Sunteți pe pagina 1din 42

Departamento de Química, Facultad de Agronomía.

Universidad
Agraria de La Habana (UNAH). San José de las Lajas, La Habana,
Cuba.

*Laboratório de Radioisótopos Eduardo Penna Franca, Instituto de


Biofísica Carlos Chagas Filho. Universidade Federal do Rio de Janeiro
(UFRJ). Rio de Janeiro, Brasil.

SISTEMAS ANTIOXIDANTES DE LAS PLANTAS


ANTE DAÑOS POR ESTRÉS OXIDATIVO.

Ing. Liane Portuondo Farías, Lic. Andrés Calderín García, Ing. Orlando Lázaro
Hernández González, Dr. C. Fernando Guridi Izquierdo, Dra. C. Natascha
Krepsky*, Dr. C. João P. Machado Torres*.

LA HABANA
2009
Acrónimos

ERO Especies reactivas de oxígeno


EO Estrés oxidativo
CTE Cadena de transporte electrónico
MP Metales pesados
ATP Adenosine triphosphate (Trifosfato de adenosina)
SGA Síndrome general de alarma
SAL Síndrome de adaptación local
PCs Phytochelatins (Fitoquelatinas)
MTs Metallothioneins (Metalotioneinas)
AS Ácido salicílico
SOD Superóxido dismutasa
CAT Catalasa
APX Ascorbato peroxidasa
POX Peroxidasa
DHAR Deshidroascorbato reductasa
MDHAR Monodeshidroascorbato reductasa
GR Glutation reductasa
GSH Glutatión
GSSG Glutationa disulfida
GXP Guaiacol peroxidasa
AH Ácidos húmicos
Índice Página

1. Antecedentes.……………………………………………………… 1
2. Desarrollo…………………………………………………………... 3
2.1. Estrés oxidativo en las plantas………..…………………………. 3
3. Respuesta de las plantas ante el estrés………………………... 10
3.1. Mecanismos de defensa de las plantas en respuesta al estrés
11
oxidativo………………………………………………………........
3.2. Sistemas fotoprotectores y antioxidantes………………………. 12
3.2.1. Sistema antioxidante no enzimático…………………………….. 13
3.2.2. Sistema antioxidante enzimático………………………………… 15
3.2.2.1. Superóxido dismutasa (SOD) EC: 1.15.1.1…………………..... 18
3.2.2.2. Catalasa (CAT) EC: 1.11.1.6…………………………………….. 20
3.2.2.3. Glutatión reductasa (GR) EC: 1.6.4.2…………………………… 23
3.2.2.4. Guaiacol peroxidasa (GPX) EC: 1.11.1.7................................. 26
4. Conclusiones............................................................................. 30
5. Referencias Bibliográficas......................................................... 31
Índice de Figuras Página

1 Factores bióticos y abióticos que causan estrés en las plantas……. 5


2 Proceso de apoptosis celular producido por un elevado estrés……. 6
3 Regulación de la captación lumínica y formación de radicales
8
libres tóxicos en las plantas……………………………………………..
4 Principales reacciones simplificadas de detoxificación de ERO........ 9
5 Estructura química de la violaxanthina, anteraxanthina y
15
zeaxanthina……………………………………………………………….
6 Imagen espacial de la conformación estructural de la Mn-SOD…… 18
7 Imagen espacial de la conformación estructural de la CAT………… 19
8 Imagen espacial de la conformación estructural de la GR………….. 23
9 Esquema simplificado de reacciones donde interviene la GR……… 24
10 Actividad específica de enzimas……………………………………….. 27
11 Actividad de las POXs en el tiempo. Incrementos con respecto al
28
control……………………………………………………………………..

Índice de Tablas Página


1 Principales especies reactivas de oxígeno en la célula……………... 7
2 Actividad relativa de enzimas antioxidantes en diferentes especies
17
de plantas expuesta a MP………………………………………………
3 Inhibidores de varias SODs donde EC-SOD es una superóxido
19
dismutasa extracelular encontrada en animales……………………...
1. Antecedentes

El estrés es uno de los principales factores que influyen en el normal desarrollo de


las plantas. Puede desatarse por procesos de contaminación debido a la acción
antropogénica del hombre y a factores del medio natural como cambios en la
salinidad, temperaturas extremas, seguía o alta intensidad de la luz. Las plantas
responden a estos desajustes mediante sistemas de defensa natural que le
permiten contrarrestar las afecciones externas (Aina et al., 2007).

Las diferentes especies vegetales responden al estrés con un incremento de la


concentración de especies de oxígeno y nitrógeno reactivo dentro de sus células y
esto provoca, a nivel externo, una merma en el desarrollo normal de la planta y en
su producción. Las células vegetales utilizan los sistemas antioxidantes para
mitigar el estrés que, cuando se debe a contaminación por plaguicidas o metales
pesados (MP), provoca un incremento de la concentración de oxígeno y nitrógeno
activo. Si los sistemas antioxidantes no son capaces de corregir esta situación, el
daño aumenta y se prolonga (Pernía et al., 2008).

La acidez frecuente de los suelos tropicales determina una alta disponibilidad de


algunos metales tales como aluminio, hierro y manganeso, los cuales son una
fuente potencial de estrés oxidativo (EO), que propician la producción de especies
reactivas de oxígeno (ERO) y radicales hidroxilos (Gutiérrez & Zavala, 2001). El
oxígeno molecular puede fotorreducirse en los cloroplastos produciéndose el
radical superóxido (O2-). La dismutación de este anión produce peróxido de
hidrógeno (H2O2) y la reacción del superóxido y el peróxido pueden crear radicales
hidroxilos (-OH). Estos radicales causan inactivación de enzimas, blanqueo de
pigmentos, peroxidación de lípidos y degradación de proteínas (Desikan et al.,
2004).

Los estudios con plantas se concentran principalmente en el efecto en el


crecimiento y la producción, sin tener en cuenta el efecto fisiológico y bioquímico,

1
así como las principales reacciones del metabolismo que pueden ocurrir. La
presencia de algunos componentes estresantes en las plantas como los MP
pueden disminuir el crecimiento, la tasa fotosintética y provocar alteraciones tanto
enzimáticas como metabólicas (Cobbett, 2000).

Un mecanismo de protección del daño potencial que producen esos radicales


libres son sistemas que atrapan estos compuestos, como es el caso de los
polifenoles y los flavonoides (derivados de la Vía del Ácido Shiquímico). Se ha
propuesto que los fenoles, principalmente los taninos hidrolizables y polifenoles
derivados del ácido gálico y tánico también participan en la desintoxicación de
metales en algunas plantas acuáticas (Avello & Suwalsky, 2006).

En plantas sometidas a diversos estreses se inducen distintos tipos de proteínas y


enzimas como componentes fundamentales de los mecanismos de defensa. Entre
estas enzimas se encuentran las enzimas relacionadas con los procesos
oxidativos como peroxidasas y polifenol oxidasas, enzimas relacionadas con la vía
de los fenilpropanoides como la fenilalanina amonio liasa y enzimas hidrolíticas
como las glucanasas que pueden hidrolizar las paredes celulares de hongos y
bacterias, entre otras (Fernández et al., 2005).

La comunidad científica internacional lleva años intentando mejorar los


mecanismos para controlar el estrés, porque amplía las posibilidades para
optimizar el cultivo de muchas especies vegetales. Algunos proyectos de
investigación se centran en conocer y caracterizar los mecanismos de los
procesos bioquímicos activados por oxígeno y nitrógeno reactivo durante el
crecimiento y desarrollo de la planta. La información obtenida en ese análisis
permite potenciar mediante biotecnología la acción antioxidante en los vegetales
sometidos a estudio. Es por esto que el siguiente trabajo pretende abordar el
estudio de sistemas enzimáticos que pueden ser activados en las plantas ante un
determinado estrés, resumiendo los aportes científicos más recientes acerca de
esta temática encontrados en la literatura.

