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net/publication/284697481
Structural applications of FRC: Sewer pipes, panels and soil reinforced walls
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Seismic performance of steel fiber reinforced segmental lining tunnels View project
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Esta monografía ha sido aprobada en la Junta del Departamento del día 22 de octubre de
2007, si bien el Departamento no se hace partícipe de las opiniones emitidas en la misma.
Índice i
Índice
Prólogo
9 Octubre 2007
Cátedra BMB - UPC
ii Índice
Prólogo
Para estas 2as jornadas se ha elegido un tema de gran actualidad, tal como es la
aplicación estructural de hormigón con fibras, especialmente oportuna, tras la inclusión
de anejo de Hormigón con Fibras en la actual propuesta de la EHE
En esta jornada se presenta dicho anejos, así como diversos trabajos de investigación
sobre el siempre controvertido tema de la orientación de las fibras. Asimismo se pasa
revista a diversas aplicaciones estructurales tanto nacionales como internacionales en
aplicaciones estructurales de estos hormigones.
En espera de que la documentación aquí aportada sea de interés para el lector y sirva
para motivar el foro de debate sobre Innovación en Tecnología del Hormigón que la
Cátedra pretende, agradecer a las empresas patrocinadoras y a la Universidad
Politécnica de Cataluña el apoyo dado para la creación de la Cátedra y la realización
de estas jornadas
9 Octubre 2007
Cátedra BMB - UPC
iv Prólogo
Catedra BMBUPC
Innovación en Tecnología del Hormigón
Resumen
El incremento que los hormigones con fibras han experimentado en los últimos
años motiva su incorporación en la revisión de la EHE recientemente realizada
y en fase de aprobación. Este incremento no sólo es una cuestión de cantidad,
sino también de calidad, en lo que hace referencia a nuevas
responsabilidades, especialmente de tipo estructural.
1
La parte de la ecuación constitutiva de esta conferencia forma parte de la tesis doctoral de Filipe
Laranjeira, en desarrollo dentro del departamento de Ingeniería de la Construcción de la UPC, bajo la
dirección de los Dres. Antonio Aguado y Climent Molins.
2 Antonio Aguado y Filipe Laranjeira
1. INTRODUCCIÓN
El uso del hormigón con fibras está avanzando a gran velocidad en los últimos años
ante el constante incremento de los costes del acero. Ello representa un cambio en algunas de
las aplicaciones tradicionales de estos hormigones para avanzar en aplicaciones con una
responsabilidad estructural mayor.
Ante esta situación hay que recordar que la vigente Instrucción de Hormigón EHE no
considera los hormigones con fibras dentro de su ámbito, por lo que cabe preguntarse si es
viable extrapolar el conocimiento y los métodos de ensayo del hormigón convencional al
hormigón con fibras o, por el contrario, es necesario ahondar tanto en el conocimiento teórico
como en las técnicas experimentales.
El objeto de esta conferencia es, por un lado, mostrar los avances estructurales del
hormigón con fibras mientras que, por otro lado, se pretende explicar la forma de incorporar las
fibras en el hormigón conducente a que el resultado se incluya en el hormigón estructural.
Cabe recordar que si bien las fibras se han utilizado tradicionalmente en pavimentos y
sostenimientos de túneles y laderas, mediante revestimientos de hormigón proyectado, en los
últimos años, en España, hay una tendencia a una mayor implicación en elementos
estructurales: láminas (Serna, 2007), forjados y muros (Alavedra et al, 2005), tuberías y otros
elementos estructurales (Armengou y de la Fuente, 2007), pozos de estaciones en Línea 9 de
Barcelona, etc,.
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4 Antonio Aguado y Filipe Laranjeira
Así pues en ese contexto de creciente aplicación y ante una revisión tan importante en
alcance y profundidad de la revisión pareció oportuno incorporar el hormigón con fibras a la
EHE.
En las condiciones de urgencia descritas con las que había que desarrollar el trabajo,
se requería constituir un grupo en el que estuviesen representados los diferentes intereses,
sensibilidades e investigadores que trabajan usualmente sobre el tema.
Miembros invitados, representando a empresa de fibras que han intervenido en alguna de las
reuniones del grupo
Una vez constituido el grupo, en la primera reunión se planteó el alcance a dar al anejo,
debatiéndose en sí solo incidir en los aspectos del material o bien abordarlo desde el punto de
vista del estructural. Dado que existen trabajos previos en ACHE relativos al material y a los
aspectos de construcción, se entendió que el alcance debería ser abordarlo como un material
estructural, para integrarlo fácilmente con posterioridad en una visión conjunta en lo que
actualmente se denomina hormigón estructural, esto es ver:
Esta forma de plantear el tema permite una incorporación fácil de la contribución de las
fibras, permitiendo trabajar con secciones mixtas de hormigón con armaduras, ya sean activas
y pasivas, y de hormigón con fibras.
Este trabajo conjunto hace más eficiente la respuesta seccional, pudiendo reducir, por
ejemplo, armaduras pasivas, y con ello, abriendo posibilidades a otras aplicaciones donde los
costes de procesos y tiempos de los mismos adquieran una mayor importancia.
Dada la configuración del grupo y que los intereses podrían ser contrapuestos en
algunos casos, se acordaron unas bases de partida antes de iniciar los trabajos, entre las
cuales se encuentran:
En el afán de integrar el hormigón con fibras como una parte de la visión del hormigón
estructural, no se ha planteado hacer un anejo diferenciado en estructura, sino que la misma,
sigue la estructura de la EHE, si bien se van matizando los artículos donde se entiende que el
hormigón con fibras puede representar una modificación de comportamiento, por ejemplo, en
algunos temas de esfuerzo cortante, etc,.
Con ello se pretende dar más facilidades al usuario, ya que por un lado se le mantiene
una estructuración que conoce y, por otro lado, se le abordan todos los temas donde las fibras
introducen variaciones.
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Ahora bien, dado que es una primera versión del documento, algunos de los temas no
se han abordado en gran detalle, en base al criterio anteriormente citado de incorporar
conocimientos ampliamente consolidados, con las condiciones del entorno existentes en
España.
Sin pretender ser exhaustivos, a este respecto cabe señalar las formulaciones en los
estados límites frente a solicitaciones normales y tangenciales o bien la adopción del diagrama
tensión deformación, con una doble posibilidad, para cálculos simplificados o cálculos más
complejos.
Asimismo cabe señalar la forma de referir al hormigón con fibras, mediante la siguiente
expresión:
T – R / f-R1-R3 / C / TM-TF / A
donde: T Indicativo que será HMF en el caso de hormigón en masa, HAF en el caso de
hormigón armado y HPF en el caso de hormigón pretensado
R Resistencia característica a compresión especificada, en N/mm²
f Indicativo del tipo de fibras que será A en el caso de fibras de acero, P en el
caso de fibras poliméricas y V en el caso de fibra de Vidrio
R1,R3 Resistencia característica residual a flexotracción especificada fR,1,k y fR,3,k , en
N/mm²
C Letra inicial del tipo de consistencia, tal y como se define en 30.6
TM Tamaño máximo del árido en milímetros, definido en 28.2
TF Longitud máxima de la fibra, en mm
A Designación del ambiente, de acuerdo con 8.2.1
la cual puede ser un primer paso para asociar la ecuación constitutiva del hormigón de forma
directa y avanzar en las formulaciones universales dadas en la versión actual,
Por otro lado, se abre la puerta a la incorporación de nuevos ensayos para determinar
la resistencia residual a tracción, como el ensayo Barcelona, especialmente en control
(propuesto como norma UNE 83515:2007). Este ensayo resulta mucho más sencillo (Saludes
et al. 2007) y económico (García y Alavedra, 2007) con una mejor fiabilidad de los resultados
(Molins et al. 2007).
3. ECUACIÓN CONSTITUTIVA
Tal como se ha dicho, algunos temas de investigación en los que estaban trabajando
los diferentes grupos representados en la comisión, no se han incluido, entre ello el tema de la
ecuación constitutiva del comportamiento a tracción del hormigón con fibras (Aguado, 2007). La
obtención de la misma se consigue, usualmente, por dos caminos diferentes: de forma indirecta
y de forma directa, tal como representa el esquema de la figura 1 (Laranjeira et al., 2007).
Esbeltez
Diagrama carga-desplazamiento: Longitud
Geometría
P
Ley de tensión s -e
s
d
Parámetros: e
G f ; fctm ; …
Análisis
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• Hormigón en masa
• Fibras
• Interacción entre estos dos materiales.
Los ensayos han sido realizados hasta la separación completa de las dos partes de las
probetas, con objeto de analizar los distintos tipos de mecanismos asociados a la pérdida de
adherencia. En la figura 4 se presenta una comparación de los resultados obtenidos con la
3
ecuación propuesta, para el caso de un hormigón de resistencia normal y 40 kg/m de fibras,
pudiéndose observar la bondad de la predicción, tanto para deformaciones próximas a
figuración como en zonas de grandes deformaciones en rotura.
3,0
Curva promedia
2,5
Ecuación constitutiva
Tensión (MPa)
2,0
1,5
1,0
0,5
0,0
0,0 0,1 0,2 0,0 1,0 2,0 3,0 4,0
Ancho de fisura (mm) Ancho de fisura (mm)
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4. CONCLUSIONES
Por otro lado, ello no cierra el camino, sino que como se pone en evidencia con la
ecuación constitutiva, el camino por recorrer para un amplio uso del hormigón con fibras como
material estructural es importante y largo, si bien muy atractivo, en el que jornadas como las
que nos ocupa pueden ayudar en ese camino.
Agradecimientos
Al final de estas líneas debemos agradecer a los demás miembros del grupo de trabajo
de los hormigones con fibras que han elaborado el anejo de la EHE, por su valiosa
colaboración y, lo que es más importante, por la inmejorable actitud positiva en la participación
y, entre ellos a nuestro compañero Climent Molins por sus fructíferas discusiones en los
trabajos que, sobre este tema, desarrollamos de forma conjunta.
Bibliografía
Aguado, A. (2007)
Tendencias del hormigón con fibras en construcciones subterráneas. Rev.: Cemento-
Hormigón. Vol. 74. nº 903 pp.: 44-55. Agosto 2007. ISSN: 0008-8919 y conferencia en Jornada
sobre aplicaciones estructurales de hormigón con fibras. 9 octubre 2007. Cátedra de empresa
patrocinada por Basf Molins Bekaert-UPC (www.bmbupc.org).
Serna, P. (2007)
Recientes ejemplos estructurales de aplicación en España. Conferencia en Jornada sobre
aplicaciones estructurales de hormigón con fibras. 9 octubre 2007. Cátedra de empresa
patrocinada por Basf Molins Bekaert-UPC (www.bmbupc.org).
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ALCANCE
El planteamiento es general para todo tipo de fibras, si bien hay que tener presente que
la base fundamental del conocimiento que se dispone es para fibras de acero, lo que se
refleja, en cierta medida en el mismo.
A los efectos de este Anejo, los hormigones reforzados con fibras (HRF), se definen
como aquellos hormigones que incluye en su composición fibras cortas, discretas, distribuidas
aleatoriamente en su masa. Esta incorporación se realiza para mejorar alguna propiedad de los
hormigones, ya sea en estado fresco, en primeras edades o en estado endurecido.
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4.3. Planos
3
- Dosificación de fibras en kg/m
- Tipo, dimensiones (longitud, diámetro efectivo, esbeltez), forma y resistencia a tracción
2
de la fibra (en N/mm ), en el caso de fibras con finalidad estructural.
Sin embargo la efectividad de las distintas fibras disponibles en el mercado puede ser
muy variable, y las condiciones de disponibilidad del producto o las condiciones de la obra
pueden recomendar una modificación de alguna de las características especificadas en el pliego
ya sea de tipo, de dimensiones y, por ende, de la dosificación necesaria de fibras para obtener
las mismas propiedades. Por ello, cuando la designación del hormigón sea por propiedades, la
dosificación indicada en el Pliego de Prescripciones Técnicas Particulares debe entenderse
como orientativa. Antes del inicio del hormigonado el suministrador propondrá una dosificación
de obra, y realizará los ensayos previos de acuerdo con el artículo 86 de este anejo. A la vista de
los resultados la Dirección de obra aceptará la dosificación propuesta o exigirá nuevas
propuestas.
4.5 Presupuesto
Para los estados limites últimos se opta por mantener los mismos coeficientes dados en el
articulado (Tabla 15.3), ya que se entiende que la incorporación de fibras en condiciones usuales
no modifica las incertidumbres que conducen a la estimación de dichos valores.
Los momentos plásticos o últimos se obtendrán de acuerdo con el Artículo 39.5 y, para
placas macizas, se considerará que las líneas de rotura tienen suficiente capacidad de rotación
si la profundidad de la fibra neutra en ELU de flexión simple es menor que 0,3 d. Las
evaluaciones estructurales a estos efectos deben hacerse por medio de ensayos que
representen las condiciones reales.
Carga F
FL
F1
F2
F3·
F4
Abertura de
fisura w (mm)
w 1 = 0,5 w 2 = 1,5 w 3 = 2,5 w 4 = 3,5
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29.3.1. Definiciones
Las fibras son elementos de corta longitud y pequeña sección que se incorporan a la
masa del hormigón a fin de conferirle ciertas propiedades específicas.
De una manera general se pueden clasificar como fibras estructurales, aquellas que
proporcionan una mayor energía de rotura al hormigón en masa (En el caso de las fibras
estructurales, la contribución de las mismas puede ser considerada en el cálculo de la
respuesta de la sección de hormigón), o como fibras no estructurales, a aquellas que sin
considerar en el cálculo esta energía suponen una mejora ante determinadas propiedades
como por ejemplo el control de la fisuración por retracción, incremento de la resistencia al
fuego, abrasión, impacto y otros.
- Fibras de acero
- Fibras poliméricas
- Otras fibras inorgánicas
Estas fibras se rigen por la norma UNE 83-500-89 parte 1 y, según el proceso de
fabricación se clasifican en: trefiladas (Tipo 1), cortadas en láminas (Tipo II), extraídas por
rascado en caliente (virutas de acero) (Tipo III) u otras (por ejemplo, fibras de acero fundidas)
(Tipo IV). La forma de la fibra puede ser muy variada: rectas, onduladas, corrugadas,
conformadas en extremos de distintas formas, etc,. La forma tiene una incidencia importante en
las características adherentes de la fibra con el hormigón.
La longitud de la fibra (lf ) se recomienda sea, como mínimo, 2 veces el tamaño del árido
mayor. Es usual el empleo de longitudes de 2,5 a 3 veces el tamaño máximo de árido. Otro
condicionante es el diámetro de la tubería de bombeo, que exige que la longitud de la fibra sea
inferior a 2/3 del diámetro del tubo. Por otro lado, la longitud de la fibra debe ser suficiente para
dar una adherencia necesaria a la matriz y evitar arrancamientos con demasiada facilidad.
Las fibras plásticas están formadas por un material polimérico (polipropileno, polietileno
de alta densidad, aramida, alcohol de polivinilo, acrílico, nylon, poliéster) extrusionado y
posteriormente cortado. Estas pueden ser adicionadas homogéneamente al hormigón, mortero
o pasta. Se rigen por la norma UNE 83-500-89 parte 2 y, según el proceso de fabricación se
clasifican en: monofilamentos extruidos (Tipo 1), láminas fibriladas (Tipo II). Sus dimensiones
pueden ser variables al igual que su diámetro y su formato:
Las micro-fibras se emplean para reducir la fisuración por retracción plástica del
hormigón, especialmente en pavimentos y soleras, pero no pueden asumir ninguna función
estructural. También se utilizan para mejorar el comportamiento frente al fuego, siendo
conveniente en este caso que el número de fibras por kg sea muy elevado.
En este grupo de fibras se incorporan en este Anejo las que en la actualidad tienen una
campo de aplicación usual como son las fibras de vidrio. No se incorporan otras fibras que, aún
existiendo, son usadas para otras aplicaciones fuera del campo del hormigón.
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Fibras de vidrio
Salvados los problemas de deterioro de este tipo de fibras debidos a la alcalinidad del
medio, las fibras de vidrio álcali resistentes (AR) han sido utilizadas en múltiples aplicaciones,
fundamentalmente en elementos tipo panel, fabricados ya sea a través de hormigón proyectado
o preparado y en prefabricados estructurales de diversos tipos. Estas fibras deberán cumplir
con la correspondiente Norma UNE.
30.1 Composición
Cuando las fibras utilizadas sean metálicas el ión cloruro total aportado por los
componentes no excederá del 0,4% del peso del cemento.
Cuando las fibras tengan función estructural se incluirá asimismo los valores de resistencia
característica residual a tracción por flexión fR,1,k y fR 3,k de acuerdo con lo especificado en el
artículo 39.
Cuando se utilice fibras con otras funciones se especificará los métodos para verificar la
adecuación de las fibras a tal fin.
Cuando el elemento a diseñar tenga un canto inferior a 12,5 cm, o cuando el hormigón
presente endurecimiento a flexión, con resistencia residual a flexotracción fR,1,d superior la
resistencia a tracción fc t d, se recomienda que las dimensiones de la probeta, y el método de
preparación se adapten para simular el comportamiento real de la estructura, y el ensayo se
realice en probetas no entalladas.
Para elementos estructurales que trabajen como placa, pueden utilizarse otros tipos de
ensayos alternativos, siempre y cuando vengan contrastados por una campaña experimental
concluyente. Cuando la desviación entre los resultados de una misma unidad de producto
sobrepase ciertos límites parece razonable no concederles absoluta representatividad sin haber
realizado una verificación del proceso seguido.
Para que las fibras puedan ser consideradas con función estructural la resistencia
característica residual a tracción por flexión fR,1,k no será inferior al 40 % del límite de
proporcionalidad y fR,3,k no será inferior al 20 % del límite de proporcionalidad (véase 39.1).
37.2.4 Recubrimientos
El empleo de hormigón reforzado con fibras con función estructural hace innecesaria la
utilización de la malla de reparto, que exige la Instrucción, en medio de los recubrimientos
superiores a 50 mm.
De forma general, se podrá emplear hormigón reforzado con fibras en todas las clases de
exposición. En las clases generales de exposición IIIb, IIIc y IV y en la clase específica F, deberá
justificarse el uso mediante pruebas experimentales en el caso del empleo de fibras de acero al
carbono. Una alternativa viable es el empleo de aceros inoxidables, galvanizados o resistentes a la
corrosión.
Los hormigones se tipificarán de acuerdo con el siguiente formato (lo que deberá reflejarse
en los planos de proyecto y en el Pliego de Prescripciones Técnicas Particulares del proyecto):
T – R / f-R1-R3 / C / TM-TF / A
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donde:
T - D – G/f/C/TM/A
3
donde G es el contenido de fibra, en kg/m de hormigón, prescrito por el peticionario. El resto de
los parámetros tiene el significado que se indica en el Articulado. En este caso deberá
garantizarse que el tipo, dimensiones y características de las fibras coincidan con los indicados
en el Pliego de Prescripciones Técnicas Particulares
39.5. Diagrama tensión - deformación en tracción de cálculo del hormigón con fibras
σt
εlim ε (‰)
El efecto del pico A-B-C puede ser importante cuando se aplique un análisis no lineal,
especialmente para pequeñas deformaciones. En otros casos, para el cálculo en rotura puede
utilizarse el diagrama bilineal simplificado, formado por las rectas correspondientes al tramo
elástico O-A y la prolongación de la recta C-E hasta el punto A, e incluso considerando un
comportamiento rígido con E = 8 .
Otros diagramas de cálculo se aceptarán siempre que los resultados con ellos
obtenidos concuerden de manera satisfactoria con los correspondientes a los del diagrama
rectangular indicado en la figura 39.5.1a queden del lado de la seguridad.
σt
f ct,d B
f ctR1,d A C
D
f ctR3,d E
E
O ε1 ε2 ε lim ε (‰)
Figura 39.5.1b.- Diagrama de cálculo multilineal.
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El cálculo de la capacidad resistente última de las secciones en las que las fibras
desempeñen función estructural se efectuará considerando como diagrama de cálculo del hormi-
gón a tracción alguno de los que se definen en 39.5.
Se consideran los mismos que para una estructura con hormigón convencional
En aquellos casos en que se utilice fibras con función estructural, solas o en combinación
con armadura tradicional, se deberá cumplir la siguiente limitación:
dp z P W
Ap f pd + As f yd + f Act f ctR,d ≥ W 1 f ctm + 1 + e
ds z z z A
en la que la contribución de las fibras zf Act fctR,d se corresponde a:
zf es el brazo mecánico de la tracción del hormigón
Act área traccionada de hormigón
fctR,d resistencia residual a tracción de cálculo en el diagrama rectangular
As f yd + 0, 4 Ac f ctR,d ≥ 0,04 Ac f cd
Esta limitación se justifica como garantía para evitar la rotura frágil del hormigón. La acción
de las armaduras tradicionales y de las fibras es complementaria en este aspecto, y por tanto la
limitación constituye una exigencia de contenido mínimo en fibras para elementos sin armaduras
tradicionales, y la posibilidad de reducir, e incluso eliminar, la exigencia de armaduras tradicionales
mínimas en elementos con contenido suficiente de fibras estructurales. Esta limitación no rige para
losas apoyadas en el terreno.
en la que la contribución de las fibras es Act fctR,d, con el mismo significado dado en el apartado
anterior
Los valores de la tabla 42.3.5 relativos a las cuantías geométricas mínimas que, en
cualquier caso, deben disponerse en los diferentes tipos de elementos estructurales, en función
del acero utilizado, se podrán reducir, en el caso de hormigones con fibras, en una cuantía
mecánica equivalente:
Ac fctR, d
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44.2.3.2.3. Piezas de hormigón reforzado con fibras sin y con armadura de cortante
Cuando se utilice hormigón reforzado con fibras de acero, las barras longitudinales
dobladas podrán ser consideradas como armadura de cortante. En este caso, al menos un tercio
de la resistencia a cortante deberá ser provista por la contribución de las fibras de acero o en su
caso por la contribución conjunta de las fibras de acero y estribos verticales. En todo caso, la
cuantía mínima de la armadura a cortante está establecida y se dispondrá tal como lo marca el
punto 44.2.3.4.1 de la presente Instrucción.
V u 2 = V cu + V su + V fu
donde: Vcu contribución del hormigón a la resistencia a esfuerzo cortante dado en el artículo
44.2.3.1
Vfu = 0,7 ξ τf d b0 d
donde:
200
ξ= 1+ con d en (mm) y ξ ≤ 2 (Ídem 44.2.3.2.1)
d
τfd = valor de cálculo del incremento de la resistencia a cortante debido a
las fibras, tomando el valor:
2
τfd = 0,5 fctR,d (N/mm )
b h
kf = 1 + n ⋅ f ⋅ f con kf ≤ 1,5
b0 d
2
τfd = 0,5 fctR,d (N/mm )
66.5.1. Generalidades
Las fibras mejoran las características de anclaje, en el caso de empleo conjunto con
armaduras pasivas y activas, lo cual puede ser utilizado en los cálculos de este artículo
siempre que vengan avalados por ensayos experimentales que así lo justifiquen.
La efectividad de los distintos tipos de fibras puede variar mucho, por ello se
recomienda designar el hormigón por propiedades, y definir el tipo y dosificación de fibras en
los ensayos previos. Si bien no se especifica un contenido mínimo en fibras, cuando se utilice
fibras de acero con función estructural no es recomendable utilizar dosificaciones inferiores a
3
20 kg/m de hormigón.
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26 Antonio Aguado y Filipe Laranjeira
El límite superior del contenido en fibras se fija en el 1,5% en volumen del hormigón.
El empleo de dosificaciones muy elevadas exige modificar sensiblemente la estructura granular
del hormigón. Para estos casos se recomienda la consulta de bibliografía especializada.
69.2.4.3. Agua
El aumento de la consistencia debido al uso de las fibras debe ser compensado siempre
con la adición de aditivos reductores de agua, sin modificar la dosificación prevista de agua.
