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TEMA 8: Ciudadanía y funcionamiento del Régimen Democrático:

Balance y propuesta

37. Pease, Henry. Reforma política: para conso11aar el régimen


democrático. Lima: Fondo Editorial PUCP, 2008. (',ApfrnLO J

mismo nivel de subempleo e informalidad, y un medio­


1 ,
CAPITULO 1 cre y restringido acceso a la educación, a la salud y a la
Debilidad de la apuesta democrática seguridad social. Esa parte del electorado no tenía mucho
que esperar de los demás candidatos: sus votantes eligieron
finalmente a García en la segunda vuelta y-por lo menos
hasta el 2008- La situaci6n de ellos poco ha cambiado. 1
Sin duda, para explicar la situaci6n polftíca peruana,
es insuficiente el análisis institucional, pero esra dimensi6n
En las elecciones del 2006, un Teniente Coronel del Ejér­ debe examinarse porque sus limitaciones y deformaciones
cito, poco antes dado de baja, sin mayor trayectoria polí­ afectan la estabilidad del régimen político y su capacidad
tica, ganó las elecciones en la primera vuelca electoral con de enfrentar los elementos de._sintegradores de los modelos
una votaci6n mayoritariamente provinciana. El presiden­ econ6micos que están en vigencia. Como la actual globa­
te García se impuso en segunda vuelta. Recibi6 gran parte
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lizaci6n a escala planetaria, las polfricas econ6micas hoy


de la votación de Lourdes Flores (UNIDAD NACIONAL) y vigentes acentúan la desigualdad y se convierten en panacea
Valentín Paniagua (FRENTE DE CENTRO). Pero el 47% de real o imaginaria para unos, y escepticismo sistemático para
los votos obtenidos por aquel Teniente Coronel, Ollama otros. En política, el efecto es polarizador y es muy limitada
Humala, en la segunda vuelta, hacían previsible la pers­ la capacidad de tender puentes con un Estado desarmado
pectiva de un país escindido, donde la mitad de los elec­ en la década de los 90, que ahora ciene mucho dinero pero
tores esperan poco de la difundida bonanza económica y no es capaz de gastarlo adecuada y rápidamente.
se ven a sí mismos excluidos del sistema político .. Es necesario examinar esta realidad y tener claridad en
Más de un observador de aquellas eleccion�s podía la necesidad de superarla para lograr la consolidación del
contrastar la falta de recursos políticos de Ollanta Humala régimen democrático. Sin cambios de fondo, estructura­
a la vez que la rotundidad de la opción que expresaba. Las les, que alteren la situaci6n de pobreza y falta de empleo
razones se encuentran más en la economía y en las relacio­
nes sociales que en las instituciones políticas. Ello corres­
I Un excelente análisis de esa coyuntura hace Alberto V1mGARA PA­
ponde con un país que tiene, aproximadamente, la mitad
NJAGUA en su libro Ni rtmnbicos ni inncionales. Editorial Solar. Lima,
de su población en situación de pobreza, más o menos ese 2007. Su valor crece porque lo ubica en perspectiva histórica.

14
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ÜJAGNÓSTICO: OEB!LlDAO DE LA APUESTA Dl!MOCRÁTICA CAPÍTULO l

adecuado para la mitad de los peruanos, es difícil que las en e1 2007: son fotografías, pero secuenciales. En mayo,
instituciones democráticas se asienten. Pero sin estas -o crr constata que el 96,5% de la población confía poco o
manteniéndolas debilitadas- no hay puentes ni interlo­ nada en el Congreso de la Repúblíca.2 En junio, APOYO
cutores posibles. Nadie puede ofrecrr con realismo cam­ constata que el 81 % de los encuestados no se siente re­
biar las condiciones económicas de la noche a la maña­ presentado en este Poder Legislativo,3 y en julio el Insti­
na; pero, sin instituciones democrá.ticas que fondonen e tuto de Opinión Pública de la PUCP recoge el conrext0:
integren, no hay espacio para la espera ni incorporación el 63,4% de los entrevistados se encuentra insatisfecho o
activa al esfuerzo por desarrollar nuestras capacidades, sin muy insatisfecho con la democracia en el Perú.4
el cual la demanda termina siendo violencia. Solo el 32% sostiene que las elecciones son limpias.5
Situamos, pues, este trabajo en el campo de las institu­ Esto ocurre en el año 2006 1 año en que las elecciones no
ciones políticas sin olvidar los cambios que tienen que darse han tenido problemas ni han sido cuestionados los orga­
en los otros planos; más aún, conscientes de que estos ten­ nismos electorales. Puede ser una idea previamente forja­
drán que efectuarse a través de las instituciones políticas. Eso da, pues sí hubo fraude el año 2000 y anteriormente, pero
es lo que les dará consistencia y continuidad. Sin embargo, en la respuesta vemos, más bien, una de las formas de
es precisamente eso es lo que no comprenden los autócratas suspicacia y escepticismo que se ha ido formando entre las
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de diverso pelaje, porque insisten en que los cambios deben personas, además del contraste al que se somete la demo­
«imponerse». Pero la experiencia de rodas las autocracias es cracia representativa en cada uno de sus planos.
que, tras su impulso inicial, se rompe la continuidad y se Al peruano le gusta votar: lo hizo el 88% el ano
favorece el viraje en dirección contraria. Caído el autócrata, 2006, pero JlO confía en el valor de su voto. Solo el
con él cae lo bueno, lo malo y lo feo que hizo. 47% respondió que votar por quienes sostienen su
posición sea efectivo.6 Curiosamente, el 22% sostuvo
PROFUNDA DESCONFIANZA EN LAS INSTITUCIONES DEMO­
2
CRÁTICAS CPt. Encuesta realizada entre el 21 y el 29 de mayo del 2007.
3 APOYOS.A.EncucstarealizadaporcncargodeE/Comercio.Junio,2007.
4 Instituto de Opinión Pública de la. PUCP. Julio, 2007. Ver Anexo l.
En el Perú, los ciudadanos tienen profunda desconfianza
s U.TINODARÓMETRO 2006, hecha sobre la base de 1000 a 1300 enrce­
en las instituciones. No se sienten representados en el Con­ viscas de octubre de ese año. P.19.
greso de la República. Hay tres encuestas contundentes 6
Ibídem p.22.

