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Bogotá D.C. veinte ocho (28) de abril de dos mil dieciséis (2017).
La Sala Especial de Seguimiento a la sentencia T-025 del 2004, integrada por
los Magistrados Luis Guillermo Guerrero Pérez, José Antonio Cepeda Amarís
(E) y Gloria Stella Ortiz Delgado, quien la preside, adopta la presente
providencia, con fundamento en los siguientes
I. ANTECEDENTES
1
Unidad para las Víctimas (UARIV). Solicitud de suspensión de sanciones por fallos de tutela — Estado de
Cosas Inconstitucional — Sentencia T-025 de 2004. Presentada el 11 de mayo del 2016, pág. 19.
2
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2
UARIV. Plan de trabajo para superar el atraso a la respuesta de peticiones y acciones de tutela de víctimas
que influye en que se altere la protección de las más vulnerables. Presentada el 08 de junio del 2016.
3
Agencia de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), Consejo Noruego para Refugiados (CNR) y la
Comisión de Seguimiento a la Política Pública de Desplazamiento Forzado (CSPPDF).
4
UARIV. Plan de trabajo ajustado. Ajustes en virtud de los Autos 373, 395 y 495 de 2016, a los comentarios
y observaciones de los organismos de control y acompañantes al proceso de seguimiento de la Sentencia T 025
de 2004, a lo señalado en el Plan de Trabajo presentado por la Unidad para las Víctimas en junio. Presentado
el 11 de noviembre de 2016
5
UARIV. Respuesta al auto 605 de 2016 de la Corte Constitucional. Presentado el 20 de enero del 2017.
6
UARIV. Op.Cit. Plan de Trabajo. Pág. 5.
3
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(i) La UARIV y la ANDJE sostienen que para lograr cumplir con la orden de
entrega en los términos dispuestos judicialmente se ve forzada a desembolsar
de manera directa e inmediata la ayuda humanitaria y la indemnización
administrativa, sin importar el nivel de vulnerabilidad del solicitante, ni su
relación con el de otras víctimas que requieren de las mismas medidas.11 Como
resultado de lo anterior, a juicio las solicitantes, un porcentaje elevado de
solicitantes que acceden a la ayuda humanitaria, a través de la vía judicial, ya
no son destinatarios legítimos de esos recursos. Lo anterior, porque han
superado sus necesidades en materia de subsistencia mínima,12 o bien porque se
encuentran en una situación de vulnerabilidad menor, en comparación con
aquellas otras víctimas que aguardan su turno de acuerdo con las rutas
administrativas ordinarias;13 presentándose así, en ambos casos, una
vulneración del derecho a la igualdad.
7
UARIV. Op.Cit. Plan de Trabajo. Pág. 5
8
“Dado que la Unidad para las Víctimas no está en capacidad operativa de responder oportunamente a las miles
de acciones de tutela diarias, esta versión no logra ser confrontada por los jueces con los registros
administrativos con los que cuenta la Entidad”. UARIV. Op.Cit. Solicitud. Pág 6.
9
“La falta de verificación exhaustiva obedece a que la Unidad para las Víctimas debe cumplir órdenes judiciales
de tutela que en su mayoría otorgan 48 horas. Como podrá entenderse, y es apenas natural dada la especificidad
y complejidad del asunto, este plazo excede las capacidades de la Entidad”. UARIV. Op.Cit. Solicitud. Pág 4.
10
“Los despachos judiciales, al no tener una respuesta a la acción de tutela consideran ciertas las afirmaciones
esgrimidas, cuando no necesariamente corresponden a la real situación de la víctima”. UARIV. Op.Cit. Plan de
Trabajo, pág. 22.
11
UARIV. Op.Cit. Solicitud. Pág 4.
12
“La Unidad para las Víctimas realizó una verificación de la situación de vulnerabilidad de los tutelantes y
evidenció que el 54 % de ellos, ha superado sus necesidades en subsistencia mínima, es decir, no es la población
más vulnerable”. UARIV. Op.Cit. Plan de Trabajo, pág. 21.
13
“El 73% de las víctimas que interponen acción de tutela, pertenecen a las categorías de vulnerabilidad baja y
media baja, y solo el 7% corresponde a la población más vulnerable, de manera que, las acciones de tutela
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En efecto, para responder de manera oportuna a este recurso judicial, y así evitar
las sanciones que puedan surgir de un posible incumplimiento, la
administración ha debido crear una ruta especial que privilegia y prioriza las
solicitudes que ingresan por concepto de acciones de tutela, por encima de las
rutas administrativas ya dispuestas para el resto de la población; esto es, sobre
el proceso ordinario establecido en función de los criterios de vulnerabilidad,
medición de carencias y priorización que rigen a todo el universo de víctimas.15
pueden conllevar a mayor desigualdad en la protección de los derechos de las víctimas.” UARIV. Op.Cit. Plan
de Trabajo, pág. 21.
14
UARIV. Op.Cit. Plan de Trabajo, pág. 20.
15
“El constante crecimiento de la acción de tutela para acceder a la medida de atención humanitaria la convierte
en un criterio cada vez más importante de priorización para la población víctima // Se ha constituido una ruta
especifica que permita dar cumplimiento a las órdenes judiciales, la cual ha mantenido una tendencia creciente.”
UARIV. Op.Cit. Solicitud, págs. 4 y 6; Plan de Trabajo, Op. Cit. págs. 19 y 22.
16
“La práctica de la política ha entendido que la entrega de atención humanitaria obedece a un apoyo o auxilio
económico sistemático e independiente de la vulnerabilidad, situación contraria a la jurisprudencia
constitucional y que fortalece la acción de intermediarios que logran mediante interpretaciones ajenas a la
realidad, pero convincentes, que las víctimas bien directamente, bien con mandatos, incluso mediante la agencia
oficiosa, formulen derechos de petición y acciones de tutela que han desestabilizado la respuesta a dicha
población en términos de coherencia, fondo y oportunidad.” UARIV. Op.Cit. Plan de Trabajo. Pág. 22.
5
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Primero. Disponer, con efectos inter communis, que los jueces de la República,
en el momento de resolver las acciones de tutela que reclaman el
reconocimiento de las medidas de ayuda humanitaria o indemnización
administrativa, y/o la protección del derecho de petición cuando se encuentra
relacionado con esos componentes, sigan la siguiente regla:
17
“A la fecha existen 156 órdenes de arresto vigentes en contra de algunos de los directivos de la Entidad, de
los cuales 111 son en contra de la Directora General. Se estima que cerca del 98% de los casos de sanciones
confirmadas tienen implícita una orden de arresto, y en materia de sanciones de multa, se refleja un alto volumen
de procesos coactivos adelantados por los Consejos Seccionales de la Judicatura en contra de los directivos de
la Entidad. La Unidad para las Víctimas registra la existencia de 355 procesos coactivos por una suma superior
a $628 millones, donde 256 procesos se adelantan contra la Directora General en cuantía aproximada a los 445
millones. Adicionalmente, efectuado un proceso de verificación sobre procesos de tutelas adelantados en los
distritos judiciales de Medellín, Montería, Villavicencio y Florencia, se evidencia la existencia de
aproximadamente 990 tutelas en las cuales se impuso sanción de multa, en cuantía aproximada a $1.900
millones, y se encuentran pendiente de apertura del proceso de cobro persuasivo o coactivo”. UARIV. Op.Cit.
Solicitud. Págs. 3 y 7.
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límite que dispone la UARIV para cumplir las sentencias de tutela que
ordenaron la contestación de una petición o el reconocimiento de una
medida de asistencia, atención y reparación integral, o alguna asociada al
post registro.18
18
UARIV. Op.Cit. Plan de Trabajo. Pág. 79
19
UARIV. Op.Cit. Plan de Trabajo. Pág. 80
20
Ibídem.
21
UARIV. Op.Cit. Plan de Trabajo. Pág. 81
22
Defensoría del Pueblo (DP). Delegada para la Orientación y Asesoría a Víctimas. Análisis del modelo de
medición de carencias de subsistencia mínima. Presentado el 05 de julio del 2016, pág. 5; Procuraduría General
de la Nación (PGN). Observaciones sobre el plan de trabajo presentado por la UARIV para superar el atraso
en la respuesta a las peticiones y acciones de tutela presentadas por las víctimas del conflicto armado.
Presentado el 28 de junio de 2016, pág. 1; Comisión de Seguimiento a la Política Pública Sobre Desplazamiento
Forzado (CSPPDF). Algunas reflexiones jurídicas sobre la solicitud de suspensión de sanciones por desacato
presentada por la UARIV y la ADJE a la Sala Especial de Seguimiento de la Sentencia T-025 de la Corte
Constitucional. Julio del 2016, pág. 8.
7
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23
DP. Op. Cit. Julio de 2016, págs. 7,30; PGN. Op.Cit. Junio de 2016, pág. 5. Consejo Noruego de Refugiados
(CNR). Auto 566 de 2016. Observaciones al traslado de documentación enviada por la Unidad Para la
Atención y Reparación Integral a las Víctimas en virtud de la solicitud efectuada en los autos 373, 395 y 495
de 2016. Sentencia T-025 de 2004. Presentado el 17 de enero de 2017, pág. 5; Contraloría General de la
República (CGR). Concepto de la CGR frente a la solicitud elevada por la UARIV y la ANDJE en torno a la
suspensión de las sanciones impuestas a las directivas de la UARIV, derivadas del desacato de fallos de tutela.
Presentado el 28 de junio de 2016, pág. 8.
24
DP. Op.Cit. Julio de 2016, págs. 7-8; CGR. Op.Cit. Junio de 2016, pág. 6.
25
PGN. Op.Cit. Junio de 2016, pág. 2. CSPPDF. Op.Cit. Julio de 2016, pág. 5; CNR. Op.Cit. Enero de 2017,
pág. 3; CGR. Op.Cit. Junio de 2016, págs. 27-28.
26
DP. Op.Cit. Julio de 2016, pág. 16; CSPPDF, Op.Cit. Julio de 2016, págs. 3-4.
27
DP. Op.Cit. Julio de 2016, págs. 16-17; CSPPDF. Op.Cit. Julio de 2016, págs. 4-5.
28
DP. Op.Cit. Julio de 2016, pág. 44; CNR. Op.Cit. Enero de 2017, pág 3; CSPPDF. Op.Cit. Julio de 2016,
pág. 6.
29
DP. Op.Cit. Julio de 2016, págs. 24-25; CGR. Op.Cit. Junio de 2016, pág. 21.
30
PGN. Pág. 2. CSPPDF, Págs. 5-6, 10.
8
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Sobre la competencia de la Corte para dictar autos que aseguren el cumplimiento de lo ordenado en una
sentencia de tutela, ver, entre otros, los autos 010 y 045 de 2004 (M.P. Rodrigo Escobar Gil). Ver también la
sentencia T-086 de 2003 (M.P. Manuel José Cepeda Espinosa).
32
Corte Constitucional. Auto 373 del 2016 (M.P. Luis Ernesto Vargas).
33
Corte Constitucional. Sentencia T-388 del 2013 (M.P. María Victoria Calle). Reiterada en el auto 373 del
2016 (M.P. Luis Ernesto Vargas).
34
Corte Constitucional. Sentencia T-388 del 2013 (M.P. María Victoria Calle). Reiterada en el auto 373 del
2016 (M.P. Luis Ernesto Vargas).
35
Cf. Corte Constitucional. Sentencia T-762 de 2015 (M.P. Gloria Stella Ortiz). Reiterada en el auto 373 del
2016 (M.P. Luis Ernesto Vargas).
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La UARIV afirma que no cuenta con la capacidad, por sí misma, para superar
esta situación, porque los términos legales que impone el ordenamiento jurídico
para responder a las acciones de tutela la fuerzan a darle prioridad a la ruta
judicial sobre la ruta administrativa (D. 2591/91, arts. 27 y 29). En esa medida,
la entidad considera que se encuentra atada a la obligación de dar una respuesta
oportuna al número creciente de decisiones judiciales, las cuales, al centrarse
en los casos individuales y concretos, pierden de vista “en su conjunto” el
desequilibrio administrativo que se está provocando. Por lo anterior, solicitó la
intervención de esta Corte, para que, en tanto tribunal de cierre de la jurisdicción
constitucional y en sede de seguimiento a la sentencia T-025 del 2004, adopte
una serie de remedios que tengan en cuenta la perspectiva global de la política
pública, que permitan encauzar las funciones y labores que desempeña la
entidad de ordinario, superando los desequilibrios planteados.
Ahora bien, no se puede pasar por alto que la problemática planteada por la
UARIV y la ANDJE implica que esta Sala Especial adopte un conjunto de
medidas que afectan las labores que de ordinario desempeñan los jueces de la
República, en ejercicio de la independencia y la autonomía reconocida a nivel
constitucional (C.P. Artículos 228 y 230). Lo anterior, a pesar de que no es
competencia de esta Sala pronunciarse sobre la constitucionalidad de las
actuaciones judiciales que problematizan las solicitantes. Las consideraciones
y las medidas que se van a adoptar a continuación no deben entenderse, en
consecuencia, como un reproche de legalidad sobre asuntos que no han sido
sometidos al debido proceso constitucional. Más aún, si la práctica que están
denunciando las solicitantes sólo se puede apreciar desde una perspectiva
global, razón por la cual no es adecuado exigirles a los jueces un razonamiento
semejante cuando se pronuncian sobre los casos individuales que tienen bajo su
consideración. Por estas razones, los jueces conservan la facultad para apartarse
de las consideraciones y las medidas que a continuación se van a desarrollar, a
través de una carga argumentativa suficiente, clara y explícita.
(iii) Adicionalmente, las decisiones que proferirá esta Sala Especial deben
entenderse como parte de las problemáticas sobre las cuales decidió mantener
el seguimiento, mediante el auto 373 del 2016, relacionadas con las dificultades
en la implementación del Decreto 2569 del 2014,38 de una parte; y, de la otra,
con la falta de claridad acerca de los criterios de priorización y la suficiencia
presupuestal que afectan el componente de indemnización administrativa;39
aspectos sobre los cuales se profirieron las respectivas órdenes.40
38
Corte Constitucional. Auto 373 del 2016 (M.P. Luis Ernesto Vargas). Sección 2.3.2.2.2. (i)-(vi).
39
Corte Constitucional. Auto 373 del 2016 (M.P. Luis Ernesto Vargas). Sección 2.2.2. (iii) (a) y (b).
40
Corte Constitucional. Auto 373 del 2016 (M.P. Luis Ernesto Vargas). Órdenes tercera y vigésimo sexta
(presupuesto/indemnización administrativa), y trigésimo segundo y trigésimo tercero (ayuda humanitaria).
41
“Esta Sala Especial considera, al igual que la Contraloría General de la República y la Defensoría del Pueblo,
que es acertado el propósito que persigue el Gobierno para identificar a aquellas personas que en la actualidad
se encuentran en situaciones de urgencia extraordinaria, en condiciones altas de vulnerabilidad y/o que no se
encuentran en condiciones para asumir su sostenimiento, que todavía requieren de la entrega de la ayuda. En
consecuencia, es necesario identificar a aquellas personas que no presentan esas condiciones acentuadas de
vulnerabilidad, que han accedido a otras fuentes de ingresos estables, y que ya superaron la fase de emergencia
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Así, la situación que plantean las mencionadas entidades puede envolver, como
ya se enfatizó, una asignación inequitativa de recursos en materia de ayuda
humanitaria entre las personas desplazadas, cuya corrección requiere, no
obstante, que las autoridades sean sumamente sensibles frente a las personas
que presentan mayores niveles de vulnerabilidad. A su vez, las medidas que
sugieren la UARIV y la ANDJE en materia de indemnización administrativa,
no sólo deben garantizar la igualdad entre quienes solicitan tales recursos, sino
que deben enmarcarse dentro de las reglas precisas y transparentes que ordenó
este Tribunal, acerca de las condiciones en las cuales las personas desplazadas
van a recibir tales recursos.
Finalmente, si bien esta solicitud es un asunto que no fue previsto en el auto 373
del 2016, esta Sala considera necesario pronunciarse al respecto, debido a la
naturaleza dialógica y participativa que inspira el proceso de seguimiento a la
Sentencia T-025 del 2004. En virtud de lo anterior, esta Sala Especial aborda
las situaciones que surgen en el marco de la política pública, no sólo
concernientes a la población desplazada, los actores de la sociedad civil y los
Órganos de Control, sino, también, al Gobierno Nacional, en tanto guarden una
relación temática con los bloqueos y las prácticas inconstitucionales definidas
en el auto 373 del 2016, contribuyan al cumplimiento de las órdenes proferidas,
y faciliten alcanzar los fines que se persiguen en ese pronunciamiento, en cada
uno de los componentes analizados.
Ahora bien, no se puede pasar por alto que la problemática planteada por la
UARIV y la ANDJE implica que esta Sala Especial adopte un conjunto de
medidas que afectan las labores que de ordinario desempeñan los jueces de la
República, en ejercicio de la independencia y la autonomía reconocida a nivel
constitucional (C.P. Artículos 228 y 230). Lo anterior, a pesar de que no es
competencia de esta Sala pronunciarse sobre la constitucionalidad de las
actuaciones judiciales que problematiza la Unidad para las Víctimas. Las
consideraciones y las medidas que se van a adoptar a continuación no deben
entenderse, en consecuencia, como un reproche de legalidad sobre asuntos que
no han sido sometidos al debido proceso constitucional. Más aún, si la práctica
que está denunciando el Gobierno Nacional sólo se puede apreciar desde una
perspectiva global, razón por la cual no es adecuado exigirles a los jueces un
razonamiento semejante cuando se pronuncian sobre los casos individuales que
tienen bajo su consideración. Por estas razones, los jueces conservan la facultad
para apartarse de las consideraciones y las medidas que a continuación se van a
desarrollar, a través de una carga argumentativa suficiente, clara y explícita.
Antes de plantear los problemas jurídicos que es preciso resolver para dar
respuesta a las solicitudes presentadas por el Gobierno Nacional, esta Sala
considera que es pertinente hacer algunas aclaraciones concernientes a los
argumentos que plantearon los organismos de control y acompañantes del
proceso de seguimiento, recogidos en el acápite anterior.
45
Corte Constitucional. Auto 373 del 2016 (M.P. Luis Ernesto Vargas).
13
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Por lo tanto, el argumento general planteado por los intervinientes, acorde con
el cual es necesario, en primer lugar, superar el ECI antes que adoptar medidas
para corregir la “crisis actual” -como pueden ser las solicitudes planteadas por
el Gobierno-, pasa por alto la necesidad de adoptar una serie de acciones que
permitan corregir, si bien no toda la política pública, sí las arbitrariedades que
pueden estar ocurriendo de ordinario, con ocasión de la “crisis” que exponen
las autoridades.