69.2.4.6. Fibras
69.2.6 Amasado
El amasado es una fase crítica de los hormigones con fibras por el riesgo de enredo de las
fibras formando erizos. Este riesgo se reduce con una buena dosificación con suficiente contenido
de árido fino, pero aumenta con un transporte excesivamente largo y especialmente cuando el
contenido en fibras es elevado y éstas son muy esbeltas. El orden de llenado también puede ser
decisivo. Como norma general las fibras se incorporarán junto con los áridos, preferentemente, el
árido grueso al inicio del amasado, desaconsejándose como primer componente de la mezcla.
69.2.9.1Documentación
70.1 Colocación
El vertido y colocación debe realizarse de modo que no precise transporte adicional del
hormigón en obra. Debe evitarse interrupciones del hormigonado ya que éstas podrían ocasionar
discontinuidades en la distribución de las fibras.
70.2 Compactación
Debido a que el uso de fibras reduce la docilidad del hormigón, se necesitará una mayor
energía de compactación. Sin embargo la respuesta a la vibración del hormigón de fibras es mejor
que la de un hormigón tradicional por lo que para un mismo asiento en el cono de Abrams se
requiere menor tiempo de vibrado.
El uso de vibradores internos puede generar zonas con exceso de pasta y pocas fibras en
la zona donde se ha dispuesto el vibrador, así como cierta orientación en el sentido tangencial al
diámetro externo del vibrador
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81.4.1 Especificaciones
Son las del Artículo 29º más las que pueda contener el Pliego de Prescripciones Técnicas
Particulares.
81.4.2 Ensayos
a) Antes de comenzar la obra se comprobará el efecto de las fibras mediante los ensayos
previos del hormigón citados en el Artículo 86º. Como consecuencia de lo anterior, se
seleccionarán las marcas, tipos y dosificación de fibras admisibles en la obra. La
continuidad de la composición y de las características será garantizada por el fabricante
correspondiente.
b) Durante la ejecución de la obra se vigilará que las fibras utilizadas sean precisamente los
aceptados según el párrafo anterior.
c) El director de obra, cuando lo considere necesario en la ejecución de la obra, podrá
requerir la comprobación de las condiciones exigidas a las fibras.
El control de la calidad del hormigón de fibras incluirá, además del control especificado en
el articulado, el del tipo y contenido de fibras, y en caso de fibras con función estructural, el de su
resistencia residual según el método que establezca el Pliego.
83.2 Ensayos
En el caso de hormigones con fibras los ensayos previos toman especial importancia para
la definición de las fibras a emplear y de su dosificación.
Cuando las fibras tengan función estructural los ensayos previos incluirán la fabricación de
al menos cuatro series de probetas procedentes de amasadas distintas, de seis probetas cada una
para ensayo a los 28 días de edad, por cada dosificación que se desee establecer, y se operará de
acuerdo con EN 14651:2006 para determinar los valores medios de la resistencia residual a
flexotracción: fR,1,m y fR,3,m.
Para definir los valores de resistencia a obtener en los ensayos previos, cuando no se
conozca el valor del coeficiente de variación de este ensayo, a título meramente informativo,
puede suponerse que:
Cuando las fibras tengan función estructural los ensayos incluirán, además de los
especificados en el articulado, el ensayo de tres probetas por amasada de acuerdo con EN
14651:2006 para determinar los valores de la resistencia residual a flexotracción fR,1,m y fR,3,m a los
28 días de edad. En cada amasada de este tipo se determinará también el contenido en fibras
según UNE 83.512-1 ó UNE 83.512-2
88.1 Generalidades
Cuando las fibras tengan función estructural los ensayos incluirán, además de los
especificados en el articulado, el ensayo de tres probetas por cada amasada utilizada para control
de acuerdo con EN 14651:2006 para determinar los valores de la resistencia residual a
flexotracción fR,1,m y fR,3,m a los 28 días de edad. En cada amasada se determinará también el
contenido en fibras según UNE 83.512-1 ó UNE 83.512-2
No se permite la aplicación de este tipo de control para los hormigones de fibras con
función estructural.
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30 Antonio Aguado y Filipe Laranjeira
Cuando el resultado del control de contenido en fibras en una amasada del lote fuera
inferior en un 10 % al valor estipulado, se ampliará el control de resistencia residual a flexotracción
a todas las amasadas sobre las que se tome muestras para determinar la resistencia a
compresión.
Cuando en un lote de obra sometida a control de resistencia, sea fR,j,est ≥ fR,j,k tal lote se
aceptará.
Si resultase fR,j,est < fR,j,k, a falta de una explícita previsión del caso en el Pliego de
Prescripciones Técnicas Particulares de la obra y sin perjuicio de las sanciones contractuales
previstas (ver 4.4), se procederá como sigue:
La extracción de testigos según UNE conduce probetas cilíndricas sobre las que no puede
aplicarse los ensayos de referencia para la determinación de las características mecánicas a
flexotracción del hormigón de fibras. Dado que esta verificación no podrá realizarse, puede ser
sustituidos por otros ensayos que midan la tenacidad del hormigón como los desarrollado en la
norma UNE 83.508-04 o 83.515 ( Ensayo Barcelona)
Los documentos más próximos al tema aquí tratados dentro del ámbito internacional son:
• ACI Committee 544,1996, “State of the art Report on Fiber Reinforced Concrete”, ACI
544.1R-96, American Concrete Institute, ACI Farmington Hills,
MI;
• ACI Committee 544, 1999, “Measurement of properties of Fiber Reinforced Concrete”,
ACI 544.2R-98, American Concrete Institute, ACI Fannington
Hilis, MI;
• ACI Committee 544, 1996, “Design considerations for steel Fiber Reinforced Concrete”,
ACI 544.4R-88, American Concrete Institute, ACI Farmington
Hilis, MT;
• CNR-DT 204, 2006, “Istruzioni per la Progettazione, l’Esecuzione ed il Controllo di
Strutture di Calcestruzzo Fibrorinforzato”. Consiglio Nazionale
delle Richerche. Roma Italia.
• JCI, 1984, “Method of tests for flexural strength and flexural toughness of fiber
reinforced concrete”, JCI Standard SF-4, JCI Standards for test
methods of fiber reinforced concrete, Japan Concrete Institute.
• NBN B 15-238. 1992.”Essais des bétons renforcés de fibres_essai de flexion sur
éprouvettes prismatiques. Norme Belge. Institut Belque de
Normaliaation (IBN)
• RILEM, 2000, “Test and design methods for steel fibre reinforced concrete: beam test”,
RJLEM TC 162-TDF Recommendations, Materials and
Structures, 33: 3-5;
• RILEM, 2001, “Test and design methods for steel fibre reinforced concrete: uniaxial
tension test for steel fibre reinforced concrete”, RILEM TC 1 62-
TDF Recommendations, Materials and Structures, 34: 3-6;
Las normas europeas más relacionadas con el tema de este anejo son:
Las normas españolas más relacionadas con el tema de este anejo son:
9 Octubre 2007
Cátedra BMB - UPC
32 Antonio Aguado y Filipe Laranjeira
Pedro SERNA
RESUMEN
1. INTRODUCCIÓN
El refuerzo de materiales frágiles por medio de fibras no es una idea actual. Las
civilizaciones más antiguas ya construían edificios con adobe reforzado con paja o
excrementos de animales que controlaban su fisuración. Muchas de estas construcciones
están todavía hoy en pie en oriente medio.
Incluso si nos limitamos a aplicaciones con la tecnología actual del hormigón existe ya
una experiencia de más de 30 años.
Con este volumen de fibras se fabrica del orden de 1.000.000 m3 de hormigón por año,
lo que corresponde a un 1 % de la producción española de hormigón.
Es evidente que las fibras tienen un mercado muy claramente definido (pavimento y
túneles), que normalmente queda fuera de aquellas aplicaciones para las que está pensada la
instrucción EHE. El hecho de que la instrucción española no haya incluido hasta la fecha su
consideración en el diseño y cálculo puede ser una causa que justifique su escaso uso. Con la
aparición de un anejo específico de hormigón con fibras en la futura EHE este motivo quedará
superado.
9 Octubre 2007
Cátedra BMB - UPC
Pedro Serna
36
- Secciones muy armadas en las que las distancias entre armaduras dificulten la
colocación del hormigón
Superada la falta de legislación en la materia existen algunas trabas que hacen difícil
una entrada más decidida de las fibras como refuerzo del hormigón. Entre ellas se incluye la
lógica valoración económica de sus ventajas, y la falta de experiencias. En este apartado
comentaremos someramente dos aspectos, el primero de ellos es puramente tecnológico y
trata de la disponibilidad de un sistema de dosificación de las fibras en el proceso de
fabricación del hormigón, y el segundo se refiere a la definición de los métodos y criterios de
control de calidad.
Para esta función existe en el mercado una serie de procedimientos con precisión y
rendimientos más o menos garantizados.
9 Octubre 2007
Cátedra BMB - UPC
Pedro Serna
38
En un control de recepción del hormigón en obra, una vez definido la dosificación en los
ensayos previos, controlar la continuidad del tipo de fibras empleado es sencillo simplemente
con una inspección visual, y para verificar su contenido puede realizarse un simple control del
peso de fibras por unidad de volumen con un ensayo que necesita poca tecnología. Tampoco
es difícil controlar la consistencia por medio del cono de Abrams en la mayoría de los casos
que serán frecuentes en obra.
Sin embargo para controlar las características mecánicas del hormigón el ensayo de
referencia es el de flexotracción basado en la norma EN 14651/06. Este ensayo precisa
fabricar al menos tres probetas prismáticas, de mayor tamaño que las tradicionales, en las que
debe realizarse una entalla y un sistema de control de ensayo que exige equipos no siempre
disponibles en laboratorios de control. La adaptación de otros métodos de ensayo más sencillo
pueden facilitar el control siempre que se garantice la equivalencia de resultados.
Para verificar este extremo se aprovechó los resultados de los ensayos de control
realizados durante las obras de la línea 9 del metro de Barcelona (UTE línia 9 Bon Pastor –
Can Zam). Durante las obras se había trabajado con diez tipos de hormigón con fibras que se
diferenciaban entre sí por la dosificación de fibras (330 – 33 – 40 – 60 kg / m3), o por el tipo de
aditivo (S / B). En total se ensayó 436 muestras de hormigón. Con cada muestra se fabricó 3
probetas prismáticas 15x15x75 cm (1308 probetas en total), que fueron ensayadas siguiendo la
norma NBN B 15-238, 1992. Con el resultado del ensayo se calculó la resistencia equivalente a
flexión que se tomó como valor de referencia.
Se comprueba que:
- los resultados obtenidos son similares tanto si se analizan las muestras completas
como el conjunto de las muestras,
- la relación entre valor medio y el característico propuesto por el artículo 86 del anejo
(fR,j,k = 0,7 fR,j,m) está bien calibrado, ligeramente del lado de la seguridad.
- Los valores del coeficiente de variación y los recorridos analizados en los lotes
muestran que la central podría catalogarse como Clase B desde el punto de vista de control de
resistencia a flexotracción. Esta clasificación será diferente a la que se utilice en el control de
resistencia a compresión, ya que son propiedades con distinto nivel de dispersión.
- Los recorridos de las probetas de cada muestra son superiores a los que se obtienen
en el ensayo de compresión. Para el ensayo de flexotracción se puede admitir un margen de
hasta el 35% para dicho recorrido, frente al 20% normalmente admitido en control de
resistencia a compresión. (artículo 31.3).
9 Octubre 2007
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Pedro Serna
40
Las posibles ventajas del efecto de redistribución de tensiones que producen las fibras
deben ser consideradas en el método de análisis estructural utilizado. Para beneficiarse de
ellas es útil realizar análisis no lineal de las estructuras. Estas consideraciones no deberían ser
utilizadas para modificar los coeficientes de seguridad o el análisis de la dispersión de
resultados.
Se trata de una cubierta basada en bocetos de Felix Candela. Consiste en una bóveda
nervada compuesta por ocho lóbulos con simetría radial. Cada lóbulo y su opuesto forman
parte de un paraboloide hiperbólico apoyado en nervios radiales y con borde libre sin nervio de
rigidización. La luz de los arcos formados por los nervios es de 35,1 m, la altura en clave es de
7,76 m y en el borde del voladizo de 12,27 m. El espesor básico de la cubierta es de 6 cm.
La cubierta se ejecutó con hormigón blanco proyectado por vía seca sobre encofrado
de madera machiembrada. El proceso de proyección empezaba por los nervios y continuaba
por los lóbulos desde las cotas más bajas ascendiendo uniformemente y protegiendo las zonas
previamente ejecutadas con láminas de plástico.
Las figuras 4.1, 4.2 y 4.3 muestran los procesos de proyección del hormigón con fibras,
una vista general de la lámina tras su construcción y un aspecto interior.
9 Octubre 2007
Cátedra BMB - UPC
Pedro Serna
42
Una vez tomada esta decisión se debía abordar el proyecto superando una serie de
problemas entre los que se puede destacar:
Para el estudio se realizó inicialmente un análisis elástico lineal, con elementos tanto
2D como 3D. Como resultado del análisis, obtenemos en cada lámina el mapa de tensiones
principales 1, (figura 4.4 y 4.5). Las tensiones de tracción máximas se concentran en los
bordes superiores de la cara superior de la lámina, y son en ambos estudios del mismo orden,
alcanzando valores de 3,9 MPa. Este valor justifica el riesgo de fisuración.
Incluso con niveles de carga del doble de las máximas tanto los niveles de tensión
como la fisuración que se observa son admisibles.
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Pedro Serna
44
MX 00
(AVG) (AVG)
SEP 20 SEP 20
137E-05 001514
12: MX 12:
12930 .289448 MN
394E+07 .33
MN
-12930 866131 .175E+07 .262E+07 .350E+07 -.289448 .514972 1.319 2.124 2.928
1
NODAL SOLUTION
STEP=1
SUB =400
TIME=1
S1 (AVG) SEP 27 2007
DMX =.00429 11:16:08
SMN =-.280466
SMX =1.702
MN MX
Se ha planteado la vía húmeda como procedimiento de ejecución por ser más limpio
que la vía seca. Este aspecto es de vital importancia si se tiene en cuenta que la obra se
realiza en la zona de playa, a muy pocos metros de la franja costera habitada. Se pretende por
tanto evitar la formación de polvo y reducir al mínimo el rechazo. Dado que el volumen de
hormigón a proyectar es pequeño esta obra no justifica el empleo de robot para la proyección,
en consecuencia para que el proceso pueda ser controlado por operarios se limita el tamaño de
la manguera a 60 mm.
La vía húmeda manual tiene aparejada la ventaja de poder contar con un suministro de
hormigón dosificado en central y con mayores garantías de control de calidad. Sin embargo
exige un mayor control de los ritmos de proyección y la dificultad de ajustar una dosificación
con reducido contenido en árido grueso para asegurar la bombeabilidad del hormigón con
tamaño de manguera pequeño.
Las pruebas realizadas en obra hasta el momento conducen a una dosificación con 370
kg de cemento, 300 kg de árido 6/12, relación agua / cemento de 0,5 para garantizar la
durabilidad y 50 kg de fibras, completando la dosificación por metro cúbico con arenas.
4.1.3 Ataque del agua de mar al hormigón de fibras. Selección del tipo de fibras.
Este ensayo demostró que las fibras no galvanizadas mostraban desde los primeros
ciclos de inmersión manchas evidentes de óxido, fundamentalmente las de tipo II procedentes
de corte de lámina (fig 4.8). Aunque los ensayos todavía están en marcha, tras 7 meses de
ciclos los hormigones con fibras no galvanizadas han sufrido una importante reducción de sus
características mecánicas, llegando casi a la pérdida total de la resistencia residual a tracción
en las probetas prefisuradas. Sin embargo los hormigones con fibras galvanizadas conservan
sus características casi intactas.
Por todo ello se planteó la utilización de fibras de acero, galvanizadas con una longitud
de 35 mm para permitir el paso por la manguera sin atascos, y la mayor esbeltez posible
(l/d=80) para optimizar su efectividad.
Con estos criterios se han realizado las primeras pruebas en verdadera magnitud. En
las figuras 4.9 y 4.10 se muestra el aspecto de un módulo de muro.
1,2
0,8
Load (Ton)
0,6
0,4
0
0 0,5 1 1,5 2 2,5 3 3,5 4
CMOD (m m )
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Cátedra BMB - UPC
Pedro Serna
46
80 / 35
Cold - drawn
65 / 40
Galvanized
65 / 40
Cold - drawn
50 / 30
Cut - sheet
5. CONCLUSIONES
6. AGRADECIMIENTOS
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Cátedra BMB - UPC
Pedro Serna
48
Resumen
1
Universitat Politècnica de Catalunya
Jordi Girona 1-3, M.C1. 08034-Barcelona. +34.93.401.7435. bryan.barragan@upc.edu
2
CONICET-LEMIT, Universidad Nacional de La Plata, Argentina
52 e/ 121 y 122, 1900-La Plata, Argentina. +54.221.483.1141. celestetorrijos@hotmail.com,
zerbino@ing.unlp.edu.ar
9 de octubre de 2007
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50 B. Barragán, C. Torrijos, R. Zerbino
1. INTRODUCCIÓN
Algunos estudios (Grünewald 2004) han encontrado que en un HACRF las fibras son
más propensas a orientarse en la dirección del flujo, que en un hormigón vibrado reforzado con
fibras (HVRF), siendo mayor la alineación de las fibras dentro de la masa de hormigón cuanto
más capacidad de fluir tiene el material (Stähli et al 2007). Asimismo, se ha observado que el
flujo a lo largo de los bordes del molde o del recipiente que contiene al hormigón favorecen
más la orientación de las fibras que el flujo en sí mismo (Grünewald 2004). También, se ha
encontrado menor segregación de las fibras en HACRF que en HVRF (Grünewald 2004, Ozyurt
2007), como así también un mejor comportamiento mecánico (Grünewald 2004).
9 de octubre de 2007
Cátedra BMB - UPC
52 B. Barragán, C. Torrijos, R. Zerbino
El mismo proceso se repitió llenando otras tres cubas con el hormigón de base e
incorporando fibras hasta una dosis igual a 50 kg/m3 (HAC-50). Como era de prever, durante
toda esta operatoria (aproximadamente 50 minutos) el material fue modificando sus
condiciones de autocompactabilidad. Esto se produjo especialmente en este último caso (HAC-
50) y quedó reflejado en las medidas de los ensayos en estado fresco. Para diferenciar la
pérdida de fluidez de las mezclas producidas por el transcurso del tiempo de la pérdida de
autocompactabilidad debido a la incorporación de fibras, se extrajo una última muestra de
HAC-0 pasados 75 minutos desde el inicio y se repitieron los ensayos ingenieriles y las
medidas con el viscosímetro.
9 de octubre de 2007
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54 B. Barragán, C. Torrijos, R. Zerbino
2.2 Resultados
Los resultados de los ensayos en estado fresco se resumen en la Tabla 1. Entre ellos
se incluyen el diámetro (Df) y el tiempo t50 en el ensayo de escurrimiento, el diámetro en el
ensayo de escurrimiento con anillo (DfJ), el tiempo de pasaje por el embudo en V (TV), la
tensión umbral (τ0) y la viscosidad plástica (µ) calculados aplicando el modelo de Bingham a
partir de las medidas con el viscosímetro, y el peso unitario (γ) del hormigón fresco. Como
referencia, se indica el tiempo transcurrido a partir de la obtención del hormigón de base.
Es posible apreciar que la variación en los ensayos ingenieriles es consistente con las
medidas de los parámetros reológicos. Se observa una disminución de Df y DfJ con el tiempo y
la incorporación de fibras, y un aumento de TV. En base a estos resultados, el HAC-0 inicial y el
HAC-25 pueden ser considerados dentro de los rangos aceptables de autocompactabilidad. El
HAC-50 no cumple tales requisitos, esto se atribuye al tiempo transcurrido, dado que se verificó
una notable caída de la fluidez en el HAC-0 a los 75 minutos. En cualquier caso, se optó por
llenar las columnas con HAC-50 para verificar si tal variación en las propiedades afectaba la
capacidad de llenado. Una observación al respecto es que el peso unitario en estado fresco
aumentó ligeramente al incorporar fibras en HAC-25, pero disminuyó en HAC-50, seguramente
debido a la menor capacidad de autocompactación.
Cabe comentar que las condiciones de llenado utilizadas no fueron las más favorables
para el HAC, dado que los tubos, que poseen un diámetro relativamente pequeño (0,15 m), se
llenaron desde el extremo superior, por lo que la eliminación del aire del hormigón de la parte
inferior pudo haberse visto dificultada por el ingreso del hormigón y llenado de las partes
superiores. La compacidad de un HAC se ve favorecida cuando el propio peso y presión que
ejerce el hormigón contribuyen a la compactación, por lo que en muchos casos se recomienda
llenar desde las zonas inferiores hacia las superiores, dejando sitio para la salida del aire.
9 de octubre de 2007
Cátedra BMB - UPC
56 B. Barragán, C. Torrijos, R. Zerbino
2,5 2,5
2,0 2,0
Altura (m)
Altura (m)
1,5 1,5
1,0 1,0
HAC-0
0,5 0,5 HAC-25
HAC-50
0,0 0,0
4,6 4,8 5,0 5,2 2120 2160 2200
Velocidad (m/s) Peso unitario (kg/m )
3
2,5 2,5
2,0 2,0
Altura (m)
Altura (m)
1,5 1,5
1,0 1,0
HAC-0
0,5 0,5 HAC-25
HAC-50
0,0 0,0
40 45 50 55 60 65 34 36 38 40 42
f'c (MPa) E (GPa)
Se observa que la velocidad de pulso fue ligeramente mayor en HAC-0, seguida por
HAC-25 y por HAC-50, con valores promedio iguales a 4,96, 4,94 y 4,86 km/s respectivamente.
Su variabilidad con la altura fue baja, con diferencias respecto a los valores promedio de sólo
±1%, ±3% y ±2 % para tales hormigones. En general, se produjo una disminución en la
velocidad en la zona superior. En el caso de HAC-50, también se observó una clara
disminución de la velocidad promedio. Los cambios en la velocidad de pulso ultrasónico
pueden justificarse considerando diferencias en el nivel de compactación del hormigón, como
se verá a continuación.
El peso unitario fue algo mayor en HAC-0 que en HAC-25 que contiene una pequeña
cantidad de fibras de acero, lo que indica una mayor compactación. En el caso de HAC-50 el
peso aumentó por la presencia de las fibras, pero disminuyó marcadamente a medida que
aumentaba la altura, debido a la menor compactación. Este hormigón mostró la mayor
variabilidad. Sin embargo, se destaca que, en todos los casos, las diferencias a lo largo de la
altura fueron menores al ±1% con respecto al valor promedio.
( )
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58 B. Barragán, C. Torrijos, R. Zerbino
Este estudio fue realizado con el propósito de analizar el efecto de las condiciones de
colocación sobre la orientación del refuerzo en HACRF.
Las vigas fueron ensayadas a flexotracción con carga centrada, de acuerdo con la
normativa EN 14651. Se empleó un sistema de ensayo Instron, que permite el control por lazo
cerrado a través de la velocidad de apertura de fisura, mediante un extensómetro tipo clip
ubicado a centroluz y en el medio del ancho de la probeta (Fig. 8). A partir de las curvas carga
– apertura de fisura (CMOD), se determinaron como resultados la tensión máxima, la tensión
de primera fisura, y las resistencias residuales correspondientes a aperturas de fisura de 1500,
2500 y 3500 µm (fR2, fR3 y fR4). Se realizaron ensayos de resistencia a compresión y módulo de
elasticidad sobre probetas moldeadas conjuntamente con las vigas.
Realizados los ensayos de flexotracción, se contó el número de fibras en las caras del
plano de fractura de cada viga. Para calcular la densidad de fibras en la sección de fractura, se
sumó el recuento de cada cara y se lo dividió por el área descontando la superficie entallada.
Después de contar las fibras en la superficie de rotura, se cortaron las mitades de todas
las vigas (C, T y V) en las tres direcciones, con el propósito de analizar la orientación de las
fibras dentro de las mismas.
