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Antonio González
Ahora
entiendo
el evangelio
ISBN: 9781079923513
Contenido
lntroducción 7
1. El misterio del evangelio 11
2. Las buenas noticias de lsaías 17
3. El evangelio del reino 23
4. El evangelio de Pablo 31
5. Por nuestros pecados 37
6. Principio del evangelio 43
7. La palabra de la cruz 53
8. El evangelio de vuestra salvación 59
9. El testimonio de la resurrección 65
10. El evangelio del Mesías 71
11. El evangelio de nuestro Señor Jesús 77
12. Evangelio por el Espíritu Santo 85
13. La revelación de la justicia de Dios 91
14. Por fe y para fe 99
15. La fe del evangelio 105
16. Recibir el evangelio 111
17. Ungidos para evangelizar. 117
18. El poder del evangelio 123
19. El evangelio de la gracia de Dios 131
20. El evangelio de la paz 137
21. Los pobres son evangelizados 145
22. El evangelio de Dios 151
23. El evangelio eterno 157
24. ¡Ay de mí si no evangelizo!. 163
Introducción
3. Para la reflexión
Pon algunos ejemplos de "buenas noticias" que desearías
recibir. ¿Qué te hace llamarlas "buenas noticias"?
• Haz una lista de los significados que usualmente se
dan en tu contexto a la palabra "evangelio".
• ¿Cuál sería la forma usual en la que has entendido el
evangelio? ¿La puedes resumir en unas pocas frases?
1. EL MISTERIO DEL EVANGELIO 15
• ¿Qué base bíblica tiene esa comprensión del evangelio?
¿Dónde se habla del evangelio de esa manera en la
Escritura?
2. Las buenas noticias de lsaías
2. Tu Dios reina
¿Por qué es una buena noticia que Dios venga a reinar?
Para entender esto hay que repasar el modo en que Israel
había experimentado su historia. Desde el punto de vista
de la historia bíblica, Israel se había constituido, en virtud
de la liberación de Egipto, sucedida muchos siglos antes,
como un pueblo gobernado por Dios. En el libro de Éxodo
se nos dice que cuando Moisés y María entonaron sus
cantos de victoria, tras ver la derrota del ejército del faraón,
20 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
Dios volvía para reinar. Sin embargo, tal vez estas pala
bras nos suenan, porque son las mismas que pronunciaba
Juan el Bautista en el tiempo de Jesús (Le 3:46). Entonces
nos podemos preguntar qué había pasado. ¿Por qué Juan el
3. EL EVANGELIO DEL REINO 25
bautista seguía diciendo lo mismo que lsaías? ¿No llegó el
reinado de Dios al final del exilio?
En realidad, podríamos decir que las esperanzas en una
llegada inmediata del reinado de Dios se habían frustrado
en gran medida. Después del exilio, bajo el dominio de los
persas, que sustituyeron a los babilonios, y en los períodos
posteriores de la historia de Israel, no se percibía que Dios
fuera verdaderamente el rey de su pueblo.
Es verdad que se reconstruyó el templo de Jerusalén, y
que se volvieron a levantar las murallas de Jerusalén. Pero
los diversos imperios siguieron ejerciendo el dominio sobre
el pueblo de Israel. Es cierto que hubo incluso un período
de independencia política, bajo los hasmoneos, sucesores
de los macabeos. Pero bajo ninguno de los distintos regí
menes políticos el pueblo judío experimentó la realización
plena de sus esperanzas. La desigualdad, la injusticia social,
el enriquecimiento de unos y el empobrecimiento de otros,
siguieron siendo la norma. No se inauguró una nueva era
de paz ni de abundancia.
Ante esa situación, algunos siguieron esperando pacien
temente la llegada del reinado de Dios. Otros esperaban,
no un reinado directo de Dios, sino un reinado un rey
ungido (Mesías), descendiente de David, que volvería a
introducir la vieja dinastía de la casa de Judá. Otros más
bien pensaban en un gobierno de los sacerdotes, pues en
definitiva los macabeos y hasmoneos habían sido de
estirpe sacerdotal. Y en esa situación es en la que aparecen
Juan el Bautista y Jesús de Nazaret.
26 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
2. El reino también
A poco que nos fijemos, en el evangelio, tal como lo
presenta Pablo, no solo está la muerte y la resurrección.
Pablo también nos habla del reino. Claro está que se trata
del reinado de Mesías. Como es sabido, la palabra" Mesías"
se utilizaba para designar al rey, que según la costumbre
era ungido con aceite como señal de su designación (1 S
16:13). Mesías significa simplemente "Ungido". Se esperaba
que el Mesías fuera un descendiente de David, un
continuador de su dinastía. Y la palabra "Cristo" simple
mente traduce la palabra Mesías. Es decir, tenemos tres
palabras equivalentes: Mesías, en hebreo; Cristo, en griego,
y Ungido en español.
Pues bien, lo que dice Pablo es que el Mesías, resucitado,
irá derrotando a "todos los señoríos, autoridades y
poderes", y que finalmente entregará el reinado al Dios y
Padre. Según Pablo, el Mesías "ha de reinar hasta que
todos sus enemigos sean puestos debajo de sus pies" (1 Co
15:2324). Finalmente, cuando todo esté sometido al Mesías,
el Mesías mismo se someterá a Dios, para que Dios lo sea
todo en todos (1 Co 15:28).
De momento, estas afirmaciones pueden sonar un poco
oscuras. Sin embargo, ahora solamente nos interesa
subrayar que, en la presentación que Pablo hace del evan
gelio, se habla también del reino. Aunque aquí no se nos
habla simplemente de reino de Dios, sino también de un
reino del Mesías. O un reino que pertenece a Dios, pero
que es ejercido por el Mesías.
34 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
3. No solo de Pablo
Esta estructura de tres partes en el evangelio la encon
tramos continuamente en las cartas de Pablo:
" ... el Mesías es el que murió; más aún, es el que resucitó,
y quien está a La diestra de Dios ... " (Ro 8:34).
"Porque el Mesías para esto murió y vivió: para ser el
Señor así de los muertos como de los que viven" (Ro 14:9).
4. Para la reflexión
• Lee el capítulo 15 de la primera carta a los Corintios.
• ¿Cómo piensas que se puede relacionar la muerte y
resurrección de Jesús con el reino de Dios?
• ¿Qué diferencias ves entre la presentación que Pablo
hace del evangelio y las que normalmente has escu
chado?
• ¿Por qué crees que el evangelio incluye la resurrección
de Jesús?
• ¿En qué sentidos crees que el evangelio, tal como lo
presenta Pablo, es buena noticia?
5. Por nuestros pecados
1. Qué es el pecado
El pecado se ha entendido a lo largo de la historia del
cristianismo en diferentes modos. Por ejemplo, se ha
pensado que el pecado es, ante todo, el resultado de un
engaño del diablo para mantenernos cautivos. Los
medievales entendieron el pecado como una ofensa al
honor de Dios. Más adelante, se puso de relieve la idea del
pecado como una desobediencia a la ley divina. Otros lo
han entendido como un problema del corazón, o un
problema existencial. Todo lo anterior tiene algo de verdad.
Sin embargo, es importante recordar la idea bíblica de
pecado, porque ello ayuda a entender cómo el evangelio
actúa para salvarnos y liberarnos del pecado.
La palabra hebrea más usada para hablar del pecado
(hatta't) y la palabra griega del mismo significado (hamar
tía) comparten un sentido básico, que es la idea de errar, de
no dar en el blanco, por ejemplo cuando se dispara una
flecha. La historia bíblica básica para hablar de este fallo es
el relato sobre el pecado de Adán y Eva. Démonos cuenta
que "Adán" significa "ser humano" en general, y "Eva" es
una palabra que el texto relaciona con la vida (Gn 3:20). Es
decir, el texto no quiere hablar solamente sobre una
primera pareja, sino que quiere referirse a algo que le
sucede a todo ser humano. Es decir, la narración nos
describe un problema que es propio de la vida humana en
general, en todos los tiempos. Dicho en otros términos: el
relato habla también sobre nosotros.
¿En qué consiste el "fallo" de Adán y Eva? ¿Por qué no
"dan en el blanco"? ¿Por qué no damos en el blanco? Desde
el punto de vista del Génesis, el "blanco", el propósito de la
vida del ser humano, consiste en ser imágenes de Dios,
cuidando del resto de la creación (Gn 1:26). Sin embargo, lo
5. POR NUESTROS PECADOS 39
que hace el ser humano es tratar de ser como Dios
comiendo de los frutos del árbol del bien y del mal (Gn 3:5).
