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CUIDADOS DE PREVENCIÓN
Cuidados:
• Aseo general cada 24 horas y parcial cuando se precise. Lavar la piel con agua tibia, aclarar y
realizar un secado meticuloso sin fricción.
• Utilizar jabones o sustancias limpiadoras con potencial irritativo bajo.
• Mantener la piel del paciente en todo momento limpia y seca. Vigilar incontinencias,
sudoración excesiva o exudados que provoquen humedad.
• Examinar el estado de la piel a diario, (durante el aseo, cambios posturales, etc.) buscando
sobre todo en los puntos de apoyo, áreas enrojecidas o induraciones.
• Registrar el estado de la piel (estado de hidratación, eritemas, maceraciones, fragilidad, calor,
induración, lesiones)
• No utilizar sobre la piel ningún tipo de alcoholes (de romero, tanino, colonias, etc.)
• Aplicar ácidos grasos hiperoxigenados (Corpitol, Linovera o Mepentol) o emulsión cutánea
suavizante (Epaderm) , procurando su completa absorción con un masaje suave.
• Valore la posibilidad de utilizar ácidos grasos hiperoxigenados en las zonas de riesgo de
desarrollo de ulceras por presión, cuya piel esté intacta.
• No frotar o masajear excesivamente sobre las prominencias óseas por riesgo de traumatismo
capilar.
• Evitar la formación de arrugas en las sábanas de la cama.
• Para reducir las posibles lesiones por fricción o presión en las zonas más susceptibles de
ulceración como son el sacro, los talones, los codos y los trocánteres, proteger las
prominencias óseas aplicando un apósito hidrocoloide, productos barrera o espumas de
poliuretano y/o taloneras con velcro.
Exceso de Humedad:
Cuidados:
1.-Transpirable para que ayude a mantener un microclima de la piel adecuado, para prevenir el
deterioro de la misma.
2.-Que la capa que está en contacto con la piel esté siempre seca, para lo que el absorbente
debe tener un bajo retorno de humedad, es decir, que la humedad que entra en el absorbente
no retroceda para que la piel del paciente esté lo más seca posible. (Ver sección de Lesiones
por Humedad).
Una úlcera por presión es una herida causada por el exceso de presión sobre la piel y los tejidos
subyacentes. El exceso de presión durante demasiado tiempo puede causar una herida. Como
consecuencia, se produce una herida que puede ser grave. Las lesiones y enfermedades de la
médula espinal crean un riesgo permanente de que se formen úlceras por presión. Usted puede
tomar ciertas medidas para ayudar a prevenir estas heridas o detectarlas cuando todavía son
fáciles de tratar. Su equipo de atención para su lesión o enfermedad de la médula espinal
probablemente habrá hablado ya con usted sobre cómo prevenir las úlceras por presión. Ahora
depende de usted poner en práctica lo que aprendió para mantener su piel sana y detectar a
tiempo los problemas.
Una lesión o enfermedad de la médula espinal afecta su capacidad para tener sensaciones
táctiles y para moverse. Además, los cambios que provoca en la piel pueden hacer que esta se
dañe con facilidad. Estos son los factores por los que las úlceras por presión son problemáticas
para personas con una lesión o enfermedad de la médula espinal. Las fuerzas que provocan las
úlceras por presión incluyen:
Presión. La presión existe en cualquier parte del cuerpo que esté apoyada contra una superficie
o un dispositivo médico (yeso, sondas de oxígeno, etc.)
Desolladura. Estas se producen cuando está sentado o acostado. Se ejerce presión cuando el
cuerpo está en contacto con una superficie externa, por ejemplo, cuando está acostado sobre un
colchón o sentado sobre un cojín o con la espalda reclinada en el respaldo de una silla de ruedas,
o con los pies sobre un apoyapiés; cuando usa sondas para oxígeno sobre la nariz o las orejas
o cuando está sobre su catéter para la orina. También puede haber presión accidental por
contacto con objetos como las llaves en un bolsillo o un libro debajo del cuerpo mientras está en
la cama.
Por lo general, las úlceras por presión se forman en los huesos prominentes. Estos son los
lugares donde puede sentir el hueso justo debajo de la superficie de la piel. Estos incluyen el
hueso de la cóccix, los huesos de las nalgas al sentarse, las caderas, los tobillos y los omóplatos.
Para mantener una piel sana y ayudar a prevenir las úlceras por presión, es esencial que haga
lo siguiente:
Revise la piel dos veces al día. Mire y toque su piel con cuidado. Revise especialmente las partes
en las que sobresalen los huesos. Utilice un espejo para verse la piel en las zonas que no puede
ver o alcanzar directamente. Si no puede usar un espejo, pida a otra persona que le revise esas
zonas. Revise su piel una vez a la mañana y una vez a la noche (considere programar una alarma
en su teléfono u otro dispositivo móvil para recordar que debe cambiar de posición). Observe si
hay alguno de los síntomas descritos en el cuadro a continuación.