B A 5m
Centro (C) A
Tubo (T)
Vertical (V)
A
9 de octubre de 2007
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60 B. Barragán, C. Torrijos, R. Zerbino
3.2 Resultados
30000
T
C
V
20000
Carga (N)
10000
0
0 1000 2000 3000 4000
CMOD (micras)
Fig. 10. Curvas carga - apertura de fisura obtenidas en los ensayos de flexotracción
8
Tensión (MPa)
7
6
5
4
3
2
1
0
0,0 0,2 0,4 0,6
Densidad (fibras/cm 2 )
Fig. 11. Variación de los parámetros resistentes con la densidad de fibras en vigas
hormigonadas en posición horizontal desde el extremo (T), en posición horizontal desde el
centro (C), y en dirección vertical (V)
9 de octubre de 2007
Cátedra BMB - UPC
62 B. Barragán, C. Torrijos, R. Zerbino
Las vigas V presentaron una distribución homogénea, la densidad de fibras fue similar
en las tres direcciones (α, β, γ), con valores de 0,35 fibras/cm2 en los cortes paralelo y
perpendicular y 0,23 fibras/cm2 en el corte transversal.
En las vigas C, las fibras se alinearon en el plano horizontal con densidades promedio
iguales a 0,42 y 0,43 fibras/cm2 en los planos paralelo y transversal respectivamente. En el
plano perpendicular, la densidad fue aproximadamente la mitad (0,24 fibras/cm2).
Se observaron importantes diferencias entre las vigas que se llenaron desde el centro
(C) y aquellas moldeadas desde un extremo luego de que el hormigón atravesara una tubería
de 5 m de longitud (T), confirmando que el transporte a través de una tubería (como durante el
bombeo) puede producir una orientación significativa de las fibras. En vigas moldeadas en
forma vertical (V), se observó una orientación más homogénea, pero desfavorable frente a la
solicitación considerada.
4. CONCLUSIONES
En el HACRF, así como ocurre en HVRF, puede producirse una orientación de las
fibras en planos preferenciales, que debe ser tenido en cuenta al momento de evaluar las
propiedades mecánicas. Se observó que dicha orientación es claramente afectada por la forma
de hormigonado; producto del efecto pared que se produce tanto durante el flujo del material
hasta el molde, como durante la colocación en el mismo, y que se tradujo en diferencias muy
significativas en la respuesta mecánica. Es de prever que la magnitud de estos efectos no será
independiente del tipo y longitud de las fibras empleadas.
Agradecimientos
Referencias
EPG (2005) The European Guidelines for Self-Compacting Concrete, Specification, Production
and Use, http://www.efnarc.org/pdf/SCCGuidelinesMay2005.pdf
Grünewald, S. (2004)
Performance-based design of self-compacting fibre reinforced concrete, PhD Thesis,
Delft University of Technology.
9 de octubre de 2007
Cátedra BMB - UPC
64 B. Barragán, C. Torrijos, R. Zerbino
Resumen
1. INTRODUCCIÓN
En esta ponencia, en primer lugar se describirán las características principales del túnel
y de las dovelas del tramb IVa en las que fueron extraídos los testigos en que se basa esta
investigación experimental. Se indicarán las posiciones y las direcciones de extracciones de los
testigos en las dovelas. Seguidamente, se describirán brevemente los procesos y el tipo de
ensayo a los que fueron sometidos los testigos. Todos los procedimientos realizados tanto en
obra, al momento de extraer los testigos, como en el Laboratorio de Tecnología de Estructuras
de la UPC, fueron realizados con base a las normas EN14721 (Test method for metallic fibre
concrete-Measuring the fibre content in fresh and hardened concrete; 2005), y a la Norma belga
NBN 15-238, 1992.
2. EXPERIENCIAS PREVIAS
Gettu et al. (2004) estudiaron el efecto que distintas formas de compactación (vibración
externa o interna), así como la forma y el tamaño del molde ejercían sobre una dosificación de
40kg/m3 de fibras de acero. Obtuvieron que una compactación adecuada supone una
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Climent Molins y Felipe Mora
68
Figura 1a.- Orientación de las fibras debido a los bordes del molde (Kooiman, 2000).
Figura 1b.- Efecto del vibrado (Kooiman, 2000).
La observación de la mezcla y del proceso de llenado de moldes puede dar una idea
significativa de la orientación de las fibras en el molde. Antiguamente, se utilizaban técnicas
fotográficas sobre cortes para determinar la orientación de las fibras. Posteriormente los
métodos fotográficos volvieron a ser utilizados tratando de determinar el ángulo de una fibra en
función de la sección transversal que esta presenta en un corte. Stroeven (1978) introdujo la
utilización de la técnica de los Rayos X para el estudio de la orientación. Esta técnica presenta
un claro problema de coste, pues solo se puede realizar sobre elementos de muy pequeño
espesor, debiéndose generar múltiples cortes y análisis para un solo testigo. Es evidente la
necesidad de algún método alternativo más sencillo y económico para determinar la
distribución y orientación de las fibras.
Espesor dovela 35 cm
Dovelas 7+1
Característica hormigón HA-50
Armadura 80 kg/m3
Fibras 30 kg/m3
Longitud y Φ fibras 50 mm, 1 mm
Tipo de fibra Extremos conformados.
Tenacidad (Ffctk,eq 300) 3.2 Mpa (Ensayo belga)
Por otro lado, la configuración del revestimiento del túnel de dicha L9 es mediante
anillos construidos a partir de dovelas prefabricadas como se muestra en la Figura 2.
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70
Las dovelas se fabricaron en una planta a pie de obra con un hormigón de 50 N/mm2
de resistencia característica a compresión (fck) a 28 días, y un módulo de deformación es
aproximadamente 38.000 N/mm2 a esa misma edad. Se emplearon fibras de acero con
extremos conformados, que se proveían en sacos y sueltas. En la tabla 1 se presenta la
dosificación del hormigón utilizado para la construcción de las dovelas del tramo experimental.
Empresa Cantidad
Materiales components 3
suministradora kg/m
Cemento CEM I 52,5R Uniland 410
Arena 0-5 mm lavada Diversa Varias procedencias 580
Arena 0-5 mm Granítica Varias procedencias 333
Gravilla 5-12 mm Granítica Can Ro 410
Grava 12-20 mm Granítica Can Ro 595
Agua Red Santa Coloma 115
Aditivo superplastificante GleniumTC1332 Bettor 3
Fibras Wirand FF1 Maccaferri 60
Tabla 1- Dosificación del hormigón del tramo experimental.
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fisura entre 5,5 N/mm2 y 7,3 N/mm2 y las de tracción equivalente fct,k eq300 (Norma belga NBN
15-238, 1992) entre un mínimo de 4,8 N/mm2 y un máximo de 7,4 N/mm2.
Figura 6.- Alzado y planta de las zonas en las que se clasifican las dovelas
Nº de la Fecha de
Nº del anillo
dovela hormigonado
Dovela 1 8826 1093 3-Marzo-2004
Dovela 2 9692 1291 5-Abril-2004
Dovela 3 9644 1193 2-Abril-2004
Tabla 3.- Identificación de las dovelas.
Ø150mm
Dirección Ø75mm
radial
Ø100mm
Dirección Dirección
longitudinal transversal
Figura 8.- Identificación de las dovelas en las que se extrajeron los testigos.
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Climent Molins y Felipe Mora
74
Ø150 mm. En esta ponencia, se centra en el análisis de los resultados en cuanto a distribución
de fibras y tenacidades a tracción en distintas orientaciones de los testigos de 150 mm de
diámetro. No se incluyen los análisis de los resultados obtenidos con estos testigos de menor
diámetro.
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76
Previo a la realización del Ensayo Barcelona (Saludes et al. (2007) de cada una de las
probetas, se caracterizó de forma detallada su geometría, midiendo su altura y su
circunferencia promedio, y se pesaron.
De todas las probetas extraídas se realizó el ensayo Barcelona. Dicho ensayo ha sido
presentado ya en diversas publicaciones (Aguado et al., 2005; Molins et al., 2006 y Saludes et
al., 2007). Se trata de la extensión del ensayo de tracción indirecta de doble punzonamiento al
hormigón reforzado con fibras. El ensayo de doble punzonamiento fue presentado por Chen
(1970) para medir la resistencia a tracción del hormigón en masa. En su tiempo, se planteó
como una alternativa al ensayo Brasileño. No obstante, el ensayo de doble punzonamiento no
sustituyó al ensayo Brasileño porque este último es ligeramente más sencillo y, en
consecuencia, más económico. Sin embargo, mientras que el ensayo Brasileño no puede
emplearse para medir las propiedades del HRF, el ensayo de doble punzonamiento sí puede
emplearse en HRF.
2b
P
2a
Figura 14a.- Configuración del ensayo BCN. Figura 14b.- Mecanismo de rotura.
Figura 15.- Extensómetro circunferencial midiendo la apertura total durante un ensayo BCN.
120
F u e rz a ( k N )
100 200
80 150
60
100
40
50
20
0 0
0 1 2 3 4 5 6 0 1 2 3 4 5
Fisuración total (mm) Fisuración total (mm)
Figura 16: Gráficos de fuerza y tenacidad con respecto a la carrera del pistón y la
apertura circunferencial total.
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78
Una vez ensayadas las probetas se procedió a aplastarlas en una prensa para reducir
a fragmentos de menos de 100 mm, adecuados para poder ser triturados en una trituradora de
mandíbulas. Una vez trituradas, se procedía al tamizado y extracción de fibras con la ayuda de
un imán potente que permitía capturar cualquier fragmento de acero independientemente de su
tamaño. Frecuentemente era necesario extraer manualmente trozos de hormigón firmemente
adheridos a las fibras. Una vez obtenidas las fibras, ya sin hormigón adherido, se pesaban y se
determinaba la cuantía de aquella probeta.
Dovela 2 A10-2 Superior A1022 80,1 199,4 101,5 30,0 19,6 14,9 10,3 8,3 134,1 193,4 217,2 234,3 247,2 256,4
Inferior A1021 65,2 188,2 98,8 60,0 40,3 33,3 29,9 26,2 137,9 209,8 259,3 295,8 327,4 380,2
A11-2 Superior A1122 69,1 199,1 54,0 35,9 28,0 25,6 22,0 20,2 130,5 175,4 206,2 233,2 256,2 277,3
Inferior A1121 58,1 182,9 133,1 98,9 70,0 53,9 43,3 34,4 145,7 263,3 346,3 406,7 455,7 493,8
Dovela 3 A10-3 Superior A1032 45,6 176,4 111,3 74,2 55,4 45,9 40,9 37,0 108,9 199,8 262,6 312,9 356,3 395,0
Inferior A1031 46,3 116,4 112,5 85,6 58,7 48,3 45,6 39,8 116,4 215,6 283,5 336,9 383,4 426,0
A11-3 Superior A1132 40,6 184,3 89,3 40,3 35,1 32,0 28,3 25,9 34,5 87,2 124,4 158,1 187,5 212,9
Inferior A1131 46,8 182,9 87,5 68,6 34,5 20,1 15,3 12,2 99,3 181,5 232,6 258,5 275,9 288,7
Dovela 1 A2-1 Superior A212 56,9 171,8 91,0 56,7 39,0 28,3 22,8 19,0 110,3 181,3 228,4 261,8 287,0 307,7
Inferior A211 89,8 169,9 94,4 62,5 47,0 40,3 32,9 29,7 112,1 192,5 244,9 288,5 325,6 356,7
A4-1 Superior A412 62,8 172,1 98,7 65,0 45,4 37,2 31,6 25,8 141,5 211,2 264,4 305,6 339,8 368,8
Inferior A411 75,6 185,1 73,3 47,6 33,4 26,0 21,9 17,3 113,0 173,5 212,4 241,6 265,4 284,4
A6-1 Superior A612 61,2 173,9 70,1 38,3 31,4 24,4 20,3 18,4 104,7 168,6 197,8 224,7 246,6 265,6
Inferior A611 71,3 163,7 53,5 20,5 13,6 11,0 10,3 10,0 102,8 134,7 150,9 162,9 173,4 183,8
A-8-1 Superior A812 65,2 sin datos - - - - - - - - - - - -
Inferior A811 70,6 sin datos - - - - - - - - - - - -
Dovela 2 A2-2 Superior A222 52,6 194,6 82,0 52,7 32,1 23,6 20,2 17,1 108,8 175,1 215,7 243,7 265,6 284,2
Inferior A221 76,3 175,4 87,6 46,4 32,9 28,7 25,5 24,0 111,6 175,5 214,0 244,3 271,2 296,0
ESQUINAS
A4-2 Superior A422 63,3 180,8 84,4 50,8 35,7 27,8 20,1 17,1 56,8 119,9 162,2 193,5 217,9 236,5
Inferior A421 73,5 174,5 68,4 40,1 28,3 20,6 16,8 14,5 98,8 150,9 184,2 208,3 226,9 242,4
A6-2 Superior A622 58,5 182,4 17,2 17,2 11,9 8,2 6,9 5,5 110,1 116,0 131,7 141,5 149,1 160,2
Inferior A621 75,8 134,8 63,7 41,0 43,9 19,9 16,6 15,1 72,0 123,4 160,3 191,5 209,6 225,2
A8-2 Superior A822 58,6 191,2 40,6 38,3 29,2 22,7 18,9 15,5 99,3 137,7 171,1 196,8 217,8 235,0
Inferior A821 63,7 179 88,3 60,9 45,7 33,9 27,7 23,6 128,8 193,9 246,8 286,1 316,8 342,2
Dovela 3 A2-3 Superior A232 96,1 170,7 144,2 104,8 63,1 49,6 41,8 34,6 133,2 263,4 343,8 399,5 444,9 483,0
Inferior A231 66,4 202,5 87,9 54,4 24,5 18,4 16,5 14,6 119,7 190,6 227,7 247,9 265,9 280,7
A4-3 Superior A432 60,3 185,3 115,9 110,6 89,9 50,3 37,0 31,5 41,4 155,7 256,7 323,3 366,8 400,8
Inferior A431 60,6 187,7 96,4 41,2 28,4 23,4 20,7 18,4 111,7 171,5 204,6 230,6 252,1 272,3
A6-3 Superior A632 66,9 169,3 77,1 51,5 22,5 14,8 12,5 11,0 101,2 164,2 199,3 217,0 230,3 241,8
Inferior A631 60,6 188,9 35,2 27,9 17,1 11,1 9,5 8,3 86,9 114,3 136,3 149,9 160,1 169,3
A8-3 Superior A832 66,4 178,6 106,8 71,5 47,6 34,8 30,1 25,7 76,0 169,9 227,3 267,5 299,8 327,6
Inferior A831 64,0 194,7 78,8 48,9 34,6 27,2 23,2 19,1 108,0 165,4 205,8 236,5 261,4 282,7
Dovela 1 A9-1 Superior A912 73,2 sin datos - - - - - - - - - - - -
INTERMEDIOS
En la Tabla 4:
Qmáx es la resistencia máxima del hormigón a tracción indirecta.
P1, …,P6, son las cargas correspondientes a aperturas circunferenciales de 1 a 6mm.
T1,…, T6, son tenacidades correspondientes a aperturas circunferenciales de 1 a 6mm.
20 20
15 15
Frecuencia
Frecuencia
10 10
5 5
0 0
40 50 60 70 80 90 100 4,70 4,80 4,90 5,00 5,10 5,20 5,30 5,40
3
Cuantías (Kg/m ) Resistencias máximas en
escala logarítmica
109,9 121,5 134,3 148,4 164,0 181,3 200,3 221,4 kN
Figura 17.- Histograma de distribución de cuantías y Qmáx en escala logarítmica.
El resto de variables también merecieron este análisis global, cuyos resultados medios
y coeficientes de variación, incluyendo el de las cuantías y de Qmáx, se muestran en la Tabla
5.
Cuantías Qmáx P2 T2 P6 T6
Media 3
64,7(kg/m ) 177,8(kN) 59,0(kN) 182,8(Nm) 22,9(kN) 322,2(Nm)
C.V. 17,0% 9,3% 39,5% 23,1% 46,4% 29,2%
Mínimo 40,6(kg/m3) 116,4(kN) 17,2(kN) 87,2(Nm) 5,5(kN) 160,2(Nm)
Máximo 96,1(kg/m3) 202,5(kN) 110,6(kN) 263,4(Nm) 55,5(kN) 514,5(Nm)
Tabla 5.- Características de la distribución de cuantías, Qmáx, y cargas y tenacidades
correspondientes a aperturas circunferenciales de 2 y 6mm.
En la Tabla 5 se aprecia que si bien las cuantías oscilan entre un mínimo de 40,6
(kg/m3), y un máximo de 96,1(kg/m3), el coeficiente de variación es de un 17%, lo cual
demuestra que las fibras se distribuyen relativamente homogéneas en el espacio y que además
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su valor medio, 64,7 kg/m3, se encuentra ligeramente por encima de la cuantía de proyecto
(60kg/m3). Los valores de carga y tenacidad para apertura circunferencial total de 2 y 6mm de
la misma tabla, han sido seleccionados porque son muy representativos. El primero, una
apertura de 2mm correspondería a la suma de tres o cuatro fisuras en el límite de lo admisible
en condiciones de proyecto. El valor de 6 mm corresponde a un rango de deformaciones
alejado de las condiciones en una estructura pero que, sin embargo, permite determinar cual es
la mejora que se produce en la tenacidad del hormigón debido a la adición de fibras de acero.
Para el caso de las medidas de carga y tenacidad para aperturas circunferenciales de 2mm, los
resultados presentan un coeficiente de variación (C.V.) alto (39,5 y 23,1% respectivamente).
Asimismo, se observa que el C.V. de la tenacidad (T2) es menor que el de la carga (P2), como
era esperable. Lo mismo se observa para la tenacidad y la carga a 6 mm de apertura
circunferencial, pero con valores aún más elevados del coeficiente de variación.
Para cada dovela se analizaron si existían diferencias entre los valores de resistencias
y tenacidades obtenidas en sus distintas zonas. Para poder realizar este análisis de la
distribución de la tenacidad y de la carga en las distintas dovelas a partir de los testigos
extraídos, se procedió a la normalización de las variables (P1,…, P6; y T1,.., T6), a través de la
división de las mismas por su cuantía, para poder comparar los resultados de distintas probetas
teniendo en cuenta sus diferentes cuantías.
140 1,8
Centrales centrales
1,6 esquinas
C a rg a s n o rm a li z a d a s (k N /ρ )
1,2
80 1,0
60 0,8
0,6
40
0,4
20
0,2
0 0,0
0 1 2 3 4 5 6 7 0 1 2 3 4 5 6 7
Fisuración total (mm) Fisuración total (mm)
500 7,0
450
y = -5,8239x2 + 85,184x + 46,636 6,0
T e n a c id a d e s n o rm a li z a d a s
400
y = -0,0845x2 + 1,2303x + 0,6815
T e n a c i d a d e s (N m )
R2 = 0,998 5,0
350
R2 = 0,9979
300
4,0
(k N /ρ )
250
200 3,0
150 2,0
Centrales centrales
100
Esquinas esquinas
50 1,0
Promedio promedio
0 0,0
0 1 2 3 4 5 6 7 0 1 2 3 4 5 6 7
Fisuración total (mm) Fisuración total (mm)
Figura 18.- Cargas y tenacidades promedio de la dovela 1 para distintos valores de apertura
circunferencial, con y sin normalización.
este caso específico, dovela 1, no se obtuvieron resultados del ensayo Barcelona sobre las
probetas intermedias por un problema con un equipo de medida.
Se observa que la carga se ajusta muy bien con una función logarítmica de la apertura
circunferencial y que la tenacidad presenta un ajuste excelente mediante polinomios de
segundo grado de la apertura circunferencial. Por otra parte, tanto los valores de cargas como
de tenacidades son mayores en la parte central que en las esquina. Esta evidencia
experimental ha sido confirmada en las tres dovelas analizadas, donde se observa
sistemáticamente valores menores de carga y tenacidad en las probetas de esquinas que en
las centrales e intermedias. Precisamente no se han encontrado diferencias significativas entre
los parámetros medidos en probetas extraídas de la zona central o de la zona intermedia de las
dovelas. Asimismo, en la Figura 18 se observa como la normalización no modifica de forma
apreciable los resultados.
Al tener las dovelas un espesor de 350mm y las probetas una altura de 150 mm, igual
que el diámetro, siempre se obtuvieron 2 probetas por testigo; una superior (extradós) y otra
inferior (intradós), más cercana a la cara del molde. En la Figura 19 se presentan los resultados
de las probetas superiores donde se observa que las cargas y tenacidades son ligeramente
más elevados en la zona central e intermedia que en las esquinas.
140,0 2,5
y = -38,799Ln(x) + 86,937 Centrales superior Centrales superior
C a r g a n o r m a l i z a d a (k N / ρ )
80,0
promedio
1,5
60,0
1,0
40,0
20,0 0,5
0,0
0,0
0 1 2 3 4 5 6 7
0 1 2 3 4 5 6 7
Fisuración total (mm)
Fisuración total (mm)
500,0 9,0
450,0 y = -0,0962x2 + 1,347x + 0,4839
8,0
T e n a c i d a d e s n o rm a l iz a d a
2
y = -5,7705x + 80,36x + 33,284 R2 = 0,9976
400,0 7,0
R2 = 0,9975
T e n a c id a d e s (N m )
350,0
6,0
300,0
(N m / ρ )
5,0
250,0
4,0
200,0
Centrales superior 3,0 Centrales superior
150,0
Esquinas superior Esquinas superior
100,0 2,0
Intermedias superior Intermadias superior
50,0 1,0
promedio promedio
0,0 0,0
0 1 2 3 4 5 6 7 0 1 2 3 4 5 6 7
Figura 19.- Cargas, tenacidades y sus valores normalizados promedios de las tres dovelas para
las probetas superiores.
Es interesante destacar que las diferencias entre los valores obtenidos en las distintas zonas
de la dovela se incrementan al normalizar las variables por la cuantía, es decir, la dispersión de
los resultados aumenta al normalizar las variables (Tabla 6). Ello pone de manifiesto una
orientación no favorable en las probetas de testigos radiales en la zona de esquina.
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Cuantía Qmax P1 P2 P3 P4 P5 P6 T1 T2 T3 T4 T5 T6
(kg/m3) (kN) (kN) (kN) (kN) (kN) (kN) (kN) (N.m) (N.m) (N.m) (N.m) (N.m) (N.m)
Media 62,26 181,54 89,62 58,79 40,56 30,77 25,18 21,43 104,42 176,26 224,27 259,43 287,17 310,60
Normalizadas 1,51 0,99 0,69 0,52 0,43 0,36 1,68 2,88 3,69 4,28 4,75 5,15
Superior
C.V. 19,27% 5,24% 33,22% 42,54% 44,67% 39,43% 39,45% 40,51% 29,79% 23,98% 24,85% 25,86% 26,57% 26,96%
Normalizadas 35,98% 41,01% 46,53% 43,73% 45,37% 48,26% 29,47% 23,22% 24,72% 26,48% 27,75% 28,64%
Tabla 6.- Cargas, tenacidades y sus valores normalizados de los promedios de las 3 dovelas
para las probetas superiores.
140,0 2,5
Centrales inferior Centrales inferior
y = -37,764Ln(x) + 87,594
C a rg a n o rm a l iz a d a (k N / ρ )
120,0 y = -0,5889Ln(x) + 1,3648 Esquinas inferior
Esquinas inferior
R2 = 0,9815 2,0 Intermadias inferior
100,0 Intermedias inferior R2 = 0,9822 promedio
promedio
C a rg a (k N )
80,0 1,5
60,0 1,0
40,0
0,5
20,0
0,0 0,0
0 1 2 3 4 5 6 7 0 1 2 3 4 5 6 7
500,0 9,0
450,0 8,0 y = -0,084x2 + 1,2433x + 0,6948
T e n a c id a d e s n o rm a li z a d a
2
y = -5,7705x + 80,36x + 33,284
400,0
7,0
R2 = 0,9971
R2 = 0,9975
T e n a c id a d e s (N m )
350,0
6,0
300,0
(N m / ρ )
5,0
250,0
4,0
200,0 Centrales inferior
3,0
150,0 Centrales inferior Esquinas inferior
Esquinas inferior 2,0
100,0 Intermadias inferior
Intermedias inferior 1,0
50,0 promedio
promedio
0,0 0,0
0 1 2 3 4 5 6 7 0 1 2 3 4 5 6 7
Figura 20.- Cargas, tenacidades y sus valores normalizados promedios en las tres dovelas para
las probetas inferiores.
