Provincia de Catamarca
Susana Martínez | José Lobo Gómez | Luisa Brizuela | Mirna Hilal Pag. 191
Universidad Nacional de Catamarca | El Hombre el Medio y sus Relaciones
11. Ambientes de la ecoregión Chaqueña en la Provincia de Catamarca.
Mario PEREA
Pag. 199

12. El período medio en el oeste catamarqueño: Departamentos


de Tinogasta y Belén.
María Carlota Sempé | Marta Baldini Pag. 219

13. El hombre y el medio en los valles de Abaucán y Hualfín


María Carlota Sempé | Elina Silvera | Beatriz Guichón
Pag. 257

Reseña de los autores Pag. 285 PROCESOS DE CAMBIO EN EL VALLE DE HUALFÍN: TRANSFORMACIONES
OCURRIDAS EN LA SECUENCIA AGUADA-HUALFÍN-BELÉN.
Bibliografía Pag. 291

11
Lidia Baldini | Marta Inés Baldini | María Carlota Sempé

UBA | UNLP | CONICET


lbaldini@fcnym.unlp.edu.ar
Universidad Nacional de Catamarca | El Hombre el Medio y sus Relaciones
De esta manera afirmamos que los conjuntos de inhumaciónes o de ocu-
pación de viviendas, establecidos para las dos fases, representarían a gru-
pos de gente realmente existentes, señalando la estructura de la sociedad
Aguada, con diferencias sólo referidas a la presencia o ausencia de rasgos
diagnósticos de multietnicidad y su variación en el tiempo marcando la
sucesión de ambos momentos (Sempé y Baldini 2003, 2004).
En el campo funerario, entre los temas de mayor profundidad significativa
para la ideología Aguada, se encuentran los personajes de los dos cetros,
el sacrificador y el de máscara felínica. El primero lleva atributos de mando
y se relacionaría con el personaje de las manos vacías representado en
las placas metálicas del Período Medio y que ha sido interpretado como la EL HOMBRE Y EL MEDIO EN LOS VALLES DE ABAUCÁN Y HUALFÍN
deidad principal de La Aguada, de antiguo origen andino, carácter solar y
atributos felínicos (González, 1992 Op. cit., y 1998 Op. Cit)
El sacrificador porta un hacha y una cabeza cercenada pendiente. Se in-
terpreta como un oficiante de ritos, con o sin máscara felínica y caracteres
felínicos en su cuerpo; estaría ligado a la deidad de los dos cetros. Otras
representaciones significativas son la figura humana flanqueada por feli-
nos, y la cabeza central con aditamentos.

13
Los entierros infantiles asociados a cántaros decorados con complejas
representaciones policromas, se interpretaron como sacrificios en home-

1
naje a la deidad principal de La Aguada (González y Baldini 1991). Los de
cráneos aislados, individuos incompletos o en posición no anatómica, se
relacionarían similarmente, perspectiva reforzada por las hachas muy ela-
boradas de algunas tumbas, que permiten calificar a los inhumados como
posibles sacrificadores (González 1998:159; Baldini y Sempé 2005). En el
cementerio Aguada Orilla Norte las hachas de bronce integran los ajuares
de siete inhumaciones, cinco de la fase Orilla Norte y dos de Barrealito. Su
alto contenido simbólico iconográfico, distribución espacial y tener el ma-
yor número de objetos, sugieren que estas tumbas no solo denotan el rol
del sacrificador, sino que se constituyen en un indicador de jerarquía. Su
presencia en un entierro infantil podría indicar estatus adscripto (Sempé y
Baldini, 2003).
María Carlota Sempé | Elina Silvera de Buenader | Beatriz Guichón

UNCa | UNLP | CONICET


carlota_sempe@yahoo.com.ar

PAG. 256 EL HOMBRE EL MEDIO Y SUS RELACIONES 2011


13
Introducción
El medio físico es la realidad con la que el hombre se enfrenta permanen-
temente y a la cual opone su cultura como un instrumento, en su intento
de modificarla o adaptarse. La cultura es la forma que encontró el hombre
para adaptarse a las condiciones ofrecidas por la naturaleza y a los cam-
bios repentinos o lentos que en ella se producen, independizando así a su
ser biológico de las modificaciones colectivas que los procesos de adapta-
ción imponen a todos los seres vivientes (V. Gordon Childe, 1959).
El ambiente cultural surge así como la resultante de una ecuación de inte-
gración de dos oposiciones fundamentales, definidas en su esencia como
oposición naturaleza-cultura (Levy Strauss, 1968).
A. La realidad ofrecida por el medio natural, preexistente y que se manifies-
ta a través del influjo de factores constantes.
B. Las condiciones ideales requeridas por el hombre a la naturaleza, de
acuerdo al criterio de nivel básico de subsistencia dentro de un sistema
socio-cultural particular. Requerimientos que se concretan en necesidades
culturales para enfrentar su permanencia dentro de un paisaje específico.
Las últimas tres décadas del siglo XX han visto surgir dentro de la arqueo-
lógica campos disciplinares que profundizan en la problemática relación
ocupación humana-características ambientales desde la arqueología del
paisaje (Layton y Ucko 1998; Orejas Saco del Valle 1991), que en nuestro
país han aplicado en el NOA Caria (2007) y Nazar (2009) entre un sin-
número de investigadores o desde la geoarqueología (Gladfelter,1977;
Hassan, 1979, Butzer, 1989; Waters, 1992; Rapp y Hill 1998 entre otros)
marcando la contribución de las geociencias al ámbito arqueológico y en-
fatizando la dimensión naturalista de la misma. Los valles de Abaucán y
Hualfín ubicados en la región NO de la provincia de Catamarca han tenido
una historia cultural precolombina, hispánica y nacional semejante que
incidieron en la construcción de un paisaje cultural de gran complejidad.
En ellos el poblamiento hispánico se realizó a fines del siglo XV y sufrieron
los diversos levantamientos de indios diaguitas en 1630.

El NO catamarqueño y los cambios climáticos


Datos de cambio climáticos para esta región son escasos, en las regiones
limítrofes como lo es el Departamento de Santa María, ubicado al norte, en
ambas márgenes del río homónimo se han relevado capas de arena ricas
en materia orgánica que tienen una datación de 2190 ± 530 AP, que corres-
ponderían a un período de mayor humedad. Otros sedimentos de la margen
izquierda del río Santa María señalan que en la región después del 800 DC
se instala un ciclo mas árido (Strecker, 1987).