Mantenga la piel limpia y seca. Límpiese y séquese después de haber sudado y si ha tenido un
episodio de incontinencia anal o urinaria. Evite los jabones demasiado fuertes y el alcohol, ya
que resecan la piel. Para el resecamiento de la piel, use una crema o loción humectante que no
contenga perfume ni alcohol.
Use el equipo adecuado y revíselo con regularidad. Su equipo de atención para su lesión o
enfermedad de la médula espinal le ayudará a encontrar los dispositivos y equipos que sean los
mejores para usted. Asegúrese de controlar que las partes como el respaldo y el almohadón de
su silla de ruedas no se hayan desgastado. Es importante que los equipos del baño estén
cubiertos con materiales blandos para evitar las úlceras por presión. Asegúrese de sentarse con
la espalda recta y de que su postura no haya cambiado. Debería ser evaluado por un especialista
en sillería, al menos una vez al año en su centro de médula espinal asignado por el VA.
Coma bien y manténgase activo. Mantenga su piel y su cuerpo saludables, así, las úlceras por
presión tendrán menos probabilidades de formarse. Evite el exceso de peso y la pérdida de peso
demasiado rápida.
Revise su piel dos veces al día. Si nota cambios o problemas, avise de inmediato a su equipo de atención
para su lesión o enfermedad de la médula espinal. Revise lo siguiente:
Tenga en cuenta que las úlceras por presión pueden comenzar a formarse en lo profundo de la superficie
de la piel. Por lo tanto, puede haber una úlcera por presión aunque no haya ninguna herida abierta. Por
eso es importante que preste atención a todos los cambios en el aspecto de su piel y a los cambios que
puede palpar con los dedos. Casi todas las personas que viven con una lesión o enfermedad de la médula
espinal desarrollan una úlcera por presión en algún momento. El objetivo principal es evitar las úlceras por
presión que sean graves, profundas o grandes. Es importante detectar los problemas a tiempo, no
apoyarse en la zona afectada y llamar de inmediato a su equipo de atención para lesiones o enfermedades
de la médula espinal.
LIMPIEZA: La mayoría de las úlceras por presión se limpian con agua potable (es
decir, el agua apta para el consumo) o suero salino fisiológico.
Considere el uso de soluciones de limpieza con agentes tensioactivos y / o
antimicrobianos para limpiar las úlceras por presión con restos, infección confirmada,
sospecha de infección, o sospecha de niveles altos de colonización por bacterias. Un
ejemplo es Polihexanida y betaína (PHMB) {Prontosan}. Limpie la piel circundante.
DESBRIDAMIENTO: Desbride el tejido desvitalizado en el lecho de la herida o el
borde de las úlceras por presión cuando sea apropiado según el estado general de la
persona y esté en consonancia con los objetivos generales de la atención.
Seleccione el método(s) de desbridamiento más adecuado para la persona, el lecho
de la herida, y el entorno clínico. Los métodos más comunes utilizados para el
desbridamiento de las úlceras por presión son:
• quirúrgico/ cortante,
• conservador cortante,
• autolítico,
• enzimático,
• larval,
• mecánico (incluyendo ultrasonidos e hidroquirúrgico).
INFECCIÓN: Considere el diagnóstico de infección aguda diseminada si la úlcera por
presión tiene signos locales y / o sistémicos de la infección aguda, tales como:
• eritema que se extiende desde el borde de la úlcera;
• endurecimiento;
• nuevo o aumento del dolor o calor;
• drenaje purulento;
• aumento de tamaño;
• crepitación, fluctuación o decoloración en la piel circundante;
• fiebre, malestar y agrandamiento de los ganglios linfáticos;
• confusión / delirio y anorexia.
Prevenga la contaminación de la úlcera por presión
Considere el uso de antisépticos tópicos no tóxicos, en concentración adecuada para
los tejidos, durante un periodo de tiempo limitado para controlar la carga bacteriana.
Los antisépticos usados comúnmente en las heridas incluyen:
• compuestos de yodo (povidona yodada y cadexómero de yodo de liberación lenta),
• compuestos de plata (incluyendo sulfadiazina de plata),
• polihexanida y betaína (PHMB),
• clorhexidina,
• hipoclorito de sodio,
• ácido acético.
Considere el uso de antisépticos tópicos para las úlceras por presión que no avanzan
hacia cicatrización y están críticamente colonizadas / infectadas localmente.
En general, no se recomiendan antibióticos tópicos para el tratamiento de las úlceras
por presión.
- Seleccione un apósito para las heridas en base a la:
• capacidad para mantener el lecho de la herida húmedo;
• necesidad de abordar la carga bacteriana;
• naturaleza y el volumen de exudado de la herida;
• estado del tejido en el lecho de la úlcera;
• estado de la piel periulceral;
• tamaño de la úlcera, la profundidad y la ubicación;
• presencia de tuneles y / o cavitaciones;
• objetivos personales del individuo con la úlcer