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La publicación de cualquier libro debe tener

siempre uno o varios objetivos principales. E l


del presente manual es básicamente uno; ser
didáctico, en el sentido más amplio. Se ha
previsto que sirva a aquellos profesionales
que se enfrentan por primera vez al
proyecto, la construcción, la explotación o el
mantenimiento de una balsa, pero también a
aquellos otros que ya hayan tenido relación
con cualquiera de esas actividades, para
aclarar y ampliar sus conocimientos de la
materia.

Y se ha desarrollado con esa simple


premisa: prestar una especial atención a los
conceptos y principios más básicos, ya que,
teniéndolos muy claros, cualquier aplicación
práctica será mucho más fácil.

Si bien alguno pudiera pensar que hubiera


sido necesario entrar mucho más a fondo en
algunos aspectos en él tratados y haber ebec-
twado explicaciones más largas y teóricas de
otros, como si de un tratado enciclopédico
exhaustivo de la ingeniería de las balsas se
tratara, el grupo encargado de su redacción
consider6 desde el primer momento que el
texto debía centrarse en lo fundamental,
tener una extensión suficiente, pero
reducida, estar lo más actualizado que fuera
posible, que primara en él lo práctico frente a
lo teórico, y que recogiera la importante
experiencia existente en el país de estas
materias.

Conforme con todas esas ideas, el texto se


dirige, fundamentalmente, a los proyectistas
de babas y a los tbcnicos encargados de
supervisar SU construcciÓn e impermeabilli-
zacibn, áctlvidad esta Wltima, precisamente,
que decide, aunque no sólo, gran parta del
&cita O fracaso de este tipo de obras. Y com-
plementariamente, también está especial-
mente dilriqido a aquellos que se encargan de
la explatacián, el mantenimiento y la súper-
urlsión de la seguridad de las balsas, activida-
des todas ellas qlue van cobrando cada vez
mas importancia en este camlpo de la inge-
n ieda,.
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GOBIERNO MINISTERIO
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MANUAL PARA EL

MANTENIMIENTO DE BALSAS

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PUBLICADO POR EL COMITÉ NACIONAL ESPAÑOL DE GRANDES PRESAS
Orense,3. 28020 Madrid, España
www.s~ancold.es

DISENO Y MAQUETACION: T&B Editores


ILUSTRACIONES: Todas las fotografías incluidas en este libro han sido cedidas p o r los autores del mismo así como p o r
los técnicos d e las diferentes empresas especializadas en el diseño, construcción, impermeabilización, explotación y
mantenimiento d e balsas con los que se ha consultado.

PRIMERA EDICIÓN:Octubre de 2010

@ CNEGP, 2010

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser
realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos
Reprográficos,www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

ISBN: 978-84-89567-16-0
Depósito legal: V-3585-2010
Impreso en España - Printed in Spain
En los últimos años se ha venido observando en todo el país una creciente actividad
en materia de proyecto y construcción de balsas de agua para riego, infraestructuras li-
gadas, fundamentalmente, a la necesidad de disponer de un embalse próximo a las zo-
nas de riego para tener una menor dependencia de los embalses creados por las pre-
sas situadas, a veces, a decenas de kilómetros del punto de utilización del agua.

El diseño, la construcción y la conservación de las balsas de riego o abastecimiento


no ha estado, en general, y hasta hace bien poco tiempo, sometido al control de la ad-
ministración competente en materia de seguridad de presas, motivo por el cual existía
una cierta preocupación acerca de si el diseño y la construcción de esas estructuras
cumplían los estándares de calidad que, sin embargo, sí se aplican a las presas, y de
si su mantenimiento, conservación y explotación se efectuaba correctamente.

En el año 2005 se celebró en Sevilla el l oSimposio Nacional sobre Proyecto, Cons-


trucción e Impermeabilización de Balsas, evento que agrupara a más de 500 profesio-
nales del sector. Una de las principales conclusiones alcanzadas en dicha reunión fue
la necesidad de disponer de un documento técnico que agrupe las normas de buena
práctica existentes en el arte de proyectar, construir y explotar y que facilitara a los ti-
tulares de las balsas, así como a las ingenierías proyectistas y a los constructores la co-
rrecta realización de todos esos trabajos en condiciones de seguridad garantizada.

La Dirección General del Agua del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Ma-
rino, de acuerdo con el convenio de colaboración existente con el Centro de Estudios y
Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), encargó a este organismo la realización
de un documento de titulo Manual para el Diseño, Construcción, Explotación y Mante-
nimiento de Balsas. El CEDEX se ha encargado de establecer las líneas generales del
documento, los criterios de seguridad que éste debía incorporar y la coordinación de los
trabajos desarrollados por los distintos laboratorios del CEDEX que han participado en
su redacción. A esta tarea se incorporó posteriormente el Comité Nacional Español de
Grandes Presas, y más concretamente su Comité de Balsas, que ha colaborado acti-
vamente en las actividades y reuniones técnicas que se han efectuado, así como en la
Jornada organizada el pasado mes de Mayo de 2009 para dar a conocer el contenido
del borrador de este Manual y para recoger los comentarios y observaciones del amplio
colectivo multidisciplinar de este sector.

La publicación del Manual para el Diseño, Construcción, Explotación y Mantenimien-


to de Balsas es la conclusión de dichos trabajos, en los que ha participado un gran nú-
mero de especialistas nacionales de reconocido prestigio en el campo de las obras hi-
dráulicas, y procedentes de los más variados sectores ligados con ellas: Ingeniería de
presas, Proyecto y Construcción de presas, Geotecnia, Hidráulica, Instrumentación, Ex-
plotación, Conservación y Mantenimiento, etc.
Esta publicación representa una aportación de la Dirección General del Agua a la pro-
moción de recomendaciones, manuales y normas de buena práctica en relación con la
Seguridad, con el fin de poner de relieve el valor social de las balsas y el papel de es-
tas infraestructuras en una Sociedad que exige la máxima atención en todos los as-
pectos relacionados con dicha seguridad y con la conservación y sostenibilidad del Me-
dio Ambiente.

Marta Moren Abat


Directora General del Agua
Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino
Este Manual está basado en un primer documento realizado por el CEDEX, a petición
de la Dirección General del Agua del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Ma-
rino, dentro de un Convenio establecido entre ambos. Para su redacción se ha contado
con un nutrido grupo multidisciplinar de profesionales de las especialidades que inter-
vienen en las fases de diseño, construcción, explotación y mantenimiento de las Balsas.

Se recoge el estado del arte en las distintas materias implicadas en dichas fases, que
ha sido objeto de análisis y debate en las numerosas reuniones que el grupo de traba-
jo ha mantenido. Gran parte de los comentarios y de las recomendaciones que en él se
recogen han sido tomadas de la experiencia personal de cada uno de ellos y de la ex-
tensa bibliografía técnica consultada. Por ello, creemos que el Manual puede ser muy
útil para llamar la atención sobre los aspectos técnicos más relevantes desde el punto
de vista de la Seguridad de las Balsas.

En su redacción se ha procurado emplear un lenguaje sencillo y se ha tratado de evi-


tar, en la medida de lo posible, la inclusión de textos con una profunda carga matemá-
tica. Sin embargo, cuando esto no ha sido posible, se ha completado el texto con ejem-
plos de fácil comprensión, para tratar de clarificar los aspectos que pudieran quedar
confusos.

El grupo de trabajo ha sido un equipo multidisciplinar, constituido por especialistas


nacionales de reconocido prestigio de los sectores ligados a las Balsas, que han traba-
jado en estrecha colaboración, compuesto por profesionales de la Dirección General del
Agua, del CEDEX, del Comité Nacional Español de Grandes Presas (SPANCOLD) y de
especialistas de distintas organizaciones, con la siguiente composición:

DIRECCIÓN GENERAL DEL AGUA

- Jesús Yagüe Córdova

- Juan Carlos de Cea Azañedo

CEDEX

- Laboratorio de Geotecnia
o José Manuel Martínez Santamaría
o José Estaire Gepp
o Aurea Perucho Martínez
- Laboratorio Central de Estructuras y Materiales
o Manuel Blanco Fernández
o Angel Leiro López
o Florencio García Sánchez
o Jorge Mora de Sambricio
- Laboratorio de Hidráulica del Centro de Estudios Hidrográficos
o Luis Balairón Pérez
o Cristina Lechuga García

COMITÉ NACIONAL ESPAÑOL DE GRANDES PRESAS (SPANCOLD)

- Comité Técnico de Balsas (CTB)


o José Polimón López, Presidente
o Francisco Javier Sánchez Cabezas, Secretario
o Escolástico Aguiar González
o Miguel Alonso Pérez de Ágreda
o María Domínguez Domínguez
o José María González Ortega
o Carlos Granell Ninot
o María Soledad Martín-Cleto Sánchez
o Claudio Olalla Marañón
o Joaquín Segura Graiño
o Nuria Segura Notario
o Francisco Zapata Raboso

ESPECIALISTAS EN DISTINTAS MATERIAS

o Pedro Abad Santos


o José Luis Cuenca Lorenzo
o Mario García Gironés
o Francisco Ruiz Caballero
o Isidro Sans Sánchez - Ocaña
o Enrique Santarrufina Sanmartín
o Tatiana Vara Mora

Se ha contado además con la colaboración del Profesor José Ma Rodríguez Ortiz, que
ha hecho la revisión completa del borrador.

A todos ellos quiero agradecer el dinamismo mantenido en las muchas reuniones Ile-
vadas a cabo y el tiempo que han dedicado a ellas, con la esperanza que el texto sea
de utilidad a los que de un modo u otro tienen responsabilidadesen el campo de las bal-
sas, sean consultores, constructores o explotadores.
Procede finalmente rendir un merecido homenaje a la dedicación prestada, a la labor
callada y al trabajo bien hecho, con un recuerdo especial a D. Joaquín Segura Graiño,
cuyo fallecimiento durante la realización de los trabajos no le ha permitido ver refleja-
das en el texto sus muy valiosas aportaciones.

Mariano Navas Gutiérrez


Director del CEDEX
MANUAL PARA EL DISEÑO. CONSTRUCC~ON.
EXPLOTACI~N
Y MANTENIMIENTO DE BALSAS

1.=OBJETIVOSY ALCANCE....................................................................................... 1
1.1. Objetivos............................................................................................................ 1
1.2.. Definición de balsa.......................................................................................... 2
.
1.3.. Ambito de aplicacion.......................................................................................... 3
I

2.9 NORMATIVA DE REFERENCIA............................................................................ 5

3.=ESTUDlOSPREVlOSDELTERRENOYDE LOSMATERIALES .................. 6


3.1. Reconocimiento del terreno......................................................................... 6
3.1 .l.. Recopilación de información existente.................................................. 6
3.1.2.. Campaña de campo.............................................................................. 7
3.1.3.. Ensayos de laboratorio......................................................................... 11
3.1.4.. Clasificación de suelos y rocas............................................................. 13
3.2.. Análisis de los materiales susceptibles de utilización..................................... 14
3.2.1 . Consideraciones iniciales..................................................................... 14
3.2.2.. Clasificación de materiales................................................................... 15
3.2.3.. Propiedades geotécnicas a determinar................................................ 15
3.2.4.. Materiales con propiedades geotécnicas deficientes........................... 15

4.. ESTUDIOS DE CARÁCTER HIDRÁULICO ........................................................ 17


4.1 . Dispositivos de entrada de agua..................................................................... 17
4.2.. Aliviaderos....................................................................................................... 26
4.3.. Dispositivos de salida de agua........................................................................ 31
4.3.1 . Tomas................................................................................................. 32
4.3.2.. Desagües de fondo .............................................................................. 36
4.4.. Elementos auxiliares....................................................................................... 39
4.4.1 . Elementos previos a la entrada de agua .............................................. 41
4.4.2.. Galerías de servicio............................................................................. 42
4.4.3.. Caseta de control............................................................................. 46
4.4.4.. Dispositivos de control de caudales y piezas especiales..................... 47
4.4.5.. Elementos de cubierta....................................................................... 56

5.. CRITERIOS GENERALES DE DISEÑO............................................................ 53


..
5.1. Introduccion..................................................................................................... 53
INDICE
GENERAL

5.2.. Cimentación del dique de cierre .................................................................... 53


5.3.. Dique de cierre.......................................................................................... 54
5.3.1 . Estabilidad......................................................................................... 55
5.3.2.. Integridad............................................................................................. 55
5.3.3.. Impermeabilidad................................................................................... 56
5.4.. Vaso de la balsa............................................................................................... 57
5.5.. Drenaje....................................................................................................... 58

6.. TIPOLOG¡A DEL DIQUE DE CIERRE............................................................... 66


.
6.1.. Introduccion.................................................................................................... 66
I

6.2.. Selección de la tipología del dique de cierre.................................................... 66


6.2.1 . Secciones tipo .................................;............................................. 69 .
.
6.2.2.- Criterios de seleccion ..................................................................... 69
I

6.2.3.. Parámetros de la sección del dique.................................................... 73


6.3.- Diques de cierre sin elemento de impermeabilización
externo artificial............................................................................................... 73
6.3.1 . Requisitos básicos......................................................................... 73
6.3.2.- Secciones tipo de diques de cierre homogéneos................................. 73
6.3.3.- Secciones tipo de diques de cierre heterogéneos................................ 75
6.4.- Diques de cierre con elemento de impermeabilización
externo artificial.......................................................................................... 77
6.4.1 .- Requisitos básicos............................................................................... 77
6.4.2.- Tipologías de elemento de impermeabilización
externo artificial.................................................................................. 77

7.. ANÁLISIS DE ESTABILIDAD.............................................................................. 80


7.1 . Introducción................................................................................................... 80
7.2.. Métodos de cálculo: métodos de equilibrio límite.......................................... 80
7.3.. Criterios generales para estudiar la estabilidad global de los taludes ............ 81
7.3.1 . Estabilidad estática............................................................................. 81
7.3.2.. Estabilidad dinámica.......................................................................... 81
7.4.. Coeficientes de seguridad.......................................................................... 83
7.5.. Ábacos de dimensionamiento.......................................................................... 84

8.9 SISTEMAS DE IMPERMEABILIZACIÓN........................................................ 86


8.1 . Geomembranas............................................................................................... 86
8.1.1 . Referencias históricas.......................................................................... 86
8.1.2.. Materiales............................................................................................. 86
8.1.3.. Lámina................................................................................................ 89
8.1.4.. Características..................................................................................... 91
8.1.5.. Requerimientos.................................................................................... 93
8.2.. Otros geosintéticos...................................................................................... 96
8.2.1. Geotextiles y productos relacionados con geotextiles......................... 96
8.2.2.- Geotextiles........................................................................................... 99
8.2.3.- Georedes. Geocompuestos de drenaje.............................................. 103
8.2.4.- Barreras geosintéticas bentoníticas (GBR-C).................................... 106

9.9 RECOMENDACIONES CONSTRUCTIVAS GENERALES.............................. 109


9.1 . Fases de la obra........................................................................................ 109
9.1.1 . Inicio de la obra................................................................................... 109
9.1.2.. Movimiento de tierras .......................................................................... 109
9.1.3.. Construcción de los dispositivos de entrada y salida de agua........... 111
9.1.4.. Varios.................................................................................................. 113
9.1.5.. Seguridad y salud............................................................................... 115
9.1.6.. Ejemplo de un plan de obra............................................................... 116
9.2.. Movimiento de tierras ................................................................................... 118
.
9.2.1 . Introduccion......................................................................................... 118
I

9.2.2.. Vaso de la balsa................................................................................ 119


9.2.3.. Dique de cierre. Rellenos.............................................................. 120
9.3.. Sistema de impermeabilización...................................................................... 127
9.3.1 . Despliegue de paños........................................................................... 128
9.3.2.. Soldadura y tipos de soldadura........................................................... 128
9.3.3.. Grandes paños prefabricados............................................................. 131
9.3.4.. Unión de la lámina a puntos singulares............................................... 133
9.3.5.. Geotextiles........................................................................................... 143
9.3.6.. Puesta en obra de las Geobentonitas................................................. 145

10.. CONTROL DE LA SEGURIDAD DURANTE LA EXPLOTACIÓN................. 147


.
10.1. Introduccion y alcance.................................................................................. 147
I

.
10.2.. Inspeccion visual ......................................................................................... 148
I

10.2.1. Surgencias de agua ........................................................................ 148


10.2.2.- Dique de contención.......................................................................... 149
10.2.3.. Elementos de impermeabilización..................................................... 149
10.2.4.. Elementos hidráulicos y de control.................................................... 154
10.2.5.. Reportaje fotográfico................................................................... 154
.
10.3.. Datos de auscultacion................................................................................. 154
r

10.3.1 . Variables causales............................................................................. 154


10.3.2.- Variables de control interno........ .......................................156
............l.....

10.4.. Informes de seguimiento.............................................................................. 160


10.5.. Archivo técnico de la balsa....................................................................... 161
10.6.. Protección de instalaciones...................................................................... 161

11.= CRITERIOS GENERALES DE MANTENIMIENTO PATOLOG~AS . .............. 162


11.l.. lntroduccion.................................................................................................. 162
11.2.. Patologías................................................................................................ 164
11.2.1. Materiales mal compactados..............;.............................................. 164
Tabla 3.- Materiales sintéticos utilizados en la confección de láminas para
.
impermeabilizacion............................................................................... 90
I

Tabla 4.. Valoración de las características para los distintos materiales................... 92


Tabla 5.- Requerimientos mínimos a exigir a las geomembranas homogéneas .
y reforzadas utilizadas en la impermeabilización de balsas......................... 97
Tabla 6.- Requerimientos mínimos a exigir a las geomembranas homogéneas
y reforzadas utilizadas en la impermeabilización de balsas......................... 97
Tabla 7.- Valores mínimos absolutos a exigir a un geotextil de protección
para barrera impermeable de 2,0 mm de espesor...................................... 102
Tabla 8.- Valores mínimos absolutos a exigir a un geotextil de protección
para barrera impermeable de 1,5 mm de espesor...................................... 102
Tabla 9.- Valores mínimos absolutos a exigir a un geotextil que vaya a cumplir
.
la condicion de filtro ................................................................................... 103
I

Tabla 10.- Valores mínimos absolutos exigibles al geocompuesto de


drenaje con un geotextil............................................................................. 105
Tabla 11. Valores mínimos absolutos exigibles al geocompuesto de
drenaje con dos geotextiles....................................................................... 105
Tabla 12.. Valores mínimos absolutos exigibles a la georred de drenaje .................. 106
Tabla 13.. Características mínimas a exigir a las GBR-C......................................... 108
Tabla 14.- Especificaciones de compactación para distintos tipos
de compactador......................................................................................... 126
Tabla 15.. Tipología o métodos de lastrado de geosintéticos.................................... 136
Tabla 16.. Clasificación de suelos (USCS)............................................................... 202
Tabla 17.. Clasificación de Meyerhof (1965) para suelos no cohesivos.................... 203
Tabla 18.. Clasificación de Terzaghi y Peck (1948) para suelos cohesivos.............. 203
Tabla 19.- Clasificación geomecánica de Goodman (1989),
complementada por Serrano(2002)........................................................ 204
Tabla 20.. Grados de alteración (ISRM, 1981)........................................................... 205
Tabla 21. Comportamiento geotécnico de los grupos de suelos
de la clasificación USCS........................................................................... 209
Tabla 22.. Propiedades típicas de suelos compactados (NavFac 1971) .................... 210
Tabla 23.- Principales ensayos de laboratorio para determinar la
dispersabilidad de los suelos................................................................. 211
Tabla 24.. Grados de dispersividad segun el ensayo Crumb..................................... 212
Tabla 25.. Clasificación propuesta por Bell and Maud (1994).................................... 213
'Tabla 26.. Coeficiente 0 para el cálculo de aliviaderos............................................. 237
Tabla 27.. Valor del coeficiente kgo en función de la relación RIDN......................... 244
Tabla 28.. Valor del coeficiente kl en función del ángulo del codo............................. 244
Tabla 29.. Valores de K1............................................................................................ 248
Tabla 30.. Valores de K2......................................................................................... 249
Tabla 31. Ensayos a realizar al GBR-C y frecuencia de muestre0........................... 259
FIGURAS
Figura 1. Partes más relevantes de una balsa y capítulos y apartados
del Manual en el que se tratan.................................................................... 2
Figura 2.- Esquema de sistema de entrada de agua mediante vertido
directo sobre canal escalonado................................................................... 19
Figura 3.- Unión de la geomembrana con la tubería de entrada de agua.
Izquierda, inadecuada. Derecha, recomendada......................................... 22
Figura 4.- Diferentes esquemas de entrada de agua inferiores mediante codo de 90". 23
Figura 5.- Esquema tipo de las principales entradas inferiores
mediante arqueta........................................................................................ 24
Figura 6.. Diferentes esquemas de entrada de agua en pico de flauta ..................... 25
Figura 7.. Esquema de toma en sifón......................................................................... 32
Figura 8.. Esquema de toma y desagüe de fondo embebidos en hormigón............. 33
Figura 9.. Toma con codo sobre el talud.................................................................... 35
Figura 10.. Esquema completo de un desagüe de fondo (Sección)........................... 40
Figura 11. Esquema completo de un desagüe de fondo (Planta)............................. 40
Figura 12.. Secciones habituales de galerías de servicio.......................................... 45
Figura 13.- Problemas ocasionados en la geomembrana por la ausencia
de drenajes adecuados para agua y gas .............................................. 59
Figura 14.- Esquema general de la red de drenaje de una balsa
(extraída de la Norma UNE 104.421)...................................; ................... 63
Figura 15.. Esquema general de la red de salida de gases....................................... 63
Figura 16.. Esquema de un conducto de drenaje en el fondo del vaso de la balsa.... 66
Figura 17.. Esquema del rastrillo................................................................................ 71
Figura 18.- Sección tipo 1: Dique homogéneo con dren horizontal. Diferentes partes
del mismo.................................................................................................. 74
Figura 19.- Sección tipo 2: Dique homogéneo con dren mixto horizontal y-
jy:
chimenea. Diferentes partes del mismo................................................... 75
Figura 20.- Sección tipo 3: Dique con impermeabilización con tapiz
arcilloso aguas arriba. Diferentes partes del mismo................................... 75
Figura 21. Sección tipo 4: Dique zonado . Diferentes partes del mismo.
Dibujo a escala para un dique de 10 m de altura ...................................... 76
Figura 22.- Sección tipo 5: Dique con impermeabilización con geomembrana
(GBR.P) . Diferentes partes del mismo....................................................... 78
Figura 23.- Detalle de posibles alternativas de impermeabilización para
balsas con elemento de impermeabilización externo mediante
geosintéticos .............................................................................................. 78
Figura 24.. Esquema de las distintas situaciones de cálculo..................................... 81
Figura 25.- Inclinación de taludes interior y exterior para zonas con
coeficiente sísmico a 5 0,04...................................................................... 84
Figura 26.- Inclinación de taludes interior y exterior para zonas con
coeficiente sísmico a comprendido entre 0,04 y 0,08................................ 85
Figura 27.- Inclinación de los taludes interior y exterior para zonas con
coeficiente sísmico a comprendido entre 0.08 y 0. 12............................... 85
Figura 28.- Clasificación de los geosintéticos.......................................................... 87
Figura 29.- Esquema de las distintas funcionalidades de los geotextiles
o productos relacionados........................................................................ 96
Figura 30.. Plan de obra tipo para la construcción de una balsa............................... 117
Figura 31 . Unión del sistema de impermeabilización mediante
soldadura................................................................................................. 129
Figura 32.. Paso de canalización: unión por brida y contrabrida............................... 134
Figura 33.. Anclaje inferior en suelo impermeable. (Solución 1)................................ 135
Figura 34.. Anclaje inferior en suelo impermeable. (Solución 2) ................................. 135
Figura 35.. Protección de la geomembrana con hormigón....................................... 137
Figura 36.. Anclaje en coronación (Solución 1).......................................................... 140
Figura 37.. Anclaje en coronación (Solución 2) .......................................................... 140
Figura 38.. Anclaje en coronación (Solución 3).......................................................... 141
Figura 39.- Ejemplos de anclajes de la geomembrana intermedios a paredes
verticales .................................................................................................. 142
Figura 40.- Esquema de protección parcial de un talud mediante barreras
..
bentoniticas.............................................................................................. 146
Figura 41 . Esquema de protección total de un talud mediante barreras
..
bentoniticas.............................................................................................. 146
Figura 42.. Dimensiones mínimas de un probetario en cm ........................................ 153
Figura 43.. Mapa de evaporación anual en la España peninsular ............................ 156
Figura 44.. Curvas granulométricas del ensayo del doble hidrómetro........................ 213
Figura 45.. Dispersabilidad de acuerdo al ensayo SAR............................................. 215
Figura 46.. Relación Capacidad de la balsa vs . Volumen del movimiento de tierras... 221
Figura 47.. Esquema del vertido directo sobre lámina mediante arqueta.................. 225
Figura 48.. Esquema de las dimensiones del canal de entrada................................. 226
Figura 49.. Esquema de una rampa de entrada con solera escalonada................... 228
Figura 50.. Altura (he) de los escalones del canal de entrada ................................... 228
Figura 51. Esquema del cuenco amortiguador. Identificación de parámetros básicos 230
Figura 52.. Vertido mediante tubería en altura sobre el talud.................................... 231
Figura 53.. Tipos de funcionamiento del flujo fuente .................................................. 232
Figura 54.. Esquema del cuenco de amortiguamiento de impacto............................. 234
Figura 55.. Esquema del flujo chorro de una tubería horizontal................................. 235
Figura 56.- Esquema de la línea piezométrica para entradas inferiores
con tubería en pico de flauta.................................................................... 236
Figura 57.. Caudal de alivio mediante tubería............................................................ 238
Figura 58.. Carga de la altura de agua en una toma .................................................. 241
Figura 59.- Curva de gasto de una toma para una balsa de hasta 10 m
de altura.................................................................................................... 242
Figura 60.. Codo circular...................................................................................... 243
2

Figura 61. Codo segmentado.................................................................................... 244


Figura 62.. Ábaco para el dimensionado de las entradas sin cavitación................... 245
Figura 63.. Parámetros de una rejilla...................................................................... 246
Figura 64.. Esquema de rejilla normal a la corriente.................................................. 247
Figura 65.. Esquema de una rejilla oblicua a la corriente........................................... 248
Figura 66.. Formas de barras.................................................................................. 248
Figura 67.. Esquema del desagüe de fondo de una balsa........................................ 250
Figura 68.. Curva de desagüe..................................................................................... 253
Figura 69.. Evolución del nivel del embalse con el tiempo ....................................... 254

FOTOGRAF~AS
Fotografía 1. Penetrómetro dinámico tipo DPSH....................................................... 8
Fotografía 2.. Máquina de sondeos a rotación....................................................... 9
Fotografía 3.. Canal de entrada escalonado.......................................................... 19
Fotografía 4.- Sistema de entrada de agua mediante vertido directo
sobre canal....................................................................................... 20
Fotografía 5.- Entradas de agua mediante tubería (izquierda) o tubería en pico de
flauta (derecha), con vertido directo................................................. 21
Fotografía 6.- Entradas de agua mediante arqueta de hormigón sobre
la lámina con rebaje del talud............................................................... 22
Fotografía 7.. Entrada de agua mediante arqueta...................................................... 25
Fotografía 8.. Distintas tipologías de aliviaderos.................................................... 27
Fotografía 9.. Aliviadero en tubos con embocadura circular...................................... 30
Fotografía 10.- Aliviadero en marco (izquierda) y entrada de agua
mediante canal escalonado (derecha)............................................... 30
Fotografía 11. Aliviadero en badén.......................................................................... 31
Fotografía 12.. Aliviadero en torre...............................................................................32
Fotografía 13.. Aliviadero Morning Glory ................................................................... 32
Fotografía 14.. Aliviaderos en laberinto....................................................................... 33
Fotografía 15.. Tomas con válvulas de seguridad...................................................... 34
Fotografía 16.. Toma fija con rejilla............................................................................. 35
Fotografía 17.. Bulbo enrejillado o "alcachofa".........-...: . . ................... 35
......................
. g r . {

Fotografía 18.. Toma inferior con rejilla....................................................................... 36


Fotografía 19.- Toma flotante (izquierda) y detalle del anclaje al fondo del vaso
(derecha).............................................................................................36
Fotografía 20.. Desagües de fondo en construcción .................................................. 38
Fotografía 21 . Desagüe de fondo . Relleno de hormigón de la excavación
en la que se aloja.............................................................................. 38
Fotografía 22.. Válvula de corte con aliviadero de seguridad..................................... 41
Fotografía 23.. Galería de servicio visitable de chapa corrugada galvanizada ......... 44
Fotografía 24.. Marco prefabricado....................................................................... 44
Fotografía 25.- Ejemplo de una galería de servicio hormigonada in situ
(en construcción)........................................................................... 45
Fotografía 26.- Ejemplo de una galería de servicio hormigonada in situ
(en servicio).................................................................................... 46
Fotografía 27.. Caseta de control de una balsa ....................................................... 47
Fotografía 28.. Malla de sombreo................................................................................ 50
Fotografía 29.. Depósitos de agua potable con cubierta flotante transitable............... 51
Fotografía 30.. Sectorización de la red de drenaje en una balsa............................... 60
Fotografía 31. Conductos de la red de drenaje ........................................................ 60
Fotografía 32.. Red de drenaje en el fondo del vaso .............................................. 61
Fotografía 33.. Ejecución de un dren perimetral al pie del talud interno..................... 64
Fotografía 34.. Air vents en una lámina de PEAD....................................................... 64
Fotografía 35.- Ejecución y principales componentes de un conducto
de drenaje en el fondo del vaso de una balsa.................................... 65
Fotografía 36.. Control de la. red de drenaje............................................................ 65
"l

Fotografía 37.- cuneta perimetral para encauzamiento de las aguas de escorrentía.. 65


Fotografía 38.. Arqueta para canalización de la escorrentía superficial....................... 66
Fotografía 39.. Pretil colocado en la coronación de la balsa....................................... 73
Fotografía 40.. Geotextil instalado para cumplir las funciones de protección y filtro ... 101
Fotografía 41 . Geotextil instalado para cumplir la función de drenaje ...................... 104
Fotografía 42.- Equipamiento necesario e instalación de un sistema
.
de impermeabilizacion.................................................................... 107
I

Fotografía 43.. Detalle de excavación y transporte de material en vaso de balsa....... 118


Fotografía 44.. Proceso de excavación del vaso de la balsa..................................... 119
Fotografía 45.. Panorámica de un dique de cierre...................................................... 121
Fotografía 46.- Compactador Pata de Cabra (izquierda) y proceso
de compactación (derecha)............................................................. 123
Fotografía 47.. Compactador de rodillo....................................................................... 125
Fotografía 48.. Compactador de impacto Rana......................................................... 125
Fotografía 49.- Equipo para la medida de la densidad in situ
mediante isótopos radioactivos.......................................................... 127
Fotografía 50.. Extendido de geosintéticos ................................................................ 144
Fotografía 51 . Puesta en obra de geosintéticos........................................................ 144
Fotografía 52.. Equipo auxiliar para el soldado de láminas....................................... 146
Fotografía 53.- Toma de un.a muestra sobre un paño de Geomembrana,
incluyendo un tramo de soldadura................................................... 151
Fotografía 54.- Reposición de material en el área de extracción
de las muestras............................................................................... 151
Fotografía 55.. Material de reposición en geomembrana de PVC-P ......................... 152
Fotografía 56.. Probetario en geomembrana de polietileno de alta densidad............. 152
Fotografía 57.. Aforador de filtraciones mediante vertedero triangular y ultrasonidos... 157
Fotografía 58.. Dolinas producidas por la circulación incontrolada de agua............... 165
Fotografía 59.- Inadecuado contacto entre la estructura de salida de agua
y el dique de cierre........................................................................... 165
Fotografía 60.- Manifestación en la geomembrana de una dolina en
el terreno infrayacente.................................................................... 166
INDICE
GENERAL

Fotografía 61.- Degradación de una geomembrana de poli(cloruro de vinilo)


plastificado....................................................................................... 167
Fotografía 62.- Deterioro de una geomembrana de poli(cloruro de vinilo)
plastificado donde se hace visible la presencia de tejido sintético..... 167
Fotografía 63.- Vista del tejido sintético de refuerzo por microscopia óptica de
reflexión en una geomembrana de poli(cloruro de vinilo) plastificado. 168
Fotografía 64.- Tejido de la armadura observado mediante microscopia
electrónica de barrido en una geomembrana de
poli(cloruro de vinilo) plastificado..................................................... 168
Fotografía 65.- Deslaminación en las proximidades de la soldadura
en un embalse impermeabilizado con
poli(cloruro de vinilo) plastificado...... ........................ ..... ... .. 168
Fotografía 66.- Punzonado de la lámina impermeabilizante por mala ejecución
de su capa soporte............................................................................. 169
Fotografía 67.- Burbuja provocada por los gases en la solera de una balsa
impermeabilizada con una geomembrana sintética ........................... 169
Fotografía 68.- Efecto pantalla o de reptado en la geomembrana.............................. 171
Fotografía 69.- Coloración diferenciada en la impermeabilización............................ 172
Fotografía 70.- Aspecto de la impermeabilización de un embalse, donde la
diferencia de coloración de los paños se hace patente...................... 172
Fotografía 71.- Efectos del material bituminoso sobre una geomembrana................. 173
Fotografía 72.- Efecto del granizo en una geomembrana de PVC-P......................... 175
Fotografía 73.- Inserción de baberos en las proximidades del botaolas
para protección de la geomembrana sintética.................................... 174
Fotografía 74.- Efecto del viento sobre una geomembrana..................................... 175
Fotografía 75.- Oleaje en la balsa............................................................................... 176
Fotografía 76.- Especies vegetales creciendo en las proximidades de la
geomembrana impermeabilización................................................ 176
Fotografía 77.- Zarzas que inciden sobre lámina de poli(cloruro de vinilo)
plastificado en la coronación de un talud........................................ 177
Fotografía 78.- Desprendimiento de tierras sobre una geomembrana de
impermeabilizacion....................... ......... . . . . . ... . . ........ . 178
m ,

Fotografía 79.- Robo de geomembrana instalada................................................... 179


Fotografía 80.- Roderas de paso de una motocicleta sobre una geomembrana
.
de impermeabilizacion....................... ...........
I

......... .............. 180


Fotografía 81 .- Grado de dispersividad del suelo en función de los resultados
del ensayo Crumb ........................................................................ 212
.-
1 OBJETIVOS Y ALCANCE.

1.1.-OBJETIVOS.

Las balsas de agua1 son estructuras hidráulicas muy abundantes en toda la geogra-
fía española. Por el volumen, número e importancia que han alcanzado estas estructu-
ras, las administraciones públicas competentes en la materia, consideran prioritario ga-
rantizar un nivel de seguridad adecuado de las mismas así como un buen funciona-
miento de sus instalaciones.

El objetivo de este Manual es el de constituir un documento técnico que facilite la di-


vulgación de ideas y conceptos básicos en el diseño de balsas y garantice la seguridad
de las obras. Se enmarca en el ámbito de normalización tecnológica, dentro del esfuer-
zo que se viene imponiendo en los últimos años en diferentes ámbitos de la ingeniería
civil, con el fin de unificar criterios de proyecto y de disminuir los riesgos inherentes a
dichos proyectos.

Son precisamente los dos aspectos anteriores los principales objetivos perseguidos
por este manual: el constituir un documento técnico que facilite la divulgación de ideas
y conceptos básicos del diseño de balsas de contención de agua y de su explotación,
para que ambas cosas se hagan de forma segura.

Por lo tanto, el presente manual constituye un conjunto de recomendaciones técnicas


relativas al proyecto, construcción, explotación y mantenimiento de balsas de agua.

En la Figura 1 se muestra de forma esquemática una balsa dividida en sus distintos


elementos constituyentes. En ella se hace referencia al capítulo o apartado correspon-
diente en el que se trata de su diseño y de los aspectos más destacados a tener en
cuenta de cada uno de ellos.

Se podrían considerar también bajo esta misma denominación a las balsas que almacenan agua potable a efectos
de diseño de vaso, dique de cierre, tomas, desagües, etc, pero estas deben cumplir unos criterios sanitarios que no
son objeto de este Manual, por lo que quedan al margen de éste.
7- OBJETIVOS
Y ALCANCE

Figura 1.- Partes más relevantes de una balsa y capítulos y


apartados del Manual en el que se tratan.

O.- Cimiento del dique de cierre. Capítu- 5.- Anchura del dique de cierre. Aparta-
lo 3 y Apartado 5.2. do 6.2.3.
1.- Dique de cierre. Apartado 5.3 y Ca- 6.- Resguardo de la balsa. Apartado 6.2.3.
pítulo 6. 7.- ~liviadero.Apartado 4.2.
2.- Desagüe de fondo. Apartado 4.3. 8.- Canal de entrada de agua a la balsa.
3.- Toma de la balsa. Apartado 4.3. Apartado 4.1.
4.- Dren perimetral a pie de talud. Apar- 9.- Dispositivos de entrada de agua a la
tado 5.5. balsa. Apartado 4.1.
10.- Elementos auxiliares. Apartado 4.4.

1.2.- DEFINICIÓN DE BALSA.

Se entiende por balsa toda estructura artificial destinada al almacenamiento de agua,


situada fuera de un cauce y del dominio público hidráulico y delimitada total o parcial-
mente por un dique de cierre.

Las balsas de almacenamiento de agua se diferencian de las presas principalmente


en que no están proyectadas para regular aguas de escorrentía y, por lo tanto, no cie-
rran propiamente una cuenca de aportación. Suelen llenarse lateralmente desde un ca-
nal o desde un cauce público o privado.

A efectos del presente Manual, las balsas se considera que están constituidas, de for-
ma general, por un dique de cierre, ejecutado mediante estructuras de tierra (rellenos)
realizadas, fundamentalmente, con materiales procedentes de las excavaciones nece-
sarias para su construcción, que actúan como elemento de contención del agua, y por
el vaso de la balsa, constituido por la zona de almacenamiento de agua, que incluye las
posibles zonas en ladera y desmonte.

Se considerará de aquí en adelante como altura de balsa a la diferencia de cotas


existente entre el punto más bajo de la cimentación del talud exterior del dique de cie-
rre y el punto más alto de la estructura resistente.

Por altura de dique de cierre se entenderá la diferencia de cota entre el punto más
bajo de su cimentación y el punto más alto de la estructura resistente, sin tener en cuen-
ta los posibles rastrillos, pantallas de impermeabilización, rellenos de grietas u otros ele-
mentos semejante.

El presente Manual constituye un conjunto de recomendaciones técnicas relativas al


proyecto, construcción, explotación y mantenimiento de balsas de agua.

Las balsas son embalses de agua, por lo que les será de aplicación la Directriz Bási-
ca de Planificación de Protección Civil frente al Riesgo de Inundaciones y, en algunos
casos, la Instrucción para el Proyecto, Construcción y Explotación de Grandes Presas
o el Reglamento Técnico sobre Seguridad de Presas y Embalses. No obstante, existe
un gran número de estructuras hidráulicas de almacenamiento de agua que presentan
unas condiciones particulares y diferenciadoras que, a nivel de recomendaciones técni-
cas, motivan la redacción del presente Manual.

Estas recomendaciones particulares y diferenciadoras son sus reducidas dimensiones


y su escasa incidencia en el dominio público hidráulico. El presente Manual será, por lo
tanto, de aplicación a aquellas balsas que cumplan los siguientes requisitos:

Que el dique de retención tenga una altura inferior a 10 m, o que teniendo una altu-
ra de entre 10 y 15 m, tenga una capacidad de almacenamiento inferior a 1 hm3.

Que la aportación de agua externa esté totalmente controlada y acotada, de modo


que no haya entrada directa de agua desde un cauce público.

Que su rotura o funcionamiento incorrecto pueda producir únicamente daños de mo-


derada importancia y sólo incidentalmente pérdida de vidas humanas (Categoría C,
de acuerdo con el punto 3.5.1.2 de la Directriz Básica, de Protección Civil frente al
Riesgo de Inundaciones).

En el caso de balsas cuya altura de dique de retención sea menor de 5 m o que ten-
gan una capacidad de embalse inferior a 100.000 m3, el presente Manual también se
considera de aplicación, con las lógicas modificaciones que se deriven de las circuns-
tancias específicas de cada balsa en concreto y de sus condicionantes.
7- OBJETIVOS
Y ALCANCE

Quedan fuera del ámbito del presente Manual todas aquellas balsas cuya problemáti-
ca geológico-geotécnica condicione su diseño, por tratarse de terrenos geotécnicamen-
te difíciles, cuyo estudio y alcance no queda contemplado en el contenido del presente
texto.

Lógicamente, toda balsa o presa que supere las dimensiones enumeradas en los pá-
rrafos anteriores deben seguir los criterios establecidos en la normativa técnica vigente
sobre seguridad de presas, embalses y balsas, apoyándose en las guías técnicas ela-
boradas por el Comité Nacional Español de Grandes Presas (SPANCOLD).
2- NORMATIVA
DE REFERENCIA

NORMATIVA DE REFERENCIA.

La normativa española de referencia que puede servir para el diseño, construcción,


explotación y mantenimiento de las balsas es la siguiente.

e Instrucción para el proyecto, construcción y explotación de grandes presas (1967).

e Directriz Básica de Planificación de Protección Civil frente al Riesgo de Inundaciones


(1994).

e Reglamento Técnico sobre Seguridad de Presas y Embalses (1996).

e REAL DECRETO 912008, de 11 de enero, por el que se modifica el Reglamento del


Dominio Público Hidráulico, aprobado por el Real Decreto 84911986, de 11 de abril.

e Pliego de Prescripciones Técnicas Generales para Obras de Carreteras y Puentes


(PG-3/75).

e Orden Circular 326100 sobre Geotecnia Vial en lo referente a materiales para la cons-
trucción de explanaciones y drenajes. (Este texto modifica una serie de artículos del
PG-3/75).
3- ESTUDIOS
PREVIOS DEL TERRENO Y LOS MATERIALES

3.- ESTUDIOS PREVIOS DEL TERRENO Y DE LOS MATERIALES.

3.1.= RECONOCIMIENTO DEL TERRENO.

.-
3.1.1 RECOPILACIÓN DE INFORMACIÓN EXISTENTE.

Antes de redactar el proyecto de la balsa y con el objeto de conocer adecuadamente


las características del cimiento del dique de cierre y del vaso y de fijar el alcance de la
campaña de reconocimiento a llevar a cabo, es recomendable realizar una recopilación
de la información topográfica, geológica y geotécnica existente de la zona de estudio.
Entre esta información cabe destacar la siguiente:

a Mapas geológicos del IGME (Mapas geológicos a escalas 11200.000 y 1150.000).


Mapa geotécnico a escala 11200.000.

r Experiencias previas, preferiblemente contrastadas, de trabajos de construcciones


próximas, de yacimientos, de canteras, etc.

a Datos de sondeos previos en la zona.

a Inventario de taludes.

En general, cualquier información disponible de la zona, tal como:

a Estudios previos de carácter geotécnico de otras administraciones públicas.

a Pares estereoscópicos de Fotografías aéreas.

a Mapas antiguos y referencias bibliográficas y proyectos.

Asimismo, se realizará un detallado reconocimiento visual tanto de la zona de im-


plantación del dique de cierre como del vaso de la balsa, examinando especialmente las
características topográficas, motfológicas y geológicas de la zona, que pudieran afectar
a la seguridad de la balsa. En particular, se identificarán, en el caso de existir, posibles
singularidades vinculadas con la acción del hombre (edificaciones existentes que deban
ser derribadas, tuberías y líneas de alta tensión enterradas), vegetación (arbustos y ar-
bolado que deban ser talados) y cualquier anomalía topográfica o geomorfológica (co-
mo puede ser la existencia de cuevas) que pueda interferir en el correcto funciona-
miento de la obra. Se prestará especial atención a la existencia de escombreras, verte-
deros y cualquier otro tipo de rellenos antrópicos dado su potencialmente negativa in-
fluencia en el comportamiento futuro de la balsa.
3-ESTUDIOS
PREVIOS DEL TERRENO Y LOS MATERIALES

La información cartográfica de la balsa se acomodará, en cuanto a escala y conteni-


do, a la importancia y a las exigencias que establezca el proyecto de la balsa para su
redacción. En general, las escalas más utilizadas son:

a 1:25.000: encuadre general, hidrología, geología y geotecnia de estudios previos,

a 1:5000: aspectos generales de la balsa,

a 1: 500: aspectos de detalle de la balsa.

3.1.2.- CAMPANA DE CAMPO.

La campaña de campo se extenderá a tres ámbitos diferentes:

a Zona de implantación del dique de cierre.

a Zona del vaso de la balsa.

a Zona de préstamos.

Se entiende por zona de préstamos a toda aquella zona de la que se extraerán los
materiales necesarios para la ejecución del dique de cierre. A este respecto es conve-
niente hacer constar que, por economía, en numerosos casos, los materiales procede-
rán de las excavaciones a realizar para la implantación del cimiento del dique o de las
regularizaciones a efectuar en la zona del vaso de la balsa, por lo que la denominada
zona de préstamos coincidiría con la zona de implantación del dique de cierre o del va-
so de la balsa, respectivamente.

3.1.2.1.- Zona de implantación del dique de cieke.

Con objeto de conocer el terreno sobre el que se implantará el dique de cierre así co-
mo las características de los materiales existentes en dicho terreno, se realizarán, co-
mo mínimo, los siguientes reconocimientos:

a Calicatas, de unos 3-4 m de profundidad por debajo de la zona a desbrozar o elimi-


nar, cada 50 m de desarrollo longitudinal del eje de la zona de implantación del di-
que de cierre, y en todas aquellas zonas en las que se aprecie un cambio de terre-
no. En cualquier caso, siempre se harán, al menos, 2 calicatas. Se fotografiarán los
materiales extraídos, se describirán éstos con detalle y se tomarán muestras en bol-
sa a diferentes profundidades para la posterior realización de ensayos geotécnicos
- de laboratorio. En estas calicatas podrán realizarse ensayos de permeabilidad, ana- -

lizando el descenso del nivel de agua a lo largo del tiempo.


3- ESTUDIOS
PREVIOS DEL TERRENO Y LOS MATERIALES

Ensayos de penetración dinámica (Fotografía l), hasta alcanzar el rechazo, cada


100 m de desarrollo longitudinal del eje de la de la zona de implantación del dique de
cierre. Cuando la longitud de la coronación del dique de cierre sea inferior a 100 m
se hará, al menos, un ensayo de penetración dinámica.

- . ..
i:
t..

. ,i. ., .

.-
Fotografía 1 Penetrómetro dinámico tipo DPSH

Sondeos mecánicos a rotación con extracción continua de testigo (Fotografía


2), cada 200 m de desarrollo longitudinal del eje de la de la zona de implantación del
dique de cierre, en los siguientes casos:

- Cuando la altura del dique sea superior a 10 m.

- Cuando el volumen de embalse sea superior a 250.000 m3.

- Cuando la longitud de coronación del dique de cierre sea superior a 100 m, se ha-
rá, al menos, 1 sondeo mecánico.

- Cuando la información previa disponible sobre el terreno de apoyo del dique sea
muy escasa y, por lo tanto, se desconozcan sus principales características geo-
técnicas.