Los frutos son los resultados de las acciones, buenas o
malas. En lugar de ser imagen de Dios reflejando a Dios en
una relación personal con él, el ser humano prefiere ser
como Dios mediante sus propias fuerzas, fundando su vida
en los resultados de sus propias acciones.
El pecado tiene entonces varias facetas. Por un lado es
un acto de desconfianza ante Dios. El ser humano no
obedece a Dios porque no se fía de él, no le cree. Esto
significa entonces que el pecado tiene un elemento de
orgullo: uno no quiere vivir fiándose de Dios, reflejando su
imagen, sino que prefiere vivir de lo que uno mismo
consigue. Dicho en otros términos: el pecado es rechazo de
la gratuidad: todos los árboles eran un regalo gratuito de
Dios, pero el ser humano prefiere lo que él mismo puede
conseguir. En lugar de la gracia, se prefiere el mérito.
También se puede decir que el fallo en el blanco consiste
en querer fundar la propia vida en lo que uno consigue. El
problema no es que las acciones tengan resultados, sino
que uno quiere vivir de esos resultados. Dicho en otros
términos, el pecado es un acto de autojustificación, de
autofundamentación.
3. Para la reflexión
• Lee detenidamente los capítulos 311 del Génesis
buscando las distintas maneras en las que se manifies
ta el pecado de querer justificarse por los resultados
de las propias acciones.
• ¿En qué manera el pecado humano, o pecado de Adán,
se ha manifestado en tu vida?
• Trata de decir en qué manera el mundo actual está
reflejado en los capítulos 311 del libro del Génesis.
• ¿Qué relación ves entre no confiar en Dios y querer
vivir de los frutos de las propias acciones?
• ¿Qué nos dicen estos relatos sobre el origen de la
violencia?
6. Principiodel evangelio
1. Jesús y la retribución
Si atendemos a la historia de Jesús, podríamos decir que
tanto su actividad como su mensaje están libres de la
lógica meritoria y retributiva que, según el libro del
Génesis, caracteriza al ser humano ("Adán"). Veamos
algunos ejemplos.
Para Jesús, la venida del reino de Dios no es el resultado
de una conversión previa del pueblo de Dios. El reí nado de
Dios llega gratuitamente, y la conversión es más bien el
resultado de su venida. Es justamente el núcleo de su
mensaje, como vimos: "el reinado de Dios se ha acercado,
convertíos y creed en el evangelio" (Me 1 :15).
.
Si el reinado de Dios viene de manera gratuita, Sin
condiciones previas, esto significa que el perdón de los
44 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
2. La no-violencia de Jesús
En este contexto de renuncia a la retribución se entiende
perfectamente la noviolencia de Jesús. El amor a los
enemigos no es una especie de sentimentalismo. Jesús da
por supuesto que las personas, o las comunidades, tienen
enemigos. Y los enemigos son tales porque han hecho daño,
e incluso lo piensan seguir haciendo. Sin embargo, el com
portamiento sorprendente al que exhorta Jesús consiste en
6. PRINCIPIO DEL EVANGELIO 47
no devolver al enemigo mal por mal, sino en hacerle el bien
( " amar 1 e ") .
3. El nuevo Adán
Ahora podemos entender más claramente por qué en el
Nuevo Pacto se llama a Jesús el nuevo Adán, o el hombre
nuevo (1 Co 15:45; Ef 4:24). Lo que encontramos en Jesús es
lo opuesto de aquello que, según el Génesis, caracteriza al
pecado del ser humano ("Adán"). Si la esencia del pecado
de Adán es la ruptura con la gratuidad divina, la
retribución, y la autojustificación, en Jesús encontramos
todo lo contrario. Si la vida de "Adán" está atravesada por
la retribución, la vida de Jesús se caracteriza por su
opuesto, que es la gratuidad. Como dice el evangelio de
Juan, la gracia surgió (egéneto) por medio de Jesús el
Mesías Un 1:17).
¿Es esto evangelio? Es el principio básico y el comienzo
del evangelio. Sin embargo, todavía no estamos ante el
evangelio en sentido pleno. Y esto por una razón muy
sencilla. Para que sea evangelio tiene que ser una buena
noticia, y tiene que anunciar la venida de un reinado. Y la
buena noticia, y la venida del reinado, todavía no están
6. PRINCIPIO DEL EVANGELIO 49
suficientemente claras si solamente se atiende a la
actividad y al mensaje de Jesús.
Sin duda es algo maravilloso que una persona como
Jesús pueda haber vivido sin la lógica retributiva, mostran
do gratuidad en todos sus comportamientos y en todo su
mensaje. Sin embargo, ¿qué significa esto para mí? Si se me
pide que yo me comporte de la misma manera, el asunto,
más que una buena noticia, se convierte en una exigencia.
Una exigencia que puede ser terrible si resulta que yo no
puedo vivir de esa manera, por más que lo intente. Una
exigencia divina imposible de cumplir sería una mala
noticia.
Además, y sobre todo, cualquier buena noticia tiene que
hablar de un reinado, no de un rabino crucificado por los
romanos. Un reinado necesita un rey, no un predicador
difunto. Un profeta crucificado, por sí mismo, no es buena
noticia.
La vida de Jesús, antes de su muerte y resurrección, es el
principio del evangelio, no solo en un sentido cronológico,
sino también como su fundamento imprescindible. Sin su
vida libre de retribución no podríamos entender el evan
gelio. La vida de Jesús nos dice quién es el que murió,
quién es el que resucitó, quién es el que ahora reina. Para
exponer el evangelio, tengo que hablar de Jesús, de cómo
pasó haciendo el bien y liberando a los oprimidos (Hch
10:38).
Sin hablar de Jesús, de su vida, y de su mensaje, no sería
posible entender cuáles fueron las razones por las que
Jesús fue ejecutado. Su vida, libre de retribución, fue una
vida incómoda para sus contemporáneos. Puede que más
incómoda que la de cualquier otro revolucionario porque
50 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
4. Para la reflexión
• Lee el Sermón del Monte de Jesús (Mateo caps. 57) y
señala todos los elementos de gratuidad que ves en el
mensaje de Jesús.
• Aunque el pecado de Adán se caracteriza por la
retribución, eso no quiere decir que nuestra vida no
haya algunos elementos de gratuidad. Pon ejemplos
de gratuidad que veas en la vida de las personas.
• Los judíos pensaban que solamente Dios podía per
donar. ¿ Crees que es posible perdonar por las propias
fuerzas? ¿Crees que es posible amar al enemigo?
• ¿Qué maneras concretas ves que podamos usar para
ser librados de la lógica retributiva y seguir el ejemplo
de Jesús?
6. PRINCIPIO DEL EVANGELIO 51
• Recuerda cuáles son las tres partes del evangelio,
según vimos en los capítulos anteriores.
7. La palabra de la cruz
n la primera carta a los Corintios Pablo habla del
evangelio como "palabra de la cruz" (1 Co 1:1718). Si el
evangelio anuncia la muerte de Jesús, su resurrección,
y su reinado, habría que decir que la "palabra de la cruz" se
refiere ante todo al primer elemento del evangelio. Y Pablo
expresamente afirma que esta palabra de la cruz es poder
para los que se salvan. ¿Por qué es poderosa la palabra de
la cruz?
2. La victoria en la cruz
Pablo nos dice literalmente que los poderosos de este
mundo fueron los que crucificaron a Cristo (1 Co 2:8).
Ciertamente, el texto parece aludir no solo a Caifás, Pi lato,
y compañía. Los poderosos de este mundo es un término
mucho más genérico. Y es que, cualquier poder concreto de
este mundo no es, en el fondo, más que una plasmación de
la misma lógica retributiva que está detrás de todos los
poderes de este mundo. O, si se quiere, detrás de cualquier
poder concreto, basado en la lógica retributiva, está el
mismo poder del pecado, que utiliza la lógica retributiva
para oprimir a la humanidad.
Sin embargo, la muerte de Jesús se interpreta como una
victoria sobre los poderes. ¿Por qué? Habría que decir
simplemente: porque Dios estaba con Jesús, el Mesías.
Veamos esto más despacio.
Desde el punto de vista de la lógica retributiva, que es la
esencia del pecado, se podría pensar lo siguiente: Jesús
habría sido abandonado por Dios, porque no se merecería
haber sido rescatado de la muerte, por más que clamó
pidiendo el socorro de Dios (Mt 26:39; 27:46). Jesús habría
sido un falso profeta, un pecador, o simplemente alguien
no suficientemente justo como para ser ayudado por Dios.
