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TALLERES DE FORMACION INICIAL.

MODULO I Pág.
LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN
1. HISTORIA DE LA SALVACIÓN…………………………………………………………………. 02
1.1. ANTIGUO TESTAMENTO……………………………………………………………........ 02
1.2. NUEVO TESTAMENTO (CUMPLIMIENTO DE LA PROMESA,
LA PLENITUD DE LOS TIEMPOS)………………………………………………........... 12
1.3. EJECUCIONDEL PLAN DE SALVACION: LA VIDA PUBLICA DE JESÚS……….… 14
1.3.1. BATISMO DE JESÚS…………………………………………………………………. 14
1.3.2. PASION, MUERTE Y RESURRECCION…………………………………………… 16
1.4. LA IGLESIA CATOLICA VERDADERA Y UNICA
IGLESIA FUNDADA POR JESUCRISTO………………………………………………… 19
1.4.1. EL PAPA CABEZA VISIBLE DE LA IGLESIA……………………………………… 19
1.4.2. MISION EVANGELIZADORA………………………………………………………… 22
1.4.3. IGLESIA JERARQUICA………………………………………………………………. 24
1.4.4. UNIDAD DE LOS FELIGRESES:
CRISTO CABEZA DE LA IGLESIA…………………………………………………………. 26
MODULO II
SAGRADAS ESCRITURAS
2. SAGRADAS ESCRITURAS……………………………………………………………………… 29
2.1. HISTORIA Y ORIGEN………………………………………………………………………. 27
2.2. ESTRUCTURA………………………………………………………………..................... 30
2.3. COMENTARIOS……………………………………………………………………………. 31
MODULO III
LOS SACRAMENTOS
3. LOS SACRAMENTOS: PLENITUD DE LOS MEDIOS DE
SALVACION DEJADOS POR JESUCRISTO…………………………………………………… 33
3.1. BAUTISMO……………………………………………………………………………………. 35
3.2. ORDEN SACERDOTAL……………………………………………………………………… 36
3.3. SACRAMENTO DE LA RECONCILIACION……………………………………………….. 38
3.4. CONFIRMACION……………………………………………………………………………... 41
3.5. EUCARISTIA………………………………………………………………………………….. 43
3.6. UNCION DE LOS ENFERMOS……………………………………………………………... 49
3.7. MATRIMONIO………………………………………………………………………………… 50
MODULO IV
MARÍA AUXILIO DE LOS CRISTIANOS Y DISCIPULA PRIMERA DE JESUS
4. MARÍA, AUXULIO DE LOS CRISTIANOS Y DISCIPULA
PRIMERA DE JESÚS……………………………………………………………………………… 56
4.1. DIFERENCIA ENTRE VENERAR Y ADORAR; USO DE IMÁGENES
DENTRO DE LA IGLESIA CATOLICA……………………………………………………... 49
4.2. MARÍA EN EL PLAN SALVIFICO DE DIOS,
MODELO DE OBEDIENCIA Y SANTIDAD………………………………………………... 52
4.3. LA SANA DOCTRINA Y LOS FALSOS PROFETAS……………………………………... 62
MODULO V
HIJOS DE DIOS Y HERMANOS DE CRISTO
5. ¿QUE IMPLICA SER HIJOS DE DIOS, Y POR TANTO
HERMANOS EN LA FE PROFESADA A CRISTO?........................................................... 69
5.1. BAUTISMO, ADOPCION DE DIOS COMO SUS HIJOS………………………………… 69
5.2. HIJOS DE DIOS, HERMANOS EN CRISTO………………………………………………. 70
5.3. COMPORTAMIENTO ESPERADO POR DIOS
DE NOSOTROS SUS HIJOS……………………………………………………………….. 71
5.4. ESPÍRITU SANTO: DADOR DE LA CIUDADANIA CELESTIAL……………………….. 72
5.5. FALLAS EN NUESTRO OBRAR QUE NOS APARTAN DE DIOS…………………….. 74
MODULO VI.
VIDA DEL LAICO COMPROMETIDO
6. VIDA DEL LAICO COMPROMETIDO……………………………………………………………. 78
6.1. NO A LA MUNDANIDAD ESPIRITUAL…………………………………………………… 80
6.2. NO A LA GUERRA ENTRE NOSOTROS……………………………………………….. 81

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TALLERES DE FORMACION INICIAL.

MODULO I LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN

1. HISTORIA DE LA SALVACIÓN

1.1. ANTIGUO TESTAMENTO


Dios tiene un plan maestro para cada uno de nosotros, un plan primario, en el cual el
moldea todas las gracias y dadivas de su amor que con largueza desea derramar en
nosotros, para unirnos a su divinidad por siempre; pero, somos nosotros los que
cambiamos ese plan que Dios tiene para nosotros ya trazado desde antes de la creación
del mundo.

SALMO 138,14-16
14 yo te doy gracias por tantas maravillas: prodigio soy, prodigios son tus obras. Mi alma
conocías cabalmente,
15 y mis huesos no se te ocultaban, cuando era yo formado en lo secreto, tejido en las
honduras de la tierra.
16 Mi embrión tus ojos lo veían; en tu libro están inscritos todos los días que han sido
señalados, sin que aún exista uno solo de ellos.

Son nuestras malas acciones las que cambian ese plan inicial que Dios tiene para
nosotros, por ejemplo cuando pecamos, cuando nos habla, y rechazamos la gracia de
Dios por nuestra dureza de corazón, pero, Dios sigue buscando la manera de que su plan
se ejecute, debemos dejarlo obrar, ser dóciles a sus divinas inspiraciones para lograr que
su plan se lleve a cabo plenamente.

El antiguo testamento narra la historia de Dios detrás del hombre, anhelando darle su
amor, de que lo ame como Él lo ama, y como desde la creación del mundo el hombre era
el deleite del Señor, estaba maravillado con su creatura, tanto la amaba que la hizo a
imagen y semejanza suya, ya haciéndonos partícipes de su divinidad, llamándonos a la
santidad. Veamos esta gran verdad en las sagradas escrituras.

GENESIS 1-26
26 Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra,
y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las
alimañas terrestres, y todas las sierpes que serpean por la tierra.

Y vemos en el verso 31 que Dios al terminar el día y concluir al hombre dijo que estaba
muy bien.

Dios estaba feliz de habernos creado; se paseaba por el jardín del Edén buscándonos

GENESIS 3,8-9
8 Oyeron luego el ruido de los pasos de Yahveh Dios que se paseaba por el jardín a la
hora de la brisa, y el hombre y su mujer se ocultaron de la vista de Yahveh Dios por entre
los árboles del jardín.
9 Yahveh Dios llamó al hombre y le dijo: « ¿Dónde estás?»

Los dos debían amar a Dios y amarse; esta fue la Primera Alianza. No fatiga, no trabajo;
desconocida la muerte y su miedo.

En SABIDURIA 1,13-14 dice

2
13 que no fue Dios quien hizo la muerte ni se recrea en la destrucción de los vivientes;
14 él todo lo creó para que subsistiera, las criaturas del mundo son saludables, no hay en
ellas veneno de muerte ni imperio del Hades sobre la tierra,

Luego en SABIDURIA 2, 23-24 nos dice:


23 Porque Dios creó al hombre para la incorruptibilidad, le hizo imagen de su misma
naturaleza;
24 más por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los que le
pertenecen.

Así pues, Dios por amor nos colocó en el paraíso, y, por querer ser más que Dios, se dejó
Eva tentar por la serpiente e hizo pecar a Adán, y Dios vio el pecado de su amada
creatura, y nos expulsó del paraíso por comer del árbol de la ciencia del bien y del mal; el
cual nos lo había prohibido: y prevenir que comiéramos del árbol de la vida eterna. Esto lo
vemos en:

GENESIS 3,22
22 Y dijo Yahveh Dios: « ¡He aquí que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros,
en cuanto a conocer el bien y el mal! Ahora, pues, cuidado, no alargue su mano y tome
también del árbol de la vida y comiendo de él viva para siempre.»

Pero, ¿por qué razón estaría preocupado Dios de que viviéramos para siempre? Porque
al desobedecerle caímos en pecado y si vivíamos para siempre viviríamos para siempre
en pecado, llevando una eterna condenación lejos de su amor y del paraíso.

La primera Desobediencia trajo aparejado el primer Castigo: el Destino. El Varón fue


condenado al trabajo, la Mujer, al parto. El trabajo es penoso, mas da el premio de las
cosechas; el parto es penoso, pero tiene el consuelo de los hijos. Vemos pues que el
trabajo, la rutina del diario vivir, el estrés, traen el sustento por el cual podemos por la
gracia de Dios cubrir nuestras necesidades y las de nuestras familias. Y las mujeres a
través de los sufrimientos y congojas del embarazo, obtienen el gozo y el amor de los
hijos, y son participes junto a Dios, del maravilloso don de la vida.

Luego vemos como poco a poco el hombre fue errando y errando en sus acciones, Caín
mata a su hermano Abel, creció la maldad en el corazón del hombre, pues teniendo a su
alcance hacer el bien escogía hacer el mal; Dios para que el alma que nos dio no
estuviera lejos de él mucho tiempo, pues busca es estar unido a nosotros, que seamos
uno con él, restó años a la vida del hombre.

GENESIS 6,3
3 Entonces dijo Yahveh: «No permanecerá para siempre mi espíritu en el hombre, porque
no es más que carne; que sus días sean 120 años.»

Pausa viene la lámina-Dios envió el segundo Castigo, Para purificar la tierra en un


inmenso Bautismo, Dios envió el diluvio y toda vida fue exterminada, mas sin
embargo,Noé hallo gracia ante Dios, y le ordeno construir el arca, en la cual solo Noé, los
hijos de Noé, sus esposas y la esposa de él y una pareja de cada especie de animales se
salvaron, y allí estableció Dios la segunda alianza, donde jamás destruiría otra vez la
tierra, y para recordarla creo el arcoíris.

Empezaron con Noé los antiguos tiempos felices de los Patriarcas: Pastores errantes,
jefes centenarios, que vagaban entre la Caldea y el Egipto en busca de pasturaje, de
abrevaderos y de paz. No tenían patria estable, ni casas, ni ciudades.

3
Pasados los años llega la tercera alianza, la promesa a Abraham, el padre de la Fe,

GENESIS 12,1-3
1 Yahveh dijo a Abram: «Vete de tu tierra, y de tu patria, y de la casa de tu padre, a la
tierra que yo te mostraré.
2 De ti haré una nación grande y te bendeciré. Engrandeceré tu nombre; y sé tú una
bendición.
3 Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te maldigan. Por ti se
bendecirán todos los linajes de la tierra.»

GENESIS 13,16
16 Haré tu descendencia como el polvo de la tierra: tal que si alguien puede contar el
polvo de la tierra, también podrá contar tu descendencia.

GENESIS 15,5-6
5 Y sacándole afuera, le dijo: «Mira al cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas.» Y
le dijo: «Así será tu descendencia.»
6 Y creyó él en Yahveh, el cual se lo consideró por justicia.

Abraham confío en la promesa de Dios, y esa fe en él lo convirtió en el padre de la fe, y


aunque su descendencia estaría en esclavitud 400 años, serian liberados por Dios con
gran hacienda y le daría la tierra prometida en herencia.

GÉNESIS 17, 1-6


1 Cuando Abram tenía 99 años, se le apareció Yahveh y le dijo: «Yo soy El Sadday, anda
en mi presencia y sé perfecto.
2 Yo establezco mi alianza entre nosotros dos, y te multiplicaré sobremanera.»
3 Cayó Abram rostro en tierra, y Dios le habló así:
4 «Por mi parte he aquí mi alianza contigo: serás padre de una muchedumbre de pueblos.
5 No te llamarás más Abram, sino que tu nombre será Abraham, pues padre de
muchedumbre de pueblos te he constituido.
6 Te haré fecundo sobremanera, te convertiré en pueblos, y reyes saldrán de ti

Bendijo pues Dios a Abraham y sello su alianza con él y su descendencia; y a los 100
años de él y los 99 se su esposa Sara, Dios le permitió tener a su hijo Isaac, aunque
también bendijo a su hijo Ismael que tuvo con la esclava de Sara que se llamaba Agar.

En génesis 22 relatan las sagradas escrituras que Dios le pidió a Abraham ofreciera a su
hijo Isaac en holocausto, y no se lo negó Abraham y al momento de estar listo para clavar
el cuchillo en su hijo el ángel del Señor lo llamo del cielo y le detuvo; por su obediencia y
no reservase para sí mismo aquello que más quería, su hijo único, Dios juró por si mismo
las bendiciones para él y toda su descendencia.

GENESIS 22,16-18
16 y dijo: «Por mí mismo juro, oráculo de Yahveh, que por haber hecho esto, por no
haberme negado tu hijo, tu único,
17 yo te colmaré de bendiciones y acrecentaré muchísimo tu descendencia como las
estrellas del cielo y como las arenas de la playa, y se adueñará tu descendencia de la
puerta de sus enemigos.
18 Por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, en pago de haber
obedecido tú mi voz.»

4
Y entre Yahveh y Abraham se selló la Tercera Alianza, más solemne que las dos
precedentes; alianza que se extendió a sus hijos Isaac y Jacob.

Jacob es llamado Israel por Dios en Génesis 35,10, y en su ancianidad tiene a su hijo
José y benjamín. Ellos son pastores de ovejas lo mismo que sus otros 10 hermanos.

José tenía 17 años cuando ayudaba a sus hermanos a pastorear el rebaño, pero sus
hermanos le tenían envidia y odio, por ser el favorito de Jacob y tener sueños proféticos,
en donde él decía que ellos se inclinarían a reverenciarlo.
Cierto día lo envió Jacob a ayudar a sus hermanos y estos planearon asesinarlo, mas su
hermano Rubén pidió no lo mataran y lo arrojaron a un pozo, donde unos mercaderes
ismaelitas lo vieron y fue vendido como esclavo en Egipto.

El tenia la protección de Dios, por lo que en todas las actividades que emprendía, le iba
bien. Un día estaba atendiendo una prisión y había 2 eunucos del faraón, y ambos habían
tenido un sueño, el cual él los interpreto, y se cumplieron tal cual como lo había dicho.

Faraón tuvo un sueño y nadie, ni magos ni concejeros de su reino podían interpretarlo; y


el eunuco recordó que José se lo interpreto e informo a faraón, José tenía 30 años
cuando explico el significado a faraón de su sueño, vaticinando 7 años de gran
abundancia y luego 7 años de gran escases.

Faraón colocó a José como jefe de todo Egipto, solo el mismo faraón sería más grande
que él, y José se encargo de administrar las cosechas en la abundancia y guardarlas, y
durante la escases, de distribuir el grano a Egipto y a todos los pueblos vecinos que iban
a comprar comida.

Luego sus hermanos bajan a Egipto por orden de Israel, a abastecerse de grano durante
los 2 primeros años de la gran hambruna; José reconoce a sus hermanos y en algunos
encuentros con ellos, se revela como su hermano y va donde su padre Jacob y lo lleva
consigo a Egipto y a todo el pueblo. Fueron 70 personas las que entraron a Egipto.

Los hebreos creen haber encontrado una patria y crecen allí en número y riquezas, se
multiplicaron en gran manera. Pero se dejan seducir por los dioses de Egipto y Yahveh
prepara el tercer castigo. Los egipcios, envidiosos, los reducen a miserable esclavitud. El
Señor, a fin de que el castigo sea más prolongado, permite que el corazón de Faraón se
endurezca; pero, por último, suscita el Segundo Salvador que los saca de las torturas y
del fango.

Llega el tiempo de cumplir la promesa de Dios a Abraham, Escoge Dios a Moisés para
liberar al pueblo de Israel, y es aquí donde Dios da su sagrado nombre

EXODO 3,6-10. 14-15


6 Y añadió: «Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de
Jacob.» Moisés se cubrió el rostro, porque temía ver a Dios.
7 Dijo Yahveh: «Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo en Egipto, y he escuchado su
clamor en presencia de sus opresores; pues ya conozco sus sufrimientos.
8 He bajado para librarle de la mano de los egipcios y para subirle de esta tierra a una
tierra buena y espaciosa; a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, de
los hititas, de los amorreos, de los perizitas, de los jivitas y de los jebuseos.
9 Así pues, el clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto además la opresión
con que los egipcios los oprimen.

5
10 Ahora, pues, ve; yo te envío a Faraón, para que saques a mi pueblo, los israelitas, de
Egipto.»

14 Dijo Dios a Moisés: «Yo soy el que soy.» Y añadió: «Así dirás a los israelitas: “Yo soy”
me ha enviado a vosotros.»
15 Siguió Dios diciendo a Moisés: «Así dirás a los israelitas: Yahveh, el Dios de vuestros
padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a
vosotros. Este es mi nombre para siempre, por él seré invocado de generación en
generación.»

Yahveh es una forma del verbo havah (ser, existir) y significa yo soy el que es. Dios al
darse este nombre quiso hacer ver a los israelitas que él es el único Dios que existe, que
no necesita de nadie para ser, puesto que el pueblo hebreo era politeísta, que creían en
muchos Dioses, quiso inculcarles el monoteísmo, es decir, que lo adoraran solo a él,
quien es Dios único y verdadero.

En las sagradas escrituras Dios es llamado de distintas maneras:

EXODO 6-3 COMO SADDAY (que significa dios de la montaña)


3 Me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como El Sadday; pero mi nombre de Yahveh
no se lo di a conocer.

EXODO 15-17 COMO ADONAY (que significa el Señor)


17 Tú le llevas y le plantas en el monte de tu herencia, hasta el lugar que tú te has
preparado para tu sede, ¡oh Yahveh! Al santuario, Adonay, que tus manos prepararon.

El nombre de Dios era muy respetado por los hebreos, puesto que este era el nombre que
Él mismo se había dado.

Cuando leían las escrituras, siendo el idioma hebreo consonántico, se escribían solo las
consonantes; ellos de memoria debía saber que vocales debían colocar para poder
pronunciar las palabras. En el caso del tetragrama YHVH para pronunciar yahveh ellos lo
sustituían por Adonay, y con el pasar del tiempo quedo en el olvido como debía
pronunciarse el nombre de Yahveh.

En la edad media entre el 1000 y 1500 mientras los hebraístas empezaron a ponerle las
vocales para traducir el idioma hebreo consiguieron dificultades para el tetagrama YHVH;
en español JHVH.

Para solucionarlo ya habiendo quedado en el olvido como se pronunciaba usaron las


vocales del nombre Adonay (o edonay) y las colocaron entre las consonantes formando el
nombre de J e H o V a H en latín.

Esta es una mala traducción del verdadero nombre de Dios Yahveh, por tanto la palabra
Jehová no existe.

En el nuevo testamento no se pronuncia el nombre de Yahveh pero los protestantes


pusieron 237 veces el nombre de Jehová, desmeritando a Cristo con ello, puesto que él
vino al mundo a presentarnos a Dios como Padre Amoroso.

Continuando con la historia de la salvación; Dios siempre se ha servido del hombre para
ejecutar su obra, busca cambiar el corazón duro y ciego del hombre a fuerza de su amor,
de que lo amemos como él nos ama, su plan es que tanto le amemos, que él y nosotros

6
seamos una misma cosa. Moisés pues libera a Israel del yugo de faraón luego de que
Dios enviara a Egipto las 10 plagas; y cruzaran el mar a pie, y Dios establece una 4ta
alianza con su pueblo nuevamente en la historia de la salvación.

EXODO 19,4-6
4 “Ya habéis visto lo que he hecho con los egipcios, y cómo a vosotros os he llevado
sobre alas de águila y os he traído a mí.
5 Ahora, pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi alianza, vosotros seréis mi
propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra;
6 seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.” Estas son las palabras que
has de decir a los hijos de Israel.»

Dios mando a Moisés a subir al monte Sinaí y transcurridos más de 40 días le entrego las
tablas con los mandamientos.

EXODO 31,18
18 Después de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le dio las dos tablas del Testimonio,
tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios.

Pero tan infieles somos incluso aun después de que Dios obra en nuestras vidas
demostrándonos constantemente su amor, su misericordia, que en ese lapso de tiempo el
pueblo le pidió a Aarón le hiciera un dios porque ya Moisés no llegaba y les construyo un
becerro de oro. Claro la respuesta de Dios al insistir nosotros en apartarnos de su plan de
salvación no fue la más grata:

EXODO 32, 7-10


7 Entonces habló Yahveh a Moisés, y dijo: «¡Anda, baja! Porque tu pueblo, el que sacaste
de la tierra de Egipto, ha pecado.
8 Bien pronto se han apartado del camino que yo les había prescrito. Se han hecho un
becerro fundido y se han postrado ante él; le han ofrecido sacrificios y han dicho: “Este es
tu Dios, Israel, el que te ha sacado de la tierra de Egipto.”»
9 Y dijo Yahveh a Moisés: «Ya veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz.
10 Déjame ahora que se encienda mi ira contra ellos y los devore; de ti, en cambio, haré
un gran pueblo.»

Intercedió Moisés por el pueblo de Israel, de manera que Dios lo perdono, a pesar de ser
tan duros de corazón.

Vemos constantemente como el pueblo de Israel se queja una y otra vez contra Dios y
contra Moisés. Moisés, triste como todos los Profetas, no comprendido por los suyos
como todos los Salvadores, seguido a disgusto como todos los Descubridores de nuevas
tierras, arrastra en pos de sí, a duras penas, la muchedumbre reacia y discutidora y pide a
Dios lo haga dormir para siempre. Pero Yahveh quiere a toda costa sellar la Cuarta
Alianza con su pueblo.

Sin embargo, la prueba no ha terminado. Vagan por el desierto por espacio de cuarenta
años: una nube de humo los guía durante el día, una columna de fuego durante la noche.
Dios les ha prometido una tierra maravillosa, rica en hierbas y aguas, sombrada por
viñedos y olivares; pero, entre tanto, carecen de agua que beber
y de pan que comer y echan de menos las cebollas y los dioses de Egipto. Hace Dios
llover el maná y las codornices del cielo; pero sus constantes quejas y murmuraciones
contra Él y contra Moisés, les hacen merecedores de castigos, como el caso de las

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serpientes abrazadoras, quien era mordido por una de estas serpientes moría, mas por
misericordia ordeno a Moisés construir una imagen de dicha serpiente y elevarla en un
mástil; y quien la viera al ser mordido se salvaba. Hizo también brotar el agua de la peña;
Moisés no verá la tierra prometida, el nuevo Paraíso que conquistar en lugar del perdido
por haber dudado y dar dos golpes en la peña cuando era uno. Josué será el que lleve al
pueblo a la tierra prometida, pero los Hebreos, cansados e inquietos, vuelven las espaldas
a su Dios.

Pero la promesa de Dios subsiste: al final de peregrinar por 40 años en el desierto habían
vuelto al punto inicial en cades. Josué y los otros héroes vadean el Jordán, penetran en
la tierra de Canaán y subyugan a los pueblos.

El pueblo lleva consigo al Dios de las batallas, oculto detrás de las tiendas, en un carro
arrastrado por bueyes.

Mas los enemigos son numerosos y no quieren ceder el campo a los recién llegados. Los
Hebreos andan errantes de acá para allá, pastores y bandoleros, victoriosos cuando
guardan lo impuesto por la Ley, vencidos cuando lo olvidan.

Los héroes solos no bastan, son necesarios también los Reyes. Un joven de la tribu de
Benjamín, alto y bien formado, mientras va por las burras de su padre, que habían huido,
se encuentra con un Profeta que vierte sobre su cabeza el aceite sagrado y lo hace rey de
todo el Pueblo.

Saúl convertido en un Guerrero poderoso, derrota a los Amonitas y a los Amalecitas y


funda un reino militar, temido por los vecinos. Pero el mismo profeta que lo hizo rey,
enojado con él, le suscita un rival.

David, Adolescente Pastor, mata al gigante enemigo del Rey, dulcifica con el arpa las
iracundas melancolías de éste, es amado por el primogénito del Rey, se casa
con la hija del Rey, se cuenta entre los capitanes del Rey. Pero Saúl, desconfiado y
frenético, quiere matarlo.

David se esconde en las grutas de las montañas, se hace jefe de fugitivos, se pone al
servicio de los Filisteos y, cuando éstos han vencido a Saúl en las colinas de Gelboé,
se convierte, a su vez, en Rey de todo Israel.

Sella Dios su quinta alianza con David.

2 SAMUEL 7,12-16
12 Y cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después
de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré el trono de su realeza.
13 (El constituirá una casa para mi Nombre y yo consolidaré el trono de su realeza para
siempre.)
14 Yo seré para él padre y él será para mí hijo. Si hace mal, le castigaré con vara de
hombres y con golpes de hombres,
15 pero no apartaré de él mi amor, como lo aparté de Saúl a quien quité de delante de mí.
16 Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí; tu trono estará firme,
eternamente.»

El Pastor temerario, grande como Poeta y como Rey, pero cruel y lascivo, funda su casa
en Jerusalén y con el auxilio de sus valientes, vence y subyuga a todos los reyes vecinos.
Por primera vez el hebreo es temido. Por siglos y siglos suspirará por la vuelta de David y
pondrá sus esperanzas en un descendiente suyo, que lo salve de la abyección.

8
David es el Rey de la Espada y del Canto. Salomón es el Rey de Oro y de la Sabiduría.
Pero todo el esplendor del Oro y de la Sabiduría de Salomón no basta para salvar al Rey
de la impureza y al reino de la ruina. Hace esposas suyas a las mujeres
extranjeras y adora a los dioses extranjeros. El Señor perdona su vejez, recordando los
méritos de su juventud; mas apenas muere, su reino se divide y empiezan los
siglos obscuros y vergonzosos de la decadencia. Conjuraciones palaciegas, asesinatos
de reyes, motines de jefes, guerras fratricidas y desgraciadas, períodos de
desvergonzada idolatría seguidos de efímeros arrepentimientos llenan los tiempos de la
Separación.

Entonces llega el tiempo de los profetas.

El Profeta es aquel que ve, con el corazón turbado pero límpido el ojo, el mal que reina
hoy, el castigo que vendrá mañana, el reinado feliz que sucederá al castigo y a la
penitencia. Es la voz de quien no puede hablar, la mano de quien no sabe escribir, el
defensor del pueblo disperso y vejado, el abogado de los pobres, el vengador del humilde
que llora bajo los pies del poderoso. No está nunca a favor de quien tiraniza sino de quien
está oprimido; no va con los hartos y los avaros, pero sí con los hambrientos y los
miserables.

Su corazón se deshace en la aflicción, su boca está llena de amargura, su brazo se


levanta para mostrar el castigo; sufre por su pueblo, lo llena de vituperios porque lo ama,
le anuncia los castigos para que se purifique y, más allá de las matanzas y del fuego,
señala la resurrección, el triunfo y la felicidad, el reinado del nuevo David y la Alianza que
nunca jamás será renegada.

El Profeta es una voz que habla en nombre de Dios, una mano que escribe bajo el dictado
de Dios; es un mensajero mandado por Dios a amonestar a quien ha equivocado el
camino, a quien se ha olvidado de la Alianza, a quien es descuidado en la guardia. Es el
secretario, el intérprete, y el enviado de Dios; es, por consiguiente, superior al rey que no
obedece a Dios, al sacerdote que no comprende a Dios, al filósofo que niega a Dios, al
pueblo que ha dejado a Dios para correr en pos de los ídolos de madera y de piedra.

El Profeta hace que los idólatras vuelvan de nuevo al verdadero Dios; recuerda a los
traidores sus juramentos, a los malos la caridad, a los corrompidos la pureza, a los
feroces la misericordia, a los reyes la justicia, a los rebeldes la obediencia, a los
pecadores el castigo, a los orgullosos la humillación. Se presenta al rey y le regaña,
desciende los corrompidos del pueblo y lo mortifica, se acerca a los sacerdotes y los
afrenta, enrostra a los ricos y les da una buena reprimenda. Anuncia a los pobres el
consuelo, a los afligidos la recompensa, a los llagados la salud, a la plebe esclava la
liberación, al pueblo humillado la venida del Vencedor.

Se levantan los Profetas para amonestar; pero los reyes no los escuchan o los expulsan.
Amós es desterrado de Israel por Amasias, sacerdote de Betel; Urías es condenado a
muerte por el rey Joaquín; Isaías es mandado matar por orden de Manases; Zacarías es
degollado entre el templo y el altar; Jonás es arrojado al mar, etc. El ultimo profeta fue
Juan el bautista, señalado para preparar la llegada del Mesías en MALAQUIAS 3 (1 He
aquí que yo envío a mi mensajero a allanar el camino delante de mí, y enseguida vendrá
a su Templo el Señor a quien vosotros buscáis; y el Ángel de la alianza, que vosotros
deseáis, he aquí que viene, dice Yahveh Sebaot).

Los enemigos de Israel se rehacen; los Fenicios, los Egipcios, los Asirios, los Babilonios
con frecuencia invaden los dos reinos, los hacen tributarios y, finalmente, casi seiscientos

9
años antes del nacimiento de Jesús, Jerusalén es destruida, el templo de Yahveh es
destruido y los Hebreos son llevados esclavos a las orillas de los ríos de Babilonia. Se
había colmado la medida de las infidelidades y de los pecados, y el mismo Dios que los
ha librado de la cautividad de los egipcios los entrega cautivos a los babilonios. Es el
Cuarto Castigo y el más tremendo de todos porque no tendrá fin.

Durante estas 5 alianzas en las sagradas escrituras, vemos como se profetizo


constantemente la venida del mesías, del Cristo, con el cual se sellaría la alianza perfecta
y eterna.