En cualquier otro caso, cuando se considere necesario disponer de un mayor conoci-


miento de las características resistentes, deformacionales y de permeabilidad del terreno.
3- ESTUDIOS
PREVIOS DEL TERRENO Y LOS MATERIALES

Fotografía 2.1 Máquina de sondeos a rotación

La profundidad de los sondeos debe ser suficiente para localizar y determinar la geo-
metría y las propiedades de todos los estratos de suelos y rocas que pueden afectar al
comportamiento futuro de la balsa. Esta profundidad se puede estimar entre 3 y 3,5ve-
ces la altura de la balsa. En todo caso, la profundidad mínima debería ser de 10 m. Al
menos, uno de los sondeos se debería realizar en la zona en la que el dique presente
su mayor altura.

De estos sondeos se deben obtener muestras inalteradas o parafinadas, de los nive-


les cohesivos, cada 3-4 m de profundidad o cuando se observen cambios en el terre-
no. Estas muestras se deben enviar a laboratorio para la realización de los correspon-
dientes ensayos. En los sondeos se pueden realizar, además, ensayos de permeabili-
dad, ensayos de penetración tipo SPT, así como cualquier otro tipo adicional de ensa-
yo que persiga la caracterización del terreno atravesado.
3- ESTUDIOS
PREVIOS DEL TERRENO Y LOS MATERIALES

Estos sondeos se podrán complementar con procedimientos geofísicos, preferente-


mente sísmica de refracción, para determinar los espesores de los distintos niveles del
subsuelo. El número mínimo de perfiles sísmicos a llevar a cabo debería ser: uno (1)
longitudinal a lo largo de todo el eje de la balsa y otros tres (3) transversales a dicho eje
o a una distancia mínima de 100 m entre sí y de unos 50 m de longitud, o preferible-
mente cubriendo la anchura de la balsa.

3.1.2.2.- Zona del vaso.

Con objeto de determinar las características de permeabilidad del terreno del vaso y
las condiciones de apoyo del elemento impermeable, a colocar si fuera necesario, se
realizarán, como mínimo, los siguientes reconocimientos:

Una calicata de unos 3-4 m de profundidad por cada 10.000 m2 de superficie de


vaso, o en todas aquellas zonas en las que haya un cambio de terreno. Inde-
pendientemente de la superficie del vaso, el número mínimo de calicatas a rea-
lizar en el vaso será de tres (3).

Las calicatas podrán complementarse con procedimientos geofísicos, preferentemen-


te sísmica de refracción para determinar los espesores de los distintos niveles del sub-
suelo.

Un aspecto importante que se determinará durante la campaña de reconocimiento es


la posición pésima esperable del nivel freático, especialmente en aquellas zonas del va-
so donde se vayan a realizar excavaciones de cierta entidad (por encima de 5 m) y don-
de posteriormente se vaya a colocar lámina de impermeabilización. En esos casos es
recomendable la realización de algún sondeo mecánico en la zona de mayor profundi-
dad de excavación que se debería equipar con tubería piezométrica para el control del
nivel de agua a lo largo del tiempo.

3.1.2.3.- Zona de préstamos.

Se entiende por zona de préstamos toda aquella zona de la que se extraerá material
para la ejecución del dique de cierre.

Como ya se ha dicho en el Apartado 3.1.2., en la práctica habitual es frecuente que


los materiales con los que se ejecuta el dique de cierre procedan de las excavaciones
realizadas para la cimentación del propio dique, o para aumentar la capacidad del va-
so, o para regularizar topográficamente su superficie. En estos casos, dichas zonas se
considerarán como zona de préstamos.

En cada una de las zonas de préstamos, independientemente de si coinciden o no con


otras zonas de la balsa, se realizarán, al menos, dos (2) calicatas de 3-4 m de profun-
3- ESTUDIOS
PREVIOS DEL TERRENO Y LOS MATERIALES

didad. En estas calicatas se tomarán muestras del terreno a diferentes profundidades


que se introducirán en sacos o bolsas de plástico para su posterior envío a laboratorio
para la realización de los correspondientes ensayos geotécnicos.

3.1.3.- ENSAYOS DE LABORATORIO.

3.1.3.1 .-Normativa aplicable.


Todos los ensayos de laboratorio que se especifican posteriormente se realizarán de
acuerdo a la normativa UNE vigente, siempre que exista una normativa específica. En
el Anejo 2A se recoge la lista de ensayos geotécnicos normalizados así como el núme-
ro de la correspondiente norma.

3.1.3.2.- Terreno de cimentación del dique.

Con las muestras tomadas en las calicatas se realizarán los siguientes ensayos de
identificación: granulometría, límites de plasticidad, contenido en sulfatos, carbonatos y
materia orgánica.

En el caso de que se hayan perforado sondeos en la zona de implantación del dique


de cierre, con las muestras tomadas en dichos sondeos, se realizarán los siguientes en-
sayos de laboratorio:

Ensayos de identificación: granulometría y límites de plasticidad.

Ensayos de estado: densidad seca y humedad natural.

a Ensayos químicos: determinación del contenido en carbonatos, sulfatos y materia or-


gánica.

a Ensayos de resistencia a compresión simple.

a Ensayos de resistencia al corte.

a Ensayos de deformabilidad.

3.1.3.3.- Materiales para ejecución del dique de cierre.

Con las muestras de los materiales susceptibles de ser utilizados en la ejecución del
dique de cierre se realizarán, como mínimo, los siguientes ensayos de laboratorio:

a) Caracterización.

d Ensayos de identificación: granulometría y límites de plasticidad.


3- ESTUDIOS
PREVIOS DEL TERRENO Y LOS MATERIALES

I Determinación de la humedad natural.

i/ Ensayos de compactabilidad: se realizarán ensayos Próctor Normal o Modificado,


según el ensayo Próctor que se adopte como referencia.

(/ Ensayos químicos: determinación del contenido en carbonatos, sulfatos y materia


orgánica.

b) Propiedades mecánicas y físicas.

(/ Ensayo de colapso en célula edométrica.

(/ Ensayo de hinchamiento libre en célula edométrica.

(/ Ensayos de dispersabilidad: Ensayo Crumb (en el Anejo 2.E se recoge una des-
cripción del mismo).

(/ Estos ensayos se podrán complementar con ensayos para la determinación de la


resistencia al corte y de la permeabilidad en las condiciones de puesta en obra.

3.1.4.- CLASIFICACI~NDE SUELOS Y ROCAS.

De acuerdo con los resultados de los ensayos de identificación efectuados en el la-


boratorio, los suelos se clasificarán según el Sistema Unificado de Clasificación de Sue-
los (USCS), recogido en el Anejo 2.8 1 Tabla 16). La clasificación cualitativa de los sue-
los granulares y cohesivos en función de sus características mecánicas se puede hacer
de acuerdo a las Tablas 17 y 18, respectivamente, recogidas también en el Anejo 2.B.

Las rocas se pueden clasificar de acuerdo a la Tabla 19 del Anejo 2.8, en la que ade-
más se indican algunas características sobre su comportamiento mecánico. Asimismo,
en la Tabla 20 del mismo Anejo se recogen los grados de alteración de las rocas, de
acuerdo al método de descripción preconizado por la Sociedad Internacional de Mecá-
nica de Rocas (ISRM).
3- ESTUDIOS
PREVIOS DEL TERRENO Y LOS MATERIALES

3.2.- ANÁLISIS DE LOS MATERIALES SUSCEPTIBLES DE


UTILIZACI~N.

3.2.1.- CONSIDERACIONES INICIALES.

Se investigarán los materiales existentes en las zonas de préstamo que se hayan de-
terminado, con objeto de conocer la potencial utilización de dichos materiales para eje-
cutar el dique de cierre de la balsa. El concepto de zona de préstamo se definió en el
Apartado 3.1.2.3.

Con objeto de conocer las características de los materiales se realizarán reconoci-


mientos geotécnicos en las zonas de préstamos que se hayan localizado. Con las
muestrás obtenidas en esos reconocimientós se realizarán los pertinentes ensayos de
laboratorio, con cuyos resultados se procederá al diseño de la sección tipo de la balsa
(Capítulo 6). Los reconocimientos de campo y los ensayos de laboratorio que se tienen
que realizar se han especificado en los Apartados 3.1.2.3. y 3.1.3., respectivamente.

Los materiales que se dispongan en el cuerpo del dique de cierre deben ser capaces
de garantizar, durante toda la vida útil de la balsa, su estabilidad, integridad e imper-
meabilidad. La impermeabilidad también puede obtenerse mediante medidas externas,
como pueden ser las geomembranas.

Dada su amplia difusión en el ámbito de la ingeniería geotécnica española se ha de-


cidido utilizar, como marco de referencia para la clasificación de materiales susceptibles
de ser empleados en la ejecución del dique de cierre, el artículo 330 "Terraplenes" del
Pliego de Prescripciones Técnicas Generales para Obras de Carreteras y Puentes (PG-
3/75), modificado por la Orden Circular 326100 sobre Geotecnia Vial en lo referente a
materiales para la construcción de explanaciones y drenajes, sin perjuicio de que, en
Apartados posteriores de este mismo documento, se establezcan exigencias mayores
que se deban cumplir.

Teniendo en cuenta los objetivos anteriores y las tecnologías de construcción actual-


mente disponibles, se considera que todos los materiales, susceptibles de ser conoci-
dos y controlados, y debidamente puestos en obra, pueden ser utilizados para la cons-
trucción del dique de cierre, siempre y cuando cumplan con las exigencias mínimas que
se establecen en Apartados posteriores. Para ello, el proyecto y la sección tipo de la bal-
sa se adaptará a las características de dichos materiales. Se considerarán inadecuados
los materiales procedentes de vertederos y escombreras, por lo que no deben utilizarse
como material de préstamo para la ejecución del dique de cierre de una balsa.

Por último, las balsas de agua nunca deben ubicarse en zonas ocupadas por verte-
deros y escombreras.
3- ESTUDIOS
PREVIOS DEL TERRENO Y LOS MATERIALES

3.2.2.- CLASIFICACION DE MATERIALES.

Los materiales, tanto suelos como rocas, que se analicen para su posterior utilización
en la construcción de la balsa se identificarán y clasificarán en categorías o grupos que
tengan propiedades similares.

La clasificación se hará de acuerdo a lo indicado en el PG-3, cuyas especificaciones


se han recogido en el Anejo 2.C. De esta manera, los materiales se clasificarán como
suelos seleccionados, adecuados, tolerables, marginales e inadecuados.

3.2.3.- PROPIEDADES GEOTÉCNICAS A DETERMINAR.

Con objeto de poder clasificar los materiales y evaluar su posible utilización en la


construcción del dique de cierre de las balsas, las propiedades geotécnicas que se de-
terminarán, dependiendo de la tipología de balsa, son las siguientes:

a Granulometría.

a Límites de plasticidad.

a Humedad natural.

a Contenido de carbonatos y materia orgánica.

a Contenido de sales solubles.

a Contenido en yeso.

a Compactabilidad, mediante el ensayo Próctor.

a Dispersabilidad.

a Resistencia al corte.

a Permeabilidad.

Las características referentes a las propiedades indicadas en los epígrafes anteriores


1 a 8 se obtendrán mediante ensayos de laboratorio con las muestras obtenidas de la
campaña de reconocimiento geotécnico. Los valores de la resistencia al corte y de la
permeabilidad se pueden obtener de las Tablas contenidas en el Anejo 2.D, en función
de la clasificación del material de acuerdo al criterio USCS, aunque siempre es reco-
mendable realizar ensayos específicos con los materiales previstos en las condiciones
de su puesta en obra, pudiendo servir, en este caso, dichas Tablas como contraste.
3- ESTUDIOS
PREVIOS DEL TERRENO Y LOS MATERIALES

En la valoración de las propiedades anteriores hay que tener en cuenta que la densi-
dad y la resistencia al corte son los dos parámetros fundamentales de diseño de la sec-
ción transversal del dique, por lo que una correcta estimación influirá en las condiciones
de estabilidad.

Los valores de los parámetros geotécnicos de los materiales susceptibles de ser utili-
zados en la construcción del dique de cierre serán los siguientes, independientemente
de otros requisitos adicionales que pudieran derivarse de las exigencias del proyecto:

a Granulometría: la compactabilidad de materiales granulares de granulometría muy


uniforme puede ser complicada de controlar. Se recomienda que el coeficiente de
uniformidad (D60/D10)sea mayor de 2.

a Límites de plasticidad: el límite líquido será inferior a 50%; además, si el Iímite Iíqui-
do es superior a 40, el índice de plasticidad será mayor del 73% del valor que resul-
ta de restar 20 al límite líquido (IP>0,73(LL-20)).

a Contenido de materia orgánica: será inferior al 1%.

a Contenido en yeso: será inferior al 2%.

a Contenido en sales solubles, distintas del yeso: será inferior al 1%.

Asiento en ensayo de colapso: será inferior al 1%.

Hinchamiento libre en célula edométrica: será inferior al 1%.

Criterio del ensayo Crumb: Grado 1.

Si el material investigado no cumple alguna de las características anteriores, su utili-


zación sólo será posible si se realiza un estudio pormenorizado y exhaustivo tanto de
sus características como de sus condiciones de puesta en obra, tal como se indica en
el Apartado siguiente.

3.2.4.- MATERIALES CON PROPIEDADES GEOTÉCNICAS DEFICIENTES.

En el caso de que no se encuentren materiales de buenas características geotécnicas en


las inmediaciones de la zona de ubicación de la balsa, se puede analizar el empleo de otros
materiales de peores características Desde un punto de vista cuantitativo, se considera que
los materiales con propiedades geotécnicas deficientes son aquellos que no cumplen las
condiciones indicadas en el Capítulo anterior, pero cumplen las siguientes condiciones:

a Contenido de materia orgánica: será inferior al 5%.


3- ESTUDIOS
PREVIOS DEL TERRENO Y LOS MATERIALES

e Hinchamiento libre en célula edométrica: será inferior al 5%.

e Limites de plasticidad: el límite líquido (LL) debe ser inferior al 90%. En caso de que fue-
ra superior a 50 el índice de plasticidad (IP) deberá ser menor del 73% del valor que re-
sulta de restar 20 al límite liquido (IP<0,73(LL-20)).

e Dispersabilidad: Grado 2 del ensayo Crumb.

Todos los materiales que no cumplan las condiciones anteriores se considerarán suelos
inadecuados y no se podrán utilizar bajo ningún concepto.

Los problemas más importantes que pueden plantear los materiales marginales son los
derivados de elevados valores de deformabilidad, dispersabilidad, alterabilidad, evolutivi-
dad, solubilidad, expansividad y colapso, entendido como asiento instantáneo bajo carga
cuando aumenta su contenido de humedad.

Dados estos problemas específicos, la utilización de los materiales marginales requerirá


obligatoriamente de un estudio exhaustivo de sus propiedades geotécnicas y de las condi-
ciones de puesta en obra que se realizará por parte de un técnico competente en la materia.

El estudio exhaustivo que se realizará sobre las características de los materiales contará,
al menos, obligatoriamente, con los siguientes ensayos:

e Ensayos de deformabilidad tipo ensayo edométrico.

e Ensayo de dispersabilidad tipo Pinhole, con aplicación de los criterios de Sherard.

Ensayos de determinación de contenido de sales solubles.

e Ensayos de expansividad: hinchamiento libre.

e Ensayos de colapso en célula edométrica.

e Ensayos de alterabilidad: ensayo de sequedad-humedad-desmoronamiento.


4.- ESTUDIOS DE CARÁCTER HIDRÁULICO.

Para el correcto funcionamiento de una balsa con las adecuadas garantías de control
y seguridad exigibles a cualquier estructura hidráulica es preciso disponer de una serie
de elementos que permitan la entrada de agua a su interior y su salida de forma segura.

Estos elementos pueden resumirse en los siguientes, que se desarrollan a continua-


ción:

a Dispositivos de entrada de agua.

a Dispositivos de salida de agua:

- Tomas.

- Desagües de fondo.

a Aliviaderos.

a Elementos auxiliares:

- Elementos previos a la entrada de agua.

- Galerías de servicio.

- Caseta de control.

- Dispositivos de control del suministro y piezas especiales.

- Elementos de cubierta.

4.1.- DISPOSITIVOS DE ENTRADA DE AGUA.

Las obras de entrada de agua a una balsa deberán estar diseñadas de tal modo que
el agua no produzca desperfectos en la balsa para ningún valor del caudal previsto. En
base a esta premisa, los dos aspectos fundamentales a tener en cuenta para la adop-
ción del dispositivo de entrada de agua son el tipo de impermeabilización de la balsa y
el valor del caudal de entrada.

En el caso de balsas impermeabilizadas con geomembranas, los dispositivos de en-


trada de agua se pueden clasificar de la siguiente forma:

A. Sistemas de entrada por coronación.


i. Mediante vertido sobre un canal, liso o escalonado.

ii. Mediante vertido directo sobre la geomembrana.

- Mediante tubería en pico de flauta.

- Mediante arqueta.

B. Sistemas de entrada por el talud.

C. Sistemas de entrada por el fondo.

iii. Mediante codo de 90° por el fondo de la balsa.

iv. Mediante arqueta.

v. Mediante tubería en pico de flauta.

vi. Mediante galería visitable.

A. Sistemas de entrada por coronación.

Este sistema de entrada de agua en la balsa se suele realizar, en función del caudal,
de la procedencia del agua y de la geometría de la balsa, de dos formas diferentes: ver-
tido sobre un canal de entrada, liso o escalonado, que suele estar provisto de algún ele-
mento de disipación de energía, y vertido directo sobre la geomembrana.

i. Mediante vertido sobre un canal. liso o escalonado.

Esta disposición resulta adecuada cuando se tienen caudales elevados que llevarían
a unas dimensiones muy grandes para una arqueta.

Consiste en un canal excavado en el talud interior de la balsa que posteriormente se


reviste mediante hormigón armado construido "in situ" o mediante elementos prefabrica-
dos (Fotografías 3 y 4). El canal terminará en un cuenco amortiguador de energía (Figura
2) de menor o mayor longitud dependiendo de si el canal dispone o no de escalones, res-
pectivamente.
Camino de
coronación

Cuenco
amortiguador

Figura 2.- Esquema de sistema de entrada de agua mediante vertido directo sobre canal escalonado

Resumidamente, las partes de las que constará este tipo de solución son las siguientes:

Arqueta de entrada.

Canal (liso o escalonado).

Cuenco amortiguador.

Adoptando un canal escalonado puede llegar a conseguirse una disipación de ener-


gía tal que evite tener que colocar un cuenco amortiguador aguas abajo, o por lo me-
nos reduzca sus dimensiones considerablemente.

Fotografía 3.-Canal de entrada escalonado


El canal debe diseñarse con una anchura tal que permita la normal circulación de la
maquinaria de obra durante la ejecución de ésta o incluso para el acceso de pequeña
maquinaria hasta el fondo del vaso para realizar durante la explotación de la balsa la-
bores de mantenimiento y limpieza.

Asimismo, para facilitar las labores de mantenimiento y conservación y la explotación


de la balsa, puede ser conveniente en algunos casos dejar unos peldaños de hormigón,
de forma paralela al canal, para el acceso de personas a la solera. Estos escalones pue-
den numerarse para indicar la altura del agua o la capacidad alcanzada.

Los inconvenientes asociados a esta disposición son los siguientes:

a Ejecución del canal de entrada y unión de éste con la geomembrana, tanto en el ca-
so de la ejecución de éste sobre la propia geomembrana como en el caso de su eje-
cución sobre el terreno y posterior unión con la geomembrana (ver Apartado 9.3.4.).

a Necesidad de disponer un cuenco amortiguador al final del canal.

Algunas recomendaciones sobre el diseño hidráulico de este tipo de estructuras se


pueden encontrar en el encontrar en el Anejo 3. Apartado A3.4.1 .l.

Fotografía 4.- Sistema.de entrada de


agua mediante vertido
directo sobre canal
ii. Vertido directo sobre la aeomembrana.

Consiste este sistema en la entrada de agua por vertido directo sobre la propia geo-
membrana, para lo cual a veces se hace previamente un pequeño cajeado del talud in-
terior de la balsa y10 se protege éste en la zona de vertido (en una anchura superior a
medio metro, por cada lado, a la ocupada por la lámina de agua en su descenso) me-
diante una doble Iámina, es decir, colocando un babero, que es una segunda geomem-
brana cuya misión es exclusivamente protectora y no impermeabilizante. En el babero
se deberán dejar los oportunos orificios en la zona de fondo para la salida de agua en
el desembalse y en coronación, para la salida de aire durante el llenado.

La entrada de agua se deberá realizar por debajo de la rasante de la coronación a una


distancia que conviene estudiar detalladamente, para evitar que en el caso de que la
balsa se encuentre llena, el agua rebose por la coronación y salga hacia el exterior a
través del sistema de entrada, y, en cualquier caso, siempre por encima de la cota del
umbral del aliviadero.

Las dos disposiciones más usadas en este tipo de entrada son las siguientes:

Vertido mediante tubería.

Adecuado únicamente en caso de caudales de entrada pequeños y velocidades


bajas. Se debe diseñar de tal forma que el agua no impacte bruscamente sobre la Iá-
mina ni despegue de la misma. Una disposición muy utilizada en este caso es finali-
zar la tubería con forma de pico de flauta para adaptarla a la inclinación del talud (Fo-
tografía 5).

Fotografía 5.- Entradas de agua mediante tubería (izquierda) o tubería


en pico de flauta (derecha), con vertido directo

Vertido mediante arqueta.


- - - p. ..-
Esta disposición resulta más adecuada para los caudales habituales de entrada en
este tipo de infraestructuras. La anchura de la lámina de agua es mayor y el calado
menor, con lo que disminuye mucho el riesgo de impacto brusco sobre la lámina (Fo-
tografía 6).

Algunas recomendaciones sobre el diseño hidráulico de este tipo de estructuras se


pueden encontrar en el Anejo 3. Apartado A3.4.1.2.

Fatografía 6.- Entradas de agua medianb arqueh de homiIg6n


sabm la lhmina ron rebaje del talud

B. Sistemas de entrada por el talud.

En general, será de aplicación lo especificado en el Apartado A, subApartado i, para


el vertido directo sobre la geomembrana mediante tubería en pico de flauta, teniendo en
cuenta que en este caso se debe disponer siempre de un refuerzo de la lámina alrede-
dor de la entrada de la tubería (Figura 3).

Figura 3.- Unión de la geomembrana con la tubería de entrada de agua.


Izquierda, inadecuada. Derecha, recomendada
C. Sistemas de entrada por el fondo.

En cuanto a las entradas por el fondo o inferiores, éstas se pueden disponer de las si-
guientes formas:

iii. Mediante codo de 90° por el fondo de la balsa.

iv. Mediante arqueta.

Mediante tubería en pico de flauta.

vi. Mediante galería visitable.

Algunas recomendaciones sobre el diseño hidráulico de este tipo de estructuras se


pueden encontrar en los Apartados A3.4.2.1, A3.4.2.2 y A3.4.2.3 del Anejo 3.

En la adopción de este tipo de sistemas mediante conducción en carga es preciso te-


ner en cuenta que el flujo en el interior de la tubería debe tener una energía superior al
nivel de agua en la balsa.

iii. Mediante codo de 90° por el fondo de la balsa.

La entrada inferior mediante un codo de 90° por el fondo de la balsa se puede realizar
de tres maneras diferentes, tal y como se muestra esquemáticamente en la Figura 4.

Figura 4.- Diferentes esquemas de entrada de agua inferiores mediante codo de 90"
En el empleo de este tipo de sistemas, tal y como se explica en el Anejo 3, es preci-
so tener en cuenta que con niveles de agua en la balsa bajos, es necesario regular la
velocidad de salida de agua de la conducción al objeto de no generar daños en el cuer-
po de la balsa.

Especial atención habrá que dedicar a la unión de las entradas inferiores mediante co-
do de 90° con la geomembrana, ya que constituye un punto débil de este sistema (Apar-
tado 9.3.4), especialmente en las disposiciones a) y c) (contacto hormigón-terreno-lá-
mina).

iv. Mediante arqueta.

Una entrada inferior mediante arqueta puede verse en la Fotografía 7, representán-


dose esquemáticamente sus dosvariantes'principales en la Figura 5.

a) Arqueta con entrada inferior mediante codo de 90' b) Arqueta con entrada recta por uno de los laterales

Figura 5.- Esquema tipo de las principales entradas inferiores mediante arqueta

El empleo de un sistema con arqueta presenta la ventaja de que la propia arqueta pro-
duce una disipación de la energía de salida del flujo, reduciendo los riesgos de causar
daño el cuerpo de la balsa.

Estas estructuras de disipación de energía cumplen su función durante el llenado ini-


cial, puesto que en cuanto el nivel de agua en la balsa empieza a ser detectable, que-
dan sumergidas y la disipación de energía del caudal de entrada se produce sobre el
propio volumen de agua embalsada.

En la mayoría de los casos estas arquetas son de planta cuadrada y paramentos ver-
ticales, aunque en ocasiones se disponen paramentos en talud.

También casi siempre la coronación de la arqueta coincide con la rasante del fondo
de la balsa, lo cual evita la caída de la lámina de agua vertiente sobre la geomembra-
na del fondo. Por otro lado, esta disposición favorece también la ejecución correcta de
la unión geomembrana-hormigón.
v. Mediante tubería en pico de flauta.

En la entrada inferior mediante pico de flauta el punto de vertido se encuentra sobre


el talud interior, generalmente muy próximo a la cota de fondo e incluso en bastantes
ocasiones enrasada la generatriz inferior del conducto con el plano de fondo de la bal-
sa. Este tipo de entrada se corresponde perfectamente con las salidas en pico de flau-
ta. Las disposiciones habituales de este tipo de entrada se pueden apreciar en la Figu-
ra 6. El extremo final del conducto en todos los casos se hormigonará.

Figura 6.- Diferentes esquemas de entrada de agua en pico de flauta


vi. Mediante aalería visitable.

En el caso de que se disponga una galería visitable para alojar los conductos de to-
ma y desagüe de fondo, ésta se debe aprovechar también para alojar la tubería de en-
trada de agua. En caso de que la misma se prolongue hasta el talud interior de la bal-
sa, se debe finalizar dándole la misma inclinación del talud y disponiendo las rejillas o
elementos adecuados a las tuberías de entrada-salida.

En este caso es conveniente que una adecuada disposición de tuberías y válvulas


permitan que las tuberías puedan tener una doble función, por ejemplo de entrada y to-
ma de agua.

4.2.- ALIVIADEROS.

Los aliviaderos son un dispositivo fundamental desde el punto de vista de la seguri-


dad ya que permiten evitar el riesgo de desbordamiento. Su principal función es eva-
cuar los caudales de entrada sobrantes hacia un cauce natural o artificial.

A diferencia de lo que sucede en las grandes presas, en las que el aliviadero condi-
ciona incluso el propio perfil hidráulico de la estructura, en las balsas que entran dentro
del ámbito de aplicación de este Manual, el caudal que puede acceder a su interior es-
tá muy limitado por los dispositivos de entrada, por lo que los aliviaderos serán de mu-
cha menor entidad que en las presas, pero no por ello dejan de tener su imports,ncia en
la seguridad de la balsa. De ahí la necesidad de realizar un adecuado dimelnsiona-
miento de los mismos, lo que requiere la selección del tipo más adecuado y la fijación
del caudal de cálculo.

Los tipos más frecuentes de aliviaderos (Figura 8) que se suelen disponer en balsas son
los siguientes:

A) Aliviaderos en tubos.

B) Aliviaderos en marco o canal.

C) Aliviaderos en badén.

D) Aliviaderos en torre.

El aliviadero de las balsas incluidas en el ámbito de aplicación de este Manual debe


ser capaz de evacuar el caudal máximo previsto de entrada en el vaso de la balsa, más
el generado por el aguacero más desfavorable cayendo sobre la superficie de la misma
para un período de retorno de 500 años (ver Apartado A3.5) sin que se agote el res-
guardo (ver Apartado A3.3).
Con carácter general, el aliviadero de una balsa suele disponer de una estructura de
vertido frontal, construida sobre el propio dique de cierre o sobre el terreno natural, de
una rápida situada a continuación (canal de descarga), y, por último, en el extremo de
ésta, de un dispositivo de amortiguación de energía para la restitución del agua a un
cauce natural o artificial en unas condiciones adecuadas. Estos elementos tendrán ma-
yor o menor importancia, e incluso podrán no existir, en función del valor del caudal de
cálculo y de la tipología del aliviadero seleccionado.

En cualquiera de los casos, la salida del caudal de agua por el aliviadero será libre,
evitando el uso de compuertas y de elementos de regulación, y tendrá las dimensiones
adecuadas para cumplir con su función sin agotar el resguardo en el momento de má-
ximo desembalse.

Fotografía 8.- Distintas tipologías de aliviaderos

A) Aliviaderos en tubos.

Este sistema consta de uno o varios tubos (normalmente de PVC, [en el Capítulo 8, Ta-
bla 3 se encuentra la composición básica y la nomenclatura de todos los materiales sinté-
ticos utilizados mayoriatiamente en la construcción de balsas] metálicos o de hormigón)
que atraviesan la coronación de la balsa (ver Apartado A3.5.1). La embocadura se puede
'
hacer en pico de flauta o circular (Fotografía 9). El diámetro mínimo de estas tuberías no
debería de ser inferior a 60 cm, independientemente del caudal de cálculo, para tratar de
evitar que sean taponadas para conseguir un mayor volumen de embalse.

.
A .
Fotografía 9.- Aliviadero en tubos con embocadura circular

Fotografía 10.- Aliviadero en marco (izquierda) y entrada de agua


mediante canal escalonado (derecha)

B) Aliviaderos en marco o canal.

Los caudales a evacuar son mayores que en el caso anterior, y la solución resulta ser
más adecuada y segura. El aliviadero consiste, en este caso, en una sección de hormi-
gón armado, rectangular o trapezoidal, seguida por un canal de descarga y un elemen-
to de amortiguación de energía (Fotografías 8 y 10; ver Apartado A3.5.3). Son solucio-
nes en cierto modo análogas, aunque a menor escala y con las simplificaciones im-
puestas por su diferente naturaleza, a las usadas en presas de materiales sueltos. La
importancia, dimensiones y existencia de todos los elementos que forman el conjunto,
dependerá del valor del caudal e importancia de la balsa.

En general, y cuando se trata de una balsa con zona de desmonte y zona de terra-
plén, uno de los emplazamientos para situar un aliviadero de este tipo, es el punto de
transición de una a otra, ya que permite cimentar la estructura sobre aquél en vez e es-
te último.

En la ejecución de este tipo de aliviaderos resulta de especial importancia el trata-


miento de las uniones hormigón-geomembrana. (ver Apartado 9.3.4.).

-I
.-
Fotografía 11 Aliviadero en badQn

C) Aliviaderos en badén.

Consisten en un rebaje de la cota de coronación de la balsa en un cierto tramo, por lo


que suponen una discontinuidad en la misma. Este sistema, como norma general, resul-
ta más económico que disponer un marco, pero no es muy recomendable (Fotografía 11).

D) Aliviaderos en torre.

Este tipo de aliviaderos, formados por una pequeña torre vertical, generalmente de
sección cuadrada, que conecta con un marco horizontal que atraviesa el dique de la bal-
sa, se emplean fundamentalmente en balsas semiexcavadas donde no existe zona de
contacto desmonte-terraplén, lo que obligaría, en caso de adoptar otra tipología, a dis-
poner un canal apoyado sobre el dique (Fotografía 12).
Fotografía 12.- Aliviadero en torre

Fotografía 13.1 Aliviaderos Momjng G/oty

Existen otros tipos de aliviaderos que se pueden utilizar en las balsas como, por ejem-
plo, aliviaderos laterales, Morning Glory (Fotografía 13) o en laberinto (Fotografía 14),
que debido a su singularidad quedan fuera del ámbito de este Manual y para cuyo di-
seño sería preciso recurrir a técnicos especialistas.
Fotografía 14.- Aliviaderos en laberinto

4.3.- DISPOSITIVOS DE SALIDA DE AGUA.

De manera esquemática, los dispositivos de salida de agua se pueden clasificar de la


siguiente forma:

Tomas.

A. Fijas en la solera o talud del vaso.

Mediante codo de 90° por el fondo de la balsa.

Mediante arqueta.

Mediante tubería en pico de flauta.

B. Flotantes.

Desagües de fondo.

A. Mediante codo de 90° por el fondo de la balsa.

B. Mediante aruueta.

C. Mediante tubería en pico de flauta.

Un sistema de salida de agua suele estar formado por un dispositivo de toma, un tra-
mo de tubería que atraviesa el dique principal, una serie de válvulas y una conducción
hasta los centros de distribución. Esta disposición, en función del tamaño e importancia
de la balsa, podrá adquirir diferentes grados de complejidad. El parámetro principal pa-
ra el dimensionamiento de esta instalación es el caudal punta de distribución y para su
determinación será preciso conocer las demandas previstas.
4.3.1 .-TOMAS.

Las tomas permiten la salida del agua de la balsa de acuerdo con el régimen de ex-
plotación establecido. Generalmente están compuestas por una o varias conducciones
metálicas con un funcionamiento hidráulico en régimen de presión, que toman agua a
una cota algo más elevada que el fondo de la balsa y nunca por debajo de la de los de-
sagües de fondo. Estas tomas pueden ser de varios tipos:

Tomas fijas en la solera o talud del vaso o tomas inferiores.

Tomas flotantes.

Habría un tercer tipo de tomas, denominadas tomas en sifón (Figura 7), que si bien no
se plantean durante el diseño de la balsa, pueden ser interesantes en balsas en explo-
tación, en las que se quiere aumentar la capacidad de toma sin ejecutar una obra im-
portante. Debido a su singularidad quedan fuera del ámbito de este Manual y para su
diseño sería preciso recurrir a técnicos especialistas. Su principal ventaja es que no
afectan a la estructura de la balsa, y su principal inconveniente radica en la necesidad
de cebado para que puedan funcionar. Su uso no es muy frecuente, limitándose a ca-
sos de balsas muy pequeñas.

Las tomas de agua para distribución se diferencian de los desagües de fondo para el
vaciado total de la balsa, fundamentalmente, en la magnitud del caudal a derivar (me-
nor en este caso) debido a su diferente función, en la profundidad a la que se sitúan y
en la apertura de la reja o filtro de retención que protege el orificio de salida.

Es interesante que las conducciones procedentes de las tomas y de los desagües se


intercomuniquen posteriormente permitiendo el aprovechamiento del volumen de agua
situado por debajo de las primeras. Además, esto puede permitir, en situación de emer-
gencia, que la toma pueda actuar como desagüe de fondo y viceversa.

Figura 7.- Esquema de toma en sifón


Es recomendable, además, disponer un dren que rodee toda la estructura que con-
forma la toma, con continuidad con el drenaje interior del vaso (ver Apartado 5.5.).

Detrás de la toma se sitúa la conducción que deberá atravesar el dique de cierre en


el interior de otra conducción de mayor diámetro o en una galería visitable (ver Aparta-
do 4.4.2.). En el caso de que esto no sea posible, como mínimo se deberá disponer la
tubería dentro de una viga flotante de hormigón armado, teniendo en cuenta la carga de
tierras (Figura 8). Se proscribe el empleo de conducciones con juntas colocadas en con-
tacto directo con el dique de cierre, pues una rotura o fuga de agua podría ocasionar
ciertas patologías en él, e incluso, afectar a su estabilidad. La solución más segura, y la
que se debería intentar disponer siempre que el presupuesto lo permita, es disponer las
conducciones en el interior de una galería visitable con dimensiones adecuadas (ver
Apartado 4.4.2.).

En el otro extremo del conducto se situará la válvula de corte, accionada mecánica y10
manualmente, así como todos sus elementos auxiliares (by-pass, grupos oleo-hidráuli-
cos, etc.), todos ellos convenientemente protegidos por una arqueta o por una caseta
de llaves (ver Apartado 4.4.3.). Si fuera posible, sería recomendable disponer de otra
válvula situada lo más aguas arriba posible, que podría utilizarse como un dispositivo
de seguridad en caso de tener que aislar la tubería bajo el dique de cierre. Esta válvu-
la complementaría a la situada en el extremo de la conducción, que se utilizaría como
dispositivo de regulación. Este esquema resulta muy fácil de ejecutar cuando las con-
ducciones de disponen en el interior de una galería visitable.

Figura 8.- Esquema de toma y desagüe de fondo embebidos en hormigón

En cualquier caso esa conducción debe diseñarse con seguridad, lo cual supone cum-
plir, además, las siguientes condiciones: ser continua sin soldadura, tener suficiente es-
pesor y estar protegida frente a la corrosión.
Otro aspecto básico a contemplar es el
de la velocidad del agua en su interior. En
este sentido, se recomienda que esa velo-
cidad se sitúe por encima de 0,6 mls y, pre-
feriblemente, por debajo de los 2 rnls.

A. Tomas fiias en la solera o talud del


vaso o tomas inferiores.

Las tomas fijas constan de un dispositi-


vo de toma, de un conducto y de una se-
rie de válvulas a lo largo del mismo para
su apertura y cierre (normalmente dos en
serie) con sus correspondientes elemen-
tos auxiliares.

Para su diseño hidráulico se puede te-


ner en cuenta lo especificado en el Anexo

Especial atención habrá que prestar a la


Fotografía 15.1 Tomas con válvulas de seguridad unión de la geomembrana con la toma
(ver Apartado 9.3.4.), ya que es el punto
débil de este sistema.

La toma fija en la solera suele colocarse a una cota ligeramente superior a la de ésta,
para evitar la entrada de sólidos. En ese sentido, y como una recomendación de segu-
ridad complementaria, es frecuente colocar en ella rejillas o bulbos enrejillados, deno-
minados alcachofas, que en caso de ser metálicos, deberían estar galvanizados, o ser
de acero inoxidable (Fotografías 16 a 18).

Para evitar que una toma en solera quede inutilizada en un breve plazo de tiempo, y
para fijar definitivamente la cota a la que debe situarse, es conveniente estimar cuál se-
rá el espesor medio anual de sedimentos en el interior del vaso. Cuanto más elevada
con respecto a la solera sea la cota de la toma, menor será la capacidad útil de la bal-
sa. Se recomienda que ese volumen de agua no utilizable no exceda del 5% de la ca-
pacidad máxima de almacenamiento.

Si la toma se dispone sobre el talud, ésta se puede diseñar con un codo, de manera
que salga en ángulo recto con respecto al talud. De esta forma, la conexión de la Iámi-
na será más sencilla (Figura 9).

Las tomas fijas inferiores se pueden disponer de las siguientes formas, con las mis-
mas características expuestas en el Apartado 4.1. para las entradas inferiores:
Figura 9.- Toma con codo sobre el talud

a Mediante codo de 90° por el fondo de la balsa.

a Mediante arqueta.

a Mediante tubería en pico de flauta.

La entrada de la arqueta se debe proteger con rejas espaciadas lo suficiente como pa-
ra evitar la entrada de objetos que puedan obturar los conductos situados a continua-
ción de ella. Para minimizar ese riesgo se recomienda que en ella la velocidad del agua
no sea inferior a 0,6 mls.
B. Tomas flotantes.

La toma flotante consiste en un tubo de materiales plásticos (por ejemplo, PVC ó PE)
o acero inoxidable (para el caso de diámetros grandes) con la entrada de agua en un
extremo mientras que el otro se une a la solera del vaso de la balsa mediante un dado
de hormigón en cuyo interior se aloja el conducto de salida de la toma al exterior. El ex-
tremo en el que se encuentra la entrada de agua se mantiene ligeramente por debajo
del nivel de la balsa con un sistema de flotadores, de forma que es posible tomar el
agua con independencia de a qué cota se encuentre ésta. Se utilizan fundamentalmen-
te cuando el agua que se quiere suministrar debe tener una temperatura próxima a la
ambiental y un mínimo contenido de materia en suspensión.

En el diseño de este tipo de sistemas habrá que prestar especial atención a la zona
de descanso de la toma flotante cuando se produce el vaciado completo de la balsa, pa-
ra evitar perforaciones imprevistas en la geomembrana. Normalmente esa zona de des-
canso suele encontrarse a una cota algo más baja que la del resto de la solera del va-
so, al objeto de que la toma no apoye directamente sobre la geomembrana, sino sobre
el agua, que debería tener un calado del orden de un metro (Fotografía 19).

Este tipo de sistemas tiene como principal inconveniente el que si el oleaje es fuerte,
y los tubos metálicos, los esfuerzos provocados por aquel en éstos y en el sistema de
anclaje pueden provocar holguras y problemas en el cierre.
9I
Fotografía 19.- Toma flotante (izquierda) y detalle del anclaje al fondo del vaso (derecha)

4.3.2.- DESAGUES DE FONDO.

El desagüe de fondo es un elemento situado en el punto de cota mínima, con funcio-


namiento en régimen de presión, cuyas funciones principales son las siguientes:

e Permitir un vaciado de la balsa, en situación normal, para efectuar labores de man-


tenimiento y reparación.

e Permitir un vaciado rápido de la balsa en situación de emergencia.

Por ello, el desagüe de fondo es, junto con el aliviadero, un elemento fundamental en
la seguridad de una balsa, por lo que su construcción y diseño deben vigilarse de for-
ma especial.

Consta de un dispositivo de toma, de uno o varios conductos y de una serie de vál-


vulas a lo largo del mismo para su apertura y cierre (normalmente dos en serie) con sus
correspondientes elementos auxiliares (Figuras 10 y 11).

Al estar situado el dispositivo de desagüe a una cota cercana a la de la solera del va-
so, es preciso instalar en él un enrejado que impida el paso de elementos de cierto ta-
maño al conducto situado a continuación.

Es interesante que las conducciones procedentes de las tomas y de los desagües se


intercomuniquen posteriormente permitiendo el aprovechamiento del volumen de agua
situado por debajo de las primeras. Además, esto puede permitir, en situación de emer-
gencia, que el desagüe de fondo pueda actuar como toma y viceversa.

Para su diseño hidráulico se puede tener en cuenta lo especificado en el Anexo de di-


seño hidráulico (ver Apartado A3.6.2).

Los desagües se pueden disponer de las siguientes formas, con las mismas caracte-
rísticas expuestas en el Apartado 4.1. para las entradas inferiores:
Mediante codo de 90° por el fondo de la balsa.

Mediante arqueta.

Mediante tubería en pico de flauta.

El conducto situado a continuación de la toma del desagüe se sitúa normalmente tras


un codo del mismo material y diámetro (Fotografía 20). Dicho codo suele prolongarse
verticalmente unos 30 cm mediante una tubería con abrazadera, con idea de que los
depósitos se acumulen por debajo y no perjudiquen el normal funcionamiento del siste-
ma. En este caso, la limpieza de la balsa podrá efectuarse por dicho desagüe, retiran-
do la tubería de prolongación.

Los codos en los desagües de fondo a veces no resultan muy recomendables por los
posibles atascos producidos por la acumulación de sedimentos.

Fotografía 20 (Arriba).= Desagües de


fondo en construcción

Fotografía 21 (Derecha).= Desagüe de


fondo. Relleno de hormigón de la
excavación en la que se aloja
En el otro extremo del conducto se situará la válvula de corte, accionada mecánica y10
manualmente, así como todos sus elementos auxiliares (by-pass, grupos oleo-hidráuli-
cos, etc.), todos ellos convenientemente protegidos por una arqueta o por una caseta
de llaves (ver Apartado 4.4.3.). Si fuese posible, sería recomendable disponer de otra
válvula situada lo más aguas arriba posible, que podría utilizarse como un dispositivo-
de seguridad en caso de tener que aislar la tubería bajo el dique de cierre. Esta válvu-
la complementaría a la situada en el extremo de la conducción, que se utilizaría como
dispositivo de regulación.

El desagüe de fondo debe dimensionarse para que el tiempo máximo de vaciado de


la balsa, dependiendo del volumen de agua almacenado en el vaso, esté entre 1 y 2 dí-
as (ver Apartado A3.6.2.2). Todo lo que pueda acortarse este tiempo de vaciado mejo-
ra apreciablemente las condiciones de seguridad de la balsa.

Las mismas recomendaciones que se hicieron en el Apartado 4.3.1. son válidas para
este tipo de elementos en lo que es refiere a precauciones constructivas a adoptar (con-
ductos alojados en una excavación efectuada a tal efecto que posteriormente se hor-
migona (Fotografía 21) o en el interior de galerías visitables o de otra conducción de ma-
yor diámetro) o, en el caso de balsas impermeabilizadas con geomembranas, a su
unión con estas últimas.

4.4.- ELEMENTOS AUXILIARES.

De manera esquemática, los elementos auxiliares de una balsa son los siguientes:

Elementos previos a la entrada de agua.

Galerías de servicio.

Tubo que hace de camisa protectora

Galería visitable.

- Chapas de acero galvanizado.

- Marcos prefabricados de hormigón.

- Galerías prefabricadas abovedadas de hormigón armado.

- Hormigón armado in situ.

Caseta de control.

Dispositivos de control de caudales y piezas especiales.


e Elementos de cubierta.

- Mallas de sombreo.

- Cubiertas flotantes.

CUENWAMORllGUAOO

1
ENCANCHADODE GRAV

S E C C I ~ NDE LAS OBRAS DEL DESAGÜE DE FONDO


SECCI~NDE DETALLE
-1w

Figura 10.- Esquema completo de un desagüe de fondo (Sección)

PLANTA DE LAS OBRAS DE DESAGUE DE FONDO


PLANTA

Figura 11.- Esquema completo de un desagüe de fondo (Planta)


4.4.1.= ELEMENTOS PREVIOS A LA ENTRADA DE AGUA.

Independientemente de la forma que se adopte para llevar el agua al interior de la bal-


sa, ésta podrá transportarse por gravedad, es decir, por derivación de un cauce próxi-
mo a la balsa, o por bombeo.

En el caso de que el transporte sea por gravedad es una medida muy conveniente re-
gular la entrada mediante una arqueta decantadora, para evitar depósitos de sólidos en
el fondo del vaso.

Las dimensiones mínimas de la arqueta decantadora deben ser del orden de 1,O x 1,O
m* en planta y mínimo de 1,O m de profundidad, debiendo, en cualquier caso, ser com-
patibles con el sistema de extracción de los residuos empleados (cuchara bivalva, etc.).
Con estas dimensiones mínimas se debería conseguir decantar una gravilla de 10 mm
de diámetro, siempre que se consiga que la velocidad horizontal del agua en el interior
de la arqueta sea como máximo de 1 mls. Para conseguir esta última condición puede
ser necesario incrementar el ancho de la arqueta.

Asimismo, suele ser regla frecuente instalar una arqueta de rotura cuando la entrada
de agua se haga por la parte superior del dique de cierre y provenga de un bombeo o
de una conducción por gravedad a presión. Para su diseño, se pueden seguir las reco-
mendaciones dadas en el Apartado A3.4.2.2.

Con el fin de poder aislar la balsa en caso necesario, las conducciones de entrada a
la misma deberán disponer de válvulas de corte y, en ciertos casos dg un aliviadero de
seguridad aguas arriba de las mismas (Fotografía 22). Asimismo se incorporará una
conducción de by-pass para garantizar la continuidad del suministro aunque el depósi-
to quede fuera de servicio. Estos dispositivos se colocarán, preferentemente, en el in-
terior de la caseta de control (ver Apartado 4.4.3.).