56 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
3. Para reflexionar
• Pon algunos ejemplos de una relación "religiosa" con
Dios, en el sentido de una relación con Dios basada en
la lógica retributiva.
• ¿Has pensado alguna vez que tú te puedes salvar a ti
mismo mediante tus esfuerzos religiosos?
• ¿Has querido relacionarte con Dios mediante la lógica
retributiva? ¿Cómo fue?
• ¿Por qué crees que la cruz nos salva de la lógica
retributiva?
• ¿En qué sentido se puede decir que la cruz nos limpia
del pecado de Adán (el pecado fundamental de la
humanidad)?
8. El evangelio de vuestra salvación
2. El sacrificio de la cruz
En la cita de Romanos, que a su vez era una cita del
Salmo 32, se nos dice que los pecados han sido "cubiertos"
(Ro 4:7). Se trata de una imagen del Antiguo Pacto, que
equivale a perdonar. En la religión de Israel, la "cubierta"
(kapporet) del arca de la alianza pasó a tener un significado
ligado a la expiación, posiblemente por el papel que el arca
y su cubierta desempeñaba en el rito de expiación de los
pecados (Lv 16). De ahí que el "cubrir" los pecados fuera
asociado al lenguaje de los sacrificios del templo. Por eso la
cubierta del arca de la alianza fue designada, en griego, con
un término que significa "propiciatorio" o "propiciación"
(hilasterion).
En la carta a los Romanos, por ejemplo, se nos habla de
la muerte de Cristo como "propiciación" (Ro 3:25). En
general, en el Nuevo Pacto aparece repetidamente la idea
8. EL EVANGELIO DE VUESTRA SALVACIÓN 61
de la muerte de Cristo como un sacrificio (Ef 5:2). En este
contexto del lenguaje sacrificial, se habla también de la
sangre de Cristo, entendida ahora como alternativa y
superación de los sacrificios que se ofrecían en el Antiguo
Pacto (Heb 9:4).
Ahora podemos preguntarnos qué quiere decir que la
muerte de Cristo sea un "sacrificio". ¿Sigue en pie la reli
gión sacrificial? ¿Es Dios un Dios que requiere sacrificios
para ser aplacado?
No se trata de eso. El asunto es el siguiente. La muerte
de Jesús tiene un parecido formal con algunos de los
sacrificios que encontramos en las religiones, y también en
el Antiguo Pacto. En primer lugar, hay una víctima, que en
este caso es Jesús mismo. Y, en segundo lugar, tiene lugar
aquello que se suele esperar de los sacrificios expiatorios,
que es precisamente el perdón. La muerte de Jesús trae
perdón y reconciliación, tal como hemos visto.
Sin embargo, esto no significa que Dios sea una
divinidad pagana, sedienta de sangre. Al contrario. Lo que
sucede con la muerte de Jesús en la cruz es más bien la
superación de todo sacrificio. Y la razón es muy sencilla: la
lógica interna de los sacrificios es la lógica retributiva. En
ciertos sacrificios, se dan cosas a Dios esperando que Dios
nos dé algo a cambio. O, en los sacrificios expiatorios, se
traslada a un animal el castigo que uno cree merecer para
así lograr la reconciliación con la divinidad. Por eso Caín y
Abel, hijos de Adán y Eva, ofrecían sacrificios a Dios, sin
que Dios se los pidiera.
Al anular la lógica retributiva, que es el pecado
fundamental de la humanidad ("Adán"), todo sacrificio que
da anulado. En el cristianismo originario no se necesitan
62 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
4. Para reflexionar
• Lee lsaías 52 y 53, y medita en el perdón de Dios.
• ¿Cuál crees que es la verdadera imagen de Dios: un
Dios sediento de sangre o un Dios que hace salir el sol
sobre justos e injustos?
• Trata de decir con tus palabras por qué la muerte de
Cristo pone fin a todo sacrificio.
• ¿En qué sentido se puede decir que Jesús cargó con
todos los pecados?
• Recuerda cuáles son los tres elementos esenciales del
evangelio.
9. El testimonio de la resurrección
n los capítulos anteriores hemos comentado la afir
mación cristiana de que Dios estaba en Cristo
reconciliando el mundo consigo (2 Co 5:19). Sin esta
afirmación, difícilmente podríamos pensar que la muerte
de Jesús signifique una victoria sobre el pecado. De hecho,
más bien se podría ver a Jesús como alguien que simple
mente fue abandonado por Dios.
Ahora bien, ¿de dónde sacaron los primeros cristianos la
idea de que Dios estaba en Cristo, reconciliando el mundo
consigo? Para entender esta afirmación, tenemos que ver el
segundo elemento del evangelio. Se trata de la resurrección
de Jesús.
De hecho, sin la resurrección de Jesús, difícilmente
podríamos entender que el evangelio sea una buena noticia.
Es más, el pasaje sobre el sufrimiento del siervo del Señor,
que era la continuación de las "buenas noticias" profetiza
das por lsaías, culmina justamente afirmando la exaltación
del siervo del Señor (lsaías 53:1012). ¡Algo anunciado
cientos de años antes de Jesús!
El mensaje gozoso de los primeros cristianos proclamaba
el "testimonio de la resurrección" de Jesús (Hch 4:33). ¿Qué
significa la resurrección de Jesús?
2. Los testigos
Mientras que la idea de una inmortalidad del alma es
algo más o menos común en la historia de la humanidad,
la afirmación de la resurrección de un difunto es algo que
rompe con toda la experiencia humana sobre la muerte. Es
algo que solamente se podría explicar como una acción de
Dios. El mismo Creador de los cielos y de la tierra habría
decidido comenzar algo así como una recreación de la
humanidad, una nueva creación.
El cristianismo primitivo basaba su afirmación en la
existencia de testigos. No testigos del hecho mismo de la
resurrección, sino testigos de las apariciones del resucitado.
Pablo, en su presentación del evangelio, habla de la
existencia de cientos de testigos, incluido él mismo, a los
que todavía se les podía ir a preguntar por lo que habían
experimentado (1 Co 15:48).
¿En qué medida estos testigos son fiables? ¿No se podría
tratar de una especie de engaño hecho por los primeros
cristianos para ocultar el fracaso de Jesús en la cruz? ¿No
podrían ser alucinaciones o ensoñaciones con las que
muchas personas lidian con la pérdida de un ser querido?
Hay varios motivos para pensar que esto no era así.
1. Desde el principio hay una multitud de testigos. No es
algo que haya experimentado una sola persona.
2. Las presuntas "contradicciones" en los relatos que
encontramos en los distintos evangelios muestran esta
pluralidad de testigos. No se trata de un mismo relato de
68 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
3. Para la reflexión
• Recuerda cuáles son los tres elementos del evangelio.
• Lee Eze 37. ¿ Qué te llama la atención del texto?
• ¿Qué significa que en Jesús se adelanta la resurrección
de los muertos?
• ¿Te parece que el testimonio de la resurrección es un
testimonio creíble?
• ¿Se puede demostrar científicamente la resurrección?
• Lee Juan 20:1929. ¿Por qué son más bienaventurados
los que creen sin ver?
10. El evangeliodel Mesías
1. La entronización mesiánica
Lo decisivo es que el cristianismo primitivo entendió la
resurrección de Jesús como una entronización del Mesías.
Durante la vida terrena de Jesús, su identidad como Mesías
no había sido aceptada por todos. Jesús parece haber
preferido ocultarla, tal vez para evitar el equívoco de
considerarle como un aspirante a configurar Israel como
un estado independiente Un 6:15). Algunos le consideraron
como un falso profeta. Otros le vieron como un verdadero
profeta, e incluso algunos le aceptaron como Mesías (Me
8:2730). Ahora bien, los que le querían ver como Mesías no
entendían que Jesús no se portara como un candidato a
monarca Un 7:19).
En cambio, su resurrección de Jesús dejó todo claro para
los discípulos. Jesús era el primero de los resucitados, el
primogénito de entre los muertos, y de este modo, quedaba
situado a la cabeza del pueblo de Dios. Mediante la
72 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
2. A la diestra de Dios
El que Jesús fuera declarado como Mesías por su
resurrección no significa todavía que Jesús tuviera un
carácter divino. Nadie pensaba en el tiempo de Jesús que el
Mesías hubiera de ser algún tipo de ser divino. El Mesías
sería simplemente un rey ungido, que restauraría la
dinastía de David, devolvería la independencia al estado de
Israel, vencería a los paganos, inauguraría una era de
abundancia y justicia, etc. Sería un ser humano
excepcional, guiado y protegido por Dios, pero nada más.