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Valle de Abaucán de agua en igual sentido. Factores estos que al conjugarse se reflejan en
El valle de Abaucán es un ambiente típico de Bolsón, donde las condiciones el patrón de poblamiento del valle, caracterizado por la ubicación preferen-
generales de aridez del Noroeste argentino, se ven acentuadas por la acción cial de la mayoría de los sitios de ocupación arqueológica sobre la margen
de factores específicamente locales. Imposición que es más perceptible, cuan- Oeste del Río Abaucán.
to más extremas son las condiciones ambientales ofrecidas y menores los
recursos de que puede valerse el grupo social para enfrentar las necesidades Existencia de conos y conoides
básicas de su subsistencia y permanencia dentro de un habitat determinado. Los cursos de agua al abrirse sobre el extenso explayado del fondo del
Bolsón precipitan su carga, dando lugar a la formación de un paisaje de
conos y conoides de deyección, con mayor desarrollo al poniente, debido
al carácter sedimentario de las estructuras (terciario) existentes, en oposi-
ción a las orientales constituidas por basamento cristalino.
Por sus características: aporte permanente de sedimento de aluvión; su-
perficie plana extensa, de suave curvatura; irrigada naturalmente; el cono
posibilita la formación del suelo en una extensión apta para el cultivo.

Desarrollo del Bosque de Algarrobos y de la Estepa arbustiva de jarilla


Las instalaciones humanas aquí estudiadas se ubican entre las curvas de
nivel de 1100 a 2500 m.s.n.m., siguiendo la distribución de comunidades
vegetales muy características, que favorecen la protección del suelo y per-
miten la obtención del complemento alimenticio para la subsistencia diaria.
Punta Colorada: 2500 m. (límite del Algarrobo); Ranchillos: 2000 a 2500
m.; Palo Blanco: 1900 a 2000 m.; Mishma: 1700 a 1800 m.; Cuesta de Los
Palitos Labrados: 1600 a 1700 m.; Batungasta y Costa de Reyes: 1500 m.;
La Florida, Cuesta de Zapata (Km. 761 y Km.764-65): 1300 m.; Barrancas
frente a La Puntilla y Montura del Gigante: 1100 a 1200 m. s.n.m.. En
todos ellos el factor común es la asociación que forma el Bosque de Alga-
rrobos caracterizado por Prosopis Flexuosa (Algarrobo negro), Atamisquea
emarginata (Atamisque),
Valle de Abaucán. Tinogasta.Catamarca
Geofroea decorticans (Chañar), Bredemeyera colletioides (Quillay).
Normalmente está mezclado con elementos de la Estepa arbustiva de ja-
La influencia ejercida por el medio sobre el poblamiento y organización de los
rilla, cuyos componentes principales son: Larrea cuneifolia (Jarilla), Cerci-
grupos culturales en el valle, debe ser analizada como una organización de
dium australe (Brea), Tricomaría usillo (Usillo), Bulnesia retama (Retama) y
factores ambientales diversos, no pudiéndose señalar en especial a ninguno
con arbustos secundarios: Monthea aphilla, Bouganvillea spinosa, Grawos-
como determinante o condicionante sobre los demás. Factores que, indivi-
kia duplicata, Proustia ilicifolia. El estrato herbáceo esta constituido por
dualmente no alcanzan a explicar la complejidad de situaciones que tiene que
Oxybaphus ovatus, Allionia incarnata, Dalea hofsteni, Mentzelia parviflora,
encarar el grupo socio-cultural frente al problema planteado por las caracterís-
Phaselia sanzinii, Junella longidentata, Verbena crithmifolia, Sclerophylax
ticas específicas del habitat en la búsqueda de la solución positiva.
gilliesii, Plazia spartioides, Opuntia geometria y Opuntia vulpina.
Disminución de la precipitación en sentido Costa-Este Como variación local se da el reemplazo parcial o la mezcla con: la Este-
La variación del porcentaje de precipitación en dirección Oeste-Este deter- pa Arbustiva puneña (3500-3850 m. s.n.m.) caracterizada principalmente
mina un cambio del tapiz vegetal y del caudal y distribución de los cursos por la presencia de: Fabiana densa (Tolilla), Ephedra breana (Pingo-pingo),

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Acantholippia desertícola (Rica-rica), Junellia seriphioides (Roseta), Boun- en dirección Sur- Norte no permite la salida del material de erosión que se
ganvillea spinosa, Bredemeyera microphylla y Opuntia microdisea. acumula sobre el relieve tapándolo.
Esta mezcla aparece en las zonas límites para el desarrollo del Bosque de Metafóricamente se ha hablado de Glaciares de arena (Palese de Torres,
Algarrobos (2500 m. s.n.m.), como en el caso de Punta Colorada, sitio en 1956) por la aparente semejanza de los depósitos resultantes en ambos
que en un tramo de 2 a 5 Km. se pasa a alturas de 3000 m a 3500 m. procesos. El sedimento arenoso se acumula en forma de extensos campos
s.n.m. En este sitio, en el cauce del río Guanchín-Chaschuil existe una típi- en el pie de monte y lentamente sube por los surcos fluviales de las lade-
ca vegetación en galería, que se extiende a los cauces de ríos secundarios ras de los cerros, formando lenguas de arena. Sólo quedan al descubierto
que bajan de los cerros del Norte. las cimas de los cerros más altos, como en el caso de los cerros de Fiam-
Los ejemplares característicos presentes son: Baccharis salicifolia, Pseudo- balá, en el tramo que va desde dicha población hasta la localidad de Me-
baccharis spartioides y Tessaria absinthioides. Esta formación está reducida danitos. En este último lugar, las acumulaciones de arena se encuentran
exclusivamente a la zona del cauce y área de inundación. en continuo avance sobre la población.
Donde la influencia de las costras salinas es importante, aparece una vegeta- En Fiambalá, en la antigua finca La ramadita, ubicada al Norte, los cuadros
ción adaptada, que sin mezclarse en la distribución vegetal de la estepa arbus- de vid, más cercanos a los cerros han sido completamente tapados por el
tiva, está asociada, marcando pequeñas áreas con un ecosistema diferente. manto de arena, ocurriendo un fenómeno semejante en otras localidades.
Esta vegetación forma las comunidades halófitas, ejemplo típico lo encon-
tramos al Norte de Tinogasta en el sitio de la Florida donde abunda el
Atriplex sp. (cachiyuyo) y Lepidophyllum tola (tola).
La vegetación característica de los médanos, suele asociarse en diferentes
localidades del valle a las dos formaciones vegetales principales; encontrán-
dose presentes en tales casos: Prosopis seriacantha (vainas rojas), Sporo-
bulus rigens, Neosparton ephedroides (Badre) y Lampaya. Este fenómeno
se da en el camino a Guanchín; en el Norte del valle pasando Palo Blanco
y en La Florida, Barranca Larga y demás sitios sobre el camino a Cuesta de
Zapata. Más que ser un elemento permanente, las mismas reflejan en los
lugares donde aparecen el paso hacia condiciones de mayor aridez. Proceso
que debió darse progresivamente, relacionado al descenso del agua subte-
rránea, provocando el retiro del bosque y la liberación de la cubierta, con la
consiguiente formación de medanales tan característicos del valle.