Fotografía 22.- Válvula de corte con aliviadero de seguridad


4.4.2.- GALER~ASDE SERVICIO.

Las galerías de servicio además se servir como elemento de inspección y control tie-
nen el objetivo de albergar en su interior las conducciones de toma, de los desagües de
fondo y de los elementos de drenaje, para, atravesando el dique de cierre, conectar la
balsa con la red de distribución del agua.

Generalmente, la capacidad de la balsa determinará la existencia de esta galería,


siendo habitual, salvo casos muy especiles, que las de pequeña y mediana capacidad
(mayoritariamente las que son objeto de este Manual) carezcan de la ella, alojándose
en su lugar las conducciones en un macizo de hormigón armado siempre que se re-
duzcan al mínimo los riesgos de rotura de las tuberías enterradas bajo el dique (ver
Apartado A3.6.2.2.).

No obstante, la construcción de una galería de servicio que aloje el conjunto de con-


ducciones hidráulicas, sin ser imprescindible, mejora las condiciones de seguridad y de
funcionalidad de la balsa, permitiendo detectar, de manera temprana, las posibles ano-
malías que éstas puedan tener, además de facilitar las labores de reparación ylo susti-
tución de los distintos elementos que las componen.

La galería de servicio puede consistir en:

a Un tubo que hace de camisa protectora.

El tubo puede ser bien de chapa de acero galvanizado o de hormigón con camisa de
chapa.

Las tuberías de protección se suelen construir con un diámetro del orden del doble del
tubo que va dentro.

Hay que comprobar que el tubo de protección resiste la carga de las tierras, o las com-
binaciones de acciones más desfavorables, que pueden ser con mínima altura de tie-
rras y el paso de la maquinaria de compactación. Además, hay que asegurar la falta de
movimientos dentro del mismo, para evitar que pudieran soltarse las uniones.

Una galería visitable.

A la hora de construir las galerías visitables es muy importante considerar el tiempo


necesario para su construcción, puesto que hasta su terminación no se podrá comen-
zar el terraplenado de la balsa en esa zona.

Conviene instalar en ella sistemas de iluminación, para facilitar las tareas a desem-
peñar en su interior, así como de ventilación, para renovar el aire existente en su inte-
rior y evitar posibles condensaciones de agua que puedan oxidar las piezas metálicas
de los elementos alojados en su interior.
l

En el caso de que se disponga una galería visitable para alojar los conductos de to-
l

ma y desagüe de fondo, ésta se debe aprovechar también para alojar la tubería de en-
trada de agua. En caso de que la misma se prolongue hasta el talud interior de la bal-
sa, se debe finalizar dándole la misma inclinación del talud y disponiendo las rejillas o
elementos adecuados a las tuberías de entrada-salida.

En este caso es conveniente que una adecuada disposición de tuberías y válvulas


permitan que las tuberías puedan tener una doble función, por ejemplo de entrada y to-
ma de agua.

l Las galerías visitables pueden serlo a partir de 2,00 metros de altura, y estar realiza-
das mediante los siguientes sistemas:

- Chapas de acero galvanizado (Fotografía 23).


- Marcos prefabricados de hormigón (Fotografía 24). Deberán cumplir con lo especifi-
cado en la norma UNE-EN 14.844.

Podrán o no disponer de un canal de aguas bajas. Caso de contar con dicho ca-
nal, la sección de la galería queda dispuesta con una plataforma o andén de paso de
tal forma que resulta visitable. Dicho canal, a su vez, admite distintos diseños (semi-
circular, rectangular, trapezoidal, etc.). Si no se dispone de tal canal, la solera puede
ser horizontal o bien diseñarse con una cierta pendiente (del orden del 1%) de tal ma-
nera que se cree un punto bajo, bien en el centro de la misma o bien en una de las
1 esquinas que facilite la evacuación de las aguas bajas.

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1
1

'!
- Galerías prefabricadas abovedadas de hormigón armado (Figura 12). No están nor-
malizadas por ninguna norma española o europea o de ningún otro ámbito territorial,
por lo que los diseños empleados deben estar suficientemente sancionados por la
práctica.

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Hay muchos posibles diseños de galerías abovedadas. Una posibilidad es que su
l
1 sección transversal sea rectangular acabada en su parte superior en forma semicir-
cular. Pueden o no disponer de un canal de aguas bajas. Caso de contar con dicho

:~
1 canal, la sección de la galería queda dispuesta con una plataforma o andén de paso
de tal forma que resulta visitable. Dicho canal, a su vez, admite distintos diseños (se-
micircular, rectangular, trapezoidal, etc.).

- Hormigón armado in situ (Fotografías 25 y 26 y Figura 12).

En general, cualquiera que sea el método de pasar el terraplén, deberá buscarse la


:i parte del terreno que ofrezca mejor cimiento, siendo preferible una zona rocosa, aun-
il que se tenga que picar.
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t *

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Suele construirse al final de la galería una arqueta o caseta, para instalar las piezas
de control (ver Apartado 4.4.3.).

Fotogram 23.- Galería de servicio visitable de chapa corrugada galvanizada

Fotografía 24.- Marco prefabricado


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Fotografía 25.- Ejemplo de una galería de servicio hormigonada in situ (en construcción)

Fotografía 26.- Ejemplo de una galería de servicio hormigonada in s¡tu (en servicio)

Figura 12.- Secciones habituales de galerías de servicio


4.4.3.- CASETA DE CONTROL.

A la salida de la galería de servicio se deberá construir una caseta de control (Foto-


grafía 27) en la que se instalarán todas las válvulas de cierre y maniobra y dispositivos
de control necesarios para las conducciones de entrada, tuberías de toma, los desa-
gües de fondo, los drenes y del by-pass de la aducción (ver Apartado 4.4.4.).

Si estas obras de fábrica son importantes, se definirán con todo detalle en el proyec-
to, donde se detallarán las secciones, medidas, etc. en los correspondientes planos.

En caso de instalación eléctrica, contará con la consideración de la reglamentación vi-


gente sobre instalaciones eléctricas.

La caseta de control o cámara de llaves podrá sustituirse por una simple arqueta en
aquellos casos en los que por su envergadura así se estime conveniente. Cualquiera
que sea la opción que se escoja, se deberá situar al pie del dique principal o en un lu-
gar próximo, aguas abajo de la balsa.

La caseta deberá estar ventilada para evitar la acumulación de humedad dentro de


ella, por lo menos mediante unos ladrillos perforados situados enfrentados en los mu-
ros. También pueden instalarse ventanas suficientes (preferiblemente dos) para evitar
la condensación de la humedad interior. Éstas deben permitir el paso del aire y no de
pájaros ni de otros animales, mediante tela metálica.

La solera de la caseta deberá tener una pequeña inclinación (2%) hacia un sumidero
que permita la evacuación de aguas producidas por las piezas especiales, como ven-
tosas, drenajes de tubos de los pilotos regulares de válvulas hidráulicas, fallos de cie-
rres, etc. Si la caseta es enterrada poseerá un dren y si es aérea tendrá el orificio pro-
tegido con malla para evitar que entren animales.

Si fuese necesario, podría construirse la caseta previamente a la instalación de tube-


rías y piezas especiales dejando pasos de tubos (pasamuros).

La caseta o arqueta puede ser excavada en el terreno, superficial o mixta.

La forma de construirla puede ser armada o sin armar. También puede ser prefabri-
cada.

Hay que prever los accesos de personas al interior de la arqueta, mediante escaleras
o pates. En su diseño se tendrán en cuenta las necesidades futuras de mantenimiento
de las piezas, para, caso de ser necesario, sacarla fácilmente al exterior.

El marco de la puerta de la caseta o tapa de la arqueta, tendrá anclajes en "ancas de


rana", para fijarse suficientemente al hormigón de los muros.
El diseño del marco y tapa, tendrá una inclinación suficiente para evacuar toda el agua
de lluvia y evitar la formación de charcos. Para ello se diseña el marco con perfiles en
"U" con proyecciones hacia el exterior con suficiente pendiente. El agua de lluvia no en-
trará dentro de la arqueta por ningún punto de la tapa.

Si la tapa de registro fuera de apertura manual, deberá facilitarse su manipulación (li-


gera de peso, forma de abrir, seguridad de vuelcos, etc.), así como su protección a los
agentes oxidantes, siendo preferible la chapa galvanizada con relieves, con espesores
de 2-3 mm. Habrá que prestar especial atención a las bisagras, bornes y juntas de cie-
rres, donde es difícil poder dar el tratamiento (ídem con pinturas de tipo epoxi).

Fotograth 27.- Caseta de control de una Daisa

4.4.4.- DISPOSITIVOS DE CONTROL DE CAUDALES Y PIEZAS ESPECIALES.

Los elementos encargados de la medida y control de caudales entrantes a la balsa di-


fieren bastante en el caso de que la entrada de agua se produzca mediante conducción
abierta o cerrada. En el primer caso es habitual disponer de un sistema de compuertas
para la regulación del caudal junto con un aforador modular para la medición del mis-
mo. En el segundo caso la regulación del caudal se produce mediante válvulas de com-
puerta o mariposa, mientras que para el aforo pueden emplearse distintos tipos de cau-
dalímetros (sistemas de turbina o electromagnéticos generalmente). En ambos casos
resulta conveniente dotar a la obra de una conducción en by-pass para garantizar la po-
sibilidad de suministro directo aunque la balsa quede fuera de servicio.
Los dispositivos de control de caudales suelen localizarse en la caseta de control (ver
Apartado 4.4.3.), recinto único en el que se concentran todos los elementos de medida
y distribución de caudales procedentes, tanto de las tomas y desagües, como del dre-
naje y del by-pass de la aducción.

En el diseño de estos dispositivos debe preverse la posibilidad de aprovechar todos


los recursos utilizables, entre los que se incluyen las pérdidas por filtración, los proce-
dentes del vaciado de la balsa y los vertidos por el aliviadero.

Se recomienda instalar dentro de la caseta de control los siguientes elementos por ca-
da tubería que llegue a la misma (en el sentido de la dirección del flujo):

Llave de corte de emergencia, normalmente de compuerta y siempre abierta.

Carrete de montaje (brida-liso).

Unión apropiada para el tipo de conducción empleado.

Conducción de tubería.

Unión apropiada para el tipo de conducción empleado.

Carrete de montaje (liso-brida).

Llave de apertura y cierre, normalmente de mariposa con cierres lentos (reductoras).

Contadores volumétricos.

Ventosas (según necesidad).

Otras piezas como válvulas de retención, transductores de presión, manómetros, etc.

Carrete de montaje (brida-liso) o piezas especiales.

Carrete telescópico o carrete pasamuros.

En caso de desmontaje, el carrete de montaje o telescópico será la primera pieza que


se desatornille y mueva, para permitir jugar con la holgura necesaria para poder desar-
mar todo el conjunto.

Se prevendrá la oxidación de los elementos de uniones como tornillos y tuercas me-


diante los tratamientos adecuados, para evitar que la oxidación forme una sola pieza
que no permita su desenroscado.

Las piezas especiales más comunes en las conducciones asociadas a balsas son:
Carretes pasamuros.

Conos de disminución de secciones.

Carretes tranquilizadores.

Derivaciones en forma de "T"

Derivaciones en " Y o pantalón.

Para el control del paso de agua, los equipos más comunes son:

Válvulas de mariposa con cierre tipo waffle, si no existen problemas de golpe de ariete.

Válvulas de mariposa con cierre lento, para evitar golpes de ariete, llamadas reducto-
ras.

Válvulas de compuerta con dos bridas o brida y cuello liso.

Válvulas de una sola dirección del flujo, llamadas de "clapeta o antirretorno", exis-
tiendo también otra variante de bola.

Para el control de volúmenes los equipos más comunes son:

Control de caudal: Mediante disco aforado, paletas, membranas (necesitan un míni-


mo de presión para ejercer su función, variables desde 0,210,8 bares).

Control de volúmenes: Contadores tipo Woltmann (hélices) conlsin transmisión mag-


nética, ultrasonidos y Venturi.

Los contadores ultrasónicos pueden ser utilizados de forma bidireccional, evitando by-
pass. Su inconveniente es la diferencia de medidas según varía la temperatura del
agua.

En el caso de los contadores de hélices, se procurará que estén siempre mojados y


sin turbulencias (para ello se colocará una longitud mínima de tubería de 15 veces el
diámetro por delante y 10 por detrás, es decir, un contador de 100 mm de diámetro, ten-
drá una tubería de 1,5 m de longitud por delante y 1 m detrás del contador).

Para evacuar el aire los equipos más comunes son:

Ventosas de dos funciones (entrada y salida de aire).

Ventosas trifuncionales (semejantes a las anteriores con un pequeño control de volu-


men de aire).
4.4.5.- ELEMENTOS DE CUBIERTA.

En las balsas se pueden llegar a producir pérdidas importantes de agua por evapora-
ción directa. Para minimizar estas pérdidas puede recurrirse al empleo elementos de cu-
bierta que minimizan la acción de la radiación solar y el viento sobre la superficie de
agua de la balsa.

Dentro de este grupo de técnicas se pueden distinguir dos modalidades:

a Mallas de sombreo.

El sistema consiste en la creación de una retícula cuadrangular sobre la balsa


(Fotografía 28), de 0,5 m de lado, mediante el empleo de cables de acero o corde-
les de nylon anclados en unos muros perimetrales o en estacas de acero hincadas
sobre el talud. Sobre esta retícula se fija una malla que debe ser ligera y permeable
al viento y a la lluvia, con el fin de que los momentos transmitidos al muro perime-
tral o a las estacas no sean excesivos. La malla de sombreo más empleada es la
rafia negra de polietileno.

Fotografía 28.- Malla de sornbreo

Deberán cumplir la norma UNE 104.426 "lmpermeabilización. Puesta en obra.


Construcción de balsas cubiertas con geomembranas sintéticas".
Además de reducir las pérdidas de agua por evaporación, las estructuras de
sombreo ofrecen otras ventajas:

- El aumento de la calidad del agua embalsada en lo que se refiere a sólidos en


suspensión, que implica menor necesidad de filtrado.

- El aumento de la calidad del agua embalsada en lo que se refiere a concentración


de sales disueltas, que implica un aumento de rendimientos y una disminución del
consumo de agua de riego.

- Un aumento de la calidad del agua al disminuir el crecimiento de algas por el


efecto de sombreo y el correspondiente ahorro en productos para su tratamiento.

- Una protección a la radiación solar, que prolonga la vida útil de la geomembrana.

- Una menor temperatura del agua para ser utilizada en el riego.

- Una protección contra el vandalismo en general.

- Frente a estas ventajas también se presentan algunos inconvenientes.

- Fuertes lluvias o vientos pueden dañar la estructura de sombreo y, como conse-


cuencia, la balsa.

- La malla de sombreo se daña fácilmente por el pedrisco.

- No permite la inspección visual de la lámina.

La limitación actual de estos sistemas se encuentra en las luces a cubrir, ya que


cuando se superan los 150 m los momentos transmitidos a los anclajes perimetra-
les pueden poner en peligro la estabilidad de los terraplenes en que se sustentan.

Fotografía 29.- Depósitos de agua potable con cubierta flotante transitable


Experimentaciones realizadas en el campo de Cartagena indican que con este
sistema se pueden alcanzar coeficientes reductores de la evaporación del 75 por
1OO.

a Cubiertas flotantes de gran resistencia y pequeño espesor que flotan sobre el nivel
del agua, por lo que en todo momento deben acomodar su superficie al aumento o
disminución del desarrollo que producen los taludes interiores, lo que se resuelve
mediante un sistema de plegado formado por un sofisticado diseño de flotadores y
contrapesos que dan como resultado una superficie tersa, incluso transitable (Foto-
grafía 29).
5- CRITERIOS
GENERALES DE DISEÑO

5.- CRITERIOS GENERALES DE DISE~O.

En este Capítulo se indican una serie de criterios generales de diseño sobre los tres
elementos más importantes a tener en cuenta en el diseño de una balsa:

a La cimentación del dique de cierre.

a El dique de cierre.

a El vaso de la balsa.

Asimismo, se indican los criterios generales a adoptar para el análisis de la estabili-


dad y los coeficientes de seguridad mínimos frente al deslizamiento que se deben em-
plear en las diferentes situaciones de cálculo.

5.2.- CIMENTACIÓN DEL DIQUE DE CIERRE.

La preparación de un buen cimiento es uno de los objetivos más importantes que se


deben conseguir en el proyecto y construcción de la balsa. La cimentación del dique de
cierre se debe entender como una parte más del propio cuerpo del dique de cierre, ín-
timamente vinculado con él de tal manera que deben formar un elemento continuo.

Los objetivos básicos de la cimentación son garantizar la estabilidad y estanqueidad


del conjunto, para lo cual se debe asegurar:

a Un terreno de apoyo con suficiente capacidad portante y resistencia al deslizamien-


to para soportar el dique de cierre bajo las solicitaciones máximas que posterior-
mente se indicarán.

a Un terreno de apoyo suficientemente rígido para que se produzcan movimientos ad-


misibles en el dique de cierre bajo las solicitaciones máximas que posteriormente se
indicarán.

a Un terreno suficientemente impermeable para evitar filtraciones que supongan pérdi-


das elevadas de agua embalsada, en el caso de las balsas que no tengan elemen-
tos externos de impermeabilización del vaso.

Para conseguir dichos objetivos, se deben eliminar todos aquellos elementos natura-
les y artificiales que impidan conseguir un medio natural resistente, indeformable e ¡m-
permeable, como pueden ser el caso de, por ejemplo:
5- CRITERIOS
GENERALES DE DISEÑO

a Troncos, árboles, arbustos y elementos vegetales.

La tierra vegetal o con un contenido de materia orgánica superior al 1%.

Todos los elementos naturales que den lugar a un terreno abrupto, discontinuo o a
una superficie irregular.

a Todos los elementos antrópicos o extraños.

Los terrenos que pueden constituir la cimentación de un dique de cierre puede ser: ro-
cas, materiales granulares (arena y grava) y materiales finos (limos y arcillas) o mezclas
de las tres categorías anteriores.

En aquellos casos en los que el terreno de cimentación del dique de cierre presente
una inclinación superior a lo0, se deben realizar abancalamientos del terreno natural
para evitar un posible deslizamiento a lo largo de dicha superficie inclinada.

No se deben considerar terrenos susceptibles de alojar el cimiento de una balsa, sal-


vo que se eliminen en su totalidad o se realice un estudio en profundidad que garanti-
ce la posibilidad del mismo, los:

a Suelos blandos (arcillosos o limosos), entendiendo por tales aquellos suelos en los
que en los ensayos de penetración dinámica (continua o SPT) se obtengan valores
de penetración inferiores a 10 golpes.

a Depósitos orgánicos.

a Suelos o rocas solubles (yesíferos o calizos carstificados).

a Suelos antrópicos, entre los que se incluyen vertederos y escombreras.

Se debe estudiar la posibilidad de que en el emplazamiento del dique de cierre pue-


da discurrir agua, bien en superficie o bien subálvea, que pueda afectar a la cimenta-
ción del mismo, tanto durante el proceso constructivo como durante la vida útil del di-
que.

5.3.- DIQUE DE CIERRE.

El dique de cierre debe cumplir tres requisitos fundamentales: estabilidad, integridad


e impermeabilidad. Estos requisitos se desarrollan a continuación.
5- CR~TER~OS
GENERALES DE DISEÑO

.-
5.3.1 ESTABILIDAD.

Se entiende como tal la necesidad de que para las solicitaciones máximas a las que
va a estar sometido el dique, éste permanezca sin movimientos apreciables durante to-
da la vida de la obra.

Las solicitaciones que va a recibir son:

e Las debidas a la carga de agua.

e Las posibles presiones intersticiales.

e Las acciones sísmicas, en su caso.

En el Capítulo 7 se recogen los criterios generales a considerar para garantizar la es-


tabilidad global del dique de cierre y su cimiento.

;. 1,

5.3.2.- INTEGRIDAD.

Se entiende por integridad la necesidad de que todos los componentes del dique
se mantengan unidos durante la vida de la obra. Los riesgos fundamentales vincu-
lados con esta propiedad son la erosión interna y externa y el desbordamiento por
coronación.

.-
5.3.2.1 Erosión interna.

Este problema surge cuando se producen arrastres o escapes del material fino que
compone el dique de cierre, por el efecto de la filtración de agua a través de dicho di-
que. De acuerdo con lo anterior, al fenómeno de erosión interna hay que prestarle es-
pecial interés, evitando que el cuerpo del dique esté constituido por materiales no dis-
persivos y fuertes gradientes generados hacia filtros mal realizados o capas granulares
abiertas. Se entiende por suelos dispersivos aquellos suelos que, por la naturaleza de
su mineralogía y la química del agua asociada a ellos, son susceptibles a la separación
de las partículas individuales y a la posterior erosión o tubificación a través de grietas
en el suelo debido a la infiltración de agua.

Con objeto de determinar el grado de dispersabilidad del material con el que se va a


ejecutar el dique de cierre se debe realizar el denominado "Crumb Test", (Norma ASTM
Núm. D 6572-06). En el Anejo 2.E se recoge una descripción de los ensayos cuyo ob-
jetivo es determinar el potencial dispersivo de los suelos.

Los materiales que dicho ensayo (Crumb Test) indique que son dispersivos no se de-
ben utilizar. Con los materiales calificados con dispersabilidad intermedia, se deben re-
alizar otros ensayos de laboratorio enfocados a la determinación del potencial dispersi-
5- CR~TERIOS
GENERALES DE DISEÑO

vo del suelo, entre los que cabe destacar el ensayo del doble hidrómetro (o densíme-
tro), el ensayo Pinhole y algunas determinaciones químicas como el SAR (Sodium Ab-
sorption Ratio) o el ESP (Exchangeable Sodium Percentage).

5.3.2.2.- Erosión externa.

Este problema está asociado al deterioro progresivo de los materiales aflorantes en


los taludes.

En el talud exterior el elemento desencadenante suele ser el impacto y arrastre de las


aguas de las lluvias, mientras que en el talud interior suele ser, además del anterior, la
acción del oleaje del agua embalsada.

Cuando el dique no tenga elemento de impermeabilización externo, en el talud interior


pueden colocarse elementos granulares gruesos que no sean susceptibles de ser arras-
trados ni erosionados u otros elementos, tal y como se indica en las secciones tipo in-
cluidas en el Capítulo 6 (Tabla 1).

El talud exterior debe mantenerse bien conservado frente a las posibles inclemencias
meteorológicas. Como soluciones, además de la colocación de materiales granulares
gruesos, se puede recurrir a la colocación de vegetación, que es la opción más reco-
mendable desde el punto de vista ambiental, o a la colocación de geosintéticos.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es la canalización de las aguas de lluvia,


por lo que es recomendable la colocación de cunetas a lo largo de la coronación, en el
pie del talud exterior del dique y en las bermas.

5.3.2.3.- Desbordamiento por coronación.

Uno de los problemas más graves que puede sufrir el dique de cierre es el desborda-
miento por coronación con el consecuente arrastre progresivo de partículas superficia-
les. Este fenómeno puede dar lugar a la ruina total de la estructura, si el desbordamiento
dura un tiempo prolongado y el caudal de agua que se desborda es elevado.

Para evitar este riesgo se debe disponer de un resguardo libre, medido sobre la cota
máxima de la lámina de agua en el aliviadero, que no debe ser inferior a 1 m, de acuer-
do a lo que se recoge en el Apartado 6.2.3.4.

5.3.3.- IMPERMEABILIDAD.

El dique de cierre de la balsa debe ser lo suficientemente impermeable para garanti-


zar que las posibles filtraciones de agua a su través sean pequeñas.

La impermeabilidad del dique de cierre se puede obtener mediante la utilización de


5- CRITERIOS
GENERALES DE DISEÑO

materiales arcillosos en el cuerpo del dique o mediante elementos externos impermea-


bilizantes que se suelen colocar sobre el talud interior. Los elementos externos imper-
meabilizantes que se suelen utilizar son geomembranas, pantallas asfálticas, pantallas
de hormigón y pantallas de gunita.

En el Capítulo 6 se muestran varias secciones tipo de diques de cierre que garantizan


esta propiedad.

5.4.- VASO DE LA BALSA.

El vaso de la balsa debe ser impermeable, bien por ser impermeable el propio terre-
no natural o bien por la colocación, para evitar fugas en el agua embalsada, de ele-
mentos de impermeabilización, que pueden, según los casos, completarse con la dis-
posición de elementos de drenaje. Los elementos de impermeabilización a colocar de-
penderán de la problemática específica de cada caso, pudiéndose ejecutar bien con
materiales naturales, en general arcillosos, o bien con elementos de impermeabilización
artificial, de forma general, geosintéticos con función de impermeabilización. La coloca-
ción de los elementos de impermeabilización exige la realización previa de la base so-
porte de la impermeabilización, de acuerdo a los requisitos del sistema de impermeabi-
lización que finalmente se adopte (capa de apoyo de arena, refino y10 escarificación y
posterior compactación del terreno natural, colocación de una capa de hormigón, etc.).

Un aspecto importante que se debe determinar siempre es la posición pésima espe-


rable del nivel freático, especialmente en aquellas zonas del vaso donde se vayan a re-
alizar excavaciones de cierta entidad (por encima de 5 m) y donde posteriormente se
vaya a colocar lámina de impermeabilización. El diseño del sistema de drenaje debe re-
alizarse de acuerdo de la situación y los condicionantes del nivel freático en cada caso
de estudio en concreto.

Otro aspecto a tener en cuenta es la estabilidad de las laderas del vaso que pudieran
verse afectadas por los sucesivos aumentos y descensos del nivel de agua embalsada.
En el caso de que se detecten laderas potencialmente inestables se debe realizar un
estudio específico, de acuerdo con los criterios que se recogen en el Capítulo 7-

A modo orientativo, se pueden considerar como taludes a adoptar los siguientes:

Desmontes en suelo:

Desmontes en roca:

En el caso de utilizar elementos de impermeabilización en las laderas es habitual co-


locar el mismo sistema de impermeabilización que en el dique de cierre, debiendo ase-
gurarse su estabilidad, para lo cual deberán tenerse en cuenta los valores de resisten-
cia de los materiales (en el caso de los geosintéticos el valor de la tracción que pueden
5- CRITERIOS
GENERALES DE DISEÑO

soportar) y los límites de fricción en los diferentes planos de contacto. En la Tabla 1 se


recoge el detalle de las alternativas más habituales en el caso de impermeabilizar con
geosintéticos.

Uno de los principales problemas que se pueden presentar es la dificultad de colocar


una capa de arcilla compactada en zona de taludes con pendientes importantes. Un
procedimiento a seguir puede ser la ejecución de una serie de tongadas horizontales de
suficiente espesor, que sirvan para la utilización de maquinaria de compactación, lo que
permite reperfilar, posteriormente, recuperando espacio.

En cualquier caso, los taludes que finalmente se adopten deben ser compatibles con
las características mecánicas y con los procedimientos de puesta en obra de los ele-
mentos de impermeabilización y de protección.

5.5.- DRENAJE.

Desde el punto de vista de la seguridad, los sistemas de drenaje de los vasos de las
balsas son fundamentales para analizar su comportamiento. A través de esos sistemas
es posible examinar los caudales filtrados en la totalidad del vaso o por sectores para,
si se consideran excesivos, tomar a tiempo las medidas necesarias para remediar las
fugas. El agua circulante por ellos puede provenir de filtraciones naturales de la balsa
hacia el exterior, de pérdidas producidas en las juntas entre paños de la lámina, de
aguas de lluvia percoladas o de surgencias puntuales del nivel freático.

Un buen sistema de drenaje actúa además a modo de válvula de seguridad, canali-


zando las filtraciones y, si están bien diseñados y construidos, evitando que se produz-
can arrastres y erosiones internas tanto en el talud interior de la balsa como en el fon-
do de su vaso.

En el caso de balsas impermeabilizadas por geomembranas, la Figura 13 muestra un es-


quema de los problemas ocasionados en éstas por la presencia de agua o gas bajo ellas.

Por lo tanto, el drenaje de las aguas bajo las geomembranas es necesario para:

e Evitar problemas de capacidad de carga del soporte, tanto de los taludes como de la
solera.

e Evitar problemas de erosión interna.

Evitar la inestabilidad de los taludes cuando se realiza un vaciado de la balsa.

e Evitar el levantamiento de la geomembrana cuando se realice un vaciado.

Permitir un control de las fugas de agua a través de la pantalla y su localización.


A. rresencia ae un iecno impermeable y surgen
B. Compresión de los gases de un subsuelo no saturado debido a la subida del nivel freático.
C. Gases generados en el subsuelo por descomposición de matería orgánica.
D. Nivel freático más alto que el nivel de agua en la balsa.
E. Desestabilizaciónde taludes saturados por vaciado rápido de la balsa.
F. Pérdida de soporte y hundimiento localizado consecuencia de un escape.

Figura 13.- Problemas ocasionados en la geomembrana por la ausencia


de drenajes adecuados para agua y gas

De igual forma, el drenaje de los gases es conveniente para evitar el levantamiento de


la geomembrana:

a Por gases de fermentación (ataque de terrenos calcáreos por aguas, líquidos ácidos,
suelos ricos en materia orgánica) o por el aire atrapado en una elevación circuns-
tancial de la capa freática.

a Por el efecto de succión que produce el viento.

Para diseñar la red de drenaje es preciso determinar el máximo caudal que circulará
por ella, el cual, obviamente, será función de la entidad de las filtraciones que se pro-
duzcan en la balsa y si ésta está impermeabilizada por geomembrana, de las que ten-
gan lugar a través de esta última. En cualquier caso, un criterio simplista consiste en di-
mensionarla para que pueda circular, cuando el vaso está lleno, el caudal correspon-
diente a un descenso de nivel de entre 5 y 10 mmlhora.

Si el vaso de la balsa se encuentra situado por debajo del nivel freático la red de dre-
naje tendrá que tener en cuenta esta circunstancia.
5- CRITERIOS
GENERALES DE DISEÑO

Es recomendable sectorizar el vaso, para detectar, de forma independiente, por dón-


de se producen las filtraciones. Como mínimo debe haber dos sectores, talud interior y
fondo de vaso, cada uno de ellos con su correspondiente línea de drenaje (perimetral,
al pie del talud interior, y espina de pez o drenaje de fondo de vaso, Fotografía 30).

Fotografía 30.1 Sectoriración de la red de drenaje en una balsa

Fotografía 31.- Conductos de la red de drenaje

Los sectores, dependiendo de la superficie proyectada del vaso, normalmente oscilan


entre 7.500 y 10.000 m? Para tratar de independizar la filtración que pudiera producir-
se por cualquier causa en los distintos sectores, cada uno de ellos se debe separar en '
planta de los adyacentes mediante un pequeño cordón de hormigón, de manera que
cualquier filtración que se produzca en su interior termine en un conducto ranurado in-
dependiente. En el caso de los sectores en talud, el conducto ranurado se debe situar
5- CR~TERIOS
GENERALES DE DISEÑO

en la intersección del talud con la solera. El conducto sólo se ranura en la parte corres-
pondiente de su sector, ya que para dar salida a las aguas que eventualmente pueda
llevar tiene, a veces, que contornear la intersección del talud con el fondo pasando por
otros sectores, estando en éstos sin ranurar (Fotografía 31). Todos los conductos, tan-
tos como sectores existan, deben terminar en el punto más bajo del fondo de la balsa, a
partir del cual se sacan, bien numerados, al exterior. En el caso de los sectores de fon-
do de la balsa, se usa la espina de pez que termina en un conducto totalizador, también
ranurado y que como en los sectores de talud, se debe llevar hasta el punto más bajo
de la balsa para luego sacarlo al exterior.

Los tipos de drenajes más comunes son:

e Manto drenante: Consiste en forrar tanto el talud interior como el fondo del vaso de la
balsa con una capa de grava-gravilla de 25 a 40 cm de espesor, sobre la que se ins-
talarán posteriormente el geotextil y la lámina. El material drenante cumplirá las es-
pecificaciones del artículo 421 del PG3 relativo a "Rellenos localizados de material
drenante", así como el geotextil cumplirá las del artículo 422 relativo a "Geotextiles
como elemento de separación y filtro".

En la actualidad se están utilizando con éxito, y como alternativa al sistema anterior,


por ser un sistema de rápida ejecución, muy cómodo y eficaz, geocompuestos de dre-
naje (Apartado 8.2.3).

e Dren de Fondo: Perimetral (al pie del talud inferior) o en el fondo del vaso (espina de
pez o zanjas ortogonales). Véase Fotografía 32 a este respecto

Suele estar formado por un tubo ranurado de PVC o PE de 40 a 100 mm de diámetro


situado en el fondo de una pequeña zanja rellena de material granular drenante (grava)
y envuelto todo ello por un geotextil de 200 glm2 (ver 8.2.2.). A pesar de ser un sistema
de complicada ejecución es, sin embargo, muy efectivo para el control de filtraciones.

Deben cumplir las siguientes condiciones:

e El tubo debe tener la resistencia mecánica, forma y dimensiones especificadas en los


Apartados 2.1.1, 2.1.2 y 2.1.3 del artículo 420 del PG3 relativo a "Zanjas drenantes".

e El material drenante deberá cumplir las especificaciones del Apartado 2.2. del artícu-
lo 420, así como las del artículo 421 del PG3.

e El geotextil cumplirá las especificaciones del artículo 422 del PG3.

Además de los artículos del PG3 citados con anterioridad se deberán tener en cuen-
ta las especificaciones generales del artículo 332 para rellenos localizados y en con-
creto su Apartado 5.3. relativo al relleno de zanjas para la instalación de tuberías.
5- CRITERIOS
GENERALES DE DISEÑO

A veces al dren perimetral (Fotografía 33) se le abren ramificaciones ascendentes en


el talud interior para la evacuación de gases (Figura 14 y Fotografía 34). Cuando en el
fondo del vaso en vez de un sistema en espina de pez, que suele estar constituido por
un dren central al que acceden un numero variable de drenes transversales, se dispo-
nen zanjas drenantes longitudinales y transversales, ortogonales o no, la separación en-
tre ellas variara entre los 10 (terreno mas impermeable) y 30 m (terreno más permea-
ble). Sin embargo, cuando sea previsible la presencia de gases, se fijara en 10 m.

En el diseño de las zanjas debe definirse su pendiente para evitar erosiones por ex-
cesiva velocidad del agua escurrida por el dren. En este sentido se recomiendan valo-
res máximos de 0,3 y 0,5 mls para arenas y gravas, respectivamente.

Fotografía 32.-Red de drenaje en el fondo del vaso

Con independencia del sistema de drenaje empleado en la práctica, las aguas circu-
lantes por él se evacuarán al exterior de la balsa por gravedad, y para su correcto con-
trol conviene que su salida se produzca en el interior de una arqueta de registro cons-
truida a tal efecto. Esta arqueta cumplirá las indicaciones del artículo 410 del PG3 en
cuanto a forma, dimensiones, materiales y ejecución. Además del caudal de salida con-
viene controlar su turbidez, ya que si el agua está sucia es señal de que se están pro-
duciendo arrastres. Otro síntoma del transporte de sólidos puede ser la presencia en el
fondo de la arqueta de depósitos.
Cada sector de drenaje de la balsa debe confluir a la arqueta de registro con su tube-
ría o conducto específico e independiente del resto.

Para atravesar el dique de cierre es frecuente alojar los conductos de cada sector en el
interior de una zanja excavada a tal efecto y que posteriormente se hormigona o, cuando
la balsa tiene cierta entidad, en el interior de galerías de servicio (ver Apartado 4.4.1 .).

En caso de observar un nacimiento de agua en el fondo de la balsa se realizará una


línea de drenaje específica para él, con el fin de controlarlo y darle salida.

Capa drenante eventual Red de drenaje


(geotextil o georred) separación según la permeabilidad
del terreno (capa drenante o geotextil)

Figura 14.1 Esquema general de la red de drenaje de una balsa (extraída de la Norma UNE
104.421)

Tubo de drenaje Capa drenante Tubo de ventilación


perforado eventual perforado
l

Figura 15.- Esquema general de la red de salida de gases


5- CR~TERIOS
GENERALES DE DISEÑO

Fotografía 33.- Ejecución de un dren perimetral al pie del talud interno

La profundidad del sistema de drenaje dependerá de la posición del nivel freático, lo


ideal, es elevar la balsa para que no le afecte el mismo. Se proyectará profundo para
niveles freáticos elevados y superficial en caso contrario.

Dentro de las estructuras de drenaje se pueden incluir los sistemas de evacuación de


gases, tan complejos como el que se muestra esquemáticamente en la figura 15, y los de-
nominados aireadores o air-vents, realizados normalmente con la misma geomembrana
y que permiten, a modo de válvula, eliminar las presiones debidas al posible gas existen-
te debajo (Fotografía 34). Deben situarse siempre por encima del nivel máximo del agua
en la balsa. Tanto los sistemas de drenaje de gases como los aireadores permiten, de for-
ma complementaria, aminorar el efecto de la succión por viento en la geomembrana co-
locada sobre los taludes de la balsa.

Fotografía 34.- Air vents en una


lámina de PEAD
5- CRITERIOS
GENERALES DE DISEÑO

Fotografía 35.- Ejecución y principales componentes de un conducto


de drenaje en el fondo del vaso de una balsa

Para evitar los perjuicios que en el pie del talud exterior del dique de cierre o en su pa-
ramento puede causar la circulación de la escorrentía superficial, es conveniente que el
proyecto de cualquier balsa contemple los elementos de canalización del agua superfi-
cial necesarios (Fotografía 37) para derivar aquella hacia áreas en las que su acción
erosiva no afecte (una buena solución puede ser derivarla al punto de vertido del ali-
viadero de la balsa).

Los caudales a considerar se obtendrán a partir de la información pluviométrica de la


zona, y como método de cálculo se empleará cualquiera de los que son habituales pa-
ra el cálculo de máximas avenidas en pequeñas cuencas. En la determinación de los

Fotografía 36.- Control de la red de drenaje Fotografía 37.- Cuneta perimetral para encau-
zamiento de las aguas de escorrentía
5- CRITERIOS
GENERALES DE DISEÑO

GEOTEXTIL 0.50 LÁMINA PEHD

Figura 16.- Esquema de un conducto de drenaje en el fondo del vaso de la balsa

parámetros básicos, como el coeficiente de escorrentía, período de retorno, duración


del aguacero, etc., habrá de tenerse en cuenta la importancia de los daños que pudie-
ran derivarse de la acción de las aguas de lluvia si el caudal desbordase las previsio-
nes máximas de dimensionamiento.

Como norma general conviene disponer cunetas en coronación, especialmente en to-


das aquellas zonas en las que haya una cuenca de aportación de agua externa a la bal-
sa, así como al pie del talud exterior. Estas cunetas pueden ser ejecutadas en obra o
bien prefabricadas. Las primeras se realizan revistiendo de hormigón zanjas longitudi-
nales y para ello se deben seguir las indicaciones del artículo 400 del PG3. En el caso
de las cunetas prefabricadas, las zanjas se revisten mediante piezas prefabricadas tal
y como se indica en el artículo 401. Algo menos frecuente es la realización de una pe-
queña zanja a lo largo del eje del dique en cuya parte inferior se sitúe una tubería po-
rosa recubierta de zahorra o grava y todo el conjunto envuelto por un geotextil (ver Fi-
gura 16 y Apartado 8.2.2.), en este caso las especificaciones serán las del artículo 420
del PG3. En cualquier caso y como medida complementaria a las cunetas, se dotará a
la coronación de una pendiente mínima del 2% hacia el exterior de la balsa.

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6- TIPOLOGIÁ DEL DIQUE DE CIERRE

6.- TIPOLOG~ADEL DIQUE DE CIERRE.

Las tipologías del dique de cierre que se han considerado, a efectos de este Manual,
se han clasificado en los siguientes grupos, de acuerdo a la existencia de elemento de
impermeabilización artificial y a la tipología estructural del cuerpo del dique.

Diques sin elemento de impermeabilización artificial.

En estos casos, la estanqueidad del dique de cierre se consigue con los propios ma-
teriales que constituyen el cuerpo del mismo, dado que estos deben ser impermeables.
En función de su tipología se distinguen:

e Diques homogéneos.

e Diques heterogéneos.

Diques con elemento de impermeabilización artificial.

En estos casos, la estanqueidad del dique de cierre se confía a un elemento exterior


que se suele colocar o ejecutar sobre el paramento de aguas arriba del dique de cierre.
Los elementos más utilizados para este fin son los siguientes:

e Geomembranas (GBR-P).
-w-

e Pantalla asfáltica.

e Pantalla de hormigón.

e Pantalla de gunita.

6.2.- SELECCIÓN DE LA TIPOLOG~ADEL DIQUE DE CIERRE.

6.2.1 .- SECCIONES TIPO.

En la Tabla 1 se recogen las secciones tipo consideradas en este Manual. Otras, por
su mayor complejidad y menor utilización (pantalla asfáltica, de hormigón o de gunita),
tan solo se citan de manera genérica en el Apartado 6.4.2.3
6- TIPOLOGIÁ DEL DIQUE DE CIERRE

Dique homogeneo con dren horizontal

H<10m
(Ver fig. 17)

Dique homogeneo con dren mixto horizontal y chimenea

H >= 10 m
(Ver fig. 18)

Dique con impermeabilización arcillosa hacia el interior de la balsa

(Ver fig. 19)

Dique zonado

H >= 10 m
(Ver fig. 20)

Dique con impermeabilización con geomembrana (GBR-P)

(Ver fig. 21)

Tabla 1.= Secciones tipo

De las secciones recogidas en la Tabla debe indicarse que, en el caso de diques sin
elemento de impermeabilización artificial (secciones 1 a 4), la sección de dique homogé-
neo con dren horizontal es la que se considera más adecuada de realizar para el caso de
altura de dique inferior a 10 m (H< 10 m), dada la dificultad que supone la ejecución de
un dren chimenea en balsas de esas dimensiones. Para alturas superiores (H> 10 m) se
6--TIPOLOGIÁ DEL DIQUE DE CIERRE

recomienda realizar la sección de dique homogéneo con dren chimenea. Esta solución,
dependiendo de la naturaleza del material impermeable, puede complementarse con la
disposición de drenes horizontales en el talud hacia el interior de la balsa.

En el caso de disponer de material arcilloso impermeable se puede realizar la sección


de dique con impermeabilización arcillosa hacia el interior de la balsa, solución que exi-
ge evaluar la propia estabilidad del tapiz arcilloso y la posible necesidad de colocar un
filtro-dren, entre el tapiz arcilloso y el cuerpo de dique. Como alternativa, y siempre pa-
ra balsas de altura mayor de 10 m (H>10 m), se puede adoptar la sección de dique zo-
nado.

En el caso de diques con elemento de impermeabilización artificial, la solución más


habitual es la sección 5: dique impermeabilizado con geomembrana (GBR-P) que, en
función de la granulometría del cuerpo de dique, puede disponer, en función de la altu-
ra, de un dren horizontal, similar al de la sección 1, o de un dren chimenea, similar al
de la sección 2.

Las características y dimensiones mínimas de los diferentes elementos de estas sec-


ciones tipo se describen en los siguientes apartados de este capítulo.

6.2.2.- CRITERIOS DE SELECCIÓN.

Las balsas se construyen habitualmente muy próximas al emplazamiento donde se


necesitan y los diques de cierre se ejecutan normalmente con los materiales proceden-
tes de la excavación del vaso, tratando de compensar volúmenes por motivos econó-
micos.

El factor que resulta fundamental para definir la tipología del dique de cierre de una
balsa es principalmente el de la existencia o no de materiales impermeables proceden-
tes de la excavación o a pequeñas distancias.

A efectos de este Manual podrán considerarse como materiales impermeables aque-


llos cuyo coeficiente de permeabilidad sea igual o inferior a 10-5 cmlsg. En el Anejo 2.D
se adjuntan valores típicos de este coeficiente para diferentes tipos de suelos compac-
tados.

6.2.3.- PARÁMETROS DE LA SECCIÓN DEL DIQUE.

.-
6.2.3.1 Taludes.

La inclinación de los taludes del dique será función de su altura, de las características
del material empleado en la construcción del mismo, de la tipología adoptada y de las
condiciones sísmicas.
6- TIPOLOGIÁDEL DIQUE DE CIERRE

Hay que tener en cuenta que estos taludes deben ser estables en todas las condicio-
nes posibles a las que se pueda enfrentar durante el proceso constructivo y su poste-
rior vida útil. En los Apartados 7.3.1 y 7.3.2 se describen las situaciones de cálculo que
deben contemplarse. En el Apartado 7.4 se definen los valores mínimos de los coefi-
cientes de seguridad que se deben adoptar en los cálculos de estabilidad global que se
deben realizar para dimensionar los taludes del dique de cierre. Por otra parte, en el
Apartado 7.5 se adjuntan una serie de ábacos válidos para el dimensionamiento de los
taludes de los diques de cierre de todas las secciones tipo definidas en el Apartado
6.2.1, salvo la correspondiente a un dique zonado (sección 4), dada su mayor comple-
jidad.

El talud de aguas arriba del dique de tierra debe ir protegido para evitar problemas de-
rivados de la erosión. .Esta protección se realiza habitualmente mediante un revesti-
miento o manto de protección contra la erosión por la acción del oleaje (Rip-rap). Pue-
de ser una capa granular (de espesor mínimo entre 0,5 y 1 m), un manto formado por
elementos cerámicos u hormigón, o bien mediante cables con boyas que rompan el ole-
aje, porexpan u otros elementos.

En el talud de aguas abajo se podrá realizar también una protección contra la erosión,
causada principalmente por la lluvia. Ésta puede llevarse a cabo mediante la plantación
de especies vegetales de desarrollo horizontal y adecuadas a la climatología de la zo-
na. En todo caso, la colocación de un revestimiento de escollera siempre es una buena
solución.

6.2.3.2.- Anchura de coronación.

Se entiende por anchura de coronación la distancia entre las aristas superiores de los
taludes de aguas arriba y aguas abajo. Dicha anchura debe, por una parte, ser la me-
nor posible por razones económicas y, por otra parte, debe asegurar la estabilidad es-
tructural y ser suficiente para albergar un camino de servicio que tenga continuidad a lo
largo de toda la coronación del dique.

La anchura mínima de coronación (C) se puede fijar mediante la siguiente expresión,


en función de la altura del dique (H):

La coronación debe tener una pendiente mínima del 2% hacia el exterior de la balsa.

6.2.3.3.- Rastrillo.

Bajo el dique de cierre es conveniente realizar un rastrillo o zanja de impermeabiliza-


ción, para alargar el recorrido de las líneas de filtración. La importancia y dimensiones
6- TIPOLOGIÁ DEL DIQUE DE CIERRE

de este elemento dependen de la altura y tipología del dique y de las características del
terreno de cimentación, en cuanto a capacidad portante y permeabilidad se refiere. En
el caso de que exista una capa en el cimiento de mayor permeabilidad, la zanja debe-
rá atravesar dicha capa permeable hasta empotrarse en otra de menor permeabilidad,
con el objeto de asegurar la estanqueidad del dique de cierre y evitar las peligrosas fil-
traciones bajo el cimiento que pueden llegar a arruinar la obra, salvo que el vaso esté
impermeabilizado.

