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DOS CLASES DE FE

EL SECRETO DE LA FE REVELADO
Por E. W. Kenyon

Traducido por: Luis Torres Marques


Revisado por: Ing. Juan José Aguilar y Edgar R. Nava S.
INDICE
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EXPONIENDO EL ASUNTO-----------------------------------------------------------------------------
CAPITULO DOS.- LO QUE ES LA FE-----------------------------------------------------------------
CAPITULO UNO.- LA BASE DE LA FE---------------------------------------------------------------
Un fundamento ---------------------------------------------------------------------------------
CAPITULO TRES.-CLASES DE FE---------------------------------------------------------------------
La fe tal y como se muestra en el libro de los hechos----------------------------------------
CAPITULO CUATRO.- LAS DIFERENTES FASES DE LA FE------------------------------------
La fe creadora --------------------------------------------------------------------------
La fe que domina----------------------------------------------------------------------------------
La fe religiosa--------------------------------------------------------------------------------------
La fe en las experiencias-------------------------------------------------------------------------
CAPITULO CINCO.- LA FE DE REVELACIÓN-----------------------------------------------------
CAPITULO SEIS.- ALGUNOS ENEMIGOS DE LA FE---------------------------------------------
La esperanza----------------------------------------------------------------------------------------
Asentimiento mental------------------------------------------------------------------------------
La fe de conocimiento sensorial-----------------------------------------------------------------
CAPITULO VII.- FE EN TU FE--------------------------------------------------------------------------
La fe en la fe de los demás-----------------------------------------------------------------------
CAPITULO VIII.- ACCIONES CORRESPONDIENTES--------------------------------------------
CAPITULO IX.- CON EL CORAZON SE CREE------------------------------------------------------
CAPITULO X.- OBRANDO DE ACUERDO CON SU PALABRA--------------------------------
Fe y creer-------------------------------------------------------------------------------------------
Algunos hechos sobre el creer-------------------------------------------------------------------
CAPÍTULO XI.- LAS COSAS QUE NOS PERTENECEN-------------------------------------------
Disfrutando de nuestros derechos en cristo----------------------------------------------------
CAPITULO XII.- OBSTÁCULOS PARA LA FE------------------------------------------------------
Falta de comprensión-----------------------------------------------------------------------------
Las dos confesiones-------------------------------------------------------------------------------
La confesión correcta-----------------------------------------------------------------------------
Jesús sabía quién era el---------------------------------------------------------------------------
La confesión equivocada-------------------------------------------------------------------------
CAPITULO XIII.- LA ORACIÓN------------------------------------------------------------------------
La oración bajo el antiguo pacto----------------------------------------------------------------
La oración bajo el nuevo pacto------------------------------------------------------------------
Los que están recordándole a jehová-----------------------------------------------------------
La oración unida-----------------------------------------------------------------------------------
Cómo orar------------------------------------------------------------------------------------------
Es la voluntad del padre--------------------------------------------------------------------------
CAPITULO XIV.- ALGUNAS COSAS QUE DEBEMOS CREER---------------------------------
Algunas cosas que no hay que creer------------------------------------------------------------
CAPITULO XV.- RECIBIR, NO DAR-------------------------------------------------------------------
Todo esto es de dios-------------------------------------------------------------------------------
Todo es por gracia---------------------------------------------------------------------------------
CAPÍTULO XVI.- LA MENTE GOBERNADA POR LOS SENTIDOS---------------------------
CAPITULO XVII.- EL NUEVO MANDAMIENTO Y LA JUSTICIA-----------------------------
El efecto de la justicia ante el sufrimiento y la enfermedad---------------------------------
La relación de la justicia con la fe--------------------------------------------------------------
El efecto de la conciencia de pecado sobre la fe----------------------------------------------
Algunas confesiones que debemos hacer------------------------------------------------------
CAPITULO XVIII.- MI RECIBO-------------------------------------------------------------------------
Los problemas del pecado y de la enfermedad resueltos -----------------------------------
CAPITULO XIX.- LO QUE JESÚS DIJO SOBRE LA FE-------------------------------------------
Lo que Pablo enseñó------------------------------------------------------------------------------
EN RESUMEN-----------------------------------------------------------------------------------------------

EXPONIENDO EL ASUNTO

Las oraciones sin respuesta son una barrera que se interpone entre el individuo y una
vida de fe.

Algunos han perdido totalmente la fe; y muchos otros se han vuelto a los cultos
filosóficos y metafísicos, porque su vida de oración era un fracaso.

Si le preguntáramos al individuo cuál es su mayor dificultad en cuanto a su manera


cristiana de conducirse, pero creo que su respuesta sería invariablemente: “No tengo
suficiente fe; yo sé que la falla no está en Dios; y sé que las promesas están en la Palabra.
Sencillamente he fracasado en tener fe. He orado para obtenerla y también he ayunado,
pero no sé como obtenerla”.

La conversación que sigue a continuación, tuvo lugar entre un esposo y su esposa a la


hora del desayuno:

“No, no estoy perdiendo mi confianza en la Biblia, pero me parece que después de los
años que hemos estado asistiendo a la iglesia deberíamos haber obtenido la fe en alguna
parte. Yo tengo fe en las cosas que fabricamos. Sé que harán aquello que anunciamos que
harán”.

“Pero yo no sé que la Palabra de Dios hará lo que se anuncia que hará. Me gustaría saber
en qué consiste la dificultad y dónde reside esto”.

“En la oficina, cuando nos enfrentamos a un problema, lo resolvemos; pero en nuestra


Iglesia lo ocultamos; o lo ignoramos. Yo lo he ignorado tanto como he podido. Ahora debo
saber.”

Esta es la razón del presente libro. Lo hemos escrito con el fin de resolver el problema
de la fe de hombres y mujeres que piensan.
CAPITULO I
LA BASE DE LA FE

“Esta cuestión de la fe, me ha inquietado”---dijo un joven el otro día--- “El Pastor predicó
sobre este asunto el domingo. No me dijo como tener fe, pero me ha habló de la necesidad
de ella y lo que esta podría ser. Cito aquellas maravillosas palabras salidas de los labios del
Maestro: <Todas las cosas son posibles para el que cree> Marcos 9:23 <Si tuvieres fe como
un grano de mostaza...> Lucas 17:6 He tratado de tenerla. He hecho todo lo que sabía o
¿Alguien podría aconsejarme? pero parece tan difícil de obtenerla ¿Puede usted decirme en
donde reside la dificultad?”

El muchacho me simpatizó; era tan franco y tan sincero. La inquietud de su mirada fue un
reto para mí. Así que le dije: <La fe viene por medio de la Palabra de Dios> Romanos 10:17
“Tu tienes fe en el patrón para el cual trabajas. Si te promete un aumento de sueldo, tu no lo
pones en duda.”

“Tienes fe en el Banco, donde tienes tu cuenta corriente. Si te dicen que tu cuenta bancaria
está sobregirada, tú lo admites.”

“Tú sabes que tú y tú palabra son una sola cosa. Tu respaldas cada palabra de tus
promesas.”

“Dios y Su Palabra son uno. Dios respalda cada Palabra que promete. No solamente la
respalda Él, sino que Su Trono la respalda también.”

“El Señor dijo: <Yo apresuro Mi Palabra para ponerla por obra> Jeremias 1:12
“Dios es como un hombre de negocios. Él sabe que Su Palabra es el fundamento de todas
las cosas, de modo que El la respalda.”

“Jesús dijo: <El cielo y la tierra pasarán, más mis palabras no pasarán> Mateo 24:35
“Es esto lo que da fe... la integridad de esta Palabra.”

“La fe viene por el oír la Palabra, por entenderla y porque se convierta parte de nosotros.

“Voy a decir algo bastante duro. Estoy convencido que me comprenderás: La mentira, el
engaño y la falta de honradez son los distintivos de este mundo. Lo vemos en las relaciones
políticas a nivel internacional. Cada nación emplea a hombres en el servicio secreto, los
cuales se hallan espiando en todas partes, tratando de apoderarse de los planos estratégicos
de guerra, de los portaaviones, barcos, aviones y de otra índole, hasta el punto de que no
hay ninguna oportunidad de seguridad en ningún lado.”

“Es esta la razón de nuestra incredulidad, el ambiente esta lleno de mentira, de engaño, de
falta de honradez. Y por ello, cuando nos allegamos a la Palabra de Dios, la cual no puede
mentir, y que no puede ser desafiada, de una manera u otra, no estamos preparados para
aceptarla.”

“Satanás es un mentiroso y es el dios de este mundo” 2ª Corintios 4:4


“Jesucristo vino como la revelación de la Verdad. Él es el único que ha transformado en
honestos a los hombres, aún cuando el decir la verdad significaba que podrían ser llevado al
martirio de la hoguera. Aquí es donde vemos el fundamento de esta fe. Llegas a conocer a
Jesucristo por medio de la Palabra de Dios. El te introduce al Padre. Y luego tu comienzas a
actuar sobre la Palabra, a probarla, a disfrutarla, tal y como era.”

“Después de un poco de tiempo, descubrirás que obrando de acuerdo con lo que dijo
Jesucristo, o con lo que el Padre estableció en Su Palabra, eso se convierte en algo tan
natural como el obrar de acuerdo con la palabra de la persona para la cual trabajas.”

Y después de reflexionar concienzudamente, este joven me dijo: “Muchas gracias. Creo que
he aprendido algo, que nunca había visto antes.”

UN FUNDAMENTO

Hay solamente un fundamento para la fe: La Palabra Viviente.

Cuando somos uno con la Palabra en nuestros actos, la fe se convierte en una realidad
inconsciente. Ya nunca piensas en tu fe; piensas solamente en la necesidad y en la
capacidad de Él para conformarte a ella.

Si deseas que tu fe crezca, se ponga vigorosa y fuerte, sumérgete en la Palabra de Dios,


aliméntate de ella y medita en ella, hasta que seas uno con ella, en el mismo sentido en que
eres uno con tu negocio.

Descubre lo que eres en Cristo; cuales son tus privilegios; que piensa El de ti y que dice de
ti. Y... todo eso lo descubrirás en la Palabra de Dios.

CAPITULO II
LO QUE ES LA FE

<La fe es la sustancia conferida a las cosas que se esperan> Hebreos 11:1


La fe es asir las irrealidades de lo que se espera, para traerlas al reino de la realidad.

La fe crece y se desarrolla nutriéndose con la Palabra de Dios.


Es el titulo de garantía de lo que has esperado apasionadamente, es el fin tuyo.

Es <la evidencia de las cosas que no se ven> Hebreos 11:1

Tú esperas tener dinero para hacer frente a ese compromiso; la fe te da la seguridad de que
lo tendrás cuando lo necesites.

Tú esperas fortaleza física para hacer la actividad o que hacer que sabes debes hacer. La fe
te dice: <Dios es la fortaleza de mi vida, ¿De quien temeré?> Salmos 27:1
El conocimiento sensorial o de los sentidos, ha dado al Cuerpo de Cristo, la Iglesia en
General, un Asentimiento Mental, el cual se parece tanto a la fe, que mucha gente no puede
notar la diferencia. El Asentimiento Mental es: admitir como cierto, es aprobación. Esta
viendo la Palabra de Dios, la esta admirando, pero esta diciendo para sí: “es verdad, pero no
se aplica en mi caso”

El Asentimiento Mental esta de acuerdo en que, la Biblia es la Revelación, acepta que vino
de parte de Dios y que cada palabra suya es verdadera; y sin embargo, cuando llega el
tiempo de la crisis, sencillamente no opera. Reconoce simplemente lo verdadero de ese
Libro Maravilloso llamado la Biblia, pero no actúa de acuerdo con él.

La esperanza dice: “Lo conseguiré alguna vez”

La fe dice: “Ya lo he conseguido”

El Asentimiento Mental dice: “Es hermoso. Sé que debiera tenerlo. Por alguna razón no lo
consigo. No puedo entenderlo.”

La fe de conocimiento Sensorial dice: “Cuando lo vea, cuando lo sienta, cuando lo


experimente, sabré que lo tengo.”

La fe verdadera en la Palabra de Dios dice: “Si Dios dice que es verdad” ¡Así es! Si él
dice que >Por sus llagas yo soy sanado> Isaías 53:5 ¡Lo soy!; Si Dios dice que <El mismo
suplirá toda necesidad mía> Filipenses 4:19¡El lo hará! ; Si Dios dice que <Él es la fortaleza
de mi vida> Salmos 27:1 ¡Lo es en efecto! Y de esta manera yo realizo mi trabajo, mi acción,
¡PORQUE, ÉL ES, LO QUE DICE QUE ÉL ES Y YO SOY, LO QUE ÉL DICE QUE
YO SOY!

¡Si Él dice que yo soy fuerte, lo soy! ¡Si Él dice que estoy sano, lo estoy! ¡Si Él dice que
cuida de mí, estoy seguro que lo hace! Y serenamente descanso en Su Palabra, haciendo
caso omiso de las evidencias que solo satisfarían a los sentidos.

La fe verdadera esta edificada sobre la Palabra de Dios. No esta mancillada por el


Conocimiento Sensorial. Esta fe verdadera, es tan inconsciente de sí misma, como la fe de
un pequeñito en su mamá. Este niñito no dice: “Mamá, creo en tu palabra, sé que si te pido
una pieza de pan, me la darás.” Si dijera tales cosas, asustaría a su mamá, ella se
preguntaría: ¿Qué le habrá acontecido a mi hijo?
Hemos construido alrededor de la fe genuina, una fraseología que es, como un enredo de
alambre de púas.

Tú escuchas a hombres y a mujeres decir: “Señor, creo. Ayuda mi incredulidad” Marcos 9:24
Los oyes orar pidiendo fe. Los escuchas decirle a Dios, que saben que lo que El dice, es
verdad y que cada Palabra que El ha hablado es cierta.

Todo ello indica el dominio del Conocimiento Sensorial sobre sus espíritus; es decir, que la
Palabra de Dios no ha obtenido, todavía, la supremacía sobre sus vidas.

La fe, es el resultado de la Palabra de Dios, habitando en nosotros. Yo no me refiero a la


Palabra de Dios aprendida de memoria. Me refiero a la Palabra de Dios practicada y
vívida, hasta que se convierte en parte de nosotros mismos. Meditamos en ella. Pensamos
en ella. Nos alimentamos de ella. Así, la Palabra de Dios se convierte en parte de nosotros
mismos; y esta Palabra de Fe, nos da confianza y seguridad.

El Conocimiento Sensorial peleará férreamente cada centímetro de nuestro camino en la fe,


para tratar de retenernos en el reino de las cosas que se ven, que se sienten y que se oyen;
pero nosotros nos encaminamos decididamente, con toda persistencia hacia la Palabra de
Dios, hasta que esta se convierta en parte de todo nuestro ser; hasta que la Palabra se hace
real.

CAPITULO III

DIVERSAS CLASES DE FE

En cierta ocasión, di una Conferencia sobre la Nueva Creación, en la cual dije, sin aportar
alguna prueba de las Escrituras, qué los primeros discípulos no habían nacido de nuevo sino
hasta el día de Pentecostés, y que la salvación vino hasta ese momento, como resultado de
la fe en Jesucristo como su Substituto.

Después de la Conferencia, una persona me dijo: “¿Marta no fue salva? Ella creyó en
Jesucristo ¿La gran declaración de Pedro el Apóstol, no le originó la Salvación?

Entonces ¿Qué clase de fe tuvo la gente en Jesús, antes de Su muerte y antes de Su


resurrección? En Juan 20:9 se nos dice: <Porque aún no habían entendido las
Escrituras. Que era necesario que El resucitase de los muertos> Esta es una parte de la
dramática historia relacionada con la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Nosotros sabemos muy bien, que la salvación eterna, depende de nuestra fe en Jesucristo
como nuestro único Substituto; de que Él murió por nuestros pecados en la cruz y de que se
levantó de los muertos para nuestra Justificación. Romanos 4:25
La clase de fe de Marta se describe en Juan 11:27.- <Y ella le dijo: ‘Sí Señor; yo he creído
que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que ha venido al mundo> Ella no tenia esa fe en
Jesucristo, como Aquel que había muerto y que había resucitado como su único Substituto
y Salvador personal. Ella tenía fe en el cómo el Hijo de Dios, solo como el Mesías que se
había prometido desde el Antiguo Testamento.

El Apóstol Pedro hizo también, otra confesión de Jesús: <Y Simón Pedro respondió y
dijo: ‘Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente> Mateo 16:16 Como verás, esta no fue una
confesión de que Cristo había muerto por sus pecados y que había resucitado para su
Justificación, sino que únicamente fue una confesión de Su Mesianismo y de que Él era El
Hijo de Dios.

Hay otro tipo de confesión en los cuatro Evangelios que llama sorprendentemente la
atención. <Y ellos le dijeron: ¿Qué señal haces tú, para que veamos y creamos en ti?
¿Qué obra haces?> Juan 6:30 Nótese la expresión: <Para que veamos y creamos>

Tal vez, debemos volver a Juan 20:25, para enterarnos de lo que Tomás dijo. Jesucristo ya
se había aparecido a los discípulos después de Su Resurrección, pero Tomás no estuvo
presente. Entonces ellos mismos le contaron lo que había ocurrido. Y Tomas les respondió:
“...si no viere sus manos la señal de los clavos, y pusiere mi dedo en la señal de los
clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.” Tomás estaba dispuesto a creer si
podía tener la evidencia.

Jesús entonces se le apareció. Versículos 27 al 29. “Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo,
y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino
creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo:
Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.”

Aquí se contrastan dos clases de fe:

1. Una es la Fe de Conocimiento Sensorial que esta basada en la evidencia física. Vemos y


creemos. Oímos y creemos.
2. Jesucristo habla de Otra Clase de Fe donde los que creen, no ven, no palpan, no oyen, y
no obstante, creen.
La fe que la gente tuvo en Jesús durante su ministerio terrenal, fue la fe de Conocimiento
Sensorial.

Es este uno de los descubrimientos más asombrosos que jamás hayamos hecho en este
transitar de la fe, eso nos aclara muchas cuestiones. La gran mayoría en la Iglesia tiene fe
de Conocimiento Sensorial en vez de Fe en la Revelación que Dios nos ha dado.

Durante el ministerio terrenal de Cristo, los judíos estaban bajo el primer pacto. Estaban
bajo la sangre de toros y de machos cabríos.
No tuvieron la vida eterna, hasta que Cristo murió y resucitó, porque ninguno de ellos creyó
en Cristo como un Salvador. No creyeron en su obra de Substitución, y no sabían nada de
ella.

Lucas 24:10 al 16 nos da una relación vívida de la condición de los discípulos después de la
resurrección del Señor Jesús. Había aparecido a María y a algunos otros. Y fueron
apresuradamente al lugar donde los discípulos estaban reunidos: “Eran María Magdalena,
y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los
apóstoles. Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían. Pero
levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se
fue a casa maravillándose de lo que había sucedido. Y he aquí, dos de ellos iban el mismo
día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén. E iban
hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. Sucedió que mientras
hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos. Mas los ojos
de ellos estaban velados, para que no le conociesen.”

Por entonces no había fe salvadora en los discípulos. Ellos no le saludaron como su


Salvador. Estaban confundidos y titubeantes por su aparición. Le reconocieron porque
vieron la evidencia de la crucifixión en su cuerpo, y supieron que era Él.

Los discípulos tenían fe en Jesús como un Mesías, solo como el Hijo de Dios, pero no
como un Substituto de sus pecados, no como un Salvador del pecado. Lo vieron como su
Libertador político del yugo del Imperio Romano.

El Conocimiento de la Obra de Sustitución de Cristo no llegó a ellos claramente sino que


hasta que Dios se lo dio a Pablo.

Este conocimiento lo tenemos en Su Revelación a Pablo en las Epístolas.

LA FE TAL Y COMO SE MUESTRA EN EL LIBRO DE LOS HECHOS.

De acuerdo con el relato de los primeros 15 capítulos del Libro de los Hechos, tomemos
nota de la fe que los discípulos tenían antes de que fuera conocida la Revelación Paulina.

Hechos Uno.- Los discípulos se encontraron con El Maestro. Lo tocaron. Comieron con El.
Escucharon su voz. Su fe en El se basaba sobre la evidencia de los sentidos.

Esa no es la Clase de Fe que tu tienes. Tu nunca has visto a Jesús físicamente. Tu nunca has
escuchado su voz, y jamas has tocado su cuerpo. Sin embargo, tu crees que se levanto de
entre los muertos.

Ellos habían vivido con Él antes de su muerte.

Y durante cuarenta días después de Su Resurrección habían convivido con El otra vez.

Lee cuidadosamente Hechos 2:1-4 “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos
unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que
soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas
repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos Y fueron todos llenos del
Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que
hablasen.”

Escucharon el sonido del viento recio. Vieron las lenguas repartidas como de fuego que se
asentó sobre cada uno de ellos. Se oyeron hablar en lenguas y glorificar a Dios. No hubo Fe
de Revelación; fue simplemente Fe de Cnocimiento Snsorial. Creyeron en las lenguas
porque las escucharon. Creyeron que el Espíritu había descendido porque habían visto la
evidencia. Los milagros llenos de poder que siguieron, y que se encuentran relatados en el
tulo 5 de los Hehos, dieron a las multitudes una gran fe en la Resurrección de Él Señor
Jesús.

Esta no era la Clase de Fe que tu tienes hoy, porque en este momento tu no tienes las
evidencias físicas que ellos tuvieron en Jerusalén.

1ª de Juan 1:1-4.- “Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto
con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo
de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos
la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído,
eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra
comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os
escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.”

Ahí estaban Pedro y algunos otros que habían visto a Jesús con sus propios ojos despues de
la Resurrección, y con sus propias manos lo habían tocado.

Jesucristo les había dado el derecho de usar Su Nombre y de poner sus manos sobre los
enfermos. Y Ellos manifestaron tal Autoridad.

En Hechos 3:6.- “Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el
nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Y tomándole por la mano derecha le
levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos; y saltando, se puso en pie y
anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. Y todo el
pueblo le vio andar y alabar a Dios. Y le reconocían que era el que se sentaba a pedir
limosna a la puerta del templo, la Hermosa; y se llenaron de asombro y espanto por lo
que le había sucedido.”

