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2013
Hornos, talleres y focos
de producción alfarera
en Hispania
2013
TOMO II
tomo
II
www.exofficinahispana.org
ACTAS SECAH_3_TOMO2_SECAH 07/03/13 11:51 Página 5
TOMO II
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Edita
Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz
c/ Doctor Gregorio Marañón, 3 – 11002 Cádiz (España)
www.uca.es/publicaciones
publicaciones@uca.es
ex officina hispana
Sociedad de Estudios de la Cerámica Antigua en Hispania (SECAH)
Aptdo. de correos 33 - 28680 San Martín de Valdeiglesias (Madrid)
www.exofficinahispana.org
secah.info@gmail.com
ÍNDICE
TOMO I
Prólogo ..................................................................................................................................................................... 13
Ángel Morillo Cerdán
Introducción ............................................................................................................................................................. 15
Darío Bernal Casasola y Luis Carlos Juan Tovar
TALLERES ALFAREROS
PROTOHISTORIA
Documentos para ilustrar una tradición alfarera local: un horno cerámico ibérico en Ronda ciudad .................... 141
Pedro Aguayo De Hoyos, Claudia Sanna y Bernardina Padial Robles
Consideraciones sobre el origen, evolución y difusión peninsular de los prismas cerámicos: a propósito de algunos
elementos de tecnología alfarera del asentamiento tartésico y turdetano de Torrevieja (Villamartín, Cádiz) .............. 157
José María Gutiérrez López, Antonio M. Sáez Romero y María Cristina Reinoso Del Río
En torno a los tornos. A propósito de una piedra de torno de alfarero de la I Edad del Hierro conservada
en la Colección de Prehistoria de la Comarca de Mérida (Badajoz) ........................................................................ 187
Javier Jiménez Ávila
Producción de cerámica orientalizante en Extremadura. Estudio preliminar de los hornos de la Escuela
de Hostelería de Mérida (Badajoz) .......................................................................................................................... 199
Javier Jiménez Ávila, Javier Heras Mora, Nuria Sánchez Capote y Ana María Bejarano Osorio
Talleres cerámicos en Gadir en época postcolonial ¿un modelo alfarero excepcional? ......................................... 215
Antonio M. Sáez Romero
ROMA (BAETICA)
Estructuras humanas de producción: fabricantes de moldes en Los Villares de Andújar (Jaén, España) ............... 251
María Isabel Fernández-García y Begoña Serrano-Arnáez
El horno altoimperial del Cortijo del Río (Marchena, Sevilla). Tipología y producciones cerámicas ....................... 257
Enrique García Vargas, Elisabet Conlin Hayes y Cinta Maestre Borge
Los sellos de las ánforas olearias béticas en la Antigüedad Tardía ......................................................................... 295
Juan Moros Díaz y Piero Berni Millet
Producción de cerámica en el ager iliberritanus hacia fines de la República: el asentamiento productivo
de Parque Nueva Granada ....................................................................................................................................... 307
Pablo Ruiz Montes, María Victoria Peinado Espinosa, José Luis Ayerbe López, Pedro Gómez Timón, José García-
Consuegra Flores, Francisco Javier Morcillo Matillas, Julia Rodríguez Aguilera, Ángel Gómez Fernández, María Jiménez
de Cisneros Moreno, Rocío López Hernández, Chiara Marcon, Manuel Moreno Alcaide, Begoña Serrano Arnáez
ROMA (LUSITANIA)
A olaria baixo-imperial do Martinhal, Sagres (Portugal) .......................................................................................... 317
Joâo Pedro Bernardes, Rui Morais, Inês Vaz Pinto e Rita Dias
Producción anfórica en Augusta Emerita (Mérida, Badajoz) y los nuevos hallazgos del solar de la Escuela
de Hostelería ............................................................................................................................................................ 331
Macarena Bustamante Álvarez y Francisco Javier Heras Mora
A olaria romana do Morraçal da Ajuda, Peniche (Portugal): 12 anos de investigação ........................................... 347
Guilherme Cardoso, Severino Rodrigues, Eurico de Sepúlveda e Inês Alves Ribeiro
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ROMA (TARRACONENSIS)
Los Vallejos, Casas de Luján II y Rasero de Luján (Saelices, Cuenca). Nuevos datos sobre la producción
cerámica en el territorio de Segobriga .................................................................................................................... 363