Esto no quiere decir, sin embargo, que la decisión que vaya a adoptar esta Sala
Especial excuse a las autoridades, no sólo por la persistencia del ECI -ya
transcurridos trece años desde su declaratoria-, sino también por abstenerse de
responder en términos a las peticiones y a las acciones de tutela. Por ello, esta
Sala comparte la apreciación de la Sala Novena de Revisión de la Corte
Constitucional que, en el caso de COLPENSIONES, consideró lo siguiente: “lo
que interesa a la Corte en la presente causa es la protección de los derechos
fundamentales de los usuarios, amenazados por las acciones y omisiones de las
entidades, sin perjuicio de los reproches de índole constitucional a que haya
lugar (…) o las decisiones que en el ámbito de sus competencias tomen los
respectivos órganos de control”.46
Esta Sala Especial considera que las solicitudes elevadas por la UARIV y la
ANDJE plantean cuestiones profundas que es preciso esclarecer antes de
analizarlas en concreto. Así, cuando la UARIV solicita a la Corte que exhorte a
los jueces para que se abstengan de impartir órdenes relacionadas con
reconocimientos económicos en materia de ayuda humanitaria e indemnización
administrativa, y para posponer su cumplimiento, su postura parece poner en
entredicho que la acción de tutela sea, en estos casos, el mecanismo idóneo y
eficaz para proteger los derechos fundamentales de las personas desplazadas.
Esto va de la mano con un cuestionamiento del uso indebido de la agencia
oficiosa que, a juicio del Gobierno, algunos intermediarios promueven para
reivindicar los derechos de la población desplazada.
Luego, esta Sala Especial debe resolver los siguientes problemas jurídicos: en
aquellos casos en los que las autoridades enfrentan situaciones de bloqueo
46
Corte Constitucional. Auto 110 de 2013 (MP. Luis Ernesto Vargas Silva)
14
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II. CONSIDERACIONES
47
A través de la agencia oficiosa se han reivindicado los derechos de la población desplazada relacionados con
el registro, el derecho de petición, la ayuda humanitaria, el acceso a la vivienda, las garantías frente a los
desalojos, el retorno y la reubicación, entre otros. Acerca de línea jurisprudencial sobre agencia oficiosa para la
población desplazada, ver las siguientes sentencias: T-025 de 2004 (M.P. Manuel José Cepeda Espinosa), T-
078 de 2004 (Clara Inés Vargas Hernández), T-284 de 2005 (M.P. Alfredo Beltrán Sierra), T-1067 de 2007
(M.P. Manuel José Cepeda Espinosa), T-190 de 2009 (M.P. Luis Ernesto Vargas Silva), T-177 de 2010 (M.P.
Luis Ernesto Vargas Silva), T-367 de 2010 (M.P. María Victoria Calle Correa), T-109 de 2011 (M.P. Luis
Ernesto Vargas Silva), T-267 de 2011 (M.P. Mauricio González Cuervo), T-312 de 2011 (M.P. Juan Carlos
Henao Pérez), T-182 de 2012 (M.P. María Victoria Calle Correa), T-091 de 2013 (M.P. Luis Guillermo
Guerrero Pérez), T-732 de 2013 (M.P. María Victoria Calle Correa), T-470 de 2014 (M.P. Luis Guillermo
Guerrero Pérez) y T-626 de 2016 (M.P. María Victoria Calle Correa).
48
Corte Constitucional. Sentencia T-367 de 2010 (M.P. María Victoria Calle Correa).
49
Corte Constitucional. Sentencia T-177 de 2010 (M.P. Luis Ernesto Vargas Silva).
50
Corte Constitucional. Sentencias T-267 de 2011 (M.P. Mauricio González Cuervo) y T-312 de 2011 (M.P.
Juan Carlos Henao Pérez).
51
Corte Constitucional. Sentencia T-732 de 2013 (M.P. María Victoria Calle Correa).
52
Corte Constitucional. Sentencias T-109 de 2011 (M.P. Luis Ernesto Vargas Silva) y T-091 de 2013 (M.P.
Luis Guillermo Guerrero Pérez).
16
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Esto no quiere decir, sin embargo, que los promotores de la agencia oficiosa se
encuentren exentos de cumplir con ciertos requisitos mínimos para ejercerla.
Esta figura está sujeta a la verificación de una serie de requisitos con el objetivo
de que las tutelas promovidas a favor de la población desplazada, especialmente
las de carácter masivo, no se desnaturalicen, no sean producto de actuaciones
temerarias, no vayan en contra de su consentimiento y, sobre todo, no deriven
en abusos en contra de este grupo vulnerable.
En los casos en los cuales los líderes comunitarios, los particulares, y los hijos
fungen como agentes oficiosos de sus padres desplazados, esta Corporación ha
requerido, asimismo, que se cumpla con los siguientes requisitos: (i) que se
demuestre que el interés de los agentes oficiosos es serio y real; (ii) que, en ese
orden de ideas, los recursos interpuestos estén dirigidos a proteger los derechos
de los agenciados; (iii) que los agentes oficiosos manifiesten que actúan en tal
calidad; (iv) que estos individualicen a quienes representan, (v) que evidencien
los motivos por los cuales sus agenciados no pueden defender sus derechos por
sí mismos; y (vi) que los agenciados no expresen desacuerdo con la
representación ejercida por sus agentes.54
Para el caso de los hijos que interponen la acción de tutela en nombre de sus
padres desplazados, haciendo uso de la figura de la agencia oficiosa, la Corte
53
Corte Constitucional. Sentencias T-025 de 2004 (M.P. Manuel José Cepeda Espinosa), T-367 de 2010 (M.P.
María Victoria Calle Correa), T-267 de 2011 (M.P. Mauricio González Cuervo) y T-182 de 2012 (M.P. María
Victoria Calle Correa). En la T-267 de 2011, esta Corporación dio especial relevancia a dos de los tres requisitos
exigidos para los casos de agencia oficiosa cuando se trata de asociaciones de población desplazada, a saber:
acreditación de la existencia y representación legal de la asociación, y ausencia de indicios de que se obra en
contra de la voluntad de los representados. Adicionalmente, en este caso se hizo énfasis en que los agentes
oficiosos, además de ser los representantes legales de la asociación de población desplazada, eran también
miembros de la comunidad representada. En la T-367 de 2010 y T-182 de 2012, tras analizar las tutelas
interpuestas por organizaciones defensoras de derechos humanos y de población desplazada, respectivamente,
esta Corporación concluyó que sí se cumplía de manera estricta con los tres requisitos mínimos de la agencia
oficiosa para estos casos.
54
Corte Constitucional. Sentencias T-177 de 2010 (M.P. Luis Ernesto Vargas Silva), T-312 de 2011 (M.P. Juan
Carlos Henao Pérez), T-732 de 2013 (M.P. María Victoria Calle Correa) y T-470 de 2014 (M.P. Luis Guillermo
Guerrero Pérez).
17
Auto 206 del 2017
55
“[El accionante] también presenta la acción de tutela en nombre de sus padres como agente oficioso, pues
para ello también reúne los requisitos constitucionales. En efecto, (i) el accionante manifestó explícitamente en
su escrito de demanda que está actuando en nombre de sus padres, Manuela Cruz Trochez y Cesar Otero Arce,
y (ii) existen razones para afirmar que ellos no pueden instaurar la acción de tutela a nombre propio. El
accionante presentó prueba de que su padre sufre de “elefantiasis”, síndrome que le impide movilizarse con
facilidad, y que su madre, de la tercera edad, se encuentra al cuidado de él”. Corte Constitucional. Sentencia T-
177 de 2010 (M.P. Luis Ernesto Vargas Silva).
56
Corte Constitucional. Sentencia T-177 de 2010 (M.P. Luis Ernesto Vargas Silva). No obstante, no hay que
confundir esta figura de la agencia oficiosa que ejercen los hijos en nombre de sus padres, con la de la
representación legal que ejercen los padres a favor de sus hijos, cuando éstos no pueden hacer valer sus
derechos fundamentales por sí mismos. Acerca de la interposición de la acción de tutela por parte del
representante legal del titular de derechos, como ocurre en el caso de menores de edad, ver las sentencias T-
1019 del 2006 (Jaime Córdoba Triviño), T-1166 del 2005 (M.P. Rodrigo Escobar Gil), entre otras.
57
Corte Constitucional. Sentencias T-025 de 2004 (M.P. Manuel José Cepeda Espinosa), T-267 de 2011 (M.P.
Mauricio González Cuervo) y T-470 de 2014 (M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez).
58
La Corte determinó que, cuando se trata de comunidades indígenas desplazadas, “los requisitos establecidos
para la representación de sus derechos se hacen menos exigentes (…) en aras de brindar una protección efectiva
de los derechos fundamentales que se estiman vulnerados.” Sentencia T-091 de 2013 (M.P. Luis Guillermo
Guerrero Pérez).
59
Corte Constitutionnel. Sentencias T-025 de 2004 (M.P. Manuel José Cepeda Espinosa), T-267 de 2011 (M.P.
Mauricio González Cuervo), T-312 de 2011 (M.P. Juan Carlos Henao Pérez) y T-091 de 2013 (M.P. Luis
Guillermo Guerrero Pérez).
60
Corte Constitucional. Sentencias T-025 de 2004 (M.P. Manuel José Cepeda Espinosa), T-312 de 2011 (M.P.
Juan Carlos Henao Pérez) y T-091 de 2013 (M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez). En la T-025 de 2004, dos
de los ocho expedientes de tutelas masivas acumulados que habían sido presentados bajo la figura de agencia
oficiosa no contaban con la acreditación de la existencia y representación de la asociación de población
desplazada. No obstante, al percatarse de que los documentos que acreditaban estas situaciones se encontraban
en otro de los expedientes acumulados, los hizo extensivos para estos dos y, finalmente, admitió las tutelas. En
la T-312 de 2011, esta Corporación estimó que, pese a que no se acreditaba la existencia y representación de
una organización de población desplazada formalmente constituida, existían suficientes documentos de soporte
que acreditaban el liderazgo comunitario del demandante o su calidad de agente oficioso, así como el interés de
sus representados en seguir reivindicando sus derechos a través de la vocería del demandante, razón por la cual
este Tribunal encontró legitimación por activa y admitió la tutela. En la sentencia T-191 de 2013, la Corte
estableció que cuando no existieran documentos formales que acreditaran la representación dentro de demanda
de tutela interpuesta, el juez debía asumir un rol activo y valorar en conjunto las demás actuaciones procesales
y documentos que acreditaran tal representación, y él mismo vincular de manera oficiosa al proceso a los
representados.
18
Auto 206 del 2017
61
Corte Constitucional. Sentencias T-284 de 2005 (M.P. Alfredo Beltrán Sierra), T-470 de 2014 (M.P. Luis
Guillermo Guerrero Pérez) y T-626 de 2016 (M.P. María Victoria Calle Correa).
62
La Corte ha aceptado los siguientes medios de prueba para acreditar tales requisitos: actas de las reuniones
de las asociaciones de población desplazada en las que se acuerda la presentación de tutelas colectivas; escritos
en los que se individualizan a los asociados o miembros de las organizaciones de población desplazada; escritos
individuales de los asociados que se asemejan a poderes judiciales respecto de sus representantes; registros de
la constitución y representación legal de las organizaciones de población desplazada y defensoras de derechos
humanos; cédulas de ciudadanía de los representados; cartas de los desplazados representados en las que,
además de resumir los diferentes trámites administrativos que han agotado para reclamar sus derechos,
mencionan que el agente oficioso o quien interpuso la tutela también los acompañó durante estas actuaciones
administrativa, lo que permite corroborar que el agente oficioso no es un mero tramitador, sino alguien que los
ha venido representando durante todos los procedimiento; y documentación sobre los procesos de los
desplazados que han sido acompañados y representados en sus trámites por el agente oficioso.
63
En la sentencia T-470 de 2014 (M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez), por ejemplo, la Corte encontró que no
se cumplían los presupuestos de la agencia oficiosa para que una mujer desplazada actuara en nombre de toda
la comunidad desplazada y asentada irregularmente en el sector Villa Myriam de Codazzi, Cesar. A juicio de
esta Corporación, la actora no sólo no individualizó a nombre de quiénes actuaba, sino que tampoco acreditó
tener mandato legal a tales efectos o ser la representante o vocera de una organización de población desplazada.
La actora tampoco explicó los motivos que fundamentaban su actuación en calidad de agente oficiosa, a saber,
la imposibilidad de los titulares de los derechos fundamentales de defenderlos por sí mismos. En la T-025 de
2004 (M.P. Manuel José Cepeda Espinosa), por ejemplo, la Corte, después de haber acumulado 8 expedientes
de tutelas interpuestas de manera masiva, encontró que una de las tutelas no reunía los tres requisitos propios
de la agencia oficiosa cuando se trata de asociaciones de población desplazada, pues no se allegó la
documentación necesaria para acreditarlos. Por tal motivo, la Corte desestimó la mencionada tutela.
64
La Corte Constitucional se empezó a preocupar de esta problemática, aunque no siempre de manera explícita,
aproximadamente a partir del año 2000, en las sentencias SU-1150 del 2000 (M.P. Eduardo Cifuentes), T-1635
del 2000 (M.P. José Gregorio Hernández Galindo) y T-327 del 2001 (M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra).
Esta línea se empieza a consolidar en el periodo 2000-2010 en las siguientes sentencias: T-1346 de 2001 (M.P.
Rodrigo Escobar Gil), T-098 de 2002 (M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra), T-419 de 2003 (M.P. Alfredo
Beltrán Sierra), T-985 de 2003 (M.P. Jaime Córdoba Triviño), T-1094 de 20004 (M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa), T-813 de 2004 (M.P. Rodrigo Uprimny Yepes), T-563 del 2005 (M.P. Marco Gerardo Monroy
Cabra), T-882 del 2005 (M.P. Álvaro Tafur Gálvis), T-1144 del 2005 (M.P. Álvaro Tafur Gálvis), T-086 del
2006 (M.P. Clara Inés Vargas Hernández ), T-468 del 2006 (M.P. Humberto Antonio Sierra Porto), T-821 de
2007 (M.P. Catalina Botero), T-188 de 2007 (M.P. Álvaro Tafur Galvis) y T-496 del 2007 (M.P. Jaime Córdoba
Triviño), T-605 de 2008 (M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra), T-391 de 2008 (M.P. Marco Gerardo Monroy
Cabra), T-038 del 2009 (M.P. Rodrigo Escobar Gil), T-042 de 2009 (M.P. Jaime Córdoba Triviño).
19
Auto 206 del 2017
65
La Corte Constitucional ha reconocido que la acción de tutela es procedente para proteger los derechos de las
personas desplazadas porque “en muchas ocasiones, debido al trámite administrativo y a la concurrencia de
personas que se encuentran en la misma situación, es imposible que se les otorgue los auxilios que legalmente
el Estado les quiere brindar con el fin de que tengan una vida digna y más llevadera”. Sentencias. T-419 de
2003 (M.P. Alfredo Beltrán Sierra) y T-985 de 2003 (M.P. Jaime Córdoba Triviño), T-086 de 2006 (M.P. Clara
Inés Vargas Hernández) y T-627 de 2010 (M. P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub).
20
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66
Corte Constitucional. Sentencia T-821 del 2007 (M.P. Catalina Botero).
67
Corte Constitucional. Sentencia T-188 de 2007 (M.P. Álvaro Tafur Galvis).
68
Corte Constitucional. Sentencia T-468 de 2006 (M.P. Humberto Antonio Sierra Porto).
69
“Cuando el Estado incumple con su deber de suministrar atención a la población desplazada para que cese la
vulneración masiva de sus derechos fundamentales, la tutela es el mecanismo idóneo y expedito para lograr la
protección de los mismos en vista de la precaria situación en la que se encuentran y del peligro inminente que
afrontan”. Corte Constitucional. Sentencia T-563 del 2005 (M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra), haciendo
referencia a la sentencia T-1346 de 2001 (M.P. Rodrigo Escobar Gil). En la misma dirección, ver las sentencias
T-985 de 2003 (M.P. Jaime Córdoba Triviño), T-086 de 2006 (M.P. Clara Inés Vargas Hernández), T-605 de
2008 (M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra) y T-042 de 2009 (M.P. Jaime Córdoba Triviño).
70
Corte Constitucional. Sentencia T-086 del 2006 (M.P. Clara Inés Vargas Hernández).
71
Corte Constitucional. Sentencia T-517 de 2010 (M.P. Mauricio González Cuervo), reiterada en la T-085 de
2010 (M.P. María Victoria Calle Correa).
72
Corte Constitucional. Sentencias T-086 del 2006 (M.P. Clara Inés Vargas Hernández) y T-042 de 2009 (M.P.
Jaime Córdoba Triviño).
21
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73
Corte Constitucional. Sentencia T-1346 de 2001 (M.P. Rodrigo Escobar Gil). En la misma dirección, ver las
sentencias T-496 de 2007 (M.P. Jaime Córdoba Triviño) y la T-563 del 2005 (M.P. Marco Gerardo Monroy
Cabra), haciendo referencia a las sentencias T-227 de 1997 (M.P. Alejandro Martínez Caballero), T-327 de
2001 (M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra), T-1346 de 2001 (M.P. Rodrigo Escobar Gil), T-098 de 2002 (M.P.
Marco Gerardo Monroy Cabra), T-268 de 2003 (M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra), T-813 de 2004 (M.P.
Rodrigo Uprinmy Yepes) y T-1094 de 2004 (M.P. Manuel José Cepeda Espinosa).
74
Corte Constitucional. Sentencia T-042 de 2009 (M.P. Jaime Córdoba Triviño). En la misma dirección, la
Corte sostuvo lo siguiente: “debido a que no existe en el ordenamiento jurídico una acción judicial idónea y
eficaz para proteger los derechos fundamentales de la población víctima del fenómeno del desplazamiento
interno, la acción de tutela se revela como el mecanismo adecuado para garantizar el goce efectivo de sus
derechos mínimos”. Sentencia T-364 del 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil).
75
“Al ser sujetos de especial protección, [las personas desplazadas] requieren de una defensa constitucional,
por lo que el juez de tutela debe evaluar con particular atención las circunstancias de debilidad manifiesta e
indefensión en las que se encuentra el titular de los derechos invocados”. Corte Constitucional. Sentencia T-
869 de 2008 (M.P. Mauricio González Cuervo).
76
“Debe quedar claro que, debido a la gravedad y a la extrema urgencia a la que se ven sometidas las personas
desplazadas, no se les puede someter a la interposición de interminables solicitudes a la coordinadora del
Sistema. Aquello constituye la imposición de cargas inaguantables, teniendo en cuenta las condiciones de los
desplazados, y son factores que justifican la procedencia de la acción de tutela”. Corte Constitucional. Sentencia
T-086 de 2006 (M.P. Clara Inés Vargas Hernández).
77
Corte Constitucional. Sentencias T-882 de 2005 (M.P. Álvaro Tafur Galvis), T-1144 de 2005 (M.P. Álvaro
Tafur Galvis), T-086 del 2006 (M.P. Clara Inés Vargas Hernández) y T-042 de 2009 (Jaime Córdoba Triviño).
