Impacto de los migrantes venezolanos en el sector salud en el
distrito de Cartagena.
Los procesos de migración humana son tan antiguos como la humanidad
misma, y se han ocasionado especialmente por los cambios climáticos, las guerras y las crisis económicas. Sin embargo, se han acrecentado en la época de la globalización, la cual favorece el flujo transnacional de personas, bienes y servicios, aunque al mismo tiempo genera regulaciones y límites para el tránsito humano entre países. Aunque la migración puede ocurrir en condiciones armoniosas, en las que los migrantes se integran efectivamente a la sociedad receptora fortaleciendo la diversidad cultural, la innovación y el crecimiento económico, en muchos otros casos, en especial cuando es “irregular”, la mayoría de las personas que migran suelen tener bajos ingresos, limitadas redes sociales y dificultades de acceso a los servicios de salud y a un trabajo digno, además de que son más vulnerables tanto a la violación de sus derechos humanos como al estigma, la violencia física, la discriminación y la explotación sexual.[ CITATION Jul18 \l 13322 ] “La migración no es la que define los riesgos de salud, sino que las condiciones en que ocurre el proceso migratorio desde los lugares de origen, tránsito y destino son las que sitúan a las poblaciones en contexto de migración en una condición de vulnerabilidad” Leyva Flores, René Colombia está experimentando un proceso nuevo en su historia, por cuanto en esta materia, no se había registrado fenómenos importantes de inmigración hacia nuestro país; por el contrario, el país ha sido reconocido en el ámbito internacional por el éxodo de nacionales hacia diversos países, uno de ellos Venezuela. De esta manera, el Estado ha tenido que asumir el fenómeno migratorio procedente de Venezuela de manera concienzuda, articulando recursos y esfuerzos para afrontarlo de manera responsable. Desde el año 2014, formuló el Plan Fronteras para la Prosperidad, con acciones de todos los sectores, incluyendo salud. [ CITATION Min \l 13322 ] El gobierno colombiano ya tiene un sistema establecido para responder a las crisis, es la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres. El sistema cuenta con comités para coordinar recursos gubernamentales y de respuesta a nivel local, departamental y se manejan unos protocolos establecidos. Según datos de la Organización Internacional de las Migraciones, OIM y Acnur, más de 2 millones 300 mil venezolanos han abandonado su país. De ellos, cerca del 50 se encuentra, actualmente, radicado en Colombia. Según la veeduría ciudadana ‘Cartagena Cómo Vamos’, al departamento de Bolívar han arribado unos 40 mil hermanos venezolanos que le huyen de la política, que califican de nefasta, del Gobierno Maduro. En materia de salud, el Departamento Administrativo de Salud, Dadis, 920 mujeres venezolanas fueron atendidas el año pasado en Cartagena, y de los 54 casos de sarampión confirmado, 8 fueron en pacientes venezolanos. Frente a la evidencia de un fenómeno migratorio masivo, la comunidad internacional, las agencias intergubernamentales y las organizaciones no gubernamentales entendieron la necesidad de apoyar o complementar la acción institucional y el tema pasó a dominar el discurso público, la agenda internacional y las políticas de todos los sectores. Precisamente la rápida respuesta institucional se ha visto traducida en más de una decena de decretos, resoluciones y circulares, y también en la creación del “Plan de respuesta del sector salud al fenómeno migratorio”, el desarrollo del Registro Administrativo de Migrantes Venezolanos (RAMV) en 2018, y más recientemente el documento Conpes 3950 de 2018. El RAMV identificó 442.462 migrantes irregulares, en especial en Norte de Santander, La Guajira, Bogotá D. C. y Atlántico. Gracias al decreto 1288 de 2018, estas personas tuvieron la posibilidad de regularizarse a través del Permiso Especial de Permanencia (PEP), el cual les permite trabajar y afiliarse al sistema de salud. Este reconocimiento, en el marco de los acuerdos internacionales, obliga al Estado colombiano a proteger a esta población y propender por su inclusión social efectiva. Con respecto a la salud, el plan de respuesta ratificó que todos los migrantes tienen derecho a la atención de urgencias y a las intervenciones colectivas; asimismo garantiza la atención universal de poblaciones priorizadas niños y gestantes. Pero las personas en situación de irregularidad no se pueden afiliar al sistema de salud, y aunque la mayoría son sanos, existe una proporción con enfermedades crónicas que no recibe atención de consulta externa, solo de urgencia o a través de la atención primaria brindada por las organizaciones humanitarias. Incluso en el caso de aquellos con PEP, la mayoría aún no se encuentra afiliada, aunque se espera que esto cambie rápidamente. Las principales dificultades para garantizar el aseguramiento en salud tienen que ver con la necesidad de la regularización, que es requisito frente al Sistema de Salud y Seguridad Social, pero también, por supuesto, comprometen la garantía de financiamiento. Solo en el primer trimestre de 2018 se realizaron más de 47.000 atenciones de urgencia a migrantes, y durante todo el año pasado se atendieron más de 3.000 nacimientos en el país. Así mismo se ha hecho un esfuerzo gigantesco en garantizar coberturas de vacunación para prevenir el riesgo de enfermedades trasmisibles, además de diversas acciones colectivas. Aunque las agencias humanitarias han apoyado la realización de brigadas de atención primaria en las zonas priorizadas, la percepción de sobredemanda y la preocupación por el financiamiento ha sido señalado repetidamente por varias autoridades sanitarias en los entes territoriales.[ CITATION Joh18 \l 13322 ] Entrada bibliográfica:
Ministerio de Salud y Protección Social. (s.f.).
Montaño, J. (21 de noviembre de 2018). En Cartagena habría 35 mil migrantes venezolanos .