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La emoción

Una emoción es un proceso que se activa cuando el organismo detecta algún peligro, amenaza o
desequilibrio con el fin de poner en marcha los recursos a su alcance para controlar la situación.
Por lo tanto, las emociones son mecanismos que nos ayudan a reaccionar con rapidez ante
acontecimientos inesperados que funcionan de manera automática, son impulsos para actuar.
Cada emoción prepara al organismo para una clase distinta de respuestas.
Cada persona experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias
anteriores, su aprendizaje y de la situación concreta. Algunas de las reacciones fisiológicas y
comportamentales que desencadenan las emociones son innatas, mientras que otras pueden
adquirirse. Unas se aprenden por experiencia directa, como el miedo o la ira, pero la mayoría de
las veces se aprende por observación de las personas de nuestro entorno, de ahí la importancia de
los padres y los profesores como modelo ante sus hijos y alumnos.
• Todas las emociones son válidas. No existen emociones buenas o malas. Las emociones son
energía y la única energía que es negativa es la energía estancada. Por esta razón, es necesario
expresar las emociones negativas retenidas que pueden desencadenar problemas mayores.
• No podemos desconectar o evitar las emociones. Cualquier intento por controlarlas a través del
consumo de tabaco, alcohol u otras drogas puede generar problemas más importantes a largo
plazo.
¿Cómo podemos aprender a controlar nuestras emociones?
¿Qué es la inteligencia emocional? La inteligencia emocional aporta un nuevo marco para educar
la capacidad de adaptación social y emocional de las personas. Sería el conjunto de habilidades
que sirven para expresar y controlar los sentimientos de la manera más adecuada. Dichas
habilidades pueden ser desarrolladas por medio del aprendizaje y la experiencia cotidiana. Las
cuatro habilidades básicas para un adecuado control emocional son:
1. PERCEPCIÓN, EVALUACIÓN Y EXPRESIÓN DE EMOCIONES. Esta habilidad se refiere al grado en
que las personas son capaces de identificar sus emociones, así como los estados y sensaciones
fisiológicas y cognitivas que ellas conllevan. Además, implica la capacidad para expresar
adecuadamente los sentimientos y las necesidades asociadas a los mismos en el momento
oportuno y del modo correcto.
2. ASIMILACIÓN O FACILITACIÓN EMOCIONAL. Implica la habilidad para tener en cuenta los
sentimientos cuando realizamos un proceso de toma de decisiones. Las emociones sirven para
modelar y mejorar el pensamiento al dirigir nuestra atención hacia la información significativa,
pueden facilitar el cambio de perspectiva y la consideración de nuevos puntos de vista.
3. COMPRENSIÓN Y ANÁLISIS DE LAS EMOCIONES. Implica saber etiquetar las emociones y
reconocer en qué categoría se agrupan los sentimientos. Así como conocer las causas que las
generan y las consecuencias futuras de nuestras acciones.
4. REGULACIÓN EMOCIONAL. Supone la regulación consciente de las emociones. Incluiría la
capacidad para estar abierto a los sentimientos, tanto positivos como negativos. Además,
abarcaría la habilidad para regular las emociones moderando las negativas e intensificado las
positivas sin reprimir ni exagerar la información que comunican.
Identificar las emociones
Identificar las emociones implica conocer las señales emocionales de la expresión facial, los
movimientos corporales y el tono de voz. Para ello podemos proponer algunas actividades
(pruebas o preguntas) en las que se reflejen las señales faciales de cada emoción o sentimiento.
EMOCION
La concepción naturalista de las emociones sostiene que son el producto de
procesos naturales, con causas y efectos fisiológicos. Un promotor de esta teoría
fue Darwin, quien creía que las emociones son puramente fisiológicas, y por lo
tanto universales y presentes en todas las culturas. No obstante, pueden citarse
muchos ejemplos de emociones que son específicas de una determinada cultura,
por ejemplo, la noción china del “amor triste”. El punto de vista opuesto es el de
los construccionistas sociales, quienes sostienen que las
emociones dependen de la conciencia social, y no poseen ninguna base natural.