DETERONOMIO 18(18Yo les suscitaré, de en medio de sus hermanos, un profeta


semejante a ti, pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que yo le mande.19 Si
alguno no escucha mis palabras, las que ese profeta pronuncie en mi nombre, yo mismo
le pediré cuentas de ello). JEREMIAS 31(31 He aquí que días vienen - oráculo de Yahveh
- en que yo pactaré con la casa de Israel (y con la casa de Judá) una nueva alianza; 32 no
como la alianza que pacté con sus padres, cuando les tomé de la mano para sacarles de
Egipto; que ellos rompieron mi alianza, y yo hice estrago en ellos - oráculo de Yahveh -.
33 Sino que esta será la alianza que yo pacte con la casa de Israel, después de aquellos
días - oráculo de Yahveh -: pondré mi Ley en su interior y sobre sus corazones la
escribiré, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. 34 Ya no tendrán que adoctrinar más
el uno a su prójimo y el otro a su hermano, diciendo: «Conoced a Yahveh», pues todos
ellos me conocerán del más chico al más grande - - oráculo de Yahveh - cuando perdone
su culpa, y de su pecado no vuelva a acordarme).ISAIAS 43 (25 Era yo, yo mismo el que
tenía que limpiar tus rebeldías por amor de mí y no recordar tus pecados).ISAIAS 9 (5
Porque una criatura nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. Estará el Señorío sobre su
hombro, y se llamará su nombre «Maravilla de Consejero», «Dios Fuerte», «Siempre
Padre», «Príncipe de Paz». 6 Grande es su Señorío y la paz no tendrá fin sobre el trono
de David y sobre su reino, para restaurarlo y consolidarlo por la equidad y la justicia,
Desde ahora y hasta siempre, el celo de Yahveh Sebaot hará eso). ISAIAS 6 (10 Engorda
el corazón de ese pueblo hazle duro de oídos, y pégale los ojos, no sea que vea con sus
ojos. y oiga con sus oídos, y entienda con su corazón, y se convierta y se le cure.»).
ISAIAS 8(14 Será un santuario y piedra de tropiezo y peña de escándalo para entrambas
Casas de Israel; lazo y trampa para los moradores de Jerusalén). ZACARIAS 9 (9 ¡Exulta
sin freno, hija de Sión, grita de alegría, hija de Jerusalén! He aquí que viene a ti tu rey:
justo él y victorioso, humilde y montado en un asno, en un pollino, cría de asna).ISAIAS
61 (1 El espíritu del Señor Yahveh está sobre mí, por cuanto que me ha ungido Yahveh. A
anunciar la buena nueva a los pobres me ha enviado, a vendar los corazones rotos; a
pregonar a los cautivos la liberación, y a los reclusos la libertad; 2 a pregonar año de
gracia de Yahveh, día de venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los que
lloran).ISAIAS 29 (19 los pobres volverán a alegrarse en Yahveh, y los hombres más
pobres en el Santo de Israel se regocijarán. 20 Porque se habrán terminado los tiranos, se
habrá acabado el hombre burlador, y serán exterminados todos los que desean el mal).
ISAIAS 35 (4 Decid a los de corazón intranquilo: ¡Animo, no temáis! Mirad que vuestro
Dios viene vengador; es la recompensa de Dios, él vendrá y os salvará. 5 Entonces se
despegarán los ojos de los ciegos, y las orejas de los sordos se abrirán. 6 Entonces
saltará el cojo como ciervo, y la lengua del mudo lanzará gritos de júbilo. Pues serán
alumbradas en el desierto aguas, y torrentes en la estepa).ISAIAS 42 (6 Yo, Yahveh, te
he llamado en justicia, te así de la mano, te formé, y te he destinado a ser alianza del
pueblo y luz de las gentes, 7 para abrir los ojos ciegos, para sacar del calabozo al preso,
de la cárcel a los que viven en tinieblas). ISAIAS 53 (2 Creció como un retoño delante de
él, como raíz de tierra árida. No tenía apariencia ni presencia; (le vimos) y no tenía
aspecto que pudiésemos estimar. 3 Despreciable y desecho de hombres, varón de
dolores y sabedor de dolencias, como uno ante quien se oculta el rostro, despreciable, y

10
no le tuvimos en cuenta. 4 ¡Y con todo eran nuestras dolencias las que él llevaba y
nuestros dolores los que soportaba! Nosotros le tuvimos por azotado, herido de Dios y
humillado. 5 El ha sido herido por nuestras rebeldías, molido por nuestras culpas. El
soportó el castigo que nos trae la paz, y con sus cardenales hemos sido curados.6 Todos
nosotros como ovejas erramos, cada uno marchó por su camino, y Yahveh descargó
sobre él la culpa de todos nosotros. 7 Fue oprimido, y él se humilló y no abrió la boca.
Como un cordero al degüello era llevado, y como oveja que ante los que la trasquilan está
muda, tampoco él abrió la boca. 8 Tras arresto y juicio fue arrebatado, y de sus
contemporáneos, ¿quién se preocupa? Fue arrancado de la tierra de los vivos; por las
rebeldías de su pueblo ha sido herido; 9 y se puso su sepultura entre los malvados y con
los ricos su tumba, por más que no hizo atropello ni hubo engaño en su boca. 10 Mas
plugo a Yahveh quebrantarle con dolencias. Si se da a sí mismo en expiación, verá
descendencia, alargará sus días, y lo que plazca a Yahveh se cumplirá por su mano. 11
Por las fatigas de su alma, verá luz, se saciará. Por su conocimiento justificará mi Siervo a
muchos y las culpas de ellos él soportará. 12 Por eso le daré su parte entre los grandes y
con poderosos repartirá despojos, ya que indefenso se entregó a la muerte y con los
rebeldes fue contado, cuando él llevó el pecado de muchos, e intercedió por los rebeldes.
SALMO 109 (3 con palabras de odio me envuelven, me atacan sin razón. 4 En pago de
mi amor, se me acusa, y yo soy sólo oración; 5 se me devuelve mal por bien y odio por mi
amor). SALMO 22 (16 Perros innumerables me rodean, una banda de malvados me
acorrala como para prender mis manos y mis pies. 17 Puedo contar todos mis huesos;
ellos me observan y me miran, 18repártense entre sí mis vestiduras y se sortean mi
túnica).ZACARIAS 12 (10 derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de
Jerusalén un espíritu de gracia y de oración; y mirarán hacia mí. En cuanto a aquél a
quien traspasaron, harán lamentación por él como lamentación por hijo único, y le llorarán
amargamente como se llora amargamente a un primogénito). SALMO 72 (11 todos los
reyes se postrarán ante él, le servirán todas las naciones. 12 Porque él librará al pobre
suplicante, al desdichado y al que nadie ampara; 13 se apiadará del débil y del pobre, el
alma de los pobres salvará). ISAIAS 60 (2 Pues mira cómo la oscuridad cubre la tierra, y
espesa nube a los pueblos, mas sobre ti amanece Yahveh y su gloria sobre ti aparece. 3
Caminarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu alborada. 4 Alza los ojos
en torno y mira: todos se reúnen y vienen a ti. Tus hijos vienen de lejos, y tus hijas son
llevadas en brazos).ISAIAS 55 (3 Aplicad el oído y acudid a mí, oíd y vivirá vuestra alma.
Pues voy a firmar con vosotros una alianza eterna: las amorosas y fieles promesas
hechas a David. 4 Mira que por testigo de las naciones le he puesto, caudillo y legislador
de las naciones. 5 Mira que a un pueblo que no conocías has de convocar, y un pueblo
que no te conocía, a ti correrá por amor de Yahveh tu Dios y por el Santo de Israel,
porque te ha honrado).ISAIAS 63(8 Dijo él: «De cierto que ellos son mi pueblo, hijos que
no engañarán.» Y fue él su Salvador 9 en todas sus angustias. No fue un mensajero ni un
ángel: él mismo en persona los liberó. Por su amor y su compasión él los rescató: los
levantó y los llevó todos los días desde siempre).

También se profetizo sobre la Virgen María,

GENESIS 3,15
15 Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza
mientras acechas tú su calcañar.»

A este respecto aprovecharemos de señalar brevemente el dogma de fe de la inmaculada


concepción de la Virgen María. Vemos en este pasaje de las escrituras como se proclama
la enemistad entre la mujer y su linaje, por una parte, y la serpiente y su descendencia,
por otra. Se trata de una hostilidad expresamente establecida por Dios, que cobra un
relieve singular si consideramos la cuestión de la santidad personal de la Virgen. Para ser

11
la enemiga irreconciliable de la serpiente y de su linaje, María debía estar exenta de todo
dominio del pecado. Y esto desde el primer momento de su existencia.

La encíclica Fulgens corona, publicada por el Papa Pío XII en 1953 para conmemorar el
centenario de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, argumenta así: «Si
en un momento determinado la santísima Virgen María hubiera quedado privada de la
gracia divina, por haber sido contaminada en su concepción por la mancha hereditaria del
pecado, entre ella y la serpiente no habría ya -al menos durante ese período de tiempo,
por más breve que fuera- la enemistad eterna de la que se habla desde la tradición
primitiva hasta la solemne definición de la Inmaculada Concepción, sino más bien cierta
servidumbre»

La absoluta enemistad puesta por Dios entre la mujer y el demonio exige, por tanto, en
María la Inmaculada Concepción, es decir, una ausencia total de pecado, ya desde el
inicio de su vida. El Hijo de María obtuvo la victoria definitiva sobre Satanás e hizo
beneficiaria anticipadamente a su Madre, preservándola del pecado. Como consecuencia,
el Hijo le concedió el poder de resistir al demonio, realizando así en el misterio de la
Inmaculada Concepción el más notable efecto de su obra redentora.

La afirmación del excepcional privilegio concedido a María pone claramente de manifiesto


que la acción redentora de Cristo no sólo libera, sino también preserva del pecado. Esa
dimensión de preservación, que es total en María, se halla presente en la intervención
redentora a través de la cual Cristo, liberando del pecado, da al hombre también la gracia
y la fuerza para vencer su influjo en su existencia.

De ese modo, el dogma de la Inmaculada Concepción de María no ofusca, sino que más
bien contribuye admirablemente a poner mejor de relieve los efectos de la gracia
redentora de Cristo en la naturaleza humana.

A María, primera redimida por Cristo, que tuvo el privilegio de no quedar sometida ni
siquiera por un instante al poder del mal y del pecado, miran los cristianos como al
modelo perfecto y a la imagen de la santidad (cf. Lumen gentium, 65) que están
llamados a alcanzar, con la ayuda de la gracia del Señor, en su vida.

También en ISAIAS 7,14


14 Pues bien, el Señor mismo va a daros una señal: He aquí que una doncella está
encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.

1.2. NUEVO TESTAMENTO (CUMPLIMIENTO DE LA PROMESA, LA PLENITUD DE


LOS TIEMPOS).

Termina el antiguo testamento, mas sin embargo, aún está pendiente por cumplirse la
alianza que Dios sello con David, la plenitud de los tiempos iniciará al cumplirse esta
alianza, la 5ta en la historia de la salvación, con el nacimiento de Jesús. En la anunciación
el arcángel Gabriel señala el cumplimiento de la alianza con David en:

LUCAS 1,30-33
30 El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios;
31 vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.
32 El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de
David, su padre;
33 reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.»

12
De esta manera se da cumplimiento a las profecías establecidas en el antiguo testamento;
nace el mesías prometido, Su nacimiento esta en:

LUCAS 2, 4-14
4 Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de
David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David,
5 para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta.
6 Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento,
7 y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre,
porque no tenían sitio en el alojamiento.
8 Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno
durante la noche su rebaño.
9 Se les presentó el Ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se
llenaron de temor.
10 El ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo
el pueblo:
11 os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor;
12 y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un
pesebre.»
13 Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a
Dios, diciendo:
14 «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se
complace.»

Jesús vivió entre nosotros 33 años, los 30 primeros en el anonimato, sufriendo y


padeciendo nuestras miserias desde la cotidianidad de su día a día, sin hacer pública su
condición de hijo de Dios; el omnipotente se redujo a su creatura, para compadecerse de
nosotros, se revistió de nuestra misma carne. Veamos cómo fueron los comienzos de su
vida terrena. A los 8 días de nacido debían presentarlo en el templo para circuncidarlo, así
lo señala:

LUCAS 2,23
23 como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al
Señor

Ya presentado en el templo señalan las escrituras en:

LUCAS 2,39-40; 52
39 Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su
ciudad de Nazaret.
40 El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre
él.

Jesús maestro de la humildad perfecta, dice San Buenaventura, igual en todo al Padre, no
se contentó con sujetarse a la humildísima Virgen, sino que se sometió también a la ley
para redimir a los que estaban debajo de la ley y sacarlos de la servidumbre de la
corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Por amor de lo cual quiso también
que su Madre, no obstante su virginal pureza, cumpliese la ley de la purificación; el
mismo, redentor de todos, quiso ser redimido a figura de primogénito, presentado en el
templo de Dios y que se ofreciese por él la ofrenda.

13
Cuando se perdió y fue hallado en el templo ya tenía 12 años, y dice el verso 52 del
mismo capítulo Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante
los hombres.

Ahora pasamos al siguiente punto:

1.3. EJECUCION DEL PLAN DE SALVACION: LA VIDA PUBLICA DE JESÚS

La cual inicia con:

1.3.1. BAUTISMO DE JESÚS: Jesús, queriendo comenzar con obras su plan de


redención; redimir es que nos compró, y el precio fue su sangre; vio a través
del ejemplo enseñarnos el camino de su plan de salvación, haciéndose
bautizar por Juan; aunque Él estaba limpio de toda mancha, y así instaurar el
sacramento bautismal. Lo manifiesta:

LUCAS 3,21-22
21 Sucedió que cuando todo el pueblo estaba bautizándose, bautizado también Jesús y
puesto en oración, se abrió el cielo,
22 y bajó sobre él el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma; y vino una voz
del cielo: «Tú eres mi hijo; yo hoy te he engendrado.»

Podemos notar en la diapositiva que está presente la TEOFANIA, es decir, la presencia


de las tres divinas personas, Padre Creador, Hijo Redentor, Espíritu Santificador.

Jesús comenzó su vida pública a los 30 años, y todos pensaban que José era su padre
biológico, así lo expresa:

LUCAS 3,23
23 Tenía Jesús, al comenzar, unos treinta años, y era según se creía hijo de José, hijo de
Helí,

En los versos siguientes se hablan de toda la ascendencia de José hasta David y hasta
Adán.

De allí es llevado por el Espíritu Santo al desierto por 40 días en ayuno para ser tentado
por Satanás, donde le vence y nos da ejemplo de cómo debemos responder a las
tentaciones, firme y tajantemente. (Explicar lamina con las 3 tentaciones).

Vemos que los últimos 3 años de vida terrena de nuestro Señor Jesucristo, se resumen
como lo dice en:

LUCAS 7, 22-23
22 Y les respondió: «Id y contad a Juan lo que habéis visto y oído: Los ciegos ven, los
cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, se
anuncia a los pobres la Buena Nueva;
23 ¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!»

Y en LUCAS 10,10
10Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.

Muchos lo escuchaban y lo seguían, porque, dice Lucas, "su palabra era poderosa". Las
palabras no eran nuevas para todos, pero nuevo era el hombre y nuevo el calor de su voz

14
como el bien que hacía esa voz que brotaba de un corazón y conmovía los corazones.
Nuevo era el acento de aquellas palabras y nuevo el sentido que tomaban en aquella
boca, iluminadas por aquellas miradas.

Jesús vive como hombre entre los hombres, amigo de todos, que ama hasta a quienes
nadie ama: un camarada, un compañero a la buena de Dios y a la mano, que va hacia los
hermanos, que se mueve para ir por ellos donde están, donde trabajan, en las casas, en
las calles habitadas, come el pan y bebe el vino a la mesa y, llegado el caso, da una
mano al pescador para arrastrar a tierra las redes, y tiene una buena palabra para todos:
para el melancólico, para el enfermo, para el mendigo.

Estas cosas enseña Jesús a sus Galileos, en los umbrales de las blancas casitas, en las
plazoletas sombreadas de la ciudad o bien en las orillas del lago, apoyado a una barca en
seco, con los pies entre las guijas, en la tarde, cuando el sol, completamente rojo, se
hundía en el horizonte monstruoso, invitando al reposo.

El solo es quien obra grandes maravillas: cambia los elementos, multiplica los panes,
anda sobre el mar, sosiega las olas, reprime y ahuyenta los demonios, sana a los
enfermos, limpia a los leprosos y resucita a los muertos. El da vista a los ciegos, iodo a
los sordos, habla a los mudos, andar a los cojos, sentido y movimiento a los paralíticos.

A Él clama la conciencia pecadora, bien sea como el fiel leproso: LUCAS 5,12 (Señor, si
quieres, puedes limpiarme) o como el centurión MATEO 8,6 (Señor, mi criado yace en
casa paralitico con terribles sufrimientos) ora con la cananea MATEO 15,22 ( Ten piedad
de mí, Señor, hijo de David) Ora con la hemorroisa MARCOS 5,28 (Si logro tocar aunque
sólo sea sus vestidos, me salvaré) y ora con María y Marta JUAN 11,3 (Señor, aquel a
quien tú amas, está enfermo).

Para tal fin padeció trabajos, desvelos, hambre; entre las emboscadas de los fariseos y
muchos peligros recorría ciudades y aldeas evangelizando el reino de Dios; pasaba las
noches en vela, entregado a la oración, y a despecho de las murmuraciones y el
escándalo de los fariseos, se mostraba amable con los publicanos, afirmando haber
venido al mundo a curar los enfermos. Con los penitentes manifestaba afecto de padre,
dejándoles ver de forma evidente su divina misericordia.

Para desahogar la ternura de la infinita piedad, el buen Jesús, fuente de toda misericordia,
lloró por nosotros, y no una sola vez, sino muchas, primeramente en la tumba de Lázaro
su amigo, después sobre la ciudad y, por último, en la cruz, brotaron de aquellos
piadosísimos ojos arroyos de lágrimas en expiación de todos los pecados. Y fue copioso
el llanto del salvador, que lamentaba ya la miseria de la flaqueza humana, la profunda
ceguera de los corazones y la suma perversidad de los obstinados en la malicia.

Vemos en resumen que Los evangelistas plasmaron en los evangelios, el mensaje del
reino de Dios que él, su unigénito hijo, Jesucristo, vino a predicar, y vaticinando en varias
ocasiones el cumplimiento de las profecías hechas de él, de que el vino al mundo a dar su
vida por nosotros, para reconciliarnos con Dios Padre, y así, abrirnos las puertas del cielo,
dándonos el título de hermanos suyos, por ende, hijos del mismo Dios.

Jesús conocía demasiado bien las ingenuas aspiraciones de los Doce. Sabía que,
pasados los raros instantes de entusiasmo y de iluminación, no eran siempre capaces de
pensamientos que no fueran los del común de la gente, humanos hasta en los sueños
más sublimes. Sabía que esperaban al Mesías como a un victorioso restaurador de la

15
edad de oro y no como al "Hombre de los Dolores" anunciado por Isaías. Tan cierto esto
como lo refleja el pasaje de:

MATEO 17,22-23
22 Yendo un día juntos por Galilea, les dijo Jesús: «El Hijo del hombre va a ser entregado
en manos de los hombres;
23 le matarán, y al tercer día resucitará.» Y se entristecieron mucho.

Fíjense que aun cuando el mismo Jesús les dice que RESUCITARA ellos, se
entristecieron y mucho; pues veían al mesías como un rey vengador que destruiría a sus
enemigos y llegarían al fin los años dorados para el pueblo Judío.

Lo pensaban Rey en el trono y no como malhechor en el patíbulo; triunfante entre los


homenajes y los tributos, y no despreciado con salivazos y golpes; como viniendo a
resucitar a los muertos y no para ser asesinado cual si fuera un asesino.

Era, pues, necesario —para que la nueva certeza no se desmoronase en ellos el día de la
ignominia— que fueran advertidos. Que supieran de la propia boca del Mesías y del
condenado, que el Mesías debía ser condenado, que el victorioso debía desaparecer en
una atroz derrota, que el Rey de todos los Reyes debía ser insultado por los sirvientes de
César, que el Hijo de Dios debía ser crucificado por los enceguecidos servidores de Dios.
Por tanto lo vemos manifiesto así en:

MARCOS 8,31-33
31 Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado
por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres
días.
32 Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte, Pedro, se puso a reprenderle.
33 Pero él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole:
«¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de
los hombres.»
LUCAS 17,24-25
24 Porque, como relámpago fulgurante que brilla de un extremo a otro del cielo, así será
el Hijo del hombre en su Día.
25 Pero, antes, le es preciso padecer mucho y ser reprobado por esta generación.

Ya en HECHOS 3,18 vemos como hacen referencia a esas advertencias y profecías:


18 Pero Dios dio cumplimiento de este modo a lo que había anunciado por boca de todos
los profetas: que su Cristo padecería.

1.3.2. PASION, MUERTE Y RESURRECCION.

Antes de iniciar su pasión, Jesús, además de quedarse donado a los hombres en el


santísimo sacramento de la eucaristía, establecería la sexta alianza en la historia de la
salvación, la alianza de su sangre derramada en la cruz para reconciliar a la humanidad
con Dios. Claramente lo expresa el mismo Cristo en:

MATEO 26,27-28
27 Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: “Bebed de ella todos,
28 porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón
de los pecados.

16
LUCAS 22,19-20
19 Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo
que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío.»
20 De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza
en mi sangre, que es derramada por vosotros.

En el banquete de la eucaristía brilló maravillosamente la dulzura de la bondad de Cristo,


cuando cenó en la misma mesa y comió en el mismo plato con aquellos pobres discípulos
y el traidor Judas. Fue estupendo el ejemplo de humildad que dio el rey de la gloria al
ceñirse la toalla y lavar con entrañable afecto los pies de unos pecadores, sin excluir al
discípulo traidor. Este pasaje lo pueden ver en JUAN 13, 3-17.

El mismo Dios, para conseguir todo nuestro amor, llegó a darse por completo a sí mismo:

JUAN 3-16
16 Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en
él no perezca, sino que tenga vida eterna.

Viéndonos el Eterno Padre muertos por el pecado y privados de su gracia, ¿qué hizo? Por
el inmenso amor que nos tenía, o, como dice el Apóstol, por su excesivo amor, mandó a
su amadísimo Hijo a satisfacer por nosotros y devolvernos así la vida que el pecado nos
había arrebatado. Y, dándonos al Hijo –no perdonando al Hijo para perdonarnos a
nosotros–, junto con el Hijo nos dio toda suerte de bienes, su gracia, su amor y el paraíso,
porque todos estos bienes son ciertamente de más inferior precio que su Hijo.

Movido, además, el Hijo por el amor que nos tenía, se nos entregó completamente. Pero
lo que hace más caer en el asombro es que, habiéndonos podido salvar sin padecer ni
morir, eligió vida trabajosa y humillada y muerte amarga e infame, hasta morir en cruz,
suplicio reservado a los malhechores. Y cabe la pregunta ¿por qué, pudiéndonos redimir
sin padecer, quiso abrazarse con muerte de cruz?

Para demostrarnos el amor que nos tenía. Nos amó, y porque nos amó se entregó en
manos de los dolores, deshonras y muerte, la más amarga que jamás hombre alguno
padeció sobre la tierra.
Razón tenía el gran amador de Jesucristo, San Pablo, al afirmar:

2 CORINTIOS 5,14-15
14 Porque el amor de Cristo nos apremia al pensar que, si uno murió por todos, todos por
tanto murieron.
15 Y murió por todos, para que ya no vivan para sí los que viven, sino para aquel que
murió y resucitó por ellos.

Que equivalía a decir que le obligaba y como forzaba más a amar a Jesucristo, no tanto
por lo que por él había padecido, sino por el amor con que lo había sufrido.

Oigamos cómo discurre San Francisco de Sales acerca del citado texto: «Saber que
Jesucristo, verdadero eterno Dios omnipotente, nos ha amado hasta querer sufrir por
nosotros muerte de cruz, ¿no es sentir como prensados nuestros corazones y apretados
fuertemente, para exprimir de ellos el amor con una violencia que cuanto es más fuerte es
tanto más deleitosa?». Y prosigue: «¿Por qué no nos abrazamos en espíritu a Él, para
acompañarle en la muerte de cruz, ya que en ella quiso morir por nuestro amor?...que
ingratos somos. Un mismo fuego consumirá al Creador y a su miserable criatura; mi Jesús
es todo mío y yo todo suyo. Viviré y moriré sobre su pecho, y ni la muerte ni la vida serán

17
poderosas para separarme de Él. ¡Oh amor eterno!, mi alma os busca y os elige para
siempre. Venid, Espíritu Santo, e inflamad nuestros corazones en vuestro amor. ¡O amar
o morir! ¡Morir y amar! Morir a todo otro amor para vivir en el de Jesús y así no morir
eternamente, y viviendo en nuestro amor eterno, ¡oh Salvador de las almas!, cantaremos
eternamente: ¡Viva Jesús! ¡Yo amo a Jesús! ¡Viva Jesús, a quien amo! ¡Yo amo a Jesús,
que vive y reina por los siglos de los siglos! Amén».

Tanto era el amor que Jesucristo tenía a los hombres, que le hacía anhelar la hora de la
muerte para demostrarles su afecto, por lo que repetía: “Con bautismo tengo que ser
bautizado, y ¡qué angustias las mías hasta que se cumpla!” (LUCAS. 12, 50). Tengo que
ser bautizado con mi propia sangre, y ¡cómo me aprieta el deseo de que suene pronto la
hora de la pasión, para que comprenda el hombre el amor que le profeso! De ahí que San
Juan, hablando de la noche en que Jesucristo comenzó su pasión, escribiera: “Sabiendo
Jesús que era llegada su hora de pasar de este mundo al Padre, como hubiese amado a
los suyos..., los amó hasta el extremo” (JUAN. 13, 1).

El Redentor llamaba aquella hora la suya, porque el tiempo de su muerte era su tiempo
deseado, pues entonces quería dar a los hombres la postrer prueba de su amor, muriendo
por ellos en una cruz, acabado de dolores.

Más ¿quién fue tan poderoso que movió a Dios a morir ajusticiado en un patíbulo, en
medio de dos malhechores, con tanta deshonra de su divina majestad?
¿Quién hizo esto?, pregunta San Bernardo, y se responde: Lo hizo el amor que no
entiende de puntos de honra.

Nuestro Señor Jesús también expreso en varias oportunidades que resucitaría a los 3
días de entre los muertos.

MATEO 12,40
40 Porque de la misma manera que Jonás estuvo en el vientre del cetáceo tres días y tres
noches, así también el Hijo del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres
noches.

JUAN 2, 19-22
19 Jesús les respondió: «Destruid este Santuario y en tres días lo levantaré.»
20 Los judíos le contestaron: «Cuarenta y seis años se han tardado en construir este
Santuario, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»
21 Pero él hablaba del Santuario de su cuerpo.
22 Cuando resucitó, pues, de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había
dicho eso, y creyeron en la Escritura y en las palabras que había dicho Jesús.

Tras haber dado su vida por nuestra redención en la cruz, Jesús resucita glorioso
venciendo al último enemigo… LA MUERTE.

Dice San Buenaventura “al rayar el día tercero del sagrado descanso del Señor en el
sepulcro, El, que en el ciclo de los días es el primero y el ultimo, Cristo, virtud y sabiduría
del Padre, derribado el autor de la muerte, venció a la misma muerte, y resucitando de
entre los muertos por divina virtud, nos abrió las puertas de la eternidad y nos mostró los
caminos de la vida. Entonces se sintió el grande terremoto y el ángel del Señor, con
vestiduras blancas como la nieve y el rostro brillante como el relámpago (MATEO 28,1-7),
descendió del cielo y apareció dulce a las almas piadosas, severo a los malvados. Por
eso aterro a los perversos soldados y conforto a las tímidas mujeres, a las que el mismo
Señor resucitado apareció antes que a los demás, porque tal favor merecía el afecto de

18
su intensa piedad. Sucesivamente fue visto de Pedro, de los dos discípulos camino a
Emaús, de los apóstoles reunidos ausente Tomas, y luego de Tomas, a quien se mostró
para que le palpase, y el exclamo: Señor mío, y Dios mío. Así por cuarenta días
apareciendo en muchas formas, comiendo y bebiendo con ellos, nos ilumino en la fe con
sus argumentos, nos levantó a la esperanza con sus promesas, para de esta suerte
encendernos en el amor con los dones del cielo”.

Vemos después que a los 40 días de la resurrección del Señor, no sin gran misterio, en el
mismo días cuadragésimo, habiendo comido en compañía de sus discípulos, el
bondadoso maestro subió al monte de los olivos, y en presencia de ellos, con las manos
en alto, se elevó al cielo. Una nube lo envolvió cuando subía y lo oculto a los ojos de los
hombres. De esta manera, subiendo a lo alto, llevo cautiva a la esclavitud y abrió la puerta
del cielo, señaló el camino a sus seguidores e introdujo los desterrados en su reino,
haciéndolos conciudadanos de los ángeles y familiares de la casa de Dios. Así reparó las
ruinas angélicas, acrecentó la gloria del Padre y mostro ser el triunfador y Señor de los
ejércitos.

Vemos pues que la razón de este sacrificio de amor se resume hermosamente en:

COLOCENSES 1, 17-22
17 él existe con anterioridad a todo, y todo tiene en él su consistencia.
18 Él es también la Cabeza del Cuerpo, de la Iglesia: Él es el Principio, el Primogénito de
entre los muertos, para que sea él el primero en todo,
19 pues Dios tuvo a bien hacer residir en él toda la Plenitud,
20 y reconciliar por él y para él todas las cosas, pacificando, mediante la sangre de su
cruz, lo que hay en la tierra y en los cielos.
21 Y a vosotros, que en otro tiempo fuisteis extraños y enemigos, por vuestros
pensamientos y malas obras,
22 os ha reconciliado ahora, por medio de la muerte en su cuerpo de carne, para
presentaros santos, inmaculados e irreprensibles delante de Él.

Debemos tener muy claro que la Antigua Alianza ya no rige, pero no porque haya sido
abolida o revocada sin más, sino porque ha sido superada por una Alianza más perfecta.
Ésta, más que una tesis, es la doctrina católica de la fe. La Antigua Alianza fue una etapa
provisoria de la historia de la salvación, destinada a preparar la llegada de la Alianza
Nueva y Eterna celebrada en Cristo. Algunos aspectos de la Antigua Alianza han sido
suprimidos, por ejemplo, las normas rituales o ceremoniales; Mientras que otros aspectos
permanecen, por ejemplo, las normas que expresan la ley moral natural, integradas en la
síntesis superior cristiana, la lectura diaria de textos del Antiguo Testamento, el rezo de
los Salmos, etc.
La ultima alianza sellada por Cristo, la cual es la séptima alianza en la historia de la
salvación, es la unión esponsal entre Cristo y la iglesia triunfante al final de los tiempos.

APOCALIPSIS 19,6-9
6 Y oí el ruido de muchedumbre inmensa y como el ruido de grandes aguas y como el
fragor de fuertes truenos. Y decían: «¡Aleluya! Porque ha establecido su reinado el Señor,
nuestro Dios Todopoderoso.
7 Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del
Cordero, y su Esposa se ha engalanado
8 y se le ha concedido vestirse de lino deslumbrante de blancura – el lino son las buenas
acciones de los santos». -
9 Luego me dice: «Escribe: Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero.»
Me dijo además: «Estas son palabras verdaderas de Dios.»

19
San buenaventura señala respecto a esta alianza, que una vez renovada y purificada la
faz del mundo, la luz de la luna será como la del sol, y la del sol siete veces más radiante,
como la luz de siete días; y la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que había descendido del
cielo a guisa de esposa ricamente aderezada, a punto ya para las bodas del cordero,
vestida con doble estola, será introducida en el real palacio; y penetrando en el sagrado y
arcano tálamo, se unirá al celestial cordero en pacto de indisoluble amor tan estrecho, que
esposa y esposo serán espiritualmente una misma cosa. Cristo vestirá la belleza de todos
los elegidos, cual túnica de varios colores, y el ornato tendrá guarniciones refulgentes,
cuajado de todas las piedras preciosas. Y resonará el dulce epitalamio, y por todas las
vías de Jerusalén cantaran aleluya. Preparadas las vírgenes sabias, entraran con el
esposo a las bodas y, cerrada la puerta, tomaran asiento en la mansión hermosa de la
paz, en las tiendas seguras y en el reposo opulento.

Viendo ya el esquema presentado durante todo el proceso de la historia de la salvación,


se entiende más fácilmente que las distintas alianzas no son caminos de salvación
alternativos y simultáneos, sino etapas sucesivas de una misma historia de salvación.