Ahora bien, Jesús no había predicado tal Mesías, ni
había querido presentarse como tal. Más bien Jesús había
predicado el reinado de Dios. Y con esto conectaba con
importantes tradiciones de Israel, recogidas en el Antiguo
Pacto. Como vimos, para Israel, si Dios es rey, no hay
mucho Lugar para otros reyes. La monarquía había sido
considerada en gran medida como culpable de una
idolatría que se podría ver como casi intrínseca a la misma,
desde el momento que introduce otros señoríos, distintos
del señorío de Dios.
74 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
3. Un solo reinado
Todavía tendremos que analizar más detenidamente
todas las implicaciones de esta imagen de Jesús "a la
diestra de Dios". Por de pronto, lo que la imagen quiere
decir es que no estamos ante un reinado del Mesías distin
to o independiente del reinado de Dios. Jesús, sentado
junto a Dios, ejerce el reinado de Dios. El reinado del
Mesías es el mismísimo reinado de Dios. Esto es lo que nos
dice Pablo en su presentación del evangelio: Jesús ejerce "el"
10. EL EVANGELIO DEL MESÍAS 75
reinado, para entregarlo finalmente al Dios y Padre (1 Co
15:24). No son dos reinados, sino uno solo.
A veces se ha dicho muy superficialmente que Jesús
anunció el reinado de Dios, y que el cristianismo habría
anunciado a Jesús como Cristo, y que esto sería algo
completamente distinto. Este tipo de afirmaciones ignoran
el significado mismo de la palabra "Cristo", y pasan por
alto la fundamental continuidad, sin la cual no se puede
entender el evangelio. Jesús anunció el reinado de Dios, y
este mismo reinado es el que ejerce el Mesías. ¡En eso
mismo consiste el evangelio!
El cristianismo primitivo expresó esta unidad de un solo
reinado utilizando a veces una imagen muy expresiva.
Jesús no sólo estaría sentado a la derecha de Dios. Estaría
sentado en el mismo trono de Dios. El trono del reinado
divino es justamente "el trono de Dios y del Cordero" (Ap
22:13).
Para muchos judíos del tiempo de Jesús, ni los patriarcas
ni los arcángeles se podían acercar al trono de Dios. En
cambio, según los primeros cristianos, el Mesías está
sentado en el mismísimo trono de Dios. Es una manera de
decirnos que no hay dos reyes, ni dos reinados. Se trata de
un solo y único reinado, y por eso hay solamente un trono.
Esto significa entonces que, para el cristianismo primiti
vo, anunciar a Jesús como Mesías, anunciar "evangelio de
Cristo", no era algo distinto de anunciar el reinado de Dios.
El Mesías es el rey ungido que reina desde el trono de Dios,
porque solamente hay un reinado, y este reinado es el
mismo reinado de Dios, anunciado por la Ley, por los
profetas, y por Jesús mismo desde el principio de su
ministerio.
76 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
4. Para la reflexión
• Lee el Salmo 110. ¿Por qué crees que es el salmo más
citado del Nuevo Pacto?
• ¿Por qué piensas que Jesús no quiso proclamarse
públicamente como rey ungido o Mesías?
• ¿Por qué crees que Jesús fue proclamado claramente
como Mesías después de la resurrección?
• ¿Hay una contradicción entre anunciar el reinado de
Dios y anunciar a Jesús como Mesías? ¿Por qué?
11. El evangelio de nuestro Señor Jesús
1. El Señor Jesús
En el Antiguo Pacto, el nombre de Dios revelado a
Moisés consta de cuatro consonantes: YHWH (Ex 3:1415).
Originalmente, el hebreo escrito, como otras lenguas
semíticas, no usaba más que las consonantes. No había
vocales. Por eso es difícil saber como se pronunciaba.
Debido varias razones históricas, en muchas biblias
aparece el término "jehovah'' o "Jehová". Pero es probable
que la pronunciación originaria fuera algo parecido a
"Yáh
a ue h" .
Con el tiempo, para muchos judíos resultaba poco
piadoso pronunciar el nombre de Dios, pues se corría el
peligro de usar su nombre en vano. Cuando leían las
Escrituras, en lugar de pronunciar el nombre de Dios,
decían "mi Señor". Esta es la razón por la que, en algunas
Biblias, encontramos la expresión "Señor" donde otras
Biblias dicen "Jehovah". De hecho, la costumbre de
traducir YHWH por "Señor" es muy antigua. Ya antes del
tiempo de Jesús, las traducciones del Antiguo Pacto,
78 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
3. Escucha, Israel
La confesión de la fe monoteísta de Israel, tal como
aparece de manera clásica en el libro del Deuteronomio,
decía lo siguiente:
"Escucha, Israel, YHWH, nuestro Dios, YHWH uno" (Dt
6:4).
4. Tu trono, oh Dios
Esta inclusión de Jesús en el monoteísmo de Israel es la
razón de que los escritores del Nuevo Pacto no pudieran
aceptar que a Jesús resucitado se le considerara como un
ser intermedio, distinto de Dios y de los hombres.
La carta a los Hebreos niega una posición que fue común
en los primeros siglos entre algunos grupos de judíos que
aceptaban a Jesús como Mesías, pero no lo incluían en el
monoteísmo de Dios. Para ellos, Jesús era simplemente una
especie de ángel (Heb 1 :313).
82 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
5. Para la reflexión
• Recuerda cuáles son los tres elementos fundamentales
del evangelio.
• Lee el capítulo primero de la carta a los Hebreos.
• ¿Por qué crees que Jesús no puede ser un ente inter
medio entre Dios y los hombres? ¿Cómo afectaría esto
al reinado exclusivo y directo de Dios?
• ¿Por qué la identidad entre el reinado del Mesías y el
reinado de Dios es fiel al mensaje de Jesús sobre el
reinado de Dios?
• ¿ Cómo afecta el señorío de Jesús a tu vida?
12. Evangelio por el Espíritu Santo
1. La convicción
El ser humano regularmente funda su propia vida en los
resultados de sus propias acciones. Por lo general, entiende
que esto es bueno y meritorio. Ahora bien, cuando los
resultados no son los apetecidos, el ser humano tiende a la
culpa o la depresión. Para llegar a descubrir que tal estilo
86 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
4. Para reflexionar
• ¿En qué consiste la convicción de pecado?
• ¿Se puede decir que la fe es un mérito nuestro?
• ¿Por qué necesitamos del Espíritu Santo para creer?
• ¿Has experimentado el Espíritu de Dios como amor
derramado en tu corazón?
• ¿Por qué el amor de Dios es gratuito, y no espera nada
a cambio?
• Pon en relación los tres elementos del evangelio con la
convicción de pecado, de justicia y de juicio que se
puede leer en J n 16:811.
13. La revelaciónde la justicia de Dios
or lo general, todos tenemos una idea general de lo que
es la justicia, y por tanto también nos hacemos con
facilidad una cierta idea de lo que podría ser la justicia
de Dios. Sin embargo, en la carta a los Romanos Pablo nos
dice que en el evangelio ...
" ... la justicia de Dios es revelada por fe y para fe, como
está escrito: 'el justo por la fe vivirá'" (Ro 1:17).
1. La fidelidad al pacto
Las Escrituras hebreas entienden la justicia de una
manera muy distinta a como la entendía la cultura pagana
en la que se movía Pablo.
Si atendemos a los antiguos autores griegos, como
Homero, Hesíodo, o el mismo Solón, nos aparece continua
mente la idea de una correspondencia inevitable entre las
acciones humanas y sus resultados. A esta correspondencia
la llamaban precisamente "justicia" (díke). Los dioses,
especialmente Zeus, eran los encargados de impartir
justicia, retribuyendo a cada uno según sus acciones. A
veces, la justicia era pensada como una divinidad, llamada
Díke, que gobernaría el universo entero. Esta idea también
la encontramos en la tragedia griega, y en los mismos
orígenes de la filosofía. La justicia, para los griegos,
significaba primeramente retribución.
La comprensión de las Escrituras hebreas es muy
distinta. En la Biblia, las palabras hebreas que fueron
traducidas como "justicia" (sédeq, sedaqah) nunca aparecen
unidas a la idea de retribución. Insisto: en las Escrituras
hebreas la justicia no significa retribución. Para hablar de
los castigos, en hebreo, se emplean otras expresiones, como
"juicio" (mispat), pero nunca la palabra "justicia" (sedeq o
sedaqah).
