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Salmos 70:1-4
1 Apresúrate, oh Dios, a rescatarme;
¡apresúrate, Señor, a socorrerme! 2 Que sean
avergonzados y confundidos los que procuran
matarme.
Que retrocedan humillados todos los que desean
mi ruina.3 Que vuelvan sobre sus pasos,
avergonzados, todos los que se burlan de mí. 4
Pero que todos los que te buscan se alegren en
ti y se regocijen;
que los que aman tu *salvación digan siempre:
«¡Sea Dios exaltado!»
Salmos 143:1
1 Escucha, Señor, mi oración; atiende a mi
súplica. Por tu fidelidad y tu justicia,
respóndeme.
Salmos 42:8
8 Ésta es la oración al Dios de mi vida: que de
día el Señor mande su amor, y de noche su
canto me acompañe.
Isaías 42:12-13
12 Den gloria al Señor y proclamen su alabanza
en las costas lejanas.13 El Señor marchará
como guerrero; como hombre de guerra
despertará
su celo. Con gritos y alaridos se lanzará al
combate, y *triunfará sobre sus enemigos.
Salmos 142
1Con mi voz clamaré al Eterno, Con mi voz
pediré á mi Padre misericordia.2 Delante de él
derramaré mi querella; Delante de él
denunciaré mi angustia. 3Cuando mi espíritu se
angustiaba dentro de mí, tú conociste mi
senda. En el camino en que andaba, me
escondieron lazo. 5Clamé á ti, oh mi Dios
Altísimo, Dije: Tú eres mi esperanza, Y mi
porción en la tierra de los vivientes. 6Escucha
mi clamor, que estoy muy afligido; Líbrame de
los que me persiguen, porque son más fuertes
que yo. 7Saca mi alma de la cárcel para que
alabe tu nombre: Me rodearán los justos,
Porque tú me serás propicio.
Salmos 124
1A NO haber estado el Señor por nosotros, Diga
ahora Israel; 2A no haber estado el Señor por
nosotros, Cuando se levantaron contra nosotros
los
hombres, 3 Vivos nos habrían entonces tragado,
Cuando se encendió su furor en nosotros.
4Entonces nos habrían inundado las aguas;
Sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente:
5Hubieran entonces pasado sobre nuestra alma
las aguas soberbias. 6 Bendito Eterno Elohim,
Que no nos dió por presa á sus dientes.
7Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los
cazadores: Quebróse el lazo, y escapamos
nosotros. 8Nuestro socorro es en el nombre del
Señor, Que hizo el cielo y la tierra.
Salmos 119:153-154
153Mira mi aflicción y líbrame, porque no me
olvido de tu ley.154Defiende mi causa y
redímeme; vivifícame conforme a tu palabra.
Proverbios 31:8-9
8Abre tu boca por los mudos, por los derechos
de todos los desdichados. 9Abre tu boca, juzga
con justicia y defiende los derechos del afligido
y del necesitado.
Tomar toda la armadura de Dios
(Efesios 6:10-18)
Nos fortalecemos con el gran poder de JESUS.
Nos ponemos toda la armadura
de nuestro Padre todo poderos y hacemos
frente a todas las artimañas del diablo, y
cuando llegue el día malo, permaneceremos
firmes resistiendo hasta que acabe la batalla.
Nos ceñimos con el cinturón de la verdad, y nos
protegemos con la coraza de justicia, y
calzamos nuestros pies con el ánimo de
proclamar el Evangelio de la Paz. Ahora
tomamos el escudo de la FÉ con que vamos a
apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Tomamos el casco de salvación y la espada del
Espíritu que es la Palabra de Dios. Como
guerreros oramos todos los días y nos
mantenemos alertas y perseverantes en oración
de los unos por los otros.
La Batalla
Oración por un proceso de Corte (Jueces y
fiscales)
Salmos 35:1-10
1 Defiéndeme, Señor, de los que me
atacan; combate a los que me combaten. 2
Toma tu adarga, tu escudo, y acude en mi
ayuda.
3 Empuña la lanza y el hacha, y haz frente a
los que me persiguen. Quiero oírte decir: «Yo
soy tu *salvación.» 4 Queden confundidos y
avergonzados los que procuran matarme;
retrocedan humillados
los que traman mi ruina. 5 Sean como la paja
en el viento, acosados por el ángel del Señor; 6
sea su senda oscura y resbalosa, perseguidos
por el ángel del Señor. 7 Ya que sin motivo me
tendieron una trampa, y sin motivo cavaron una
fosa para mí, 8 que la ruina los tome por
sorpresa;
que caigan en su propia trampa, en la fosa que
ellos mismos cavaron. 9 Así mi *alma se
alegrará en el Señor y se deleitará en su
salvación;
10 así todo mi ser exclamará: «¿Quién como tú,
Señor? Tú libras de los poderosos a los pobres;
a los pobres y necesitados libras de aquellos
que los explotan.»
Salmos 5
Oración pidiendo protección de los malos
5 Escucha mis palabras, oh Señor; considera mi
lamento.2 Está atento a la voz de mi clamor,
Rey mío y Dios mío, porque esa tí a quien oro. 3
Oh Señor, de mañana oirás mi voz; de mañana
presentaré mi oración a tí, y con ansias
esperaré. 4 Porque tú no eres un Dios que se
complace en la maldad;
el mal no mora contigo. 5 Los que se ensalzan
no estarán delante detus ojos; aborreces a
todos los que hacen iniquidad.6 Destruyes a los
que hablan falsedad; el Señor abomina al
hombre sanguinario y engañador. 7 Mas yo, por
la abundancia de tu misericordia entraré en tu
casa; me postraré en tu santo templo con
reverencia. 8 Señor, guíame en tu justicia por
causa de mis enemigos; allana delante de mí tu
camino.9 Porque no hay sinceridad en lo que
dicen; destrucción son sus entrañas, sepulcro
abierto es su garganta; con su lengua hablan
lisonjas. 10 Tenlos por culpables, oh Dios;¡que
caigan por sus mismas intrigas! Echalos fuera
por la multitud de sus transgresiones, porque se
rebelan contra tí. 11 Pero alégrense todos los
que en ti se refugian; para siempre canten con
júbilo, porque tú los proteges; regocíjense en ti
los que aman tu nombre.
12 Porque tú, oh Señor, bendices al justo, como
con un escudo lo rodeas de tu favor.
Salmos 17:6-15
6 Yo te he invocado, oh Dios, porque tú me
responderás; inclina a mí tu oído, escucha mi
palabra.7 Muestra maravillosamente tu
misericordia,
tú que salvas a los que se refugian a tu diestra
huyendo de los que se levantan contra ellos. 8
Guárdame como a la niña de tus ojos;
escóndeme a la sombra de tus alas 9 de los
impíos que me despojan,de mis enemigos
mortales que me rodean.10 Han cerrado su
insensible corazón; hablan arrogantemente con
su boca. 11 Ahora nos han cercado en nuestros
pasos; fijan sus ojos para echarnos por tierra,
12 como león que ansía despedazar, como
leoncillo que acecha en los escondrijos. 13
Levántate, Señor, sal a su encuentro, derríbalo;
con tu espada libra mi alma del impío, 14 de los
hombres, con tu mano, oh Señor, de los
hombres del mundo, cuya porción está en esta
vida, y cuyo vientre llenas de tu tesoro; se
llenan de hijos, y dejan lo que les sobra a sus
pequeños.
15 En cuanto a mí, en justicia contemplaré tu
rostro;
al despertar, me saciaré cuando contemple tu
imagen.