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LA CREACIÓN DE EMPLEOS EN ESTADOS UNIDOS aumentó fuertemente en febrero y la tasa de desempleo se

mantuvo en 4,1%, pero los salarios prácticamente no se incrementaron en una economía que se muestra pujante.
Impulsada principalmente por la reducción de impuestos a las empresas, la economía estadounidense multiplicó
los contratos de trabajo el mes pasado, creando 313.000 empleos netos, su nivel más alto en un año y medio, que
supera en más de 100.000 puestos las previsiones de los analistas.
Según datos del departamento de Trabajo, la tasa de desempleo se mantuvo sin cambios en 4,1% por quinto mes
consecutivo, por una buena razón. Ello refleja la llegada masiva de nuevos trabajadores al mercado (más de
806.000). La tasa de activos subió en consecuencia al 63%, volviendo a sus niveles de septiembre pasado.
La creación de puestos de trabajo tuvo su fuerte en los sectores de la construcción, las ventas minoristas y las
manufacturas.
Casi todos los sectores incrementaron sus contratos de trabajo. La producción de bienes registró 100.000 nuevas
contrataciones, un techo desde hace más de un año, de los cuales 61.000 empleos correspondieron a la construcción
y 31.000, un cifra sólida, a la industria manufacturera.

La sorpresa negativa -para los empleados en todo caso, si no para quienes temen a la inflación- los salarios apenas
subieron. En un mercado laboral que se hace cada vez más estrecho, se supone que los empresarios deberían
ofrecer mejores remuneraciones para atraer o conservar a sus trabajadores.
El incremento del salario por hora en febrero fue de apenas 0,15% lo que representa un aumento de solamente 2,6%
anual, levemente por encima de la inflación.
Pero como afirmó la semana pasada el nuevo jefe de la Reserva Federal, Jerome Powell, con la economía que se
acelera gracias al estímulo fiscal "los incrementos de salarios deberían producirse pronto". Cuando la Fed prevé
actualmente tres alzas de tasas este año, la primera sin duda para el 21 de marzo, consideró que la economía "no se
recalienta".
Ello no impide que economistas como los de Capital Economics piensen que el Banco Central debería ajustar la
política monetaria cuatro veces este año.
Un reciente informe de coyuntura, el Libro Beige, publicado este miércoles por la Fed, muestra que en numerosos
sectores, las empresas que tienen dificultades para llenar sus vacantes comienzan a ofrecer bonos, horarios más
flexibles y otros beneficios sociales para atraer empleados competentes.
Pero para la Casa Blanca, los incrementos de salarios ya llegaron, como declaró a la cadena CNBC, Mark Short,
consejero de asuntos legislativos.
Según Short, desde la reducción de impuestos a las empresas, de 31% a 25%, 432 firmas anunciaron primas y
aumentos de salarios que benefician a 4,4 millones de empleados (el total de asalariados en EE.UU. es de 155
millones).
Interrogado sobre el impacto negativo sobre el empleo industrial que tendrían los aranceles sobre el acero, Short no
respondió, pero según Oxford Economics, esas medidas encarecerían el precio de esa materia prima poniendo en
peligro unos 80.000 puestos.
Globalmente, el número de desocupados se mantuvo casi sin cambios en febrero, en 6,7 millones y el número de
trabajadores a tiempo parcial, porque no logran un puesto a tiempo completo, no disminuye situándose en 5,2
millones.
El presidente Donald Trump se congratula de que se haya reducido la tasa de desempleo de las minorías, que para
los afroestadounidenses pasó de 7,7% en enero a 6,9% el mes pasado, aunque continúa siendo netamente superior
a la de los blancos, que es de 3,7%. (I)
REPÚBLICA CHECA, situada en Europa central, tiene una superficie de 78.870 Km2.
República Checa, con una población de 10.610.055 personas, se encuentra en la posición 87 de la tabla de
población, compuesta por 196 países y tiene una densidad de población de 135 habitantes por Km2.
Su capital es Praga y su moneda Coronas checas.
República Checa es la economía número 49 por volumen de PIB. Su deuda pública en 2017 fue de 68.515
millones de euros, con una deuda del 34,7% del PIB. Su deuda per cápita es de 6.458€ euros por habitante.
La última tasa de variación anual del IPC publicada en República Checa es de octubre de 2018 y fue del
2,2%.
Con tan solo un 2,3% de desempleo, República Checa es el país con menos tasa de desempleo del mundo
Hay algunas variables que pueden ayudarle a conocer algo más si va a viajar a República Checa o
simplemente quiere saber más sobre el nivel de vida de sus habitantes.
El PIB per cápita es un muy buen índicador del nivel de vida y en el caso de República Checa, en 2017, fue
de 18.100€ euros, por lo que se encuentra en el puesto 42 de los 196 países del ranking de PIB per cápita.
En cuanto al Índice de Desarrollo Humano o IDH, que elabora las Naciones Unidas para medir el progreso
de un país y que en definitiva nos muestra el nivel de vida de sus habitantes, indica que los checos tienen
una buena calidad de vida.
Si la razón para visitar República Checa son negocios, es útil saber que República Checa se encuentra en el
35º puesto de los 190 que conforman el ranking Doing Business, que clasifica los países según la facilidad
que ofrecen para hacer negocios.