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DIAGNÓSTICO: Di!B!L!DAD DI! LA APUESTA DllMOCRÁTICA CAPÍTULO 1

que era más efectivo participar en movimientos de pro­ intereses del pueblo,9 es decir, la mayoría parece pensar Jo
testa.7 Esta no es una respuesta fuera de contexto. Des­ contrario, que se gobierna para grupos poderosos. En el
de hace mucho se asocia la democracia representativa año 2007, ese porcentaje ha bajado a 16%. Con ello, se
al fraude o al engaño. Se piensa que el político nunca muestra que en el gobierno dd presidente García ha cre­
cumple su palabra y se suele repetir esa idea con fuerza cido la mayoría que considera que el gobierno solo sirve a
en cada momento crítico. Esto responde a que siem­ intereses de grupos poderosos.
pre han pesado mucho las posturas antidemocráticas La informaci6n que nos trae el l.ATINOBARÓMETRO
ya que se han desarrollado en d sistema educativo, en 2007 nos dice que d Perú es el penúltimo país en Lati­
los medios de comunicaci6n, en instituciones públicas noamérica satisfecho con la democracia (17%), solo por
y privadas. encima de Paraguay (9%). 10 La satisfacción con la demo­
A tacar a los partidos políticos y al parlamento es una cracia, al parecer, se encuentra en relación directa con Ja
costumbre tan arraigada que parece un «deporte nacio­ calidad de los servicios que el Estado es capaz de prestar a
nal». El 52% sostuvo que sin partidos no puede haber la población. El LATINOBARÓMETRO 2007 muestra que el
democracia y el 54% que, sin Congreso, no puede haber Perú es el país en el que más insatisfacción hay con rela­
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democracia. Pero el 23% respondió que la democracia ción a los servicios dd Estado, pues 72% considera que
puede funcionar sin partidos y sin Congreso. 8 Estas sus servicios básicos son defi ciences. n
muestras de debilidad se dan a pesar de que en el año Un último aspecto que recogemos del LATINOBARÓ­
2006 se ha elevado en 8% el número de ciudadanos que METRO es el que se refiere al apoyo al gobierno. El pro­
responden que la democracia es el mejor o d menos medio de esta variable en América Latina es de 52% y
malo de los sistemas políticos, y con ello hacen un 69% ha subido del 49% que se presentaba el afio anterior, lo
del total. que puede explicarse por el crecimiento sostenido de Ja
En esta desconfianza -es obvio- pesan cuestiones economía regional. Sin embargo, esto no parece suceder
de fondo, construidas históricamente. Solo el 20% de
los entrevistados considera que se gobierna a favor de los
' Ibídem p. 67.
10 LlT!NOMRÓMETRO 2007, encuesta realizada en octubre de c:se nño.
7 Ibídem p.23. P. 80.
11
a Ibldem p.63. Ibídem p.88.

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DIAGNÓSTICO: DEBILIDAD DE LA APUI:lSTA DEMOCRÁTICA CAPÍTULO 1

en el Perú, a cuyo gobierno lo apoya únicamente el 27% de entrevistas a 11.122 personas, es otra de las fuentes
de los ciudadanos, solo por encima de Paraguay, al que lo que se deben usar para tratar de obser var el cuadro de la
aprueba el 17%. 12 democracia en el Perú de hoy. Según estas cifras, el 34%
Con relación a la confianza en las organizaciones polí­ de los peruanos no sabe definir qué es la democracia; el
ticas, los ciudadanos del Perú tambié1� presentan un bají­ 90% responsabiliza a los políticos por su mal funciona­
simo indicador de 14% (Venezuela 36%, Chile 20%). En miento; el 70% declaró que existe, pero que funciona
la valoración dd acceso a la justicia, el Perú presenca el mal; y el 24% declaró que no existe. Solo un magro 5%
más bajo índice de América Latina, con 8%; también en declaró que existe y que funciona bien.
cuanto a la Salud Pública (26%) y a la Educación Pública El 34,9% de la población entrevistada declaró que no
(27%), muy lejos en estas variables a los promedios obser­ tiene la menor idea de qué es la democracia, en tanto que el
vados para el año 2007. 24,9% declaró tener idea, pero que no le importa. En cam­
Las variables observadas reflejan un cuadro en el que la bio, el 38% declaró no saber lo que es la democracia, pero
democracia en el Perú se cuestiona profundamente y pue­ sí interesarle mucho. El 52,8% declaró que la democracia
de estarse incubando el animus autoritario en la sociedad, es necesaria para el progreso, pero un 12,9% declaró que
cansada de sentirse postergada y sin esperanza. Y no debe es preferible un gobierno fuerte. Un 29,4% de la población
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9lvidarse que no vivimos un tiempo de crisis económica; declaró que la violencia es necesaria para ejercer la auto­
todo lo contrario, es uno de los años de mayor crecimien­ ridad y un 29,2% la consideró necesaria para defender al
to económico que hayamos vivido. 13 pueblo. Un 32% declaró que la democracia solo se tendrá
La encuesta La. democracia en el Perú: el mensaje de las en el finura y un 17,8% que ya estamos en democracia.
cifras, de marzo de 2006 del PNUD, 14 realizada sobre la base Según el análisis del PNUD, existe una correlación direc­
ta entre quienes opinan que el Perú tendrá un buen futuro
12 Ibídem p. 89.
en democracia y quienes disponen de los mayores niveles
13 Ibídem p. 90 y siguientes. de ingreso. El 24,7% respondió que al Perú no lo compo­
1
� La Un,dad del [nforme 1ndice de desarrollo humano del PNUD en ne nadie, pero el 62 % respondió que sí tiene futuro.
el Perú hizo en noviembre y diciembre del 2005 la encuesta nacional
sobre democracia (ENDP), para la cual entrevistó a más de 11.000
persoius individualmente en más de 5.000 vi viendas, distribuidas de cada departamento, en áreas urbanas y rurales. Fue publicada en
de tal manera que incluyeran centros poblados de codos los tamaños marzo del 2007.

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T
DIAGNÓSTICO: DEBILIDAD Dli. LA APUl!.STA DEMOCRÁTICA C\I'Í ULO 1

De la información mostrada se infiere que una gran Resulta interesante señalar que, cuando se pregunta
parte de la población percibe la democracia como un qué se sacrificaría de la democracia si tuviera que recurrir­
sistema incapaz de imponer orden. Asimismo, de algún se a ello para salir de una grave crisis, se dice que los jueces
modo comprende la opción autoritaria para imponer (51, 1 %) y al Congreso de la República (44,6%).
el orden, que es requerido para lograr el desarrollo, o al
menos mantener el orden existente. No FUNCIONA LA RE.PRESENTACIÓN
De la eficiencia con la que seamos capaces de culminar
el proceso de transición, con sus altibajos institucionales La democracia representativa asienta su legitimidad en la
y la desconfianza en sus sistemas, dependerá que el auto­ actividad política de los representantes. En nuestra tradi­
ritarismo se aleje o se acerque como alternativa. La poca ción constitucional, ellos son los regidores municipales,
valoración de la acción política parte del hecho de que, los consejeros regionales y los parlamentarios. Esta es hoy
como señala el estudio, el 52% de los entrevistados decla­ una función devaluada, venida a menos y se intenta en­
ró desconocer a las organizaciones políticas regionales y el cubrir la realidad agregándole otras funciones, derivadas
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36% a las organizaciones políticas nacionales, y del total del hecho de ser representante: se busca destacar como
de personas que declararon conocer a los partidos políti­ legisladores o fiscalizadores.
c;os solo el 30 % declaró conocer a los nacionales, y 20 % La función representativa es una acción de comuni­
de los regionales dijo simpatizar con alguno de ellos. cación política entre representantes y representados, va y
Este informe encontró que la gran mayoría de los viene,· lleva y trae de un lado a otro. Sirve para explicar,
encuestados estuvo a favor de un cambio del sistema polí­ establecer nexos y crear complicidades, en el mejor semi�
tico. Casi empatada (45,6% vs. 45,8%) la preferenci'a o do de la palabra. Es vital para construir imágenes y es vital
el rechazo del voto obligatorio, solo el 36% comprende que en estas -sin olvidar el componente mediárico­
la necesidad de un sistema bicameral y un 41 o/o está en haya lugar para la acción directa de representación. Ese es
contra. Así, esta pregunta registra uno de los más altos el espacio de la representación política y sostenemos que
No sabe No opina (29%). El 70,5% estuvo de acuerdo en el Perú se ha debilitado enormemente en las últimas
en que el Parlamento se renueve cada 3 años. El resultado décadas. Ni en el parlamento ni en los concejos municipa­
que se puede apreciar de este capítulo es que la población les, o en los nuevos consejos regionales, los representa11tes
requiere cambios en el sistema político. centran su atención en representar. Hacen muchas cosas:

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DIAGNÓSTICO: DEBILIDAD DE LA APUl!STA DllMOCRÁTICA CAJ•ÍTULO l

presentan proyectos de ley en todos los temas, fiscalizan Los políticos apelan a los comunicadores en tiempo elec­
y/o critican todo, tratan de asumir incluso la función eje­ toral más que a la relación estabilizadora del representan­
cutiva (algo más evidente en los concejos municipales y te. Los partidos son débiles -además- por su caracterís­
regionales donde el debate y la representación han perdi­ tica caudillista que atraviesa sus estructuras.
do sentido por la mayoría absoluta automática que tiene
todo ejecutivo, así haya ganado por poca votación entre UNA CULTURA POLÍTICA ANTIPARTIDO QUE IMPIDE ASEN­
varios candidatos). TAR LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA
El pueblo de llave (Puno) asesinó a golpes a su alcalde
provincial. Este había sido elegido por solo el 17% de Aquí se entrelazan problemas del sistema electoral y del
los votos y tenía con eso mayoría absoluta en el Conce­ sistema de partidos con rasgos poco democráticos, de una
jo Municipal para gobernar a su antojo. Pero era obvio cultura polLtica poco amiga de la competencia, tanto en el
que los perdedores sumados eran la mayoría de la pobla­ mercado como en la política y, por tanto, incapaz de va­
ción. Así gobernó poco tiempo. Las autoridades electas, lorar la función representativa. La investigación fue vin­
en cada nivel de gobierno, hacen muchas cosas, pero no culando estas dos entradas, debatiendo primero el sistema
877

tienen -individualmente- la cabeza puesta en esa par­ electoral y pasó luego, sin cortes , al sistema de partidos,
�e del electorado (sus dectores) para averiguar y expresar siguiendo su evolución histórica.
en el Congreso o en los Consejos lo que estos sienten y El Perú de los tiempos oligárquicos (1895-1968)
piensan y, viceversa, para transmitir con su partido lo que impuso un caudillismo siempre funcional a la conti­
están haciendo, lo que ven en el gobierno, los problemas nuidad del poder tradicional de élites encerradas en sí
que existen, las alternativas. Esto tiene mucho que ver mismas, argollas autocomplacientes que desdeñaban la
con un sistema electoral exclusivamente proporcion�l sin competencia, reforzaban la exclusión y no admitían ni
que existan aquí partidos políticos fuertes y activos, que
. . .
, en c1rrunscnpc1ones
accuan
. .
a veces gigantes y siempre
· siquiera la igualdad ante la ley. El primer civil elegido
Presidente Constitucional de la República -Manuel
distantes. No es separable en este caso esta debilitada acti­ Pardo- lo fue cincuenta años después de la independen­
vidad representativa de la crisis y la poca actividad coti­ cia y los partidos políticos fueron simple clientela organi­
diana de los partidos políticos. Sigue predominando entre zada por los caudillos antes que canales de participación
nosotros el discurso antipanido construido desde antaño. de los ciudadanos en política. Aun así, el siglo xx vio el

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DIAGNÓSTICO: DEBILIDAD DE LA APUI!STA DEMOCRÁTICA CAPÍTULO 1

nadmien to de nuevos liderazgos políticos con Haya de la tiempos de apertura y en las ya decrecientes coyuntu­
Torre y Mariátegui en el partido aprisca y el movimiento ras de persecución política. Desde fines de los cincuen­
obrero inspirado por las ideas socialistas y comunistas, ta pesará en el discurso antiparcido el viraje político del
principalmente. partido aprisca, durante su «convivencia» con Prado y la
El discurso antipartido surgió entonces desde el poder «superconvivenda» con Odría. La lucha política enfren­
tradicional que se sentía amenazado por «las masas», esos tó desde el Poder Ejecutivo y el Parlamento a la alianza
intrusos, invitados no deseados que la argolla de turno de los partidos Acción Popular y Democracia Cristiana
quería excluir. En un ambiente de discursos excluyentes con la Coalición del partido aprisca y el partido del ex
se quiso imponer desde el poder la exclusión del partido dictador del ochenio (Unión Nacional Odriísca) en la
aprisca durante 30 años y en nombre del antiaprismo se década de 1960. Los excesos de ese combate y el des­
barrió cualquier alternativa de partido que surgiera contra prestigio de las instituciones se sumaron a la frustf.adón
los oligarcas. Odría, el tirano del ochenio 1948-1956, tras de quienes defendieron la reforma agraria contra los que
el último golpe militar de la oligarquía agroexportadora, la habían propuesto años antes, para al final de cuentas
en los comienzos de la guerra fría, publicaba folletos para hacerla entre ambos inviable. Sobre esa realidad, el dis­
878

identificar aprismo y comunismo como la misma cosa y curso del Velasquismo (1968-1975) incluyó todos estos
<;le paso estigmatizar la idea misma de partido político vis­ elementos a la vez. Es una de las razones por las cuales
to como sinónimo de secta, grupo cerrado, defensor de se muestra cómo los militares dejaron sin discurso a los
intereses particulares, ajeno a toda propuesta de interés partidos al virar y dejar de ser el soporte de los oligarcas
general. En los pocos momentos de apertura entre 1945 para pasar a liquidarlos. Cabe recordar que en esta época
y 1948, hasta los parlamentos muestran un discurso·pla­ se produce el discurso antipartido más consistente, ya
gado de prejuicios antipartido, con personajes que saben que recoge la experiencia de políticos que se distanciaron
que serán calificados de «filoaprístas>> como antesala de la del partido aprisca y los partidos del segundo reformis­
exclusión y quieren evitarlo. mo, que ya incluye la crítica a la falta de democracia
Tiene, pues, larga data el discurso antipartído y mez­ interna, por ejemplo. Por eso, no es una casualidad que
cla con oportunismo sucesivos contenidos. Con el tiem­ sea desde el gobierno militar que surgiera el voto pre­
po se incorporaron al discurso antipartido elementos ferencial en nuestras normas electorales, ya que recoge
que vienen de la propia historia de estos hecha en los esa crítica entremezclada con aquella que se sostiene en