Pedro y Juan usaron el Nombre de Jesucristo para sanar al hombre paralítico que estaba en
la puerta “La Hermosa” del Templo. La multitud pudo contemplar la sanidad del hombre al
que habían conocido como un invalido. El Shanedrín no pudo decir nada cuando los
arrestaron.

Hechos 4:14.- “... y viendo al hombre que había sido sanado, que estaba en pie con
ellos, no podían decir nada en contra.” Este milagro cerró sus bocas.
En Hechos 2:37-38.-“Al oir esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los
otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y
bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y
recibiréis el don del Espíritu Santo.”

Cuando la gente preguntó en el día de Pentecostés: “Varones y hermanos, ¿Que debemos


hacer para ser salvos?”, Pedro no les dijo que debían creer en el Señor Jesucristo. Dijo
simplemente: “Arrepiéntanse y bautícense cada uno en el nombre de Jesucristo para
remisión de sus pecados.”

La Revelación de la Fe no llegaba todavía. Dios estaba tratando con ellos como si fueran
niños; y no les pidió que creyeran nada que no pudieran ver, escuchar o tocar.

Es interesante hacer notar que muchas veces los que son ya creyentes nos han dicho:
“Queremos un tipo primitivo de Cristianismo tal y como lo tuvo la Iglesia en los primeros
años de su existencia.”

Tales creyentes no se dan cuenta que al intentar tener tal tipo de Cristianismo están
repudiando la verdadera Fe y la Palabra de Dios. Con tal actitud están diciendo que nadie
ha recibido el Espíritu Santo si no ha tenido una manifestación física de ese hecho. Están
declarando que no creen que Dios esta en medio de las gente a menos que haya una
evidencia de los sentidos.

Esa no es fe en la Palabra de Dios. Esa es la Fe en los Sentidos. “Lo vi”; “lo escuche”; “lo
palpe”; “lo sentí”; por consiguiente, creo que lo tengo.

Gálatas 3:2-3.- “...esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las
obras de la ley, o por el oír de la fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el
Espíritu, ahora vais acabar por la carne? (¿vais a acabar en los sentidos?)

Puedes darte cuenta que Dios ha tratado en grandísima Gracia con nosotros como hijos e
hijas, no obstante por razón del tiempo, deberíamos haber crecido y aprendido a andar por
fe y no por vista.

Si estudias con todo cuidado los primeros quince capítulos del libro de los Hechos, notaras
que no hay ni la más ligera evidencia de que alguno de ellos hubiera entendido la Obra de
Substitución. No hay ninguna insinuación alguna de la gran la enseñanza de la Justicia. No
hay ninguna indicación de que hubieran entendido el significado del Nuevo Nacimiento. Lo
disfrutaron, anduvieron en la plenitud de él; pero no lo entendieron.

Eso iba a venir más tarde por la Revelación que el Padre daría al Apóstol Pablo.

Esperaríamos, naturalmente, que en el libro de los Hechos hubiera algún indicio de los
grandes asuntos de: La Redención, la Substitución, la Nueva Creación, el Ministerio de
Jesús a la diestra del Padre, sin embargo no hay ninguna insinuación de ellos.
Lo que más pudiera aproximarse a algo semejante se encuentra en Hechos 15:10-11 en el
concilio de Jerusalén. Pablo presentó ante los Apóstoles el mensaje que estaba predicando.

Entonces Pedro dijo en Hechos 15:10-11.- “Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo
sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido
llevar? Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo
que ellos.”

Sé refería en la primera parte de esta cita, a la observancia de la Ley bajo el primer pacto.
En la segunda, a los creyentes Neotestamentarios.

Antes de considerar la Fe de Revelación, debemos hacer notar las diferentes Clases de Fe


que los hombres tienen en Jesucristo hoy.

La Ciencia Cristiana (que ni es Ciencia y ni para nada es Cristiana, es una secta dañina), los
Unitarios, AA, el Humanismo, cualquier religión Oriental, Los Naturistas, La Nueva Era y
los demás Maestros Metafísicos y Filosóficos de nuestros días, no creen que Dios es una
persona. Ellos nos dirían que El “es una Mente Perfecta”, pero “que no tiene localización”.
“Es solo una Gran Mente Universal que vive en cada individuo” “Que no tiene un lugar
fijo.” “Es una mente sin cerebro”, “sin personalidad”.

No creen en el pecado de acuerdo con lo que enseña Pablo conforme a la Revelación que
le fue dada.

No creen que Jesucristo murió por nuestros pecados, sino que su muerte fue la de un mártir.
No creen que el tuvo una Resurrección literal, una Resurrección física, sino como alguien
de ellos lo ha expresado erróneamente: “Una resurrección metafísica (quiere decir,
cualquier cosa que eso signifique)”

Si Dios no es una persona y Jesucristo no quitó el pecado, entonces ¿Quién es Jesús y cuál
es el valor de nuestra fe en Él?

Uno de esos Maestros llama a Cristo “el que muestra el camino”. Pero Cristo no es el que
muestra el camino. ÉL ES EL CAMINO. La fe de estas gentes en Jesús, y su fe en Dios es,
después de todo, una fe en ellos mismo y en los que llevan en forma inherente dentro de si
mismos. Creen en sí mismos, creen en el yo, su yo es su dios. (Esta enseñanza se ha
difundido en muchas partes, a traves de cursos de superacion personal y empresarial y los
mismos cristianos la han confundido con la Fe de Revelación)

Eso ha producido cambios poderosos en ellos, pero jamas ha producido una Nueva
Creación, ni los ha llevado a una comunión real con el Dios Padre ni tampoco les ha dado
Su Justicia.

¿Cuál es la fe que tienen hoy los modernistas?

¡No es fe en Jesucristo como un Sustituto, porque no creen en el Sacrificio Sustitutivo de


Cristo! ¡No es fe en Dios Padre tal y como nos lo Reveló Jesús! Es fe en el concepto y en el
criterio que el hombre tiene de Jesús. Y esto no produce una Nueva Creación. ¡Esto no
salva al perdido!

El hombre tiene fe en la ciencia y proclama en alta voz que “la ciencia es el dios moderno
del humano.” ¡Pero la ciencia es apenas un fragmento del conocimiento que el hombre ha
reunido, a partir del gran cuerpo de la verdad escondida que existe en el universo!

El hombre ha obtenido tal conocimiento a través de los cinco sentidos, los cuales han sido
incapaces de encontrar la razón de ser de la creación o los origenes y la causa de la
creación. ¡No han descubierto con exactitud el origen de la vida o del movimiento; ni la
autoridad o el poder que mantiene unido al universo!

No conocen la razón de ser del hombre ni el fin del mismo. Y así como el Conocimiento
Sensorial es limitado, la Fe de Conocimiento Sensorial es limitada también.

CAPITULO IV

LAS DIFERENTES FASES DE LA FE

La fe nunca ha sido tratada con justicia por la Iglesia, no obstante aunque la fe haya dado
origen a los mayores logros del hombre.

Woolworth (el de las cadenas de tiendas) tuvo fe en la mercancía de cinco y diez centavos,
y acumulo una fortuna de $60,000,000,00 de dólares y abrió tiendas en infinidad de lugares.

Henry Ford tuvo fe en un automóvil de bajo precio que cualquiera pudiera comprar.

La fe es el elemento mas grande para hacer avanzar la civilización.

Y así como la fe meramente humana es el origen de tales conquistas en el reino natural, de


la misma manera la fe del creyente en El Padre y en Su Palabra es el origen de los logros
espirituales.

El Predicador que tiene fe en el mensaje que esta dando, descubre que la Palabra produce
resultados de fe en el corazón de aquellos que le escuchan.

Tiene fe en la Palabra, en que Dios esta en ella y la respalda.

Tiene fe en la humanidad, en que responderá a aquello que se le esta dando.

Tiene fe en el Amor, en la Clase de Amor de Jesús.

Cree que esta es la solución de todo problema humano y que la familia que practica el
Amor produce el mas alto tipo de carácter cristiano.
Fue un gran día en mi vida cuando descubrí que Dios era un Dios de Fe.

Yo sabia que era un Dios de Amor. Sabia que era un Dios Justo, Omnipotente y
Omnisciente; cuando descubrí primero que nada que era un Dios de Fe, me di cuenta de
que era natural para nosotros, Sus hijos, andar por fe.

LA FE CREADORA

Hebreos 11:3.- “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la Palabra
de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”

Fue una nueva creación...no una creación rehecha formada de mundos gastados. Descubrí
que estaba gobernada por palabras. Hebreos 1:3.- “El cual, siendo el resplandor de su
gloria, y la misma imagen de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la
palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados, por
medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas ”.

Hay dos grandes palabras usadas una y otra vez en el primer capitulo del Génesis: “Sea
hecha”. Fueron palabras llenas de fe las que hicieron nacer el universo, y palabras llenas de
fe son las que lo gobiernan hoy.

Jesucristo nos dio algunas ilustraciones de la Fe Creadora.

Mateo 15:30-31.- Dice que lo mutilado fue restaurado: “y se le acerco mucha gente que
traía consigo a cojos, ciegos, mudos, mancos y otros muchos enfermos; y los pusieron a
los pies de Jesús, y los sano: de manera que la multitud se maravillaba viendo a los
mudos hablar, a los mancos sanados, a los cojos andar y a los ciegos ver; y
glorificaban al Dios de Israel.”

He conocido a mujeres a las que de forma maravillosa, les fueron restaurados órganos que
los cirujanos les habían operado.

La Fe Creadora es tan real hoy como lo fue cuando Jesús anduvo en Galilea.

LA FE QUE DOMINA

Esta es la Fe que gobierna las circunstancias.

En Hebreos 1:3 vemos una descripción de Jesús: “El cual, siendo El resplandor de Su
Gloria, y la imagen misma de Su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la
palabra de Su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por
medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”.

Aquí no es solamente un Creador, sino que también gobierna aquello que ha creado.
Gobierna El universo por la Palabra de Su Potencia. Tenemos aquí una ilustración de su
dominio de las fuerzas de la naturaleza:
Mateo 8:26.- “...entonces se levanto y reprendió a los vientos y al mar; y hubo una gran
calma.”

Jesucristo gobernó al viento y al mar. ¡Cómo causo asombro Su Autoridad a aquellos que le
observaron! Decían: “¿qué hombre es este que manda a los vientos y a las olas y le
obedecen?” (verso 27)
En Lucas 5:1-11 lo contemplamos gobernando a los peces del mar:

Había usado la barca de Pedro como púlpito por un poco de tiempo; y luego pago por
haberlo usado.

Dijo: “Pedro, ¿pescaste algo anoche?”. Y Pedro le respondió: “No, Maestro.” Jesús le
dijo entonces: “echa tus redes a lo profundo.” Y Pedro dijo: “sé, maestro, que aquí no
hay peces, pero conforme a tu palabra, echare la red.” Y las redes se llenaron al
instante.

Tal es la Fe que domina y gobierna.

Marcos 1:32-34.- “Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los
que tenían enfermedades, y a los endemoniados; y toda la ciudad se agolpó a la
puerta. Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó
fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.”

Jesús gobernó a los demonios y estos reconocieron su dominio sobre ellos.

Juan 11:39-44. En la resurrección de Lázaro, Cristo se muestra como el Señor sobre la


muerte. Dijo: “quitad la piedra.” Y luego ordeno a Lázaro que saliera. ¡Jesucristo tenia
la Fe que domina!

¡Ejerció dominio sobre las fuerzas demoniacas! ¡Gobernó las obras del diablo! ¡Él era
Señor! ¡Ordeno a una higuera que se secara y esta se seco desde las raíces! ¡Fue monarca
absoluto de las leyes que gobiernan al universo!

LA FE RELIGIOSA

Muy pocos de nosotros nos damos cuenta de cuan poderosa es la fuerza de la fe religiosa
hoy día.

Los hombres tienen fe en los Credos, en las Organizaciones, en su Iglesia, en la Medicina,


en los Doctores, en la Ciencia Medica, en la Cirugía, en las buenas obras, en los actos
bondadosos, en dar dinero, en el arrepentimiento y en la penitencia.

Es sorprendente la fe que el hombre común tiene en algo que él o alguien más puede hacer.
FE EN LAS EXPERIENCIAS

Tal vez la mas engañosa de las diferentes Clases de Fe, es la fe en las Experiencias. La
gente dice lo que ha sentido, lo que ha oído y lo que ha visto.

Alguien me dijo recientemente: “No estoy curado, no he sido capaz de demostrar mi fe.”
Tal persona tiene fe de Conocimiento Sensorial. Y personas como estas, deben tener
evidencia física o sino, no creen. Entre los múltiples engaños que se han apoderado de la
Iglesia moderna (Los grupos cristianos en la actualidad), no hay otro más dañino que éste.

Algunos no creen que han recibido el Espíritu Santo hasta que han tenido alguna
manifestación de orden físico (Temblor, caida, risa, lloro, escalofrio etc.). No creen que han
sanado hasta que dejan de sentir dolor en su cuerpo. No creen que Dios ha escuchado su
oración hasta no ver una evidencia física de la respuesta.

Hemos visto en este tipo de fe que el Conocimiento Sensorial y la evidencia de los sentidos
toman el lugar que la Palabra de Dios debe tener.
Por el contrario en la Fe por Revelación la Palabra de Dios tiene el primer lugar. No
depende de evidencias físicas. La Fe por Revelación cree que ninguna Palabra de Dios esta
desprovista de poder, y descansa con una confianza firme y tranquila en lo que Dios ha
declarado. Acepta la Palabra como el argumento final sin ninguna otra evidencia. Si la
Palabra lo dice, es suficiente.

El enfermo lee en Isaías 53:4.- “Ciertamente Él llevó mis enfermedades y sano mis
dolencias” y dice con firmeza: “Gracias, Padre...entonces, yo estoy sanado.”

Esta es la Fe del Nuevo Pacto o la Fe por Revelación.

CAPITULO V

LA FE DE REVELACION

La Revelación Paulina. Se basa En tres grandes pasajes del Antiguo Testamento.

El primero es Génesis 15:6.- “ y Abraham creyó a Dios y le fue contada por justicia.”

Esto significa que Abraham había hecho <una dedicación sin reservas a Jehová> y Dios
se lo había contado por justicia. Esta <dedicación sin reservas> es idéntica a la
declaración que se encuentra en Romanos 10:9-11.- “Que si confesares con tu boca que
Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás
salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para
salvación. Pues la Escritura dice:‘Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.”
La Revelación de Fe tal como le fue dada a Pablo, demanda la confesión con nuestros
labios del Señorío de Jesús. Esto significa una <dedicación sin reservas> a la Palabra de
Dios, porque la Palabra toma el lugar del Cristo ausente fisicamente.

El segundo pasaje se encuentra en Isaías 28:16.- “He aquí que yo he puesto en Sión por
fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que
creyere, no se apresure.”

Existen otras dos traducciones de este mismo pasaje: “todo el que creyere en El no
andará errante buscando distraídamente otro fundamento”; y “todo el que creyere en
El no será avergonzado.”

El versículo, dice que todo el que haga esto, no será avergonzado. Independientemente de
las circunstancias, de las apariencias o de las evidencias sensoriales, su caso descansa
totalmente en la Palabra de Dios.

El tercer pasaje es el de Habacuc 2:4.- “El justo por su fe vivirá” Eso nos lleva un paso
mas adelante. En otra versión dice. “Mi justo por la fe vivirá”

“Justo” quiere decir que ha sido hecho justo por una Nueva Creación. Va a andar, no por
vista o por sensaciones, sino por fe. Dicho de otro modo, va a andar por lo que dice la
Palabra de Dios.

2 Corintios. 5:7 .- “...porque andamos por fe, no por vista.”

Hebreos 10:38.- “Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradara a mi alma.”o
“mi justo vivirá por la fe, mas si se retirare, no agradará a mi alma”.

En cada uno de estos pasajes hay un reto a nuestra confianza. Tú eres su Justo. Tienes que
vivir por fe. No vas a volverte a las evidencias de los sentidos y al Conocimiento Sensorial,
sino que vas a andar con El a la luz de la Palabra de Dios. Harás lo que hizo Abraham.

Estas contemplando la Palabra y estas recibiendo fortaleza por medio de la fe, dando gloria
a Dios, porque tu reconoces que Dios es capaz de hacer válido en ti todo lo que ha
prometido en su Palabra. Descubrirás que al principio de su gran argumento en la Epístola a
los Romanos, Pablo menciona la fe de Abraham como un prototipo o ejemplo.

Romanos 4:3-5.-“Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue


contado por justicia. Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino
como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es
contada por justicia.”

La justicia significa la capacidad de estar en la presencia de Dios sin el sentido de pecado,


de culpa o de inferioridad. Es interesante notar que después de que Dios justifico a
Abraham, este intercedió insistentemente por la protección de Sodoma y de Gomorra.
Lee con cuidado Génesis 18:16-33, allí se destaca la Fe Intrépida de Abraham: “Y los
varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos
acompañándolos. Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer, habiendo
de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las
naciones de la tierra? Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que
guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre
Abraham lo que ha hablado acerca de él. Entonces Jehová le dijo: Por cuanto el clamor
contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en
extremo, descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha
venido hasta mí; y si no, lo sabré. Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia
Sodoma; pero Abraham estaba aún delante de Jehová. Y se acercó Abraham y dijo:
¿Destruirás también al justo con el impío? Quizá haya cincuenta justos dentro de la
ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que
estén dentro de él? Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea
el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer
lo que es justo? Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro
de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos. Y Abraham replicó y dijo: He
aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza. Quizá
faltarán de cincuenta justos cinco; ¿destruirás por aquellos cinco ? Y volvió a hablarle, y
dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por amor a los cuarenta. Y
dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se hallarán allí treinta. Y respondió:
No lo haré si hallare allí treinta. Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi
Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte. Y
volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se
hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez. Y Jehová se fue, luego
que acabó de hablar a Abraham; y Abraham volvió a su lugar.”

Abraham no era justo como lo somos nosotros. Su Justicia le fue simplemente atribuida. Le
fue contada. Le dio aceptación con Dios.

El pasaje que anteriormente leimos de Romanos 4, nos dice que la Justicia no nos es
atribuida por las obras. Sino que tal Justicia no es concedida sobre la base de la fe. El
hombre y la mujer no tienen que trabajar para conseguirla, la aceptan como una dádiva,
como un regalo.

Efesios 2:8-9.- “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”

La Salvación, la Redención, la Vida Eterna, la Nueva Creación, la Presencia Interior del


Espíritu Santo, el derecho legal de usar el Nombre de Jesús y todos nuestros privilegios
como hijos e hijas de Dios, están basados en la gracia por medio de la fe. Nadie lo merece.
Ninguno tiene mejor posición que el otro. Todos tienen la misma Justicia, los mismos
privilegios, la misma posición, porque todo es de gracia.

La fe de Abraham esta descrita en Romanos 4:18-21.- “El creyó en esperanza contra


esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho:
Así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya
como muerto (siendo de casi cien años ), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco
dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a
Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había
prometido”

<El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes.> Esa
declaración es asombrosa. La fe tuvo que combatir contra la esperanza, y triunfó la fe.

La esperanza es siempre en el futuro. La fe siempre es el ahora. La esperanza pudo haber


privado a Abraham de un hijo, pero la fe combatió contra la esperanza, la derrotó, y recibió
como recompensa a Isaac.

Versículo 19.- <Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como


muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por
incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,
plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había
prometido.>

¡Que cuadro más bello de la fe!

Abraham no tenía nada sobre qué confiar sino en la Palabra de un ángel. Y no obstante el
creyó en esa palabra; miró su cuerpo y se dijo: “Tengo noventa y nueve años; he rebasado
la edad para poder ser padre de un hijo.” Penso luego en Sara; tenia noventa años. El sabia
que era demasiado anciana para tener un hijo.

Y sin embargo, volviéndose de la evidencia de sus sentidos, consideró la Palabra que Dios
había pronunciado por medio del ángel, y fue fortalecido por la fe, dando gloria a Dios.
Porque dijo sin miedo y sin duda: <¡Dios es capaz y poderoso para hacer todo lo que ha
prometido!>

Esta no es Fe de Conocimiento Sensorial. Es Fe de Revelación. Precisamente ésta es la


Clase de Fe que Pablo nos ha dado en su Revelación.

Nóta lo que dice el verso 22: “por lo cual también su fe le fue contada por justicia.”

El no tuvo la Justicia que tenemos nosotros. Le fue contada; se le acreditó.

Romanos 4:23-25.- “Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, sino
también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en
el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestras
transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.”

Y la traducción literal dice:


“Y no solamente por él fue escrito que le haya sido contada; sino también por nosotros
a quienes será contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a
Jesús, Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado
para que nosotros permanezcamos justos con Dios.”
La Revelación Paulina demuestra que Dios obró una Redención Perfecta en Cristo.

Colosenses 1:13-14.-“El que nos ha librado de la potestad de las tinieblas y trasladados


al reino de su amado Hijo; en quien tenemos redención por su sangre, la remisión de
nuestros pecados.”

Efesios 1:7.-“En el cual tenemos nuestra redención por su sangre, el perdón de


nuestras transgresiones, según las riquezas de su gracia.”

Romanos 3:26.- “Con la mira de manifestar Su justicia en este tiempo, para que él sea
el justo, y el que justifica a todo aquel que tiene fe en Jesús.”

Esa Redención fue la redención del dominio de Satanás. Fue una redención de la culpa y
del castigo del pecado. Fue una redención de nuestro cuerpo físico del poder de la
enfermedad. Fue la Revelación de una Nueva Creación creada en Cristo Jesús.

Eso se convierte en una realidad cuando aceptamos a Cristo como nuestro Salvador y le
confesamos como nuestro Señor. En ese momento Dios le da al hombre natural Su misma
Vida y Su naturaleza.

2 Corintios 5:17 “ El que esta en Cristo nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he
aquí, todas son hechas nuevas. Pero todas estas cosas provienen de Dios, el cual nos
reconcilio consigo mismo por Cristo.”