22
Auto 206 del 2017
Así las cosas, este Tribunal ha concluido que la excepción o atenuación a favor
de los grupos vulnerables del cumplimiento de las exigencias que contempla el
ordenamiento jurídico para toda la población, es procedente cuando tales
requisitos implican, en el caso concreto, una carga desproporcionada para el
accionante; pues de lo contrario, no sólo se vulneraría el principio de igualdad,
sino también se desconocería de manera flagrante la naturaleza subsidiaria y
residual de la acción de tutela. Conforme lo ha sostenido la Corte
Constitucional, “corresponde al juez de tutela hacer una valoración del caso
que a la vez permita a los sujetos de especial protección hacer valer las
83
Corte Constitucional Sentencia T-086 del 2006 (M.P. Humberto Antonio Sierra Porto), haciendo referencia
a la T-175 de 2005 (M.P. Jaime Araujo Rentería). En la misma dirección, ver las sentencias: T-563 de 2005
(M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra), T-882 de 2005 (M.P. Alvaro Tafur Galvis), T-496 de 2007 (M.P. Jaime
Córdoba Triviño), entre muchas otras.
84
Corte Constitucional. Sentencia T-514 de 2010 (M.P. Mauricio González Cuervo), haciendo referencia a la
T-1316 de 2001 (M.P. Rodrigo Uprimny Yepes). Reiterada en la sentencia T-971 de 2005 (M.P. Jaime Córdoba
Triviño), en materia de ayuda humanitaria.
85
Corte Constitucional. Sentencia T-514 de 2010 (M.P. Mauricio González Cuervo).
86
“De un lado, es preciso tomar en consideración las características globales del grupo [que goza de especial
protección constitucional]. Pero además, es necesario atender las particularidades de la persona individualmente
considerada, esto es, en el caso concreto’”. Corte Constitucional. Sentencia T-971 de 2005 (M.P. Jaime Córdova
Triviño), haciendo referencia a la sentencia T-1316 de 2001 (M.P. Rodrigo Uprimny Yepes).
24
Auto 206 del 2017
Así, a manera ilustrativa, este Tribunal encontró que las autoridades desconocen
estos principios y, con ello, imponen cargas desproporcionadas a las personas
desplazadas, que justifican acudir a la acción de tutela para así acceder a un bien
o servicio específico, cuando: (i) les exigen requisitos adicionales a los
consagrados en la ley o el reglamento para acceder a sus derechos;91 (ii) la
87
Corte Constitucional. Sentencia T-514 de 2010 (M.P. Mauricio González Cuervo).
88
Mientras los requisitos sustantivos hacen referencia a un parámetro de probidad en las actuaciones de las
personas cuando, en este caso, se acercan a la administración; los requisitos procesales tienen que ver con la
carga que tienen que asumir las personas dentro de los procesos judiciales, para acreditar los hechos que se
alegan en sustento de las pretensiones. Cf. Corte Constitucional. Sentencia C-330 del 2016 (M.P. María Victoria
Calle).
89
Corte Constitucional. Sentencia T-158 del 2017 (M.P. Alberto Rojas).
90
“Cuando se está ante una norma que consagra o desarrolla un derecho fundamental de las personas que han
sido desplazadas, su interpretación debe tener en cuenta, entre otros, el principio de favorabilidad en la
interpretación de las normas que protegen a la población desplazada; el principio de buena fe y el derecho a la
confianza legítima; y el principio de prevalencia del derecho sustancial propio del Estado Social de Derecho”.
Corte Constitucional. Sentencia T-572 del 2008 (M.P. Humberto Antonio Sierra Porto), haciendo referencias a
las sentencias T-136 de 2007 (M.P. Jaime Córdoba Triviño), T-025 de 2004 (M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa) y T-268 de 2003.
91
“En virtud de la aplicación del artículo 83 de la Carta Política, debe presumirse la buena fe en la actuación
de los particulares. En el caso de los desplazados, para recibir la ayuda del Gobierno, el exigir aportar nuevos
documentos, sin que estos estén siquiera relacionados en un decreto, implica presunción de mala fe”. Corte
Constitucional. Sentencia T-327 de 2001 (M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra). En la misma dirección, ver las
sentencias T-501 de 2009 (M.P. Mauricio González Cuervo), T-042 de 2009 (M.P. Jaime Córdoba Triviño) y
T-006 de 2009 (M.P. Jaime Córdoba Triviño).
25
Auto 206 del 2017
92
En la sentencia T-099 del 2010 (M.P. Gabriel Eduardo Mendoza), la Cortó conoció un caso en el que la
accionante interponía una tutela para solicitar la ayuda humanitaria de emergencia, alegando que Acción Social
se negaba a entregarla aduciendo que la accionante no había acreditado ante un juzgado, el ICBF o una
comisaría de familia, que había sido abandonada por su compañero permanente. La Corte consideró que era
acertado exigirle a los reclamantes “que deseen separarse del núcleo familiar que lo prueben”, pues de lo
contrario se estaría “cohonestando una actitud de mala fe de los reclamantes”. No obstante, consideró que una
prueba sumaria bastaba, como la declaración extra juicio rendida ante notario que respaldaba las declaraciones
que se habían realizado ante la administración. En tanto Acción Social no valoró estas actuaciones procesales,
la Corte encontró que desconoció los principios de legalidad, de buena fe y de la primacía del derecho material
sobre el sustancial. En la misma dirección, ver la sentencia T-234 del 2009 (M.P. Clara Elena Reales).
93
“Unos de los elementos que pueden conformar el conjunto probatorio de un desplazamiento forzado son los
indicios // Es contrario al principio de celeridad y eficacia de la administración el buscar llegar a la certeza de
la ocurrencia de los hechos, como si se tratara de la tarea de un juez dentro de un proceso // La aplicación del
principio de buena fe facilita la tarea del funcionario de la administración y le permite la atención de un número
mayor de desplazados”. Corte Constitucional. Sentencia T-327 de 2001 (M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra).
94
“La administración también hizo caso omiso del resto de pruebas aportadas en el momento de la solicitud de
registro. Se probó el carácter de desplazado porque además de su declaración, se anexa el certificado de
desplazamiento forzado expedido por el Personero Municipal de Condoto-Chocó. Si bien este no es el
funcionario que, según la reglamentación vigente, debe valorar las declaraciones rendidas, este funcionario sí
forma parte del Sistema. Además, es evidente que el concepto emanado de un funcionario de tal naturaleza y
de tal cercanía a la población donde ocurrió el desplazamiento, no debe excluirse de plano como prueba válida
por el mero hecho de no encajar en los parámetros establecidos por la normatividad vigente al momento de
expedirse tal concepto. Además de considerar insuficientes las declaraciones y el concepto del personero, la
administración pasó por alto la promesa de compraventa de un terreno en Condoto, la cual es indicio de posesión
de bienes en esa población. Estas pruebas valoradas a la luz de la sana crítica permiten concluir que se probó
plenamente la condición de desplazado del accionate”. Corte Constitucional. Sentencia T-327 de 2001 (M.P.
Marco Gerardo Monroy Cabra).
95
En la sentencia T-572 del 2008 (M.P. Humberto Antonio Sierra Porto), este Tribunal se pronunció sobre un
caso en el que las autoridades se negaron a entregar la ayuda humanitaria consagrada en la Ley 418 de 1997,
alegando que no se había acreditado que el daño fuera producto de un grupo organizado armado al margen de
la ley. Al respecto, la Corte consideró que la respuesta de la administración presuponía una interpretación
errónea de la Ley 418, en tanto esta ley “no establece una obligación de naturaleza reparatoria a cargo del
Estado, imputable a título de responsabilidad por los actos violentos perpetrados por grupos ilegales, sino que
se trata de prestaciones asistenciales dirigidas a mejorar las condiciones mínimas de existencia de las víctimas
que tienen su fuente en el principio de solidaridad social”. En la misma dirección, ver la sentencia T-559 de
2008 (M.P. Jaime Araujo Rentería).
96
“[No es admisible] que se considere que la accionante debía realizar acciones que fueran más allá de informar
a las autoridades correspondientes su condición de desplazada y de la de su familia. Si bien es cierto que existe
un mínimo de deber de agencia por parte de la persona desplazada, también lo es que dicho deber no puede
extenderse al punto de invertir la carga de acción, imponiendo de esta forma sobre la persona un deber
desproporcionado que vulnera sus derechos. En el presente caso, Acción Social vulneró los derechos
fundamentales de la accionante y su grupo familiar cuando, (i) conociendo a través de los mecanismos
dispuestos, que la persona se encuentra en situación que la convierte en sujeto de especial protección; (ii)
impone sobre ella una carga adicional de agencia para acceder a las ayudas dispuestas por la política pública de
asistencia [humanitaria]; (iii) justificando su omisión en una negativa sobre la solicitud de asistencia, sin ofrecer
prueba de ello, sin advertir la inversión de la prueba que opera en estos casos”. Corte Constitucional. Sentencia
T-085 de 2010 (M.P. María Victoria Calle Correa).
97
“El accionante, quien se encuentra en condición de desplazamiento forzado, solicita a Colfondos S.A. el
reconocimiento y pago de la pensión de sobrevivientes para sí y para su menor hija, en razón del fallecimiento
de su esposa, de quien dependían económicamente. La entidad demandada no reconoce la prestación, debido
a que no obstante los interesados han cumplido con los requisitos legales para ello, la aseguradora Colpatria,
se niega a transferir el valor de las sumas adicionales. Por lo tanto, la entidad demandada opuso los efectos de
26
Auto 206 del 2017
sus controversias contractuales particulares en contra del ejercicio de los derechos prestacionales del actor.
Corresponde a la entidad demandada ejercer las acciones legales tendientes al pago del siniestro, sin que pueda
diferir el reconocimiento y pago de la pensión a las resultas de ese litigio, pues ello constituiría una carga
irrazonable para el beneficiario de la prestación”. Corte Constitucional. Sentencia T-971 de 2005 (M.P.
Jaime Córdoba Triviño). En la misma dirección, ver la sentencia T-234 del 2009 (M.P. Clara Elena Reales).
98
El accionante “no debe padecer la inercia o morosidad de los organismos judiciales en la resolución de su
caso y mucho menos, debe soportar la carga probatoria frente a la presunta suplantación de identidad al
momento de efectuar el cobro del auxilio humanitario. // Los anteriores hechos no fueron controvertidos por
Acción Social, en consecuencia, los mismos deben interpretarse a la luz de los principios de buena fe y
favorabilidad, lo que conduce a entender que, pese a su situación personal, familiar y social, el accionante tuvo
la intención de iniciar los trámites para aclarar lo sucedido con su ayuda humanitaria. Como Acción
Social sólo trata de cubrir su incumplimiento en los resultados de investigaciones penales, esta Sala de Revisión
ordenará a esta entidad, que adopte las medidas necesarias para que el señor Omar Rojas pueda controvertir
dentro de un trámite administrativo interno y sumario, los hechos que dieron origen a la suplantación de
identidad ocurrida al momento de recibir el dinero correspondiente a la ayuda humanitaria de emergencia y al
mismo tiempo pueda allegar los documentos que posea o considere pertinentes para aclarar tal situación.” Corte
Constitucional. Sentencia T-234 del 2009 (M.P. Clara Elena Reales).
99
En la sentencia T-086 del 2006 (M.P. Clara Inés Vargas Hernández), la Corte conoció el caso de una persona
que presentó el recurso de reposición y luego el de apelación ante la decisión de la Red de Solidaridad Social
de negar su inscripción en el registro. Ante la contestación de la Red, que alegó que “la acción es improcedente
pues la señora tiene otros medios judiciales para objetar los actos administrativos que le negaron la inscripción
en el registro”, la Corte encontró que “aquellos constituye la imposición de cargas inaguantables, teniendo en
cuenta las condiciones de los connacionales desplazados” (énfasis agregados).
100
“Encuentra la Corte que al momento de resolver las tutelas, las ciudadanas desplazadas no habían obtenido
una respuesta oportuna y de fondo por parte de Acción Social a su petición de prórroga, por lo que tuvieron que
acudir a la acción de tutela para conseguir una contestación concreta a sus necesidades. Además, en la mayoría
de los casos la espera de la prórroga de la ayuda humanitaria llegó a prolongarse hasta por ocho meses,
generando una enorme incertidumbre a las accionantes y su grupo familiar.” Corte Constitucional. Sentencia
T-869 de 2008. (M.P. Mauricio González Cuervo). En la sentencia T-868 de 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil)
la Corte consideró que la interposición del derecho de petición, ante la demora de dos años por parte de la
administración para dar respuesta, era suficiente para que proceda la ayuda humanitaria, ante la precaria
situación económica que enfrenta la accionante. En la misma dirección, ver las sentencias T-391 de 2008
(Marco Gerardo Monroy Cabra) y T-586 del 2009 (M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub).
101
Corte Constitucional. Sentencia T-158 de 2017 (M.P. Alberto Rojas).
27
Auto 206 del 2017
Como expresión de este análisis casuístico, esta Corporación sostuvo que puede
resultar insuficiente, para acreditar los hechos alegados, que los actores se
limiten a poner su situación en conocimiento de las autoridades,118 o que se
113
Corte Constitucional. Sentencias T-391 de 2008 (M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra), T-560 del 2008
(M.P. Jaime Araújo Rentería), T-868 de 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil), T-869 de 2008 (M.P. Mauricio
González Cuervo).
114
“Es preciso acreditar la persistencia de las circunstancias [de vulnerabilidad], para lo cual se requiere el
impulso del interesado y la labor de verificación que debe cumplir la entidad. // No obra en el expediente
actuación alguna del actor, orientada a establecer la persistencia de su condición y la consiguiente necesidad de
prorrogar la ayuda, salvo la solicitud presentada de manera casi simultánea con la interposición de la acción de
tutela”. Corte Constitucional. Sentencia T-497 de 2010 (M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo). En la misma
dirección, ver las sentencias T-626 de 2016 (M.P. María Victoria Calle), T-158 de 2017 (M.P. Alberto Rojas)
y T-196 de 2017 (M.P. José Antonio Cepeda)
115
“Los escritos de tutela se limitan a registrar y plasmar hechos genéricos e indeterminados, utilizando para
ello formatos idénticos, de los cuales solo se deduce la calidad de víctimas de desplazamiento forzado de las
actoras y la pretensión de que se reconozca la ayuda humanitaria. // En cuanto a los medios de prueba aportados
en cada uno de los expedientes, los únicos documentos que se adjuntaron fueron las cédulas de ciudadanía y
los derechos de petición que se radicaron en la UARIV por parte de las actoras. Estos derechos de petición se
presentaron en formatos preestablecidos en los que únicamente se indican disposiciones legales relacionadas
con la atención humanitaria y los datos de notificación // Ante tal realidad procesal, esta Sala de Revisión
considera que al (i) no contar con un mínimo de certeza y elementos probatorios con los que se pueda concluir
la afectación a la subsistencia mínima de las actoras; y (ii) tratarse de un caso en el que se solicita por primera
vez la ayuda humanitaria y, por tanto, en el que la UARIV no ha realizado una evaluación previa de las
condiciones de vulnerabilidad de las actoras, se hace imposible acceder a la entrega inmediata de la ayuda
humanitaria solicitada, más aún, cuando su necesidad no se advirtió ni se explicó en el trámite tutelar.” Corte
Constitucional. Sentencia T-626 de 2016 (M.P. María Victoria Calle).
116
“Para proferir una sentencia judicial que ponga fin a la controversia originada por la aparente amenaza o
vulneración de los derechos fundamentales, el juez constitucional debe alcanzar el convencimiento necesario
para determinar si existió o no la afectación de los derechos del actor y si la entidad accionada es la responsable
de tal circunstancia // Para tal efecto, le corresponde al juez de tutela constatar la veracidad de los hechos
narrados y valorar las pruebas que aporta el accionante”. Corte Constitucional. Sentencia T-196 de 2017 (M.P.
José Antonio Cepeda).
117
Corte Constitucional. Sentencia T-196 de 2017 (M.P. José Antonio Cepeda).
118
Corte Constitucional. Sentencia T-497 de 2010 (M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo).
29
Auto 206 del 2017
De todas formas, si el juez encuentra que hacen falta elementos probatorios para
solucionar el caso, debe adoptar un papel activo para llegar a la certeza sobre
los hechos que se alegan durante el proceso.123 No hay que olvidar que la
Constitución de 1991 robusteció la misión del juez como garante del acceso
efectivo de las personas vulnerables a la administración de justicia.124 En esa
medida, como director del proceso, le corresponde determinar con precisión y
diligencia la gravedad de la violación constitucional y llegar a un
convencimiento serio respecto de la situación litigiosa, para lo cual puede acudir
también al decreto de las pruebas que considere necesarias a esos efectos, tal y
como lo señalan los artículos 21 y 22 del Decreto 2591 de 1991. 125 Conforme
lo reiteró la jurisprudencia constitucional, el decreto de las pruebas de oficio es
un imperativo para el juez, con la finalidad de: “(i) esclarecer espacios oscuros
de la controversia cuando surjan dudas sobre la titularidad de los derechos a
119
“Si bien una afirmación de esta naturaleza [inversión de la carga de la prueba en contra de la administración]
no puede llevar al extremo de considerar que toda prueba sumaria acredita una calidad específica y por
lo tanto un beneficio determinado, es prudente señalar que no se pueden desconocer las dificultades bajo
las cuales las víctimas del conflicto tienen que desarrollar todo un trámite, muchas veces engorroso y
aparentemente infinito, bajo el auspicio legítimo de la búsqueda de una asistencia íntegra por parte del Estado.”
Corte Constitucional. Sentencia T-869 de 2008 (M.P. Mauricio González).
120
“Se declarará improcedente la acción de tutela por desconocimiento tanto del principio de inmediatez como
del de subsidiariedad. // A pesar de que los accionantes pertenecen a un grupo poblacional que goza de una
protección especial, no se justificó en manera alguna la razón de la inacción o se argumentó la imposibilidad
de intentar alguno de los mecanismos que el ordenamiento jurídico les brinda para tramitar sus pretensiones,
del mismo modo que pudieron acudir más tempranamente a la acción de tutela para el amparo de su derecho a
la vivienda”. Corte Constitucional. Sentencia T-514 de 2010 (M.P. Mauricio González Cuervo).
121
La Corte ha sostenido que para evaluar cuándo se viola el principio de inmediatez es necesario constatar los
siguientes elementos: (i) que la inactividad del peticionario no se encuentre válidamente justificada; ii) se
vulneren derechos de terceros o se desnaturalice el amparo solicitado; y iii) que se configure un nexo causal
suficiente entre los dos requisitos anteriores. Corte Constitucional. Sentencia T-108 de 2006 (M.P. Jaime Araújo
Rentería).