Si se comparan los resultados de las probetas superiores y los de las inferiores, Tablas
6 y 7, se observa que la cuantía, las cargas y las tenacidades son mayores en las probetas
inferiores. No obstante, estas diferencias en cuanto a cargas prácticamente desaparecen al
normalizar las variables. Por otra parte, generalmente los coeficientes de variación son
mayores en las probetas inferiores que en las superiores, tanto antes como después de
normalizar las variables. No obstante, en las probetas inferiores, el efecto de la normalización
es aún más sensible que en las superiores. Ello pone de manifiesto que el menor desempeño
en el ensayo Barcelona de las probetas en las esquinas respecto a las de las zonas central e
intermedia, no se debe a variaciones de la cuantía sino de orientación de las fibras. Ello es
coherente con las observaciones realizadas por Kooiman (2000), quién indicó que las fibras en
los bordes extremos tienden a orientarse verticalmente, ya que al ser los planos de fisuración
del ensayo Barcelona verticales, quedan sensiblemente menos reforzados al quedar las fibras
paralelas a dichos planos.
Cuantía Qmax P1 P2 P3 P4 P5 P6 T1 T2 T3 T4 T5 T6
(kg/m3) (kN) (kN) (kN) (kN) (kN) (kN) (kN) (N.m) (N.m) (N.m) (N.m) (N.m) (N.m)
Media 66,62 174,08 90,96 59,21 42,21 32,57 27,85 24,31 116,36 189,29 238,43 275,33 305,43 333,76
Normalizadas 1,41 0,93 0,66 0,50 0,43 0,38 1,79 2,93 3,70 4,28 4,74 5,18
Inferior
C.V. 16,02% 12,30% 28,05% 37,47% 43,71% 48,50% 49,71% 50,73% 17,32% 22,44% 25,76% 28,11% 29,99% 31,23%
Normalizadas 36,26% 47,30% 49,91% 54,53% 57,50% 58,64% 24,28% 30,78% 34,06% 35,97% 37,58% 38,65%
Tabla 7.- Cargas, tenacidades y sus valores normalizados promedio de las 3 dovelas para las
probetas inferiores.
Cuantías P2 T2 P6 T6
(kg/m3) (kN) (Nm) (kN) (Nm)
Centrales e
59,9 57,5 185,7 23,2 323,8
Superiores intermedias
Esquinas 64,1 59,2 170,8 20,2 302,1
Centrales e
61,1 79,2 226,3 33,4 425,7
Inferiores intermedias
Esquinas 70,6 44,6 162,7 17,8 267,6
Tabla 8.- Cargas, tenacidades y sus valores normalizados promedio de las 3 dovelas para las
probetas inferiores.
Asimismo, la Tabla 8 pone de manifiesto que las cuantías son ligeramente más
elevadas en la mitad inferior del molde, especialmente en las zonas de esquinas. Por otra
parte, los valores máximos de carga y tenacidad se producen, para una cuantía inferior a la
media total obtenida (64,7 kg/m3), en las probetas inferiores de la zona central e intermedia,
con un aumento promedio de las cuatro variables de la Tabla 8 de un 34% respecto a las
medias globales de la Tabla 5. Por el contrario, las probetas inferiores en esquinas sufren una
disminución promedio, respecto a las medias globales de la Tabla 5, del 20%
aproximadamente. Nótese que estos resultados obtenidos mediante el empleo del ensayo
Barcelona son coherentes con las observaciones de Kooiman (2000).
6. CONCLUSIONES
El uso sistemático del ensayo Barcelona se ha mostrado útil y eficaz para determinar
las cargas y las tenacidades a tracción indirecta posteriores a la fisuración del hormigón a
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tracción. En todos los casos se ha comprobado que la tenacidad medida con el ensayo
Barcelona responde a una función polinómica de segundo grado, mientras que la caída de la
carga en función de la apertura circunferencial responde a un decremento logarítmico.
Agradecimientos
Los autores quieren agradecer a la empresa GISA por la oportunidad de desarrollar esta
investigación dentro del convenio firmado con el Departamento de Ingeniería de la
Construcción, Universidad Politécnica de Cataluña, así como a las personas que han
intervenido en el mismo a lo largo de estos años.
Asimismo, quieren agradecer al profesor Antonio Aguado, quién es codirector de la Tesis del
segundo autor de esta ponencia, su consejo en momentos clave.
Referencias
Chen W. F. (1970), Double punch test for tensile strength of concrete. ACI Materials Journal,
Vol. 67 (2), p. 993-995.
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9 Octubre 2007
Cátedra BMB - UPC
Climent Molins y Felipe Mora
86
Resumen
9 Octubre 2007
Cátedra BMB - UPC
88 Josep M. Torrents, Pablo Juan-García, Oriol Patau
1. INTRODUCCIÓN
El aumento del uso del hormigón con fibras tanto en aplicaciones con menor incidencia
estructural, por ejemplo pavimentos y hormigón proyectado, como en aplicaciones con mayor
incidencia estructural, por ejemplo muros de cimentación o dovelas, debe emparejarse con su
control de calidad.
Hasta la fecha, los métodos para saber si la fibra en pavimentos, muros, etc. se
distribuye de forma homogénea e isotrópica, es decir, sin orientación preferente, son
imprácticos y limitados. Imprácticos porque son tediosos o de difícil aplicación en obra.
Limitados porque no pueden vigilar si todo el material cumple las especificaciones. Por
ejemplo, en una técnica normalizada para el conteo de fibras se lava en fresco una muestra
[UNE 83512-1]. La limitación estriba en que debe reservarse muestra del hormigón fresco.
Además, es tediosa por el lavado (con el consiguiente derroche de agua) y la separación y
conteo manual de las fibras con un imán. También se puede extraer uno o varios testigos del
hormigón endurecido: con una sección del testigo se comprueba si cumple la dosificación,
homogeneidad e isotropía pero se debe extrapolar el resultado a toda la pieza o estructura de
dónde se ha extraído el testigo.
Por consiguiente, si aumenta el uso de hormigón con fibras deben a la par investigarse
y desarrollarse sistemas alternativos que vigilen la estructura. Estos sistemas deben aplicarse
de forma práctica y general, que informen de la totalidad de la estructura y no de una porción
como acaece con testigos. Por ejemplo, deben resolver si las fibras se distribuyen
adecuadamente o, si por el contrario, se agrupan formando erizos en algunas zonas, faltan en
otras zonas o si aparece alguna orientación preferente de la fibra.
Si el hormigón fuera transparente como el vidrio y las fibras opacas (que ya lo son), con
alguna fuente de luz los ojos serían suficientes y muy adecuados para vigilar la calidad de la
estructura tan solo apreciando la opacidad total de la estructura y matizando si la orientación de
las fibras es la adecuada. Pero la naturaleza es caprichosa y el hormigón resulta opaco a la luz
o radiaciones electromagnéticas en el espectro visible.
Este ejemplo sencillo, casi trivial o banal, ilustra las dos claves o condiciones para
buscar “sentidos artificiales” o sensores que permitan ver el interior del hormigón: Una
condición es la capacidad de penetración del rayo de luz a través de la estructura (hormigón)
para que el sensor vea su interior. La otra condición es el contraste entre la estructura y el
material que se quiere ver (fibra). Es decir, si la estructura es transparente pero la fibra también
lo es, será difícil apreciar el contenido de fibra. Por ejemplo, el relativo “fracaso” de técnicas de
ultrasonidos en esta aplicación se debe a que hormigón y fibra se contrastan poco.
9 Octubre 2007
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90 Josep M. Torrents, Pablo Juan-García, Oriol Patau
Las cargas eléctricas se mueven libremente en conductores, como son las fibras, como
respuesta a un campo eléctrico vectorial E(x,y,z,t). Además, las cargas eléctricas en
movimiento producen campo magnético vectorial H(x,y,z,t). Sin embargo, los aislantes
“retienen” esas cargas. Faraday descubrió que la “capacidad” de retención de esas cargas en
aislantes o dieléctricos era función del material y designó una constante dieléctrica (ε)
proporcional a esa capacidad para cada material. En numerosos casos, se considera el
hormigón como un material razonablemente aislante. En general, un conductor tendrá una
conductividad elevada, o una impedancia baja. La impedancia es una variable que relaciona el
inverso de la conductividad con la geometría de la muestra. Un aislante tendrá un
comportamiento inverso: una conductividad baja y una impedancia elevada.
La luz que ven nuestros ojos se define a través de un campo eléctrico y un campo
magnético que actúan de forma entrelazada dando lugar a una onda, rayo o campo
electromagnético que viene gobernado por las leyes de Maxwell. Para que el ojo humano vea,
la frecuencia de ese rayo electromagnético debe situarse entre los 430 THz (1012 Hz) del rojo y
los 750 THz del violeta. Es decir, una variación extremadamente rápida comparada con la
frecuencia de 50 Hz del campo eléctrico presente en la red de distribución eléctrica.
En el siguiente apartado, se analiza uno de esos sensores (OCTL) que buscan en qué
condiciones el hormigón será “transparente” para la naturaleza de rayos o señales con las que
trata.
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92 Josep M. Torrents, Pablo Juan-García, Oriol Patau
Dado que las fibras de acero tienen una conductividad elevada frente al
comportamiento aislante del hormigón, puede observarse una disminución de la impedancia
eléctrica medida cuando se encuentre un mayor número de fibras en el área de influencia del
sistema. La figura 4 muestra la sensibilidad del dispositivo, evidenciando que tan pronto como
haya una fibra en el área de detección, la impedancia se ve reducida a la mitad, es decir,
puede observarse un decrecimiento de la impedancia cuando el sensor se sitúa encima de una
o más fibras de acero.
4500
4000
3500
3000
2500
|Z| ( )
2000
1500
1000
500
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8
d (cm)
4 fibras 1 fibra
35
30
25
20
d (mm)
15
10
0
1500 2000 2500 3000 3500
|Z| (Ω)
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450
400
|Ζ| (Ω)
350
300
250
200
150
200 250 300 350 400 450 500 550 600
f (MHz)
0.99 0.99
2 2
0.98 0.98
4 4
0.97 0.97
6 0.96 6 0.96
0.95 0.95
8 8
0.94 0.94
10 10
0.93 0.93
12 0.92 0.92
12
0.91 0.91
14
14
0.9 0.9
2 4 6 8 10 12 14
2 4 6 8 10 12 14
4. CONCLUSIONES
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96 Josep M. Torrents, Pablo Juan-García, Oriol Patau
Agradecimientos
Los autores de este trabajo agradecen a Antonio Sánchez y Enric Lara de la empresa
RFS su colaboración en la preparación de los sensores y cesión de material. Los autores
también agradecen a los técnicos de los laboratorios de Ingeniería de la Construcción e
Ingeniería Electrónica su ayuda en la realización de los experimentos.
Referencias
Seagar, AD, Barber, DC, Brown, BH, 1987, "Theoretical limits to sensitivity and resolution in
impedance imaging" Clinical Physics and Physiological Measurement, vol 8, suppl A, pp. 13-31.
UNE 83512-1, 2005. “Hormigones con fibras. Determinación del contenido de fibras de acero”.
AENOR, Madrid.
Cátedra BMBUPC
Innovación en Tecnología del Hormigón
Resumen
Si bien, el grueso del documento recoge un estudio exhaustivo acerca del tubo
de saneamiento, desde las técnicas de producción, normativa y métodos de
cálculo empleados para su diseño y comprobación, hasta la presentación de
dos campañas experimentales y un nuevo modelo de análisis para tubos
reforzados con fibras de acero y/o armadura pasiva convencional.
1
Ingeniero de Caminos Canales y Puertos. Doctorando del departamento de Ingeniería de la
Construcción de la Universidad Politécnica de Cataluña.
2
Doctor Ingeniero de Caminos Canales y Puertos. Director técnico de PRECON S.A. (Grupo Cemento
Molins).
9 Octubre 2007
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98 Albert de la Fuente Antequera y Jaume Armengou Orús
Es pues, en este ámbito de la prefabricación tan competitivo y con los procesos tan
optimizados y estandarizados, dónde cualquier mejora de alguna de las etapas del proceso
constructivo, técnica, puesta en obra o, incluso, del mismo diseño, puede marcar un salto
cualitativo y suponer un factor diferencial del producto final que lo haga más atractivo frente a
las demás alternativas que ofrece el mercado. Es en este terreno donde la consideración de
las fibras como material de refuerzo frente a las tracciones, en sustitución completa o parcial
del armado pasivo tradicional puede repercutir favorablemente a lograr un producto aún más
competitivo. Algunas de las ventajas se citan a continuación:
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100 Albert de la Fuente Antequera y Jaume Armengou Orús
La tubería de hormigón es, sin duda, la solución más eficaz, económica y ecológica
para las redes de saneamiento a régimen libre o trabajando a baja presión. La experiencia en
su utilización es antigua y ha sido perfeccionada con el transcurso del tiempo, esto conlleva la
mejora de sus indiscutibles ventajas y la solución de sus limitaciones, como el uso de barras de
acero para paliar su reducida resistencia a tracción, apareciendo las tuberías de hormigón
armado. Los resultados obtenidos hasta hoy son ampliamente satisfactorios gracias, sobre
todo, a su simplicidad y sencillez. Otra virtud, que se valora cada vez más, es su reducido
impacto medioambiental. La evolución del hormigón en los últimos años ha sido espectacular,
consiguiéndose un producto de alta calidad que se adapta perfectamente a las necesidades
requeridas.
Sin embargo, las nuevas tendencias experimentadas en países como Francia, Bélgica,
Holanda…demuestran que la consideración de las fibras de acero como material sustitutivo o
complementario del acero pasivo tradicional es una opción técnicamente posible y que entraña
unas ventajas importantes que deben considerarse como alternativa a los métodos
tradicionales.
Para entender la importancia de este cambio y las mejoras que ello implica, debe
conocerse el producto en sus distintas etapas, especialmente, en lo referente a los métodos
constructivos y ensayos mecánicos, que son las fases más decisivas y que, a la postre, serán
los indicadores de aceptación o rechazo de la tubería y del empleo de fibras de acero cómo
material de refuerzo para este elemento.
3
Doctor Ingeniero de Caminos Canales y Puertos. Catedrático del departamento de Ingeniería de la
Construcción de la Universidad Politécnica de Cataluña.
Estas jaulas de ferralla se apoyan sobre arandelas base o soportes sobre los que se
moldea la pieza armada y que finalmente proporcionan la forma de la hembra a la tubería. Con
este sistema, el posicionamiento de la armadura y el control de recubrimientos, que es crítico,
no queda garantizado en todas las puestas, debiéndose llevar a cabo un posterior ensayo
estadístico en cada partida para asegurar el cumplimiento de las tolerancias establecidas, lo
que en algunas ocasiones es motivo de rechazo del lote.
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estructura intermedia para hacer frente a los esfuerzos derivados de su manipulación e izado,
lo que la hace susceptible a no cumplir los recubrimientos especificados.
1.2.2.2. Vibrocompactación
Este mecanismo se abastece de hormigón procedente de una tolva mediante una cinta
alimentadora y otra cinta distribuidora (figura 5) situada sobre la máquina. El molde se rellena
verticalmente a través de otra cinta de llenado (figura 6) a la cual vierte la cinta distribuidora.
Figura 5. Cinta distribuidora (marcada en blanco) Figura 6. Cinta de llenado del molde
El moldeo se efectúa sobre una arandela base o soporte, que conforma el extremo
hembra del tubo y que está fijada hidráulica o mecánicamente al molde o camisa exterior. El
molde exterior y la arandela base van aislados de la máquina para que las vibraciones actúen
sólo sobre la pieza a moldear.
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104 Albert de la Fuente Antequera y Jaume Armengou Orús
se han dispuesto sobre el extremo macho de los tubos unos anillos concéntricos o sombreretes
que sirven para evitar deformaciones. Los moldes requeridos por estas máquinas deben tener
una resistencia y rigidez suficientes para soportar sin asientos ni deformaciones los esfuerzos
de compresión, vibración y torsión. También deben de incorporar tratamientos superficiales
para evitar el desgaste por abrasión. Asimismo, tienen que ser suficientemente estancos para
impedir pérdidas apreciables de lechada, a la vez que permiten la evacuación del aire ocluido
para evitar las deformaciones por succión o durante el desmoldeo. En la figura 9 se ilustra una
operación de desmoldeo de una tubería mixta hormigón acero pasivo – fibras de acero de
1.800 milímetros de diámetro.
Los elementos de moldeo (arandela base, molde exterior, núcleo y prensa) deben
estar, en cada ciclo, limpios, sin incrustaciones y debidamente lubrificados.
Las experiencias llevadas a cabo con esta metodología han demostrado que el empleo
de fibras no penaliza ninguna de las etapas constitutivas del proceso, no obstante, la
dosificación del hormigón debe modificarse adecuadamente, como se indicará en apartados
sucesivos, para que el hormigón goce de la docilidad y trabajabilidad necesarias para la puesta
a punto del proceso.
1.2.2.3. Turbocompresión
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106 Albert de la Fuente Antequera y Jaume Armengou Orús
Figura 11. Cinta de transporte Figura 12. Operación de vertido de las fibras
El cabezal incorpora dos anillos que giran entre ellos en diferente sentido, con la
finalidad de conseguir una distribución y compactación óptima, asegurando el posicionamiento
de la armadura por la anulación del par de giro. Estos anillos de prensado son accionados por
motores hidráulicos regulables así, la presión de prensado y la velocidad de elevación del
émbolo de presión son individualmente controladas.
Las figuras 13 y 14 recogen una imagen de una prensa que trabaja a turbocompresión
y del pistón en maniobra de descenso, respectivamente.
El rango de fabricación de estas máquinas suele ser desde diámetros de 300 hasta de
1.400 milímetros y longitudes de hasta 3,5 metros.
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De este modo, los tubos flexibles son aquellos que admiten ciertas deformaciones por
la acción de las cargas verticales, produciéndose un efecto de ovalización tal que al aumentar
el desplazamiento horizontal ∆x (figura 16) se produzca una interacción suelo – estructura,
provocando la aparición de los empujes pasivos del terreno y aumentando sensiblemente la
resistencia del elemento debido al efecto del confinamiento. El dimensionamiento y
comprobación de estas tuberías atendería a un criterio tensional; se limitaría la deformación
relativa ∆x/Do , siendo Do el diámetro inicial, a un valor del orden del 3% ó el 6% dependiendo
del material para indirectamente limitar las tensiones en la pared del elemento.
∆x ∆x
∆ ∆
En el otro extremo se hallan los tubos rígidos para los que la deformación bajo cargas
de servicio es despreciable y, por lo tanto, no hay aporte resistente fruto del empuje pasivo del
terreno, sino que su respuesta depende únicamente del mismo elemento. En este caso, el tubo
agota cuando se alcanza la rotura de alguno de los materiales que componen la tubería.
Otra forma de clasificar las tuberías, quizás más sistemática, consistiría introducir el
criterio de rigidez relativa suelo – tubería SC expresada en (1) como:
8Es
Sc =
(
S 1 − υs2 ) (1)
Nótese que de la expresión (2), tras operar algebraicamente, resulta que la rigidez es
directamente proporcional al módulo de deformación del hormigón Ec e inversamente
proporcional a la tercera potencia de la esbeltez media de la tubería λm = Dm/e.
Ec
S∝ (3)
λm3
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En este documento, para asentar las bases, se considerará que tuberías de hormigón,
objeto de este estudio, tienen un comportamiento rígido frente a las cargas de servicio en
comparación con otro tipo de materiales y, de aquí en adelante, se considerará la tubería de
hormigón como tal a todos sus efectos.
A través del ensayo de tres aristas se obtiene el comportamiento bajo carga variable
creciente de la tubería apoyada sobre dos soportes, con el que se obtiene, entre otras, la carga
de aparición de fisuras Pc, fisuración controlada Ps y carga de rotura Pu. Sin embargo, en
contraposición a la sencillez y rapidez del mismo, las limitaciones existentes son:
• No reproduce el efecto del empuje lateral del terreno y, por consiguiente, el incremento
de capacidad portante de la tubería que ello representa. Sin embargo, al tratarse de un
elemento con comportamiento rígido, este efecto no es tan acusado como en tuberías
flexibles, que deben parte de su tarea resistente a su interacción con el suelo en su
proceso deformacional. Por lo tanto, esta limitación no resulta ser tan restrictiva; de
hecho, en los métodos de cálculo para tuberías de hormigón este fenómeno
beneficioso se desprecia.
• Se considera, de modo sistemático, un apoyo directo sobre el aparato. Esta
configuración en la realidad no se da, de hecho es la más desfavorable y se
desaconseja excepto que exista un lecho de apoyo de hormigón sobre el terreno. Para
tener en cuenta las condiciones reales de apoyo y el tipo de terreno se emplea el factor
de apoyo FAP, que es un coeficiente corrector que se emplea para amplificar la carga
obtenida en el ensayo de tres aristas e intentar reproducir la respuesta real del tubo
enterrado in situ. En la figuras 18 y 19 se presentan algunas configuraciones de apoyo
sobre terreno granular y sobre hormigón respectivamente.
Figuras 18 y 19. Factores de apoyo según la configuración del lecho y tipo de material
El diagrama Carga – Desplazamiento vertical del pistón recoge las distintas fases por
las que transcurre el comportamiento de la tubería. En la figura 20, se representa el diagrama
para una tubería de hormigón reforzada con acero pasivo. Con ésta se pretende ilustrar y
explicar cada una de las fases introduciendo, de este modo, los conceptos básicos que servirán
para el análisis y discusión de los resultados que se presentarán en este documento.
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Pu
Clave
FASE 3: Comportamiento fisurado
Pf,h
β
FASE 1: Comportamiento lineal
Desplazamiento en clave
Figura 20. Curva Carga – Desplazamiento vertical para una tubería de hormigón
Momento en clave
Momento en hastial
FASE 4
FASE 3
FASE 2
FASE 1
Evolución de los momentos en clave y base en función del ángulo de apertura de los apoyos
0.18
Momento relativo en clave
Momento relativo en la base
0.16 Punto de igualación de momentos relativos
0.14
M /PD m (a d im e n sio n a l)
0.12 β
0.171
0.17
0.1
0.169 ∆Mr,pp
0.168
0.08
0.167
0.166
0.06
0.165
10.75º 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1 1.1 1.2
0.04
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70
Ángulo de apertura (º)
Figura 23. Efecto de la variación del ángulo de apertura de los apoyos en los momentos
relativos en clave y en la base de la tubería. ∆Mr,pp es el incremento de momento relativo en la
base debido al peso propio de la tubería
4
Este resultado se obtiene resolviendo la ecuación β = 2asen 1
10
( ) (4)
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5
Se emplea una densidad superior de armadura en la cara interior para controlar el ancho de fisura.
160
140
120
C a rg a a p lic a d a (K N / m l)
100
80
60
40
20
Tubería sin jaula exterior
Tubería con doble jaula
0
0 1 2 3 4 5 6
Desplazamiento en clave (mm)
Figura 24. Influencia de la configuración de armadura en el modo de rotura de la
tubería
6
Esta situación es frecuente en tuberías de diámetro superior a los 1.200 milímetros y clases resistentes
IV y V según la clasificación ASTM. La obligación de cumplir la carga de fisuración controlada Ps conduce
al empleo de una gran densidad de armadura en la cara interior de la tubería que luego no necesita
solicitarse a toda su capacidad para cumplir los requisitos de carga establecidos en rotura Pu, lo que
conduce a otro desaprovechamiento de la armadura.