¿Qué era entonces justicia? Para los hebreos era "justo"
alguien que cumplía con los acuerdos y con las
obligaciones recíprocas. Así, por ejemplo, el patriarca Judá
reconoció que Tamar había sido "más justa" que él, porque
él no había cumplido con sus obligaciones de suegro hacia
ella (Gn 38:26).
13. LA REVELACIÓN DE LA JUSTICIA DE DIOS 93
El justo, en la perspectiva bíblica, es aquél que cumple
con su palabra y con sus compromisos. En el contexto de
un pacto, es justo quien cumple con lo pactado. El pueblo
de Dios podía alabar a Dios diciendo: "Has cumplido tu
palabra, porque eres justo" (Neh 8:9).
Es importante observar que en la idea griega de la
justicia hay una tensión entre justicia y perdón. En la
mentalidad pagana, la justicia consiste en retribución, de
modo que el que es justo tiene que retribuir. Y esto
significa castigar al malvado. En cambio, el perdón signifi
caría justamente lo contrario: prescindir del castigo, y
entonces el que perdona no sería justo.
En cambio, en la mentalidad bíblica, la justicia y el
perdón no son incompatibles. Todo lo contrario: el perdón es
una forma de justicia.
Supongamos que hay un pacto entre dos personas. Una
de ellas no cumple con las obligaciones que tiene según el
pacto. En ese caso, el pacto se ha roto y la otra persona ya
no tiene que cumplir con su parte. Pero supongamos que,
de todas maneras, la segunda persona quiere seguir
cumpliendo con su parte del pacto. En este caso, la
segunda persona habría perdonado, y además, habría sido
justa, porque estaría cumpliendo con su parte del pacto. En
realidad, no solo habría sido justa. Habría sido "super
justa", porque habría cumplido con el pacto, aunque ya no
estaba obligada a hacerlo.
Pues bien, precisamente ésta fue la experiencia que
Israel hizo en su pacto con Dios. Israel no cumplió con su
parte del pacto. En muchos casos, Dios ejerció su juicio
(mispat) contra Israel, abandonando la protección. El
pueblo era entonces derrotado por los enemigos. Esto
94 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
2. Justicia y Ley
Ahora podemos entender mejor las palabras de Pablo.
En el contexto de Pablo, lo que estaba en juego era la
"justificación". Dicho en otros términos: cómo llegar a ser
justo ("justificar" es hacer justo). Esto no significaba
primeramente "cómo voy al cielo", sino simplemente
"cómo soy fiel al pacto". Ser justo es estar en el pacto.
Justificar es hacer entrar en el pacto. Por supuesto, la
entrada en el pacto estaba cargada de bendiciones, no solo
para el presente, sino también para el futuro del reinado de
Dios.
Concretamente, Pablo se entendía a sí mismo como
enviado a los gentiles, es decir, a los nojudíos, y la gran
pregunta era cómo los gentiles podían estar en el pacto con
Dios. Los adversarios de Pablo tenían una respuesta
bastante obvia: si quieres estar en el pacto de Dios con su
pueblo, tienes que cumplir la Torah (la Ley), porque la Ley
es expresa justamente el convenio que Dios hizo con su
pueblo en el Sinaí. Y esto significaba circuncidarse y
comenzar a cumplir con todos los demás preceptos de la
Ley. En definitiva: si quieres ser parte de un pueblo,
cumple sus leyes. Si quieres entrar en el pacto, cúmplelo.
Pablo ve un problema en esto. No que la Ley sea en sí
algo malo. La Ley era vista como un regalo de Dios, y por
tanto como algo santo y bueno. Sin embargo, el pecado del
ser humano, es decir, nuestra tendencia a la auto
justificación, puede utilizar la Ley (Ro 7:1114) como medio
para proclamar la propia justicia. En ese caso, la entrada en
el pacto sería un mérito propio, conseguido mediante el
cumplimiento de la Ley. Y claro, Pablo no puede aceptar
esto, porque significaría que Cristo murió en vano (Gal
96 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
3. Para la reflexión
• Lee Mateo 20.
• Trata de decir con tus palabras cuál es la idea pagana
sobre la justicia. ¿Cómo se refleja esto en el texto de
Mateo 20?
• Trata de decir con tus palabras cuál es la idea bíblica
sobre la justicia. ¿Cómo se refleja esto en el texto de
Mateo 20?
14. Por fe y para fe
1. Justicia por fe
En primer lugar la justicia "por fe". La palabra griega
para fe (pístis) también puede traducirse como "fidelidad".
Además, la expresión que se traduce como "por" se podría
traducir también como "desde" o "a partir de". Podríamos
entonces decir que la justicia de Dios se revela "desde la
fidelidad" (ek písteos). Pablo posiblemente está hablando
de la fidelidad de Dios. La justicia de Dios se revela a partir
de la fidelidad de Dios.
Dios ha mantenido la fidelidad a sus promesas, y a su
pacto, a pesar del rechazo de la humanidad hacia él. Dios
100 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
2. Justicia para fe
En segundo lugar, en el evangelio la justicia de Dios se
muestra también "para fe". Es decir, para la fe de los
creyentes, discípulos de Jesús. Cuando los cristianos creen
que Dios estaba en el Mesías, reconciliando el mundo
14. POR FE Y PARA FE 101
consigo, quedan liberados de la vana pretensión de
justificarse a sí mismos mediante los resultados de sus
propias acciones. Como vimos, la lógica retributiva fue
anulada por Dios en Jesús.
Además, al creer en Jesús, los creyentes lo reconocen
como resucitado, y como sentado a la derecha de Dios. De
este modo, los creyentes reconocen a Jesús como Señor. Y,
al reconocerlo como Señor, quedan puestos bajo su
soberanía real. Es decir, al reconocer que Jesús es el Mesías,
nos hacemos sus súbitos, y pasamos a formar parte de su
pueblo. Dicho en otras palabras: entramos en el pacto. Y al
entrar en el pacto, somos hechos justos. La justicia es,
como hemos visto, fidelidad al pacto. Como vimos, ser
justificado significa ser admitido en el pacto. Precisamente
por eso somos "justificados por la fe". Esto es precisamente
lo que nos dice Pablo concisamente:
"Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras
de la ley, sino por la fe de Jesús el Mesías, nosotros
también hemos creído en Jesús el Mesías, para que
fuésemos justificados por la fe del Mesías, y no por las
obras de la ley; por cuanto por las obras de la ley
ninguna carne será justificada" (Gal 2:16).
4. Para la reflexión
• Lee Gálatas 3:114.
• ¿Por qué crees que Pablo dice que, si la justificación
fuera por la ley, Jesús sería maldito?
• Desde el punto de vista de la lógica retributiva, toda
persona fracasada se merece su destino. ¿ Qué dice la
lógica retributiva sobre Jesús crucificado?
• ¿Qué nos introduce en el pacto con Dios, la fe o las
obras de la ley?
• Desde la fe de Jesús... para nuestra fe... ¿Qué
parecidos y diferencias ves entre la fe de Jesús y
nuestra fe?
15. La fe del evangelio
1. La convicción de lo invisible
Hay otro aspecto decisivo de la fe. En la carta a los
Hebreos se nos dice que la fe es "la certeza de lo que se
espera, la convicción de lo que no se ve" (Heb 11 :1). Confiar
en una persona es esperar ciertos comportamientos de ella.
Pero, cuando confiamos, vamos más allá de lo que vemos.
Nos dirigimos al futuro, y nos dirigimos a lo invisible.
A Dios nadie lo ha visto jamás Un 1:18). De hecho, el
Creador de todas las cosas no es una cosa más, que pueda
ser conocida por nuestros sentidos, o ni siquiera por
nuestra mente. Sin embargo, la fe cree que Jesús lo ha dado
106 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
2. Por el oír
Estas características de la "fe del evangelio" determinan
el modo en que nos llega la fe. La fe no llega mediante una
evidencia matemática o filosófica. Tampoco se nos
presenta como una cosa que podamos ver. Como dice
Pablo: "por esto, la fe es por el oír, y el oír por la palabra
del Mesías" (Ro 10:17).
En algunas versiones, en lugar de la "palabra del Mesías"
(o de Cristo) podemos leer "por la palabra de Dios". Sin
embargo, los manuscritos más antiguos hablan de "la
palabra del Mesías" (rématos Khristoü). Esto es muy signifi
cativo. Son las palabras mismas de jesús, y sobre Jesús, las
que nos llevan a la fe en él.