25 26
ÜIAGNÓSTICO: OBOILIDAD DB LA ArUnsTA DBMOCJ\ÁTICA T
C\l'Í ULO 1

el incumplimiento de ias promesas del discurso político humanos, esencial a roda alternativa democrática. Esa
partidista. 15 misma cuota de poder fue usada por Fujimori luego para
Entre los años sesenta y los ochenta, los partidos revertir el régimen democrático que lo hizo presidente
hibernaron doce afios. Los tiempos · de dictadura no y en 1992 se inici6 la nueva autocracia y desarrolJó el
siempre son adecuados para el cambio institucional y la más reciente: discurso amipartido que: se afianza en una
renovación de dirigentes. Como los militares fracasaron coyuntura que, tanto desde la economía como desde la
en el interno de constituir o constituirse en una salida política antisubversiva, volvía a mostrar descolocados a
política de mayor aliento, los partidos regresaron tal cual, los partidos políticos.
no más fuertes ni más modernos, las mismas caras con Es, pues, una historia de la debilidad. Los partidos
más canas y mayores mafias. En 1980 no se restauran políticos no han sido fuerces en ninguno de los momen­
partidos poderosos, renacen como antes, débiles en cuota tos de esta historia republicana. Han sido tolerados y has­
de poder político, necesitados de aferrarse en los poderes ta utilizados, pero no han existido las condiciones para
fácticos ya no oligárquicos y precapitaliscas, pero siem­ que constituyan, como cales, una instirucionalidad que
pre en las pocas manos de los grupos de poder o de los sea el centro de articulación de las partes, que construya
879

uniformados. La habilidad policica de los militares de continuidades de larga duración dentro de las cuales se
la segunda fase estuvo en graduar la «transferencia del renueve dinámicamente la democracia política. Más aún,
poder a la civilidad)> para que fuera grande la cuota de elementos fundamentales de la democracia representa­
poder tutelar que retenían los uniformados. Parte de ese tiva fueron tan débiles que no preñaron nuestra cultura
juego explica la incapacidad de los partidos para mar­ política. Partidos y actores individuales fueron radicales
car el rumbo de las FFAA en la lucha antisubversiva y en la confrontación y rápidos para excluir al otro. Tomó
la mediocridad mostrada en la defensa de los derechos mucho tiempo entender que los partidos y los dirigentes
no son enemigos entre sí, sino solo adversarios. Tomará
is En la serie Cuadernos de investigación política de la Maestría en aún tiempo hacer espacio para la concertación política
Ciencia Política de la Escuela de Graduados de la PUCP produjimos un y la defensa común de: las reglas de juego democráticas.
trabajo que muestra la evolución del Estado en el siglo X.X, tributario Cuando Fujimori repetía «Yo no me caso con nadie>) y por
de varias Investigaciones allí mencionadas. Ver: Reforma del Estado en el
Pmt. U11 proctro hecho a banda,:01. Henry Pl!.ASE. GAR.CÍA, Carlos AoRIAN­
principio polarizaba identificando con la corrupción toda
ÚN GARCÍA-B.EDOYA. Documento de trabajo Nº 6. Lima, 2007. negociación, no hada sino repetir lo que esa clase política

27 28
ÜIAGNÓSTICO: Dl!BILIDAD DI! LA APUESTA Dl!MOCRÁTICA CA11 ÍTULO I

había practicado desde tiempos en que el propio orden en organización o en presencia en los ya decisivos medios
legal era autoritario y llevaba a pollticas siempre excluyen­ audiovisuales de comunicación. Recurrentemente, optaron
tes y a discursos de esa dirección. Esto va de la mano con por instalarse y conformarse con las «dádivasn que les
el desprf'stigio siempre presente en los parlamentos, con ofrecieron los poderes fácticos para acceder a la televisión
la idea de que gobernar es mandar y deliberar es perder o financiar sus campañas y combatieron al lado de esos
el tiempo. poderes fácticos iniciativas que hoy podían ser parte de la
La década de los ochenta empezó con buenos augurios llamada franja electoral en televisión. Al Senador Rolan­
por los espacios ganados por importantes movimientos do Ames poco faltó que lo calificaran de senderista por ese
sociales populares. La apertura democrática en que ter­ proyecto de ley. Ello, y probablemente la distancia entre
minó el gobierno militar ha sido quizás una de las más gestos y hechos, hizo a Marcial Rubio escribir un libro en
críticas de nuestra historia republicana, con muchas posi­ el que llamaba a la ley de partidos políticos <<Las reglas que
bilidades abiertas y rápidamente truncas. Nuevos actores nadie quiso aprobar». 16
y nueva fuerza social se expresaron en los paros naciona­ En la perspectiva de una reforma hay que combinar
les, en las movilizaciones y en las elecciones municipales, cambios que acerquen el parlamentario al elector y trans­
880

sin embargo, fracasaron al intentar convertirse en fuerza parenten la función de representación con el fortaleci­
polftica a través de la alianza Izquierda Unida, que estalla­ miento de los partidos políticos. Un examen a fondo de
ba al finalizar la década. Los partidos políticos ocuparon la ley de partidos debe llevar por lo menos a asegurar que
el espacio institucional y canalizaron la acción de muchos estos accedan a fondos públicos que, de manera transpa­
ciudadanos, pero volvieron a quedar descolocados en rente, financien sus principales actividades y el acceso a
1990 tras fracasar al enfrentar la crisis económica y la vio- los medios de comunicación. Eso deberá hacerse con el
lencia terrorista de Sendero Luminoso. mismo énfasis con el que se garantiza, también a través
Acostumbrados a polarizar, los partidos políticos no de órganos y reglas públicos, la democracia interna en la
fueron capaces de mirar un nosotros común en medio generación de candidaturas y en el liderazgo partidario.
de una crisis que despedazaba el mínimo de seguridades La. facilidad con que se reproduce el caudillismo en esta
que todo Estado debe brindar a la ciudadanía. No for­
talecieron su institucionalidad ni su acceso a los medios 1
<• Run10 Co1t1tl!.A, Marcial. Ley de Partidos Políticos: /.aJ regías q11e m,die
económicos que garantizaran su autonomía, ni avanza.ron quiso aprobar. Fondo Editorial de la PUCP. Lima, 1997.

29 30
DIAGNÓSTICO: DEBILIDAD DE LA APUBS�A Dl!MOCRÁTICA CAPÍTULO 1

sociedad hace que muchas veces nos encontremos con Es una falacia imaginar la democracia representativa
que se usa esta forma legal -a la vez. que se predica con­ como democracia antipartido. Solo los autócratas han
tra ella- para encubrir simplemente a un caudillo con insistido en imaginar las instituciones del estado demo­
entorno, sin constituirse en canal de participación ciuda­ crático -como el parlamento- desligándolas de los par­
dana. El ex.amen ha incluido normas legales que afectan tidos políticos que tienen que estructurar la participación
la estabilidad y funcionamiento de los partidos acentuan­ ciudadana. Por eso, conviene revisar la experiencia de las
do su debilidad institucional. Así se ha caracterizado la autocracias y ver los extremos de caricatura a los que lle­
ausencia de normas sobre Los parlamentarios que cam­ garon. Comenzaron denigra ndo a los partidos -los lla­
bian de partido o lo abandonan y, facilitados por d regla­ maban partidos tradicionales- y reclamaron en nombre
mento, forman una bancada con los mismos derechos. de la participación directa limitar la democracia represen­
Así, se hace generalizada en los partidos la idea de que el tativa. Terminaron imponiendo «a secas» la dictadura de
voto preferencial ha actuado en la misma dirección. Se una mayoría que ya no tenían. Pero muchas de las ideas
ha examinado, incluso, la definición constitucional que que sembraron se repiten acríticamente y es necesario
equipara partidos políticos, movimientos y alianzas, y con seguirlas enfrentando. 17
ello se ha abierto cauce a una ambigüedad bien usada por No tengo duda de la importancia de crear modernos
881

posturas antipartido. canales de participación ciudadana directa, pero es falsa


La investigación ha incluido el sistema de gobierno, la dicotomía que suelen plantearse algunos. La democra­
pero solo en sus aspectos más generales. Se examinó la cia representativa tiene que plantearse como cal: que los
relación entre Ejecutivo y Parlamento jumo con la de representantes representen, actúen de cara al electorado
ambos en el proceso de descentralización en curso. Se y le rindan cuenca, que funcionen los cuatro principios
proponen reform�s puntuales en dos direcciones·.· qne del gobierno representativo: elecci6n de autoridades en
alcanzaron rápido consenso en los eventos: fort�ecer la forma periódica; deliberación previa a las decisiones más
función representativa del parlamento y las instancias
equivalentes en los niveles regional y local sin afectar la 17
Remito al lector a dos de mis rrabajos sobre la última autocracia:
gobernabilidad, y fortalecer la descentralización corri­ a) P!!.ASll GARCÍA, Henry Así se de1tmyó el .&tado de Derecho. Lima:
Congreso de la República, 2000 y b) PEASE GARCÍA, Henry. La 1t1tto�
giendo enfrentamientos inútiles entre niveles de gobierno
cr1tci1t fujimorist11. Del Estado intervencionista al .&tado Mafio10. Fondo
con mecanismos representativos en vez de burocráticos. Editorial de la PUCP. Lima, 2003.