La forma de este elemento (Figura 17) suele ser trapezoidal con la base menor en su
extremo inferior, con una anchura mínima de 3,00 m. para facilitar el proceso construc-
tivo. Los taludes de la zanja estarán comprendidos entre 1H:lV y 2H:IV, en función del
tipo de terreno atravesado. La profundidad de la zanja puede variar entre 0.5 y 2,O m,
según el vaso esté impermeabilizado o no. La zanja se rellenará con material imper-
meable compactado, procurando conseguir la mayor impermeabilidad del conjunto

MATERIAL IMPERMEA

Figura 17.- Esquema del rastrillo

6.2.3.4.- Resguardo.

Se denomina resguardo (R) a la diferencia entre el nivel de agua de la balsa en una


situación concreta y la coronación del dique de cierre de la balsa Z
(.),, A los efectos
de la definición de resguardo, se entenderá como cota de coronación la cota más ele-
vada de la estructura resistente del cuerpo de la balsa.

El resguardo se define para las dos situaciones principales de la balsa:

a) Resguardo normal (RNORMAL):ES el relativo al Nivel Máximo Normal (NMN) o má-


ximo nivel que puede alcanzar el agua de la balsa en un régimen normal de explotación.
Este resguardo deberá ser igual o superior a la sobreelevación correspondiente al cau-
dal de cálculo del aliviadero (rl) más la sobreelevación correspondiente al oleaje máxi-
r-no (9).

b) Resguardo mínimo (RMINIMO):ES el relativo al Nivel Máximo Extraordinario (NME)


6- TIPOLOGIÁDEL DIQUE DE CIERRE

o nivel correspondiente al caudal de cálculo del aliviadero. Este resguardo deberá ser
igual o superior a la sobreelevacción correspondiente al oleaje máximo (r2).

La comprobación del resguardo se puede realizar mediante la expresión siguiente:

RNoRMnL(m) = Z,, - NMN 2 r,+ 7,5r2

Siendo:

rl= NME-NMN

r2 : Altura de ola (m)

F: Fetch (km) = Cuerda más larga de la balsa

Complementariamente, la comprobación de que el resguardo mínimo tiene un valor


suficiente se puede realizar mediante la expresión siguiente:

RMINIMO (m) = Zcor - NME 27,Sr2

Además, el resguardo normal no debe ser inferior a 1 m.

En el caso de que, dado el Nivel Máximo Normal, el caudal de cálculo del aliviadero y
las sobreelevaciones producidas por las olas, las comprobaciones expuestas no sean
satisfactorias, será necesario adoptar, al menos, alguna de las siguientes medidas:

a Aumentar la capacidad hidráulica del aliviadero de superficie.

a Elevar la cota de coronación de la balsa.

A veces resulta útil disponer un pretil de coronación (Fotografía 39) capaz de resistir
los empujes del oleaje. En este caso la mitad de la "altura de pretil" puede contabilizar-
se a efectos de la comprobación del resguardo mínimo.

No se deben olvidar para calcular el resguardo las posibles imperfecciones ocasiona-


das en la coronación por la falta de uniformidad de los asientos, los asientos postcons-
tructivos de la cimentación y del dique de cierre, e incluso, en las zonas donde sea de
aplicación la normativa sismorresistente, los debidos a efectos sísmicos.

Los asientos debidos a efectos sísmicos requieren un estudio específico efectuado


por un especialista en la materia.
6- TIPOLOGIÁ DEL DIQUE DE CIERRE

Fotografía 39.1 Pretil colocado en la coronación de la balsa

6.3.- DIQUES DE CIERRE SIN ELEMENTO DE IMPERMEABILIZACI~N


EXTERNO ARTIFICIAL.

6.3.1 .- REQUISITOS BASICOS.


-
La viabilidad de la ejecución de un dique de cierre sin elemento de impermeabilización
externo está condicionada, de forma general, por la validez del material donde se ex-
cava la balsa para construir un dique impermeable, o bien por la existencia de algún ma-
terial de estas características en las cercanías del emplazamiento de la balsa.

El dique de cierre debe cumplir, tal y como se indica en el Apartado 5.3, los tres re-
quisitos básicos siguientes: estabilidad, integridad e impermeabilidad. En dicho Aparta-
do se describen con una mayor extensión.

6.3.2.- SECCIONES TIPO DE DIQUES DE CIERRE HOMOGÉNEOS.

/Estos diques están formados fundamentalmente por un único tipo de material, imperme-
ir' able ( k ~ l Ocmls),
- ~ si se excluyen por una parte, el material utilizado para la protección de
los taludes y, por otra, el utilizado para los filtros, cuyos volúmenes son mucho menores.

Los criterios para fijar las dimensiones de la coronación y del resguardo, así como la
inclinación de los taludes aguas arriba y aguas abajo y la ejecución y dimensiones del
rastrillo se han recogido en el Apartado 6.2.3.

Es necesario disponer de unos drenes que garanticen que la línea de saturación se


aleje lo niáximo posible del paramento de aguas abajo. Estos drenes deben estar for-
mados por materiales granulares y su permeabilidad debe ser muy superior a la del ma-
terial del dique. Según su disposición en el cuerpo del dique, pueden ser drenes de pie
o drenes chimenea.
6- TIPOLOGIÁ DEL DIQUE DE CIERRE

Los criterios de diseño de estos elementos permeables son los siguientes:

a La permeabilidad de los materiales con los que se ejecuten debe ser muy superior a la
del material del dique, para que la pérdida de carga sea menor que en el dique (unas
1000 a 5000 veces mayor).

a Su granulometria debe cumplir determinadas condiciones de filtro para que no pene-


tren en él las partículas del material del dique. Estas condiciones son la siguientes:

-
, , ,d < 20 mm. y 4

- % pasa tamiz UNE 0.08 5%.


- coeficiente de uniformidad, c, entre 4 y 20.
Dentro de las secciones tipo adoptadas en este Manual, representadas de forma es-
quemática en la Tabla 1, se incluyen en este apartado las secciones 1, 2 y 3, que se re-
cogen con mayor detalle en las siguientes Figuras, todas ellas dibujadas a escala para
un dique de 10 m de altura. La Figura 18 corresponde a un dique homogéneo con dren
horizontal, la Figura 19 corresponde a un dique homogéneo con dren mixto horizontal y
chimenea, y la Figura 20 corresponde a un dique con impermeabilización con tapiz ar-
cilloso aguas arriba.

En las leyendas de dichas Figuras se incluyen las diferentes partes de cada sección
y las condiciones básicas que deben cumplir.

@ Rip-rap. Manto de protección contra la erosión por la acción del oleaje. Puede ser una capa granular (de espesor mini-
mo entre 0,5 y 1 m en dirección perpendicular al talud), un manto formado por elementos cerámicos u hormigón, o bien
protegerse mediante cables con boyas que rompan el oleaje, poliestireno expandido u otros elementos.

@ Filtro rip-rap (en caso de ser necesario). Se recomienda utilizar un geotextil diseñado y especificado en función de la cur-
va granulométrica del material del cuerpo de dique y de las características del rip-rap (tamaño de bloque, etc.).

@ Material de cuerpo de dique.

Dren horizontal. Se recomienda que tenga un espesor mínimo de 0,5 m y que se empleen para ejecutarlo arenas o are-
@ nas con gravas debidamente graduadas. Debe cumplir las condiciones del filtro indicadas en 6.3.2. En el caso de que re-
sulte difícil cumplir estas condiciones se puede colocar un geotextil como filtro, diseñado y especificado en función de la
curva granulométrica del material del cuerpo de dique y del dren horizontal.

Debe asegurarse que el dren horizontal quede fuera del rastrillo.

Los espesores mínimos se establecen por condiciones constructivas.

Figura 18.- Sección tipo 1: Dique homogéneo con dren horizontal. Diferentes partes del mismo.
Dibujo a escala para un dique de 10 m de altura
6- TIPOLOGIÁDEL DIQUE DE CIERRE

w
Rip-rap. Manto de protección contra la erosión por la acción del oleaje. Puede ser una capa granular (de espesor mínimo
@ entre 0.5 y 1 m en dirección perpendicular al talud), un manto formado por elementos cerámicos u hormigón, o bien prote-
gerse mediante cables con boyas que rompan el oleaje, poliestireno expandido u otros elementos.

@ Filtro rip-rap (en caso de ser necesario). Se recomienda utilizar un geotextil diseñado y especificado en función de la curva
granulométrica del material del cuerpo de dique y de las características del rip-rap (tamaño de bloque, etc.).

@ Material de cuerpo de dique.

Dren chimenea. Se recomienda que tenga una altura mayor que 213 H (siendo H la altura de la balsa). Debe tener un espe-
@ sor mínimo de 1 m, pudiendo reducirse a 0,s m en el tramo horizontal. El tramo vertical puede estar inclinado. Como mate-
riales se pueden emplear arenas o arenas con gravas debidamente graduadas. Debe cumplir las condiciones de filtro indi-
cadas en 6.3.2. En el caso de que resulte difícil cumplir estas condiciones se puede colocar un geotextil como filtro, dise-
ñado y especificado en función de la curva granulométrica del material del cuerpo de dique y del dren.

Debe asegurarse que el dren chimenea quede fuera del rastrillo.

Los espesores mínimos se establecen por condiciones constructivas.

Figura 19.- Sección tipo 2: Dique homogéneo con dren mixto horizontal y chimenea.
Diferentes partes del mismo. Dibujo a escala para un dique de 10 m de altura

Rip-rap. Manto de protección contra la erosión por la acción del oleaje. Puede ser de escollera (de espesor mínimo entre
@ 0,5 y 1 m) o bien mediante cables con boyas que rompan el oleaje, poliestireno expandido u otros elementos.
@ Filtro rip-rap (en caso de ser necesario). Se recomienda utilizar un geotextil diseñado y especificado en función de la curva
granulométrica del material del cuerpo de dique y de las características del rip-rap (tamaño de bloque, etc.).

@ Material arcilloso de imperrneabilización.

Posible filtro-dren, según la granulometría del tapiz arcilloso y del cuerpo de dique. En caso de ser necesario debe cumplir
@ las condiciones de filtro indicadas en 6.3.2. Cuando resulte difícil cumplir estas condiciones se puede colocar un geotextil
como filtro, diseñado y especificado en función de la curva granulométrica del material del cuerpo de dique y del dren.

@ Material de cuerpo de dique.

Figura 20.- Sección tipo 3: Dique con impermeabilización con tapiz arcilloso aguas arriba.
Diferentes partes del mismo. Dibujo a escala para un dique de 10 m de altura
6- TIPOLOGIÁ DEL DIQUE DE CIERRE

@ Rip-rap. Manto de protección confra la erosión por la acción del oleaje. Puede ser de escollera (de espesor mínimo en-
tre 0,5 y 1 m) o bien mediante cables con boyas que rompan el oleaje, poliestireno expandido u otros elementos.

Filtro rip-rap (en caso de ser necesario). Se recomienda utilizar un geotextil diseñado y especificado en función de la cur-
@ va granulom6trica del material del cuerpo de dique y de las características del rip-rap (tamaño de bloque, etc.).
@) Material de cuerpo de dique.

@ Filtro lado interior de la balsa. Se recomienda que tenga un espesor mínimo de 1 m (por motivos constructivos) y que se
utilicen arenas o arenas con gravas debidamente graduadas para ejecutarlo. Debe cumplir las condiciones de filtro indi-
cadas en 6.3.2.

@ Núcleo.

Filtro-dren lado exterior de la balsa. Se recomienda que tenga un espesor mínimo de 2 m y que se utilicen arenas o are-
@ nas con gravas debidamente graduadas. Debe cumplir las condiciones de filtro indicadas en 6.3.2.

Los espesores mínimos se establecen por condiciones constructivas.

Figura 21.- Sección tipo 4: Dique zonado. Diferentes partes del mismo.
Dibujo a escala para un dique de 10 m de altura

6.3.3.- SECCIONES TIPO DE DIQUES DE CIERRE HETEROGENEOS.

Estos diques presentan dos zonas bien diferenciadas:

Un núcleo, formado por un material arcilloso, cuya principal misión es la de garanti-


zar la impermeabilidad del dique.

Unos espaldones, formados por un material resistente, cuya misión es garantizar la


estabilidad del dique.

En este tipo de diques resulta necesaria la disposición de drenes y filtros. Entre el nú-
cleo y el espaldón exterior se debe disponer un filtro-dren, y entre el espaldón interior y
el núcleo una capa de filtro.

Los criterios para fijar las dimensiones de la coronación y del resguardo, así como la
inclinación de los taludes aguas arriba y aguas abajo y la ejecución y dimensiones del
rastrillo se han recogido en el Apartado 6.2.3.

En la Figura 21 se recoge esta sección, dibujada a escala para un dique de 10 m de


altura. En la leyenda de dicha Figura se incluyen las diferentes partes de cada sección
y las condiciones básicas que deben cumplir.
6- TIPOLOGIÁDEL DIQUE DE CIERRE

6.4.- DIQUES DE CIERRE CON ELEMENTO DE IMPERMEABILIZACIÓN


EXTERNO ARTIFICIAL.

6.4.1 .- REQUISITOS BASICOS.

En los casos en los que las características de los materiales con los que se ejecute el
dique de cierre no garanticen la suficiente estanqueidad del mismo, se debe recurrir a
la colocación de un elemento externo impermeabilizante. En estos casos el dique de
cierre sólo debe tener misión resistente y suele ejecutarse con un material permeable y
homogéneo.

El dique de cierre debe ejecutarse de tal manera que el talud sea único y no presen-
te bermas que rompan su continuidad. La inclinación de dicho talud se determinará por
las características del material que forma la capa soporte y las condiciones de coloca-
ción del elemento impermeable y del material de protección, si lo hubiere. Otro aspec-
to a considerar son los acuerdos entre planos de paramentos interiores, los cuales de-
ben asegurar la exclusión de interrupciones y de aristas de intersección de superficies
planas entre sí.

Los criterios para fijar las dimensiones de la coronación y del resguardo, así como la
inclinación de los taludes interior y exterior y la ejecución y dimensiones de la zanja de
anclaje e impermeabilización se han recogido en el Apartado 6.2.3.

6.4.2.- T~POLOG~AS DE ELEMENTO DE IMPERMEABILIZACIÓN EXTERNO


ARTIFICIAL.

Los elementos de impermeabilización externos artificiales que se contemplan en este


Manual son los siguientes:

Geomembranas (GBR-P).

Pantalla asfáltica.

Pantalla de hormigón.

Pantalla de gunita.

Geocompuestos con bentonita (GBR-C).

En la actualidad, las geomembranas son los elemento más utilizados. Sus caracterís-
ticas, tipos y disposiciones más adecuadas se describen en el Capítulo 9 del presente
Manual.
6- TIPOLOGIÁ DEL DIQUE DE CIERRE

Figura 2

@ Geomembrana (GBR-P) (espesor >= 1,5 mm).

@ Geotextil

@ Soporte base de la impermeabilización.

@ Elemento de protección.

Dren (horizontal/chimenea). Debe cumplir las condiciones de filtro indicadas en 6.3.2. En el caso de que resulte difícil
@ cumplir estas condiciones, se puede colocar un geotextil como filtro, disetíado y especificado en funcidn de la curva gra-
nulometrica del material del cuerpo de dique y del dren.

Figura 22.- Sección tipo 5: Dique con impermeabilizacióncon geomembrana ( GBR-P).


Diferentes partes del mismo. Dibujo a escala para un dique de 10 m de altura

6.4.2.1 .-Geomembranas (GBR-P).


La impermeabilización de la balsa se consigue mediante la colocación de una geo-
membrana en el paramento del talud hacia el interior de la balsa. La sección tipo re-
presentativa de esta tipología es la recogida en la Figura 22, dibujada a escala para un
dique de 10 m de altura. Además, se recoge el detalle, en función de la granulometría
del cuerpo de dique, de la posibilidad de disponer de un dren horizontal, similar al de la
sección de la Figura 18, o de un dren chimenea, similar al de la sección de la Figura 19.

En la leyenda de dicha Figura se incluyen las diferentes partes de cada sección.

Complementariamente, en la Figura 23 se incluye un detalle de posibles alternativas


de impermeabilización para balsas con elemento de impermeabilización externo me-
diante geosintéticos que pueden ser utilizadas.

6.4.2.2.- Pantallas asfálticas.

La impermeabilización de la balsa se consigue mediante una pantalla colocada en el


paramento del talud hacia el interior de la balsa, fabricada in-situ con un hormigón as-
fáltico (bituminoso denso).
6- T I P O L O GDEL
~ DIQUE DE CIERRE

SECCIONES

-
SENCILLAS
m GBR-P
GTX
espesor e > 1.5
protección

SOPORTE BASE DE LA
IMPERMEABILIZACION

HORMIGON > 20m


GBR-C (principal)
-
m Riprap
GTx
GBR-P
i GTX
-
protección
e > 1,s
nmtección
r - -- -- - -

SOPORTE BASE DE LA SOPORTE BASE DE LA SOPORTE BASE DE LA


IMPERMEABILIZACION IMPERMEABILIZACION IMPERMEABILIZACION

CON DRENAJE DE AGUAS SUPERFICIALES


GBR-P
GCD

m GBR-P
GBR-C (secundaria)

&sxxx - GBR-P
GCD GBR-P

' - ;a protección
GCD
GBR-c (principal)
GBR-P: Geomembrana

GBR-C: Geobentonita

GTX: Geotextil
SOPORTE BASE DE LA SOPORTE BASE DE LA
IMPERMEABILIZACION IMPERMEABILIZACION
GCD: Geodren

Figura 23.- Detalle de posibles alternativas de impermeabilización para balsas


con elemento de impermeabilización externo mediante geosintéticos.

6.4.2.3.- Pantallas de hormigón o gunlta.

En este tipo de solución se coloca sobre el cuerpo de dique de la balsa una pantalla
de hormigón para proporcionar su impermeabilidad. El éxito de esta solución depende,
en gran medida, de que la pantalla pueda seguir sin daño, las deformaciones que im-
pone el cuerpo de dique.

Al ser la pantalla de hormigón un elemento muy rígido, es muy sensible a experimen-


tar agrietamientos por asientos, por lo que su empleo en el caso de diques de cierre pa-
ra balsas resulta muy poco frecuente. En cualquier caso, los materiales que componen
una pantalla de hormigón deben cumplir las mismas condiciones que se exigen a los
componentes de cualquier hormigón utilizado en una estructura, si bien tomando todas
las precauciones necesarias para conseguir la máxima impermeabilidad, por ser este el
objetivo final de la pantalla y que su comportamiento perdure en el tiempo.

Dada la complejidad de este tipo de solución no se incluye ninguna sección tipo en es-
te Manual.
7- ANÁL ISIS DE ESTABILIDAD

7.- ANALISIS DE ESTABILIDAD.

Las dimensiones de los taludes del dique de cierre deben ser tales que su estabilidad
quede asegurada en todas las situaciones en las que se prevea que puede encontrar-
se a lo largo de su vida útil. Para ello se deben realizar los correspondientes análisis de
estabilidad, empleando métodos de cálculo adecuados y adoptando unos coeficientes
de seguridad mínimos.

En el Apartado 7.5, no obstante, se han recogido en forma de ábacos una serie de talu-
des recomendados en función de la altura de balsa, del tipo de terreno empleado para la
ejecución el dique de cierre y de las condiciones sísmicas en la zona de ubicación. La uti-
lización de estos ábacos permite diseñar los taludes del dique de la balsa sin la realización
de ningún cálculo adicional justificativo. Dichos taludes cumplen los factores de seguridad
indicados en el Apartado 7.4 para las diferentes situaciones de cálculo previstas.

Sin embargo, puede ser posible en muchos casos justificar la adopción de unos talu-
des menos tendidos mediante la realización de los cálculos pertinentes de estabilidad
de taludes, con el consiguiente ahorro de material en el dique de cierre.

Asimismo, los taludes de las laderas y desmontes que puedan verse afectados por la
construcción de la balsa deben tener su estabilidad asegurada. Para su estudio serán
también de aplicación los métodos de cálculo indicados en el siguiente Apartado.

7.2.- MÉTODOS DE CALCULO: MÉTODOS DE EQUILIBRIO L~MITE.

El análisis de la estabilidad global del dique y de cualquier talud afectado, en general,


debe hacerse empleando los métodos habituales de cálculo de estabilidad de taludes
en suelos, basados en la teoría de equilibrio límite.

Esta teoría establece el equilibrio de fuerzas y momentos actuantes en un sistema, apli-


cando exclusivamente las leyes de la estática, sin tener en cuenta las deformaciones del
terreno y suponiendo que toda la masa movilizada se comporta como un sólido rígido.

A pesar de ser unos métodos más simplificados que los que tienen en cuenta las de-
formaciones, se utilizan mucho más dado que están ampliamente contrastados en la
práctica, conociéndose bien sus grados de confianza. Entre ellos se puede citar los mé-
todos de Morgenstern y Price, Spencer y Bishop.

Existen actualmente una gran variedad de programas de ordenador que se pueden


emplear para realizar los cálculos de estabilidad de taludes, que aplican estos métodos
y obtienen de forma rápida la resolución de las ecuaciones.
7- ANÁLISIS DE ESTABILIDAD

La descripción de estos métodos queda fuera del alcance de este Manual.

7.3.- CRITERIOS GENERALES PARA ESTUDIAR LA ESTABILIDAD


GLOBAL DE LOS TALUDES.

7.3.1.- ESTABILIDAD ESTATICA.

El análisis de la estabilidad del dique de cierre y su cimiento debe contemplar las si-
guientes situaciones:

a Situación de final de construcción: Esta situación se analizará en los casos en los que
el dique de cierre esté constituido mayoritariamente por materiales arcillosos en los
que se puede suponer que no se ha producido disipación de la presión intersticial du-
rante el proceso de construcción. A efectos de cálculo, la presión intersticial se pue-
de modelizar tal y como se indica en la Figura 24.a.

a Embalse lleno: esta hipótesis supone que la carga de agua se corresponde con la co-
ta de máximo embalse posible. Para los casos de balsas con elemento de imperme-
abilización externa se supondrá que en el dique de cierre no hay Iínea piezométrica,
como se indica en la Figura 24.b.l. Para los casos de balsas sin elemento de imper-
meabilización externo, se tendrá en cuenta la correspondiente Iínea de saturación,
en función de que la balsa lleve únicamente un dren horizontal (Sección tipo 1, defi-
nida en el Cap. 6.2.1) o un dren mixto (Sección tipo 2, definida en el Cap. 6.2.1), tal
como se indica en las Figuras 24.b.2 y 24.b.3, respectivamente.

a Rotura del elemento de impermeabilización externo: esta hipótesis supone que la car-
ga de agua se corresponde con la cota de máximo embalse posible y aparece una
Iínea de saturación en el cuerpo del dique, como se indica en la Figura 24.c.

Desembalse rápido: esta hipótesis se corresponde con la situación en la que se pro-


duce un vaciado de la balsa a una velocidad mayor que la necesaria para que se pro-
duzca el drenaje del cuerpo del dique, lo que implica la presencia de sobrepresiones
intersticiales en el interior del cuerpo del dique. A efectos del cálculo, y del lado de la
seguridad, aún admitiendo el descenso de la Iínea de saturación, se puede conside-
rar que ésta no se modifica y, por lo tanto, que la Iínea piezométrica coincide con la
correspondiente a la situación de embalse lleno en el interior del dique y discurre por
el exterior del talud interno del dique, como se indica en la Figura 24.d.

En estas cuatro situaciones de cálculo se deben analizar superficies de deslizamien-


to que se desarrollen por el cuerpo del dique de cierre, por el cimiento del mismo o por
el contacto entre uno y otro.

Los coeficientes de seguridad mínimos que se exigen en cada una de estas situacio-
nes se recogen en el Apartado 7.4.
7- ANÁLISIS DE ESTABILIDAD

1 0

a.- Final de construcción


Si LL<50 (terreno CL-ML),
\
-F
--

b.1.- Embalse lleno, con elemento de


impermeabilización externo

d=HA
Si LL>50 (terreno CH-MH),

Dren Chimenea

l \
- -?
b.2.- Embalse lleno, sin elemento de b.3.- Embalse lleno, sin elemento de
impermeabilización externo. Sección tipo 1 impermeabilización externo. Sección tipo 2
(dren horizontal) (dren mixto)

I
L. - - -

%\

c.- Rotura del elemento de impermeabilización d.- Desembalse rápido


externo

Figura 24.- Esquema de las distintas situaciones de cálculo

7.3.2.- ESTABILIDAD DINAMICA.

En aquellas zonas cuya aceleración básica (ab) sea igual o superior a 0,04 g, siendo
g la aceleración de la gravedad, se debe tener en cuenta el efecto del terremoto en la
estabilidad del dique de cierre. La aceleración básica de todos los municipios de Espa-
ña se recoge en el Anejo 1 de la Norma de Construcción Sismorresistente (NCSE-02).

La incorporación del efecto del terremoto en los cálculos se podrá hacer por el méto-
do seudoestático, es decir, incorporando una fuerza horizontal igual al peso del terreno
multiplicado por un coeficiente sísmico que se obtiene como indica la NCSE-02. A gran-
des rasgos se puede justificar que este valor se corresponde con los efectos de un te-
rremoto extremo.

La única limitación a la utilización del método seudoestático es que no haya en el ci-


miento ni se coloquen en el cuerpo del dique materiales licuefactibles, como es el caso
de arenas limpias, flojas y saturadas.
Teniendo en cuenta la reducida probabilidad de ocurrencia de sismo en las situacio-
nes de final de construcción y desembalse rápido, el análisis de la estabilidad dinámica
del dique de cierre y su cimiento, para no penalizar el diseño, se puede limitar a la si-
guiente situación:

a Sismo en situación de embalse lleno: En aquellas zonas cuya aceleración básica


(ab) sea igual o superior a 0,04 g, siendo g la aceleración de la gravedad, se debe
tener en cuenta el efecto del terremoto en la estabilidad del dique de cierre, median-
te el método seudoestático.

Con objeto de garantizar la estabilidad frente a posibles sacudidas sísmicas, se elimi-


narán todos los materiales arenosos que se encuentren en el cimiento y sean suscep-
tibles de saturarse en algún momento de la vida de la obra.

Por su parte, en el caso de que se vayan a utilizar materiales arenosos en el cuerpo


del dique, estos materiales deberán ser compactados a densidades próximas a la má-
xima. A su vez se debe tener en cuenta que si el material no está saturado no es sus-
ceptible de licuefacción.

7.4.- COEFICIENTES DE SEGURIDAD.

Los valores mínimos de los coeficientes de seguridad que se deben adoptar en los
cálculos de estabilidad global se recogen en la siguiente Tabla.

Final de construcc/'ón 7,3


Embalse lleno 7,5 .

Rotura elemento impermeabilización 7,3


1 Sismo a embalse lleno 1 7,3 1
1 Desembalse r h d o 1 13 1
Tabla 2.- Coeficientes de seguridad mínimos (F.S.) para los cálculos de
estabilidad global del dique de cierre y su cimiento

7.5.- ÁBACOS DE DIMENSIONAMIENTO.

En las figuras 25 a 27 se presentan una serie de ábacos que permiten dimensionar


los taludes del dique de cierre en función de su altura, del tipo de material empleado en
su ejecución y de las condiciones sísmicas del emplazamiento. El tipo de material se
define de acuerdo a la Clasificación Unificada de Suelos (USCS), recogida en el Anejo
2.B del Capítulo 3 de este Manual. Por otra parte, las condiciones sísmicas del empla-
zamiento vienen definidas en términos del coeficiente sísmico, obtenido según indica la
Norma de Construcción Sismorresistente (NCSE-02).
7- ANÁLISIS DE ESTABILIDAD

Como se ha indicado anteriormente, la utilización de estos ábacos permite diseñar los


taludes del dique de la balsa sin la realización de ningún cálculo adicional justificativo,
previa identificación del terreno en uno de los tipos indicados mediante la realización de
los ensayos necesarios, recogidos en el Capítulo 3 de este Manual. Son válidos para
secciones de diques de cierre homogéneos, recogidas en el Capítulo 6.3.2.

3,5H:IV
Aceleración básica de la zona de
implantaciíin del dique de cierre: a < 0,04
3H:lV a
A

2,5H:lV
S
:oO
(P

=L=O 2H:lV
C
II

1,5H:lV -
*CH-MH
*CL-ML
I C S C S M , GC-GM
+GW-SW
1H:lV. II

10
Altura (m)
Figura 25.- Inclinación de taludes interior y exterior para zonas con coeficiente sísmico a 5 0,04
7- ANALISIS DE ESTABILIDAD

4,5H:lV

4H:I v -Aceleración básica de la zona de implantación A

del dique de cierre: 0,04 < a < 0,08

w
A
,

+CH-MH
+SCSM, GC-GM
*GW-SW
1H:IV 1

4 6 8 10 12 14 16
Altura (m)

Figura 26.- Inclinación de taludes interior y exterior para zonas con coeficiente sísmico
a comprendido entre 0,04 y 0,08

4,5H:IV

Aceleración básica de la zona de implantación


4H:lV-
del dique de cierre: 0,08 a 0,12

3,5H:lV

3H:lV • 1

2,5H:IV -

2H:lV
+CH-MH
1,5H:IV +CL-ML -
w
+SCSM, GC-GM
-0-GW-SW
1HAV, 1

4 6 8 10 12 14 16
Altura (m)

Figura 27.- Inclinación de los taludes interior y exterior para zonas con coeficiente sísmlco
a comprendido entre 0,08 y 0,12
8- SISTEMAS DE IMPERMEABILIZACIÓN

8.- SISTEMAS DE IMPERMEABILIZACIÓN.

De acuerdo con la norma UNE-EN ISO 10318, elaborada en el Comité Europeo de Nor-
malización CEN-TC-189, la clasificación de los geosintéticos se presenta en el diagra-
ma de la Figura 28.

8.1 .-GEOMEMBRANAS.

8.1.1.- REFERENCIAS HISTORICAS.

Los materiales orgánicos utilizados tradicionalmente en el campo de la Ingeniería Ci-


vil para la impermeabilización de estructuras han sido los de tipo bituminoso; ardua ha
sido la introducción de materiales poliméricos en este campo de la Tecnología; no obs-
tante, hay que recordar un hito histórico, que constituyó el avance definitivo del empleo
de productos macromoleculares a este fin, como fue la impermeabilización del aero-
puerto Dulles, en Washington D.C., con una lámina de policloropreno protegida con po-
lietileno clorosulfonado de aplicación "in situ".

Dejando a un lado el campo de la edificación con una trayectoria bastante consolida-


da por los años y la experiencia, a nivel español, y ya en el campo de la Ingeniería Ci-
vil, a parte de algunos puentes y túneles, la impermeabilización se fraguó en el terreno
de las balsas para fines agrícolas y el uso de materiales sintéticos se conoce desde ha-
ce varias décadas. El caucho butilo (IIR) fue el primer material empleado como geo-
membrana aunque con el tiempo ha ido dejando paso a otras láminas poliméricas que
en ciertas propiedades, como la resistencia al ozono, mejoraban las prestaciones.

Cronológicamente, el sucesor del caucho butilo puede considerarse al poli(cloruro de


vinilo) plastificado (PVC-P) que en esta época tenía cierta vigencia en el campo de la
impermeabilización en la Edificación. Tímidamente, se va introduciendo primero refor-
zado con hilos sintéticos y, más tarde, como material homogéneo.

El polietileno de alta densidad no tarda en entrar en el mercado como fuerte competi-


dor del mencionado material vinílico. La aparición continua de nuevos materiales en el
mercado constituye un problema para el usuario por desconocer, en algunos casos, su
comportamiento y por la amplia variedad de precios, que en ocasiones tanto influye a la
hora de elegir un producto determinado.

8.1.2.- MATERIALES.

Aunque se pueden emplear barreras geosintéticas bituminosas (GBR-B) llamadas


también geomembranas bituminosas, en este Manual no se hará referencia a las mis-
I ESENCIALMENTE
IMPERMEABLES
II

I PRODUCTOS
RELACIONADOS CON
GEOTEXTILES
(GTP)

GEOMALLA (GGR)

NO TEJIDO
(GTX-N)

TRICOTADO GEOCELDA (GCE)


(GTX-K) Control de erosión

REFUERZO
J

PROTECCI~N GEOESTERA (GMA)


Control de erosión

~
GEOCOMPUESTOS 1
8- SISTEMAS DE ~MPERMEAB~L~ZAC~ÓN

mas por su falta de experiencia en nuestro país y en este campo, hasta el momento.

En cuanto a las barreras geosintéticas poliméricas (GBR-P) o geomembranas sintéti-


cas y basándose en la normativa europea, los materiales poliméricos para impermeabi-
lización se pueden agrupar en tres clases:

Termoplásticos

Cauchos termoplásticos

a Elastómeros

Los Termoplastos o materiales termoplásticos son aquellos polímeros que por ac-
ción del calor reblandecen ("plastifican") de forma reversible, solidificándose de nuevo
al enfriar. Funden sin descomposición. Están constituidos por macromoléculas lineales
o muy poco ramificadas.

Los cauchos termoplásticos son elastómeros que tienen un comportamiento termo-


plástico en lugar de termoestable.

Los elastómeros son polímeros que desde el punto de sus propiedades físicas se de-
nominan duroplastos, materiales termoestables o termoendurecibles. Son aquellas ma-
terias polímeras que por acción del calor (o por catalizadores apropiados) se endurecen
de forma irreversible. Descomponen al fundir. Están formados por macromoléculas muy
ramificadas o reticuladas.

Los materiales básicos que engloban esta clasificación Figuran en la Tabla 3, que es-
tarán, lógicamente, acompañados de los aditivos correspondientes.

Los aditivos son aquellos productos que acompañan a las resinas en la formulación
de una lámina, cambiando notablemente sus propiedades.

Aunque existen una gran variedad de aditivos solo se hará referencia a los de mayor
interés desde el punto de vista de las láminas:

a Cargas

a Plastificantes

a Antienvejecimiento

a Agentes ignífugos o pirorretardadores


e Agentes de entrecruzamiento.

e Fungicidas.

e Pigmentos.

e Agentes de conductividad.

Las cargas son aditivos sólidos que se incorporan al polímero para modificar sus pro-
piedades físicas, especialmente mecánicas. Suelen dividirse en dos tipos: inertes y re-
forzantes. Las consideradas cargas inertes, como carbonato cálcico, barita, talco, cao-
lín, dióxido de titanio, no son tal pues suelen afectar a algunas propiedades; su acción
dependerá del tamaño de la partícula incorporada, de su forma, de su naturaleza quí-
mica e impurezas que la acompañan.

Los plastificantes son sustancias normalmente líquidas que añadidas a un material


plástico aumentan su flexibilidad. Los productos comúnmente empleados con este fin
suelen ser ésteres de elevado peso molecular. La pérdida de estos plastificantes por ex-
tracción o, fundamentalmente, por migración, conduce a la geomembranas a una de-
gradación progresiva que se ve favorecida bien por las radiaciones solares, o bien por
la presencia de agua, dependiendo de la naturaleza del agente de plastificación.

Se hace uso de aditivos antienvejecimiento debido a que la mayoría de los mate-


riales plásticos cambian de propiedades con el paso del tiempo. Entre estos aditivos an-
tienvejecimiento cabe destacar los citados a continuación:

- Antioxidantes para evitar, en lo posible, la degradación de la cadena del polí-


mero que se rompe por el calor durante el proceso de fabricación de la lámina o
de las radiaciones UV una vez instalada.

- Antiozonizantes que previenen la degradación de ciertos cauchos, fundamen-


talmente cuando están sometidas a tensión.

- Estabilizadores contra la deshidrocloración que retardan la pérdida de ácido


clorhídrico en materiales clorados.

- Absorbentes de luz UV que eviten la reacción en cadena de degradación de la


macromolécula provocada por las radiaciones solares. De todos ellos, uno de los
más utilizados es el negro de humo que se incorpora a la resina en una propor-
ción comprendida entre el 2 y el 3% en el caso de los polietilenos. El aditivo de-
be estar repartido de una forma homogénea a lo largo de la lámina, pues de lo
contrario las características pueden variar notablemente de unos puntos a otros.

Los agentes ignífugos o pirorretardadores son aquellas sustancias que en peque-


ñas cantidades disminuyen o retrasan su carácter inflamable.
8- SISTEMAS DE /MPERMEAB/L/ZAC/ÓN

Las Iáminas que se utilizan como geomembranas en la impermeabilización de balsas


en las que puede haber un riesgo de incendio deben ser, al menos, autoextinguibles.

Otros productos empleados como aditivos son los fungicidas que incorporados a las
resinas previenen del ataque por hongos a las Iáminas.

Los pigmentos son aquellas sustancias sólidas que confieren color y opacidad a la
Iámina.

Los agentes de conductividad permiten transformar la superficie de la Iámina en


conductora.

Aunque se han utilizado materiales de aplicación "in situ" en la impermeabilización de


balsas, aquí se hará referencia, exclusivamente, a los materiales sintéticos empleados
en forma de Iámina.

Membrana es la Iámina aplicada, entendido como un componente del sistema de im-


permeabilización, que sirve para proporcionar estanquidad al mismo. El concepto de ge-
omembrana hace referencia a la membrana que va a aplicarse en la tierra, aunque co-
mo es sabido en casi la totalidad de las ocasiones el soporte será otro elemento, gene-
ralmente, otro geosintético.

NOMENCLA TURA MA T m A L BASICO CLASE


ECB Copolímeros de acrilatos/etileno y betún
EVA, Copolímeros de acetato de vinilo y etileno
EEA Copolímeros de acetato de etilo y etileno
PE Polietileno
PEC Polietileno clorado
PP Polipropileno
PIB Políísobutileno
PVC-P Poli(cloruro de vinilo) plastficado
TPO Termoplástico poliolefínico
E/P Copolímeros de etileno/propileno
11
CSM Polietileno clorosulfonado
Caucho de cloropreno
CR
Caucho terpolímero de etileno/propileno/
EPDM
monómero diénico
/IR
Caucho butilo
NBR
Caucho de acrilonitrilohutadieno
BR
Caucho de butadieno
POE*
Poliolefina elastomérica
* Aunque la nomenclatura más extendida es la que figura en la tabla se pueden encontrar en la bibliografía otras siglas
equivalentes como FPP al PP; CSPE al CSM y TPE al POE, entre otros.

Tabla 3.- Materiales sintéticos utilizados en la confección de Iáminas para impermeabillzación


Las Iáminas confeccionadas a base de materiales plásticos o elastómeros, empleados
en la impermeabilización se suelen presentar de cuatro formas distintas:

a) Láminas homogéneas, constituidas, exclusivamente, por el material polimérico y


los aditivos correspondientes.

b) Láminas multicapa, formadas como su nombre indica, por una serie de capas, del
mismo o de distintos materiales. De este modo, se puede conseguir mejorar las propie-
dades mecánicas, antirretracción, protección ultravioleta. Es corriente en Iáminas de po-
li(cloruro de vinilo) plastificado, observar dos colores distintos en la Iámina, la capa ex-
terna suele llevar abundancia de aditivos para la protección ultravioleta.

A su vez este tipo de Iámina puede subdividirse en:

Láminas con refuerzo o armadas, cuando el material macromolecular lleva inser-


ciones de fibras, velos o tejidos. Los materiales de refuerzo, comúnmente utilizados
para estos fines, son la fibra de vidrio y los hilos sintéticos, fundamentalmente, hilos
de poliéster. Dependiendo del tipo de refuerzo se puede mejorar una propiedad de-
terminada para un uso particular. En unos casos, el objetivo fundamental de esta in-
serción es la mejora de las propiedades mecánicas; en otros, la estabilidad dimen-
sional de la Iámina.

e Láminas revestidas externamente con velos, tejidos, u otros refuerzos, para evitar
la aparición de tensiones del proceso de fabricación y10 para reforzar la resistencia
mecánica.

De los materiales que se citan en la Tabla 3, los más empleados hasta el momento
han sido: poli(cloruro de vinilo) plastificado, polietileno de alta densidad y copolímero de
etileno-propileno-monómero diénico. En la Tabla 4 se hace referencia a las caracterís-
ticas más representativas de las geomembranas.

.-
8.1.4.1 Poli(cloruro de vinilo) plastificado.

Es un material rígido de limitada estabilidad frente al calor. Por esta razón, es preciso
incorporarle aditivos que lo hagan útil como Iámina.

Entre los aditivos que acompañan a la resina en la formulación de las láminas, cabe
destacar, en primer lugar, a los plastificantes aunque la plastificación puede realizarse
de otras formas.
8- SISTEMAS DE IMPERMEABILIZACIÓN

El PVC-P suele utilizarse como lámina homogénea y también reforzada ya sea con fi-
bra de vidrio o con hilos sintéticos.

La formulación es trascendental en este producto y hace que las láminas puedan te-
ner una durabilidad muy diferente.

Si se desea una lámina de gran durabilidad se exigirá que el peso molecular del plas-
tificante sea igual o superior a 400. Si en la formulación se emplean varios plastifican-
tes el peso molecular medio del conjunto será, asimismo, igual o superior a 400; en es-
te caso para su cálculo se utilizará la ecuación de Wilson.

Si la balsa va a permanecer bastante tiempo vacía o en aquellos lugares que vaya a


estar siempre en contacto con la intemperie sería aconsejable usar como plastificante
un ftalato cuyo radical alquilo fuese lineal; por el contrario, si se tiene previsto que la bal-
sa esté casi siempre llena o en las zonas cubiertas por el agua, se deberá utilizar un ra-
dical alquílo ramificado.

8.1.4.2.- Polietileno.

El polietileno es la poliolefina más sencilla y se presenta en formas diferentes:

Polietileno de baja densidad (PEBD).- Es aquel que presenta un número elevado


de ramificaciones y por ello baja cristalinidad.

Punzonamiento
Dinámico A E B B B B B B B B R R R B
Estático E R A E B B B E B R E E E E
Resistencia radiaciones UV B E B A B B A B B B E E E E
Resistencia al ozono E E E E E E E E E E R R B E
Resistencia de la soldadura
Soldabilidad B B B E E B E E A A R R R E
Pelado B E E E B B B B B B R R R B
Facilidad de instalación B E E E E B E E B B B B B E
Reparabilidad A E E E E A E E A R R R R E
donde:
R.. ..Regular
A. ...Aceptable
B....Bueno
E. ...Excelente

Tabla 4.- Valoración de las características para los distintos materiales

Polietileno lineal de baja densidad (PELBD).- Es aquel que presenta ramificación


no tan elevada como el PEBD y se diferencia del anterior en la presencia de alfa-ole-
finas en su macromolécula.
e Polietileno de alta densidad (PEAD). Es aquel que apenas tiene ramificaciones en
su cadena principal y por ello presenta un alto grado de cristalinidad. Es un material
que presenta un punto de fluencia bien definido, y sus características mecánicas de-
ben referirse tanto a él como al punto de rotura.

e Polietileno de muy baja densidad (PEMBD). En realidad puede considerarse co-


mo una especialización del PELBD en el que se incrementan las cadenas cortas y el
número de ramificaciones, por ello es un material no cristalino.Se emplea en obras
donde el estado de los soportes no es el idóneo para la impermeabilización. Es uno
de los materiales de mejor comportamiento desde el punto de vista de punzona-
miento estático. Es susceptible de llevar refuerzo.

8.1.4.3.- Caucho terpolímero de etileno-propileno-monómero dienico.

El EPDM es un elastómero sintetizado a partir de etileno, propileno y una pequeña


proporción de un dieno. Sus propiedades son semejantes a las del caucho butílo con la
particularidad de que presenta una mayor resistencia al envejecimiento y al ozono. Es
atacado por aceites de petróleo y gasolina. No obstante, hay que ser prudente durante
la realización de la obra pues su resistencia al impacto dinámico es baja y su resisten-
cia al desgarro es menor que en otro tipo de polímeros. En cambio, su resistencia al
punzonamiento estático es muy buena.

8.1.5.- REQUERIMIENTOS.

Las cualidades exigibles a una lámina para su colocación en una pantalla de imper-
meabilización deben estar en concordancia con las acciones a que ésta va a estar so-
metida. Además de la propia impermeabilidad, a las geomembranas se les requiere,
con carácter general, las siguientes características:

e Dimensionales.

- Espesor

-Ancho

- Rectitud y planeidad

- Aspecto

e Mecánicas.

- Resistencia a la tracción

-Alargamiento en rotura o en el punto de carga máxima (en reforzadas)


8- SISTEMAS DE ~MPERMEAB~L~ZAC~ÓN

- Resistencia al desgarro

- Resistencia al impacto dinámico

- Resistencia al punzonamiento

-Adherencia entre capas

- Resistencia a la perforación por raíces

- Resistencia de la soldadura (por tracción y por pelado)

a Térmicas.

- Doblado a bajas temperaturas

- Estabilidad al calor (Estabilidad dimensional)

a Durabilidad.

- Envejecimiento térmico

- Envejecimiento artificial acelerado

- Resistencia al ozono

-Tiempo de oxidación (para el PE)

- "Stress-cracking" (para el PE)

a Otras propiedades.

- Resistencia a agentes químicos

- Resistencia al betún

- Resistencia a los microorganismos

- Comportamiento al agua

Las características propias de cada una de las geomembranas existentes en el mer-


cado difícilmente pueden recogerse en este documento, no obstante en la Tabla 4 se
presenta un cuadro comparativo de las propiedades generales de las geomembranas
más empleadas en este campo de la Tecnología.
Se conocen como normas a las especificaciones técnicas aprobadas por una institu-
ción con actividades de normalización, para su aplicación repetida y continua, cuya ob-
servancia no es obligatoria.

Los países desarrollados cuenta con organismos, estatales o privados, que tienen la
responsabilidad de la normalización. En España esta actividad la lleva a cabo la entidad
privada AENOR (Asociación Española de Normalización) y sus normas se denominan
UNE (Una Norma Española).

En la Unión Europea se ha creado el CEN (Comité Europeo de Normalización) que


elabora las normas en este marco. Además de los 27 países de la Unión forman parte
de CEN las naciones del espacio europeo: Suiza, Noruega, Islandia y Lichtenstein.
Cuando este organismo empieza a crear una nueva norma, ningún país implicado pue-
de editar una norma propia por el denominado principio de "status quo". Cuando la nor-
ma europea se edita debe ser adoptada por todos los países de la organización y anu-
la a las nacionales si es que existiesen.

En cuanto al tema de la impermeabilización con geomembranas, en el año 1985 tuvo


lugar en Berlín la primera reunión, de carácter constituyente sobre el tema. En la ac-
tualidad es el comité técnico CT-254 que lleva por nombre "Flexible Sheets for Water-
proofing" el encargado de la elaboración de estas normas; dicho comité ha editado ya
la norma correspondiente a geomembranas para su utilización en presas y embalses.
No obstante, dicha norma no hace referencia a especificaciones sino a una serie de en-
sayos que deben realizarse y el fabricante dar los datos correspondientes y poder ha-
cer el denominado marcado CE. El marcado CE significa libre comercio en los distin-
tos países de la Unión, pero no implica calidad.