Efesios 4:23-24.- “ y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo


hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.”

Esta Revelación de una Nueva Creación es el hecho más sorprendente de la gracia de Dios.

Dios puede tomar a un hombre gobernado por Satanás, a alguien que se llama “pecador”
(porque esta identificado con Satanás, es un hijo de Satanás), y puede redimirlo, sacarlo de
esta condición e impartirle Su propia Naturaleza, haciéndolo su propio hijo.

1ª Juan 5:12-13 nos dice lo que este hombre ha recibido:“El que tiene al Hijo, tiene la
vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito, para
que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.”

Juan 6:47.- “El que cree en mi, tiene vida eterna.”

Un creyente es un Poseedor. Es alguien que ya lo posee. Es alguien que se apropia de las


Promesas Divinas. No hay ningún acto de fe sin su correspondiente posesión. Si yo creo
que Dios puso mis pecados en Jesucristo y que Jesucristo fue mi Sustituto; que El murió en
mi lugar, que El resucito porque había quitado mi pecado y había obtenido justificación
para mí; en ese mismo momento, recibo la vida Eterna y me convierto en hijo de Dios.

¡Creer es tener!
Enseguida, Él nos da la Justicia. La Revelación de la Justicia de Dios es dada a aquel que
tiene fe en Jesús. (Romanos 3:21-26) Así Dios se convierte en la justicia de todo aquel que
acepta a Cristo como su Salvador y que le corona como el Señor de su vida.

2 Corintios 5:21.- “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que
fuésemos hechos Justicia de Dios en El.”

Es decir, que no solamente se hace nuestra Justicia, sino que al impartirnos Su Naturaleza
nos convertimos en Su Justicia, en Sus hijos e hijas.

Hebreos 10:38.- “Mi Justo vivirá por la fe”

¡Se nos llama Sus Justos!

El punto cumbre de la Revelación que Dios dio a Pablo: en Romanos 8:14-17, dice esto con
claridad.- “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de
Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor,
sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y sí
hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo.”

He aquí la filiación con todos sus glorioso privilegios.

Pero Pablo no se detiene allí. Estos hijos e hijas son participes no sólo de la misma
Naturaleza de Dios, sino de Dios mismo en la persona del Espíritu Santo.

Romanos 8:11.- “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en
vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros
cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.”

1ª Corintios 6:19.- “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el
cual esta en vosotros?”

Y todo esto lo recibe el creyente por fe. No se requiere Fe de Conocimiento Sensorial. No


necesitas tener determinadas sensaciones para probar que has nacido de nuevo. Todo lo que
se necesita es la Palabra de Dios.

Romanos 10:9 declara: “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres
en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.”

No necesitas la evidencia del Conocimiento Sensorial para probar que has recibido el
Espíritu Santo.

Lucas 11:13.- “¿Cuánto mas vuestro Padre Celestial dará el Espíritu Santo a los que se
lo pidan?”
Tu confianza no descansa en ninguna manifestación o evidencia de orden físico. Siempre
descansa en la sencilla Palabra de Dios.

Lucas 1:37.- “Porque nada hay imposible para Dios.”


Otras versión dice: “Ninguna Palabra de Dios está desprovista de poder”o“Ninguna
Palabra de Dios esta desprovista de la capacidad para hacer bien”

Estos pasajes poderosos nos dan una base para la fe; porque tenemos confianza cuando
sabemos lo que somos en Cristo.

La incredulidad es en gran parte el resultado de ignorar lo que somos en Cristo.

¡Cuando yo me di cuenta de lo que Dios había hecho por mí en Cristo, todo mi ser se
conmovió! La fe fue un hecho inconsciente, era mío, Él lo hizo por mí; y dije: “¡Muchas
Gracias, Padre!” y comencé a disfrutar de mis derechos en Cristo.

CAPITULO VI

ALGUNOS ENEMIGOS DE LA FE

Este libro quedaría incompleto si no revelaramos a algunos de los bellos enemigos de la fe:

El primero es la “Esperanza”.

LA ESPERANZA

La esperanza está siempre en el futuro:


“Espero que sanaré” “Espero que tendré dinero para pagar mis cuentas” “Espero que tendré
fuerzas para hacer mi trabajo”
Es uno de los enemigos de la fe. Se interpone en el camino de la fe.
Si yo te digo: “¿Serás sanado cuando ore por ti?”
Y tu respuesta es: “Así lo espero”; eso significa que ¡No serás sanado!

No hay salud en la esperanza; porque en cuanto a la fe se refiere, la esperanza es un engaño.


Porque como la esperanza es siempre futuro, es un obstáculo para la fe, que siempre es en
tiempo presente.

Tenemos esperanza en el Cielo. Cuando lleguemos al Cielo, dejara de ser la esperanza.

ASENTIMIENTO MENTAL

El Asentimiento Mental es otro enemigo hábil y peligroso. El Asentimiento Mental


proclama que toda la Biblia es la verdad. Los que asienten mentalmente dicen que creen
cada palabra de ella, pero no actúan de acuerdo con ella simplemente admiten el hecho de
que es verdad.

Yo fui llamado para orar por una mujer que tenia cáncer. Tanto ella como su esposo habían
sido durante muchos años maestros notables de la Biblia. Al sentarme al lado de su cama y
abrir las Escrituras, ella me dijo: “Yo siempre he creído eso. He conocido las Escrituras
desde que era niña.”

Yo me aleje de aquella casa frustrado, derrotado. No pude entender en donde estaba la


dificultad.

Cuando llegue a mi hogar recorrí mi cuarto de arriba abajo diciendo: “Señor, ¿por qué no
fue sanada? Es una buena mujer. Dice que cree a tu Palabra y ha sido Maestra de ella por
muchos años.”

Entonces el Espíritu Santo me hizo ver que aquella mujer sólo había tenido hacia la Palabra
un Asentimiento Mental; pero no creía en ella. Creer es actuar de acuerdo con la Palabra; y
ella nunca había actuado de acuerdo con la Palabra de Dios para recuperar su salud.

Unos días después fui de nuevo a aquella casa, pero en esta ocasión yo ya había
comprendido el caso de esa cristiana.

Cuando empece a abrir la Palabra ella me dijo: “Yo he creído eso toda mi vida.”-- “¡No!” le
dije--- “usted nunca la ha creído, porque de haberlo hecho ya habría abandonado su cama y
estaría dedicada a sus quehaceres. Lo que usted ha hecho es asentir mentalmente a lo que la
Biblia dice.” Luego abrí de nuevo la Palabra de Dios. Ella entonces me dijo: “Es verdad.
No la creo. Ahora me doy cuenta de que nunca la he creído. Mi actitud siempre ha
consistido en un mero Asentimiento Mental.”

Tú encontraras que en muchos casos cuando los hombres y las mujeres tienen solamente un
Asentimiento Mental en lugar de fe, sus credos y dogmas han tomado el lugar de la realidad
de la Palabra de Dios.

LA FE DE CONOCIMIENTO SENSORIAL

La Fe de Conocimiento Sensorial requiere la evidencia de los sentidos.

Esa fue la clase de fe que tuvo Tomás cuando dijo en Juan 20:24-29.-“Le dijeron, pues, los
otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de
los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su
costado, no creeré.” Entonces Jesús se apareció repentinamente y le dijo:“Pon aquí tu
dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas
incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!
Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron,
y creyeron.”

Aquí vemos contrastadas las dos clases de fe.


Hay una Fe Bíblica y una Fe de Conocimiento Sensorial.

La fe que tuvieron en Jesucristo durante su Ministerio terrenal, María y Martha y los


demás; fue una fe de Conocimiento Sensorial. Creyeron en Jesús porque vieron los
milagros que realizo.

Los judíos dijeron: “¿Qué señal haces para que veamos y creamos?” Juan 6:30 La fe de
Conocimiento Sensorial casi ha desalojado de las Congregaciones Cristianas a la fe
verdadera. Este tipo de fe no da a la Palabra de Dios el lugar que le corresponde. Los
hombres y mujeres van con la Sagrada Escritura bajo el brazo al Grupo Cristiano, pero no
confían en ella. Sino que confian más en sus sensaciones, en sus emociones, en lo que
pueden ver, oír, gustar u oler.

La Fe Verdadera actúa de acuerdo con la Palabra de Dios independientemente de cualquier


evidencia de los sentidos.

Existen dos Clases de Incredulidad.

La Primera clase de Incredulidad.- Se basa en la falta de conocimiento. El individuo no cree


en la Revelación del Padre para él. Un gran numero de incrédulos ignoran las cosas en que
hay que creer. No saben; y por lo tanto, no pueden creer.

El segundo tipo de Incredulidad se menciona en Hebreos 4:11.-“Procuremos pues de


entrar en aquel reposo; para que ninguno caiga en semejante ejemplo de
desobediencia.” (En la versión del Rey Santiago la palabra griega correspondiente se
traduce “Incredulidad”. En la versión revisada Americana se traduce “desobediencia” y
significa “el que no se deja convencer”)

Esto significa que el hombre no está dispuesto a permitir que la Palabra de Dios le
gobierne. Es rehusarse a actuar sobre lo que conoce. Sabe que la Palabra enseña, pero sé
rehusa a actuar de acuerdo con ella.

Creer es un acto de la voluntad: uno puede actuar de acuerdo con la Palabra si así lo desea.
<creer> es <estar dispuesto a hacer su voluntad.>

La desobediencia es una actitud del que no se deja persuadir por la Palabra de Dios. Por lo
tanto la Incredulidad es, o bien el resultado de la ignorancia de la Palabra o bien el no estar
dispuesto a dejarse persuadir por la Palabra para actuar de acuerdo con lo que ella dice.

CAPITULO VII

FE EN TU FE

Fe en tu propia Fe es la ley del éxito en el reino del espíritu.


Tu vives en la Palabra de Dios y la Palabra de Dios vive en ti. La Palabra es algo viviente.

Cuando tu le permites que se diluya en ti, que te invada, es como permitirle al mismo Dios
que te invada por entero. Cuando te atreves a actuar de acuerdo con la Palabra y a hablar la
Palabra. Dios estará en las palabras que digas.

Al alcanzar la Palabra el lugar cumbre, habrá una fe inconsciente en tu propia capacidad


para confiar en el Señor. Confiaras en el totalmente, iras hasta el limite de Su Palabra.

Es algo muy hermoso cuando el hombre se abandona a la Palabra, y se


mueve totalmente libre y deja a Dios que lo invada por completo hasta el punto en que se
convierte en una realidad conmovedora aquello de que “Es más grande el que esta
adentro de ti que el que esta en el mundo”. 1ª Juan 4:4
1ª Corintios 2:12 nos dice que hemos recibido el Espíritu para que podamos conocer las
cosas que nos han sido dadas de Dios en forma totalmente gratuita: “Mas nosotros
recibimos, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para que
conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente.”
Debes estar presto a conocer cual es tu lugar, tus derechos, tus privilegios y tu autoridad.
Entonces no habrá ningún problema por lo que a la fe se refiere. La fe se constituye en un
problema solamente cuando no conocemos al Señor y no conocemos la Palabra de Dios.

Da lugar a Dios que esta dentro de ti; y date cuenta de que Dios vive en tu interior.

Por la mañana, antes de levantarte, di: “Yo puedo hacer eso porque Él esta dentro de mí.
Él me capacitara para conocer a aquellas personas y encontrarlas. Él me capacitara
para andar en amor, porque es mas grande el amor que hay dentro de mi, que los
celos, la envidia y el odio que me rodean.”

Solamente date cuenta del Dios que esta dentro de ti.

Planea tu trabajo con la conciencia de Su capacidad dentro de ti para llevarlo acabo.

El se ha convertido en una realidad viviente.


El esta allí dentro ahora.
El espera las demandas que tu le hagas.
El se descubre a medida que lo demanda tu necesidad.
Tu estas esperando que El te guíe a toda verdad o realidad.
Cada vez que tomas la Palabra por algunos minutos, sabes que la luz que hay dentro de ti
abrirá la Palabra y la convertirá en algo viviente.
Tu sabes que Juan 16:13 es absolutamente cierto: “pero cuando viniere el Espíritu de
verdad, el os guiara a toda verdad.” Él tomara las cosas del Padre y te las revelara.

Tu tienes una confianza inconsciente en Su Nombre cuando lo pronuncian tus labios. Sabes
que cuando digas: “¡En el Nombre de Jesús, demonio sal de ese hombre! ¡En el Nombre
de Jesús, demonio sal de esa mujer!”, ¡El demonio saldrá!
Sabes que cuando le ordenas a la enfermedad que cese, esta cesa.
Sabes que cuando empleas el Nombre de Jesucristo para obtener el dinero que necesitas
para cumplir algún compromiso, que es tan seguro que obtendrás la cantidad requerida,
como lo es el que el Padre se sienta en su trono.
¡Sabes que Su Palabra en tus labios salvara a los perdidos, sanará a los enfermos, dará valor
y fortaleza a los débiles y victoria a los derrotados!

Una vez fue la Palabra de Dios en los labios de Jesús. Ahora es la Palabra de Dios en tus
labios. Jesús creyó en la Palabra de Dios que salía de Sus labios. Tu confianza en esa
Palabra la hace algo viviente en tus labios.

Cuan rica y hermosa se hace la vida cuando la Palabra tiene la supremacía en nuestro
corazón.

Será un gran día en tu vida cuando sepas que tu Fe realiza cosas, cuando creas en tu propia
capacidad para llegar al oído del Amor. Cuando sepas que tus oraciones son contestadas y
que Dios te escucha, entonces dejaras de depender de la Fe del otro porque ya tienes tu
propia Fe.

Repítelo una y otra vez: <¡Al fin tengo fe en mi propia fe! ¡Ya puedo alcanzar a Dios
tanto como cualquier otro!>

Si alguno de tus seres queridos están siendo abatidos, con todo atrevimiento toma tus
derechos y líbralos del Enemigo Satanas; ¡Tu oración prevalece, tu fe triunfa. Tu puedes
usar el Nombre de Jesús como cualquiera otro lo puede hacer!

Ese Nombre es tuyo al fin, con Su “Autoridad total” y tu te atreves a usarlo como tuyo. El
te dio el derecho y el privilegio de usarlo y tú lo estas haciendo.

El conocimiento no es de ningún valor a menos que sepas cómo usarlo. Sabes cual es tu
posición delante del Padre, conoces tus derechos y privilegios; ahora haz tu parte.

LA FE EN LA FE DE LOS DEMAS

El gran porcentaje de aquellos que son sanados en las reuniones masivas donde tienen la fe
en la multitud, raras veces conservan su salud.

La razón es obvia. No tienen fe personal. Es solamente fe en la fe de los demás.

Durante nuestro ultimo viaje a Los Angeles California, un Misionero cristiano que había
sido usado grandemente por el Señor me dijo: “No puedo entender por que mis oraciones
por algunos de mis viejos amigos no han sido escuchadas. Ellos sanaban cada vez que yo
oraba por ellos.”
Yo le dije: “La dificultad reside en el hecho que cuando después de tanto tiempo tales
enfermos deberían estar orando por los enfermos, todavía necesitan de alguien que ore por
ellos.”

Exactamente como el Espíritu Santo dice en Hebreos 5:12-13 <Porque debiendo ser ya
maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar
cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales
que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la
leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño>

Todo el que participa de la leche; es decir, que vive en el Reino de los Sentidos y depende
de la evidencia de los sentidos en vez de la Palabra de Dios, no ha tenido experiencia en la
Palabra de la justicia. Sigue siendo un bebe.

¿Que significa esto?

Todos aquellos que han sido sanados por la fe de alguien, durante años, han llegado a cierto
lugar donde Dios demanda que tengan su propia fe. Si no quieren estudiar la Palabra de
Dios, si no quieren desarrollar su vida de fe, se volverán al “Brazo de la carne” (a la ayuda
del hombre) y sufrirán el castigo que viene de modo natural.

Dios espera que cada uno de nosotros tenga experiencia en la Palabra de la justicia. En
otras palabras, que tengamos nuestra propia experiencia en orar por los enfermos, en
proclamar la Palabra, en conducir a los hombres a Cristo, en descubrir la Palabra.

Eso pertenece a cada creyente.

Colosenses 1:12 <Dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la
herencia de los santos en luz.> Una mejor traducción de esta Escritura dice así: <Dando
gracias al Padre que nos ha dado la habilidad de disfrutar nuestra parte de la
herencia de los santos en luz>

El te ha libertado de la autoridad de las tinieblas. El ha recreado tu espíritu. Ahora El esta


dispuesto a renovar tu mente para que puedas comprender tus privilegios y derechos en
Cristo.

Eso te pertenece. Tienes derecho a ello. Debes disfrutarlo en vez de depender de la fe de


otro. Ahora tienes tu propia fe.

Que momento tan grande seria este, si aquellos que leen este libro pudieran decir: <¡Por la
gracia de Dios tendré mi propia fe!> ¡Tienes derecho a ella, te pertenece; porque tienes
el mismo Espíritu Santo que yo tengo; El mismo Espíritu Santo que tuvo Jesús y que los
Apóstoles tuvieron!

¡Tienes la misma Vida Eterna, la misma Justicia, la misma capacidad! ¡El Padre no tiene
favoritos! ¡Todo esto pertenece a cada uno de nosotros!
2ª Corintios 9:8 <Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a
fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda
buena obra” y en el versículo 10 dice: <Y el que da semilla al que siembra, y pan al que
come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra
justicia.>

Tu tienes la Justicia que se te imparte, en la Naturaleza Divina del Padre dentro de ti, en el
Nuevo Nacimiento. Esa justicia debe llevar fruto en tu vida diaria. Debes tomar ventaja del
hecho de tu posición legal ante el Trono, de tus derechos en Cristo, y comenzar a orar por
los enfermos y por los necesitados.

Tu tienes la misma posición legal ante Dios que tuvo Pablo, y tienes también la misma
Justicia que él tuvo; no hay ninguna excusa para esconder tu luz debajo del almud.

Comienza a testificar lo que eres en Cristo.

CAPITULO VIII

ACCIONES CORRESPONDIENTES

Weymouth nos da una traducción notable en Santiago 2:14 <Hermanos míos, ¿de qué
aprovechara si alguno dice que tiene fe, y no obstante sus actos no corresponden?> y
en el versículo 22: <Te das cuenta que su fe estaba cooperando con sus actos, y que por
sus actos su fe fue perfeccionada.>

Uno de los más serios errores que muchos creyentes cometen es confesar su fe en la Palabra
de Dios, y al mismo tiempo contradecir su confesión por acciones malas.

Una mujer me dijo: “No puedo comprender por que no sané. He orado y orado, y se que la
Biblia es verdad.”

Entonces le pregunte: “¿Todavía sigue tomando medicina?”. “Claro”---me dijo.

Entonces le leí el pasaje que acabo de citar. Sus acciones no correspondían con su
confesión. Decía que estaba confiando en el Señor, y sin embargo su confianza estaba en la
medicina y no en la Palabra de Dios.

Decimos que confiamos al Padre nuestra situación económica, y al mismo tiempo nos
estamos preocupando e inquietando por cómo vamos a pagar nuestras cuentas.

¡En un momento confesamos que ninguna Palabra de Dios puede perderse; que el debe
mantener su Palabra y que sabemos que lo hará; y al siguiente momento estamos
repudiando todo lo que hemos confesado!
Santiago nos dice que debe haber acciones correspondientes. En el capitulo 1:22 <Mas sed
hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores. Engañándoos a vosotros
mismos.> ¡Los actos de un “hacedor de la Palabra” coinciden con su confesión!

Nuestro Señor Jesucristo dijo en Mateo 7:24-27 <Cualquiera, pues, que me oye estas
palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la
roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella
casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye
estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa
sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con
ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.>

Hay tantos que profesan a Cristo y que creen la Palabra desde el Génesis hasta Apocalipsis
y así lo expresan con gran unción pero que no son hacedores de la Palabra. Son gente que
habla sobre la Palabra. Solo han asentido mentalmente al hecho de que la Palabra es la
verdad.

Esto no les hace bien. No la están haciendo suya.

Cuando yo confío en la Palabra de Dios con todo mi corazón y dejo de apoyarme en la


razón de los sentidos, y dejo de buscar a las gentes para que me liberen, entonces hay actos
que corresponden. Mis actos van en perfecta armonía con mi confesión.

A algunos de nosotros nos ha llevado mucho tiempo el ejecutar acciones que correspondan
a nuestra confesión. Hasta que no haya acciones correspondientes, el fracaso será continuo.

Yo puedo confesar en voz tan alta, como lo desee, que “Dios es la fortaleza de mi vida” y al
mismo tiempo expresar mi debilidad. Mi incapacidad y mi falta de fe. No hay aquí una
acción correspondiente. Sino que estoy acudiendo y dependiendo de los medios humanos
en vez de confiar totalmente en el Señor. Eso produce confusión en mi espíritu, produce
debilidad y fracaso en mi vida.

¡Volvámonos resueltamente a 1ª Pedro 5:7! <Echando toda nuestra ansiedad sobre El,
porque El tiene cuidado de nosotros.>

Independientemente de las circunstancias y de las influencias que nos rodeen, dejemos cada
problema a Su cuidado. Tu peor enemigo eres tu mismo, debido al Conocimiento Sensorial,
te limitas a tu propia capacidad. El lenguaje de los sentidos es: “No puedo”; “No tengo la
capacidad”; “No tengo las fuerzas”; “No tengo la oportunidad”; “No tengo la educación”;
“He sido limitado”; “Es difícil”; “Todo me sale mal”; “Eso no es para mí”.

Pero el lenguaje de la fe dice: “¡Puedo hacer todas las cosas en El que me fortalece!”

¿Quién es el que me fortalece? ¡Mi Padre! ¡Dios!


¡Yo puedo hacer todas las cosas por El. No puedo ser vencido. No puedo ser derrotado. No
hay en todo el mundo ninguna fuerza capaz de conquistar a Aquel que habita en mí!