Por ejemplo, las emociones como la vergüenza parecen presuponer una noción
de lo correcto y lo incorrecto.
La emoción ha sido considerada a veces como una forma de conocimiento poco
fiable. Por ejemplo, se ha criticado a las emociones diciendo que son obstáculos
irracionales que obstruyen el conocimiento y distorsionan nuestra imagen de la
realidad. Sin embargo, otros creen que las emociones no solo nos ayudan a
entender las experiencias y los comportamientos sociales y culturales, sino que
también son una fuente de conocimientos sociales, éticos y políticos, ya que nos
ayudan a formar una comprensión del mundo que
nos rodea.

¿Qué son las emociones?


Definición de emoción
Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente
que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato,
influidos por la experiencia.
Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos
rodea
Es un estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis más o menos violentas y
más o menos pasajeras.
En el ser humano la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de
cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación
concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación.
Durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas poco importantes y siempre se le
ha dado más relevancia a la parte más racional del ser humano. Pero las emociones, al ser
estados afectivos, indican estados internos personales, motivaciones, deseos, necesidades e
incluso objetivos. De todas formas, es difícil saber a partir de la emoción cual será la conducta
futura del individuo, aunque nos puede ayudar a intuirla.
Apenas tenemos unos meses de vida, adquirimos emociones básicas como el miedo, el enfado o
la alegría. Algunos animales comparten con nosotros esas emociones tan básicas, que en los
humanos se van haciendo más complejas gracias al lenguaje, porque usamos símbolos, signos y
significados.
Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias
anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta. Algunas de las reacciones
fisiológicas y comportamentales que desencadenan las emociones son innatas, mientras que
otras pueden adquirirse.
Charles Darwin observó como los animales (especialmente en los primates) tenían un extenso
repertorio de emociones, y que esta manera de expresar las emociones tenía una función social,
pues colaboraban en la supervivencia de la especie. Tienen, por tanto, una función adaptativa.
Los 6 tipos de emociones
Existen 6 categorías básicas de emociones.
MIEDO: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre,
inseguridad.
SORPRESA: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una
aproximación cognitiva para saber qué pasa.
AVERSIÓN: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión.
IRA: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.
ALEGRÍA: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de bienestar, de
seguridad.
TRISTEZA: Pena, soledad, pesimismo.
Si tenemos en cuenta esta finalidad adaptativa de las emociones, podríamos decir que tienen
diferentes funciones:
MIEDO: Tendemos hacia la protección.
SORPRESA: Ayuda a orientarnos frente a la nueva situación.
AVERSIÓN: Nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante.
IRA: Nos induce hacia la destrucción.
ALEGRÍA: Nos induce hacia la reproducción (deseamos reproducir aquel suceso que nos hace
sentir bien).
TRISTEZA: Nos motiva hacia una nueva reintegración personal.
Los humanos tenemos 42 músculos diferentes en la cara. Dependiendo de cómo los movemos
expresamos unas determinadas emociones u otras. Hay sonrisas diferentes, que expresan
diferentes grados de alegrías. Esto nos ayuda a expresar lo que sentimos, que en numerosas
ocasiones nos es difícil explicar con palabras. Es otra manera de comunicarnos socialmente y
de sentirnos integrados en un grupo social. Hemos de tener en cuenta que el hombre es el
animal social por excelencia.
Las diferentes expresiones faciales son internacionales, dentro de diferentes culturas hay
un lenguaje similar. Podemos observar como en los niños ciegos o sordos cuando
experimentan las emociones lo demuestran de forma muy parecida a las demás personas, tienen
la misma expresión facial. Posiblemente existan unas bases genéticas, hereditarias, ya que un
niño que no ve no puede imitar las expresiones faciales de los demás. Aunque las expresiones
también varían un poco en función de la cultura, el sexo, el país de origen etc. Las mujeres
tienen más sensibilidad para captar mejor las expresiones faciales o las señales emotivas y esta
sensibilidad aumenta con la edad. Otro ejemplo son los rostros de los orientales, especialmente
los japoneses, son bastante inexpresivos, pero es de cara a los demás, porque a nivel íntimo
expresan mejor sus emociones.