1.4. LA IGLESIA CATOLICA VERDADERA Y UNICA IGLESIA FUNDADA POR


JESUCRISTO.
1.4.1. EL PAPA CABEZA VISIBLE DE LA IGLESIA

ADVENTISTAS WILLIAN MILLER ESTADOS UNIDOS 1818


ADVENTISTAS DEL 7MO DIA ELENA WHITE ESTADOS UNIDOS 1863
ANGLICANOS ENRIQUE VIII INGLATERRA 1534
BAUTISTAS J SMITH INGLATERRA 1860
EJERCITO DE SALVACION WILLIAN BOOTH INGLATERRA 1878
ESPIRITISMO FAMILIA FOX ESTADOS UNIDOS 1848
ROSACRUCES MAX H ALEMANIA 1880
LUTERANOS MARTIN LUTERO ALEMANIA 1534
METODISTAS J WESLY ESTADOS UNIDOS 1791
MORMONES JOSE SMITH ESTADOS UNIDOS 1853
NIÑOS DE DIOS DAVID BERG ESTADOS UNIDOS 1950
PRESBITERIANOS JOHN KONX INGLATERRA 1560
TESTIGOS DE JEHOVA CHARLES TAZE RUSSEL ESTADOS UNIDOS 1876
IGLESIA CATOLICA JESUCRISTO GALILEA 33

La palabra católica viene del griego “kath’olòn” que significa “de acuerdo con el todo”, la
totalidad. En ese sentido, esta totalidad se aplica a toda la Iglesia. En ese sentido decimos
que la Iglesia es católica. Es la única fundada por Jesús, delegando como la cabeza
visible de la misma en la tierra en el apóstol Pedro, quien es el primer Papa. Pedro al
responder la pregunta que le hiciera Jesús en:

MATEO 16-15,17
15 Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?»
16 Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.»
17 Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de
Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los
cielos.

Por tanto a Pedro le ha sido revelada por el mismo Padre esa verdad sobre Jesús a la
cual responde el Señor:

20
MATEO 16-18
18 Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las
puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

Pedro viene del griego petros que significa piedra, por tanto es sobre la piedra visible de
Pedro que el mismo Jesús ordena que sobre él se edificara su iglesia, a la cual ni el
mismo infierno podrá vencer.

Claramente Jesús dijo mí iglesia (UNA SOLA ES SU IGLESIA) lo cual se ratifica en

EFESIOS 4,4-6
4Un solo Cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a que habéis sido
llamados.
5 Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,
6 un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.

Vemos que Jesús no delego a nadie más que a Pedro para ser la piedra visible de
cimiento de su iglesia, por tanto entendiendo que es la voluntad del mismo Cristo, todos
los fundadores de iglesias posteriores están en contra de la voluntad misma de Jesús.

Pedro como cabeza visible en la tierra de la iglesia de Jesús, recibió el poder del mismo
Dios de establecer que es permitido y que no lo es, como lo manifiesta el mismo Jesús
en:

MATEO 16,19
19 A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado
en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»

Para los judíos atar y desatar significa decir que es permitido y lo que no es permitido.
Pedro es el mayordomo, la persona de confianza sobre la cual el mismo Jesús entrego las
llaves del reino de los cielos, y claramente lo ratifico como pilar sobre el cual ayudaría a
los otros apóstoles; que son los obispos hoy en día; así lo vemos en:

LUCAS 22,31-32
31 «¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo;
32 pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto,
confirma a tus hermanos.»

También vemos como lo nombró pastor de su rebaño, de la feligresía o miembros de su


iglesia en:

JUAN 21, 15-17


15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas
más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús:
«Apacienta mis corderos.»
16 Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le dice él: «Sí,
Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.»
17 Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que
le preguntase por tercera vez: « ¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú
sabes que te quiero.» Le dice Jesús:«Apacienta mis ovejas.

La iglesia católica es la única que no tiene lagunas en su historia, siendo fundada por
Cristo hasta nuestros días se ha mantenido durante el pasar de los siglos. Por tanto si

21
esto no es verdad, que me responda algún protestante, ¿Cuál es el nombre de algún
pastor del siglo primero? o ¿en dónde estaban en el año 100, o en el año 1000, o en el
1400? Fácil; no existían, díganme; cuando Cristóbal Colon llego a América en el año 1492
¿acaso venían pastores evangélicos en la pinta la niña o la santa María? Claro que no,
pues el protestantismo apareció a partir del siglo XVI.

Vemos que Dios desde el antiguo testamento quiso que su pueblo tuviera un centro
visible: Jerusalén, el monte Sion, y además el pueblo de Dios se había agrupado en torno
a los Reyes, hijos de David. Cuando Dios eligió a David como rey de Israel, le prometió
que sus hijos, sus sucesores, estarían para siempre encabezando el reino de Dios. Tal
como lo presenta:

2 SAMUEL 7-16
16 Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí; tu trono estará firme,
eternamente.

Promesa que se verifico en Jesús:

LUCAS 1: 32-33
32 El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de
David, su padre;
33 reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.»

Por tanto Jesús sabía que para mantener unida su iglesia a lo largo de los siglos se
necesitaba una autoridad visible que pudiera determinar bajo la acción del Espíritu Santo
quienes pertenecen y quienes no pertenecen al grupo de los creyentes y como se debe
comprender la fe en Cristo y las exigencias del evangelio. Si no hubiera esta autoridad
visible en la iglesia de Cristo; caería fácilmente en un sin fin de pequeñas iglesias, lo cual
contraviene la voluntad de Jesús como ya lo vimos anteriormente.

Precisamente esto es lo que les ha pasado a las iglesias evangélicas y protestantes,


mientras nosotros los cristianos católicos somos una sola iglesia, ellos tienen un sin fin de
denominaciones. El Señor fundo una sola iglesia, y pidió con fervor por la unidad de los
creyentes

JUAN 17,11; 20-21


11 Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre
santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros.

20 No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra,
creerán en mí,
21 para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno
en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.

1.4.2. MISION EVANGELIZADORA

La palabra católico como señalamos anteriormente viene del griego “kath’olòn” y se le da


sentido de universal, cumpliéndose la orden de Jesús de extenderse su misión
evangelizadora a todo el mundo:

MATEO 28, 18-20


18 Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la
tierra.

22
19 Id, pues, y haced discípulos A TODAS LAS GENTES bautizándolas en el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
20 y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con
vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»

Analicemos un momento el verso 19. El mismo Jesús ordeno a los apóstoles. ID, ósea
VAYAN y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas, entonces para ser discípulos
de Jesús debemos estar bautizados, y este bautismo ordenado por el mismo Jesús
señala expresamente que Dios es Trino, pues los bautizaran en el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo. Continuando en el verso 20 dice el Señor enseñándoles a
guardar todo lo que yo os he mandado.

Este último aspecto manifiesta la tradición apostólica, en la cual mediante la proclamación


de las enseñanzas recibidas por Jesús los apóstoles dieron a conocer a las personas el
mensaje de salvación desde los comienzos de la iglesia primitiva, teniendo ya cerca de
2000 años, dando veracidad al cumpliendo de la promesa hecha por el mismo Jesús de
que estará con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.

Para esta importante misión evangelizadora, Jesús les otorgo el Espíritu Santo, para que
fuera su luz y guía. Lo vemos en:

JUAN 20, 21-23


21 Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os
envío.»
22 Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo.

También en JUAN 14,16-17


16 y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre,
17 el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le
conoce. Pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros.
26 Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará
todo y os recordará todo lo que yo os he dicho.

Y en HECHOS 1,8
8 sino que recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis
testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.

Una vez prometido el Defensor que asistiría a los apóstoles, Jesús mediante las
operaciones de éste su Santo Espíritu permitirá estar presente en ellos mediante el amor
trinitario.

JUAN 17,26
26 Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el
amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos.»

Vemos pues que Pedro era requerido por Jesús como cabeza visible de su iglesia y le
otorgó a él autoridad para dirigirla bajo la acción del Espíritu Santo, y también a los
apóstoles para que se cumplieran las promesas señaladas y durara hasta el fin de los
tiempos, y que el infierno no la venciera jamás.

Pero, viendo esta verdad debemos preguntarnos, si Pedro y los apostales tenían que
morir, ¿de qué manera entonces podría continuarse el legado de Jesucristo y de ellos
hasta el fin de los tiempos según la promesa de Cristo? En el antiguo testamento vemos

23
que Moisés al no confiar en Dios y golpear 2 veces la roca para que saliera el agua en
meriba de cades, y Dios le prohibiera entrar en la tierra prometida, y que moriría sin
entrar, Pidió a Yahveh escogiera un sucesor suyo en:

NUMEROS 27, 15-20


16 «Que Yahveh, Dios de los espíritus de toda carne, ponga un hombre al frente de esta
comunidad,
17 uno que salga y entre delante de ellos y que los haga salir y entrar, para que no quede
la comunidad de Yahveh como rebaño sin pastor.»
18 Respondió Yahveh a Moisés: «Toma a Josué, hijo de Nun, hombre en quien está el
espíritu, imponle tu mano,
19 y colócalo delante del sacerdote Eleazar y delante de toda la comunidad para darle
órdenes en presencia de ellos
20 y comunicarle parte de tu dignidad, con el fin de que le obedezca toda la comunidad de
los israelitas.

Por esta misma imposición de las manos los apóstoles pudieron transmitir durante el
pasar de los siglos el poder del Espíritu Santo a sus legítimos sucesores, los obispos y
sacerdotes. Este rito es usado hasta hoy en día por los obispos para la ordenación
sacerdotal (sucesión apostólica) y los sacerdotes para la administración de los
sacramentos.

HECHOS 13,2-3
2 Mientras estaban celebrando el culto del Señor y ayunando, dijo el
Espíritu Santo: «Separadme ya a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he
llamado.»
3 Entonces, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y les
enviaron.

2 TIMOTEO 1,6
6 Por esto te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti por la
imposición de mis manos.

1.4.3. IGLESIA JERARQUICA

La estructura de la iglesia católica es jerárquica, teniendo referencias de la misma en las


sagradas escrituras, pues para la misión evangelizadora era requerido delegar
responsabilidades a sus miembros y debía ser jerárquica para lograr y ejercitar la
obediencia, la cual el mismo Jesús ejército en sus Discípulos.

Pondremos como caso práctico a Pedro en MATEO 17,24-27 Cuando llegaron los
cobradores de impuestos y le preguntaron a Pedro si su maestro paga impuestos, él se
adelantó a preguntarle a Jesús, y él para no dar motivos de escándalo dio la siguiente
orden a Pedro:

27 Sin embargo, para que no les sirvamos de escándalo, vete al mar, echa el anzuelo, y
el primer pez que salga, cógelo, ábrele la boca y encontrarás un estáter (una moneda).
Tómalo y dáselo por mí y por ti.»

Jesús, le ordena a Pedro, pescador experto de toda la vida con red, que vaya y pesque
con anzuelo, y le dice que el primer pescado que pique el anzuelo lo saque y este tendrá
una moneda en la boca y pague el impuesto de ambos. ¿Cómo puede picar el anzuelo si
tiene una moneda en la boca? Como hombres queremos hacer las cosas según nuestros

24
criterios, cuando Jesús busca es obediencia, aun cuando por nuestra propia razón
parezca sin sentido.

Varios pasajes de las sagradas escrituras hablan respecto de la estructura jerárquica, por
ejemplo en:

HECHOS 6, 2 -6
2 Los Doce convocaron la asamblea de los discípulos y dijeron: «No parece bien que
nosotros abandonemos la Palabra de Dios por servir a las mesas.
3 Por tanto, hermanos, buscad de entre vosotros a siete hombres, de buena fama, llenos
de Espíritu y de sabiduría, y los pondremos al frente de este cargo;
4 mientras que nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la Palabra.»
5 Pareció bien la propuesta a toda la asamblea y escogieron a Esteban, hombre lleno de
fe y de Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás,
prosélito de Antioquía;
6 los presentaron a los apóstoles y, habiendo hecho oración, les impusieron las manos.

También en EFESIOS 4, 11-12


11 El mismo «dio» a unos el ser apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelizadores; a
otros, pastores y maestros,
12 para el recto ordenamiento de los santos en orden a las funciones del ministerio, para
edificación del Cuerpo de Cristo,

Se señalan varios cargos a lo largo de las escrituras, veamos:

HECHOS 1, 25
25 para ocupar en el ministerio del apostolado el puesto del que Judas desertó para irse
adonde le correspondía.»

Y 1 TIMOTEO 3, 1. 8. 17.
1 Es cierta esta afirmación: Si alguno aspira al cargo de epíscopo, desea una noble
función.
8 También los diáconos deben ser dignos, sin doblez, no dados a beber mucho vino ni a
negocios sucios;
17 Los presbíteros que ejercen bien su cargo merecen doble remuneración,
principalmente los que se afanan en la predicación y en la enseñanza.

Es muy importante señalar que la dignidad del sacerdocio que conlleva a la imposición de
las manos no cualquiera puede usurpar o pensarse digno por su propio mérito. Así lo
expresa el pasaje de:

HECHOS 8,18-23 En el cual vemos al mago Simón, que pretendía comprar el don del
espíritu Santo:

18 Al ver Simón que mediante la imposición de las manos de los apóstoles se daba el
Espíritu, les ofreció dinero diciendo:
19 «Dadme a mí también este poder para que reciba el Espíritu Santo aquel a quien yo
imponga las manos.»
20 Pedro le contestó: «Vaya tu dinero a la perdición y tú con él; pues has pensado que el
don de Dios se compra con dinero.
21 En este asunto no tienes tú parte ni herencia, pues tu corazón no es recto delante de
Dios.

25
22 Arrepiéntete, pues, de esa tu maldad y ruega al Señor, a ver si se te perdona ese
pensamiento de tu corazón;
23 porque veo que tú estás en hiel de amargura y en ataduras de iniquidad.»

La imposición de las manos otorga a los obispos y presbíteros el Espíritu Santo, a través
del cual se garantiza entonces la continuidad de la acción del Espíritu en la sucesión
apostólica y da cumplimiento a la promesa de Cristo de permanecer con nosotros hasta el
fin de los tiempos.

Respecto a los presbíteros señala también:

1 CORINTIOS 4,1
1 Por tanto, que nos tengan los hombres por servidores de Cristo y administradores de
los misterios de Dios.

1 TIMOTEO 4,14
14 No descuides el carisma que hay en ti, que se te comunicó por intervención
profética mediante la imposición de las manos del colegio de presbíteros

1.4.4. UNIDAD DE LOS FELIGRESES : CRISTO CABEZA DE LA IGLESIA

Nosotros estamos llamados junto a Pedro (el Papa) a formar parte de la verdadera iglesia
de Jesucristo como lo señala en:

1 PEDRO 2-5
5 también vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio espiritual,
para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por
mediación de Jesucristo.

¿Pero de qué manera nosotros podríamos hacerlo?

En 1 CORINTIOS 12 DEL 4-SS vemos cómo hacerlo:


4 Hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo;
5 diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo;
6 diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios que obra en todos.
7 A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común,
8 Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia
según el mismo Espíritu;
9 a otro, fe, en el mismo Espíritu; a otro, carismas de curaciones, en el único Espíritu;
10 a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro,
diversidad de lenguas; a otro, don de interpretarlas.
11 Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada
uno en particular según su voluntad.
12 Pues del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos
los miembros del cuerpo, no obstante su pluralidad, no forman más que un solo cuerpo,
así también Cristo.
13 Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que
un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un solo
Espíritu.
14 Así también el cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos.

26
Si seguimos incluso en el capítulo 12 y 13 los distintos dones del Espíritu Santo (dones
Jerárquicos y carismáticos) están ordenados a la edificación de la Iglesia, al bien de los
hombres y a las necesidades del mundo.

Todos somos una sola iglesia, formada por muchos miembros, que debemos según la
voluntad de Dios disponernos a servir y estar a la orden de Cristo, a través de su iglesia y
de sus representantes por la tradición apostólica.

Continuando en el verso 18 del mismo pasaje:


18 Ahora bien, Dios puso cada uno de los miembros en el cuerpo según su voluntad.
19 Si todo fuera un solo miembro ¿dónde quedaría el cuerpo?
20 Ahora bien, muchos son los miembros, más uno el cuerpo.

Y si queda algún margen de dudas aun en ustedes, sigamos leyendo:

27 Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y sus miembros cada uno por su parte.
28 Y así los puso Dios en la Iglesia, primeramente como apóstoles; en segundo lugar
como profetas; en tercer lugar como maestros; luego, los milagros; luego, el don de las
curaciones, de asistencia, de gobierno, diversidad de lenguas.
29 ¿Acaso todos son apóstoles? O ¿todos profetas? ¿Todos maestros? ¿Todos con
poder de milagros?
30 ¿Todos con carisma de curaciones? ¿Hablan todos lenguas?¿Interpretan todos?

Además es Cristo la cabeza de su Iglesia que es su cuerpo formado por nosotros sus
miembros. Citó en:

COLOSENSES 1,18
18 Él es también la Cabeza del Cuerpo, de la Iglesia: Él es el
Principio, el Primogénito de entre los muertos, para que sea él el primero en todo,

Así en EFESIOS 1, 22-23


22 Bajo sus pies sometió todas las cosas y le constituyó Cabeza suprema de la Iglesia,
23 que es su Cuerpo, la Plenitud del que lo llena todo en todo.

Vemos pues que Cristo es distinto de la iglesia, pero Él está unido a ella como a su
cabeza. En efecto, Cristo es la cabeza y nosotros somos sus miembros, el hombre entero
es Él y nosotros. Cristo y la iglesia es todo uno, por lo cual el Cristo total es Cristo y la
Iglesia.

Sabemos que no todos tenemos los mismos talentos, pero debemos por orden del Señor
ponerlos a la orden de su Santa y Única iglesia, la iglesia católica.

Vemos pues, que no basta poner nuestros talentos al servicio de la iglesia, debemos
hacerlo todo desde la caridad, desde el amor, amor fraterno, amor al estilo de Cristo como
lo señalan varios pasajes de las sagradas escrituras.

También en JUAN 13, 34-35


34 Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros.
Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros.
35 En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los
otros.»

Y respectivamente en varias partes de las sagradas escrituras, a saber:

27
1 PEDRO 1,22
22 Habéis purificado vuestras almas, obedeciendo a la verdad, para amaros los unos a
los otros sinceramente como hermanos. Amaos intensamente unos a otros con corazón
puro,

1 PEDRO 3,8
8 En conclusión, tened todos unos mismos sentimientos, sed compasivos, amaos como
hermanos, sed misericordiosos y humildes.

EFESIOS 5,1-2
1 Sed, pues, imitadores de Dios, como hijos queridos,
2 y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros como oblación y
víctima de suave aroma.

Tanto reina el amor en la iglesia de Cristo, que San Pablo señala que la Iglesia es la
esposa de Cristo, manifestando una unión muy personal.

EFESIOS 5,25-27
25 Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí
mismo por ella,
26 para santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra,
27 y presentársela resplandeciente a sí mismo; sin que tenga mancha ni arruga ni cosa
parecida, sino que sea santa e inmaculada.

Y ratifica en el verso 30 “pues somos miembros de su Cuerpo”.

Sumando todas estas cosas vemos por ende como dice San Pablo, la iglesia universal
(católica), es entonces la casa del Dios vivo, columna y fundamento de la verdad (1
TIMOTEO 3,15).

A los hermanos católicos y protestantes, estén conscientes de estas verdades, como


miembros y como apartados de la verdadera iglesia de Cristo, que Cristo espera que
estemos en su iglesia, dando lo mejor de nosotros con amor y mansedumbre para la
edificación del reino de Dios en la tierra.

Hemos sido llamados por Cristo a formar parte de su única y verdadera Iglesia, tal cual lo
señala:

HEBREOS 3, 5-8
5 Ciertamente, Moisés fue fiel en toda su casa, como servidor, para atestiguar cuanto
había de anunciarse,
6 pero Cristo lo fue como hijo, al frente de su propia casa, que somos nosotros, si
es que mantenemos la entereza y la gozosa satisfacción de la esperanza.
7 Por eso, como dice el Espíritu Santo: Si oís hoy su voz,
8 no endurezcáis vuestros corazones como en la Querella, el día de la provocación en el
desierto,

Y nos exhorta el Apóstol a creer y estar firmes en la fe y en no dudar de esta verdad:

HEBREOS 3,12-14
12 ¡Mirad, hermanos!, que no haya en ninguno de vosotros un corazón maleado por la
incredulidad que le haga apostatar de Dios vivo;

28
13 antes bien, exhortaos mutuamente cada día mientras dure este hoy, para que
ninguno de vosotros se endurezca seducido por el pecado.
14 Pues hemos venido a ser partícipes de Cristo, a condición de que mantengamos
firme hasta el fin la segura confianza del principio.

MODULO II SAGRADAS ESCRITURAS

2. SAGRADAS ESCRITURAS

2.1. HISTORIA Y ORIGEN.


La palabra biblia proviene del griego biblos y significa libros o pequeña colección de libros;
Proviene de una ciudad llamada Biblos, donde se fabricaba el papiro para hacer el papel
de los libros, ya que en la antigüedad consistían en rollos de papiro que en las sinagogas
los judíos desenrollaban y usaban para estudiar sobre las sagradas escrituras.

Es palabra viva de Dios inspirada por el Espíritu Santo al hombre a través de los siglos,
dejando manifiesta las pautas y condiciones que Dios ha querido dejar para nosotros sus
hijos, no varía con el tiempo pues las pautas de vida plasmadas en ella permanecen y se
aplican a nuestra vida diaria desde su aparición hasta nuestros días.

La primera traducción hecha del antiguo testamento del hebreo al griego data de los años
285-246 A.C En Alejandría en los tiempos del rey ptolomeo II filadelfo. Esta traducción
originalmente del pentateuco (del griego pente = cinco, teukos=rollos) son los primeros 5
libros o royos que los judíos llaman la tora (palabra hebrea que significa instrucción o
enseñanza) los cuales son: GENESIS, EXODO, LEVITICO, NUMEROS Y
DEUTERONOMIO. Esta traducción por solicitud del rey de Alejandría será conocida como
la Septuaginta o versión de los LXX, referida en la carta de Aristeas en la cual 72
expertos, 6 por cada una de las 12 tribus de Israel, cada uno por individual realizo la
traducción del texto hebreo original, luego de 70 días al comparar las traducciones de
cada uno de los 72 expertos, se observó que todos tenían la misma traducción, dándole el
carácter de palabra de Dios. Luego aunque originalmente se trataba de los primeros 5
libros, se fueron anexando las traducciones griegas del resto de los libros sagrados,
conociéndose por el mismo nombre de SEPTUAGINTA.

Luego Esas traducciones al griego con el pasar de los siglos se fueron traduciendo al
latín, dándose por nombre de VETUS LATINAS a esas colecciones de traducciones de la
septuaginta que se hicieron al latín. Estas traducciones consistían en manuscritos que no
eran de usanza oficial como biblia de la iglesia católica, sino más bien por uso de
comunidades particulares para sermones o discursos.

Ante esta falta de criterio unificado y desigualdad en la calidad de las VETUS LATINAS, el
papa Dámaso I ordeno a San Jerónimo (Jerónimo de Estridon) efectuara la traducción de
los textos griegos y hebreos originales, con lo cual inicio con los 4 evangelios y los salmos
en el año 382 D.C (concilio de roma) dando origen a la VULGATA que significa popular o
pueblo aunque literalmente quiere decir la de uso común). Luego en el año 390 comenzó
con la traducción del antiguo testamento, tomando textos hebreos y fragmentos de la
septuaginta, concluyendo la obra en el año 405 aproximadamente.

Con el pasar de los siglos en el año 1546, la iglesia católica durante el concilio de Trento,
reconoce la versión de san Jerónimo como la versión única, autentica y oficial de la iglesia
católica. (Por su reputación y además, por ser santo canonizado de la iglesia católica).

29
Alrededor de los años 90-100 DC los líderes Judíos se reunieron para tratar el tema del
canon (canon de palestina), los cristianos usaban el canon largo de Alejandría del antiguo
testamento con 46 libros, mientras ellos hasta los momentos tenían solo 39 libros. Con la
finalidad de regresar al canon Hebreo y distinguirse así de los cristianos, estos 7 libros (1
y 2 de macabeos, Tobías (tobit), Judith, baruc, sabiduría y Eclesiástico (siracides) fueron
excluidos por no estar originalmente en Arameo o Hebreo sino en griego.
Pero al no lograr un consenso entre ellos fue solo hasta el siglo II cuando los fariseos
decidieron cerrar el canon en 39 libros (canon breve de palestina o de Jerusalén).

BIBLIA PROTESTANTE (BIBLIA DEL OSO) nombre debido a su portada de un oso


comiendo un panal de miel.

Fue publicada en Basilea, Suiza el 28 de Septiembre de 1569, traducida por Casiadoro de


Reina de los textos Masoréticos Hebreos, que es la versión hebraica de la biblia usada
oficialmente entre los Judíos, editada y difundida por el grupo hebreo conocidos como
masoretas; los cuales hacían notas marginales en el margen o al final del texto hebreo (el
tanaj).

Luego fue en 1602 cuando Cipriano de Valera hizo la primera revisión del trabajo de
Casiadoro de Reina, dando así origen a la famosa biblia REINA VALERA.

La utilizan las iglesias protestantes del siglo XVI, evangélica, adventista del séptimo día,
iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días, iglesia de dios ministerial de
Jesucristo internacional, los gedeones internacionales, etc.)

Martin Lutero y otros reformadores durante el protestantismo (1534), al separarse de la


iglesia católica, aceptaron el canon breve de Jerusalén excluyendo los 7 libros, dándole
carácter secundario a hebreos, Santiago, judas y apocalipsis, colocándolos al final,
alegando que no eran iguales a las sagradas escrituras, pero que si eran útiles y buenos
para leer.

Algunos protestantes alegan que la iglesia católica los incluyo en el concilio de Trento,
pero siendo este efectuado en 1546 y el protestantismo en 1534, Lutero no pudo haber
rechazado estos libros si ya no estuvieran formando parte del canon.

Otras fuentes alegan que estos 7 libros no son citados en el nuevo testamento y por ello
fueron excluidos, pero tampoco se citan Ester, Abdías y Nahúm y si están en el canon
hebreo.

Pero a pesar de todo esto, los hermanos protestantes sin ninguna autoridad valida,
decidieron excluir 7 libros sagrados del antiguo testamento (1 y 2 de macabeos, Tobías
(tobit), Judith, baruc, sabiduría y Eclesiástico (siracides), aun cuando la biblia tiene su
nacimiento en la iglesia católica como ya lo hemos señalado. Estos siete libros reciben el
nombre de DEUTERO= segundo CANONICOS por ser libros de segunda aparición o
porque pasaron a formar parte del canon en un segundo momento.

En el año 1947 arqueólogos descubrieron en Qumram (palestina) escritos muy antiguos,


encontrando entre ellos los libros de Judit, Baruc, Eclesiástico y 1 de macabeos escritos
originalmente en Hebreo, y el libro de Tobías en arameo, por tanto solo los libros
sabiduría y 2 de macabeos fueron redactados en griego, así quedo sin validez el
argumento de no aceptarlos por estar en Griego.

30
En estos 7 libros vemos temas como la resurrección de los muertos, el tema de los
ángeles, el concepto de retribución, la noción del purgatorio, dando una idea de su
importancia.

2.2. ESTRUCTURA
Está estructurada por 73 libros, divididos en antiguo y nuevo testamento. 46 del antiguo
testamento y 27 del nuevo testamento.

Se les llaman evangelios sinópticos a los primeros tres evangelios, porque presentan la
misma perspectiva general de la vida y predicación de Jesús. Narran casi los mismos
hechos, coincidiendo los tres evangelios Mateo, Marcos y Lucas, en sus narraciones.
Para repasar sobre la definición de sinópticos, diremos que relatan la vida de Cristo desde
un punto de vista común. Veamos en los siguientes estudios los rasgos relevantes de
estos estudios.

Cada uno presenta al Señor desde un punto de vista particular. Es la fotografía de un


amigo desde cuatro posiciones diferentes:

MATEO: Presenta como Rey a los judíos.


MARCOS: Lo presenta como siervo a los romanos.
LUCAS: Como hijo de hombre a los griegos.
JUAN: Como el Verbo encarnado a todos los hombres

Relatan los mismos acontecimientos, es una vista en conjunto una vista en general.

LAS DIFERENCIAS CON JUAN:

a) Los sinópticos relatan su ministerio en Galilea, Juan en Judea.


b) Los sinópticos relatan milagros, parábolas y discursos. Juan relata sólo siete, sus
conversaciones íntimas y sus oraciones.
c) Los sinópticos lo presentan en acción. Juan en meditación y comunión.

31
2.3. COMENTARIOS
La biblia es palabra de Dios, es el legado la herencia que Él nos ha dejado a nosotros sus
hijos, como guía y camino conducente a cómo debemos llevar nuestras vidas para ser
merecedores del perdón, de la salvación, la vida eterna y la resurrección. Todos los
aspectos de cómo debemos vivir cristianamente están contenidos en las sagradas
escrituras, y es uno de los 3 pilares fundamentales de la iglesia católica (la tradición
apostólica, el magisterio de la iglesia y las sagradas escrituras), la verdadera y única
iglesia instituida por el mismo Jesucristo en el año 33 en galilea.
Las sagradas escrituras son contentivas de la verdad, pero debemos ser responsables de
no usarlas manipulando su contenido.

Todo lo que dice la biblia es verdad ¿CIERTO?


Salmo 14. Resaltar el verso uno el fragmento NO HAY DIOS, O DIOS NO EXISTE….
¿Es cierto? Lo dice la biblia.
A es todo el verso 1.
Dice en su corazón el insensato, ¡NO HAY DIOS! Corrompidos están, de conducta
abominable, no hay quien haga el bien.

Por tanto estemos claros que las sagradas escrituras son contentivas de la verdad, pero
es una verdad que pueden manipular y acomodar a conveniencia como hacen algunos
hermanos separados tomando un fragmento, lo sacan de contexto y lo convierten en un
pretexto.

Cabe citar PROVERBIOS 30, 5-6.


5 Probadas son todas las palabras de Dios; él es un escudo para cuantos a él se acogen.
6 No añadas nada a sus palabras, no sea que te reprenda y pases por mentiroso.

San Jerónimo dijo “quien ignora las escrituras, ignora el poder y la sabiduría de Dios, por
tanto, ignorar las sagradas escrituras es ignorar a Cristo”.

En el concilio de Trento se señalo que “la tradición apostólica, las sagradas escrituras y el
magisterio de la iglesia, según el plan prudente de Dios, están unidos y obligados, de
modo que ninguno puede subsistir sin los otros dos, los 3, cada uno según su carácter, y
bajo la acción única del espíritu santo, contribuyen eficazmente a la salvación de las
almas”.

Martin Lutero dijo estas palabras:


“Estamos obligados a admitir a los papistas, que ellos tienen la palabra de Dios, que la
hemos recibido de ellos, y que sin ellos no tendríamos ningún conocimiento de ésta.

“Conocemos – como debido – que mucho de los que ellos dicen (la iglesia católica) es
verdad, que el papado tiene la palabra de Dios y el oficio de los Apóstoles, y que de ella
hemos recibido las sagradas escrituras, el bautismo, los sacramentos y el pulpito ¿Qué
sabríamos de esto si no fuera por ellos?”.

En 2 TIMOTEO 3: 16-17 encontramos:


16 Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argüir, para corregir y
para educar en la justicia;
17 así el hombre de Dios se encuentra perfecto y preparado para toda obra buena.

En el SALMO 119: 105.130.160


105 Para mis pies antorcha es tu palabra, luz para mi sendero.
130 Al abrirse, tus palabras iluminan dando inteligencia a los sencillos.

32
160 Es verdad el principio de tu palabra, por siempre, todos tus justos juicios.

Y en PROVERBIOS 28-9
9 El que aparta su oído para no oír la ley, hasta su oración es abominable.

HEBREOS 4, 12 -13
12 Ciertamente, es viva la Palabra de Dios y eficaz, y más cortante que espada alguna de
dos filos. Penetra hasta las fronteras entre el alma y el espíritu, hasta las junturas y
médulas; y escruta los sentimientos y pensamientos del corazón.
13 No hay para ella criatura invisible: todo está desnudo y patente a los ojos de Aquel a
quien hemos de dar cuenta.

