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CONSULTORA PEDAGÓGICA

Lic. Mirta Olivero.

Narrativa: “Esto no se hace”

-Recuerdo tener 10 años e ir a 3er grado, turno mañana, en la Escuela Martín Güemes, en
barrio Arguello.

La menor de 5 hermanos que en ese momento asistía, a la escuela en ese turno.

Aunque en realidad en esos años, éramos 11 hermanos y a la escuela íbamos en total 8.5 a
turno mañana y 3 a turno tarde.

Los 5 que íbamos a la mañana por no ser hijos de la misma familia formada por mi mama,
Sumado a la reciente llegada de una Institución de menores “La casa del niño” en San
Francisco.

No compartíamos la casa del nuevo grupo formado, vivíamos en un galpón precario, armado
para que pudiéramos dormir allí (Estos nuevos integrantes recién llegados)

Bueno!! En ese contexto sumado a maltratos de nuestro padrastro, salir a pedir por las calles, a
trabajar en lo que la ocasión lo amerite, vender pan casero etc.

Asistíamos a la escuela mal alimentados, mal higienizados y siempre llegábamos tarde, al ser
reiteradas nuestras constantes llegadas tardes se nos exponía al frente como lo que no se debe
hacer.

Los 5 expuestos como el mal ejemplo. Un día llegamos realmente más tarde de lo
acostumbrado todos los alumnos ya habían ingresado al aula, apresurada entre rápidamente a
ella y me encontré con que el banco que utilizaba a diario estaba ocupado, por otro
compañero, pedí por favor el banco (por mi problema visual) y por supuesto la maestra me
mando a sentar en el último lugar del aula para que no desordene la clase y continuo su tarea.

Me pase la hora dibujando en el cuaderno de clases, al acercarse la maestra y mirar el


cuaderno, Pregunto

-¿Porque no copiaste lo que escribí en la pizarra?

-Y respondí: No veo

Me pidió el cuaderno de comunicado y escribió una nota que decía señora mama, necesito
hablar con usted la espero mañana, su escrito estaba con lápiz. Entonces tome la goma y lo
borre.

Ella me estaba observando y nuevamente escribió la nota, en la que decía: Al día siguiente si
no venía acompañada con un adulto no entraría a clases y me retiro la goma, me chupe el dedo
y lo borre (el cual se manchó el cuaderno), se acercó me agarro de la oreja y a los tirones me
llevo a la dirección, me caí al piso, lanzando patadas hacia ella, me llevaba hacia dirección.

En la dirección la sanción fue; 3 días suspendida y no ingresaría a la escuela si no venía con mi


Mama. Al llegar a casa guarde el cuaderno y pensaba si lo muestro sabía que venía el castigo y
la paliza, también pensaba irme de casa y corría el riesgo de ser llevada al hogar de menores
del cual habíamos escapado.
CONSULTORA PEDAGÓGICA
Lic. Mirta Olivero.

Al día siguiente decidí ir a la escuela como todos los días, por supuesto no me
dejaron entrar y quede sentada 4 horas en la puerta llorando, Esta imagen se repitió por 3 días
al tercer día cumplida ya la sanción, pensé esta es la mía ingreso, ¡PERO NO!

Tenía que ir con mi mama, entonces no me quedo otra que mostrar el cuaderno y contar lo
sucedido, por supuesto falte una semana más por la paliza y las marcas que evidenciaba mi
cuerpo, continué llegando tarde pero en la escuela no hablaba y me sentaba donde ellos
querían, me quedaba en los recreos adentro del aula para copiar la pizarra todo lo que no
lograba ver durante las horas de clases.

Con toda esta problemática, los estudios primarios los transite en 5 instituciones diferentes.

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