Rui Roberto de Almeida, Jorge Morín de Pablos, Ernesto Agustí García, Dionisio Urbina Martínez, Catalina Urquijo
Álvarez de Toledo, Francisco López Fraile, Pablo Guerra García y Laura Benito Díaz
El yacimiento de «La Magdalena II»: un centro alfarero romano del siglo I de nuestra era en Alcalá de
Henares (Madrid) ...................................................................................................................................................... 385
César M. Heras Martínez, Ana B. Bastida Ramírez y Raúl Corrales Pevida
Producción anfórica, figlinae y propiedad en el territorium de Tarraco (Hispania Citerior): últimas aportaciones ...... 399
Ramon Járrega Domínguez
Un atípico centro productor de ánforas de la forma Dressel 2-4 en la Layetania. El taller de Can Collet
(Llinars del Vallès, Vallès Oriental, Barcelona) .......................................................................................................... 411
Ramón Járrega Domínguez y Joan-Francesc Clariana i Roig
Hornos cerámicos bajoimperiales y tardoantiguos en el sur de la Comunidad de Madrid: presentación preliminar .... 421
Luis Carlos Juan Tovar, Juan Sanguino Vázquez, Pilar Oñate Baztán y Eduardo Penedo Cobo
El complejo alfarero de Illa Fradera y el papel de Baetulo en el comercio del vino layetano, siglos I a.C./I d.C. ....... 439
Pepita Padrós Martí, Francesc Antequera Devesa, Mario Granollers Mesa, Antoni Rigo Jovells
y Daniel Vázquez Álvarez
La officina de lucernas romanas de Elo (El Monastil, Elda, Alicante) en los siglos I a.C./I d.C. ............................... 455
Antonio Manuel Poveda Navarro
Figlinae romanas de Vareia y Calagurris (La Rioja) .................................................................................................. 469
Jesús Carlos Sáenz Preciado y María Pilar Sáenz Preciado
El alfar romano de Ermedàs. El taller y su producción (Cornellà del Terri, Girona) ................................................. 479
Joaquim Tremoleda Trilla y Pere Castanyer Masoliver
TOMO II
Durante las labores de excavación llevadas a cabo en La excavación arqueológica llevada a cabo, con
el verano de 2010 por la empresa ARTRA, S.L. Tra- una extensión de 9 hectáreas, ha sido el resultado
bajos Arqueológicos en el yacimiento de Camino de de los trabajos arqueológicos realizados de manera
Santa Juana, localizado en la UE5 de Cubas de la previa a la ejecución del proyecto urbanístico UE
Sagra (Madrid), y en la zona central del sector, tuvo 5 del polígono 18 de Cubas de la Sagra, que han
lugar el hallazgo de una gran fosa excavada en el permitido documentar un enclave con una amplia
substrato geológico, de funcionalidad incierta, de- ocupación en dos momentos bien definidos, uno
nominada contexto C-80000. En uno de sus extre- en la Edad de Bronce y el segundo en época ba-
mos (UE2) se descubrió un depósito construido con joimperial.
lajas de piedra e ímbrices, parcialmente hundido, en Entre los restos tardorromanos cabe destacar
cuyo interior fue hallado un gran conjunto de reci- una importante necrópolis con doscientas catorce
pientes cerámicos. Contiguo a esta caja-depósito se sepulturas documentadas y unas quinientas esti-
encontró un grupo de cuencos de bronce en perfecto madas, y el hallazgo de un importante centro al-
estado de conservación, así como otros objetos. farero, en el que se han identificado estructuras
relacionadas con la producción y almacenamiento
de materiales cerámicos y latericios, incluido un
raro ejemplar de un posible secadero de cerámica
SITUACIÓN Y CONTEXTO en bastante buen estado de conservación, zonas
de vertidos y hasta el momento diez hornos, de
El yacimiento de Camino de Santa Juana, objeto los cuales únicamente se han excavado en su to-
de una excavación parcial en 2010, se localiza al sur talidad dos de ellos, y parcialmente otros dos, que-
del casco urbano de Cubas de la Sagra, municipio dando el resto en un área de reserva arqueológica
situado al suroeste de la Comunidad de Madrid para una futura y posible musealización.
(FIGURA 1), en la margen izquierda del arroyo Val- Se trata probablemente del mayor complejo
deaños, sobre terrenos llanos, ligeramente elevados artesanal de época romana aparecido hasta la fecha
y con suave pendiente hacia el sur, de naturaleza en la región de Madrid, donde ya se conocen dos
arcósica en su parte septentrional y arcillo/limosa núcleos importantes, Loranca en Fuenlabrada y
en su zona meridional junto al arroyo. Sus coor- Ermita de Santiago en Valdemoro (Juan Tovar et
denadas UTM son 428951 X/4448973 Y. alii, 2013).