2
2. Desarrollo

2.1. Estrés oxidativo en las plantas

En la literatura se encuentran muy bien estudiados los bruscos cambios que


ocurren en las condiciones ambientales, los cuales requieren de un potencial
adaptativo y de una rápida respuesta por parte de las plantas, especialmente en
especies que poseen un ciclo reproductivo demasiado largo. Estos cambios son
originados fundamentalmente por la actividad antropogénica, causados por la
contaminación y degradación del suelo, precipitaciones ácidas, salinidad,
incrementos en las radiaciones ultravioletas, cambios climáticos drásticos, etc.
Como resultado las plantas se ven obligadas a la exposición a éstas condiciones
estresantes, que fluctúan significativamente en intensidad y duración en el tiempo.
Una consecuencia a este estrés, tanto biótico como abiótico, resulta en el
incremento de la producción de ERO (Schützendübel & Polle, 2002).

Las ERO son productos del normal metabolismo de las células y están envueltas
en una serie de señales de transducción durante todo el desarrollo de las plantas,
que incluyen la muerte celular o la aclimatación a las condiciones que provocaron
un estrés (Triantaphylidés & Havaux, 2009). La alta reactividad de las ERO
determina que tengan en general una vida sumamente corta y que atraviesen con
dificultad las membranas de la célula. Ello hace que su función reguladora venga
definida por el balance producción/detoxificación y por su compartimentación. Su
acumulación en diferentes compartimentos de la célula contribuye a limitar su
efecto nocivo y permite que su función específica se realice de manera controlada
(Apel & Hirt, 2004).

La cadena de transporte electrónico (CTE) de la mitocondria es el principal sitio de


generación de ERO en las células aerobias eucariontes. Diversos factores tales
como la presencia de inhibidores del transporte de electrones, aumentos en la
concentración mitocondrial del Ca y de metales de transición, defectos genéticos

3
de las proteínas que constituyen la CTE y otros, pueden generar una condición de
EO en la que la producción de ERO sobrepasa la capacidad antioxidante de la
célula (Nishiyama, 2006).

Durante el EO, uno de los principales blancos de daño son las colas hidrofóbicas
insaturadas que componen los lípidos de las membranas mitocondriales. El estrés
inducido por la generación del radical -OH favorece la peroxidación de lípidos de
membrana, produciéndose una disminución en el contenido de ubiquinona, lo que
limita tanto el flujo de electrones entre los complejos I, II y III, así como sus
actividades catalíticas (Cortés et al., 2009).

En condiciones normales es muy difícil que actúe un componente de estrés


específico de forma aislada. Generalmente las plantas son atacadas por varios
factores simultáneos que ocasionan diferentes tipos de estrés a un mismo tiempo.
Durante un estrés por sequía las plantas se hacen muy sensibles al factor
temperatura y a la intensidad luminosa, lo que puede afectar notablemente la tasa
fotosintética, la respiración y las relaciones de estabilidad de las membranas,
modulando, además, los niveles hormonales y la producción de metabolitos
primarios y secundarios. Sin embargo, las plantas pueden expresar mecanismos
de respuesta que incluyen el mantenimiento de la estabilidad de la membrana y la
eliminación de ERO mediante la producción de antioxidantes, la inducción en
cascada de proteínas kinasas y proteínas kinasas dependientes de Ca y la
activación transcripcional (reguladas a nivel molecular) en plantas que tienen la
capacidad de tolerar un estrés (Wahid et al., 2007).

Las afectaciones a los organismos causados por condiciones del ambiente pueden
ocurrir de varias maneras. Para entender estas reacciones en un organismo en
particular, se necesita del estudio de los llamados “factores ambientales” que
pueden ser bióticos y abióticos. Los bióticos resultan de la interacción entre otros
organismos y los abióticos incluyen la temperatura, humedad, intensidad luminosa,
el suplemento de agua, sales minerales y CO2, determinando en conjunto el

4
crecimiento de la planta, junto a otros como radiaciones UV e ionizantes, el ozono,
agentes xenobióticos y MP (Aarts & Fiers, 2003). Las desviaciones del estado
fisiológico normal pueden provocar daños en dependencia de la concentración y la
intensidad del factor de estrés (Larcher, 2003) (Figura 1).

Figura 1. Factores bióticos y abióticos que causan estrés en las plantas según
Schulze et al (2002).

El EO es causado por un desequilibrio entre la producción de oxígeno reactivo y la


capacidad de un sistema biológico de detoxificar rápidamente los compuestos
intermedios o reparar el daño resultante. Todas las formas de vida mantienen un
ambiente reductor dentro de sus células, el cual es preservado por las enzimas
que mantienen el estado reducido a través de un constante aporte de energía
metabólica. Desbalances en este estado normal redox pueden causar efectos
tóxicos a través de la producción de peróxidos y radicales libres que dañan a
todos los componentes de la célula, incluyendo además de las proteínas y los

5
lípidos, al ADN (Esfandiari et al., 2007). Es por esto que se plantea que el EO es
un gran aumento en el potencial de reducción celular o una gran disminución en la
capacidad reductora de los pares redox celulares.

Los efectos del mismo dependen de la magnitud de estos cambios, los cuales no
son nocivos si la célula es capaz de superar las pequeñas perturbaciones y de
recuperar su estado original. Sin embargo, un EO severo puede provocar una
necrosis, causar muerte celular e incluso desencadenar la apoptosis, que es un
mecanismo de muerte celular programada (Peña et al., 2004) (Figura 2).

Figura 2. Proceso de apoptosis celular producido por un elevado estrés según Yau
(2004).

Un aspecto particularmente destructivo del EO es la producción de especies de


oxígeno reactivo y algunas de las menos reactivas de estas especies (como el
superóxido) pueden ser convertidas por una reacción redox con metales de
transición u otros compuestos de ciclo redox en quinonas, que es una especie
radical más agresiva que puede causar un daño celular extenso (Zhao et al., 2006)
(Tabla 1).

6
Tabla 1. Principales especies reactivas de oxígeno en la célula según Valko et al
(2005).

Oxidante Descripción
O2- (Anión superóxido) Estado de reducción de un electrón de O 2, formado en
muchas reacciones de auto-oxidación y por la CTE. Es
poco reactivo, pero puede liberar Fe 2+ de proteínas
ferrosulfuradas y de la ferritina. Sufre dismutación para
formar H2O2 espontáneamente o por catálisis enzimática
y es un precursor para la formación de -OH catalizado
por metales.
H2O2 (Peróxido de Estado de reducción de dos electrones, formado por la
hidrógeno) dismutación de O2- o por reducción directa de O2. Soluble
en lípidos y por ende capaz de difundir por membranas.
OH- (Radical hidroxilo) Estado de reducción de tres electrones, formado por la
reacción de Fenton y la descomposición de peroxinitrito.
Extremadamente reactivo, ataca a la mayoría de los
componentes celulares.
ROOH (Hidroperóxido Formado por reacciones de radicales con componentes
orgánico) celulares como lípidos y nucleobases.
RO (alcoxi-) y Radicales orgánicos centrados en oxígeno. Formas
ROO (peroxi-) lipídicas que participan en reacciones de peroxidación de
lípidos. Producido en presencia de oxígeno por adición
de radicales a dobles enlaces o eliminación de
hidrógeno.
(Ácido hipocloroso) Formado a partir de H2O2 por la mieloperoxidasa.
Soluble en lípidos y altamente reactivo. Rápidamente
oxida constituyentes de proteínas, incluyendo grupos tiol,
grupos amino y metionina.
OONO- (Peroxinitrito) Formado por una rápida reacción entre O2- y NO.
Liposoluble y similar en reactividad al ácido hipocloroso.
Su protonación forma ácido peroxinitroso, que puede
someterse a escisión homolítica para formar radicales de
hidroxilo y de dióxido de nitrógeno.

7
La mayoría de las especies derivadas del oxígeno se producen en pequeñas
cantidades en condiciones normales del metabolismo aeróbico y el daño que
causan a las células es reparado constantemente. Ante elevados niveles de EO, el
daño produce un agotamiento del trifosfato de adenosina (ATP), impidiendo la
muerte celular por apoptosis controlada provocando que la célula simplemente se
desmorone (Del Toro, 2006).