Cuando leemos las sagradas escrituras es el mismo Dios quien nos habla, escuchémoslo
de corazón y pidamos sutileza para discernir lo que quiere decirnos, respecto a nuestra
realidad o situación actual de vida, pues recordemos que Dios quiere nuestra salvación.

JOSUÉ 1,8.
8 No se aparte el libro de esta Ley de tus labios: medítalo día y noche; así procurarás
obrar en todo conforme a lo que en él está escrito, y tendrás suerte y éxito en tus
empresas.

Hermanos míos, para concluir, les ruego reflexionen esta última cita,

SANTIAGO 1,21-27.
21 Por eso, desechad toda inmundicia y abundancia de mal y recibid con docilidad la
Palabra sembrada en vosotros, que es capaz de salvar vuestras almas.
22 Poned por obra la Palabra y no os contentéis sólo con oírla, engañándoos a vosotros
mismos.
23 Porque si alguno se contenta con oír la Palabra sin ponerla por obra, ése se parece al
que contempla su imagen en un espejo:
24 se contempla, pero, en yéndose, se olvida de cómo es.
25 En cambio el que considera atentamente la Ley perfecta de la libertad y se mantiene
firme, no como oyente olvidadizo sino como cumplidor de ella, ése, practicándola, será
feliz.
26 Si alguno se cree religioso, pero no pone freno a su lengua, sino que engaña a su
propio corazón, su religión es vana.
27 La religión pura e intachable ante Dios Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las
viudas en su tribulación y conservarse incontaminado del mundo.

MODULO III LOS SACRAMENTOS

3. LOS SACRAMENTOS: PLENITUD DE LOS MEDIOS DE SALVACION DEJADOS


POR JESUCRISTO

La iglesia de Cristo, es decir la iglesia católica es la única que contiene la plenitud de los
medios de salvación dejados por Jesucristo, los cuales son los sacramentos, enseñados
por el mismo Cristo a los apóstoles como veremos y además, la continuidad de los
mismos hasta la actualidad da fiel cumplimiento a la orden que el mismos Jesús les diera.

33
Los sacramentos son signos sensibles y eficaces de la gracia, instituidos por Jesucristo y
confiados a la Iglesia, por los que se nos dispensa la vida divina.

 Signo sensible es una cosa conocida que manifiesta otra menos conocida; si veo
humo, descubro que hay fuego.
 Pero decimos también signo eficaz, porque el sacramento no sólo significa, sino
que produce la gracia (el humo sólo significa el fuego, pero no lo produce).

En los siete sacramentos están atendidas todas las necesidades de la vida sobrenatural
del cristiano.

El conocimiento humano empieza por los sentidos y, para llegar a conocer las cosas que
los sobrepasan, tenemos que utilizar imágenes, símbolos o comparaciones, que desvelan
un poco lo desconocido. Dios ha procedido con nosotros del mismo modo instituyendo los
signos sensibles que llamamos sacramentos, para expresar las realidades sobrenaturales
de la gracia. Pero la omnipotencia divina hace más de lo que podemos hacer nosotros, y
Dios ha concedido a estos signos sensibles significar y producir la gracia.

Para entender mejor el efecto de los sacramentos podemos compararlos con la vida
natural, viendo que en el orden de la gracia:

 nacemos a la vida sobrenatural por el Bautismo,


 nos fortalecemos con la Confirmación,
 mantenemos la vida con el alimento de la Eucaristía,
 si se pierde por el pecado, la recupera la Penitencia,
 y con la Unción de enfermos nos preparamos para el viaje que acabará en el
cielo.
 El Orden sacerdotal procura los ministros de la Iglesia,
 y el Matrimonio, que con los hijos perpetúa la sociedad humana y hace crecer la
Iglesia cuando son regenerados por el bautismo.

Nos podemos preguntar por qué Cristo ha querido hacer así las cosas. Él puede
comunicar la gracia directamente, sin recurrir a ningún medio sensible, aunque ha querido
acomodarse a nuestra manera de ser, dándonos los dones divinos por medio de las
realidades materiales que usamos, para que nos fuera más fácil conseguirlo. En el
bautismo, por ejemplo, igual que el agua naturalmente purifica, el sacramento purifica: el
sacramento lava y limpia sobrenaturalmente el alma, quitando el pecado original y
cualquier otro pecado que pueda haber, mediante la infusión de la gracia.

Ésta fue la pedagogía de Cristo durante la vida pública, sirviéndose de cosas materiales,
de acciones externas y de palabras. Tocó con su mano al leproso y le dijo: "Quiero, queda
limpio" (Mateo 8,3); untó con barro los ojos del ciego de nacimiento, y recuperó la vista
(cfr. Juan 9,6-7); para comunicar a los Apóstoles el poder de perdonar los pecados, sopló
sobre ellos y pronunció unas palabras (cfr. Juan 20,22).

Igual que la Santísima Humanidad de Cristo es el instrumento unido a la Divinidad del que
se sirve el Verbo para realizar la Redención de los hombres, así las cosas o acciones de
los sacramentos son los instrumentos separados por los que Dios nos santifica,
acomodándose a nuestra manera de ser y de entender.

Cristo confió los sacramentos a su Iglesia, y podemos decir que son "de la Iglesia" en un
doble sentido: la Iglesia hace o administra o celebra los sacramentos, y los sacramentos

34
construyen la Iglesia (el bautismo genera nuevos hijos de la Iglesia, etc.). Existen, pues,
por ella y para ella.

Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del


Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios, pero, como signos, también tienen un
fin instructivo. No sólo suponen la fe, también la fortalecen, la alimentan y la expresan con
palabras y acciones; por eso se llaman sacramentos de la fe.

 Gracia santificante: Los sacramentos dan o aumentan la gracia santificante. El


bautismo y la penitencia la dan; los otros cinco aumentan la gracia santificante, y
sólo se deben recibir estando en gracia de Dios. El que los recibe en pecado
mortal comete pecado de sacrilegio.
 Gracia sacramental: Además de la gracia santificante que conceden todos los
sacramentos, cada uno otorga algo especial que llamamos gracia sacramental. Es
un derecho a recibir de Dios en el momento oportuno la ayuda necesaria para
cumplir las obligaciones contraídas al recibir aquel sacramento. Así, el bautismo
da gracia especial para vivir como buenos hijos de Dios; la confirmación concede
fuerza y valor para confesar y defender la fe hasta la muerte, si fuera preciso; el
matrimonio, para que los cónyuges sean buenos esposos y eduquen
cristianamente a sus hijos; etc.
 Carácter: El bautismo, confirmación y orden sacerdotal conceden además el
carácter, que es una señal espiritual e imborrable, que confiere una peculiar
participación en el sacerdocio de Cristo. Por eso, estos tres sacramentos sólo
pueden recibirse una vez.

Un sacramento se compone de materia, forma, y el ministro que lo realiza con la intención


de hacer lo que hace la Iglesia.
 La materia: es la realidad o acción sensible, como el agua natural en el bautismo,
o los actos del penitente en la confesión (contrición, confesión y satisfacción).
 La forma: son las palabras que al hacerlo se pronuncian.
 El ministro: es la persona que hace o administra el sacramento.

Siguiendo la analogía entre vida natural y etapas de la vida sobrenatural, se pueden


distinguir en los sacramentos tres grupos:
 Sacramentos de iniciación cristiana: Bautismo, Confirmación y Eucaristía, que
ponen los fundamentos de la vida cristiana y comunican al hombre la vida nueva
en Cristo.
 Sacramentos de curación: Penitencia y Unción de enfermos, que curan el
pecado y las heridas de nuestra debilidad.
 Sacramentos al servicio de la comunidad: Orden sacerdotal y Matrimonio,
establecidos para socorrer las necesidades de la comunidad cristiana y la
sociedad humana.

Los sacramentos forman como un organismo, en el que cada sacramento tiene su función
vital. La Eucaristía ocupa un lugar único, en cuanto "sacramento de los sacramentos".
Podemos decir con Santo Tomás de Aquino que "todos los otros sacramentos están
ordenados a la Eucaristía como a su fin".

3.1. BAUTISMO
Aceptado por el mismo Jesucristo, Nos lo presenta primero Juan el Bautista, haciendo
diferencia entre el bautismo que él hacía y el que Jesucristo traería:

35
MATEO 3,11
11 Yo os bautizo en agua para conversión; pero aquel que viene detrás de mí es más
fuerte que yo, y no soy digno de llevarle las sandalias. El os bautizará en Espíritu Santo y
fuego.

Jesús, quiso iniciar su misión evangelizadora con obras, por lo que fue a bautizarse con
Juan para darle cualidad purificadora a las aguas bautismales con el toque de su
sacratísima carne.
MATEO 3,16-17
16 Bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu
de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él.
17 Y una voz que salía de los cielos decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me
complazco.»

El sacramento del bautismo nos limpia del pecado original, nos separa de ser creaturas
del Señor para ser Hijos de Dios, nos concede la gracia para ser cristianos, es decir,
pasamos de ser creaturas (nacidos de la carne), para ser hijos adoptivos de Dios (nacidos
del agua y del espíritu), sin el cual no entraremos en el reino de los cielos; Así se lo
expresa a Nicodemo en:

JUAN 3,5
5 Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de
Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.

Vemos entonces en MATEO 28,19 que los apóstoles estaban cumpliendo una orden que
el mismo Jesús les estaba indicando.

MATEO 28,19
19 Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,

Una vez bautizados, somos como niños recién nacidos (en la fe), como lo señala el
apóstol Pedro en:

1 PEDRO 2,2
2 Como niños recién nacidos, desead la leche espiritual pura, a fin de que, por ella,
crezcáis para la salvación,

También en 1 PEDRO 3,21


21 a ésta (EL AGUA) corresponde ahora el bautismo que os salva y que no consiste en
quitar la suciedad del cuerpo, sino en pedir a Dios una buena conciencia por medio de la
Resurrección de Jesucristo,

Elementos que constituyen el bautismo:


 Materia: remota. Jn 3,5; hch 8,36 y próxima.
 Forma: las palabras del ministro.
 Ministro: ordinario, extraordinario.

3.2. ORDEN SACERDOTAL


Como ya explicamos anteriormente según la tradición apostólica en la iglesia primitiva
existe una estructura Jerárquica que los mismos apóstoles usaron para delegar funciones
dentro de la iglesia, y que por la imposición de las manos transmitían el don de Espíritu

36
Santo conferido por Jesucristo a los apóstoles, pero, ¿porque no cualquiera puede recibir
tan digno sacramento? Como es el caso de los pastores protestantes, que juntan unas
sillas predican y restan toda gracia y merito a un sacramento instaurado por el mismo
Jesús y a su iglesia.

Comencemos pues, señalando que el mismo Cristo en su humanidad se hizo igual a


nosotros menos en el pecado, para sufrir en la carne todos nuestros padecimientos; cito a
San Alfonso María de Ligorio en su obra Práctica de amor a Jesucristo:

“Movido, además, el Hijo por el amor que nos tenía, se nos entregó completamente. Y,
para redimirnos de la muerte eterna y devolvernos la gracia divina y el paraíso perdido, se
hizo hombre y se vistió de carne como nosotros. Y vimos a la majestad infinita como
anonadada. El Señor del universo se humilló hasta tomar forma de esclavo y se sujetó
a todas las miserias que el resto de los hombres padecen.

Vemos en HEBREOS 2,17-18 que:


17 Por eso tuvo que asemejarse en todo a sus hermanos, para ser misericordioso y
Sumo Sacerdote fiel en lo que toca a Dios, en orden a expiar los pecados del pueblo.
18 Pues, habiendo sido probado en el sufrimiento, puede ayudar a los que se ven
probados.

También en HEBREOS 4,14-15expresa:


14 Teniendo, pues, tal Sumo Sacerdote que penetró los cielos - Jesús, el Hijo de Dios -
mantengamos firme la fe que profesamos.
15 Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado.

Cristo es primer y único sumo sacerdote nuestro que, experimentando nuestra humanidad
pudiera compadecerse más de nosotros y su misericordia infinita nos abrazara más
sublimemente.

Por ende los sucesores de las enseñanzas de Cristo tendrían como modelo al mismo
Jesucristo.

En HEBREOS 5,1-10 nos explica las condiciones del sacramento del sacerdocio.
1 Porque todo Sumo Sacerdote es tomado de entre los hombres y está puesto en favor
de los hombres en lo que se refiere a Dios para ofrecer dones y sacrificios por los
pecados;

Es un hombre escogido para interceder a favor de los demás hombres y orar y pedir por el
perdón de nuestros pecados. Seguimos:

2 y puede sentir compasión hacia los ignorantes y extraviados, por estar también él
envuelto en flaqueza.

Dios nos escoge un hombre igual que nosotros, envuelto en nuestras mismas miserias y
debilidades, para que se compadezca y entienda nuestra debilidad. Continuemos:

3 Y a causa de esa misma flaqueza debe ofrecer por los pecados propios igual que por
los del pueblo.

El sacerdote también debe confesarse con otro sacerdote, por su misma condición
humana pecadora. Seguimos en el siguiente verso:

37
4 Y nadie se arroga tal dignidad, sino el llamado por Dios, lo mismo que Aarón.

Nadie puede apropiarse esta dignidad, es un llamado que Dios mismo hace a sus
elegidos, por ende un pastor no puede arrogarse la dignidad del sacerdocio. En los versos
subsiguientes tenemos pues:

5 De igual modo, tampoco Cristo se apropió la gloria del Sumo Sacerdocio, sino que la
tuvo de quien le dijo: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy. (Salmo 2-7)
6 Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, a semejanza de
Melquisedec. (Salmo 109-4)
7 El cual, habiendo ofrecido en los días de su vida mortal ruegos y súplicas con poderoso
clamor y lágrimas al que podía salvarle de la muerte, fue escuchado por su actitud
reverente,
8 y aun siendo Hijo, con lo que padeció experimentó la obediencia;
9 y llegado a la perfección, se convirtió en causa de salvación eterna para todos los que le
obedecen,
10 proclamado por Dios Sumo Sacerdote a semejanza de Melquisedec.

Ciertamente es un gran misterio del cual no podremos agradecer lo suficiente al Señor, de


otorgar tan gran Maestro como el mismo Espíritu Santo para guiar a sus apóstoles y
presbíteros para que, mediante sus operaciones divinas, pudieran aun en su calidad de
pecadores, llevar las riendas y pastorear su grey. El mismo Apóstol Pablo reconoce lo
poco dignos que son de llevar tan gran responsabilidad en:

2 CORINTIOS 4,7
7 Pero llevamos este tesoro en recipientes de barro para que aparezca que una fuerza
tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros.

Las manos del sacerdote son santas, en ellas está el poder de conferir el Espíritu Santo y
además, de administrar todos los sacramentos y sacramentales, que sirven al
perfeccionamiento de la fe y cumplir la voluntad de Dios vivo en su iglesia hasta el fin de
los tiempos.

 Sujeto de este sacramento: sólo el varón bautizado (CIC 1024).


 Ministro: los Obispos válidamente ordenados (LG 21; 20; CEC 1576; Cf. CIC).
 Materia: Imposición de manos (Hch 6 y 14; 1y 2 Tm.)
 Forma: Oración consagratoria.
 Efectos: carácter indeleble (DH 1767; LG 21.28.29), Gracia del Espíritu Santo,
fortaleza al Obispo, Gracia común.

3.3. SACRAMENTO DE LA RECONCILIACION


El mismo Jesús instruyo a los apóstoles para el perdón de los pecados, y les demostró
que la fe en el perdón también lo alcanza; veamos varios pasajes donde lo expresa:

LUCAS 7,48
48 Y le dijo a ella: «Tus pecados quedan perdonados

LUCAS 5,20
20 Viendo Jesús la fe de ellos, dijo: «Hombre, tus pecados te quedan perdonados

LUCAS 8,48
48 El le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz.»

38
LUCAS 17,19
19 Y le dijo: «Levántate y vete; tu fe te ha salvado

Por tanto Jesús enseño a los apóstoles a perdonarse para ejercitar en ellos el
Sacramento del perdón:

MATEO 18,15-17; 21-22


15 «Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha,
habrás ganado a tu hermano.
16 Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado
por la palabra de dos o tres testigos.
17 Si les desoye a ellos, díselo a la comunidad. Y si hasta a la comunidad desoye, sea
para ti como el gentil y el publicano.

Y que siempre deberían perdonarse:

21 Pedro se acercó entonces y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las
ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?»
22 Dícele Jesús: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.»

Dios en su misericordia infinita, deja en manos en un hombre como nosotros la dignidad


del sacerdocio, consagrándose al servicio de Dios de por vida al recibir la imposición de
las manos, y tanto nos ama el Señor, que este hombre, que sufre y padece las mismas
miserias y debilidades y que nos entiende es quien administra el sacramento de la
reconciliación, el perdón de los pecados mediante la confesión.

JUAN 20, 22-23


22 Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo.
23 A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis,
les quedan retenidos.

Dios es quien perdona los pecados, pero el sacerdote actúa en nombre de Cristo mismo y
cuando hacemos una buena confesión basada en un examen de conciencia minucioso,
nos vamos con la certeza que Dios nos ha perdonado de nuestros pecados, con la
observación de que debe existir en nosotros el propósito de enmienda, es decir, no volver
a ofender a Dios volviendo a cometer el pecado.

JUAN 5-14PARALITICO DE LA PISCINA DE BETESDA


14 Más tarde Jesús le encuentra en el Templo y le dice: «Mira, estás curado; no peques
más, para que no te suceda algo peor.»

JUAN 8-11 PASAJE MUJER ADULTERA


11 Ella respondió: «Nadie, Señor.» Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y en
adelante no peques más.»

Es decir, debemos estar arrepentidos de nuestras malas acciones que han ofendido a
Dios.

LUCAS 23,40-43 PASAJE DEL BUEN LADRON


40 Pero el otro le respondió diciendo: «¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma
condena?

39
41 Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio,
éste nada malo ha hecho.»
42 Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino.»
43 Jesús le dijo: «Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso.»

Entendiendo estas cosas vemos con claridad que Jesús mismo quería que la
reconciliación con Dios pasara por el camino de la reconciliación con su Iglesia, misión
que claramente manifiesta San Pablo como cumplidor
2 CORINTIOS 5,18-20
18 Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y nos confió el
ministerio de la reconciliación.
19 Porque en Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo, no tomando en cuenta
las transgresiones de los hombres, sino poniendo en nosotros la palabra de la
reconciliación.
20 Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros.
En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios!

Debemos hacer una observación acá, pues alguno podría decir, si Jesús no escuchaba
alguna confesión sino que solo perdonaba los pecados, ¿porque entonces debemos
confesarnos con el sacerdote? Porque Jesús leía claramente los corazones de la gente y
sabía perfectamente quienes estaban dispuestos a recibir el perdón y quiénes no.

LUCAS 5,22
22 Conociendo Jesús sus pensamientos, les dijo: « ¿Qué estáis pensando en vuestros
corazones?

MARCOS 2,8
8 Pero, al instante, conociendo Jesús en su espíritu lo que ellos pensaban en su
interior, les dice: « ¿Por qué pensáis así en vuestros corazones?

LUCAS 16,15
15 Y les dijo: «Vosotros sois los que os la dais de justos delante de los hombres, pero
Dios conoce vuestros corazones; porque lo que es estimable para los hombres, es
abominable ante Dios.

El confesarse con el sacerdote estaba establecido desde el antiguo testamento.

LEVITICO 5,5-6
5 el que es culpable en uno de estos casos confesará aquello en que ha pecado,
6 y como sacrificio de reparación por el pecado cometido, llevará a Yahveh una hembra
de ganado menor, oveja o cabra, como sacrificio por el pecado. Y el sacerdote hará por él
expiación de su pecado.

Por tanto ese concepto de los hermanos separados de confesarse en la intimidad de la


oración esperando alcanzar el perdón así es errado, el Pastor lo más que puede hacer es
orientarlo o aconsejarlo, además, el hombre está hecho de tal manera que siente la
necesidad de decir sus pecados, de confesar sus culpas, aunque llegado el momento le
cuesta. El sacerdote por ende debe tener suficiente conocimiento de la situación de
culpabilidad y de arrepentimiento del pecador. Luego el sacerdote, guiado por el espíritu
de Jesús que siempre perdona, juzgara y pronunciara la absolución “Yo te absuelvo de
tus pecados en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”. La absolución es
realmente un juicio que se pronuncia sobre el pecador arrepentido. Es mucho más que un
sentirse liberado de sus pecados. Es decir, a los ojos de Dios: no existen más esos

40
pecados. Esta realmente Justificado. Y como consecuencia lógica, dada la delicadeza y la
grandeza de este misterio del perdón, el sacerdote está obligado a guardar un secreto
absoluto de los pecados de sus penitentes.

El sacerdote perdona los pecados porque recibió el poder del mismo Jesús para hacerlo,
como ya lo vimos anteriormente, y dirán algunos ¿porque confesarme con alguien que es
pecador como nosotros? Porque Jesús así lo quiso, Los apóstoles eran pecadores
también, además en

1 JUAN 1,8 dice:


8 Si decimos: «No tenemos pecado», nos engañamos y la verdad no está en nosotros.

El sacerdote concede el perdón en la persona de Cristo y cuando dice Yo te perdono, no


se refiere a la persona del sacerdote sino a la persona de Cristo que actúa en él. Cuando
confesamos nuestros pecados, nos encontramos con alguien que nos habla en el nombre
de Dios, haciéndonos reflexionar y cambiar nuestras vidas.

Tal vez algún protestante podría traer la cita de:

JEREMIAS 17,5
5 Así dice Yahveh: Maldito sea aquel que fía en hombre, y hace de la carne su apoyo, y
de Yahveh se aparta en su corazón.

Pero no viene al caso, primero, porque claramente dice que se aparta de Dios en su
Corazón, es decir, que abandona a Dios y confía más en los hombres, como idolatrar a
una persona por ejemplo. Y si insisten en ello, ¿Por qué no se aplicaría la misma fórmula
con el pastor?

Comencemos a profundizar en nuestra fe católica con corazón dispuesto, ¿cómo


pretendemos amar a Cristo si desconocemos tanto de él? No puede amarse a lo que no
se conoce.

Una vez dijo un protestante “yo envidio a los católicos. Yo cuando peco, pido perdón a
Dios, pero no estoy muy seguro de si he sido perdonado o no. En cambio el católico
queda tan seguro del perdón que esa paz no la he visto en ninguna otra religión”. En
verdad, la confesión es el mejor remedio para obtener la paz del alma.

• Ministro: sólo el Sacerdote: Obispos y Presbíteros.


• Materia: Los Pecados
• Forma: absolución que imparte el Sacerdote.

La gracia propia de este sacramento es:

 Reconciliación con Dios: restitución de la Gracia perdida por el pecado.


 Reconciliación con la Iglesia: el pecado rompe o menoscaba la comunión
fraterna.

3.4. CONFIRMACION
Es el sacramento de la plenitud del Espíritu Santo, el cual equivale a un verdadero
pentecostés. El mismo Jesús ardía de deseos de derramar su espíritu en todo el mundo

LUCAS 12,49

41
49 «He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera
encendido!

HECHOS 2, 1-4
1 Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar.
2 De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó
toda la casa en la que se encontraban.
3 Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre
cada uno de ellos;
4 quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según
el Espíritu les concedía expresarse.

A partir de pentecostés es cuando verdaderamente nace la iglesia católica, pues


comienza su tarea evangelizadora por el mundo, se hace pública.

La definición de este sacramento sería la siguiente: Es un sacramento instituido por


nuestro Señor Jesucristo en el que, por la imposición de las manos y la unción con el
crisma bajo la fórmula prescrita, se da al bautizado la plenitud del Espíritu Santo,
juntamente con la gracia y el carácter sacramental, para robustecerle en la fe y confesarla
valientemente como buen soldado de Cristo.

El sacramento de la confirmación, no solo equivale a un verdadero pentecostés, sino que


perpetua en la iglesia todos los beneficios del mismo mediante la perfección de la gracia
bautismal, quienes son en principio como ya señalamos como niños recién nacidos (1
PE2, 2), con este sacramento se robustecen contra todos los posibles asaltos de la carne,
del demonio y del mundo, y sus almas se vigorizan en la fe para profesar y confesar
valientemente el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Por ello el nombre de confirmación

Los efectos del bautismo con maravillosamente sobrepasados. A semejanza de los


apóstoles, cuya debilidad y cobardía en las horas de la pasión de Cristo manifiesta en:

MATEO 26,56
56 Pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras de los profetas.»
Entonces los discípulos le abandonaron todos y huyeron.

Se convirtió en energía y fortaleza sobrehumana cuando descendió sobre ellos el fuego


de pentecostés, el cristiano que recibe el sacramento de la confirmación siente
robustecidas sus fuerzas espirituales, sobre todo en orden a la proclamación y publica
defensa de la fe que recibió en el bautismo. Como lo vemos en:

HECHOS 4, 18-20
18 Les llamaron y les mandaron que de ninguna manera hablasen o enseñasen en el
nombre de Jesús.
19 Mas Pedro y Juan les contestaron: «Juzgad si es justo delante de Dios obedeceros a
vosotros más que a Dios.
20 No podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y oído.»

El sacramento de la confirmación imprime un carácter o marca indeleble en el alma del


que lo recibe, en virtud del cual el cristiano se hace soldado de Cristo y recibe la potestad
de confesar oficialmente (ex oficio) la fe de Cristo y recibir las cosas sagradas de una
manera más perfecta, juntamente con el derecho a las gracias actuales que durante toda
su vida le sean necesarias para esa defensa y confesión de la fe. Es pues, de un precio y
valor inestimables. Pero, precisamente por su excelsa grandeza, el sacramento de la

42
confirmación lleva consigo grandes exigencias y responsabilidades. He aquí algunas de
las más importantes:

a) Obliga a adquirir una buena cultura religiosa, como condición indispensable para la
defensa de la fe contra sus enemigos.

PROVERBIOS 4,2
2 porque es buena la doctrina que os enseño; no abandonéis mi lección.

1 TIMOTEO 4,6
6 SI tú enseñas estas cosas a los hermanos, serás un buen ministro de Cristo
Jesús, alimentado con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has
seguido fielmente.

b) Obliga a despreciar el llamado respeto humano, incompatible con el ardor y la


valentía con que el soldado de Cristo ha de proclamar públicamente su fe.

TITO 1,10-11
10 Porque hay muchos rebeldes, vanos habladores y embaucadores, sobre todo
entre los de la circuncisión,
11 a quienes es menester tapar la boca; hombres que trastornan familias enteras,
enseñando por torpe ganancia lo que no deben.

c) Nos impulsa al apostolado en todas sus formas, principalmente en nuestro propio


ambiente y circunstancias especiales de nuestra vida.

Debemos hacerles llegar a todos el anuncio solemne y tajante de San Pedro de


que Jesús es el todo de nuestra vida

HECHOS 4,11-12
11 El es la piedra que vosotros, los constructores, habéis despreciado y que se ha
convertido en piedra angular.
12 Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que
nosotros debamos salvarnos.

HECHOS 2,38-41
38 Pedro les contestó: «Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar
en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don
del Espíritu Santo
41 Los que acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas
3.000 almas.

d) Nos obliga a una continua atención a las inspiraciones internas del Espíritu Santo
y a una exquisita fidelidad a la gracia. A quien mucho se le dio mucho se le pedirá.

Estamos llamados a vivir la fe, de crecer en la fe, hasta que se pueda decir de
cada uno de nosotros, de cada cristiano, lo que San Basilio expreso: de la misma
manera que los cuerpos transparentes y nítidos, al recibir los rayos de luz, se
vuelven resplandecientes e irradian brillo, las almas que son llevadas e ilustradas
por el Espíritu Santo se vuelven también ellas espirituales y llevan a las demás la
luz de la gracias. Del Espíritu Santo proviene el conocimiento de las cosas futuras,
la inteligencia de los misterios, la comprensión de las verdades ocultas, la

43
distribución de los dones, la ciudadanía celeste, la conversación con los ángeles.
De Él, la alegría que nunca termina, la perseverancia en Dios, la semejanza en
Dios y, lo más sublime que puede ser pensado, el hacerse Dios.

3.5. EUCARISTIA
La eucaristía o santísimo sacramento del altar es el mayor y más excelente de los 7
sacramentos instituidos por Jesucristo, en ella no recibimos solamente la gracia, sino
también al autor mismo de la gracia, que es el propio Cristo. Recibimos el agua
juntamente con la fuente o manantial de donde brota, como lo señala:

JUAN 4-14
14 pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo
le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna.»

Sabiendo nuestro amantísimo Salvador que era llegada la hora de partir de esta tierra,
antes de encaminarse a morir por nosotros, quiso dejarnos la prenda mayor que podía
darnos de su amor, cual fue precisamente este don del Santísimo Sacramento.

Y nota el Apóstol que Jesús quiso hacer este regalo a los hombres en la misma noche en
que éstos maquinaban su muerte. San Bernardino de Siena es de la opinión de que
Jesucristo, «ardiendo de amor a nosotros y no contento con aprestarse a dar su vida por
nuestra salvación, se vio como forzado por el ímpetu del amor a ejecutar antes de morir la
obra más estupenda, cual era darnos en alimento su cuerpo».

JUAN 13,1
1 Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de
este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó
hasta el extremo.

JUAN 22,19-20
19 Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo
que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío.»
20 De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza
en mi sangre, que es derramada por vosotros.

Dice San Bernardino de Siena que las pruebas de amor que se dan en la muerte quedan
más grabadas en la memoria y son las más apreciadas. De ahí que los amigos, al morir,
acostumbren dejar a las personas queridas en vida un don cualquiera, un vestido, un
anillo, en prenda de su afecto. Pero tú, Jesús, mío, al partir de este mundo, ¿qué nos
dejaste en prenda de tu amor? No ya un vestido ni un anillo, sino que nos dejaste tu
cuerpo, tú sangre, tú alma, tú divinidad y a ti mismo, sin reservarte nada. «Se te ha dado
por entero –dice San Juan Crisóstomo–, no reservándose nada para sí».

Según el Concilio de Trento, en este don de la Eucaristía quiso Jesucristo como derramar
sobre los hombres todas las riquezas del amor que tenía reservadas.

Por eso Santo Tomás llamaba a este sacramento «sacramento de caridad, prenda de
caridad. Sacramento de amor», porque sólo el amor fue el que impulsó a Jesucristo a
darse a nosotros en él; y «prenda de amor», porque si alguna vez dudáramos de su amor,
halláramos de él una garantía en este sacramento. Como si hubiera dicho nuestro
Redentor al dejarnos este don: ¡Oh almas!, si alguna vez dudan de mi amor, he aquí que
me entrego a ustedes en este sacramento; con tal prenda a su disposición, ya no podrán
tener duda de mi amor, y de mi amor extraordinario.

44
Más lejos va todavía San Bernardo al llamar a este sacramento «amor de los amores»,
pues este don encierra todos los restantes dones que el Señor nos hizo, la creación, la
redención, la predestinación a la gloria, porque, como canta la Iglesia, la Eucaristía no
sólo es prenda del amor que Jesucristo nos tiene, sino también prenda del paraíso que
quiere darnos. Por eso San Felipe Neri no acertaba a llamar a Jesucristo en el Santísimo
Sacramento sino con el nombre de amor, y al cabo de su vida, cuando le llevaron el
Viático, exclamó: «He aquí el amor mío, dame a mi amor».

¿Quién jamás se hubiera imaginado, si Dios no lo hubiera hecho, que el Verbo encarnado
quedara bajo las especies de pan para hacerse alimento nuestro?

JUAN 6-51
51 Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el
pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.»

¿No suena a locura –dice San Agustín– decir: Comed mi carne y bebed mi sangre?».