Los 10 países en los que más y menos gente tiene trabajo


El pleno empleo es algo cada vez más excepcional en el mundo después de la última crisis internacional,
pero aún existe en algunos lugares. El fenómeno de la "desocupación disfrazada"
Qatar es el país en el que más gente tiene empleo. El 87,5% de su población de 15 a 64 años se encuentra ocupada,
según estadísticas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La tasa de desempleo es de apenas 0,3 por ciento. ¿Por qué es de 0,3 si los que no trabajan son en realidad el
12,5%? La explicación es que el desempleo no se estima sobre el total de la población, sino sobre la que se considera
económicamente activa. Es decir, quienes tienen trabajo o están buscando uno. Por eso, los jóvenes que se dedican
exclusivamente a estudiar, o los adultos mayores que ya se jubilaron, no se consideran desocupados.
si una persona se cansó de buscar no se considera técnicamente desempleada
El déficit que tiene este cálculo es que, si una persona se cansó de buscar y se resigna a vivir de una subvención
estatal, no se considera técnicamente desempleada. Eso puede llevar a que las estadísticas oculten un contexto
social más complejo del real.
El segundo país en el que más gente tiene empleo es Madagascar, con el 87,1 por ciento. Completan el top ten
Suiza (79,8%), Zimbabue (78,9%), Tanzania (76,9%), Tailandia (76,3%), Noruega (75,2%), Suecia (74,9%), Guinea
(74,6%) y Holanda (73,9%).
El listado es curioso. Cuatro países son de África, el continente más pobre y menos desarrollado, y otros cuatro de
Europa, que tiene los más altos índices de bienestar social. La explicación es que estos datos no tienen en cuenta si
el trabajo es de calidad y está bien remunerado, o es precario y ni siquiera garantiza salir de la pobreza.
Por ejemplo, según la OIT, en Suiza el 38,1% de la población adulta tiene estudios avanzados, sólo el 11% de la
fuerza laboral trabaja más de 48 horas por semana y el promedio es de 36,6 horas, y los ingresos medios son de
6.600 dólares al mes. El coeficiente de Gini, que mide la desigualdad de ingresos de 0 a 100, es de 25,8.
En cambio, en Zimbabue sólo el 10,1% de los adultos tiene estudios avanzados, y el 49,7% de las personas trabaja
más de 48 horas semanales. En Tanzania, sólo el 1,5% de la población tiene un nivel de educación superior, y el
ingreso medio mensual es de 164 dólares.
En Tanzania el ingreso medio mensual es de 164 dólares
Por eso es tan destacable lo de Suiza, Noruega, Suecia y Holanda, entre otros. Aún después de la crisis económica
internacional, que afectó la situación del empleo en casi todos los países centrales, consiguen que prácticamente
todas las personas en edad de trabajar tengan un empleo de calidad, que garantiza condiciones de vida dignas.
En el extremo opuesto, hay países en los que la mayor parte de la población no tiene trabajo. El caso más grave es
el de Argelia, donde está empleada sólo el 36,2% de la población de 15 a 64 años. Apenas mejor están Irán, con
37,9%, y Túnez, con 42,5 por ciento.
Luego aparecen Marruecos (43,8%), Egipto (44,5%), Macedonia (46,9%), Armenia (47,5%), Grecia (49,4%), Turquía
(49,5%) y Albania (50,2%).
LOS QUE SE QUEDAN AFUERA
En distintas partes del mundo hay un número muy importante de personas sin lugar en el mercado de
trabajo. Muchas veces, la gravedad del problema no se ve reflejada en las estadísticas oficiales, porque sólo
una parte de ese universo sigue buscando trabajo. Como el resto se resigna a no trabajar, no figura entre los
desocupados.
Para entender este fenómeno, Infobae entrevistó a Jaime Tenjo Galarza, director del Departamento de
Economía de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, de Colombia.
los cambios tecnológicos han sido muy rápidos. es difícil estar al día
"Es algo que se profundiza a partir de cierta edad. Puede ser de 45 años en adelante, y se da especialmente
en el caso de las mujeres. Lo que encontramos es que después de los 45 años, cuando una persona pierde el
empleo no se preocupa por buscar otro, o lo hace durante un tiempo y luego deja. Entonces no aparecen
como desempleados, sino como no participantes", explica.
En el caso de las mujeres, suele profundizarse la condición de "desempleadas disfrazadas" porque, ante la
ausencia de oportunidades, las presiones sociales las llevan a conformarse más fácilmente, a no trabajar
y a quedarse en el hogar.
"Un factor es que los cambios tecnológicos han sido muy rápidos. Entonces, para la población más grande
es difícil estar al día con requerimientos que se vuelven esenciales en el mundo moderno", dice Tenjo.
América Latina
Sólo dos países latinoamericanos se acercan a los niveles de empleo de los primeros diez: Perú, que ocupa el puesto
13 con 72,8% de personas trabajando; y Bolivia, que está en el 15, con 72,2 por ciento.
Sin embargo, en calidad del empleo están lejos de los mejores. En Perú el 37,4% de los empleados trabaja más de
48 horas semanales, el promedio asciende a 44,6, y el coeficiente de Gini es de 42,2.
Los indicadores son similares en Bolivia, donde el 32,8% trabaja más de 48 horas y la media es de 43,2. Con matices,
ésta es una realidad común a toda la región.
"Gran parte del empleo que se genera es de baja calidad y calificación -afirma Tenjo. Por ejemplo en el comercio:
personas que venden en las calles productos importados de China que son muy baratos. Viven de eso, pero ganan
muy poco, y no tienen ninguna protección".
Otros tres países están en un nivel de empleo que podría considerarse medio alto. Paraguay (70,2%), Uruguay
(68,9%) y Brasil (66,7%). En un nivel medio, están El Salvador (63,6%), Ecuador (62,8%), Chile (62,2%), Argentina
(61,6%), Panamá (60,9%), Venezuela (60,6%) y Guatemala (60,3%).
"Gran parte del empleo que se genera es de baja calidad y calificación"
Los que tienen más dificultades y se acercan a los peores a nivel mundial son México (59,5%), República Dominicana
(58,1%), Colombia (58%). Costa Rica (56,4%) y Honduras (51,6%).
"Una razón que puede explicar las diferencias con Europa son las estructuras de edad. En Latinoamérica hay
sociedades más jóvenes, entonces es superior el peso de los mayores de 15 años que están estudiando. Otra
explicación es la poca capacidad que tienen nuestras economías para generar empleo", dice Tenjo.
El de Colombia es un caso testigo. Está entre los tres países de la región en los que menos personas tienen trabajo,
y no hay señales de mejoría a la vista.
"A pesar de que fue uno de los que más crecieron en la región -continúa Tenjo- sigue teniendo una de las tasas de
desempleo más altas en Latinoamérica. Eso muestra una capacidad muy limitada para generar empleos. Una de las
causas es que el crecimiento ha estado basado en la explotación de recursos naturales, especialmente de petróleo,
que no generan mucho trabajo".