31 32
DIAGNÓSTICO: DEBILIDAD on LA .Al'UI!STA DEMOCRÁTICA C./\PÍ'fULO l

importantes; libertad política, que incluye Ja libertad de CAMBIOS INDISPENSABLES PARA LA CONSOLIDACIÓN DE­
prensa y la de actuar (y encarar al representante); y el MOCRÁTICA
margen de autonomía de este, que no lo hace un simple
delegado, pero que en la renovación periódica vía eleccio­ La apertura democrática, que codos identificamos con
nes tiene su punto límite. Es con estos principios que d la Asamblea Constituyente de 1978 y las elecciones gene­
gobierno representativo, tras años de confrontación con rales de 1980, fue parte de una transición a la democracia
la democracia directa, ha constituido en la historia polí­ que comenzó en 1977 y se truncó en 1992, sin alcanzar la
tica, con todos sus defectos, no solo la menos mala entre fase de consolidación. Esta no solo «es cuestión de tiempo
las formas de gobierno, sino aquello que ha hecho avanzar o de número de comicios», pues tiene que ver con el asen­
la democracia en términos sustantivos, derechos humanos tamiento de las instituciones democráticas como reglas
incluidos . 18 de juego aceptadas por codos o por la inmensa mayoría. 19
Nuestra cultura política ha despreciado la delibera­ Aquí se necesitan varias aclaraciones.
ción y la competencia, ha cobijado caudillos y autócratas Unas son parte de la historia y vienen al caso por los
882

con disfraces que siempre evidencian su esencia vertical y debates abiertos en torno a la transición y al rol que le
burocrática. Gobernar es mandar, repetían militarmente cupo al gobierno que presidía el general Morales Bermú­
lps autócratas, al tiempo que los desfiles militares se con­ dez tras derrocar al general Velasco. Ningún militar nos
vertían en centro de las actividades cívicas y desplazaban regaló la democracia. La transición la impuso la movili­
tantas y tan valiosas expresiones de nuestra diversidad cul­ zación popular, especialmente con el paro nacional del
tural. Todo eso tiene que cambiar, como tiene que impo­ 19 de julio de 1977, lo que vino antes y después. Sin esta
nerse d diálogo y la capacidad de concertar en v� de la iniciativa, impuesta en el tiempo más duro de la dictadu­
diatriba y el discurso insolente y a gritos. Ello toma años, ra, no se entienden los acontecimientos. Papeles y pala­
porque esca dimensión es la más lenca en las sociedades, bras sobran porque la articulación de los acontecimientos
pero tiene que buscarse con prisa y sin pausa si queremos
consolidar la democracia. 19 Estas precisiones son parte de un debate ya Z.'lnjado. Las hice en el ya
citado libro La ttutocraciafujimoriJta, en su capírulo flnal, al evaluar la
nueva transición. Autores como HUNGTTNTON, al simplificar el debate
1
ª Manfn BERNARD, Los principios del gobierno representativo. Madrid: y limitarse: a examinar la continuidad de procesos eleccomles, terminan
Alianza Editorial, 2006. en conclusiones contradictorias como las que allí examino.

33 34
Ü!AGNÓST!Cü: DEBILIDAD DI:. LA APUESTA DEMOCRÁTICA CAl'ÍTULO 1

muestra este curso polftico, lo que no niega que hubo de los ochenta. Incluso para todo analista acucioso de
militares como el general Morales Bermúdez, que jugaron aquella década, la «sorpresa» ante la subversión terrorista
un rol progresivo solo en la medida que actu�ron en esa de Sendero Luminoso y la tortuosa incapacidad de reac­
dirección de apertura democrática, a contrapelo con la ción de gobiernos y partidos tiene que ver con este pro­
práctica autocrática del régimen que integraban. No escri­ ceso. Es que la democracia -como se ha comprobado
bo esto por primera vez. Así lo hice en otro libro hecho en codo el planeta- es incompatible con el poder polí­
al compás de los acontecimientos, donde también queda tico de los militares. O se subordinan a las instituciones
claro el tema que hoy incrimina al anciano general, y se democráticas o no son demócratas ni hay régimen demo­
establece que hay responsabilidad grave en ese gobierno, crático posible. Eso han tenido que aprenderlo militares
aunque quede por determinar la responsabilidad penal de y civiles, pero ha sido un proceso lento que ciertamente
cada persona dentro del mismo y, por tanto, la de su pre­ se interrumpió con el fujimorato. Pero insisto en que este
sidente que, como explico en el libro, era un presfdeme de fue posible por los mecanismos institucionales que impu­
«Junta», con menos poder que Velasco, aunque las formas sieron los milita.res de la transición y que sinteticé como
fueran parecidas.20 «democracia cutelada)). 21
883

Otras tienen que ver con los costos de la transición. Ahora, eras un nuevo tiempo de transición, debemos
�o fue casual que tras la caída de Velasco pasaran cinco recordar que la consolidación democrática no es simple
años ames de que los militares regresaran a los cuarteles. cuestión de tiempo, ni de repetici6n cíclica de procesos
Sostuve y sostengo que el fruto fue una democracia tute­ electorales bien hechos. Ambos aspectos son necesarios,
la.da, pues los militares lograron su objetivo de preservar pero lo fundamental es el asentamiento de las instituciones
una cuota de poder significativa en manos uniformadas. ·. políticas democráticas, de las ideas y valores implícitos en
Eso ha sido un factor decisivo para entender el autogolpe
del 5 de abril de 1992 y la autocracia que acabó con esa 21
Sobre el tema, escribí dos textos a principios de los ochenta: a) PMSB
transición. Parce de ese producto fue la debilidad de los GARCÍA, Henry (<Perú: del reformismo militar a la dcn1ocn1.cia tutelada».
partidos políticos y la polarización política de la década En: Amérfra Latina 80: democracia y movimiento popular. Lima: DESCO,
1981 y b) Pl!ASE GARCÍA, Henry. "La constituyente de 1979 en el proce­
so político peruano)) en Runro M. y Enrique BERNALES. «Pmi: C()mti­
10 PF..ASE GARCÍA, Henry. Los caminos dtipoder. Tre! años de crisis m la tucíón y Sociedad Poífticrt,,, Lima: Ol!SCO, 1981. En el libro ÍA autocracia
escena p()//tica. Lima: DESCO, 1978. f11jimorista-ya citado- dedico d primer capírulo a este tema.