La fuente más importante del oxígeno reactivo que se produce en condiciones


normales en los organismos aeróbicos, es probablemente la pérdida del oxígeno
activado de las mitocondrias durante el funcionamiento normal de la respiración
oxidativa (Figura 3). Algunas enzimas capaces de producir superóxido son la
xantina oxidasa, NADPH oxidasa y el citocromo P450. El H2O2 es producido por
una amplia variedad de enzimas incluidas las monooxigenasas y oxidasas (Corpas
et al., 2001).

Figura 3. Regulación de la captación lumínica y formación de radicales libres


tóxicos en las plantas según Taiz & Zeiger (2005).

8
Las ERO juegan un papel muy importante en la señalización celular, en un
proceso denominado “señalización redox”. Así, para mantener la homeostasis
celular, debe lograrse un equilibrio entre la producción de oxígeno reactivo y su
consumo (Romanowska et al., 2006). Los antioxidantes celulares mejor estudiados
son las enzimas superóxido dismutasa (SOD), catalasa (CAT) y glutatión
reductasa (GR). Antioxidantes enzimáticos menos estudiados, pero
probablemente muy importantes son la peroxirredoxina y la sulfirredoxina. Otras
enzimas que tienen propiedades antioxidantes, aunque esta no es su función
primordial, incluyen la paraoxonasa y la aldehído deshidrogenada (Sen, 2003)
(Figura 4).

Figura 4. Principales reacciones simplificadas de detoxificación de ERO donde


GSH: Glutatión, POX: Peroxidasa y GSSG: Glutationa disulfida según Schafer &
Buettner (2001).

9
Metales tales como el hierro, cobre, cromo, vanadio y cobalto son capaces de
hacer ciclos redox en los que un solo electrón puede ser aceptado o donado por el
metal. Esta acción cataliza reacciones que producen radicales y puede producir
ERO (Su et al., 2007). Los radicales -OH pueden dar lugar a modificaciones de los
aminoácidos como por ejemplo la formación de meta-tirosina y orto-tirosina a partir
de fenilalanina, carbohidratos, iniciar la peroxidación de lípidos y oxidar
nucleobases (Lei et al., 2007).

La mayoría de las enzimas que producen ERO contienen metales y la presencia


de los mismos en los sistemas biológicos de forma no acomplejada puede
aumentar significativamente el nivel de EO. Es por esta razón que en la actualidad
se emplean todo tipo de técnicas, con el fin de estudiar los mecanismos de
respuesta de las plantas ante este tipo de estrés.

3. Respuesta de las plantas ante el estrés

Son conocidas cuatro fases de respuesta de las plantas ante condiciones


desfavorables o de estrés que incluyen, según Junior (2006):

1. Fase de respuesta (inicio del estrés). Es una reacción de alarma o


Síndrome General de Alarma (SGA) que es un desvío de la normalidad
funcional, un declive de la vitalidad y representa un proceso catabólico muy
superior al proceso anabólico.
2. Fase de restitución (continuación del estrés). Es un estado de resistencia
con procesos de adaptación, reparación y reactivación.
3. Fase final (estrés de largo período). Estado de cansancio donde se
evidencia una intensidad de estrés muy alta, sobrecargando la capacidad
de adaptación, que puede terminar en un daño crónico o muerte celular.
4. Fase de regeneración: Regeneración parcial o completa de las funciones
fisiológicas cuando el estrés es removido y los daños no son muy graves.

10
Al inicio del estrés, cuando las plantas se enfrentan a una situación crítica con un
consecuente declive de las funciones fisiológicas, las vías metabólicas y procesos
de reparación en el metabolismo son activados, así como las adaptaciones
morfológicas del SGA (Hoyos et al., 2003). Es por esto que este sistema, parece
representar un esfuerzo generalizado del organismo para adaptarse a nuevas
condiciones.

En tejidos afectados por el estrés se desenvuelve el llamado Síndrome de


Adaptación Local (SAL), que tiene una estricta interacción con el SGA y permite
que señales químicas de alarma sean enviadas constantemente por tejidos
estresados, induciendo cambios adaptativos (Dina, 1998). Los mecanismos que le
confieren a las plantas una resistencia ante el estrés por iones de metales tóxicos
incluyen: la exudación de agentes acomplejantes en la rizosfera, la prevención de
la traslocación de iones metálicos hacia la parte aérea, complejación con varios
ligantes del citoplasma, transporte de ligandos complejo-metal hacia el interior de
la vacuola y la formación de enzimas de resistencia a metales para minimizar los
daños causados por la toxicidad (Hall & Williams, 2003).

Debido a los diferentes procesos metabólicos descritos anteriormente que pueden


producir ERO se han activado varios mecanismos de defensa por parte de las
plantas. Estos sistemas de defensa pueden remover, neutralizar o limpiar oxi-
radicales y sus intermediarios, representando mecanismos para prevenir la
amenaza o daños que las ERO puedan causar a las células y tejidos de las
plantas.

3.1. Mecanismos de defensa de las plantas en respuesta al estrés oxidativo

Es bien conocido que los MP, dentro del grupo de componentes que causan un
estrés en las plantas, pueden generar EO. No obstante, el papel del sistema
antioxidante ante el estrés por metales tóxicos, posee resultados muy diversos los
cuales, según Schützendübel et al (2001) pudieran ser:

11
 Los metales presentan diferentes mecanismos de inducción de estrés
oxidativo y el sistema antioxidante de la célula presenta una gran diversidad
de componentes y compartimentos, difiriendo entre los compartimentos y
organelos de la célula y entre las células y los tejidos.
 El sistema de detoxificación/complejación de metales puede reducir los
efectos de los metales con diferentes intensidades, comenzando el EO
apenas se encuentre el sistema sobrecargado. Además, el Glutation; un
componente importante en el sistema antioxidante de la célula, también es
el precursor para la síntesis de fitoquelatinas, que son agentes
acomplejantes de metales pesados en los vegetales. De esa manera el
sistema antioxidante y el sistema de detoxificación de metales en la célula,
pueden ser competitivos.

Las plantas desenvuelven algunos mecanismos para reducir la concentración de


MP libres en el citosol de las células los que incluyen: la compartimentación del
metal en estructuras subcelulares y la formación de péptidos ricos en grupos
tiólicos y cisteínas, conocidos como fitoquelatinas (PCs) y metalotioneinas (MTs),
que pueden acomplejar varios metales (Peña et al., 2004).

Las PCs y MTs son otro mecanismo de defensa desatado por las plantas y
microorganismos para la tolerancia a la exposición de MP y a la producción de un
sistema antioxidante de defensa (Hall & Williams, 2003). Estos mecanismos
pueden incluir componentes de baja masa molar tales como el glutatión, el
ascorbato y un sistema de enzimas antioxidantes capaces de remover, neutralizar
o limpiar radicales libres y que incluyen a la superóxido dismutasa, catalasa o
glutation reductasa, como las primeras en responder al daño.

3.2. Sistemas fotoprotectores y antioxidantes

Los sistemas fotoprotectores y antioxidantes de las plantas pueden clasificarse en


sistemas antioxidantes enzimáticos y sistemas antioxidantes no enzimáticos.

12
3.2.1. Sistema antioxidante no enzimático

Algunos de los antioxidantes más importantes son el glutation (GSH), el ascorbato


(vitamina C), el α-tocoferol (vitamina E) y los carotenoides, que son encontrados
en las plantas en altas concentraciones (Soares, 2005). El glutatión es un
tripéptido (Glu-Cys-Gly) que posee función antioxidante principalmente debido a
los grupos sulfihidrilos de la cisteína. Ha sido encontrado en la mayoría de los
tejidos y compartimentos celulares y subcelulares de plantas superiores y pueden
ser degradados por varios mecanismos, incluyendo la acción de las condiciones
ambientes desfavorables (Moreno et al., 2005). Posee función antioxidante en
diferentes rutas metabólicas, pudiendo actuar sobre iones oxígeno, superóxidos y
radicales hidroxilos, reduciendo la acumulación de radicales libres. Además,
puede estabilizar la estructura de la membrana removiendo radicales peróxidos
que causan reacciones de peroxidación de lípidos de la membrana, así como la
reducción de formas oxidadas de ascorbato (Mendoza & Moreno, 2006).