Por otra parte, la norma europea, no considera cálculos ni requisitos de diseño o di-
mensionado, ni tampoco cubre las técnicas de instalación de las geomembranas.

Como se ha indicado, la norma europea no habla de exigencias y teniendo en cuen-


ta la gran variedad de materiales sintéticos utilizados como geomembranas que para la
mayoría del sector resulta desconocido en las Tablas 5 y 6 se presentan, respectiva-
mente, los requerimientos mínimos a exigir a las geomembranas homogéneas y refor-
zadas utilizadas en la impermeabilización de balsas. En cualquier caso el espesor mí-
nimo será de 1,5 mm y preferiblemente de 2,O mm. La prueba de doblado se realizará
a -20°C a excepción de los siguientes casos cuyas temperaturas de doblado serán:

Material Temperatura (OC)

PEAD, PELBD, PEMBD, PP -75


CR -35
IIR, CSM -40
EPDM -55
8- SISTEMAS DE IMPERMEABILIZACIÓN

Los ensayos de las Tablas citadas anteriormente se llevarán a cabo según la norma
UNE EN 13 361 y la determinación del recorrido del punzón antes de la perforación de
acuerdo a la norma UNE 104 307.

8.2.- OTROS GEOSINTÉTICOS.

8.2.1.- GEOTEXTILES Y PRODUCTOS RELACIONADOS CON GEOTEXTILES.

A la vista de la clasificación general (Figura 28) hay dos grupos de geosintéticos, los
permeables y los impermeables.

El grupo de los materiales permeables, lo componen los geotextiles y productos relacio-


nados con geotextiles, los cuales pueden cumplir una o varias de las siguientes funciones:

I
Separación Refuerzo Protección Filtración Drenaje

Figura 29.- Esquema de las distintas funcionalidades de los geotextiles o productos relacionados

Los geotextiles y productos relacionados con geotextiles, forman la familia de materia-


les permeables de los geosintéticos. Deben tener una adecuada durabilidad dependien-
do del suelo y del agua en contacto con ellos. Asimismo, en su fabricación se añaden di-
ferentes tipos de aditivos, como por ejemplo estabilizadores UV, cargas minerales, etc.

Los polímeros más empleados en la fabricación de geotextiles son poliolefinas (polie-


tileno y polipropileno), poliésteres y poliamidas. Las poliolefinas son sensibles a la ac-
ción de los agentes oxidantes y a la acción de la luz ultravioleta, por lo que se le añade
un aditivo, generalmente, empleando negro de carbono. Poliésteres y pioliamidas son
susceptibles de sufrir hidrólisis; los primeros en medios muy básicos y las segundas,
fundamentalmente, en medios ácidos.

El grupo de los materiales impermeables, está formado por los que tradicionalmente
se han llamado láminas impermeabilizantes o geomembranas, y que de acuerdo con la
nomenclatura del Comité Europeo de Normalización se denominan "barreras geosinté-
ticas", las cuales cumplen la función de impermeabilización (Figura 29).
MA TERIAL
CARACTER~S
TICA

Resistencia a la tracción, MPa, mín.


EVNC PEAD

20 25
PELBD PEMBD PEC

25 20 12
xcy,"
15 10
TPO CR /IR
20 10 8
EPDM POE PlB

9 15 3
Esfuerzo en el punto de fluencia, MPa, mín. - 17 - - -

Contenido en negro de humo, % - 2,O-3,0 2,O-3,0 2,O-3,O - - - - - - - - -

Tabla 5.- Requerimientos mínimos a exigir a las geomembranas homogéneas


y reforzadas utilizadas en la impermeabilización de balsas

Tabla 6.- Requerimientos mínimos a exigir a las geomembranas homogéneas


y reforzadas utilizadas en la impermeabilización de balsas

8.2.1.1 .-Caracterización de los geotextiles y productos relacionados.


Las principales propiedades de los geotextiles y productos relacionados son las ca-
racterísticas generales, físico-mecánicas, hidráulicas y de durabilidad. Estas propieda-
des son función de los polímeros empleados y del proceso de fabricación.

El fabricante, o suministrador de los geotextiles y productos relacionados, debe facili-


tar información completa sobre las características antes mencionadas.
8- SISTEMAS DE ~MPERMEAB~L~ZAC~ÓN

8.2.1.2.- Características generales.

Las características generales del geotextil o producto relacionado se especifican en la


norma UNE-EN ISO 10320, y se refieren a los datos que debe facilitar el fabricante o
suministrador del producto para su identificación:

a Datos del fabricante.

a Nombre del producto.

a Marca comercial y tipo de producto.

a Fecha de fabricación: año y mes de fabricación.

a Identificación de la unidad (número de identificación del rollo).

a Masa bruta nominal de la unidad (rollo), en kilogramos.

a Dimensiones de la unidad, en general, rollo (largo por ancho).

a Masa nominal por unidad de superficie.

a Tipo de polímero principal.

a Clasificación del producto según UNE-EN ISO 10318.

La masa por unidad de superficie que se expresa en gramos por metro cuadrado, per-
mite un control simple y sencillo de identificación del producto. No debe, sin embargo,
considerarse parámetro de diseño ni Único para su identificación, si bien, permite cono-
cer su uniformidad, considerando la desviación de los valores individuales respecto al
valor medio. Se determina mediante la norma UNE-EN ISO 9864.

8.2.1.3.- Características físico-mecánicas.

Las características físico-mecánicas que generalmente se determinan en los geotex-


tiles o productos relacionados son:

a Resistencia a tracción y alargamiento (UNE-EN ISO 10319).

a Resistencia al punzonamiento estático (UNE-EN ISO 12236).

a Resistencia a la perforación dinámica (UNE-EN ISO 13433).

a Eficacia de la protección (UNE-EN 13719).


La carga y el alargamiento en la rotura tienen una importancia primordial cuando el
geotextil o producto relacionado tiene solicitaciones mecánicas, y en todos los casos
para sobrevivir a la puesta en obra.

8.2.1.4.- Características hidráulicas.

Las propiedades hidráulicas deben ser consideradas, cuando el geotextil o pro-


ducto relacionado realiza las funciones de filtro o de drenaje y son:

Permeabilidad normal al plano del geotextil (UNE-EN ISO 11058).

a Permeabilidad en su plano (UNE-EN ISO 12958).

a Abertura característica (UNE-EN ISO 12956).

Esta última fija el diámetro de partículas de suelo que pueden ser retenidas por el geo-
textil, y por tanto su eficacia como filtro.

8.2.1.5.- Durabilidad.

En el anexo B de las correspondientes normas armonizadas de aplicación*, se cita el


tiempo máximo de exposición después de la instalación del geotextil o producto rela-
cionado, según sea su comportamiento al ensayo de resistencia a la intemperie de
acuerdo con la norma UNE-EN 12224. Asimismo, se cita la vida de servicio requerida,
que puede ser de hasta 5 ó 25 años, en función de la materia prima del polímero, del ti-
po de aplicación y del pH y temperatura del suelo.

Por último, los geotextiles o productos relacionados deben cumplir, en función de su


materia prima, una serie de ensayos específicos de comportamiento a diferentes me-
dios, como son, resistencia a la hidrólisis (UNE-EN 12447) y resistencia a la oxidación
(UNE-EN 13438).

Conviene señalar la importancia de no colocar un geosintético de poliéster en contac-


to con hormigón tanto en estado fresco como endurecido, ya que en este último caso
también se puede producir su hidrólisis debido a la presencia de lixiviados del citado
hormigón con un pH muy alcalino.

8.2.2.- GEOTEXTILES.

Los geotextiles que se emplean en los sistemas de impermeabilización de balsas son


geotextiles no tejidos, es decir, constituidos por fibras, filamentos u otros elementos orien-

Existen 10 normas armonizadas para las diferentes aplicaciones, en las que figuran los requisitos que deben cum-
plir los geotextiles y productos relacionados.
8- SISTEMAS DE IMPERMEABILIZACIÓN

tados regular o aleatoriamente, unidos químicamente, mecánicamente, por medio de ca-


lor, o en combinación de ellos. Pueden ser de fibra cortada o de filamento continuo.

Dentro del marco de la Directiva Europea de Productos de la Construcción (8911061


CEE), se han establecido diferentes normas que permiten a los fabricantes describir los
geotextiles y productos relacionados mediante los valores declarados para las caracte-
rísticas correspondientes al uso previsto, obtenidos en los ensayos efectuados siguien-
do el método especificado. Estas normas también incluyen los procedimientos para la
evaluación de la conformidad y para el control de la producción en fábrica, y así de es-
ta manera obtener el marcado CE. Una de estas normas europeas es la norma UNE-
EN 13254:2001 de junio de 2001 y las correspondientes modificaciones UNE-EN
13254:2001lAC de de noviembre 2003 y UNE-EN 13254:2001lA1 de abril de 2005 '%e-
otextiles y productos relacionados. Requisitos para su uso en la construcción de em-
balses y presas" que determina las características correspondientes para los geotexti-
les y productos relacionados utilizados en la construcción de embalses y presas, así co-
mo los métodos de ensayo apropiados para determinar estas características, pero sin
asignarles un valor, el cual vendrá dado por el diseño y la experiencia.

Los geotextiles, en su aplicación dentro del sistema de impermeabilización de balsas,


ejercerán básicamente la función de protección de la barrera geosintética y la función
de filtración dentro del sistema de drenaje del fondo de la balsa o también, según el ca-
so, en taludes, bajo la barrera geosintética.

8.2.2.1 .-Función: protección y filtro.


- Geotextiles con función de protección del sistema de impermeabilización.
Las barreras geosintéticas del sistema de impermeabilización pueden ser perforadas
durante su instalación y a lo largo de su vida útil. Este daño debe prevenirse mediante
el empleo de un geotextil no tejido con función protección, correctamente diseñado, es-
pecificado, instalado y controlado, el cual además, va a servir también para:

a Absorber pequeñas tracciones producidas por grietas o cavidades del terreno.

Colaborar en el drenaje de aguas infiltradas o de posibles gases bajo el sistema de im-


permeabilización.

Evitar el desgaste por rozamiento de la barrera geosintética.

a Proteger el terreno en taludes frente a la pérdida de suelo debido a movimientos de la


barrera geosintética.

a Separar el terreno de la barrera geosintética permitiendo una correcta y limpia solda-


dura de la misma.
Fotografía 40.- Geotextil instalado para cumplir las funciones de protección y filtro

- Geotextiles con función de filtración.


Se utilizan para facilitar el paso del agua, reteniendo las partículas finas y evitando así
la contaminación del material granular del sistema de drenaje tanto del fondo de la bal-
sa como si lo hubiera en los taludes (o bien en su caso, una geored de drenaje sustitu-
yendo a dicho material granular) bajo el sistema de impermeabilización. Por lo tanto, el
geotextil puede presentar la función de filtración, por separado o conjuntamente con la
función de separación.

Cuando se emplee un geotextil como filtro en el sistema de drenaje, se cumplirá el cri-


terio hidráulico del filtro:

Kg > 10 Ks para flujo unidireccional laminar.

Kg > 100 Ks para flujo alternativo o turbulento.

Siendo Kg la permeabilidad (cmls) normal al plano del geotextil, según UNE-EN ISO
11058 y Ks, la permeabilidad (cmls) del material a filtrar.

En la elección del geotextil de filtro se pondrá especial cuidado en el criterio de reten-


ción, determinado por la medida de abertura característica (O,,), según UNE-EN ISO
12956, con el fin de evitar problemas de colmatación del propio geotextil.
8- SISTEMAS DE IMPERMEABILIZACIÓN

8.2.2.2.- Elección.

Los geotextiles que se utilizarán a estos efectos serán, de acuerdo con el anexo B de
la norma UNE-EN 13254, geotextiles no tejidos de 100 % polímeros sintéticos vírgenes.
Los geotextiles procedentes de materia prima reciclada o regenerada no serán de apli-
cación en ningún caso. Es recomendable la utilización de geotextiles de polipropileno
debido a la gran durabilidad de los mismos.

Las características requeridas al geotextil de protección según la norma UNE-EN


13254 y los valores mínimos, derivados de la experiencia, exigibles a un geotextil con
función de protección Figuran en las Tablas siguientes en función del espesor de la ba-
rrera impermeable a utilizar:

Característica Unidad Método de ensayo Valor mínimo absoluto3


Resistencia a la tracción4 kN/m UNE EN /SO 10319 117
Alargamiento a carga máxima3 % UNE EN /SO 10319 5 0 5 € 5 100
Eficacia de la protección
% UNE EN 13719 r 2,20
(300 kPa)
Resistencia a la perforación dinámica mm UNE EN /SO 13433 5 30
25 años
Durabilidad UNE EN 13254
A cubrir en 2 semanas

Tabla 7.- Valores mínimos absolutos a exigir a un geotextil de protección


para barrera impermeable de 2,O mm de espesor

1 Característica 1
Unidad 1
I
Método de ensayo 1 Valor mínimo absoluto3 1
Resistencia a la tracción3 kN/m UNE EN /SO 10319 2 19
Alargamiento a carga máxima3 % UNE EN /SO 10319 5 0 5 € 5 100
Eficacia de la protección
% UNE EN 13719 r 2,00
(300 kPa)
Resistencia a la perforación dinámica mm UNE EN /SO 13433 5 24
25 años
Durabilidad 4Anex0 UNE EN 13254
A cubrir en 2 semanas a

Tabla 8.- Valores mínimos absolutos a exigir a un geotextil de protección


para barrera impermeable de 1,5 mm de espesor

Las características requeridas al geotextil de filtración según la norma UNE-EN 13254


y los valores mínimos exigibles derivados de la experiencia a un geotextil con función
de filtración y10 separación Figuran en la Tabla 9.

En cualquier caso, tanto el geotextil de protección como el de filtración deberá ser ca-
paz de resistir a la intemperie hasta 2 semanas después de la instalación, evaluado me-

Valor mínimo absoluto es el valor medio corregido por la tolerancia para un nivel de confianza del 95%.
Valores a considerar en el sentido de fabricación (L) como en el sentido perpendicular a la fabricación (T).
El geotextil de protección cumplirá con los parámetros de durabilidad contenidos en el anexo B de la norma UNE-
EN 13254.
Característica Unidad Norma Valor mínimo absoluto6
6kN/m UNE EN /SO 10319 26
Resistencia a la perforación estática N UNE EN /SO 12236 2 1000
Resistencia a la perforación dinámica mm UNE EN /SO 13433 5 40
Medida de abertura característica Pm UNE EN /SO 12956 50- 150
Permeabilidad al agua perpendicular al
mm,.s UNE EN /SO 11058 2 50
plano
Durabilidad UNE EN 13254 25 años
A cubrir en 2 semanas

Tabla 9.- Valores mínimos absolutos a exigir a un geotextil filtro

diante la norma UNE-EN 12224 (Resistencia a la Intemperie), aunque se recomienda


que quede expuesto el menor tiempo posible. En aquellos casos en los que se prevea
una exposición prolongada a la misma, en ningún caso superior a cuatro meses desde
su entrada en obra, o un mes en exposición directa, se exigirá del fabricante una resis-
tencia específica a la intemperie de acuerdo con la mencionado norma UNE-EN 12224
o bien, se adoptarán medidas especiales para su protección.

Resulta muy importante, señalar que los valores citados en las Tablas anteriores
son valores mínimos absolutos requeridos y se recomienda que, tanto el geotextil de
protección como el geotextil de filtro, sean diseñados y especificados en función de las
condiciones de contorno de la obra teniendo en cuenta, principalmente, la granulome-
tría del terreno, la altura y la inclinación del talud del embalse y las características de la
barrer$ geosintética a instalar.

8.2.3.-GEOREDES. GEOCOMPUESTOS DE DRENAJE.

Tal y como se indicaba en el Apartado correspondiente a los geotextiles, se han es-


tablecido diferentes normas, dentro del marco de la Directiva Europea de Productos de
la Construcción (891106lCEE), que determinan las características correspondientes pa-
ra los geotextiles y productos relacionados utilizados en diferentes aplicaciones, así co-
mo los métodos de ensayo apropiados para determinar estas características, pero sin
asignarles un valor el cual vendrá dado por el diseño y la experiencia. Por tanto, la nor-
ma europea UNE-EN 13252 de noviembre de 2002 y su modificación recogida en la
UNE-EN 13252:200 1/A1 de abril de 2005 "Geotextiles y productos relacionados, Re-
quisitos para su uso en sistemas de drenaje" debe aplicarse en combinación con la nor-
ma UNE-EN 13254:2001 y sus modificaciones de abril de 2005 "Geotextiles y produc-
tos relacionados. Requisitos para su uso en la construcción de embalses y presas".

Valor mínimo absoluto es el valor medio corregido por la tolerancia para un nivel de confianza del 95%.
Valores a considerar en el sentido de fabricación (L) como en el sentido perpendicular a la fabricación (T).
El geotextil de protección cumplirá con los parámetros de durabilidad contenidos en el anexo B de la norma UNE-
EN 13254.
8- SISTEMAS DE IMPERMEABILIZACIÓN

8.2.3.1 .-Función: drenaje.


Los sistemas de drenaje pueden ser formados en obra por combinación de una geo-
rred de drenaje con uno o dos geotextiles de filtro, o bien pueden suministrarse desde
fábrica en forma de geocompuestos de drenaje, donde los geotextiles han sido lamina-
dos al núcleo drenante.

Fotografía 41.- Geotextil instalado para cumplir la función de drenaje

Estos sistemas se vienen utilizando, cada vez con más frecuencia, como sustitutos de
capas de material granular drenante bajo el sistema de impermeabilización puesto que
presentan múltiples ventajas como, por ejemplo, un menor peso, una fácil y rápida ins-
talación, una gran adaptabilidad en taludes, una ganancia de volumen de embalse y
además son muy beneficiosos desde el punto de vista medioambiental pues evitan la
extracción de áridos.

Se utilizan como drenaje de líquidos y, en ocasiones, de gases. Se colocan bajo el sis-


tema de impermeabilización principalmente en los taludes de la balsa, aunque también
pueden sustituir a la capa granular en el fondo de la balsa siempre y cuando se justifi-
que técnicamente, con un elevado factor de seguridad (recomendado 2 3) para la per-
meabilidad en el plano del producto frente al caudal estimado o calculado a evacuar.
Además, se podrán utilizar como parte integrante del sistema de detección y control de
fugas, si lo hubiera.
8.2.3.2.- Elección.

Los geocompuestos drenantes, o bien la georred de drenaje y los geotextiles de filtro


instalados independientemente, estarán compuestos al 100% por polímeros sintéticos
vírgenes, de acuerdo con el anexo B de la norma UNE-EN 13252. Los materiales pro-
cedentes de materia prima reciclada o regenerada no serán de aplicación.

Las características requeridas al geocompuesto de drenaje según la norma UNE-EN


13252 y los valores mínimos exigibles derivados de la experiencia a un geocompuesto
de drenaje Figuran en las dos Tablas 10 y 11 dependiendo del número de geotextiles
de filtro que presente el geocompuesto:

Caracterktica Unidad Norma Valor mHmo absolutog


Resistencia a la tracciónI0 kN/m UNE EN ISO 10319 27
Capacidad de flujo de agua en el plano"
i=l; 20 kPa m/s UNE EN /SO 12958 O, 7 x lom3
(L) placas rígidas
Durabilidad - Anexo 'UNE EN 13252 25 años
A recubrir en 2 semanas

Tabla 10.- Valores mínimos absolutos exigibles al geocompuesto de drenaje con un geotextil

Característica Unidad Norma Valor mhimo absolutog


Resistencia a la tracción" kN/m UNE EN ISO 10319 1 13
Permeabilidad en el plano"
i= 1; 20 kPá m/s UNE EN /SO 12958 0,3 x lo-3
(L) placas rígidas
Durabilidad - Anexo ' UNE EN 13252
25 años
A recubrir en 2 semanas

Tabla 11.- Valores mínimos absolutos exigibles al geocompuesto


de drenaje con dos geotextiles

Por otro lado, si el sistema de drenaje se forma in situ mediante superposición de una
georred de drenaje y de un geotextil de filtro en una o ambas caras de dicha georred,
las características a requerir al sistema de drenaje según la norma UNE-EN 13252 y los
valores mínimos exigibles derivados de la experiencia a la georred y a los geotextiles
de filtro Figuran en la Tabla 12.

Valor mínimo absoluto es el valor medio corregido por la tolerancia para un nivel de confianza del 95%.
En el sentido de fabricación (L) y en el sentido perpendicular a la fabricación (T).
Los valores aportados deberán indicar el tipo de superficies que se han utilizado en contacto con el geocompues-
to o con la georred de drenaje para el ensayo de permeabilidad en el plano según la norma UNE-EN ISO 12958EN
13254.
8- SISTEMAS DE ~MPERMEAB~L~ZAC~ÓN

1 Característica 1 Unidad 1 Norma 1 Valor mínimo absol~to'~


1
Resistencia a la tracciónl 3 kN/m UNE EN /SO 10319 12
Capacidad de flujo de agua en el
m2/s UNE EN /SO 12958
i= 1; 20 kPa
1 (L) placas rígidas 1
- 25 años
Durabilidad Anexo UNE EN 13252
A recubrir en 2 semanas

Tabla 12.- Valores mínimos absolutos exigibles a la georred de drenaje

El geotextil o geotextiles de filtro, en contacto con la georred de drenaje, presentarán


las propiedades requeridas en la Tabla 9 del Apartado de elección del geotextil de fil-
tración dentro del epígrafe 8.2.2.2.

Resulta muy importante señalar que lo valores citados en las Tablas anteriores son
valores mínimos requeridos, y se recomienda que el sistema de drenaje con geosinté-
ticos sea diseñado y especificado en función de las condiciones de contorno de la obra,
teniendo en cuenta, principalmente, el gradiente hidráulico (inclinación y distancia entre
puntos de desagüe), la carga a soportar, el caudal estimado o calculado a evacuar y las
características de los materiales, ya sean suelos o geosintéticos, en contacto con el sis-
tema de drenaje.

8.2.4.- BARRERAS GEOSI NTÉTICAS BENTON~TICAS (GBR-C).

Las barreras geosintéticas de bentonita para aplicaciones en balsas se componen de


bentonita de sodio granular encapsulada entre dos geotextiles por agujado de los mis-
mos. Además pueden tener unida a una de sus caras una lámina de PE.

En cuanto a las características físicas de la bentonita, cabe comentar que esta com-
puestas por partículas laminares de pequeño tamaño, normalmente inferior a 2 micras,
y debido a su capacidad de expansión puede emplearse como material impermeabili-
zante.

Las laminillas microscópicas de la bentonita sódica, al dispersarse en contacto con el


agua, forman un laberinto intrincado de canales sinuosos y de pequeño calibre que di-
ficulta enormemente el paso del agua.

Si además impedimos de alguna forma la expansión libre de la bentonita, el agua de


su interior estará a presión, presión que deberá superar el agua que pretenda atrave-
sarla, de tal forma que se obtiene una barrera impermeable.

l2Valor mínimo absoluto es el valor medio corregido por la tolerancia para un nivel de confianza del 95%.
l3En el sentido de fabricación (L) y en el sentido perpendicular a la fabricación (T).
l4Los valores aportados deberán indicar el tipo de superficies que se han utilizado en contacto con el geocompues-
to o con la georred de drenaje para el ensayo de permeabilidad en el plano según la norma UNE-EN ISO 12958.
Debido a su capacidad de expansión, es un material autocicatrizable, sellará pequeños
agujeros que se puedan producir, así como rellenará pequeñas grietas, oquedades o fi-
suras que se puedan producir en las estructuras que esté protegiendo. Se puede utilizar
bajo cualquier situación climatológica y no le afectan las variaciones de temperatura.

Aunque puede usarse como impermeabilización principal, en general se emplea co-


mo impermeabilización secundaria.

8.2.4.1 .-Impermeabilización principal.


Los GBR-C son unos materiales de uso extendido en impermeabilizaciones de diver-
sa índole. En el caso de embalses debe utilizarse recubierto por una capa granular o de
hormigón o cualquier otro material no impermeable.

Existen productos en los que se ha unido por una de sus caras una lámina de PE.

m
Fotografía 42.- Equipamiento necesario e instalación de un sistema de impermeabilización

8.2.4.2.- Mejora de la impermeabilización o impermeabilización secundaria.

Su uso como elemento de protección e impermeabilización de balsas es relativamen-


te reciente pero se está extendiendo muy rápidamente por sus ventajas frente al méto-
do tradicional.

Los niétodos tradicionales de impermeabilización consisten en una barrera geosinté-


tica p~limérica(GBR-P) y un geotextil de protección, además en ocasiones las balsas
llevan un sistema de control de fugas. El origen de estas fugas puede ser la ruptura de
la GBR-P posterior a la instalación o la percolación a través de la propia geomembrana
por pequeños agujeros en ésta originados durante la instalación. El sistema con GBR-
C sustituye al sistema tradicional colocándose bajo la impermeabilización principal de
manera que las fugas de agua quedan selladas por la capacidad de hidratación y auto-
sellado tanto en los mencionados agujeros como los solapes o cualquier otro punto de
eventual fuga. Esto supone una reducción del coste en el mantenimiento de las balsas,

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8- SISTEMAS DE ~MPERMEAB~L~ZACIÓN

ya que las fugas se autorreparan y no es necesario el vaciado del embalse, localización


y reparación de la fuga.

Su uso es muy recomendable en embalses con soporte yesífero, por los problemas
que presenta el soporte en caso de fugas debida a la elevada solubilidad del yeso.

También es frecuente su uso en obras de hormigón como galerías, arquetas...

8.2.4.2.1 .- Elección.

Los GBR-C utilizados para impermeabilización principal o secundaria cumplirán con


los siguientes requisitos mínimos de la Tabla 13.

Estarán fabricados mediante un sistema de agujado impidiendo la perdida y movi-


miento de bentonita, permitiendo su utilización en taludes escarpados.

El producto será de ancho superior o igual a 5m para reducir los solapes.

La bentonita encapsulada será granular, no polvo que se pierde con facilidad por bor-
des y cortes además de ser menos hidratable.

Resistencia a tracción EN /SO 10319

EN /SO 12236

Pérdrda por filfrado

Tabla 13.- Características mínimas a exigir a las GBR-C

* En ambos sentidos
9-RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

9.- RECOMENDACIONES CONSTRUCTIVAS GENERALES.

9.1 .- FASES DE LA OBRA.

En la construcción de una balsa, todas las fases de la obra están relacionadas y es


complicado solapar varias actividades, por lo que la obra tiene una duración que es di-
fícil rebajar.

A continuación se incluye una lista de actividades básicas a realizar en el proceso


constructivo de una balsa.

9.1.1.- INICIO DE LA OBRA.

El inicio de la obra incluye los trabajos de replanteo topográfico, instalaciones provi-


sionales y caminos de acceso, así como la reposición de servicios afectados en caso
necesario.

Previo al movimiento de tierras propiamente dicho, se debe realizar el replanteo bási-


co de la obra, con el estaquillado de la zona de desmonte y de apoyo del terraplén.

Para la comunicación de los distintos tajos, las instalaciones provisionales de la obra,


la zona de acopios, y la red viaria general, es necesario un sistema de accesos y viales
provisionales Además de estos caminos, es necesario un acceso al vaso, que habitual-
mente consiste en una rampa adosada al talud interior.

9.1.2.- MOVIMIENTO DE TIERRAS.

A partir de la topografía de la zona donde se ubica la balsa, en el proyecto de la bal-


sa se trata de encajar ésta de forma que se compensen en lo posible los volúmenes ex-
cavados en los desmontes con los volúmenes de los terraplenes.

9.1.2.1 .-Desbroce y saneo del terreno.


Este afecta normalmente a una profundidad comprendida entre los 15-30 cm para eli-
minar el manto de materia orgánica, hierbas y raíces.

Esta tierra vegetal se debe acopiar para su utilización posterior en la regeneración de


los taludes exteriores, o en la revegetación de la zona afectada provisionalmente du-
rante las obras.
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

9.1.2.2.- Excavaciones y desmontes.

Para la excavación de los suelos blandos, y de la tierra vegetal, se puede emplear re-
troexcavadoras y dumpers.

Como valor de referencia, con una retroexcavadora y 2 peones, en terrenos sueltos,


los rendimientos de excavación son superiores a 200 m3Ih.

9.1.2.3.- Formación de terraplenes para los diques de cierre.

La colocación y maquinaria a utilizar, así como los rendimientos y duración de esta fa-
se de la obra, variarán en función del material que forme el terraplén.

El dique de cierre se construirá extendiendo capas (tongadas) horizontales (nunca de


forma inclinada), que posteriormente se compactarán hasta alcanzar los requisitos de
densidad establecidos previamente.

La primera aproximación al talud teórico del terraplén se puede realizar con un bull-
dozer. Después de pasar la niveladora o la retro, se procede a compactar los taludes
para el perfecto acabado, sin materiales sueltos ni punzantes, para que se pueda reci-
bir sin problemas el geotextil y la Iámina en su caso.

Posteriormente se nivela el fondo. La pendiente irá en la dirección de la salida de los


drenajes y deberá ser como mínimo del 0,4%. Los taludes exteriores se perfilarán con
retroexcavadora, con bulldozer o con niveladora, en función de la inclinación del perfil.

9.1.2.4.- Coronación.

Una vez se ha llegado a la coronación, esta se nivela, dando una mínima pendiente ha-
cia el exterior para permitir el drenaje superficial. Sobre la coronación de la balsa suele si-
tuarse un camino, que permita la inspección y la circulación alrededor de la balsa. Depen-
diendo de los materiales con los que se han realizado los diques, el tamaño de la balsa y
el uso del camino, el tratamiento superficial del camino de coronación será diferente.

9.1.2.5.- Drenajes.

El diseño del drenaje de aguas, y el drenaje de gases en el caso de impermeabiliza-


ción con geomembrana, se desarrolla en el Apartado 5.5. de este Manual.

Si la impermeabilización se realiza mediante geomembrana, bajo la lámina y el geo-


textil, se debería colocar un manto drenante (que puede consistir en una capa de grava-
gravilla de 25 a 40 cm de espesor o en un geocompuesto de drenaje) y una red de dre-
naje que recoja las posibles fugas que se produzcan en la Iámina y que recoja el manto
drenante. En caso de impermeabilización con arcilla, bajo la capa de arcilla se coloca el
manto drenante de grava-gravilla, que conduzca el agua hasta la red de drenaje.
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

La red de drenaje se construye antes de colocar la impermeabilización. Las líneas de


la red de drenaje se disponen de forma perimetral al pie del talud interior, y en espina de
pez en el fondo del vaso. Es recomendable sectorizar el vaso, para detectar donde se
producen las filtraciones, y como mínimo debe haber dos sectores: talud interior y fondo
de vaso. Todos los conductos, tantos como sectores existan, deben terminar en el pun-
to más bajo del fondo de la balsa, a partir del cual se sacan al exterior, numerándolos.

9.1.2.6.- Impermeabilización de taludes interiores.

En el caso de que la impermeabilización de la balsa se realice mediante geomembra-


nas impermeables, la instalación del geotextil a emplazar bajo la Iámina debe iniciarse
por los taludes, de arriba hacia abajo y mediante desenrollado. La unión entre piezas se
realiza bien por calentamiento, bien por cosido, o bien por simple solape, evitando que
el viento forme ovillos de geotextil bajo la Iámina.

Encima del geotextil se extiende la lámina, que se suelda dependiendo del material de
distinto modo. Las uniones entre paños deben coincidir en los taludes laterales con Ií-
neas de máxima pendiente. Es aconsejable habilitar un taller de soldadura a pie de obra
donde se conformarán paños de gran superficie (prefabricados) y disminuir el número
de soldaduras en obra.

Si la impermeabilización de la balsa se realiza con arcilla, esta se va colocando y re-


finando a la vez que el terraplén.

9.1.2.7.- Protección del talud exterior.

La protección del talud exterior de la balsa es una de las Últimas fases de la obra.

Lo habitual es que la protección se realice con hidrosiembra. Otro tipo de protección


exterior puede consistir en una capa de escollera o en una estabilización con cal si el
terraplén es arcilloso.

En el caso de la hidrosiembra, es importante adaptar el plan de obra de forma que la


hidrosiembra se realice en los meses húmedos, preferentemente otoño, y nunca en ve-
rano, y con especies vegetales de la zona en que se ubique la balsa.

9.1.3.- CONSTRUCCIÓN DE LOS DISPOSITIVOS DE ENTRADA Y SALIDA DE


AGUA.

.-
9.1'3.1 Conducciones de agua.

Las conducciones en carga de las obras de entrada y salida de agua (desagües de fon-
do, tomas y entradas de agua en presión,) tienen que atravesar el dique de cierre, por lo
que deben replantearse y construirse lo antes posible, antes de comenzar los terraplenes.
Las conducciones pueden ir en zanja excavada bajo el terraplén y posteriormente hor-
migonadas, o en el interior de una galería de servicio hormigonada in situ o realizada
mediante prefabricados (ver Apartado 4.4.2.). En ambos casos se dispone una capa
drenante que envuelva el conjunto, que debe tener continuidad y salida al exterior, pa-
ra detectar filtraciones.

9.1.3.2.- Válvulas y conexiones de tuberías.

Las conducciones, tanto de entrada como de salida de agua, tendrán sus correspon-
dientes válvulas de cierre y10 de regulación de caudal. Estas válvulas se colocarán con
carretes de montaje que permitan su posterior desmontaje durante la vida útil de la bal-
sa, para las labores de mantenimiento o reparación de las mismas, y habrá que tener
previsto al dimensionar las obras de fábrica donde se ubiquen, el posible acceso de ma-
terial para su reparación o sustitución.

9.1.3.3.- Dispositivos de entrada de agua.

Las entradas de agua en lámina libre se realizan por coronación, mediante vertido di-
recto, con caudales laminados y calados pequeños (ver Apartado 4.1 .). Estas obras se
realizan una vez terminado el dique de cierre, cuando se está prácticamente en la co-
ronación.

Si la impermeabilización es mediante arcilla o los caudales son elevados, puede ser


necesaria una obra de fábrica para el vertido de agua a la balsa, como un canal de en-
trada escalonado, o una bajante de hormigón con el correspondiente cuenco amortigua-
dor. Si la impermeabilización es mediante geomembrana y los caudales son pequeños,
el vertido puede ser directo sobre la lámina, con un rebaje previo del talud en forma de
canal, protegido por una doble Iámina para evitar un desgaste excesivo, mediante una
solución tipo tubería en pico de flauta o con una arqueta de entrada.

9.1.3.4.- Aliviaderos.

Los aliviaderos se construyen de manera similar a las entradas de agua, una vez ter-
minado el dique de cierre. La entrada al aliviadero normalmente pueden ser de dos ti-
pos: mediante un cierto número de tuberías de PVC, de hormigón o metálicas, dis-
puestas en la parte superior del dique o mediante una escotadura en la parte superior
del dique de cierre (ver Apartado 4.2.). El aliviadero continúa por el talud exterior con un
canal de hormigón, que termina en un elemento de disipación de energía.

9.1.3.5.- Otras obras de fábrica y albañilería.

Aparte de las obras de las conducciones de agua de entrada y salida propiamente di-
chas, y del aliviadero, en la construcción de una balsa serán necesarias otras obras de
fábrica, como las arquetas de entrada y salida de las conducciones o las casetas para
las válvulas.
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

En general, en obras con volúmenes de hormigón reducido, como es el caso de las


balsas, no se instala una planta propia de hormigón, sino que este se trae de alguna
planta existente en la zona.

Para la puesta en obra del hormigón, se suele emplear una bomba automóvil, y el ex-
tendido y vibrado se realiza manualmente. Con un equipo de trabajo normal (1 capataz,
4 ayudantes y 4 peones), el rendimiento de colocación del hormigón es aproximada-
mente de 15 a 25 m31h.

9.1.4.- VARIOS.

9.1.4.1 .-Líneas eléctricas y automatización.


Para la instalación de una Iínea eléctrica de alimentación, tanto si es enterrada como
aérea, es necesario un proyecto de la Iínea, con sus correspondientes cálculos de sec-
ciones de conductores, aislamientos, tomas de tierra, etc. Además, es necesario un
contrato con la compañía eléctrica de la zona para poder realizar la conexión a la Iínea
general.

Será de aplicación las normativas vigentes en España en la fecha de la contratación


de las obras, en particular la siguiente relación, o las que legalmente las sustituyan:

Reglamento de líneas eléctricas de alta tensión. Decreto 315111968 del 28 de no-


viembre.

Reglamento electrotécnico de alta y baja tensión (año 1974) que contiene: Reglamen-
to. Centrales Generadoras, Reglamento. Estaciones de Transformación, Reglamen-
to de Alta Tensión y Reglamento de Baja Tensión.

Reglamento electrotécnico de baja tensión e instrucciones técnicas complementarias.


R.D. 84212002, del 2 de agosto.

Electricidad: Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión. Real Decreto 84212002 de


2 de agosto.

Reglamento sobre condiciones técnicas y garantías de seguridad en centrales eléc-


tricas y centros de transformación. R.D. 327511982, del 12 de noviembre.

Regulación de medida de aislamiento de las instalaciones eléctricas. Resolución de


la Dirección General de Energía (B.O.E. 7.5.1974).

Recomendaciones técnicas para las instalaciones eléctricas en edificios.

Si la Iínea es enterrada, las canalizaciones estarán constituidas por tubos plásticos,


9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

dispuestos sobre lecho de arena y enterrados en zanja. Si la Iínea es aérea, será ne-
cesario el tendido de los cables, y la instalación de los postes correspondientes.

En caso de que las válvulas sean automatizadas, será necesaria la instalación de los
cuadros de control de las mismas.

9.1.4.2.- Pruebas de funcionamiento.

Una vez terminado el montaje de todas las tuberías y válvulas, e instalada la línea
eléctrica y los cuadros de control si las válvulas son automatizadas, se comprobará el
correcto funcionamiento de todas las instalaciones.

Aunque el Pliego de Prescripciones Técnicas de Tuberías de Abastecimiento de Agua,


aprobado el 28 de Julio de 1974, sigue vigente, no está actualizado, y no refleja la situa-
ción real en cuanto a los normas y materiales que se están utilizando actualmente en tu-
berías en presión. Por este motivo, para las pruebas de las conducciones en presión, se
recomienda la metodología de la norma UNE-EN 805:2000, incluida también en la "Guía
Técnica sobre Tuberías para el Transporte de Agua a Presión", publicada por el CEDEX
(Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas).

9.1.4.3.- Medidas ambientales.

Tanto durante la fase de proyecto como durante la fase constructiva, se debe cumplir
la legislación vigente en cuanto a medidas ambientales, o la que legalmente la sustitu-
ya. La normativa ambiental es extensa, pero principalmente se debe tener en cuenta la
siguiente:

a Real Decreto Legislativo 112008, del 11 de enero, por el que se aprueba el texto re-
fundido de la Ley de Evaluación de Impacto Ambiental de Proyectos.

a Real Decreto 10512008, del 1 de febrero, por el que se regula la producción y ges-
tión de los residuos de construcción y demolición.

a Real Decreto 209012008, del 22 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento


de desarrollo parcial de la Ley 2612007 de 23 de octubre de Responsabilidad Medio-
ambiental.

a Resolución del 20 de enero de 2009, de la Secretaría de Estado de Cambio Climáti-


co por la que se publica el acuerdo del Consejo de Ministros por el que se aprueba
el Plan Nacional Integrado de Residuos para el periodo 2008-2015.

En la fase de proyecto se realiza un análisis del medio, prediciendo cómo será la afec-
ción y proponiendo, en consecuencia, todas las medidas preventivas y correctoras ne-
cesarias para hacer efectiva la integración ambiental del proyecto, tanto en la fase cons-
tructiva como en la de explotación.
En la fase constructiva, generalmente, una vez terminada la balsa, se retiran todas las
instalaciones provisionales necesarias durante la obra, y se revegeta la zona afectada
utilizando la tierra vegetal retirada al inicio de la obra, y plantando especies autóctonas
de la zona, de forma que las afecciones ambientales permanentes sean las mínimas po-
sibles.

9.1.5.- SEGURIDAD Y SALUD.

Durante toda la obra se debe cumplir, como mínimo, lo exigido por la legislación vi-
gente en materia de seguridad y salud, o la que legalmente la sustituya. La normativa
vigente básica es la siguiente:

a Ley 3111995, de Prevención de Riesgos Laborales, con las modificaciones introdu-


cidas por la Ley 5412003.

a RD 162711997, Disposiciones mínimas de seguridad y salud en las obras de


construcción.

a RD 3911997, Reglamento de los Servicios de Prevención.

a Ley 3212006, Reguladora de la subcontratación en el Sector de la Construcción.

En cumplimiento de la Ley 3111995, en todas las obras existirá un Vigilante de Pre-


vención con la formación preventiva de nivel básico, cuyas funciones principales son las
siguientes:

a Conocer, divulgar y hacer cumplir la normativa sobre Prevención de Riesgos Labora-


les y el Plan de Seguridad y Salud, y controlar que todo trabajador reciba la informa-
ción adecuada a los riesgos que se puedan presentar en su puesto de trabajo.

m Examinar las condiciones de trabajo, a efectos de determinar las situaciones que pue-
dan resultar peligrosas para la seguridad y salud de los trabajadores y comunicar al
Jefe de Obra aquellos riesgos que haya podido observar y su gravedad.

a Prestar ayuda en caso de accidente y proceder con las comunicaciones establecidas.

Revisar el material de seguridad de la obra para que esté en condiciones de uso, y


hacer que se mantenga el orden y la limpieza en la obra.

A continuación se describen las acciones básicas a desarrollar ante los riesgos más
frecuentes en la construcción:

a Caídas de altura. No debe existir en la obra ningún hueco con riesgo de caída mayor
de 2 m. que no esté convenientemente protegido.
9- RECOMENDACIONES CONSTRUCTIVAS GENERALES

e Zanjas y taludes. Se vigilarán los trabajos con riesgo de desprendimiento de tierras,


que se realizarán siempre de acuerdo con lo previsto en el Plan de Seguridad y Sa-
lud. Se ejercerá una vigilancia continua sobre los taludes, especialmente en época
de lluvias.

e Pozos y galerías. Ante el riesgo de asfixia o intoxicación, se prohibirá que ningún tra-
bajador baje a un recinto confinado sin autorización previa, que sólo se concederá
después de asegurar que no existen gases tóxicos o falta de oxígeno, y de haber es-
tudiado las medidas de emergencia.

e Maquinaria: La maquinaria a utilizar en la obra tendrá todas las certificaciones y se


habrán sido realizadas las revisiones y mantenimientos establecidos por el fabrican-
te. El operador deberá disponer de la formación específica y autorización para su
uso. En aquellos trabajos en los que la máquina esté en movimiento, se pondrá es-
pecial atención a que ningún trabajador invada el radio de acción de la máquina.

9.1.6.- EJEMPLO DE UN PLAN DE OBRA.

En la Figura 30 se incluye como ejemplo un plan de obra simplificado de una balsa de


0,25 hm3 de capacidad, impermeabilizada mediante lámina y con un aliviadero tipo ca-
nal en la zona de resguardo.

Las longitudes de los diques de cierres son 350 x 150 m, con una altura de 10 m so-
bre el fondo de excavación. El volumen de terraplén es de 220.000 m3, con un volumen
de excavación de 120.000 m3.
9- RECONEN~~ZACIONES
CQNSTRWCTIWS GENERALES
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

9.2.- MOVIMIENTO DE TIERRAS.

9.2.1 .-INTRODUCCION.
El movimiento de tierras puede definirse como el conjunto de operaciones que se re-
alizan con el terreno natural, con el objetivo de modificar las características del empla-
zamiento de la balsa para generar las estructuras de tierras necesarias para su cons-
trucción. De forma general, las operaciones de movimiento de tierras contemplan las si-
guientes actuaciones:

a Excavación o arranque.

Carga, transporte y descarga.

a Extendido.

a Humectación o desecación.

a Compactación.

a Control.

Fotografía 43.- Detalle de excavación y transporte de material en vaso de balsa


9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

Los movimientos de tierras se pueden clasificar en actuaciones en el vaso de la bal-


sa, que constituye la zona de almacenamiento del agua, y que incluye las posibles zo-
nas de ladera y desmonte, y en el dique de cierre ejecutado mediante estructuras de
tierra (rellenos) como se indica a continuación.

9.2.2.- VASO DE LA BALSA.

Las operaciones de movimiento de tierras en el vaso de la balsa incluye el conjunto


de las excavaciones y la preparación de la superficie del terreno en el que se va alma-
cenar el agua.

9.2.2.1 .-Desmontes.
Se define como desmonte aquella zona en la que se va a generar un talud como con-
secuencia de un proceso de excavación efectuado por medios mecánicos o mediante
voladura.

En función de la naturaleza de los materiales a excavar y de su ripabilidad se dife-


rencian, en general, dos tipos de materiales: suelo y roca.

De forma general, la excavación de los materiales tipo roca se realizará mediante vo-
laduras controladas y en los materiales tipo suelo, mediante medios mecánicos. El Plie-
go de Prescripciones Técnicas, o Pliego de Condiciones, establecerá la forma de abor-
dar el procedimiento de excavación.

Fotografía 44.- Proceso de excavación del vaso de la balsa


9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

El proceso de ejecución de un desmonte debe contemplar las operaciones de exca-


vación, nivelado y perfilado del terreno natural, así como el transporte de los materiales
excavados a los lugares de acopio y10 vertedero.

La pendiente de los taludes debe ser objeto de estudio de acuerdo con las caracte-
rísticas geotécnicas de los materiales que los forman. A modo orientativo, se pueden
considerar como taludes a adoptar los siguientes:

Desmontes en suelo:

Desmontes en roca:

En cualquier caso, los taludes que finalmente se adopten deben ser compatibles con
las características mecánicas y con los procedimientos de puesta en obra de los ele-
mentos de impermeabilización y de protección.

9.2.2.2.- Soporte base de la impermeabilización.

La colocación de los elementos de la impermeabilización exige, de forma general, dis-


poner de una base soporte que sirva de apoyo a la impermeabilización, cuya ejecución,
según los casos, puede exigir la colocación y compactación de una capa de apoyo, con
un espesor mayor d e 0,5 m, constituida, en general, por material arenoso, o bien el re-
fino y10 escarificación y posterior compactación del propio terreno natural, mediante ma-
quinaria apropiada, con el objetivo de homogeneizar la superficie del terreno y de eli-
minar los obstáculos y10 aristas que puedan dañar a los elementos de impermeabiliza-
ción. En determinados casos, una posible alternativa puede ser la colocación de una ca-
pa de hormigón (Figura 23). En los casos en los que se coloque una capa de arena, y
como posible solución para evitar problemas durante la construcción, puede agregarse
una ligera lechada de cemento o similar.

9.2.3.- DIQUE DE CIERRE. RELLENOS.

9.2.3.1 .-Definiciones. Ideas previas.


Se define como relleno una estructura de tierra ejecutada con materiales térreos na-
turales utilizando técnicas adecuadas de compactación y control. A este respecto, el
elemento estructural más importante de las balsas es el dique de cierre que actúa co-
mo elemento de contención del agua (Fotografía 45).