35 36
ÜIAGNOSTJCO: Dl!BJLIOAD DE LA APUESTA DP.MOCRÁTICA CAPÍTULO 1

este régimen político. A eso nos referimos al ver la debili­ cambio estructural. Si priorizamos su propuesta es porque
dad de nuestra democracia representativa y la persistencia «el camino condiciona la resultante». La importancia de
de autoritarismos en nuestra cultura política. profundizar en las instituciones democráticas es porque
Sin duda, una mirada a las últimas décadas del siglo a través de ellas se democratiza el proceso de cambio, lo
XX, incluyendo los momentos que vimos como barba­ que tiene que ser el contenido esencial de la acción polí­
rie, nos debe hacer comprender que la democracia no es tica: acabar con la pobreza, combatir la desigualdad tiene
el mejor régimen para imponer a secas nuestras ideas y que ir de la mano con hacer que funcionen las reglas de
proyectos. Eso lo intuye bien esa mayoría popular que juego democráticas. Es obvio que hay quienes actuarán
-como muestra la encuesta dd PNUD- desconfía de la en dirección contraria, por defensa de sus intereses o por
democracia como orden. Pero tan o más rotunda es la rea­ razones ideológicas. La. tolerancia funciona en teciproci­
lidad cuando nos muestra en Velasco y Fujimori el fracaso dad, centrada en el respeto de las reglas de juego democrá­
de la autocracia como alternativa. Porque la- imposición ticas. Ese es el punto límite.
-con codos los agravios propios del tiempo de su impul­
so inicial- no garantiza continuidad alguna, menos por
884

sí misma. La apuesta democrática es una invitación a


eonsensuar al máximo y en forma recurrente los cambios
necesarios y por eso debiera ser alérgica a. los dogmatis­
mos y las simplezas de mucho del debate ideologizado de
los últimos tiempos o de los años anteriores.
Los cambios que hagan sitio en el Perú a la mayoría de
los peruanos siguen pendientes. No avanzaremos mucho
en democracia si esos peruanos no encuentran espacio y
son incluidos. Tampoco nos vendrá de regalo de ningu­
na coyuntura de grandes ingresos, porque desarrollo es
incremento de capacidades y eso cuesta, requiere con­
ducción, no es espontáneo ni proviene de ningún auto­
matismo mágico. La reforma política no reemplaza este

37 38
CAPÍTULO 2

En el régimen policico democrático, las fuerzas diver­


CAPÍTULO 2 gentes buscan alcanzar sus objetivos a través de una malla
compleja de relaciones, donde hay pesos y contrape­
Objetivos de la reforma política sos. Las reglas del juego se respetan y en cada nivel hay
límites en el ejercicio del poder poHtico y los derechos
alcanzan progresivamente las demás dimensiones de la
sociedad. En la transición es normal que frecuentemente,
ante los límites de una de las instituciones, se amenace
La reforma política se propone, a partir del diagnóstico con cambiar las reglas del juego. Lo vemos en estos días
anterior. ante una sentencia del Tribunal Constitucional cuando
congresistas , dirigentes políticos o personajes de la pren­
PARA CONSOLIDAR EL RÉGIMEN DEMOCRÁTICO
sa pretenden quitarle atribuciones al intérprete final de
la Constitución porque no les gusta la sentencia sobre el
La consolidación de la democracia supone el funciona­ FONAVI y usan la resolución del JNE -tan contraria a la
885

miento de sus instituciones, tanto estatales. (división de Constitución como la famosa ley de interpretación autén­
poderes y ámbitos constitucionales, ejercido de autono­ tica- para reforzar su osadía. Un régimen consolidado
mías regionales y locales), como de la sociedad civil (par­ puede atravesar una crisis, pero no romper las reglas, sea
tidos políticos, ejercicio de libertades y derechos constitu­ por afinamiento institucional que abre siempre espacios
cionales) y la afirmación de los valores y principios que les . · al diálogo, o porque es preferible perder algo puntual a
son inherentes. Progresivamente, tiene que ir cambiando sacrificar el sistema, idea asumida por casi todos.
la cultura política y haciendo que muchos de sus rasgos Lo que no puede ocurrir, porque no es consolidabJe, es
autoritarios sean desplazados. Consolidación no implica que las reglas operen siempre contra parte de la ciudadanía.
ausencia de crisis políticas, pero sí supone la existencia de Es lo que nos recuerda, en reciente columna del diario La
soluciones institucionales a estas. Por eso, la alternativa República, Mirko Lauer, a raíz del mismo caso FONAVI. En d
de poder militar es incompatible con este proceso y lo es fujimorato, se asentó la idea de que no puede haber <1perro
también cualquier pretensión de violentar, desde parte de muerto,> del Estado hacia los poderosos, sean acreedores de
la sociedad, sus reglas inrrínsecas. Ja deuda externa o afectados por decisiones del Estado. Pero

40
ÜBJllTIVOS DI! LA RllFORMA POLfTICA CAPITULO 2

ese criterio no se aplica a los que no tienen poder, como los la velocidad del cambio social como la interconexión diná­
tenedores de bonos de reforma agraria, los que aportamos mica de todos los planos y ángulos de la sociedad a la vez.
décadas a la seguridad social, ahora a los fonavistas y a tan­ Convierte, por eso, en.inútiles unos mecanismos y otros los
tos peruanos para los cuales los derechos no son exigibles. muestra como caricatura, encubridores de la realidad.
Recuerda incluso cómo, desde d poder globalizado, se nos El debate clásico en los parlamentos, cargado de recur­
irán cobrando las acreencias que aquí no quisimos pagar a sos de la oratoria tradicional y esa brillantez propia del siglo
los peruanos que tenían derechos y derivaron inexigibles, XIX, no solo no atrae, sino que obliga a mirar en otra direc­
por lo cual vendiéndolas a muy bajo precio alimentan a ci6n. La gente no se regodea en el discurso y desconfía de
los nuevos acreedores. Esa inequidad termina atentando las palabras porque se formó en una sociedad de imáge­
contra el sistema. La consolidación democrática tiene este nes. El parlamento tiene que cambiar en muchos aspectos,
punto límite y los países desarrollados han cuidado bastan­ comenzando por su composici6n. El sistema proporcional,
te que funcionen los mecanismos de compensaci6n para que fue clave en la construcci6n del poder de los partidos
garanti1.ar la gobernabilidad del sistema. políticos y en homogeneizar la representación nacional,
886

termina alejando a los partidos y al parlamento del elec­


PARA MODERNIZAR LAS INSTITUCIONES DEMOCRÁTICAS torado, que no se siente representa.do si no interviene en
definir quiénes son los candidatos y si no establece una
Todo régimen político requiere adecuarse a lo que va sien­ rdaci6n más directa. y personalizada con los representantes.
do la sociedad en la que está funcionando. Las instiruciones La sociedad de masas, graficada en las polarizaciones parti­
democráticas ranto del Estado (Parlamento, Ejecutivo, Ju-.· darias europeas de la postguerra, se ha hecho más compleja,
dicacura, organismos aut6nomos y gobiernos descentraliza­ se ha fragmentado en intereses e ideas, propuestas y polí­
dos, etcétera), como de la sociedad civil (partidos políticos, ticas. Se abandona el blanco negro y la política adquiere a
gremios empresariales, profesionales o laborales, las propias la vez rodas las tonalidades del gris. En ese contexto tienen
empresas en las que no hay que olvidar las reglas dd buen que navegar las instituciones políticas de este siglo.1
gobierno corporativo de hoy), no pueden seguir funcio­
nando en esca sociedad con mecanismos ahora anacrónicos I
Ver los cuadros del Anexo 4 hechos desde los textos citados de B.
tras la revolución en las comunicaciones y las características MANIN y J. A.BAL MEDINA, para examinar la evolución de las institu�
de la sociedad mediática. El siglo XXI marca con fuerza tan to dones del gobierno repre.senc:uivo según los cambios en ln sociedad.