El GSH también es el precursor de las PCs ante la exposición a metales como el


Cd. Es por esto que muchas especies de plantas inicialmente muestran un
decrecimiento en el contenido de GSH, probablemente por causa de un aumento
en la demanda del mismo para la detoxificación del Cd. Por otro lado, una menor
producción de GSH puede ocasionar una reducción de los niveles de ascorbato y
de enzimas antioxidantes, lo que significa una acumulación de H2O2 (Cobbett &
Goldsbrough, 2002).

El ascorbato es otro antioxidante que se encuentra de manera abundante en el


tejido de las plantas. Las hojas verdes generalmente poseen tanta cantidad de
ascorbato como la de clorofilas. Puede actuar como reductor de muchos radicales
libres reduciendo así los daños causados por EO, además de estar relacionados
con muchos procesos fisiológicos como el crecimiento, la diferenciación y el
metabolismo (Rodríguez et al., 2008).

13
En el proceso de la fotosíntesis, la luz, aunque imprescindible, es uno de los
factores más heterogéneos entre los que afectan a las plantas. Los pigmentos
fotosintéticos son los responsables de la absorción energética, pero además
existen pigmentos que son los responsables de la disipación del exceso de
energía absorbida por la planta. La acción individual o conjunta de diferentes
factores de estrés ambiental, unidos a la luz solar, pueden poner a prueba la
capacidad de resistencia y adaptación de las plantas a un medio determinado.

Los pigmentos primarios como la clorofila a, son los que tienen como principal
finalidad, la captación de la energía luminosa, siendo también acompañado de
otros pigmentos accesorios como los carotenoides, que incluyen a los carotenos y
las xantofilas, cuya función es por una parte ampliar el espectro de absorción de
los pigmentos primarios y por otro lado sirven de protección contra el exceso de
luz (Gratão et al., 2005).

El carotenoide más importante en las plantas es el β-caroteno y en cuanto a las


xantofilas la principal especie es la luteína (Taiz & Zeiger, 2005). Otras xantofilas
que no se encuentran presentes en altas concentraciones como las anteriores,
pero que poseen un papel desicivo en la disipación de la energía excedente, son
especies como la violaxanthina, anteraxanthina y zeaxanthina, las cuales se
representan en la Figura 5.

14
Figura 5. Estructura química de la violaxanthina, anteraxanthina y zeaxanthina
según Taiz & Zeiger (2005).

El ciclo de las xantofilas es un proceso flexible que responde no solo a las


condiciones luminosas como fluctuaciones diurnas, insolaciones puntuales y
transiciones de sol/sombra; sino a otros factores ambientales como las
temperaturas, déficit hídrico, disponibilidad de nutrientes y al proceso de
contaminación (Pérez, 2009). Es por estas razones que se hace necesario
conocer los factores que pudieran provocar un estrés en las plantas y los posibles
efectos en su fisiología. De manera que puedan prevenirse cambios bruscos en el
estado redox celular, que comprometan la productividad de un cultivo
determinado.

3.2.2. Sistema antioxidante enzimático

La destrucción eficiente del O2- y H2O2 requiere de la acción de varias enzimas


antioxidantes que trabajando de manera acoplada puedan eliminarlos. Los

15
principales mecanismos de eliminación de ERO incluyen enzimas como la
superóxido dismutasa (SOD), catalasa (CAT), ascorbato peroxidasa (APX),
deshidroascorbato reductasa (DHAR), monodeshidroascorbato reductasa
(MDHAR), glutation reductasa (GR) y guaiacol peroxidasa (GPX) (Ramírez et al.,
2008). En condiciones de estrés las ERO pueden acumularse en los tejidos y
provocar, finalmente, la alteración de la actividad de éstas enzimas, que son las
responsables de la protección antioxidante y la preservación de la integridad de la
célula.

Los niveles de EO celular son determinados por las cantidades de O2-, H2O2 y
radicales -OH. El H2O2 puede ser directamente metabolizado por las peroxidasas,
particularmente aquellas de la pared celular y por las CAT de los peroxisomas
(Aktas et al., 2005). En el cloroplasto el O2- es convertido por la SOD a H2O2 que a
su vez es transformado a H2O y oxígeno molecular por el ciclo del ascorbato-
glutation, que envuelve la acción de diversas enzimas incluyendo la GR. En
adición, algunos sistemas alternativos canalizadores de electrones y la CTE del
cloroplasto y las mitocondrias, pueden reducir la producción de ERO a través de
oxidaciones alternativas (Apel & Hirt, 2004).

En la Tabla 2 se muestra la actividad relativa de las principales enzimas


antioxidantes en diferentes cultivos, frente a determinadas concentraciones de
metales tóxicos. La actividad enzimática de las plantas controles fue de 100% y
cuando no fue posible determinar la actividad relativa de alguna enzima se
expresó con el signo + (Schützendübel & Polle, 2002).

16
17
A continuación se describen algunas particularidades de los sistemas enzimáticos
relacionados con los mecanismos de defensa de las plantas ante un estrés.

3.2.2.1. Superóxido dismutasa (SOD) EC: 1.15.1.1

La SOD fue aislada de eritrocitos bovinos en 1938 y su función fue descrita por
McCorde y Fridovick en 1969. Se encuentra presente en organismos aerobios y
anaerobios facultativos (Romanowska et al., 2008) (Figura 6).

Figura 6. Imagen espacial de la conformación estructural de la Mn-SOD.

Esta enzima se caracteriza por un grupo de metaloenzimas que catalizan la


formación de H2O2 a partir de radicales superóxidos O 2-, eliminando de esta
manera el riesgo de oxidación por estos radicales (Olmos et al., 2003). Es por
tanto la primera enzima de defensa contra daños provocados por ERO en las
células.

Estas metaloenzimas han sido clasificadas en tres grupos de acuerdo al


componente metálico de su sitio o centro activo: cobre/zinc (Cu/Zn), manganeso
(Mn) ó hierro (Fe) siendo lasCu/Zn-SODs, consideradas como las más abundantes
en los vegetales. De manera general las Cu/Zn-SODs son encontradas en el
citosol y no en el estroma de los cloroplastos y son sensibles al CN - (radical
cianeto). Sin embargo, las Mn-SODs y Fe-SODs no son sensibles al CN- y

18
generalmente son encontradas en la matriz mitocondrial de células eucariotas y
procariotas (Mallick & Mohn, 2000).

Las Cu/Zn-SOD son generalmente proteínas estables, mostrando una alta


resistencia a las altas temperaturas, alto rango de pH, proteólisis y agentes
desnaturalizantes como el duodecil sulfato de sodio y la urea. Se ha estudiado la
Mn-SOD comprobándose que es más susceptible que la Cu/Zn-SOD al calor y los
detergentes, pero no es inhibida por el dietiltiocarbamato o el H2O2; sin embargo,
la Fe-SOD es inhibida por H2O2. De esta forma se puede establecer un criterio de
susceptibilidad en el orden: Fe-SOD>Mn-SOD>Cu/Zn-SOD (Hernández et al.,
2006) (Tabla 3).

Inhibidor Dietiltiocarbamato H2O2 KCN


Cu/Zn-SOD Inhibe Inhibe Inhibe
EC-SOD Inhibe Inhibe Inhibe
Mn-SOD - - -
Fe-SOD - Inhibe -

Tabla 3. Inhibidores de varias SODs donde EC-SOD es una superóxido dismutasa


extracelular encontrada en animales según Bartosz (2005).

Las isoenzimas de SOD presentan gran semejanza entre las diferentes especies
de plantas, aunque su contenido varía notablemente. Hace años se encontraba en
pocas ocasiones la Fe-SOD, la cual fue estudiada en Arabidopsis, encontrándose
que cataliza la producción de H2O2 formado durante la β-oxidación de ácidos
grasos y en los peroxisomas de hojas verdes durante la fotorrespiración, por la
transformación de glicolato en glioxalato (Havir & McHale, 1989).

