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PARADIGMA ESTRATÉGICO Y ACCIÓN COLECTIVA 21

PARADIGMA ESTRATÉGICO Y ACCIÓN COLECTIVA

Ignasi Brunet Icart y Fernanda Laura Schilman

Universitat Rovira i Virgili


Departament de Gestió d’Empreses

El objetivo de este artículo es desarrollar la interpretación de la acción colectiva en


base al supuesto de que ésta no se debe a agravios o sentimientos de injusticia, sino
más bien al hecho de que los individuos se mueven en función de su propio interés, de
manera que actuarán colectivamente a menos que los beneficios esperados superen los
costes de su acción; este cálculo individual de costos y beneficios afecta a la organización
de la acción colectiva, tal y como Axelrod y Olson lo han desarrollado. A partir de los
planteamientos de ambos autores exponemos cómo se resuelve el problema del
sostenimiento de una movilización colectiva a partir de la Teoría de la Movilización de
los Recursos.
Palabras clave: Elección racional, racionalidad estratégica, formas organizativas

The objective of this paper is to analyse collective action from the standpoint that
this is not due to grievances or feelings of injustice, but rather to the fact that individuals
are driven by their own interests, meaning that they will act together unless expected
benefits surpass costs; this individual calculation of costs and benefits affects collective
organisation, as Axelrod and Olson have pointed out. From the theoretical framework
of both authors we explain how the maintenance of collective mobilisation is sustained
through Resource Mobilisation Theory.
Key words: Rational choice, strategic rationality, organisational forms

1. INTRODUCCIÓN
estructural subyacente a una sociedad en
Hay un consenso en la Sociología de crisis; esta tensión estructural perturba
los Movimientos Sociales respecto a que la significativamente el equilibrio psicológico
novedad de los Nuevos Movimientos So- de los individuos; por último, y en la fase
ciales está en que cuestionan la lógica final de la cadena causal, cuando indivi-
analítica clásica, es decir, los análisis de la duos previamente aislados entran en inter-
acción colectiva y los movimientos sociales acción y forman un grupo con las miras
anteriores a los años sesenta, los cuales son puestas en la acción, nos encontramos
denominados por Casquette (1998: 39) ante un movimiento social”. En contra de
como enfoques clásicos y que ofrecen este planteamiento clásico los Nuevos
“una secuencia causal en la emergencia de Movimientos de los años sesenta y setenta
los movimientos sociales. Dicha secuencia no fueron interpretados como que consti-
que opera a modo de hilo conductor en tuían respuestas a tensiones estructurales,
todas las versiones clásicas, arranca con la al estar más relacionados con la noción de
especificación de algún tipo de tensión bienestar que con la de miseria, más

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cercanos a la búsqueda de mejoras, de y McAdam (1998) como una extensión de


esperanzas y aspiraciones que al senti- la Teoría de la Movilización de Recursos.
miento de odio o miedo. Afirmación Una teoría que plantea que en tiempos de
discutible ya que, como indican Riech- inestabilidad política se produce la oportu-
mann y Fernández Buey (1994: 90), una de nidad (el cuándo) de que los que tienen
las características más relevantes de los intereses opuestos al poder establecido
movimientos sociales es el de constituir puedan desafiarlo. El cuando se refiere a
“un fenómeno social estructurado: se ba- la estructura de oportunidades políticas
san en causas estructurales (‘agravios’ que permiten, en términos de probabili-
conceptuados como injusticias y generado- dad, que algunos grupos puedan conse-
res de descontento) que intentan modifi- guir el acceso al poder y la manipulación
car por medio de su acción colectiva”. del sistema político.
Los Nuevos Movimientos Sociales han La utilización de la Teoría de la Movi-
sido analizados por dos grandes líneas de lización de los Recursos y la Teoría del
análisis de la acción colectiva. Líneas que Proceso Político han estado relacionadas
poseen una filiación geográfica. Una co- con el interés analítico, recurriendo a cada
rriente se desarrolló en Europa, la llamada una de ellas de acuerdo con los objetivos
“Teoría de los Nuevos Movimientos Socia- de la investigación. No obstante, tal y
les”, y otra en Estados Unidos, denomina- como destacan Riechmann y Fernández
da “Teoría de la Movilización de los Buey (1994: 18-19), para estos enfoques
Recursos”. Los teóricos seguidores de esta “los movimientos sociales modernos cons-
última línea de estudio buscaban conocer tituyen un fenómeno racional. Ello no
los recursos internos de actores y movi- significa que todos y cada uno de los Movi-
mientos; los europeos, en cambio, estudia- mientos Sociales persigan sus fines con la
ban su “por qué”, preguntándose cómo máxima economía de medios, de acuerdo
los rasgos de los Estados y sociedades con una lógica instrumental perfecta, ni
contemporáneos llevaban a la gente –en tampoco que su acción no contenga ele-
su mayor parte perteneciente a la clase mentos no instrumentales. Pero sí significa
media– a movimientos cuyo objetivo era que en los Movimientos Sociales causas,
proteger y mejorar sus “espacios vitales”. objetivos, movilización y acción están
Estas dos perspectivas, convertidas en doxa mutualmente vinculados de tal manera
académica, y repetidas de forma ritual y que la presunción de racionalidad global
disciplinada en los comienzos de todos los es casi siempre acertada (...) o al menos lo
intentos de exponer el estado de la es tanto como en otros fenómenos cuya
cuestión de los movimientos sociales, con- racionalidad no suelen discutir con seme-
densan “de forma paradigmática una jante ahínco los científicos sociales (Parti-
manera de concebir la elaboración de dos políticos y grupos de interés)”.
teorías alentadas más por el resultado
La Teoría de la Movilización de Recur-
final que el propio decurso del quehacer
sos plantea que los movimientos sociales
teórico. Posteriormente este diagnóstico
sería apuntado por Tarrow cuando afirma son grupos racionalmente organizados
que la Teoría del Proceso Político se ha que persiguen determinados fines y cuyo
preguntado por el cuándo de la aparición surgimiento depende de los recursos orga-
de los movimientos sociales. Cómo, por nizativos de que disponen. El modelo del
qué y cuándo. La tríada interrogante acota actor colectivo que sigue este enfoque
y define el campo de análisis” (Mendiola, proviene de la teoría de la elección racio-
2003: 193). Pero una acotación que habría nal, y destaca su carácter racional y su
de matizar ya que la Teoría del Proceso orientación hacia la maximización de be-
Político1 es considerada por Gamson (1992) neficios, basados en el cálculo de los costes

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y las ventajas de la participación en un 2) la segunda es que en el “paradigma de


movimiento. En la literatura sobre Nuevos la elección racional, la relación entre
Movimientos Sociales, el modelo del actor agencia individual –siempre situada en
es más complejo y se destaca la importan- marcos institucionales y/o en redes sociales
cia de las transformaciones sociales que preexistentes– y estructura social está cons-
inciden en el desarrollo de la identidad truida en términos esencialmente norma-
colectiva de los seguidores de los movi- tivos. Las instituciones, las normas, las
mientos, esto es, se ocupa especialmente redes o las estructuras sociales no sólo
del papel que desempeñan los procesos de sirven para explicar el comportamiento
construcción de identidades en la acción humano y las dinámicas sociales; sirven
colectiva2. La Teoría del Proceso Político también para evaluar los propios estados
constituye una corrección de las limitacio- sociales actuales o previsibles”.
nes propias de la Teoría de la Movilización
La teoría de la elección racional coloca
de Recursos que asume, por su parte, la
al sujeto en el centro del análisis de los
necesidad de incorporar una inexcusable
hechos sociales, al presuponer una priori-
referencia a las cuestiones identitarias. Los
dad ontológica del sujeto sobre la que es
teóricos más destacados del modelo del
su producto, el hecho social. Metodológi-
proceso político no pueden dejar de afir-
camente, se sitúa el elemento central de
mar que “el entorno político en el que se
las explicaciones sociales en los sujetos,
encuadra el movimiento sigue determina-
definidos como agentes intencionales y
do, con fuerza, el conjunto de oportunida-
racionales –calculadores–, siendo los he-
des y límites que determinarán su desarro-
chos sociales –las instituciones– resultado
llo posterior” (McAdam, 1999: 35).
inintencional de interacciones entre indivi-
duos. La explicación intencional está vincu-
lada al carácter agencial de la acción hu-
2. LA TEORÍA DE LA ELECCIÓN RACIO-
mana y que sanciona la imagen del mundo
NAL
moderno que emerge en el proceso indus-
La teoría de la elección racional adopta trializador. En este proceso, el mundo
una estrategia individualista en el plano social emerge como mundo manipulable,
metodológico, esto es, parte del “indivi- lo que supone la reductibilidad del mundo
dualismo metodológico” y entiende por a medidas comunes, patrones y equivalen-
tal “la doctrina que afirma que todos los cias, y que corresponde con lo que Nietzs-
fenómenos sociales (su estructura y su che llamó absolutización de una condicio-
cambio) son, en principio, explicables en nalidad, refiriéndose, concretamente, al
términos de las propiedades, objetivos y principio de utilidad como medida de las
creencias de los individuos” (Elster, 1991: cosas, la instrumentalidad como dueña del
453). Herreros y de Francisco (2001: 2-3) mundo. De este modo, la lógica de la
sostienen que pese a las limitaciones de la instrumentalidad es la principal fuerza que
teoría de la elección racional cabe argu- subyace al enfoque de la elección racional;
mentar los siguientes aspectos: 1) la prime- enfoque en el que las acciones sociales son
ra es que “muchas de las contribuciones derivadas de intereses.
teóricas que en los últimos tiempos han
Dicha teoría no hace más que aplicar,
intentado imbricar agencia individual, ins-
axiomáticamente, el principio de utilidad
tituciones sociales y otras variables (como
desarrollo económico o eficacia institucio- para formular predicciones. La noción de
nal o dominación política) no han roto con utilidad supone considerar tanto funcio-
ninguno de los supuestos básicos de la nes de utilidad continuas, diferenciables, y
rational choice: intencionalidad de la ac- convexas como plantear los precios como
ción y teoría formal de la racionalidad”, y indicadores de escasez y, por consiguiente,