México, en el top de la OCDE para encontrar trabajo


La tasa de desempleo de la OCDE se mantuvo estable en el 5.4% durante el pasado mes marzo. En toda el
área de la OCDE, 34 millones de personas estaban desempleadas, 1.4 millones más que en abril de 2008,
pero 15.1 millones menos que en enero de 2013.

La tasa de desempleo en el mismo mes fue estable (8,5%) en la zona del euro y se mantuvo estable o
disminuyó en todas las economías de la zona del euro. Las mayores disminuciones (en 0.2 puntos
porcentuales) se produjeron en los Países Bajos (al 3.9%) y Portugal (al 7.4%). Las tasas más elevadas se
encuentran en España con 16.1% de la población activa, seguido por Itralia con 11%. Grecia no reportó por
el momento marzo, pero en el mes anterior reportado (enero) su desempleo se encontraba a 20.6%.

La tasa de desempleo también fue estable en Canadá (en 5.8%), Japón (en 2.5%) y Estados Unidos (en
4.1%). Disminuyó en 0.2 puntos porcentuales en Israel (a 3.6%) y en 0.1 puntos porcentuales en México (a
3.2%) pero aumentó en 0.4 puntos porcentuales en Corea del Sur (a 4.0%). Los datos más recientes
muestran que en abril, la tasa de desempleo disminuyó en 0.2 puntos porcentuales en los Estados Unidos, a
3.9%, el nivel más bajo desde diciembre de 2000, mientras que se mantuvo estable en Canadá.
La tasa de desempleo de la OCDE entre jóvenes (personas de 15 a 24 años) disminuyó en 0.1 punto
porcentual, a 11.1% en marzo. En la zona del euro, la tasa de desempleo juvenil disminuyó en 0.2 puntos
porcentuales, hasta el 17.3%, su nivel más bajo desde octubre de 2008. Las tasas de desempleo juvenil
disminuyeron significativamente en marzo en Italia (0.8 puntos porcentuales, hasta 31.7%) y España (0.7
puntos negativos). punto porcentual, a 35.0%) y también se redujo significativamente en Grecia (hasta 1.2
puntos porcentuales, a 42.3% en enero, el último mes disponible), pero se mantienen altos en los tres países.

Concretamente en México, los datos aportados por el organismo internacional sitúan el desempleo juvenil
(de 15 a 24 años) por encima del promedio nacional y lo sitúa en el 7.1%, aún así por debajo del registro
total de los países de su entorno que se sitúa en el 11.1%. Si abandonamos este rango de edad, la tasa se
sitúa en 2.4%.

Por géneros, las cifras son similiares en México para hombres y mujeres. La tasa de desempleo femenina se
situó en marzo en 3.3% mientras que la de los varones se quedó en 3.2%. En el caso del desempleo por
género, México se sitúa al nivel de países como Japón, Alemania, Islandia y la República Checa, donde las
mujeres sufren tasas de paro por debajo del 3.5%.