A efectos de la balsa se pueden distinguir tres zonas diferenciadas, denominadas co-


mo: cimiento, cuerpo de dique y coronación.
-
------- .---.------ --
. ..-.---
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9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES
I

l
!
1

l Fotografía 45.- Panorámica de un dique de cierre l


I 1

Cimiento.

Es el material del dique que queda por debajo de la cota de la superficie natural del
terreno. Su espesor no deberá ser en ningún caso inferior a 1 m, salvo reconocimiento 1

y estudio específico que permitan disminuir este espesor.

Cuerpo de dique.

Es la parte del dique comprendida entre el cimiento y la coronación. Su tipología co-


rresponde con la sección del dique de cierre. Sobre sus taludes se colocan, según el di-
seño final de la balsa, los elementos de impermeabilización ylo, en su caso, de protec-
ción.

Coronación.
1

Es la parte superior del dique, cuya anchura va a depender tanto de la utilización que
se dé al plano de coronación (tránsito de vehículos, alojamiento de conducciones, sis-
temas de drenaje, elementos accesorios, etc.) como de las exigencias de estabilidad
estructural. Su anchura mínima se fija en el Apartado 6.2.3.2.

9.2.3.2.- Procedimiento de ejecución.

9.2.3.2.1 .- Preparación de la superficie de apovo.


- -

La preparación de un buen cimiento es uno de los objetivos más importantes que se


deben conseguir en el proyecto y construcción de la balsa. La cimentación del dique de
l
1
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

cierre se debe entender como una parte más del propio cuerpo del dique de cierre, ín-
timamente vinculado con él, de tal manera que deben formar un elemento continuo.

Como se decía en el Apartado 5.2., no se deben considerar terrenos susceptibles de


alojar el cimiento de una balsa, salvo un estudio en profundidad que garantice la posi-
bilidad del mismo a:

a Suelos blandos (arcillosos o limosos) entendiendo por tales aquellos suelos en los
que en los ensayos de penetración dinámica (continua o SPT) se obtengan valores
de penetración inferiores a 10 golpes.

a Suelos o rocas solubles (yesíferos o calizos carstificados).

a Suelos antrópicos, entre los que se incluyen vertederos y escombreras.

Previamente a cualquier actuación se debe proceder a excavar la tierra vegetal, que


deberá ser trasladada a las zonas elegidas para su acopio.

Para realizar la preparación de la superficie de apoyo de la balsa, se debe excavar un


espesor de terreno natural de al menos 1 m, salvo reconocimiento y estudio específico
que permita su disminución. En todo caso, se debe proceder a la retirada completa de
árboles, tocones y raíces gruesas que pudiera haber.

Una vez alcanzada la cota prevista para la superficie de apoyo, es recomendable pro-
ceder a una compactación mediante rodillo de dicha superficie y, según los casos, a una
escarificación previa de la misma con aporte de material.

En aquellos casos en los que el terreno de cimentación del dique de cierre presente
una inclinación superior a lo%, se deben realizar abancalamientos del terreno natural
para evitar un posible deslizamiento a lo largo de dicha superficie inclinada.

9.2.3.2.2.- Colocación de materiales y compactación.

Una vez terminada la superficie de apoyo se puede proceder a la construcción del di-
que, mediante el extendido de los materiales considerados en proyecto, con el grado de
humedad necesario, y su posterior compactación, en tongadas horizontales sucesivas.

Para poder llevar a efecto la compactación, el material debe colocarse por tongadas,
en las que puede ser necesario añadir agua al terreno antes de su compactación me-
cánica o bien rebajar su grado de humedad natural.

Los materiales de cada tongada deben presentar características uniformes; en caso


contrario, se debe conseguir esta uniformidad mezclándolos convenientemente.
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

Fotografía 46.- Compactador Pata de Cabra (izquierda) y proceso de compactación (derecha)

El espesor de las tongadas y el equipo de compactación a utilizar depende del tipo de


terreno a compactar (granulometría, plasticidad, grado de humedad). En todo caso se
debe asegurar que, con la metodología de compactación elegida, se alcanza en todo el
espesor el grado de compactación exigido. En algunos casos, especialmente terrenos
rocosos blandos, con objeto de realizar una correcta compactación, puede ser necesa-
rio preparar previamente el material mediante bulldozer, rastrillos o procedimientos al-
ternativos, para asegurar que el material alcanza una textura de suelo, sin elementos
con forma de laja.

De forma general, los suelos finos se deben compactar en tongadas con espesores
no superiores a los 30 cm, utilizando como rodillo, preferentemente, el de pata de ca-
bra (ver Apartado 9.2.3.3. y Fotografía 46) aunque, dependiendo de los casos, también
se pueden utilizar rodillos lisos de neumáticos (Fotografía 47).

En el caso de materiales granulares, los espesores de tongada no deben superar los


siguientes valores de referencia:

m Arenas y gravas: espesor inferior a 30 cm.

m Materiales tipo todo uno: espesor inferior a 40 cm.

m Pedraplenes y escolleras: espesor inferior a 50 cm.

Un criterio limitativo adicional que debe comprobarse, en general, es el de asegurar


que el tamaño de las partículas del material cumpla que el espesor de la tongada sea
mayor o igual a 312 del tamaño máximo del material a utilizar.

Los valores de densidad seca y humedad a obtener serán los siguientes:

m Densidad seca: superior al 98% de la densidad máxima del Próctor Normal.

m Humedad: -2% a +2% de la humedad óptima correspondiente al Próctor Normal


9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

Cuando los materiales no sean susceptibles de ser controlados con el ensayo Próc-
tor, deberán aplicarse otros procedimientos de control específicos, tales como la deter-
minación de la densidad relativa, la placa de carga, etc.

La compactación de los laterales de los dispositivos de salida de agua, ubicados en el


vaso de la balsa, se debe realizar de forma manual mediante rodillos o bandejas vi-
brantes manuales, para evitar diferenciaciones de altura y fisuras entre terreno y hor-
migón.

9.2.3.2.3.- Terminación.

Constituyen las operaciones necesarias para conseguir el acabado geométrico de la


coronación y de los taludes del dique.

En la coronación se deben disponer estacas de refino, con una distribución en cua-


drícula de lado no superior a 20 m y niveladas con precisión centimétrica de acuerdo a
los planos de proyecto.

Entre estacas, los puntos de la superficie de la coronación del dique, no deben estar
en ningún punto más de 5 cm por encima ni por debajo de la superficie teórica definida
por las estacas.

9.2.3.3.- Maquinaria a emplear en la compactación.

9.2.3.3.1 .- Clasificación de la maquinaria de compactación.

La clasificación de los diferentes tipos de máquinas empleadas para compactar un te-


rreno, se realiza, en general, en función de la acción preponderante (compresión está-
tica o vibración) que utilizan para actuar sobre el material, aunque pueden utilizar ac-
ciones combinadas. Así, la clasificación más habitual es la siguiente:

a Compactadores estáticos, entre los que se pueden diferenciar:

- Rodillos lisos estáticos.

- Compactadores de neumáticos.

- Rodillos de pata de cabra.

a Compactadores vibrantes, entre los que se pueden diferenciar:

- Rodillos vibrantes.

- Placas vibrantes.
Fotografía 47.- Compactador de rodillo

En algunas zonas locales se pueden utilizar compactadores de impacto, denominados


habitualmente como ranas (Fotografía 48).

Fotografía 48.- Compactador de impacto rana

9.2.3.3.2.- Compactación de materiales finos v plásticos.

De forma general, los materiales finos con plasticidad requieren para su compactación
la utilización de rodillos de pata de cabra.
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

Si hay riesgo de lluvias, es conveniente, al final de la jornada, sellar la tongada con ro-
dillo liso y, al reanudar el trabajo, romper la superficie con un pase del rodillo de pata de
cabra.

En el caso de arcillas y10 limos poco plásticos, el material puede trabajarse durante el
extendido con los bulldozer, rompiendo los gromérulos de material y10 retirando los len-
tejones, pudiéndose realizar, en este caso, la compactación mediante compactadores
vibratorios.

9.2.3.3.3.- Compactación de materiales qranulares.

Los materiales granulares se compactan de forma general mediante compactadores


vibrantes, en los cuales, en función de la granulometría del material, pueden variarse la
frecuencia y la amplitud de vibración.

Una buena práctica consiste en dar al final de la compactación unas pasadas sin vi-
bración con el objetivo de corregir irregularidades superficiales y sellar la superficie.

9.2.3.3.4.- Estimación del número de pasadas del equipo de compactación.

La determinación del número de pasadas por tongada de un espesor determinado, pa-


ra obtener las condiciones de densidad seca y humedad estipuladas, se puede realizar
con precisión mediante la ejecución de uno o varios tramos de prueba.

A modo orientativo, en la Tabla 14 se recoge, para rodillos de pata de cabra y vibra-


torio~,una estimación de las pasadas necesarias en función del espesor de tongada y
de la velocidad de trabajo, para conseguir las compactaciones requeridas.

Compactador 1 Pata de Cabra 1 Vibratorios 1


Espesor (cm) 20 - 30 25 - 50
Velocidad de trabajo (km/h) 7 - 70 2-5
Node pasadas (ida y vuelta) 3-4 2-4

Tabla 14.- Tipo de compactador y especificaciones

9.2.3.4.- Control de calidad.

El control de calidad tiene por objeto comprobar que las tongadas cumplen las condi-
ciones de densidad seca y humedad estipuladas en proyecto.

El procedimiento de control que habitualmente se utiliza para realizar el seguimiento


de las obras de tierra es el que se conoce como Método de Control de Producto Ter-
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

lar en el material compactado, comparan-


do los valores obtenidos con los de refe-
rencia de densidad seca y humedad.

La determinación in situ de la densidad


puede hacerse con la aplicación del mé-
todo nuclear (Fotografía 49), siempre que
se disponga de un análisis de contraste.
Una alternativa es la aplicación de proce-
dimientos de sustitución como el del mé-
todo del cono de arena (de acuerdo a la
Norma UNE 103-503).

Para la aceptación de las tongadas se


deberán cumplir los criterios de densidad
seca y humedad estipulados, tal como se
indica en el Apartado 9.2.3.2.2.

Como rango de variación aceptable,


salvo criterios en contra estipulados en Fotografía 49.- Equipo para la medida de la den-
Proyecto, se considera válido admitir una sidad in situ mediante isótopos radioactivos
desviación máxima del 3%, entre los va-
lores de referencia y los valores medios de densidad y humedad obtenidos en cada uno
de los "lotes" de ensayos que se considere!. En ningún caso, se admitirán valores de la
densidad inferiores al 95% de la corresporidiente al Próctor Normal, en cuyo caso de-
berá de procederse a levantar la tongada.

Para la determinación del número de muestras de ensayo por lote se considera que,
salvo indicación en contra del Proyecto, deben ejecutarse al menos cinco ensayos por ca-
da 500 m2 de superficie compactada o, en caso de ser inferior la superficie realizada en
un día, también se deberían realizar, al menos, los cinco ensayos antes citados.

En las zonas de borde, independientemente del criterio anterior, se debe tomar una
muestra por cada 100 m lineales.

9.3.- SISTEMA DE IMPERMEABILIZACIÓN.

No deberán iniciarse los trabajos de impermeabilizacióncon la lámina hasta que el so-


porte esté de acuerdo con lo contemplado en anteriores epígrafes.

Las láminas pueden unirse previamente en taller para obtener paños de gran superfi-
cie (prefabricados) y disminuir el número de soldaduras en obra.
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

9.3.1.- DESPLIEGUE DE PAÑOS.

Un paño se define como una porción de un rollo de lámina, que se suelda en obra y
que se identificará adecuadamente, tanto en su emplazamiento como en planos, con
códigos lógicos y sencillos.

El criterio de desplegado será el de minimizar la longitud de soldadura a la vez que se


favorece la máxima rapidez de ejecución. No se permitirá el despliegue de paños sin
proceder a su soldadura.

Las condiciones meteorológicas normales para despliegue serán:

Temperatura ambiente entre O y 40 "C.

a Ausencia de lluvia y10 escarcha o hielo sobre la geomembrana.

a Viento en calma o moderado no racheado.

La maquinaria auxiliar no debe dañar la geomembrana. Los rollos o paños se sus-


penderán mediante eslingas.

El personal debe evitar el uso de calzado inapropiado, caídas de herramientas, etc.

El instalador lastrará temporalmente los paños emplazados, evitando que el viento los
mueva.

Previo a la instalación, se observará si los rollos presentan daños, decidiendo si estos


son reparables o es necesario suprimir las zonas dañadas.

9.3.2.- SOLDADURA Y TIPOS DE SOLDADURA.

Como criterio general las soldaduras deberán seguir la línea de máxima pendiente del
talud. En esquinas y superficies cónicas de acuerdo entre planos, se permitirán solda-
duras diagonales para conformar una disposición "en espina de pez", o sectores circu-
lares con dimensiones mínimas de 0,5 m.

Salvo casos muy excepcionales, y siempre bajo la aceptación del Director del pro-
yecto, no se permitirá la realización de soldaduras horizontales en taludes.

Previamente a la realización de una soldadura debe fijarse cuidadosamente el solape


de un paño sobre el otro.

Para evitar desplazamientos en estos solapes, se permite el uso de elementos fijado-


res de pequeña dimensión.
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

-
La soldadura permite asegurar una unión total entre ambas superficies, de forma que
queden como un todo único (Figura 31).

TERMOFUSI~N

CONTACTO

Figura 31.1 Unión del sistema de impenneabilización mediante soldadura

En las uniones en T debe achaflanarse la Iámina inferior o poner un cordón de extru-


sión para aumentar la seguridad en estos puntos más débiles.

No deben unirse más de tres Iáminas en un solo punto.

La realización de las uniones puede resultar perjudicada considerablemente por con-


diciones ambientales adversas, por tanto, una vez concluida la unión deberá efectuar-
se un control de la misma.

Las Iáminas deben disponerse de tal manera que la anchura del solapo sea igual o
mayor que 50 mm.

Las superficies que están en contacto en el solapo deben estar limpias y secas.

La anchura mínima de las soldaduras en el solapo en cualquier punto será mayor que
40 mm.

Las uniones pueden realizarse mediante soldadura o adhesivos. Si las soldaduras se


hacen en taller, también pueden realizarse por otros métodos, como la alta frecuencia.

a) Unión con disolvente.

Las Iáminas se prepararán según el Apartado anterior. A las superficies que están
en contacto en el solapo debe aplicarse simultáneamente con brocha una capa de
disolvente recomendado por el fabricante de las Iáminas. Debe presionarse la zona
de unión durante unos segundos.

Estas uniones sólo pueden realizarse cuando la temperatura ambiente es superior


a 5 "C. En caso contrario deberá calentarse la lámina con aire caliente antes de pro-
ceder a la soldadura con disolvente.

El control de soldadura se realizará cuando hayan transcurrido al menos 24 h.

b) Soldadura por aire caliente.


9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

Mediante la energía aportada por un chorro de aire caliente de un aparato electro-


soplante, se gelifica o funde el material de ambas caras del solapo, se presiona uni-
formemente con un rodillo de manera que resulte una unión homogénea e instantánea.

b.1) Doble soldadura con canal de comprobación.

Se trata de una soldadura por aire caliente donde el rodillo presiona solamente las
orillas del solapo dando lugar a una doble soldadura de 2-3 cm cada una, aproxima-
damente, y un canal libre intermedio para la comprobación posterior.

c) Soldadura por cuña caliente.

La soldadura por cuña caliente se realiza mediante aparatos cuyo vástago final
transmite por contacto la temperatura suficiente, para así fundir las zonas de sola-
po, al tiempo que se presiona uniformemente con un rodillo de manera que resulte
una unión homogénea e instantánea.

d) Soldadura por alta frecuencia.

Mediante la energía por alta frecuencia se consigue fundir el material de ambas ca-
ras del solapo, se presiona uniformemente de manera que resulte una unión homo-
génea e instantánea. Este tipo de soldadura sólo se realiza en taller para la obten-
ción de prefabricados.

e) Vulcanización.

El entrecruzamiento entre las distintas cadenas macromoleculares por puentes de


enlace para originar estructuras tridimensionales es lo que a nivel de cauchos se co-
noce con el nombre de vulcanización, donde se utilizan distintos productos para Ile-
varlo a cabo en función del tipo de material base. Este proceso se emplea para la
unión entre paños en fábrica y, en los últimos años, también en obra.

f) Bandas adhesivas.

La banda adhesiva, se presentará cubierta con un material antiadherente.

Las Iáminas, en el caso de bandas adhesivas por dos caras, se solapan y se va co-
locando dicha banda sobre la orilla inferior, retirando la cinta antiadherente, después
se solapa con la lámina superior, al mismo tiempo que se presiona sobre el solapo.

g) Extrusión con aporte de material.

La extrusión solo se utilizará para reparaciones, soldadura en zonas de difícil geo-


metría ó acceso, unión entre Iáminas de diferente espesor, uniones no definitivas o
casos específicamente autorizados por el Director de Obra.
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

La maquinaria admisible será una extrusora de aporte de material con alimentación


por hilo de soldar o granza, con control continuo de temperatura de proceso y pre-
calentamiento, y que genere una soldadura de como mínimo 35 mm de ancho.

Las especificaciones para realización de soldaduras de extrusión son las siguientes:

- La zona donde se aplicará la extrusión debe lijarse en una franja a ambos la


dos de máximo 50 mm; previamente al pulido y extrusión de una soldadura, el
solape deberá pegarse térmicamente de forma continua.

- El solape mínimo admisible será de 75 mm.

h) Autosoldadura.

En este caso, las Iáminas llevarán en una orilla una banda autoadhesiva, que se
presentará cubierta con una cinta antiadherente.

Las Iáminas se solapan y se va retirando la cinta antiadherente, al mismo tiempo


que se presiona sobre el solapo.

9.3.3.- GRANDES PAÑOS PREFABRICADOS.

.-
9.3.3.1 Transporte y almacenamiento.

Los prefabricados deberán:

o bien doblarse en acordeón y enrollarse (Iáminas de poco espesor);

o bien enrollarse sobre mandril en rollos de gran anchura (Iáminas de mayor espe-
sor);

En todos los casos, estos prefabricados deberán:

ir numerados conforme al plan de unión. El sentido de desenrollamiento irá clara-


mente indicado;

ir embalados de manera que la lámina no sufra daños durante el transporte.

Las operaciones de carga y descarga se llevarán a cabo con los medios de levanta-
miento adecuados, para así asegurar las condiciones de mantenimiento indicadas para
una buena conservación de los rollos de lámina.

Las eslingas deben ser planas y no cortantes.


9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

9.3.3.2.- Distribución y unión en la obra.

La distribución del material en obra se hará según el plano de despiece para así dis-
minuir los traslados por la obra y limitar los riesgos de daño a la Iámina.

La unión se hace según los planos de ejecución o de despiece, que evitarán solda-
duras en horizontal. Los paños prefabricados se numerarán, en función de los planos,
para facilitar las operaciones de colocación en la obra.

Las soldaduras se controlarán a medida que vaya avanzando la obra.

9.3.3.3.- Colocación y extendido de los paños prefabricados.

Si se decide la prefabricación de grandes superficies, la Iámina, previamente unida


en taller según los planos de ejecución, llegará a la obra en forma de piezas numera-
das para facilitar las operaciones de colocación.

a) Cuando se coloque la Iámina, se procurará:

-que no rueden sobre su superficie los guijarros o los bloques situados en la coro-
nación del talud;

- nose deteriore el soporte con los vehículos de obra o con el desplazamiento de los
prefabricados sobre el fondo;

-que se evite la formación de pliegues o cualquier desplazamiento del geotextil;

-se evitarán igualmente todos los pliegues en la Iámina, con el fin de facilitar las
operaciones de soldadura en la obra.

b) Evitar durante la instalación la acción de los vientos.

La acción del viento sobre grandes paños prefabricados crea los siguientes fenóme-
nos:

- el desplazamiento de prefabricados durante su instalación;

-el levantamiento de los grandes paños prefabricados sobre los taludes y en el fon-
do del embalse.

Para remediar estos problemas, será necesario instalar un lastrado provisional a me-
dida que vayan avanzando las obras.
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

9.3.4.- UNIÓN DE LA LAMINA A PUNTOS SINGULARES.

Hasta ahora se ha descrito cómo unir las láminas entre sí, pero cabe detallar como re-
matar la Iámina a los puntos singulares siguientes:

1. A fábricas de hormigón;

2. A tuberías;

3. A fondos impermeables.

9.3.4.1 .-Unión a fabricas de hormigón.


Deben evitarse las entregas de la Iámina a fábricas de hormigón en zonas sumergi-
das, por lo que, siempre que no existan tuberías que tengan que atravesar la geomem-
brana, ésta deberá pasar por debajo de dichos elementos.

En rehabilitaciones, caso de no poder evitarse la unión de láminas a obras de hormi-


gón, deberán ser forradas completamente con la Iámina realizando la unión a la tubería
por alguno de los procedimientos que se describen a continuación.

9.3.4.2.- Unión a tuberías.

Las uniones a las canalizaciones se realizan mediante:

e Brida y contrabrida (Figura 32).

e Por medio de un collarín realizado con corona circular de Iámina homogénea.

93.4.3.- Unión a fondos impermeables.

Este tipo de unión se lleva a cabo en obras en las que la estanquidad del fondo se
consigue con arcilla o con suelo tratado, o bien cuando existe una capa geológica es-
tanca en el fondo de la obra, y, excepcionalmente, para los casos en que el embalse
pueda quedar vacío. Además de una función mecánica, el anclaje deberá asegurar la
continuidad entre la estanquidad de los taludes con la del fondo del embalse.

La Iámina deberá extenderse entre el material impermeable en una cierta longitud,


respetando una altura mínima del soporte inferior y un recubrimiento mínimo superior
del material impermeable. Estas distancias las determinará el proyectista en función de
las características geotécnicas del material impermeable del fondo (Figuras 33 y 34).
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

l. Geomembrana.
2. Geotextil antiperforación y10 drenante.
3. Cabalización.
4. Brida.
5. Contrabrida.
6. Junta comprimible.
7. Pernos inoxidables.
8. Soldadura continua sobre pernos.
9. Soldura continua sobre soldadura.
10. Cordón elastómero.

NOTA -En todos los ensamblamientosse evitará el paso del geotextil (pemeable) bajo las juntas compresibles (juntas de
estanqueidad).

Figura 32.- Paso de canalización: unión por brida y contrabrida


9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

Figura 33.- Anclaje inferior en suelo impermeable. (Solución 1)

l.Geomembrana.

2. Geotextil antiperforación y10 drenante.

3. Filtro geotextil.

4. Dren de fondo.

5. Protección de la geomembrana.

6. Arcilla compactada o terreno tratado y compactado.

Figura 34.- Anclaje inferior en suelo impermeable. (Solución 2)


9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

9.3.4.4.- Protección mecánica.

Es útil en los casos siguientes:

a Protección contra cuerpos flotantes: ramas, trozos de hielo.

a Lastrado contra el viento: el viento provoca depresiones sobre la geomembrana que


implican el levantamiento de la misma y, por tanto, tracciones importantes.

a Protección contra el oleaje: la acción de las olas sobre el talud puede llevar a su de-
formación y esta falta de soporte puede llevar a una rotura de la geomembrana.

Y será obligatoria su instalación en los siguientes casos:

a Rampas de acceso para vehículos de mantenimiento.

a Fondo del embalse en el que se prevé la instalación de un limpiador mecánico.

a Zonas que sirvan de base a lugares de recreo.

El lastrado o protección puede asegurarse de acuerdo con la siguiente Tabla.

Nafura/eza/ProfecciÓn Precauciones a fener en cuenta


Solamente sobre fondo (20 cm como mínimo) y en obra con agua
Arena
estancada. No es necesario un geotextil de protección
Hormigón armado (ver Apartado 9.3.4.6.1) Necesario intercalar un geotextil no de poliéster (Figura 35)
Necesidad de un geotextil de protección. Espesor de la capa de grava:
Gravas 20 cm como mínimo (solamente sobre fondos y/o taludes con poca
pendiente)
Será necesario colocar sobre la geomembrana un geotextil + arena y/o
Escolleras de rocas (pendientes 3: 1) gravas hasta conseguir un espesor mínimo de 0,2 m a 0,3 m, según los
condicionantes de obra
Bloques de hormigón o pavimento
Necesaria la colocación de un geotextjl no de poliéster (Figura 35)
prefabricado
Losas de hormigón vertido en la obra Necesaria la colocación de un geotextil no de poliéster (Figura 35)

Tabla 15.- Tipología o métodos de lastrado de geosintéticos

Se recomienda tener precaución al transitar por obra con medios mecánicos, para no
dañar la geomembrana.
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

Geomembrana
Protección de Armaduras
hormigón de acero I

Figura 35.- Protección de la geomembrana con hormigón

9.3.4.5.- Controles en obra.

9.3.4.5.1 .- Control inicial.

Control del soporte.

Previamente a la realización de los trabajos de impermeabilización será necesario su-


pervisar que los soportes sean correctos para la recepción de la geomembrana. Se fir-
mará un acta de conformidad por parte de la Dirección de Obra y el Instalador.

Control del material.

Una vez los rollos o paneles prefabricados hayan llegado a la obra, se comprobará
que el material corresponda al tipo de lámina especificado en el proyecto y se verifica-
rá el buen estado del mismo, debiendo situarse en una zona donde no pueda ser da-
ñado. Así, los rollos de material, deberán colocarse sobre un suelo liso, seco y limpio,
en posición horizontal y paralelos entre sí (nunca cruzados), siguiendo las instrucciones
del fabricante respecto al número de rollos a apilar en vertical. Para los prefabricados,
se verificará que cada panel tenga la numeración correspondiente según el plano de
despiece en obra.
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

9.3.4.5.2.- Control de las soldaduras durante la ejecución.

Se recomienda comprobar la hermeticidad mediante una prueba de aire comprimido


cuando ésta se haya realizado mediante soldadura doble, que presenta un canal de
prueba intermedio. También, como alternativa, podrá realizarse un control físico utili-
zando una aguja metálica roma, pasándola a lo largo del canto de unión.

Debe realizarse un ensayo destructivo en laboratorio para determinar la resistencia de


las uniones por cizalladura por esfuerzos de tracción. En este caso, las probetas ensa-
yadas que tengan unión soldada deberán romper por la zona no soldada. Para realizar
este control, se extraerán muestras, al final de una soldadura, a razón de 1 por pieza (si
se trata de un prefabricado) o 1 por cada 500 m lineales de soldadura.

En todo solapo en el que haya como mínimo una lámina armada, si se produjera ro-
tura por deslaminación, se considerará el ensayo de soldadura correcto siempre que el
valor obtenido sea, como mínimo, el valor especificado para la adherencia entre capas.

9.3.4.5.3.- Control posterior a la eiecución.

El contratista pondrá especial atención en que se haya limpiado la obra, eliminando


los cuerpos flotantes y material que pueda obstruir los conductos.

El instalador deberá efectuar un control general de la geomembrana antes de dejar


entrar el agua para descubrir las eventuales perforaciones y verificará particularmente
las zonas próximas a las obras de albañilería colocadas sobre la geomembrana.

La empresa que realice los trabajos de instalación de la protección deberá señalar to-
das las anomalías o perforaciones que afecten a la geomembrana para ser subsanadas
posteriormente.

9.3.4.5.4.- Control de la aeomembrana.

Para prolongar la vida de la geomembrana será necesario proceder a un examen y


control periódico de la misma, llevando a cabo los ensayos que figuran en el Capítulo
10 de este Manual.

Dichos ensayos servirán para determinar la degradación de las láminas con vistas a
tomar las medidas necesarias para proceder a su sustitución.

Los sistemas de impermeabilización realizados siguiendo las prescripciones que figu-


ran en este Manual, deberán mantener sus prestaciones impidiendo la pérdida de agua,
al menos durante 10 años.
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

9.3.4.6.- Anclajes.

El anclaje adecuado de la geomembrana es fundamental para asegurar la estabilidad


del embalse, disminuir las tensiones en la geomembrana y evitar posibles corrimientos.

Tipos de anclajes.

a) Por zanja excavada y rellena de tierra, hormigón o grava.

b) Por lastrado en escalón (berma) o en las Iíneas de máxima pendiente.

c) Por fijación mecánica a soportes de fábrica.

Zonas de anclaje.

a) Anclaje en coronación.

b) Anclaje a pie de talud.

c) Anclajes intermedios en talud.

d) Anclajes en fondo.

e) Anclajes en líneas de máxima pendiente.

9.3.4.6.1 .- Anclaje en coronación.

El anclaje en coronación, cuando se realice mediante zanjas perimetrales, tendrá una


sección mínima de 40 cm x 40 cm o la precisa para que el relleno alojado en la zanja
tenga una masa mayor que 150 kg por m.

La distancia de implantación de la zanja de anclaje respecto la coronación del talud


no será nunca inferior a 50 cm.

En cualquier caso, es necesario dar una vuelta de 30 cm como mínimo de la geo-


membrana sobre la parte del fondo de la zanja de anclaje (Figura 36), anclando más por
forma que por peso.

En caso de necesidad del proyecto, podrá considerarse como anclaje, un lastrado


bien por pavimento, bien por murete de hormigón (Figuras 37 y 38) que proporcione una
carga mínima equivalente al lastre de la zanja.
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

Relleno de la zanja de anclaje


7
/7 Sistema de impermeabilización

Figura 36.-Anclaje en coronación (Solución 1)

Figura 37.- Anclaje en coronación (Solución 2)


9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

Varilla Rompeaguasy lastre Geomernbrana Varilla clavada


transversal de hormigón encofrado
I I I Talud

MEDIDAS EN CENT~METROS

Figura 38.- Anclaje en coronación (Solución 3)

9.3.4.6.2.- Anclaje 1 lastre a pie de talud.

Los anclajes a pie de talud pueden realizarse mediante lastre o zanja excavada que
tendrá una sección mínima de 40 cm x 40 cm o la precisa para que el relleno alojado
en la zanja tenga una masa mayor que 150 kg por m o carga equivalente.

9.3.4.6.3.- Anclaie 1 lastre intermedio en talud.

Cuando la longitud del talud sea excesiva o los vientos muy fuertes, es recomendable
disponer anclajes 1 lastres intermedios. Estos anclajes se realizan tomando las disposi-
ciones siguientes:

1. Se recomienda instalar el primer anclaje a 4 m de la coronación, el segundo a 6 m


del primero y los sucesivos a una distancia de 10 m entre sí.

2. Se practicará un escalón (berma) en la pendiente para no desestabilizar el talud.

3. Según la necesidad de la obra por presentar taludes forzados, podrá realizarse un


anclaje por fijación a fábrica de hormigón (Figura 39).
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

Geomembrana
Geomembrana

Hormigón en masa

i2#- Fijación al tresbolillo

Peml wlaminado

Fijaciónal ttesbolillo

Hormigdnen masa

a) Por perfil wlaminado. b) Por perfil del mismo material que la geomembrana.

EiiZe- Geomembrana

He- Geotextil

E¡iL Banda de PVC

BE- Hormigón

c) Por banda de PVC.

Figura 39.- Ejemplos de anclajes de la geomembrana intermedios a paredes verticales


(Medidas en centímetros)
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

9.3.4.6.4.- Anclaie 1 lastre en fondo.

Se establecerá, únicamente, por necesidad del proyecto, siguiendo las técnicas cita-
das en los Apartados anteriores.

9.3.4.6.5.- Anclaje 1 lastre en líneas de máxima pendiente.

Se establecerá siempre que no pueda llevarse a cabo el anclaje intermedio y según


la necesidad del proyecto, siguiendo las técnicas citadas en los Apartados anteriores.

9.3.5.- GEOTEXTILES.

Durante el almacenamiento de los rollos, se cuidará su protección con envueltas opacas


y aislantes de lluvia. Las envueltas no deben retirarse hasta la instalación del material.

Tras el transporte de los rollos, las operaciones de despliegue deberán realizarse de


la siguiente manera. En taludes se anclarán convenientemente los paneles para des-
plegarlos después pendiente abajo, de manera que se mantenga en tensión continua-
mente el material. En cuanto al sentido de instalación, la dirección de máxima pendien-
te del talud coincidirá con el sentido longitudinal de los paneles (dirección de fabrica-
ción).

La extensión de los geosintéticos se hará de forma continua, cuidando el anclaje even-


tual de los mismos durante la instalación (Fotografía 50) para evitar posibles movi-
mientos por viento. Estos lastres se retirarán cuando el material quede definitivamente
instalado.

Los geotextiles se unirán por termofusión o cosido con hilo sintético (Fotografía 51) con
un solape mínimo de 20 cm. Si las uniones se realizan por simple solape, éste no será me-
nor de 50cm. Se evitarán las uniones transversales en los taludes a no ser que se reali-
cen por cosido.

En el sistema de drenaje con geosintéticos, la unión de los paneles adyacentes se re-


alizará de forma que el núcleo del geocompuesto de drenaje, o bien la georred, quede
en contacto total y el geotextil se solape un mínimo de 10 cm, unido por termofusión,
para asegurar la continuidad del filtro. Si las uniones se realizan por simple solape del
geotextil de filtro, dicho solape no será menor de 50 cm. En taludes se evitarán uniones
transversales. Caso de realizarse se unirán los núcleos drenantes mediante bridas de
plástico de forma que la resistencia de la unión esté asegurada y el geotextil de filtro de-
berá ser cosido.

Cuando sea preciso las uniones podrán ser ensayadas según la norma UNE-EN ISO
10321.
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

Fotografía 50.- Extendido de geosintéticos

Fotografía 51.- Puesta en obra de geosintéticos

El corte de paneles se realizará con herramientas adecuadas, que no dañen el mate-


rial subyacente, especialmente si éste es una barrera geosintética.

Durante la instalación se eliminará cualquier material que pueda quedar atrapado en


la interfase entre el geosintético y el material adyacente, para evitar punzonamientos.

Tras la instalación se hará una inspección final para reparar posibles desperfectos si
los hubiera.

No circularán vehículos ni maquinaria directamente sobre el geosintético, teniendo


que hacerlo sobre un mínimo de 30 cm de espesor de tierras.
9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

9.3.6.- PUESTA EN OBRA DE LAS GEOBENTONITAS.

Las condiciones de almacenaje para los rollos del GBR-C son extremadamente im-
portantes debido a la naturaleza hidrofílica del material. Por esta razón, deben ser al-
macenados en áreas preferiblemente elevadas de la tierra, cubiertos con los propios
- -embalajes para prevenir cualquier daño causado por la acción de la luz, humedad ex-
cesiva, rasgado o corte del embalaje. Todos los rollos serán protegidos correctamente
con un embalaje opaco y aislante de la humedad. El ingeniero encargado del control
de calidad durante la fase de construcción supervisará el despliegue de todos los rollos
para no dañarlos, y asegurará la conformidad con las condiciones siguientes:

1. La ejecución de la instalación de los rollos del GBR-C no se recomienda en días ex-


cesivamente lluviosos. Una lluvia ligera es admisible siempre que el material quede
cubierto evitando la desecación.

2. La superficie del GBR-C desplegada se debe cubrir totalmente por una geomembrana
o la capa de material de cubrición (hormigón, tierra.. .) en el mismo día para evitar cual-
quier riesgo de hidratación del material causado por la exposición (Figuras 40 y 41).

3. En coronación de taludes, los rollos se deben anclar previamente y después desple-


gar cuesta abajo, manteniendo el material tensado constantemente. Los rollos no se
pueden dejar caer sobre el talud por gravedad. Este procedimiento se permite sola-
mente para los paneles hasta 10 m de largo.
r,

4. En taludes, los paneles serán desplegados sobre la línea de máxima pendiente, sin
uniones transversales. I.

5. Los rollos serán desplegados correctamente, generalmente con el geotextii tejido ca-
ra abajo, a menos que sea indicado de otra manera por la dirección de obra.

6. En las operaciones de instalación y corte del GBR-C se debe evitar causar cualquier
daño a los materiales subyacentes.

Se comprobará antes de iniciar el extendido del GBR-C, que la subbase (fondo y ta-
ludes) cumplan los siguientes requisitos:

No se presenten objetos punzantes, piedras, puntiagudas, palos, raíces y objetos ex-


traños, etc., que puedan dañar o perforar el GBR-C. Así mismo tampoco deberán
contener materias orgánicas ni detritus en descomposición, que puedan al degra-
darse, originar coqueras.

En cualquier caso, siempre es recomendable, comprobar que el GBR-C va a quedar


asentado y apoyado uniformemente en toda su totalidad.

Se comprobará para evitar que puedan desarrollarse raíces en la subase, que no


9- RECOMENDACIONES
CONSTRUCTIVAS GENERALES

exista ninguna capa de tierra vegetal que pueda favorecer dichos desarrollos y si exis-
tiesen indicios de que es así, se deberá, antes de colocar el GBR-C, tratar la superfi-
cie mediante la aplicación de un producto esterilizante de suelos (procurando en todo
momento no contaminar zonas adyacentes). Las raíces aparentes, deberán suprimir-
se o en su caso cortarse, entre 5 y 10 cm por debajo de la superficie de la subbase.

Cualquier superficie dañada del GBR-C debe ser reparada. Antes de la aprobación de
un sector, el control de calidad debe localizar las áreas dañadas y proponer los méto-
dos adecuados de la reparación.

La forma de unión de los paños será mediante solape de no menos de 15 cm con pas-
ta de bentonita o polvo de bentonita entre ambos paños.

En uniones transversales este solapo será de más de 30 cm.

En productos con lámina de PE las uniones se harán con cinta de unión autoadhesi-
va y estanca (Fotografía 52) o soldado de las láminas si su espesor lo permitiese.

Fotografía 52.- Equipo auxiliar para el soldado de laminas

, Material suelto

Figura 40.- Esquema de la protección parcialde Figura 41.- Esquema de la protección total de
un talud mediante barreras bentoníticas un talud mediante barreras bentoníticas
70- CONTROL
DE LA SEGURIDAD DURANTE LA EXPLOTACIÓN

10.- CONTROL DE LA SEGURIDAD DURANTE LA EXPLOTACIÓN.

10.1- INTRODUCCIÓN Y ALCANCE.

La entrada en vigor del Real Decreto 912008 de 11 de enero por el que se modifica el
Reglamento del Dominio Público Hidráulico, obliga por primera vez a los titulares de las
balsas a cumplir con ciertos requisitos sobre seguridad que hasta ahora sólo eran exi-
gibles a las grandes presas, es decir, a aquellas estructuras de más de 15 m de altura
o aquellas que, teniendo una altura comprendida entre los 10 y los 15 m, tuviesen una
capacidad de embalse superior a 1.000.000 m3.

Por vez primera, las balsas que superen los 5 m de altura o que cuenten con una ca-
pacidad de embalse superior a los 100.000 m3, deberán someterse a los procedimien-
tos de clasificación y registro contemplados en el Real Decreto. Además, aquellas bal-
! sas que sean clasificadas en las categorías A o B en función del riesgo potencial, de-

1 berán cumplir con el resto de disposiciones contenidas en el Titulo VI1 del mismo. De-
bido al alcance que se desea dar a este Manual, no se incluirán en él a aquellas balsas
j i
clasificadas en las categorías A o B en función del riesgo potencial.

En cualquier caso, el titular de la balsa será responsable de su seguridad, por lo que


deberá contar con los medios humanos y materiales necesarios para garantizarla. Por
tanto, recaen sobre él las labores de inspección, auscultación y seguimiento de la balsa.
i
li La auscultación de una balsa comprende una serie de actividades encaminadas a co-
nocer el comportamiento real de la misma, empleando para ello distintas técnicas de
medición y análisis de datos, inspección y control. La finalidad fundamental del sistema
l
l
de auscultación es conocer en todo momento cual es el comportamiento de la balsa y,
II por lo tanto, cual es su seguridad.

\ Estas actividades servirán para prevenir un eventual accidente o rotura de la balsa,


1
i
pues permitirán conocer el comportamiento actual y predecir el comportamiento futuro,
anticipándose al fallo de la estructura.
i
I

1 Para alcanzar el estado de seguridad que ofrece el conocimiento del comportamiento

1i 1 real, y teniendo en cuenta que cada balsa es una estructura única, deberán proponer-
se una serie de sensores e inspecciones en función de la altura y entidad de la balsa,
de las características de su cimentación y de los materiales empleados.

El proyecto de auscultación deberá determinar qué magnitudes deben medirse, cómo


I
t
se realizará el control y con qué frecuencia se tomarán datos de los distintos sensores.

Siempre será imprescindible el análisis y la interpretación de la información por un téc-


nico cualificado, pues la auscultación no debe reducirse a una mera toma de datos. Las
características particulares de cada balsa y las variables externas que sobre ella actú-
70- CONTROL
DEE L A SEGURIDAD DURANTE LA EXPLOTACIÓN

an determinarán si los datos obtenidos mediante la auscultación alertan sobre la posi-


ble existencia de un problema.

En este Capítulo se pretende describir brevemente algunos de los sistemas de aus-


cultación sencillos destinados al control de la seguridad de las balsas así como los pro-
cedimientos de inspección que deberían seguirse, que en cualquier caso, deberán ser
acordes con la entidad de la balsa.

10.2.- INSPECCIÓN VISUAL.

El modo más elemental de auscultar una estructura consiste en la inspección visual.


Debido a la sencillez del método, dicha inspección visual debe extenderse a dique de
cierre, vaso e instalaciones auxiliares, sea cual sea el tamaño e importancia de la balsa.

Las visitas de inspección, de periodicidad anual, deberán realizarlas técnicos cualifi-


cados acompañados por el personal encargado de la explotación. En el caso de balsas
impermeabilizadas mediante geomembrana (GBR-P), deberá realizarse al menos un
ensayo sobre una muestra de la geomembrana cada cinco años, por lo que deberá con-
tarse con los materiales y equipos necesarios para la correcta toma de muestra y repo-
sición del elemento de impermeabilización.

A continuación se describen los Apartados elementales que deben revisarse en una


inspección visual.

.-
10.2.1 SURGENCIAS DE AGUA.

La aparición de surgencias de agua o humedades en los taludes, así como la pre-


sencia de vegetación al pie de los taludes o en las inmediaciones de los mismos puede
ser un síntoma muy claro de la presencia de filtraciones procedentes de la balsa.

En los puntos de salida o aparición de agua deberá estudiarse su coloración y la pre-


sencia de sedimentos. Esto último, es siempre indicio de un arrastre hacia el exterior de
los materiales que conforman el dique de cierre o el cimiento. En el peor de los casos,
esas filtraciones pueden dar lugar a inestabilidades de los taludes, bien de forma par-
cial o, incluso, total.

También deberán estudiarse detenidamente las zonas donde el terreno presente sifo-
namientos al pie del talud, así como cárcavas o derrumbes en la parte exterior del dique.

Para analizar la evolución de la vegetación a pie de ladera, las visitas de inspección


visual deberán realizarse preferiblemente en la misma época del año, tomando una se-
rie de Fotografías que permitan comparar dicha evolución.
10.2.2.- DIQUE DE CONTENCIÓN.

La aparición de zonas movidas, grietas en los taludes, curvados de alineaciones en


planta o asientos exagerados en algunas zonas del dique pueden ser indicios de ines-
tabilidades de la balsa, por lo que deberá inspeccionarse visualmente totalmente el di-
que de cierre dando una vuelta completa alrededor del mismo.

Para la mejor detección a simple vista de estos movimientos, el técnico que inspec-
cione la balsa se situará en las esquinas de los diques, sobre la coronación, para apre-
ciar defectos en las alineaciones en planta, en los planos de los taludes espaldones o
en la nivelación de coronación del dique de cierre de la balsa. Mediante sucesivos re-
portajes fotográficos, se podrá observar la evolución de los movimientos y la necesidad
de controlarlos mediante sistemas más precisos de auscultación.

-
10.2.3.- ELEMENTOS DE IMPERMEABILIZACIÓN.

Eii el caso de balsas con pantalla asfáltica o de hormigón, la revisión deberá llevarla
a cato un especialista en este tipo de pantallas, que se salen del alcance de este Ma-
nual.

En balsas con geomembrana (GBR-P), conviene revisar el estado de las uniones,


confirmar la inexistencia de desgarros, si existen o no acumulaciones de agua o bolsas
de gas y el estado de conservación general de la geomembrana. También se anotarán
las características de la geomembrana (edad, composición, espesor, tipo de soldadura,
ctc.), tanto aportadas por el fabricante como las obtenidas en los ensayos realizados
durante su puesta en obra.

Además del control de ejecución durante la puesta en obra y la inspección visual du-
rante la explotación, es recomendable llevar un seguimiento de la geomembrana sinté-
tica para conocer su estado y determinar cuándo es necesario proceder a una reimper-
meabilización o-bien realizar algún tipo de protección puntual. Para ello, será necesario
realizar por un laboratorio al menos una vez cada cinco años una serie de ensayos so-
bre una muestra de la membrana, si bien este periodo de 5 años podrá variar en fun-
ción del tipo de material y del tiempo que lleva instalada la geomembrana. Los ensayos
básicos que se proponen en esta guía son los siguientes:

e Alargamiento.

e Doblado a bajas temperaturas.

e Contenido en plastificantes (en PCV-P).

Se han seleccionado los ensayos anteriores debido a su sencillez y a que permiten


conocer a grandes rasgos el estado de la membrana; no obstante, si se desea conocer
70- CONTROL
DEE LA SEGURIDAD DURANTE LA EXPLOTACIÓN

en profundidad en qué estado se encuentra la geomembrana, habrá que realizar adi-


cionalmente los siguientes ensayos:

a Espesor.

a Resistencia a la tracción.

a Resistencia mecánica a la percusión.

a Resistencia a la perforación.

a Resistencia de la soldadura por tracción.

a Resistencia de la soldadura por pelado.

a Microscopía óptica.

a Microscopía electrónica de barrido.

En función de la naturaleza de la resina que constituye la geomembrana, se llevarán


a cabo adicionalmente las siguientes pruebas:

a Esfuerzo y alargamiento en el punto de fluencia (en PEAD).

a Resistencia al desgarro (en PEAD).

e Dispersión del negro de humo (en PEAD).

a Dureza Shore (en PEAD y cauchos).

10.2.3.1 .= Toma de muestras.

El lugar idóneo de extracción del material de la geomembrana para efectuar ensayos


de control será, por regla general, el talud norte (por su mayor exposición al sol), a una
cota tal que la carrera del nivel de agua en la balsa lo mantenga sin sumergir aproxi-
madamente la mitad del tiempo. En cualquier caso, si se observa un tipo de patología
en una zona determinada, se tomará en este punto la muestra correspondiente. No de-
berá olvidarse de efectuar una extracción en zona de soldadura, por la importancia que
tiene la unión entre paños y los fallos que suelen suceder en sus proximidades.

La época del año apropiada depende, fundamentalmente, del uso que se vaya a ha-
cer del agua, pues conviene que la balsa se encuentre parcialmente vacía para com-
probar el estado de la geomembrana en su totalidad.
La extracción de material debe realizarse con cuidado y restituir con un parche la zo-
na afectada (Fotografías 53, 54 y 55), pues se trata de un ensayo destructivo. La can-
tidad de material a extraer debe ser del orden de 40x30 cm, y siempre deberá incluir un
tramo de soldadura.