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“TEB”). Luego, la capacidad resistente del tubo se define en términos del ratio carga total in situ
considerando las condiciones reales de apoyo y la interacción suelo – estructura atendiendo a
la teoría de Marston – Spangler y la carga obtenida del ensayo TEB. Empleando esta última
carga, se obtienen el espesor de la tubería, la resistencia del hormigón y los requerimientos de
armado empleando los valores establecidos en (ASTM C76, ASTM C655, AASHTO M170 y
M242)
De este modo, el método directo es más flexible que el indirecto y tanto el armado
como el espesor de hormigón empleados para solucionar el problema de dimensionamiento de
la tubería, se emplean de forma más eficiente y racional.
anteriores más antiguas, han sido desarrolladas bajo los principios del método de diseño
directo. No obstante, se ha probado que para determinados diámetros de tubería y clase
resistente el método directo puede ser menos conservador que el indirecto, lo que ayudaría a
una racionalización y uso eficiente de los materiales empleados.
Sin embargo, existe normativa que abarca el ámbito nacional hasta pliegos locales y
regionales basados en la ASTM C76. En España se reconocen los pliegos que recogidos en la
tabla 2, donde se hace alusión a sus principales características.
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Toda esta tarea es fruto del convenio de colaboración UPC – PRECON – PROMSA,
para la que se han desarrollado dos campañas experimentales con tuberías de hormigón de
1.000 y 1.800 milímetros de diámetro armadas con fibras y una solución mixta fibras – acero
pasivo, respectivamente, con el fin de estudiar la idoneidad del empleo de fibras en éstas
atendiendo a los procedimientos de fabricación y a los requerimientos estructurales. Todo ello a
conducido de forma natural al diseño de dosificaciones y desarrollo de modelos numéricos para
la predicción del comportamiento de tuberías, de cualquier geometría y configuración de
armadura (pasiva y/o fibras), sometidas al ensayo de aplastamiento. Estas campañas se han
llevado a cabo íntegramente en la planta de prefabricados de PRECON en Castejón de
Navarra.
Para asentar las bases del procedimiento seguido se hará una exposición detallada del
proceso llevado a cabo para el diseño de las dosificaciones, proceso de fabricación, ensayos
mecánicos posteriores y, paralelamente, se mencionarán los problemas y soluciones
propuestas en cada situación.
Para esta experiencia se optó por las fibras de acero conformadas en los extremos
DRAMIX RC 80/60 BN tipo Bekaert (figura 25). En esta experiencia piloto se prefirió utilizar el
mismo tipo de fibras para los dos sistemas de fabricación (turbocompresión y
vibrocompactación). Como filosofía general de dosificación se optó por mantener las
dosificaciones tipo existentes, que se ha visto que han funcionado en las tuberías
convencionales y añadir las fibras, en una primera aproximación, con las modificaciones
pertinentes, para facilitar la aceptación del personal de planta.
Las dosificaciones cedidas y que se emplean en la actualidad en las tuberías con los
diámetros objetivo y armado convencional se presentan en la tabla 3.
7
La ASTM C76M tabula las tuberías en cinco clases según su categoría resistente, de menos a más
competentes. Se le asigna una categoría a una tubería según la carga de fisura controlada Ps y el valor de
la carga de rotura Pu. Estos valores especificados por la ASTM se conservan en la mayoría de pliegos
nacionales y locales, sin embargo, algunos optan por recomendar densidades de armado, resistencias del
hormigón y espesores distintos, según la experiencia acumulada.
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SIOME 1 JUMBO
(Turbocompresión) (Vibrocompactación)
Cemento 300 300
0-6 Calizo 1113 (57%) 663 (34%)
6-12 Calizo 850 (43%) 1070 (55%)
0-6 Silíceo 0 (0%) 230 (11%)
Agua 144 135
(a/c)máx 0,48 0,45
Nota: Entre paréntesis el porcentaje sobre el total del esqueleto rígido (Calizo + Silíceo)
Tabla 3. Dosificaciones actuales en Kg/m3 para tuberías de 1.000 y 1.800 mm con armado
convencional.
Debe entenderse que la introducción de las fibras en la mezcla comporta, entre otras,
una merma de las condiciones de trabajabilidad del hormigón en estado fresco; pues, una de
las opciones más extendidas desde el punto de vista teórico es considerar la fibra como un
árido con bajo coeficiente de forma.
SIOME 1 JUMBO
(Turbocompresión) (Vibrocompactación)
Cemento 300 300
0-6 Calizo 1178 (60%) 875 (45%)
6-12 Calizo 785 (40%) 785 (40%)
0-6 Silíceo 0 (0%) 303 (15%)
Agua 144 135
Fibras 25 30
(a/c)máx 0,48 0,45
Tabla 4. Dosificaciones propuestas en Kg/m3 para las tuberías con fibras
Tubería Nº 1:
1ª Amasada 2ª Amasada
Cemento 300 300
Arena caliza 0 – 6 1157 (60%) 1131 (60%)
Gravilla caliza 6 – 12 771 (40%) 732 (40%)
Agua 135 135
Fibras 25 25
(a/c)máx 0,45 0,45
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Con objeto de intentar resolver estos problemas en la 2ª amasada se decidió verter las
fibras junto con la arena caliza en la misma cinta y disminuir el peso total de áridos de la
mezcla en 30 Kg de gravas y en 20 Kg de arena (tal como puede verse en la tabla 5);
manteniendo la proporción entre la fracción fina y la gruesa para asegurar la correcta
imbricación de las fibras en la pasta de cemento.
Tubería Nº 2:
Tubería Nº 3:
En esta última experiencia con las tuberías de 1.000 mm, tras los contratiempos
anteriores, se decide aumentar más la relación agua/cemento de forma controlada. Se temió
que pudiese desmoronarse el tubo al no disponer de la misma rigidez que le proporciona la
jaula de acero en las tuberías convencionales. No obstante, este temor debe ser menor con la
incorporación de las fibras, ya que forman una retícula interna que favorece la trabazón.
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existencia de fibras, tal como se muestra en la figura 29. Este tema debe mejorarse para evitar
a los operarios riesgos de cortes en la manipulación de los tubos.
Figura 28. Tubería Nº 3: Aspecto exterior Figura 29. Fibras en la zona del macho
Para llenar el molde se precisa de tres amasadas de 2045 Kg cada una. Las
dosificaciones empleadas, siguiendo la filosofía propuesta fueron las mismas que las actuales
si bien incorporando la fibra. Para traducir esta dosificación a Kg habría dividir cada fracción
por 1,1857 (300/253).
Los áridos (arenas y gravillas) son calizos provenientes de machaqueo, a los que se les
añade en este caso una arena correctora de tipo silíceo. La relación agua/cemento considerada
como máxima es de 0,45. El cemento de sulforesistente (SR) de categoría 52,5. Entre
paréntesis aparecen los porcentajes respecto al esqueleto rígido (arena + gravilla).
La primera impresión obtenida por los técnicos, allí presentes, fue que el hormigón
parecía ser de consistencia muy seca, y poco trabajable, tal como puede apreciarse en la figura
30. En la misma puede verse que no se formaron erizos y las fibras están bien distribuidas, otra
cosa es que la cantidad puede ser insuficiente para las prestaciones mecánicas requeridas, lo
cual se podrá observar tras los ensayos que se describen en el siguiente apartado.
No obstante, el operario habitual de esa máquina apuntó que el aspecto del hormigón y
su consistencia era la correcta, para esas circunstancias; lo que fue corroborado a continuación
tras extraer el molde (tal como puede verse en la figura 31), pues el aspecto y el acabado final
era bueno y no presentaba asperezas externas, excepto en la zona del macho, dónde la
problemática no reviste de tanta importancia ya que la imperfección se corrige con la junta de
goma y la hembra.
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Otro detalle a remarcar, es el menor asiento del hormigón empleado bajo la acción de
la vibración del molde respecto a las dosificaciones habituales; lo que podría atribuirse, en gran
medida, a la fricción de las fibras con las caras exterior e interior del molde interno y externo
respectivamente.
Estas tuberías tienen como objetivo alcanzar la clase resistente tipo III, según la
clasificación ASTM. Esto implica que la respuesta de la tubería, independientemente de la
configuración de armadura, tipo de hormigón, densidad de fibras etc.…, debe ser no inferior a
65 KN/ml para la carga de fisuración controlada y a los 100 KN/ml en rotura en el ensayo de las
tres aristas. Además, se considerará la recomendación recogida en [6], que incluye la fibra de
acero como material de refuerzo, en la que se demanda una carga de aparición de fisuras no
inferior al 67% de la carga de rotura, es decir: 67 KN/ml. Atendiendo a esto, la carga más
restrictiva es la de aparición de fisuras, por lo que se tomará como determinante esta última,
pues es mayor que la carga de fisura controlada requerida en la ASTM. Sin embargo, en el
ensayo se medirá la carga de fisuración controlada para el posterior análisis numérico.
En la tabla 9 se presentan los resultados obtenidos para cada una de las tres tuberías
ensayadas, para las cargas de inicio de fisura, la correspondiente a una fisuración controlada
con un ancho de fisura de 0,20 mm (Ver figura 33, en la que se observa la penetración de una
galga con ese ancho y que se sostiene colgada) y la carga de rotura. La edad de las tuberías
en el momento del ensayo era de 11 días.
Figura 33. Penetración de la galga 0,20 mm en clave (dónde se forma la primera fisura)
Los resultados obtenidos muestran que en tres casos la tubería no alcanza la clase
resistente III que se quiere lograr debido a falta de respuesta de las mismas en rotura (91
KN/ml, como valor medio, frente a los 100 KN/ml teóricos requeridos), lo que puede deberse al
uso de una dosificación de fibras menor a la necesaria o bien otros factores, tales como, una
resistencia a compresión del hormigón insuficiente, si bien en este caso es más probable, la
causa anterior. Hay que tener presente que la edad de ensayo es 11 días lo cual es inferior a
las edades contractuales de ensayo (21 o 28 días). Tampoco se alcanza la carga de aparición
de fisuras mínima establecida por [6], por lo que incumplirían en este requisito los especimenes
1 y 2.
Sin embargo, las cargas de fisuración controlada rebasan los valores mínimos
establecidos, lo que permite acotar el problema de diseño planteado y centrarse en el objetivo
a mejorar, de algún modo, esta respuesta en agotamiento, que para este tipo de tubería podría
orientarse a incrementar algo la cuantía de fibra.
En las figuras 34 y 35 puede verse algunas de estas tuberías antes y después del
ensayo de carga donde se repite el modelo de rotura en cada realización del ensayo.
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Asimismo, cabe señalar que la rotura de estas tuberías reforzadas con fibras de acero
goza de una mayor ductilidad que sus homólogas, sin refuerzo alguno (tuberías de hormigón
en masa). El fenómeno es directamente imputable a la existencia de las fibras, como elemento
que aporta la capacidad de absorber tracciones que no dispone el hormigón. Esto hace que las
secciones críticas tengan una mayor capacidad de giro eludiendo, de este modo, la rotura frágil
que se da con las tuberías de hormigón en masa. Para estas últimas, la teoría y la
experimentación demuestran que la carga de fisuración y la de rotura son prácticamente
iguales.
En esta misma dirección, para corroborar que la existencia de las fibras aumenta la
ductilidad de la pieza y que se genera un mecanismo de adherencia hormigón – acero que
induce a este efecto beneficioso. En las figuras 36 y 37 se representa la estrategia adoptada
para corroborar la resistencia al desmoronamiento de estas tuberías frente al impacto y la
configuración interna de las fibras, respectivamente, una vez se ha roto el elemento.
Figura 36. Caída libre de las tuberías Figura 37. Orientación de las fibras
(ortogonales al radio)
Figura 38. Configuración del ensayo de tres aristas (tubería 1.800 mm)
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En la tabla 10 se presentan los resultados obtenidos respectivos para cada una de las
dos tuberías ensayadas, para las cargas de inicio de fisura, la correspondiente a una fisuración
controlada de ancho de fisura de 0,20 mm y a la carga de rotura. La edad de las tuberías en el
momento del ensayo fue de 11 días. Hay que tener presente que una tubería de 1.800
milímetros alcanza la clase IV, según la clasificación ASTM, si la carga de fisuración controlada
es ≥ a 180 KN/ml y la carga de agotamiento es ≥ a 270 KN/ml. Al no recoger la EN 1916:2002
tuberías mixtas acero pasivo – fibras de acero, se prescindirá de su empleo en este caso.
• La tubería reforzada con fibras no cumple con ninguno de los requisitos (carga de
fisuración controlada ni carga de rotura) y se clasificaría acorde con la categoría
inmediatamente inferior, no así en el caso de la tubería convencional, que cumple
satisfactoriamente la clase resistente asignada
• Independientemente del tipo de armadura empleada, la carga de inicio de fisura es
prácticamente igual, lo que incitaría a prensar que sólo depende de la configuración
(posición) de las jaulas de armado, la geometría de la tubería, condiciones de
apoyo y de la resistencia a tracción del hormigón en la edad de ensayo fctm,j.
Figura 40. Fisuras concentradas de mayor ancho de fisura (tubería con fibras)
• La rotura, en este caso, viene gobernada por la capacidad de giro de los hastiales,
que se ve mermada por el empleo de fibras en sustitución de una capa exterior de
armadura de densidad no despreciable. En el instante que se produce la fisuración
de éstos (más tarde que en clave), se produce una fuerte redistribución de
momentos hacia la clave; sin embargo, al ser un elemento más flexible respecto a
las tuberías de hormigón de 1.000 mm, el desplazamiento de los riñones es
superior y, por lo tanto, el momento de 2º orden que se genera. En la figura 41 se
representa un esquema del fenómeno que se pretende ilustrar.
3(4 − π ) Dm3
∆x = ∆F (5)
4π Ec e3
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P(∆x)
MRm + M∆x
∆x Rm
Nota: MRm es el momento debido a plantear el equilibrio en la configuración sin deformar, en cambio, M∆x
es el momento originado por los efectos de 2º orden.
Figura 41. Esquema estático para ilustrar el incremento de momento al plantear el equilibrio en
la configuración deformada.
Con respecto a las tuberías fabricadas en la máquina SIOME (tuberías de 1.000 mm),
parece que la dosificación diseñada no es lo suficiente dócil para que el equipo de amasado
trabaje de forma eficiente. Esta falta de docilidad responde probablemente a varios factores
tales como: tipo de fibra empleada o el propio esqueleto granular (no ajustado en los finos a la
luz de la incorporación de las fibras).
En cualquier caso hay que señalar que pese a las dificultades y la disminución de
rendimientos, se fabricaron las tres tuberías, lo que refleja que el camino es viable desde un
punto de vista técnico siempre y cuando se corrijan algunas de las deficiencias observadas,
prestaciones mecánicas y de estanqueidad sean equivalentes.
Con respecto a las tuberías fabricadas en la máquina JUMBO (tuberías de 1.800 mm),
la experiencia en su conjunto ha sido más favorable que en el caso anterior. Ello responde a
que la longitud de la fibra es más adecuada para la dimensión del espesor del tubo (17,5 cm),
aunque sigue pareciendo un poco alta para los tamaños máximos del árido utilizado (12 cm).
Por otro lado, la existencia de una arena silícea favorece la trabajabilidad de estas mezclas.
Como conclusión general desde el punto de vista mecánico, aparte de las señaladas de
forma específica con anterioridad, cabe señalar que las fibras aportan ductilidad, concentrando
fisuras de mayor ancho que las soluciones armadas tradicionales.
Por otro lado, si bien no se cumplen algunos de los requisitos, los conocimientos
derivados de la campaña permiten ahondar en propuestas de actuación que conduzcan a un
mayor y mejor conocimiento del comportamiento pudiéndose sentar las bases para un campo
de posibilidades para las distintas clases y tipos de tuberías.
• Fabricar dos nuevas tuberías de 1.000 milímetros de diámetro: una con la misma
cuantía de fibras que las anteriores las 1ª campaña (25 Kg/m3), pero ensayada a
los 21 días para probar la influencia de la edad en la resistencia fck,j ; y otra, con
una cuantía de fibras de 40 Kg/m3.
• Fabricar otra tubería de 1.800 milímetros de diámetro con fibras (30 kg/m3) y una
malla exterior de armadura (sin armadura interior) y ensayar a la misma edad que
las anteriores. El fin es analizar la influencia del mallazo exterior sobre la carga de
rotura y, de este modo, corroborar los argumentos expuestos referentes a la
variabilidad de la ductilidad de los hastiales en función de la configuración de
armadura.
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8
La resistencia a compresión de las muestras tomadas en probetas cilíndricas de 15x30 cm son de
40,0 MPa, 45,5 MPa y 50,0 MPa a los 7, 11 y 21 días respectivamente.
Para este diámetro se fabricó solamente una tubería de 1.800 milímetros clase IV
reforzada con un mallazo externo y 30 Kg/m3 de fibras metálicas, empleando el sistema de la
turbovibración. El objetivo era analizar la influencia de la armadura del paramento exterior. Para
ello se conservó la cuantía de armadura del mallazo interno si bien colocado en el paramento
exterior (16,7 cm2/ml). Esta configuración no es la estándar, pues a priori se sabe que el estado
de aparición de fisuras y fisuración controlada vienen gobernados por la armadura de la cara
interna de la tubería; no obstante, se quiere probar, de forma cuantitativa y a través de la
experimentación, cuál es la influencia real del mallazo colocado en las dos posiciones distintas.
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rotura. Para facilitar el análisis posterior, en dicha tabla también se incorporan los resultados
obtenidos en la 1ª campaña.
Los resultados muestran que las carga de inicio de fisura y de fisuración controlada son
bajas, acorde a con que en la cara interior no hay armadura y sólo resiste inicialmente el
hormigón (en gran medida) y luego contribuye las fibras, si bien es menos eficiente (como era
de esperar) que la armadura pasiva. La tubería, en este caso, tampoco logra la categoría
resistente IV, pues la carga de fisuración es muy inferior a la demandada.
Tal como se ha visto, algunas de las soluciones estudiadas no cumplen con las
especificaciones requeridas para ese tipo de armadura, si bien la campaña ha permitido
desagregar la influencia de cada una de las variables, lo que permitirá hacer un modelo de
comportamiento.
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poder establecer una nueva tabla fabricación, para cada diámetro y clase de tubería según la
clasificación ASTM.
Siendo:
Sin embargo, dicha expresión requiere del conocimiento de Pu* y ξ, lo que obliga a
realizar campañas experimentales para ajustar dichos parámetros atendiendo a la geometría,
tipo de fibra y otros factores que dependen de cada prefabricadora. Además, solamente es
válida para tuberías reforzadas exclusivamente con fibras y no depende del ancho de fisura
fijado, es decir: no puede hallarse la carga relativa a un ancho de fisura determinado con esta
formulación.
9
Para fibras tipo Bekaert DRAMIX RC 80/60 BN este coeficiente tiene un valor de 0,014.
Ni que decir tiene, que debe poder considerarse el empleo del armado tradicional en
combinación con las fibras, pues no todas las tuberías pueden resolverse exclusivamente con
fibras.
Por último, se incluye el análisis de los niveles fibra y sección en un modelo de análisis
estructural con el que se pretende simular el ensayo de tres aristas y:
ε
n 'c
σ c = f cm εc (7)
nk
ε
n − 1 + 'c
εc
f cm (MPa ) ' f n f
Donde el parámetro n = 0.8 + ; ε c = cm ⋅ y k = 0.67+ cm ≥ 1,0
17 Ecm n − 1 62
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Diagrama constitutivo del hormigón a compresión
90
80
70
60
Tensión (MPa)
50
40
30
20
10 fck 30 MPa
fck 80 MPa
0
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4 4.5
Deformación -3
x 10
εc
ε
σc = β cr f ct , m (8)
ε ( β −1 )
1 + c
ε
cr
2.5
Tensión hormigón (MPa)
1.5
0.5
0
0 0.001 0.002 0.003 0.004 0.005 0.006 0.007 0.008 0.009 0.01
Deformación hormigón (m/m)
deslizamientos relativos; esto será cierto siempre que la barras que se coloquen en la sección
dispongan de estos mecanismos para garantizar dicho comportamiento (barras corrugadas).
600
400
200
-200
-400
-600
-0.01 -0.008 -0.006 -0.004 -0.002 0 0.002 0.004 0.006 0.008 0.01
Figura 45. Diagrama constitutivo empleado para el acero estructural.
Para este trabajo se ha optado por emplear la ecuación (9) para el hormigón con fibras
propuesta por Laranjeira, 2007.
ε
n
− KBd c
σ f (εc ) = Bd 1 − e C
(10)
Con:
Bd = f y αV f cosθe (11)
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1 1
α= (5 −1000V f ) − 1 + (100/λ )e5 (12)
1 + (100/λ f )e f
C = 1,65εcr (13)
K = 0,01Bd ; (14)
2.5
T e n s ió n (M P a )
1.5
0.5
0
0 0.002 0.004 0.006 0.008 0.01 0.012 0.014 0.016 0.018 0.02
Deformación (m/m)
• Empleo de cualquier tipo de sección compuesta por uno o varios materiales tipo
hormigón y acero (activo, pasivo, estructural), combinados bajo cualquier
configuración manteniendo un eje de simetría (flexión en un eje).
• Discretización de la sección en fibras y puntos asignándoles el material y la
ecuación constitutiva correspondiente.
La elección de este modelo es fruto del conocimiento exhaustivo por parte de los
autores de este documento y porque permite resolver el problema resistente para cualquier
nivel de carga. Se recuerda que en el ensayo de tres aristas se solicita la tubería desde cargas
dentro del límite elástico, que finaliza con la aparición de la primera fisura en clave, hasta la
rotura de la misma (régimen no lineal con plastificación del acero). Sin embargo, el modelo de
análsis seccional se empleará únicamente para la discretización de la sección y la confección
del diagrama curvatura de las secciones de control. En la figura 47 se muestra el ejemplo de
discretización de una sección tipo de tubería y el diagrama momento – curvatura asociado a la
misma en la figura 48.
2
Momento (KNm)
-1
-2
-3
-4
-5
-0.4 -0.3 -0.2 -0.1 0 0.1 0.2 0.3 0.4
Curvatura (1/m)
Una vez planteado un modelo de análisis a nivel fibra y sección se está en condiciones
de saltar al último nivel de análisis, el nivel estructura. Para ello se ha considerado oportuno
plantear un modelo, al que se le ha llamado TEBT (Three Edge Bearing Test), para la
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simulación del ensayo de aplastamiento considerando los siguientes aspectos (la figura 49
recoge las variables geométricas y mecánicas de una tubería genérica objeto de ensayo):
Dmedio
Dinterior
Dexterior
d
F/2 F/2
A cosαi senαi 0
bn Ti,elem
j = − senαi cosαi 0 (15)
j
bi 0 0 1
αi
i Dm/2
X2
b1 α1
B o
X1
Figura 50. Discretización de la tubería
Ecm A Ecm A
l 0 0 − 0 0
elem lelem
ki, j ki, j ki, j ki, j
12 3 6 2
0 − 12 3
6 2
lelem lelem lelem lelem
ki, j ki, j ki, j
4 0 −6 2
lelem 2
lelem lelem
K i,elem
j = (16)
Ecm A
0 0
lelem
ki, j ki, j
12 −6 2
Sym 3
lelem lelem
ki, j
4
lelem
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global global
dPnudos = K estructura dδnudos (17)
112
dM it
110 k i,t j =
dχ it
Resolución de la ecuación (16) 108
empleando el método de la sustitución
M o m e n to (K N m )
102
dχit
con éste en el diagrama M – χ y obtener 98
De todas las cargas que el algoritmo calcula interesa obtener la carga de aparición de
fisuras Pc, de fisuración controlada Ps y, por último, la carga de colapso de la tubería Pu. Cada
una de ellas responde a unas condiciones tenso – deformacionales de alguna sección de
control determinadas:
Donde εsm es la deformación media del acero pasivo traccionado, que lo calcula el
programa AESS teniendo en cuenta la no linealidad del problema y las ecuaciones
constitutivas correspondientes. En cambio, la separación media entre fisuras Sm se
calcula según la ecuación propuesta en el Artículo 49º anteriormente citado. En el
caso de que la tubería esté exclusivamente reforzada con fibras, la ecuación 18 no
es válida, por lo que se tiene que recurrir a otra expresión para el cálculo del ancho
de fisura.