DESEMPLEO Y POLÍTICAS PÚBLICAS

En las minutas del Comité de Mercado Abierto de ese banco central, hay extensos análisis acerca del
comportamiento del mercado de trabajo, y sus políticas para bajar el desempleo han sido decididas y exitosas.
En gran medida, como resultado de esas políticas públicas, Estados Unidos ha bajado su tasa de desempleo del 9,6%
en el 2009 al 4,7% actualmente. Prácticamente la mitad. Esto, tomado en cuenta que en ese país los desempleados
cuentan con un seguro de desempleo.
Por otro lado, en México, el desempleo solo subió al 6,15% en el 2009 y en la actualidad tiene únicamente un 4,04%
de desocupación, con muy baja inflación.
En Costa Rica, donde el desempleo se considera el principal problema del país, los datos de empleo se publican cada
tres meses y no se ajustan por estacionalidad. Las políticas públicas del Banco Central y del Ministerio de Hacienda
no tienen al empleo dentro de sus prioridades u objetivos, y aunque manifiesten su preocupación, consideran, a
diferencia de la Fed, que el problema de desempleo le corresponde a otras instancias y que es un fenómeno
estructural, que se corrige con soluciones a largo plazo.
Crecimiento estancado. Las empresas han perdido competitividad internacional y, como consecuencia, el
crecimiento se ha estancado y el desempleo y subempleo se mantienen en niveles altísimos.
En general, las políticas públicas sobre el empleo no han sido ni eficaces ni decididas. La tasa de desempleo aumentó
en el 2009, se agravó en el 2011 y desde entonces no ha podido hacerse mayor cosa.
El desempleo ampliado, que incluye a la población disponible para trabajar pero desalentada de buscar trabajo y no
encontrar, alcanza niveles del 11%, a lo que se debe agregar el subempleo; personas que solo trabajan unas cuantas
horas semanales y que ha oscilado entre el 13,9 y el 9,6%
La población ocupada, que incluye a los subempleados, refleja evidencia de que la economía nacional genera muy
pocos empleos. Alrededor de 200.000 en 10 años, o sea, 20.000 al año, cuando la población aumentó en 511.152 en
el mismo plazo.
Es decir, se están generando menos de la mitad de los empleos necesarios, solo para mantener la misma proporción
de población ocupada. Lo ideal sería que una mayor cantidad, sobre todo de mujeres, pudiera incorporarse a la
fuerza de trabajo. Pero para ello tienen que crearse muchas más oportunidades.
Otros aspectos importantes de señalar son, por un lado, el lento crecimiento de los salarios del sector privado. Un
24,7% en los últimos seis años. En contraste, los salarios del sector público aumentaron un 51,2% en el mismo
período y son, en promedio, dos veces y media los del sector privado.
Competitividad. Por último, se observa en los datos una relación entre el aumento del desempleo a partir del 2009 y
la pérdida de competitividad internacional asociada con tasas de interés locales más altas, acelerado endeudamiento
externo del Gobierno y el sistema financiero que trajo como consecuencia una sobrevaluación creciente del colón al
dejar la fijación del precio de la divisa a mercados financieros locales poco desarrollados y eficientes, sin tomar las
medidas necesarias para que los mercados de tasas de interés y de divisas funcionen eficientemente.
Afirma el Banco Central que a partir del 2007 el incremento en el gasto del Gobierno y la diferencia entre las tasas de
interés reales son los determinantes con el mayor efecto sobre la apreciación real del colón y que la diferencia entre
las tasas de interés locales y las externas está explicada por el déficit fiscal creciente.
Lo cierto del caso es que el spread entre la tasa de política monetaria y el promedio ponderado de las tasas del
Gobierno más bien ha sido menor al prevaleciente en el 2006 y el 2007, lo cual se explica porque los bonos
gubernamentales locales en su mayoría tienen un vencimiento entre 2 y 5 años y la TPM es una tasa a un día.
En otra palabras, quien mantuvo tasas en colones altas, favoreciendo la apreciación, fue el Banco Central y no como
producto del déficit fiscal.
Mercados. Se dice que “el mercado” es el que establece los precios de la moneda nacional respecto al dólar y que
mal haría el Banco Central en tratar de influir en ese precio. Al respecto deben tenerse presente algunos elementos
básicos del comportamiento de los mercados financieros y contrastarlos con lo que ocurre en Costa Rica.
En México, por ejemplo, los intermediarios financieros únicamente pueden mantener posiciones propias por el 15%
de su capital y reservas. En Costa Rica, ese porcentaje es del 100% por lo que, ante variaciones en el tipo de cambio,
los intermediarios pueden variar sus posiciones a su mejor conveniencia y obtener mayores beneficios, sin que esto
refleje las fuerzas del mercado. En un mercado que funcione bien, ningún participante debería estar en capacidad de
influir en el precio.
Una de las características de un mercado eficiente es el limitado espacio para el arbitraje. Según los datos emanados
de los respectivos estados financieros, los seis intermediarios financieros más activos en ese mercado han tenido
ingresos crecientes por cambio y arbitraje de divisas y pasaron de menos de ¢29.000 millones en el 2006 a más de
¢80.000 millones (2,8 veces) actualmente, en contraste con muchas actividades exportadoras y turísticas, que han
sufrido.
En mercados financieros eficientes, una reducción de las tasas de interés por parte de un banco central repercute
inmediatamente en el tipo de cambio. En Costa Rica, el Central ha reducido varias veces la tasa de política monetaria
y el tipo de cambio no se ha movido.
Observando las tasas de interés locales e internacionales de los últimos diez años, vemos que en el 2006 y el 2007,
las tasas de interés pasivas (por depósitos) y las activas (por préstamos) guardaban una relación con las tasas
internacionales representadas por la tasa Libor a tres meses. Sin embargo, a partir del 2008, y más aún a partir del
2009, las tasas del Banco Central y de los bancos comerciales más bien suben y, en consecuencia, las tasas de los
préstamos tanto en moneda nacional como extranjera.
Pareciera que las autoridades económicas no han tomado muy en cuenta la ínterdependencia internacional y los
efectos de un sistema financiero muy poco competitivo, dominado por bancos estatales poco eficientes, ni se ha
prestado, en diez años, la suficiente importancia al desarrollo y eficiencia de los mercados.
El FMI ha insistido mucho en el desarrollo del mercado secundario de bonos, sin que el Gobierno haya hecho lo que
le corresponde.
Aspectos laborales. Hay una serie de iniciativas planteadas por quienes tienen la capacidad de crear empleos.
Dentro de esas iniciativas están la flexibilidad de jornadas laborales y la educación dual de la fuerza laboral. Dado el
bajo nivel educativo de nuestra fuerza laboral, solo mediante educación en el trabajo se podría mejorar esa
situación.
Además, de los trabajadores independientes, únicamente entre un 46% y un 49% cuentan con seguro. Es urgente
facilitar la cobertura de esa población, reduciendo la cantidad de requisitos burocráticos para asegurarse. Las cuotas
deben ser accesibles, tomando en cuenta que el ingreso promedio de dichos trabajadores ronda los ¢250.000
mensuales.
También deberían revisarse los otros impuestos sobre los salarios, aparte de las cuotas de la CCSS, que afectan la
contratación de nuevos empleados y fomentan el empleo informal.
En resumen, los últimos siete años, el desempleo y el subempleo crecieron aceleradamente y las políticas públicas
han sido omisas, ineficaces y hasta contraproducentes. No se trata de descuidar la estabilidad sino de que las
políticas públicas busquen, con igual empeño y con sentido pragmático, el pleno empleo.
PAISES CON MENOR DESEMPLEO EN AMERICA LATINA.
Guatemala, México y Bolivia. Esos son los tres países de América Latina con las menores tasas de
desempleo.
Suena como si fuera el sueño de cualquier país, pero, en realidad, tener un bajísimo desempleo no es
necesariamente una señal de que la economía está bullente, ni que todos los que quieren trabajar pueden
regodearse eligiendo entre los que ofrecen mejores sueldos.
Si la historia fuera así de simple, estos tres países pagarían sueldos altos y sus economías estarían con el
acelerador en primera.
Los 3 países de América Latina donde los directivos ganan 10 veces más que un empleado
3 claves del éxito económico del país que más crece en América del Sur
En algunos casos, ocurre que un desempleo bajo es señal de que existe un gran mercado laboral informal o
que muchos potenciales trabajadores, simplemente dejaron de buscar trabajo.
"Si hay personas desalentadas que se cansaron de buscar empleo y ya no lo hacen más, estas personas se
califican como "inactivas" y no entran en el cómputo de desempleo. Y esto no es bueno", le dice a BBC
Mundo, Verónica Alaimo, especialista senior de la División de Mercados Laborales del Banco de
Interamericano de Desarrollo, BID.
Las peores tasas de pobreza"
Guatemala tiene la menor tasa de desempleo de toda América Latina, con un 2,2%, un nivel muy inferior al
de Estados Unidos, que actualmente tiene un 3,8%.
Pero justamente ese bajo desempleo en la mayor economía de América Central, no es una señal de que todo
va bien.
Por el contrario, según el Banco Mundial, este país es uno de los más desiguales de la región en la
distribución del ingreso, según el Banco Mundial.
"Tiene algunas de las peores tasas de pobreza, desnutrición y mortalidad materno-infantil, especialmente
en las zonas rurales e indígenas", señala el organismo.
Algunos trabajan en la calle, en pequeños comercios improvisados o realizan actividades de subsistencia que
apenas les generan ingresos para comer.
"Muchas personas no pueden darse el lujo de estar desempleadas. Necesitan trabajar para sostener a sus
familias. Y eso muchas veces se traduce en trabajos precarios, trabajos informales, sin acceso a la seguridad
social, o trabajos muy poco productivos y con bajos salarios", dice Alaimo.
Desempleo en América Latina (%)
Guatemala 2,2
México 3,2
Bolivia 3,3
Perú 4,1
Ecuador 4,3
El Salvador 4,5
Nicaragua 4,7
Panamá 5,4
República Dominicana 5,5
Paraguay 6,2
Honduras 7
Chile 7,7
Costa Rica 8
Uruguay 8,1
Argentina 8,2
Colombia 9,4
Brasil 9,8
Fuente: BID, Sistema de Indicadores de Mercado Laboral y Seguridad Social (SIMS).