¡No solamente soy nacido de Dios, no solo soy un participante de la Naturaleza y de la vida
de Dios, sino que tengo a Dios morando en mí! y ¡Tengo al Espíritu de Aquel que levanto a
Jesucristo de los muertos habitando también en mí! ¡Tengo al Espiritu Santo dentro de mí!
¡Tengo la Sabiduría de Dios! ¡Tengo la fortaleza y la capacidad de Dios!

¡Estoy aprendiendo de como permitirle que gobierne mi inteligencia, dejándolo pensar en


mí, usar mis facultades vocales! ¡Me estoy atreviendo a pensar lo que Él piensa! ¡Me estoy
atreviendo a creer que es Dios el que obra en mí y que Él obrará lo que Él desee!

¡Me estoy atreviendo a decir ante la presencia de mis viejos enemigos: El fracaso, la
debilidad, la falta de oportunidad, la falta de conocimiento, la impotencia, la falta de
memoria, la falta de amigos vigorosos y de miles enemigos más! “¡Dios es mi habilidad!”.

¡Dios me ha hecho más grande que mis enemigos! ¡Dios me ha permitido poner mi talón
sobre el cuello de la debilidad, del miedo, de la incapacidad! y ¡Yo afirmo y declaro que
todo el que cree en El no será avergonzado! Romanos 10:11 ¡Yo no puedo ser avergonzado(a)!

¡Mis debilidades han sido desarraigadas y la fortaleza de Dios me pertenece! ¡La habilidad
de Dios me ha hecho cautivo y yo me gozo en esa cautividad!

¡Esta es la Palabra de Fe. La acción verdadera correspondiente!

CAPITULO IX

CON EL CORAZON SE CREE


Durante años he estado buscando ansiosamente una explicación satisfactoria de Romanos
10:10 <Con el corazón se cree para justicia>

La palabra “corazón” se usa en forma ilustrativa y simbolica, porque el corazón es un


organo importante. Es la gran estación de bombeo que mantiene vivo al cuerpo físico. El
corazón es el centro de la vida física del hombre.

Hemos llegado a saber que cuando Dios habla “del corazón” se refiere al espíritu humano.
Porque el espiritu es el centro de la vida del hombre. Sabemos que el hombre es un espíritu;
El hombre esta en la misma clase que Dios.

Sabemos que Dios es un espíritu y que se hizo hombre tomando forma corporal y que al
hacerlo, no era menos Dios que antes de Su Encarnación.
Sabemos que el hombre, al morir, deja su cuerpo físico y no es menos hombre que antes de
abandonarlo.

Sabemos que el hombre no puede conocer a Dios por medio del Conocimiento Sensorial.
Dios solamente habla al hombre por medio del espíritu humano; es el espíritu del hombre el
que establece contacto con Dios.

¡Sabemos que las cosas espirituales son tan reales como las materiales! Dios es una persona
tan real como si tuviera cuerpo físico. Nuestro Señor Jesucristo, con su cuerpo físico ahora
en el Cielo, es tan real como el Espíritu Santo o el Padre Celestial.

En Romanos 7:22 se le llama “el hombre interior”. Este “hombre interior” nos da la
definición que Dios da del espíritu humano. ¡El hombre verdadero es espíritu; tiene un
cuerpo y un alma! ¡El hombre es un espiritu, tiene un alma y vive a traves de un cuerpo
fisico!

El Alma establece contacto con la Dimensión Intelectual; el Cuerpo Físico establece


contacto con la Dimensión Física, y el Espíritu Humano contacta con la Dimensión
Espiritual.

Eso explica como <...el hombre natural no percibe las cosas que son del espíritu de
Dios porque para él son locura; y no las puede entender porque se han de discernir
espiritualmente> 1ª Corintios 2:14

Los primeros dos capítulos de 1ª Epístola a los Corintios nos presenta un contraste entre el
Conocimiento Sensorial y el Conocimiento Espiritual, el contraste entre los sentidos y el
espíritu.

Se entiende que todo el Conocimiento que el hombre ha adquirido fuera del Conocimiento
por Revelación, lo ha adquirido por medio de las cinco puertas de la mente. Los sentidos
son los medios de comunicación entre las cosas materiales y lo intelectual.

La mente no puede recibir nada si no lo recibe por medio de estos cinco sentidos. (Este
asunto se trata ampliamente en nuestro libro en español “Dos clases de conocimiento”)

Si los cinco sentidos fueran destruidos, el hombre no tendría ningún medio para adquirir
conocimientos. No podría conocerse a sí mismo, ni tampoco conocer el mundo material.

2ª Corintios 4:16 <Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre
exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.>

Efesios 3:16 <Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos
con poder en el hombre interior por su Espíritu>

Cuando una persona nace de nuevo, la Vida Eterna le es impartida a su propio espíritu, es
decir le es impartida a este hombre interior la Vida de Dios.
Al llegar el Espíritu Santo a su cuerpo, llega para vivir en su espíritu. El Espíritu Santo no
puede comunicarse directamente con nuestra mente; debe comunicarse con nosotros por
medio de nuestro espíritu que alcanza y ejerce influencia sobre nuestros procesos
intelectuales.

El espíritu tiene una voz, a esa voz le llamamos conciencia, es algo que nos empuja, es algo
que nos guía. Algunas veces se le llama intuición. Percibimos algo que nos impulsa, y si
seguimos sus indicaciones, no nos equivocaremos.

Todos sabemos que si hubiéramos seguido esa voz interior, nunca habríamos hecho algunas
de las inversiones financieras y en las cuales hemos perdido dinero o que nunca habríamos
escogido a ciertas personas como amigos, nunca habríamos entrado en tratos de negocios
con determinadas gentes.

Esa voz interior busca la manera de dar dirección a nuestra mente. Casi no cometeríamos
ningún error si aprendiéramos a dar prioridad a nuestro espíritu.

Uno de los más grandes errores que se han cometido en nuestra cultura intelectual, ha sido
el ignorar el espíritu. El conocimiento basado en nuestro intelecto ha usurpado el trono de
nuestra vida y a nuestro espíritu se le ha encerrado en una prisión.

En consecuencia, estamos cometiendo errores continuamente, porque a nuestro espiritu que


debería guiarnos, no le permitimos que funcione.

El Conocimiento es algo que adquirimos por medio de los sentidos, por medio de la lectura,
por medio de los viajes y por lo que oímos.

La Sabiduría es la capacidad de usar el conocimiento para obtener logros y beneficios. La


Sabiduría no llega por medio de los sentidos. La Sabiduría la recibimos directamente de
nuestro espíritu humano recreado.

Santiago 3:13-18 nos dice que nos viene de arriba.- <Pero la sabiduría que es de lo alto es
primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos
frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para
aquellos que hacen la paz. > Esta es la sabiduría divina, la sabiduría de Dios que se nos
imparte.

El hombre que encierra a su espíritu y lo convierte en prisionero, que nunca lo escucha y


que nunca lo obedece, se convierte en un invalido y se convierte en presa fácil de gente
egoísta.

Aquel que permite que su espíritu tenga la supremacía y que ejerza su influencia sobre él en
tiempos de crisis, es aquel que trepa hasta cumbre.

¿Qué significa creer con el corazón?


Significa precisamente creer con el espíritu. No podemos creer con nuestro intelecto, esto
no se discute, porque la fe es un producto del espíritu.
Esta convicción interior, esto que llamamos seguridad, es hija de nuestro espíritu. No
sabemos porque sabemos, no podemos explicarlo, y sin embargo, lo sabemos.

El otro día estaba explicándole la Palabra de Dios a una mujer que padecía una enfermedad
muy dolorosa. Al darle a conocer las Escrituras paso a paso, me dijo: “Ya me doy cuenta.
Por sus llagas yo soy sanada.” ---Yo le dije: “¿Cómo sabe que esta sanada?”---Y ella me
respondió: “Porque la Palabra de Dios dice que lo estoy”

El Conocimiento Sensorial le dijo: “La llaga todavía está en tu cuerpo y puedes todavía
sentir el dolor.” Sin embargo, ella se elevó por encima de este Conocimiento Sensorial y de
las evidencias de sus sentidos y declaro que: “Estaba sanada”

Mientras oraba por ella, su fe echó fuera por completo a la enfermedad. Aquello que
significaba muerte para ella, sé había ido. ¿Por qué? Porque en su corazón ella creyó la
Palabra de Dios; la creyó en su espíritu.

¿Cómo es que nuestro espíritu adquiere la fe que nuestro intelecto no puede obtener?
Por medio de la Palabra de Dios.

Jesús dijo en Mateo 4:4.- <No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda Palabra que
sale de la boca de Dios> El esta hablando del alimento espiritual; esta usando términos de
Conocimiento Sensorial para transmitir una verdad espiritual.

Nuestro espíritu se llena de seguridad cuando meditamos en la Palabra.

Durante muchos años he andado por fe en lo que se refiere a nuestras necesidades físicas.
Ahora he crecido hasta el punto de darme cuenta de que la Palabra es el alimento que
edifica el espíritu, que lo fortalece y que le da seguridad serena.

Los sentidos creen solo en lo que pueden oír, ver y sentir. El espíritu cree en la Palabra de
Dios, haciendo caso omiso de lo que pudiera ver, oír o sentir.

Aquellos que oran una y otra vez pidiendo sanidad sin conseguirla, tienen fe de
Conocimiento Sensorial. No tienen fe de Revelación. Tienen fe en el hombre; fe en el
ungimiento por aceite; fe en algun Congreso; fe en alguna persona u organización. Pero no
tienen una fe verdadera en la Palabra de Dios.

Santiago 5:14 ilustra esto. <¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos
de la Iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el Nombre del Señor. Y la oración
de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará> Luego explica como la oración eficaz
de un justo puede mucho.

Todo este cuadro es un cuadro de fe de Conocimiento Sensorial: Si el que estaba enfermo


hubiera sabido que <por Sus llagas habia sido sanado> Isaías 53:5 no habría tenido necesidad
de llamar a los ancianos. Pero porque no lo sabia, en su desesperación se volvió al Señor y
a los ancianos.
Aquí esta una demostración de la gracia de Dios, al encontrar al hombre en su propio nivel
como Jesús lo hizo en la Encarnación.

Cuando el Verbo se hizo carne y habito entre los hombres, vino al Reino del Conocimiento
Sensorial del hombre a fin de que este pudiera verlo, oírlo y tocarlo. Todo lo relacionado
con el ministerio terrenal de nuestro Señor Jesucristo, hasta donde el hombre podía darse
cuenta, estaba en el Reino de los Sentidos.

Las personas de aquel tiempo no tenian fe en Jesucristo desde un punto de vista espiritual.
Solo creyeron porque vieron los milagros y comieron el pan.

Cuando Él murió en la cruz, en ellos no hubo comprensión y entendimiento espiritual. No


supieron que El esta allí muriendo por sus pecados. Pensaron que moría como un mártir,
que solo moría por sus ideales.

El Conocimiento Sensorial sostiene el mismo concepto hoy. El mundo escolástico y


filosofico “cree” que Jesús unicamente murió por sus convicciones; en la crucifixión la fe
de Conocimiento Sensorial se derrumbó.

Creer con todo nuestro corazón es creer independientemente del Conocimiento Sensorial.
Nuestro espíritu responde en sometimiento al Señorío de Jesús. La clave de la fe Bíblica es
el reconocimiento del Señorío de Jesús por el corazón.

1ª Pedro 3:15 dice <Mas santificad en vuestro corazón a Cristo como Señor>
“Santificar” significa “separar” o “apartar”. Nosotros apartamos a Cristo en nuestro
corazón.

Cuando coronamos o ponemos por encima de todo a Jesús como el Señor de nuestra vida,
coronamos o ponemos por encima de todo a Su Palabra como el Señor de nuestra vida. Y
así le damos a la Palabra de Dios el lugar que le corresponde.

Jesucristo esta sentado a la diestra del Padre y Su Palabra esta en nuestro corazón.

Nosotros le damos a esa Palabra Su lugar, le damos prioridad, y al hacerlo, la fe es


convertida en algo perfectamente natural.

Proverbios 3:5-7 dice: <Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia


prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. No seas
sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal> la versión antigua dice:
<Fíate del Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento (o en
el Conocimiento Sensorial). Reconócele en todos tus caminos y El dirigirá tus sendas.
No seas sabio en tu propio concepto>

Nos esta diciendo que no seamos sabios con el Conocimiento Sensorial, ya que nos
conduce a repudiar la Palabra o a actuar independientemente de ella.
2ª Corintios 10:5.- <Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el
conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo>
la versión antigua dice. <refutando argumentos y toda altivez que se levanta en contra
del conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia de
Cristo>

Esto es muy importante si deseamos andar por fe. La Palabra de Dios debe ser superior al
Conocimiento Sensorial, aunque dicho conocimiento sea nuestro o de algun otro. Deseamos
recordar que el Conocimiento Sensorial siempre es limitado; ningún hombre tiene
Conocimiento Sensorial perfecto.

La Palabra de Dios es perfecta. Esta revelación es Su Revelación perfecta y suficiente para


satisfacer cada necesidad y sacarnos de cada crisis en nuestra vida. Si confiamos en esta
Palabra con todo nuestro corazón, entonces nuestro espíritu disfruta de quietud y descanso.

Creer es saber. Sabemos que la Palabra de Dios es verdadera.

Cuando Él dice en Filipenses 4:19 <Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta>
sencillamente sabemos en nuestro espíritu que toda necesidad será suplida, y no nos
preocupamos; no tenemos ansiedad.

Nuestro corazón toma ánimo al leer la Palabra de Dios. Nuestra seguridad se hace más
profunda. Esta es una seguridad totalmente independiente de la evidencia de los sentidos.
Puede, inclusive, contradecir la evidencia de los sentidos, como lo hace frecuentamente;
mas nosotros sabemos que las cosas espirituales son tan reales como las materiales.
Sabemos que las cosas espirituales son superiores a las físicas porque Dios, que es un
Espíritu, creó las cosas físicas.
Sabemos que las fuerzas espirituales son más fuertes que las físicas. Sabemos que es <mas
grande Aquel que esta en nosotros que el que esta en el mundo>1ª Juan 4:4 Sabemos que
El mas Grande es Señor sobre la enfermedad y sobre la debilidad.

Confiamos en El con todo nuestro corazón; El se levanta en nosotros e ilumina nuestra


mente con una luz que nuestra mente no puede adquirir de ninguna otra parte.

Sabemos que no podemos ser conquistados. Y lo sabemos así, porque creemos.

CAPITULO X

OBRANDO DE ACUERDO CON SU PALABRA


En Juan 6:47 nuestro Señor Jesucristo dice: <El que cree en mi tiene vida eterna>

<Creer> es <Tener>. Es <Poseer>.

El Asentimiento Mental admira la Palabra de Dios; confiesa que la Palabra es verdadera y


muy deseable, pero no la posee. El creer culmina con la alegre confesión: “¡Es mía! ¡La
tengo!”

Cuán poca acción verdadera de acuerdo con la Palabra vemos hoy.

¿Recuerdas al hombre que fue llevado a la presencia de Jesús por cuatro de sus amigos? En
Marcos 2:1-12. Jesucristo le dijo: <Levántate, toma tu lecho y anda> De no haber
actuado aquel hombre según las palabras del Señor, nunca habría sanado; pero
precisamente porque actuó, quedó sano.

En Lucas 5:5. Pedro dijo: <Mas en tu palabra echare la red> Que cambio tan grande se
operaría en nuestra vida si dijéramos: “¡En tu palabra lo haré!”

Nos hemos aferrado a las teorías de los hombres y hemos ignorado la Palabra Viviente.

La salud y la victoria te pertenecen.

Cuando Jesús dijo a Pedro: “¡Ven, camina sobre las olas conmigo!”en Mateo 14:29, Pedro
actúo según la Palabra.

Cuando los sirvientes llenaron las tinajas de agua, obedecieron lo que Jesús dijo, y el agua
se convirtió en vino, en Juan 2:1-11.

Mentalmente estamos de acuerdo con la Integridad y la Realidad de la Palabra, pero no


actuamos de acuerdo con ella. Hasta que no actuemos según lo que ella dice, la Palabra no
llega a ser una realidad para nosotros.

Tu puedes sostener la verdad de la resurrección como una gran doctrina o dogma, pero no
significara nada para ti hasta que digas: “¡Él murió por mí. Él conquistó a la muerte y al
infierno por mí. Él resucitó por mí. Y porque El resucitó yo soy un vencedor, ahora soy
un conquistador sobre Satanás. Satanás ya no tiene dominio sobre mí. Ahora soy
libre! Hasta entonces la Palabra de Dios se convierte en algo más que una doctrina o una
teoría; entonces se hace una realidad.

Aquellos que actúan de acuerdo con la Palabra reciben. En la actualidad, el que recibe, es el
que actúa según la Palabra. Tu actúas por fe; tú hablas por fe; tus palabras y tus actos están
de acuerdo. Eres un creyente.

Fue necesaria la fe para entrar a formar parte de la Familia de Dios, pero una vez que has
entrado en la Familia, ¡Todas las cosas son tuyas! Como dice 1ª Corintios 3:21. Fue
necesaria la fe para llegar a ser hijo e hija de Dios, pero los hijos poseen todo lo que Cristo
hizo por ellos.
Cuando Dios dice en Jeremías 1:12.- <Yo apresuro mi Palabra para ponerla por obra>,
puedes estar seguro que si aceptas el pasaje de Isaias 53:3-6 que es tan cierto como que
Dios se sienta en Su Trono..- <Despreciado y desechado entre los hombres, varón de
dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue
menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió
nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él
herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz
fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos
como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de
todos nosotros.> ¡La salud te pertenece!

Todo lo que necesitas, es actuar según la Palabra. Es muy importante que aprendas esta
sencilla y pequeña lección. No es cuestión de orar, de rogar, de luchar o de clamar. ¡Lo que
da resultado es actuar según con lo que Dios ha hablado!

FE Y CREER

El termino <fe> es un sustantivo; el vocablo <creer> es un verbo.

<Creer> es realmente <actuar> según la Palabra. Es sencillamente actuar según la


Palabra de Dios como has actuado según la Palabra de un Medico, de un Abogado, de algun
Ingeniero o de algún ser amado.

Tu no te preguntas: “¿Creo?” o “¿Tengo fe?”. Solamente tu dices: “¡Eso es lo que Dios ha


dicho!”. Y actúas de acuerdo con Sus Palabras. O tambien dices: “¿Dijo Dios que por Sus
llagas yo estoy sanado? ¡Si Dios lo dijo, entonces yo debo estar sanado, y actuare de
acuerdo con lo que Dios ha dicho!”

La fe es el resultado de la acción.

Creer es dar el paso hacia el objetivo, hacia lo que deseas. La fe es haber llegado. En vez de
usar la palabra <cree>, yo uso la frase: <Actúa según su palabra> Esto es más sencillo,
está perfectamente de acuerdo con las Sagradas Escrituras, y es justamente lo que nuestro
Señor Jesucristo quiso decir.

Es algo muy notable que en ninguna parte de las Epístolas del Nuevo Testamento Pablo
haya urgido a los creyentes a “creer” o “tener fe”.

¿Qué nos dice Pablo En Efesios 1:3? <Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en
Cristo>

Si el te ha bendecido con toda bendición espiritual, entonces ya eres bendito; ya no


necesitas pedir bendiciones espirituales. Todo lo que necesitas hacer es darle gracias porque
las tienes. Todo lo que tienes que decir es: “¡Padre, te doy gracias por mi salud. Te doy
gracias por mi liberación!”

Lo que Jesucristo hizo fue actuar según la Palabra de Su Padre. Lo que Pedro hizo fue
actuar según la Palabra que Cristo le había dado. Fue la de Palabra de Cristo en los labios
de Pedro, la Palabra según la cual actuó, la que dio salvación, salud y liberación a las gentes
en el Libro de los Hechos.

Podemos predicar la Palabra, pero si no la practicamos, no producirá ningún resultado.


Podemos predicar la sanidad y declarar nuestra fe en ella, pero no será de ningún valor a
menos que la practiquemos.

Santiago nos dice que <la fe sin los actos correspondientes es muerta> Santiago 2:17 Cuando
actuamos según la Palabra, mostramos nuestra fe.

Sabemos que <Ninguna Palabra de Dios está desprovista de poder o que ninguna
Palabra de Dios esta desprovista de la capacidad de Dios> <Porque nada hay imposible
para Dios> Lucas 1:37
De modo que actuamos de acuerdo con ella, y sin ningún miedo y sin ninguna duda
ponemos nuestras manos sobre los enfermos. En el Nombre de Jesús ordenamos a la
enfermedad que salga, y está obedece. Y el enfermo es sanado.

Él dijo: <Yo estoy atento a mi Palabra para cumplirla> Jeremias 1:12

Nunca hubiéramos puesto nuestras manos sobre los enfermos para pedir la salud de los
mismos, si El no hubiera dicho que lo hiciéramos.

Nuestro Señor nos dijo: <Los que creen pondrán sus manos sobre los enfermos> Marcos
16:18 Eso significa que en el momento que aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, le
confesamos como Señor y recibimos la vida eterna, podemos comenzar a funcionar en la
Familia; podemos principiar a poner las manos sobre los enfermos.

<El que creyere y fuere bautizado, será salvo> Marcos 16:16. Allí la palabra griega para
“salvo” es “sozo”, que significa “sanado”.

La salud, en último análisis, es tanto espiritual como física. La enfermedad se manifiesta en


lo físico, pero sus raíces, su sustancia, su realidad, están en el espíritu.

La palabra “Creer” aparece como cien veces en el Evangelio según San Juan. La palabra
“fe”, sólo dos o tres veces. La razón de ello, evidentemente, es que Jesucristo estaba
hablando a hombres fuera del Cuerpo de Cristo, a judíos bajo la ley. Ellos no eran hombres
de fe. No tenían fe; y los estaba motivando a creer.

ALGUNOS HECHOS SOBRE EL CREER


Algunas personas no pueden creerle a la Palabra, porque nunca han confesado el Señorío de
Jesucristo.