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como asignadores óptimos de recursos de las preferencias (exógenas) de los


disponibles. Funciones de utilidad y dota- individuos y de sus posibilidades –limita-
ciones de recursos sitúan al mercado como das– de acción. Frente a una serie de
al mejor asignador de recursos escasos. alternativas, tan sólo aquella que orienta
Con este aparato conceptual se establece a los actores sobre el curso de acción a
que la base de la actividad económica está seguir para conseguir unos objetivos da-
en el sujeto, en sus motivaciones raciona- dos –independientemente de cuáles sean
les. Se instituye, así, el intercambio como éstos– es racional. Un actor es un individuo
vinculo social y al individuo como sujeto de que, a la hora de elegir entre una serie de
demanda enteramente libre capaz de alternativas percibidas, las ordena según
optar, de elegir, entre todas las ofertas del sus preferencias y opta por la más convin-
mercado y que se concreta en el principio cente para sus intereses.
de libertad de elección entre cursos de
El individuo posee, pues, “un mecanis-
acción alternativos, derivándose las situa-
mo que le permite ‘mirar hacia delante’
ciones objetivas como consecuencia del
(forward looking), para anticipar las diver-
uso que hacen los sujetos de sus derechos
sas consecuencias futuras de los cursos de
de libre elección (libertad de mercado).
acción disponibles, y por un mecanismo de
El paso de lo individual a la dimensión evaluación y selección, que le dicta el curso
colectiva es utilitarista y es expresión de de acción más apropiado para satisfacer
conflictos de intereses en términos distri- sus preferencias. Este mecanismo es el
butivos. Esta visión individualista de la principio optimizador denominado elec-
acción colectiva deja de lado o le da menos ción racional” (Linares Martínez, 2002).
valor a su posibilidad estructural, y la Una de las ventajas que presenta el deno-
interpreta como una especie de agrega- minado principio de elección racional es
ción de utilidades, y ello a consecuencia de que puede ser expresado mediante una
que margina en su análisis la naturaleza función que reúne ciertos requisitos mate-
socializada e histórica de las relaciones máticos de utilidad3. Se trata de maximizar
sociales. Visión, por otra parte, de la acción dicha función respecto a una de sus varia-
colectiva cristalizada fundamentalmente bles. La función de utilidad representa las
en categorías económicas. Concretamente, preferencias de los individuos pero prescri-
en la categoría libertad de mercado que be cuáles son dichas preferencias. Es decir,
vincula las decisiones individuales al siste- el origen de las preferencias de los indivi-
ma de precios, al presuponer, por un lado, duos no son explicadas por este modelo
una sociedad de individuos libres y, por analítico sino que éstas se toman como
otro, que cada individuo libremente como datos dados e inmutables. Preferencias,
comprador o como vendedor en el merca- por otra parte, contempladas como ajenas
do pueden recurrir a alternativas; en falta al sistema capitalista.
de ellas se da simple y llanamente la
coerción. Por ello, se define el sistema de
mercado como un método de coordina- 3. RACIONALIDAD (PARAMÉTRICA Y
ción que opera mediante intercambios ESTRATÉGICA) Y ACCIÓN COLECTIVA
voluntarios o, en palabras de Lindblom
(2002: 237), “no se puede dar al sistema de En la racionalidad paramétrica la única
mercado un título mayor que el de reco- variable es el agente independiente y el
nocerle que permite a los individuos con- conjunto de elementos sobre los que basa
seguir algo aproximado a lo que escogen las decisiones son constantes. Sintética-
en las elecciones que hacen en el merca- mente, la racionalidad paramétrica presu-
do”. En este sentido, los resultados de la pone que es el individuo el que elige los
acción social han de ser explicados a través medios que cree corresponder a sus creen-

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cias y preferencias subjetivas, y maximiza mas económicos basados en la propiedad


su bienestar y recursos, y minimiza los privada sobre cualquier otro sistema de
costes que ello acarrea. Racionalidad que propiedad colectiva. La existencia de dere-
hace referencia a los procedimientos y no chos de propiedad garantizados y enaje-
a los fines. Procedimientos especificados nables sobre los recursos productivos re-
por una función objetiva de utilidad y que presenta la condición necesaria para el
implica la comparación del costo marginal funcionamiento de una economía des-
y el beneficio marginal de las acciones centralizada, y la coordinación de las
alternativas. Comparación que exige tiem- actividades productivas resultantes de una
po e información suficiente para funda- creciente especialización productiva. El
mentar racionalmente las creencias o pre- gozne de una economía descentralizada es
ferencias subjetivas, y el mercado es un la suposición del interior egoísta. Se en-
espacio teórico de alternativas y/o opcio- tiende bien dicha suposición en los térmi-
nes abiertas que utiliza como instrumento nos de Buchanam y Tullock (1962: 18):
el sistema de precios. Sistema que coordi- “reducida a lo más esencial, la suposición
na las intenciones independientes de los económica acerca de la (motivación huma-
individuos que maximizan su utilidad al na) es sencillamente que (...) cuando se
garantizar este sistema la eficiencia, con- enfrentan a elecciones verdaderas de in-
sistencia y valor de las elecciones maximi- tercambio (los individuos) eligirán ‘más’ en
zadoras. Gracias a que el sistema de lugar de ‘menos’”.
precios transmite información sobre lo que
La racionalidad estratégica implica
uno puede hacer y lo que puede esperar
que el agente precisa anticipar el compor-
con una cantidad mínima de información
tamiento del resto de agentes, convirtien-
(con un número), el individuo que elige
do a éstos en variables a tener en cuenta
conoce todas las alternativas y, simplemen-
en el momento de tomar decisiones. La
te, ha de elegir la óptima, lo que implica:
racionalidad en entornos estratégicos o
1) información completa; 2) capacidad
interdependientes exige que cada indivi-
computacional ilimitada, y 3) un contexto
duo o actor –definido como un jugador–
de certidumbre sobre el futuro. En este
anticipe las decisiones de los otros jugado-
marco el agente sólo debe preocuparse de
res bajo la premisa de que cada uno de
satisfacer sus propias necesidades y posibi-
ellos está anticipando, así mismo, las
lidades de acción guiándose por los precios
decisiones de los demás. Esta anticipación
y no debe preocuparse en absoluto por los
mutua finaliza en el equilibrio del juego,
demás. Así, las relaciones interpersonales
en el que las expectativas de cada jugador
se reducen a relaciones entre cosas a través
sobre las estrategias elegidas por los
del mecanismo de precios.
demás deben de ser confirmadas por las
Metodológicamente el individuo y sus estrategias realmente elegidas. Desde la
elecciones conforman, tal y como se dedu- teoría del actor racional, la racionalidad
ce de las consideraciones anteriores, la estratégica resulta sumamente importante
unidad analítica básica y que da cuenta de para analizar los ámbitos de interdepen-
cómo la economía se centra en estudiar dencia y conflicto colectivo en las econo-
dos grandes tipos de problemas, el proble- mías de mercado. Ámbitos de los que
ma de elegir entre alternativas excluyentes emerge el problema de la cooperación y el
siguiendo un criterio preestablecido, y el entramado de instituciones que influyen
problema de organizar las relaciones entre en la resolución de dicho problema y
agentes que cooperan en actividades de acentúan la cuestión de cuál es el mejor
producción y de intercambio. El propósito diseño institucional como elemento deter-
de estudiar ambos tipos de problemas está minante para lograr la eficiencia organiza-
en demostrar la superioridad de los siste- cional, y es que, desde la racionalidad