A A’’ A
v2,A
A’ v1,A
∆h
dθA
Giro Desplazamiento
v1,A
B B’’ B
4v 2,A 2v 2,A
Considerando que v2,A<<Dm y el desarrollo en serie de Taylor 1+ ≈1 +
Dm Dm
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Los resultados obtenidos con TEBT para las tuberías de 1.000 milímetros de diámetro
se recogen en la tabla 14, dónde se recuerdan los valores medios medidos en los ensayos de
las dos campañas realizadas.
Fisura
fck,j Dosificación Inicio Fisura Agotamiento
Campaña controlada
(MPa) (Kg/m3)
Ensayo TEBT Ensayo TEBT Ensayo TEBT
1ª 44,5 25 62 63 83 86 89 93
2ª 51,2 25 67 67 88 91 100 101
2ª 50,0 40 67 67 92 93 114 114
Tabla 14. Comparación de resultados experimentales y analíticos (KN/ml) para las tuberías de
1.000 milímetros reforzadas con fibras de acero
Se recuerda que para tuberías de 1.000 mm clase III la carga de rotura debe no ser
inferior a 100 KN/ml y no debe aparecer ninguna hasta superar el 67% de esta misma carga
de rotura (según la EN 1916:2002, que recoge las fibras como material de refuerzo). La carga
de fisuración controlada, con ancho de fisura asociado 0,20 mm, se ha tomado el valor de 65
KN/ml propuesto por la ASTM. Se marcan los resultados que no cumplen algún preescrito por
alguna de las dos normativas consideradas.
A la luz de los resultados, se puede comprobar que el error relativo de los mismos no
supera el 4%, por lo que se corrobora que el modelo, en esta situación analizada, ha servido
para reproducir los resultados con una precisión excelente. Si bien, las diferencias en el cálculo
de la carga de fisuración controlada son debidas a que el mecanismo empleado para el cálculo
del ancho de fisura es muy simple, en la realidad, la tubería tiene un comportamiento más
flexible que el supuesto en el mecanismo. En la figura 53 se representan los diagramas Carga
– desplazamiento en clave para las distintas tuberías de 1.000 mm ensayadas.
10
Esta expresión es válida cuando se trabaja con tuberías de hormigón en masa o armadas
exclusivamente con fibras. Éstas no rebasan los 1.000 milímetros de diámetro, por lo que su
comportamiento bajo carga es rígido y puede aceptarse la combinación de giro + desplazamiento
propuesto. Sin embargo, para tuberías de mayor diámetro pierde validez, pues debido a los efectos de 2º
orden, en algunos casos, puede a llegarse a la incongruencia de que el ancho de fisura sea negativo.
110
100
90
80
C a r g a a p lic a d a (K N /m l)
70
60
50
40
30
20
25 Kg/m3 fibras RC 80/60 (11 días)
10 25 Kg/m3 fibras RC 80/60 (21 días)
40 Kg/m3 fibras RC 80/60 (21 días)
0
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4 4.5 5
Desplazamiento en clave (mm)
Figura 53. Relaciones Carga – Desplazamiento en clave para las tuberías de 1.000 mm
reforzadas con fibras de acero
Con la intención de mostrar algunas de las salidas gráficas que ofrece TEBT, se
presentan las figuras 54, 55 y 56 donde se recogen el diagrama M – χ de la sección longitudinal
de la tubería, la evolución de los momentos en clave y hastial y, por último, la evolución del
ancho de fisura en clave con la carga aplicada, respectivamente; para la tubería de 1.000
milímetros con 40 Kg/m3 de fibras.
Diagrama Momento-Curvatura sección transversal
20
15
Mrot = 16,1 mlKN/ml
Mfis = 10,1 mlKN/ml
10
5
M o m e n t o (K N m )
-5
-10
Mfis = -10,1 mlKN/ml
-20
-0.2 -0.15 -0.1 -0.05 0 0.05 0.1 0.15 0.2
Curvatura (1/m)
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Relación Momento-Carga
18
Momento en clave Rotura en clave (colapso tubería)
Momento en hastial 16,1 mlKN/ml
16
Fisuración en hastial
14
(Inicio redistribución del hastial hacia clave)
12,3 mlKN/ml
colapso tubería
12 Fisuración en clave -13,0 mlKN/ml
M o m e n to (m lK N /m l)
10,1 mlKN/ml
10
Fisuración en hastial
-10,1 mlKN/ml
8
Fisuración en clave
4 (Inicio redistribución de la clave hacia hastial)
-5,7 mlKN/ml
0
0 20 40 60 80 100 120
Carga aplicada (KN/ml)
Figura 55. Evolución de los momentos en clave y hastiales con la carga aplicada
Relación Apertura de fisura - Carga
0.7
0.6
0.5
A n c h o d e fis u ra (m m )
0.4
0.3
0.2
0.1
0
0 20 40 60 80 100 120
Carga aplicada (KN/ml)
11
En casos que la rigidez a flexión del hastial es muy superior al de la clave, por la redistribución de carga
que se inicia tras la fisuración, los momentos en clave emigran hacia los riñones pudiéndose superar la
solicitación soportada por éstos respecto a la solicitación en clave.
Para las tres tuberías de 1.800 milímetros ensayadas en las dos campañas se obtienen
los resultados de la tabla 15. Se recuerda que, según ésta, para alcanzar la clase IV en
tuberías de 1.800 mm se requiere una carga de fisuración controlada no inferior a los 180
KN/ml y a los 270 KN/ml en rotura. Al ser una tubería mixta acero pasivo – fibras de acero, no
se hará uso de las especificaciones de la EN 1916:2002.
Fisura
Armadura Fibras Inicio Fisura Agotamiento
Campaña controlada
(cm2/ml) (Kg/m3)
Ensayo TEBT Ensayo TEBT Ensayo TEBT
1ª 16,7 (i) 30 150 80 163 159 188 177
1ª 16,7 (i)+10,0 (e) - 158 82 190 196 281 (*) 371
2ª 16,7 (e) 30 58 79 79 79 277 (*) 334
(*) En la tubería armada con el doble mallazo se interrumpe el ensayo al lograr una carga
sensiblemente superior a la de rotura especificada en la normativa. De este modo se evita un posible
fallo mecánico del pistón debido a su desplazamiento excesivo, dado que esta tubería, por la
configuración y densidad de armadura empleada, goza de una gran ductilidad.
Tabla 15. Comparación de resultados para las tuberías de 1.800 mm milímetros ensayadas en
las dos campañas experimentales (en KN/ml)
En cuanto a los resultados obtenidos tras el empleo del modelo numérico se pueden
hacer las siguientes consideraciones:
• En cuanto a la carga de aparición de fisuras, existe una gran dispersión entre los
resultados experimentales y los analíticos cuando se incorpora una jaula interior de
armadura pasiva. La lógica invita a pensar que el hecho de tratarse de una tubería
de diámetro considerable y por lo tanto, al comportarse como un elemento con
mayor flexibilidad que las tuberías de 1.000 mm, el acero embebido empieza a
trabajar desde el inicio del ensayo, colaborando en la tarea resistente antes de la
fisuración de la pieza. Este hecho queda corroborado en el caso 3, para el que no
se emplea armadura en la cara interna, y la fisura aparece en clave para una carga
del orden de 3 veces inferior a los dos casos anteriores. Sin embargo, el hecho de
que el modelo numérico no acierte en la predicción de este valor no es
determinante, pues los pliegos no demandan ningún valor mínimo para esta carga;
no así para la carga de fisura controlada. De todos modos, esto no exime que se
deba seguir trabajando en esta dirección para llegar a capturar los fenómenos que
suceden en este rango del análisis y predecir, con más exactitud la carga de
fisuración de la tubería.
• En contraposición al caso anterior, los valores obtenidos para las cargas de fisura
controlada, con ancho de fisura asociado 0,20 mm, son de una precisión más que
aceptable; pues el error relativo no supera el 3%. Esto parece entrar en
contradicción con el argumento expuesto anteriormente relativo a la flexibilidad y a
la colaboración de la armadura pasiva para pequeñas deformaciones. Sin
embargo, para este nivel de carga, el fenómeno que adquiere mayor relevancia es
la redistribución de momentos entre la clave y los riñones.
• En la obtención de la carga de rotura se debe tener en cuenta que la prensa se
para cuando se alcanza la carga de rotura especifica, muchas veces sin agotar la
capacidad resistente del tubo12. En los ensayos realizados sobre tuberías de 1.800
mm sólo se ha logrado el colapso de la tubería armada con jaula interior,
superándose en los otros dos casos la carga de rotura especificada en la ASTM.
12
Esto sucede en tuberías de gran diámetro si existe jaula exterior de armadura. Al existir este refuerzo,
los riñones disponen de una gran capacidad resistente y pueden absorber los momentos migrados por la
redistribución proveniente de la clave, dando al conjunto una mayor capacidad de carga y deformación en
rotura. Conclusión, en tuberías armadas de gran diámetro, la rotura viene gobernada por la cuantía de
armadura dispuesta en la cara externa de la misma.
9 Octubre 2007
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152 Albert de la Fuente Antequera y Jaume Armengou Orús
Por lo tanto, a raíz del resultado obtenido para la primera tubería (la única que
colapsa en el ensayo) se puede considerar como satisfactoria la predicción del
modelo. Asimismo, se puede concluir que la eliminación total de la jaula exterior y
su sustitución por fibra de acero no garantiza la respuesta en rotura necesaria e
incumple los requisitos establecidos. En la figura 57 se representa la evolución de
los momentos en clave y hastiales en función de la carga aplicada para la tubería
de 1.800 mm ensayada en la segunda campaña. En ésta, se incumplen los
requisitos establecidos para la carga de fisura controlada al no introducir la jaula de
positivos (interna). Sin embargo, se embebe una jaula de negativos (exterior) con
una densidad de armadura no habitual en esta configuración y que permite
alcanzar, con creces, la carga en rotura establecida. Con ello, se demuestra la
influencia y la necesidad de incluir una jaula de negativos para absorber los
momentos que migran de la clave hacia los hastiales (una se ha iniciado la
fisuración) en tuberías de estos diámetros y de clase competente; lo que probaría
la imposibilidad de sustituir totalmente este armado por fibras de acero, atendiendo
a criterios resistentes.
Relación Momento-Carga
140
120
100
M o m e n to ( m lK N /m l)
80
60
40
20
Momento en clave
Momento en hastial
0
0 50 100 150 200 250 300 350 400
Carga aplicada (KN/ml)
Figura 57. Momento en clave y hastial en función de la carga aplicada para la tubería de 1.800
mm ensayada en la segunda campaña experimental
1.4.6. Conclusiones
Este primer apartado se ha destinado a hacer un resumen del estado del arte en
tuberías de hormigón, tanto en procedimientos de fabricación como en métodos de cálculo. Se
ha hecho especial hincapié en el empleo de fibras como refuerzo frente a las tracciones y en la
presentación de un modelo de análisis para la predicción y diseño de tuberías de cualquier
geometría y configuración de armadura.
llevados a cabo. Si bien, se ha discutido y analizado los problemas de tipo técnico y los
resultados obtenidos en las campañas experimentales, en los apartados correspondientes. Las
conclusiones que se pueden extraer se citan a continuación:
• Se ha probado que el empleo de fibras, con la tecnología y sistemas de fabricación
de tuberías actuales, es posible. Se requiere una puesta a punto del proceso
acorde con la dosificación y tipo de fibras a emplear, con el fin de evitar mala
distribución de éstas en la mezcla y aparición de erizos localizados en la tubería.
• En cuanto a la dosificación no hay todavía un patrón definitivo a seguir. Existen
muchas variables a considerar: tipo y procedencia de los áridos, temperatura,
técnica de fabricación…, y, a falta de más estudios, no se está en condiciones de
definir unas proporciones definitivas. De todos modos, con la experiencia
acumulada en las dos campañas realizadas, parece que aumentar el porcentaje de
árido fino a un 60% en detrimento del árido grueso, un 40%, con el fin de garantizar
una correcta imbricación de la fibra en la matriz de hormigón, ha dado resultados
correctos, alcanzando tiempos y acabados satisfactorios.
• Se ha demostrado, desde el punto de vista mecánico, que el empleo de fibras
puede sustituir completamente el armado pasivo tradicional en tuberías 1.000 mm
clase III, sin embargo, ello no demuestra que para categorías resistentes IV o V de
diámetros inferiores ello sea posible. Asimismo, con el modelo TEBT, se ha
probado que la sustitución total del armado tradicional por fibras de acero DRAMIX
RC 80/60 BN tipo Bekaert13 es total, para todas las clases y diámetros hasta la
tubería de 600 mm clase V, que ya requiere de 40 Kg/m3 de fibras y de una jaula
de armadura 2,82 cm2/ml de densidad para cumplir los requisitos mecánicos.
• Para diámetros grandes, tal como demuestran los ensayos realizados sobre
tuberías de 1.800 mm, la fibra metálica no puede emplearse con el afán de sustituir
la totalidad de alguna de las jaulas de armadura pasiva, ya sea la interior o la
exterior. La fibra no puede igualar la respuesta mecánica de éstas con las
dosificaciones empleadas en esta tipología (30 Kg/m3), ni tampoco con el empleo
de cuantías próximas a los 45 o 50 Kg/m3, tal como se ha probado con el modelo
TEBT; además, superar la cota de los 40 Kg/m3 resulta poco atractivo desde el
punto de vista económico y puede no ser viable técnicamente con los sistemas que
se disponen.
2. PANEL DE CERRAMIENTO
2.1. Introducción
13
Se recuerda que la respuesta de cada fibra es diferente y que los resultados aquí obtenidos
no deben extrapolarse a tuberías de hormigón con fibras distintas de las aquí empleadas.
9 Octubre 2007
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154 Albert de la Fuente Antequera y Jaume Armengou Orús
a) b)
Para lograr formas, huecos, texturas, acabados, etc., se emplean diversos métodos y
utillajes: disposición de fondos de molde con dibujos, colocación de marcos sobre la mesa
sujetos mediante imanes, lavados al ácido de la superficie vista, etc.
Por otra parte, es habitual disponer capas de poliuretano expandido embebidas para
aligerar el panel, incrementar su aislamiento térmico, etc.
El proceso de diseño y cálculo será muy diferente en función de la función que ejerza el
panel en la estructura. Algunos casos apenas solicitan estructuralmente al elemento: el mayor
esfuerzo sobre los materiales se originará durante el proceso de desmoldeo, manipulación,
transporte y montaje, pero no en servicio. En otras ocasiones, se emplea el panel como pared
de carga, o se somete a la acción del viento para luces de 20 m con apoyos simples en sus
extremos. Una buena descripción del proceso se puede encontrar en las [13], apartado 7:
“Elementos para edificios con paneles”.
a) b)
c) d)
9 Octubre 2007
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156 Albert de la Fuente Antequera y Jaume Armengou Orús
Aparte de lo mencionado hasta ahora, tenemos que destacar también cuáles son las
patologías que pueden presentarse con mayor frecuencia en el panel de cerramiento. Como
se verá más adelante, este es un factor decisivo en el momento de pensar en la incorporación
de fibras.
Por una parte, al tratarse de elementos con función arquitectónica, se debe tener
presente la calidad de los acabados (texturas, colores, tolerancias, etc.)
De otro lado, siendo una estructura laminar con aligeramientos, huecos, etc., puede
tener problemas de fisuración por evaporación del agua de amasado, roturas localizadas en los
puntos de suspensión, fisuras en los ángulos interiores, transparencias de las armaduras, etc.
a) b)
Cabe destacar que este tipo de fisura puede aparecer tanto en el proceso de
fabricación y montaje como a “tiempo infinito”, es decir, durante el proceso de consolidación del
terreno bajo zapatas mucho tiempo después de la entrada en carga.
Por tanto, en una primera etapa, se puede sustituir el armado en forma de malla por
fibras. En los travesaños tendremos hormigón con fibras armado con barras.
• Cálculo de esfuerzos
• Cálculo de la sección de HRF
• Diseño (prueba y error) de las dosificaciones
• Ensayo del elemento
3. SUELO REFORZADO
3.1. Introducción
Figura 64. Esquema de una porción de terreno reforzado con placas armadas
9 Octubre 2007
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A partir del cálculo del muro se obtiene el cálculo de cada una de las escamas, que
trabaja como placa sometida a una presión de tierras y contenida por los filamentos o flejes.
Para intuir cuál es el comportamiento estructural del elemento “escama” se puede suponer que
se trata de una placa sometida a una presión ligeramente variable que se apoya en un número
conocido de muelles. De ahí se deducen unos esfuerzos.
Aparte de los esfuerzos procedentes de este cálculo (flexión, cortante, axil), existen
solicitaciones debidas al proceso de fabricación, transporte y montaje. Por ejemplo, al apoyar
una escama sobre otra durante el montaje se producen esfuerzos locales que pueden provocar
desconchones en las esquinas.
TI
Figura 66. Vistas de una escama con forma especial de suelo reforzado
En la figura 67 se recogen dos configuraciones de armado tipo. Cada una de las jaulas
se conforma mediante un par de estribos ø12 que soportan la armadura de flexión (4ø10 y
8ø10 según el caso). Se verá cómo se soportan los diferentes esfuerzos:
F4 - N F1 0 - N
A continuación se citan los motivos por los que parece que el HRF es idóneo para esta
placa:
• En la cara de llenado pueden quedar fibras salientes con riesgo de pinchazo para
los operarios.
• Los esfuerzos de flexión que hay que absorber mediante armado tienen orientación
dominante, por lo que el uso del acero en barra está optimizado frente a esa
solicitación.
La conclusión, pendiente siempre de que el coste de la aplicación del HRF sea menor,
es la siguiente:
• Las escamas que van sin armar no pueden mejorar con el empleo de HRF.
Agradecimientos
Este trabajo ha sido posible gracias a todas las empresas que patrocinan la cátedra de
colaboración BMBUPC. Entre todos ellos queremos agradecer especialmente su colaboración
a los señores A. Sesma, J. Gallardo y L. Jiménez (PRECON Castejón de Navarra), por su
predisposición a la realización de todos los ensayos y los conocimientos aportados en lo
referente tuberías de hormigón.
Bibliografía
[1] ASTM C 76M – 97, Standard Specification for Reinforced Concrete Culvert, Store Drain
and Sewer Pipe.
[2] Heger, Frank J., (1963). “Structural Behaviour of Circular Reinforced Concrete Pipe
Development of Theory”, ACI Journal, Proceeding V.60, Nº 11, pp. 1567 – 1617
[3] Heger, Frank J., Nawy, Edward L., Saba, Robert B., (Oct. 1963). “Structural Behavior of
Circular Concrete Pipe Reinforced with Welded Wire Fabric”, ACI Journal, Proceedings
V.60, Nº 10, pp. 1389-1414.
[4] Francisca, M.F; Redolfin, E.R; Prato, C.A; “Análisis de tuberías enterradas en suelos
loéssicos: efecto de la saturación del suelo”. Revista internacional de desastres
naturales, accidentes e infraestructura civil.
[5] Feliciano, A.M; Lizcaino A; Simulación numérica de la interacción suelo – tubería.
[6] EN 1916:2002, Concrete pipes and fittings, unreiforced, steel fibre and reinforced.
[7] Spangler, M.G., (1933). “The Supporting Strength of Rigid Pipe Culverts”, Bulletin 112,
Lowa State College.
[8] Marston A., (1930). “The Theory of External Loads on Closed Conduits In the Light of the
Latest Experiments”, Bulletin 96, Iowa State College.
[9] Design Data 38, Bedding Factors – Trench Installations, American Concrete Pipe
Association, July 1980.
[10] Concrete Pipe Design Manual, American Concrete Pipe Association, 2000.
[11] Fraay, A.L.A., Vernstermans, J., Nemegeer D., (1983). “Berekening van
staalvezelbetonenbuizen”, Civiele Techniek nº 38, NR. 1.
[12] de la Fuente Antequera A., (2007). “Análisis no lineal y comportamiento en servicio y
rotura de secciones construidas evolutivamente sometidas a flexocompresión recta”,
Tesina de Especialidad (Directores: Aguado de Cea, A., Molins Borrell, C.,), UPC.
[13] Recomendaciones para el Proyecto, Ejecución y Montaje de Elementos Prefabricados.
Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y ACHE.
[14] Experimental study on SFRC precast panels. Luca Cominoli et al. 6th RILEM
Symposium on Fibre-Reinforced Concretes (FRC), Varenna, 2004.
Bibliografía complementaria
Haktanir, T., Ari, K., Altun, F., Karahan, O., (2007). “A comparative experimental investigation of
concrete, reinforced – concrete and steel – fibre concrete pipes under three – edge – bearing
test”, Construction and Building Materials 21 pp. 1702 – 1708.
Haktanir, T., Ari, K., Altun, F., Cengiz, A., Karahan, O., (2006). “Effects of steel fibers and
mineral filler on the water – tightness of concrete pipes”. Cement & Concrete Composites 28 pp.
811 – 816.
Manual de Cálculo, Diseño e Instalación de Tubos de Hormigón Armado. Edita ATHA
(Asociación de Fabricantes de Tubos de Hormigón Armado, sin fecha)
9 Octubre 2007
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164 Albert de la Fuente Antequera y Jaume Armengou Orús
Abstract
This paper discusses the beneficial effects of steel fibres on the crack width in
reinforced concrete, thereby enhancing the durability of reinforced structures. It
further discusses the design rules on crack width for a combined
reinforcement, and describes some references.
1. INTRODUCTIÓN
Designing tunnels for a service life of 100 years is not at all unusual, and this durability
demand partly explains the success of more modern tunnelling techniques such as the TBM
method (Tunnel Boring Machine) combined with a segmental lining, the segments being
prefabricated in the plant with low porosity high quality concrete. But also in civil constructions,
more and more emphasis is put nowadays on the durability aspect, and the maintenance
aspect. A first Modelcode for Service Life Design has been issued in February 2006 /1/. The
basic idea of Service Life Design is to establish a design approach to avoid deterioration caused
by environmental action, comparable to load design in the present Building Codes, such as EC2
/2/. Environmental actions such as carbonation, chlorides, freeze/thaw can attack the
reinforcement and this risk depends on the concrete cover, and the porosity of concrete.
Deterioration of reinforced structures is related to the corrosion of the rebar, and subsequently
spalling of the concrete cover.
Besides the specification of the right concrete cover and concrete quality to sustain the
environmental actions, cracks in reinforced concrete should be limited as well.
2. CRACKS IN CONCRETE
Cracks in concrete are a matter of fact due to the nature of this material. If these cracks
do not exceed a certain width, they are neither harmful to a structure nor to its serviceability.
The actual Building Code for reinforced concrete like /2/ point out certain durability and
serviceability aspects. This immediately leads to the limitation of crack width. The width of these
cracks mainly depends on concrete tensile strength, concrete cover, rebar diameter, thickness
and provided steel section.
The most important parameter is the tensile strength of the concrete. As this is a time
dependent material property it is important to know at what time cracking will most likely occur.
In some cases, such as where the dominant imposed deformation arises from dissipation of the
heat of hydration, it is sufficient to consider 2-5 days old concrete. The 28d tensile strength may
be reduced by ~50% in this case – which has a strong impact on the required reinforcement.
When the time of cracking cannot be established with confidence as being less than 28 days,
the tensile strength of hardened concrete has to be taken into account /2/. But this may result in
a very heavy reinforcement with thick rebars at a narrow distance. Reduced bond and problems
with placing and compacting the concrete might be the consequence.
The use of steel fibre reinforced concrete (SFRC) is an effective option to overcome this
contradiction:
It is well known that steel fibres provide a post crack strength to the concrete. After
cracking, the fibres bridge the cracks and transfer loads from one side to the other. For normal
fibre dosages the post crack strength is always lower than the first crack strength. Therefore
steel fibre reinforced concrete can be considered a subcritical reinforcement. Only with high
performing fibres at high dosages (e.g. 50kg/m³ Dramix® RC-80/60-BN) the ultimate load
derived from a bending test is higher for the cracked than for the uncracked section. The post
crack tensile strength will still be lower.