Otros estudios han encontrado en el citosol de plantas de arroz la Cu/Zn-SOD, así


como en las mitocondrias de girasol y en el cloroplasto de plantas de Arabidopsis
thaliana (Kliebenstein et al., 1998). Estudios recientes para diferenciar mutantes y
somaclones promisorios en programas de mejoramiento del arroz en Cuba, fueron

19
utilizados marcadores isoenzimáticos de esterasas y SOD. Mediante estos
ensayos se detectaron las isoenzimas de ambas con tinciones específicas,
obteniéndose patrones polimórficos entre los mutantes y el donante original,
confirmándose la utilidad del análisis para la diferenciación de somaclones y
mutantes en este cultivo (Fernández et al., 2003).

Trabajos sobre la composición isoenzimática de las SODs en nódulos de varias


especies de leguminosas de interés agronómico, utilizando ensayos a nivel
molecular de las Fe-SODs, que constituyen el grupo de isoenzimas menos
conocido en las plantas, mostraron que la composición isoenzimática de todos los
nódulos contenían al menos dos Cu/Zn-SODs (citosólica y plastidial) y una Mn-
SOD mitocondrial. Asimismo, se detectó abundante actividad de Fe-SOD en la
mayoría de los nódulos de las especies estudiadas, encontrándose una nueva
SOD resistente a KCN y H2O2 muy activa en algunos nódulos indeterminados
(Rubio, 2009).

3.2.2.2. Catalasa (CAT) EC: 1.11.1.6

La CAT es una enzima intracelular clasificada como oxidorreductasa que fue


descrita por primera vez en 1901 por Loew (Figura 7).

Figura 7. Imagen espacial de la conformación estructural de la CAT.

Es una enzima tetramérica que contiene grupos hemo y es encontrada en todos


los organismos vivos. Debido a su amplia distribución y capacidad de degradar

20
rápidamente el H2O2, fue propuesto por varios autores que la CAT desempeña un
papel fundamental en los organismos que viven en ambientes aerobios (Mallick &
Mohn, 2000).

Basándose en sus propiedades físicas y químicas las catalasas son divididas en


tres grupos. Un primer grupo, que comprende la actividad peroxidativa, es llamado
catalasa-peroxidasas. Otro subgrupo, que contiene Mn en su centro activo, es el
llamado de las no hemo catalasas y un tercer grupo comprende a las “verdaderas”
catalasas, las cuales son hemo catalasas monofuncionales (Apel & Hirt, 2004).

La CAT es la única de las enzimas que degradan el H 2O2 y no consume


equivalentes de reducción celulares, lo que facilita que protagonice un mecanismo
muy eficiente. Las evidencias sugieren que participa tanto en las reacciones
peroxidativas como en las catalíticas. En un primer estadío el Fe del grupo hemo
de la CAT interacciona con el H2O2 para formar peróxido de hierro rico en oxígeno.
Este compuesto intermediario es denominado componente I. A bajas
concentraciones de H2O2 (-10-6 mol L-1) el componente I puede ser reducido por
una variedad de dadores de hidrógeno (etanol, ácido ascórbico) y a elevadas
concentraciones de H2O2 el componente I reacciona con una segunda molécula de
H2O2 para producir agua y una molécula de oxígeno (Dallavalle et al., 2002).

Las catalasa-peroxidasas han sido detectadas en todos los reinos. Se plantea que
probablemente estas hidroperoxidasas son las sucesoras de la principal enzima
ancestral que degradaba el H2O2. Su masa molar fluctúa en un rango de 120 a
340 kDa y son generalmente dímeras, aunque se han reportado como
tetraméricas. Muestran mucha homología en sus secuencias con las hemo
peroxidasas y con las catalasas típicas (Heged et al., 2001).

La típica catalasa es una unidad que contiene cuatro distintas regiones


estructurales: un brazo amino-terminal conteniendo los primeros 70 aminoácidos,

21
un campo β-cañón (posiciones 71-379 con campos de conexión de residuos 380-
438) y un campo de α-hélice (posiciones 440-503). El anillo de imidazol de la
His70 es orientado paralelo en el plano al grupo prostético y la Ser109, esencial
para el mantenimiento de la orientación y el carácter nucleofílico se encuentra
vecina a la His70. Ambas estabilizan la estructura distal y el embolsamiento del
grupo hemo (Jiménez et al., 2002).

Se cree que las CATs juegan un rol en la defensa de las plantas en combinación
con el Ácido salicílico (AS) y pueden actuar mediante dos mecanismos. A bajas
concentraciones de H2O2 en tejidos saludables la CAT es inhibida por el AS, por
otro lado, cuando se incrementan las concentraciones de H 2O2, actúan como un
segundo mensajero para activar una expresión de genes relacionados con la
defensa (Bartosz, 2005).

Existen tres tipos de isoenzimas identificadas de CAT (CAT1, CAT2, CAT3). En las
plantas la CAT1 es la responsable del 80% de la actividad total de la enzima y se
encuentra localizada en el interior del peroxisoma. Estudios realizados demuestran
que la CAT es esencial para la destrucción del H2O2 formado por la
fotorrespiración realizada por las plantas C3. En cambio, en las plantas C4, donde
la fotorrespiración es reducida, existe una disminución de la actividad de la CAT
(Castillo, 2005).

Otros estudios de caracterización parcial de la CAT extraída de la corteza de


frutos de pitaya amarilla (Acanthocereus pitajaya) hallaron que su máxima
actividad se encontró a pH entre 6,8 y 7,5, temperatura entre 30 y 50 ºC con una
Km de 442mM utilizando H2O2 como sustrato (Castro et al., 2006). Esto evidenció
el papel complementario que tiene esta enzima ante diversas concentraciones
celulares de H2O2.

De igual forma en raíces de barley (Hordeum vulgare), ante concentraciones cada


vez más bajas de N, la actividad de la CAT fue en aumento, lo cual pudo estar

22
relacionado con la senescencia en las raíces de estas plantas, así como el
surgimiento de amarillamiento en las hojas. Sin embargo, plantas de A. thaliana
mostraron evidencias de un pequeño incremento en la actividad de la forma más
electronegativa de CAT seguido de aplicaciones crecientes de N (Medici et al.,
2004).

3.2.2.3. Glutatión reductasa (GR) EC: 1.6.4.2

La glutatión reductasa es la enzima clave para la regeneración de GSH a partir de


su forma oxidada (GSSG) y el glutatión reducido (-glutamylcysteinglycina, GSH)
es un importante metabolito en el combate de las ERO, específicamente O 2- y
H2O2 (Navarro et al., 2007) (Figura 8).

Figura 8. Imagen espacial de la conformación estructural de la GR.

La GR es una enzima de existencia universal, estando ampliamente distribuida


entre procariotas y eucariotas, bacterias heterótrofas, plantas fotosintetizadoras y
animales superiores. En la Figura 9 se muestra de forma simplificada sus
principales reacciones.

23
Figura 9. Esquema simplificado de reacciones donde interviene la GR según
Antioxidantes (2009).

En las hojas de plantas superiores la GR se encuentra presente en el cloroplasto,


mitocondrias y compartimentos celulares. Contiene un grupo prostético flavin-
adenin-dinucleótido (FAD) de transferencia de electrones que cataliza la reducción
dependiendo de NADPH y GSSG para la formación de GSH (Voet & Voet, 1995).

En las plantas la GR es la enzima que regenera al GSH por el ciclo del ascorbato-
glutation, el cual remueve el H2O2 mediante la acción de otras tres enzimas:
ascorbato peroxidasa (APX EC: 1.11.1.11), monodeshidroascorbato reductasa
(MDAR EC: 1.6.5.4) y deshidroascorbato reductasa (DAR EC: 1.8.5.1). La GR se
activa ante situaciones de EO como salinidad, sequías, radiaciones, alta
intensidad luminosa, contaminación por ozono y MP. Bajo condiciones de estrés,
se genera una competencia por el NADPH entre la GR y las enzimas del ciclo del
carbono. Su aislamiento y purificación a partir de diversas especies de plantas han
mostrado que su especie nativa es un homodímero de 100-120 kDa y la
subunidad que lo compone se encuentra en un rango entre 53 y 59 kDa (Romero
et al., 2006).