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estratégica, la cuestión es tratar de dar es, por el contrario, la subordinación del


cuenta de la creación y el mantenimiento interés individual al colectivo”.
del tejido institucional socioeconómico. La
Ahora bien, si la acción humana tiene
respuesta esta en afirmar que el tejido
su motor en el interés, éste ha de constituir
institucional es producto de la interacción
el elemento determinante, tanto para
estratégica de los individuos, pues se
explicar la acción colectiva como la crea-
presupone que se da una continuidad
ción de reglas e instituciones reguladoras/
entre acción estratégica individual y nor-
coordinadoras/condicionadoras de la in-
ma contractual, cuya existencia está en la
teracción social. De esta manera se expli-
creencia compartida por la mayoría de que
can las instituciones como soluciones ópti-
el parasitismo social y el crimen no mere-
mas en presencia de ciertas imperfecciones
cen la pena. La consecuencia que se deriva
–asimetrías informativas; oportunismo– o
está en considerar que el orden social (un
carencias informativas de los agentes
bien colectivo) depende del control que se
–racionalidad limitada– asociadas a la
ejerza sobre el parasitismo y/o el oportu-
propia incertidumbre del mercado. Por
nismo. Pero, del mismo modo, el orden
ello, se afirma que la elección y el propio
social (institucional) es un beneficio que
comportamiento de los agentes en el
ningún egoísta racional tiene la intención
mercado están en función de los derechos
de mantener. Ello se explica en tanto que
implicados en cada contrato, reflejando
“la elección entre acción voluntaria (indi-
los términos del intercambio y la mayor o
vidual o cooperativa) y acción política que
menor amplitud de derechos de propiedad
debe ser colectiva se basa en los costos
que conlleve cada transacción. Y es que los
relativos de organizar las decisiones, en los
derechos de propiedad intentan evitar el
relativos costos de la interdependencia
conflicto, recurriéndose para ello a meca-
social” (Buchanan y Tullock, 1962: 48).
nismos coercitivos para que el beneficio
La cuestión a efectos de resolver los colectivo no se vulnere en nombre de la
problemas que genera la interdependen- racionalidad individual. De ahí que la
cia está en cómo explicar la acción colec- acción colectiva implique la existencia de
tiva, cómo implicar, por un lado, agencia reglas ya que los individuos interactúan e
individual e instituciones sociales y, por intercambian con el fin de incrementar su
otro, acción individual y acción colectiva. utilidad. Reglas que han de estar dirigidas
Implicación que se analiza a partir del a garantizar la adopción de estrategias
axioma de que los individuos están básica- cooperativas que resulten beneficiosas in-
mente centrados en sus propios intereses, dividual y a la vez colectivamente. En este
esto es, a partir del cálculo racional de sentido, Axelrod (1986) y Olson (1992)
individuos presuntamente utilitaristas, ais- asumen, en base a la idea de reciprocidad
lados, egoístas y maximizadores. De Fran- implícita en el dilema del prisionero, que
cisco (2000: 79) señala que hay dos grandes los individuos terminan cooperando al
modelos analíticos para explicar la acción constituir la mejor manera de maximizar
colectiva: “el modelo de la mano invisible su utilidad privada, y lo hacen no prescin-
y el modelo de la cooperación. La caracte- diendo del supuesto de racionalidad for-
rística esencial del primero es que en él mal, del cálculo coste-beneficio4. En aque-
cada individuo pretende maximizar su llos casos, plantean Harmon y Mayer
utilidad privada, pero, al interactuar con (2001: 294), en referencia a Buchanan y
los demás el resultado lateral de la com- Tullock, “en que son excesivamente gran-
posición de los distintos cursos de acción es des los costos externos de las acciones
un resultado no buscado de las mismas. La privadas, o cuando simplemente no se
característica esencial del segundo modelo consiguen beneficios si actúa uno solo, se

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requiere alguna acción colectiva, pese a los La novedad en los estudios de Olson es
costos de organización que entrañe. Al la de identificar el resultado de la acción
organizarse para la acción colectiva, el colectiva con un bien público. Un bien que
objetivo es fundar sistemas de toma de se produce a un cierto coste para todo un
decisiones –es decir, organizaciones– que colectivo, resultando imposible tanto su
causen la menor intrusión en la libertad partición como la exclusión de su consumo
individual y mantengan al mínimo los de cualquiera de los individuos integrantes
costos de organizarse, y que al mismo del mismo. La definición de la acción colec-
tiempo produzcan resultados tolerables tiva como un bien costoso de producir,
para todos los participantes. Lo ideal y la junto con la hipótesis de la racionalidad
mejor regla para la toma de decisiones instrumental de la acción social es uno de
colectiva es la de unanimidad, ‘puesto que los mayores aportes de la teoría olsonia-
sólo mediante esta regla se defiende el na6. Olson en la Lógica de la acción
individuo del daño externo que pudieran colectiva (1992) afirma que la idea de que
infligirle los actos de otros individuos, en los grupos no tienden a actuar en función
privado o colectivamente’. Además, la de sus propios intereses es errónea. Esta
unanimidad implica por definición la au- afirmación la apoya este autor en base a
sencia de coerción y por lo tanto no viola una visión individualista e instrumental-
el compromiso de Buchanan y Tullock con mente racional de la acción colectiva. Si
el valor de la libertad individual”. bien lo más natural parece que organizar-
Axelrod (1986: 18) considera que su se es la manera de conseguir un bien
teoría de la cooperación “se funda en la público, en contra Olson plantea que un
investigación de individuos que persiguen individuo racional no cooperará con un
su interés personal, sin la ayuda de una grupo para obtener un bien público a
autoridad central que obligue a cada cual menos que se le obligue. Olson (2001)
a cooperar con los demás”. Una autoridad, examina la lógica de la cooperación social
producto del pacto o acuerdo entre los a partir de la lógica que guía a los intereses
individuos que, desde la perspectiva con- inclusivos en el uso del poder coercitivo.
tractualista, pone fin al estado de natura- Poder que actúa en pleno acuerdo con el
leza. Estado que se caracteriza por la interés de todos por el incentivo que para
inexistencia de vínculos jurídicos entre los los intereses inclusivos representa la provi-
individuos y que se resuelve en una nueva sión de bienes públicos. Un Estado es una
situación en la que la presencia de vínculos organización que proporciona antes que
jurídicos de todo tipo avala una mejora de nada bienes públicos a sus miembros, los
las condiciones de vida de todos y cada ciudadanos. Por ello el mismo interés ra-
uno de los firmantes del pacto. Vínculos cional que hace que el intercambio volun-
jurídicos garantizados por la existencia de tario sea mutuamente beneficioso y que,
una autoridad investida de la potestad de cuando va guiado por la mano invisible del
asegurar el cumplimiento y el respeto de mercado, sirve a los intereses de la socie-
los términos del pacto. De ahí que del dad, puede conducir a quienes disponen
contractualismo se desprenda la idea de la de poder a someter a otros con medidas
autoconstitución permanente de la socie- coercitivas. Medidas que explican porque
dad y, en particular, la crítica a cualquier la acción voluntaria para establecer un
visión del Estado, que use sus poderes orden pacífico no se da a menudo –y no
coactivos para llevar a cabo una redistribu- se da jamás, según Olson en un grupo
ción económica, pues no hay ningún bien grande o nación–, ni logra que los merca-
social que pueda ser prioritario, sólo hay dos funcionen mejor imponiendo el cum-
individuos aislados que disputan ciertos plimiento de los contratos7.
bienes o sufren determinados males5.