Cuando Jesucristo reveló a sus discípulos este sacramento que nos quería dejar, se
resistían a creerlo y se apartaban de Él, diciendo:

JUAN 6-52
52 Discutían entre sí los judíos y decían: « ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»

JUAN 6-60
60 Muchos de sus discípulos, al oírle, dijeron: «Es duro este lenguaje ¿Quién puede
escucharlo?»

Pues bien, lo que los hombres no podían pensar ni creer, lo pensó y ejecutó el grande
amor de Jesucristo. Tomen y coman, dijo a sus discípulos, y en ellos a todos nosotros;
tomen y coman, dijo antes de salir a su pasión. Pero, ¡oh Salvador del mundo!, y ¿cuál es
el alimento que antes de morir nos queréis dar?

1 CORINTIOS 11,24-25
24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este es mi cuerpo que se da por vosotros;
haced esto en recuerdo mío.»
25 Asimismo también la copa después de cenar diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza
en mi sangre. Cuantas veces la bebiereis, hacedlo en recuerdo mío.»

Así dijo en la noche de la institución de este sacramento de amor.

LUCAS 22,15
15 y les dijo: «Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer;

Con ansia he deseado: así le hizo exclamar el amor inmenso que nos tenía, comenta San
Lorenzo Justiniano. Y, para que con mayor facilidad pudiéramos recibirle, quiso ocultarse
bajo las especies de pan. Si se hubiera ocultado bajo las apariencias de un alimento raro
o de subido precio, los pobres quedarían privados de él; pero no; Jesucristo quiso
quedarse bajo las especies de pan, que está barato y todos lo pueden hallar, para que
todos y en todos los países lo puedan hallar y recibir.

Para que nos resolviéramos a recibirle en la sagrada comunión, no sólo nos exhorta a ello
con repetidas invitaciones:

45
PROVERBIOS 9,5
5 «Venid y comed de mi pan, bebed del vino que he mezclado;

CANTAR 5,1
1 Ya he entrado en mi huerto, hermana mía, novia; he tomado mi mirra con mi bálsamo,
he comido mi miel con mi panal, he bebido mi vino con mi leche. ¡Comed, amigos,
bebed, oh queridos, embriagaos!

También nos lo impone de precepto:

MATEO 26,26
26 Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus
discípulos, dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo.»

Y para inclinarnos a recibirle nos alienta con la promesa del paraíso:

JUAN 6, 54-56
54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último
día.
55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida.

En suma, a quien no comulgare, le amenaza con excluirlo del paraíso y lanzarlo al


infierno:

JUAN 6,53
53 Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del
hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.

Estas invitaciones, estas promesas y estas amenazas nacen todas del gran deseo que
tiene de unirse a nosotros en este sacramento.

Más, ¿por qué desea tanto Jesucristo que vayamos a recibirle en la sagrada comunión?
He aquí la razón. El amor, en expresión de San Dionisio, siempre aspira y tiende a la
unión, y, como dice Santo Tomás, «los amigos que se aman de corazón quisieran estar
de tal modo unidos que no formaran más que uno solo».

Esto ha pasado con el inmenso amor de Dios a los hombres, que no esperó a darse por
completo en el reino de los cielos, sino que aun en esta tierra se dejó poseer por los
hombres con la más íntima posesión que se pueda imaginar, ocultándose bajo
apariencias de pan en el Santísimo Sacramento. Allí está como tras de un muro, y desde
allí nos mira como a través de una cortina. Aun cuando nosotros no lo veamos, Él nos
mira desde allí, y allí se halla realmente presente, para permitir que le poseamos, si bien
se oculta para que le deseemos. Y hasta que no lleguemos a la patria celestial, Jesús
quiere de este modo entregarse completamente a nosotros y vivir así unido con nosotros.

Mas no bastó a su amor el haberse dado por completo al género humano en su


encarnación y en su pasión, muriendo por todos los hombres, sino que inventó el modo de
darse todo a cada uno de nosotros, para lo que instituyó el sacramento del altar, a fin de
unirse a cada uno de nosotros, como Él mismo dijo:

46
JUAN 6,56
56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.

En la sagrada comunión, Jesús se une al alma y el alma a Jesús, siendo esta unión no de
mero afecto, sino muy real y verdadera. Ello hizo decir a San Francisco de Sales: «En
ninguna obra puede considerarse al Salvador ni más tierno ni más amoroso que en ésta,
en la que se aniquiló, por decirlo así, y se redujo a alimento para penetrar nuestras almas
y unirse enteramente al corazón y hasta al cuerpo de sus fieles». Dice San Juan
Crisóstomo que Jesucristo, por el ardiente amor que nos profesaba, quiso unirse de tal
manera a nosotros, que no fuéramos más que una sola y misma cosa.

El sacerdote a través del poder del Espíritu Santo conferido por la imposición de manos
tiene el Maravilloso misterio de la transustanciación, mediante el cual el pan y el vino se
convierten verdaderamente en el cuerpo y en la sangre de Cristo.

Pero lo que muchos cristianos ignoran es que, juntamente con el Verbo encarnado,
recibimos en la eucaristía al Padre y al Espíritu Santo, porque las 3 divinas personas son
inseparables entre sí. Donde esta una de ellas están necesariamente las otras 2, en virtud
de ese inefable misterio que recibe en teología el nombre de divina circuminsesión, que
equivale decir aproximadamente a mutua y reciproca inhesión de las personas divinas
entre sí. En virtud de ella donde este una persona divina están necesariamente las otras
dos, ya que son absolutamente inseparables entre si y de la misma esencia divina, que es
común a las 3 personas.

JUAN 10,30-38
30 Yo y el Padre somos uno.»
38 pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed por las obras, y así sabréis y
conoceréis que el Padre está en mí y yo en el Padre.»

JUAN 14,9-11
9 Le dice Jesús: « ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe?
El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú:
“Muéstranos al Padre”?
10 ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo,
no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras.
11 Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las obras.

Lo mismo aplica al Espíritu Santo.

El magisterio de la Iglesia también lo reconoce, citamos al concilio de Florencia:

“Por razón de esta unidad, el Padre está todo en el Hijo, todo en el Espíritu Santo; el Hijo
está todo en el Padre, todo en el Espíritu Santo; El espíritu Santo esta todo en el Padre,
todo en el Hijo. Ninguno precede a otro en eternidad, o le excede en grandeza, o le
sobrepuja en potestad.

Pues en la Eucaristía, juntamente con la humanidad y divinidad de Cristo (el Hijo de Dios),
están también el Padre y el Espíritu Santo, aunque por distintas razones, a saber: el
Verbo divino se hace presente en la Eucaristía en virtud de su unión Hipostática con el
cuerpo y la sangre de Cristo, mientras que el Padre y el espíritu Santo están presentes en
virtud de la circuminsesión intratinitaria.

47
Debemos recibir a Jesús en la eucaristía no con las disposiciones dignas, sino con las
requeridas, porque, si fuese menester ser digno de este sacramento, ¿quién jamás
pudiera comulgar?

Sólo un Dios podría ser digno de recibir a un Dios. Digo dignas en el sentido en que
convienen a la miseria que envuelve nuestra humanidad.

Téngase también muy entendido que no hay cosa que más aproveche al alma que la
sagrada comunión. El Eterno Padre puso en manos de Jesucristo todas sus divinas
riquezas; de ahí que, al bajar Jesús al alma en la comunión, lleva consigo inmensos
tesoros de gracias, por lo que todo el que comulga puede decir verdaderamente:

SABIDURIA 7,11
11 Con ella me vinieron a la vez todos los bienes, y riquezas incalculables en sus manos.

Dice San Dionisio que el sacramento de la Eucaristía tiene, más que los restantes medios
espirituales, suma virtud santificadora de las almas. Y San Vicente Ferrer aseguraba que
más aprovecha el alma con una sola comunión que con una semana de ayuno a pan y
agua.

Para realizar este sacramento es necesaria la acción ministerial del sacerdote


válidamente ordenado.

Primeramente, como enseña el sagrado Concilio de Trento, la comunión es el gran


remedio que nos libra de los pecados veniales y nos preserva de los mortales.
Dícese que nos libra de los pecados veniales porque, en sentir de Santo Tomás, este
sacramento inclina al hombre a hacer actos de amor, con los que se borran los pecados
veniales. Y dícese que la comunión nos preserva de los pecados mortales porque
aumenta la gracia, que nos preserva de las culpas graves, razón por la cual escribía
Inocencio III que «si Jesucristo nos libró con su pasión de la esclavitud del pecado, con la
Eucaristía nos libra de la voluntad de pecar».

La Eucaristía es:
 Fundamento y base de la Iglesia.
 Sacrificio de Cristo para la Iglesia.
 Víctima y sacerdote con Cristo.
 Alimento de la Iglesia peregrina.
 Centro de la comunidad local.
 Vínculo de la caridad como don supremo del Padre.

En cada comunión eucarística bien recibida, se verifica en el alma del justo una más
penetrante inhabitacion o inhesión de las divinas personas. La eucaristía constituye un
verdadero tesoro para el alma que la recibe dignamente.

1 CORINTIOS 11,26-29
26 Pues cada vez que coméis este pan y bebéis esta copa, anunciáis la muerte del Señor,
hasta que venga.
27 Por tanto, quien coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será reo del
Cuerpo y de la Sangre del Señor.
28 Examínese, pues, cada cual, y coma así el pan y beba de la copa.
29 Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo.

48
Entonces dirán los protestantes, que ellos una vez al año también celebran la pascua del
Señor, pero además de las razones que ya hemos señalado vemos además que había
una condición más que se muestra a la luz de las sagradas escrituras que manifiestan
que este sacramento es propio de la iglesia católica.

HECHOS 2,42, 46-47


42 Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción
del pan y a las oraciones.
46 Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían
el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón.
47 Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. El
Señor agregaba cada día a la comunidad a los que se habían de salvar.

La eucaristía es diaria, y es la iglesia católica la que cumple el mandato de Jesús de


hacer esto en memoria suya, todos los días hasta el fin de los tiempos, dignidad que un
sacerdote puede ejercer por el poder conferido por el mismo Jesucristo a sus apóstoles
mediante el Espíritu Santo y transmitido por la imposición de las manos a sus verdaderos
sucesores los obispos y presbíteros.

3.6. UNCION DE LOS ENFERMOS


A los largo de las sagradas escrituras Jesús sano a muchos enfermos, y enseño a sus
discípulos también a sanar

MATEO 8,2-3; 5-7


2 En esto, un leproso se acercó y se postró ante él, diciendo: «Señor, si quieres puedes
limpiarme.»
3 El extendió la mano, le tocó y dijo: «Quiero, queda limpio.» Y al instante quedó limpio de
su lepra.
5 Al entrar en Cafarnaúm, se le acercó un centurión y le rogó
6 diciendo: «Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos.»
7 Dícele Jesús: «Yo iré a curarle.»

Ya Hemos escuchado que por la fe del centurión al decirle Señor no soy digno de que
entres en mi casa, pero una palabra tuya bastara para sanarle, quedo sano el criado.
Siguiendo en los versos 14 y 15 vemos que:

14 Al llegar Jesús a casa de Pedro, vio a la suegra de éste en cama, con fiebre.
15 Le tocó la mano y la fiebre la dejó; y se levantó y se puso a servirle.

En resumen, curaba y sanaba a todos los que podía y tenían fe en que él podría sanarlos.
MATEO 11,5
5 los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los
muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva;

Vemos pues que El Señor los instruyo para sanar como lo expresa en

MARCOS 6, 7.13
7 Y llama a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los
espíritus inmundos.
13 expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los
curaban.

49
Pues ellos dando cumplimiento a las enseñanzas del Señor Jesús, siguieron sanando y
aplicando la unción con aceite, lo cual se llama santos oleos, aceite consagrado para
ungir a los enfermos o a las personas ya moribundas, lo que se conoce como extrema
unción.

SANTIAGO 5,14-15
14 ¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren
sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor.
15 Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera
cometido pecados, le serán perdonados.

 Ministro: de la Unción (CIC 1003 y de la bendición del óleo de los enfermos (CIC
999).
 Materia: Remota (aceite de oliva u otro aceite vegetal) y Próxima (Unción con
óleo).
 Forma: oración y Unción del sacerdote.

A lo largo de la historia varios concilios refirieron los efectos de este sacramento, aca
algunos de ellos:

 Concilios de Pavia (se perdonan los pecados y consecuentemente se restituye la


salud corporal),
 Concilio de Florencia (sanar el alma y, en ocasiones, también el cuerpo, DH 1324-
1325),
 Concilio deTrento (conferir la gracia, perdonar los pecados, restaurar la salud del
cuerpo, etc., DH 1694-1696 y 1711-1719).

3.7. MATRIMONIO
Dios es un Dios de unidad, un Dios trino, tres personas distintas, una misma divinidad y
sustancia, que expresa el amor infinito, divino y perfecto, nacido del mutuo amor que entre
el Padre y el Hijo existe, y del cual nace el Espíritu Santo.

Por esa misma unidad, Dios busca la unidad en nosotros, es un Dios familiar, Que busca
que estemos unidos en la fe y en la vida.

GENESIS 2,18
18 Dijo luego Yahveh Dios: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una
ayuda adecuada.»

En los versos subsiguientes, Dios busca la manera de que el hombre no este solo
20 El hombre puso nombres a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los
animales del campo, más para el hombre no encontró una ayuda adecuada.
21 Entonces Yahveh Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se
durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vacío con carne.
22 De la costilla que Yahveh Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó
ante el hombre.
23 Entonces éste exclamó: «Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne.
Esta será llamada mujer, porque del varón ha sido tomada.»

50
24 Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una
sola carne.

Claramente vemos que Dios le hizo al hombre 1 compañera, no varias 1, por la cual
dejara a su padre y a su madre, y se harán ellos, hombre y mujer, una sola carne.

Claro, acá me detendrá un protestante, o algún católico mal informado y me dirá, que en
la biblia está permitido el divorcio:

DEUTERONOMIO 24, 1
1 Si un hombre toma una mujer y se casa con ella, y resulta que esta mujer no halla
gracia a sus ojos, porque descubre en ella algo que le desagrada, le redactará un libelo
de repudio, se lo pondrá en su mano y la despedirá de su casa.

Siendo Dios un Dios de unidad y de amor, ¿porque entonces pensamos que podríamos
divorciarnos?, respuestas típicas, Yo quiero ser feliz, No puedo pasarme la vida viviendo
como un mártir, y todas es yo, yo y yo… porque en nuestro egoísmo no dejamos a Dios
ser Dios, cuando él mismo nos dijo

MATEO 6,33
33 Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura.

MATEO 11, 29-30


29 Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.
30 Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.»

SANTIAGO 1,12
12 ¡Feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba, recibirá la corona de la
vida que ha prometido el Señor a los que le aman.

MARCOS 9,24-23
23 Jesús le dijo: «¡Qué es eso de si puedes! ¡Todo es posible para quien cree!»
24 Al instante, gritó el padre del muchacho: «¡Creo, ayuda a mi poca fe!»

2 CORINTIOS 12,9
9 Pero él me dijo: «Mi gracia te basta, que mi fuerza se muestra perfecta en la flaqueza».
Por tanto, con sumo gusto seguiré gloriándome sobre todo en mis flaquezas, para que
habite en mí la fuerza de Cristo.

Dios nos ha pedido fe y fortaleza para soportar las pruebas del diario vivir que él por su
infinito amor a nosotros ha de ayudarnos a superarlas. Veamos que más nos dicen las
sagradas escrituras respecto al divorcio:

MALAQUIAS 2,13-16
13 Y esta otra cosa hacéis también vosotros: cubrir de lágrimas el altar de Yahveh, de
llantos y suspiros, porque él ya no se vuelve hacia la oblación, ni la acepta con gusto de
vuestras manos.
14 Y vosotros decís: ¿Por qué? - Porque Yahveh es testigo entre tú y la esposa de tu
juventud, a la que tú traicionaste, siendo así que ella era tu compañera y la mujer de tu
alianza.

51
15 ¿No ha hecho él un solo ser, que tiene carne y espíritu? Y este uno ¿qué busca? ¡Una
posteridad dada por Dios! Guardad, pues, vuestro espíritu; no traiciones a la esposa de tu
juventud.
16 Pues yo odio el repudio, dice Yahveh Dios de Israel, y al que encubre con su
vestido la violencia, dice Yahveh Sebaot. Guardad, pues, vuestro espíritu y no cometáis
tal traición.

El mismo Dios ODIA EL REPUDIO, y recordemos además que el divorcio contraviene el


plan de Dios y va contra el mandamiento de NO COMETERAS ADULTERIO.
Dios odia al pecado, lo aborrece.

En EXODO 20,5 cuando Dios habla a Moisés respecto a la idolatría, resalta un aspecto de
cómo Él considera y ve a los que cometen pecado:

5 No te postrarás ante ellas ni les darás culto, porque yo Yahveh, tu Dios, soy un Dios
celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me odian,

Cuando pecamos, a los ojos de Dios, aunque es misericordioso, el siente que nosotros
traicionamos su amistad, esa relación íntima que tiene con nosotros, y más aún, QUE LO
ODIAMOS.

San Pablo nos los explica más claramente en la epístola a Santiago

SANTIAGO 2,10-11

10 Porque quien observa toda la Ley, pero falta en un solo precepto, se hace reo de
todos.
11 Pues el que dijo: No adulteres, dijo también: No mates. Si no adulteras, pero matas,
eres transgresor de la Ley.

Violando uno, se violan todos, así de simple.

Pero el Señor ama al pecador. Él busca, persigue al pecador para que se arrepienta, el
Señor quiere que todos se salven. Los pecados que más detesta Jesús son los que
cometemos contra otros por nuestro egoísmo desmedido y descontrolado (el pecado es
social, porque no solo nos vemos envueltos nosotros, sino todos los que nos rodean, que
se ven afectados con nuestro pecado).

MATEO 19, 17-19


17 El le dijo: « ¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno. Mas si
quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.»
18 « ¿Cuáles?» - le dice él. Y Jesús dijo: «No matarás, no cometerás adulterio, no
robarás, no levantarás falso testimonio,
19 honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.»

Pero los protestantes insisten en lo mismo, con acta de divorcio no hay adulterio, y no se
peca a los ojos de Dios. Veamos que dice el Señor Jesús de esto:

MATEO 15,8-9
8 Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.
9 En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres.»

52
Y por ende el mismo Jesús Fija posición a este respecto:

MATEO 19,3-9
3 Y se le acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, le dijeron: « ¿Puede uno
repudiar a su mujer por un motivo cualquiera?»
4 El respondió: « ¿No habéis leído que el Creador, desde el comienzo los hizo varón y
hembra,
5 y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los
dos se harán una sola carne?
6 De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió no
lo separe el hombre.»
7 Dícenle: «Pues ¿por qué Moisés prescribió dar acta de divorcio y repudiarla?»
8 Díceles: «Moisés, teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón, os permitió repudiar
a vuestras mujeres; pero al principio no fue así.
9 Ahora bien, os digo que quien repudie a su mujer - no por fornicación - y se case con
otra, comete adulterio.»

Y Jesús va más allá y les dice:

MATEO 5,27-28: 31-32


27 «Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio.
28 Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con
ella en su corazón.
31 «También se dijo: = El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio.
32 Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto el caso de fornicación, la
hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio.

El sacramento del matrimonio es, un compromiso que hombre y mujer pactan ante la
presencia de Dios con el presbítero como testigo, jurándose unión y fidelidad, en toda
situación de sus vidas, apoyándose y haciéndose “una sola carne” hasta que la muerte los
separe.

En TOBIAS 8, 4-8 vemos por ejemplo el intercambio de votos:

4 Los padres salieron y cerraron la puerta de la habitación. Entonces Tobías se levantó


del lecho y le dijo: «Levántate, hermana, y oremos y pidamos a nuestro Señor que se
apiade de nosotros y nos salve.»
5 Ella se levantó y empezaron a suplicar y a pedir el poder quedar a salvo. Comenzó él
diciendo: ¡Bendito seas tú, Dios de nuestros padres, y bendito sea tu Nombre por todos
los siglos de los siglos! Bendígante los cielos, y tu creación entera, por los siglos todos.
6 Tú creaste a Adán, y para él creaste a Eva, su mujer, para sostén y ayuda, y para que
de ambos proviniera la raza de los hombres. Tú mismo dijiste: No es bueno que el hombre
se halle solo; hagámosle una ayuda semejante a él.
7 Yo no tomo a esta mi hermana con deseo impuro, mas con recta intención. Ten piedad
de mí y de ella y podamos llegar juntos a nuestra ancianidad.
8 Y dijeron a coro: «Amén, amén.»

• Materia: las palabras mismas del consentimiento y las promesas de los derechos
conyugales.
• Forma: las mismas palabras que expresan la aceptación de los derechos.
• Ministro: Los mismos contrayentes.

53
El anillo es un símbolo exterior que representa que estamos apartados y nos debemos en
fidelidad a nuestra pareja.

Así mismo vemos como San Pablo nos exhorta al respecto al matrimonio:

HEBREOS 13,4
4 Tened todos en gran honor el matrimonio, y el lecho conyugal sea inmaculado; que a los
fornicarios y adúlteros los juzgará Dios.

1 CORINTIOS 7,1-11
1 En cuanto a lo que me habéis escrito, bien le está al hombre abstenerse de mujer.
2 No obstante, por razón de la impureza, tenga cada hombre su mujer, y cada mujer su
marido.
3 Que el marido dé a su mujer lo que debe y la mujer de igual modo a su marido.
4 No dispone la mujer de su cuerpo, sino el marido. Igualmente, el marido no dispone de
su cuerpo, sino la mujer.
5 No os neguéis el uno al otro sino de mutuo acuerdo, por cierto tiempo, para daros a la
oración; luego, volved a estar juntos, para que Satanás no os tiente por vuestra
incontinencia.
6 Lo que os digo es una concesión, no un mandato.
7 Mi deseo sería que todos los hombres fueran como yo; mas cada cual tiene de Dios su
gracia particular: unos de una manera, otros de otra.
8 No obstante, digo a los célibes y a las viudas: Bien les está quedarse como yo.
9 Pero si no pueden contenerse, que se casen; mejor es casarse que abrasarse.
10 En cuanto a los casados, les ordeno, no yo sino el Señor: que la mujer no se separe
del marido,
11 más en el caso de separarse, que no vuelva a casarse, o que se reconcilie con su
marido, y que el marido no despida a su mujer.

Esta última exhortación indicando NO VUELVAN A CASARSE, tiene su fundamento


lógico; si lo que Dios a unido no lo separa el Hombre y el mismo Dios dijo hasta que la
muerte los separe, divorciarse y volverse a casar nos hace llevar una vida en perpetuo
pecado mortal, al faltar al mandamiento de NO COMETERAS ADULTERIO, lo cual por
caer en pecado grave nos hace caer de la gracia divina.

Y por tanto, no podemos recibir la eucaristía, ni confesándonos, porque la reconciliación


amerita propósito de enmienda, y sin haberlo, no hay arrepentimiento y por ende no hay
perdón.

La iglesia no discrimina a los divorciados y vueltos a casar, pero cada cual según su
conciencia ve y conoce la magnitud de sus decisiones. Sabemos bien que hay quienes,
por desconocimiento de su fe católica no sabían las implicaciones de sus acciones.

ROMANOS 7,7-11
7 ¿Qué decir, entonces? ¿Que la ley es pecado? ¡De ningún modo! Sin embargo yo no
conocí el pecado sino por la ley. De suerte que yo hubiera ignorado la concupiscencia si
la ley no dijera: ¡No te des a la concupiscencia!
8 Mas el pecado, tomando ocasión por medio del precepto, suscitó en mi toda suerte de
concupiscencias; pues sin ley el pecado estaba muerto.
9 ¡Ah! ¡Vivía yo un tiempo sin ley!, pero en cuanto sobrevino el precepto, revivió el
pecado,
10 y yo morí; y resultó que el precepto, dado para vida, me fue para muerte.

54
11 Porque el pecado, tomando ocasión por medio del precepto, me sedujo, y por él, me
mató.

Si deseas recibir a Cristo eucaristía, encamínate a buscar los mecanismos requeridos,


habla con tu sacerdote para que te guie al respecto. Pon en orden tus sacramentos y
disponte a correr tras el Señor.

Sé que nos es fácil estar dispuestos a renunciar a nosotros mismos por otros, que nos da
miedo, al mismo Jesús le costó aceptarlo la noche que sería atrapado.

MATEO 26,42
42 Y alejándose de nuevo, por segunda vez oró así: «Padre mío, si esta copa no puede
pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad.»
Si te divorcias, tientas a tu esposa o esposo a buscar otra pareja y hacerla caer en
pecado también, del cual eres causante.

LUCAS 17,1-2
1 Dijo a sus discípulos: «Es imposible que no vengan escándalos; pero, ¡ay de aquel por
quien vienen!
2 Más le vale que le pongan al cuello una piedra de molino y sea arrojado al mar, que
escandalizar a uno de estos pequeños.

Pero, nuestro Dios quien no se deja ganar en generosidad, nos deja luces de esperanza
para aquellos, que habiendo formado una segunda familia, y no pueden recibir el
santísimo sacramento, puedan por su misericordia llegar a la patria celestial.

1 PEDRO 4,8
8 Ante todo, tened entre vosotros intenso amor, pues el amor cubre multitud de
pecados.

El amor al prójimo es un medio por el cual podemos comulgar con el Señor, haciendo
obras de caridad, amándonos unos a otros, buscando incansablemente hacer el bien
como lo señala:

ROMANOS 2,6-7
6 el cual dará a cada cual según sus obras:
7 a los que, por la perseverancia en el bien busquen gloria, honor e inmortalidad: vida
eterna;

Para el Señor el amor, supera el juicio, por tanto busquemos la misericordia de Dios

SANTIAGO 2,13
13 Porque tendrá un juicio sin misericordia el que no tuvo misericordia; pero la
misericordia se siente superior al juicio.

MATEO 5,7
7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

1 JUAN 4,17-19
17 En esto ha llegado el amor a su plenitud con nosotros: en que tengamos confianza en
el día del Juicio, pues como él es, así somos nosotros en este mundo.
18 No hay temor en el amor; sino que el amor perfecto expulsa el temor, porque el temor
mira el castigo;

55
19 quien teme no ha llegado a la plenitud en el amor. Nosotros amemos, porque él nos
amó primero.

Vemos pues que Cristo nos ama, y quien ama y ve a Dios en todo y en todos ama al
mismo Dios, alcanzando misericordia para el día del Juicio.

Los sacramentos no sólo son importantes sino necesarios, si queremos vivir la vida
cristiana y aumentarla. Son como los canales que conducen el agua, y en este caso traen
hasta nuestra alma la gracia de la redención de Cristo en la cruz. Y son necesarias
también nuestras disposiciones para recibir -o recibir con más abundancia- el agua limpia
de la gracia. Dan siempre la gracia si se reciben con las debidas disposiciones, y si no se
recibe más gracia no es por culpa del sacramento, sino por falta de preparación. Hay que
acercarse, por tanto, a recibir los sacramentos con la mejor disposición, para que
podamos recibir la gracia y recibirla en abundancia.

MODULO IV MARÍA AUXILIO DE LOS CRISTIANOS Y DISCIPULA PRIMERA DE


JESUS

4. MARÍA, AUXULIO DE LOS CRISTIANOS Y DISCIPULA PRIMERA DE JESÚS


Vemos pues a la luz de las sagradas escrituras que la iglesia católica reúne cabalmente
todos los medios de salvación dejados por nuestro Señor Jesucristo, y es la única que ha
permanecido sin lagunas en toda su historia, desde su fundación por Jesús mismo en el
año 33 en galilea y su inicio a la vida pública y evangelizadora después de pentecostés.

Pero, aún faltan más señales que indican que esta es la iglesia del Dios vivo, pues a la luz
de las sagradas escrituras se hacen presentes más signos que así lo ratifican.

Seguramente nos hemos preguntado ¿cómo sería la Iglesia en sus primeros años?, o lo
que es lo mismo la Iglesia primitiva.

Y vemos pues que sí existe una foto de esta primera comunidad católica.

HECHOS 1,12-14
12 Entonces se volvieron a Jerusalén desde el monte llamado de los
Olivos, que dista poco de Jerusalén, el espacio de un camino sabático.
13 Y cuando llegaron subieron a la estancia superior, donde vivían,
Pedro, Juan, Santiago y Andrés; Felipe y Tomás; Bartolomé y Mateo;
Santiago de Alfeo, Simón el Zelotes y Judas de Santiago.
14 Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de
algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.

Vemos como la Virgen María, está presente en la Iglesia de su Hijo Jesucristo, la única
iglesia que tiene en cuenta a la Virgen María es la Iglesia Católica, la cual la ama y la
venera, por su apoyo y entrega a la misión de su hijo y a la consolidación de su Iglesia y
como ejemplo de apostolado y entrega a la voluntad de Dios.

Por ende es necesario desglosar a la luz de la verdad, la importancia de la Virgen María


en la Iglesia de su hijo Jesucristo, así como de los santos y las imágenes que tenemos en
nuestras Iglesias, por las cuales nos acusan de IDOLATRAS.

Para comenzar explicaremos la diferencia entre venerar y adorar.

56
4.1. DIFERENCIA ENTRE VENERAR Y ADORAR; USO DE IMÁGENES DENTRO DE
LA IGLESIA CATOLICA

VENERAR: Sentir y demostrar gran amor y respeto a una persona especialmente por su
virtud, dignidad, méritos o santidad, como por ejemplo podríamos decir que una persona
venera la memoria de sus antepasados, es decir, es guardar respeto a la persona por sus
actos, los cuales son dignos de imitar. Incluso, la definición de venerar es más amplia, ya
que hay personas que veneran a cualquier persona, imagen, santo, estatua, fetiche.

ADORAR: Rendir culto, obediencia, fidelidad, a la persona o cosa que se considera


divina. Sólo se adora a Dios.

Nuestros hermanos separados, por ejemplo, tienen una gran veneración por sus pastores,
lo que ellos les enseñan es tomado como verdad irrefutable, ¿los están adorando?, claro
que no, tan sólo los tienen en mucha estima y respetan su saber.

El tema surge siempre en referencia a las imágenes que los católicos tenemos en
nuestros templos y en nuestras casas, ¿es eso un pecado?, claro que no, Dios no prohíbe
las imágenes per se sino a los ídolos, imagen e ídolo no son sinónimos.

Veamos lo que nos dice la Biblia:

EXODO 20, 2-4


2 «Yo, Yahveh, soy tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de la casa de
servidumbre.
3 No habrá para ti otros dioses delante de mí.
4 No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que
hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra.

¿Será acaso que Dios se contradice?, no fue Dios mismo quien dijo en

EXODO 25,18-20
18 Harás, además, dos querubines de oro macizo; los harás en los dos extremos del
propiciatorio:
19 haz el primer querubín en un extremo y el segundo en el otro. Los querubines formarán
un cuerpo con el propiciatorio, en sus dos extremos.
20 Estarán con las alas extendidas por encima, cubriendo con ellas el propiciatorio, uno
frente al otro, con las caras vueltas hacia el propiciatorio.

¿No son acaso los querubines imágenes de lo alto? Veamos también en:

NÚMEROS 21, 4-9


4 Partieron de Hor de la Montaña, camino del mar de Suf, rodeando la tierra de Edom. El
pueblo se impacientó por el camino.
5 Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: « ¿Por qué nos habéis subido de Egipto
para morir en el desierto? Pues no tenemos ni pan ni agua, y estamos cansados de ese
manjar miserable.»
6 Envió entonces Yahveh contra el pueblo serpientes abrasadoras, que mordían al
pueblo; y murió mucha gente de Israel.
7 El pueblo fue a decirle a Moisés: «Hemos pecado por haber hablado contra Yahveh y
contra ti. Intercede ante Yahveh para que aparte de nosotros las serpientes,» Moisés
intercedió por el pueblo.