Efecto de la circulación aérea sobre el proceso de aridización


Un factor importante en el proceso de aridización general, que debe valo-
rarse con sentido temporal, es la circulación aérea sobre un área donde el
Norte de Fiambalá. Cerros tapados por la arena
componente fundamental de las rocas que forman las estructuras (Gneis;
granitos, grauvacas; areniscas y conglomerados) es la sílice y un valle que El carácter estable que adquieren los arenales a través del tiempo, res-
fundamentalmente es una cubeta cerrada (bolsón), salvo en el extremo guardados contra los cerros, se refleja en el surgimiento de una vegetación
Sur, donde el cierre ha quedado sepultado bajo los sedimentos. característica de médanos que serpentea lengua arriba de las laderas, ha-
La circulación aérea está determinada por la existencia de áreas ciclonales biendo en algunos casos alcanzado las cumbres y cubrirlas (Los Terrones).
locales. Los bolsones atraen los vientos fríos del Norte. El área ciclonal en El hombre aquí, está en permanente lucha contra el arenal que tiende a
invierno se encuentra al Norte del valle y en verano al S.E. Los vientos más cubrir superficies extensas y en algunos casos hasta el mismo borde del
intensos y predominantes en la región son los sureños. Su acción al soplar río principal, dificultando el transporte de agua por los canales que vincu-

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lan una población a otra. El agua de la finca citada, se trae desde la pobla- y arrastre del detrito, porque deja al descubierto un sedimento poco con-
ción de Medanitos situada aproximadamente unos 20 km al Norte. Este es sistente, que es barrido por los agentes erosivos, originándose las típicas
un problema se agudiza con el transcurso del tiempo y en el pasado debió tierras malas o “bad land” y los arenales.
jugar un rol mucho más importante en la relación hombre-medio ambiente. En el NOA es común ver las viejas superficies cultivadas, que han perdido
La acción del Zonda es importante por su efecto regulador sobre la pre- su cubierta, generando zonas arenosas o de superficie endurecida por la
cipitación nival, fuente primordial de agua para los ríos que componen la intensa radiación solar y evaporación. El antiguo uso de la coa o bastón
cuenca imbrífera del Abaucán determinando el carácter permanente o es- plantador, dentro de las formas de cultivo indígena, fue una respuesta po-
tacional de los mismos. Siendo en su origen un viento frío, se transforma sitiva del hombre en relación a los factores tratados, pues no producía
en cálido (clasificado como Foehn) por compresión adiabática. Sopla en una gran remoción de la cubierta. También debe interpretarse así, la pre-
invierno durante el mes de Julio. ferencia -como lugar de asentamiento y cultivo- por los conos y conoides
La precipitación nival, se produce entre junio y agosto. La acción del Zon- de deyección y no, otras superficies planas porque en ellos se dan natural-
da, por su calidez, no permite su acumulación en lugares resguardados mente estas condiciones, favorecidas por la curvatura natural, que permite
y el agua de derretimiento pasa a formar parte del régimen subterráneo. el drenaje más rápido y mayor cantidad de agua que lava naturalmente
De esta manera el caudal de los ríos se ve disminuido notablemente. En el suelo. La pérdida de sedimento por remoción y acción de este último
especial por el carácter arenoso de los suelos que facilitan la percolación. factor, estaba neutralizada por el aporte permanente del acarreo del río.
Esta renovación continúa de materiales previene el desgaste del suelo cau-
Acción de la precipitación pluvial y caracteres del suelo sado por el uso continuo y asegura el mayor rendimiento agrícola para estas
La precipitación pluvial escasa -promedio anual 125 mm.- de régimen esti- formas de cultivo, que pueden llegar a adquirir carácter intensivo con una ade-
val se distribuye entre diciembre y marzo. Su ocurrencia está restringida a cuada obra de canalización y parcelando de la tierra. La efectividad de esta
las cumbres de los cerros y raramente abarca todo el valle. En este último explotación en conos y conoides se basa en el cumplimiento del proceso de
caso su efecto es catastrófico, por producirse torrentes de lodo denomi- sedimentación, asegurando el crecimiento positivo del cono y la renovación de
nadas “volcanes”, que en escaso tiempo cubren la superficie sepultando la superficie, factores que dan más estabilidad al cultivo en un mismo lugar y
casas y cultivos. La escasez en las precipitaciones es una de las razones por ende aseguran la permanencia del asentamiento humano.
conducentes a la formación de suelos salitrosos y alcalinos porque al no Las evidencias son claras en este sentido. La continuidad de ocupación que
producirse la renovación, el agua del suelo comienza a evaporarse y las sa- evidencian algunos de los sitios, como Costa de Reyes y la profundidad a que
les existentes migran hacia la superficie formando costras o se condensan se encuentran los niveles ocupacionales de los períodos Temprano y Medio
en la zona de raíces, provocando el fenómeno conocido como “asfixia del (González y Sempé, 1975) son indicios de que el asentamiento de los grupos
suelo”. En estas condiciones, este último, se torna inepto para el sosteni- agroalfareros se produjo durante un período de acumulación en el valle.
miento de un tapiz vegetal o para cualquier actividad agrícola productiva. Es indudable que en una etapa con predominio de formación de depósitos
En estos tipos de suelos la irrigación surge como una necesidad ineludible fluviales en el pie del monte y el fondo del valle, las características agresi-
para enfrentar dicho problema, pues a causa de la percolación lenta y la vas de la erosión eólica sobre el paisaje estarían bastante atenuadas y el
evaporación el agua de drenaje tiene un mayor contenido de iones de Na proceso de aridización no tendría la intensidad actual.
y Cl y mayor de Ca y SO2. Utilizando una cantidad de agua mayor que la
necesaria se eliminan por lavado las sales existentes. Sin embargo, el sólo Acción humana. Permanencia y proceso
efecto de la irrigación no soluciona los problemas, el modo como se realiza Para los agrupamientos sociales que han ocupado el valle, en distintos mo-
es lo importante, ya que puede intensificar o no la salinización. mentos de su desarrollo histórico-cultural, la solución positiva al problema
Ante este problema los habitantes del Viejo Mundo inventaron el arado que de la permanencia del asentamiento debió radicar en el establecimiento
permite una remoción mayor, con la consecuente aireación de las capas de un equilibrio positivo entre la capacidad del suelo y del bosque de alga-
más profundas. La remoción en la capa superior de los suelos en zonas rrobos para el sostenimiento de la población y la intensidad de la explota-
áridas, sujetas a intensa erosión, es contraproducente, al facilitar el lavado ción productiva de ambas fuentes por el grupo.