LUIS CARLOS JUAN TOVAR, JUAN SANGUINO VÁZQUEZ Y PILAR OÑATE BAZTÁN
FIGURA 2. Planta y secciones del contexto C-80000 y mapa con la localización de las ocultaciones bajoimperiales
conocidas en la Península Ibérica (siglo V d.C.)
LUIS CARLOS JUAN TOVAR, JUAN SANGUINO VÁZQUEZ Y PILAR OÑATE BAZTÁN
en nuestro vaso en una composición de grandes tivo semicircular segmentado con líneas verticales,
temas en X propios del grupo B del quinto estilo bajo el que aparece una especie de cartela reticulada
de López Rodríguez (1985, 81, figura 26), de los que y por debajo de esta entre tres y cinco pequeños
sólo se conocían ejemplos fragmentarios, que aquí cartuchos alineados —dependiendo de la meto-
alternan, utilizando líneas lisas como elemento de pa— divididos mediante una línea vertical, seme-
separación, con metopas rellenas con un gran mo- jantes a granos de café. La composición incluye
LUIS CARLOS JUAN TOVAR, JUAN SANGUINO VÁZQUEZ Y PILAR OÑATE BAZTÁN
FIGURA 5. Cuenco Cubas C2 (dibujo de Áurea Izquierdo Zamora y Pilar Oñate Baztán)
una última metopa más estrecha rellena mediante viene al hilo de la pronunciada deformación que
una línea vertical en zig-zag, utilizada para rematar presenta el borde, que da lugar a la existencia en
el espacio sobrante en el diseño del friso. Esta gran realidad de dos tipos de borde, uno más corto en
composición metopada aparece enmarcada, al más un lado de la pieza y otro más largo en el opuesto
puro estilo altoimperial, por dos pequeños frisos; (FIGURA 6, A). Este mismo vaso destruido y del que
el superior compuesto por una sucesión continua apenas se conservaran dos fragmentos, uno de cada
de dientes de sierra separados de las metopas me- extremo y con partes de metopas diferentes, daría
diante un baquetón, y el inferior enmarcado entre lugar a vasos de distintas dimensiones y decora-
dos baquetones en el que alternan cartelas reticu- ciones, que unidas a una más que probable con-
ladas y motivos en X. Algunas de las grandes X de servación diferencial, ofrecerían como resultado
las metopas así como de las pequeñas del friso in- vasos diversos y conclusiones dispares, en definitiva
ferior, presentan minúsculas incisiones en zig-zag una realidad aún más deformada, como a la que
a modo de dientes de sierra. hoy en día nos enfrentamos.
El cuenco Cubas C3 (FIGURA 6), conservado ín- Para reforzar esta disparidad, la pieza no sólo
tegramente, y con el barniz pasado de cocción, presenta un borde heterogéneo sino que hasta el
viene a reafirmar la existencia del estilo de metopas mismo labio muestra perfiles muy diferentes según
en la TSHT, esta vez presentando una abigarrada qué parte del cuenco se examine, como se puede
composición sobre doble friso con metopas más apreciar tanto en la foto del vaso de perfil como
pequeñas, también separadas mediante líneas lisas, más claramente en el dibujo (FIGURA 6, B); este hecho
pero igualmente bien definidas. es debido a que en el Bajo Imperio, o al menos en
En este cuenco cada friso está separado del otro la época en que se confeccionan estos vasos, la ela-
y del resto del vaso mediante sencillos baquetones boración moldurada del borde ya no se efectúa me-
lisos perfectamente delineados. En el friso superior diante una plantilla como en el Alto Imperio, sino
la composición básica parece venir determinada directamente con la mano dando lugar a la natural
por la alternancia de una metopa rellena con una irregularidad, lo que impide además obtener una
línea de motivos angulares bien en sentido ascen- tipología fiable de bordes como ya se intentó en el
dente o bien descendente, con otra metopa presi- pasado (López Rodríguez, 1985, 24, figura 2).