122
Para determinar cuándo se exceptúa el principio de subsidiariedad, la Corte ha llamado la atención acerca
de la inexistencia de otro mecanismo ordinario eficaz e idóneo para salvaguardar los derechos. Para determinar
la concurrencia de estas dos características, deben examinarse los planteamientos fácticos de cada caso y
establecerse “(i) si la utilización del medio o recurso de defensa judicial existente tiene por virtud ofrecer la
misma protección que se lograría a través de la acción de tutela; (ii) si es posible hallar circunstancias que
excusen o justifiquen que el interesado no haya promovido los mecanismos ordinarios que tiene a su alcance;
(iii) si la persona que solicita el amparo es un sujeto de especial protección constitucional, y por lo tanto su
situación requiere de particular consideración”. Corte Constitucional. Sentencia T-211 de 2009 (M.P. Luis
Ernesto Vargas Silva).
123
“En caso de que el actor no aduzca pruebas que apoyen su pretensión, la Corte Constitucional ha sido enfática
en declarar la facultad – deber que le asiste al juez constitucional de decretar pruebas de oficio, con las cuales
se pueda determinar si realmente existe una amenaza o vulneración del derecho”. Corte Constitucional.
Sentencia T-571 de 2015 (M.P. María Victoria Calle). Reiterada en la T-196 de 2017 (M.P. José Antonio
Cepeda).
124
“Es así como se demandan de él altas dosis de sensibilidad y una actitud diligente para corregir las asimetrías
entre las partes, asegurar los derechos fundamentales, entre otros el derecho a la tutela judicial efectiva, y, en
últimas, la vigencia de un orden justo.” Corte Constitucional. Sentencia C-086 de 2016 (M.P. Jorge Iván Palacio
Palacio).
125
Corte Constitucional. Sentencia T-210 de 2011 (M.P. Juan Carlos Henao Pérez). También se puede consultar
el auto A-046 de 2005 (M.P. Jaime Córdoba Triviño).
30
Auto 206 del 2017
partir de los hechos narrados por las partes y de los medios de prueba que estas
pretendan hacer valer; (ii) cuando la ley [no] le marque un claro derrotero a
seguir; (iii) cuando existan fundadas razones para considerar que su
inactividad puede comprometer la justicia material; y, (iv) para no promover
la negligencia o mala fe de las partes”.126
En ese sentido, la Corte advirtió que omitir una respuesta de fondo, precisa y
oportuna a las solicitudes de la población desplazada, no sólo conduce a la
vulneración del derecho de petición, sino que reviste de especial gravedad
cuando aquello que se solicita hace parte de los derechos de protección
reforzada que les fueron reconocidos.130 En el caso particular de las peticiones
elevadas para solicitar información y/o el otorgamiento de la ayuda humanitaria,
esta Corporación resaltó que la falta de información o de respuesta idónea puede
entrañar también una amenaza o la vulneración de su derecho fundamental al
mínimo vital,131 en tanto se puede encontrar acompañada de un aumento del
nivel de vulnerabilidad.132 Cuando la omisión de dar respuesta oportuna y
adecuada es generalizada, este Tribunal precisó que se perpetúa el estado de
cosas contrario a la Constitución en materia de desplazamiento forzado.133
En efecto, este Tribunal sostuvo que los jueces de tutela no están investidos de
la facultad de ordenar que se realice el pago de la ayuda humanitaria de manera
discrecional, automática y generalizada, ante cada solicitud y/o petición de las
personas desplazadas que no es resuelta oportuna ni adecuadamente por parte
de las autoridades. Por el contrario, con la finalidad de que el recurso de amparo
no afecte el derecho a la igualdad, ni se instaure como un trámite preferente y
paralelo que termine reemplazando los procedimientos administrativos
ordinarios, en la jurisprudencia se estableció que los jueces de tutela deben: (i)
respetar el orden de los turnos previamente establecidos por la autoridad
competente, de tal manera que la vulneración del derecho de petición no es,
prima facie, una razón suficiente para entregar los recursos de la ayuda
humanitaria de manera directa y prioritaria; (ii) abstenerse –en ese sentido- de
emplear la acción de tutela como mecanismo para alterar dicho sistema de
130
Corte Constitucional. Sentencia T-690A de 2009 (M.P. Luis Ernesto Vargas Silva)
131
Corte Constitucional. Sentencias T-182 de 2012 (M.P. María Victoria Calle Correa) y T-218 de 2014 (M.P.
María Victoria Calle Correa).
132 “
Así las cosas, de haberse resuelto en debido tiempo la petición presentada por el accionante, la entrega de
la atención humanitaria no estaría sujeta a un plazo o término incierto de suministro, el cual ha terminado por
agravar las condiciones de vulnerabilidad propias del desplazamiento y ha conllevado a la presentación de la
acción de tutela que hoy ocupa la atención de esta Sala.” Sentencia T-218 de 2014 (M.P. María Victoria Calle
Correa).
133
En ese sentido, de manera adicional a las órdenes estructurales proferidas por esta Sala Especial de
Seguimiento, la Corte Constitucional ha ordenado a la autoridad competente ajustar sus sistemas de información
para, así, brindar a la población desplazada una respuesta precisa, cierta y oportuna a sus peticiones sobre ayuda
humanitaria. Cf. Corte Constitucional. Sentencias T-839 de 2006 (M.P. Álvaro Tafur Galvis), T-182 de 2012
(M.P. María Victoria Calle Correa) y T-218 de 2014 (M.P. María Victoria Calle Correa).
32
Auto 206 del 2017
Así, en casos en los que las autoridades no dieron respuesta oportuna a las
peticiones, este Tribunal desaprobó que los jueces de instancia, en aplicación
de los principios de veracidad y buena fe, dieran por ciertos los hechos descritos
por los actores y ordenaran la entrega inmediata de la ayuda humanitaria, sin
134
Corte Constitucional. Sala Especial de Seguimiento. Autos 099 del 2013 y 373 del 2016 (M.P. Luis Ernesto
Vargas Silva).
135
Corte Constitutionnel. Sentencias T-1161 de 2003 (M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra), T-373 de 2005
(M.P. Álvaro Tafur Galvis), T-191 de 2007 (M.P Álvaro Tafur Galvis), T-496 de 2007 (M.P. Jaime Córdoba
Triviño), T-182 de 2012 (M.P. María Victoria Calle Correa) y T-680 de 2014 (M.P. Jorge Iván Palacio Palacio).
136
“El diseño de un modelo de asignación de turnos para la entrega de ayudas humanitarias que consulte el
nivel de vulnerabilidad de los beneficiarios, esto es, que tenga en cuenta la pertenencia de la persona desplazada
a un grupo de especial protección constitucional, como las madres cabeza de familia, indígenas,
afrodescendientes, personas con discapacidad o de la tercera edad, resulta a todas luces constitucional, pues
atiende el grado de protección reforzada que requiere quien, además de presentar la condición de desplazado
por la violencia, pertenece a uno de los grupos de especial protección constitucional mencionados.” Corte
Constitucional. Sentencia T-182 de 2012 (M.P. María Victoria Calle Correa). En la misma dirección, ver las
sentencias T-284 de 2012 (M.P. María Victoria Calle Correa), T-414 de 2013 (M.P. Nilson Pinilla Pinilla) y T-
218 de 2014 (M.P. María Victoria Calle Correa). Desde una perspectiva de la política pública, ver los autos
proferidos por la Sala Especial de Seguimiento 099 del 2013 y 373 del 2016 (M.P. Luis Ernesto Vargas Silva).
137
Ver, por ejemplo, las sentencias T-182 de 2012 (M.P. María Victoria Calle Correa), T-192 de 2013 (M.P.
Mauricio González Cuervo), T-414 de 2013 (M.P. Nilson Pinilla Pinilla) y T-680 de 2014 (M.P. Jorge Iván
Palacio Palacio).
33
Auto 206 del 2017
138
“El juez de instancia concluyó que los accionantes cumplían los mencionados requerimientos [para acceder
a la ayuda humanitaria], pues en la medida que la entidad accionada no respondió el escrito de tutela, el juez de
instancia aplicó el principio de veracidad sobre los hechos narrados por los accionantes, conforme a lo
establecido en el artículo 20 del Decreto 2591 de 1991. // Frente a lo anterior, aun cuando la Sala admite que
los jueces de tutela están sujetos a un término muy breve para adoptar una decisión de fondo y, que dentro del
mismo, no es posible desarrollar un periodo probatorio estricto y riguroso, ello mismo no justifica, que para
efectos de adoptar una decisión de fondo, pueda omitir su deber de verificar los hechos narrados en la tutela”.
Corte Constitucional. Sentencia T-196 de 2017 (M.P. José Antonio Cepeda).
139
Corte Constitucional. Sentencia T-158 de 2017 (M.P. Alberto Rojas).
140
“Enfocar el problema desde una perspectiva global implica un desgaste inconducente, porque no sólo se
duplican los trámites en la entidad destinataria de las peticiones, que debe atender, tanto el expediente
administrativo, como, en cada caso, también el judicial de tutela, sino que se da lugar a una actividad judicial
superflua, que comprende la actuación de los jueces, que puede comprender las dos instancias, la eventual
revisión por la Corte Constitucional, y los incidentes de desacato que se producen en dos instancias (…) lo cual
implica que en cada caso concreto, los funcionarios responsables, además de impulsar el correspondiente
expediente administrativo, y atender los requerimientos judiciales, deben afrontar las investigaciones
disciplinarias que se les adelanten. Es claro que si la entidad, por deficiencias estructurales, no pudo atender
oportunamente las peticiones iniciales, menos va a poder hacerlo con la demanda aumentada de las tutelas”.
Corte Constitucional. Sentencia T-1234 del 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil).
34
Auto 206 del 2017
Sin embargo, es importante precisar que en aquellos casos en los que las
autoridades se demoraron de manera prolongada e injustificada en dar una
respuesta adecuada a las peticiones que solicitan la entrega de la ayuda
humanitaria, de tal manera que no es claro en qué estado del trámite se encuentra
el solicitante para acceder a la misma, la Corte fue más allá de simplemente
tutelar el derecho de petición. En estos casos, ordenó a la entidad responsable
desarrollar una valoración de la condición de vulnerabilidad del accionante,
para que sea la misma administración la que determine la procedencia de la
correspondiente ayuda humanitaria, en caso de que lo encuentre pertinente.144
141
“Cuando hay un problema estructural, [la tutela] ofrece una respuesta adecuada para los casos individuales,
pero a costa de incrementar los tiempos de respuesta (en la administración) frente a los que se darían de no
contar con las acciones de tutela. Pero luego, el efecto demostración de las tutelas concedidas conduciría a un
paulatino incremento de las solicitudes de tutela, hasta llegar, en el extremo, a igualar las peticiones originales
// En la medida en que todos acudan a la acción de tutela, no cabría prioridad o preferencia alguna, porque todos
la tendrían y se volvería a la situación inicial previa a la presentación de las acciones de tutela”. Corte
Constitucional. Sentencia T-1234 del 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil).
142
“La solución sería que el juez ordenara la inmediata atención de todas las peticiones que están en mora pero,
como se trata de un problema estructural, ello es imposible de cumplir”. Corte Constitucional. Sentencia T-
1234 del 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil).
143
En estos casos, la administración “se encarga del trámite formal de las tutelas, pero sin que ello tenga impacto
en el tiempo de respuesta de las solicitudes. La acción (de la administración) tendría valor informativo,
implicaría acatamiento y deferencia hacia el juez, pero carecería de impacto para la protección del derecho de
petición. Eso hace completamente inoficioso el trámite porque no repercute en agilizar la respuesta y por el
contrario sí comporta la destinación de recursos del Estado y su desviación desde asuntos más conducentes”.
Corte Constitucional. Sentencia T-1234 del 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil).
144
En la sentencia T-869 de 2008 (M.P. Mauricio González Cuervo), por ejemplo, la Corte resolvió en 2 de los
4 casos acumulados que la entidad competente debía valorar en 30 días la condición de vulnerabilidad de las
mujeres cabeza de hogar demandantes, para acorde a dicha valoración entregar la ayuda humanitaria. En uno
de estos casos, la mujer demandante presentó el derecho de petición solicitando la ayuda en junio de 2007, no
obstante, este no fue resuelto y la Corte no pudo obtener certeza de que se estaban adelantando trámites para la
entrega de la ayuda. En el otro, la mujer demandante solicitó la ayuda en noviembre de 2007, pero su petición
tan sólo fue respondida hasta enero de 2008, señalando que una visita estaba siendo programada para valorar
su condición de vulnerabilidad. De tal manera que la Corte, nuevamente, no pudo obtener certeza sobre si se
estaba surtiendo o no el trámite necesario para la entrega de la ayuda. En la sentencia T-690A de 2009 (M.P.
Luis Ernesto Vargas Silva), la Corte ordenó en 3 de los 10 casos acumulados valorar en un plazo de 5 días la
vulnerabilidad de las demandantes, para posteriormente entregar la ayuda humanitaria si era procedente; así
como ordenó dar una respuesta clara y precisa en un término de 3 días a los derechos de petición interpuestos.
35
Auto 206 del 2017
145
Inicialmente, esta Corporación construyó y aplicó la regla sobre la imposibilidad de emplear la acción de
tutela como mecanismo para “saltarse” la fila o eludir los turnos, en el marco del trámite administrativo diseñado
para obtener la ayuda humanitaria consagrada en la Ley 418 de 1997. Ver las sentencias T-1161 de 2003 (M.P.
Marco Gerardo Monroy Cabra), T-373 de 2005 (M.P. Álvaro Tafur Galvis), T-012 de 2006 (hecho superado)
y T-191 de 2007 (M.P Álvaro Tafur Galvis). Lo anterior, extrapolando una regla análoga aplicada para casos
relacionados con cesantías, pruebas de ADN, el sector salud y auxilios destinados a ancianos en condición de
indigencia. Sólo a partir del 2007 esta regla se extrapoló a aquellas situaciones en las que se reclama la ayuda
humanitaria diseñada específicamente a favor de la población desplazada, recogida en las Leyes 387 de 1997 y
1448 de 2011. Cf. Sentencia T-496 de 2007 (M.P. Jaime Córdoba Triviño). Acerca de la diferencia entre ambas
ayudas, ver la sentencia T-721 de 2003 (M.P. Álvaro Tafur Galvis).
146
Corte Constitucional. Sentencia T-191 de 2007 (M.P Álvaro Tafur Galvis). En la misma dirección, ver las
sentencias T-473 de 2007 (M.P. Nilson Pinilla Pinilla), T-869 de 2008 (M.P. Mauricio González Cuervo), T-
391 de 2008 (M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra), T-585 de 2009, T-406 de 2007, T-182 de 2012 (M.P. María
Victoria Calle Correa) y T-218 de 2014 (M.P. María Victoria Calle Correa), entre otras.
147
Corte Constitucional. Sentencias T-182 de 2012 (M.P. María Victoria Calle Correa) y T-414 de 2013 (M.P.
Nilson Pinilla Pinilla).
148
Corte Constitucional. Sentencias T-869 de 2008 (M.P. Mauricio González Cuervo) y T-191 de 2007 (M.P
Álvaro Tafur Galvis).
149
Corte Constitucional. Sentencia T-1234 del 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil).
150
Cf. Corte Constitucional. Auto 373 del 2016 (M.P. Luis Ernesto Vargas Silva)
151
“Cabría ensayar la fijación jurisprudencial de unas reglas para casos absolutamente extremos, mientras la
ley o la propia administración establecen criterios de priorización de la atención, si es que no lo han hecho ya.
36
Auto 206 del 2017
En todo caso, la acción de tutela resulta, en general, inadecuada para tender los casos individuales”. Corte
Constitucional. Sentencia T-1234 del 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil).
152
Ver supra. Sentencia T-182 de 2012 (M.P. María Victoria Calle Correa). En la misma dirección ver las
sentencias T-284 de 2012 (M.P. María Victoria Calle Correa), T-414 de 2013 (M.P. Nilson Pinilla Pinilla) y T-
218 de 2014 (M.P. María Victoria Calle Correa), T-496 de 2007 (M.P. Jaime Córdoba Triviño).
153
En la sentencia T-645 de 2003 (M.P. Alfredo Beltrán Sierra), que es el primer pronunciamiento en la que se
aplica esta excepción, la Corte tuvo bajo especial consideración el estado precario de salud de la mujer
desplazada para establecer la existencia de la urgencia manifiesta. En la sentencia T-364 del 2008, este Tribunal
consideró que la actora y su núcleo familiar se encuentran en situación de urgencia extraordinaria “cuando
fueron expulsados del lugar donde se albergaban y, actualmente, tanto ellos como sus enseres, se encuentran en
la calle a la espera de la protección por parte de la sociedad y el Estado”.
154
En la sentencia T-312 de 2005 (M.P. Jaime Córdoba Triviño), la Corte encontró que podría existir una
situación de urgencia manifiesta cuando se trataba de adultos mayores cabeza de hogar, cuyo núcleo familiar
también estaba compuesto por otros adultos mayores, y cuya avanzada edad y estado de salud les impedía
generar ingresos. En la sentencia T-157 de 2015 (M.P. Mauricio González Cuervo), la Corte consideró que era
posible entregar la prórroga automática de la ayuda humanitaria, por encima del sistema de turnos, ante la
situación de extrema vulnerabilidad de un adulto mayor cabeza de hogar, enfermo y sin empleo, que además
debía responder por la subsistencia (alimentación y vivienda) de su esposa, también gravemente enferma y
cuyos medicamentos no se encontraban cubiertos por el POS. En la T-218 de 2014 (M.P. María Victoria Calle
Correa), la Corte ordenó la prórroga automática de la ayuda humanitaria y su entrega con prelación dentro del
sistema de turnos a un adulto mayor cabeza de hogar y sin empleo, que debía responder por su esposa, también
de avanzada edad, y por el arriendo del hogar; pues sus tres hijos no podían aportarle a su sostenimiento, dado
cada uno debía responder por sus propios núcleos familiares. En la sentencia T-868 de 2008 (M.P. Rodrigo
Escobar Gil), la Corte concluyó lo siguiente: “entonces, dado que (i) la situación que atraviesa la señora
Calderón Arango es bastante precaria, como da cuenta el puntaje de 2.44 obtenido en la encuesta SISBEN, que
(ii) se trata de una persona de edad avanzada (63 años) a quien le resulta complejo obtener medios de
subsistencia y que (iii) su condición económica y social se ha venido deteriorando con el tiempo por la actitud
displicente de Acción Social, esta Sala de Revisión concederá el amparo deprecado y accederá a sus
pretensiones.”
155
En la sentencia T-496 de 2007 (M.P. Jaime Córdoba Triviño), la Corte estimó, sin afirmarlo categóricamente,
que se configuran posibles condiciones de urgencia manifiesta o extrema en los casos de mujeres cabeza de
hogar a cargo de hijos menores de edad. En la sentencia T-560 de 2008 (M.P. Jaime Araújo) ordenó de manera
directa la entrega de la ayuda humanitaria a favor de una madre cabeza de familia que mantiene a cinco hijos,
cuatro de ellos menores de edad, uno de los cuales tiene una discapacidad permanente, y que vive en arriendo
adeudando varios meses del canon respectivo, así como servicios públicos domiciliarios. En la T-586 del 2009
(M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub) la Corte ordenó la entrega directa de la ayuda humanitaria a favor de una
mujer campesina, desplazada y madre cabeza de hogar a cargo de 10 hijos.