57
8 Y dijo Yahveh a Moisés: «Hazte un Abrasador y ponlo sobre un mástil. Todo el que haya
sido mordido y lo mire, vivirá.»
9 Hizo Moisés una serpiente de bronce y la puso en un mástil. Y si una serpiente mordía a
un hombre y éste miraba la serpiente de bronce, quedaba con vida.

¿No es una serpiente imagen de lo que hay abajo en la tierra?

Bien, ahora veamos el fragmento que nunca comentan nuestros hermanos separados:

EXODO 20, 5-6


5 No te postrarás ante ellas ni les darás culto, porque yo Yahveh, tu
Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la
tercera y cuarta generación de los que me odian,
6 y tengo misericordia por millares con los que me aman y guardan mis mandamientos.

Dios, quien es perfecto no puede cometer errores, luego, lo que nos está diciendo que la
imagen, mientras sea usada adecuadamente Él no tiene nada en contra de ella, pero en
cambio si la vemos como un dios, ahí si pecamos, por ello cuando a esa misma serpiente
que Él ordenó hacer los judíos le estaban rindiendo adoración cual dios, ordenó su
destrucción en:

2 REYES 18,4
4 Él fue quien quitó los altos, derribó las estelas, cortó los cipos y rompió la serpiente de
bronce que había hecho Moisés, porque los israelitas le habían quemado incienso hasta
aquellos días; se la llamaba Nejustán.

Los cristianos no católicos suelen ver en el simple acto de arrodillarse un acto de


adoración, ¿será entonces que Josué adoró el Arca cuando se postró ante ella en:

JOSUÉ 7, 6
6 Josué desgarró sus vestidos, se postró rostro en tierra delante del arca de Yahveh hasta
la tarde, junto con los ancianos de Israel, y todos esparcieron polvo sobre sus cabezas.

Claro que no, el acto de adoración no está en la postura que tomes sino en la actitud del
corazón, y eso tan sólo Dios conoce, ningún ser humano debe pensar que puede juzgar a
otro; así lo expresa:

SANTIAGO 4, 11-12
11 No habléis mal unos de otros, hermanos. El que habla mal de un hermano o juzga a su
hermano, habla mal de la Ley y juzga a la Ley; y si juzgas a la Ley, ya no eres un
cumplidor de la Ley, sino un juez.
12 Uno solo es el legislador y juez, que puede salvar o perder. En cambio tú, ¿quién eres
para juzgar al prójimo?

Con respecto a las imágenes las primeras comunidades cristianas representaban al


Salvador del mundo con imágenes del Buen Pastor; más adelante aparecen las del
Cordero Pascual y otros iconos representando la vida de Cristo. Las imágenes han sido
siempre un medio para dar a conocer y transmitir la fe en Cristo y la veneración y amor a
la Santísima Virgen y a los Santos. Testigo de todo esto son las catacumbas donde aún
se conservan imágenes hechas por los primeros cristianos. El Hijo de Dios, al encarnarse,
inauguró una nueva economía de las imágenes.

58
Algunos objetan que la Iglesia cambió la enseñanza del Antiguo Testamento. No es cierto.
Más bien es Jesucristo mismo quien tomó lo antiguo y le dio una interpretación más
perfecta en su propia Persona.

Mientras antes de Cristo nadie podía ver el rostro de Dios, en Cristo, Dios se hizo visible.
Antes de Jesús las imágenes con frecuencia representaban a ídolos, se usaban para la
idolatría. En la plenitud de los tiempos, el verdadero Dios quiso tomar imagen humana.
Jesucristo es la IMAGEN visible del Padre como expresa en:

JUAN 14:9
9 Le dice Jesús: «¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El
que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”?

Veamos que nos dice en sustento de ello el Catecismo, en el número 476:

"Como el Verbo se hizo carne asumiendo una verdadera humanidad, el cuerpo de Cristo
era limitado" (cf. Cc. de Letrán en el año 649: DS 504). Por eso se puede "pintar" la faz
humana de Jesús (Ga 3,2). En el séptimo Concilio Ecuménico (Cc de Nicea II, en el año
787:DS 600-603) la Iglesia reconoció que es legítima su representación en imágenes
sagradas.

El uso cristiano de las imágenes no es contrario al Primer Mandamiento que proscribe los
ídolos. En efecto, el honor dado a una imagen se remonta al modelo original. El que
venera una imagen venera en ella la persona que en ella está representada. El honor
tributado a las imágenes sagradas es una veneración respetuosa, no una adoración, que
sólo le corresponde a Dios.

Fundándose en el misterio del Verbo Encarnado, el séptimo Concilio Ecuménico,


celebrado en Nicea en 787, permitió la institución de imágenes (Este concilio no instauró
el uso de las imágenes, que como vimos se remonta al comienzo del cristianismo, más
bien afirmó la práctica).

La Iglesia respeta las imágenes de igual forma que se respeta y venera la fotografía de un
ser querido. Todos sabemos que no es lo mismo contemplar la fotografía que contemplar
la misma persona de carne y hueso. No está, pues, la tradición Católica contra la Biblia.
La Iglesia es fiel a la auténtica interpretación cristiana desde sus orígenes.

No es sorprendente que algunos persistan en acusar a la Iglesia sin querer entender


razones. Ya ocurrió así con los fariseos hace casi 2000 años. Acusan a Jesús y sus
discípulos por sus prácticas sin querer ver la realidad. Acudían a Él con muchas
preguntas torcidas, acusándolo de romper la ley, hasta de ser del demonio, veamos:

JUAN 8-48
48 Los judíos le respondieron: «¿No decimos, con razón, que eres samaritano y que
tienes un demonio?»

4.2. MARÍA EN EL PLAN SALVIFICO DE DIOS, MODELO DE OBEDIENCIA Y


SANTIDAD.

Ya explicado este aspecto, pasemos en primera instancia, a ver la importancia de la


virgen María en el plan salvífico de Jesucristo y de su iglesia, la iglesia católica.

59
Vemos como frecuentemente nuestros hermanos separados ofenden y menosprecian a la
madre del salvador, así como todo lo relacionado con ella. Por tanto veamos a la Luz de
las sagradas escrituras, que nos muestra la revelación escrita.

LUCAS 1,26-27
26 Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de
Galilea, llamada Nazaret,
27 a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de
David; el nombre de la virgen era María.

El mismo Dios envió a su arcángel a María, y esté al llegar la saluda de una manera muy
singular.

LUCAS 1,28
28 Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»

El mismo ángel del Señor le dijo que estaba LLENA DE GRACIA y que Dios estaba con
ella, pero, ¿qué es la gracia?

La gracia “Es un don sobrenatural infundido por Dios en nuestras almas para darnos una
participación verdadera y real de su propia naturaleza divina, hacernos hijos suyos y
herederos de la gloria”

La gracia es una realidad divina superior a toda la naturaleza creada o creable. Tanto por
encima que la más pequeña participación de la gracia vale más que la creación universal
entera, o sea que todo el conjunto de los seres creados por Dios que han existido, existen
y existirán hasta el fin de los tiempos.

Santo Tomas dijo “el bien de la gracia de un solo individuo es mayor que el bien natural
de todo el universo”.

Solamente Dios, autor del orden sobrenatural, puede infundirla en el alma. Todas las
criaturas juntas del universo jamás podrán producir la más pequeña participación de la
naturaleza misma de Dios, que es, precisamente, lo que nos comunica la gracia.

Esta gracia divina que Dios nos concede porque así lo dispone y quiere, esta expresa por
el apóstol Pedro en:

2 PEDRO 1, 3-4
3 Pues su divino poder nos ha concedido cuanto se refiere a la vida y a la piedad,
mediante el conocimiento perfecto del que nos ha llamado por su propia gloria y
virtud,
4 por medio de las cuales nos han sido concedidas las preciosas y sublimes promesas,
para que por ellas os hicierais partícipes de la naturaleza divina, huyendo de la
corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia.

Aclarado este aspecto sigamos. El ángel siguiendo en los versos 30 al 33 le explica a


María el plan de Dios, de que concebiría a Jesús y que reinaría por siempre, mas ella
pregunta entonces:

LUCAS 1,34
34 María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?»

60
María era virgen, eso quiere decir que no conocía varón, los hermanos separados insisten
en decir que María no es virgen, pero María si lo es, pues debe cumplirse la profecía de
Isaías que habla de la venida del mesías.

ISAIAS 7,14
14 Pues bien, el Señor mismo va a daros una señal: He aquí que una doncella está
encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.

La doncella está en cinta, es decir, la virgen estará en cinta y dará a luz un hijo, esa es la
señal, una señal es algo fuera de lo común, algo que resalta, que reconoceremos con
facilidad.

Entonces; si María no es virgen, la profecía no se cumple y Jesús no es el mesías ni el


hijo de Dios, y entonces no resucito y estamos adorando a un muerto, no a un Dios vivo y
resucitado. Sigamos para conocer que más sucedió durante la anunciación:

LUCAS 1, 35
35 El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios.

Dios vendría sobre ella y el poder del altísimo la cubriría, la protegería, nada le pasaría,
dando una promesa que siempre estaría con ella.

Debemos preguntarnos con sinceridad de fe, ¿acaso Dios escogería a cualquier mujer,
como su madre?, siendo Dios perfecto, ¿no buscaría lo más puro y perfecto entre sus
creaturas para hacerse humano como nosotros (salvo en el pecado); por amor, para
nuestra salvación?

Hay varios aspectos que debemos tener presentes antes de centrarnos en la respuesta
de María al llamado de Dios.

En Jerusalén las mujeres eran peor que objetos, no se tenía por consideración alguna a
las mujeres, más que la de ser sumisas a sus padres y al esposo. Eran comprometidas en
matrimonio a temprana edad y se casaban a los 15 o 16 años. Ella ya está comprometida
a San José, y quedar encinta sin estar casada era motivo de morir apedreada.

Ella pensaría en todas esas cosas, y su respuesta marco una negación rotunda al mundo
y un si absoluto a la voluntad de Dios.

LUCAS 1, 38
38 Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel
dejándola se fue.

Ella misma se declara esclava de Dios, que esta para servirle en lo que Él disponga, y lo
deja hacer su Santa Voluntad en ella.

María es modelo de obediencia y disposición a dejar a Dios obrar su Voluntad en nuestras


vidas sin resistencia alguna, ¿acaso no es eso digno de imitar y venerar? La veneración y
respeto que le tenemos a ella y a los Santos deriva de esa disposición que tuvieron para
las cosas de Dios, por las cuales alcanzaron la santidad, de la que vale decir, nosotros
estamos llamados también a alcanzar como lo expresa Pedro en

61
1 PEDRO 1, 15-16
15 más bien, así como el que os ha llamado es santo, así también vosotros sed santos en
toda vuestra conducta,
16 como dice la Escritura: Seréis santos, porque santo soy yo.

LEVITICO 19,2
2 Habla a toda la comunidad de los israelitas y diles: Sed santos, porque yo, Yahveh,
vuestro Dios, soy santo.

LEVITIVO 20,7-8
7 Santificaos y sed santos; porque yo soy Yahveh, vuestro Dios.
8 Guardad mis preceptos y cumplidlos. Yo soy Yahveh, el que os santifico.

EFESIOS 1,4
4 por cuanto nos ha elegido en él antes de la fundación del mundo, para ser santos e
inmaculados en su presencia, en el amor;

EFESIOS 1,18
18 iluminando los ojos de vuestro corazón para que conozcáis cuál es la esperanza a que
habéis sido llamados por él; cuál la riqueza de la gloria otorgada por él en herencia a los
santos

COLOSENSES 1, 21-22
21 Y a vosotros, que en otro tiempo fuisteis extraños y enemigos, por vuestros
pensamientos y malas obras,
22 os ha reconciliado ahora, por medio de la muerte en su cuerpo de carne, para
presentaros santos, inmaculados e irreprensibles delante de Él;

Si buscamos como; a la luz de las sagradas escrituras, una explicación de cómo la gracia
nos santifica y nos permite ser instrumento del Espíritu Santo para que opere divinamente
a través de nosotros, la encontramos en:

EFESIOS 3,16-20
16 para que os conceda, según la riqueza de su gloria, que seáis fortalecidos por la
acción de su Espíritu en el hombre interior,
17 que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, para que, arraigados y cimentados
en el amor,
18 podáis comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, la altura y la
profundidad,
19 y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que os vayáis
llenando hasta la total Plenitud de Dios.
20 A Aquel que tiene poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo
que podemos pedir o pensar, conforme al poder que actúa en nosotros,

Esta santidad viene desde el antiguo testamento, así como la presencia de ángeles, los
Santos están vivos e interceden por nosotros.

MATEO 27,52
52 Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos difuntos resucitaron.

MATEO 22,31-32
31 Y en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído aquellas palabras de
Dios cuando os dice:

62
32 Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? No es un Dios de
muertos, sino de vivos.

Vemos que ningún santo está muerto, todos están vivos. Ya en el antiguo testamento se
veneraban a los Santos.

JOSUE 5, 13-14
13 Sucedió que estando Josué cerca de Jericó, levantó los ojos y vio a un hombre
plantado frente a él con una espada desnuda en la mano. Josué se adelantó hacia él y le
dijo: « ¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos?»
14 Respondió: «No, sino que soy el jefe del ejército de Yahveh. He venido ahora.» Cayó
Josué rostro en tierra, le adoró y dijo: « ¿Qué dice mi Señor a su siervo?»

1 REYES 18, 3;7


3 Ajab llamó a Abdías, que estaba al frente de la casa - Abdías era muy temeroso de
Yahveh.
7 Estando Abdías en camino, le salió Elías al encuentro. Le reconoció y cayó sobre su
rostro y dijo: ¿Eres tú Elías, mi Señor?»

Los santos como ya señalamos están vivos, y ellos oran por nosotros

APOCALIPSIS 5,8
8 Cuando lo tomó, los cuatro Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron delante
del Cordero. Tenía cada uno una cítara y copas de oro llenas de perfumes, que son las
oraciones de los santos.

Por tanto los Santos reciben las oraciones de los de la tierra y pueden presentárselas a
Dios.

María es una mujer extraordinaria, escogida por Dios para que fuera su madre, por lo
cual, acaso ¿escogería a alguien indigno, pecador, que se deja arrastrar por su
humanidad y no por el Espíritu Santo? O será más bien, que ¿escogería a alguien que
estuviera a la altura de la importante misión que le sería encomendada?

Ella no busca opacar a su Hijo o su mensaje, ella viene a unificar desde el amor y el
ejemplo la misión de su Hijo.

Veamos el pasaje:

LUCAS 1,41
41 Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su
seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo;

Al escuchar a María; Isabel quedo llena del Espíritu Santo, si fuera María indigna,
pecadora, fornicadora como señalan los hermanos separados queriendo decir que ella
tuvo más Hijos con José, ¿acaso el Espíritu Santo se presentaría en Isabel tan solo con
escuchar la voz de María? , veamos que le dice Isabel

LUCAS 1,42-45
42 y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu
seno;
43 y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?

63
44 Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.
45 ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del
Señor!»

Bendita ella y el fruto de su vientre, el cual era Jesús, no dijo entonces estando llena del
Espíritu Santo bendito el fruto de tu vientre y pecadora tú, ella y Jesús son benditos, ya
que el misterio de María está íntimamente unido al misterio de su hijo. En ella todo está
referido a Cristo, subordinado a Él. María no tiene naturaleza divina y todos sus dones le
vienen por los méritos de su hijo, y no por ello deja de ser una madre única, con dones
únicos para una misión muy particular en la historia.

El que quiere a Jesús debe ir a María, y el que encuentra a María también encuentra con
toda certeza a Jesús. Santa Isabel, cuando vio que la santísima Virgen llegaba a visitarla
a su casa, no sabiendo cómo agradecer tanta humildad, exclamó: “¿De dónde a mí que la
Madre de mi Señor venga a visitarme?” (Lc 1, 43). ¿Cuándo merecí yo que viniera a
verme la Madre de mi Dios? Pero ¡cómo! ¿No sabía Isabel que a su casa habían llegado
no sólo la santísima Virgen, sino Jesús también? Y entonces, ¿por qué se declara indigna
de recibir a la Madre y no más bien de que viniera el Hijo a visitarla? ¡Qué bien
comprendía la santa que cuando venía María llevaba también a Jesús! Y por eso le bastó
con agradecer a la Madre sin tener que nombrar al Hijo.

Veamos que nos dice más adelante el texto bíblico

LUCAS 1,46-55 es la oración conocida como el magníficat, veamos los versos del 46 al
49

46 Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor


47 y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador
48 porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las
generaciones me llamarán bienaventurada,
49 porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre

TODAS LAS GENERACIONES LA LLAMARAN BIENAVENTURADA, y eso hacemos


los católicos.

Veamos a la luz de la encarnación la importancia que el sí de María representa para la


trinidad misma.

Al decir si María, la tercera persona de la Santísima Trinidad viene maravillosamente a ser


fecunda no menos que las otras dos. De hecho, mientras la fecundidad del Padre aparece
claramente en la generación eterna del Hijo, y la del Hijo en la procesión del Espíritu
Santo juntamente con el Padre, el Espíritu Santo permanecía aparentemente estéril, ya
que es imposible producir una cuarta persona en la Trinidad. Ahora bien: al consentir la
Virgen María con su Fiat a la encarnación del Verbo por obra del Espíritu Santo, se
convierte místicamente en la esposa del mismo divino Espíritu y le hace divinamente
fecundo de una manera purísima y santísima, pero no menos real y verdadera. Es cierto y
evidente que el Espíritu Santo no creo la divinidad del Verbo, sino solo la humanidad de
Jesús para unirla hipostáticamente al verbo; ni tampoco creo la humanidad de su propia
sustancia divina, lo que sería monstruoso y absurdo, sino utilizando su divino poder sobre
la sangre y la carne virginal de la inmaculada Madre de Dios.

San Ambrosio expreso el gran misterio con estas y sencillas y breves palabras “¿De qué
manera concibió María del Espíritu Santo? Si fue de su misma sustancia divina, habría

64
que decir que el Espíritu se convirtió en carne y huesos. Pero no fue así, sino únicamente
por su operación y poder. De esta manera de la carne inmaculada de una virgen viviente,
el Espíritu Santo formo el segundo Adán, así como de una tierra virgen el Dios Creador
formo el primero”.

María se consagro al Espíritu Santo, ella es sagrario de la Santísima Trinidad, hija del
Padre, Madre del Verbo y esposa del Espíritu Santo.

María quiere dar cumplimiento y continuidad a la voluntad del Padre y a la misión de su


Hijo amado.

Entonces surge la necesidad de preguntarnos, ¿cuál es la voluntad del Padre? En:

JUAN 6, 39-40dice el Señor Jesús:


39 Y esta es la voluntad del que me ha enviado; que no pierda nada de lo que él me ha
dado, sino que lo resucite el último día.
40 Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga
vida eterna y que yo le resucite el último día.»

Dios quiere que le amemos, que creamos en su hijo, para darnos la vida eterna y
resucitarnos. Esa es la voluntad plena de Dios.

Bien, si escuchamos la voz de María como Isabel, ¿qué podría decirnos que nos llene del
Espíritu Santo y que permita se cumpla la voluntad de Dios en nosotros?

JUAN 2,5
5 Dice su madre a los sirvientes: «Haced lo que él os diga.»

Tan hermosas y llenas de riqueza esas simples palabras, ella nos invita a hacer lo que
Jesús nos diga, y así demos plenitud y cumplimiento a la voluntad del Padre, que
creamos en su Hijo para que tengamos vida eterna y nos resucite el último día.

Los hermanos separados dicen la sangre de Cristo tiene poder, pero es la humanidad de
María la que le dio la sangre y la carne a Jesús.

Ellos dicen Santo es donde pisa Jesús, pero ¿no es santo el vientre que lo vio crecer y lo
alimento?
¿Cómo decir que amo al Hijo, si ofendo y desprestigio a la Madre?
¿Cómo pido al Espíritu Santo sus dones si a su esposa le falto el respeto?
¿Cómo le oro y le pido al Padre, si ofendo y no respeto a la que Él llamo la llena de
gracia, la bendita entre todas las mujeres?

La iglesia Católica nos presenta a María como Abogada, Auxiliadora, Socorro; mediadora,
y para ello dice San Ambrosio que ha de entenderse de tal manera que no reste ni añada
nada a la dignidad y eficacia de Cristo, único mediador. La luna brilla porque refleja la luz
del sol. La luz de la luna no quita ni añade nada a la luz del sol, sino manifiesta su
resplandor. De la misma manera, la mediación de María depende de la de Cristo, único
Mediador.

Por eso es llamada luna; porque, como dice san Buenaventura, como la luna está
intermedia entre la tierra y los cuerpos celestes, y lo que de ellos recibe lo difunde a la
tierra, así la Virgen es reina colocada entre Dios y nosotros, y ella nos difunde la gracia”.
Como la luna está entre la tierra y el sol, y todo lo que de él recibe ella lo refleja en la

65
tierra, así María recibe los influjos celestiales de la gracia del sol divino para transmitirlos
a los que vivimos en la tierra.

San Bernardo afirma que Dios ha colmado a María con todas las gracias para que los
hombres, por medio de María, como por un canal reciban todos los bienes. Y el santo
hace la reflexión de que en el mundo, antes de que naciera la santísima Virgen, no había
para todos los hombres esta corriente de gracia porque no existía este anhelado
acueducto. Pero que para esto ha sido dada María al mundo, para que por este canal
llegasen de continuo las gracias a nosotros.

Como Olofernes, para rendir la ciudad de Betulia, ordenó cortar el acueducto, así el
demonio procura como puede hacer que el alma pierda la devoción a la Madre de Dios,
porque una vez cegado este canal de la gracia, más fácilmente la conquistará.

Pues bien, Ahora viene la parte de San José, él; dice la escritura era hombre justo, al cual
ya tenían prometida a María en Matrimonio, y sabiendo que estaba en cinta y obviamente
no era de él dice la escritura que para no perjudicar a María la dejaría en secreto:

MATEO 1,19-23
19 Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla
en secreto.
20 Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo:
«José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en
ella es del Espíritu Santo.
21 Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de
sus pecados.»
22 Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta:
23 Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel,
que traducido significa: «Dios con nosotros.»

Acá vale que hagamos esta reflexión, siendo José un hombre de fe, un hombre Justo al
cual le revela en sueños un ángel del Señor que el Hijo que espera su prometida es del
Espíritu Santo, ¿concebiría la idea de tener relaciones sexuales con María como señalan
los hermanos separados diciendo que Jesús Tuvo hermanos de Sangre?

José acepto a María, y con ello, también resolvió ser el padre terreno de Jesús y educarlo
en la fe Judía y enseñarle todo cuanto Él sabía.

MATEO 1,24
24 Despertado José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado, y tomó
consigo a su mujer.

LUCAS 2,22-23
21 Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús,
el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno.
22 Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la
Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor,
23 como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al
Señor
24 y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se
dice en la Ley del Señor.

66
Vemos pues que tanto María como José aceptaron el llamado de Dios, para ser los
Padres de Jesús, María debía tener las condiciones necesarias para tan importante
misión.

LUCAS 2,34-35
34 Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y
elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -
35 ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto
las intenciones de muchos corazones.»

LUCAS 2,19;51
19 María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón.
51 Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba
cuidadosamente todas las cosas en su corazón.

Ella meditaba todas las cosas que vivía y sentía respecto a su Hijo, el cual ella sabía era
el Hijo de Dios, lo educo junto a José en las costumbres y en la cultura Judía, siendo
primogénito estaba consagrado al Señor.

Cuando se refiere en arameo a un hermano carnal la forma usual es decir "el hijo de tu
madre", o primo "el hijo de la AHA De tu madre", no existe en hebreo o arameo una
palabra que indique lazo sanguíneo como primos, cuñados, etc; solo la palabra AHA
usada para todas estas formas, y debido a que las sagradas escrituras vienen de
traducciones del griego y latín, en griego si existe las palabras adelfos y adelfe que son
hermano y hermana. Cuando se habla de María, se refieren a ella como la madre de
Jesús.

JUAN 2,1
1 Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de
Jesús.

HECHOS 1,14
14 Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de
algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.

En este último pasaje se nombran a los hermanos de Jesús, de allí que digan los
hermanos separados que María tuvo más hijos. La palabra hermanos se usa para decir
que estaban sus familiares, mas no hermanos de sangre, también suele entenderse como
hermanos en la fe.

MATEO 12-47-50
47 Alguien le dijo: « ¡Oye! ahí fuera están tu madre y tus hermanos que desean hablarte.»
48 Pero él respondió al que se lo decía: « ¿Quién es mi madre y quiénes son mis
hermanos?»
49 Y, extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: «Estos son mi madre y mis
hermanos.
50 Pues todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ése es mi hermano, mi
hermana y mi madre.»

Pero es en este pasaje donde se centra el ataque de los protestantes,

67
MATEO 13,55
55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos
Santiago, José, Simón y Judas?

Santiago, José Simón y Judas eras discípulos de Jesús, no sus hermanos de sangre.

MATEO 27,56
56 Entre ellas estaban María Magdalena, María la madre de Santiago y de José, y la
madre de los hijos de Zebedeo.

Santiago y José, eran hermanos de una mujer llamada María, pero en las sagradas
escrituras cuando se referían a la Virgen María decían, la madre de Jesús.

MATEO 2,11
11 Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron;
abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.

Hay 2 Simón, Simón fue al que le puso Pedro, el primer papa; y Simón el Cananeo; pero
Jesús es Nazareno no Cananeo, por tanto queda descartado. Están Judas Iscariote, el
traidor, quien es hijo de Simón Iscariote.

JUAN 6,71
71 Hablaba de Judas, hijo de Simón Iscariote, porque éste le iba a entregar, uno de los
Doce.

También hay otro Judas, el hijo de Santiago

JUAN 14,22
22 Le dice Judas - no el Iscariote -: «Señor, ¿qué pasa para que te vayas a manifestar a
nosotros y no al mundo?»

Y si este fuera hermano de Jesús, pues en la epístola de Judas no perdería la


oportunidad de anunciarse como hermano de Cristo, pero veamos cómo es su saludo
inicial:

JUDAS 1,1
1 Judas, siervo de Jesucristo, hermano de Santiago, a los que han sido llamados, amados
de Dios Padre y guardados para Jesucristo.

Por tanto también Judas queda descartado como hermano del Señor.

Hay 2 Santiago, el de Zebedeo, hermano de Juan y el del Alfeo.

MARCOS 3,16-19
16 Instituyó a los Doce y puso a Simón el nombre de Pedro;
17 a Santiago el de Zebedeo y a Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso por
nombre Boanerges, es decir, hijos del trueno;
18 a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el
Cananeo
19 y Judas Iscariote, el mismo que le entregó.

Siguiendo aclarando los aspectos que se refieren a los hijos de María, vemos que en el
pasaje del apocalipsis también se habla de ella:

68
APOCALIPSIS 12,1-2-5
1 Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus
pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza;
2 está encinta, y grita con los dolores del parto y con el tormento de dar a luz.
5 La mujer dio a luz un Hijo varón, el que ha de regir a todas las naciones con cetro de
hierro; y su hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono.

Pero en el verso 17 señala claramente quienes son los otros hijos de María, los
verdaderos hermanos de Jesús:

17 Entonces despechado contra la Mujer, se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos,
los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús.

Esos son los hijos de María, aquellos que mantienen el testimonio de Jesús y guardan los
mandamientos de Dios, y el mismo Jesús dijo:

MATEO 5, 17-19
17 «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a
dar cumplimiento.
18 Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley
sin que todo suceda.
19 Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe
a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los
observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.

Por tanto María solo viene a invitarnos a hacer todo lo que Jesús nos pida.

María siempre acompaño a su Hijo:

Ella se mantuvo firme junto a Jesús, aceptando ser su madre (LUCAS 1,38),
En su huida a Egipto (MATEO 2,13-14),
Buscándole cuando se perdió en Jerusalén (LUCAS 2:43-48)
Acompañándolo durante su vida pública (MARCOS 3,32)
Al pie de la cruz, JUAN 19,25
Junto a la primera Iglesia (HECHOS 1,14)

Veamos una catequesis de San Juan Pablo Segundo respecto a la Virgen María.

1. Después de haberme dedicado en las anteriores catequesis a profundizar la identidad y


la misión de la Iglesia, siento ahora la necesidad de dirigir la mirada hacia la santísima
Virgen, que vivió perfectamente la santidad y constituye su modelo.

Es lo mismo que hicieron los padres del Concilio Vaticano II: después de haber expuesto
la doctrina sobre la realidad histórico-salvífica del pueblo de Dios, quisieron completarla
con la ilustración del papel de María en la obra de la salvación. En efecto, el capítulo VIII
de la constitución conciliar Lumen gentium tiene como finalidad no sólo subrayar el valor
eclesiológico de la doctrina mariana, sino también iluminar la contribución que la figura de
la santísima Virgen ofrece a la comprensión del misterio de la Iglesia.

2. Antes de exponer el itinerario mariano del Concilio, deseo dirigir una mirada

69
contemplativa a María, tal como, en el origen de la Iglesia, la describen los Hechos de los
Apóstoles. San Lucas, al comienzo de este escrito neotestamentario que presenta la vida
de la primera comunidad cristiana, después de haber recordado uno por uno los nombres
de los Apóstoles (Hch 1, 13), afirma: "Todos ellos perseveraban en la oración, con un
mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus
hermanos" (Hch 1, 14).

En este cuadro destaca la persona de María, la única a quien se recuerda con su propio
nombre, además de los Apóstoles. Ella representa un rostro de la Iglesia diferente y
complementario con respecto al ministerial o jerárquico.

3. En efecto, la frase de Lucas se refiere a la presencia, en el cenáculo, de algunas


mujeres, manifestando así la importancia de la contribución femenina en la vida de la
Iglesia, ya desde los primeros tiempos. Esta presencia se pone en relación directa con la
perseverancia de la comunidad en la oración y con la concordia. Estos rasgos expresan
perfectamente dos aspectos fundamentales de la contribución específica de las mujeres a
la vida eclesial. Los hombres, más propensos a la actividad externa, necesitan la ayuda
de las mujeres para volver a las relaciones personales y progresar en la unión de los
corazones.

"Bendita tú entre las mujeres" (Lc 1, 42), María cumple de modo eminente esta misión
femenina. ¿Quién, mejor que María, impulsa en todos los creyentes la perseverancia en la
oración? ¿Quién promueve, mejor que ella, la concordia y el amor?

Reconociendo la misión pastoral que Jesús había confiado a los Once, las mujeres del
cenáculo, con María en medio de ellas, se unen a su oración y, al mismo tiempo,
testimonian la presencia en la Iglesia de personas que, aunque no hayan recibido esa
misión, son igualmente miembros, con pleno título, de la comunidad congregada en la fe
en Cristo.

4. La presencia de María en la comunidad, que orando espera la efusión del Espíritu (cf.
Hch l, 14), evocan el papel que desempeñó en la encarnación del Hijo de Dios por obra
del Espíritu Santo (Lc 1, 35 El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el
poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será
llamado Hijo de Dios.). El papel de la Virgen en esa fase inicial y el que desempeña
ahora, en la manifestación de la Iglesia en Pentecostés, están íntimamente vinculados.