El temor al hombre los ha mantenido en esclavitud. Este es uno de los más fuertes lazos de
Satanás para atar al hombre. Muchas veces un credo muerto aprisiona a un hombre. Los
puntos doctrinales le limitan. Tu has sido enseñado a no creer esto y a no creer aquello. Tu
Cristo se ha perdido en un laberinto de teorías teológicas y evangelicas. Abandónate al
Señorío de la Palabra; actúa según ella, y Dios se convertirá en algo real para ti.

CAPITULO XI

LAS COSAS QUE NOS PERTENECEN


El Padre Celestial en Su Grande Gracia, le ha dado a Su Iglesia lo suficiente, para hacerla
rica y vigorosa. Efesios 1:3 lo afirma.- <Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en
Cristo>

¿Qué quiere decir Él con esto?

En Su Obra Redentora, todo lo que Dios hizo en Cristo desde el momento en que Él fue
hecho pecado hasta que se sentó a la Diestra de la Majestad en lo Alto, pertenece a la
Iglesia, el Cuerpo de Cristo.

Nosotros hemos sido bendecidos. Jesús no hizo nada para si mismo y el Padre no necesita
nada.

Juan 3:16 dice <Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en El cree, no se pierda, mas tenga vida eterna>
Jesús fue el don del Padre a un mundo perdido. El nunca ha recogido de nuevo el don.

El mundo es el dueño de Jesús, lo reconozca o no. Todo lo que Jesús hizo en S Sacrificio de
Sustitución es propiedad privada del individuo por el cual Jesús lo hizo.

El pecador no necesita suplicarle a Dios que lo salve. Ya la obra ha sido realizada. Todo lo
que necesita hacer es aceptarla y darle gracias a Dios por ella. Y entonces se convierte en
suya.

<Porque por gracia habéis sido salvos por la fe; y esto no de vosotros mismos, porque
es don (o regalo) de Dios; no por obras, para que ninguno se gloríe> Efesios 2:8-9 La
salvación es un don, la salvación es un regalo.
La fe viene por obrar de acuerdo con la Palabra de Dios. Nosotros actuamos según la
Palabra. Aceptamos a Jesucristo como nuestro salvador, le confesamos como nuestro Señor
y recibimos la Vida Eterna en ese mismo momento.

Efesios 2:10 nos dice <Porque nosotros somos hechura suya creados en Cristo Jesús>

La obra quedo terminada antes de que Cristo resucitara de los muertos, y esa obra nos
pertenece ahora. Todo lo que necesitamos hacer es aceptarla.

El creyente no necesita pedirle al Padre que lo sane cuando esta enfermo, porque
<Ciertamente él llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestras dolencias; y nosotros le
tuvimos por azotado, por herido de Dios y afligido> Isaías 53:4
¡Dios puso nuestras enfermedades en Jesús! Isaias 53:10 dice que <agrado a Jehová
enfermarlo a Él con nuestras enfermedades para que por Sus llagas nosotros
fuéramos sanados> Si ya hemos sido sanados, entonces no necesitamos orar por nuestra
salud. Todo lo que necesitamos hacer es reprender al Enemigo en el Nombre de Jesús;
ordenarle que salga de nuestro cuerpo, y darle gracias al Padre por la salud perfecta. Y todo
eso es muy sencillo. Esta a nuestro alcanze.

No necesitamos orar al Señor pidiéndole fortaleza, porque Él es ahora la fortaleza de


nuestra vida. <Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quien temeré? Jehová es la
fortaleza de mi vida; ¿de quien he de atemorizarme?”Salmo 27:1
¡Esto nos pertenece ahora! El se ha convertido en nuestra luz y en nuestra salvación; es
decir, El se ha convertido en nuestro conocimiento y en nuestra redención. Él ha llegado a
ser nuestra liberación.

1ª Corintios 1:30.- <Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho
por Dios; sabiduría, justificación, santificación y redención>

Examinemos las cosas que Dios hizo que Jesús fuera para nosotros. Nosotros ya no
pedimos ser santificados, porque Él es nuestra santificación. No pedimos ser justificados,
porque Él es nuestra justificación y nos hemos convertido en Su justificación en Cristo.

¡Un creyente es un poseedor! <El que cree, tiene vida eterna> No podemos creer sin
tener Vida Eterna.

No podemos creer aquello de Filipenses 4:19 <Y mi Dios pues suplirá cada una de
vuestras necesidades>, sin ser poseedores de las cosas que necesitamos.

¡Pablo reconoció que los creyentes son poseedores!

No tenemos que procurar creer que somos redimidos ¡Porque ya somos redimidos! <...en
quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su
gracia, Efesios 1:7
No tenemos que procurar creer que estamos en Cristo ¡Porque ya estamos en Él! <De modo
que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas> 2ª Corintios 5:17

No tenemos que procurar creer que somos hijos de Dios ¡Porque ya hemos sido recreados,
y somos parte de Su Familia! <Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha
manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos
semejantes a él, porque le veremos tal como él es> 1ª Juan 3:2.

No tenemos que procurar creer que Él remitirá nuestros pecados, y orar para que esto pase,
¡Porque nuestros pecados han sido remitidos y nosotros estamos liberados y justificados en
su presencia! ¡Nuestra vieja naturaleza pecaminosa ha sido quitada y hemos recibido la
naturaleza de Dios! <El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al
reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados>
Colosenses 1:13-14.

No tenemos que “intentar creer” que Dios nos dará el Espíritu Santo. Todo lo que tenemos
que hacer es invitarle a entrar en nosotros <Cuanto más vuestro Padre celestial dará el
Espíritu Santo a los que se lo pidan> Lucas 11:13 Él se esta refiriendo a un recién nacido en
Cristo que nunca ha recibido el Espíritu Santo. Está hablando a uno que ha recibido la Vida
Eterna. Ahora El pide de una manera cierta, que el Espíritu que levanto a Jesús de los
muertos, entre a su cuerpo y haga allí su morada.

¡El Nombre de Jesús nos pertenece!

¡Dios es nuestro propio Padre!

¡Jesús es nuestro Señor, Abogado y Maestro!

¡El Espíritu Santo es nuestro Maestro!

¡La sanidad y salud son totalmente nuestras! ¡La fortaleza es nuestra! ¡La luz y la sabiduría
nos pertenecen! ¡La vida eterna nos pertenece! ¡Jesús es nuestra provisión y nuestra
suficiencia! ¡Él es amor en nosotros!

Todo esto es nuestro desde que creemos, y no depende de nuestra fe individual ahora como
creyentes. Todo esto lo poseemos. ¡Es nuestro! Pertenece a cada hijo e hija. ¡Todo esta
incluido en la Redención!

Simplemente da gracias al Padre; Alábale cada vez que te sale al frente alguna necesidad
que ya está suplida por la Redención y que es tuya la provisión.

Alguien dirá; “Entonces, ¿Por qué tenemos que orar?”

¡Debemos orar por un mundo grandemente necesitado; por los cristianos que viven en las
tinieblas ignorando sus privilegios en Cristo; por la liberación de hombres y de mujeres de
la esclavitud, de la cual no saben aun que ya han sido libertados!
DISFRUTANDO DE NUESTROS DERECHOS EN CRISTO

La redención fue planeada por Dios; sus resultados satisfacen el corazón de Dios y
satisfacen cada necesidad del hombre.

El cristianismo nos une con Dios. Si estamos unidos a Dios, entonces somos dichosos,
somos bienaventurados. Y las más poderosas fuerzas del universo están a nuestra
disposición. La capacidad de Dios es nuestra herencia.

Hechos 1:8. <Pero recibiréis habilidad cuando haya reinado sobre vosotros el Espíritu
Santo> (La versión en ingles King James dice <poder>en vez de habilidad”) y la Reyna
Valera versión 60 dice <Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el
Espíritu Santo>

La habilidad de Dios, la capacidad de Dios está a nuestra disposición. ¡Que hecho tan
asombroso es este!

1 Juan 4.4 <Vosotros sois de Dios, hijitos míos, y los habéis vencidos, porque es más
Grande El que esta en vosotros que el que esta en el mundo> ¡Somos de Dios!
¡Nuestras raíces están sumergidas en Dios!

¡La capacidad de Dios es nuestra herencia! Y así como las raíces extraen la humedad del
suelo, ¡Nuestras raíces en Dios extraen la fortaleza, la capacidad y la vitalidad de Dios! ¡El
no solamente esta con nosotros, sino que se convierte en parte nuestra. Él esta en nosotros.
Su naturaleza es nuestra!

Será de gran ayuda para todos nosotros repetir una y otra vez durante el día: “¡Dios esta en
mí. La capacidad de Dios es mía. La fortaleza de Dios me pertenece. La salud de Dios
es mía. Yo soy un vencedor. Yo soy un conquistador. Yo tengo éxito porque el
Todopoderoso con toda Su capacidad esta en mí!” No se trata de darse por vencido sino
de tomar y ponernos esto encima. Es disfrutar de esta vida con Él. ¡Es vivir con Él! ¡Es
estar en amistad y laborar con el Hombre de las edades! ¡Jesucristo!

Tenemos el uso de Su Nombre, el Nombre que conquista, el Nombre que es sobre todo
nombre. El Nombre de Jesús puede ser usado en los negocios y en el mundo de la ciencia.
Puede usarse en cada área del esfuerzo humano.

<En mi Nombre> Es en realidad como si el Maestro mismo estuviera aquí. <Todo lo que
pidiereis en mi Nombre yo lo haré> Juan 14:14 ¡Cuando usamos ese Nombre ponemos a
Cristo Jesús en contacto con nuestros problemas actuales para resolverlos!

¡La Fuente de todo Poder está ligada con nuestra vida y con los problemas a los cuales
tenemos que hacer frente!
CAPITULO XII

OBSTACULOS PARA LA FE

La fe nunca se eleva por encima de la confesión de la misma fe. (No nos referimos a la
confesión del pecado, sino a la confesión de la Palabra de Dios)

Si confesamos debilidad, fracaso y enfermedad, destruimos la fe.

Cuando atrevidamente confesamos que nuestras enfermedades fueron puestas sobre Jesús y
nos sostenemos en esa confesión, colocamos en la escena a Dios.

Algunas veces la falta de conocimiento nos impedirá hacer una confesión atrevida.

No actuamos según la Palabra más allá de nuestro conocimiento, porque la fe crece con la
comprensión de la Palabra de Dios.

Con frecuencia, la causa de la incredulidad es ignorar lo relativo a nuestra Redención y a


nuestros derechos obtenidos por la Redención.

FALTA DE COMPRENSIÓN

La falta de comprensión de lo que significa la Nueva Creación y lo que ésta es realmente,


obstaculiza nuestra vida de fe.

Muchos no saben que tienen Vida Eterna. Piensan de sí mismos como de personas que han
sido “salvas del pecado.”

Muchos no están dispuestos interiormente hacia Dios.

La falta de compresión de su posición en Cristo y del lugar de Cristo en su vida, la falta de


comprensión de la Justicia, de lo que es y de lo que proporciona, mantiene a la gente en
esclavitud más que de ninguna otra cosa.

Cuando sabemos que somos la Justicia de Dios en Cristo 2ª Corintios 5:21, salimos del lugar
estrecho del fracaso y de la debilidad en que hemos vivido, a la plenitud sin límites de Dios.

El no saber que tenemos derecho legal al uso del Nombre de Jesús nos mantiene en
esclavitud y nos da un sentido de debilidad. Pero cuando sabemos lo que el Nombre hará,
entonces podemos derrotar a Satanás y disfrutar la Victoria.
Muchos llevan vidas fracasadas porque no saben nada acerca de la confesión.

Nuestra fe va al mismo paso de nuestra confesión.

Nos mantenemos en esclavitud porque ignoramos lo que significa actuar según la Palabra.

Tratamos de creer.

Lo único que es necesario hacer es actuar de acuerdo con lo que Dios dice.

Si sabemos que la Palabra de Dios es verdadera, actuamos en ella exactamente porque es


verdadera y se convierte en una realidad en nuestra vida.

En definitiva: La fe verdadera es hija del conocimiento de la Palabra de Dios.

LAS DOS CONFESIONES

Nuestra fe se mide por nuestras confesiones

Nuestra utilidad en la obra de Señor se mide también por ellas.

Tarde o temprano llegamos a ser lo que confesamos.

Hay la confesión de nuestro corazón y la confesión de nuestros labios.

Cuando la confesión de nuestros labios armoniza perfectamente con la confesión de nuestro


corazón, y ambas confesiones confirman la Palabra de Dios, entonces llegamos a ser
poderosos en nuestra vida de oración.

Mucha gente tiene una confesión negativa.

Siempre están diciendo lo que no son en Cristo, hablando de sus debilidades, de sus
fracasos, de su escasez de dinero, de su falta de capacidad y de su poca salud.
Invariablemente tales personas se mantienen al nivel de confesión.

Una ley espiritual que muy pocos de nosotros hemos reconocido, es que nuestra confesión
nos gobierna.

Cuando confesamos el Señorío de Jesucristo y nuestro corazón está de acuerdo totalmente,


entonces verdaderamente dejamos nuestra vida a Su cuidado. Allí termina la preocupación
y el miedo, y comienza la fe.

Cuando creemos que por nosotros Él resucitó de entre los muertos, y que por Su
resurrección El conquistó al Adversario Satanás y lo redujo a la nada por nosotros; y
cuando ésta es la confesión de nuestros labios y de nuestro corazón, entonces nos
convertimos en una potencia para Dios.

Si le hemos aceptado como Salvador y confesado como nuestro Señor, somos Nuevas
Creaciones; tenemos Vida eterna; ocupamos la posición de hijos e hijas; somos herederos
de Dios y coherederos con Cristo Jesús. Romanos 8:17
En el momento en que reconocemos el hecho de su resurrección real, sabemos que el
problema del pecado ha quedado resuelto; sabemos que Satanás ha sido derrotado
eternamente para nuestro beneficio. Hebreos 2:14

Sabemos que estamos unidos a la Deidad.

Tenemos la certeza de que hemos entrado a la Familia de Dios. Estamos seguros de que la
capacidad o habilidad de Dios ha llegado a ser nuestra.

Esto no puede manifestarse en nosotros todo al mismo instante, pero a medida que
estudiamos la Palabra y actuamos de acuerdo con ella, y vivimos en ella y permitimos que
ella viva en nosotros, se va convirtiendo, tal vez lentamente pero de una manera segura, en
una realidad viva. Esa realidad se desarrolla por medio de nuestra confesión.

¡Confesamos Su Señorío y declaramos ante el mundo que Él es nuestro Pastor y que nada
nos faltará. Confesamos que Él nos hace reposar en verdes pastos y que nos pastorea junto
a aguas de reposo! Salmo 23
Confesamos que Él ha restaurado nuestra alma a un compañerismo dulce y maravilloso con
Él.

¡Confesamos que Él nos ha hecho Nuevas Creaciones, que las cosa viejas pasaron, que
todas son hechas nuevas y que nos hemos convertido en la Justicia de Dios en Cristo!
2ª Corintios 5:17 y 21

Confesamos atrevidamente delante del mundo nuestra completa identidad y unidad con Él.

Declaramos que Él es la Vid y nosotros los pampanos, y que los pampanos y la Vid son
uno.

Declaramos que somos participantes de la Naturaleza Divina que habitó en Él al recorrer


los caminos de Galilea.

Tales son nuestras confesiones.

Hemos llegado a saber que Satanás está derrotado; que los demonios se sujetan al
pronunciar el Nombre de Jesús con nuestros labios; que la enfermedad no puede existir ante
la presencia del Cristo Viviente en nosotros.

¡Ahora nos atrevemos a actuar de acuerdo con lo que sabemos que enseña la Palabra!
¡Decidimos tomar nuestro lugar y confesar ante el mundo que lo que la Palabra dice sobre
nosotros es verdad!

Dejamos atrás la confesión de fracaso, de debilidad y de incapacidad ¡Porque Dios se ha


convertido en nuestra capacidad y en nuestra suficiencia, y nos ha hecho aptos como
Ministros de un Nuevo Pacto!

Confesamos que Él nos ha sacado del viejo Reino donde reinaba el fracaso, y nos ha
llevado al Reino Nuevo de la victoria, del gozo y de la paz.

Al hacer nuestra confesión y al actuar según la Palabra, crece nuestra fe y nuestra


Redención se convierte en una realidad.

LA CONFESIÓN CORRECTA

Jesús dijo: <Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él
me dio mandamiento de lo que he de decir y de lo que he de hablar> Juan 12:49
Cada sanidad que Jesús efectuó, las hizo por medio de la Palabra de Su Padre. Cada palabra
que Él dijo, fue la Palabra del Padre.

Jesús sabía quien era; sabia cual era Su lugar, conocía Su tarea.

Siempre fue positivo en su mensaje. Siempre supo que las Palabras que decía eran las
Palabras de Su Padre. Tomó su posición como un Hijo e hizo Su parte.

Constantemente confesó Su calidad de Hijo.

Jesús siempre confesó lo que Él era.

Él dijo <¡Yo soy el Buen Pastor!> <¡Yo soy el Pan de Vida!> <¡Yo soy el Agua de Vida!
> <¡Dios es mi Padre!> <¡Yo soy la Luz del Mundo!>

En Juan 5:19-30, nuestro Señor Jesucristo hizo diez afirmaciones sobre si mismo. Son
realmente confesiones, y cada una de ellas lo ligo con la Deidad.

El estaba hablando la Palabra de Su Padre.

Juan 7:29 <Yo le conozco, porque de El procedo y El me envío>

No solamente confeso lo que El era, sino que también confesó con denuedo lo que el
hombre sería al convertirse en una Nueva Creación.

Juan 15:5 <Yo soy la vid, vosotros los pámpanos>


Juan 7:38-39 <El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos
de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues
aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado>

¡Que confesión tan maravillosa y cuan real fue el Día de Pentecostés!

Juan 8:54-55 <Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el que me
glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios. Pero vosotros no le conocéis; mas
yo le conozco, y si dijere que no le conozco, sería mentiroso como vosotros; pero le
conozco, y guardo su palabra>

Juan 17:5 <Ahora Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve
contigo antes que el mundo fuese> Ese fue un testimonio notable.

Juan 17:26 <Y les ha dado a conocer tu nombre y lo daré a conocer aún> Jesús sabía el
Nuevo Nombre que Dios iba a recibir.

Juan 17:6 <He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste> Tengo
la convicción de que el Nuevo Nombre de que Jesús habla aquí es <Padre>. Nadie le había
llamado <Padre> antes.

Juan 9:35-36. <Oyó Jesús que le habían expulsado y hallándole, le dijo: ¿Crees tu en el
hijo de Dios? Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en el?> ¡Jesús
entonces confeso quien era realmente!

En el versículo 37 Jesús le dijo al que había sanado después de ser ciego: <Le has visto, y
el que habla contigo, él es> ¡Jesús declaro abiertamente que El era el Hijo de Dios!

En Juan 4:26 encontramos otra confesión sorprendente, hablaba con la mujer samaritana, y
confeso que El era el Mesías, el Hijo de Dios: <Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo>

JESUS SABIA QUIEN ERA ÉL

Cada milagro que Jesús realizó, lo realizó con las Palabras del Padre en sus labios.

Jesús era la Voluntad Revelada del Padre.

<Mi comida es que haga la voluntad del que me envió y que acabe su obra> Juan 4:34
<Porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre> Juan 5:30
<Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que
me envió> Juan 6:38
<Porque yo hago siempre lo que le agrada> Juan 8:29
¡Que cuadro más grande del Señor! No tenia ambiciones personales ni fines personales que
perseguir. Simplemente estaba haciendo la voluntad de su Padre; revelando al Padre hasta
el punto de que pudo decir: <El que me ha visto a mí, ha visto al Padre> Juan 14:9

Mientras menos ambiciones terrenales tengamos, mientras menos deseos mundanos


persigamos, más plenamente se nos revelara el Padre.

Sus Palabras en nuestros labios obrarán los mismos prodigios que obraron en los labios de
Jesús.

La búsqueda que se reduce al “yo” nos limita. El egoísta es un ser con limitaciones.

El que vive en la Palabra de Dios y permite que la Palabra viva en él; el que practica la
Palabra y actúa de acuerdo con ella, es aquel que revela al Padre.

LA CONFESION EQUIVOCADA

Muy pocos de nosotros comprendemos que nuestra confesión nos aprisiona. La confesión
recta nos libertará.

No es solamente lo pensamos; son nuestras palabras, nuestra conversación, lo que genera


en nosotros poder o debilidad. Nuestras palabras son “las monedas” en el Reino de la fe.
Nuestras palabras nos hacen caer en la trampa y nos mantienen cautivos, o bien nos libertan
y llegan a ser poderosas en la vida de los demás.

Es lo que confesamos con nuestros labios lo que realmente domina nuestro ser interior.

Inconscientemente confesamos aquello en lo cual creemos.

Si hablamos de la enfermedad es porque creemos en ella. Si hablamos de fracaso y


debilidad, es porque creemos en el fracaso y en la debilidad.

Es sorprendente la fe que tiene la gente en todo aquello que no es bueno. Creen en el


cáncer, en el sida, en los tumores, en la diabetes, en las úlceras del estómago, en la
tuberculosis y en otras enfermedades incurables. “Su fe” llega a tal grado, que los domina y
los gobierna, y se convierten de esa manera completamente en sus esclavos(as).

Adquieren el hábito de confesar su debilidad y su confesión aumenta su debilidad.


Confiesan su falta de fe en Dios y se llenan de dudas. Confiesan sus temores y se vuelven
más temerosos(as). Confiesan su miedo a la enfermedad, y la enfermedad se desarrollo bajo
esa confesión.

Confiesan su necesidad, y acaban por construir un sentimiento de necesidad que obtiene la


supremacía en su vida.
Cuando comprendemos que nunca nos elevaremos por encima de lo que nuestra confesión
declare estaremos llegando al punto donde Dios puede comenzar realmente a usarnos.

Tú confiesas que por Sus llagas eres sanado; ¡Aférrate a esta confesión y ninguna
enfermedad puede permanecer en ti!

Sea que lo comprendamos o no, estamos sembrando palabras tal como Jesús lo dijo en
Lucas 8:11 <La semilla es la palabra de Dios> El sembrador salió a sembrar y la semilla
que estaba sembrando era la Palabra de Dios. Esa es la semilla que debemos sembrar.