México y Bolivia
Los casos de México y Bolivia (con niveles de desempleo de 3,2% y 3,3%, respectivamente) son distintos a la
compleja situación económica de Guatemala.
Pero a pesar de las diferencias, la informalidad laboral sigue siendo la piedra en el zapato.
En México, el desempleo está en su nivel más bajo en más de una década, según informó el Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (Inegi), algo que internamente se recibe como una buena noticia.
Pero al mismo tiempo, los trabajadores informales llegan al 56,9% y muchos analistas dicen que puede ser más alto,
considerando zonas indígenas y rurales.
Bolivia, por otro lado, es el país que más ha crecido en América del Sur, con un promedio de 5% en la última década.
Eso le ha permitido mantener un cierto nivel de estabilidad económica con un impacto positivo en la generación de
empleos.
Durante el boom de las materias primas, Bolivia supo aprovechar los excedentes y hacer un colchón de ahorro que le
ha permitido seguir creciendo y generar empleos.
Pero por otro lado, economistas del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), han advertido
que una gran parte del empleo pertenece al sector informal, lo que los hace muy precarios.
Bajos ingresos y subempleo
Jürgen Weller, jefe de la Unidad de Estudios del Empleo de la CEPAL, le dice a BBC Mundo que entre 2003 y 2014 —
con una interrupción en 2009— hubo "una evolución bastante positiva del crecimiento económico y la
correspondiente generación de empleo asalariado".
Pero entre 2015 y 2017, en el contexto de una contracción económica en los primeros dos años de ese período, "el
desempleo regional aumentó marcadamente, aunque todavía sin volver a los niveles de inicios de la década
anterior", agrega.
¿Por qué México considera que no puede ni le conviene aumentar los salarios como piden Canadá y EE.UU. en el
nuevo NAFTA?
Es uno de los temas más complicados, y que según especialistas puede afectar las actuales renegociaciones del
Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), también conocido como NAFTA, por sus siglas en inglés:
los bajos sueldos de los trabajadores en México, que sus socios en el acuerdo consideran una competencia desleal.
Canadá y Estados Unidos piden que se promueva un incremento sustancial de los salarios mexicanos.
Es un requisito para mantener por buen camino las negociaciones del nuevo TLCAN, señalan los funcionarios
estadounidenses y los sindicatos de Canadá.
Pero el gobierno y empresarios de México aseguran que no hay condiciones en el país para aceptar la propuesta.
Además según el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, la decisión de incrementar los salarios "es un asunto
interno"del país.
El problema del desempleo en los últimos años a nivel regional "fue bastante generalizado", dice, pero se concentró
más en los países sudamericanos que fueron golpeados, entre otros factores, por la baja de los precios de sus
productos de exportación.
"Eso no fue tan relevante en México y los países centroamericanos que tuvieron una evolución más favorable al
respecto".
El economista advierte que los grandes problemas del mercado laboral regional se pueden ver en el nivel bajo de
ingresos y en el subempleo.
Hay países como como Bolivia y Guatemala que suelen tener un desempleo muy bajo, agrega Weller, pero "este bajo
nivel de desempleo abierto refleja la existencia de un gran sector informal".
Entonces, más allá de la cifra de desempleo en un país, vale la pena poner atención en la cantidad y la calidad de los
mismos.
Las habilidades de los trabajadores
Pensando en esos criterios, el BID ha desarrollado el Índice de Mejores Trabajos (IMT). En este caso, países como
Guatemala, México y Bolivia no tienen tan buen desempeño.
Entre 17 países de América Latina, Guatemala ocupa la posición 17, México el lugar 13 y Bolivia el 10.
"Los tres países están en la mitad de abajo del ranking", dice Verónica Alaimo.
Sin embargo Bolivia, ha mostrado un mejor desempeño en el mercado laboral, al compararlo con los otros dos
países.
"Bolivia se encuentra por encima del promedio regional tanto en participación laboral como en empleo", agrega.
"Y se encuentra muy cerca del promedio regional en el indicador de salarios suficientes para salir de la pobreza".
A nivel regional, América Latina está relativamente mejor en la cantidad, que en la calidad de los empleos.
Yo creo que se relaciona con los bajos niveles de productividad laboral de la región, lo cual limita las posibilidades de
empleos de calidad, formales y con salarios suficientes para superar la pobreza", dice Alaimo.
Por eso es importante, dice la experta, mejorar las habilidades de los trabajadores, para que respondan a lo que
necesitan los sectores productivos de cada país.
"Este es un problema latente en nuestra región, que puede ahondarse a medida que la revolución tecnológica
transforma los puestos de trabajo, sin que esta transformación venga acompañada de capacitación para
reconversión laboral".
La creación de empleos en Estados Unidos aumentó fuertemente en febrero y la tasa de desempleo se mantuvo en
4,1%, pero los salarios prácticamente no se incrementaron en una economía que se muestra pujante.
Impulsada principalmente por la reducción de impuestos a las empresas, la economía estadounidense multiplicó
los contratos de trabajo el mes pasado, creando 313.000 empleos netos, su nivel más alto en un año y medio, que
supera en más de 100.000 puestos las previsiones de los analistas.
Según datos del departamento de Trabajo, la tasa de desempleo se mantuvo sin cambios en 4,1% por quinto mes
consecutivo, por una buena razón. Ello refleja la llegada masiva de nuevos trabajadores al mercado (más de
806.000). La tasa de activos subió en consecuencia al 63%, volviendo a sus niveles de septiembre pasado.
La creación de puestos de trabajo tuvo su fuerte en los sectores de la construcción, las ventas minoristas y las
manufacturas.
Casi todos los sectores incrementaron sus contratos de trabajo. La producción de bienes registró 100.000 nuevas
contrataciones, un techo desde hace más de un año, de los cuales 61.000 empleos correspondieron a la construcción
y 31.000, un cifra sólida, a la industria manufacturera.
Las alternativas para combatir el desempleo
El Premio Nobel de Economía Amartya Sen dice que:
“El desempleo no representa simplemente una carencia de ingreso que puede ser compensada mediante
transferencias del Estado, sino que es también fuente de efectos debilitadores de largo alcance sobre la
libertad individual, la iniciativa y las destrezas. Entre sus múltiples efectos, el desempleo contribuye a la
exclusión social de algunos grupos y conduce a pérdidas de la confianza en sí mismos, de la capacidad de
autosustentación y de la salud física y mental”.
¿Cómo se defienden los trabajadores de esa lacra que es el desempleo? La gama de posibilidades es
restringida:

Desplazamientos del sector formal al informal, sobre todo de mujeres y jóvenes. El problema mayor es que el sector
informal, sobre todo de ventas ambulantes ya está saturado. De hecho los mayores niveles de desempleo y
subempleo afectan a los jóvenes de ambos sexos y a las mujeres. El sector informal alcanza ya un alarmante 32,7%

Estrategias de supervivencia por la vía de generación de ingresos familiares, con la participación de mujeres y niños,
sobre todo en las áreas rurales y urbano marginales.

Reducción del consumo de las familias y dentro de las familias esta reducción es asimétrica, la sufren más las
mujeres y los niños.

Las políticas públicas tienen un marco restringido para contribuir a minimizar los efectos de la pérdida de empleo y
para potenciar la creación de nuevos puestos.

Los subsidios al desempleo en un contexto en que disminuye la recaudación fiscal del Estado son medidas que deben
ser muy selectivas, de corto plazo y por montos que no hagan atractivo permanecer en el desempleo.

Las transferencias condicionadas para complementar las necesidades familiares son subsidios que requieren
estrategias para contribuir realmente a que la gente salga y se mantenga fuera de la pobreza. Existen experiencias
exitosas en Brasil y Chile, que pueden servir de guía al país.
En algunos países puede utilizarse el gasto público de inversión en infraestructura para generar empleo intensivo,
pero este tipo de empleo solo atrae a una población que ya está sumida en la pobreza o en los límites de la pobreza.
Para el caso de Costa Rica es previsible que un empleo de este tipo atraería a la población migrante e incluso puede
promover nuevas migraciones de países vecinos hacia el nuestro.
Programas de becas para la capacitación-empleo, pero este tipo de iniciativas para ser exitosas en el mediano y largo
plazo tienen que responder a lo que realmente es o será la demanda del mercado de trabajo en el mediano y largo
plazo y eso requiere un análisis permanente de la economía y su relación con el mercado de trabajo.
Subsidios temporales a las empresas que generen nuevos empleos verificables.