24
El GSH posee un papel muy importante como antioxidante en la síntesis de PCs.
Varios autores proponen al GSH como la primera defensa de las plantas contra la
exposición al Cd, en estudios realizados con plantas de girasol, las cuales a los
pocos días disminuyeron el nivel de GSH y comenzaron una inducción de PCs
(Roxas et al., 2000). De igual forma en el cultivo del arroz, el efecto positivo de la
acción de GSH fue verificado mediante una síntesis de PCs, que condujo a una
reducción del nivel de Cd libre en las raíces de la planta (Chen & Kao, 1995).

El GSH puede controlar la cantidad de Cd libre en el citosol además de promover


la remoción de H2O2 del cloroplasto. Para la realización de estas funciones, el
GSH debe estar en su forma reducida, reacción controlada por la GR (Vislisel et
al., 2007). De esta forma la GR tiene un importante papel en la protección del
cloroplasto contra daños oxidativos manteniendo la relación entre los niveles de
GSH y GSSG.

Algunos estudios realizados para determinar el verdadero comportamiento de esta


enzima, muestran la extracción de genes de GR de tabaco los cuales fueron
clonados y secuenciados, en vistas a tratar de hallar una homología en la
secuencia de aminoácidos con clones de ADNc también obtenidos, pero de
enzimas humanas (Stevens et al., 1997).

Algunas dificultades en la purificación y el secuenciamiento a partir de plantas


superiores han impedido comparaciones directas en este sentido, pero el efecto
sobre la actividad de estas enzimas en las plantas ha provocado la atención de
muchos investigadores. Por ejemplo, en las plantas del género Alyssum, altas
concentraciones de Cd disminuyen la actividad de la GR (Schickler & Caspi, 1999)
y en trigo ha sido reportado el aumento en la actividad de la GR ante la presencia
de níquel (Pandolfin et al., 1996).

En estudios de caracterización y purificación de GR de plantas de Pisum sativum


se encontró actividad proteica específica de 9523 u mg-1. La subunidad de GR en

25
el peroxisoma fue de 56 kDa y su punto isoeléctrico de 5,4. La enzima fue
reconocida como un anticuerpo policlonal en las hojas de esta especie y su
localización en el peroxisoma de los cloroplastos y en la mitocondria sugiere su
múltiple acción como activador de procesos antioxidantes en los distintos
compartimentos celulares, constituyendo este su rol ante condiciones de estrés
celular (Romero et al., 2006).

3.2.2.4. Guaiacol peroxidasa (GPX) EC: 1.11.1.7

Las peroxidasas son hemoproteínas que catalizan la oxidación del substrato, así
como la reducción del H2O2. Participan en varios procesos metabólicos esenciales
incluyendo la regulación del crecimiento celular, lignificación, oxidación fenólica,
defensa contra patógenos y protección ante el estrés (Cuypers et al., 2002).

Las especies vegetales, en particular el Linux usitatissimum presentan varias


isoformas ácidas y básicas de GPX. La isoforma ácida interviene en una variedad
de procesos relacionados con la biosíntesis de la pared celular, incluyendo la
formación de lignina y la isoforma básica participa en la regulación de la
degradación de AIA (Ácido indol-acético) y en la síntesis de etileno (Guerrero &
Rodríguez, 2009).

En experimentos in vitro, la GPX cataliza la oxidación de los dadores de H+ debido


a la ausencia de un substrato específico, no obstante, in vivo la GPX puede utilizar
al ascorbato como substrato para sus reacciones. En este caso la detoxificación
puede tornarse la función principal de algunas de sus isoformas (Fieldes &
Gerhardt, 1998). Otros resultados muestran que en plantas de Hibiscus
rosasinensis y Beta vulgaris expuestas a radiaciones UV-B el aumento de la
enzima GPX pudo ser debido a una intensificación o una supresión de la actividad
de un inhibidor natural de esta enzima (Campa, 1991).

En estudios realizados con el objetivo de medir la actividad de enzimas


antioxidantes en extractos de células de café (Coffea arabica), colocadas en

26
medios en suspensión con dos concentraciones de CdCl 2, se obtuvo que en el
análisis de la actividad total de CAT hubo un incremento notable de la enzima
después de las 12h, el cual fue reduciéndose al nivel del control después de 24h
de exposición. La actividad de la GR aumentó considerablemente, exhibiendo una
actividad similar al de la CAT. Después de un período inicial, la actividad de la
APX aumentó sobrepasando tres veces el valor del control después de las 288h y
por último la GPX exhibió variaciones durante las primeras 96h de exposición al
metal (Junior, 2006). Estos resultados, mostrados en la Figura 10, indican la
efectividad de estas enzimas de actuar en presencia de estrés, como el producido
por los MP.

Figura 10. Actividad específica de enzimas donde CAT (µmol H2O2 min-1 mg-1 prot)
(A); GR (µmol NADPH min-1 mg-1 prot) (B); APX: (µmol ascorbato min-1 mg-1 prot)
(C) y GPX (U mg-1 prot) (D) según Junior (2006).

27
Estudios recientes muestran que la aplicación de ácidos húmicos (AH) extraídos
de un vermicompost de estiércol vacuno, produce un aumento en el contenido de
enzimas peroxidasas en hojas y raíces en el cultivo del arroz (Oriza sativa L. var:
IA-Cuba30) sometido a déficit hídrico, ejerciendo un mayor efecto la concentración
de AH más elevada, lo cual se puede observar en la Figura 11. Estos resultados
junto a la disminución en el contenido de aminoácidos totales y aumento de
proteínas, indican que los AH empleados favorecen la formación de enzimas
peroxidasas, las cuales se encargan de disminuir el contenido de ERO formadas
producto de estrés hídrico (Calderín et al., 2009).

Figura 11. Actividad de las POXs en el tiempo. Incrementos con respecto al control
donde raíces (A), hojas (B).

Una similitud a los resultados anteriores pudo encontrarse en lo reportado por


Portuondo et al (2009) a partir de evaluaciones de algunos componentes del
metabolismo del N ante la aplicación de AH en plantas de frijol. En este trabajo los
análisis mostraron que, para cada fase de emisión de hojas del cultivo, existe un
tratamiento de AH específico que provoca una disminución en el contenido de
pigmentos fotosintéticos. Estos resultados sugieren que muchos de los
compuestos necesarios para la formación de estos pigmentos, como los grupos
amino de las clorofilas, son utilizados para la producción de aminoácidos
(principales componentes de las proteínas) y a su vez éstas, formando parte de la

28
estructura de las enzimas del metabolismo, como CAT y POX, que disminuirían
notablemente los procesos de EO celular.

En los momentos actuales se ha desarrollado un movimiento científico en la


búsqueda de los mecanismos que actúan en las plantas ante un determinado
estrés, específicamente aquellos que provocan un EO. Es por esta razón, que el
estudio en la actividad y las variaciones enzimáticas que conforman el sistema
antioxidante de las plantas cobra una vital importancia. Aunque se ha logrado
comprender en gran medida su acción, todavía en el campo molecular queda
mucho por dilucidar. Aún se siguen descubriendo nuevas isoformas de enzimas
que actúan ante un EO, así como genes específicos que se expresan ante un
determinado estrés. Por esta razón cobra relevancia el estudio de estos
mecanismos tan complejos, que denotan la compleja fisiología y bioquímica
vegetal.

29
4. Conclusiones

 Las plantas constantemente se encuentran expuestas a estrés, el cual ya sea


biótico o abiótico, puede generar ERO (principalmente O2, H2O2 así como los
grupos –OH), que resultan perjudiciales al normal metabolismo celular, cuando se
producen en cantidades excesivas.
 Las plantas poseen varios mecanismos de defensa que actúan ante un EO
dentro de los que se incluyen sistemas de detoxificación no enzimáticos (como la
producción de glutatión, ascorbato, α-tocoferol, los carotenoides y compuestos o
grupos tiólicos como las fitoquelatinas y metalotioneínas) y sistemas enzimáticos
que incluyen a la SOD, CAT y GR.