La presencia de María en los primeros momentos de vida de la Iglesia contrasta de modo


singular con la participación bastante discreta que tuvo antes, durante la vida pública de
Jesús. Cuando el Hijo comienza su misión, María permanece en Nazaret, aunque esa
separación no excluye algunos contactos significativos, como en Caná, y, sobre todo, no
le impide participar en el sacrificio del Calvario.

Por el contrario, en la primera comunidad el papel de María cobra notable importancia.


Después de la Ascensión y en espera de Pentecostés, la Madre de Jesús está presente
personalmente en los primeros pasos de la obra comenzada por el Hijo.

5. Los Hechos de los Apóstoles ponen de relieve, que María se encontraba en el cenáculo
"con los hermanos de Jesús" (Hch 1, 14), es decir, con sus parientes, como ha
interpretado siempre la tradición eclesial. No se trata de una reunión de familia, sino del
hecho de que bajo la guía de María, la familia natural de Jesús pasó a formar parte de la
familia espiritual de Cristo: "Quien cumpla la voluntad de Dios, --había dicho Jesús--, ése
es mi hermano, mi hermana, y mi madre» (Mc 3, 34).

70
En esa misma circunstancia, Lucas, define explícitamente a María "la madre de Jesús"
(Hch 1, 14), como queriendo sugerir que algo de la presencia de su Hijo elevado al cielo
permanece en la presencia de la madre. Ella recuerda a los discípulos el rostro de Jesús y
es, con su presencia en medio de la comunidad, el signo de la fidelidad de la Iglesia a
Cristo Señor.

El título de Madre, en este contexto, anuncia la actitud de diligente cercanía con la que la
Virgen seguirá la vida de la Iglesia, María le abrirá su corazón para manifestarle las
maravillas que Dios omnipotente y misericordioso obró en ella.

Ya desde el principio María desempeña su papel de Madre de la Iglesia: su acción


favorece la comprensión entre los Apóstoles, a quienes Lucas presenta con un mismo
espíritu y muy lejanos de las disputas que a veces habían surgido entre ellos.

Por último, María ejerce su maternidad con respecto a la comunidad de creyentes no sólo
orando para obtener a la Iglesia los dones del Espíritu Santo, necesario para su formación
y su futuro, sino también educando a los discípulos del Señor en la comunión constante
con Dios.

Así, se convierte en educadora del pueblo cristiano en la oración y en el encuentro con


Dios, elemento central e indispensable para que la obra de los pastores y los fieles tenga
siempre en el Señor su comienzo y su motivación profunda.

6. Estas breves consideraciones muestran claramente que la relación entre María y la


Iglesia constituye una relación fascinante entre dos madres. Ese hecho nos revela
nítidamente la misión materna de María y compromete a la Iglesia a buscar siempre su
verdadera identidad en la contemplación del rostro de la Theotókos. (Palabra griega que
significa Madre de Dios, titulo dogmáticamente otorgado en el concilio de Éfeso en 431
A.D.

4.3. LA SANA DOCTRINA Y LOS FALSOS PROFETAS.


Ahora hermanos, a la luz de todas estas cosas pregunto ¿Porque insisten en permanecer
perdidos y alejados de la sana y verdadera doctrina de Dios?

Si hermanos, hay una sana doctrina, y también la doctrina falsa, la que está basada en el
criterio humano y no en las cosas de Dios.

La sana doctrina por ejemplo, la vemos en:

PROVERBIOS 4,2
2 porque es buena la doctrina que os enseño; no abandonéis mi lección.

ROMANOS 6,17-18
17 Pero gracias a Dios, vosotros, que erais esclavos del pecado, habéis obedecido de
corazón a aquel modelo de doctrina al que fuisteis entregados,
18 y liberados del pecado, os habéis hecho esclavos de la justicia.

En TITO 2,1 también la señalan:


1 Más tú enseña lo que es conforme a la sana doctrina;

71
Pablo exhorta a Tito a enseñar la sana doctrina, que no es más que aquella que el mismo
Jesús les confío a sus apóstoles, y que ellos transmitieron a lo largo de la historia a la
iglesia católica. Así lo verificamos en:

1 TIMOTEO 4,6-7
6 Si tú enseñas estas cosas a los hermanos, serás un buen ministro de Cristo Jesús,
alimentado con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido fielmente.
7 Rechaza, en cambio, las fábulas profanas y los cuentos de viejas. Ejercítate en la
piedad.

En el siguiente pasaje bíblico, se ratifica la existencia de la sana doctrina, mas señala


aquello a lo cual se opone:

1 TIMOTEO 1, 9-10
9 teniendo bien presente que la ley no ha sido instituida para el justo, sino para los
prevaricadores y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreligiosos y
profanadores, para los parricidas y matricidas, para los asesinos,
10 adúlteros, homosexuales, traficantes de seres humanos, mentirosos, perjuros y para
todo lo que se opone a la sana doctrina,

En JUAN 7, 16-18 Dice el Señor Jesús, de quien es la sana doctrina que el predica:
16 Jesús les respondió: «Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado.
17 Si alguno quiere cumplir su voluntad, verá si mi doctrina es de Dios o hablo yo por mi
cuenta.
18 El que habla por su cuenta, busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que
le ha enviado, ese es veraz; y no hay impostura en él.

Los hermanos separados defienden su doctrina falsa, por sus razones personales.

El mismo Jesús nos lo advierte diciendo en:

MATEO 7,15
15 «Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas,
pero por dentro son lobos rapaces.

MATEO 15,14
14 Dejadlos: son ciegos que guían a ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos
caerán en el hoyo.»

Y así mismo, sus apóstoles también advierten de estas falsas doctrinas:

HEBREOS 13,9
9 No os dejéis seducir por doctrinas varias y extrañas. Mejor es fortalecer el corazón con
la gracia que con alimentos que nada aprovecharon a los que siguieron ese camino.

2 CORINTIOS 2,17
17 Ciertamente no somos nosotros como la mayoría que negocian con la Palabra de
Dios. ¡No!, antes bien, con sinceridad y como de parte de Dios y delante de Dios
hablamos en Cristo.

Y vemos repetidas veces, aquellos que usan la palabra para enriquecerse:

ROMANOS 16, 17-18

72
17 Os ruego, hermanos, que os guardéis de los que suscitan divisiones y escándalos
contra la doctrina que habéis aprendido; apartaos de ellos,
18 pues esos tales no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a su propio vientre, y,
por medio de suaves palabras y lisonjas, seducen los corazones de los sencillos.

También nos explican cómo reconocerlos por su predicación y comportamiento:

1 TIMOTEO 6, 3-5.
3 Si alguno enseña otra cosa y no se atiene a las sanas palabras de nuestro Señor
Jesucristo y a la doctrina que es conforme a la piedad,
4 está cegado por el orgullo y no sabe nada; sino que padece la enfermedad de las
disputas y contiendas de palabras, de donde proceden las envidias, discordias,
maledicencias, sospechas malignas,
5 discusiones sin fin propias de gentes que tienen la inteligencia corrompida, que están
privados de la verdad y que piensan que la piedad es un negocio.

Vale resaltar lo que comenta el apóstol respecto a ver la piedad como negocio:

1 TIMOTEO 6, 6-10.
6 Y ciertamente es un gran negocio la piedad, con tal de que se contente con lo que
tiene.
7 Porque nosotros no hemos traído nada al mundo y nada podemos llevarnos de él.
8 Mientras tengamos comida y vestido, estemos contentos con eso.
9 Los que quieren enriquecerse caen en la tentación, en el lazo y en muchas codicias
insensatas y perniciosas que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición.
10 Porque la raíz de todos los males es el afán de dinero, y algunos, por dejarse llevar de
él, se extraviaron en la fe y se atormentaron con muchos dolores.

Los apóstoles estaban conscientes de esta realidad, y toman acciones en defensa de la fe


en Cristo:

1 TIMOTEO 1, 3;6-7
3 Al partir yo para Macedonia te rogué que permanecieras en Éfeso para que mandaras a
algunos que no enseñasen doctrinas extrañas,
6 Algunos, desviados de esta línea de conducta, han venido a caer en una vana
palabrería;
7 pretenden ser maestros de la Ley sin entender lo que dicen ni lo que tan
rotundamente afirman.

Si va en contra de la doctrina del Señor, no es más que una doctrina Diabólica, debemos
estar firmes en nuestra fe católica, estamos advertidos como lo expresa en:

1 TIMOTEO 4, 1-2
1 El Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe
entregándose a espíritus engañadores y a doctrinas diabólicas,
2 por la hipocresía de embaucadores que tienen marcada a fuego su propia conciencia;

También lo manifiesta el apóstol en:

2 TIMOTEO 4, 3-4
3 Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que,
arrastrados por sus propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito
de oír novedades;

73
4 apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas.

Y como una profecía, vemos como el apóstol advirtió sobre la división de la iglesia,
pudiendo interpretarse como el movimiento protestante:

HECHOS 20,29-30
29 «Yo sé que, después de mi partida, se introducirán entre vosotros lobos crueles que no
perdonarán al rebaño;
30 y también que de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán cosas
perversas, para arrastrar a los discípulos detrás de sí.

Y nos preguntamos, ¿Qué debemos hacer respecto a estas cosas? Veamos que nos dice
en:

TITO 1,10-11
10 Porque hay muchos rebeldes, vanos habladores y embaucadores, sobre todo entre los
de la circuncisión,
11 a quienes ES MENESTER TAPAR LA BOCA; hombres que trastornan familias
enteras, enseñando por torpe ganancia lo que no deben.

Fíjense que estamos obligados a tapar la boca de aquellos que no guardan la sana
doctrina, trastornan familias enteras y los apartan de la fe, de la verdadera iglesia de
Cristo.

Pero también nos invita a no desgastarnos con aquellos que deseen permanecer perdidos
y lejos de la verdadera iglesia del Señor; como lo señala:

TITO 3, 10-11
10 Al sectario, después de una y otra amonestación, rehúyele;
11 ya sabes que ése está pervertido y peca, condenado por su propia sentencia.

Hermanos, insistimos en decir que no es donde me sienta mejor, o sea más bonito, es
donde esta Cristo resucitado en verdad, no podemos negar que Dios este en otras
religiones Cristianas.

Oh como insisten los hermanos separados:

MATEO 18,20
20 Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos.»

Y eso para ellos ya es razón suficiente para congregarse y formar una iglesia.

Recordemos que ciertamente, Dios puede estar presente en otras religiones Cristianas:

JUAN 9,49-50
49 Tomando Juan la palabra, dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios
en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no viene con nosotros.»
50 Pero Jesús le dijo: «No se lo impidáis, pues el que no está contra vosotros, está por
vosotros.»

MARCOS 9,38-40

74
38 Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no
viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros.»
39 Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando
mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí.
40 Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros.»

Y también vemos, que Pablo señala su gozo en que Cristo sea anunciado, indistintamente
de quien lo haga:

FILIPENSES 1, 15-18
15 Es cierto que algunos predican a Cristo por envidia y rivalidad; mas hay también otros
que lo hacen con buena intención;
16 éstos, por amor, conscientes de que yo estoy puesto para defender el Evangelio;
17 aquéllos, por rivalidad, no con puras intenciones, creyendo que aumentan la tribulación
de mis cadenas.
18 Pero ¿y qué? Al fin y al cabo, hipócrita o sinceramente, Cristo es anunciado, y esto me
alegra y seguirá alegrándome.

Pero, también es cierto lo que dijo el Señor Jesús:

MATEO 7,21-23
21 «No todo el que me diga: “Señor, Señor, entrará en el Reino de los
Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial.
22 Muchos me dirán aquel Día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu
nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?”
23 Y entonces les declararé: “¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!”

Ya vimos como a la luz de las sagradas escrituras, es la iglesia católica la verdadera


Iglesia de Cristo, y el Señor sabiendo que estaría dividida, busca la unión en una única
Iglesia, su Iglesia, cuya piedra visible en la tierra es el papa:

JUAN 10,16
16 También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que
conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor.

No podemos seguir negando la verdad, pero si insisten, solo les pido piensen un poco en
esto.

1 JUAN 5,10-13
10 Quien cree en el Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo .Quien no cree a Dios le
hace mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.
11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna y esta vida está en su Hijo.
12 Quien tiene al Hijo, tiene la vida; quien no tiene al Hijo, no tiene la vida.
13 Os he escrito estas cosas a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que os
deis cuenta de que tenéis vida eterna.

Debemos permanecer unidos en la verdadera Iglesia de Cristo, y apoyarnos los unos a


los otros para perseverar en la fe, así nos exhorta el apóstol en:

EFESIOS 4, 13-16

75
13 hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo
de Dios, al estado de hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo.
14 Para que no seamos ya niños, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier
viento de doctrina, a merced de LA MALICIA HUMANA y de la astucia que conduce
ENGAÑOSAMENTE AL ERROR,
15 antes bien, siendo sinceros en el amor, crezcamos en todo hasta Aquel que es la
Cabeza, Cristo,
16 de quien todo el Cuerpo recibe trabazón y cohesión por medio de toda clase de
junturas que llevan la nutrición según la actividad propia de cada una de las partes,
realizando así el crecimiento del cuerpo para su edificación en el amor.

También en:

HEBREOS 10,24-31
24 Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras,
25 sin abandonar vuestra propia asamblea, como algunos acostumbran hacerlo,
antes bien, animándoos: tanto más, cuanto que veis que se acerca ya el Día.
26 Porque si voluntariamente pecamos después de haber recibido el pleno
conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por los pecados,
27 sino la terrible espera del juicio y la furia del fuego pronto a devorar a los rebeldes.
28 Si alguno viola la Ley de Moisés es condenado a muerte sin compasión, por la
declaración de dos o tres testigos.
29 ¿Cuánto más grave castigo pensáis que merecerá el que pisoteó al Hijo de Dios, y
tuvo como profana la sangre de la Alianza que le santificó, y ultrajó al Espíritu de la
gracia?
30 Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza; yo daré lo merecido. Y también: El
Señor juzgará a su pueblo.
31 ¡Es tremendo caer en las manos de Dios vivo!

Como unos tips finales para su consideración, vemos que; por ejemplo; fue en Antioquía
donde por primera vez, los discípulos recibieron el nombre de cristianos:

HECHOS 11,26
26 y en cuanto le encontró, le llevó a Antioquía. Estuvieron juntos durante un año entero
en la Iglesia y adoctrinaron a una gran muchedumbre. En Antioquía fue donde, por
primera vez, los discípulos recibieron el nombre de «cristianos».

No nos dejemos robar nuestra identidad hermanos, somos Cristianos, porque creemos y
amamos a Cristo; católicos; porque nuestra iglesia es universal, se extiende por todo el
mundo y anuncia el Evangelio a todos los hombres y todas las mujeres. La Iglesia no es
un grupo de élite, sólo para unos pocos. La Iglesia no tiene cierres, es enviada a todo el
mundo, a toda la humanidad. Apostólicos, porque está fundada sobre la sucesión de los
apóstoles, es decir, sobre quienes el Señor envió (eso quiere decir apóstol: “enviado”) que
son los obispos, que enseñan, santifican y dirigen a la Iglesia que les ha sido confiada. Y
Romanos, porque obedecemos el primado del papa, quien representa a Pedro, primer
papa que estableció su cede en roma. También somos evangélicos, porque
reconocemos los evangelios, y Marianos, porque veneramos y amamos a la Virgen
María.

¿Y quieren saber quién es el anticristo? El famoso número de la bestia 666. Vayamos al


libro del:

APOCALIPSIS 13,18

76
18 ¡Aquí está la sabiduría! Que el inteligente calcule la cifra de la Bestia; pues es la cifra
de un hombre. Su cifra es 666.

Es la cifra de un hombre, veamos. Recurramos a las sagradas escrituras; Tenemos en


salmo 66,6, pero dice es la cifra de un hombre, por tanto lo descartamos, quedan Isaías
66,6, Baruc 6,66 y Juan 6,66. Ni Isaías ni Baruc dan luz al respecto, pero veamos lo que
nos dice el apóstol San Juan:

JUAN 6,66
66 Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él.

A este respecto hablaba el Señor con sus discípulos sobre la eucaristía, diciendo que
quien no coma su cuerpo ni beba su sangre no entrara en el reino de los cielos, pues su
cuerpo es verdadera comida y su sangre verdadera bebida, la gente se escandalizaba de
sus palabras y se apartaron de Él, tal como los protestantes no creen en los sacramentos
instaurados por el mismo Jesús.

Si no quiere ser un anticristo y darle la espalda a la doctrina sana y verdadera,


proveniente de Dios, responda como los apóstoles al llamado de Cristo en:

JUAN 6,67-69
67 Jesús dijo entonces a los Doce: « ¿También vosotros queréis marcharos?»
68 Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿dónde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de
vida eterna,
69 y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.»

No se dejen seducir por la doctrina del demonio, Sí, lo es, si va en contra de algún
mandamiento de Dios y de su hijo nuestro Señor Jesucristo, ¿de quién es sino del
demonio, que va contra la voluntad de Dios para perdernos y seamos condenados al
infierno? Claramente lo vemos en:

2 TESALONISENSES 2, 9-14
9 La venida del Impío estará señalada por el influjo de Satanás, con toda clase de
MILAGROS, SEÑALES, PRODIGIOS ENGAÑOSOS,
10 y todo tipo de maldades que seducirán a los que se han de condenar por no haber
aceptado el amor de la verdad que les hubiera salvado.
11 Por eso Dios les envía un poder seductor que les hace creer en la mentira,
12 para que sean condenados todos cuantos no creyeron en la verdad y prefirieron
la iniquidad.
13 Nosotros, en cambio, debemos dar gracias en todo tiempo a Dios por vosotros,
hermanos, amados del Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para la
salvación mediante la acción santificadora del Espíritu y la fe en la verdad.
14 Para esto os ha llamado por medio de nuestro Evangelio, para que consigáis la gloria
de nuestro Señor Jesucristo.

MARCOS 13, 21-23


21 Entonces, si alguno os dice: “Mirad, el Cristo aquí” “Miradlo allí”, no lo creáis.
22 Pues surgirán falsos cristos y falsos profetas y realizarán señales y prodigios
con el propósito de engañar, si fuera posible, a los elegidos.
23 Vosotros, pues, estad sobre aviso; mirad que os lo he predicho todo.

77
Hermanos, el diablo tiene poder, esta como león rugiente buscando a quien devorar,
estemos unidos en el amor y la oración, siempre vigilantes porque el mal no descansa
jamás.

EL QUE TENGA OIDOS QUE OIGA Y EL QUE TENGA OJOS QUE VEA.

MODULO V HIJOS DE DIOS Y HERMANOS DE CRISTO

5. ¿QUE IMPLICA SER HIJOS DE DIOS, Y POR TANTO HERMANOS EN LA FE


PROFESADA A CRISTO?
Antes de entrar en materia, queremos recordar la base fundamental sobre la cual se rige
la Ley de Dios según el mismo Jesús, respecto al cumplimiento de la ley, cuando los
fariseos quisieron ponerlo a prueba preguntándole en:

MATEO 22,37-40
36 «Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?»
37 Él le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda
tu mente.
38 Este es el mayor y el primer mandamiento.
39 El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
40 en estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas.»

Vemos que el amor es la fuerza sobre la que se apoya el cumplimiento de la ley.

5.1. BAUTISMO, ADOPCION DE DIOS COMO SUS HIJOS


Nosotros los católicos nacemos 2 veces, la primera es de forma natural, nacemos con el
pecado original por culpa de Adán, por lo cual somos creaturas de Dios y tenemos
cerradas las puertas del cielo.

Al recibir el sacramento del bautismo, Nacemos por segunda vez; pasamos a ser hijos de
Dios por adopción de manera que se nos abran las puertas del cielo, limpiándonos del
pecado original y recibimos el Espíritu Santo, como lo expresa Pedro en:

HECHOS 2,38
38 Pedro les contestó: «Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el
nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del
Espíritu Santo

Jesús lo manifiesta también en:

JUAN 3,5
5 Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de
Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.

También el apóstol Pablo lo explica en su epístola a:

TITO 3,4-7
4 Más cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor a los
hombres,
5 él nos salvó, no por obras de justicia que hubiésemos hecho nosotros, sino según su
misericordia, por medio del BAÑO DE REGENERACIÓN Y DE RENOVACIÓN DEL
ESPÍRITU SANTO,

78
6 que derramó sobre nosotros con largueza por medio de Jesucristo nuestro
Salvador,
7 para que, JUSTIFICADOS POR SU GRACIA, fuésemos constituidos HEREDEROS,
en esperanza, de vida eterna.

5.2. HIJOS DE DIOS, HERMANOS EN CRISTO


Pasamos a ser Hijos de Dios, por amor primeramente, como lo expresa el apóstol Juan
en:

1 JUAN 3,1
1 Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo
somos!. El mundo no nos conoce porque no le conoció a él.

Y el mismo Jesús cuando nos deja la oración universal de nuestra iglesia, el Padre
nuestro, nos manifiesta esa adopción y que, además, nos hace hermanos suyo.

MATEO 6,9
9 «Vosotros, pues, orad así: PADRE NUESTRO que estás en los cielos, santificado sea
tu Nombre;

Es hermoso pensar que el mismo Jesús nos ordena orar diciendo PADRE NUESTRO,
abrazando a la humanidad entera en esa breve pero poderosa palabra, confirmándonos
como sus hermanos y por tanto hijos del mismo Dios.

Dios mismo nos toma en adopción como lo expresa el apóstol en:

EFESIOS 1, 4-5
4 por cuanto nos ha elegido en él antes de la fundación del mundo, para ser santos e
inmaculados en su presencia, en el amor;
5 eligiéndonos de antemano para SER SUS HIJOS ADOPTIVOS por medio de
Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad,

Vemos pues que nuestro Dios, es un Dios que nos ama en calidad de hijos, y que no hace
distinción alguna, así lo señala:

EFESIOS 4,6
6 un solo Dios y PADRE DE TODOS, que está sobre todos, por todos y en todos.

También a lo largo de las escrituras vemos como Jesús y la revelación escrita nos enseña
además, a quienes Él considera sus hermanos, su familia, ya no por adopción, sino por
obras:

MATEO 12,50
50 Pues todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ÉSE ES MI HERMANO,
MI HERMANA Y MI MADRE.»

En LUCAS 8-21 lo expresa de una manera más completa:


21 Pero él les respondió: «Mi madre y mis hermanos son aquellos que OYEN LA
PALABRA DE DIOS Y LA CUMPLEN.»

Además, siguiendo nuestra fe Mariana, recordemos quienes son los hijos de María, la
Madre de nuestro Señor Jesucristo y por tanto, sus hermanos:

79
APOCALIPSIS 12-17
17 Entonces despechado contra la Mujer, se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos,
los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús.
Estos son los hermanos de Jesús, HIJOS DE MARÍA, los que guardan los mandamientos
de Dios.

Vemos que por amor, Dios nos envió a su Hijo para reconciliarnos con él, que mediante el
bautismo nos limpia del pecado original y nos abre las puertas del cielo adoptándonos
como hijos y herederos de la promesa de la resurrección de la cual Cristo es el primero de
todos, y que los que guardan sus mandamientos y oyen su palabra son hijos suyos.

Pero todo ello debe estar enmarcado en algo muy importante, la esencia misma de la
Divinidad de Dios, EL AMOR.
JUAN 13,34-35 lo manifiesta como mandatorio por parte de Cristo Jesús:
34 Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros.
Que, como yo os he amado, ASÍ OS AMÉIS TAMBIÉN VOSOTROS LOS UNOS A LOS
OTROS.
35 En esto CONOCERÁN TODOS QUE SOIS DISCÍPULOS MÍOS: SI OS TENÉIS
AMOR LOS UNOS A LOS OTROS.»

Amar es el cumplimiento pleno de la ley, pues quien ama no busca hacer daño al prójimo,
al hermano en Cristo.

ROMANOS 13,10
10 La caridad no hace mal al prójimo. La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud

5.3. COMPORTAMIENTO ESPERADO POR DIOS DE NOSOTROS SUS HIJOS

Pero, si le pedimos entonces ser más específico a Dios en cuando a ¿qué debemos hacer
en detalle, como hijos suyos? Pues leamos:

LUCAS 6, 35-38
35 Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a
cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno
con los ingratos y los perversos.
36 «Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo.
37 No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y
seréis perdonados.
38 Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el
halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá.»

Amar implica también que debemos perdonar, de corazón, no decir yo perdono pero no
olvido, eso no es perdonar, cuando Dios a través del sacramento de la reconciliación
otorgado a los sacerdotes por la imposición de las manos según la tradición apostólica
nos da la absolución de nuestros pecados, esos pecados quedan olvidados por Dios, ya
no están más; así debemos perdonarnos unos a otros tal como está en:

LUCAS 17,3-4
3 Cuidaos de vosotros mismos. «Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente,
perdónale.
4 Y si peca contra ti siete veces al día, y siete veces se vuelve a ti, diciendo: “Me
arrepiento”, le perdonarás.»

80
Ojo, dice LE PERDONARAS, no que lo pienses a ver si te parece, es una ORDEN DEL
MISMO JESUS, ¿le obedecerás?, o ¿seguirás obrando según tus criterios humanos?
También el Señor les exhorto a sus apóstoles a perdonar, recuerden:

MATEO 18,15-17
15 «Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha,
habrás ganado a tu hermano.
16 Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede
zanjado por la palabra de dos o tres testigos.
17 Si les desoye a ellos, díselo a la comunidad. Y si hasta a la comunidad desoye, sea
para ti como el gentil y el publicano.

Y también

MATEO 18,21-22
21 Pedro se acercó entonces y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las
ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?»
22 Dícele Jesús: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.»

No son fáciles las exigencias de la fe ¿cierto? Porque pensamos de manera humana, es


decir, con la razón iluminada por la fe, pero el Espíritu Santo atreves de sus dones nos
permite alcanzar aquello que parece imposible, pues nos mueve por su instinto, es decir
con una modalidad divina. Escuchemos no sin fe y esperanza estas palabras del Dios
vivo:

MATEO 19,26
26 Jesús, mirándolos fijamente, dijo: «Para los hombres eso es imposible, mas PARA
DIOS TODO ES POSIBLE.»

Y unido a MARCOS 9,23


23 Jesús le dijo: «¡Qué es eso de si puedes! ¡TODO ES POSIBLE PARA QUIEN CREE!»

Dios todo lo puede, pero también depende de nuestra fe en él, para que obre hasta lo
imposible en nuestras vidas.

Por tanto, siendo movidos instintivamente por el Espíritu Santo, vemos como lo imposible,
va resultando posible.

ROMANOS 8,14-19
14 En efecto, todos los que son guiados por el Espíritu de Dios SON HIJOS DE DIOS.
15 Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien,
recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre!
16 El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para DAR TESTIMONIO DE QUE
SOMOS HIJOS DE DIOS.
17 Y, si hijos, también herederos: herederos de Dios y coherederos de Cristo, ya que
sufrimos con él, para ser también con él glorificados.
18 Porque estimo que los sufrimientos del tiempo presente no son comparables con la
gloria que se ha de manifestar en nosotros.
19 Pues la ansiosa espera de la creación desea vivamente la revelación de los hijos de
Dios.

5.4. ESPÍRITU SANTO: DADOR DE LA CIUDADANIA CELESTIAL

81
Este ser guiados por el espíritu de Dios significa recibir los Dones del Espíritu Santo, entre
ellos el Don de piedad, que nos permite desarrollar el habito sobrenatural de afecto filial
hacia Dios, considerándolo como Padre, y un sentimiento de fraternidad universal para
con todos los hombres en cuanto hermanos nuestros e hijos del mismo Padre, que está
en los cielos.

Este sentimiento de amor fraterno, corresponde al Don de piedad, el cual nos comunica el
espíritu de la familia de Dios. Es este Don el encargado de unir y congregar, bajo la
amorosa mirada del Padre celestial, a toda la gran familia de los hijos de Dios.

Entonces, guiados por el Espíritu Santo bajo el Don de piedad, vemos como se proyecta
este afecto filial no solo con Dios como Padre, sino a todo lo relacionado con Él. Vemos
las sagradas escrituras como contentivas de su palabra, las cuales leemos con el
mismo respeto y amor que si se tratase de una carta del Padre enviada desde el cielo
para decirnos lo que tenemos que hacer o lo que quiere de nosotros, a los
bienaventurados, ángeles y santos como hermanos mayores que ya poseen a Dios en
la gloria gozando de su presencia continua en la mansión eterna de los hijos de Dios, a
las almas del purgatorio, como hermanas queridas que sufren y se purifican por él, a las
cuales queremos ayudar y consolar con nuestras continuas oraciones y suplicas; al papa
como el dulce Cristo en la tierra, que es la cabeza visible de la iglesia y padre de toda la
cristiandad.

Por tanto, llenos del Don de piedad, tratamos a las personas como hermanos llenándonos
de ese amor fraternal, del cual desbordaba el apóstol San Pablo en:

FILIPENSES 4,1
1 Por tanto, hermanos míos queridos y añorados, mi gozo y mi corona, manteneos así
firmes en el Señor, queridos.

Una vez unidos por el don de piedad, vemos como somos familiares del mismo Dios:

EFESIOS 2,19-22
19 Así pues, ya no sois extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y
FAMILIARES DE DIOS,
20 edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo
mismo,
21 en quien toda edificación bien trabada se eleva hasta formar un templo santo en el
Señor,
22 en quien también vosotros estáis siendo juntamente edificados, HASTA SER
MORADA DE DIOS EN EL ESPÍRITU.

Entonces, claro está que quienes obran por amor a Dios de corazón, son los que Dios
considera sus hijos:

1 JUAN 3,9-10
9 TODO EL QUE HA NACIDO DE DIOS NO COMETE PECADO PORQUE SU GERMEN
PERMANECE EN ÉL; Y NO PUEDE PECAR PORQUE HA NACIDO DE DIOS.
10 En esto se reconocen los hijos de Dios Y LOS HIJOS DEL DIABLO: todo el que
no obra la justicia no es de Dios, NI TAMPOCO EL QUE NO AMA A SU HERMANO.

También en 1 JUAN 5 ,1-3 señala:


1 Todo el que CREE QUE JESÚS ES EL CRISTO ha NACIDO DE DIOS; y todo EL QUE
AMA A AQUEL QUE DA EL SER AMA TAMBIÉN AL QUE HA NACIDO DE ÉL.

82
2 En esto conocemos que AMAMOS A LOS HIJOS DE DIOS: si amamos a Dios y
cumplimos sus mandamientos.
3 Pues EN ESTO CONSISTE EL AMOR A DIOS: en que guardemos sus
mandamientos. Y sus mandamientos NO SON PESADOS,

Guiados por el Espíritu, y sabiendo que nada es imposible para Dios, ser Hermanos de Fe
se hace algo natural, fácil, pasa a formar parte de nuestra naturaleza ya divinizada por la
gracia santificante.

Amar a Dios es amar todo lo creado porque proviene de Dios, por tanto quien no ama a
su hermano, no ama a Dios.

1 JUAN 4,20-21
20 Si alguno dice: «Amo a Dios», y ABORRECE A SU HERMANO, ES UN
MENTIROSO; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, NO PUEDE AMAR A
DIOS A QUIEN NO VE.
21 Y hemos recibido de él este mandamiento: QUIEN AMA A DIOS, AME TAMBIÉN A
SU HERMANO.

Hemos señalado reiteradas veces, que Dios es amor, y por tanto si no amamos Dios no
está en nosotros, estamos perdidos en las tinieblas de nuestra ignorante humanidad:

1 JUAN 2, 9-11
9 Quien dice que ESTÁ EN LA LUZ Y ABORRECE A SU HERMANO, ESTÁ AÚN EN
LAS TINIEBLAS.
10 Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza.
11 Pero QUIEN ABORRECE A SU HERMANO ESTÁ EN LAS TINIEBLAS, camina en
las tinieblas, no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.