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Olson adopta tanto la figura del con- que plantea que ciertos individuos com-
trato social como solución óptima para portándose como gorrones pueden bene-
poner fin al hipotético y ahistórico estado ficiarse de un bien público sin sufrir sus
de naturaleza, como la figura del Estado. costes, y ello se debe a que no es posible
Esta figura es el resultado de un proceso excluirlos del consumo de tal bien. Si se
contractual, materializado en una norma multiplican este tipo de conductas quizás
constitucional básica que permite que en fracase la obtención del bien común. Se
la sociedad prevalezcan las tendencias puede decir que el problema de la acción
cooperativas de la acción humana sobre colectiva o problema del gorrón aparece
las no cooperativas, a partir de los bene- cuando el interés privado impide la obten-
ficios de la lógica de la coerción y la fuerza. ción del bien público8. Pues, desde una
Lógica que deriva de una situación anár- perspectiva de racionalidad instrumental,
quica, del enfrentamiento de todos contra el individuo no participa voluntariamente
todos, a través de estrategias basadas en en grupos que persigan bienes colectivos
la combinación de esfuerzos productivos, dado que la lógica maximizadora del free-
depredatorios y defensivos. Lógica que se raider tenderá a generalizarse, a menos
justifica a efectos de cumplimiento de los que los grupos desarrollen incentivos se-
contratos, esto es, del desarrollo potencia- lectivos para los individuos que decidan
dor del mercado, lo que Olson (2001) participar. Olson entiende por incentivos
denomina mercados socialmente creados, selectivos aquellas recompensas, positivas
y que emergen cuando una sociedad o negativas, que se atribuyen a los agentes
cuenta con ciertas disposiciones institucio- en función de su participación en la
nales en las que el derecho a la propiedad consecución del bien público. Aquellos
y la ejecución de los contratos están grupos que tengan acceso a incentivos
garantizados y bien definidos. Estos dere- selectivos actúan de manera colectiva más
chos no son nunca conferidos por la frecuentemente que los grupos que no
naturaleza, sino que son más bien el dispongan de tales incentivos. Sin embar-
resultado de la iniciativa social y, normal- go, es en los grupos pequeños, con sólo
mente, de la gubernamental, pues, no hay unos pocos miembros, cuando la acción
propiedad privada sin gobierno. Sólo exis- colectiva no está intrínsecamente abocada
te propiedad privada si la sociedad defien- al fracaso, y ello en la medida que pueden
de y protege el derecho a tal posesión conseguir objetivos concretos y limitados,
frente a otras partes privadas y también pero sí en los grupos grandes ya que la
frente al gobierno. Si una sociedad tiene aportación de los individuos es demasiado
derechos individuales claros y seguros, hay reducida para influir en la acción colectiva
poderosos incentivos para producir, inver- del grupo y al existir individuos que se
tir y embarcarse en un comercio mutua- benefician gratuitamente de la acción
mente ventajoso y, como consecuencia, se colectiva.
produce al menos cierto grado de avance
Olson señala que la viabilidad de la
económico.
acción colectiva voluntaria depende en
Olson (1992) insiste en que a menos gran medida del tamaño del grupo que se
que el número de miembros del grupo sea beneficiará de la acción colectiva ya que
muy pequeño, o que haya coacción o cuando el grupo es pequeño y tiene
algún otro mecanismo especial para hacer tiempo para enzarzarse en la negociación,
que las personas actúen por su interés los bienes colectivos deseados se obten-
común, las personas racionales y egoístas drán normalmente a través de la coopera-
no actuarán para lograr sus intereses ción voluntaria, mientras que si el número
comunes o de grupo. Esta visión se deriva de beneficiarios de la acción colectiva es
del problema del gorrón o “free raider” muy grande, los incentivos selectivos se

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hacen necesarios. Y es que un actor movimientos sociales: la Teoría de la Mo-


racional que únicamente existe para sí vilización de los Recursos, y que Casquette
mismo no está dispuesto a actuar colecti- (1998) caracteriza como una aproximación
vamente, a generar bienes colectivos, sin tecnocrática o funcional al estudio de los
incentivos selectivos adicionales. Por tanto movimientos sociales. Sus principales teó-
el actor racional sólo cooperará con la ricos serán Oberschall (1973), Gamson
acción colectiva del grupo si hay incentivos (1992), Tilly, (1978), McCarthy y Zald (1999),
o una autoridad central “capaz de garan- entre otros. Esta teoría produce un despla-
tizarle justa reciprocidad y permanente zamiento de la problemática y objeto de
vinculación grupal, es decir, en términos de estudio, por ello Nevue (2002: 90) sugiere
Olson, sólo si existe un empresariado “la existencia de un proceso lento de
político capaz de mantener unido al grupo emancipación con respecto a los enfoques
estimulando la participación de sus miem- económicos, en el que se va presentando
bros mediante incentivos selectivos ad hoc, una atención creciente a la dimensión
susceptibles de beneficiarles privadamen- política y a las significaciones vividas por
te” (Gil Calvo, 1994: 246). Los “incentivos agentes movilizados”, tal y como se obser-
selectivos” pueden ser positivos (un bien va en la Teoría del Proceso Político. Cas-
privado) o negativos (algún tipo de coac- quette (1998: 63) argumenta que una
ción). Además, los incentivos selectivos diferencia entre este enfoque y las aproxi-
pueden ser económicos o sociales. Estos maciones clásicas es que la Teoría de la
últimos –la amistad, la solidaridad, el Movilización de los Recursos “defiende
repudio al que no coopera, etc.– son de que los objetivos manifestados en la ac-
importancia capital para entender la par- ción colectiva no son diferentes a los que
ticipación, si bien Olson se centra sobre subyacen a la acción ‘normal’ o convencio-
todo en los económicos. La movilización nal. Mientras que los análisis clásicos
de grupos grandes no puede impedir la caracterizaban el comportamiento colecti-
aparición de gorrones a menos que se les vo y la acción de masas como irracional y
ofrezca bienes privados. Pero ello supone, guiada por motivos, intereses, procesos
entonces, que la propia existencia del mentales y formas de interacción humana
grupo viene determinada por esos bienes sustancialmente diferentes a los que ani-
que ofrece, y no por el suministro del bien man los procesos sociales normales, los
público. Por ello “más allá de la orienta- teóricos de la movilización de recursos
ción esencialmente económica de la teoría defienden que los movimientos sociales
olsoniana, ésta apunta a un problema son una extensión de la política por otros
teórico de envergadura: el de la organiza- medios y que, por consiguiente, pueden
ción de la acción colectiva, es decir, el ser interpretados como portadores de
problema de cómo sostener en el tiempo conflictos de interés de modo no muy
procesos de movilización motivando a los distinto a los grupos de interés y a los
individuos a la participación. Tal problema partidos políticos”.
constituye el legado de Olson a la sociolo-
Los autores que se incluyen en esta
gía de los movimientos sociales, particular-
escuela teórica, señala Laraña (1999), no
mente recogidos por los autores que
coinciden en sus conceptos, definiciones y
siguen el paradigma estratégico” (Godás,
2003: 500). proposiciones con lo cual resulta bastante
engañoso agruparlos bajo un mismo títu-
lo. Sin embargo, puede decirse que la
4. LA TEORÍA DE LA MOVILIZACIÓN DE Teoría de la Movilización de los Recursos
LOS RECURSOS desplaza la pregunta que sirve de funda-
En Estados Unidos en los años setenta mento para el análisis de los movimientos
surge un nuevo marco de análisis de los sociales, pues ya no se trata de preguntar-

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se por qué se movilizan los grupos sino de apoyo externo con vistas a su éxito, y las
saber cómo se desencadena, cómo se tácticas usadas por las autoridades para
desarrolla, y cómo tiene éxito o fracasa la controlar o incorporar a los movimientos.
movilización9. El motivo está en que para Cabe destacar que la explicación de la
este enfoque las injusticias sufridas por un conducta colectiva requiere una atención
grupo social no son relevantes para expli- detallada a la selección de incentivos,
car la emergencia de movimientos sociales, mecanismos o estructuras de reducción de
lo relevante son los procesos a partir de los costos y beneficios que conducen a la
cuales los recursos necesarios para la acción colectiva. La organización es el
acción colectiva son efectivamente movili- instrumento central de una empresa pro-
zados. Como indica Casquette (1998: 66), testataria que reúne medios –militantes,
“la idea central es que el descontento, en dinero, expertos, acceso a medios de
cuanto expresión de conflictos estructura- comunicación– para invertirlos de modo
les, es una variable relativamente constan- razonable con el objetivo de lograr cierta
te a lo largo del tiempo y que, por reivindicación. La principal preocupación
consiguiente, se trata de un factor inade- no es hallar respuesta a la cuestión de por
cuado (por no discriminante) para una qué los individuos participan en episodios
explicación satisfactoria de la emergencia de acción colectiva, sino en la eficacia con
de movimientos sociales”. En palabras de que las distintas organizaciones que juntas
McCarthy y Zald (1977: 1215), “la ambi- conforman un movimiento social hacen
güedad de la evidencia en parte de las uso de los recursos disponibles para la
investigaciones sobre privación absoluta, consecución de objetivos. Al respecto,
privación relativa y creencias generaliza- estos teóricos proponen un modelo multi-
das nos ha llevado a la búsqueda de una funcional de formación de movimientos
perspectiva y un conjunto de premisas que que subraya la disponibilidad de recursos,
atemperen el énfasis de los enfoques la organización y las oportunidades políti-
precedentes en las injusticias. Nosotros cas. Los recursos disponibles son el dato
pretendemos desplazarnos desde un su- que adquiere centralidad explicativa al dar
puesto fuerte sobre la centralidad de la cuenta de la emergencia y desarrollo de
privación y las injusticias, a uno débil que experiencias de acción colectiva10. A partir
haga de ellas un componente, en ocasio- de la adquisición de nuevos recursos, o de
nes un componente secundario, en la la mejora de los disponibles, los grupos
génesis de los movimientos sociales”. Esta que son víctimas de una situación de
declaración significa que desde este enfo- injusticia (real o sustantiva) se movilizan
que “se asumen ciertas dosis de descon- para plantear sus demandas sociales a la
tento como dato estructural (el supuesto sociedad y a las autoridades.
débil), para añadir a continuación que
Para dicha teoría los recursos son
tanto las injusticias como el descontento
aquellos elementos bajo control relativo
pueden ser definidos, creados y manipula-
de la organización y que posibilita el
dos por dinamizadores de problemas y por
tránsito desde un colectivo desorganizado
organizaciones” (Casquette, 1998: 67).
a otro organizado. Los recursos, además,
Se pone especial atención a los proce- adquieren valor si se sabe como utilizarlos,
sos organizativos como elemento que dónde y cuándo invertirlos, y son las
estructura el grupo y reúne los recursos organizaciones las que pueden llevar a
para la movilización. Esta teoría examina cabo esta tarea, al disminuir los costos de
la variedad de recursos que deben ser la participación, y permitir establecer re-
movilizados, los vínculos entre los movi- des de reclutamiento y aumentar la opor-
mientos sociales y otros grupos, la depen- tunidad de éxito11. De esta manera “las
dencia de los movimientos con respecto al razones que explican la emergencia de la