dida por una cartela rectangular de extremos El cuenco Cubas C4 (FIGURA 7), resultó sobre-
redondeados, que encierra dos pequeñas espirales cocido en el horno, lo que aparte de un fuerte cra-
y en el centro un círculo liso con un pequeño quelado del barniz y una coloración más oscura y
punto interior. Rodeando la cartela y situados en de tonos metálicos en el interior, le confiere una
cada una de las esquinas de la metopa aparecen mayor resistencia al roce y por tanto un menor as-
sendos círculos lisos con un punto en el centro. pecto de deterioro. Su decoración es la más común
Esta idea básica aparece sin embargo desvirtuada de los cuatros cuencos, al menos en apariencia, ya
en varios de los cuadros, quedando los temas in- que por encima de su gastada decoración de gran-
completos o incluso mezclados. El friso inferior des semicírculos dobles, de disposición sencilla,
sorprende por su singularidad, pues a los motivos presenta ciertos rasgos singulares, aún dentro de
ya conocidos en el friso superior de ángulos, cír- un estilo ya en declive: la composición se desarrolla
culos y cartelas, se une un motivo peculiar, nuevo en clave de cuatro, cuatro semicírculos con cuatro
en la panoplia decorativa de la TSHT, entre cru- pequeños círculos o semicírculos lisos en su interior,
ciforme y antropomorfo. Aquí, aunque la idea pri- cuatro cuartos de círculo uniéndolos, con tres pe-
maria parece querer alternar metopas con cartelas queños círculos lisos en el interior, menos en un
y metopas con antropomorfos, nuevamente todos cuarto, y con tres de los grandes semicírculos con
los motivos acaban mezclándose de manera anár- decoración escaleriforme, mientras un cuarto apa-
quica. rece relleno de ángulos. Toda esa simetría trazada
El vaso ofrece además diversas particularidades a compás utilizando un número significativo en
de tipo morfológico que merecen una llamada de la concepción romana del cosmos no puede apa-
atención por su significación formal. La primera recer en este cuarto vaso de la mano de la casuali-
LUIS CARLOS JUAN TOVAR, JUAN SANGUINO VÁZQUEZ Y PILAR OÑATE BAZTÁN
FIGURA 6. Cuenco Cubas C3 (dibujo de Áurea Izquierdo Zamora y Álvaro David Vera Cornejo)
LUIS CARLOS JUAN TOVAR, JUAN SANGUINO VÁZQUEZ Y PILAR OÑATE BAZTÁN
dad, o al menos no lo parece y menos acompa- La fuente Cubas C6, segunda en orden descen-
ñando a otro vaso que es toda una exaltación de dente en el apilamiento, es de forma 74-Palol 4 (FI-
la Naturaleza. Pero estos aspectos se intentarán di- GURA 8, 2) aunque en este caso de una morfología
lucidar en el anunciado trabajo sobre la iconografía más frecuente, muy próxima a las variantes del gru-
de estas piezas. po 1C de Quintanilla, de borde ligeramente elevado,
Este grupo de cuencos pone en evidencia, entre con sendas acanaladuras cercanas al labio aunque
otros muchos aspectos, la imposibilidad de esta- con el fondo prácticamente plano y ápodo (Juan
blecer principios sobre sistemas decorativos o sobre Tovar, 1997, 552; Juan Tovar, 2000, 66, figura V).
estructuras morfológicas de los productos decorados La decoración estampillada que presenta esta
a molde, basándonos exclusivamente en ejemplos pieza, más elaborada que la anterior y de cierta ca-
excesivamente fragmentarios, al tiempo que reclama lidad estética dentro de su sencillez, se compone
la reedición de estilos que creíamos desaparecidos de una estrella de siete puntas construida mediante
en época altoimperial, como el estilo de metopas bastoncillos segmentados con doble retícula, di-
con el empleo de diferentes composiciones —friso bujada en el centro del fondo sobre dos acanala-
único, doble friso—, aunque esta posibilidad ya duras, en torno a la cual se colocan seis motivos
podía sospecharse ante piezas como la gran orza antropomorfos dispuestos radialmente, elaborados
de Clunia (López Rodríguez, 1985, 170, lámina 26, mediante bastoncillos segmentados de retícula sen-
486), o como hemos visto recientemente en un cilla.