30
5. Referencias Bibliográficas

1. Aarts M. G y Fiers M. W. 2003. What drives plant stress genes? Trends


Plant. 8:99-102.
2. Aina R., Labra M., Fumagalli P., Vannini C., Marsoni M., Cucchi U., Bracale
M., Sgorbati S., Citterio S. 2007. Thiol-peptide level and proteomic changes
in response to cadmium toxicity in Oryza sativa L. roots. Environmental
Botany. 59:381-392.
3. Aktas H., Karni L., Dong-Chil C., Turhan E., Bar-Tal A., Alón B. 2005. The
supression of salinity-associated oxygen radicals’ production, in pepper
(Capsicum annuum) fruit, by manganese, zinc and calcium relation to its
sensitivity to blossom-end rot. Plant Physiol.123: 67-74.
4. Antioxidantes, Glutation Reductasa. 2009. Disponible en: http:
//antioxidantes.com. Consultada el 30 de junio de 2009.
5. Apel K. y Hirt H. 2004. Reactive oxygen species: Metabolism, Oxidative
Stress, and Signal Transduction. Plant Biology. 55: 373-399.
6. Avello M. y Suwalsky M. 2006. Radicales libres, antioxidantes naturales y
mecanismos de protección. Scielo de Chile, Atenea. 494(II): 161-172.
7. Bartosz G. 2005. Superoxide Dismutases and Catalase. The Handbook of
Environmental Chemistry. 2 (O): 109-149.
8. Calderín G. A., Portuondo F. L., Hernández G. O., Pasqualoto C. L., Araújo
S. G., Guridi I. F. 2009. Potencialidades de Ácidos Húmicos como protector
de plántulas de arroz ante estrés hídrico (Oryza sativa L. var. IACuba-30).
En: Congreso AgroCiencias (Julio 8-10, 2009, La Habana, Cuba) Memorias.
CD-ROM. Agrotrop, 2009. ISBN: 978-959-16-1054-6.
9. Campa A. 1991. Biological roles of plant peroxidases: known and potential
function. In: Peroxidases in Chemistry and Biology. Everse, J., Everse K. E.,
Grisham M. B. (Eds.) Florida: CRC Press, Boca Raton. Vol II 25-50p.
10. Castillo A. E. 2005. Regulación por estrés oxidativo de la actividad del
factor de transcripción Pap1 de Schizosaccharomyces pombe. Disponible
en: http://www.tesisdoctorales.com. Consultada el 30 de junio de 2009.

31
11. Castro R. J., Baquero D. L., Narváez C. C. 2006. Catalasa, peroxidasa y
polifenol-oxidasa de Pitahaya amarilla (Acanthocereus pitajaya). Revista
Colombiana de Química. 35 (1).
12. Chen S. L. y Kao C. H. 1995. Glutathione reduces the inhibition of rice
seedlings root growth caused by cadmium. Plant Growth Regulation. 16
(249): 252.
13. Cobbett C. S. 2000. Phytochelatins and their roles in heavy metal
detoxificacion. Plant Physiology. 123:825-832.
14. Cobbett C. y Goldsbrough P. 2002. Phytochelatins and metallothioneins:
Roles in heavy metal detoxification and homeostasis. Plant Biology. 53:159-
182.
15. Corpas F. J., Barroso J. B., del Rio L. A. 2001. Peroxisomes as a source of
reactive oxygen species and nitric oxide signal molecules in plant cells.
Trends in Plant Science. 6:145-150.
16. Cortés R. C., Estrada V. M., Manzo A. S., Saavedra M. A. 2009. Influencia
de la Peroxidación de Lípidos sobre el Daño Oxidativo Mitocondrial y la
Integridad de Saccharomyces cerevisiae. Información Tecnológica. 20(2):
71-81.
17. Cuypers A., Vangronsveld J., Clijsters H. 2002. Peroxidases in roots and
primary leaves of Phaseolus vulgaris. Copper and Zinc Phytotoxicity: a
comparison. Journal Plant Physiol. 159: 869-876.
18. Dallavalle E., Zechini D., Verardi E., Bertaccini A. 2002. Detection of RAPD
Polymorphisms In Gladiolus Cultivars with Differing Sensitivities to Fusarium
oxysporum F. Sp. Gladioli. Plant Molecular Biology Reporter 20:305a–305f.
19. Del Toro G. 2006. Muerte celular programada. Revisión del paradigma
apoptosis-necrosis y formas alternativas de muerte celular. VIII Congreso
Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patológica. Octubre. Disponible en:
http://conganat.cs.urjc.es. Consultada el 30 de junio de 2009.
20. Desikan R., Cheung M., Bright J. 2004. ABA, hydrogen peroxide and nitric
oxide signalling in stomatal guard cells. Journal Experimental Botany.
55:205-212.

32
21. Dina G. M. Estrés Vegetal. 1998. Cátedra de Fisiología Vegetal, Facultad
de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
Disponible en: http://prueba.agrarias.unlz.edu.ar. Consultada el 30 de junio
de 2009.
22. Esfandiari E. O., Mohammad R. S., Soltan A. M., Hoshang A., Mahmood T.
2007. Water stress, antioxidant enzyme activity and lipid peroxidation in
wheat seedling. Journal of Food, Agriculture and Environment. 5(1):149-
153.
23. Fernández A., Peteira B., González M. 2003. Diferenciación de somaclones
y mutantes de arroz mediante isoenzimas de esterasas y superóxido
dismutasa. Revista Protección Vegetal. 18(1):67-69.
24. Fernández A., Solórzano E., Miranda I. 2005. Actividad peroxidasa,
glucanasa, polifenol oxidasa y fenilalanina amonio liasa en variedades de
arroz con diferente grado de susceptibilidad al ácaro Steneotarsonemus
spinki. Revista Protección Vegetal. 20 (2):132-136.
25. Fieldes M. A. y Gerhardt K. E. 1998. Flax guaiacol peroxidases can be used
to illustrate the possibility of misinterpreting the effects of stress on the
activity of developmentally regulated enzymes. Plant Science. 132: 89-99.
26. Gratão L. P., Polle A., Lea P. J., Azevedo R. A. 2005. Making the life of
heavy metal stressed plants a little easier. Functional Plant Biology. 32:481-
494.
27. Guerrero Z. A. y Rodríguez D. A. 2009. Efecto de la presencia de
fenantreno sobre la expresión de proteínas y la actividad enzimática radical
de Cyperus hermaphroditus. Polibotánica. 27:103-130.
28. Gutiérrez C. M. y Zavala C. J. 2001. Rasgos hidromórficos de suelos
tropicales contaminados con hidrocarburos. Revista Terra. 20:101-111.
29. Hall J. L. y Williams E. L. 2003. Transition metal transporters in plants.
Journal of Experimental Botany. 54(393): 2601-2613.
30. Havir E. A. y McHale N. A. 1989. Regulation of catalase activity in leaves of
Nicotiana sylvestris by high CO2. Plant Physiology. 89: 952-957.

33
31. Heged E., Erdei S., Hováth G. 2001. Comparative studies of H 2O2
detoxifying enzymes in green and greening barley seedling under cadmium
stress. Plant Sci. 160:1085-1093.
32. Hernández J. A., Escobar C., Creissen G., Mullineaux P. M. 2006.
Antioxidant enzyme induction in pea plants under high irradiance. Biol.
Plant. 50: 395-399.
33. Hoyos C. L., Gil V. L., Valencia A. 2003. Estudio de las interacciones de
Hemileia vastratix-Coffea spp.: Proteínas Tempranas. Cenicafé. 54(4):278-
285.
34. Jiménez A., Gómez J., Navarro E., Sevilla F. 2002. Changes in the
antioxidative system in mitochondria during ripening of pepper fruits. Plant.
Physiol. Biochem. 40:515-520.
35. Junior G. R. 2006. Resposta antioxidativa de células in vitro de café (Coffea
arabica) submetidas aos metais pesados cádmio (Cd) e níquel (Ni). Tese
apresentada para obtenção do titulo de Doutor em Agronomia. Piracicaba.
36. Kliebenstein D. J., Monde R. A., Last R. L. 1998. Superoxide dismutase in
Arabidopsis: An eclectic enzyme family with disparate regulation and protein
localization. Plant Physiology. 118: 637-650.
37. Larcher W. 2003. Physiological plant ecology, 4 th edn (chapter: Plants under
stress). Springer. Berlin Heidelberg New York, 345-450.
38. Lei Z., Mingyu S., Xiao W., Chao L., Chunxiang Q., Liang C., Hao H.,
Xiaoqing L., Fashui Hong. 2007. Antioxidant Stress is Promoted by Nano-
anatase in Spinach Chloroplasts Under UV-B Radiation. Biol Trace Elem
Res. 121:69–79
39. Mallick N. y Mohn F. 2000. Reactive oxygen species: response of alga cells.
Journal of Plant Physiology. 157:183-193.
40. Medici L. O., Azevedo R. A., Smith R. J., Lea P. J. 2004. The influence of
nitrogen supply on antioxidant enzymes in plant roots. Funct. Plant Biology.
31:1-9.