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Para E. Vervoorst (1961) la acción humana sobre la extensión del Bosque simple. La irrigación en períodos alternados, da base para la existencia de
ha sido significativa y en época prehispánica debió formar un continuum una economía estacional agro-pastoril.
a lo largo de los cursos de agua. Para la reproducción social de los grupos Las evidencias al respecto es la existencia de pequeños torteros de piedra
humanos los problemas a resolver fueron: y la aguja de Cu, encontrados en las estratigrafías de los recintos de Palo
1) abastecimiento de agua; Blanco. Son indicio de cría o pastoreo de llamas (Sempé, 1980).
2) tipo de suelo al cual debían adaptarse las plantas cultivadas; El estrés causado por estos grupos sobre el medio fue mínimo, sus aldeas
3) resonancia que la acción humana pudiera tener sobre el equilibrio bioló- están muy separadas entre sí ocupando áreas de unos 500 m2. Han influido
gico existente entre las comunidades vegetales y aún, animales; sobre la flora de una manera local, limitando el desarrollo de las comunida-
4) el proceso general de aridización. des vegetales en el área de asentamiento como en el caso de Palo Blanco
En los grupos agroalfareros tempranos estos planteos no fueron sentidos in- (Sempé, 1977). La explotación de los bosques fue importante, no solo como
tensamente, pues su patrón de poblamiento de tipo disperso muy espaciado a fuente de alimentación sino también para obtener material de construcción:
lo largo del valle y con una densidad de población baja, no pudo poner en crisis (enramadas de los techos) y aprovisionamiento de combustible (leña).
el equilibrio existente porque no era necesaria una productividad intensa. Durante el Período Medio (González y Sempé, 1975; Sempé, 1980) la
El énfasis puesto por las culturas de este período en la recolección de economía y formas de aprovechamiento del ambiente no parecen haber
vegetales comestibles, sería un indicio de que la agricultura no fue reali- sufrido grandes cambios. Continúan ocupando los mismos sitios, con pe-
zada en forma muy intensa ni predominante, requiriendo la población de queñas modificaciones y en algunos casos otros nuevos (Punta Colorada)
otro complemento en la actividad productiva como fuente de alimentos e tienen una superficie de ocupación menor: 100-200 m2. No hay indicios
imprescindible para la subsistencia del asentamiento humano en aldeas. de canales o terrazas. Dentro de las especies cultivadas señalamos la in-
Complemento que derivó en la explotación productiva y sistemática de los troducción de una nueva variedad de maíz (Amylea saccharata) de origen
elementos del bosque de algarrobos. Actividad que tenía una larga tra- norteño (Sur de Perú, Bolivia y extremo Norte argentino). Su hallazgo en
dición cimentada en formas culturales preagrícolas como la tradición de asociación a otras variedades con rasgos anormales (de mazorca ramifica-
caza y recolección tipo Intihuasi; (González, 1960). da) en un nivel que marca el inicio de la ocupación Aguada en el valle (al-
La solución, en cuanto a la capacidad del suelo para sostener una explota- rededor de 650 D.C.) indica una época de experimentación en agricultura.
ción agrícola permanente, radicó en la utilización de un sistema extensivo Durante el Tardío, surgen una serie de poblados de patrón disperso (Mishma)
de agricultura y la realización de formas simples de canales de irrigación sobre un área más extensa que abarca varios km. La densidad de población
para la toma de agua. en el valle ha aumentado, probablemente como resultado del período previo
En los casos donde no se encuentran grandes obras de irrigación ni apres- de experimentación. Los sitios de asentamiento están más cercanos entre sí.
tos específicos -como terrazas o recintos de siembra la solución al proble- En los fogones son más frecuentes los restos carbonizados de las variedades
ma de desgaste y erosión de la cubierta sedimentaria debió requerir de de maíz oryzea y amylacea, más grandes que el microsperma previo.
otros medios posiblemente algún cultivo rotativo y períodos alternados de La necesidad de proveer de alimentos a una población mayor y de lograr
irrigación, rasgo ampliamente difundido en el área andina (Willey 1953). el equilibrio entre producción económica y demografía debió repercutir en
Muy probablemente la época de riego debió realizarse en la estación de las técnicas agrícolas. Para el primer momento del Tardío no hay indicios
máximo caudal de los ríos. de aprestos especiales, pero la extensión abarcada por los asentamientos
Para Gillet (1946) en los casos de salinidad extrema la irrigación en verano y dispersión de los recintos habitacionales son claros indicadores de que
es desfavorable al aumentar el porcentaje de evaporación y consecuen- fueron levantados dentro de los campo de cultivo.
temente las aguas tienen mayor carga de sales. La posible rotación de Más tarde surgen los poblados nucleados de Belén y los sitios incaicos, en
cultivos es una alternativa que debe contemplarse aunque la variedad de este momento hay obras de irrigación, como el canal que va de Batungasta
plantas domésticas identificadas en los períodos Temprano y Medio de la a Anillaco al Sur del valle de Fiambalá. El cultivo tuvo que realizarse inten-
secuencia cultural precolombina del valle no es muy grande y que, como sivamente y con carácter rotativo.
en el caso del zapallo o calabaza requieren solo de una labor hortícola En la medida que los pueblos indígenas fueron intensificando la agricul-

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tura debieron requerir soluciones cada vez más refinadas, en su explo- localidad de Los Morteros, es un hecho de este siglo (Palese de Torres,
tación del medio. El cultivo en terrazas a más de aumentar la superficie A., 1956). Testimonios del mismo y muy significativos son las barrancas
cultivable, debió favorecer las condiciones de percolación, drenaje rápido y que ofrece el río Abaucán en distintos tramos de su recorrido y las de sus
contención del sedimento. Pero hasta ahora no hay indicios de su uso en el tributarios más importantes en el último tramo de los respectivos cursos.
valle como ocurrió en el valle del Hualfín durante el Tardío. Probablemente Muy especialmente, llamamos la atención sobre el desnivel de más de un
esta ausencia se deba a que la presión del aumento de la población no fue metro, entre la línea de agua subterránea (nivel freático) y el cauce del río
tan grande como para que tener que recurrir al aumento de la superficie en Los Ranchillos. El carácter encajonado del mismo, en esta localidad,
cultivada y por la extensión de los conos, es por demás elocuente, ya que la barranca alcanza una altura de más de
Los sitios de ocupación tardía presentan capas de sedimentos de menor 3 m. y los niveles de ocupación arqueológica se hallan casi en superficie
espesor, en comparación con las que cubren los de períodos anteriores, sobre el plano de la misma.
En algunos casos, como en Palo Blanco, la erosión ha llegado a dejar en En relación a este proceso erosivo más intenso al occidente del valle, en
superficie el final de los asentamientos tempranos. En cambio en otros, la margen opuesta se instaló otro de carácter opuesto: el sepultamiento
donde la acumulación de arenas se ve favorecida por su ubicación hacia el bajo un manto de arena, del paisaje existente, en especial en la zona NE,
Este del valle, estos niveles tempranos se hallan cubiertos por capas sedi- favorecido por el predominio de los vientos sureños. Los pueblos actuales
mentarias de más de 4 m de espesor, hecho constatado en Las Barrancas de Saujil, Medanitos, Ista-Taco y otros, son invadidos por los medanales;
frente a La Puntilla y a unos 2 m por debajo de la superficie en los casos de como continuación de una acción que se revierte hacia el oeste.
las localidades de Huanchín y Mishma. En la zona de Medanitos el Padre La condición de aridez se agudizó aún más, por la acumulación de los mantos
Dreidemie (1955) exhumó enterratorios, cubiertos por sedimentos areno- de arena libres sobre la vegetación, tapándola lentamente y provocando su
sos de origen eólico a 3 m. de profundidad. muerte. Este fenómeno debe plantearse como una crisis ecológica que ini-
En algún momento entre el Período Tardío y la época actual se produjo la in- cialmente pudo ser un proceso lento, cuyos orígenes deben buscarse en las
versión del proceso acumulativo, predominando los fenómenos de erosión condiciones geomórficas establecidas al comienzo del Cuaternario reciente y
tanto eólica -ya existente- como fluvial. En todas las localidades se constata la que involucraban inevitablemente un proceso de aridización paulatino.
existencia de un descenso general del nivel de base de los ríos, que labran su
nuevo lecho en los sedimentos, cortando y destruyendo sitios de ocupación.
El pasaje de los ríos a una actividad erosiva intensa y el descenso consecuente
del nivel freático, dejó inermes áreas extensas de suelo con una cubierta vege-
tal protectora, que empezó a sentir la falta de una de sus fuentes esenciales:
el agua subterránea, en un clima caracterizado por precipitaciones escasas.
La erosión eólica y aún la fluvial, se vieron liberadas de la barrera protectora y
la resistencia ofrecida por las distintas sucesiones vegetales que procedieron
a retirarse, dejando islotes discontinuos a lo largo de los ríos.
La estepa arbustiva de jarilla, que en muchas localidades se asociaba al
Bosque de Algarrobos, lo suplantó por ser más aptos sus especímenes a
las condiciones de mayor sequedad. Hecho confirmado, en los hallazgos
de antiguos restos, in situ, de troncos de algarrobo en los perfiles estrati-
gráficos de sitios de ocupación, caracterizados en la actualidad por vegeta-
ción arbustiva y en los remanentes ya secos o en pleno proceso de sepul-
tamiento en localidades como El Puesto; Anillaco; Batungasta; Fiambalá;
Mishma; Guanchín; Saujil; Ruta Provincial a Palo Blanco; Medanitos; etc.
Un descenso del agua subterránea del orden de los 19 m, ocurrido en la
Aridización regional