Fotografía 53.- Toma de una muestra sobre un paño de geomembrana,


incluyendo un tramo de soldadura

Fotografía 54.- Reposición de material en el área de extracción de las muestras


70- CONTROL
DEE LA SEGURIDAD DURANTE LA EXPLOTACIÓN

Fotografía 55.- Material de reposición en geomembrana de PVC-P

10.2.3.2.- Probetarios.

Con el fin de deteriorar lo menos posible a la geomembrana, fundamentalmente en los


primeros años y hacer, incluso, más económico el proceso de toma de muestras, se de-
berán colocar unos probetarios del mismo material soldados a la lámina principal (Fo-
tografía 56). Dichos probetarios deberán llevar la soldadura correspondiente hecha en
el momento de la instalación.

Fotografía 56.- Probetario en geornernbrana de polietileno de alta densidad

El número de probetarios que se deben colocar es función del tamaño de la balsa. Pa-
ra balsas cuya superficie impermeabilizada no supere los 10.000 m* de superficie, bas-
tará con realizar un probetario, que se situará en el talud norte. Para balsas con una su-
perficie impermeabilizada entre 10.000 y 50.000 m2, se colocará otro probetario en el
talud sur. En el caso de balsas de más de 50.000 m2 de superficie impermeabilizada,
se colocarán al menos cuatro probetarios en los cuatro puntos cardinales.

En la Figura 42 se incluye un esquema de un probetario de una geomembrana de PE-


AD, con sus dimensiones mínimas recomendadas.

VPROBETARIO
SOLDADURA DE FIJACIQN DEL
A LA GEOMEMBRANA

Figura 42.- Dimensiones mínimas de un probetario en cm


70- CONTROL
DEE LA SEGURIDAD DURANTE LA EXPLOTACIÓN

10.2.4.- ELEMENTOS HIDRÁULICOS Y DE CONTROL.

Los elementos de desagüe y los de toma de la balsa deben funcionar correctamente,


para lo cual se realizará una maniobra de apertura y cierre durante la inspección. Se
prestará especial atención a las posibles erosiones en zonas de impacto del agua, así
como al estado del aliviadero y eventuales modificaciones que haya podido sufrir.

Se recomienda incluir un breve esquema de los elementos de toma y desagüe, di-


mensiones y caudales de cálculo. En caso de que la balsa no cuente con desagüe de
fondo o éste no funcione correctamente, se anotará en el informe de la inspección.

Se realizará una toma de datos de todos los elementos de auscultación, salvo los to-
pográfico~,para comprobar el estado de los sistemas de auscultación de la balsa. Tam-
bién debe comprobarse el estado de los dispositivos de telemando y telecontrol, en ca-
so de existir.

10.2.5.- REPORTAJE F O T O G ~ F I C O .

El informe de la revisión visual debe contener Fotografías, que se tomarán desde el


mismo punto y con la misma orientación que las tomadas en las inspecciones anterio-
res. De este modo se tendrá un registro de evoluciones en la vegetación a pie de lade-
ra, deterioro de los elementos de impermeabilización de la balsa, evolución de movi-
mientos, erosiones, desprendimientos, modificación de elementos, etc.

10.3.- DATOS DE AUSCULTACI~N.

Las magnitudes a medir se dividen en variables de control externo (magnitudes cau-


sales) y de control interno (magnitudes de efecto). Las variables a medir deberán de-
terminarse en el proyecto de la balsa, dependiendo de su tamaño y características par-
ticulares.

.-
10.3.1 VARIABLES CAUSALES.

.-
10.3.1.1 Nivel de agua.

Es la variable causal por excelencia, y por tanto debe controlarse en todas las balsas,
sea cual sea su tamaño e importancia. En general, bastará con un dato diario.

El control se efectuará mediante reglas graduadas (escalas limnimétricas), balanza hi-


drostática (limnímetro analógico) o medidor por ultrasonidos (limnímetro digital).
70- CONTROL
DE LA SEGURIDAD DURANTE LA EXPLOTACIÓN

10.3.1.2.- Temperatura.

En el campo de la explotación de infraestructuras hidráulicas de cualquier tamaño y ti-


po, es norma de buena práctica medir diariamente la temperatura del aire (máxima y mí-
nima) y una vez a la semana la temperatura del agua, para poder efectuar un control
preciso de las pérdidas por evaporación.

10.3.1.3.- Otras variables externas.

En caso de que se desee calcular las pérdidas reales debidas a filtraciones o se de-
seen comparar con las calculadas mediante aforos en la red de drenaje, existen una se-
rie de variables encaminadas a deducir los flujos de agua en la fórmula del balance hí-
drico:

Qentrada + Qlluvia - Qtoma de riego + Qdesagües + Qevaporación + Qfiltración

Aportaciones v desembalses.

El registro continuado de las aportaciones y desembalses que voluntariamente se pro-


duzcan en la balsa resulta de utilidad no sólo para cuantificar las eventuales pérdidas
debidas a filtración, sino también a efectos del cómputo hídrico en la explotación, por lo
que su registro no supone ningún esfuerzo adicional. Además, permitirá detectar even-
tuales robos de agua.

Las aportaciones y desembalses para riego se registrarán mediante caudalímetros


contadores.

Precioitación v evaporación.

La medida de la precipitación indicará el aumento de la lámina de agua de la balsa de-


bida a la lluvia, y resulta necesaria en aquellas balsas en las que se quiera determinar
con precisión las pérdidas de agua debidas a filtraciones. Su medición resulta muy sen-
cilla mediante la instalación de un pluviómetro, tomando diaria o semanalmente, a la
misma hora, una lectura del agua en él acumulada. En caso de no disponer de pluvió-
metro, se podrán tomar datos de las estaciones meteorológicas situadas en las proxi-
midades de la balsa.

En cambio, la medición de la evaporación resulta más compleja. Se puede evaluar


mediante dos métodos:

Instalación de un evaporímetro junto a la balsa, de difícil justificación económica en las bal-


sas objeto de este Manual, o empleo de resultados de estudios de evaporación realizados
con los datos de evaporímetros situados en zonas muy próximas a la balsa. A falta de da-
tos, podrá emplearse un mapa general de evaporación como el elaborado por el CEDEX
para la preparación del "Libro Blanco del Agua" en 1996, que se recoge como Figura 43:
70- CONTROL
DEE LA SEGURIDAD DURANTE LA EXPLOTACIÓN

Figura 43.- Mapa de evaporación anual en la España peninsular

Estimación de las pérdidas de agua debidas a la evaporación mediante fórmulas em-


píricas que dependen de variables sencillas, como la insolación, la temperatura del
aire y del agua, el viento, la humedad relativa del aire y la presión atmosférica. Para
este caso, puede instalarse una sencilla estación automática de toma de estas va-
riables involucradas -las hay de coste muy reducido- y estimar la evaporación me-
diante fórmulas empíricas adecuadas a la zona de emplazamiento de la balsa. Este
método es más preciso y permite conocer los valores mensuales de evaporación.

10.3.2.- VARIABLES DE CONTROL INTERNO.

Las variables de control interno miden las magnitudes de efecto, es decir, la respues-
ta de la balsa ante las magnitudes de causa. En función de la importancia de la balsa,
en el proyecto de auscultación se indicará qué magnitudes resulta necesario medir.

A continuación se describen las principales variables de control interno a tener en


cuenta en una balsa, de mayor a menor importancia.
70- CONTROL
DE LA SEGURIDAD DURANTE LA EXPLOTACIÓN

.-
10.3.2.1 Filtraciones.

Con independencia de cual sea el tamaño de una balsa, las filtraciones, relativamen-
te sencillas de detectar y de medir, constituyen la variable mas importante y absoluta-
mente fundamental para conocer si la balsa cumple con su función fundamental, que es
retener agua, y si su comportamiento y grado de funcionamiento son adecuados. Si no
están controladas, pueden llegar a provocar problemas de inestabilidad de taludes y
problemas de erosión interna por lavado de finos.

La forma más sencilla de medir las filtraciones consiste en disponer de un aforador si-
tuado a la salida de la red que recoge y conduce al exterior las aguas de cada uno de los
sectores en los que, normalmente, se divide toda la superficie de la balsa (Fotografía 57).
Todas las balsas, sea cual sea su tamaño, deberían contar al menos con un aforador.

Fotografía 57.- Aforador de filtraciones mediante vertedero triangular y ultrasonidos


70- CONTROL
DEE LA SEGURIDAD DURANTE LA EXPLOTACIÓN

Una medición meticulosa en el primer llenado permitirá apreciar problemas locales de


filtración por fallo del elemento impermeabilizante. En el caso de diques sin elemento
impermeabilizante externo, también es importante controlar la coloración y sedimentos
que puedan llevar las aguas eventualmente filtradas.

En el caso de balsas de gran extensión o de balsas situadas en terrenos en los que


exista sospecha de circulación de aguas bajo la superficie del terreno, se recomienda
comparar las filtraciones recogidas por los distintos aforadores con las pérdidas por fil-
tración calculadas por diferencia entre volúmenes entrantes en la balsa (aportación y
lluvia) y los salientes (desembalses y evaporación), con la metodología indicada en el
Apartado anterior. Unas pérdidas continuadas sensiblemente mayores a las aforadas
indicarían la existencia de un verdadero flujo de agua bajo la cimentación de la balsa,
aspecto éste que convendría seguir, por las importantes repercusiones que podría te-
ner desde el punto de vista de la seguridad. En estos casos se recomienda realizar una
curva enfrentando las pérdidas a los diferentes niveles de llenado, para comparar de
forma sencilla si la filtraciones futuras siguen la tendencia actual o, por el contrario, au-
mentan. Para la elaboración de estas curvas de filtración, conviene medir la lámina de
agua en periodos prolongados en los que no existan entradas ni salidas de agua, valo-
rando únicamente las precipitaciones y la evaporación.

En cuanto a la frecuencia en la toma de datos de filtraciones, se recomienda que se


efectúe una inspección visual diaria de los aforadores y que se tome una lectura tam-
bién diaria de éstos cuando se observe la presencia de agua en ellos.

Durante el primer llenado de la balsa, la frecuencia de toma de datos de filtraciones


puede ser algo mayor, siendo norma de buena práctica tomar un dato cada 50 cm de
incremento de nivel de agua en el vaso.

10.3.2.2.- Deformaciones verticales.

La pronta detección de asientos considerados anormales en el dique puede evitar el


fallo de la estructura. Estos asientos pueden deberse bien a la compactación natural de
los materiales del propio dique, por no haberse alcanzado en el proceso de construc-
ción un grado de compactación adecuado, o por la natural compresión del cimiento del
dique bajo la carga que supone éste.

El método más exacto para la medición de los asientos del dique de cierre es la nive-
lación topográfica de precisión a lo largo de su coronación. El itinerario de nivelación de-
be nacer y morir en puntos alejados de la balsa que puedan considerarse fijos. Esta me-
todología únicamente requiere la instalación de clavos de nivelación y puntos fijos, o
dianas de puntería en coronación si ésta no resultase fácilmente visitable, y sirve para
medir asientos absolutos, descartándose en este Manual el uso de sistemas más com-
plejos para la medida de asientos relativos.

La sencillez del método de nivelación topográfica de coronación hace accesible el


70- CONTROL
DE LA SEGURIDAD DURANTE L A EXPLOTACIÓN

control de deformaciones verticales a todo tipo de balsas. La periodicidad de las cam-


pañas de nivelación puede variar entre los seis meses y el año, pero en el primer Ile-
nado de la balsa y durante los primeros meses de explotación, esa periodicidad debe
ser algo mayor, siendo normal hacer un itinerario completo cada dos meses.

10.3.2.3.- Deformaciones horizontales.

Al igual que para las deformaciones verticales, los sistemas de auscultación para el
control de deformaciones horizontales en los diques de las balsas han de ser sencillos,
descartándose en este Manual el uso de sistemas más complejos.

En general, la medida de esas deformaciones estará también basada en métodos to-


pográfico~,como la colimación, bisección o variación de longitudes mediante distanció-
metro. Para la obtención de movimientos absolutos, será necesario contar con bases
topográficas en puntos fijos situados fuera de la estructura.

Para ello, puede bastar con instalar clavos topográficos en las esquinas de la corona-
ción y controlar las desviaciones que, con respecto a las alineaciones formadas por ca-
da par, tienen una serie de estaquillas situadas entre ellos.

La frecuencia en la medición de deformaciones horizontales por métodos topográficos


será la misma que la indicada para la nivelación de la coronación.

10.3.2.4.- Otros equipos mas complejos de auscultación.

El ámbito de aplicación de esta guía descarta de antemano aquellas obras que, por
su gran tamaño, riesgo potencial en caso de rotura o problemas geotécnicos, requieran
equipos más complejos de auscultación a los descritos anteriormente. En esos casos
se recomienda acudir a especialistas en la materia.

A modo meramente informativo, se enumeran una serie de sistemas complejos de


auscultación que, en caso de resultar necesarios, requerirían la intervención de técni-
cos especialistas:

a Si se prevén problemas de filtración, se puede realizar un control de presiones in-


tersticiales mediante piezómetros situados en el dique de cierre o en su cimiento. Es-
ta red de piezómetros avisaría de un posible proceso de filtración, indicando las pre-
siones de agua relacionadas con el proceso, lo que permite recalcular si la estabili-
dad del dique está o no garantizada.

e Si se prevén asientos excesivos, puede ser necesario acudir a sistemas de auscultación


específicos para la detección de asientos relativos (tubos telescópicos de asiento, célu-
las hidráulicas de asiento, etc.), ya que la auscultación de deformaciones verticales des-
crita en Apartados anteriores se reduce a la realización de medidas topográficas y10 vi-
suales que únicamente permiten conocer los asientos absolutos del dique en coronación.
70- CONTROL
DEE LA SEGURIDAD DURANTE LA EXPLOTACIÓN

Si existiera riesgo de inestabilidad debido, por ejemplo, a que la cimentación del di-
que de cierre presentase una inclinación importante con respecto a la horizontal, po-
dría justificarse el empleo de tubos inclinométricos para controlar movimientos.

10.4.- INFORMES DE SEGUIMIENTO.

Una vez realizadas las visitas de inspección visual y la toma de datos internos y ex-
ternos de la balsa, un técnico con experiencia en comportamiento de balsas debe rea-
lizar un análisis de la información recogida para examinar si existen o no desviaciones
entre el comportamiento esperado de la balsa y el comportamiento real de la misma.

En dicho análisis se compararán las magnitudes de efecto con las variables causales,
generando modelos de comportamiento reales y contrastándolos con los modelos teó-
ricos de comportamiento. Para la realización del análisis, el técnico deberá contar con
toda la información posible de la balsa antes de la inspección visual, indicándose a con-
tinuación un listado de información elemental:

Datos de auscultación de la balsa.

Fichas de los distintos sistemas de auscultación, en los que se indique el modo de


obtener la variables ingenieriles a partir de las lecturas de sensores, fórmulas y pa-
rámetros de calibración, planos de situación y normas de explotación.

Proyecto de construcción de la balsa y sus modificaciones. Especialmente la infor-


mación geológica y geotécnica obtenida en las fases de proyecto, construcción y ex-
plotación. Eventuales tratamientos de consolidación, impermeabilización y drenaje.

Ficha técnica de la lámina impermeabilizante en su caso, con un listado de sus ca-


racterísticas en el momento de la puesta en obra y la previsión de su evolución en el
tiempo.

El informe de seguimiento deberá constar de las siguientes partes o Apartados:

a. Memoria. En la que se describirá brevemente la balsa, volumen de agua almacena-


do, tipología del dique de cierre, altura, impermeabilización,tipo de cimentación (sue-
lo o roca), hechos principales ocurridos desde su construcción, si el comportamiento
hasta la fecha ha sido o no correcto y fecha y detalles de la visita de inspección efec-
tuada.

b. Inspección visual y datos de auscultación. Se describirá el recorrido efectuado, los


aspectos principales observados, estado general de las instalaciones, estado de la
geomembrana, qué datos se han tomado y cual ha sido el procedimiento empleado
para analizar las distintas variables de control.
70- CONTROL
DE LA SEGURIDAD DURANTE LA EXPLOTACIÓN

c. Conclusiones sobre el mantenimiento y conservación de balsa e instalaciones auxi-


liares y sobre el comportamiento de la balsa y recomendaciones para mejorar la se-
guridad.

d. Anejos. En los que se incluirán los planos elementales de la balsa, secciones tipo
del dique de cierre, planos de situación de los elementos de auscultación, ficha téc-
nica de la balsa, ensayos en muestra de geomembrana y listado de todos los datos
de auscultación tomados.

e. Reportaje Fotográfico.

Se recomienda que al menos una vez al año se efectúe un informe de seguimiento co-
mo el anteriormente expuesto y que, al menos, una vez cada 10 años se haga una re-
visión y análisis general de la seguridad de la balsa por parte de un especialista en la
materia.

En el caso de detectarse algún problema o alguna situación extraordinaria, se deberá


realizar un reconocimiento de la balsa y de sus instalaciones accesorias.

10.5.- ARCHIVO TÉCNICO DE LA BALSA.

La balsa contará con un archivo técnico, situado en las oficinas del titular, en el que
se incluirán todos aquellos documentos relacionados con la seguridad de la balsa: pro-
yecto de construcción, normas de explotación, propuesta de clasificación y resolución
aprobatoria, informes de seguimiento, etc.

10.6.- PROTECCIÓN DE INSTALACIONES.

Las balsas de regadío tienen un cierto interés estratégico que obliga a prevenirlas de
actos vandálicos, robos o acciones de sabotaje. Para ello, las balsas deberán contar
con un cerramiento perimetral que haga inviable el acceso con vehículos o equipos por-
tátiles de bombeo y, en lo posible, de personal ajeno a la explotación. Este cerramien-
to evitará además accidentes de terceras personas o animales que circunstancialmen-
te se encontrasen en las proximidades de la balsa.

En los caminos de acceso se restringirá el paso a vehículos y personas ajenos a la


explotación.

En aquellas balsas que cuenten con sistemas de telecontrol, se recomienda además


que se instalen detectores de movimiento conectados a cámaras de vigilancia a tiempo
real que se controlen desde el centro de mando.
77- CRITERIOS
GENERALES DE MANTENIMIENTO. PATOLOGIÁ

11.- CRITERIOS GENERALES DE MANTENIMIENTO. PATOLOG~AS.

11.1.= INTRODUCCION.

En este Capitulo se proponen una serie de criterios generales, planteando desde el


punto de vista práctico, la realización de distintas labores sobre los elementos más im-
portantes en una balsa basados en la inspección y vigilancia de la balsa, siendo los ele-
mentos a inspeccionar los siguientes:

a Dique de cierre.

- Inspección, si existe, de galerías.

- Inspección del vaso y del paramento exterior del dique del cierre.

- Inspección del vaso y del paramento interior del dique de cierre cuando la balsa se
encuentra vacía.

-Inspección de la coronación del dique.

a Órganos de desagüe.

- Inspección del
aliviadero, tomas, desagües, elementos asociados a ellos y
elementos electromecánicos u oleohidráulicos.

a Instalaciones eléctricas.

a Accesos.

- Inspección de accesos y caminos de servicio.

De acuerdo con las distintas partes a inspeccionar en una balsa, y como una norma
de buena práctica, cabe mencionar los diferentes tipos de mantenimiento que se debe-
rían seguir al respecto en cuanto a las instalaciones, órganos de desagüe, elementos
óleo-electromecánicos y dique de cierre: f8
. 1'1

a Mantenimiento preventivo: Conjunto de acciones que hay que realizar para ase-
gurar que todos los componentes de la instalación cumplen la~~funciones
para las
que fueron diseñados. j

a Mantenimiento correctivo: Conjunto de acciones que hay que realizar para devol-
ver la función perdida a cualquier componente de la instalación.

a Mantenimiento evolutivo: Conjunto de acciones que se realizan, en función de


avances tecnológicos o estudios, para mejorar el funcionamiento o la seguridad de
77- CRITERIOS
GENERALES DE MANTENIMIENTO. PATOLOG/ÁS

un componente o del conjunto de la Instalación.

Para realizar un correcto mantenimiento se deberían seguir las siguientes pautas:

e Inventario de instalaciones

- Sistema

- Equipos

- Componentes

e Tareas y actuaciones

- Cuadro de tareas

- Listas de actuaciones

- Programación

e Organización

- Equipos

- Incidencias

- En Mantenimiento

- Potenciales situaciones de Emergencia

- Acciones Correctoras

e Archivo técnico

-Actuaciones Singulares

- Normas de explotación

- Informe anual:Basado en los partes de inspecciones realizadas y en la conserva-


ción y mantenimiento.

En el anejo 5, se presentan, en una serie de fichas, las labores que conviene efectuar
periódicamente para realizar un buen mantenimiento. Igualmente, las fichas recogen las
pautas habitualmente sancionadas por la práctica para realizar las correspondientes la-
77- CRITERIOS
GENERALES DE MANTENIMIENTO. PATOLOGIÁ

bores de inspección, para, desde el punto de vista de la seguridad, poder concluir en qué
condiciones se encuentra la balsa.

En el caso de encontrar algún síntoma de falta de seguridad en esas inspecciones, de-


berá comunicarse a la mayor brevedad a las autoridades competentes encargadas de la
gestión de la misma.

Por último, en el Anejo 5 se presenta un posible formulario a rellenar en el caso de pre-


sentación en la balsa de un incidente o, en el peor de los casos, de una rotura.

La construcción sobre este tipo de materiales o bien su empleo en la ejecución de los


diques puede provocar, por la presencia de agua en el cimiento o en el interior del di-
que, por la presencia de alguna pequeña fuga, en principio no detectada, su saturación,
generando, como consecuencia, unos asientos que, en ciertos casos, pueden llegar a
resultar incompatibles con la rigidez del elemento impermeabilizadorl5 (de hormigón o
asfalto) situado encima, lo que conduce a nuevas fugas, mayores asientos, etc., culmi-
nándose con la aparición de oquedades y10 tubificaciones (conexiones del vaso de la
balsa con el exterior).

.-
11.2.1.1 Materiales o Terrenos solubles.

En ciertas zonas de España es frecuente la presencia de materiales yesíferos o con


elevados contenidos de sulfatos. El diseño y la construcción de balsas en este tipo de
terrenos debe hacerse con mucha precaución, acudiendo a especialistas y tomando to-
das las medidas necesarias para garantizar la seguridad a lo largo de toda su vida útil.
Al igual que en el caso anterior la presencia de cualquier filtración no detectada, puede
disolver este tipo de materiales provocando asientos que también pueden resultar in-
compatibles con la rigidez del elemento impermeablizador (de hormigón o asfalto), y
que también, en el peor de los casos, puede llegar a producir oquedades o tubificacio-
nes (Fotografía 58).
n

l5 Las Geomembranas tienen una elevada capacidad de deformación sin romperse, lo que supone un claro "aviso"
de este tipo de problemas y de la existencia de un cierto tiempo de reacción.
77- CRITERIOS
GENERALES DE MANTENIMIENTO. PATOLOGIÁS

Fotografía 58.1 Dolinas producidas por la circulación incontrolada de agua

11.2.2.- INADECUADOS CONTACTOS CON OBRAS DE ENTRADA. TOMA O


DESAGUE.

Estos problemas suelen iniciarse, normalmente, al abrirse una vía franca de agua jun-
to a estas estructuras, bien por la aparición de movimientos diferenciales, rotura de con-
ductos por la misma causa, o, en el caso de balsas impermeabilizadas por geomem-
branas, por la rotura de la unión de ésta con aquellas.

En la Fotografía 59 se muestra un ejemplo


de una rotura producida por esta causa. Ca-
si con toda seguridad, la rotura comenzó por-
que entre la junta de los tubos se produjo una
fuga de agua cuya filtración hacia el exterior
arrastro los materiales que constituían el
cuerpo del dique.

Con respecto a la rotura de la unión geo-


membrana-estructura, fallo que aparece con
gran insistencia en los primeros llenados de
balsas y que, por desgracia, es muy frecuen-
te, suele producirse cuando la compactación
del terreno que rodea la estructura, por la
Fotografía 59.- Inadecuado contacto
cercanía al hormigón, no se hace bien, que-
entre la estructura de salida de agua
dando aquel insuficientemente compactado,
y el dique de cierre
produciéndose asientos diferenciales que
77- CRITERIOS GENERALES DE MANTENIMIENTO. P A T O L O G ~

obligan a la geomembrana a adaptarse a la nueva geometría sin que la soldadura pue-


da aguantarlo (Fotografía 60).

Fotografía 60.1 Manifestación en la geomembrana de una dolina en el terreno infrayacente

11.2.3.- ENTRADAS DE AGUA MAL CONSTRUIDAS.

Si bien este tipo de fallos no suelen producir la rotura de la balsa, a veces han oca-
sionado daños de cierta entidad que han obligado al vaciado completo de importantes
obras de reparación.

11.2.4.- FALLOS. ROTURAS O AGOTAMIENTOS DEL SISTEMA DE


IMPERMEABILIZACION.

.-
11.2.4.1 Composición o formulación.

De los componentes de la lámina que pueden conducir a una degradación de la mis-


ma, cabe destacar: los plastificantes, la resina y el resto de los aditivos.

La pérdida de plastificantes en el poli(cloruro de vinilo) plastificado puede deberse a


efectos de migración o de extracción, siendo, en general, más importante el efecto del
primer fenómeno.
77- CRITERIOS
GENERALES DE MANTENIMIENTO. PATOLOGIÁS

La disminución de plastificante en el poli(cloruro de vinilo) plastificado se detecta por


una pérdida de flexibilidad en la lámina y, frecuentemente, porque desprende un carac-
terístico olor en las proximidades del embalse. Al realizar ensayos de propiedades me-
cánicas se constata una mayor rigidez con el consiguiente incremento de la carga de
rotura y la disminución del alargamiento. Asimismo, propiedades como el punzona-
miento tanto estático como dinámico sufren cambios importantes; pero será el doblado
a bajas temperaturas el ensayo que actúa de manera rápida advirtiendo de una posible
deficiencia; a decir verdad, la prueba anterior de doblado es muy indicativa para esta
geomembrana de cualquier tipo de patología.

En la mayoría de las ocasiones, la rápida pérdida de plastificante se detecta por la


aparición en la superficie de la geomembrana de pequeñas manchas que evolucionan
en el tiempo hasta la formación de grietas (Fotografía 61). La degradación por pérdida
de los distintos componentes llega a dejar perfectamente visible la armadura o refuerzo
(Fotografía 62). Estos hechos son más palpables cuando se examina una muestra a tra-
vés de microscopia óptica o electrónica de barrido "scanner" (Fotografías 63 y 64).

Como ya se ha indicado, la resina, como todo producto orgánico, sufre procesos de


degradación que se manifiestan de diversas maneras pero, fundamentalmente, por pér-
didas de propiedades mecánicas.

.-
Fotografía 61 Degradación de una Fotografía 62.- Deterioro de una geomembra-
geomembrana de na de poli(cloruro de vinilo)
poli(cloruro de vinilo) plastificado donde se hace visible la presen-
plastificado cia de tejido sintético

El resto de los componentes, tales como antioxidantes y absorbentes de radiaciones


UV son necesarios e imprescindibles para un buen funcionamiento del conjunto. Asi-
mismo, no hay que olvidar el tejido sintético que llevan ciertas láminas como refuerzo;
ya que las características tan distintas entre el poliéster y el compuesto vinílico, sobre
todo en sus distintos coeficientes de dilatación, pueden conducir a fenómenos indesea-
bles en la geomembrana como deslaminaciones en las juntas de unión entre paños (Fo-
tografía 65).
77- CRITERIOS
GENERALES DE MANTENIMIENTO. PATOLOGIÁ

Fptografía 63.- Vista del tejido sintético de re- Fotografía 64.- Tejido de la armadura observa-
fuerzo por microscopia óptica de reflexión en do mediante microscopia electrónica de barri-
una geomembrana de do en una geomembrana de
poli(cloruro de vinilo) plastificado poli(cloruro de vinilo) plastificado

Fotografía 65.- Deslaminaciónen las proximida-


des de la soldadura en un embalse impermeabili-
zado con poli(cloruro de vinilo) plastificado

El soporte base de la impermeabilizaciónjugará un papel importante en la vida de la


geomembrana; dependiendo de los cuidados que de antemano se lleven a cabo sobre
él, la Iámina tendrá una vida sana, por hablar en términos médicos, más prolongada.
Los soportes serán el propio terreno que conforma el vaso, hormigón poroso, geotexti-
les u otra lámina, cuando se trata de una doble impermeabilización o una reimpermea-
bilización. En este último caso, la patología se produce cuando está en contacto la Iá-
mina nueva con la antigua, aunque las láminas sean de la misma naturaleza o compa-
tibles.
77- CRITERIOS
GENERALES DE MANTENIMIENTO. PATOLOG~S

El caso más habitual es que el soporte sea el terreno, por lo cual se ha de poner em-
peño en eliminar todo tipo de guijarros, cantos, restos de vegetación o cualquier otro
elemento que pueda originar daños en la membrana. Además, se realizará una buena
compactación que pueda garantizar el éxito de la obra y la no existencia de fallos de es-
ta etiología. En la Fotografía 66 se pueden observar los efectos de una mala compac-
tación en un talud donde no se ha insertado un geotextil.

La eliminación de restos de materia orgánica es imprescindible, así como la utilización


de herbicidas que eviten el crecimiento de vegetación que pueda originar punzona-
mientos en el material macromolecular; asimismo, habrá que tener en cuenta la elimi-
nación de los gases procedentes de la descomposición de las materias orgánicas cita-
das que podrían perjudicar gravemente a la impermeabilización. En determinadas oca-
siones los gases que se pueden producir en el terreno llegan a provocar burbujas de ta-
maño considerable a lo largo de la solera de la balsa (Fotografía 67). Para ello es
recomendable dejar chimeneas o respiraderos en la misma.

Fotografía 66.- Punzonado de la lámina Fotografía 67.1 Burbuja provocada por los ga-
impermeabilizante por mala ejecución ses en la solera de una balsa impermeabiliza-
de su capa soporte da con una geomembrana sintética

La colocación de la membrana deberá hacerse con el máximo cuidado, tanto para


mantener su buen estado como para no deteriorar el soporte debidamente preparado
para su lecho. Los trabajos de transporte, desenrollado e instalación pueden conllevar
rayaduras, punzonamientos, desgarros y otros efectos patológicos que, en ocasiones,
por ser tan pequeños no se detectan y podrían plantear problemas a posterior¡. El em-
pleo de maquinaria de todo tipo durante las obras es el punto de partida de otros fallos
detectados. La caída de martillos y otros utensilios pueden originar punzonamientos,
fundamentalmente, en láminas de poco espesor; este hecho se hace más patente en
los termoestables. Aceites de las propias máquinas o disolventes originan puntos débi-
les, en algunos casos de forma inmediata y en otros con el tiempo, lo cual acortaría bas-
tante la vida de la lámina. En lo posible se debe evitar las pisadas sobre la geomem-
brana, especialmente, en el caso del polietileno de alta densidad, pues una piedra, un
pequeño guijarro podría originar perforación.
77- CR/TER/OS
GENERALES DE MANTEN/M/ENTO. PATOLOGIÁ

En las geomembranas termoplásticas debe tenerse muy presente la temperatura ex-


terior que origina procesos de contracción-dilataciónque pueden conducir al fracaso de
la obra; este fenómeno es, especialmente, importante en láminas de polietileno de alta
densidad.

La unión de la Iámina a obras de fábrica, anclajes, tuberías y otros elementos singu-


lares debe tenerse muy presente y se seguirán siempre las indicaciones del proyecto.

Generalmente, las Iáminas llegan a la zona de obras en forma de rollos o bien en for-
ma de paños prefabricados. El proceso de soldadura es uno de los puntos claves para
culminar con éxito la obra; los materiales de partida pueden ser de unas características
inmejorables, pero si la unión entre paños falla, la obra está condenada al fracaso. Las
uniones hechas en fábrica son fácilmente controlables y, es de suponer, que se han re-
alizado en unas condiciones adecuadas de limpieza, humedad y temperatura. Sin em-
bargo, en las uniones hechas en obra los parámetros ambientales pueden variar de un
día a otro, incluso a lo largo del mismo día, por lo que la calidad y resistencia de la sol-
dadura no será la misma. Por otra parte, el polvo que acompaña a toda obra es un ene-
migo crónico de los procesos de unión, por lo que es obligatorio una limpieza profunda
de las zonas a soldar.

Las zonas próximas a las uniones quedan más o menos debilitadas y es un hecho a
tener en cuenta a la hora del seguimiento de la impermeabilización. Dentro del tema de
patologías derivadas del proceso de unión entre Iáminas es necesario llevar a cabo una
inspección minuciosa antes de proceder al llenado de la balsa. La realización de una
soldadura, por la cantidad de factores que influyen sobre la misma la convierten en un
proceso delicado desde el punto de vista de la obra y de su evolución posterior. Pará-
metros como el grado higrotérmico, limpieza, temperatura del aire caliente, tiempo de
aplicación, presión, etc. influyen de tal forma que los valores de resistencia de la solda-
dura pueden diferir bastante en las distintas zonas de la balsa.

Los anclajes lineales son los más utilizados y los que conducen a mejores resultados;
se disponen siguiendo líneas directrices horizontales o a lo largo de generatrices según
planos verticales. Esta última solución requiere una mayor longitud de anclaje y genera
en la geomembrana unos estados tensionales indeseables. Consecuencia directa de
este hecho es la aparición de una serie de dobleces y pliegues tras la colocación de la
Iámina que se conoce con el nombre de "efecto pantalla" o "efecto reptado". En la Fo-
tografía 68 se muestra este tipo de patología, que al cabo de un corto periodo de tiem-
po desapareció como consecuencia de las retracciones del material termoplástico que
constituye la Iámina. Las uniones a las obras de fábrica pueden originar distintos fallos
en la geomembrana y permitir que el agua penetre por debajo de la misma, llegándose
en ocasiones a levantar la Iámina, producir desgarros y lavado de taludes.

El fenómeno de la retracción es muy importante y ha causado problemas graves en


los casos en que no se ha tenido en cuenta. Al realizar el ensayo de estabilidad di-
mensional en el laboratorio, las probetas utilizadas son de muy pocos centímetros cua-
77- CRITERIOS
GENERALES DE MANTENIMIENTO. PATOLOG~S

- m m m m m
Fotografía 68.- Efecto pantalla o de reptado en la geomembrana

drados y los resultados experimentales de variación de dimensiones son números, tam-


bién, muy bajos. Pero si esos valores los extrapolamos a la superficie de material que
recubre la balsa, las cifras de retracción son verdaderamente importantes. Se conocen
muchos casos donde la colocación de la geomembrana fue perfecta, ajustándose total-
mente al vaso de la balsa, sin arrugas ni pliegues que despertaron todo tipo de elogios
el día de la inauguración. Lo malo del asunto, es que al cabo de unos meses surgen
fuertes tensiones provocadas por la retracción, se produce una pérdida de espesor y se
puede originar la rotura, fundamentalmente debida a los procesos de rigidización. En al-
gunos casos no se ha llegado a estados tan drásticos por tratarse de Iáminas armadas,
donde el refuerzo atenuó este problema por absorción de los esfuerzos generados.

Las Iáminas utilizadas pueden ser del tipo mono o multicapa. En el primero de los ca-
sos, las Iáminas son del mismo color. En el segundo, la situación es diferente, pueden
tener la misma coloración o bien distinto color la capa en contacto con el terreno de la
que va a estar al exterior. Hace una serie de años, era muy común que la lámina mos-
trara la misma coloración por sus dos caras, aún siendo multicapa. La tendencia actual
es a colores distintos por cada una de sus caras. Generalmente en las Iáminas multi-
capa, una de sus caras va preparada para la exposición a la intemperie, por tanto dicha
cara debe colocarse hacia el exterior; e? caso contrario, podrían aparecer problemas de
la cara no preparada con absorbentes de luz UV' y se produciría la degradación de la
geomembrana.
77- CRITERIOS
GENERALES DE MANTENIMIENTO. PATOLOGIÁ

No es tan infrecuente como cabría esperar que en una obra se observe distinta colo-
ración entre los paños que constituyen su impermeabilización(Fotografías 69 y 70), que
a medida que se va evaluando su comportamiento mediante el seguimiento adecuado,
se comprueba que sus características también difieren. En las visitas a la balsa se pue-
de constatar, asimismo, cómo uno de los paños presenta más rigidez que el otro; como
uno de ellos tiene tendencia a la adherencia de polvo en su superficie. En principio, el
problema se explica por dos causas diferentes. Una de ellas es que los rollos de mate-
rial que llegaron a obra, aún cuando procedan de la misma casa comercial, se trata de
láminas de dos producciones distintas, con tonalidades diferenciadas; otra de las expli-
caciones hace referencia a una mala instalación y de colocar hacia el exterior la cara in-
terna, de ahí ese comportamiento tan distinto en el tiempo. Por la forma de desenrollar
la lámina procedente de fábrica y, además, porque siempre viene referenciada, parece
que este punto no es tan lógico, pero sí se tiene constancia de fallos por este motivo,
sobre todo, en Iáminas del mismo color, en instaladores no demasiado profesionales y,
fundamentalmente, hace una serie de años donde este campo de la Tecnología no es-
taba tan bien explorado.

Fotografía 69.- Coloración diferenciada en la irnpermeabilización

Una vez realizada la instalación de la geomembrana se suele proceder a asfaltar el


camino de coronación. Hay que tener muy presente la aplicación del asfalto en calien-
te pues en presencia de fuerte viento puede depositarse sobre la superficie de la Iámi-
na provocando la perforación del material (Fotografía 71). Asimismo, habrá que evitar
el contacto del material bituminoso con la geomembrana de PVC-P que está anclada en
la zanja de coronación, pues se dan casos donde es atacado y la lámina se rompe y se
deteriora el citado anclaje.
77- CRITERIOS
GENERALES DE MANTENIMIENTO. PATOLOGIÁS

Fotografía 70.- Aspecto de la impermeabiliza-


ción de un embalse, donde la diferencia de Fotografía 71.= Efectos del material bitumi-
coloración de los paños se hace patente noso sobre una geomembrana

11.2.4.3.- Ubicación.

A no ser que se realice un estudio pormenorizado por un técnico con experiencia en


la materia, se recomienda, en principio, no ubicar ninguna de las balsas a las que está
dirigida este Manual sobre terrenos blandos (geotécnicamente hablando), yesíferos o
solubles.

La zona donde vaya a ser situada una balsa es un factor a tener en cuenta a la hora
de analizar qué problemas se pueden presentar. Además de su climatología, ese en-
torno, entendido en sentido amplio (geológico, geotécnico y geográfico), debe ser muy
tenido en cuenta para analizar problemas de resistencia, posibles asientos del conjun-
to, la aparición de asientos diferenciales, formación de cavidades por erosión interna,
eventuales subidas de capa freática, etc.

Esté o no externamente impermeabilizada la balsa, cabe señalar que los asientos de


carácter absoluto no suelen tener excesiva importancia, pero si los de tipo diferencial, que
pueden conducir, en el peor de los casos, a desperfectos considerables en ella.

En los termoplásticos, la temperatura es un elemento a tener presente, ya que su in-


fluencia es patente desde el lugar donde estén almacenadas las láminas hasta su com-
portamiento una vez instaladas. Las retracciones, la soldadura, la pérdida de plastifi-
cantes, la carga, el impacto dinámico son propiedades que derivan de los valores y de
los cambios térmicos en torno al embalse. Aunque estos receptáculos de almacena-
miento de aguas suelen estar, en la mayoría de los casos, en zonas secas y de tem-
peraturas más o menos elevadas, por razones obvias, también hay que pensar que el
71- CRITERIOS
GENERALES DE MANTENIMIENTO. PATOLOGIÁ

tema del agua es un bien escaso y que por distintas razones existen balsas en zonas
más frías. Bajas temperaturas pueden dar lugar a la formación de hielos, con el consi-
guiente riesgo de perforaciones y desgarros provocados, respectivamente, por la flota-
ción y el cambio de nivel bajo la capa helada.

No hay que olvidar el riesgo de lluvias en regiones con abundancia de balsas. Aparte
de los problemas de rebosamiento de agua, en ciertos casos donde no se han tomado
las medidas necesarias, hay que pensar en su acción en los taludes, fundamentalmen-
te en la erosión o lavado de su parte externa, incluso en la parte interna se han pre-
sentado problemas que han repercutido gravemente en la geomembrana.

Las balsas sufren también la acción del granizo, que ha llevado consigo bastantes pro-
blemas económicos y jurídicos. Normalmente, las casas comerciales no se hacen car-
go de este fenómeno y la responsabilidad es para los propietarios de la balsa. En ge-
neral, el daño causado por el efecto del granizo, es una grieta en forma de "pata de ga-
llo" que suele comenzar a formarse de parte interna a externa de la geomembrana (Fo-
tografía 72). No debe confundirse con la aparición de grietas con formas semejantes en
la geomembrana del fondo porque no pueden ser debidas a la granizada, máxime cuan-
do el embalse contiene agua.

Ya se apuntó el efecto negativo que tienen las radiaciones solares sobre las resinas
que constituyen el material polimérico. Teniendo en cuenta esta tendencia a la degra-
dación, se deberán emplear láminas preparadas para resistir la acción de la intemperie
e, incluso, en zonas que van a estar en contacto permanente con la acción de las ra-
diaciones solares, como son las proximidades del botaolas de coronación, se aconseja
protegerlas con los consabidos "baberos" (Fotografía 73).

Fotografía 72.- Efecto del granizo en una Fotografía 73.- Inserción de baberos en
geomembrana de PVC-P las proximidades del botaolas para
protección de la geomembrana
77- CRITERIOS
GENERALES DE MANTENIMIENTO. PATOLOGIÁS

El viento es otro de los agentes atmosféricos que incide directamente en la durabili-


dad de una geomembrana. La inevitable succión sobre la superficie de la lámina situa-
da a sotavento es el problema más importante, además de su acción sobre los puntos
débiles de la pantalla en la zona de barlovento. Una menor separación entre anclajes
puede reducir el efecto citado. Aparte de la acción sobre los anclajes, no hay que olvi-
dar sus efectos secundarios provocando desgarros y llegando a influir, muy negativa-
mente, sobre zonas de soldadura que deben ser protegidas. Además de las soluciones
mencionadas anteriormente, para evitar la rotura de la lámina por este hecho se puede
hacer uso de lastrados o durmientes que atenúen el fenómeno.

El viento puede generar olas que deformen los taludes formando un escalón en el ni-
vel del plano de agua, lo cual puede suponer la rotura de la geomembrana. En ocasio-
nes se producen desplazamientos de material hacia el pie del embalse o hacia los an-
c l a j e ~intermedios dando lugar a embolsamientos y tensiones en la pantalla impermea-
ble. Los taludes tendidos favorecen el "efecto playa" que amplía la zona de trabajo del
oleaje. Se ha constatado, además, que el mencionado oleaje favorece la pérdida de
plastificante. Las Fotografías 74 y 75 muestran, respectivamente, la acción del viento
sobre una geomembrana de EPDM y el oleaje en una balsa.

Por último y antes de acabar este epígrafe relacionado con la ubicación del embalse, hay
que hacer referencia a las aguas que almacene, en cuanto a su calidad y contaminación, cu-
yo efecto sobre la pantalla impermeable va a depender de los productos contaminantes
arrastrados y de su concentración. Asimismo, las posibles contaminaciones de la membra-
na producidas por productos presentes en el terreno. La proximidad de gasolineras, aero-
puertos y complejos industriales que originen sustancias químicas, que ya sea por filtración
en el terreno o en el agua que llegue a la balsa, es un factor a estudiar y a tener en cuenta.

Fotografía 74.- Efecto del viento sobre una geomembrana


77- CR~TERIOS
GENERALES DE MANTENIMIENTO. PATOLOGIÁ

11.2.4.4.- Flora y fauna.

Se ha citado anteriormente la aplicación de herbicidas en la zona donde se va insta-


lar la membrana impermeabilizante y los distintos efectos provocados por la vegetación
que podría quedar en el vaso de la balsa. Aquí tenemos que hacer mención a la posi-
ble vegetación que surge, no obstante, en sus proximidades, por ello es imprescindible
que las láminas sean resistentes a la perforación por raíces. Hay vegetales que crecen
en terrenos muy áridos y que de forma rápida transforman su tallo herbáceo en leñoso
con abundancia de raíces y que muchas veces son capaces de levantar la capa asfál-
tica del camino de coronación y llegar a la zona impermeabilizada con el consiguiente
riesgo (Fotografía 76).

Fotografia 76.- Especies vegetales creciendo en las proximidades de


la geomembrana de impenneabilización
71- CRITERIOS
GENERALES DE MANTENIMIENTO. PATOLOGIÁS

Fotografía 77.- Zarzas dispuestas sobre una geomembrana en


las proximidades de la coronación de un talud

Tampoco es difícil encontrar zarzas de bastante grosor y abundancia de espinas que


proliferan por encima de alguna geomembrana, con el consiguiente peligro de daño que
conlleva (Fotografía 77).

Aunque las geomembranas no constituyen un alimento para las alimañas, en general,


ni para los roedores, en particular, no es raro que éstos se esfuercen en abrirse paso a
su través para asegurar su supervivencia. Es muy común que determinados animales
busquen en la balsa el lugar donde colmar su sed y, de esta forma, se ha detectado la
presencia de perros, gatos, cerdos, cabras, zorros y jabalíes en el interior de las balsas.
Los animales, con cierta frecuencia, mueren por no poder salir de la balsa; huellas más
o menos importantes de jabalíes y zorros aparecen en las geomembranas que, en al-
gunos casos, dejan al descubierto el tejido sintético de la armadura.

Para evitar daños en la pantalla impermeabilizante por la presencia de alimañas, se


debe vallar convenientemente el embalse y, además, en su parte baja debe llevar un
murete de hormigón para evitar que puedan horadar la tierra y pasar por debajo del va- -

Ilado. Como una gran parte de los animales van a beber y las láminas son bastante des-
lizante~sobre todo en húmedo, se deberán colocar escaleras o cuerdas prolongadas
hasta el nivel del agua.

Aparte de los animales a ras del suelo, no hay que olvidar la gran cantidad de aves
que suelen abrevar en las balsas; esas auténticas manadas viven durante mucho tiem-
po sobre la membrana del embalse y además de picotear en ella, dejan allí sus excre-
mentos. Sin embargo, no se han detectado perforaciones como consecuencia de pico-
t a z o ~ ni
, tampoco acción negativa de los excrementos de las aves. No obstante sí se
77- CRITERIOS
GENERALES DE MANTENIMIENTO. PATOLOGIÁ

han observado patologías provocadas por las aves en taludes de mucha inclinación en
los que las aves clavan sus uñas para no deslizarse.

El ataque por microorganismos es una patología que hay que tener presente. Inicial-
mente, se suele someter a la Iámina a un ensayo de resistencia a los microorganismos
que deben superar. Como es sabido, la materia orgánica vegetal o animal es suscepti-
ble de ser atacada por este tipo de seres vivos micromoleculares cuya acción se ve fa-
vorecida por la presencia de la humedad, a la que no es ajena, evidentemente, la geo-
membrana de una balsa; por tanto, las pantallas impermeabilizantes son susceptibles
de este ataque.