De crucial importancia es un cambio sustancial en las prioridades y la capacidad técnica del Ministerio de Trabajo y el
INA, así como la creación de Observatorios Dinámicos que monitoreen las tendencias de la inversión privada para
sincronizar sus necesidades de mano de obra con la formación y capacitación pertinentes.
Es obvio que todas estas medidas suponen romper los ritualismos burocráticos, crear nuevas capacidades y forzar
los cambios hacía adelante. Las lógicas inerciales de manutención del statu quo, solo logran que sigamos marcando
el paso en el mismo sitio y en el momento actual, todos los sistemas que no avanzan, retroceden.
Políticas contra el desempleo.
Como podemos leer en este artículo, el origen del desempleo en España es múltiple, quizá por eso la solución es tan
difícil y por eso las Políticas de empleo no terminan de dar sus frutos. Algunas de las medidas que se pueden tomar,
siguiendo el esquema del post anterior, son las siguientes:

1º. Para paliar los problemas en el funcionamiento del mercado laboral, hay que desregular o liberalizar el mercado
laboral, poner menos restricciones. Se debe dar más flexibilidad al mercado laboral para dejar que se ajusten la
oferta y la demanda. Aunque cuesta creer que dar más facilidad a los empresarios para despedir a los trabajadores o
bajar los sueldos pueda ayudar a reducir el paro, desde desde todos los estamentos se está reclamando que España
aporte más flexibilidad al mercado laboral: desde la Unión Européa, desde la Patronal, desde el Banco de España y
desde el FMI. O sea, menos intervención del Estado.

En esta línea está la reforma laboral del año 2012: ley de Medidas urgentes para la reforma del mercado
laboral. En dejo el enlace a un informe de RTVE y una guía para entender la reforma laboral. Las
principales novedades fueron:

 Reducción de la indemnización por despido de 40 a 33 días de sueldo por cada año trabajado.
 Ampliación de las causas de despido procedente (o por causas objetivas), que ahora incluye la
regulación del despido por causas económicas.
 Las empresas con problemas pueden incumplir el convenio colectivo.
 Mejora de la flexibilidad interna de las empresas (movilidad geográfica, reducción de jornada,
trabajo a distancia, etc).
 Congelación del Salario Mínimo Interprofesional. En España estuvo congelado en 2012 y 2014, y
subió mínimamente en 2015 y 2016. En 2017 ha subido algo más, hasta situarse en 707 €
mensuales, El SMI es una medida muy polémica, tanto que le dedicaremos una entrada entera.
Algunos piensan que los salarios mínimos demasiado altos desaniman a las empresas a contratar
trabajadores, y otros sin embargo piensan que reducen la pobreza, animan a las familias a consumir
más y al final reactivan la actividad económica de las empresas. Puedes leer más sobre todo
esto aquí.
 Mejorar los servicios de empleo público o el fomento de las empresas de Trabajo Temporal (ETT).

Sus efectos son a largo plazo, y es difícil saber si es debido a las medidas tomadas o a la propia evolución del ciclo
económico.
2º: Para paliar los problemas en la demanda de trabajo, o sea, para que las empresas demanden más
trabajadores (u ofrezcan más PUESTOS de trabajo).

a) Medidas centradas en las empresas: fomento de la contratación (subvenciones, reducciones en las


cotizaciones sociales...), apoyo al autoempleo y ayudar a la creación de empresas, apoyar la I+D para que
mejore la tecnología... o contratar trabajadores directamente, mediante la creación de empleo público
(trabajadores de la ORA de Madrid, aumento del número de funcionarios...).
b) Medidas centradas en los consumidores, para reactivar la demanda de bienes: aumentar los salarios,
aumentar las ayudas y subsidios a los desempleados (para que puedan seguir consumiendo), aumentar el
empleo público, bajar los impuestos (así la gente tiene más dinero para gastar), hacer programas
de construcción de obras públicas (plan E), subvenciones al consumo (planes RENOVE, PIVE, etc)... Esta
es la solución por la que se optó para salir de la gran recesión del 29 en EEUU, con la política del New
Deal instaurada por Franklin D. Roosevelt.

Como veis, estas medidas suponen todas ellas todo lo contrario que se proponía en el epígrafe anterior, o
sea, más intervención del Estado. Simplificando mucho, estas medidas tiene 3 inconvenientes:

 Tiene un alto coste, por lo que actualmente tenemos poco margen, por el nivel de endeudamiento
público que ya tenemos. Si se llevara a la práctica podría ocurrir lo que ya ocurrió en Roma o en
Detroit.
 Además, su efectividad depende de la posición de partida de la economía: su efectividad es menor
cuanto más cerca se está de la producción potencial.
 Incluso cuando es efectiva, lo es sólo a corto plazo: genera empleo, si, pero también inflación. El
aumento de los precios y, por la por la clausula de revisión salarial, de los salarios, produce aumento
de los costes, lo cual vuelve a generar paro y más inflación. O sea, a largo plazo el nivel de empleo
no varía, pero aumentan los precios.
 Para paliar los problemas en la Oferta de trabajo.

a) Por un lado, hay medidas destinadas a reducir la oferta de trabajo: alargar la edad escolar,
jubilaciones anticipadas, reducción de la jornada laboral, prohibir las horas extraordinarias o el
pluriempleo...
 b) Por otro, se debe mejorar la empleabilidad de los trabajadores, mediante mejora de la formación
profesional, cursos de formación y reciclaje, etc. Debe mejorar el SEPE y las agencias de colocación,
que ahora mismo funcionan muy mal. Por eso nos enfadan tanto los recortes en educación, porque
mejorar la formación de los trabajadores es una de las medidas fundamentales para combatir el
desempleo. Otra medida curiosa es fomentar el alquiler frente a la compra de viviendas para
favorecer la movilidad del factor trabajo.