cuenco abulense de forma 37t, donde se emplea La fuente Cubas C7, la de mayor altura de las
un tema de guirnaldas en composición continua cuatro y la de pared más vertical (FIGURA 9, 3), debe
del más puro gusto altoimperial (Centeno y Quin- a estas características el haber resultado la más da-
tana, 2005, 217, figura 1, 6). ñada de todas las piezas, ya que al quedar compri-
mida entre dos fuentes de menor profundidad,
entre las que no encajaba, resultó literalmente tri-
LAS FUENTES turada por la presión, por lo que ha requerido una
laboriosa tarea de reconstrucción. Gracias a ello
Cuatro grandes fuentes de formas diferentes com- se ha realizado su recomposición gráfica, y nos ha
ponen el otro grupo cerámico de la ocultación, permitido observar una fuerte deformación en un
aunque tanto por sus dimensiones como por sus lado de la pieza, a modo de abombamiento, lo
características morfológicas estas piezas han resul- que, no obstante, no debió restarle ni atractivo ni
tado más dañadas que los cuencos. utilidad. La fuente se inscribe dentro de la forma
La fuente Cubas C5, la mayor de todas, es de 71-Palol 2, en el grupo 5 de Quintanilla (Juan Tovar,
forma 74-Palol 4 (FIGURA 8, 1), de líneas angulosas, 1997, 546; Juan Tovar, 2000, 55 ss., figura I), como
largo borde horizontal con dos acanaladuras, pared la variante más directamente relacionada con el
carenada y umbo cóncavo en el fondo externo, grupo de formas africanas Hayes 61, si bien nuestra
marcadamente convexo y ápodo, supone una va- fuente, muestra un borde vertical con una fina
riante del grupo 1 que propusimos en Quintanilla acanaladura en la cara externa, menos pronunciada
de la Queza (Juan Tovar, 1997, 552; Juan Tovar, que en el resto de variantes de nuestro grupo, pero
2000, 62 ss., figura V) aunque de morfología poco que como a ellas las diferencia de la forma africana,
común en este grupo. Su gran diámetro, superior dispone además de un fondo plano con dos mar-
a los 48 centímetros, la convierte en una gran pieza cadas acanaladuras en el borde exterior del mismo
de representación, quizá la mayor conocida en esta que conforman dos pequeños apoyos a modo de
forma que no supera los 47 centímetros en ninguno pie. Con sus 46 centímetros de diámetro es la ma-
de los grupos estudiados. yor conocida en este grupo.
El fondo interno revela en el centro una deco- También fue decorada, pero en este caso con
ración estampillada, muy sencilla, de rosetas cua- una sencillísima estampación sobre el centro del
dripétalas enmarcadas por sendas acanaladuras, fondo, de minúsculas rosetas cuadripétalas enmar-
bastante común entre la hispánica tardía. cadas por sendas acanaladuras.
LUIS CARLOS JUAN TOVAR, JUAN SANGUINO VÁZQUEZ Y PILAR OÑATE BAZTÁN
Por último, la fuente Cubas C8, igualmente de a su vez contorneada por el exterior por otra doble
forma 74-Palol 4 (FIGURA 9, 4), resulta más próxima acanaladura salpicada de los mismos circulillos.
a las del grupo 1C de Quintanilla que la Cubas Este grupo de fuentes ofrece las cronologías
C6 (Juan Tovar, 1997, 552; Juan Tovar, 2000, 66, más solidas de la forma situadas a finales del siglo
figura V), ya que presenta el fondo convexo, ápodo iv y sobre todo en los primeros decenios del v en
y el borde horizontal ligeramente levantado, propios yacimientos como la necrópolis de Vadillo de la
de este grupo, así como la fuerte acanaladura a Guareña (Zamora) y La Morterona —Saldaña,
media altura de la pared interna. Además con sus Palencia— (Juan Tovar, 2000, 66).
más de 44 centímetros de diámetro se sitúa en la
cúspide del grupo como una de las piezas de mayor
tamaño conocidas, quizá la mayor.
La decoración estampillada que presenta sobre EL AJUAR METÁLICO
el centro del fondo interno, está compuesta por una
gran estrella de once puntas dibujada mediante bas- Por lo que respecta al ajuar metálico, actualmente en
toncillos segmentados de doble retícula, con una estudio, y del que aquí incluimos un muestra gráfica
doble acanaladura en su interior siguiendo los vértices (FIGURA 10), sólo cabe decir, en espera de la conclusión
internos, rellena de minúsculos círculos lisos, estrella de su estudio y su publicación, que estamos ante uno
LUIS CARLOS JUAN TOVAR, JUAN SANGUINO VÁZQUEZ Y PILAR OÑATE BAZTÁN
de los mayores hallazgos de bronces tardorromanos d.C. Las piezas Cubas C-2 y Cubas C-3, muestran
producido en un único contexto en la Península Ibé- sin embargo un marcado cambio decorativo res-
rica. Compuesto por cuatro cuentos (Cubas B1 a B4), pecto a todo lo anterior, cambio que vendría a ca-
de diferentes medidas y características, y una pátera racterizar el periodo de intensas transformaciones
(Cubas B5), todos ellos muy bien conservados, y un que experimenta la hispánica tardía durante el pri-
cuenco de plomo de borde horizontal (Cubas P1), mer cuarto del siglo v (Vigil-Escalera, 2009, 137-
en peor estado de conservación. Este último, no obs- 138; Vigil-Escalera, en prensa) periodo de fuerte
tante, también singular dentro del panorama de las inestabilidad social y política, provocada por los
ocultaciones tardorromanas. episodios de guerra civil de comienzos del siglo
(Arce, 2005, 31 ss.) de la que forman parte las pos-
teriores incursiones germánicas a partir del 409
(ibid.; Heather, 2006, 270-272).