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PARADIGMA ESTRATÉGICO Y ACCIÓN COLECTIVA 31

acción insurgente son: por un lado, la contribuye a marcar las pautas de las
cantidad de recursos de que disponen los relaciones sociales y políticas al influir en
grupos sociales; por otro lado, la capaci- el modo de acción de los actores de la
dad de organizarse con las miras puestas sociedad civil, por lo que corresponde al
en la organización colectiva; y por último, analista explorar la estructura y activida-
el disfrute de una estructura de oportuni- des del Estado en relación con ellas. Para
dades política favorable” (Casquette, 1998: estos autores, la estructura de oportunida-
64). Kriesi (1992) plantea, al respecto que des políticas “influye en la decisión de un
la noción de estructura de oportunidad movimiento para movilizarse (el ‘cuando’
política está hoy de moda cuando se de la acción colectiva, según Tarrow), la
quiere abordar el análisis sistemático del elección de estrategia, la forma organiza-
contexto político que media los conflictos tiva adoptada, la escala de movilización y
estructurales dados, en tanto que poten- el impacto de los movimientos en sus
cialidades políticas latentes. Esta noción ha contextos sociopolíticos. En todos estos
sido elaborada por Tarrow (1990). Para aspectos mencionados, lo que podríamos
este autor este concepto presenta tres denominar el carácter del sistema político
dimensiones: el grado de apertura/clausu- ejerce una notable influencia en los movi-
ra del acceso político formal, el grado de mientos sociales” (Casquette, 1998: 84).
estabilidad/ inestabilidad de las preferen-
En los trabajos presentados por estos
cias políticas y la disponibilidad y posición
teóricos se destaca el interés hacia el
estratégica de los potenciales socios o
estudio de la interacción entre movimien-
aliados. En su más reciente conceptualiza-
tos sociales y la política institucionalizada.
ción, Tarrow (1999) ha añadido un cuarto
Para los seguidores de la Teoría del Proceso
elemento: los conflictos políticos dentro y
Político el surgimiento o éxito de los
entre las élites. Mientras que el primero de
movimientos sociales depende en gran
estos cuatro elementos definitorios atañe
medida de explicar oportunidades políti-
a la estructura institucional de los sistemas
cas al alcance de los contestatarios, gene-
políticos, los otros tres se refieren a la
radas por cambios en la estructura institu-
configuración del poder entre los actores
cional y en la disposición ideológica de los
relevantes dentro de dicho sistema.
grupos de poder13. Según esta teoría la
Dentro de la Teoría de la Movilización estructura de oportunidades políticas esta
de los Recursos pueden encontrarse subes- determinada por el grado de probabilida-
cuelas que se agrupan según hagan hinca- des que los grupos tienen de acceder al
pié en tres grupos de factores: 1) la poder e influir sobre el sistema político14.
estructura de oportunidades políticas y las Un movimiento social es una serie conti-
constricciones que tienen que afrontar los nuada de interacciones entre los titulares
movimientos sociales; 2) las formas de del poder y los individuos que reclaman
organización (tanto formales como infor- (con éxito) estar defendiendo a una base
males) a disposición de los contestatarios, social carente de representación formal.
y 3) los procesos colectivos de interpreta- Interacción en la que dichos individuos
ción, atribución y construcción social que hacen públicas sus demandas de cambio
median entre la oportunidad y la acción12. en la distribución o ejercicio del poder.
Los autores que centran sus análisis en el Estas demandas vienen respaldadas por
primer grupo de factores conforman la manifestaciones públicas de apoyo. Sin
Teoría del Proceso Político o de las Opor- embargo, hay que destacar, como McA-
tunidades Políticas. Esta última perspectiva dam (1999) señala, que es difícil generar
se considera que el Estado constituye una un consenso en torno al término “oportu-
variable explicativa del acontecer social, nidades políticas”. Los especialistas han
político, económico, es decir, el Estado definido o interpretado este concepto de

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muy diversas maneras, aplicándolo a toda actuar colectivamente, adaptando cada


una gama de fenómenos empíricos y uno de ellos a las circunstancias inmediatas
utilizándolo para abordar una basta serie (p. ej. prácticas de la policía, leyes de
de cuestiones que se refieren a los movi- asamblea, normas para el ejercicio de la
mientos sociales15. El problema es que al manifestación, etc.) y las reacciones de los
haberse utilizado de forma muy amplia y antagonistas, autoridades, aliados, obser-
haberse definido de tan diversas maneras vadores, “víctimas” de su acción y a otros
amenaza en convertirse en una cáscara individuos o colectivos que estén de algu-
vacía que no resulte de utilidad para na manera involucrados en la confronta-
nadie. Tarrow (1999) señala que la oportu- ción” (Casquette, 1998: 92). Por su parte,
nidad política puede dar lugar a tantas Tarrow (1999) constata que “bajo una
direcciones y vías analíticas que más que determinada constelación de circunstan-
una variable se la podría considerar un cias, el conflicto protagonizado por uno o
conjunto de variables, algunas de las varios movimientos sociales se generaliza
cuales se discierne más claramente que en el sistema social hasta constituir un ciclo
otras. McAdam (1999), a partir de las de protesta. Algunos ejemplos de ciclos de
diferentes caracterizaciones, establece que protesta son la Revolución de 1848, el ciclo
las dimensiones de la oportunidad política de los años sesenta y las ‘revoluciones de
comprenden los siguientes puntos: 1) el terciopelo’ en la Europa del Este a finales
grado de apertura relativa del sistema de los ochenta y principios de los noventa.
político institucionalizado; 2) la estabili- Según Tarrow, un ciclo de protesta es una
dad o inestabilidad de las alineaciones fase de intensificación del conflicto y el
entre las elites, alineaciones que ejercen enfrentamiento a lo largo del sistema
una influencia en el ámbito de lo político; social que incluye: una rápida difusión de
3) la presencia o ausencia de aliados entre la acción colectiva desde los sectores más
las elites, y 4) la capacidad del Estado y su movilizados; una aceleración de las pautas
propensión a la represión. de innovación en las formas de acción
colectiva; una combinaciín de participa-
El concepto de oportunidad política se
ción organizada y no organizada; y se-
utiliza, siguiendo a McAdam (1999), para
cuencias de interacción intensificada entre
explicar principalmente dos variables de-
los grupos desafiantes y las autoridades
pendientes: el punto temporal, en el que
que pueden culminar en reforma, repre-
surge la acción colectiva y los resultados
sión y, en ocasiones, en revolución” (Cas-
obtenidos por el movimiento. Un concepto
quette, 1998: 94).
desarrollado por Tilly en relación al punto
temporal, es el de repertorios de la acción II. Los partidarios de la segunda subes-
colectiva, “definidos como los canales cuela, referida a las formas de organiza-
establecidos para que pares de actores ción (tanto formales como informales) a
efectúen y reciban reivindicaciones que disposición de los contestatarios, parte del
afecten a sus respectivos intereses. Los supuesto de que existe una serie de
repertorios son productos culturales apren- organizaciones que actúan como portado-
didos que surgen y cobran forma a partir ras de los esfuerzos de cambio social. Los
de confrontaciones precedentes. La gente principales representantes de estas ideas
aprende a protestar protestando (rom- han sido Zald y McCarthy. Este enfoque ha
piendo objetos, organizando marchas y/o sido etiquetado como organizativo por
reuniones, efectuando peticiones, organi- una doble razón16: 1) por un lado, McCar-
zando grupos de interés, etc.). Lo impor- thy y Zald llaman la atención sobre la
tante es destacar que, en un momento interacción entre organizaciones de movi-
histórico dado, los individuos aprenden mientos sociales y otras entidades (otras
tan sólo un número reducido de modos de organizaciones de los movimientos socia-