41 42
ÜBJ.1!1'IVOS DE LA REFORMA POLÍTICA CAPÍTULO 2

Todo poder ejecutivo se descentraliza en la: actualidad Sin democracia interna es muy difícil que los partidos se
y las ciudades se autogobiernan cada vez en más dimen­ constituyan en canales de participación ciudadana, for­
siones. No obstante, no es solo descentralización, sino madores de nuevos cuadros políticos y articuladores de
transparencia y rendición de cuentas lo que caracteriza la intereses ciudadanos diversos. Muchas de las exigencias
política actual. La tradicional cultura del secreto tan cara de transparencia que señalamos en el Poder Ejecutivo se
a la burocracia es una bomba de tiempo para cualquier aplican a las instituciones de la sociedad civil porque son
gobierno. La reacción ciudadana anee la corrupción es cambios que forman parte de la sociedad en la que todos
parte de una respuesta defensiva formada por acumula­ interactuamos.
ción de agravios que quita muy rápidamente la legitimi­
dad al gobernante. Este es el eje de las refor.i:nas que hay PARA ACABAR CON LA EXCLUSIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL
que hacer en el Poder Ejecutivo y los gobiernos descen­
tralizados, pero también es la base de la reforma del Poder Sin salir del ámbito de las instituciones, debo recordar
Judicial. Los jueces tienen que comenzar por cambiar su que este derrotero es elemental en el régimen democrático
lenguaje, esa estupidez anacrónica que hace imposible desde las revoluciones francesa y norteamericana. Aunque
887

que una sentencia sea entendida por quien no es abogado la igualdad ciudadana solo avanzó a trompicones y mu­
litigante (porque me consta que muchos con título tienen chas veces fue negada por impulsores de la democracia re­
que preguntar). No será fácil que en el Perú se llegue a presentativa, esta solo se ha consolidado acabando con la
una justicia con jurados legos, pero no dudo de que esa es exclusión. Cuando un hombre negro y una mujer dispu­
una de las bases de la confianza que los norteamericanos . · tan hoy la candidatura demócrata en los Estados Unidos
tienen en sus jueces y la sociedad actual no tolera vendas de Norteamérica, no podemos negar que la historia de la
en los ojos ni trapos para ocultar nada. idea democrática es tortuosa y llena de contradicciones,
El mismo derrotero veremos en las instituciones de la pero tampoco podemos negar que la tendencia que se ha
sociedad civil. Es difícil respetar un partido que es solo el ido imponiendo es la de incluir y no la de la exclusión.
entorno clientelar de un caudillo o una argolla autoge­ En la misma dirección sostenemos con la historia del Es­
nerada con simples seguidores. Más difícil será que haya tado de Bienestar europeo que sus democracias no se hu­
ciudadanos interesados en dedicar su tiempo en ellos bieran consolidado si, tras el horror de nazismos y fascis­
cuando tienen muchas otras alternativas de participación. mos, no se hubiera impuesto la necesidad de compartir,

43 44
ÜBJE1'1VOS on l.A R.UFOR.MA POLÍTICA CArhuw 2

sobre las conciencias de sus burguesías y las demandas de y traen sus demandas, sentimientos, críticas y propuestas,
sus trabajadores. contribuyen a formularlas (las demandas, las críticas, las
Nos parece que, desde aquí, desde la hondura de las propuestas), es decir, son parte importante en la construc­
desigualdades en los países latinoamericanos, desde una ción de la agenda y los hechos políticos. &ta actividad
sociedad peruana que es excluyente y mayoritariamente mimetiza al representante y al partido político: si es fuerte
pobre, vale la pena apostar por un régimen democrático la ligazón, los dirigentes partidarios nacen de allí y no
que se de.fine contra toda exclusión y forja instituciones son meros burócratas. La actividad política de los repre­
políticas con capacidad de integrar. sentantes renueva y refresca la vida partidaria y las demás
No hay que esperar la igualdad económica para cons­ instituciones políticas.
truir la igualdad política. Si todo ciudadano tiene acceso Esta es una función de comunicación política y se da
al sistema polfrico no le podrán impedir que allí exprese no solo a través de los medios de comunicación, requiere
sus intereses y este tendrá que defenderlos o será cuestio­ una actividad directa. Eso se adapta a la conformación de
nado. Sin embargo, lo que se aplica al individuo tiene que diversos distritos electorales. Es una negación, por eso,
funcionar para los individuos asociados, eso es condición el parlamento de distrito único, sobre todo, si se trata de
888

de la democracia en todos los planos. Lo importante es, sociedades amplias y diversas en sus compartimentos.
pues, que la lucha por la igualdad y la integración social, Es más fácil de entender la función de representación
la lucha contra la pobreza y los cambios que hagan espa­ en los regímenes parlamentarios, porque el representante
cio a todos en la economía peruana, se hagan desde las no gobierna de manera directa y el Ejecutivo tampoco es
instituciones democráticas y fortaleciéndolas. elegido directamente. Nadie discute allí que el representan­
En esta dirección proponemos los tres objetivos de la · te es el que monopoliza la legitimidad: no hay legitimidad
reforma política. dual ni división de poderes. Cumple su función al elegir
al gobierno y este asume una identidad distinta de la que
ÜBJ.BTIVO 1:
QUE LA REPRESENTACióN REPRESENTE Y LA C!U­
vincula a cada representante con su distrito electoral, aun­
DADANIA VEA SU VOZ EN ELLA
que pertenezca al mismo partido. Para el gobierno queda
Los representantes tienen una función consustancial a la claro que los representantes reunidos son sus electores y se
democracia representativa: establecen una relación direc­ debe a ellos. Cada representante administra en su distrito
ta con el ciudadano elector, se comunican con él, llevan electoral esa relación contradictoria entre su ámbito local

45 46
ÜOJln'IVOS DE LA REFORMA t>OLÍ'rlCA CAPÍTULO 2

y su ámbito general. Los partidos se especializan en dar tiempo al trabajo de representación. La comunicación
sustento a esa rdación, ganan y pierden en esa batalla. entre ciudadanos y representantes tiene que ser fluida,
El Perú, como Latinoamérica, es y será presidencialis­ por todos los correos existentes, pero no debe dejar de
ta. Hay una fuerte tradición constitucional en la combina­ tener escenarios directos y frecuentes. El representante
ción de mecanismos propios de regímenes parlamentarios tiene que sentir que se debe a ese elector y que tiene que
que se expresan en la figura del Presidente del Consejo de rendirle cuentas, tiene que separar su demanda del acto
Ministros, que todos llaman Premier y muchos confun­ de gobierno, explicar las mediaciones y a veces las distan­
den con Primer Ministro, que es la denomi.nación más cias. Tiene que asentar allí su cuota de poder y su margen
común de los que solo son jefes de Gobierno sin ser jefes de iniciativa en su partido y en su cámara.
de Estado. A pesar de esta tradición, por razones explica­ Lo importante en la representación es la comunica­
das en d capítulo l, aquí no se ha afianzado la democracia ción. Los liderazgos partidarios tienen que articular las
representativa. Lo que propongo es enfatizar el ejercicio contradicciones en estos planos. Por eso es que en los
de la función representativa dentro de los límites de un países de democracia consolidada muchos representantes
régimen presidencialista. cuyos partidos pierden se mantienen en sus curules. Esto
889