37
Auto 206 del 2017
del grupo familiar, o sobre la presencia de mujeres dentro del mismo.156 Sin
embargo, los criterios manejados por esta Corporación no han sido siempre
claros al respecto, porque en otras situaciones en las que parecen presentarse
dificultades socio-económicas manifiestas y urgentes, la Corte decidió respetar
los turnos.157
156
En la sentencia T-495 de 2014 (M. P. Mauricio González Cuervo), este Tribunal señaló que en aquellos
casos en los que el núcleo familiar estaba compuesto por mujeres enfermas y/o a los adultos mayores,
acompañados de adultos sin problemas de salud o sin una avanzada edad, no era posible otorgar la ayuda
humanitaria de manera inmediata o sustrayéndose del sistema de turnos, porque presumió que los adultos
jóvenes y sanos están en capacidad de aportar al sostenimiento del núcleo familiar en su integridad.
157
En la sentencia T-191 del 2007 (M.P. Alvaro Tafur Galvis), por ejemplo, la Corte no explica por qué razones,
a pesar de que la actora manifiesta estar en una “crítica situación económica a causa del desplazamiento, [y
que] no cuenta con recursos para sostener su núcleo familiar, pues éste dependía económicamente de su esposo
fallecido, [y que] además a la fecha, vive “hacinada en una pieza” adeudando a la fecha veintidós meses de
arriendo a los propietarios del inmueble”, no explica por qué ésta no es una situación de urgencia extrema que
amerita modificar los turnos para la asignación de la ayuda humanitaria.
158
Corte Constitucional. Sentencia T-971de 2005 (M.P. Jaime Córdoba Triviño), haciendo referencia a la
sentencia T-129 del 2007 (M.P. Humberto Antonio Sierra Porto). En esta dirección, la Corte ha considerado
que “aquellos casos denominados de urgencia extraordinaria” se presentan cuando “existan condiciones
objetivas que indican que tales personas no están en capacidad de asumir su autosostenimiento, por lo que se
justifica la continuación de la ayuda humanitaria”. Sentencia T-297 de 2008 (M.P. Clara Inés Vargas
Hernández). A manera de ejemplo, en la sentencia T-868 de 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil) la Corte ordenó
directamente la entrega de la ayuda humanitaria dentro de un plazo de 48 horas a favor de un hombre y de una
mujer que presentaban un puntaje muy bajo en el SISBEN, 1.03. y 2.87. respectivamente, que los ubicaba en el
Nivel 1, sin hacer consideraciones adicionales en materia de género, por ejemplo.
38
Auto 206 del 2017
De todas formas, vale la pena recordar que estos casos de urgencia manifiesta o
extrema se encuentran, muchas veces, antecedidos de una respuesta por parte
de las autoridades que es tardía y/o inadecuada -en algunos casos inexistente-,
frente a las peticiones interpuestas por las personas en situación de
desplazamiento. Si estas personas ya fueron sometidas a una espera incierta,
desproporcionada e injustificada, a pesar de haber recurrido insistentemente a
las autoridades, y se encuentra en una situación de urgencia extraordinaria, no
es admisible que el juez se limite a ordenar que se les proteja el derecho de
petición, o que someta al accionante a una nueva espera para que se realice una
nueva valoración y, así, eventualmente, recibir la ayuda humanitaria en un plazo
indefinido.160
(iv) Finalmente, este Tribunal sostuvo que el respeto que se debe profesar, en
principio, por los turnos, no exime a las autoridades del deber de responder a
las peticiones informando a la población desplazada oportunamente acerca de
un término cierto y razonable en el cual recibirá la ayuda humanitaria. En este
orden de ideas, la Corte indicó que la mera asignación de turnos sin una fecha
real y precisa para la entrega de la ayuda puede desvirtuar o deslegitimar el
sistema de turnos en su generalidad, y esclareció cuáles son los criterios o
términos para considerar un plazo razonable que no desnaturaliza los principios
de inmediatez y de urgencia propios de la ayuda humanitaria. Así, por ejemplo,
este Tribunal consideró que asignar turnos con plazos de semestres161 o incluso
años162 para la entrega de la ayuda puede resultar desproporcionado.
159
Corte Constitucional. Sentencia T-626 del 2016 (M.P. María Victoria Calle).
160
En la sentencia T-586 de 2009 (M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub), la Corte ordenó la entrega de la ayuda
humanitaria en un término de 5 días a una mujer desplazada cabeza de hogar y responsable de 10 hijos, que
había extendido en 1999 diversas solicitudes verbales de ayuda humanitaria y en octubre 2008 un derecho de
petición escrito a tales efectos, sin obtener respuesta alguna o la ayuda requerida por parte de la autoridad
competente, pues tan sólo obtuvo visitas domiciliarias. En la sentencia T-690A de 2009 (M.P. Luis Ernesto
Vargas Silva), este Tribunal conoció de 10 casos acumulados y en uno de ellos ordenó la entrega de la ayuda
humanitaria de manera directa en un término de 48 horas, al verificar que además de no haberse resuelto el
derecho de petición interpuesto en julio de 2008 por un hombre desplazado cabeza de hogar, no se entregó
ninguna clase de ayuda a él y su familia desde el momento del desplazamiento ocurrido entre 1998 y 2002. En
la sentencia T-218 de 2014 (M.P. María Victoria Calle Correa) la Corte valoró, de manera adicional a la especial
vulnerabilidad del adulto mayor cabeza de hogar demandante, que el derecho de petición que este había elevado
en julio de 2013 nunca fue respondido.
161
En la sentencia T-702 del 2012 (M.P. Luis Ernesto Vargas Silva), la Sala Novena advirtió que el turno o
plazo asignado no podía sobrepasar los seis (6) meses, de lo contrario, resultaría desproporcionado. En la misma
dirección, ver las sentencia T-868 de 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil), reiterada en la T-586 de 2009 (M.P.
Jorge Ignacio Pretelt Chaljub)
162
“Someter a una familia en la cual hay cinco menores de edad, a la espera de más de dos años para recibir
una ayuda que la misma entidad constató que necesitaba de manera urgente, hace nugatorios sus derechos
fundamentales al mínimo vital y a la vida digna, pues desnaturaliza el propósito de la ayuda humanitaria”. Corte
Constitucional. Sentencia T-284 de 2012 (M.P. María Victoria Calle Correa).
39
Auto 206 del 2017
163
“La ausencia de información cierta sobre las fechas en que las ayudas serán otorgadas se erige en un
obstáculo para el goce efectivo de los derechos de los accionantes, derivado de la carga desproporcionada que
genera la incertidumbre sobre el momento en que sus derechos vulnerados serán plenamente satisfechos y que
les impide llevar a cabo una mínima planificación de su vida.” Corte Constitucional. Sentencia T-182 de 2012
(M.P. María Victoria Calle Correa). Ver también: sentencias T-218 de 2014 (M.P. María Victoria Calle Correa)
y T-680 de 2014 (M.P. Jorge Iván Palacio Palacio).
164
Cf. Corte Constitucional. Sentencia T-182 de 2012 (M.P. María Victoria Calle Correa). Ver también:
sentencias T-218 de 2014 (M.P. María Victoria Calle Correa) y T-680 de 2014 (M.P. Jorge Iván Palacio
Palacio), T-157 de 2015 (M.P. Mauricio González Cuervo), T-192 de 2013 (M.P. Mauricio González Cuervo)
y T-414 de 2013 (M.P. Nilson Pinilla Pinilla).
165
“Teniendo en cuenta estos hechos, la Sala estima que, en un primer momento, la entidad demandada vulneró
los derechos fundamentales a la prórroga de la asistencia humanitaria de emergencia de la peticionaria, pues,
mediante oficio de 26 de marzo de 2008, le negó las ayudas solicitadas argumentando que no tenía legitimidad
para elevar dicha solicitud pues no aparecía como jefe de hogar en el RUPD. Esta información no correspondía
a la verdad, pues la peticionaria se encuentra inscrita en el RUPD como jefe de hogar desde el día 10 de agosto
de 2005, y, en esta medida, Acción Social basó su decisión de no otorgarle a la peticionaria las ayudas
solicitadas, en una información errada”. Corte Constitucional. Sentencia T-099 de 2010 (M.P. Gabriel Eduardo
Mendoza).
166
“Luego de suministradas las ayudas humanitarias referidas anteriormente, los accionantes se refugiaron en
un ‘ranchito’ que posteriormente fue destruido por el dueño del predio donde se encontraban, por lo que sus
enseres, actualmente, se encuentran en la calle // la accionante solicitó ante Acción Social la ayuda humanitaria
de emergencia, la cual fue negada por la entidad, bajo el argumento de que ya les habían otorgado éstos de
conformidad con la ley // Las ayudas humanitarias suministradas a la actora y a su núcleo familiar, no obstan
40
Auto 206 del 2017
Vale la pena reiterar que en estos escenarios, para justificar de manera adecuada
la revocatoria de un acto administrativo y la adopción de una orden de entrega
directa e inmediata de la ayuda humanitaria, es necesario tener en cuenta las
reglas mencionadas con anterioridad, tanto las generales en materia de
procedencia de la acción de tutela a favor de las personas desplazadas, como las
específicas concernientes al respeto por el derecho a la igualdad entre las
personas desplazadas, que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad
semejantes. El juez constitucional, por lo tanto, debe estar atento al
cumplimiento de los requisitos mínimos, pero no desproporcionados, que es
admisible exigirle a la población desplazada para interponer la acción de tutela
y para proteger su derecho a la ayuda humanitaria; debe velar por una aplicación
adecuada de los principios de legalidad, buena fe, favorabilidad, pro homine y
para que nuevamente puedan ser acreedores de las mismas, máxime, si se resalta que se encuentran en una
situación de indefensión y marginalidad extremas”. Sentencia T-364 de 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil).
167
“Acción Social indicó que no era posible la prórroga de la atención humanitaria de emergencia por existir
en su grupo familiar cuatro personas en etapa productiva. Al respecto, la acciónate manifestó, que en la
actualidad su compañero y padre de sus hijos se encuentra desaparecido, situación que fue puesta en
conocimiento ante las autoridades respectivas, en la declaración rendida donde expuso su condición de
desplazada; aunado a ello, ha sido enfática al señalar que su hijo y nuera, quienes hacían parte inicialmente de
su grupo familiar, ya no conviven con ella, en consecuencia advierte que en la actualidad su grupo familiar está
constituido por ella y sus tres hijos menores, por lo que ha adquirido la condición de mujer cabeza de familia”.
Corte Constitucional. Sentencia T-297 de 2008 (M.P. Clara Inés Vargas Hernández).
168
“Es inadmisible que Acción Social sostenga como argumento para negar la entrega de la ayuda a la población
desplazada el hecho de haberse suministrado en una oportunidad, pues, es probable que la atención durante tres
meses no sea suficiente para contribuir con la estabilización económica y social mínima de la víctima del
desplazamiento y su familia (…) (i) se trata de una mujer víctima del desplazamiento forzado interno y además
jefe de hogar; (ii) de acuerdo con el puntaje obtenido en la encuesta SISBEN y el nivel en el que fue ubicada,
resulta evidente que no ha alcanzado un grado mínimo de estabilidad económica y social, luego requiere
atención del Estado para sobreponerse a la crisis que atraviesa y (iii) la poca edad que alcanzan sus hijos (2 y 9
años), hace imperiosa su presencia permanente en el hogar, lo que a su vez dificulta la consecución de un empleo
estable y por contera la estabilización en condiciones dignas”. Corte Constitucional. Sentencia T-868 de 2008
(M.P. Rodrigo Escobar Gil).
169
Corte Constitucional. Auto 099 del 2016. (M.P. Luis Ernesto Vargas Silva).
170
Acorde con [el artículo 18 de la Ley 418/97], para que pueda otorgarse la asistencia humanitaria a favor de
las víctimas de la violencia política, los beneficiarios deben aportar entre otros documentos, un certificado que
por expreso mandato legal debe ser expedido por una de las siguientes autoridades: la Alcaldía Municipal, la
Personería Municipal, o la entidad que haga sus veces. // En el caso objeto de estudio, la Sala encuentra que los
certificados fueron expedidos por el Personero de Caucasia // En el caso sub examine se cumple con el requisito
referido a la existencia de una certificación emitida por la autoridad competente de acuerdo con lo dispuesto
por el artículo 18 de la ley 418 de 1997, el cual siempre debe ser interpretado y aplicado de manera favorable a
los derechos fundamentales de la población menos favorecida que se encuentre en situación de indefensión //
la ley en ningún momento establece como requisito para el reconocimiento y entrega de la mencionada ayuda
humanitaria, la existencia de un certificado expedido por la Fiscalía General de la Nación en el que se consigne
cuáles fueron los móviles de la respectiva muerte y se identifiquen los presuntos autores del delito cometido”.
Corte Constitucional. Sentencia T- 572 de 2008 (M.P. Humberto Antonio Sierra Porto).
171
“El ad quem señaló que de entrada se veía la falta de motivación de la misma resolución; criterio éste que
comparte la Sala, como se explicó anteriormente, a pesar de que el demandante no hubiera controvertido la
decisión negativa, pues finalmente la situación que él manifestó tanto en su declaración como en la demanda
de tutela indican claramente que los conflictos armados se dieron para la época y la zona en que los refiere”.
Corte Constitucional. Sentencia T-1144 de 2005 (M.P. Alvaro Tafur Galvis).l
41
Auto 206 del 2017
172
Esta Corte ha reiterado que la satisfacción del derecho a la reparación le impone al Estado la obligación de
“satisfacer el derecho a la justicia y a la verdad de las víctimas mediante el diseño y garantía de recursos
judiciales efectivos para que las personas afectadas puedan ser oídas, impulsar las investigaciones y hacer valer
sus intereses en el juicio. Tales obligaciones incluyen el deber de juzgar y condenar a penas adecuadas y
proporcionales a los responsables de los crímenes investigados”. Corte Constitucional. Sentencia T-821 de 2007
(M.P. Catalina Botero Marino). Además, se puede revisar la sentencia T-085 de 2009 (M.P. Jaime Araujo
Rentería).
173
Los primeros pronunciamientos de la Corte Constitucional en torno al tema que ocupa la atención de la Sala,
se enfocaron en establecer el fundamento constitucional de los derechos a la verdad, la justicia y la reparación
de las víctimas de la violencia. Este fundamento se encuentra plasmado en numerosos artículos de la Carta
Fundamental, entre ellos 1º, 2º, 12, 29, 93, 229 y 250 n. 6 y 7. Los valores y principios constitucionales en los
que estos derechos encuentran sustento fueron recogidos por la sentencia SU-254 de 2013 (M.P. Luis Ernesto
Vargas Silva). Ver también sentencia C-228 de 2002 (M.P.s Manuel José Cepeda y Eduardo Montealegre
Lynett).
174
En la sentencia T-821 de 200 (M.P. Catalina Botero Marino), la Corte destacó que: “el derecho a la
reparación integral supone el derecho a la restitución de los bienes de los cuales la persona ha sido despojada;
la indemnización de los perjuicios; y la rehabilitación del daño, así como medidas destinadas a la reivindicación
de la memoria y de la dignidad de las víctimas. Adicionalmente, el Estado tiene la obligación de adoptar
medidas de no repetición para garantizar que las organizaciones que perpetraron los crímenes investigados sean
desmontadas y las estructuras que permitieron su comisión removidas, a fin de asegurar que tales crímenes no
volverán a tener lugar.” En la misma dirección, ver la sentencia T-085 de 2009 (M.P. Jaime Araujo Rentería).
42
Auto 206 del 2017
En diferentes fallos esta Corte sostuvo que quienes sufrieron los efectos del
desplazamiento forzado tienen el derecho fundamental a obtener una
reparación íntegra y plena, además de ser justa, suficiente, adecuada, efectiva,
oportuna y proporcional.177 Lo anterior, con la finalidad de restablecer, en la
medida de lo posible, los derechos afectados por una situación que los
ciudadanos no están obligadas a soportar y, con ello, mitigar la acentuada
situación de vulnerabilidad que usualmente produce el desarraigo.178
Así las cosas, cuando la Corte Constitucional conoció tutelas en las que se
solicita la protección del derecho de petición en materia de indemnización
administrativa, generalmente reiteró las reglas que de ordinario deben orientar
la respuesta a las peticiones que los ciudadanos interponen ante las
autoridades.185 En algunos casos excepcionales la Corte fue más allá y ordenó
181
Corte Constitucional. Sentencia C-753 de 2013 (M.P. Mauricio González Cuervo).
182
Esta Sala encontró que el Decreto 1377 del 2014 representaba una restricción desproporcionada en torno al
acceso de la población desplazada a la indemnización administrativa. A pesar de que los fines que perseguía el
gobierno en materia de priorización para el acceso a tales recursos fuera constitucionalmente relevantes, al
buscar encausar la indemnización a la reconstrucción del proyecto de vida de las familias desplazadas, dando
prelación a los procesos adelantados de retorno o de reubicación, una vez superada la situación de emergencia
derivada del desplazamiento mismo, su aplicación práctica restringía de forma desproporcionada el acceso de
las personas desplazadas a la indemnización. Del total de víctimas, sólo el 17% fueron personas desplazadas, a
pesar de representar el 84% de la población víctima registrada en el RUV. Lo que quiere decir, en términos
brutos, que sólo el 1,3% de las personas desplazadas ha sido indemnizada, transcurridos más de cinco años tras
la emisión de la Ley 1448. Cf. Corte Constitucional. Auto 373 del 2016 (M.P. Luis Ernesto Vargas Silva).
183
“La coherencia apunta a que exista concordancia entre, de un lado, lo que “promete” el Estado y, de otro
lado, los recursos económicos y la capacidad institucional para cumplir lo prometido, máxime si las promesas
se han transformado en normas jurídicas. La coherencia exige que si el Estado crea un derecho prestacional
específico por vía de una ley, prevea que debe contar con los recursos para garantizar su goce efectivo y con la
capacidad institucional para atender la demanda de servicios generada por la creación de ese derecho
específico”. Corte Constitucional. Sentencia T-025 de 2004 (M.P. Manuel José Cepeda Espinosa)
184
Corte Constitucional. Sentencia T-951 de 2014 (M.P. Martha Victoria Sáchica).