Otros se encargan de sembrar la semilla de Conocimiento Sensorial: El miedo y la duda.

Al confesar la Palabra de Dios, al declarar con énfasis que: “¡Por sus llagas yo soy sanado!”
o que “¡Mi Dios suple toda necesidad mía!” y al aferrarnos a esa confesión, es cuando
podemos contemplar nuestra liberación.

¡Nuestras palabras engendran fe o duda en los demás!

Apocalipsis 12:11 dice: <Y ellos le han vencido con la sangre del Cordero y por la
palabra de su testimonio> Lo vencieron con la Palabra de Dios que estaba en su
testimonio. Es decir, ellos conquistaron al Diablo con palabras.

La mayoría de los enfermos a los cuales Jesucristo sanó durante Su Ministerio, fueron
sanados con palabras.

¡Dios creó al Universo con palabras; palabras llenas de fe!

Jesús dijo: <Tu fe te ha hecho sano> Marcos 10:52


Dijo a Lázaro en la tumba: <¡Ven fuera!> Juan 11:43 ¡Sus palabras levantaron a los muertos!

Satanás es vencido por las palabras divinas y es aniquilado con ellas.

¡Nuestros labios se convierten en el conducto de la liberación enviada por Dios desde el


Cielo hasta la necesidad del hombre aquí en la tierra!

Usando la palabra de Dios, decimos en voz baja: “¡En el Nombre de Jesús, demonio, sal
fuera de él!”

Jesús dijo: <¡En mi Nombre echaréis fuera demonios! ¡En mi Nombre pondréis
vuestras manos sobre los enfermos y ellos se recobrarán!> Marcos 16:17 y 18
¡Todo con palabras!

Yo me pregunto si las manos no hacen más que servir de registro a los sentidos. ¡Es la
palabra la que sana!
Jesús dijo: <Todo lo que pidierais en mi Nombre, yo lo haré> Juan 14:13 (En el griego la
palabra <pedir> significa <demandar>).

Nosotros estamos demandando así como Pedro lo hizo en la Puerta Hermosa cuando dijo:
<¡En el Nombre de Jesucristo de Nazaret, levantate y anda!> Hechos 3:6 ¡Las palabras
sanaron aquel hombre!

Ahora hacemos nuestra propia confesión de palabras. Nos aferramos a ella, y nos
oponemos a dejarnos derrotar en nuestra confesión.

<Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres> Juan 8:32

Estamos ciertos que el hijo nos ha libertado y así lo confesamos.

Jesucristo es el Sumo Sacerdote de nuestra confesión.

¡Jesucristo conquistó a los enemigos de la humanidad: A Satanás, al pecado, a la


enfermedad, al miedo, a la necesidad y a la muerte!

Los hizo cautivos y le dio libertad al hombre.

Hebreos 4:14 nos dice que nos mantengamos firmes a la confesión de nuestra fe:
<Teniendo un gran Sumo Sacerdote, que traspaso los cielos, Jesús el Hijo de Dios,
retengamos nuestra confesión>

Esa confesión es la palabra de fe. Es la victoria sobre el Enemigo. Es nuestra confianza.

Colosenses 2:5 es una de nuestras traducciones dice: <Porque aunque vosotros decís que
estoy ausente de vosotros en el cuerpo, no obstante estoy presente con vosotros en el
espíritu, y me gozo siendo testigo de vuestra buena disciplina y del sólido frente que
presentáis por vuestra fe en Cristo> y la Reyna Valera 60: <Porque aunque estoy ausente en
cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen
orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo>

Ese <frente sólido> significa una confesión continua de victoria.

¡Nunca confesamos ninguna otra cosa, sino que confesamos la victoria!

Romanos 8:37 <Antes, en todas estas cosas somos mas que vencedores por aquel que
nos amo>

Jesús desarmó a los Principados y a las Potestades que lucharon en contra Suya y los
exhibió a la vergüenza pública. Así es como dice Colosenses 2:15 en la traducción de
Connybeare y también en la Reina Valera 60: <...y despojando a los principados y a las
potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz>
Debemos dejar de hacer la confesión equivocada y empezar desde este momento a aprender
<QUE CONFESAR> y <COMO CONFESARLO>

Debemos empezar a confesar que ¡Somos lo que El dice que somos! y aferrarnos a esa
confesión ante cualquiera evidencia contraria.

¡Rechazamos en ser débiles! ¡Nos rehusamos a reconocer la debilidad! ¡Nos rehusamos a


entrar en tratos con una confesión equivocada!

¡Somos lo que Él dice que somos! Y nos aferramos a esa confesión con la conciencia
atrevida de que la Palabra de Dios nunca puede fallar.

CAPITULO XIII

LA ORACIÓN

La oración es unir nuestras fuerzas con el Padre. Es una comunión con Él para hacer su
voluntad sobre la tierra.

Parece que Dios está limitado por nuestra vida de oración, que no puede hacer nada por la
humanidad a menos que alguien le pida que lo haga. La razón de ello, la desconozco.

Tenemos un vislumbre de esto en Génesis 18 cuando Dios rehuso a destruir a Sodoma y a


Gomorra hasta que hubo hablado con su amigo del pacto de Sangre Abraham.

LA ORACION BAJO EL ANTIGUO PACTO

La oración de Abraham que se encuentra en Génesis 18:22-23, es la oración más


inspiradora y atractiva del Antiguo Pacto.

Abraham dijo a Dios: <¿Destruirás también al justo con el impío? Quizá haya
cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar
por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él? Lejos de ti el hacer tal, que
hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal
hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?>

Aquí Abraham está tomando su lugar en el pacto.


Por medio del pacto había recibido derechos y privilegios que nosotros entendemos muy
poco.

El pacto que apenas había acabado de solemnizar Abraham con Jehová, le otorgo cierta
posición legal con Dios. Le escuchamos hablar con toda franqueza: <El Juez de toda la
tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?> Tal era su intercesión por Sodoma y Gomorra.

A través del Antiguo Pacto encontramos a hombres que comprendieron y tomaron su lugar
en el Pacto.

Josué pudo pasar el Jordán, al ordenar al sol, a la luna y a las estrellas que se mantuvieran
quietos en los cielos.

Elías pudo hacer descender fuego del cielo para consumir no solamente la ofrenda, sino
también el altar.

Los hombres poderosos de David fueron totalmente protegidos de morir en los campos de
batalla. Se convirtieron en superhombres en la medida que recordaron el pacto.

Prácticamente todas las oraciones del Antiguo Testamento fueron oraciones de hombres del
pacto. Tenían que ser contestadas. Dios tenía que presentar atención a sus peticiones.

LA ORACION BAJO EL NUEVO PACTO.

El Nuevo Testamento es un Nuevo Pacto. El creyente tiene Derechos de Pacto en la


oración.

Isaías 43:25-26 <Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me
acordaré de tus pecados. Hazme recordar, entremos en juicio juntamente; habla tú
para justificarte>

Es éste un desafío de Dios a Israel que guarda el Pacto. Y es también un desafío a la iglesia.

<Hazme recordar> en otras palabras, recuérdale Sus promesas con respecto a la oración.
Aquellos que han sido poderosos en la oración siempre le han recordado a Dios sus
promesas y han expuesto su caso legalmente ante Él.

Cuando tu ores, ponte delante del Trono y defiende tu caso como lo hace un Abogado. Ese
Abogado trae a memoria continuamente la ley y los precedentes.

Recuerdale tú Su Palabra y Sus Promesas del Pacto y haz uso de tus derechos.

<Hazme recordar. Habla tú para justificarte>, es el desafío de Dios para exponer tu


asunto delante de El.

Si tus hijos no han sido salvos, encuentra un pasaje que cubra tu problema y deja el asunto
ante Él.
Isaías 45:11 <Preguntadme de las cosas por venir; mandadme acerca de mis hijos, y
acerca de la obra de mis manos>

Esto es profético. No se aplica solo a Israel, también es tuyo.

<Preguntadme de las cosas por venir>, es decir de las cosas futuras; cosas tal vez
relacionadas con tu vida y tu familia, con tu Congregación, con tu comunidad o con tu
gobierno.

<Mandadme acerca de la obra de mis manos> Ello va en perfecta armonía con Juan
15:7 <Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que
queréis, y os será hecho>

La palabra <pedir> significa <demandar>

Tú no ordenas con arrogancia sino en el tono de un socio. Tu expones simplemente el


asunto o problema ante El.

Tu llamas Su atención a la parte que a El le toca desempeñar en el drama de la vida.

Un pasaje que puedes usar continuamente es precisamente Isaías 55:11. Lee con todo
cuidado los versículos 9 y 10 :

< Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que
vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Porque como
desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la
hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi
palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y
será prosperada en aquello para que la envié>

Esta es la columna vertebral en la vida de oración. Ninguna Palabra que ha salido de Dios
puede volver vacía.

Jeremías 1:12 dice <Yo apresuro mi Palabra para ponerla por obra>

Él cumplirá su Palabra si tú te atreves a sostenerte en ella.

LOS QUE ESTAN RECORDÁNDOLE A JEHOVÁ

Isaías 62:6. <Los que os acordáis de Jehová no reposéis ni le deis tregua, hasta que
restablezca a Jerusalén, y la ponga por alabanza en la tierra> En este pasaje se da a
entender que hay hombres y mujeres cuya misión es mantener claramente ante la mente del
Señor estas promesas y estas declaraciones de hecho.

Isaías 64:7 <Nadie hay que invoque tu nombre, que se despierte para apoyarse en ti;
por lo cual escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de
nuestras maldades>

Daniel se despertó a orar. Se entregó a la oración. Le recordó a Dios las Promesas que
había hecho por medio de Jeremías. Que habría una restauración de Israel. Y que debían
regresar a la tierra prometida y la cautividad de Babilonia debía tener fin.

Lee con todo cuidado Daniel el capitulo 9.- <Yo Daniel miré atentamente en los libros el
número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse
las desolaciones de Jerusalén en setenta años. Y volví mi rostro a Dios el Señor,
buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza. Y oré a Jehová mi Dios e
hice confesión> Daniel 9:2-4 <Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo;
no tardes, por amor de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu
ciudad y sobre tu pueblo> Daniel 9:19
Satanás trató de oponerse a la oración y se interpuso en el camino de esta. Estorbando la
respuesta.

Lee la narración del combate entre los ángeles y los demonios sobre Daniel, en Daniel
10:20 <El me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para
pelear contra el príncipe de Persia; y al terminar con él, el príncipe de Grecia vendrá>

Jeremías 33:3 <Clama a mí, y yo té responderé, y te enseñaré cosas grandes y


escondidas que tú no conoces>

Dios esta motivando nuestra cooperación con Él en la vida de oración. El quiere


bendecirnos.

Salmo 78:41. (Traducción marginal) <Volvieron otra vez y tentaron a Dios y limitaron
al Santo de Israel>

Nosotros hemos hecho precisamente eso. Lo hemos limitado con nuestra vida limitada de
oración. Hemos permitido que se nos escapen las grandes promesas de amistad y
cooperación con Dios dejándolas intactas y que se cumplan.

Jesús no solamente fue un Maestro de la oración, sino que El mismo era una persona que
oraba. Cómo desearía que nos hubiera quedado un registro de las cosas por las cuales El
oro y del método que El uso en la oración.

Sabemos que se apartaba repetidas veces de la multitud y algunas veces toda la noche, para
retirarse a orar con su Padre. No podríamos decir si tales momentos fueron solamente de
compañerismo con su Padre, o los usó para interceder por el mundo perdido.
LA ORACIÓN UNIDA

Mateo 18:18-20, nos da un panorama de la oración unida: <De cierto os digo que todo lo
que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será
desatado en el cielo. Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en
la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está
en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en
medio de ellos>

Este pasaje es algo sorprendente <Donde están dos o tres congregados en mi Nombre,
allí estoy yo en medio de ello> Eso es como una reunión ejecutiva con el Señor. Nos
reunimos para tratar asuntos, nos sentamos en Su Presencia; planeamos, dialogamos y
oramos, porque Él dijo: <Si dos de vosotros convinieren>

El grupo puede ser muy pequeño, solamente el esposo con su esposa, pero si están de
acuerdo en algo que pidan, les será concedido. Esto es todo un desafío.

Cada creyente debe encontrar a alguien que este de acuerdo con él, a alguien que pueda
unirse con él en oración.

Debemos elaborar un programa de oración haciendo una lista de asuntos y de personas para
exponerlos inteligentemente en la Presencia del Padre.

Juan 15:7-8 < Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid
todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis
mucho fruto, y seáis así mis discípulos>

Si realmente hemos Nacido de Nuevo, permanecemos en El.

Su Palabra permanece en nosotros en la medida en que ella gobierna nuestra vida y en la


medida en que actuamos de acuerdo con lo que ella dice.

El problema de la fe no entra en la oración.

Se da por hecho que aquellos que permanecen en Él tienen fe.

Fue necesaria la fe para llegar a ser parte de Su Familia. Somos parte de Su Familia ahora,
y este no es un problema de fe. El problema es si la Palabra está permaneciendo en
nosotros.

Si estamos viviendo la Palabra, entonces, cuando oramos, esa Palabra habita en nosotros
tan abundantemente que llegara a ser Su Palabra en nuestros labios.

Será como las Palabras del Padre en los labios del Señor Jesús.
CÓMO ORAR

Juan 15:16 <No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he
puesto para que vayáis y lleveís fruto y vuestro fruto permanezca; para que todo lo
que pidiereis al Padre en mi nombre, El os lo dé.”

Como vemos, la oración está dirigida al Padre en el Nombre de Jesús. Esta es una
disposición divina.

Esta afirmación ha envuelto dentro de ella la capacidad para traer a Dios a nuestras
circunstancias, a nuestras finanzas o a cualquiera necesidad en nuestros hogares, en
nuestros negocios o en nuestra nación.

<Todo lo que pidiereis al Padre en mi Nombre, El os lo dará> No estamos orando a


Jesús; estamos orando al Padre en el Nombre de Jesús.

Jesús nos da en realidad una Carta Poder Notarial. Y esto significa que lo que Jesús puede
hacer también lo podemos hacer nosotros. Eso significa que el Nombre de Jesús nos da el
derecho de ir a Su Presencia y ver nuestras oraciones contestadas.

Jesús respalda nuestra oración. La hace valida.

Juan 16:23-24 <En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo,
que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis
pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido>

Vamos a orar al Padre en el Nombre de Jesús.

Podemos tener compañerismo y conversar acerca de las cosas con el Señor, pero cuando se
trata de la Oración basada en un fundamento legal, entonces esta se dirige al Padre en el
Nombre de Jesús.

Nada es imposible aquí.

No pediremos nada del Padre que esté fuera de su voluntad, si estamos andando con Él.

Aquí la Palabra <Fe> no aparece en conexión con esta situación. Tuvimos fe para llegar a
ser miembros de Su Familia; ahora todo lo que Jesucristo hizo nos pertenece.

Estamos sacando ventaja de ello.

Estamos desempeñando el papel de un hijo e hija de Dios.

1 Juan 5:14-15 <Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa
conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que
pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho>
ES LA VOLUNTAD DEL PADRE

El creyente que anda en comunión con la Palabra nunca pedirá nada que no esté de acuerdo
con la voluntad del Padre.

No necesitamos preocuparnos por eso. Sabemos que el salvar al perdido es Su voluntad,


porque para este fin murió Jesús. Juan 3:16 <Porque de tal manera amo Dios al mundo,
que dio a Su hijo unigénito, para que todo aquel que crea en El no se pierda mas tenga
vida eterna>

Sabemos que está en Su voluntad sanar a los enfermos, porque Cristo llevo nuestras
enfermedades y cargó nuestros dolores.

1 Pedro 2:24 <Quien llevó El mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero,
para que nosotros estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya
herida fuisteis sanados>

Sabemos que el orar por la provisión económica para cumplir con nuestras
responsabilidades, es también Su voluntad.

Filipenses 4:19 dice: <Mi Dios, pues suplirá todo lo que os falta>

Prácticamente con esta Escritura todo está suplido.

Podemos orar por los Ministros y Pastores para que ellos hablen en el poder del Espíritu
Santo .

Podemos orar por las almas perdidas en las tierras paganas.

Todo ello está dentro de Su voluntad.

Debemos llegar a Él con osadía.

Mateo 19:26 <Mas para Dios todo es posible>

Nos acercamos a Aquel que tiene toda la capacidad y todo el poder.

Hablando a los judíos dijo nuestro Señor Jesús en Mateo 21:22 <Y todo lo que pidiereis
en oración, creyendo, lo recibiréis>

Marcos 11:24 <Por tanto os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo
recibiréis y os vendrá>

Aquí esta la fe agradeciendo algo que ya posee, que no ha tomado forma material, pero que
sabe que es suyo. Marcos 9:23 <¡Al que cree todo le es posible!>
¡Sí! Todas las cosas son posibles para aquel que fluye con el Señor, que tiene comunión con
Él y que es su colaborador.

CAPITULO XIV

ALGUNAS COSAS QUE DEBEMOS CREER

Los cristianos fueron llamados <creyentes> en los inicios de la iglesia.

Cuando Jesús dijo: <Al que cree todo le es posible> Marcos 9:23 La palabra griega usada allí
significa <un creyente>

El dijo: <Estas señales seguirán a los que creen> Marcos 16:17 Aquí también el termino
usado quiere decir un creyente.

El creyente realmente significa ser un poseedor, uno que ha aceptado a Cristo, que ha
recibido la Vida Eterna y que ha tomado su lugar en la Familia de Dios.

Al cristiano profesante que nada mas asiente mentalmente, le falta la realidad de la Vida
Eterna en su espíritu. La espera y la anhela, sueña que un día la tendrá; pero el creyente
verdadero da gracias gozosamente al Padre por ella.

La palabra creer, es un verbo. La palabra fe, es un sustantivo.

Donde quiera que Jesucristo usa la palabra <cree> significa <posee>

Juan 6:47 <De cierto, de cierto os digo, el que cree en mí, tiene vida eterna> Aquí creer
es equivalente a poseer.

Y lo mismo es hoy.

ALGUNAS COSAS QUE NO HAY QUE CREER.

Nunca debemos creer en el fracaso. Nunca debemos pensar o hablar de fracaso porque
somos creyentes.

El creyente, en la mente del Padre, es alguien que triunfa.

El creyente es un hijo de Dios.

Nunca debemos hablar sobre falta de capacidad para hacer las cosas, ni debemos mencionar
la palabra debilidad. Recordemos que Dios es la fortaleza de nuestra vida y que hemos
recibido la capacidad de Él.
Jesús dijo a los discípulos que debían quedarse en Jerusalén hasta que recibieran el poder
de lo alto.

La palabra griega traducida por <poder> significa <capacidad> o <habilidad> Por tanto
ellos tenían que esperar en Jerusalén hasta que recibieran la capacidad o habilidad de Dios.

Nunca le hemos dado importancia a esto. Nunca hemos escuchado una explicación de ello.
Cómo estruja esto nuestro corazón. Muy difícilmente nos atrevemos a decir en voz alta:
<¡Dios es mi capacidad!>

Tenemos capacidad para hacer todo lo que el Señor hubiera hecho. Tenemos la capacidad
de amar a los que no merecen amor y a los odiosos tal como El los ama.

Jesucristo murió por los pecadores y por los que no lo merecían.

¡Tenemos la capacidad de conocer la Palabra porque Dios es nuestra capacidad. Él es el


Autor de La Palabra!

Nunca debemos hablar de odio, porque el odio es el distintivo de Satanas. Nunca


permitamos un pensamiento acerca del odio.

Nunca, ni por un momento, debemos permitirnos al admitir que el mal puede triunfar o que
el pecado puede lograr alguna conquista.

Somos los Embajadores de Dios. Estamos tomando el lugar de Jesús y haciendo la obra de
Él. Tenemos el permiso de parte de El de usar Su Nombre con toda autoridad, le tenemos a
Él cómo nuestra Sabiduría. Y como nuestra capacidad.

¡Si lo supiéramos, seriamos superhombres!

Si pudiéramos entender cómo nos contempla Él, cómo piensa de nosotros, nunca
volveríamos a hablar de fracaso, de debilidad y necesidad.

Somos seres que estamos dentro de la misma categoría de Dios. Somos participantes de su
misma Naturaleza. Estamos tomando el lugar de Cristo en ausencia suya. Y realizando la
misma clase de obra que Él hizo. <Y más grandes cosas que estas haréis, porque yo voy
al Padre> Juan 14:12 <Todo lo que demandareis en mi nombre yo lo haré, para que El
Padre sea glorificado en el Hijo> Juan 14:13
Salimos del viejo Reino de los sentidos donde se enseñoreaban la debilidad y el fracaso,
para entrar al nuevo Reino del éxito y de la victoria con Jesucristo; Sabemos que Su justicia
nos da acceso a la Sala del Trono de Dios y que tenemos tanto derecho de entrar a dicha
Sala como lo hizo Jesús.
Eso coloca a la oración sobre una nueva base. No estamos “suplicando” y “llorando”;
entramos como hijos e hijas asumiendo nuestras responsabilidades y poniendo las
necesidades del mundo ante Él.

La oración se convierte en una Reunión Ejecutiva.

Hemos entrado para conseguir la respuesta a una petición, y satisfacer alguna necesidad
especial.

CAPITULO XV

RECIBIR, NO DAR

Le hemos dado al mundo un mensaje equivocado. Nuestro mensaje al mundo ha sido un


mensaje de “dar y de hacer a un lado”; les hemos dicho lo que deben hacer, pero la verdad
es que Dios no pide al mundo que abandone nada.

Alguien puede preguntar: “¿Acaso, no les pide, que abandonen sus pecados?” ¡Nunca!

“¿No les pide que abandonen su maldad y su rebelión en contra de Él?” ¡No!

¡No se trata de restar, sino de sumar!

No se trata de tomar de, sino agregar a.

Dios es el dador. Nosotros somos los que recibimos <De tal manera amo Dios, que dio a
Su Hijo unigénito> Juan 3:16 El nunca ha pedido a la humanidad que dé algo.