Como hemos visto, la fe así entendida no es posible sin
la obra sobrenatural del Espíritu mismo de Jesús en
15. LA FE DEL EVANGELIO 107
nosotros. La fe verdadera no es un mérito nuestro. La fe del
evangelio no consiste simplemente en creer en que Dios
existe, o cosas por el estilo. Como dice la carta de Santiago,
este tipo de fe también la tienen los demonios (Stg 2:19).
Tampoco se trata de creer que ciertas cosas van a pasar,
como cuando decimos "creo que va a llover" o "creo que
Dios me va a ayudar a aprobar el examen". Todo eso puede
ser muy importante, pero no es la fe del evangelio.
La fe del evangelio consiste en creer que Dios estaba en
el Mesías, reconciliando el mundo consigo. Por eso, la fe
del evangelio confía en que es Dios el que nos hace justos,
no por nuestros méritos, sino de una manera gratuita. Si
fuéramos hechos justos por nuestros méritos, seguiríamos
en la lógica retributiva, que Jesús ha anulado en la cruz.
Seguiríamos en el orgullo de los que se creen superiores a
otros por sus méritos, o en la culpa de los que saben que no
son merecedores del amor de Dios. Dios nos declara hijos
suyos, sin ningún mérito nuestro. Justificados por la fe,
tenemos ahora paz para con Dios por medio del Señor
Jesús, el Mesías (Ro 5:1).
3. La activación de la fe
Nadie puede decir "Jesús es Señor", sino es movido por
el Espíritu mismo de Jesús (1 Co 12:3). La fe, siendo una
obra sobrenatural del Espíritu de Jesús en nosotros, no es
algo puramente interior, separado del resto de nuestra vida.
La fe más bien toca todas las dimensiones de la vida
humana, y no solamente el ámbito de nuestras ideas. La fe
transforma nuestros sentimientos, nuestros deseos, y toda
nuestra actividad.
108 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
4. Para la reflexión
• Si alguien dijera "creo en Dios, pero no puedo confiar
que obedecerle sea bueno para mí", ¿tendría verda
dera fe? ¿Por qué?
• ¿Cuándo comenzaste a confiar en Dios?
• Algún ejemplo de algo que hayas hecho por fe.
• ¿Crees que hay contradicción entre fe y obras? ¿Por
qué?
• ¿Qué viene antes, la fe o las obras?
16. Recibir el evangelio
2. El arrepentimiento
La palabra española "arrepentimiento" no siempre refle
ja bien la riqueza de las expresiones bíblicas. En castellano,
el arrepentimiento puede dar la idea de un sentimiento de
culpa, en el sentido de sentirse mal por algo que hemos
hecho. Sin embargo, esto no es ni mucho menos el núcleo
del asunto. En realidad, la culpa es algo propio de la lógica
retributiva. Vivir bajo acusación es vivir todavía en esa
lógica.
Por otra parte, el acento principal del arrepentimiento
no está en los sentimientos. Los oyentes de Pedro estaban
"afligidos de corazón" (Hch 2:37), pero Pedro les exhortó a
arrepentirse. Estar afligido de corazón no es estar arrepen
tido. De hecho, la tristeza puede servir tanto para llevarnos
a Dios como para separarnos de Él (2 Co 7:810). Para que
tengamos un verdadero arrepentimiento se necesita algo
más que sentimientos de tristeza o de aflicción.
16. RECIBIR EL EVANGELIO 113
Para entender toda la riqueza del arrepentimiento es
necesario atender a dos conceptos bíblicos. Por una parte,
en hebreo nos encontramos con la expresión shub, que a
veces se traduce como "conversión". Es una expresión que
da la idea de un giro en la vida, de un cambio de dirección.
Cuando recibimos el evangelio, nuestra dirección en la vida
cambia completamente. En lugar de perseguir los fines que
antes perseguíamos, ahora podemos orientarnos a nuestro
verdadero objetivo en la vida. Si el pecado era "fallar al
blanco", ahora podemos volvernos a Dios para realizar el
verdadero propósito de nuestra vida, que no es otro que
reproducir la imagen de Cristo (2 Co 5:15).
Por otra parte, la expresión griega metanoia, que es la
que se suele traducir como "arrepentimiento", designa lite
ralmente un "cambio de mente". Y es que, para perseguir
nuevos propósitos en la vida, nuestra forma de ver a Dios,
de vernos a nosotros mismos, de ver a los demás, y de ver
el mundo, tiene que cambiar completamente. Cuando el
evangelio llega a nosotros, entendemos verdaderamente
quién es Dios. Dios deja de ser un mero creador, o un juez,
para convertirse en "el Padre de nuestro Señor Jesús el
Mesías" (2 Co 1 :3). Y desde Dios entendemos ahora todas
las cosas, que se convierten verdaderamente en cosas
nuevas para nosotros (2 Co 5:17).
El arrepentimiento, así entendido, no es algo que
nosotros podamos realizar por nosotros mismos. Por
mucho que nos esforcemos en cambiar nuestra mente, la
mente cambiada será todavía nuestra propiamente. Y lo
que el evangelio nos propone es recibir la mente misma de
Cristo (1 Co 2:16). Por eso, el arrepentimiento es un
verdadero regalo de Dios (2 Ti 2:25; Hch 5:31; 11:18; etc.).
Así como el Espíritu Santo es el que opera la convicción de
114 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
3. El bautismo
El segundo momento en la recepción del evangelio es el
bautismo. Para entender correctamente el bautismo
cristiano, hay que alejarse de dos extremos. Por una parte,
el bautismo no es una especie de rito mágico, en el que un
"agua bendita" nos concediera la salvación. El bautismo
requiere un previo arrepentimiento. Por eso no tiene
sentido administrar el bautismo a personas que no se han
arrepentido previamente.
Por otra parte, el bautismo no es un "mero signo", como
si el bautismo no significara nada en la vida del creyente.
El bautismo es un momento esencial de la fe cristiana. Para
los antiguos israelitas, la fe se concretó en ponerse en
marcha para salir de Egipto. Creer a Dios era dirigirse
hacia la tierra prometida. Para los cristianos, la creencia en
Jesús como Mesías les lleva igualmente a dar pasos de fe,
hacia la libertad.
El bautismo no es ni agua mágica ni un mero signo. El
bautismo, ante todo, es una acción. Es una acción simbó
lica, pero verdadera acción. Y en Si vemos el bautismo
como una acción, podemos entender mejor lo que acontece
cuando nos bautizamos.
La acción es un inmersión. De hecho, "bautismo" no era
en griego una palabra religiosa, destinada a designar un
rito. En griego, "bautizar" (baptizein) significa simplemente
"sumergir". Al bautizarnos, por una parte nos sumergimos
en el agua, simbolizando con ello la muerte de Jesús por
nosotros. Por otra parte, al ser bautizados, salimos del agua
16. RECIBIR EL EVANGELIO 115
para vivir una nueva vida, simbolizando así la resurrección
de Jesús. Es decir, el bautismo simboliza la muerte a
nuestro viejo "yo", y la resurrección a una vida identificada
con Jesús, el Mesías:
" ... por el bautismo fuimos sepultados juntamente con él
en la muerte, para que así como el Mesías fue resucitado
de entre los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en novedad de vida" (Ro 6:4).
4. Para la reflexión
• ¿Cómo describirías tu arrepentimiento?
• Lee Romanos 6: 114.
• ¿Qué recuerdas de tu propio bautismo?
• ¿Por qué el bautismo está unido al arrepentimiento y
a la conversión?
• ¿Por qué el bautismo es más que un mero signo?
• Recuerda los tres elementos del evangelio y los tres
momentos en la recepción del evangelio.
17. Ungidos para evangelizar
2. La vida en el Espíritu
La vida cristiana comienza entonces con un nuevo
nacimiento, realizado en el agua y en el Espíritu Un 3:115).
El Espíritu Santo da testimonio a nuestro propio espíritu de
que somos hijos de Dios (Ro 8:16). Y ese mismo Espíritu de
Dios va haciendo posible el triunfo sobre "las obras de la
120 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
3. Para la reflexión
• Lee Juan 15 y Hechos 2.
• ¿Cómo es posible estar unidos a Jesús en la actualidad?
• ¿Cuál es la función del Espíritu Santo en el evangelio?
• ¿Qué tiene que ver el Espíritu Santo con el reinado de
Dios?
• Recuerda cuáles son los tres momentos en la recep
ción del evangelio.