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Posteriormente las condiciones se aceleraron y agudizaron al producirse ciones cercanas a las fuentes termales, numerosas aquí, y por la tradición
uno de los tantos hechos episódicos del mismo, provocando un desequi- local y leyendas en torno a éstas.
librio evidente entre las condiciones geomórficas y el desarrollo vegetal Hay evidencias de canales de riego en el valle, aunque pensamos que en
establecido. Momento en que se esbozan nuevas formas de relación entre su distribución, tal como se manifiestan los restos de los mismos, debió in-
el hombre y su medio, con un aumento de la población aborigen y formas fluir mucho la ocupación incaica de la zona, no sería improbable que estos
de explotación de los recursos más intensivas, correspondientes a los pe- conquistadores hubieran mejorado los existentes. Un ejemplo, bien cono-
ríodos Tardío y de Influencia Incaica. cido, es el canal que va desde Batungasta hasta la localidad de El Puesto
En esta situación -con una aridización más aguda- la influencia de la sa- (Weisser, 1925) y cuya asignación cultural es difícil de realizar, pues en
linidad de los suelos y el agua debió ser mayor, debiendo los cultivos in- esta zona las ocupaciones existentes más definidas abarcan todo el Perío-
dígenas estar adaptados a estas circunstancias, no solo por parte de los do Tardío y muy probablemente el Medio también. Aún sin conocer en que
vegetales domesticados más resistentes a la salinidad, sino por el sistema momento se construyó es fácil deducir que estuvo en uso hasta épocas
de irrigación y cultivo que debió inevitablemente adquirir características recientes. Seguramente ha llegado a adquirir sus características actuales
que permitieran superar los inconvenientes surgidos. Estas nuevas formas en base a las obras de reacondicionamiento de diversos grupos humanos
debían basarse en dos condiciones fundamentales, a) Inclinación determi- en distintos momentos del desarrollo cultural prehispánico del valle.
nada del suelo a cultivar para facilitar el drenaje rápido con el consecuente La existencia misma del poblamiento tardío y la permanencia de sus ocu-
lavado de sales y b) Irrigación más abundante sobre el área cultivada. paciones, aún hasta las primeras etapas de la colonización hispánica del
En otros valles del NOA se da el cultivo en terrazas que aquí no se ha en- territorio, indican que el proceso de adaptación a las condiciones más
contrado. Probablemente estos grupos tardíos hayan tenido otras formas áridas del valle fue un éxito. Logrando establecer el indígena un delica-
de superficie cultivada facilitada por la amplia extensión de los conos de do equilibrio entre la capacidad del medio ambiente para sostener un po-
deyección les permitió desarrollar. Las áreas con poca vegetación e inten- blamiento más denso y la acción modificatoria que sobre el mismo trae
sa erosión actuales que abarcan superficies extensas, como el caso de aparejada una forma de explotación económica de mayor intensidad. Este
Mishma, representan las antiguas zonas de cultivo indígena. equilibrio fue definitivamente roto por la crisis cultural y ecológica que
Durante el Período Tardío debieron formar suaves planos aterrazados, que significó la entrada hispánica en el NOA en un momento en que todavía
probablemente los grupos pobladores de la zona acondicionaron, dándole no se habían solucionado los problemas planteados a nivel geomórfico y
una forma inclinada más definida, para permitir su explotación agrícola botánico dentro del habitat del valle. La introducción de nuevos patrones
intensa y mejor irrigación. El carácter abierto de estos planos y el hecho de de poblamiento y explotación económica agudizó un proceso, que en la
estar situados sobre la superficie continua formada por la unión de varios actualidad librado a sí mismo parece irresistible.
conoides a los cuales confluyen un sin número de torrentes semiperma-
nentes, fue lo que facilitó en una etapa posterior la intensa erosión.
Una forma semejante de explotación agrícola ha sido señalada para la Su-
bárea Valles Transversales Norte (Nuñez Atencio, 1966, pp. 175) dentro
del complejo agroalfarero Tardío Pica, con un fechado radiocarbónico de
1020 D. C. Este complejo presenta muchos rasgos comunes en su contex-
to con el correspondiente a los grupos tardíos del valle de Abaucán, por lo
que pensamos que la estructura básica del grupo sociocultural debió tener
un nivel de desarrollo semejante. Para el grupo chileno, Nuñez Atencio (op.
cit.) señala una agricultura intensiva con riego canalizado desde fuentes Arenales cubriendo los cerros camino a Tatón
termales realizada en planos aterrazados de pendiente suave sin constituir
El fundamento de esta agudización debe buscarse en el cambio drástico
andenerías. La existencia de termas y su aprovechamiento indígena en el
del panorama cultural del valle como resultado del enfrentamiento de las
valle de Abaucán están bien testimoniados, por las evidencias de ocupa-
pautas hispánicas y aborígenes, que derivaron en un primer período de