Las expresiones faciales también afectan a la persona que nos está mirando alterando su
conducta. Si observamos a alguien que llora nosotros nos ponemos tristes o serio e incluso
podemos llegar a llorar como esa persona. Por otro lado, se suelen identificar bastante bien la
ira, la alegría y la tristeza de las personas que observamos. Pero se identifican peor el miedo, la
sorpresa y la aversión.
Las emociones poseen unos componentes conductuales particulares, que son la manera en que
éstas se muestran externamente. Son en cierta medida controlables, basados en el aprendizaje
familiar y cultural de cada grupo:
Expresiones faciales.
Acciones y gestos.
Distancia entre personas.
Componentes no lingüísticos de la expresión verbal (comunicación no verbal).
Los otros componentes de las emociones son fisiológicos e involuntarios, iguales para todos:
Temblor.
Sonrojarse
Sudoración
Respiración agitada
Dilatación pupilar
Aumento del ritmo cardíaco
Estos componentes son los que están en la base del polígrafo o del “detector de mentiras”. Se
supone que cuando una persona miente siente o no puede controlar sus cambios fisiológicos,
aunque hay personas que con entrenamiento sí pueden llegar a controlarlo.
Definición de Emoción
La palabra Emoción procede del latín emovere, que significa remover, agitar
o excitar. Se define como cualquier agitación y trastorno de la mente, el
sentimiento, la pasión, cualquier estado mental vehemente o excitado;
es el estado afectivo que se presenta en el ser humano brusca y
súbitamente, en forma de crisis de mayor o menor intensidad y
duración.
La función de la emoción es proporcionar al organismo el nivel de
arousal (experiencia de placer o displacer) adecuado según la emisión
de la respuesta mas idónea a cada situación específica. La emoción
inclina a una respuesta determinada, orientada alternativamente a conseguir
lo que puede ser útil para satisfacer las necesidades y a evitar lo que se
opone a esta satisfacción.
La emoción es un eslabón de gran importancia en el comportamiento
humano y en el proceso motivacional, en cuanto que éste requiere un
óptimo nivel de arousal o grado de activación, alerta o excitación del
organismo, el cual es producto de los cambios fisiológicos sucesivos
a la activación del sistema nervioso.
Generalmente, las emociones van acompañadas de dos tipos de
respuestas: una externa, observable por las demás personas y que
puede manifestarse a través de cambios en la expresión facial, y otra
de tipo interno y fisiológico.
Por ejemplo, cuando un individuo tiene miedo, su rostro cambia de
expresión y aunque no verbalice su temor, otra persona puede leerlo
en su cara. No obstante, además de esta manifestación externa en su
organismo se están produciendo otras modificaciones, como el aumento de
los laditos del corazón, la aceleración o la disminución del ritmo del
pulso, sudoración, etc.
Debido a las modificaciones somáticas que se observan en el organismo
cuando experimenta una emoción profunda, la psicología ha estudiado y
medido dichos correlatos fisiológicos. Estudios psicológicos han
demostrado que las tres reacciones primarias en una persona son la ira,
el amor, y el miedo, que surgen como respuesta inmediata a un estímulo
externo, o son el resultado de un proceso subjetivo, como la memoria, la
asociación o la introspección.
El desarrollo emocional es función tanto de la maduración como el
aprendizaje del ser humano. Todos los hombres participan de las mismas
emociones; sin embargo, el modo de expresarlas difiere de una cultura a
otra, a causa de que cada sociedad posee un código de
comportamiento, que regula en parte las manifestaciones
emocionales.
Es importante acotar, que el tipo de respuestas emocionales de
cada sujeto depende de su vida pasada, de sus experiencias, de su
propia personalidad y de factores de orden fisiológico. Se ha
comprobado que las fobias son respuestas emocionales condicionadas,
aprendidas por el sujeto en una determinada situación y que luego se han
generalizado a otras similares.

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