18. El poder del evangelio
1. El dedo de Dios
Si atendemos a la actividad de Jesús, resulta claro que él
no solo proclamó la llegada del reinado de Dios. Y no solo
enseñó sobre la nueva vida propia del reino. Jesús
acompañó su enseñanza con hechos poderosos. Una gran
parte de estos hechos consistían en la sanación de
personas enfermas y en la liberación de los que estaban
atados por los poderes del mal.
124 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
2. Proclamar y sanar
Durante el ministerio de Jesús, el Espíritu Santo ya
estaba "con" los discípulos, aunque todavía no estaba "en"
ellos Un 16: 17). Después de Pentecostés, la promesa ya se
ha cumplido, y el Espíritu está "en" los discípulos, como
ríos de agua viva Un 7.38). Jesús les había prometido hacer
señales semejantes a las suyas Un 14:12).
126 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
3. Es para hoy
Se podría pensar que el poder y la autoridad de los
discípulos pertenecen al pasado, a los tiempos de Jesús y
del cristianismo primitivo. Sin embargo, la Escritura afirma
que esos poderes son para el presente. Jesús mismo
afirmaba que quien crea en él hará las mismas obras que él
hacía, e incluso mayores Un 14:12; cf. Me 16:1718). El
anuncio del evangelio viene siempre anunciado ...
" ... con señales, maravillas, diversos hechos poderosos y
dones repartidos por el Espíritu Santo según su voluntad"
(Heb 2:4).
4. Para reflexionar
• ¿Por qué Jesús enviaba no solo a proclamar el evan
gelio, sino también a liberar y a sanar?
• ¿Qué tiene que ver el poder del evangelio con el reina
do de Dios?
• ¿Podemos anunciar el evangelio con poder?
• Lleva a la práctica las instrucciones de Jesús, orando
por alguien enfermo:
• No hables a Dios del problema, sino dirígete con
autoridad al problema (Mt 17:20).
• Más que una oración larga, se trata de dar una
orden brevísima, como Jesús.
18. EL PODER DEL EVANGELIO 129
+ Si la orden es breve, se puede repetir, como también
hizo Jesús (Me 8:2226).
+ No pienses en nada, simplemente obedece.
+ Después comparte el evangelio.
19. El evangeliode la gracia de Dios
1. El regalo inmerecido
El término "gracia" señala precisamente algo que se sale
de la lógica de los méritos y de los logros. Cuando alguien
toca un instrumento "con gracia", significa que lo hace de
una manera que va más allá de la pura aplicación
mecánica de una técnica. Por eso la gracia se relaciona con
la belleza (Pro 1 :9; Sal 45:2). La belleza tiene algo de
gratuidad, de exuberancia, de abundancia, de plenitud que
sobrepasa todo cálculo basado en méritos.
En la Biblia, "hallar gracia a los ojos de alguien" es una
manera de hablar del trato favorable con que una persona
se dirige a otra que, de por sí, no merece ese trato (Gn
33:10). Por eso, la gracia designa frecuentemente el modo
en que Dios actúa de modo generoso, gentil y gratuito
hacia el ser humano (Gn 18:3).
El evangelio es la buena noticia de que Dios se ha
dirigido de un modo amoroso y gratuito a la humanidad,
ofreciéndole entrar en un pacto definitivo, por medio del
Mesías Jesús. Al entrar en ese pacto, somos salvados del
pecado fundamental del ser humano ("Adán"), para vivir
eternamente, ya desde ahora, como hijos de Dios. Por eso,
el evangelio es pura gracia:
132 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
3. Para la reflexión
• Lee la historia de Zaqueo en Le 19:110.
• ¿Cómo aparece la gracia en esta historia?
136 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
" ... justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por
medio de nuestro Señor Jesús el Mesías" (Ro 5:1).
3. El estado y la paz
La lógica retributiva no solo implica el surgimiento de la
violencia, como cuando el ser humano utiliza a otro ser
humano para producir mejores o mayores resultados, o
cuando se introduce la competencia (y la envidia) respecto
a los resultados producidos (Gn 4:18). La lógica retributiva
también aparece a la hora de combatir la violencia.
20. EL EVANGELIO DE LA PAZ 141
Entonces se pretende combatir la violencia mediante la
retribución, es decir, con más violencia. Esto lleva a una
espiral interminable de venganzas entre personas, tribus o
naciones (Gn 4:2324).
En la historia humana hay una alternativa típica a la
espiral de violencia: la formación de un estado. El estado es
aquella institución que reclama para sí el monopolio de la
violencia legítima en un determinado territorio. Por eso
todo estado es constitutivamente violento, como bien sabe
la Escritura. Caín, el primer homicida, es el primer funda
dor de una ciudad, es decir, de la forma más primitiva de
estado (Gn 4:17). Por eso el estado nunca supera radical
mente la violencia. En realidad, los grandes actos de
violencia, desde la antigüedad hasta nuestro tiempo, son
frecuentemente actos de un estado, dirigidos a asegurar su
territorio y su identidad "nacional".
El cristianismo primitivo admitió cierta legitimidad al
estado pagano. Allí donde todavía no se ha derramado el
Espíritu de Dios, y donde todo está gobernado por la lógica
retributiva, el estado puede poner un límite a la violencia.
Sin embargo, desde el punto de vista cristiano, existe un
camino mejor, que es el propio de quienes han sido
liberados de la lógica retributiva y siguen al Mesías Jesús.
Mientras que el estado es "vengador" (Ro 13:4), los
cristianos están llamados a devolver bien por mal, y por
tanto llamados a actuar en formas radicalmente distintas
de las que caracterizan a todo estado (Ro 12:1921). El
cristianismo no combate la violencia de los particulares, o
la violencia de algún estado, recurriendo la violencia de
otro estado, sino mediante el Espíritu mismo de Dios,
siguiendo el modelo de Jesús.
142 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
4. Para la reflexión
• Leer Mt 5:3848.
• Reproduce el golpear en la mejilla derecha (v. 39).
¿Cómo sería la posición de la mano derecha? ¿Qué
diferencia de clase social te sugiere?
• Quedarse desnudo ante la gente era un vergüenza
también para el que lo veía, según la cultura judía.
¿Qué efecto tendría esto en el tribunal?
• La milla (v. 41) era una medida romana. Era lo que los
romanos pedían a las poblaciones oprimidas: que les
ayudaran a llevar los bártulos del ejército durante una
milla. Pero de acuerdo a sus estatutos militares no
podían pedirles más que eso. ¿ Qué le diría un cen
turión romano al campesino que se empeñaba en
acompañar una milla más?
• Pon algún ejemplo de estrategias semejantes en el
contexto actual.
• ¿Has pensado en estrategias para reclamar derechos
tuyos, para defender posiciones de la iglesia, para
20. EL EVANGELIO DE LA PAZ 143
3. Para la reflexión
• Lee Hechos, caps. 24.
• ¿Por qué crees que en la historia de la iglesia cristiana,
siempre que ha habido movimientos de renovación
espiritual, ha habido siempre un deseo de compartir
los bienes?
• ¿Has experimentado la desaparición de las barreras
sociales entre los creyentes? ¿De qué manera?
• ¿Qué modos de compartir detectas en tu comunidad?
• Recuerda cuáles son los tres elementos del evangelio y
los tres momentos de recepción del evangelio.
22. El evangeliode Dios
n varias ocasiones, la Escritura designa a las buenas
noticias como "evangelio de Dios" (Me 1:14; Ro 1:1;
15:16; 2 Co 11:7; 1 Ts 2:89; 1 Pe 4:17). Ya hemos visto lo
que esta expresión significa de manera estricta: son las
buenas noticias de que Dios viene a reinar. Ahora bien, al
hablarnos de que Dios viene a reinar, el evangelio nos
habla de Dios mismo, y que nos habla de Él de una manera
tal que pueda considerarse como una buena noticia.
Veamos esto más despacio.
1. La revelación de Dios
En el evangelio se revela la justicia de Dios, tal como
vimos. Pero, al revelarse la justicia de Dios, Dios mismo se
revela. En los relatos del Antiguo Pacto, Dios asumía
ciertos roles relacionados con la opresión, precisamente
para excluirlos de su pueblo.