LA CRONOLOGÍA Y por último, como ya hemos dicho, la fuente
Cubas C8, bien datada en contextos de finales del
Los parámetros que nos van a permitir efectuar siglo iv y primeras décadas del v.
una primera aproximación cronológica para este Por tanto, habría que considerar como fecha
contexto y para los diversos objetos ocultos en él más probable para la ocultación los años situados
vienen determinados por los propios elementos entre el 407/409 y el 411, aunque no podemos des-
internos que lo componen y los factores externos cartar que la ocultación estuviera relacionada con
que lo provocaron, ya que es evidente que una algún suceso posterior.
ocultación con las peculiaridades que ésta presenta En cualquier caso, es improbable situar estas
sólo puede venir motivada por una grave situación piezas en un escenario más allá del primer tercio
de inestabilidad social. del siglo v, cuando los grandes talleres empiezan
Entre los elementos decorativos o formales que a declinar, la calidad de la TSHT comienza a caer
nos van a permitir proponer una fecha, destacan en picado y las grandes piezas de representación
especialmente los contenidos en las piezas Cubas decoradas a molde o torneadas escasean o senci-
C-1, Cubas C-4 y en la fuente Cubas C-8. En el llamente desaparecen del mercado, mientras que
cuenco Cubas C-1 los temas de pequeños semicír- las decoraciones por estampillado van siendo sus-
culos que acompañan a la venatio, todavía realizados tituidas por motivos realizados a mano alzada. La
a compás, indican un momento previo a la aparición propia riqueza del ajuar emplaza su fabricación
de los semicírculos realizados a mano, que carac- muy cercana a los últimos momentos de prospe-
terizan el último periodo de estos temas, y ligera- ridad, en los comienzos de la quinta centuria.
mente posterior al de los temas de grandes círculos
y semicírculos a compás, propios del tercer estilo,
que casi monopolizan las decoraciones cerámicas
en un momento situado c. 375-400, como propone CONCLUSIONES
Vigil-Escalera (2009, 136-137; Vigil-Escalera, en
prensa), época por otra parte de tranquilidad social Las conclusiones que ahora ofrecemos sólo atañen
y bienestar económico. La propia pieza Cubas C- a aspectos parciales, ya que aún falta por determinar
4, exponente de este tercer estilo, ofrece unas ca- con exactitud, entre otros aspectos, la zona de ori-
racterísticas que deben corresponder a los momentos gen de las distintas piezas mediante su caracteri-
finales de esta temática mayor: composición poco zación físico-química, especialmente cuando en
imaginativa y adocenada, a pesar de los rasgos sin- el terreno en el que fueron halladas se encuentra
gulares ya señalados, con una pieza obtenida de un un centro de producción donde parece haberse
molde muy gastado, como indica el escaso relieve elaborado sigillata a molde en la misma época (San-
de la decoración, lo que nos llevaría a considerar guino y Oñate, 2010).
una fecha de fabricación de ambas piezas en torno De la intencionalidad de la ocultación no nos
a finales del siglo iv o mejor primeros años del v cabe duda, tanto la vajilla cerámica como los bronces
fueron escondidos cuando se encontraban en buen acercamiento, pero incluye además el conjunto de
estado de uso, por lo que cabe descartar en el caso Fuentespreadas (Zamora) señalando su origen como
particular de los bronces, que pudiera tratarse de ajuar funerario y no de escondrijo intencionado, ra-
una ocultación con fines de reaprovechamiento zón por la que aquí no lo hemos tenido en cuenta.
metalúrgico. El hecho de que esté compuesta ade- Habría que hacer referencia a un sexto depósito,
más por tres grupos de cuatro piezas cada uno, re- no recogido por estos autores ni en el mapa de la
fuerza la idea que se trata de un ajuar familiar. FIGURA 2, que ha pasado desapercibido, quizá de
Esta es la primera vez que se tiene acceso a un la misma índole que los que aquí reseñamos. Se
ajuar domestico completo, al menos en cuanto a trata del hallado en el yacimiento de Las Quintanas
fuentes y cuencos de representación, tanto en cerá- en Padilla de Duero en junio de 1985 (Sanz y López
mica como en bronce, en buen estado de conserva- Rodríguez, 1988, 292-294), compuesto por varios
ción y de cierta riqueza, propiedad de algún personaje vasos de TSHT, vidrios y diversos objetos metálicos,
acomodado para la época, tal vez vinculado a la ac- que los descubridores asocian a un deposito in-
tividad alfarera y probablemente con una cierta re- tencionado descartando un carácter funerario, aun-
presentación social, si bien no es probable que se que sin excluir una intencionalidad ritual dada la
trate de un rico dominus, aunque sí, quizás, del cliente aparición de restos de un animal en el interior de
de uno de ellos. De ahí también su especial interés uno de los vasos, confirmando así un propósito.