La función del representante es representar: traer al ayudará a comprender el rol legitimador del representan­
�istema político los sentimientos, demandas, críticas y te. Eso tiene que influir en la creación de capacidades de
propuestas del elector y llevar hacia este las respuestas concertación a1 atender a lo que sus intervenciones están
e iniciativas que surgen del conjunto de instituciones expresando sobre la ciudadanía.
políticas, su partido incluido. Por ser representante es Estamos planteando una reforma que no es simple­
legislador y .fiscalizador (en su nivel de gobierno). Esta es mente formal: necesitamos más tiempo para esta fun­
su función principal, aunque hoy no lo vean así los con­ ción, necesitamos que esté plenamente financiada en
gresistas. 2 Es preferible simplificar el ejercicio de algu­ los tres niveles de gobierno. Nos preocupa más el ejerci­
nas funciones pal"lamentarias, pero hay que dejar más cio de la función representativa que cuánto poder tiene
cada represencante para que lo que propone sea decisión
tomada. Vayamos a una municipalidad. Hoy cada regi­
1 Ver Anexo 2 Encuesta a los parlamentarios sobre representación po­
lítica. La mayoría (34%) considera que su primera función es legislar, dor quiere ser un alcalde en versión pequeña, en obras, en
relegando la función representativa al segundo lugar. actividades culturales, en deportes. Nos interesa que cada

47 48
ÜUJlfflVOS DE LA Rl!.1'011.MA Pod·na C/\PÍTULO 2

regidor exprese a su distrito o a su barrio, que escuche, ÜBJETrYO 2: PARTIDOS POLÍTICOS PODEROSOS PORQUE SON
lleve y traiga lo que su gente demanda, propone, critica, CANALES DEMOCRÁTICOS DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA
etcétera. Que diga abiertamente cuando la gente cree que
No conocemos democracia consolidada sin partidos po­
aquí o allí están robando, o peor: «le están robando".
líticos poderosos, entidades centrales en el sistema políti­
Que ponga en problemas al funcionario o al alcalde que
co, capaces de interactuar dentro de las reglas del sistema
actúa de espaldas a lo que la gente piensa siente o pide.
democrático. Los grupos de poder han buscado siempre
No sirve para nada que ese regidor esté compitiendo con
subterfugios basados en la prédica autocrática (de funcio­
el gerente municipal o cualquier funcionario.
narios, militares) y muchas experiencias del caudillismo
La reforma política· es, por definición, una reforma
en los partidos alimentaron últimamente los resquemores
intdectual y moral. El representante es una categoría
ciudadanos. La legislación debe combinar radicalidad en
especial en una democracia representativa, por eso está
la exigencia de democracia interna y en la transparencia
por encima de toda autoridad, salvo del Presidente de la
de las acciones de formulación de propuestas, de adminis­
República.3 Legislar y .fiscalizar son tareas importantes si
tración y finanzas y de elección de dirigentes y candidatos.
890

se derivan de la representación, porque así es el pueblo el


Junto con ello deben destinarse recursos públicos al cum­
que legisla o .fiscaliza. Nuestra historia republicana está
plimiento de funciones que son públicas por definición.
plagada de leyes antidemocráticas -y legisladores auc6-
cratas- y ha hecho comedia de muchas acciones de fis­ ÜBJETIVO 3: SINCERAR O HACER TRANSPARENTES LAS INS71-
calización. Eso, para cambiar, tiene que redefinir al par­ TUC!ONES J>OLITICAS COMO CONDICIÓN DE LA GOBERNABILIDAD
lamentario y su equivalente en otros niveles de gobierno.. DEMOCRÁTICA
He conocido muchos representantes que ni creen pi res-·
Sobre las funciones ejecutiva y jurisdiccional: para que la
petan al ciudadano deccor, que creen menos en la función democracia no defraude y el ciudadano no se sienta estafado
de representar y consideran una inocentada todo lo que
no sea un mecánico esfuerzo por acumular poder. Eso es En la sociedad peruana del siglo XXI, la gobemabilidad de­
tan corrupto en este sistema como sobornar lo es en la mocrática solo puede estar asociada a la transparencia de la
administración de fondos. función pública y a la rendición de cuentas de cada nivel
de gobierno. El régimen democrático combina tres niveles
de gobierno y un Poder Ejecutivo, que es tal porque es el
' Ver arcículo 39 de la Constitución.

49 50
ÜBJIITJVOS D.ll LA REPORMA POLÍTICA Ct.i'ÍTULO 2

<<ejecutivo de la ley» dada por el Parlamento, solo la ley se los autócratas. La libertad política tiene hoy una amplitud
sitúa sobre los eres niveles de_ gobierno que tienen autono­ grande y entre ellas la libertad de prensa es, entre noso­
mía consticucional. Ella es vinculante. tros, estimada por la ciudadanía. Se ha vuelco a mostrar
La reforma política se asienta sobre el proceso de des­ que, a pesar de limitaciones y errores, es arma sustantiva
centralización. Hay que afianzarlo y enfatizar la necesidad de la democracia. Las reformas propuestas presuponen la
de hacer transparente la gestión pública y la rendición de existencia y la defensa irrestricta de esta libertad. Supo­
cuentas de cada nivel de gobierno. Será necesario desarro­ nen que su ejercicio incluye el acceso de todos al ejercicio
llar mecanismos de participación ciudadana en cada nivel de esas libertades, más compleja en los modernos medios
de gobierno que viabilícen esta transparencia y esta comu­ que en la prensa escrita y apuestan a conseguirla en plena
nicación. Sin embargo, debe entenderse que ninguno de libertad. El margen de autonomía del representante es a
estos mecanismos puede competir ni menos obstaculizar veces lo que menos comprenden los electores en nuestra
las instituciones propias de la democracia representativa y experiencia histórica. Pero aceptarlo es inherente a este
sus reglas de juego. sistema y Ja regulación de plazos relativamente cortos
Se tiene que gobernar de cara a la opinión pública, entre elección y elección así como la separación de las
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sin miedo a ella ni a quienes contribuyen a forjarla. Así, elecciones del Presidente y el Parlamento es un camino
�e debe asegurar que en la asignación de recursos los tres para que la legitimidad siempre pueda ser reconquistada
niveles de gobierno dialoguen y acepten reglas públicas cambiando al representante.
para su definición y utilización.
Regreso a los ya citados principios del gobierno
representativo, cuya práctica impulsó el desarrollo de la·
democracia en el planeta a pesar de las vacilaciones de
todos los tiempos. El pueblo peruano goza eligiendo. Ha
experimentado la elección de autoridades y se afianzó la
democracia electoral con ello. No ocurre lo mismo con el
segundo principio, la deliberación antes de decidir. Medi­
das como las propuestas contribuirán a acercarla a la ciu­
dadanía y a darle prestigio. Siempre será combatida p�:>r

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