Así, por ejemplo, en la medida en que Dios asumía las
funciones de un guerrero, podía liberar a su pueblo sin que
éste disparara una sola flecha (Ex 14:14), y podía pedir a su
pueblo que no tuviera un ejército grande ni permanente
(Dt 17:16). En la misma perspectiva, la idea de Dios como
verdadero Amo de su pueblo fue el motivo para limitar la
esclavitud en Israel, convirtiéndola en una especie de
seguro de desempleo (Lv 25:3555). Del mismo modo, la
idea de que Dios era el rey de Israel impedía la i ntroduc
ción de la monarquía en Israel. Precisamente por ello, la
152 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
2. El Dios trino
La palabra "Trinidad" no aparece explícitamente en los
textos del Nuevo Pacto, sino que fue introducida más tarde
en el cristianismo. Sin embargo, en el Nuevo Pacto no
faltan expresiones trinitarias, que se refieren solemnemen
te a Dios como Padre, Hijo, y Espíritu, lo que sugiere que
estamos un modo usual y solemne de referirse a Dios en el
cristianismo primitivo (Mt 27:19; 2 Co 13:14). ¿Cómo se
puede entender esto?
154 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
3. Para la reflexión
• Lee Flp 2:511
• ¿Qué nos dice este texto sobre Dios mismo?
• ¿Qué ideas sobre Dios detectas en tu ambiente que
contradicen al Dios manifestado en Jesús?
• ¿Qué ideas de Dios han sido dañinas para ti mismo en
el pasado?
23. El evangelio eterno
n el libro del Apocalipsis, un ángel aparece portando
"el evangelio eterno para anunciarlo a los que moran
en la tierra, y a toda nación, tribu, lengua y pueblo"
(Ap 14:6). El evangelio es eterno porque es definitivo. ¿ Qué
quiere decir esto?
2. Disangelios
A lo largo de la historia del cristianismo no han faltado
muchos "disangelios", muchas distorsiones del evangelio,
en las que las buenas noticias dejaban de serlo. Cuando el
cristianismo se convirtió en religión oficial del imperio
romano, a partir del siglo IV, millares de personas se
hicieron "cristianas" sin necesidad de tener fe. Incluso
pasaron a ser masivamente bautizadas nada más nacer,
por el mero hecho de vivir en territorios "cristianos". En
este contexto, fácilmente se olvidó que la salvación era por
fe, y por tanto un don gratuito.
23. EL EVANGELIO ETERNO 159
Las personas simplemente tenían que cumplir una serie
de mandamientos para salvarse. En lugar de un evangelio,
lo que se propuso fue una religión que se podía imponer
por la fuerza a los que pertenecían a los territorios
dominados por los reyes cristianos. Algo que se expresa en
las cruzadas o en la conquista de América. El evangelio
pasó a ser una mala noticia.
También en el contexto medieval, Mahoma propuso una
simplificación: ¿para qué todas las complicaciones con la
idea de Dios, con la Trinidad, con la divinidad de Jesús? Lo
que se necesita es simplemente un Dios que ponga las
normas, y que las personas se sometan, y le obedezcan.
Jesús sería un mero profeta, en una presunta línea de
profetas, que culminaría en Mahoma. De nuevo aquí de lo
que se trata es de cumplir unas normas para ir al cielo. La
gracia desaparece, y con ella las buenas noticias. No hay
más noticia que la necesaria sumisión a una religión.
Modernamente, muchos han repetido la idea de
Mahoma. Jesús sería solamente un profeta, el representan-
te de una moral o el portavoz de una nueva religión. Podría
ser la moral más elevada del amor universal, la moral de la
solidaridad con los pobres, o la religiosidad suprema, que
nos eleva a Dios como Padre. En todos los casos, el reinado
de Dios no habría venido en Jesús, porque Jesús no sería
rey, sino solamente un profeta o un maestro. El reinado de
Dios sería más bien un orden moral, o social, que habría
que conquistar por nuestros propios esfuerzos morales, o
mediante nuestros esfuerzos religiosos.
En todos los casos, no hay buenas noticias. No hay
acción de Dios en Jesús, porque Dios no estaba en Jesús. En
lugar de proclamar lo que Dios ha hecho, solamente
tendríamos la mala noticia de todo lo que nosotros
160 AHORA ENTIENDO EL EVANGELIO
3. Para la reflexión
• Lee Col 2.
• ¿Cómo nos incorporamos al pueblo del Mesías: por la
fe o por las obras de la Ley?
• Si la incorporación fuera resultado de nuestros esfuer
zos, ¿habría alguna buena noticia?
• Si la salvación nos la diera la obediencia a algunos
"rudimentos" de este mundo (Col 2:2023), como en
las religiones, ¿la salvación sería algo gratuito? ¿Ten
dríamos buenas noticias?
• ¿Crees que el evangelio tiene poder para cambiar el
mundo? ¿Por qué?
• Recuerda cuáles son los tres elementos del evangelio.
24. ¡Ay de mí si no evangelizo!
I evangelio es la buena noticia de que Dios viene a
reinar. Es el contenido de la esperanza proclamada por
los profetas de Israel. Es una noticia ya cumplida,
porque Dios ha venido a reinar por medio del Mesías. Y es
una noticia actual, porque el Mesías de Dios sigue llegando
para reinar por medio de su Espíritu Santo.
La actualidad del evangelio nos impone a los creyentes
una especie de "necesidad". Es la necesidad de anunciar las
buenas noticias:
2. La noticia es noticia
En segundo lugar, recordemos lo que hemos señalado
desde el principio. El evangelio es una noticia, y por cierto
una muy buena noticia. Es la noticia de que Dios ha venido
a liberarnos, y a establecer su reinado, mediante el Mesías
Jesús, y que ese reinado de libertad continúa ahora por
medio de su Espíritu Santo.
Todas las noticiastienen algo en común. Y es que las
noticias solamente existen cuando son anunciadas. U na
noticia que no es comunicada no es noticia. Las noticias
24. ¡AY DE MÍ SI NO EVANGELIZO! 165
son noticias precisamente porque aparecen en un periódico,
o porque se cuentan de boca en boca, o porque salen en un
telediario. Una noticia que no se comunicara, no sería
verdaderamente una noticia.
Esto mismo sucede con el evangelio. El evangelio no es
una especie de teoría, que pudiera estar simplemente
depositada en los libros. El evangelio es una noticia, y la
noticia tiene su existencia cuando es comunicada. Si
dejamos de comunicar el evangelio, el evangelio deja de ser
noticia. Y, como el evangelio es una noticia, el evangelio
deja de existir si no se comunica.
3. El amor de Cristo
En tercer lugar, la necesidad de anunciar el evangelio es
una necesidad interior. El Espíritu Santo ha venido a morar
en nosotros no solo para hacernos súbditos del Mesías,
sino también para hacernos sus testigos. El amor de Dios ha
sido derramado en nuestros corazones mediante el Espíritu
Santo. Y este mismo amor es el que nos impulsa a anunciar
las buenas noticias:
4. Para la reflexión
• Piensa en maneras concretas en las que el evangelio
ha sido anunciado por otros cristianos a lo largo del
tiempo.
• Piensa en maneras concretas en las que hoy se puede
anunciar el evangelio.
• Pide al Espíritu de Jesús que te guíe para anunciar el
evangelio.
• Recuerda cuáles son los tres elementos del evangelio y
los tres momentos en la recepción del evangelio.
24. ¡AY DE MÍ SI NO EVANGELIZO! 167
• Lee lsaías 52:7. Mírate los pies. De esos pies se habla.
Camina, libera, sana, y proclama la llegada del
reinado del Mesías Jesús.
mJ Ediciones Biblioteca Mermo
publicaciones de AMyHCE
www.menonitas.org/biblioteca
_menno
¿Qué es lo que decimos cuando hablamos del «evangelio»?
Este libro está estructurado en forma de veinticuatro capítu
los, que toman su punto de partida de alguna expresión bíblica
relativa al evangelio. «El evangelio del reino». «La palabra de la
cruz». «El evangelio de vuestra salvación». «El testimonio de la
resurrección». Etc.
La pretensión «evangélica» consiste en una vuelta constante
a los orígenes mismos de las buenas noticias, más allá de las
tradiciones humanas. De ahí que estas páginas confrontarán
con el texto de la Escritra a quienes lean, para desde ahí definir
en qué consisten las buenas noticias.
Se puede utilizar tanto para la lectura personal como para el
trabajo en grupo. Cada capítulo trae preguntas de reflexión que
pueden ayudar a retener y a profundizar en lo que se ha leído.
Hablar de «evangelio» es hablar necesariamente de «evange
lización». Este texto resultará de ayuda para tener un buen
trasfondo y una solidez bíblica cuando comunicamos el sentido
del evangelio a las personas para quienes deseamos lo mejor de
la vida: el encuentro personal con Jesús.