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rebelión indígena. Momento en que el poblamiento, tanto español como En asociación a un patrón de asentamiento más concentrado con un área
indígena al igual que el modo de vida, estuvo dirigido a un fin puramente de influencia agrícola de menor tamaño, sobre la cual se concentró un sis-
estratégico. Ejemplo de ello son las plaza-fuertes fundadas por los espa- tema de irrigación; que al levantar el agua de los ríos, en casi su totalidad,
ñoles en la línea de frontera con los indígenas (Montes, 1959) y la célebre dejó extensas áreas río abajo sin irrigación natural, hecho que provocó la
línea de fortificaciones emplazadas por el cacique Chalimín en los cerros muerte o el retiro de la vegetación en las zonas aledañas a los poblados y
entre el valle de Belén y Fiambalá. la formación paulatina de depósitos arenosos.
También son abundantes las noticias sobre el asedio a las poblaciones por La introducción de nuevas especies económicas: frutales, plantas de huer-
parte de ambos grupos que se resolvían casi siempre cortando el agua que ta, etc y la pérdida de valor del bosque de algarrobo como complemento
las abastecía y talando las plantaciones. Esta estrategia fue muy utilizada alimenticio trajo como consecuencia su explotación indiscriminada para
por los españoles para lograr el abandono de los pueblos indígenas y su combustible o para material de construcción. Su posterior reemplazo, por
rendición, para luego apropiarse de las tierras. Con este sistema, pueblos especies de porte, ajenas al ecosistema con fines urbanísticos lo fue ale-
enteros fueron erradicados de su lugar de origen e internados en reduccio- jando de los centros de población. La posterior introducción de especies
nes ubicadas normalmente en sitios más inhóspitos, pasando los indíge- de explotación industrial, como la vid, produjo otro cambio drástico que
nas a integrar como personal de servicio en la estructura de explotación derivó en el monocultivo y encaminó la técnica de irrigación hacia formas
económica española. El abandono de los asentamientos indígenas, dejó más especializadas adaptadas a las necesidades de la vid, ocurriendo lo
extensas zonas desprotegidas, que fueron rápidamente atacadas por la mismo con el parcelamiento de la tierra y su distribución en relación al
erosión. porcentaje de especies cultivadas.
Durante el siglo XVII el poblamiento español del campo introdujo nuevas
formas de explotación económica en el valle caracterizado por oasis de rie-
go, introducción de nuevas especies cultivadas y de animales para pastoreo.

Viñedos y álamos en Tatón

Poco es lo que se planta actualmente en la zona, que se pueda llamar au-


tóctono, de las plantas indígenas conocidas: un poco de ají y otro de maíz,
pero así podríamos decir que con un criterio de jardín por la poca extensión
Vegetación arbórea de origen europeo en Río Grande.
de tierra ocupada en este menester y la atención que se le da, generalmen-

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te es la mujer la que realiza este cultivo en algún rincón cercano a la casa. atemperar la sequedad ambiental, las grandes extensiones desprotegidas
En las fincas de mayor extensión quizá se dedique una cierta extensión (1 por pérdida de la cubierta vegetal, son generadoras de sedimentos sueltos
a 3 Ha) para plantar trigo, maíz, comino o pimiento. Hace años hubo un que el viento lleva y acumula en extensas capas de arena impidiendo el
intento del INTA para incentivar dentro de los agricultores el cultivo de ve- desarrollo de un suelo apto para el mantenimiento de la vegetación. En
getales tradicionales y de frutales a fin de promover industrias artesanales algunos sitios se concentra la vegetación natural, señalando la presencia
como dulces y conservas, pero su acción se restringió al Sur del valle. Las de napas de agua más o menos superficiales, restos supervivientes del
cosechas obtenidas fueron muy exitosas, obteniéndose inclusive ejempla- bosque de algarrobos y matorrales de la estepa arbustiva, pero cuya distri-
res de gran tamaño y buen sabor, lo que demuestra las bondades del suelo bución espaciada deja ver el suelo arenoso y de poca consistencia.
con un cultivo bien dirigido. La mayor extensión de tierra está dedicada a
la vid, prácticamente no hay casa ni finca que no tenga alguna viña. Se da
el caso, inclusive de gente, cuya condición económica es baja, o que ha
levantado su vivienda en las tierras fiscales que rodean las áreas pobla-
das, o en sitios abandonados en las fincas más grandes, que lo único que
poseen como medio de subsistencia económica plantas de vid, cuya pro-
ducción venden a los establecimientos industriales asentados en el valle.
En importancia, pero con una extensión apreciablemente menor, le sigue
la cantidad de tierra dedicada a frutales que, salvo el caso de la nuez que
se comercia en el mercado externo (grandes centros urbanos), sirven para Paraje Lorohuasi y estepa arbustiva en Guanchín
abastecer las necesidades del valle y probablemente de algunas poblacio-
nes de valles aledaños, de acuerdo a los problemas locales de mercado. Como fenómeno que se revierte al fin sobre el propio ejecutor e iniciador
Todos estos factores de comercialización de productos han derivado por del proceso la aridización por la invasión progresiva de los médanos libres
extensión en un cambio del paisaje, en especial en la zona central de la provocada por la actividad humana amenaza la existencia misma de esos
cuenca imbrífera del Abaucán, donde se concentró la totalidad de la pobla- poblados donde se ha concentrado toda la capacidad vegetal del valle.
ción del departamento. La estructura básica del mismo está dada por los Tampoco en la actualidad se ha encarado un criterio de reforestación que
oasis del riego representados por cada una de las poblaciones. permita salvar la crisis ambiental del valle. La reforestación se realiza
El panorama es fuertemente contrastante, asombra la concentración -en siempre dentro de las poblaciones, aunque lo que se ha atacado y aún se
algunos casos de gran densidad- de la vegetación (álamos, alguno que otro sigue destruyendo es el bosque de algarrobo, a lo largo de los ríos.
sauce, frutales y viñas), dentro del área poblada y las grandes extensiones En abierto contraste con el panorama planteado por la forma de poblamien-
de arenales y pedregales, pelados que rodean a los pueblos. to disperso y la explotación económica indígena que no modificó la distri-
bución de las comunidades vegetales naturales; la acción del poblamiento
hispánico trajo aparejado nuevos factores de crisis con la introducción de
especies vegetales ajenas al habitat, que indudablemente rompieron el
equilibrio existente dentro de las comunidades autóctonas. Fenómeno aún
no valorizado en todas sus consecuencias, si bien se plantan especies ve-
getales resistentes a la acción del clima y condiciones desérticas.
La existencia de una vegetación xerófila, producto de un lento proceso de
adaptación específica, con una forma de distribución característica, de-
Medanitos | Palo Blanco, rotonda | Palo Blanco, Calle bería llamar la atención y encaminar todo intento de reforestación, por lo
menos, a restaurar el paisaje destruido. Todo intento de introducción de
A pesar que el hombre proteja sus cultivos con empalizadas y rodee sus
especies vegetales ajenas al habitat, debe estar sustentado por un análi-
poblados con grandes árboles en búsqueda de la sombra necesaria y para
sis del rol que cada especie cumple dentro de la comunidad y su forma de