ya que nos acerca a un grupo social poco visible ar- Este tipo de ocultaciones, aunque suelen pro-
queológicamente hablando, el de la clase media tar- ducirse en contextos de carácter doméstico y en
dorromana, formada por comerciantes, medianos ocasiones bajo el suelo o en el patio de la vivienda,
propietarios o personajes con una cierta representa- se caracterizan por reunir ya sea herramientas de
ción social, como dejan traslucir estas posesiones, tipo profesional (Las Ermitas), o bien restos de
modestas para un aristócrata, pero sin duda inalcan- vajilla cerámica reutilizada o en relativo buen estado
zables para las clases más bajas del estamento social. de conservación, cuando no fragmentada, acom-
La ocultación, sin duda provocada por una si- pañada de recipientes u otros restos metálicos des-
tuación lo bastante grave y prolongada como para tinados a un posterior reaprovechamiento, o refun-
que no pudiera ser recuperada, no se produjo sin dición (Uxama, Getafe, El Rasillo, Las Quintanas).
embargo de modo precipitado, al menos en un En cualquier caso, estos escondites son extrema-
primer momento, ya que los dos conjuntos prin- damente raros en la bibliografía arqueológica del
cipales no sólo se apilaron cuidadosamente sino Bajo Imperio hispano, por lo que casi todos los pa-
que entre las piezas se colocó paja para protegerlas ralelos de lotes semejantes tanto para las cerámicas
del roce y la humedad, como sugieren los restos como para los metales hay que buscarlos en otro
encontrados entre los cuencos de bronce (FIGURA tipo de contextos, frecuentemente de necrópolis.
10), extremo que deberán confirmar posteriores Por otra parte, parecen responder, como sostiene
análisis, particularidad que comparten, por cierto, García Merino (1995), a depósitos deliberados por
con las herramientas de la ocultación de Las Er- su valor económico en momentos de penuria, ya
mitas. que dadas sus características se podían utilizar para
De época bajoimperial son muy pocas las ocul- la reventa en épocas con dificultad de aprovisiona-
taciones conocidas; la primera publicada se registró miento o como chatarra para obtener, de nuevo,
en la localidad madrileña de Getafe (Caballero, 1985), materia prima.
la segunda en darse a conocer fueron los dos pequeños En nuestro caso no parece ser ésta la situación;
escondites aparecidos en Uxama (García Merino, más bien creemos que la gran fosa estaba destinada
1995), de una tercera se informó en Las Ermitas a albergar las pertenencias más preciadas de una fa-
—Espejo, Alava— (Filloy, 2000) y la última pre- milia acomodada, pero que los acontecimientos se
sentada se encontró en la villa romana de El Rasillo precipitaron cuando sólo habían ocultado una pe-
en el distrito madrileño de Barajas (Pozuelo y Vigil- queña parte, si atendemos al tamaño de la zanja ex-
Escalera, 2003). En este último trabajo se analizan cavada, que es la hoy conservada. Incluso habría que
todas las anteriores, lo que nos exime de abordar ese presumir, por la disposición de los ajuares encon-
LUIS CARLOS JUAN TOVAR, JUAN SANGUINO VÁZQUEZ Y PILAR OÑATE BAZTÁN
trados, que la pátera y el cuenco de plomo fueron 2. CUENCO COMPLETO DE FORMA 37T. Pasta de color
arrojados con cierta precipitación ya que se encon- N19 Rojo inglés claro, fina, semidura y de regular
traban sobre el suelo, desprotegidos, descolocados calidad, con grandes caliches, partículas negras,
y algo apartados, sobre todo el cuenco, del resto de ¿chamota? y pequeñas vacuolas. Barniz de color
piezas. Por lo tanto las características de los objetos P39-N39 Tierra siena natural clara-tierra siena tos-
hallados, su estado de conservación y su riqueza di- tada, muy perdido en el exterior de la pieza, espeso,
ferencian esta ocultación del resto de las conocidas, poco adherente y semibrillante (FIGURA 5).
calificándola como una ocultación de ajuar de carácter Dimensiones: Diám. Máx.: 24,2. Altura: 13. Peso:
doméstico sepultada en el entorno de una industria. 696 gr.