185
Las autoridades deben: (i) Resolver de manera pronta y oportuna la cuestión; (ii) solucionar de fondo con
claridad, precisión y congruencia lo solicitado y (iii) poner la respuesta en conocimiento del peticionario. Corte
Constitucional. Sentencia T-908 de 2014 (M.P. Mauricio González Cuervo) y T-068 de 2015 (M.P. Gloria
Stella Ortíz Delgado). Es importante precisar que las reglas jurisprudenciales que se consolidaron alrededor de
la entrega de la “ayuda humanitaria” plasmada en la ley 418 de 1997 –y posteriormente recogida en el decreto
44
Auto 206 del 2017
No obstante, a pesar de que uno de los fines más comunes que los solicitantes
persiguen al ejercer el derecho de petición es el conocimiento de un plazo en el
cual se van a desembolsar los recursos de la indemnización administrativa, la
normativa aplicable no estableció términos puntuales o plazos perentorios para
su pago, más allá de la vigencia de la ley.191 La jurisprudencia constitucional
tampoco esbozó parámetros en ese sentido que puedan aplicarse a todos los
casos análogos.
1290 del 2008-, relacionadas con el respeto del derecho de los turnos y la necesidad de informar acerca de una
fecha aproximada de entrega (ver supra, n.p.105), son aplicables al caso concreto. Si bien tales recursos se
fundamentan en un título jurídico distinto (solidaridad y no responsabilidad del Estado), sus características
(monto, propósito, periodicidad) se asemejan a la actual indemnización administrativa.
186
En la sentencia T-130 de 2016 (M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub), al encontrar que un hogar víctima de
desplazamiento forzado, reclamante de la indemnización administrativa, se encontraba en situación de
indefensión y vulnerabilidad extrema, la Corte estableció que cumplía con los requisitos señalados en la
Resolución 0223 de 2013 para ser priorizado y, en esa medida, ordenó a la UARIV que una vez el Gobierno
Nacional ponga a disposición el presupuesto para la entrega de las próximas indemnizaciones administrativas,
tenga especial consideración del núcleo familiar del accionante en la próxima lista de priorizados para entrega
de reparaciones administrativas e informe, en un periodo de 15 días, la fecha aproximada del pago.
187
Corte Constitucional. Sentencias T-236 de 2015 (M.P. Martha Victoria Sáchica Méndez), T-527 de 2015,
(M.P. Gloria Ortíz Delgado) y T-114 de 2015 (M.P. Mauricio González Cuervo).
188
Corte Constitucional, sentencia C-496 de 2015 (M. P Jorge Pretelt Chaljub).
189
Corte Constitucional, sentencia C-980 de 2010 (M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo).
190
Acogiendo los parámetros de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, se ha
establecido que la determinación del plazo razonable depende de un examen de factores como: (i) complejidad
del asunto; (ii) actividad procesal del interesado; y (iii) la conducta de las autoridades judiciales, para el caso
puntual del proceso penal. Corte Constitucional. Sentencia T-725 de 2007 (M.P. Catalina Botero Marino).
191
Ley 1448 de 2011, artículo 132; Decreto 4800 de 2011, artículo 159 y Decreto 1377 de 2014.
45
Auto 206 del 2017
La Unidad para las Víctimas solicitó a la Corte Constitucional disponer que los
jueces de la República, al momento de resolver las acciones de tutela que
reclaman el reconocimiento de las medidas de (i) ayuda humanitaria e (ii)
indemnización administrativa, se abstengan de impartir órdenes relacionadas
con reconocimientos económicos, hasta el 31 de julio de 2017. Así, cuando
conozcan tutelas que reclaman la protección del derecho de petición por
solicitudes elevadas ante la UARIV, relacionadas con ambos componentes, los
jueces deben proteger el derecho de petición, previa verificación del
cumplimiento de los requisitos de procedibilidad formal y material, pero
posponiendo el cumplimiento del fallo hasta esa fecha. Con ello, la UARIV
considera que las sanciones por desacato, tanto de arresto como multa, dictadas
desde enero de 2012, deben entenderse suspendidas hasta el 31 de julio de 2017.
192
En el marco del Decreto 1290 de 2008, de acuerdo con lo establecido en el parágrafo 3 del artículo 154 del
Decreto 4800 de 2011.
193
Esta situación se presenta porque el paso del tiempo, entre la solicitud y la entrega de la medida, en muchos
casos implica una reconfiguración del núcleo familiar a indemnizar. UARIV. Respuesta a la orden 26 del auto
373 de 2016, presentado el 15 de noviembre de 2016, pág. 11.
194
La entidad debió aplicar con rigor la celeridad en la recolección de pruebas para determinar si la persona
cumplía o no las condiciones para ser beneficiaria de la indemnización del Decreto 1290 de 2008. El parágrafo
3º del artículo 155 del Decreto 4800 de 2011 debe ser interpretado de acuerdo con los principios de
diferencialidad, favorabilidad y progresividad, en aras de la protección efectiva de las personas víctimas del
desplazamiento forzoso. Corte Constitucional, Sentencia T-068 de 2015 (M.P. Gloria Stella Ortíz Delgado).
195
Corte Constitucional. Sentencia T-068 de 2015 (M.P. Gloria Stella Delgado Ortíz). La Corte evaluó un caso
en el que la UARIV no había resuelto una solicitud elevada con anterioridad al 2011, alegando que el caso se
encontraba en reserva técnica por falta de pruebas. Ante esta situación, la Corte recordó que la UARIV es la
encargada de impulsar el trámite para dar cumplimiento a los requisitos legales que permitían acceder al pago
de la indemnización administrativa. La Corte encontró que la entidad accionada, no sólo se abstuvo de resolver
de fondo la petición, sino que trasladó la carga de la prueba a las demandantes, sin considerar que, en materia
de desplazamiento forzado, corresponde a las autoridades competentes probar o desvirtuar las afirmaciones de
los accionantes.
46
Auto 206 del 2017
Ayuda humanitaria
(ii) La propuesta elevada por la Unidad para las Víctimas también es, en
principio, idónea para lograr la finalidad propuesta. Al solicitar un plazo
adicional que le permita responder, en bloque y de manera ordenada, las
acciones de tutela relacionadas con la ayuda humanitaria, esa entidad dejaría de
estar presionada para cumplir con los términos perentorios que son propios de
las órdenes de tutela. Con ello, podría desembolsar los recursos respectivos a
partir de un análisis de la situación de vulnerabilidad de los solicitantes, superar
el rezago que aún se presenta en materia de tutelas, y fortalecerse
operativamente para responder oportunamente todos los requerimientos
judiciales. Esto le permitiría, a su vez, movilizar hacia la ruta administrativa una
parte de los recursos institucionales, financieros y humanos que actualmente
dedica para responder oportunamente a los recursos de amparo. En
196
Corte Constitucional. Auto 320 del 2013 (M.P. Luis Ernesto Vargas Silva).
197
Corte Constitucional. Sentencia C-470 del 2016 (M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo). Haciendo
referencia a la sentencia C-673 de 2001 (M.P. Manuel José Cepeda Espinosa).
47
Auto 206 del 2017
(iii) Sin embargo, esta Sala Especial encuentra que la medida solicitada por la
UARIV no es necesaria, en el sentido de ser ineludible para alcanzar el fin
propuesto.
Los resultados alcanzados hasta el momento, junto con los cálculos y las
tendencias presentadas por la UARIV, se sustentan en la adopción de
correctivos institucionales independientes de la solicitud elevada ante esta
Corporación.202 O en otros términos, esta Sala Especial encuentra que la
198
“La suspensión temporal de las sanciones [permite] estabilizar la atención de peticiones y formalizar los
mecanismos de atención según la priorización que se disponga”. UARIV. Op.Cit. Plan de trabajo ajustado,
noviembre de 2016. Pág 33.
199
“La Tabla 8 refleja la proyección para atender el rezago de las 48.483 acciones de tutela que actualmente
tiene la Unidad para las Víctimas, además de la respuesta mensual a la proyección de 15 mil demandas de tutela
notificadas a partir de octubre de 2016. Esto significa que mensualmente se atenderán, aproximadamente,
19.860 asuntos (15 mil del flujo, 1.500 del rezago y 3.360 de las tutelas que requieren alcance) que a julio de
2017 terminará con un pendiente mensual de 3 mil asuntos. // La reorganización interna que implementa la
Unidad para las Víctimas ha permitido avanzar con el rezago de requerimientos de tutela pendientes que
culminará en julio de 2017, además de atender, en oportunidad, los requerimientos judiciales notificados
diariamente”. UARIV. Op.Cit. Plan de trabajo ajustado, noviembre de 2016. Pág. 45.
200
“Las acciones de tutela han disminuido constantemente en su ingreso desde abril, fecha de corte que se tomó
para el Plan de Trabajo. De las 23 mil tutelas radicadas en abril se pasó a 14 mil tutelas en septiembre de 2016,
lo que significa que menos víctimas están acudiendo a este mecanismo de amparo constitucional // A partir de
agosto de 2017 está proyectado que la operación podrá atender 15 mil tutelas mensuales que corresponden a un
escenario de estabilización y normalización institucional // Esta proyección contempla la disminución de
atención de tutelas (frente al promedio que se tiene hoy) para destinar este recurso humano a la atención de
peticiones escritas para (…) lograr que la atención a las víctimas se de en sede administrativa y no judicial”.
UARIV. Op.Cit. Plan de trabajo ajustado, noviembre de 2016. Págs. 43 y 45.
201
“La Entidad ha logrado controlar el rezago de las acciones de tutela, [lo] que permite focalizar los esfuerzos
institucionales con mayor intensidad en las peticiones donde, como es claro, debe brindarse la respuesta
institucional de fondo. // El volumen mensual de tutelas se proyectó teniendo en cuenta la positiva expectativa
que pretende lograrse a través de respuestas oportunas, de fondo y coherentes a las diferentes solicitudes que la
población víctima realiza a través del canal escrito o verbalmente”. UARIV. Op.Cit. Plan de trabajo ajustado,
noviembre de 2016. Pág. 33-45
202
“Es preciso considerar que los objetivos señalados en proyecciones y metas obedecen al cumplimiento de
acciones (i) a nivel institucional, (ii) a nivel interno de la operación de respuesta escrita, y (iii) a la articulación
con otras dependencias de la Entidad, a fin de dar respuesta oportuna y eficiente a las acciones de tutela en
todas sus instancias procesales. (….) Es posible enumerar las siguientes acciones adelantadas: (i)
fortalecimiento del criterio jurídico de los agentes encargados de realizar la defensa de la Entidad; (ii)
fortalecimiento de la estrategia de seguimiento a despachos de la Rama Judicial realizando visitas a los
diferentes distritos judiciales; (iii) optimización de procesos a partir de nuevos desarrollos tecnológicos en el
48
Auto 206 del 2017
No hay que olvidar que las medidas que adoptó esta Corporación en el caso de
CAJANAL respondieron a problemas iniciales de diseño y capacidad
institucional. Estas fallas se materializaron en una capacidad insuficiente para
responder a la demanda de servicios, lo cual produjo un atraso acumulativo en
la respuesta a las solicitudes.203 Lo anterior, acompañado de cambios en el
entorno normativo que provocaron situaciones de especial complejidad en las
que se presentaron atascamientos en el trámite de las solicitudes.204 Por su parte,
en el caso de COLPENSIONES, este Tribunal encontró que había una serie de
factores externos, sobre los cuales la entidad no tenía un control directo, que le
impedían cumplir con los términos legales.205 Por lo tanto, la intervención de la
Corte Constitucional se circunscribió, en un inicio, sólo a las solicitudes y
pensiones relacionadas con el ISS en liquidación que no eran respondidas
oportunamente, al tratarse de trámites y procedimientos que no estaban bajo el
control de COLPENSIONES, mientras que se abstuvo de intervenir en el flujo
ordinario que no se afectó por la transición.206
gestor de procesos LEX. Todas estas acciones se reportarán en los informes que se presentarán a la Corte
Constitucional en el momento en que se dispongan”. UARIV. Op.Cit. Plan de trabajo ajustado, noviembre de
2016. Pág. 47.
203
“Existe un desbalance entre la demanda de servicios y la capacidad institucional de respuesta, debido a que
CAJANAL no posee instalaciones adecuadas, la planta de personal es insuficiente, y “… la plataforma
tecnológica de los procesos misionales se sustenta en un lenguaje de primera generación que data de 1980 //
CAJANAL. desde 1994 empezó a registrar un represamiento que para la época fue de 10.276 solicitudes hasta
llegar a 90.000 en 2006”. Corte Constitucional. Sentencia T-1234 del 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil).
204
Esta Corte encontró, a manera ilustrativa, que las siguientes reformas normativas implicaron traumatismos
en CAJANAL que le impedían responder a las solicitudes de manera adecuada y oportuna: “el reajuste de
pensiones dispuesto por la ley en 1966, trajo consigo dificultades financieras en la entidad y la acumulación de
un buen número de expedientes. // En 1976 la Caja asumió el pago de las pensiones de los maestros, que hasta
entonces era una obligación del Ministerio de Hacienda, lo que representó un incremento del 100% en el número
de pensionados en la nómina”. Corte Constitucional. Sentencia T-1234 del 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil).
205
“De los 87.018 trámites relacionados con acciones de tutela recibidas durante los primeros 4 meses de
funcionamiento de COLPENSIONES, el 100% correspondían a situaciones que debía resolver el ISS // Más
del 90% de las acciones de tutela en contra del régimen de prima media se refieren a falta de respuesta a derechos
de petición que dependen del efectivo traslado de los expedientes administrativos del ISS en liquidación // La
liquidadora del ISS no ha finalizado el proceso de identificación, inventario e intervención de los expedientes
administrativos que deben ser remitidos a COLPENSIONES para resolver las peticiones pensionales y cumplir
los fallos judiciales ordinarios y de tutela. Adicionalmente, COLPENSIONES reporta que se están presentando
fallas en la calidad de los envíos efectuados por el ISS, pues ha encontrado diversas situaciones que infringen
los protocolos de remisión acordados por las partes. Esto ha perjudicado la planeación operacional de
COLPENSIONES y generado perplejidad sobre el momento en que se normalizaría el funcionamiento del
nuevo administrador del régimen de prima media.” Corte Constitucional. Autos 110 y 320 del 2013 (M.P. Luis
Ernesto Vargas Silva).
206
“En ese sentido la orientación de la decisión a proferir estará dirigida a disponer que COLPENSIONES tiene
hasta el 31 de diciembre de 2013 para responder los derechos de petición radicados ante el ISS. Dentro de ese
mismo término límite deberá cumplir todas las sentencias dictadas en contra del ISS, pendientes de acatamiento,
y las que se tomen luego de esta decisión, en las que se ordene responder una petición o el reconocimiento de
una pensión negada en su momento por la entidad ahora en liquidación. Lo expuesto, sin embargo, únicamente
en relación con las solicitudes radicadas en su momento ante el ISS y los fallos que sean producto de acciones
u omisiones de la misma entidad, y con las salvedades que se realizarán más adelante (Infra 24 y 42). // Lo
anterior por cuanto está acreditado que el presidente de COLPENSIONES aseguró, de una parte, que la
problemática de la entidad únicamente radica en las solicitudes y tutelas pendientes de resolución y acatamiento
por el ISS y, de otra, que COLPENSIONES actualmente se encuentra respetando en términos reales los plazos
dispuestos en el ordenamiento jurídico para la respuesta a las peticiones radicadas ante esa entidad, y los plazos
de obedecimiento a los fallos judiciales proferidos en su contra”. Corte Constitucional. Auto 110 del 2013 (M.P.
Luis Ernesto Vargas Silva).
49
Auto 206 del 2017
207
“La Unidad para las Víctimas recibió de la anterior institucionalidad 302.508 solicitudes sin resolver. Estas
corresponden a marcos normativos preliminares de los cuales: (i) 265.543 solicitudes se realizaron en el marco
del Decreto 1290 de 2008; (ii) 22.737 solicitudes se realizaron bajo Ley 387 de 1997; (iii) 14.228 solicitudes se
presentaron en el marco de la Ley 418 de 1997. A la fecha, estas solicitudes se encuentran analizadas y
estudiadas en su totalidad”. UARIV. Op.Cit. Plan de Trabajo. Pág. 37.
208
En el 2011 la institucionalidad contabilizaba un registro aproximado de 4.5 millones de víctimas del conflicto
armado (…) Durante la implementación de la Ley 1448 de 2011, el universo de esta población tiene un
incremento, aproximado, de 3.7 millones de personas. (…) Entre los años 2012 y 2015 la interposición de este
tipo de procesos [tutela] tuvo un incremento equivalente al 172%, [mientras que] la radicación de derechos de
petición aumentó el 45%”. UARIV. Solicitud. Págs. 7-13.
209
UARIV. Op.Cit. Respuesta al auto 605 de 2016. Enero de 2017, pág 21.
210
UARIV. Op.Cit. Plan de trabajo ajustado, noviembre de 2016. Págs. 43 y 45.
50
Auto 206 del 2017
peticiones, razón por la cual extendió el plazo para superar este atraso y
fortalecer la ruta administrativa hasta diciembre de 2017.
Si bien el Gobierno nunca fue claro acerca de las razones que explicaron el
aumento drástico de las tutelas en el periodo 2014-2016 (primer semestre), ni
las causas que llevaron a la marcada disminución de su capacidad de respuesta
justo en el momento en el que se agudizó su interposición (durante el primer
semestre del 2015 sólo resolvió 16.199 tutelas), en la información aportada por
las mismas autoridades y los acompañantes del proceso se pueden mencionar
dos posibles causas. De una parte, el artículo 155 de la Ley 1448 dispuso que el
Registro de Víctimas sólo iba a estar abierto hasta el mes de junio del 2015,
para aquellas personas que hubieran sufrido un hecho victimizante con
anterioridad a la expedición de la ley.211 Debido a esta fecha de cierre, se
presentó el mayor número de personas registradas durante el año 2014 (405.819
en el primer semestre y 416.988 en el segundo) y el primer semestre del 2015
211
L.1448/11 art.155: “Las víctimas deberán presentar una declaración ante el Ministerio Público en un término
de cuatro (4) años contados a partir de la promulgación de la presente ley para quienes hayan sido victimizadas
con anterioridad a ese momento, y de dos (2) años contados a partir de la ocurrencia del hecho respecto de
quienes lo sean con posterioridad a la vigencia de la ley”.
51
Auto 206 del 2017
Por lo tanto, esta Sala Especial encuentra que la situación que afectó a la
UARIV fue un aumento acentuado coyuntural en la interposición de tutelas, en
contraste con una drástica disminución, también coyuntural, en su capacidad de
respuesta (distinto a los problemas estructurales de diseño y operación de
CAJANAL). Se trata, además, de un escenario sobre el cual la misma entidad
tiene, en términos generales, el control para adoptar los correctivos necesarios
(contrario al caso de COLPENSIONES que dependía de las actuaciones del ISS
en liquidación). En consecuencia, no resulta indispensable realizar una
intervención tal como la solicita la Unidad para las Víctimas.
212
UARIV. Op.Cit. Respuesta al auto 605. Enero de 2017. Pág 16.
213
“La circunstancia que da lugar a la solicitud excepcional aquí analizada, demuestra que es altamente probable
que el incremento significativo del uso de las acciones de tutela por parte de las víctimas se encuentra asociado
en su aspecto temporal a la entrada en vigencia de dicho decreto (2569 del 2014) caracterizado por establecer
nuevas exigencias y supuestos de hecho para el reconocimiento y suspensión de las ayudas humanitarias que
incluso han sido cuestionados por la Comisión de Seguimiento o las Mesas de Participación de Víctimas”.