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PARADIGMA ESTRATÉGICO Y ACCIÓN COLECTIVA 33

les, contramovimientos y autoridades), y 2) cial en sentido estricto, contramovimien-


por otro, estos autores se fijan con una tos, organizaciones de un movimiento
atención especial en la infraestructura a social, la industria de un movimiento social
disposición de las organizaciones. Mc- y, por último, el sector de un movimiento
Adam, McCarthy y Zald (1999: 36) señalan social. McCarthy y Zald (1977) definen un
que en el ámbito de lo organizativo, “el movimiento social como un conjunto de
problema más relevante en relación con el opiniones y creencias en una población
surgimiento de un movimiento social es la que representan preferencias de cambio
cuestión de si los contestatarios cuentan de algunos elementos de la estructura
con estructuras de movilización lo suficien- social y/o de la distribución de recompen-
temente fuertes como para poner en sas de una sociedad. Un contramovimiento
marcha el movimiento. No obstante, una social, por otra parte, es un conjunto de
vez que ya existe acción colectiva, las opiniones y creencias en una población
actividades organizativas que un movi- opuesta a un movimiento social; las orga-
miento social debe desplegar pueden va- nizaciones de un movimiento social, la
riar significativamente. Ya no se trata de industria de movimientos sociales y el
la disponibilidad o no de estructuras de sector de movimientos sociales son las
movilización, sino de estudiar el perfil estructuras sociales a través de las cuales se
organizacional de estos grupos que se movilizan y activan las preferencias de
supone representan a un movimiento cambio.
social que ha cobrado importancia. La
McCarthy y Zald resumen en tres las
naturaleza de estos grupos organizados
características de su acercamiento a los
también puede variar enormemente. Si
movimientos sociales: 1) el foco de aten-
bien a menudo los movimientos sociales
ción por excelencia del enfoque organiza-
surgen en el seno de instituciones estable-
tivo radica en el estudio de las Organiza-
cidas o de redes asociativas informales,
ciones de los Movimientos Sociales. Las
rara vez permanecen encuadrados en es-
funciones que desempeñan estas organi-
tos escenarios que poco recuerdan a los
zaciones son múltiples, destacando la ta-
auténticos movimientos. Porque para que
rea de atraer activistas y la puesta a punto
éstos sobrevivan, los contestatarios deben
de tácticas y estrategias; 2) el enfoque
ser capaces de crear un tipo de estructura
organizativo asume la existencia de una
organizativa del estilo de las adoptadas
sociedad en la que proliferan las activida-
por los movimientos sociales con estructu-
des coordinadas por asociaciones volunta-
ra formal (Movimientos Sociales Organiza-
rias con objetivos limitados. En consecuen-
dos, MSOs), cuya importancia no dejan de
cia, su enfoque no se puede extrapolar
señalar los teóricos de la movilización de
fácilmente a sociedades sin la riqueza y
los recursos”.
densidad asociativa (es decir, sin una
Según Casquette (1998) una de las sociedad civil fuerte) características de
virtualidades del enfoque de McCarthy y Estados Unidos; 3) las tecnologías disponi-
Zald es su reconstrucción del término bles a los movimientos varían al ritmo de
genérico de movimiento social. A partir de los cambios tecnológicos que acontecen en
estos autores, ya no es posible hablar de la sociedad. Así, por ejemplo, el desarrollo
un movimiento social dado como una de la televisión y de la recaudación de
entidad homogénea, sin considerar las fondos por correo han tenido importantes
distintas orientaciones ideológicas, organi- consecuencias en la estructura y tácticas de
zativas y/o estratégicas que conviven en su los grupos que persiguen el cambio social.
seno. Por otra parte los elementos resul- En el caso más extremo, la tecnología ha
tantes de la reconstrucción de un movi- llevado al desarrollo de Organizaciones de
miento social son cinco: movimientos so- los Movimientos Sociales profesionales que,

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de acuerdo con el criterio amplio de incorporar la escasa atención que desde la


movimientos sociales que utilizan Zald y perspectiva de la movilización de los
McCarthy, pueden ser consideradas parte recursos se daba a las emociones y los
de movimientos sociales y no grupos de sentimientos”. Como subraya Tarrow (1999:
presión, como algunos de sus críticos les 280) “en la formación de un movimiento
han reprochado17. social hay más que un ‘tirón’ hacia formas
concretas de acción; también tiene que
III. La tercera subescuela de la Teoría de
haber un ‘empujón’ por parte de la
la Movilización de los Recursos hace refe-
solidaridad y la identidad colectiva. La
rencia a los procesos colectivos de inter-
solidaridad tiene mucho que ver con el
pretación, atribución y construcción social
interés, pero sólo produce un movimiento
que median entre la oportunidad y la
sostenido cuando se crea un consenso en
acción o procesos enmarcadores, los cuales
torno a los significados y valores comunes.
explican que la combinación de oportuni-
Estos significados y valores son en parte
dades políticas y estructuras de moviliza-
heredados y en parte construidos en el
ción si bien dota a los grupos de un cierto
acto de enfrentarse a los antagonistas.
potencial para la acción resulta insuficien-
También se constituyen en virtud de la
te para explicar el fenómeno de la acción
interacción en el seno de los movimien-
colectiva. Según McAdam, McCarthy y Zald
tos”.
(1999: 26), “existe un elemento mediador
entre oportunidad, organización y acción, McAdam, McCarthy y Zald (1999) con-
a saber los significados compartidos y sideran que los procesos enmarcadores
conceptos por medio de los cuales la gente tienen tanta importancia para un movi-
tiende a definir su situación”18. Las opor- miento organizado, como lo tenían en la
tunidades políticas no son factores objeti- fase de origen de la acción colectiva. La
vos, ya que previos a la acción, las oportu- diferencia en las dos fases es que en un
nidades políticas deben intepretarse y movimiento ya maduro es más probable
evaluarse como favorables. De aquí “el que los procesos enmarcadores (1) tomen
interés por trabajar un elemento de me- forma gracias a las decisiones estratégicas
diación entre la oportunidad, la organiza- conscientes de los Organizaciones de un
ción y la acción: la articulación discursiva Movimiento Social y (2) sean objeto de
de la protesta, o el estudio de cómo las crítica intensa por parte de los actores
personas comparten definiciones de la colectivos que representan al movimiento,
situación a partir de las cuales resulta al Estado y a cualquier contramovimiento
posible desarrollar movimientos sociales” existente. Es decir los procesos enmarcado-
(Godás, 2003: 504). Por ello es imprescin- res en las fases posteriores se ven fuerte-
dible que los individuos se sientan agravia- mente limitados por las ideas, las identida-
das por una situación determinada y crean des colectivas y las formas de ver el mundo
que la acción colectiva puede contribuir a por las que han optado con anterioridad.
solucionar esa situación. McAdam, McCar- Para Zald (1999), cultura, ideología y la
thy y Zald (1999: 26) señalan que “la creación estratégica de marcos interpreta-
presencia o ausencia de este tipo de tivos son tópicos que se refieren al conte-
percepción se debe a una compleja diná- nido y a los procesos a través de los cuales
mica de psicología social que algunos se dota de sentido a objetos y acciones. Por
colegas Snow y Benford, (1988) denomina- cultura entiende al conjunto compartido
ron procesos enmarcadores. Snow y Ben- de creencias y formas de ver el mundo,
ford, 1988 utilizaron el concepto de ‘pro- todo ello mediado y constituido por los
cesos enmarcadores’, ya acuñado por símbolos y el lenguaje, propios de un
Erving Goffman al estudio de los movi- grupo o sociedad. Ideología sería el con-
mientos sociales, que modificaron para junto de creencias que sirven para justifi-