Como muestra, podemos leer este artículo en el que describen las profesiones que tendrán más
demanda en el año 2020. Una de las opciones es "asistente personal": en el futuro se contratarán
personas para hacer los deberes con los niños, cocinar, lavarte la ropa, hacerte la compra o... hacer tu
propio trabajo: "Despiden aun informático por subcontratar su propio trabajo en China".Desde
luego, los que tengan formación en ellas no se quedarán sin trabajo.

La siguiente oferta de trabajo no es que vaya a resolver el problema del paro, pero no me he podido
resistir a enlazarla: el trabajo perfecto: El fabricante de Cadbury y Oreo busca "Probadores de
chocolate", No hace falta experiencia. Pero si hablar inglés : )
LUCHANDO CONTRA EL PARO
Políticas pasivas de empleo: tienen por objeto la protección económica del desempleado mientras dure la
situación de desempleo. Incluyen tanto los sistemas de prestación por desempleo como políticas fiscales pasivas (por
ejemplo, exenciones en el IRPF a personas desempleadas).
Políticas activas de empleo: hacen referencia a la intervención directa de los gobiernos en el mercado de trabajo
para prevenir o aliviar el desempleo y para mejorar el funcionamiento del mercado trabajo en términos generales;
por tanto, inciden directamente sobre la oferta y/o la demanda de trabajo o sobre la forma en que ambas se
relacionan.

Lógicamente, son las políticas activas las que deben utilizarse para luchar contra el paro, teniendo las políticas
pasivas un carácter de protección social. En todo caso, los gobiernos sí que hacen uso de las políticas pasivas para
luchar contra el desempleo, fundamentalmente reduciendo la protección a los parados para obligarles a que
busquen trabajo con más ganas (como hizo Mariano Rajoy en julio de 2012 o como piden insistentemente las
organizaciones patronales).
Por mi parte, aunque reconozco que bajar las prestaciones obliga a los trabajadores a darse más prisa en
encontrar empleo (o los hace menos "exigentes" con las ofertas que les lleguen, para entendernos), no estoy de
acuerdo con esas medidas porque creo que las políticas públicas no deben guiarse única y exclusivamente por
criterios economicistas, sino que también debe primar la protección y el bienestar de la población.

Centrándonos en las políticas activas, estas pueden dividirse en tres categorías según afecten a la oferta de trabajo, a
la demanda de trabajo o a la forma en que ambas interactúan:

1.- Medidas que actúan sobre la oferta de trabajo: tratan de mejorar y/o reducir la oferta de trabajo.

En la medida que el desempleo se puede considerar como un exceso de oferta en el mercado de trabajo, una de
las medidas más claras para luchar contra él sería reducir la oferta de trabajo. Dentro de estas medidas podemos
incluir las jubilaciones anticipadas, la prolongación de la vida educativa de los jóvenes (de modo que las nuevas
generaciones tarden más en incorporarse al mercado de trabajo al tiempo que mejoran su cualificación), la
prohibición de las horas extraordinarias o la reducción de la jornada laboral.

Medidas de formación e inserción en el mercado de trabajo: comprenden las medidas destinadas a mejorar la
empleabilidad de los trabajadores. La empleabilidad de un trabajador hace referencia a que disponga de la
cualificación y adaptabilidad que exigen el dinamismo del mercado de trabajo y el sistema empresarial; la
empleabilidad implica adquirir un conjunto de conocimientos, habilidades, valores y comportamientos que permitan
al individuo alcanzar sus objetivos personales y a la empresa alcanzar los suyos como organización. Dentro de estas
medidas se incluirían todos los cursos de formación y reciclaje para jóvenes y desempleados, tristemente célebres
por el escándalo de los ERE.
2.- Medidas destinadas a aumentar la demanda de trabajo, ya sea de forma genérica o dirigida a colectivos
concretos. Pueden concretarse en toda una batería de medidas:
Fomento de la contratación: consiste en incentivar la creación de puestos de trabajo mediante subvenciones a
las empresas que creen puestos de trabajo o reducciones selectivas en las cotizaciones sociales a pagar por las
empresas que contraten trabajadores. Un ejemplo reciente sería la tarifa plana de 100 euros de cotización a la
seguridad social por trabajador indefinido que anunció Mariano Rajoy en febrero de 2014. En la medida en la que a
las empresas les sería más barato contratar nuevos trabajadores, se supone que aumentarán su demanda de
trabajo.
Apoyo al autoempleo: incluye programas de asesoramiento y financiación que faciliten la inserción laboral de
personas desempleadas por la vía del autoempleo. Un ejemplo sería la posibilidad de capitalizar la prestación por
desempleo (es decir, recibirla toda en un pago único) para destinarla a la creación de un nuevo negocio.
Creación de empleo público: Una forma obvia de reducir el desempleo es la creación de empleo público.
Lógicamente, esta medida sólo será efectiva si los puestos de trabajo que se creen sean realmente necesarios y si la
situación de las arcas públicas permite la creación de estos puestos de trabajo. En todo caso, la creación de puestos
de trabajo públicos es una decisión que escapa al ámbito de la política laboral y que responde a decisiones
relacionadas con las políticas de educación, sanidad, justicia, seguridad, etc.
Apoyo a sectores económicos concretos: consiste en incentivar económicamente a determinados sectores para
estimular la creación de empleo o frenar su destrucción. Algunos ejemplos serían las sucesivas rondas del Plan
Renove o las ayudas a la minería del carbón. De todos modos, como en el caso anterior, estas políticas pueden
calificarse como estratégicas y escapan del ámbito de la política laboral, quedando generalmente en manos de
ministerios como el de Economía o el de Industria.

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