9 Octubre 2007
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168
Due to this behaviour, for steel fibre reinforced concrete without additional
reinforcement no crack width can be calculated - except in those cases where a compressive
zone is permanently present (pre-stressed structures or those with compressive loads, statically
indeterminate structures without axial restraint, …).
However, when using steel fibre reinforced concrete without additional reinforcement,
cracks will always be smaller in practice than those in plain concrete. Apart from the effect of
steel fibres on crack width, the geometry of the crack itself is influenced in a positive way, too.
Usually steel fibres bridge a crack at a non-perpendicular angle. Therefore the fibre will
be bent already at small crack widths. Due to the locally increased friction, compressive
stresses parallel to the crack surface are induced. As a consequence, the associated tensile
stresses perpendicular to the crack can lead to a secondary crack (see picture 2 and /4/). They
can be compared with those cracks in reinforced concrete which can be found in the zone
directly around rebars. With steel fibre concrete, they can be observed over the whole cracked
section.
secondary crack
friction
compression
secondary crack
Picture 1: secondary cracks due to steel fibres /4/
Subsequently cracks become more curved. Fragmentation, offset and ramification can
be identified. Resistance to intruding substances, especially liquids, is substantially increased.
Aggregate interlock and friction are enhanced.
But many other applications have to be designed for a certain crack width, especially
structural applications. Relying on experiences and accurate detailing alone will not always be
sufficient and subsequently not meet the requirements. For instance, a certain crack width has
to be determined to prevent corrosion of rebars or esthetical damage, ensure water tightness or
protect the environment from dangerous substances. In these cases steel fibres can contribute
significantly to support the effect of traditional reinforcement.
As some part of the load still can be carried over the crack by the steel fibres, not the
full amount of energy is released compared to concrete without steel fibres. Assuming a
concrete tensile strength of e.g. 3,0 N/mm² while providing an equivalent tensile strength (post
crack strength) of 1,0 N/mm² when using steel fibres, only 2/3 of the full crack load has to be
considered for the design. This has a strong effect on the required reinforcement. As a rule of
thumb, savings up to 50% are possible when using high performing steel fibres.
As crack width is a function of concrete tensile strength, known formula in /2/ or other
standards can be adopted by subtracting equivalent tensile strength fct,eq from effective concrete
tensile strength fct.
It is important to use the two values together with the same concrete age. In case of
dissipation of hydration heat, for instance, both fct,eq and fct have to be reduced by approximately
50%.
The in such a way reduced concrete tensile strength f’ct can be applied in calculations
according chapter 4.4.2, EC2-1 - see /2/ - to determine the crack width for a combined
reinforcement. A more detailed design approach can be found in /3/, and in Rilem TC 162-TDF
Recommendations /6/.
4. PROJECTS
A variety of projects has been built with combined reinforcement in countries all over the
world. Some examples shall highlight and support the use of combined reinforcement.
The surface of an existing floor was damaged after some years in use (industrial park in
Ismaning, Germany 2003). A layer of 8cm was milled and replaced by 8cm new floor with
combined reinforcement. The new layer was separated from the old slab by a double layer of
plastic sheet. The joint distance was 27m x 30m, the total size 3,400m². A mesh Q295 (steel
section 2.95 cm²/m in both directions) was combined with 35 kg/m³ Dramix® RC-65/60-BN (end-
hooked, length 60mm, diameter 0,9mm). The calculated crack width of 0.2mm was not
exceeded.
Construction was simplified and sped up due to the use of a light mesh. A concrete
pump was not needed as the truck mixers could drive directly to the pouring point. Laying the
light mesh could be done simultaneously with the pouring when needed. (picture 2).
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Ann Lambrechts y Gerhard Vitt
170
The foundation slab of a production facility had to resist any possible vibrations which
could affect the production of very precise optical equipment (Carl Zeiss, Oberkochen, Germany
2001). A slab thickness of 150cm was needed to meet the requirements. The traditional, very
heavy reinforcement for crack control due to dissipation of hydration heat was replaced by a
four layer combined reinforcement: 1st layer (bottom) was 40cm with 40kg Dramix® RC-65/60-
BN (see above) and a double mesh Q513 (see above), 2nd and 3rd layer were 40cm with 15kg
Dramix® RC-65/60-BN while the 4th layer was 30cm with 40kg Dramix® RC-65/60-BN and rebar
Ø16-10cm. The layers were poured “fresh in fresh” with a maximum field size of 7,430m³ and a
total project size of 12,000m².
The installation time for the reinforcement was considerably reduced. Still acceptable
rebar diameters at sufficient distance and mesh could be used. Pouring and compacting the
concrete was not interfered by a narrow reinforcement. In picture 4 the bottom layer can be
seen. The top of the final slab is indicated by the wooden beam.
In 2004, a combined reinforcement was applied to the concrete face rock-filled dam in
the Longshou 2nd phase project, China. The highest height of the dam is 146.5m. The dam is
located in an area with frequent seismic activity, dry and cold weather with large temperature
differences between day and night. For some panels only traditionally reinforced concrete was
used, for the other panels the same amount of reinforcing steel plus steel fibres were used. The
main steel mesh ratio was 0.4%, the transverse steel mesh ratio was 0.35%, the dosage of
Dramix® RC-80/60-BN (see above) was 35 kg/m³. The longest steel fibre panel has a length of
75m, thickness varies from 70cm at the dam base to 30cm at the crest. 1,440 m³ concrete were
installed. Panels without steel fibres showed non tolerable cracking already after a short time.
Quite some repair efforts had to be done. The combined reinforced panels could even resist an
earthquake without visible cracks. (picture 5)
In Valencia, a combined reinforcement was used for a thin shell structure in the
oceanographic park. 50kg/m³ Dramix® RC-80/35-BN (end-hooked, length 35mm, diameter
0,45mm) and a single mesh Ø8-15cm were applied. Due to the curvature and the limited shell
thickness of 6cm to 12cm it would have been very difficult to install a complicated traditional
reinforcement in an accurate and safe way. With the chosen combination, both serviceability
and ultimate limit state could be designed. (see picture 6 and /5/)
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Ann Lambrechts y Gerhard Vitt
172
Existing design rules can “easily” be modified for the design of combined reinforcement.
However, specific and more detailed design rules, e.g. according to /3/ and /6/, are also
available and have been verified by testing. The use of combined reinforcement will certainly
increase in fields of application which are now dominated by conventionally reinforced concrete
like huge jointless structures, water and liquid tight structures etc. The excellent experiences
from those projects where combined reinforcement was used give a strong support for further
use.
Literature
/1/ Model Code for Service Life Design, Fédération Internationale du Béton, Bulletin 34,
February 2006
/2/ European Committee for Standardization: EC2-1, Design of Concrete Structures – Part
1: General rules and rules for buildings
/3/ Brite-Euram: BRPR-CT98-0813, Test and design methods for steel fibre reinforced
concrete
/4/ Schriftenreihe des Instituts für Baustoffe, Massivbau und Brandschutz der TU
Braunschweig (iBMB): Schnütgen B., Stahlfaserbeton für den Umweltschutz,
Fachbeitrag zum Heft 100 der Schriftenreihe des iBMB, Eigenverlag, Braunschweig
/5/ Domingo A., Serna P., Lazaro C.: Estudio del comportamiento del hormigon con fibras
de acero en elementos laminares de pequeño espesor y su comportamiento post-
fisuracion, Hormigon y Acero, n° 233,3 Trimestre 2004.
/6/ Rilem TC 162-TDF: “Test and design methods for steel fibre reinforced concrete”, TC
Membership, Chairlady L. Vandewalle, Materials and Structures, Vol 36, October 2003,
P560-567
Marco DI PRISCO
Politecnico di Milano. Italy
Abstract
The paper is aimed to give a general survey on the main structural applications
carried out in the last ten years in Italy. The most recent ones were investigated
in the framework of a Project financed by the Italian Government on the
structural applications of Fibre Reinforced Concrete in Civil Engineering, whose
title was: “Fiber-Reinforced Concrete for Strong, Durable and Cost-Saving
Structures and Infrastructures”. The research was instrumental at the set-up of
the nacional recommendations CNR-DT 204 “Guidelines for the design,
construction and production control of fibre reinforced concrete structures”. The
Project involved seven different Universities spread all over the country:
Bergamo, Cosenza, L’Aquila, Milano, Palermo, Parma and Torino. The research
was mainly oriented on relatively small fibre contents, because in the structural
applications, mainly oriented to precast structures, the fibre use has to win the
economical competitiveness with diffused reinforcement.
Although there are many potential applications that can take advantage of the
use of fibre reinforcement, the full potentials of Fibre Reinforced Concrete (FRC)
are still faraway to be used in practice. This is mainly due to a lack of specific
rules for FRC in building codes. In fact, the existing rules for reinforced concrete
can hardly be adopted
for FRC that is markedly non linear since fibre start working after cracking of the
concrete matrix.
The applications briefly resumed in the paper highlight the promising future of
these materials in the framework of Civil Engineering.
1. INTRODUCTION
Fibre reinforcement is now a reality for structural applications since it can reduce
cracking phenomena and improve durability of R/C structures and, in some cases, can totally
replace conventional reinforcement (rebars or welded mesh).
The precast elements that could better enhance their performances from the use of
SFRC are the following:
(a) small non-structural elements (including culverts and finishing panels to improve the
aesthetics of the precast structure) where the fibre reinforcement is mainly required to
provide ductility and to limit cracking phenomena;
(b) concrete pipes that are under pressure but do not have particular problems safety of
people;
(d) special structural elements (sometimes with high volume-fractions of fibres) that are used
as concrete forms during casting and provide a better durability to the structure.
There is also a need to provide continuity to the single precast elements (to obtain
statically-undetermined structures, particularly important in the seismic areas), the can hardly be
guaranteed by conventional reinforcement because of the high reinforcement percentages that
may cause problems during casting operations. An example is given by hollow-core slabs
without structural topping that should act as diaphragms to transfer the seismic action to the
shear walls. Another example is represented by the beam-column joints for seismic loads where
fibre reinforcement provide concrete confinement and may increase energy dissipation. These
applications involve limited volumes of concrete but may require high fibre contents.
Advanced studies have also been performed to produce box-structures (for garages,
telephone cabins, trash containers, etc).
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Marco di Prisco
176
cover is no-longer required, and of the related costs (due to the materials and the
transportation). In some Countries, these panels are used as structural elements in multi-storey
buildings. The increased attention to the seismic risk wishes to use these elements as shear
walls that limit the displacements the Damage Limit State and dissipate energy at the Ultimate
Limit State.
Fibres have been recently used as minimum shear reinforcement in ribbed elements,
prestressed beams, hollow-core elements, roof elements, etc. In these elements, fibre
reinforcement aims to substitute the minimum transverse reinforcement (or stirrups). The
presence of fibres also improves the tensile behaviour of concrete in the diffusion zones.
It is well known that a precast building usually requires about 30% of cast-inplace
concrete for the foundations and the pavements; also these structural elements can be
reinforced with fibres. Concrete pavements are often slabs on grade and should be properly
designed for both the ultimate and serviceability limit state. In fact, an intensive cracking could
compromise the aesthetics and the durability, while an excessive deformation could cause
problems to the shelves and to the vehicles circulation. Several experimental results show that
ordinary loads on slabs on grade can be carried by Fibre Reinforced Concrete (FRC)
pavements without conventional reinforcement. A single layer of reinforcement may be required
close to the bottom surface of the slab when higher loads are present; however, the bottom
reinforcement is usually not a problem as it is the top reinforcement that can hardly stay in the
correct place during casting operations. Similarly, the foundation slabs, that are highly statically-
undetermined structures, can be made by using steel fibre reinforcement only; an interesting
example is represented by the Postdamer Platz in Berlin.
Beside the possible applications mentioned above, there are many others that may take
advantage of the use of fibre reinforcement, not to say the increasing need of structures that
have to resist to impulsive loads due to impacts or blasting.
Provisions for the material classification have been produced by National Boards of
Standardisation worldwide. In order to facilitate the use of FRC in the globalised market, some
work should still be done to harmonise these different test methods.
However, the key point for a spreader diffusion of these new materials is the availability
of design rules in building codes. Only guidelines were recently produced by RILEM (TC162-
TDF) and by some Countries. Clear and simple design rules are strongly required by designers
who hardly accept to assume responsibilities by adopting voluntary guidelines or, even worse,
research results available in scientific papers. This is probably the priority challenge and here
should be focused the attention by the community of researchers and designers in the next
years. At this aim tho chapters will be introduced also in the next fib Model Code and the work is
in progress.
Some examples of applications SFRC in the Italian precast industry are described in the
following (di Prisco & Plizzari, 2004).
There are many small precast elements where fibres can easily substitute conventional
reinforcement. This was demonstrated by testing small slabs (Figs. 1a,b) or box thin- webbed
elements (Fig. 1c).
There are also many elements which are not subjected to significant loads, where a
minimum reinforcement is required to provide ductility (Fig. 1d); here fibres are particularly
suitable since they can be produced by an extrusion process, when required.
Fig. 1: Some examples of small precast elements (di Prisco & Plizzari, 2004).
3. EXTERNAL PANELS
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Fig. 2 - Panels placed horizontally Fig. 3 - Transverse section of the traditional panel
(Cominoli et al., 2004). (Cominoli et al., 2004).
In reality, panels placed vertically are subjected to transverse wind load and to a limited
axial force, due to their weight, whereas panels placed horizontally are subjected to combined
bending, due to the panel weight and to transverse wind. Since the most critical working
condition occurs when the panel is placed horizontally, the experimental test set-up reproduces
this configuration (Fig. 4) taking also into account the bending effects due to the panel weight.
Fig. 4: Shear-displacement curves both for the model D zone with minimum shear
reinforcement (Cominoli et al., 2004).
Tests were performed on full scale panels, having a length of 11.20m and a depth of
2.50m.The preliminary experimental results show that FRC panels have an ultimate load similar
to the panels reinforced with mesh fabric; more recent experiments also show that the stiffness
is similar when the collaboration between the external slabs and the internal ribs is enhanced.
Furthermore fibres are particularly effective in improving the crack pattern as they lead to
smaller crack openings.
Steel fibre can be used in precast double T prestressed elements. Floor slabs are
generally not critical for shear action and can be reinforced only with longitudinal strands as
hollow-core slabs. Nevertheless especially double T elements are usually reinforced in the webs
with a steel mesh that provides a better behaviour for concentrated loads, shear and torsion,
especially at the ultimate limit states when warping torsion represents the main resistant
mechanism.
An investigation carried out some years ago highlighted as steel fibres do not change
the longitudinal bending behaviour (Fig.5), if diffused reinforcement (Φ5/25) is substituted by
hooked-end steel fibres ( 50 kg/m3 ), while the end-reinforcement introduced to favour both the
prestressing diffusion and the support reaction is conserved (Fig.6).
(a)
Fig. 5: Simply supported TT prestressed elements subjected to distributed load (steel
bundles). Load vs. deflection curve of R/C and FRC elements (a); crack pattern at
U.L.S. for R/C (b) and FRC (c) structures (di Prisco & Ferrara, 2001).
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Fig.6: Double T elements. Cross-section geometry (a); end-reinforcement for R/C (b)
and FRC (c) element (di Prisco & Ferrara, 2001).
Beside a distributed load acting on a simply supported element, also the set-up with a
concentrated load acting close to the support was investigated (Fig.7a). Also a plain concrete
element (where nor steel mesh neither steel fibres were introduced) was tested. The
comparison shows the interaction of several mechanisms (strut action, horizontal slab local
bending, dowel action) beside those generally considered, and these resources are able to
guarantee a ductile behaviour in shear, if the kinematic parameter selected is sliding angle, but
the behaviour was brittle if expressed in terms of vertical displacement with the only exception
of the R/C element that failed in bending (Fig.7b,e).
Fig. 7: Shear tests. Loading set-up (a); load vs shear strain (b); failure modes for plain
concrete (c), R/C (d) and FRC (e) elements (di Prisco & Ferrara, 2001).
5. ROOF ELEMENTS
The research first considered a symmetric cross-section 12m long element (di Prisco et
al. 2000, 2003, 2004, 2007; Fig.8) since the closed ends and the reduced span could advantage
its mechanical behaviour. An extensive investigation carried out in the factory allowed us to
distinguish several failure mechanisms and was instrumental in optimising the final shape (Fig.
9; di Prisco et al., 2003). Afterwards, further tests were performed at the Technical Laboratory of
Brescia University on the optimised shape. A four-point load set-up was adopted, whose sizes
are indicated in Fig.10a. An electromechanical actuator was located in the middle and clamped
to a steel mechanical device made of 2 bars pinned to a cross-beam UPN300.
Three elements with the same geometry were compared: the first two elements were
steel fibre reinforced with 45-30 low-carbon and 80-30 fibres respectively, while the last one
was commonly reinforced by means of a steel welded-mesh fabric (1ö5/25/20).
The SFRC elements exhibited a higher ductility and a higher total live load than the
traditional reinforced-concrete element (Fig.11a). The failure always involved longitudinal
bending collapse with cracks of the wing (Figs.11b,c,d).
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Other prestressed elements (Fig.12) characterised by a long span and also by a not
symmetrical cross section were investigated. For these elements the reduced thickness and the
huge slenderness favoured some failure modes involving the instability of the wings and the
loosing of the cross-section shape with a collapse due to the propagation of a longitudinal crack.
Fig. 8: Cross section (a), moulding and movement of a roof element (b) [46].
Fig. 9: Global behaviour of NG-PL roof elements: (a) total load versus deflection;
failures due to longitudinal bending (b), horizontal slab (c), and inclined wing (d) (di
Prisco et al. 2003).
Fig.10: Full-size final tests: (a) load system; (b) test set-up, (c) instrumentation
equipment. (d) crack pattern at the onset of prestressed reinforcement yielding (di
Prisco et al., 2003).
All the specimens were simply supported and loaded by means of steel bundles which
cause a deviate bending of the cross-section.
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remarkable difference in their self weigth. In fact, the R/C element is more than 20% heavier in
relation to the other SFRC elements. The quite constant load capacity compared to the
significant variation of the concrete strength in compression and in uniaxial tension indicate that
the failure of the SFRC elements was not strictly related to a cross-section ultimate limit state in
bending. Two different computations of the bending moment were performed.
Fig.11: Global behaviour of full-size NG-PL roof elements: (a) total live load versus
deflection; (b,c,d) failure of R/C and SFRC elements (45-30 and 80-30) (di Prisco et al.,
2003).
Fig.12: FRC roof element tests. Sheds with symmetrical (a) and not symmetrical (b) -
(di Prisco et al., 2003).
In the first the Sargin constitutive law in uniaxial compression for concrete and an
hardening branch after yielding for prestressing steel were considered (and named CEB), while
in the other (named EC2) a parabola-rectangular constitutive law in compression and an elasto-
plastic model were used. Both computations predicted a larger theoretical bending moment with
scatters close to 25-50% for CEB model and 20-40% for EC2 models.
Looking at the failure modes, it is possible to understand that the collapse was caused
by the cross-section shape loss. In R/C elements (Fig.12) the instability of the larger wing
occurred in the central span region limits the load bearing capacity, but the steel welded fabric
prevents the detachment of the concrete wing. On the contrary, in SFRC elements the same
failure type is observed, but the load reduction is more significant than in the previous case and
induces the complete detachment of large concrete portions of the main wing (Fig.13).
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To improve the mechanical behaviour of the shed shape elements, with particular
reference to the collapse mechanism, another test on a modified element were carried out. In
fact to optimize the element geometry three ribs were cast close to the mid span (Fig. 14). As it
can be observed in Table 1 (F 80 45 n) the introductions of the ribs leads to an increase of the
maximum load of about 20 % respect to the other SFRC elements. This means that a thickness
reduction of the cross section using SFRC is possible even avoiding large reduction of the
ultimate load due to instability, but a proper element design, able to consider second order
effect, has to be performed.
On the basis of this extensive research it is possible to conclude that steel fibre
represents a diffused reinforcement really competitive with welded mesh fabric for thinwebbed
structures. They open a new season on complex-shape 2D and 3D-concrete surfaces,
especially if produced in a prefabricated process.
Fig. 16: loading test on the ribbed Fig. 17: Load vs. deflection
element (F 80 45 n). comparison between elements.
In fact, only an industrialised procedure can guarantee the high-quality control needed
for a continuous production of high-performance concrete. A detailed inspection on fibre
distribution, performed on thin plates and on full-size elements, showed always a limited scatter
on fibre content (smaller than 20%).
SFRC prefabricated roof elements investigated after the optimisation process showed a
load bearing capacity comparable with that offered by traditionally reinforced ones, and an
increased ductility, as experimentally proved by displacement-controlled tests. The last feature
depends on the softening in compression and on the static resources after longitudinal cracking
offered by the inclined wings, and, up to now, it is hardly predictable by a simple model.
SFRC elements suggest a thinner thickness since they have not minimum requirements
for the cover of traditional reinforcement. This trend forces the designer to carefully check the
failure modalities. Nevertheless, the good agreement between the structural behaviour in
longitudinal and transversal bending and the theoretical predictions, based on the identification
of constitutive laws, by simple bending of small specimens, makes the material ready for other
advanced structural applications. Cross section. The finalised research was also completed by
fire resistance (di Prisco et al., 2003) and durability tests, and both exhibited increased
performances of SFRC in relation to R/C.
6. PRESTRESSED BEAMS
Fig. 18: Shear tests. Set-up (a) and load vs displacement curves (b) for the beams with
minimum shear reinforcement (Meda et al., 2002).
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7. RETAINING STRUCTURES
To mitigate the risk associated to slopes, made of heterogeneous material where large
roundish blocks are mixed to disordered subangolar clasti immersed in a fine slimy and sandy
matrix, a new solution thought as a mix of an active system thought to prevent the sliding of the
whole superficial layer combined with a passive system introduced to prevent the detachment of
smaller portions was designed.
The new precast prestressed SFRC retaining element was designed to take advantage
of post-tensioning technique and steel fibers in order to develop a faster and more effective
procedure of intervention (di Prisco et al., 2006). It was not conceived to support its own weight,
but at the same time it is enough stiff and geometrically wide to embrace the whole slope and its
statical redundancy can allow the substitution of one anchor without the failure of the structure
and the fall of heavy structure portions. Ground slope stabilization is an interesting framework
for using SFRC materials, because the structure resting on a soil is characterized by a very high
redundancy degree. The retaining structure was originally conceived as a system of eight
Independent structural elements (Fig. 19a); each element is coinceved as twodimensional
structure (Fig. 20) and is prestressed in two directions at right angles.
Each structural element is anchored to the slope by four prestressed cables, 20m long.
Each cable consists in seven strands 0.6”, 20÷22m long, made of seven wires (fy=1860MPa).
The anchor foundations are 9-13m long. The structural elements are connected one another by
suitable stainless steel wire ropes. The specimens details and the test results on material in
fresh and hardened state are given in the following tables. These precast prestressed retaining
elements were checked at the Serviceability Limit State (SLS).
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The results are strongly dependent on the Young’s modulus of the soil and significantly
differ with the stiffness of the ribs. A reduction for the bending moment value in the critical
sections where a concentrated anchor load is applied was considered. The forces are not
localized in a single point, but they are distributed on circular regions by anchor bearing plates.
The nominal sections of ribs 2, 3 and 4 are reduced by the anchor hole, but the width can be
increased taking into account the effective flange width in the intersection regions between rib 2
and rib 3 or 4 (effective sections). The geometrical characteristics of sections and the properties
of unbonded prestressing strand layout for post-tensioning (nominal diameter 6/10”) are given in
Figure 22. They used an elastic F.E. model (Fig. 21) to calculate the resulting bending
moments, taking into account an imposed displacement corresponding to the prestressing
action of the anchors. The average resistant bending moments were computed by the authors,
assuming the linear softening models for the residual strength in uniaxial tension, by taking into
account the average tensile strength cracking as suggested in the Model Code 90 and the
Sargin constitutive model for uniaxial compression. The benefits introduced in the uniaxial
compression softening curve were neglected and the tensile stress acting in the unbounded
post-tensioned strands was assumed as a constant. The characteristic length was assumed
equal to the depth of each rib, even if the compressive force should reduce this value.
