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Brandon Abner Castillo Vázquez // 1658829 // Psicología Clínica // Mtra.

Clarissa Acosta

CASO 1 - APEGO EVITATIVO -

HLT es un chavo de 17 años que estudia actualmente en la preparatoria Técnica


Medica, sus padres se separaron porque su padre mantenía una relación amorosa
secreta con otra mujer. Él tenía 8 años cuando se separaron pero el menciona que la
única pelea fuerte que presencio y recuerda fue teniendo 5 años. Su padre los
abandono.

Su familia actualmente está constituida por el siendo el hermano mayor, un hermano


menor de 12 años (estos son hijos de su madre y padre) y un niño de 3 años (hijo de la
nueva pareja de su madre). Actualmente viven en la casa de la madre, ella tiene un
novio que también vive ahí. HLT menciona que no tiene relación cercana con ninguno
de los dos. Su mamá ‘solo le exige que no gaste tanto o que se consiga un trabajo’ y
prefiere evitarla. Con el novio tampoco mantiene relación ya que no es parte de su
familia. HLT menciona que le gusta cuidar del bebe (niño de 3 años) y comúnmente se
hace responsable también de su hermano de 12 años. Todos los fines de semana su
mamá sale con su novio fueras de la ciudad (con la familia de él) y los dos hijos
mayores se quedan en casa solos. El padre de HLT solo lo ve una vez al año y
comúnmente es en navidad. Sin embargo, mantiene contacto por texto con él, aunque
el siempre saque cosas negativas de su madre. Pero económicamente, nunca le ha
quedado mal a HLT.

Pienso que él tuvo un apego evitativo, ya que el refiere actualmente que no puede
mantener relaciones sociales estables con ninguna persona. Refiere que desde la
primaria no tiene amistades, fue hasta la secundaria donde quería ser aceptado por un
grupo, sin embargo, al ser aceptado, pensó que eran falsos amigos. Actualmente en la
preparatoria tiene solo dos amigas, y estudian en diferente salón. Refiere constantes
inconformidades dentro del aula. Menciona que él es diferente a todos y eso lo limita a
tener más amistades. Nunca ha tenido un ‘’mejor amigo’’ o ‘’mejor amiga’’ porque se
siente inseguro con contarle a todos de sus problemas o simplemente lo que está
viviendo. No tiene relaciones sociales con hombres, solo con mujeres. No se siente
atraído amorosamente por ninguna persona ya que menciona que es pérdida de tiempo
y quiere ahorita enfocarse en sus estudios.

Algo interesante que menciona es que al estar con sus amigas, y cuando ellas quieren
salir al baño, él les tiene que estar marcando para ver si ellas no se han retirado de
donde estaban. Constamente tiene temor de ser abandonado por sus amigas por lo
cual recurre a estas llamadas. En una sesión hablo que estaba enojado porque una
compañera con la cual siempre se va lo había dejado y ahora tendría que irse solo, el
menciona que no le enoja tanto que se vaya solo, sino que porque no lo espero y eso,
menciono también, que lo decepciona de las personas.

Considero que en sus pensamientos existe la contradicción de no necesitar de las


personas pero al mismo tiempo depender de ellas por llenar alguna ausencia. Y
también al preguntar de su infancia, menciona que fue normal y no tiene recuerdos
significativos (menciona tener problemas con la memoria).

Así que, pienso que su apego fue evitativo desde pequeño ya que sus padres, aun no
sabiendo en qué edad comenzaron las peleas, no muestran actual interés sobre
ninguno de sus hijos. Esto creando en el paciente, pensamientos que nadie estará para
él, racionalizando toda relación de amistad que quiera agregar y limitando al mismo
tiempo su afecto hacia las personas.

CASO 2 – APEGO AMBIVALENTE -

MALV es una niña de 3 años de edad adoptada en Nepal y llega a España a la edad de
11 meses. Tiene un hermano, también adoptado, de 6 años y ambos padres de 40
años. El nivel sociocultural de la familia es medio-alto y los padres muestran una
relación positiva entre ellos, siendo una familia bien organizada y unida.

Los padres acuden a consulta derivados por su pediatra por los problemas de ansiedad
de separación y de conducta especialmente durante el último año Estas dificultades
interfieren negativamente en la dinámica familiar, asimismo presenta problemas de
lenguaje.

Al mes de nacer M. ingresa en una institución donde convivía junto con otros 30 niños.
A los 9 meses, estuvo con una familia de acogida hasta el momento de la adopción.
Los padres indican que no parecía haber establecido vínculo con una figura de
referencia, ni en el orfanato ni con la familia de acogida. Al llegar a España, la
exploración médica realizada refleja un buen estado de salud. No ha sufrido
enfermedades relevantes.

En los hitos evolutivos, el desarrollo motor fue lento, anduvo a los 18 meses,
actualmente, es ágil tanto en la motricidad fina como en la gruesa. Respecto a los
hábitos de autonomía, fueron adquiridos con normalidad (esfínteres, alimentación,
sueño y vestido). En el área de la comunicación y el lenguaje, en el momento de la
adopción los padres no apreciaban problemas en la comprensión y, a nivel expresivo,
producía vocalizaciones y su evolución fue lenta. Actualmente continúa con retraso y
recibe estimulación en su centro escolar. A lo largo del proceso de adaptación a la
familia presentó problemas de conducta, y actualmente, continúa manifestándolos,
aunque en menor medida: es retadora, se frustra con facilidad y utiliza el silencio como
forma de llamar la atención. A nivel social, la describen como una niña tímida, retraída,
miedosa, meticulosa y ordenada. Los cambios le cuestan, mostrándose poco flexible.
Además, informan de la dificultad para separarse de la madre limitando la vida social
de la niña y de la familia. Ante estas situaciones la madre se angustia y la atiende y
coge en brazos porque atribuye que su hija "se siente poco querida" tiene "falta de
afecto" y "tiene miedo de que la abandonen".

Fue escolarizada en guardería a los 17 meses con problemas de adaptación,


estableciendo con su profesora un vínculo especial, no separándose de ella mientras
permanecía en la escuela. Con el inicio de Educación Infantil también, a los 2 años,
también tardó en adaptarse, llorando de forma persistente durante los dos primeros
meses. Se mostraba inhibida y rehusaba hablar con los profesores y los niños. Los
profesores también atribuían que estos comportamientos eran debidos a "la necesidad
de afecto de la niña".

Considero que MALV tuvo un apego ambivalente ya que como se mostró, no tuvo los
primeros días una figura de apego constante y sólida, sino fue creciendo con una figura
que le proporcionaba apego cuando podía (cuidador) haciendo en ella que al crecer
tuviera una dependencia de afecto con su mamá adoptiva, maestra, y cuidadora en la
guardería. También considero porque muestra rasgos de personalidad demandante e
intensos que ella misma se idealiza sus técnicas para así llamar la atención. Ella cree
que al tener cerca una figura proporcionadora de afecto tiene seguridad

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