La aleatoriedad y rareza de esta clase de descu- 3. CUENCO COMPLETO DE FORMA 37T. Pasta de color
brimientos no nos permite todavía extraer con- N19 Rojo inglés claro, fina, dura y de buena cali-
clusiones de carácter histórico, más allá de los dad, con caliches y grietas que rompen la superficie.
esbozados en el apartado cronológico, pero llama Barniz de color P19 Rojo inglés, semiespeso, ad-
poderosamente la atención el hecho de que de los herente y semibrillante, con pequeñas manchas
seis hallazgos mencionados, todos en el interior negras producto de una cocción deficiente. Sobre-
de la Península, cinco lo hayan sido en la Meseta cocido (FIGURA 6).
y tres de ellos en el centro peninsular, en la actual Dimensiones: Diám. Máx.: 24,7. Altura: 11. Peso:
región de Madrid, a los que habría que añadir al 650 gr.
menos dos más en el cercano yacimiento de Lo- 4. CUENCO COMPLETO DE FORMA 37T., SOBRECOCI-
ranca (Fuenlabrada), asociados a contextos de há- DO. Pasta de color desconocido (el cuenco se con-
bitat con destrucción violenta, todavía inéditos. serva intacto), fina, dura y de buena calidad, con
Este tipo de hallazgos nos acercan, quizá como algunas grietas y caliches en la superficie. Barniz
ningún otro, a las personas que los protagonizaron, de color P20 Rojo inglés, espeso, muy adherente
a su drama personal, a las circunstancias de un mo- y brillante, muy craquelado y oscurecido, y con
mento trágico en una época convulsa, que empujó brillo metálico en el interior por cocción reductora
a una familia anónima a desprenderse de sus bienes parcial (FIGURA 7).
más preciados para no recuperarlos jamás. Un tes- Dimensiones: Diám. Máx.: 18. Altura: 8,8. Peso:
timonio humano que también queremos valorar 340 gr.
más allá del de los meros objetos conservados. 5. FUENTE COMPLETA DE FORMA 74-PALOL 4. Pasta
de color P19 Rojo inglés, fina, dura y de buena ca-
lidad, con muchos caliches que saltan la superficie.
Barniz de color P20 Rojo inglés, semiespeso, ad-
INVENTARIO CERÁMICO2 herente y brillante de coloración homogénea. Pre-
senta un grafito en forma de X en la parte exterior
1. CUENCO COMPLETO DE FORMA 37T. Pasta de color (FIGURA 8.1).
M20 Rosa, fina, dura y de buena calidad, con grie- Dimensiones: Diám. Máx.: 48,5. Altura: 6,5. Peso:
tas, vacuolas y abundantes caliches que llegan a 2.720 gr.
romper la superficie. Barniz P19 Rojo inglés, espeso, 6. FUENTE COMPLETA DE FORMA 74-PALOL 4. Pasta
adherente y brillante, casi pulido (FIGURA 4). de color N20 Rojo inglés claro, fina, dura y de
Dimensiones: Diám. Máx.: 34,94. Altura: 19,2. Pe- buena calidad, pero que salta en escamas. Barniz
so: 2.812 gr. de color P39 Tierra siena tostada, semiespeso, poco
adherente y semibrillante (FIGURA 8.2).
Dimensiones: Diám. Máx.: 44,2. Altura: 4,5. Peso:
2.056 gr.
2. La nomenclatura de formas y descripción de colores 7. FUENTE COMPLETA DE FORMA 71-PALOL 2. (VA-
(Código A. Cailleux) se ajustan a las normas establecidas RIANTE HAYES 61). Pasta de color P39 Tierra siena
en AA.VV., 1983. Las medidas lineales se expresan en tostada, fina, dura y de buena calidad, con algunos
centímetros. caliches y vacuolas. Barniz de color P20 Rojo inglés,
semiespeso, semiadherente y brillante, con dife- 8. FUENTE COMPLETA DE FORMA 74-PALOL 4. Pasta
rencias de tonalidad y manchado con numerosos de color M25 Rojo muy pálido, fina, dura y de
puntos negros por cocción deficiente (FIGURA 9.1). buena calidad, con algunos caliches y vacuolas.
Dimensiones: Diám. Máx.: 46. Altura: 7. Peso: Barniz P19 Rojo inglés. Espeso, adherente y bri-
2.760 gr. llante (FIGURA 9.2).
Dimensiones: Diám. Máx.: 44,2. Altura: 5,3. Peso:
2.184 gr.
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