CSPPDF. Algunas reflexiones jurídicas sobre la solicitud de suspensión de sanciones por desacato presentada
por la UARIV y la Agencia de Defensa Jurídica del Estado a la Sala Especial de Seguimiento de la Sentencia
T-025 de la Corte Constitucional. Julio del 2016, pág. 5.
214
Mediante el decreto 2569 del 2014, incorporado al 1084 del 2015, el Gobierno Nacional modificó los
criterios para la entrega de la atención humanitaria, buscando ajustar el modelo a las necesidades y carencias
actuales de los hogares en lo concerniente a los componentes de la subsistencia mínima.
52
Auto 206 del 2017
Por ambas razones, esta Sala Especial considera que resulta demasiado gravoso
impedirles a las personas desplazadas que acudan a la vida judicial para
reclamar la protección urgente y efectiva de su derecho fundamental al mínimo
vital, ya sea para solicitar la entrega directa e inmediata de la ayuda humanitaria
en las circunstancias excepcionales que lo ameritan, como para revocar los actos
administrativos que se encuentren indebidamente fundamentados.223
221
PGN. Junio de 2016. Pág. 4.
222
“El modelo tiene un soporte conceptual y técnico, pero la eficacia de sus resultados depende de la calidad
de la información que soporta la medición. En consecuencia, la UARIV debe hacer esfuerzos para lograr
información fidedigna, periódica y de alta calidad // Dado que las mediciones en superación de subsistencia
mínima y superación de vulnerabilidad son distintas (en generación de ingresos) pueden presentarse
ambigüedades. En consecuencia se recomienda incluir una fase de conciliación de las dos mediciones.”
Contraloría General de la República. Op.Cit. Junio de 2016. Pág. 21.
223
“La instauración de acciones de tutela puede ser el resultado de la ausencia de plena constitucionalidad de
los criterios de acceso a las medidas resaltadas o de la aplicación de los mismos, de suerte que [lo que] puede
estar llevándose a cabo en estos casos [es] un ajuste constitucional de dicho estado de cosas por parte de los
jueces constitucionales en un entorno en el que es difícil establecer criterios de priorización fijos para el acceso
a derechos fundamentales”. CSPPDF. Op.Cit. Julio del 2016, pág. 6.
54
Auto 206 del 2017
224
Corte Constitucional. Sentencia T-517 del 2010 (M.P. Mauricio González Cuervo).
225
Corte Constitucional. Sentencia T-1234 del 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil).
55
Auto 206 del 2017
Al respecto, vale la pena recordar que la Corte denegó las pretensiones de los
solicitantes cuando no acreditan de ninguna manera las circunstancias o el
perjuicio que justifican el acceso a una determinada prestación económica, más
allá de interponer la acción de tutela de manera mecánica y casi simultánea a la
radicación de una petición; y cuando recurren al recurso de amparo sólo para
adelantar un trámite que ya se encuentra en curso en la ruta administrativa, salvo
que medie una circunstancia apremiante que lo amerite. Este Tribunal también
desaprobó que los jueces adopten decisiones de fondo sin cerciorarse acerca de
la veracidad de las circunstancias que provocaron la amenaza o vulneración de
los derechos fundamentales. Así, de manera reciente, reprochó que los jueces
de instancia, en aplicación de los principios de veracidad y buena fe, dieran por
ciertos los hechos descritos por los actores y ordenaran la entrega inmediata de
la ayuda humanitaria, sin contar con el material probatorio necesario. Y,
particularmente en los casos en los que fallaron a partir de formatos similares,
genéricos, que no contienen mayor información a partir de la cual se pueda
advertir algún tipo de afectación a la subsistencia mínima, la Corte
Constitucional exhortó a los jueces para que apliquen el principio de oficiosidad
y den prevalencia al derecho sustancial sobre el formal. Esto, con la finalidad
de que ordenen pruebas o requieran la información adicional que les permita
evidenciar la existencia de la vulneración o amenaza a los derechos
fundamentales que los accionantes alegan dentro del proceso de tutela, para así
determinar la procedencia de las prestaciones requeridas (ver supra. Sección 5).
226
Conforma lo ha reiterado recientemente esta Corporación, “aun cuando la acción de tutela se caracteriza por
su informalidad, quien acude a ella para obtener la protección de sus derechos fundamentales tiene, en principio,
la carga de efectuar un relato de los hechos que originaron la amenaza o vulneración de los mismos en forma
clara y precisa y, además, en la medida de lo posible, aportar las pruebas que estén a su alcance // Por su parte,
para proferir una sentencia judicial que ponga fin a la controversia originada por la aparente amenaza o
vulneración de los derechos fundamentales, el juez constitucional debe alcanzar el convencimiento necesario
para determinar si existió o no la afectación de los derechos del actor y si la entidad accionada es la responsable
de tal circunstancia. Para tal efecto, le corresponde al juez de tutela constatar la veracidad de los hechos narrados
y valorar las pruebas que aporta el accionante y en caso de que ellas no sean presentadas, deberá decretar y
practicar las pruebas que considere necesarias para la constatación de la problemática que se puso de presente
con el escrito de tutela”. Corte Constitucional. Sentencia T-196 de 2017 (M.P. José Antonio Cepeda).
56
Auto 206 del 2017
Esta Sala Especial reitera que con estas consideraciones no está realizando una
valoración judicial de la constitucionalidad o la legalidad de las decisiones
adoptadas por los jueces de tutela que conocen de estos casos, razón por la cual
no deben considerarse como un reproche de legalidad sobre asuntos que no han
sido sometidos al debido proceso constitucional.
Por el contrario, esta Sala encuentra que en este contexto, tal como ocurrió en
materia pensional, los jueces fallaron los casos individuales, en principio,
conforme a derecho.229 Lo anterior, porque en la amplia jurisprudencia que esta
Corporación profirió en lo concerniente a la protección del derecho de petición
vía tutela, existen precedentes que pueden sustentar las decisiones concretas
227
“La Unidad para las Víctimas ha implementado una serie de estrategias que han permitido disminuir los
tiempos de respuesta a los requerimientos judiciales, relacionados con aquellos casos que cuentan con la
información institucional a disposición. De tal suerte que frente a estos casos el tiempo promedio de gestión y
trámite de solicitudes o requerimientos por acción de tutela está en 7 días promedio para noviembre de 2016.
Esto significa una reducción de tiempos en un 59% frente a los 17 días requeridos e informados en mayo de
2016.” UARIV. Op.Cit. Respuesta al auto 605. Enero de 2017. Pág. 22.
228
UARIV. Op. Cit. Plan de trabajo ajustado, noviembre de 2016. Págs. 33-36, 45.
229
“La actuación de los jueces que conocieron de los incidentes de desacato se ajustó a derecho, puesto que
procedieron respetando las garantías del debido proceso y adoptaron su decisión a la luz de los elementos
obrantes en el expediente y de la normatividad aplicable. // Sin embargo, puede predicarse la existencia de una
especie de lo que la jurisprudencia había denominado “vía de hecho por consecuencia”, puesto que no obstante
que las decisiones judiciales, son, como se ha dicho, correctas individualmente consideradas, comportan una
violación de los derechos del afectado, que resulta, no de una actitud contraria a derecho de los jueces, sino de
una situación estructural no susceptible de apreciarse en los casos concretos”. Corte Constitucional. Sentencia
T-1234 de 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil).
57
Auto 206 del 2017
Indemnización administrativa
230
“Teniendo en cuenta que la accionante presentó derecho de petición el día 19 de septiembre de 2008 y nunca
le fue resuelto; que interpuso acción de tutela el día 17 de junio de 2009 y la accionada guardó silencio; y sobre
la base de la protección reforzada brindada constitucional y jurisprudencialmente a la población en estado de
desplazamiento forzado, se ordenará a ACCIÓN SOCIAL, que dentro de las cuarenta y ocho (48) horas
siguientes, la señora Denis María Gómez Herrera junto con su núcleo familiar sea individualizada en el Registro
Único de Población Desplazada y le sean entregadas las ayudas humanitarias pertinentes, en el evento en que
no las haya recibido aún”. Corte Constitucional. Sentencia T-106 del 2010 (M.P. Jorge Iván Palacio). En la
misma dirección, ver las sentencias T-560 de 2008 (M.P. Jaime Araújo Rentería), T-585 de 2009 (M.P. Jorge
Ignacio Pretelt) y T-517 de 2010 (M.P. Mauricio González Cuervo), entre otras.
231
“Para el estudio del caso concreto, se tendrá que las actuaciones realizadas por la accionante se encuentran
amparadas por la presunción constitucional de la buena fe (art. 83, C.P.) y conforme con el artículo 20 del
Decreto 2591 de 1991, el cual dispone que si la entidad demandada no presenta informe sobre los hechos que
motivan la acción de tutela estos deberán tenerse como ciertos, salvo que hayan sido desvirtuadas por la
accionada”. Corte Constitucional. Sentencia T-517 de 2010 (M.P. Mauricio González Cuervo). En la sentencia
T-560 de 2008 (M.P. Jaime Araújo Rentería), la Corte aplicó lo dispuesto en el artículo 20 del Decreto 2591
de 1991, en los siguientes términos: “constata la Sala que la situación de vulnerabilidad que aqueja a la
accionante y a su núcleo familiar no fue desvirtuada por la entidad accionada. De hecho, al guardar ésta silencio,
presume la Sala de Revisión la veracidad de los mismos”.
58
Auto 206 del 2017
(ii) La propuesta elevada por la Unidad para las Víctimas también es apta para
lograr el fin propuesto. Al solicitar suspender en bloque las órdenes que se
dicten en materia de indemnización administrativa, junto con las sanciones que
se profirieron como resultado de los incidentes de desacato tramitados en
relación con este componente, la Unidad podrá efectuar el pago de la
indemnización de acuerdo con los criterios de priorización definidos y con los
recursos que dispone anualmente para tal fin, bajo el entendido de que este
proceso de priorización extenderá gradual y progresivamente su cobertura hasta
abarcar a la totalidad de las personas desplazadas que tengan derecho a este
aspecto de la reparación.
(iii) La medida solicitada por la UARIV es (a) ineludible para alcanzar el fin
propuesto, y (b) representa la menos restrictiva entre todas las medidas
posibles.
232
“Bajo los criterios de priorización, 575.909 hogares víctimas de desplazamiento se encuentran a la espera de
recibir la medida de indemnización, lo que equivale a un total de 3.013.910 personas víctimas de desplazamiento
forzado pendientes por reconocer esta medida de reparación. Pese a los ingentes esfuerzos realizados para
otorgar indemnización por vía administrativa a las víctimas de desplazamiento forzado, el 97.2% de las víctimas
que cumplen con los criterios de priorización previstos en el artículo 2.2.7.4.7 del Decreto 1084 de 2015, aún
no han sido indemnizadas, cifra que se acompasa con las limitaciones de orden operativo y presupuestal que
han signado el reconocimiento y pago de esta medida de reparación desde su establecimiento como
compensación en dinero, pero que, en todo caso, reafirma el compromiso del Gobierno Nacional en la gestión
de los recursos de financiación como garantía del reconocimiento de las medidas de reparación a las víctimas
titulares de este derecho fundamental”. UARIV. Cumplimiento a la orden la orden 26 del auto 373 de 2016.
Presentado el 15 de noviembre de 2016.
233
“Víctimas de desplazamiento pendientes por indemnización: 1.779.024 hogares. Costo en millones:
26.747.759 // Sin embargo, como se observa en el Gráfico 11, estos requerimientos superan las posibilidades
fiscales de la Nación, definidas por la Ley 819 de 2003 y materializadas en el Marco Fiscal de Mediano Plazo
(2017-2027).” UARIV. Entrega del informe a la orden tercera del Auto 373 de 2016, presentado el 31 de
octubre de 2016. Págs. 18 y 19
234
“En la actualidad [no hay] certeza sobre la fecha en que estarán disponibles los recursos para el pago de
todas las indemnizaciones — [como] se expondrá adelante-. //Mientras se definen los recursos necesarios
para garantizar efectivamente la indemnización de todas las víctimas, la Unidad para las Víctimas desarrollará
un modelo técnico actualizado de priorización” (énfasis agregado). UARIV. Op.Cit. Plan de trabajo. Págs 42-
44.
59
Auto 206 del 2017
Por estas razones, la Sala encuentra que un exhorto general a los jueces de la
República, para que sigan los precedentes recogidos en este pronunciamiento -
tal como se realizó en materia de ayuda humanitaria-, no es suficiente para
lograr el propósito de evitar que la acción de tutela, vía ejercicio del derecho de
235
“En la mayoría de los casos, las víctimas no solicitan indemnización a través de la acción de tutela, sino que
solicitan el amparo del derecho de petición a través del cual previamente han solicitado a la Unidad para las
Víctimas informar la fecha cierta de pago de la indemnización. En la actualidad, el cúmulo significativo de
peticiones mediante las cuales las víctimas solicitan el reconocimiento y pago de la indemnización
administrativa, así como la falta de certeza sobre la fecha en que estarán disponibles los recursos para el pago
de todas las indemnizaciones, hace que se haya superado ostensiblemente la capacidad institucional para dar
respuesta oportuna y de fondo a las víctimas. Esta situación ha conllevado a la masiva interposición de acciones
de tutela que posteriormente generan en la práctica órdenes de pago inmediato de la medida indemnizatoria. En
la práctica, de facto, más no de iure, la acción de tutela se convierte en un mecanismo que obliga al pago de la
indemnización, aunque la orden sea únicamente la de dar fecha de pago”. UARIV. Op.Cit. Plan de trabajo.
Pág. 42.
236
“Actualmente, el pago de indemnizaciones administrativas, derivadas de órdenes judiciales, requieren del
uso de la mitad del presupuesto asignado a esta medida de reparación en lo que queda de vigencia de la Ley
1448 de 2011. Esto implica que de continuar esta dinámica el presupuesto estaría destinado únicamente al pago
de indemnizaciones derivadas de acciones de tutela”. UARIV. Op. Cit. Plan de trabajo ajustado, noviembre de
2016. Pág. 24.
237
“A través de la implementación de los diferentes criterios de priorización que actualmente se aplican, la
Unidad para las Víctimas detectó una alta complejidad en la consideración de las variables que se deben evaluar
a cada una de las víctimas con derecho a recibir la indemnización, debido a que, por el alto número de las
mismas, algunas de las variables podrían repetirse en algunas personas, lo que las haría aún más vulnerables,
determinando así la necesidad de proceder a su inmediata priorización. (…) ello, sumado al déficit presupuestal
que ha obligado a la Unidad para las Víctimas a realizar focalizaciones, dio como resultado la necesidad de
diseñar un modelo técnicamente más preciso y con un enfoque estadístico-matemático que permita identificar,
en una misma evaluación, todas las posibles variables de priorización, lo cual supone la actualización”. UARIV.
Op.Cit. Cumplimiento a la orden la orden 26 del auto 373 de 2016. Pág. 16.
60
Auto 206 del 2017
Por lo tanto, la Corte accederá a la solicitud elevada por la Unidad para las
Víctimas y, en consecuencia, exhortará a los jueces de la República para
que apliquen las siguientes reglas:
Por estas razones, para esta Sala Especial es demasiado restrictivo impedirles a
estas personas que acudan a la acción de tutela para requerir la entrega
inmediata de la indemnización administrativa, ya que se trata de personas
desplazadas en extremo vulnerables, para quienes resulta desproporcionado
exigirles que agoten todas las etapas del procedimiento administrativo ordinario
(ver supra. Secciones 4, 5 y 7); más aún, si se tiene en cuenta el bloqueo
institucional advertido en este pronunciamiento.
Ahora bien, esta Sala Especial observa con preocupación que en los diferentes
informes presentados por la Unidad para las Víctimas no son claros ni los pasos
ni los tiempos que debe cumplir una persona desplazada para acceder a la
indemnización administrativa, ni el ritmo ni las condiciones bajo las cuáles se
va a indemnizar a todas las personas que tienen derecho a esos recursos. Por lo
tanto, es necesario adoptar medidas adicionales a las sugeridas por la UARIV
para alcanzar el fin propuesto con su solicitud.
Lo único cierto es que la Unidad para las Víctimas cuenta con un presupuesto
anual que le permite indemnizar a un número determinado de víctimas del
conflicto, dentro de las cuales se encuentran los desplazados, de tal manera que
indemniza a tantas personas como el presupuesto lo permita anualmente. Por lo
tanto, bajo una perspectiva global, tampoco son claros los términos bajo los
cuales las personas desplazadas que tienen derecho a la indemnización
administrativa van a recibir tales recursos (1.779.024 hogares); claridad que se
echa de menos incluso con aquellos que cumplen con las características para ser
priorizados (575.909 hogares).241 Al ser interrogado al respecto, la respuesta
más precisa que ofreció el Gobierno Nacional fue sostener que el cumplimiento
de las obligaciones recogidas en las Leyes 387 de 1997 y 1448 de 2011, “se
238
UARIV. Respuesta a la orden 26 del auto 373 de 2016, pág. 12.
239
“El Plan Ajustado no cuenta con la definición del número de víctimas que se encuentran en cada grupo
establecido para la priorización, y tampoco el tiempo que demandará la respuesta de cada segmento, de acuerdo
a los criterios de focalización // Se indica que se considerará el avance en la ruta de reparación; sin embargo,
no se explica cómo se mide este avance. Puede afirmarse que es a partir de la medición de superación de la
situación de vulnerabilidad, pero no está claro cuándo existe un avance que amerite priorización”. Defensoría
del Pueblo. Respuesta Auto 566 de 2016. Comentarios al documento "Ajustes y propuestas al Plan de Trabajo
para superar el atraso a la respuesta de peticiones y acciones de tutela de víctimas que influye en que se altere
la protección de los más vulnerables". Presentado el 17 de enero de 2017, pág. 3.
240
“Pese al dinamismo que, de acuerdo con la capacidad institucional y las posibilidades presupuestales ha
tratado de imprimir la Unidad para las Víctimas en el avance en materia de otorgamiento de la medida
indemnizatoria, debe precisarse que no es posible determinar el plazo en que un hogar víctima de
desplazamiento forzado accederá a la indemnización por vía administrativa como medida de reparación
integral, habida cuenta que, como se indicó en precedencia, las limitaciones presupuestales demarcan las
posibilidades fácticas y jurídicas para avanzar en el reconocimiento y pago de dicha medida, razón por la cual
el otorgamiento de la misma deberá realizarse de acuerdo con la disponibilidad presupuestal que para ello se
tenga, hasta tanto se logre gestionar la consecución de mayores recursos que permitan indemnizar a un número
mayor de víctimas por año. (…)” (énfasis agregado). UARIV. Respuesta a la orden 26 del auto 373 de 2016.
Presentado el 15 de noviembre de 2016, pág. 11.