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dispersión, para saber si se adapta realmente y en forma profunda a las campo de Belén que forma parte del vasto bolsón de Andalgalá-Mazán.
necesidades que el ambiente requiere y que papel juega en el manteni- El valle se incluye en la región Geológica Central, se extiende desde las
miento del equilibrio biológico. Sierras de Hualfín por el norte hasta la puerta de San José al Sur, donde
el valle se estrecha y cierra por la presencia del cordón del Atajo. Esta limi-
Valle de Hualfín tado al Este por el bolsón del Campo del Arenal, al Norte y Noroeste por el
El Valle de Hualfín se encuentra ubicado en el Departamento Belén es asi- macizo de La Puna y al Oeste por las Sierras que se extienden al oriente de
métrico, pues está más expandido hacia el lado occidental. El río homóni- la depresión del río Las Lajas, constituidas de Noreste a Sudoeste por los
mo se origina a partir de la confluencia de los ríos Nacimientos, El Durazno cerros de El Durazno, El Tolar, Alto del Volcán, El Mojón, Soconte, Shincal y
y Villavil, que se juntan entre las localidades de Hualfín y El Eje. A la altura Tres Mogotes. El límite Norte está dado al Este por el Campo del Arenal, al
de San Fernando, se suma como afluente el río de Corral Quemado. Mas al centro la sierra de Las Cuevas-Hualfín y al Oeste por las sierras de Altohua-
sur en un tramo aproximado de 20 km, las vías de escurrimiento de ambas si. Al Este y Sur está rodeado por el macizo del Atajo.
vertientes que aportan al valle principal son más escasas y temporales. Co-
rre recostado contra el Cordón del Atajo al Este del valle. Antes de ingresar Cuenca imbrífera y diseños de drenaje
a la Quebrada de Belén, se le suman cursos de agua que drenan la cuenca Las cabeceras del río Hualfín son de régimen temporario y hacia el sur
ubicada al pie del Cordón de los Colorados y los aportes permanentes pro- se vuelve intermitente. Al Norte y Noroeste, las precipitaciones son mas
vienen de la vertiente occidental del valle. abundantes, los ríos son torrentosos y de mayor caudal. La altitud general
es mayor, debido a la presencia de las Sierras de las Cuevas, Hualfín y Alto-
huasi, que actúan condicionando estructuralmente el drenaje en esta área.
Por el Noreste recibe dos afluentes principales, el río Nacimientos y el Du-
razno, que son de tipo intermitente. El primero recibe las aguas del río Las
Cuevas que por proceder del Noroeste está condicionado estructuralmen-
te. Entre los bloques de Hualfín y Las Cuevas existe una falla por donde
corre el río Las Cuevas. Los afluentes del Norte y Noroeste son los ríos
Villavil con su afluente Los Baños, el Bolsón, el río de Corral Quemado con
su afluente de Papachacra y El Jarillal.

Mapa del valle de Hualfín. Belén Catamarca.

El río recorre la Quebrada de Belén que separa al cordón en dos partes,


la Sierra de Belén al Sudoeste y el Atajo al Este y luego se insume en el
Paisaje de Villavil, costa del río.

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Estos ríos en general tienen un gran condicionamiento estructural, son sub-
secuentes con afluentes consecuentes de reciente formación y siguen las
pendientes de los valles. El diseño del curso, es en general de tipo recto,
pero en la zona del pueblo de Hualfín se vuelve divagante y anostomosado.
Dentro de la planicie aluvial se han formado depósitos que dan base a las
áreas rurales, cultivadas en pequeña escala en el pueblo de Hualfín, tanto al
Este como al Oeste y en el Eje de Arriba y de Abajo.

Formaciones tipo barco cerca de Los Morteritos (Villavil) y tipo órganos camino
a Hualfín

En zonas pequeñas se dan los característicos paisajes lunares, como en el


camino a la Puerta de Corral Quemado y en las cercanías de Los Morteritos
(Villavil), con las crestas filosas asomando entre la cubierta no consolidada
que intensifican la impresión de aridez ambiental. También son caracterís-
Hualfín sembradíos
ticas las formaciones rocosas esculpidas como órganos.

Al Este del pueblo de Hualfín la textura de drenaje es fina y el porcentaje


Sitios de ocupación humana
de escurrimiento es mayor que al Oeste. En su zona apical los ríos que
Desde El Eje de Hualfín hasta la Puerta de San José el río Hualfín corre re-
desembocan en los conos dejan sus cargas de sedimentos más gruesos y
costado contra los cerros del macizo del Atajo (ladera Este del valle). Al pie
se abren en abanicos con un diseño anostomosado.
de los mismos hay depósitos o formaciones muy antiguas, terciarias, que
La cubierta sedimentaria cuaternaria es muy importante por lo que el tipo
al tener cierta elevación han sido elegidos como espacios aptos para la
de diseño de avenamiento predominante al Este es dendrítico pinado. Más
ocupación humana prehispánica. Aquí se ubican de preferencia los sitios
al Oeste se hace angular, lo que implica la existencia de rocas de resis-
habitacionales del período de Desarrollos regionales correspondientes a la
tencia uniforme (gneis y granito). La unión de los torrentes tributarios se
cultura Belén. El plano aluvial presenta una franja de terraza muy angosta
realiza formando ángulos agudos, además son subparalelos entre sí.
de unos 2 a 3 m de h. Al Oeste la pendiente es muy suave y llana. Frente a
En general el diseño de avenamiento muestra la existencia de rocas de ba-
la Ciénaga de Abajo la erosión de los sedimentos terciarios ha formado una
samento cristalino y una cubierta cuartaria de roca fina, arenas y arcillas,
serie de mesadas y cerrillos que separan el pueblo de La Ciénaga de los de
por lo que no hay diferenciación en los tipos de diseño en esta zona.
Condorhuasi y Las Manzas. Estas mesadas han sido también ubicaciones
Todo lo contrario sucede al Oeste del río Hualfín, donde la presencia de
de preferencia para los sitios Belén.
estructuras con rocas estratificadas de distinta inclinación y naturaleza,
Los lugares preferenciales de asentamiento de poblaciones están siempre
fallas y diaclasas, condicionan el diseño de drenaje de los ríos, que en
vinculados a la factibilidad de aprovisionamiento de agua. En tal sentido, pue-
algunas zonas pequeñas tiende a ser enrejado.
den reconocerse 2 posiciones netamente diferentes como lugares de asenta-
Los ríos corren rectamente y presentan codos de ángulo recto, siguiendo
miento en el paisaje. Uno está vinculado a las terrazas de ríos permanentes,
las líneas de estratificación de los sedimentos o las diaclasas de las ro-
sean principales o secundarios y el otro se asocia a la salida de torrentes del
cas. El río de Los Baños y el de Corral Quemado presentan en forma muy
frente montañoso, cuyos depósitos forman conos y abanicos aluviales.
marcada condicionamiento estructural. En la zona de la Puerta de Corral
Las características y dinámica geomorfológica de cada una de estas geo-
Quemado hay un codo en ángulo recto. El río del Bolsón, también presenta
formas son claramente distintas. Las terrazas fluviales, estrechas y alar-
afluentes y tramos con codos formando ángulos rectos.
gadas, están fuertemente limitadas en la zona por afloramientos de rocas
Del lado Oeste, hay poca formación de conos aluviales, el proceso de ero-
terciarias, o por el abundante aporte lateral de abanicos y bajadas. Los
sión es mayor y al parecer muchas de las estructuras van quedando al
conos y abanicos aluviales, por su propia forma tienen menos limitaciones
descubierto poco a poco.