The comparison between the peak values and the cracking values computed for
plain concrete taking into account the tensile contribution of the matrix highlights the
significant increase produced by steel fibers (Fig. 23).
This increase should induce a multicracking behavior along the rib longitudinal
axis reducing the characteristic length only to a fraction of the steel fiber length as
occurs in HPSFRC characterized by hardening in uniaxial tension. In this case, the
curve corresponding to the effective section made of SFRC could appear as ductile
(Fig. 23a); curve 2-lcs=30 mm). It is worth noting that in any case the reduction of the
bending moment of the single rib section does not correspond to a brittle behaviour of
the structure, because the statical indetermination of the structure prevents any brittle
failure and guarantees a progressive total load increase on the structure due to the
application of the prestressing action. The maximum bending capacity of each rib
guarantees a SLS without cracking even if any filling, made of SFRC (fiber content
25kg/m3) and introduced between the precast element and the ground surface to
regularize the resting support of the element, was considered by the authors.
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Fig. 23: Bending moment vs curvature for SFRC and plain concrete: a) Rib 1 and 2; b)
Rib 3 and 4.
Figures 24 and 25 show some significant phases during the in situ erection and placing
of precast elements and the instrumental equipment used for the life-time control.
8. FLOOR SLABS
The building is designed for precision mechanical productions where very heavy
machineries are involveld which use required a very stiff floor. The structural solution, adopted
by the designer, refers to hollow core slabs made continuous by a cast in place concrete slab
reinforced with both traditional reinforcement and steel fibre. The building foundation is made of
concrete piles 40÷42 m long with a minimum and a maximum diameter respectively equal to 24
and 42 cm. The use of piles was required by the low soil resistance and the big loads applied.
Piles are placed according to a structural mesh of about 4.25 x 5.65m. Inverted T beams are
placed over the piles (fig. 4). The use of this kind of beam was aimed to create a very stiff
foundation grid in order to reduce stress transmitted to soil. Beams are also in contact with a
concrete layer cast over the soil. Hollow core slabs are simply supported on the beams and are
made of concrete characterized by Rck=55 MPa compressive strength and are prestressed by
means of tendons placed both on the bottom and at the top of the slab (pre-stress: 1334
N/mm2): tendonds number and dimension are variable according to three different cross
sections. The concrete slab cast over the hollow cores is 18cm thick, made of Rck=30-35MPa
concrete.
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The slab such as the foundation are designed to support a serviceability accidental load
equal to 30 kN/m2 in 82 of the 84 compartments in which the building plan was divided, while in
the remaining 2 compartments the accidental load is equal to 42 kN/m2. Over the foundation
slab there are 60x60 cm columns which support prestressed I beams. Precast prestressed shed
roof elements placed over the I beams.
9. CONCLUDING REMARKS
Prefabrication interest in SFRC is growing. Steel fibres are regarded as a powerful tool
to substitute diffused reinforcement, increasing concrete performances like durability, fatigue
resistance and local strength. Fibre adoption simplifies production and detailing, reducing labour
and costs. The design requires reliable codes in order to guide civil engineers in the concrete
mix choice and in the right computation checks. By presenting the principal SFRC precast
applications, the principal conceptual assumptions in relation to conventional R/C structures.
The main contribution of fibres is related to the residual stress in uniaxial tension and
the related constitutive law can be identified from a bending test. Special care must be devoted
to thin elements because both the formwork geometry and the casting procedure can
significantly affect the constitutive behaviour. Softening in tension must be taken into account,
because it represents the main resource of this material for small fibre contents commonly
imposed by workability and economical reasons. The adoption of the beam kinematic model
with the introduction of a structural characteristic length allows the designer to calculate bending
behaviour with a relatively simple procedure. The static indetermination degree of the structure
drastically affects its global response as well as its specific ultimate strength parameters. Shear
behaviour take advantage of fibre reinforcement especially in prestressed elements: to
guarantee a minimum transversal reinforcement no stirrups are generally needed in the
elements investigated. The future is open to a real material optimization design because, by
combining different fibre types, specified performances can be suitably obtained.
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Joost WALRAVEN
Abstract
Since the first idea of adding fibers to concrete and as such replacing the reinforcement,
fiber concrete has been subject of discussion. Both negative and positive views were given to
those who devoted energy in the development of this new material. Opponents argued, that
fibers added to concrete have, due to their random orientation, a very low efficiency. Fig. 1
shows the example of a beam subjected to bending. Half of the fibers are in the compression
zone, where they are not needed. The other half is in the tension zone where only 1/3 is
oriented in the direction of the main tensile stresses. So, this would mean that 5/6 of the fibers
are wasted.
A positive view was given by Prof. Falkner from the TU Braunschweig who, during one
of his presentations, raised the question to the audience how long the wire is that is necessary
to produce 60 kg fibers with a length of 60mm and a diameter of 0,75 mm. In fig. 2 the
mathematical expression, easily derivable, is given to calculate this length. The surprising result
is 17,3 km! This leads to the expectation of a material with a lot of potential. Fiber concretes are
on their best when 2D or 3D stresses situations are concerned. 2-D stress situation occur for
instance in industrial floors. An interesting 3D application is the lining of a bored tunnel, which
consists of precast curved elements. The stresses in those elements depend very much on
deviations in the dimensional tolerances and are hardly predictable. Especially spalling of the
concrete cover may occur, Fig. 3. Fibers are everywhere and in all directions, so that they can
cope with any expected and unexpected tension, wherever in the concrete. So for this
application they are an excellent solution.
Fig. 2. Calculation of the length of a wire, which is necessary to provide 1 m3 of concrete with 60
kg fibers, having a length of 60mm and a diameter of 0,75 mm.
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Joost C. Walraven
202
Fig. 3. Example of a case where fibers are useful: tunnel lining element.
About 10 years ago it became clear that the development of high strength concrete
would not stop at a strength of about 100 MPa. At the 4th International Symposium on
“Utilization of High Strength/High Performance Concrete” in Paris 1996, for substantial attention
was given to the properties and possibilities of concrete with ultra high strength.
Such a concrete is made, considering a number of basic principles.
1. Large aggregate particles lead to stress concentrations which limit the strength: the
concrete should therefore be as homogeneous as possible by reducing the maximum
particle size.
2. The packing density of the particles should be as large as possible. This includes the
appropriate use of fillers.
3. Free water in the concrete should be avoided, since it leads to damage (internal
stresses and microcracking due to drying out). So, the mixture composition should be
such, that all the water is used for hydration. The remaining cement particles acts as a
fillers.
4. Short fibers should be added for ductility.
It was shown that concretes up to strength classes C200 can be made on an industrial
scale. It was claimed as well that even higher strengths then C200 are possible. In that case
heating and pressure during hardening should be applied. Fig. 4 shows, for the sake of
comparison, the material structure of a high strength and a normal strength concrete.
C200 C30
The idea of making ultra high strength concretes by designing the mixture composition
came up at the end of the last century. During the attention that the new material got, it was
overseen that the scientific break-through had occurred already a number of years before. The
Danish researcher H.H. Bache should get the honor to have developed the first UHPC mixtures.
The concept was already published in 1981 [1]. Many research projects with regard to the
optimum composition of the mixture were carried out.
Grünewald [2] showed, that the packing density of the particles is influenced by the ratio
between the sand and the gravel fractions. He mixed certain amounts of fibres with a specified
volume of aggregate, in which he varied the ratio sand to gravel. The results are shown in Fig. 5
for a steel fibre content of 1,5Vol% and various types of fibres. It is shown that for the reference
mixture, without fibres, the highest packing density is obtained when the volume of sand is 40%
of the total aggregate volume. If fibres are applied, the maximum shifts to the right hand side,
which means that in order to reach the optimum result for FRC a part of the gravel should be
substituted by sand.
Fig. 5. Optimum packing density for various types of fibres and varying volume-ratio sand to
gravel [2]
Applying this principle to various types of mixtures a surprising result was obtained,
which is shown in Fig. 6. It was tried to find, for various types of fibres, the maximum possible
fibre amount, meanwhile keeping the mixtures self-compacting. Requirements were a slump
flow > 600mm, with a round shape and a homogeneous distribution of the solids. The horizontal
axes show the type of fibre (e.g 45/30 means L=45 mm and D=0,30mm) and the volume ratios
sand to gravel. It can be seen that the highest fibre contents are obtained if the L/D ratio is
reduced and the ratio sand to gravel is increased. It can be seen that fibre contents of 140
kg/m3 are possible without loosing the self-compacting properties. This shows that it is very well
possible to obtain UHPC mixtures with amounts of fibres that were believed to be impossible
before, and which have furthermore an excellent workability.
If the amount of fibers is high, this means that the concrete may show not only a high
strength, but as well excellent ductility. The most important aspect of the mechanical behaviour
is that the mixture is “hardening”. That means that after cracking the load can still be increased.
In such a case the concrete will show “multiple cracking”, so fine cracks at small distances. The
concrete can then be described by a stress- strain relation rather than a stress-crack width
relation.
140
120
100
Fibre 80
content
3
[kg/m ] 60
Reference
40
mixture
20
Mix 4 (68/39.0)
Mix 3 (68/36.5)
0
Mix 2 (57/39.0)
45/30
65/40 Mix 1 (57/36.5)
80/30
Fibre type 80/60
Fig. 6. Maximum fibre contents for various fibre types and sand-gravel volume ratio’s [2].
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Fig. 7 shows the behaviour of a number of beams subjected to bending. The beams
were made of different concrete mixtures [3]. The concrete with the highest strength was a
BSI/CERACEM mixture. It is a concrete with relatively course aggregate with a maximum
particle diameter of 7 mm, to which 2,5% (200 kg/m3) fibers were added with a length of 20 mm
and a diameter of 0,3 mm. One of the other mixtures (HSFRC) had a maximum particle
diameter of 2mm. The mixture contains 1,6 Vol.% (125 kg/m3) with a length of 13 mm and a
diameter of 0,16mm. The third mixture is a hybrid mixture, with 0.5 Vol.% short fibers (l = 13mm,
d = 0.2mm) and 1 Vol.% long fibers with hooked ends (l = 60mm, d = 0,75mm). The fourth curve
is a reference curve of a non optimized UHPC.
In the diagram it can clearly be seen, that after reaching the cracking moment, the load can still
substantially increase, and a pronounced hardening stage is observed.
Fig. 7. Results of bending tests on beams made of different types of very and ultra high strength
concretes [3]
It should be noted that the mixture HSFRC, with 125 kg/m3 fibers with l = 13mm and d =
0.13mm, contains per m3 more than 60 million fibers, representing a wire with a length of 790
km! That means 60 fibers per cm3 concrete!
For the application of such type of high performance concretes, it is not only important
that the material has a high strength and a high ductility. Regarding the requirements of life
cycle design of today the material should also have a high durability.
Important work in this respect was carried out at the University of Kassel in Germany.
Schmidt [4] studied the porosity of two UHPFRC mixtures (C180-200) and compared them with
the porosity of conventional concrete C45/55 and high strength concrete C105. As a result of
the very low W/C ratio of about 0,20 and the high packing density of the aggregate particles and
the fillers, the total porosity (air pores + capillary pores + gelpores) of self compacting or nearly
fully consolidated UHPFRC sinks down to about 4-6 Vol.-%. Fig. 8 shows the distribution of the
pore-radii, measured by mercury intrusion. It is shown that the capillary pores, responsible for
the transport of O2, H2O, CO2 and Cl-, are practically absent. This is the reason that a skillfully
produced UHSFRC has a very high resistance against carbonation and chloride ingress and
against frost-thaw salt exposure. In additional tests on carbonation Schmidt showed, that for the
UHSC mixtures investigated, after half a year a carbonation depth of only 0,3-0,5 mm was
reached. After 3 years a depth of 2 mm was measured which is much smaller than found in
conventional mixtures.
In the scope of the same program chloride penetration tests were carried out. Chloride
diffusion was tested with the rapid test method developed by Tang and Nilsson [11]. In this case
a short concrete cylinder with a thickness of 35mm is placed in between two chambers. In the
one chamber there is water, and in the other a 10-% chloride solution. The chloride diffusion is
accelerated by applying a voltage difference of 40 V between the chambers for a period of 6
hours. In reference specimens of normal concrete a chloride penetration depth of 23 mm was
measured. In the UHSC the chloride ions only penetrated over a depth of 1mm in the concrete.
Fig. 8. Comparison of pore radii distribution for normal concrete C45/55, High Strength
Concrete C105 and Ultra High Strength Concrete C200 (Schmidt [4]).
Finally Schmidt [4] carried out pilot tests on the resistance of UHSC to frost-thaw cycles
and simultaneous salt exposure. Fig. 9 shows the loss of material due to scaling (g/m2) for
UHSC in comparison with conventional high strength concrete (C100) and normal concrete with
air entrainment. The values measured for UHSC appear to be very low. Since Ultra High
Strength Concrete allows very slender designs, the fatigue behavior will become an important
design criterion. This applies not only to bridges but as well to other structures which are
exposed to dynamic loading like masts, poles, towers and railway structures. Various short
beams made of Ultra High Strength Fiber Concrete, with different concrete compositions, were
subjected to four point bending fatigue by Lappa [4]. . The fatigue tests were carried out at a
frequency of 10 Hz. The results were compared with other results obtained on beams subjected
to bending fatigue. To this aim use was made of a literature overview by Lee and Barr [5], who
selected results for plain concrete and conventional fiber reinforced concrete with fiber volumes
of 0.5% and 1.0%. The results were presented and compared as S-N curves. In Fig. 10 the
linear regression lines for the tests on UHPFRC are shown in comparison with results from Barr
and Lee’s collection of data of different researchers for plain concrete and fiber reinforced
concrete with volume fractions of 0.5% and 1.0%. An important aspect of the interpretation of
the behaviour of UHPFRC is that the fiber concentration and orientation is not fully
homogeneous throughout the specimen. This is a result of the way of casting. Therefore
“corrected” curves are added, which enable a better comparison. Anyhow, the results show that
the behaviour of UHSFRC does not deviate significantly from the behaviour of plain and
conventional fiber reinforced concrete.
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Fig. 9. Comparison of scaling due to frost-thaw cycles between UHSC, HSC and aerated normal
concrete (Schmidt, [4])
Fig. 10. Comparison of S-N lines from tests on UHPFRC with S-N lines for plain concrete and
fiber reinforced concrete with 0.5% and 1.0% fiber concrete (Lappa, [3])
It is obvious that the favourable properties of ultra high strength fiber reinforced
concrete in combination with its expected durability offer a very good perspective for new types
of structures.
That appealing structures can be made with high performance fiber concrete is for
instance demonstrated by the canopies of the Shawnessy Light Rail Transit Station in Calgary,
Canada, Fig. 11. The project was the winner of the fib Award for Outstanding Structures 2006.
Citing the report of the jury: “The objectives of the design was to create canopies that provide
both durability and low maintenance, while blending with the stations appearance and creating a
light unobtrusive look. The concrete offered a compressive strength of 151 MPa and a flexural
tensile strength of 25 MPa. The 18mm thin canopies measure 6m wide, 5.15m deep and 5.64 m
tall. They are curved in two planes and do not use any passive reinforcements for support. They
were cast using an injection-moulded casting technique. This helped minimize trapped air voids
while providing a uniform finish on all exposed surfaces. The canopies were cast on edge, while
their supporting columns were cast vertically. Very precise tolerances were required due to the
project’s complex geometry. The project demonstrated the ability of precast concrete to be used
in thin-shelled applications and showed the enormous potential for such uses in the future”.
Fig. 11. Canopies of the Shawnessy Light Rail Transit Station, Calgary, Canada (2004)
The cost of very and ultra high strength concrete predominantly depends on the Vol. %
of steel fibers. In a number of practical cases there is one dominating bearing direction. In that
case a part of the fibers can be replaced by traditional reinforcing steel. An interesting example
of a combination of fibers with reinforcing grids is the renovation of the decks of the Kaag
bridges in the Netherlands, Fig. 12 [7].Those decks have a thickness of 45mm and contain 3
layers of reinforcing bars ds 8mm – 40mm. This corresponds with a reinforcement percentage of
8%. Further to this, the concrete contained 200 kg/m3 steel fibers (l=12,5mm, d = 0,4mm).
Fig. 12. Placing of precast deck elements with 8% conventional reinforcement and 2,5 Vol%
short steel fibres (Kaag Bridges, The Netherlands)
Also the material CRC (Compact Reinforced Composite) was an invention of Bache [1].
Here the question could be raised where is the optimum between the volumes of fibers and
conventional reinforcement. In order to contribute to the solution of this question at TU Delft
tests are carried out on concrete with various combinations of fibers and reinforcing steel. The
research program comprises both centric tensile tests on reinforced concrete bars and bending
tests on small slabs. The concrete types investigated had strengths of 130 and 180 N/mm2
respectively. The fiber content was 0 Vol.%, 0.8 Vol.% and 1,6 Vol.%, which corresponds to 0,
60 and 120 kg/m3 steel fibers. Fig. 13 shows the cracking patterns that were obtained in the
prismatic tensile bar subjected to centric tension. The cross section of the prismatic bar was
50x50mm. The element was centrically reinforced with a reinforcing bar ds 6mm (ρs = 1,1%).
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Fig. 13. Crack pattern in centrically loaded reinforced tensile bars with various Vol.% of short
steel fibers (Shionaga, [8]).
One of the parameters in the investigation was the role of the production method.
Therefore the slabs, which were bound to be subjected to bending, were cast in different ways
and the fiber concentration and orientation were measured.
Fig. 14. Spirol Staircase of UHPFRC with passive reinforcement, Tuborg Denmark
(courtesy B. Aarup, Aalborg Cement)
Ultra high performance fiber concretes combine excellent strength, ductility, durability
and workability. As a result of the low permeability, see Fig. 8, the cover to the reinforcing steel
or prestressing steel can be very small. As a result of the high tensile strength of the concrete,
small covers are possible, both from the point of view of mechanical properties and durability
considerations. The splitting tensile stresses occurring in the anchorage region of strands or
bars can be sustained without problem, by virtue of the high tensile strength and ductility of the
HSFRC. A good example of the optimum use of this combination of mechanical properties and
durability in precast concrete is the prestressed concrete sheet pile. Fig. 15. The piles have a
thickness of only 45 mm and are prestressed with strands 3/8”
Fig. 15. Prestressed precast high performance fiber concrete sheet pile.
The mixture was composed of 910 kg/m3 cement, 60 kg/m3 silica fume, 207 l/m3 water,
550 kg/m3 sand 0.125-0.5 mm, 550 kg sand 0.5-1.0 mm, 21 kg/m3 superplasticizers and 125
kg/m3 straight steel fibers with a length 13mm and a diameter 0.16mm. This product has a high
potential, because of its high durability. At his moments discussions are going on with regard to
strengthening of the Dutch dikes. Placing UHPFRC piles through the dikes would an option to
increase stability and reduce water leakage.
Another popular application is that of bridge decks. Now in the Netherlands many
bridges are being upgraded, by applying layers of high performance fiber concrete on steel
decks. An alternative is the application of precast high performance concrete decks, in which
further to the fibers a reinforcement of 3 orthogonal layers ds = 8mm at distances of 40mm is
applied.
An interesting possibility to optimize very and ultra high strength fiber concrete is
combining several types of fibers in the same mixture (hybrid fiber concrete). Markovic [6]
combined in one mixture fine fibers with course fibers. The fine fibers react immediately on
microcracking in the concrete. The propagation of microcracks is counteracted by the action of
the short fibers. For that reason the material behaves elastically until relatively high stresses.
When, under the influence of the increasing external load, finally macro cracks occur, the long
fibers are activated. Fig. 16 shows the principle of this method of reinforcing with fibers. Fig. 12
shows the results of a number of bending tests on beams, made of hybrid fiber concrete. In all
cases combination of long (40-60mm) and short (13mm) fibers were used. It is remarkable that
very high flexural bending strengths (up to 45 N/mm2) are found. A striking difference is found
between the mixtures with combined fibers and mono-fibers. Fig 17 shows that for 2 Vol.%
combined fibers a flexural tensile strength of 40 N/mm2 is found, whereas for
for 2 Vol.% fibers of 13mm “only” a flexural tensile strength of 25 is reached
Fig. 16. Stages of cracking in hybrid fiber concrete: microcracking (left) and macrocracking
(right).
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.
flexural strength (MPa)
50
without fibres
1%(60)
40
1%(13)+0.5%(60)
2%(13)
30
1%(13)+1%(40)
20 2%(6)+1%(60)
2%(13)+1%(60)
10
2%(6)+2%(13)
4%(6)+1%(40)
0
0 1 2 3 4 5
fibre quantity (vol.-%)
Fig. 17. Flexural tensile strengths of various types of hybrid fiber concrete, Markovic [6]
Fig. 18. Stress – strain relations for unreinforced concrete, conventional fiber reinforced
concrete and ECC.
The material can be mixed and cast by conventional means. Several applications are
possible. The workability varied from “self-compacting” to “extrusion-consistence”.
Large scale casting is possible, as demonstrated in the Mihara bridge in Japan, Fig. 19.
Fig. 19: Constructing the Mihara bridge in Japan: the first large scale application of ECC
Another interesting possibility is to use ECC as a protective skin for floating blocks of
expanded polystyrene foam, which are combined to floating platforms by prestressing, see Fig.
20 [12]
Fig. 20. Floating platform, composed of Expanded Polystyrene Foam elements with ECC
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9. ON THE WAY TO A NEW DESIGN CODE FOR HIGH PERFORMANCE FIBER CONCRETE
The first, provisional recommendations for High Performance Fiber Concrete came from
France [9,10]. This first concept enabled the construction of a number of remarkable projects,
like the bridges of Bourg-Les-Valences and the architectural roofs of the stations in the toll-road
of the Millau bridge. At this moment fib Task Group TG 8.6 is dedicated to providing the first
international recommendation for the design of structures with high performance fibre concrete.
The Recommendation deals with fundamentals, material properties, dimensioning, production,
execution and quality control. The recommendation is expected to be available in the autumn of
2008
10. CONCLUSIONS
1. Fibre reinforced concrete has shown an enormous development. It has a potential to develop
to a high tech material.
2. High performance fibre concrete may play a considerable role in design in future. The
material is allows light and durable structures with a high bearing capacity.
References
1. Bache, H.H., “Densified cement / ultra fine particle based materials”, Second
International Conference on Superplasticizers in Concrete” Ottawa, Canada, June
10-12, 1991
3. Lappa, E., “Fatigue failure properties of high and ultra high strength fiber
reinforced concrete”, 6th International PhD Symposium of Civil Engineering, Zürich,
23-26 August 2006.
4. Schmidt, M., “Ultra high performance concrete – basic materials, properties and
potential”, Technische Universität Kassel, Schriftenreihe Baustoffe und Massivbau,
Heft 2, 2003
5. Lee, M.K., Barr, B.I.G., „An overview of the fatigue behaviour of plain and fiber
reinforced concrete“, in: Cement and Concrete Composites, nr. 26, pp. 299-305,
Elsevier Ltd, 2004
7. Kaptijn, N., Blom, J., “A new bridge deck for the Kaag Bridges: the first CRC
application in civil infrastructure”, International Symposium on Ultra High
Performance Concrete, September 13-15, Kassel 2004, pp. 49-58.
10. Petitjean, J., Resplendino, J., “French Recommendations for Ultra-High Performance
Fibre-Reinforced Concretes”, Symposium on Ultra High Strength Concrete,
Leipzig, blz. 485-496.
11. Tang, L., Nilsson, L.O., 1992, Rapid determination of the chloride diffusivity by
applying an electric field, ACI Materials Journal 89, pp. 48-53.
12. Rijcken, T., den Uijl, J.A>, Floating stones for construction”, Cement 2005, No. 7, pp. 7-
13.
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