241
Ver supra. N.p. 186 y 187.
63
Auto 206 del 2017
242
UARIV. Entrega del informe a la orden tercera del Auto 373 de 2016, presentado el 31 de octubre de 2016.
Pág. 20.
243
Corte Constitucional, sentencia C-496 de 2015, M. P Jorge Pretelt Chaljub.
64
Auto 206 del 2017
Por lo anterior, en reiteración de las órdenes tercera y vigésimo sexta del auto
373 de 2016, esta Sala ordenará al Director de la Unidad para las Víctimas que,
en coordinación con el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, y del
Departamento Nacional de Planeación, reglamente el procedimiento que deben
agotar las personas desplazadas para la obtención de la indemnización
administrativa, con criterios puntuales y objetivos, cuyas fases se deben
tramitar en periodos determinados en el transcurro de los 6 años adicionales a
los inicialmente contemplados, de acuerdo con la respuesta emitida por el
Gobierno Nacional a la orden tercera del auto 373 de 2016, en torno al nuevo
cálculo de los recursos planteados en el documento CONPES 3726 de 2012.244
244
“Esta nueva realidad conduce al Gobierno Nacional a plantear que el cumplimiento a las obligaciones de
las Leyes 387 de 1997 y 1448 de 2011 se dará en el transcurso de 6 años adicionales a los inicialmente
contemplados. No obstante, los derechos que requieren de ejecución inmediata, como la subsistencia mínima,
continuarán siendo la prioridad del Estado.” UARIV. Entrega del informe a la orden tercera del Auto 373 de
2016, presentado el 31 de octubre de 2016. Pág. 20.
245
Corte Constitucional. Sentencia T-171 de 2009 (M.P. Humberto Sierra Porto). Reiterada en el auto 130 del
2014 (M.P. Luis Ernesto Vargas Silva).
65
Auto 206 del 2017
246
“La imposición o no de una sanción en el curso del incidente de desacato puede llevar a que el accionado
se persuada del cumplimiento de la orden de tutela. En tal sentido, en caso de que se empiece a tramitar un
incidente de desacato y el accionado, reconociendo que se ha desatendido lo ordenado por el juez de tutela, y
quiere evitar la imposición de una sanción, deberá acatar la sentencia”. Corte Constitucional. Sentencia T-171
de 2009 (M.P. Humberto Sierra Porto).
247
Corte Constitucional. Sentencia T-171 de 2009 (M.P. Humberto Sierra Porto).
248
En su ya célebre ensayo de sociología jurídica, el profesor Marc Galanter distingue los litigantes frecuentes
de los ocasiones en los siguientes términos. Los litigantes frecuentes generalmente son entidades u
organizaciones grandes para quienes los riesgos que asumen en los casos individuales que litigan son
relativamente pequeños. En la medida en la que acuden a los estrados judiciales de manera rutinaria han
adquirido un conocimiento especializado que les permite, en cierta medida, prever el sentido de los fallos y
anticiparse a sus resultados. Teniendo en cuenta que un caso específico no representa un mayor riesgo, cuentan
con la capacidad y el conocimiento para perseguir intereses en el largo plazo que sean más favorables, incluso
a pesar de que eso implique perder casos individuales. Los litigantes ocasiones, por su parte, acuden de manera
excepcional ante los jueces y, usualmente, los riesgos que asumen en el caso individual son relativamente altos,
razón por la cual sus pretensiones no pueden ser manejadas rutinaria ni racionalmente en términos de un análisis
costo/beneficio más amplio. Utilizando estas categorías para el caso concreto, para los litigantes ocasionales es
más persuasivo el riesgo de una sanción por desacato que para un litigante frecuente, quien analizará las
pérdidas y las ganancias que pueden surgir en el mediano y largo plazo. Cf. M. Galanter. Why the "Haves"
Come out Ahead: Speculations on the Limits of Legal Change. En. Law & Society Review. Vol. 9, No. 1, pp.
95-160.
66
Auto 206 del 2017
249
UARIV. Op.Cit. Plan de Trabajo. Tablas págs. 28-30; Respuesta al auto 605 de 2016, Op.Cit. Enero de
2017. Págs. 18-21.
250
Corte Constitucional. Sentencia T-459 del 2003 (M.P. Jaime Córdoba Triviño), reiterada en la T-1234 del
2008 (M.P. Luis Guillermo Guerrero).
251
Corte Constitucional. Sentencia T-553 de 2002 (M.P. Alfredo Beltrán Sierra), reiterada en la T-1234 del
2008 (M.P. Luis Guillermo Guerrero).
252
Corte Constitucional. Sentencia T-171 de 2009 (M.P. Humberto Sierra Porto), haciendo referencia a la
sentencia T-458 de 2003 (M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra).
253
“Ha expresado la Corte que, al ser el desacato una manifestación del poder disciplinario del juez, la
responsabilidad de quien incurra en él es subjetiva y que ello quiere decir que no puede presumirse la
responsabilidad por el sólo hecho del incumplimiento sino que para que haya lugar a imponer la sanción se
requiere comprobar la negligencia de la persona comprometida”. Corte Constitucional. Sentencia T-1234 de
2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil).
67
Auto 206 del 2017
Es cierto que la Unidad para las Víctimas no enfrentó una situación estructural
que explique su incapacidad para responder las peticiones y las tutelas a tiempo,
en los mismos términos que ocurrió en materia pensional, sino que padeció en
realidad (i) un aumento coyuntural de solicitudes; (ii) en contraste con una
disminución, también coyuntural, en su capacidad de respuesta. Por lo tanto,
esta Sala tiene que resolver si ambas realidades circunstanciales constituyen
factores que ameriten el establecimiento de una responsabilidad subjetiva por
parte de los directivos de la UARIV. Y la respuesta es negativa para ambos
casos.260
254
“Tanto el juez como el responsable de la obligación surgida en virtud de la sentencia de tutela, deben tener
certeza acerca de cuál es la conducta esperada y en qué forma específica debe materializarse la orden.” Corte
Constitucional. Sentencia T-171 de 2009 (M.P. Humberto Sierra Porto), haciendo referencia a la sentencia T-
368 del 2005 (M.P. Clara Inés Vargas Hernández).
255
“Es indispensable que el sujeto obligado siempre demuestre que desarrolló conductas positivas de las cuales
puede inferirse que obró de buena fe y no con el ánimo de evadir los mandatos de la autoridad judicial”. Corte
Constitucional. Sentencia T-171 de 2009 (M.P. Humberto Sierra Porto), haciendo referencia a la sentencia T-
368 del 2005 (M.P. Clara Inés Vargas Hernández).
256
“Situaciones especiales que pueden constituir causales exonerativas de responsabilidad dependiendo de cada
caso concreto, es decir, debe tenerse en cuenta si ocurrieron circunstancia de fuerza mayor, caso fortuito o
imposibilidad absoluta jurídica o fáctica para cumplir, las cuales siempre deben ser estudiadas a la luz del
principio de la buena fe del demandado”. Corte Constitucional. Sentencia T-171 de 2009 (M.P. Humberto
Sierra Porto), haciendo referencia a la T-1113 de 2005 (M.P. Jaime Córdoba Triviño).
257
Corte Constitucional. Sentencia T-1234 de 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil).
258
Corte Constitucional. Sentencia T-1234 de 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil).
259
Corte Constitucional. Sentencia T-1234 de 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil).
260
En este punto es útil precisar que las conclusiones que se desprenden de realizar un test estricto de
proporcionalidad para determinar si es válido limitar el uso de la tutela, como el que se realizó para resolver la
primera solicitud de la UARIV, no se tienen que extrapolar al análisis concerniente a la responsabilidad
objetiva/subjetiva de los funcionarios que lideran entidades con problemas para responder oportunamente las
acciones de tutela. Porque una cosa es evaluar la necesidad de una medida como la que propone la UARIV, y
otra es examinar si sus funcionarios se encuentran en capacidad de responder el cúmulo de acciones que les
llegan a diario. Por lo tanto, es coherente afirmar que la UARIV no presenta un problema estructural en los
términos que justifiquen acceder a su primera pretensión, y al mismo tiempo sostener que sus directivos pueden
estar enfrentando barreras que les impidan cumplir sus obligaciones a pesar de actuar con buena fe.
68
Auto 206 del 2017
De una parte, este Tribunal ya sostuvo que, a pesar de que la entidad “funcione
eficientemente con los recursos disponibles”, puede no estar en capacidad de
atender oportunamente las solicitudes que se le presenten por “incrementos
inesperados en el flujo de solicitudes que debe afrontar por factores
coyunturales” (énfasis agregado). 261 En tanto estos factores ponen a la entidad
en una situación de incapacidad para responder a las solicitudes, a pesar de los
mejores esfuerzos desplegados por sus funcionarios para atenderlas, no puede
concluirse que la mera omisión de respuesta oportuna resulte imputable a las
autoridades a título de dolo o de culpa.262
De la otra, esta Sala encuentra que la Unidad para las Víctimas, dentro de las
limitaciones presupuestales que enfrenta, ha sido diligente al dar respuesta al
creciente número de acciones de tutela y peticiones que recibió a partir de la
implementación de la Ley 1448 del 2011. A pesar de que se presentó un
aumento del 172% de tutelas y 45% de peticiones a partir de 2011, únicamente
durante el primer semestre del año 2015 se presentó una disminución en su
capacidad para gestionarlas, situación que se empezó a corregir de inmediato a
partir del segundo semestre del mismo año, momento desde el cual el número
de tutelas contestadas superó el de las interpuestas (ver tabla supra), hasta el
punto de estabilizar la respuesta en un término razonable.263
261
Corte Constitucional. Sentencia T-1234 del 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil).
262
Corte Constitucional. Sentencia T-1234 del 2008 (M.P. Rodrigo Escobar Gil).
263
UARIV. Op.Cit. Plan de trabajo ajustado, noviembre de 2016. Págs. 43 y 45.
264
Tal como esta Corporación explicó en los autos 099 del 2013, 205 del 2015 y 373 del 2016 (M.P. Luis
Ernesto Vargas Silva), “debido a la insuficiencia del presupuesto aprobado y destinado para atender la ayuda
humanitaria de emergencia y de transición en cada vigencia, los recursos apropiados para un año determinado
(x) terminan cubriendo las solicitudes rezagadas del año anterior (x-1), razón por la cual, la UARIV no alcanza
a atender, en los términos prescritos, todas las solicitudes que ingresan por las diversas rutas de atención en el
año x, sino sólo algunas de ellas. En efecto, la UARIV alcanza a atender oportunamente sólo las solicitudes que
entran por la ruta de fallos judiciales, por la ruta de nuevas personas incluidas en el RUV y por la ruta de casos
especiales, manteniendo represado un porcentaje importante de las solicitudes clasificadas como “ruta normal”
[mayoritariamente en los niveles de vulnerabilidad baja y media baja] // La UARIV ha buscado priorizar las
solicitudes de las personas que se encuentran caracterizadas en vulnerabilidades alta y media alta y, en
consecuencia, ha solicitado adiciones presupuestales para atender esas solicitudes. // No obstante, [conforme lo
sostuvo la Contraloría General] la adición presupuestal que se aprobó por el MHCP fue de $41.388 millones,
con lo que se observa que no cumplen con las solicitudes de la Unidad de Víctimas, las cuales ascendían a
$230.000 millones y a lo prometido por el MHCP por un monto de $147.000 millones, motivo por el cual la
ampliación de la cobertura y la oportunidad de entrega de las Ayudas Humanitarias tiene un alto riesgo de no
cumplirse”. Cf. Corte Constitucional. Auto 373 del 2016 (M.P. Luis Ernesto Vargas Silva). Consideración
2.3.2.2.2. (ii).
69
Auto 206 del 2017
Esta Sala Especial encuentra que no es necesario extender a otros periodos las
causales eximentes de responsabilidad asociadas con los factores institucionales
que impidieron coyunturalmente a las autoridades de la UARIV responder
oportunamente a las tutelas, por las siguientes razones. De acuerdo con la
información reportada por el Gobierno Nacional: (i) para julio del 2017 está
previsto superar el rezago en materia de tutelas y responder oportunamente al
flujo diario;265 (ii) a partir del segundo semestre del 2015 se presentó un
descenso vertiginosos de las personas registradas, debido a lo contemplado en
el artículo 155 de la Ley 1448 del 2011, lo que se tradujo en una disminución
de la presión en cabeza de las autoridades para responder las solicitudes
265
UARIV. Op. Cit. Plan de trabajo ajustado, noviembre de 2016. Págs. 43 y 45.
70
Auto 206 del 2017
266
“En el primer y segundo semestre de 2016, las peticiones inician una caída de la senda de crecimiento de
manera dramática, lo cual puede ser objeto del inicio de la estabilización de la política de atención a víctimas y
al cierre del registro de víctimas a mediados de 2015 según lo dispuso la Ley 1448 de 2011”. UARIV. Op. Cit.
Respuesta al auto 605 de 2016. Enero de 2017. Pág. 14.
267
“Puede observarse que la caída en la senda de tutelas se da en el segundo semestre de 2016 lo cual, según
los análisis técnicos, obedece, por un lado, a que el programa de atención a tutelas está estabilizado y, por otro
parte, a que se han implementado estrategias de choque fuertes a partir de la implementación del Plan de Trabajo
presentado a la Corte en junio de 2016”. UARIV. Op. Cit. Respuesta al auto 605 de 2016. Enero de 2017. Pág
14.
“En diciembre de 2015 iniciaron los pagos bajo el modelo de subsistencia mínima, es decir, con la identificación
de carencias mediante registros administrativos y la participación de la víctima // Esta dinámica de
reconocimiento y entrega de la atención humanitaria, además de impulsar la implementación del nuevo modelo
– Decreto 2569 de 2014 –, permitió responder y atender los diferentes requerimientos judiciales de tutela. Esto
se refleja, como se expondrá a continuación, en la disminución, progresiva, de los asuntos judiciales pendientes
y que en buena medida obedece a la referida dinámica en materia de atención humanitaria”. UARIV. Op. Cit.
Plan de trabajo ajustado, noviembre de 2016. Pág. 42.
268
UARIV. Op. Cit. Plan de Trabajo. Pág. 81.
269
“La Entidad ha identificado que en ejercicio de una presunta agencia oficiosa se radican reiteradamente
peticiones relacionadas con alguna de las medidas previstas en la Ley 1448 de 2011. Un ejercicio realizado en
el departamento de Antioquia, con el fin de establecer causas de alta litigiosidad por departamentos, identificó
que 623 personas durante el 2016 han radicado 80.814 peticiones donde se resalta que cinco personas han
presentado 19.146 solicitudes y entre ellas, una sola, radicó 8.664 asuntos. Asimismo, frente a la radicación, se
ha logrado verificar que entre mayo y julio de 2016 se han presentado 8.189 peticiones con un formato único,
es decir, se solicita idéntica información con ajustes en dirección y peticionario”. UARIV. Op. Cit. Plan de
trabajo ajustado, noviembre de 2016. Pág. 35.
270
UARIV. Op. Cit. Plan de trabajo ajustado, noviembre de 2016. Págs. 24-25.
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Auto 206 del 2017
medida es apta para alcanzar los fines constitucionales propuestos, porque logró,
en efecto, la reducción en la interposición de acciones de tutela presuntamente
temerarias, cuando en su momento se aplicó en Antioquia.271 Para la Sala esta
medida también es necesaria, en tanto la información presentada por la UARIV,
concerniente a la excesiva concentración de solicitudes presentadas por muy
pocas personas, junto con los riesgos de posible fraude que esto apareja en contra
de las personas desplazadas, exige de manera ineludible hacer un escrutinio más
estricto sobre la intermediación de la que estas personas se pueden valer de
manera legítima para acercarse a las autoridades. Finalmente, esta medida
también es proporcional, bajo el entendido de que los jueces de la República
preservan su autonomía para valorar, en cada caso concreto, cuáles son los
sujetos facultados para hacer uso de la agencia oficiosa en relación con la
población desplazada; bajo qué requisitos pueden hacerlo; y con qué medios de
prueba pueden acreditar estos requisitos. Al respecto, no hay que olvidar que la
agencia oficiosa a favor de las personas desarraigadas puede ser ejercida en una
serie de escenarios y por parte de unos actores más amplios que aquellos
supuestos contemplado por la UARIV (organizaciones de población desplazada)
(ver supra. Sección 1), aspectos que deberán ser considerados y valorados por el
juez de instancia.
271
UARIV. Op. Cit. Plan de trabajo ajustado, noviembre de 2016. Pág. 25.
272
La UARIV ha recibido 4.302 quejas relacionadas con posibles fraudes (i.e. cobros para realizar trámites que
son gratuitos y/o la presencia de falsas víctimas que demandan los recursos estatales), las cuales “se han
traducido en 1.044 denuncias ante la Fiscalía General de la Nación. Igualmente, un resultado conjunto con la
Fiscalía General de la Nación, puntualmente en el departamento de Antioquia, para 2014 y 2015, es la captura
de 19 personas, entre ellas intermediarios, falsas víctimas y colaboradores del SNARIV, encargadas de estafar
a las víctimas y cobrarles por estos "trámites" porcentajes superiores al 60% y 70% del total de los beneficios
que el Estado ha implementado en su beneficio”. UARIV. Op.Cit. Plan de Trabajo. Pág. 57.
273
UARIV. Op.Cit. Plan de Trabajo. Pág. 81.
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Auto 206 del 2017
asigne fiscales especiales para investigar las denuncias que elevó la Unidad para
las Víctimas por estos hechos.
274
“La Unidad para las Víctimas ha implementado una serie de estrategias que han permitido disminuir los
tiempos de respuesta a los requerimientos judiciales y relacionados con aquellos casos que cuentan con la
información institucional a disposición. De tal suerte que frente a estos casos el tiempo promedio de gestión y
trámite de solicitudes o requerimientos por acción de tutela está en 7 días promedio para noviembre de 2016.
Esto significa una reducción de tiempos en un 59% frente a los 17 días requeridos e informados en mayo de
2016.” UARIV. Op.Cit. Respuesta al auto 605. Enero de 2017. Pág. 22.
275
UARIV. Op. Cit. Plan de trabajo ajustado, noviembre de 2016. Págs. 33-36, 45.
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El Director de la Unidad para las Víctimas tiene hasta el treinta y uno (31) de
diciembre de dos mil diez y siete (2017) para reglamentar este procedimiento, y
deberá presentar en esa fecha un informe, en medio físico y magnético ante esta
Sala Especial, exponiendo los resultados alcanzados.
Este exhorto sólo cubre las sanciones por desacato, los procesos de cobro
persuasivo o coactivo y las medidas cautelares decretadas, generados en virtud
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de las acciones de tutela interpuestas durante los años 2014 y 2015, relacionadas
con los componentes de ayuda humanitaria e indemnización administrativa, al
tratarse del periodo en el que se presentó la crisis coyuntural que impidió que
la entidad respondiera oportunamente.
Comuníquese y cúmplase,