¡Él vio nuestra pobreza. Se dio cuenta de que las únicas cosas que podríamos dar serian
cosas que para El no tendrían uso!

¡Dios el dador! Él da como solo un Príncipe o un Rey puede dar. El no nos pide que
dejemos o que abandonemos nada, sino que Él nos pide que recibamos algo.

La primera cosa que nos ofrece es la Redención del miedo, de la necesidad, del fracaso, de
la debilidad y de la enfermedad. ¡El nos redime de todas estas cosas!

Esto no parece creíble o aun posible, y sin embargo, es la verdad.

Nos ofrece una Redención de las obras de Satanas.

¡Cómo conmueve el corazón al considerar esto!


Colosenses 1:13-14, nos afrima esta verdad sorprendente: <El cual nos libro de la
autoridad de las tinieblas y nos traslado al reino del Hijo de su amor>

Fijémonos cuidadosamente en esto y veremos que El no nos pide nada.

Él ha venido por su propia voluntad y a sus propias expensas, y nos ha redimido de la


autoridad de las tinieblas, de la debilidad, de la ignorancia y del fracaso; y envía la
Revelación para darnos las buenas nuevas de que somos Redimidos; no nos dice que quizá
podremos ser librados, no nos dice que lo recibiremos si somos buenos y abandonamos
nuestros pecados. No, sino que nos dice que ya hemos sido liberados de la Autoridad de las
Tinieblas.

En esa palabra <Tinieblas> se incluye todo el sistema satánico formado por la esclavitud,
el odio, la amargura y los celos.

Todo lo que Satanás es, se encuentra en esa palabra <tinieblas> En esa palabra esta la
ignorancia; están las lagrimas, el hambre, la necesidad, la enfermedad, el dolor y la agonía.
Y estamos liberados de todo eso.

El nos libro de la autoridad del dominio de Satanás.

¡Y no solamente nos ha librado, sino que nos ha trasladado al Reino del Hijo de Su amor en
quien tenemos nuestra Redención, la remisión de nuestros pecados!

¡Cómo impacta esto a nuestro corazón!

Este no es el mensaje que nos han dicho que prediquemos, sino ha sido lo contrario. Un
mensaje alrevés.

En ninguna parte nos dice El Señor que vayamos a buscar al pecador y lo metamos a una
Organización o Asociación para decirle lo que debe de abandonar y lo que debe entregar.

Si el pecador acepta a Jesucristo como su Salvador, eso es arrepentimiento; si lo confiesa


como su Señor de todo corazón, eso es creer.

El no solamente nos pide que recibamos esta Redención maravillosa, sino que también nos
pide que recibamos a Jesucristo como nuestro único Señor.

Es algo así como cuando Rut, la Moabita, recibió a Booz como su esposo. Ese sencillo acto
significó para ella el fin de la pobreza y de la necesidad, de la preocupación y del miedo,
del hambre y del sufrimiento. Ella se convirtió en la Dueña de aquella mansión de la colina.
Las grandes huertas de olivos, de granadas, de duraznos y de naranjas, y los enormes
sembradíos de trigo pasaron a ser suyos. Ella no abandonó su pobreza, sino recibió la
riqueza de él. Ella no sacrificó su soledad, sino recibió el compañerismo y la amistad de él.

Ella no renunció a su debilidad, preocupación y miedo, sino recibió la abundancia, la


protección y el cuidado de Booz su esposo.
¡Así es como Dios viene a nosotros. Nos pide que recibamos a Jesucristo como nuestro
Señor y que digamos con gozo al mundo que la debilidad y el fracaso han llegado a su fin y
que hemos encontrado Su fortaleza, Su plenitud y Su capacidad!

La palabra <Señor> lleva dentro de sí el significado del que provee de pan. Él es nuestro
proveedor de fortaleza.

Él es nuestro Proveedor de capacidad y de habilidad.

<De Su plenitud hemos recibido todos y gracia sobre gracia> Juan 1:16 ¡Nosotros somos
los receptores!

Hemos dejado de ser pordioseros que suplican que venga y nos bendiga. Ya somos benditos
con toda bendición espiritual en lugares celestiales. Efesios 1:3
¡Somos ricos con Sus riquezas. Estamos llenos con Su Plenitud. Estamos satisfechos con
El!

Él es nuestro Señor resucitado. ¡Él es nuestro!

El nos pide que recibimos la Vida Eterna, Su misma Naturaleza.

Esto nos hace Nuevas Creaciones. Somos creados en Cristo Jesús.

Las cosas viejas de fracaso, de debilidad y de pecado han pasado, y todas las cosas son
hechas nuevas. Todas estas cosas provienen de Dios que nos ha reconciliado a Sí mismo.

Nosotros no nos reconciliamos a nosotros mismos con Él. No tuvimos que hacer nada con
la reconciliación. No tuvimos que hacer nada por la Nueva Creación ¡Excepto recibirla!

TODO ESTO ES DE DIOS

No podemos asirlo físicamente, porque está más allá de nosotros. Está en el Reino del
espíritu, en el Reino de las riquezas de la gracia y de la gloria.

El ser Nueva Creación nos hace hijos e hijas del Dios Todopoderoso. Dios es ahora nuestro
Padre. Nosotros somos sus hijos y somos parte de Su familia.

¡Que maravilloso es esto! ¡Cuanta gracia hay en ello! ¡Cuánto gozo implica! ¡Cómo nos
consuela y fortalece!

Al recibir su Redención somos libres de la vieja esclavitud y de los viejos hábitos. Al


recibir Su Señorío y al comunicarlo con gozo al mundo, recibimos nuestra Redención.

La vida Eterna nos liga con Él.


Nosotros ni siquiera se la pedimos. No suplicamos, ni oramos, ni prometimos que haríamos
ciertas cosas si Él nos la daba. Todo lo que tuvimos que hacer fue reconocer el regalo y
darle las gracias por él.

“Pero” --dirá alguno-- “Y nuestros pecados, ¿qué?”

El quito nuestro pecado por el sacrificio de Sí mismo. Nosotros no tuvimos nada que ver
con esto. Habíamos estado desamparados en la esclavitud durante años y un día alguien
vino y nos dijo: “¿Supiste que Jesucristo quito tu pecado por el Sacrificio de Sí mismo?”

Y nosotros respondimos:“Sí, eso lo habiamos leído, pero nunca lo entendimos.”

Aquello que nos ataba a Satanas y lo que nos traía condenación había sido quitado y
nuestro corazón estaba lleno de gozo.

<Él llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero> 1ª Pedro 2:24

¡Él fue hecho pecado con nuestro pecado a fin de que pudiéramos llegar a ser Justos con Su
Justicia!

¡El pecado ya no tiene ningún dominio sobre nosotros!

<Todos nos descarriamos como ovejas; cada quien se apartó por su camino> Isaías 53:6 y
el Padre puso sobre Jesucristo todo lo que habíamos sido con todo lo que habiamos hecho.

Juan el Bautista dijo: <He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo> Juan
1:29

Dios se ha hecho cargo del problema del pecado.

El no nos pide que nosotros nos encarguemos otra vez de ese problema. El no nos pide que
hagamos algo con el pecado. El no nos pide que nos entristezcamos por haber sido
pecadores.

¿Por qué? No podemos ser culpados por ser pecadores.

¿Algún hombre es acusado por haber nacido en cierto país? ¡No! El no ha tenido que ver
nada con ello.

Nosotros no tuvimos nada que ver con nuestra condición pecaminosa. No podíamos ni
siquiera evitar cometer los pecados que cometimos. Fueron un producto de una condición
pecaminosa en nuestra naturaleza Adámica. Y ahora Él viene y nos dice que ya quitó ese
pecado, que El ya remitió todos los pecados que cometimos.

No nos está pidiendo que hagamos algo.


TODO ES POR GRACIA

Pablo escribió: <Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos
hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de
antemano para que anduviésemos en ellas> Efesios 2:8-10
¿Cuándo fue la Nueva Creación un hecho en la mente del Padre? Cuando El se levanto de
entre los muertos y se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.

¿Quiere decir que esta Nueva Creación un hecho en la mente del Padre? Cuando El se
levanto de entre los muertos y se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.

¿Quiere decir que esta Nueva Creación, la Justificación y la Justicia nos han estado
esperando todos estos años? Sí, el hecho es ese.

El no nos pide que hagamos algo, sino que lo recibamos todo.

Si tuviéramos que pagarle por nuestra Redención, dejaría de ser por gracia para convertirse
en algo de obras.

<Por gracia sois salvos por la fe, y no por obras, para que nadie se gloríe>

La calidad y la habilidad de ser hijo e hija es un don, es un regalo.

La Redención es un don. La Vida Eterna es un don. La Nueva Creación es un don. El


Espíritu Santo es un don. Jesús fue un don.

Dios de tal manera amó, que dio a Su Hijo.

Jesús es un Don; el Don del Padre.

Nunca pagamos por un don, o por un regalo, ¡Solo lo recibimos!

CAPITULO XVI

LA MENTE GOBERNADA POR LOS SENTIDOS

<Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os
conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta. Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros,
que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con
cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Porque de la manera
que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma
función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los
unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es
dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el
que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con
liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría. El amor
sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con
amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. En lo que requiere
diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la
esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración.> Romanos 12:1-12
Cuan pocos de nosotros hemos comprendido que la mente gobernada por los sentidos
nunca puede tener Fe victoriosa de Revelación.

Solo cuando la mente ha sido renovada por practicar la Palabra de Dios, la fe en la Palabra
se hace poderosa. Esta renovación de la mente se efectúa por actuar de acuerdo con la
Palabra en cada crisis, día tras día, dejando que la Palabra tenga su lugar en nuestra vida.

El creyente no disfruta de la Palabra Viviente hasta que su mente ha sido renovada.

La mente no renovada más bien se alimenta de las palabras del hombre. No puede actuar
según la Palabra de Dios como actúa sobre las palabras de los hombres.

La gente te dirá lo que el doctor ha dicho, y actuaran de acuerdo con lo que él les dijo.

Yo les digo lo que Dios ha dicho y mueven la cabeza y responden: “No, nosotros no
podemos actuar de acuerdo con eso.”

La mente gobernada por los Sentidos está siempre haciendo la guerra en contra de la fe.
Ella siempre esta a favor de la incredulidad.

Vive en el reino del miedo y de la incertidumbre. La Palabra de Dios no es la Autoridad


final; no establece ninguna conclusión; y por esto, una y otra vez libra la misma batalla sólo
para perder.

Es porque los Sentidos, y no la Palabra de Dios, gobiernan la mente.

La mente gobernada por los Sentidos vive en un Reino de incertidumbre.

Hasta que la Palabra de Dios adquiera dominio sobre la mente, estará sujeta a los
sentimientos y a las cosas que ve y oye, más bien que al Conocimiento por Revelación.

Cuando la gente gobernada por los Sentidos lee la Palabra, declara que es verdad, pero al
instante está hablando del alivio que encuentra en el Conocimiento Sensorial.
El enfermo declarará que la Palabra es absolutamente cierta, pero luego se volverá a las
medicinas.

La mente gobernada por los sentidos no se establece sobre la Palabra y no descansa en ella
tranquilamente.

En realidad es una doble mente. Es una mente dividida. Por una parte dice que la Palabra de
Dios es verdadera y está dispuesta a argumentar sobre la absoluta integridad de la Palabra;
sin embargo, la repudia continuamente en la conducta diaria.

Santiago llama a estas personas hombres de doble mente; personas que hablan acerca de la
<fe> pero actúan de acuerdo a la <razón>, que buscan resultados de <fe> pero actúan de
acuerdo a la <razón>.

Los hombres de doble mente son siempre inestables, viven en la línea divisoria entre la fe y
la razón. Su casa se halla edificada en terreno situado metafóricamente entre estos países,
reclamando ciudadanía bajo ambos gobiernos.

La fe no puede edificarse sino esta basada en la Palabra de Dios.

CAPITULO XVII

EL NUEVO MANDAMIENTO Y LA JUSTICIA

La ley que gobierna a la Iglesia, la ley que reemplazó a los Diez Mandamientos, la ley que
sobrepasa toda la ley humana, es la ley del amor.

Si alguien anda en amor a la manera de Jesús, nunca quebrantará ninguna ley dada para
refrenar el pecado.

Cuando andamos en amor, en realidad andamos en Dios, porque Dios es Amor. Cuando
andamos en amor dejamos de ser negativos, dejamos de ser meramente personas naturales y
nos convertimos en elementos positivos de bendición para el mundo.

Cuando nos salimos de la ley del amor, nos salimos del medio ambiente de Dios y entramos
en el medio ambiente de Satanas.

Cuando se vive sin amor, se vive en armonía con Satanas y la persona se coloca en un lugar
donde no tiene defensa, porque en ese terreno Satanás tiene el dominio.

Mientras al andar en amor, Satanás no tiene ningun dominio sobre nosotros.


Cuando alguien actúa fuera del amor debilita el elemento de fe en él.

No podemos andar por fe sin andar en amor.

No podemos vivir la vida de fe sin vivir la vida de amor.

Me llevó mucho tiempo tener esto claro en mi propio espíritu, pero ahora ya lo tengo.

Nuestra fe será medida inconscientemente por nuestro andar en el amor.

No podemos hablar opuestos al amor tampoco vivir fuera del amor, sin debilitar nuestra fe.

<El amor no busca lo suyo> 1ª Corintios 13:5 La fe en el Padre y la “fe” en el egoísmo no se


pueden mezclar.

Cuando andamos por fe nos independizamos de las circunstancias.

Cuando andamos en amor, andamos en el Reino de la protección del Padre y andamos en


Su sabiduría.

El Padre es Amor y Él es Luz.

El ha hecho a Jesús sabiduría para nosotros.

Al estar en comunión con El, tenemos Su sabiduría, y también tenemos Su capacidad.

La fe se convierte en algo tan natural para nosotros como el agua es algo tan natural para el
pez.

Es parte de nuestro ser.

Dios es para nosotros nuestra fortaleza, nuestra vida, nuestra capacidad.

EL EFECTO DE LA JUSTICIA ANTE EL SUFRIMIENTO Y LA ENFERMEDAD

Nos hemos preguntado por qué Jesucristo no tuvo miedo alguno frente a Satanás y sus
obras.

Le contemplamos ante la presencia de la muerte en la tumba de Lázaro actuando con una


confianza atrevida que nos conmueve.

¿Por qué?

Porque Él era Justo.

El pecado hace cobardes a los hombres. La conciencia de pecado nos mantiene en


esclavitud.
Sabemos que somos de Dios y que tenemos a Dios en nosotros. Sabemos que somos la
Justicia de Dios, y podemos estar frente a Satanás y sus obras, con tanto atrevimiento como
Jesucristo, sin tener miedo alguno. Porque Justicia es realmente la capacidad de Dios
tomando posesión de nosotros (Lee nuestro libro: <Dos clases de Justicia>)

La Justicia es realmente la capacidad de Dios tomando dominio en nosotros.

Permanecemos ante Su presencia sin ningún miedo por la conciencia que tenemos de que
somos Nuevas Creaciones.

Hemos sido creados por Dios mismo y Jesús nos ha entregado la autoridad legal para usar
Su Nombre.

El dijo: <En mi nombre echareis fuera demonios> Marcos 16:17

Si echamos fuera demonios, entonces ¡Podemos deshacer todo lo que Satanás ha hecho,
podemos quebrantar el poder de Satanás en cualquier parte donde esté atrincherado!

¡Podemos derribar y destruir sus fortalezas!

¡Podemos acometerlo con tal atrevimiento que eso significara su destrucción y para
nosotros significará nuestra victoria!

¡Sabemos que Satanás ha sido conquistado! ¡Que ahora somos señores donde habíamos
sido esclavos y que somos fuertes donde habíamos sido débiles!

¡Estamos identificados con Dios! ¡Podemos osadamente y sin miedo tomar Su lugar y
actuar como Jesucristo actuó cuando estuvo aquí en la tierra!

No fue una frase sin sentido la que salió de los labios de Jesús cuando dijo: <Mayores
cosas que estas haréis porque yo voy al Padre; y todo lo que demandareis en mi
nombre, yo lo haré para que el Padre sea glorificado en el Hijo> Juan 14:13
Eso como lo entendemos en realidad es una oración ¡No es hablar al Padre; es hablar a los
demonios!

¡Nosotros levantamos un frente sólido sin miedo y le hacemos frente a nuestro Enemigo
Satanas como conquistadores!

Jesús dijo: <Sal de él> Marcos 1:25 y Lucas 4:35


Nosotros decimos: “¡En el Nombre de tu Señor, sal de él. Húndete en el abismo de donde
eres y nunca regreses a hostigar y a hacer daño otra vez a esta persona!”

Estamos tomando el lugar de Jesús y actuando en Su lugar, aquí en esta tierra.


Su Justicia, que ha sido impartida a nosotros, nos da la capacidad de actuar en lugar suyo y
de tomar Su sitio.

Este es un nuevo día en la Vida Divina. Este es un nuevo orden en el reino de los hombres.

Satanás reinó sobre el antiguo orden. La conciencia de pecado nos dominaba.

Hemos llegado a saber que la Nueva Creación es la Justicia de Dios en Cristo.

Sabemos por otra parte que dicha Justicia no es teológica, ni filosófica, ni doctrinal, ni
evangelica sino una Justicia verdadera.

Es Dios mismo transformando nuestra conciencia de pecado en una conciencia de Justicia.

Es Dios mismo que ha estado obrando dentro de nosotros, edificando Su Palabra en nuestro
espíritu hasta que hemos llegado a ser semejantes a Dios en nuestro pensamiento y diestros
en nuestras obras.

¡Ya no somos tímidos ni pusilánimes!

¡Permanecemos como los hijos e hijas de Dios deben permanecer ante la presencia de un
enemigo derrotado!

< Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no
de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. 1ª Corintios 2:6 En la traducción de
Moffatt habla de <los poderes destronados del mundo>

¡Los hemos reconocido como destronados! ¡Nosotros somos los que ocupamos ahora el
trono! ¡Y Dios ha sido entronizado dentro de nosotros!

¡Somos los amos sobre las fuerzas de las tinieblas que han estado destruyendo a la raza
humana!

¡Tomemos nuestro lugar y desempeñamos nuestro papel!

LA RELACIÓN DE LA JUSTICIA CON LA FE

La fe surge de la continua comunión con el Padre.

La Justicia es la capacidad de estar en la Presencia del Padre Celestial sin el sentido de


culpa o de inferioridad

La Justicia es el producto de la Obra Terminada de Cristo que culmina en la Nueva


Creación.

¡Cuando sabemos que el Padre nos recreó, con Su propia naturaleza, quitando todo lo que
era repugnante y poniendo en cambio Su propia Vida y Naturaleza; y cuando
comprendemos que El está tan satisfecho con la Nueva Creación que puede convertirla en
Su hogar, y que El viene y habita en nosotros, podemos comprender qué preciosos y qué
importantes somos para El!

Si Él tuviera hijos e hijas con los cuales no pudiera tener comunión en términos de
igualdad, no habría satisfacción en ello y la Obra que El hizo en Cristo hubiera sido un
fracaso total.

Estamos seguros de que el hombre, Adán, al principio, tuvo perfecta comunión y amistad
con el Padre; y de que, cuando cayó, esa amistad fue rota.

Una Redención perfecta debe restaurar esa comunión perdida y debe ser restaurado sobre
bases legales.

El hombre debe saber que tiene derecho perfecto para estar en la presencia de Su Padre.

Debe echar los cimientos para edificar una vida de amor perfecta. Y de esta vida de amor
perfecta surgirá una vida de fe.

¡La fe obra por el amor. La fe y el amor son parientes!

¡El amor da nacimiento a la fe, y la fe fortalece al amor!

Cuando sabemos que Dios nos ha creado de nuevo, que nos ha hecho una Nueva Creación,
y que la Nueva Creación es la misma Naturaleza del Padre que nos ha sido impartida,
entonces nos damos cuenta de que nuestro lugar normal se encuentra en la Presencia del
Padre.

Jesús dijo: <Yo soy la vid; vosotros los pámpanos> Juan 15:5 Esta comparación nos hace
comprender que hay una perfecta comunión, ya que los pampanos y la vid son uno.

El pámpano es tan Justo como la vid, porque la vid ha impartido Su vida y Su Justicia al
pámpano.

Esto edifica la fe en el creyente. Continuamente afirmamos que somos la Justicia de Dios


en Cristo.

Y eso lo repetimos una y otra vez hasta que la realidad de ello se hace parte de nuestra
conciencia. Y somos tan conscientes de ello como de que cuatro mas cuatro son ocho, o de
que el fuego produce calor o de que el sol da luz.

¡Sabemos que somos lo que Dios dice que somos!

No tratamos de ser lo que El ha hecho de nosotros.

Disfrutamos los bienes y las riquezas de lo que somos en Cristo.


Cuando El dice que El se convierte en la Justicia de aquel que tiene fe en Jesús, sabemos
que Dios efectivamente ha llegado a ser nuestra Justicia, porque tenemos fe en Jesucristo
como Salvador y Señor.

Sabemos que somos Justos.

No tratamos de ser Justos, así como ningún hombre trata de ser un hombre. Puede intentar
ser un hombre bueno, pero es lo que la naturaleza lo ha hecho.

Nosotros somos lo que Dios nos ha hecho ser: Su propia Justicia.

El Espíritu dice por medio de Pablo que Dios ha hecho a Jesús sabiduría para nosotros y Él
está en nosotros.

Sabemos que Jesús es nuestra sabiduría.

Cuando Él dice que Jesús fue hecho en nosotros Santificación, sabemos que somos
santificados por Su Santificación.

Cuando Él declara que Él fue hecho en nosotros Redención, sabemos que somos
Redimidos, que Él es nuestra Redención.

En consecuencia, nuestra Redención es una realidad.

Por la misma prueba de amistad Él declara que Él ha llegado a ser nuestra Justicia. Si El ha
llegado a ser nuestra Justicia, entonces nuestra posición con el Padre es idéntica a la Suya.
Esta es base para una fe verdadera en el Hijo de Dios.