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laterales, pero el aporte de agua puede ser mas intermitente al alejarnos barreal). El perfil de los sedimentos en la zona de los barreales muestra,
del frente montañoso. de acuerdo al informe elaborado por el Andreis (ms.1970):
Entre los sitios arqueológicos de asentamiento humano ubicados en las capa de tierra rojiza con alto contenido de arcilla.
cercanías de terrazas fluviales podemos mencionar el Pueblo Viejo Molino capa de arena mezclada con rodados.
de la Puerta de Corral Quemado, El Eje de Hualfín, el Cerrito Colorado y el capa de tierra rojiza arcillosa.
Cerro Colorado de la Ciénaga de Abajo. En el caso de Pueblo Viejo Molino Un monte xerófilo en galería en vías de desaparición se extiende formando
de Corral Quemado y El Eje, ambos se ubican sobre la unidad del Terciario manchones que bordean discontinuamente el río Hualfín, conformado por
que Bossi llama “Punaschotter” o Rodados de la Puna. algarrobos, chañares, jumes, jarillas, retamas y poposas. Es en esta zona
Estos asentamientos se ubican sobre morros o lomas. Los núcleos habita- donde se da la ocupación preferencial de los sitios del período Formativo,
cionales y murallas de defensa halladas en los 2 primeros sitios menciona- tanto habitacionales como de entierro. El terreno es predominantemente
dos ocupan pequeños cerritos formados por depósitos Terciarios, al igual areno-arcilloso (típico barreal).
que los recintos hallados sobre el Cerrito Colorado.

Barreales y Bosque seco de Algarrobos en La Ciénaga


Puerta de Corral Quemado, desde El Sitio arqueológico de Molino

En parte por descenso de la napa freática y la explotación indiscriminada


En cambio, el Cerro Colorado frente a la Ciénaga de Abajo donde se excava- para leña, el bosque de algarrobo se ha secado lo que es muy característi-
ron 2 habitaciones está formado por Basamento Cristalino. A diferencia de co en la zona de los ríos Diablo y Guiyischi.
estos casos, la habitación hallada en las cercanías de la desembocadura Hacia el Oeste donde se desarrollan los depósitos de pie de monte de los
del Guiyischi con el Hualfín se ubica en la parte más distal del plano aluvial cerros del filo de Condorhuasi, se observan estructuras terciarias sobreele-
o Bajada que desciende de la Sierra del Durazno en la terraza. vadas, la vegetación se transforma al no desarrollarse el estrato arbóreo,
El pueblo de la Ciénaga se extiende en ambas orillas del río Hualfín dividién- predominando la vegetación arbustiva: jarilla, brea, poposa, churque, car-
dose en Ciénaga de Abajo (desde la escuela hasta el almacén de Don Titos) dones, aquí se ubican los sitios de ocupación Belén sobre lomas altas y las
marcada la divisoria por el río Ischanga y Ciénaga de arriba desde el almacén estructuras agrícolas y de irrigación.
hasta la finca de María del Valle Sosa que finaliza en el río Guyischi. La orilla En la Hoja 12 c Laguna Helada (Ruiz Huidobro, 1975), que comprende
Este del río Hualfín está menos ocupado por fincas, a causa de lo angosto de parte del piedemonte del Valle, desde Condorhuasi (al Sur) hasta Carrizal
la terraza. Las fincas se encuentran al Norte del Cerro de la Ciénaga de Abajo. (al Norte), Ruiz Huidobro menciona tres depósitos de material de acarreo Cua-
En la orilla oeste los torrentes semipermanentes que bajan del Macizo – ternarios diferenciándolos como tres niveles de piedemonte de distinta edad.
Loconte - Las Granadillas – Azampay – Condorhuasi, han cavado una se- Los sitios arqueológicos asociados con conos y abanicos aluviales al norte
rie de zanjones que se conocen con los nombres de los ríos Ischanga, La son Carrizal y la Loma de los Antiguos, ambos en Azampay y al sur el Alto
Manga, Diablo, Guyishchi, Casas Viejas y Palo Blanco, nombres estos que del Corral de Ramas. En Carrizal, se encontraron estanques asociados a
han servido para denominar las fases temporales de la Cultura Ciénaga, los recintos habitacionales, intercalados con andenes de cultivo y canales
porque allí se realizaron excavaciones de niveles de ocupación, con fecha- de irrigación, que caracterizan a esta zona como probable abastecedora
dos secuenciales. El terreno es predominantemente areno-arcilloso (típico de alimentos para un área más extensa.

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En la zona de Carrizal y Azampay, la Loma de los Antiguos y el Agüita con
sus andenes están en el segundo nivel, en tanto que las poblaciones ac-
tuales y otra parte de andenes estarían en el tercer nivel de acarreo.

Andenes desmalezados en Carrizal de Azampay

Conclusiones
Del análisis de la relación hombre-medio ambiente concluimos que dicha
ecuación tiene un carácter biunívoco, desde el punto de vista de la direc-
ción en que se establece la relación. El estudio del problema debe enca-
rarse con un criterio temporal si se quieren llegar a entender los términos
del proceso para obtener una comprensión certera y precisa del porqué
actual del enfrentamiento hombre-medio, bajo determinadas condiciones
culturales y ambientales.
La dicotomía clásica cultura-ambiente, como elecciones del hombre, no
Andenería en carrizal de Azampay es tal, analizada en términos de proceso, donde la dimensión temporal
da profundidad y sentido al juego de los distintos factores actuantes, ve-
mos que el hombre y su cultura pueden considerarse un elemento más del
Estas construcciones se hallan emplazadas principalmente sobre el se-
paisaje, y que como tal, se transforma asimismo en un factor más, cuya
gundo nivel de depósitos de acarreo Cuaternarios, al igual que los otros 2
acción está encaminada a lograr la conjugación -junto a los demás com-
sitios mencionados, aunque también se han encontrado algunos andenes
ponentes- de las características particulares de cada uno a fin de lograr el
de cultivo en el 3er nivel depósitos de acarreo, que son los sedimentos
equilibrio bio-físico del paisaje del cual forma parte.
mas actuales.
Cualquier cambio en los caracteres de los factores, ya sea del hombre,
del clima, del agua o de la vegetación, entre otros, determina la iniciación
de un nuevo ciclo en la búsqueda del equilibrio entre sus componentes.
Surgen así nuevas adaptaciones, que a nivel cultural significan nuevos de-
sarrollos, apertura de otras perspectivas o matices, al variar la visión del
hombre sobre su medio físico.

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