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Cómo usar el Método Snowball

Basándonos en la hoja de cálculo de Sall, vamos a ver paso a paso cómo


hacer frente a los pagos. Es una forma simple y fácil para entender cómo
utilizar el Método Snowball.

1. Primero tienes que calcular tu capacidad económica. Para ello, puedes


ayudarte de la app de Fintonic, para saber cuánto importe de la deuda
puedes pagar actualmente, los gastos fijos o tu presupuesto máximo. Cuanto
mayor esfuerzo económico hagas ahora para quitarte la deuda, menos
tendrás que pagar más tarde y, por lo tanto, antes alcanzarás la estabilidad.

2. Una vez cubierto el primer punto, tienes que calcular cuánto puedes
destinar a las deudas más elevadas. La idea es ver si tienes capacidad para
destinar un importe mayor cada mes al pago de las mismas.

3. Por último, debes introducir en la hoja de cálculo que te has creado todas
las deudas que tienes, ordenadas de menor a mayor. Debes incluir la tasa de
interés de cada una de ellas y el pago mínimo mensual para las mismas. Con
este cálculo podrás comprobar cuántos meses tendrás que dedicar al pago de
tus deudas hasta conseguir eliminarlas por completo.

¿Qué te parece este método? ¿Te lo habías planteado alguna vez? Tenemos
la certeza de que funciona por sí solo, pero para notar los resultados es
necesario que conozcas el volumen total de tus deudas. Es importante que
gestiones el importe restante de tus deudas y de cómo las pagas mes a mes.
como ves, la organización y tu motivación es muy importante para eliminar
tus deudas. Verás como cuando hayas conseguido organizarte empezarás a
comenzar a construir tu colchón económico y ¡adiós a tus deudas!
El método Ikigai para ser más feliz o el Kanban para ganar en
productividad. Los consejos de Marie Kondo para organizar nuestro armario y
encontrar la calma en el orden. Y tantos otros. Japón ha sido siempre una
fuente de inspiración cuando se trata de encontrar sistemas que den forma a
nuestro estilo de vida. Uno de ellos está triunfando: el método Kakebo para
(aprender a) ahorrar.

Su aceptación viene respaldada por las cifras: ahorrar es, sin duda, una de las
asignaturas pendientes de los españoles. Según el INE, el 38% de los hogares
no tiene para imprevistos, lo que acerca la tasa de ahorro a su mínimo
histórico. Está claro que los bajos salarios y la tasa de paro tienen mucho que
ver. Pero también influye el estilo de vida. Todo lo contrario que en Japón,
uno de los países que lideran los rankings de ahorro per capita a nivel
mundial.

La filosofía detrás del método Kakebo


Kakebo es el libro que los japoneses usan para llevar la cuenta de su
economía personal o familiar. En la práctica, funciona como una agenda en la
que se apuntan ingresos y gastos. Sin embargo, la filosofía que hay detrás del
método se basa en la idea de que este ejercicio facilita una reflexión sobre
los hábitos de consumo.

El primer Kakebo fue publicado en 1904 por Motoko Hani. Considerada la


primera periodista japonesa, Motoko Hani era editora de la revista femenina
‘Fujin no Tomo‘ (‘La compañera de la mujer’). Uno de sus objetivos era
ayudar a las mujeres a gestionar la economía familiar. En aquella época muy
pocas tenían un empleo, por lo que a menudo su dinero dependía de cuánto
pudiesen ahorrar.
Más de un siglo después, el Kakebo está presente en gran cantidad de
hogares japoneses. Integrar el método en su rutina diaria les permite
administrar correctamente su economía y ganar disciplina. A la larga, este
ejercicio libera del estrés que puede producir el caos de no tener control
sobre los gastos.

Coger papel y lápiz: el primer paso para aprender a ahorrar


Hoy en día hay gran variedad de Kakebos que pueden encontrarse en
cualquier librería o (cómo no) en internet. Sin embargo, su sistema suele ser
siempre el mismo. A principios de mes se apuntan ingresos y gastos fijos,
como el sueldo o el alquiler. De la diferencia entre uno y otro se obtiene la
cifra del dinero disponible para gastar (o ahorrar). Esta se apunta también,
junto a un objetivo de ahorro.

Además de esto, se fijan las “promesas” del mes, pequeños gestos que
ayudarán a reducir los gastos. Aquí entra en juego el estilo de vida de cada
uno y se puede dejar volar la imaginación: dejar de fumar, comer dulce solo
una vez por semana, pasar de comprar el periódico a leerlo online, etc.

Cada día se registran los gastos que se van realizando en tablas con
diferentes categorías. Se incluyen también (si los hay) los ingresos extra. A
final de mes se hace un balance para reflexionar sobre qué ha ido bien y qué
no ha ido tan bien. Los Kakebo incluyen también una página de resumen
anual, que permite hacer un balance no solo alrededor de los números, sino
también del estilo de vida y los hábitos que hay detrás.
Muchos de los Kakebo son anuales. Uno de sus objetivos es que, al final de
cada año, se pueda hacer un balance que sirva para plantearse los retos del
siguiente. Un verdadero ejercicio de disciplina para ir cogiendo, poco a poco,
conciencia de los propios hábitos. Este control llevará, a la larga, a la
tranquilidad.

Desde una perspectiva occidental, imaginar una vida en la que se lleve un


recuento de cada gasto puede resultar, cuanto menos, agobiante. De ahí que
muchos fallen en su propósito de introducir el método Kakebo en su día a
día. Pero los japoneses también tienen solución para esto. Se trata, en este
caso, de la filosofía Kaizen: a la hora de enfrentarse a grandes cambios o
tareas, lo mejor es ir haciéndolo poco a poco. Paso a paso, a partir de
mejoras pequeñas, hasta que estas acciones se convierten en hábitos

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