34
41. Mendoza D. G. y Moreno R. 2006. Control of glutathione and phytochelatin
synthesis under cadmium stress. Pathway modeling for plants. J. Theor.
Biol. 238: 919-936.
42. Moreno S. R., Martínez O. J., Mendoza C. D. 2005. Efecto del cadmio sobre
el metabolismo del Glutatión en Euglena gracilis. Memorias del XIV
Congreso de Bioenergética y Biomembranas. Sociedad Mexicana de
Bioquímica A.C. 13 al 18 noviembre, Oaxaca.
43. Navarro A. J., Aguilar A. I., López M. J. 2007. Aspectos bioquímicos y
genéticos de la tolerancia y acumulación de metales pesados en plantas.
Ecosistemas. 16 (2):10-25.
44. Nishiyama, Y. 2006. A new paradigm for the action of reactive oxygen
species in the photoinhibition of photosystem II. Biochem. Biophys. Acta
1757: 742-749.
45. Olmos E., Martínez S., Piqueras A., Hellin E. 2003. Early steps in the
oxidative burst induced by cadmium in cultured tobacco cells (BY-2 line).
Journal of Experimental Botany. 54: 291-301.
46. Pandolfin T., Gabbrielli R., Ciscato N. 1996. Nickel toxicity in two durum
wheat cultivars differing in drought sensitivy. Journal of Plant Nutricion.
19(12):1611-1627.
47. Peña E. C., Carter E. D., Ayala F. F. 2004. Toxicología Ambiental.
Evaluación de Riesgos y Restauración Ambiental. Disponible en:
http://toxcenter.pharmacy.arizona.edu. Consultada el 30 de junio del 2009.
48. Pérez R. M. 2009. El ciclo de las xantofilas en plantas sometidas a estrés
nutricional o climático. Disponible en: http: //tesisdoctorales.com.
Consultada el 30 de junio de 2009.
49. Pernía B., De Sousa A., Reyes R., Castrillo M. 2008. Biomarcadores de
contaminación por Cadmio en las plantas. Scielo do Brasil. 33 (2).

35
50. Portuondo F. L., Calderín G. A., Hernández G. O., Guridi I. F., Krepsky N.,
Machado T. J. 2009. Componentes del metabolismo del nitrógeno en la
fase vegetativa del frijol (Phaseolus vulgaris L.) modificados por la
aplicación de ácidos húmicos. En: Congreso AgroCiencias (Julio 8-10,
2009, La Habana, Cuba) Memorias. CD-ROM. Agrotrop, 2009. ISBN: 978-
959-16-1054-6.
51. Ramírez S. R., Larrinaga M. J., Murillo A. B., Hernández S. N., Fujiyama H.
2008. Respuesta antioxidante enzimática en frutos de chile ancho
(Capsicum annuum) bajo condiciones estrés salino. Scielo do Brasil. 33 (5).
52. Rodríquez S., Martínez N., Romero P., Río L., Sandalio L. 2008. Toxicidad
del cadmio en plantas. Ecosistemas. 17(3):139-144.
53. Romanowska E., Wróblewska A., Drożak M., Siedlecka, M. 2006. High light
intensity protects photosynthetic apparatus of pea plants against exposure
to lead. Plant Physiol Biochem. 44:387-394.
54. Romanowska E., Wróblewska A., Drożak M., Zienkiewicz, Siedlecka M.
2008. Effect of Pb ions on superóxide dismutase and catalase activities in
leaves of pea plants grown in high and low irradiance. Biologia Plantarum.
52(1):80-86.
55. Romero P. M., Corpas F. J., Sandalio M. L., Leterrier M. Rodríguez M. S.,
Del Río L., Palma M. J. 2006. Glutathione reductase from pea leaves:
response to abiotic stress and characterization of the peroxisomal isozyme.
New Phytologist. 170(1):43–52.
56. Roxas V. P., Sundus A. L., Garrett D. K., Mahan J. R. y Allen, R. D. 2000.
Stress tolerance in transgenic tobacco seedlings that over express
glutathione-S-transferase/glutathione peroxidase. Plant Cell Physiol. 41:
1229–1234.
57. Rubio L. M. 2009. Superóxido dismutasas de nódulos de leguminosas.
Disponible en: http: //tesisdoctorales.com. Consultada el 30 de junio de
2009.

36
58. Schafer F. y Buettner G. 2001. Redox environment of the cell as viewed
through the redox state of the glutathione disulfide/glutathione couple. Free
Radic Biol Med 30(11): 1191-212.
59. Schickler H., Caspi H. 1999. Response of antioxidative enzymes to nickel
and cadmium stress in hyperaccumulator plants of the genus Alyssum.
Physiologia Plantarum. 105:39-44.
60. Schulze D. E., Beck E., Hohenstein M. K. 2002. Plant Ecology. Springer.
ISBN: 3-540-20833-X.
61. Schützendübel A. y Polle A. 2002. Plant responses to abiotic stresses:
heavy metal-induced oxidative stress and protection by mycorrhization.
Journal Experimental Botany. 53:1351-1365.
62. Schützendübel A., Schwanz P., Teichmann T., Gross K., Langenfeld-Heyser
R., Godbold D. L., Polle A. 2001. Cadmiun induced changes in antioxidant
systems, hydrogen peroxide content and differentiation in scoots pine roots.
Plant Physiology. 127:887-898.
63. Sen C. 2003. The general case for redox control of wound repair. Wound
Repair and Regeneration 11: 431-438.
64. Soares S. F. 2005. Remediação da Contaminação com Metais Pesados
Provenientes da Disposição de Resíduos Perigosos da Produção de Zinco.
Instituto de Agronomía Curso de Pós-Graduação em Agronomia Ciência do
Solo. UFRRJ.
65. Stevens R., Creissen G., Mullineaux P. 1997. Cloning and characterisation
of a cytosolic glutathione reductase cDNA from pea (Pisum sativum L.) and
its expression in response to stress. Plant Molecular Biology. 35: 641-654.
66. Su M. Y., Wu X., Liu C., Qu C. X., Liu X. Q., Cheng L., Huang H., Hong F.
S. 2007. Promotion of energy transfer and oxygen evolution in spinach
photosystem II by nano-anatase TiO2. Biol Trace Elem Res. DOI
10.1007/s12011-007-0065-1 (Online).
67. Taiz, L. y Zeiger, E. 2005. Plant Physiology. Third Edition, Copyrights by
Sinauer Associates, Inc.

37
68. Triantaphylidés C. y Havaux M. 2009. Singlet oxygen in plants: production,
detoxification and signalling. Cell Press, Elsevier.
69. Valko M., Morris H., Cronin M. 2005. Metals, toxicity and oxidative stress.
Curr Med Chem 12(10):1161-208.
70. Vislisel J. M., Schafer F. Q., Buettner G. R. 2007. A simple and sensitive
assay for ascorbate using a plate reader. Anal. Biochem. 365: 31-39.
71. Voet D. y Voet J. G. 1995. Biochemistry, 2da ed. New York: Wiley. 1361p.
72. Wahid A., Gelania S., Ashrafa M., Foolad M. R. 2007. Heat tolerance in
plants: An overview. Environmental and Experimental Botany. 61(3):199-
223.
73. Yau P. 2004. Apoptosis. The Science Creative Quarterly. Disponible en:
http: www.scq.ubc.ca/apoptosis/. Consultada el 30 de junio de 2009.
74. Zhao F., Guo S., Zhang H., Zhao Y. 2006. Expression of yeast SOD2 in
transgenic rice results in increased salt tolerance. Plant Science. 170:216-
224.

38

S-ar putea să vă placă și