Marcos 11:22 Versión autorizada: <Tened la fe de Dios> Versión revisada:<tened fe en


Dios> ¡Tenemos ambas!

¡Tenemos la fe de Dios reproducida en nosotros por Su Palabra Viviente, por Su Naturaleza


que nos es impartida.

Tenemos fe en Dios, porque es algo natural y normal para un hijo tener fe en su Padre.

Tenemos más fe en la capacidad de Dios para hacernos triunfar, para sanarnos, para darnos
capacidad y fortaleza, para ayudarnos a encarar los problemas de la vida, que la tenemos en
el adversario para estorbar él propósito de Dios en nosotros. En otras Palabras, tenemos
mayor fe en la capacidad de Dios que en la del adversario. Tenemos mas fe el la Palabra del
Padre que la que tenemos en las circunstancias que nos rodean o en el medio ambiente que
pretende retenernos en la esclavitud.

Dios es más grande para nosotros que cualquiera otra cosa en el mundo.

¡Sabemos de cierto que más grande es El que está en nosotros, que el medio ambiente o las
influencias que nos rodean! 1ª Juan 4:4
¡Sabemos que somos mas que vencedores! Romanos 8:37 ¡Que hemos pasado del reino del
fracaso al reino del éxito y de la victoria! Colosenses 1:13

EL EFECTO DE LA CONCIENCIA DE PECADO SOBRE LA FE

La fe no puede desarrollarse en la atmósfera de la condenación. Mientras nos mantengamos


en el reino de la conciencia de pecado, nuestra fe será débil e ineficaz.

Si asistimos a un Grupo Cristiano donde se predica continuamente el pecado, esto


desarrollará una conciencia de pecado en nosotros y destruirá el vigor de la fe.

¡La fe, como el amor, demanda confesión continua!

Si no confesamos amor continuamente hacia auqellos que nos rodean, el amor se irá
congelando lentamente y se hará ineficaz.

Debe haber una confesión continua del amor.

El esposo y la esposa que cesan de confesarse su amor del uno para con el otro, lenta pero
seguramente, pierden el compañerismo vivo entre el uno y el otro.

¡Esto mismo pasa en la fe!

Cuando nosotros confesamos nuestra confianza y nuestra fe continuamente, entonces la


confianza y la fe crecen.

ALGUNAS CONFESIONES QUE DEBEMOS DE HACER.

“¡Yo puedo hacer todas las cosas en Aquel que me fortalece!”.

“¡La capacidad de Dios esta en mí!”.

“¡Tengo la vida de Dios viviendo dentro de mí!”.

“¡Todo lo que pido al Padre en el Nombre de Jesús, El me lo da!”

“¡La fortaleza y la capacidad de Dios habitan dentro de mí!”

“¡Yo tengo Su sabiduría!”

“¡Yo no tengo que pedir y rogar sabiduría, porque la sabiduría es mía!



“¡Yo no tengo que orar por fe, porque Sus promesas no pueden ser quebrantadas!”

“¡Ninguna Palabra de Dios está desprovista de Poder!” Lucas 1:37


“¡Yo tengo una invitación permanente para acercarme con toda osadía a la Sala del
Trono y sentarme en la Presencia de mi Padre!”

“¡Yo soy ahora miembro de la Familia Divina! ¡Dios es mi Padre, yo soy su hijo! ¡Yo
pertenezco a Su familia!

¡Soy un participante de la Naturaleza Divina!”

¡Estoy constantemente consciente de Su presencia morando interiormente en mí!”

“¡Más grande es El que está en mi que el que está en el mundo!”

“¡Yo tengo Su vida de amor habitando dentro de mí!”

¡Estas confesiones poderosas de la Palabra de Dios edifican la fe, edifican la salud, edifican
la vida y dan la fortaleza en la vida del creyente!

¡Estas confesiones son la misma Palabra de Dios o estan basadas en la Palabra de Dios. No
son las confesiones del Conocimiento Sensorial!

CAPITULO XVIII

MI RECIBO

Hablando con una santa, ya de edad avanzada, que había estado sufriendo de los riñones,
puso su atención al hecho de que Dios había puesto sus enfermedades en Jesús. Le leí Isaias
53:4 <Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores>

Ella me respondió: “Sí, eso es verdad.”

Yo le dije: “¿No se da cuenta amada señora de que la Escritura es su recibo para su perfecta
sanidad? Es como si usted debiera una cuenta que no pudiera pagar y alguien le extendiera
un recibo por dicha cuenta. Usted miraría el recibo y sé enteraría que ya la cuenta estaba
pagada. Usted se regocijaría en el hecho de que ya estaba libre de esa deuda.”

“El Padre desea que usted sepa que Él pagó la deuda. Él puso las enfermedades de usted en
Jesús, hizo a Jesús enfermar con las enfermedades de usted. <Jehová quiso quebrantarlo,
sujetándole a padecimiento>”Isaias 53:10

“Es impropio para usted tener la enfermedad o siquiera pensar en ella. Este pasaje es su
recibo actualizado del pago completo por una perfecta sanidad de esa enfermedad. De
acuerdo con su Palabra < ¡Por sus llagas usted ha sido sanada ahora! > Isaías 53:5
“Usted rechaza cualquier otro pensamiento que contradiga la Palabra de Dios. Usted
rechaza aceptar el testimonio de sus sentidos. Allí está todavía el dolor, pero usted rechaza
aceptarlo como evidencia de que no ha sido sanada.”

“Usted dice serena y confiadamente: ‘Padre, te doy gracias porque la enfermedad de mis
riñones fue puesta en Jesús; porque Él fue sujeto a padecimiento con ella y por sus
llagas yo soy sanada.’”

“No debe haber ninguna preocupación, ningun miedo, porque Jesús llevó la enfermedad de
usted en Su cuerpo en el madero.”

“Cuando Él fue ‘azotado, herido de Dios y abatido’, lo fue con las enfermedades de usted.
El herido fue por las iniquidades de usted; el castigo de su paz fue puesto sobre Él; y por
Sus llagas usted está sanada.’ Este es su recibo que lo cubre todo. Usted ha sido libertada
del dominio de Satanás ¡Ya es libre!” Y aquella anciana me respondió: “Ya lo veo claro.”

LOS PROBLEMAS DEL PECADO Y DE LA ENFERMEDAD: RESUELTOS

Hubo un tiempo cuando yo estaba demasiado ansioso por probar que Jesús había resucitado
realmente de los muertos, que realmente había ascendido al Cielo con Su propia sangre y la
había presentado en el Lugar Santísimo Celestial y que la Justicia la había aceptado.

Yo estaba desesperadamente ansioso por saber que esto era verdad.

Si esto era verdad, entonces los problemas del pecado y de la enfermedad ya estaban
arreglados y el dominio de Satanás sobre mí había terminado. Si Jesús se había sentado a la
diestra de Dios, entonces la enfermedad ya no tenía ninguna demanda sobre mi espíritu,
alma y cuerpo.

Hebreos 9:11-12, la Traducción Centenario.- <Mas cuando Cristo vino, un Sumo


Sacerdote de los bienes que habían de venir, pasó por el más amplio y más perfecto
tabernáculo, no hécho de manos, no de esta creación material; no tomando la sangre
de machos cabríos ni de becerros, sino su propia sangre, y entró una vez por todas en
el santuario, obteniendo para nosotros eterna redención>

Eso contestó mi interrogante. Él había hecho una Eterna Redención por mí para mi espíritu,
alma y cuerpo.

¡Cristo llevó mis enfermedades y sufrió mis dolores, y por sus llagas yo fui sanado. Si Jesús
sé sentó a la diestra de Dios, ese hecho es un recibo completamente pagado por los
problemas del pecado y de la enfermedad!

Yo no te puedo decir cuan febrilmente fui a las Escrituras para probar esto, y encontré que
diecinueve Escrituras o más declaran que <El se sentó>
El se sentó porque Él me había libertado, porque había satisfecho las demandas de la
Justicia. Había, asimismo destrozado y paralizado el dominio de Satanas.

< De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del
mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por
el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado> Hebreos 9:26 ¡Él había quitado el
pecado por el sacrificio de Sí mismo!

<Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos
hechos justicia de Dios en él> 2 corintios 5:21 ¡El había hecho accesible la Justicia!

< Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que
sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. >1ª Juan 5:13
¡Había hecho segura la Vida Eterna!

Eso significa que cada Palabra del Nuevo Testamento está respaldada por Jesús mismo.
Detrás de Jesús está el Trono de Dios y detrás del Trono está Dios mismo.

<El cual mismo llevó nuestros pecados sobre el madero>1ª Pedro 2:24 Eso no es solamente
la solución del problema del pecado, sino del problema de los pecados. El problema del
pecado fue lo que éramos. Los pecados eran lo que habíamos hecho. Él quitó el pecado y
remitió nuestros pecados.

<Para que viviéramos en Justicia>1ª Pedro 2:24

Para que pudiéramos vivir en el Reino de la Justicia. Eso significa que estamos en la
Presencia del Padre tal como El Señor Jesús, sin ningún sentido o sentimiento de culpa o de
inferioridad.

Tomamos nuestro lugar como hijos e hijas del Dios Todopoderoso, como miembros de Su
propia familia y coherederos(as) con Su propio Hijo.

Y si no tomamos nuestro lugar, negamos la eficacia de Su sangre, la realidad de Su


Sacrificio y la integridad de Su Redención.

Cuando tomamos nuestro lugar en Cristo honramos al Padre y al Hijo; y honramos la


Nueva Creación en Cristo Jesús.

Honramos nuestra propia posición. Cuan importante es que logremos comprender el


significado de todo esto y llevarlo a cabo.

<Por cuyas llagas fuisteis sanados> Isaías 53:5 Esta es la conclusión de todo el asunto.

¡El pecado es quitado. La Justicia es un hecho!

¡La enfermedad es algo del pasado!


De acuerdo con esta Escritura y con la Revelación de Pablo sobre la Obra Terminada de
Cristo, ¡Nunca debemos estar otra vez bajo el dominio de Satanas!

Debemos estudiar estas Grandes Verdades y prepararnos para presentarnos a Dios


aprobados, como cristianos que no tienen de que avergonzarse 2ª Timoteo 2:15 Tomando nuestro
lugar en Su Familia sin condenación.

Si alguien se pregunta: “¿Cómo moriremos?”

La respuesta es: Debemos simplemente vivir a lo maxino la vida cristiana y llegado el


tiempo dormir sin dolor, sin esas enfermedades repugnantes que deshonran a nuestro Señor.
2ª Corintios 4:16-18

¡Qué vida! ¡Qué Redención! ¡Qué relación tan maravillosa con el Padre es la que nos
pertenece!

CAPITULO XIX

LO QUE JESUS DIJO SOBRE LA FE

Al principio me molestaba pensar por qué Jesús exigió de los judíos fe; pero luego me di
cuenta por qué. El se dirigía al Pueblo del Pacto de Dios que había roto la fe con Jehová.

<Y llegado a la casa, vinieron a él dos ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer
esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra
fe os sea hecho. Y los ojos de ellos fueron abiertos> Mateo 9:28-30
Y a Marta le dijo: <Si crees, verás la gloria de Dios> Juan 11:40
Y otra vez dijo: <Todas las cosas son posibles para el que cree> Marcos 9:23
¿En qué tenían que creer o qué era lo que iban a creer?.... No que él murió por sus pecados
y se levanto de los muertos para la Justificación de ellos; no que Él era su Sustituto y que
había quitado el pecado de ellos; ni tampoco que si ellos le aceptaban como Salvador
personal y le confesaban como su Señor recibirían la Vida Eterna.

¿Qué clase de fe demando de ellos?

No fue Fe Salvadora tal y como nosotros la entendemos: <Porque si confesares con tu


boca a Jesús como Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levanto de los muertos,
serás salvo> Romanos 10:9
El nunca pidió a nadie que creyeran en Él como Salvador y que daria a las personas la Vida
Eterna. Solo les pidió que creyeran que Él era el Hijo de Dios, el Sanador, el Mesías.

El no les pidió que creyeran en lo que nosotros llamamos Su Sacrificio Sustitutivo.


El nunca lo mencionó. No les pidió que creyeran en Su Resurrección, porque no había
muerto ni resucitado de los muertos.

El pasaje de Marcos 11:20-24 es muy demostrativo. Los discípulos contemplaron cómo la


higuera se había secado hasta las raíces. Y Pedro le dijo: <He aquí la higuera que
maldijiste se ha secado. Y Jesús les respondió: Tened fe en Dios> Y luego agrego: <De
cierto, de cierto os digo, que cualquiera que dijere a este monte: quítate, y échate en el
mar, y no dudare en su corazón, mas creyere que será hecho lo que dice, lo que dijere
le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que orando pidiereis, creed que lo
recibiréis y os vendrá>

Jesús no estaba hablando a la Iglesia. Se estaba dirigiendo a los judíos bajo el antiguo
pacto, pero en cierta forma se aplica lo que dijo a nosotros. Él esta demandando que crean
en El.

Ellos pudieron verle como hombre. Pudieron ver sus milagros: Había alimentado a las
multitudes, había convertido el agua en vino, había andado sobre el mar, había dominado al
mar, los vientos y las olas y había resucitado a los muertos.

En Juan 6:30, los judíos le dijeron a Jesús: <¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos
y te creamos?> La fe de ellos fue Fe de Conocimiento Sensorial. Creyeron en lo que
vieron o en lo que oyeron.

En Juan 20:24-29 está el relato de la incredulidad de Tomás, quien dijo: <Si no viere en
Sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere
mi mano en Su costado, no creeré>

Ocho días después de eso Jesús se apareció repentinamente a Tomás y le dijo; <pon aquí tu
dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano y métela en mi costado; y no seas
incrédulo, sino creyente>

Jesucristo no estaba pidiendo a Tomás que creyera en Él porque había resucitado de los
muertos y porque había quitado el pecado de él ¡No! Lo que hizo fue desafiar la fe de
Conocimiento Sensorial de Tomás para que realmente creyera en Él; porque la fe de Tomás
estaba en los Sentidos: en lo que podía ver, sentir y oír.

Tu puedes comprender que ninguno de los que anduvieron con Jesús tuvieron fe en la
forma que Pablo lo dice en la Epístola a los Romanos Romanos 10:8.10 Jesús nunca demando de
nadie que creyeran en El como el Salvador que iba a morir y luego a resucitar para la
Justificación de ellos.

En Juan 11:27 Marta dice a Jesús: <Yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios
que ha venido al mundo> Muy bonita declaración pero esta no fue una confesión para que
ella obtuviera salvación eterna.
Si Marta hubiera confesado la salvación del pecado hubiera dicho: “Sí, Señor yo he creído
que tú eres el Hijo de Dios. Creo que tu vas a morir por mis pecados y que luego
resucitaras para mi Justificación.”

Juan 20:9 dice <Porque aun no sabían las Escrituras, que era necesario que él
resucitase de los muertos>

Después de que El resucito de los muertos, nadie expresó fe en Él como Salvador del
pecado, como dador de la Vida Eterna y autor del Nuevo Nacimiento.

Ellos solo creyeron que se levanto de los muertos.

La Revelación Paulina tenia que venir antes de que conocieran a Cristo como Sustituto y
llegaran a conocer lo relativo a la Nueva Creación.

Jesús dijo: <Cuando Él, el Espíritu de verdad venga, El os guiara a toda verdad. Y el
me glorificara, porque tomara de lo mío y os lo hará saber>Juan 16:13-14

Esto indica que iba haber una Revelación de Jesús y del Padre además de lo que Jesús había
enseñado durante Su ministerio terrenal.

Tal Revelación vino al Apóstol Pablo.

La base de ella se encuentra en los primeros diez capítulos de Romanos, allí se nos revela
una Justicia de Dios para el hombre que cree en Jesús.

La Justicia significa la capacidad de estar en la Presencia de Dios tan libres de la conciencia


de pecado como Jesús lo estuvo durante Su ministerio terrenal.

En las enseñanzas de Jesús en los cuatro Evangelios no hay ningún indicio de eso, solo en
las Epistolas de Pablo.

LO QUE PABLO ENSEÑO

La fe de Israel se cimentaba en el futuro.

Nuestra fe tiene sus raíces en el pasado en lo que Dios hizo por nosotros en Cristo.
Abraham miró a la Promesa y nunca la puso en tela de juicio.

Nosotros miramos al Nuevo Testamento; al hecho de nuestra Redención; al hecho de


nuestra salud; al hecho del cuidado del Padre por nosotros, y, como Abraham, nos
fortalecemos dando gloria a Dios.

He aquí unos cuantos hechos sobre los cuales debemos de actuar nosotros como hijos e
hijas de Dios:
Efesios 1:3 <Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el cual nos ha
bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo>

Significa que en el momento que aceptamos a Jesucristo como nuestro Salvador y le


confesamos como nuestro único Señor, todo lo que Dios hizo en Cristo nos pertenece. ¡Es
nuestro!

Ttal y como Jesús pertenece hoy al mundo porque así lo dice Dios en Juan 3:16 <Por que
de tal manera amo Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito>

¡Dios dio a Jesús al mundo. El hombre no salvo no necesitan pedir que venga Jesús como
Salvador. Jesús ya vino y pertenece al hombre no salvo!

El Padre nunca ha recogido ese Don. Ese regalo. Ese Don pertenece hoy a las personas a las
cuales fue dado.

Cuando tú aceptas ese Don, todo lo que Jesucristo hizo por ti, llega a pertenecerte.

Ha sido difícil para nosotros aceptar eso.

Se nos ha enseñado que debemos orar, agonizar y suplicar por estas cosas. Pero en realidad
son nuestras.

¡El Espíritu Santo ha sido dado a la Iglesia!

Lucas 11:13 <Si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre Celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?>

En el momento en que tú eres Nacido de Nuevo, en ese momento el Espiritu Santo es tuyo
con sólo pedírselo al Padre.

La Vida Eterna es algo que fue dado para que el(la) pecador(a) pudiera recibirla. En el
momento en que el(la) pecador(a) acepta a Jesucristo, tiene la Vida Eterna.

<Por gracia sois salvos por la fe, y esto no de vosotros, porque es don de Dios> Efesios 2:8
Es un don: <Somos hechura suya creados en Cristo Jesús> Efesios 2:10

¿Cuándo fuimos <creados en Cristo Jesús>? Durante los tres días y las tres noches antes de
que se levantara de los muertos.

¿Cuándo fuimos declarados Justos? <Él fue entregado por nuestros delitos y resucitado
para nuestra Justificación> Romanos 4:25

La Justificación es un don; la Salvación es un don. No es algo que tenemos que ganar y


alcanzar por nuestros méritos.
En la Revelación que Dios dio a Pablo, demandó que el pecador tenga fe en lo que El hizo
por él en Cristo.

El pecador debe creer que Jesús murió por sus pecados y resucitó de los muertos por él.

¡La Revelación de Pablo declara que después de que hemos creído, ya no se suscita el
problema de la fe porque todas las cosas nos pertenecen!

¡No necesitamos ejercitar la fe para conseguir lo que es nuestro. Solo es necesario saber que
nos pertenece!

EN RESUMEN

Tu ya has leído todo este libro. ¿Cuál es tu reacción?

Mucho de lo que has leído aquí ha sido nuevo para ti

Algo de todo esto te habrá confundido porque era tan diferente de todo lo que habías
escuchado antes.

Pero tu corazón sabe que es verdad.

¿Qué vas a hacer con ello?

La Iglesia está en una condición desesperada.

En todas partes, hay entre los(as) cristianos(as) muy poca fe viviente y activa.

¿Quieres ayudarnos a esparcir esta verdad gloriosa que hace del Padre y de Jesús, del
Espíritu Santo y de la Palabra, algo real?

Pide a tu Predicador, a tu Conferencista o a tu Maestro que lea esto a la congregación.

Invita a algunos de tus amigos, lee y comenta con ellos todo esto.

Asegúrate que tu Pastor y cada maestro de la Biblia en tu Congregación tenga un ejemplar.

Procura que otros Pastores, Misioneros y Predicadores tengan este material tan importante
para estos días.
UNA SUGERENCIA MAS

Ya has visto la diferencia entre fe en los Sentidos y fe en la Palabra de Dios.

¿Cuál es tu responsabilidad hacia aquellos que están viviendo en los Sentidos y se


esfuerzan todavía en obtener resultados que solamente pueden obtener por medio de la fe
en la Palabra de Dios?

Pero me dirás, “¿Cómo puedo ayudarlos?” Puedes hacerlo distribuyendo esta literatura,
formando grupos de estudio, diciéndoles a la personas lo que Dios puede hacer por ellas a
travez de estos libros.

Esto puede ser en los Grupos Cristianos, grupos de jóvenes, de adolescentes, grupos de
servidores y lideres, grupos en casa, grupos en la Universidad o en las Misiones del Campo
Rural.

Es muy sencillo, haz lo siguiente:

1. Lo que tienes que hacer es conseguir el juego de audiocassettes o discos compactos


que contienen grabado todo este libro.
2. El Grupo leera este libro con la vista y simultaneamente oirán el audio o C.D.
3. Cuando sea necesario el Instructor, motivará al Estudiante para leer en voz alta las
confesiones de la Palabra de Dios.
4. Lo pueden hacer durante un tiempo determinado, según acuerdo entre el Instructor y
los Estudiantes.
5. Esto lo puedes repetir las veces que quieras a solas o en Grupo.

Si no has leído los otros libros publicados por el autor, consíguelos.

Se que deseas participar en este gran ministerio. Si no te es posible organizar una clase,
¿No crees que el Señor se gozaría si tú te dedicaras a distribuir estos libros?

Dependemos de aquellos que leen este excelente material de estudio y son ayudados por el,
para que a su vez nos ayuden repartiéndolo a todo el mundo. Sobre todo al Mundo de Habla
Hispana.¡Este material les ayudará!

FE QUE CAMBIA TU MUNDO


APARTADO POSTAL 40
OAXACA OAX. MÉXICO
C.P. 68000
TEL. (01-9) 51 335 42
51 548 13

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