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car u oponerse a un orden político deter- colectivas. Los movimientos sociales parti-
minado, además de para interpretar el cipan en este proceso de generación de
mundo de lo político. Los marcos son nuevas identidades y proyectos históricos
metáforas específicas, representaciones para la sociedad19, es decir, los participan-
simbólicas e indicaciones cognitivas utiliza- tes en una acción colectiva persiguen cons-
das para presentar conductas y eventos de truir una identidad –legitimarla o expre-
forma evaluativo y para sugerir formas de sarla– y no el hecho de obtener ciertos
acción alternativas. Aunque lo normal intereses objetivos.
haya sido considerar a la cultura como un
conjunto de símbolos y creencias tendien- Por otra parte, el modelo del actor
tes a perdurar, también es posible estudiar racional lleva a López Novo (1993) a
el surgimiento y la creación de la cultura. considerarlo como carente tanto de cual-
Las ideologías suelen ser sistemas de quier complejidad estratégica como de la
creencias más lógicos y complejos que los más mínima sofisticación institucional, pues,
marcos, aunque estos últimos puedan se contempla una institución social como
inscribirse en una ideología. Es más, símbo- una regularidad en el comportamiento
los, marcos e ideologías se crean y trans- social acordada por todos los miembros de
forman en los procesos de oposición y la sociedad. Un modelo que especifica la
protesta. conducta en determinadas situaciones rei-
teradas y que es, o bien autoejecutable, o
ejecutable por algún tipo de autoridad
5. CONCLUSIÓN externa lo que determina la necesidad de
explicar la figura del poder. Concretamen-
En la teoría del actor racional se te el problema del poder (control de los
analizan o los factores/motivos de afilia- recursos escasos) y de la estructura social
ción a un movimiento social, que quedan (distribución desigual del producto social),
reducidos al problema del gorrón, del y es que la realidad del poder en tanto que
egoísta racional que –salvo coerción o disponibilidad de capital marca la diferen-
incentivos selectivos– no contribuye a la cia de poder entre individuos y explica la
acción colectiva, o la eficacia con la que los existencia de los propios mercados, y el
movimientos emplean los recursos de que carácter mercantil de la economía capita-
disponen para lograr sus metas. Pero la lista, pues, por ejemplo, los mercados
cuestión es si las formas de movilización generan, consolidan y reproducen relacio-
son indiferentes al contenido o contenidos nes de poder y dominación entre empresas
de la movilización. Identificar movimien- en la disputa del mercado, por más que
tos sociales con organizaciones tal y como puedan compartir otros muchos intereses
hace el enfoque de Movilización de Recur- con respecto a los asalariados. En este
sos implica, por un lado, distorsionar la sentido los mercados no son sistemas
motivación subyacente de la movilización, asépticos de intercambios involuntarios,
y, por otro, se oscurece el contexto político sino sistemas despóticos de intercambio
y social en que se desarrolla la moviliza- disputado20.
ción, pues los movimientos sociales poseen
una carga política, ya sea por que preten- Además, en referencia a las preferen-
den crear un nuevo orden social o suscitar cias neoclásicas, hay que asumir que “las
dinámicas de democratización de las insti- preferencias no existen, ya que simple-
tuciones sociales y la vida cotidiana. Todo mente legitiman el uso de un criterio
ello tiene lugar en un contexto en el que utilitarista (en su versión más reduccionis-
los actores o agentes de estos procesos ta) por el cual las acciones de los individuos
están involucrados en acciones orientadas responden a la voluntad de aumentar su
a formar o confirmar de identidades bienestar personal que repercute positi-

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vamente en el bienestar social. Hablamos CASQUETTE, J. (1998): Política, cultura y


de un individuo condicionado en sus movimientos sociales, Bakeaz, Bilbao.
elecciones de consumo directa e indirecta- DE FRANCISCO, A. (2000): “El ‘mundo feliz’
mente a través de la pertenencia a un del liberalismo”, en: Cuadernos de
grupo social, por las necesidades de expan- Relaciones Laborales, Nº 16, Madrid.
sión del sistema productivo” (Guillén, 2003: DE FRANCISCO, A. y AGUIAR, F. (2003):
107-108). Entonces, ¿cuáles son las dificul- “Identidad, normas e intereses” en:
tades de la imagen de la naturaleza REIS, Nº 104, Madrid, págs. 9-28.
humana según la teoría de la elección ELSTER, J. (1991): Tuercas y tornillos, Gedi-
racional?. La primera es que hay razones sa, Barcelona.
para dudar de que poner el énfasis exclu- EYERMAN, R. y JAMISON, A. (1991): Social
sivamente en términos de la satisfacción Movements: A Cognitive Approach,
de intereses pueda explicar todo o la Polity Press, Cambridge.
mayor parte de lo que es importante en el GAMSON, A. (1992): “The Social Psycholo-
acto de organizar. La segunda, es que aún gy of Collective Action”, en: MORRIS,
cuando los individuos piensan consciente- A. y MCCLURG MUELLER, C. (1992),
mente en términos de sus intereses, la Fronteries in Social Movement Theory,
manera en que los definen esta muy Yale University Press, London, págs. 53-
influidas por sus relaciones sociales. Más 76.
aún: estas relaciones pueden ser valiosas GIL CALVO, E. (1995): El destino: progreso,
intrínsecamente, dejando aparte todo fin albur y albedrío, Paidós, Barcelona.
consciente que pudieran llegar a alcanzar, GIL CALVO, E. (1994): “La hipótesis del rol
por causa de los vínculos que crean y egoísta. Límites de la teoría de la
sostienen. Como indica Tarrow (1999: 275) elección racional”, en: LAMO DE ESPI-
si bien “la teoría olsoniana funcionaba NOSA, E. y RODRÍGUEZ IBÁÑEZ, J. E.
bien para los grupos de interés, era (Ed.), Problemas de la Teoría Social
inadecuada para los movimientos sociales Contemporánea, CIS, Madrid, págs.
por la sencilla razón de que éstos tienen 225-266.
pocos incentivos o restricciones que pre- GODÁS, X. (2003): “Los movimientos socia-
sentar, aparte de la propia acción colecti- les”, en: GINER, S (Coord.), Teoría
va. De ahí surge la necesidad de averiguar sociológica moderna, Ariel, Barcelona,
el modo en que las personas actúan con págs. 493-512.
otras, se ven influidas por la tradición de GUILLÉN, M. (2003) : “Hacia una revisión
la acción colectiva y ven su tarea facilitada crítica del análisis neoclásico del consu-
o entorpecida por instituciones, redes e mo: una alternativa basada en las
identidades. La gente se alzará en acciones necesidades”, en: Revista Económica
colectivas bajo las circunstancias más des- Crítica, Nº 1, Valladolid, págs. 95-111.
alentadoras mientras reconozcan intereses HARMON, M. M. y MAYER, R. T. (2001):
colectivos, puedan unirse a otros semejan- Teoría de la organización para la admi-
tes y piensen que existe una oportunidad nistración pública, FCE, México.
de que sus protestas tengan éxito”. HECKATHORN, D. (1996): “The Dynamics
and Dilemmas of Collective Action”,
en: American Sociological Review, 1996,
6. BIBLIOGRAFÍA Vol. 61, págs. 250-277.
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38 IGNASI BRUNET ICART / FERNANDA LAURA SCHILMAN