Con que premura y fuerza nos exhorta san Juan al amor, veamos

1 JUAN 4,7-13
7 Queridos, amémonos unos a otros, YA QUE EL AMOR ES DE DIOS, y TODO
EL QUE AMA HA NACIDO DE DIOS Y CONOCE A DIOS.
8 QUIEN NO AMA no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor.
9 En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene; EN QUE DIOS ENVIÓ AL MUNDO
A SU HIJO ÚNICO PARA QUE VIVAMOS POR MEDIO DE ÉL.
10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a
Dios, SINO EN QUE ÉL NOS AMÓ Y NOS ENVIÓ A SU HIJO COMO PROPICIACIÓN
POR NUESTROS PECADOS.
11 Queridos, si Dios nos amó de esta manera, TAMBIÉN NOSOTROS DEBEMOS
AMARNOS UNOS A OTROS.
12 A DIOS NADIE LE HA VISTO NUNCA. Si nos amamos unos a otros, DIOS
PERMANECE EN NOSOTROS y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.
13 EN ESTO CONOCEMOS QUE PERMANECEMOS EN ÉL Y ÉL EN NOSOTROS: en
que NOS HA DADO DE SU ESPÍRITU.

5.5. FALLAS EN NUESTRO OBRAR QUE NOS APARTAN DE DIOS.


Entonces, ya sabiendo todo esto, veamos como en detalle, nos exponen las sagradas
escrituras aquellas fallas en nuestras acciones que nos indican que estamos por el mal
camino, el cual lleva al error, es decir, al infierno. Veamos cómo nos advierte el Señor en:

83
SANTIAGO 3, 8-18
8 en cambio ningún hombre ha podido domar la lengua; es un mal turbulento; está llena
de veneno mortífero.
9 Con ella bendecimos al Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres,
HECHOS A IMAGEN DE DIOS;
10 de una misma boca proceden la bendición y la maldición. Esto, hermanos míos,
NO DEBE SER ASÍ.
11 ¿Acaso la fuente mana por el mismo caño agua dulce y amarga?
12 ¿Acaso, hermanos míos, puede la higuera producir aceitunas y la vid higos? Tampoco
el agua salada puede producir agua dulce.
13 ¿Hay entre vosotros quien tenga sabiduría o experiencia? Que muestre por su buena
conducta las obras hechas con la dulzura de la sabiduría.
14 Pero si tenéis en vuestro corazón amarga envidia y espíritu de contienda, no os jactéis
ni mintáis contra la verdad.
15 Tal sabiduría no desciende de lo alto, sino que es terrena, natural, DEMONÍACA.
16 Pues donde existen envidias y espíritu de contienda, allí hay desconcierto y toda clase
de maldad.
17 En cambio la sabiduría que viene de lo alto es, en primer lugar, pura, además pacífica,
complaciente, dócil, llena de compasión y buenos frutos, imparcial, sin hipocresía.
18 Frutos de justicia se siembran en la paz para los que procuran la paz.

Otra recomendación al respecto nos la da San Pedro en su carta:

1 PEDRO 4, 7-11
7 El fin de todas las cosas está cercano. Sed, pues, sensatos y sobrios para daros a la
oración.
8 Ante todo, tened entre vosotros intenso amor, PUES EL AMOR CUBRE MULTITUD
DE PECADOS.
9 Sed hospitalarios unos con otros SIN MURMURAR.
10 Que cada cual PONGA AL SERVICIO DE LOS DEMÁS la gracia que ha recibido,
como buenos administradores de las diversas gracias de Dios.
11 Si alguno habla, sean palabras de Dios; si alguno presta un servicio, hágalo en virtud
del poder recibido de Dios, PARA QUE DIOS SEA GLORIFICADO EN TODO POR
JESUCRISTO, a quien corresponden la gloria y el poder por los siglos de los siglos.
Amén.

Es increíble como entre hermanos, discutimos como enemigos, y delante de los mismos
hermanos de la iglesia, incluso delante de protestantes, sirviendo de mal ejemplo y
pudiendo apartar a los feligreses. Veamos que nos dicen al respecto en:

1 CORINTIOS 6,1-11
1 Cuando alguno de vosotros tiene un pleito con otro, ¿se atreve a llevar la causa ante los
injustos, y no ante los santos?
2 ¿No sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si vosotros vais a juzgar al
mundo, ¿no sois acaso dignos de juzgar esas naderías?
3 ¿No sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? Y ¡cómo no las cosas de esta vida!
4 Y cuando tenéis pleitos de este género ¡tomáis como jueces a los que la Iglesia tiene en
nada!
5 Para vuestra vergüenza lo digo. ¿No hay entre vosotros algún sabio que pueda juzgar
entre los hermanos?
6 Sino que vais a pleitear hermano contra hermano, ¡y eso, ante infieles!
7 De todos modos, ya es un fallo en vosotros que haya pleitos entre vosotros. ¿Por qué
no preferís soportar la injusticia? ¿Por qué no dejaros más bien despojar?

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8 ¡Al contrario! ¡Sois vosotros los que obráis la injusticia y despojáis a los demás! ¡Y esto,
a hermanos!
9 ¿No sabéis acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios?
¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los
homosexuales,
10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces
heredarán el Reino de Dios.
11 Y tales fuisteis algunos de vosotros. Pero habéis sido lavados, habéis sido
santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de
nuestro Dios.

En este sentido, San Juan va más allá, diciendo que quien aborrece a su hermano, es un
homicida:

1 JUAN 3,14-24
14 Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los
hermanos. Quien no ama permanece en la muerte.
15 Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene
vida eterna permanente en él.
16 En esto hemos conocido lo que es amor: en que él dio su vida por nosotros. También
nosotros debemos dar la vida por los hermanos.
17 Si alguno que posee bienes de la tierra, ve a su hermano padecer necesidad y le cierra
su corazón, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios?
18 Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y según la verdad.
19 En esto conoceremos que somos de la verdad, y tranquilizaremos nuestra conciencia
ante Él,
20 en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra
conciencia y conoce todo.
21 Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios,
22 y cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos
lo que le agrada.
23 Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo,
Jesucristo, y que nos amemos unos a otros tal como nos lo mandó.
24 Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios y Dios en él; en esto conocemos
que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.

Vemos hermanos que desde la iglesia primitiva, entre los mismos apóstoles existían ya
estos problemas, envidias, murmuraciones, disputas, entre otras fallas. Dios no quiere
estas fallas, él nos corrige, veamos a la luz de este amor paternal como lo explican las
sagradas escrituras en:

HEBREOS 12,5-14
5 Habéis echado en olvido la exhortación que como a hijos se os dirige: Hijo mío, no
menosprecies la corrección del Señor; ni te desanimes al ser reprendido por él.
6 Pues a quien ama el Señor, le corrige; y azota a todos los hijos que acoge.
7 Sufrís para corrección vuestra. Como a hijos os trata Dios, y ¿qué hijo hay a quien su
padre no corrige?
8 Más si quedáis sin corrección, cosa que todos reciben, señal de que sois bastardos y no
hijos
9 Además, teníamos a nuestros padres según la carne, que nos corregían, y les
respetábamos. ¿No nos someteremos mejor al Padre de los espíritus para vivir?
10 ¡Eso que ellos nos corregían según sus luces y para poco tiempo!; mas él, para
provecho nuestro, en orden a hacernos partícipes de su santidad.

85
11 Cierto que ninguna corrección es de momento agradable, sino penosa; pero luego
produce fruto apacible de justicia a los ejercitados en ella.
12 Por tanto, levantad las manos caídas y las rodillas entumecidas
13 y enderezad para vuestros pies los caminos tortuosos, para que el cojo no se
descoyunte, sino que más bien se cure.
14 Procurad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

Ante esta gran verdad, de que Dios nos corrige con amor y para que entendamos que
somos herederos de la salvación, coherederos con Cristo de la vida eterna y la
resurrección ¿Por qué aun nos resistimos al amor del Dios vivo? Dios es misericordioso,
pero también vimos que corrige como Padre, no significa que podremos obrar con maldad
e injusticia y Dios por ser misericordioso nos perdonara siempre y no buscaremos cambiar
y mejorar nuestra conducta. Claramente lo menciona San Pablo en:

1 CORINTIOS 4,21
21 ¿Qué preferís, que vaya a vosotros con palo o con amor y espíritu de mansedumbre?

Sigamos escuchando los consejos que las sagradas escrituras nos brindan al respecto

1 PEDRO 1,13-21
13 Por lo tanto, ceñíos los lomos de vuestro espíritu, sed sobrios, poned toda vuestra
ESPERANZA EN LA GRACIA QUE SE OS PROCURARÁ mediante la Revelación de
Jesucristo.
14 Como hijos obedientes, no os amoldéis a las apetencias de antes, del tiempo de
vuestra ignorancia,
15 más bien, así como el que os ha llamado es santo, así también vosotros sed
santos en toda vuestra conducta,
16 como dice la Escritura: SERÉIS SANTOS, PORQUE SANTO SOY YO.
17 Y si llamáis Padre a quien, sin acepción de personas, juzga a cada cual según sus
obras, conducíos con temor durante el tiempo de vuestro destierro,
18 sabiendo que habéis sido rescatados de la conducta necia heredada de vuestros
padres, no con algo caduco, oro o plata,
19 sino con una sangre preciosa, como de cordero sin tacha y sin mancilla, Cristo,
20 predestinado antes de la creación del mundo y manifestado en los últimos tiempos a
causa de vosotros;
21 los que por medio de él creéis en Dios, que le ha resucitado de entre los muertos y le
ha dado la gloria, de modo que vuestra fe y vuestra esperanza estén en Dios.

Ahora en COLOSENSES 3,8-14;17;23;25


8 Mas ahora, DESECHAD TAMBIÉN VOSOTROS TODO ESTO: cólera, ira, maldad,
maledicencia y palabras groseras, lejos de vuestra boca.
9 No os mintáis unos a otros. Despojaos del hombre viejo con sus obras,
10 y revestíos del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un
conocimiento perfecto, según la imagen de su Creador,
11 donde no hay griego y judío; circuncisión e incircuncisión; bárbaro, escita, esclavo,
libre, SINO QUE CRISTO ES TODO Y EN TODOS.
12 Revestíos, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, de entrañas de
misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre, paciencia,
13 soportándoos unos a otros y perdonándoos mutuamente, si alguno tiene queja
contra otro. COMO EL SEÑOR OS PERDONÓ, PERDONAOS TAMBIÉN VOSOTROS.
14 Y por encima de todo esto, REVESTÍOS DEL AMOR, QUE ES EL VÍNCULO DE LA
PERFECCIÓN.

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17 y todo cuanto hagáis, de palabra y de boca, HACEDLO TODO EN EL NOMBRE
DEL SEÑOR JESÚS, DANDO GRACIAS POR SU MEDIO A DIOS PADRE.
23 Todo cuanto hagáis, hacedlo de corazón, COMO PARA EL SEÑOR Y NO PARA
LOS HOMBRES,
24 conscientes de que el Señor os dará la herencia en recompensa. EL
AMO A QUIEN SERVÍS ES CRISTO.
25 EL QUE OBRE LA INJUSTICIA, RECIBIRÁ CONFORME A ESA INJUSTICIA; QUE
NO HAY ACEPCIÓN DE PERSONAS.

Debemos por amor al Padre y a nuestro hermano mayor, Jesucristo, cambiar, mejorar de
corazón y vernos de verdad como hijos de Dios, hermanos todos en la fe profesada a la
Santísima Trinidad. Ya para concluir, reflexionemos con

1 PEDRO 4,17-19
17 Porque ha llegado el tiempo de comenzar el juicio por la casa de
Dios. PUES SI COMIENZA POR NOSOTROS, ¿QUÉ FIN TENDRÁN LOS QUE NO
CREEN EN EL EVANGELIO DE DIOS?
18 SI EL JUSTO SE SALVA A DURAS PENAS ¿EN QUÉ PARARÁN EL IMPÍO Y EL
PECADOR?
19 De modo que, AUN LOS QUE SUFREN SEGÚN LA VOLUNTAD DE DIOS, CONFÍEN
SUS ALMAS AL CREADOR FIEL, HACIENDO EL BIEN.

MODULO VI. VIDA DEL LAICO COMPROMETIDO

6. VIDA DEL LAICO COMPROMETIDO

Como laicos comprometidos con la iglesia para la expansión del reino de Dios y llevar
nuestras vidas con criterios cristianos, debemos tener presentes 2 aspectos
fundamentales que servirán de base para enmarcar nuestra vida plenamente en Cristo.

Primero; siempre que emprendamos una actividad, sea cual sea, es decir, en la vida
cotidiana, el diario vivir debemos preguntarnos ¿De qué me vale esto para la eternidad,
para glorificar a Dios? Pues todos nuestros pensamientos, palabras, obras, acciones y
omisiones deben ver como fin último agradar a Dios, alcanzar el perdón, la salvación, la
vida eterna, la santidad y la resurrección. En resumen, amar a Dios plenamente por sobre
todo. Esto a su vez, nos lleva a plantearnos otra serie de preguntas:

¿Colaboro yo con mi parroquia económicamente con corazón sincero, generoso y


desinteresadamente?, ¿pongo a la disposición de la iglesia mis habilidades, mis
conocimientos, mi tiempo, para dejar a Dios que me convierta en su instrumento y así,
expandir el reino de los cielos en la tierra?

¿Ayudo cada vez que puedo, e incluso, cuando siento que no puedo pero hago el
esfuerzo confiando en que el Señor cubrirá todas mis necesidades; a los pobres y
necesitados?

¿He buscado hacer vida activa dentro de los grupos de apostolado dentro de mi
parroquia?

¿Vivo con la certeza de que Cristo es y está en el rostro de cada persona que veo en mi
diario vivir; y por tanto los amo, trato y de corazón los siento como Cristo mismo?

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Nuestro mayor testimonio de fe, es como llevamos nuestra vida con la Trinidad misma
como fuente y centro de ella; cambiamos por amor a Dios, buscamos más de Él para
amarlo como Él nos ama, y poder conocerlo como Él nos conoce.

Segundo; debemos ver cada acontecimiento de nuestras vidas como un mensaje de Dios,
TODO (hambre, necesidad, maltratos, enfermedad, injurias, ofensas, muerte de un
familiar o de un amigo) todo como un bien que Dios dispone para ti para que te ejercites
en aquello que requieres, (paciencia, humildad, acrecentar tu esperanza, que ejercites la
caridad, etc.) Para alcanzar la salvación y la presencia de Dios se intensifique en tu alma
otorgándote la gracia divina.

Debemos aprender y hacernos hábitos cristianos, orar constantemente, no solo para


pedir, sino para agradecer a Dios por tantas bendiciones en nuestras vidas; pedir por los
demás no solo por nosotros mismos.

Leer la palabra para conocer a Dios, y amarlo más fervientemente; estudiar la vida de los
santos para ver como Dios obro en sus vidas y ver en ellos ejemplos de vida para imitar.

Orar el Santo Rosario, pues a través de él María nos invita a conocer más íntimamente a
Jesús. Ver en María esa maestra que nos enseña el amor plenificado de Dios en su Hijo
Jesucristo, y que como ella, digamos sí a la voluntad de Dios en nuestras vidas para que
se cumpla en nosotros su plan de salvación.

Quiero compartir con ustedes unas palabras del Papa Francisco de su exhortación del
evangeliiagudium, en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, del primer año de su
pontificado en el 2013:

La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con
Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío
interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría.

Hay cristianos cuya opción parece ser la de una Cuaresma sin Pascua. Pero reconozco
que la alegría no se vive del mismo modo en todas las etapas y circunstancias de la vida,
a veces muy duras. Se adapta y se transforma, y siempre permanece al menos como un
brote de luz que nace de la certeza personal de ser infinitamente amado, más allá de
todo. Comprendo a las personas que tienden a la tristeza por las graves dificultades que
tienen que sufrir, pero poco a poco hay que permitir que la alegría de la fe comience a
despertarse, como una secreta pero firme confianza, aun en medio de las peores
angustias: « Me encuentro lejos de la paz, he olvidado la dicha […] Pero algo traigo a la
memoria, algo que me hace esperar. Que el amor del Señor no se ha acabado, no se ha
agotado su ternura. Mañana tras mañana se renuevan. ¡Grande es su fidelidad! […]
Bueno es esperar en silencio la salvación del Señor » (Lm 3,17.21-23.26).

La tentación aparece frecuentemente bajo forma de excusas y reclamos, como si


debieran darse innumerables condiciones para que sea posible la alegría. Esto suele
suceder porque « la sociedad tecnológica ha logrado multiplicar las ocasiones de placer,
pero encuentra muy difícil engendrar la alegría ».Puedo decir que los gozos más bellos y
espontáneos que he visto en mis años de vida son los de personas muy pobres que
tienen poco a qué aferrarse. También recuerdo la genuina alegría de aquellos que, aun en
medio de grandes compromisos profesionales, han sabido conservar un corazón
creyente, desprendido y sencillo. De maneras variadas, esas alegrías beben en la fuente
del amor siempre más grande de Dios que se nos manifestó en Jesucristo. No me
cansaré de repetir aquellas palabras de Benedicto XVI que nos llevan al centro del
Evangelio: « No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino

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por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la
vida y, con ello, una orientación decisiva ».
Sólo gracias a ese encuentro —o reencuentro— con el amor de Dios, que se convierte en
feliz amistad, somos rescatados de nuestra conciencia aislada y de la autor
referencialidad. Llegamos a ser plenamente humanos cuando somos más que humanos,
cuando le permitimos a Dios que nos lleve más allá de nosotros mismos para alcanzar
nuestro ser más verdadero. Allí está el manantial de la acción evangelizadora. Porque, si
alguien ha acogido ese amor que le devuelve el sentido de la vida, ¿cómo puede contener
el deseo de comunicarlo a otros?

Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar


ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de
dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. No hay razón para que
alguien piense que esta invitación no es para él, porque « nadie queda excluido de la
alegría reportada por el Señor ».Al que arriesga, el Señor no lo defrauda, y cuando
alguien da un pequeño paso hacia Jesús, descubre que Él ya esperaba su llegada con los
brazos abiertos.

Éste es el momento para decirle a Jesucristo: « Señor, me he dejado engañar, de mil


maneras escapé de tu amor, pero aquí estoy otra vez para renovar mi alianza contigo. Te
necesito. Rescátame de nuevo, Señor, acéptame una vez más entre tus brazos
redentores ». ¡Nos hace tanto bien volver a Él cuando nos hemos perdido! Insisto una vez
más: Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de
acudir a su misericordia. Aquel que nos invitó a perdonar « setenta veces siete » (Mt
18,22) nos da ejemplo: Él perdona setenta veces siete. Nos vuelve a cargar sobre sus
hombros una y otra vez. Nadie podrá quitarnos la dignidad que nos otorga este amor
infinito e inquebrantable.

Él nos permite levantar la cabeza y volver a empezar, con una ternura que nunca nos
desilusiona y que siempre puede devolvernos la alegría. No huyamos de la resurrección
de Jesús, nunca nos declaremos muertos, pase lo que pase. ¡Que nada pueda más que
su vida que nos lanza hacia adelante!

Los laicos son simplemente la inmensa mayoría del Pueblo de Dios. A su servicio está la
minoría de los ministros ordenados. Ha crecido la conciencia de la identidad y la misión
del laico en la Iglesia. Se cuenta con un numeroso laicado, aunque no suficiente, con
arraigado sentido de comunidad y una gran fidelidad en el compromiso de la caridad, la
catequesis, la celebración de la fe. Pero la toma de conciencia de esta responsabilidad
laical que nace del Bautismo y de la Confirmación no se manifiesta de la misma manera
en todas partes. En algunos casos porque no se formaron para asumir responsabilidades
importantes, en otros por no encontrar espacio en sus Iglesias particulares para poder
expresarse y actuar, a raíz de un excesivo clericalismo que los mantiene al margen de las
decisiones. Si bien se percibe una mayor participación de muchos en los ministerios
laicales, este compromiso no se refleja en la penetración de los valores cristianos en el
mundo social, político y económico. Se limita muchas veces a las tareas intraeclesiales
sin un compromiso real por la aplicación del Evangelio a la transformación de la sociedad.
La formación de laicos y la evangelización de los grupos profesionales e intelectuales
constituyen un desafío pastoral importante.

6.1 NO A LA MUNDANIDAD ESPIRITUAL

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La mundanidad espiritual, que se esconde detrás de apariencias de religiosidad e incluso
de amor a la Iglesia, es buscar, en lugar de la gloria del Señor, la gloria humana y el
bienestar personal. Es lo que el Señor reprochaba a los fariseos:
Glorificáis unos a otros y no os preocupáis por la gloria que sólo viene de Dios? »
(Jn5,44). Es un modo sutil de buscar « sus propios intereses y no los de Cristo Jesús »
(Flp2,21). Toma muchas formas, de acuerdo con el tipo de personas y con los estamentos
en los que se enquista. Por estar relacionada con el cuidado de la apariencia, no siempre
se conecta con pecados públicos, y por fuera todo parece correcto. Pero, si invadiera la
Iglesia, « sería infinitamente más desastrosa que cualquiera otra mundanidad
simplemente moral ».

Esta mundanidad puede alimentarse especialmente de dos maneras profundamente


emparentadas. Una es la fascinación del gnosticismo (o DOCETISMO,es una Herejía
cristiana que se desarrolló durante los primeros siglos del cristianismo y que se
caracterizaba por considerar que el cuerpo de Jesús era aparente y que su humanidad no
era verdadera), una fe encerrada en el individualismo, donde sólo interesa una
determinada experiencia o una serie de razonamientos y conocimientos que supuesta-
mente reconfortan e iluminan, pero en definitiva el sujeto queda clausurado en la esencia
de su propia razón o de sus sentimientos.

La otra es el neo pelagianismo autorreferencial y prometeico de quienes en el fondo


sólo confían en sus propias fuerzas y se sienten superiores a otros por cumplir
determinadas normas o por ser inquebrantablemente fieles a cierto estilo católico propio
del pasado. Es una supuesta seguridad doctrinal o disciplinaria que da lugar a un elitismo
narcisista y autoritario, donde en lugar de evangelizar lo que se hace es analizar y
clasificar a los demás, y en lugar de facilitar el acceso a la gracia se gastan las energías
en controlar.

En los dos casos, ni Jesucristo ni los demás interesan verdaderamente. Son


manifestaciones de un inmanentismo antropocéntrico (ESENCIA CENTRADA EN EL
HOMBRE). No es posible imaginar que de estas formas desvirtuadas de cristianismo
pueda brotar un auténtico dinamismo evangelizador.

Esta oscura mundanidad se manifiesta en muchas actitudes aparentemente opuestas


pero con la misma pretensión de « dominar el espacio de la Iglesia ». En algunos hay un
cuidado ostentoso de la liturgia, de la doctrina y del prestigio de la Iglesia, pero sin
preocuparles que el Evangelio tenga una real inserción en el Pueblo fiel de Dios y en las
necesidades concretas de la historia. Así, la vida de la Iglesia se convierte en una pieza
de museo o en una posesión de pocos. En otros, la misma mundanidad espiritual se
esconde detrás de una fascinación por mostrar conquistas sociales y políticas, o en una
vanagloria ligada a la gestión de asuntos prácticos, o en un embeleso por las dinámicas
de autoayuda y de realización autorreferencial. También puede traducirse en diversas
formas de mostrarse a sí mismo en una densa vida social llena de salidas, reuniones, ce-
nas, recepciones. O bien se despliega en un funcionalismo empresarial, cargado de
estadísticas, planificaciones y evaluaciones, donde el principal beneficiario no es el
Pueblo de Dios sino la Iglesia como organización. En todos los casos, no lleva el sello de
Cristo encarnado, crucificado y resucitado, se encierra en grupos elitistas, no sale
realmente a buscar a los perdidos ni a las inmensas multitudes sedientas de Cristo. Ya no
hay fervor evangélico, sino el disfrute espurio de una autocomplacencia egocéntrica.

En este contexto, se alimenta la vanagloria de quienes se conforman con tener algún


poder y prefieren ser generales de ejércitos derrotados antes que simples soldados de un
escuadrón que sigue luchando. ¡Cuántas veces soñamos con planes apostólicos

90
expansionistas, meticulosos y bien dibujados, propios de generales derrotados! Así
negamos nuestra historia de Iglesia, que es gloriosa por ser historia de sacrificios, de
esperanza, de lucha cotidiana, de vida deshilachada en el servicio, de constancia en el
trabajo que cansa, porque todo trabajo es « sudor de nuestra frente ». En cambio, nos
entretenemos vanidosos hablando sobre « lo que habría que hacer » —el pecado del «
habriaqueísmo »— como maestros espirituales y sabios pastorales que señalan desde
afuera. Cultivamos nuestra imaginación sin límites y perdemos contacto con la realidad
sufrida de nuestro pueblo fiel.
Quien ha caído en esta mundanidad mira de arriba y de lejos, rechaza la profecía de los
hermanos, descalifica a quien lo cuestione, destaca constantemente los errores ajenos y
se obsesiona por la apariencia. Ha replegado la referencia del corazón al horizonte
cerrado de su inmanencia y sus intereses y, como consecuencia de esto, no aprende de
sus pecados ni está auténticamente abierto al perdón. Es una tremenda corrupción con
apariencia de bien. Hay que evitarla poniendo a la Iglesia en movimiento de salida de sí,
de misión centrada en Jesucristo, de entrega a los pobres. ¡Dios nos libre de una Iglesia
mundana bajo ropajes espirituales o pastorales! Esta mundanidad asfixiante se sana
tomándole el gusto al aire puro del Espíritu Santo, que nos libera de estar centrados en
nosotros mismos, escondidos en una apariencia religiosa vacía de Dios. ¡No nos dejemos
robar el Evangelio!

6.2 NO A LA GUERRA ENTRE NOSOTROS

Dentro del Pueblo de Dios y en las distintas comunidades, ¡cuántas guerras! En el barrio,
en el puesto de trabajo, ¡cuántas guerras por envidias y celos, también entre cristianos! La
mundanidad espiritual lleva a algunos cristianos a estar en guerra con otros cristianos que
se interponen en su búsqueda de poder, prestigio, placer o seguridad económica.
Además, algunos dejan de vivir una pertenencia cordial a la Iglesia por alimentar un
espíritu de « internas ». Más que pertenecer a la Iglesia toda, con su rica diversidad,
pertenecen a tal o cual grupo que se siente diferente o especial.

Me duele tanto comprobar cómo en algunas comunidades cristianas, y aun entre


personas consagradas, consentimos diversas formas de odio, divisiones, calumnias, difa-
maciones, venganzas, celos, deseos de imponer las propias ideas a costa de cualquier
cosa, y hasta persecuciones que parecen una implacable caza de brujas. ¿A quién vamos
a evangelizar con esos comportamientos?

A los cristianos de todas las comunidades del mundo, quiero pediros especialmente un
testimonio de comunión fraterna que se vuelva atractivo y resplandeciente. Que todos
puedan admirar cómo os cuidáis unos a otros, cómo os dais aliento mutuamente y cómo
os acompañáis: « En esto reconocerán que sois mis discípulos, en el amor que os tengáis
unos a otros » (Jn13,35). Es lo que con tantos deseos pedía Jesús al Padre: « Que sean
uno en nosotros […] para que el mundo crea » (Jn17,21). ¡Atención a la tentación de la
envidia! ¡Estamos en la misma barca y vamos hacia el mismo puerto! Pidamos la gracia
de alegrarnos con los frutos ajenos, que son de todos.

Pidamos al Señor que nos haga entender la ley del amor. ¡Qué bueno es tener esta ley!
¡Cuánto bien nos hace amarnos los unos a los otros en contra de todo! Sí, ¡en contra de
todo! A cada uno de nosotros se dirige la exhortación paulina: « No te dejes vencer por el
mal, antes bien vence al mal con el bien » (Rm12,21). Y también: « ¡No nos cansemos de
hacer el bien! » (Ga 6,9). Todos tenemos simpatías y antipatías, y quizás ahora mismo
estamos enojados con alguno. Al menos digamos al Señor: « Señor, yo estoy enojado con
éste, con aquélla. Yo te pido por él y por ella ». Rezar por aquel con el que estamos

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irritados es un hermoso paso en el amor, y es un acto evangelizador. ¡Hagámoslo hoy!
¡No nos dejemos robar el ideal del amor fraterno!

Hay un estilo mariano en la actividad evangelizadora de la Iglesia. Porque cada vez que
miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño. En ella
vemos que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes, que
no necesitan maltratar a otros para sentirse importantes. Mirándola descubrimos que la
misma que alababa a Dios porque « derribó de su trono a los poderosos » y « despidió
vacíos a los ricos » (Lc1,52.53) es la que pone calidez de hogar en nuestra búsqueda de
justicia. Es también la que conserva cuidadosamente « todas las cosas meditándolas en
su corazón » (Lc2,19). María sabe reconocer las huellas del Espíritu de Dios en los
grandes acontecimientos y también en aquellos que parecen imperceptibles. Es
contemplativa del misterio de Dios en el mundo, en la historia y en la vida cotidiana de
cada uno y de todos. Es la mujer orante y trabajadora en Nazaret, y también es nuestra
Señora de la prontitud, la que sale de su pueblo para auxiliar a los demás « sin demora »
(Lc1,39). Esta dinámica de justicia y ternura, de contemplar y caminar hacia los demás, es
lo que hace de ella un modelo eclesial para la evangelización. Le rogamos que con su
oración maternal nos ayude para que la Iglesia llegue a ser una casa para muchos, una
madre para todos los pueblos, y haga posible el nacimiento de un mundo nuevo. Es el
Resucitado quien nos dice, con una potencia que nos llena de inmensa confianza y de
firmísima esperanza: « Yo hago nuevas todas las cosas » (Ap21,5). Con María
avanzamos confiados hacia esta promesa, y le decimos:

Virgen y Madre María,


tú que, movida por el Espíritu,
acogiste al Verbo de la vida
en la profundidad de tu humilde fe,
totalmente entregada al Eterno,
ayúdanos a decir nuestro « sí »
ante la urgencia, más imperiosa que nunca,
de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús.

Tú, llena de la presencia de Cristo,


llevaste la alegría a Juan el Bautista,
haciéndolo exultar en el seno de su madre.
Tú, estremecida de gozo,
cantaste las maravillas del Señor.
Tú, que estuviste plantada ante la cruz
con una fe inquebrantable
y recibiste el alegre consuelo de la resurrección,
recogiste a los discípulos en la espera del Espíritu
para que naciera la Iglesia evangelizadora.

Consíguenos ahora un nuevo ardor de resucitados


para llevar a todos el Evangelio de la vida
que vence a la muerte.
Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos
para que llegue a todos
el don de la belleza que no se apaga.

Tú, Virgen de la escucha y la contemplación,


madre del amor, esposa de las bodas eternas,
intercede por la Iglesia, de la cual eres el icono purísimo,

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para que ella nunca se encierre ni se detenga
en su pasión por instaurar el Reino.

Estrella de la nueva evangelización,


ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión,
del servicio, de la fe ardiente y generosa,
de la justicia y el amor a los pobres,
para que la alegría del Evangelio
llegue hasta los confines de la tierra
y ninguna periferia se prive de su luz.

Madre del Evangelio viviente,


manantial de alegría para los pequeños,
ruega por nosotros.
Amén. Aleluya.

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