TARROW, S. (1999): “Estado y oportunida- medida de lo que hagan los demás. Axelrod
des: la estructuración política de los demuestra que la colaboración es posible en
movimientos sociales”, en: MCADAM, situaciones de dilema del prisionero. Para que
la cooperación evolucione es necesario que los
D.; MCCARTHY, J. y ZALD, M. (1999)
individuos tengan una posibilidad suficiente-
(Eds.): Movimientos sociales: perspecti- mente grande de volverse a encontrar, de modo
vas comparadas, Istmo, Madrid, págs. que tengan algo que ganar en una futura
71-99. interacción. Una vez que se cumple este requi-
TARROW, S. (1997): El poder en movimien- sito, la cooperación evoluciona en tres etapas:
to. Los movimientos sociales, la acción 1) puede surgir en un contexto en el que
colectiva y la política, Alianza, Madrid. imperan los gorrones, siempre y cuando se siga
TILLY, C. (1998): “Conflicto político y cam- una estrategia condicionalmente cooperativa;
2) la estrategia cooperadora, basada en la
bio social”, en: IBARRA, P. y TEJERINA,
reciprocidad, puede obtener excelentes resulta-
B. (1998), Los movimientos sociales. dos al enfrentarse a diversas estrategias menos
Transformaciones políticas y cambio cooperadoras, y 3) la cooperación recíproca
cultural, Editorial Trotta, Valladolid, demuestra ser, por último, colectivamente esta-
págs.25-42. ble, pues es capaz de defender a la sociedad (al
TILLY, C. (1978): From mobilization to grupo que la emplea) de la invasión de estra-
revolution, Addison-Wesley, Reading. tegias menos cooperativas o claramente egoís-
tas. Sintéticamente la clave de la cooperación en
Axelrod es que las estrategias cooperativas
NOTAS estables, es decir aquellas que no pueden ser
invadidas por ninguna otra estrategia son las
1. Tilly (1978); McAdam (1999); McAdam et únicas viables, en base a la confianza y la
al. (1988); Tarrow (1997). información que proporciona la repetición del
2. Laraña y Gusfield (1994). juego del dilema del prisionero.
3. Son los axiomas de complitud, reflexivi- 6. Linares Martínez (2002).
dad, transitividad o consistencia, monotonía o 7. El mecanismo que se propone tratar la
no variedad y convexidad. acción individual en el mercado y la colectiva es
4. Olson y Axelrod aplican la teoría de los similar en lo que se refiere a los modelos de
juegos por la forma en que los juegos represen- elección racional que se aplican en ambos
tan la interacción entre individuos, además de contextos. La existencia de la autoridad implica
que, para estos autores, esta teoría hace posible la especificación de reglas formalizadas cuya
medir la utilidad o valor subjetivo del resultado legitimidad reside en tanto que ofrezcan la
y tiene en cuenta el concepto de probabilidad. máxima libertad a los individuos y que el
Concretamente, ambos autores aplican el juego contenido de las reglas no sea otro que la
del dilema del prisionero, por la forma de ser protección del dominio, es decir, de los derechos
un juego de suma-no-cero no cooperativo. Las de propiedad. Protección que mejora la posición
propuestas de Axelrod y de Olson constituyen relativa de los individuos que participan en la
dos soluciones al problema de la acción colec- creación del Estado, por lo que se deduce que
tiva, concretamente al dilema del prisionero el pacto o el contrato social no es el origen de
cuya solución de equilibrio es un resultado la sociedad sino del poder coercitivo. Es decir del
subóptimo: todos quieren asegurar el máximo conjunto de reglas coercitivas que regulan
beneficio pero todos salen perdiendo. Propues- aquellos aspectos de la interacción de los
tas que refuerzan la idea de que las sociedades individuos que, en ausencia de esas reglas,
se sostienen sobre intereses comunes egoístas, reducirían el bienestar de todos y cada uno de
de forma que es posible analizar su propia ellos. Por tanto todo orden social posee un
existencia como “un artificio que permite a los referente constitucional, que asigna a cada uno
individuos racionales salir del dilema del prisio- de los individuos que los pueblan un mínimo de
nero” (Hollis, 1998: 147). beneficio o racionalidad motivacional que expli-
5. El modelo de Axelrod tiene en cuenta dos ca la conducta de todos ellos. Este referente
aspectos de la acción colectiva, por un lado, uno constitucional de todo orden social explica el
dinámico, la prolongación en el tiempo de las planteamiento de Coleman (1989) que conside-
acciones, y, por otro lado, uno estratégico, la ra que es el derecho en su conjunto el que debe
participación de un individuo depende en gran orientar al sociólogo, ya que el olvido del mismo

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PARADIGMA ESTRATÉGICO Y ACCIÓN COLECTIVA 39

conduce a la ignorancia del arco de bóveda de 2) un gobierno es una organización que contro-
la organización social. la el principal medio concentrado de coerción
8. Heckathorn (1996). dentro de un territorio importante. Tilly afirma
9. Esta teoría se construye con una fuerte que el Estado constituye una variable explicati-
referencia a la teoría olsoniana ya que “todos va del acontecer social, político y económico, es
los trabajos iniciales se afirman como prolonga- decir, el Estado contribuye a marcar las pautas
ciones de esta matriz, intentos que quieren dar de las relaciones sociales y políticas, al influir en
respuesta a la famosa paradoja y “sociologizar” el modo de acción de los actores de la sociedad
al homo oeconomicus introduciendo, en la civil, por lo que corresponde al analista explicar
problemática de lo social, la diversidad de la estructura y actividades. Tilly afirmaba “que
situaciones concretas de movilización” (Neveu, el desarrollo de los movimientos sociales nacio-
2002: 193). Así, McCarthy y Zald (1977) plantean nales era concomitante y mutuamente interde-
que la Teoría de la Movilización de Recursos pendiente del aumento de los Estados naciona-
asume el planteamiento de Olson, ya que los les consolidados (...), por lo que no podían ser
movimientos sociales proveen de bienes colec- estudiados más que en conexión con la política,
tivos, por lo que es obvio que pocos individuos y su estrategia, su estructura y su éxito variarían
querrán por sí solos sufrir los costos de trabajar en función de los diferentes tipos de Estado”
para obtenerlos. (Tarrow, 1999: 43).
10. Casquette (1998) descompone los recur- 14. McAdam (1999).
sos en: 1) materiales y medibles, como la 15. Laraña (1999).
cantidad de dinero necesaria para sostener las 16. Gamson (1992).
líneas de acción y la infraestructura de las 17. Kriesi (1999) explica los componentes de
movilizaciones; 2) inmateriales y medibles, como las estructuras de movilización de un movimien-
el tiempo que los participantes proporcionan a to social, que se diferencian del resto de las
la movilización, o la misma ejecución de actos organizaciones formales, atendiendo a los si-
de protesta, y 3) recursos no medibles, como las guientes dos criterios: 1) movilizan a sus miem-
experiencias, las creencias y el conjunto de bros encaminándolos a la acción colectiva, y 2)
argumentaciones que los integrantes de las lo hacen porque persiguen un objetivo político.
movilizaciones desarrollan con el propósito de Es decir, buscan alguna forma de bien común (o,
justificar sus acciones. en su caso, evitar un mal común) que desean ver
11. McAdams, McCarthy y Zald (1999) po- garantizado por las autoridades. Kriesi (1999)
nen de relieve tres tipos de condiciones sociales destaca el concepto de “evolución organizacio-
que la Teoría de la Movilización de Recursos ha nal” que hace referencia a todos los niveles de
explorado para pronosticar el desarrollo de un la estructura organizativa, a las Organizaciones
movimiento: 1) condiciones políticas (como las de un Movimiento Social, a la Industria de
oportunidades que brinda la coyuntura políti- Movimientos Sociales, subsectores de las Orga-
ca); 2) condiciones económicas (la prosperidad nizaciones de un Movimiento Social y a todo el
material brinda variedad de recursos moviliza- Sector de los Movimientos Sociales. Este concep-
bles para la acción colectiva), y 3) las condiciones to es polifacético y para poder analizarlo
organizacionales (como la existencia de organi- propone cuatro grupos de parámetros que
zaciones en un movimiento social). indican el crecimiento, declive organizacional,
12. McAdams, McCarthy y Zald (1999); la estructuración organizativa interna, la estruc-
Tarrow (1999). turación organizativa externa y las orientacio-
13. Se explica el surgimiento de movimien- nes en los objetivos así como los repertorios de
tos sociales concretos en base a los cambios en la acción
la estructura institucional o en las relaciones 18. “La coordinación de la acción colectiva
informales de poder de un sistema político depende de la confianza y cooperación que se
nacional dado. Tilly (1998) considera que para genera entre los participantes merced a los
reconocer el espacio de los conflictos políticos presupuestos e identidades compartidos o, por
se necesitan dos definiciones cruciales: 1) las emplear una categoría más amplia, de los
reivindicaciones que consisten en declarar de- marcos de acción colectiva que justifican, digni-
terminadas preferencias respecto al comporta- fican y animan la acción colectiva” (Tarrow,
miento de otros actores e incluyen demandas, 1999: 47).
ataques, peticiones, súplicas, muestras de apoyo 19. “Ha de concebirse a los movimientos
u oposición, y declaraciones de compromiso, y sociales como espacios públicos temporales,

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como movimientos de creación colectiva que ta. Además, en el comportamiento real del
proveen a las sociedades de ideas, identidades mercado el impacto de la información se
e incluso ideales” (Eyerman y Jamison, 1991: 4) complica más cuando uno de los lados del
20. Que los mercados sean sistemas despó- mercado dispone de información más confiable
ticos de intercambio disputado, se explica por el que el otro –comportamiento oportunista–;
hecho de que en el mundo real de la economía situación que, por un lado, implica ventajas
se observan costes de transacción que quiebran competitivas en los mercados, y por otro,
toda esperanza de soluciones eficientes, ya que permite distinguir problemas de características
únicamente en el mundo imaginario de la ocultas, acciones ocultas, selección adversa que
competencia perfecta sin costes de transacción, puede dar lugar a la señalización y al daño
existe información simétrica y previsión perfec- moral.

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