La Iámina debe llevar en su formulación aditivos que impidan dicho ataque. Aunque
existen biocidas de distinta naturaleza, se ha hecho uso por parte de distintas casas co-
merciales de compuestos de arsénico, cuya toxicidad es de todos conocida. Cuando se
formula una Iámina para la impermeabilización de edificios, la proporción de estos pro-
ductos es superior, ya que aquí el tema de la toxicidad no es tan grave; sin embargo,
en una membrana que va a estar en contacto con el agua, el problema si resulta de gra-
vedad, por ello las cantidades utilizadas son más pequeñas. La situación se complica,
todavía más, cuando estos productos, algunos de carácter hidrófilo, pasan al agua y al
cabo del tiempo, el material original ha quedado desprotegido para la acción de los mi-
croorganismos y es, a partir de ese mo-
mento, cuando hay que seguir con más
detenimiento el estado de la Iámina. Esos
' 1
productos tóxicos que pasan al agua, lo
hacen en pequeña proporción y, si son
embalses de riego, lo normal es que el
agua se renueve con frecuencia y no pre-
sente mayores complicaciones.

11.2.4.5.- Otros factores.

El desprendimiento de piedras, guija-


rros, cantos rodados, procedentes de las
proximidades de las balsas causan fre-
cuentemente perforaciones en la Iámina,
por lo que se recomienda la protección de
estas zonas anejas a la balsa con una
malla adecuada o bien por otro procedi-
miento que impida este fenómeno. Más
problemático e inusual es el hundimiento
de una parte de talud próximo al embalse
que puede llevar consigo una reparación
Fotografía 78.- Desprendimiento de tierras casi total de la obra (Fotografía 78). La
sobre una geomembrana consolidación de los terrenos adyacentes
de impenneabilización es algo a tener en cuenta.
Los problemas por fuego hasta el momento no han tenido lugar con profusión en
nuestro país, pero tampoco hay que olvidarse de ellos, ya que la sequía, quema de ras-
trojos, proximidad a poblaciones, etc. pueden conducir el fuego sobre la geomembrana,
muchas veces llevado por el viento. No obstante, no hay que olvidar que las geomem-
branas deben ser autoextinguibles. De forma indirecta el fuego también es responsable
de patologías en el sistema impermeabilizante,ya que los helicópteros que llevan agua
a zonas incendiadas en las proximidades de las balsas recalan en ellas para tomar agua
y así apagar el incendio; durante esa operación se ha detectado rotura en el botaolas o
en la geomembrana propiamente dicha, provocado por la cestilla e incluso deterioro por
efecto del calor de los motores.

El inevitable e impredecible vandalismo se manifiesta de formas tan variables que es


complicado agrupar, cuantificar y citar alguna. La opción es tan variada que va desde
arrojar objetos (piedras, madera, neumáticos) del exterior de la valla de cerramiento
hasta forzar los accesos a la balsa y arrojar vehículos robados. Y hablando de robos,
puede que sea parte de la geomembrana instalada, la desaparecida (Fotografía 79).
Pero uno de los hechos más comunes es el empleo de la balsa como piscina de agua
dulce, con la dificultad que supone la salida de los nadadores; se han dado casos, don-
de la práctica no fue la natación sino el piragüismo, todos ellos pueden dañar a la mem-

Fotografía 79.- Robo de geomembrana


instalada
77- CRITERIOS
GENERALES DE MANTENIMIENTO. PATOLOG~

brana y en algunas ocasiones al deportista. Otro deporte que conlleva el deterioro de la


membrana es el patinaje sobre piedras a lo largo de los taludes, así como competicio-
nes de motociclistas (Fotografía 80).

La caza y la pesca no son ajenas a los posibles daños en las geomembranas sintéticas.
Es común, observar en la lámina pequeños agujeros o punzonamientos que suelen coin-
cidir con la zona de abundancia de cartuchos.

En algunas balsas existen peces, unos procedentes del agua de aportación a la bal-
sa, otros colocados allí con algún fin. El crecimiento en número y peso de los mismos
los hace muy atractivos al pescador que no deja de saltar la valla y echar la caña a la
balsa y varios peces al morral. La acción de los anzuelos ha originado deterioros de
cierta entidad en la lámina. Si dichos deterioros son difíciles de localizar ya que están
cubiertos por el agua, más difícil aún resulta al técnico conocer su etiología.

Todas estas patologías se previenen, en parte, con un cerramiento adecuado.

Fotografía 80.- Roderas de paso de una motocicleta sobre


una geomembrana de impermeabilización
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Normativa de referencia:

o UNE 104 300 Materiales sintéticos. Láminas de polietileno de alta densidad (PEAD)
para la impermeabilización en obra civil. Características y métodos de ensayo.

o UNE 104 303 Materiales sintéticos. Láminas de poli(cloruro de vinilo) plastificado


PVC-P, con o sin armadura, no resistentes al betún, para la impermeabilización de
embalses, depósitos, piscinas, presas y canales para agua. Características y méto-
dos de ensayo.

o UNE 104 308 Materiales sintéticos. Láminas de elastómeros, sin refuerzo ni armadu-
ra, para la impermeabilización. Características y métodos de ensayo.

o UNE 104 3 10 Materiales sintéticos. Láminas de polietileno clorado sin armadura pa-
ra la impermeabilización. Características y métodos de ensayo.
e UNE 104 31 1 Materiales sintéticos. Láminas de polietileno de alta densidad coex-
truído con otros grados de polietileno para la impermeabilización en obra civil. Ca-
racterísticas y métodos de ensayo.

e UNE 104 42 1 Materiales sintéticos. Puesta en obra. Sistemas de impermeabilización


de embalses para riego o reserva de agua con geomembranas impermeabilizantes
formadas con láminas de polietileno de alta densidad (PEAD) o coextruidas con otros
grados de polietileno.

e UNE 104 423 Materiales sintéticos. Puesta en obra. Sistemas de impermeabilización


de embalses para riego o reserva de agua con geomembranas impermeabilizantes
formadas con láminas de poli(cloruro de vinilo) plastificado; PVC-P, no resistentes al
betún.

e UNE-EN 1336 1. Barreras Geosintéticas. Requisitos para su utilización en la cons-


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lidad in-situ.

UNE-CR ISO 13434:1999 Guía para la durabilidad de los geotextiles y los productos
relacionados con geotextiles. (ISOíTR 13434:1998).

UNE-EN 12224:200 1. Geotextiles y productos relacionados. Determinación de la re-


sistencia al envejecimiento a la intemperie.

UNE-EN 12225200 1. Geotextiles y productos relacionados. Método para determinar


la resistencia microbiológica mediante un ensayo de enterramiento en el suelo.

UNE-EN 12226:200 1. Geotextiles y productos relacionados. Ensayos generales pa-


ra la evaluación después del ensayo de durabilidad.

UNE-EN 12447:2002. Geotextiles y productos relacionados. Método de ensayo se-


lectivo para la determinación de la resistencia a la hidrólisis en agua.

UNE-EN 13252:2001. Geotextiles y productos relacionados. Requisitos para su uso


en sistemas de drenaje.

UNE-EN 13252:2001/ A l :2005. Geotextiles y productos relacionados. Requisitos pa-


ra su uso en sistemas de drenaje.

UNE-EN 13252:2002 ERRATUM. Geotextiles y productos relacionados. Requisitos


para su uso en sistemas de drenaje.

e UNE-EN 13253:200 1. Geotextiles y productos relacionados. Requisitos para su uso


en obras para el control de la erosión (protección costera y revestimiento de taludes).

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ra su uso en obras para el control de la erosión (protección costera y revestimiento
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cacia de protección a largo plazo de los geotextiles en contacto con barreras geo-
sintéticas.

e UN E-EN 137 19:2003/AC:2005. Geotextiles y productos relacionados. Determinación


de la eficacia de protección a largo plazo de los geotextiles en contacto con barreras
geosintéticas.

e UNE-EN 13738:2005. Geotextiles y productos relacionados. Determinación de la re-


sistencia a la separación en suelo.

e U NE-EN 14030/A1:2004. Geotextiles y productos relacionados. Método de ensayo


selectivo para la determinación de la resistencia a los Iíquidos ácidos y alcalinos.
(ISO/TR 12960:1998, modificado).

e U N E-EN 14030:2002. Geotextiles y productos relacionados. Método de ensayo se-


lectivo para la determinación de la resistencia a los Iíquidos ácidos y alcalinos.
(ISO/TR 72960:1998, modificado).

U N E-EN 14150:2007. Barreras geosintéticas. Determinación de la permeabilidad a


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UNE-EN 14196:2005. Geosintéticos. Métodos de ensayo para la medida de la masa


por unidad de área de barreras geosintéticas de arcilla.

e UNE-EN 14575:2007. Barreras geosintéticas. Método de ensayo de selección pa-


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e UNE-EN 1897:2002. Geotextiles y productos relacionados. Determinación de las pro-
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e UNE-EN ISO 10320: 1999. Geotextiles y productos relacionados con geotextiles. lden-
tificación in situ. (/SO 10320: 1999).

e UNE-EN ISO 1032 1:1996. Geotextiles. Ensayo de tracción de uniones/costuras por


el método de la banda ancha. (/SO 10321:1992).

e UNE-EN ISO 11058: 1999. Geotextiles y productos relacionados con geotextiles. De-
terminación de las características de permeabilidad al agua perpendicularmente al
plano sin carga. (/SO 11058: 1999).

e UNE-EN ISO 12236: 1996. Geotextiles y productos relacionados con geotextiles. En-
sayo de punzonado estático (ensayo CBR). (ISO 12236: 1996).

e UNE-EN ISO 12956: 1999. Geotextiles y productos relacionados con geotextiles. De-
terminación de la medida de abertura característica. (/SO 12956:1999).

e UNE-EN ISO 12957-1:2005. Geosintéticos. Determinación de las características de fric-


ción. Parte 1: Ensayo de cizallamiento directo. (/SO 12957-1:2005).

e UNE-EN ISO 12957-2:2005. Geosintéticos. Determinación de las características de fric-


ción. Parte 2: Ensayo del plano inclinado. (/SO 12957-2:2005).

UNE-EN ISO 12958: 1999. Geotextiles y productos relacionados con geotextiles. De-
terminación de la capacidad de flujo en su plano. (/SO 72958:1999).

e UNE-EN ISO 13426-1:2003. Geotextiles y productos relacionados. Resistencia de las


uniones estructurales internas. Parte 1: Geoceldas. (ISO 13426-7:2003).

e UNE-EN ISO 13426-2:2005. Geotextiles y productos relacionados. Resistencia de las


uniones estructurales internas. Parte 2: Geocompuestos (ISO 13426-2:2005).

e UNE-EN ISO 13427: 1999. Geotextiles y productos relacionados con geotextiles. Si-
mulación del deterioro por abrasión (ensayo del bloque deslizante). (ISO
13427: 1998).

e UNE-EN ISO 13428:2005. Geosintéticos. Determinación de la eficiencia de la protec-


ción de un geosintético frente al daño por impacto (ISO 13428:2005).
UNE-EN ISO 13431:2000. Geotextiles y productos relacionados. Determinación del
comportamiento a la floencia en tracción y a la rotura a la fluencia en tracción. (/SO
73437: 7 999).

UNE-EN ISO 13433:2007. Geosintéticos. Ensayo de perforación dinámica (ensayo


de caída de un cono) (/SO 73433:2006).

UNE-EN ISO 13437: 1999. Geotextiles y productos relacionados con geotextiles. Mé-
todo para la instalación y la extracción de muestras del suelo, y para el ensayo de
probetas en el laboratorio. (/SO 73437: 7998).

UNE-EN ISO 13438:2005. Geotextiles y productos relacionados. Método de determi-


nación de la resistencia a la oxidación (/SO 73438:2004).

UNE-EN ISO 9862:2005. Geosintéticos. Toma de muestras y preparación de probe-


tas (/SO 9862:2005).

UNE-EN ISO 9863-1:2005. Geosintéticos. Determinación del espesor a presiones es-


pecificadas. Parte 7: Capas individuales (ISO 9863-7:2005).

UNE-EN ISO 9863-2: 1997. Geotextiles y productos relacionados con geotextiles. De-
terminación del espesor a presiones especificadas. Parte 2: Método para la determi-
nación del espesor de las capas individuales de productos de capas múltiples. (/SO
9863-2: 7 996).

UNE-EN ISO 9864:2005. Geosintéticos. Método de ensayo para la determinación de


la masa por unidad de superficie de geotextiles y productos relacionados (/SO
9864:2005).

UNE-ENV !SO 10722-1:1998. Geotextiles y productos relacionados con geotextiles.


Procedimiento para simular el deterioro durante la instalación. Parte 7: Instalación en
materiales granulares. (ISO/TR 70722-7: 7998).

PNE-CENITS 14416. Barreras geosintéticas. Método de ensayo para la determina-


ción de la resistencia a la perforación por raíces.

PNE-CENITS 14417. Barreras geosintéticas. Método de ensayo para la determina-


ción de la influencia de los ciclos de mojado-secado en la permeabilidad de las ba-
rreras geosintéticas de arcilla.

PNE-CENITS 14418. Barreras geosintéticas. Método de ensayo para la determina-


ción de la influencia de los ciclos de congelación-descongelación en la permeabilidad
de las barreras geosintéticas de arcilla.

D5887-08 Standard Test Method for Measurement of lndex Flux Through Saturated
Geosynthetic Clay Liner Specimens Using a Flexible Wall Permeameter.

a D5888-06 Standard Guide for Storage and Handling of Geosynthetic Clay Liners.

e D5889-97(2008) Standard Practice for Quality Control of Geosynthetic Clay Liners.

e D5890-06 Standard Test Method for Swell lndex of Clay Mineral Component of Geo-
synthetic Clay Liners.

e D5891-02 Standard Test Method for Fluid Loss of Clay Component of Geosynthetic
Clay Liners.

a D5993-99(2004) Standard Test Method for Measuring Mass Per Unit of Geosynthe-
tic Clay Liners.

a D6072-08 Standard Practice for Obtaining Samples of Geosynthetic Clay Liners


06102-06 Standard Guide for lnstallation of Geosynthetic Clay Liners.

e D6141-97(2004) Standard Guide for Screening Clay Portion of Geosynthetic Clay Li-
ner (GCL) for Chemical Compatibility to Liquids.

e D6243-08 Standard Test Method for Determining the Interna1and Interface Shear Re-
sistance of Geosynthetic Clay Liner by the Direct Shear Method.

e D6495-02 Standard Guide for Acceptance Testing Requirements for Geosynthetic


Clay Liners.

e D6496-04a Standard Test Method for Determining Average Bonding Peel Strength
Between the Top and Bottom Layers of Needle-Punched Geosynthetic Clay Liners.

e D6766-06a Standard Test Method for Evaluation of Hydraulic Properties of Geosynt-


hetic Clay Liners Permeated with Potentially lncompat(b1e Liquids.
\

e D6768-04 Standard Test Method for Tensile Strength of Geosynthetic Clay Liners.

e WK9744 Standard Guide for Designing with Geosynthetic Clay Liners.

a WK23551 lnterpretation of Direct Shear Results lnvolving Geosynthetics.

e ASTM E946-92. Withdrawn Standard: ASTM E946-92 Test Method for Water Ab-
sorption of Bentonite by the Porous Plate Method (Withdrawn 1997)

a Clay geosynthetic barriers (GBR-C)- Determination of water absorption of bentonite.

ISOlCD 10773 Geosynthetic Clay Barriers - Determination of gas flow through a


GCL or GCB (Geosynthetic Clay Lher or Geosynthetic Clay barrier).
$,

r.. '
E

a Auscultación de la presa y sus cimientos. Monografía 16. Comité Nacional Español


de Grandes Presas. 1994.
J;

a Mejoras en la auscultación de presas existentes. Recomendaciones y ejemplos. Comité


;i
$.
1
Nacional Español de Grandes Presas.

IL

:-I\1
:;.j
---

'. ...\
. .- 3
ANEJOS
ANEJO No 1
GLOSARIO
ANEJO No1
GLOSARIO

e Balsa: Estructura artificial destinada al almacenamiento de agua, ubicada en el terre-


no y fuera de un cauce y del dominio público hidráulico y delimitada total o parcial-
mente por un dique de cierre.

e Vaso: Es la superficie inundable por el agua.

e Zona de desmonte: Parte de la balsa cuya morfología se conforma, principalmente,


mediante la ejecución de excavaciones, de tal manera que, generalmente, la super-
ficie o paramento de la zona queda por debajo de la que tenía el relieve natural an-
tes de efectuar dichas excavaciones.

e Zona de dique de cierre o dique de cierre: Parte de la balsa cuya morfología se con-
forma mediante la ejecución de terraplenes adecuadamente cimentados, de tal ma-
nera que las superficies o paramentos de los terraplenes quedan, generalmente, por
encima de las que tenía el relieve natural antes de construir dichos terraplenes.

e Sistema de impermeabilización: Elemento encargado de dotar de impermeabilidad a


la balsa. Este sistema, en casos muy especiales, puede ser el propio cimiento de la
balsa si el terreno posee las características adecuadas y, en la mayoría de los casos,
estará constituido por un elemento artificial dispuesto al efecto.

e Aliviadero de superficie: Elemento hidráulico destinado a entrar en funcionamiento,


evacuando agua de la balsa, cuando el nivel en la misma supera el Nivel Máximo
Normal, al objeto de eliminar o reducir al máximo los riesgos de que se agote el res-
guardo.

e Caudal de cálculo del aliviadero: Caudal que resulta de la suma del caudal máximo
de entrada en la balsa procedente del dispositivo de entrada de agua, y del caudal
máximo de entrada en la balsa procedente de las precipitaciones que caen directa-
mente en la balsa. Es el caudal de cálculo que es preciso obtener para proceder al
dimencionado del aliviadero de superficie, la obtención del Nivel Máximo de Emer-
gencia y la posterior comprobación del resguardo mínimo.

e Cimiento de la balsa: Terreno que subyace al conjunto de elementos artificiales que


constituyen la balsa y que queda conformado por las necesarias excavaciones que
es preciso ejecutar durante la obra.

e Coronación de la balsa: Camino habilitado, dispuesto en la parte superior de la bal-


sa y que rodea perimetralmente la estructura.
a Desagüe de fondo: Elemento hidráulico destinado al control de niveles de agua en la
balsa cuando éstos se encuentran al Nivel Máximo Normal o por debajo, y que debe
permitir el vaciado total o parcial de la misma, en un tiempo prudencial, para efectuar
las pertinentes comprobaciones o reparaciones en los elementos que componen la
balsa. De ninguna manera puede evitarse la construcción de un desagüe de fondo.
Éste, además, debe tener un funcionamiento independiente del de las tomas de
agua. '

a Dispositivo de entrada de agua: Elemento hidráulico que, en prolongación de la con-


ducción que deriva el agua hacia la balsa, introduce los caudales en la balsa en las
condiciones adecuadas.

a Drenaje: Sistema de conducciones dispuesto con el objetivo de recoger, conducir,


medir y controlar las eventuales filtraciones existentes a través del sistema de im-
permeabilización. El drenaje constituye uno de los principales elementos de seguri-
dad de la balsa.

a Nivel Máximo de Emergencia (NME): Nivel de agua que se alcanza en el interior de


la balsa en el supuesto de que, estando éste al Nivel Máximo Normal, entre en la bal-
sa el caudal de cálculo del aliviadero.

a Nivel Máximo Normal (NMN): Máximo nivel de explotación que puede alcanzar el
agua en las situaciones ordinarias de explotación. Cuando el nivel de agua en la bal-
sa supere este nivel, el funcionamiento de la misma se encontrará en una situación
extraordinaria y de manera obligatoria el aliviadero de superficie deberá entrar en
funcionamiento. Este Nivel, por tanto, coincide con la cota correspondiente al umbral
de vertido del aliviadero de superficie.

a Resguardo: Distancia vertical comprendida entre el nivel de agua y la coronación de


la balsa. El agotamiento del resguardo constituye un escenario límite respecto de la
seguridad de la balsa que no se debe alcanzar.

a Resguardo mínimo: Se entiende por resguardo mínimo la distancia vertical com-


prendida entre el Nivel Máximo de Emergencia y la cota de coronación de la balsa.
El resguardo mínimo debe ser mayor que la altura de la ola que se pueda generar en
la superficie libre del agua en la balsa.

a Resguardo Normal: Distancia vertical comprendida entre el Nivel Máximo Normal y


la cota de coronación de la balsa.

a Tomas de agua: Es el elemento hidráulico destinado a satisfacer las demandas hi-


dráulicas para las cuales se construye y se explota la balsa, mediante la extracción
de agua de la misma en los caudales establecidos por las referidas demandas.
ANEJO No2
NORMAS DE ENSAYO, CARACTER~STICAS
GEOTÉCNICAS Y CLASIFICACI~N
DE SUELOS Y ROCAS
ANEJO N" 2- NORMAS
DE ENSAYO, CARACTER~STICASGEOTÉCNICAS Y CLASIFICACIÓN DE SUELOS Y ROCAS

ANEJO No2.A
NORMATIVA UNE DE ENSAYOS DE LABORATORIO
Los ensayos geotécnicos se realizarán de acuerdo a la siguiente normativa.

ENSA YO NORMA TIVA


Análisis granulométrico de suelos por tamizado UNE 703-707: 7995
Análisis granulométrico de suelos por sedimentación UNE 703-702: 7995
Determinación del límite líquido UNE 703-703: 7994
Determinación del límite plástico UNE 703-704: 7993
Determinación de densidad relativa de las partículas UNE 7 03-302: 7994
Determínación del contenido de carbonatos UNE: 703-200: 7993
Determinación del contenido de sulfatos solubles UNE 703-207:1996
Determinación del contenido de materia orgánica UNE 7 03-204: 7 993
Determinación del contenido de sales solubles NLT-7 74
Determinación del contenido de yeso NLT-775
Determinación de la densidad mínima de una arena UNE: 703-705: 7993
Determinación de la densidad máxima de una arena UNE: 703-706: 7993
Determinación de la humedad de un suelo UNE: 703-300: 7993
Determinación de la densidad de un suelo UNE: 703-307: 7994
Ensayo de compactación (Próctor Normal) UNE 7 03-500: 7994
Ensayo de compactación (Próctor Modificado) UNE 703-507: 7994
Determinación del índice CBR de un suelo UNE 703-502: 7995
Ensayo de rotura a compresión simple en suelos UNE: 703-400: 7993
Ensayo de corte directo UNE: 703-407: 7998
Ensayo triaxial UNE 703-402: 7998
Ensayo edométnco UNE 703-405: 7994
Determinación de la permeabilidad de una muestra de
UNE: 103-403: 7999
suelo. Método de carga constante
Determinación de la permeabilidad en célula triaxial BS 7377: Part 6: 7990
Determinación de las características de retracción de un
UNE: 03-708: 7996
suelo
Determinación de la expansividad de un suelo en el
UNE: 703-600: 7996
aparato Lambe
Hinchamiento libre de un suelo en edómetro UNE: 703-607:7996
Determinación de la presión de hinchamiento en
UNE: 703-602: 7996
edómetro
Ensayo de colapso en célula edométrica NL T-254
ANEJON" 2- NORMAS
DE ENSAYO, CARACTER~ST~CAS
GEOTÉCNICAS Y CLAS~FICACIÓNDE SUELOS Y ROCAS

ANEJO No2.B
B.1 TABLAS DE CLASlFlCAClON DE SUELOS Y ROCAS

Gravas y mezclas

Tabla 16.- Clasificación de suelos (USCS)


ANEJON" 2- NORMAS
DE ENSAYO, CARACTERÍSTICAS GEOTECNICAS Y CLASIFICACIÓN DE SUELOS Y ROCAS

Tabla 17.- Clasificación de Meyerhof (1965) para suelos no cohesivos

Resistencia a la
Denominación de la
Valor N (S.P.T.) Densidad saturada (Dsat) compresión simple
consistencia
q.(kg/cm2)
e2 Muy blanda 1,44-1,60 ~0~25
2-4 Blanda 1,60-1,76 0,25-0,5
4-8 Media 1,76-1,92 0,5-1,O I

8-15 Rígida 1,92-2,08 1 ,O-2,O


15-30 Muy rígida 2,08-2,24 2,O-4,0
>30 Dura >2,0 >4,0
-

Tabla 18.- Clasificación de Terzaghi y Peck (1948) para suelos cohesivos


N" 2- NORMAS
ANEJO DE ENSAYO, CARACTER/STICAS GEOTÉCNICAS Y CLASIFICACIÓN DE SUELOS Y ROCAS

TEXTURA CLASIFICACI~N EJEMPLOS COMPORTAMIENTO (SERRANO,2002)


Pueden ser muy resistentesy con una rotura frágil (caliza, dolomía, mármol)
A.Carbonatos y sales Caliza, dolomita, o poco resistentes con rotura plástica (yeso)
solubles mármol, sal, yeso Con presiones moderadas de confinamiento son plásticas
Son solubles al agua, presentado problemas de carstificación
La mica, la clorita y el grafito reducen la resistencia de la roca. Permiten el
B.Mica u otros minerales Micaesquietos,
fácil deslizamiento a lo largo de los planos de esquistosidad.
planares en bandas esquistos cloríticos
Son muy anisótropos, con poca resistencia a lo largo de las esquistosidades.
continuas eSqUiStos grafítiCO;
Sólo dejan de ser anisótropas cuando están muy plegadas.
C.Minerales silicatados en
bandas sin hojas continuas Gneis Presenta rotura frágil y gran anisotropía
de mica
l. Son homogéneas, competentes e isótropas
Textura Muy resistentes si no están alteradas.
D.Minerals silicatados de
cristalina A presiones de confinamiento normales presentan rotura frágil.
tamaño de grano uniforme Granito, diorita,
Si no están fisuradas su comportamiento es elástico. Si lo están, se pueden
orientados y distribuidos gabro, sienita
comportar plásticamente.
aleatoriamente
Su comportamiento depende mucho de su grado de alteración, que puede
estimarse por su porosidad
E.Minerales silicatados
envueltos en una masa de
Basalto, riolita, otras Suelen tener muchos huecos, lo que reduce la resistencia. Cuando no lo
grano muy fino y con
rocas volcáncias tienen son rocas excelentes, que se comportan como las del grupo ID.
orientados y
distribuidos aleatoriamente
Son rocas geotécnicamente muy malas. Presentansuperficies de rotura
F.Rocas muy cizalladas Serpentina, milonito
ocultas que aparecen al tensioanarlas.
Areniscas
A.Rocas con cemento
cemento silíceo, Rocas excelentes, resistentes,muy estables, elásticas, con rotura frágil.
estable
areniscas limoníticas
Areniscas y Pueden ser muy estables, resistentesy elásticas, con rotura frágil, o serlo
B.Rocas con cemento
cOngbmeradOs con menos, según el cemento.
ligeramente soluble
cemento calcáreo Si la cementación es ligera la toma de muestras puede ser muy difícil.
Se reducen a sedimento cuando se humedecen.
Areniscas y
II. C.Rocas con cemento Si son macroporosas pueden presentar colapso, tanto mecánico como
conglomerados
Textura altamente soluble hidráulico.
cementados con yeso
clásica La toma de muestras es muy difícil.
Los granos se pueden soltar con la mano.
D.Rocas poco o débilmente Areniscas friables,
Si son macroporosaspueden presentar colapso mecánico.
cementadas tobas
La toma de muestras es muy difícil.
Areniscas con
E.Rocas no cementadas Tienen los problemas de los grupos IIC y IID, aumentados
enlaces de arcilla
Comeanal algunos Bueno, como el de las rocas del grupo IE.
A.Rocas duras isótmpas
basaltos
B.Rocas duras isótropas a
escala microscópica, y Rocas duras y resistentes.
Pizarras cementadas
anisótropa a escala Gran anisotropía mecánica.
111. macroscópica
Rocas de C.Rocas duras anisótropas Rocas muy alterables.
Esquistos, filitas
grano muy a escala microscópica Gran anisotropía mecánica.
fino Suelen dar problemas de algún tipo.
Posibles cambios de volumen con el contenido de humedad.
D.Rocas blandas, tránsito a Pizarras, lutitas, Propiedades mecánicas variables con el contenido de humedad.
suelo margas Gran alterabilidad, muy rápida a veces.
Muy afectadas por los ciclos de humedad.
Muy abundantes en España.
pp

A.Carbón blando
IV. B.Carbón duro
Rocas C.pizarras petrolíferas De poco interés para la ingeniería geotécnica.
orgánicas D.pizarras bituminosas
E.Arenas bituminosas

Tabla 19.- Clasificación geomecánica de Goodman (1989), complementada por Serrano (2002)
\ A NEJO N" 2- NORMAS
DE ENSAYO, CARACTER~STICASGEOTÉCNICAS Y CLAS~F~CACIÓN
DE SUELOS Y ROCAS

TERMINO DESCRIPCIÓN GRADO


No presenta signos visibles de meteorización en
Roca Fresca la roca: tal vez una leve decoloración en las
superficies de las discontinuidades mayores.
La decoloración indica meteorización de la roca
y en las superficies de las discontinuidades. La
Levemente
roca en su totalidad puede estar decolorada por
Meteorizada
la meteorización y puede estar externamente
algo más débil, que en su condición fresca.
Menos de la mitad de la roca esta
Moderadamente descompuesta y/o desintegrada como un suelo.
III
Meteorizada La roca fresca o decolorada se puede presentar
como colpas o testigos continuos.
Más de la mitad de la roca esta descompuesta
MUY y10 desintegrada como un suelo. La roca fresca
Meteorizada o decolorada se puede presentar como colpas o
testigos discontinuos.
Toda la roca esta descompuesta y10
Completamente desintegrada como un suelo. La estructura
v
Meteorizada original del macizo aún se mantiene en gran
parte intacta.
Toda la roca está convertida como suelo. La
estructura del macizo y la fábrica del material
Suelo Residual están destruidas. Existe un gran cambio de
volumen, sin embargo el suelo no ha sido
transportado significativamente.

Tabla 20.1 Grados de alteración (ISRM, 1981)


ANEJON" 2- NORMAS
DE ENSAYO, CARACTER~TICASGEOTÉCNICAS Y CLASIFICACIÓN DE SUELOS Y ROCAS

ANEJO No2.C
CARACTER~STICASDE LOS SUELOS SEGÚN PG-3

Suelos seleccionados

Se consideran como tales aquellos que cumplen las siguientes condiciones:

a Contenido en materia orgánica inferior al cero con dos por ciento (M0<0,2%), según
UNE 103-204.

a Contenido en sales solubles en agua, incluido el yeso, inferior al cero con dos por
ciento (SS>0,2%), según NLT 114.

a Tamaño máximo no superior a cien milímetros (Dma,5100 mm).

a Cernido por el tamiz 0,40 UNE menor o igual que el quince por ciento (#0,40515%)
o que en caso contrario cumpla todas y cada una de las condiciones siguientes:
- Cernido por el tamiz 2 UNE, menor del ochenta por ciento (#2580%).
- Cernido por el tamiz 0,40 UNE, menor del setenta y cinco por ciento (#0,40
515%).
- Cernido por el tamiz 0,080 UNE inferior al veinticinco por ciento (#0,080 S25%).
- Limite líquido menor de treinta (LL<30), según UNE 103 103.
- índice de plasticidad menor de diez ( I P 4 O), según UNE 103 104.

Suelos adecuados

Se consideran como tales los que no pudiendo ser clasificados como suelos selec-
cionados cumplan las condiciones siguientes:

a Contenido en materiales orgánica inferior al uno por ciento (M0<1%).

a Contenido en sales solubles, incluido el yeso, inferior al cero con dos por ciento
(SS<0,2%).

a Tamaño máximo no superior a cien milímetros (Dma,5100 mm).

a Cernido por el tamiz 2 UNE, menor del ochenta por ciento (# 2580 %).

a Cernido por el tamiz 0,080 UNE, inferior al treinta y cinco por ciento (# 0,080535%).

a Límite Iíquido inferior a cuarenta (LLc40).

a Si el límite líquido es superior a treinta (LL>30) el índice de plasticidad será superior


a cuatro (IP>4).

Suelos tolerables

Se consideran como tales los que no pudiendo ser clasificados como suelos selec-
cionados ni adecuados, cumplen las condiciones siguientes:

a Contenido en materia orgánica inferior al dos por ciento (M0<2%).

a Contenido en yeso inferior al cinco por ciento (Yeso<5%), según NLT 115.

a Contenido en otras sales solubles distintas del yeso inferior al uno por ciento
( S S 4 %).

a Límite Iíquido inferior a sesenta y cinco (LLc65).

a Si el Iímite Iíquido es superior a cuarenta (LL>40) el índice de plasticidad será mayor


del setenta y tres por ciento del valor que resulta de restar veinte al Iímite Iíquido
(1P>O,73 (LL-20)).

a Asiento en ensayo de colapso inferior al uno por ciento (1%), según NLT 254.

a Hinchamiento en ensayo de expansión inferior al tres por ciento (3%), según UNE
103-60 1.

Suelos marginales

Se consideran como tales los que no pudiendo ser clasificados como suelos selec-
cionados ni adecuados ni tampoco como suelos tolerables, por el incumplimiento de al-
guna de las condiciones indicadas para estos, cumplan las siguientes condiciones:

a Contenido en materia orgánica inferior al cinco por ciento (M0<5%).

a Hinchamiento en ensayo de expansión inferior al cinco por ciento (5%).

a Si el Iímite Iíquido es superior a noventa (LL>90) el índice de plasticidad será al se-


tenta y tres por ciento del valor que resulta de restar veinte al Iímite Iíquido (IP<0,73
(LL-2O)).

Suelos inadecuados

Se consideran suelos inadecuados :

a Los que no se puedan incluir en las categorías anteriores.


ANEJO
N" 2- NORMAS
DE ENSAYO, CARACTER/ST/CAS GEOTÉCNICAS Y CLASIFICACIÓN DE SUELOS Y ROCAS

e Las turbas y otros suelos que contengan materiales perecederos u orgánicos tales
como tocones, ramas, etc.

Los que pueden resultar insalubre para las actividades que sobre los mismos se de-
sarrollen. !

Además de las consideraciones adoptadas para suelos inadecuados según el PG-3, se


deben considerar como inadecuados aquellos suelos que contengan un contenido de
sales solubles elevado y suelos dispersivos.
ANEJO No 2.D: CARACTER~STICASGEOTÉCNICAS
GENERALESDELOSSUELOS

PROPIEDADES IMPORTANTES
TRABAJABILIDAD
SÍMBOLO
DEL
GRUPO
Tf.PO DE SUELO PERMEABILIDAD AL CORTE
COMPACTADO COMPAC TADO
COM~RES/BILIDAD COMO MA TERML
COMPAC TADO
sA TURADo
DE
CONS TRUCCION
,
Y SA TURADO
Gravas bien
graduadas,
GW Permeable Excelente Despreciable Excelente
mezclas de grava y
de arena
Gravas mal
graduadas,
GP Muy permeable Buena Despreciable Buena
mezclas de grava y
de arena
Gravas Iimosas,
mezclas de grava- Semipermeable a
GM Buena Despreciable Buena
arena-limo mal impermeable
graduadas
Gravas arcillosas,
mezclas de grava-
Impermeable Buena a media Muy baja Buena
arena-limo mal
graduadas
Arenas bien
SW graduadas, arenas Permeable Excelente Despreciable Excelente
con gravas
Arenas mal
SP graduadas, arenas Permeable Buena Muy baja Mediana
con grava
Arenas limosas,
Semipermeable a
SM mezclas de arena- Buena Baja Mediana
limo mal graduadas jmpermeable
Arenas arcillosas,
SC mezclas de arena- Impermeable Buena Baja Buena
arcilla

Mediana a mal

.-
Tabla 21 Comportamiento geotécnico de los grupos de suelos de la clasificación USCS
ANEJO
N" 2- NORMAS
DE ENSAYO, CARACTER~STICASGEOTÉCNICAS Y CLASIFICACIÓN DE SUELOS Y ROCAS

S ~ O oL
COHESON - COHESON - ÁNGULO DE COEF/CENTE DE
NGA JERIAL MA TERIAL ROZAMlEN TO
DEL Tipo DE O
COMPACTADO SA TURADO EFECTIVO
GRUPO (CM/s)
(KPAJ (KPAJ (7
Gravas bien
graduadas, >1
mezclas de grava
y de arena
Gravas mal
graduadas,
GP
mezclas de grava
o o > 37 >1
y de arena
Gravas limosas,
mezclas de
GM
grava-arena-limo
o o > 34 1
mal graduadas
Gravas
arcillosas,
mezclas de lo-6
grava-arena-limo
mal graduadas
Arenas bien
graduadas, 1x1
SW O O 38
arenas con
gravas
Arenas mal
SP graduadas, O O 37 IXIO-~
arenas con grava
Arenas limosas,
mezclas de
arena-limo mal
34 lo5
graduadas
Arenas arcillosas,
SC mezclas de 75 10 31 IO-~
arena-arcilla
Limos
ML inorgánicos y 70 10 32 1o-e
limos arcillosos
Mezcla de limo
ML-CL inorgánico y 65 20 32 5~ lom7
arcilla
Arcillas
inorgánicas poco
plásticas o de
plasticidad
mediana
Limos arcillosos
MH inorgánicoS, 75 20 25 lo-7
suelos limosos
Arcillas
CH inorgánicas muy 100 10 20 lo8
plásticas

Tabla 22.- Propiedades típicas de suelos compactados (NavFac 1971)


ANEJO No2.E: ENSAYOS DE DlSPERSABlLlDAD

NOMBRE
DEL NORMA TlVA OBSERVACIONES BIBLIOGRAF/Á
ENSA YO
NLT 207/91
- Schafe6 G.J. (1978).
Pinhole test for dispersive
PNE 103-504
Pinhole soil - suggested change.
ASTM D 4647- GT6 Technical Notes June
06 1978.
- Emerson, W.W. (1967). A
classification of soil
6572-
Recomendado por aggregates based on their
Crumb 06 ICOLD'~
coherence in water.
USBR 5400-89 Australian Journ. of Soil
Research 5.
- Decker, R.S.; Dunnigan L.
P. (1977): "Development
and use of the Soil
Conservation Service
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special technical publication.
Ed. American Society for
ASTMD4221- Testing and Materials,
hidrómetro 90
o Philadelphia, ISSN 0066-
USBR 5405-89 0558, No 623, PP. 94-1 09.
densímetro
- Bell, F. G. & Maud, R.R.
(1994): "Dispersive soils: a
review from a South African
perspective" Quarterly
Journ. of Eng. Geology and
Hydrogeol., Vol. 27, issue 3.
- Norma NF X 31-108
Análisis Análisis de los (1996): "Determination des
químico de cationes de cambio cations Ca, Mg, K, Na
la muestra asociados a los extractibles par I'acetate
de suelo: minerales arcillosos d'ammonium. In Qualité des
ESP y ESR sols, AFNOR, Paris, 1996.

Tabla 23.- Principales ensayos de laboratorio para determinar la dispersabilidad de los suelos

Dispersive Soils in Embankment Dams. Bulletin 77. ICOLD (1990)


l6
ANEJON" 2- NORMAS
DE ENSAYO, CARACTER/ST/CAS GEOTÉCNICAS Y CLAS~FICAC~ÓN
DE SUELOS Y ROCAS

De estos ensayos únicamente el ensayo Pinhole está recogido en la normativa espa-


ñola (NLT 207/91), por lo que se han incluido referencias a otras normativas o a textos
descriptivos de los ensayos.

No obstante, dada su escasa difusión en España, estos ensayos se describen breve-


mente a continuación, con la excepción del ensayo Pinhole que se puede consultar en
la normativa española indicada.

ENSAYO CRUMB.

El ensayo consiste en depositar un fragmento de suelo de volumen equivalente a un


cubo de 15 mm de lado, en una cápsula con 250 mL de agua destilada. Si el material
es dispersivo, se observará inmediatamente la tendencia de las partículas a separarse
del resto y quedarse en suspensión, enturbiando el agua. Se observara el grado de tur-
bidez del agua al cabo de 2 minutos, 1 hora y 6 horas, asignándole un valor en la si-
guiente clasificación de acuerdo a lo recogido en la siguiente fotografía y a la interpre-
tación de la Tabla 24.

GRADO 1 GRADO2 GRADO3 GRADO4

No dispersivo Intermedio Dispersivo *ltamente


dispersivo

Fotografía 81.- Grado de dispersividad del suelo en función de los resultados del ensayo Crumb

GRADOS TlPO DE EA CCION TIPO DE SUELO


Grado 7 Ninguna reacción No dispersivo
Grado 2 Reacción ligera Intermedio
Grado 3 Reacción moderada Dispersivo
Grado 4 Reacción fuerte Altamente dispersivo

Tabla 24.1 Grados de dispersabilidad según el ensayo Crumb


ENSAYO DEL DOBLE HIDRÓMETRO (O DENS~METRO).

El ensayo consiste en realizar dos ensayos de granulometría por sedimentación del


suelo en dos hidrómetros de forma paralela. En uno de ellos se añade dispersante y en
el otro no, observándose a continuación la diferencia existente entre las dos curvas en
el porcentaje de partículas inferiores a 5 pm. Matemáticamente se expresa mediante la
relación:

siendo P y Q unos valores que se determinan a partir de las curvas granulométricas,


como se indica en la Figura 45.

5 Pm Tamaño de Partícula

Figura 44.- Curvas granulométricas del ensayo del doble hidrómetro

En general, valores superiores a 50 se consideran dispersivos, mientras que valores


inferiores a 15 generalmente son no-dispersivos. Bell and Maud (1994) proponen la si-
guiente clasificación (Tabla 25)

% DISPERSION TIPO DE SUELO


> 50% Suelo altamente dispersivo
30 - 50% Suelo moderadamente dispersivo
75 - 30% Suelo ligeramente dispersivo
75% Suelo no dispersivo
1
l Tabla 25.- Clasificación propuesta por Bell and Maud (1994)
1
ANEJON" 2- NORMAS
DE ENSAYO, CARACTER~STICASGEOTÉCNICAS-Y CLASIFICACIÓN DE SUELOS Y ROCAS

Dado que la dispersabilidad de los suelos es principalmente función de la concentra-


ción relativa del catión sodio con respecto a la concentración de los demás cationes ma-
yoritarios, se describen a continuación algunos parámetros comúnmente aceptados que
cuantifican dicha concentración, tanto en el agua de los poros como en la muestra de
suelo seco. Estos ensayos se realizan mediante las técnicas de absorción atómica o
mediante ICP.

a.- Análisis químico de la muestra de suelo: parámetros ESP y ESR

Consiste en determinar los cationes mayoritarios intercambiables ( ~ a + K+,


, ca2+ y
~g*'), expresando su concentración en miliequivalentes1100 g de suelo seco. A partir
de las concentraciones de cada uno de los cationes, se puede calcular cualquiera de
los dos siguientes parámetros:

e ESP: porcentaje de sodio intercambiable (en inglés "Exchangeable Sodium Percen-


tage") y

e ESR: relación de sodio intercambiable (en inglés "Exchangeable Sodium Ratio" )

Estos parámetros se determinan de acuerdo a las siguientes expresiones:

Na' intercambiable Na' intercambiable


ESP = -100= -100
CIC NaC + K+ + ea2' +Mg'+

donde CIC es la Capacidad de Intercambio Catiónico, en meqllOO g

Na+ intercambiable - Na' intercambiable


ESR = -
K C+ ca2++ Mg2+ CIC - N a f

Los resultados de estas determinaciones se interpretan de acuerdo a los siguientes


valores:

e ESP > 10%: Suelo susceptible de dispersión o potencialmente dispersivo

e ESP > 15%: Suelo altamente dispersivo

b.- Análisis químico del extracto de agua: SAR (Sodium Absorption Ratio)

Este ensayo es una determinación analítica del contenido de sodio en el agua de los
poros del suelo Dicho contenido se cuantifica mediante el parámetro SAR (Sodium Ab-
sorption Ratio), de acuerdo a la siguiente expresión:
Na'
SAR =
A NEJO N" 2- NORMAS
DE ENSAYO, CARACTER~STICASGEOTÉCNICAS Y CLASIFICACIÓN DE SUELOS Y ROCAS

La concentración de cada uno de los cationes se expresa en miliequivalentes 1 litro de


extracto.

La interpretación de los resultados del ensayo, para deducir el potencial de dispersa-


bilidad de un suelo, se puede realizar mediante la gráfica de la Figura 44.

Total Dissolved Salts in Saturation Extract


(M. Eq./Liter)

NOTA:

a EJE DE ABCISAS -TOTAL DISSOLVED SALTS IN SATURATION EXTRACT


TDS=NA+CA+MG+K (MEQIL)

a EJE DE ORDENADAS + PERCENT SODIUM= NA(100)lTDS

Figura 45.- Dispersabilidad de acuerdo al ensayo SAR


ANEJO No3
DISEÑO HIDRAULICO
ANEJO No3
DISEÑO HIDRÁULICO

A3.1. CAPACIDAD DE LA BALSA.

Uno de los parámetros fundamentales en el diseño de una balsa es su volumen, el


cuál se establece teniendo en cuenta las características del suministro y de la deman-
da de agua.

En función de este parámetro, las balsas se pueden clasificar en: balsas de almace-
namiento y balsas de regulación.

Las balsas de almacenamiento tienen como función principal embalsar agua en las
épocas en las que no se precisen caudales para el riego, para su utilización en los mo-
mentos en los que los cultivos lo demanden, que en general coincidirán con los perío-
dos de estiaje o de menor aportación. Su ciclo de funcionamiento será anual y sus vo-
lúmenes serán considerables. El dimensionamiento se realiza comparando la aporta-
ción disponible con la demanda de agua que se pretende satisfacer, según las distribu-
ciones temporales de ambas.

En las balsas de regulación el objetivo fundamental es adecuar en el tiempo la dispo-


nibilidad del agua con su demanda. Se pueden establecer tres tipos principales de bal-
sas de regulación:

e Regulación de una red de riego.

e Regulación de los turnos de riego.

e Regulación de un canal.

En el primer tipo se pretende realizar el suministro instantáneo de caudal de la mane-


ra más sencilla y económica, sin variaciones significativas en la presión y la velocidad
de circulación del agua por la red de riego. El desarrollo actual de las técnicas de bom-
beo permite adecuar instantáneamente los caudales disponibles con los demandados,
pero con un encarecimiento notable de las tarifas de consumo eléctrico, una cierta com-
plejidad de las estaciones de bombeo y un aumento de los requerimientos técnicos de
la red. Por todo ello, resulta interesante, desde el punto de vista económico, aprovechar
la segmentación de las tarifas eléctricas, realizando los bombeos en las horas de me-
nor coste a un caudal constante y óptimo para el funcionamiento de las bombas, hasta
una balsa, donde el agua queda almacenada para su distribución posterior por grave-
dad. El ciclo de funcionamiento de estas balsas es diario, semanal o cómo máximo, es-
tacional, en función de la segmentación de las tarifas eléctricas, por lo cual sus volú-
menes son relativamente moderados y directamente afectados por la magnitud de la su-
perficie de riego.

En el segundo tipo de balsas de regulación, se almacena el agua de un turno de rie-


go para su utilización posterior en el momento que más interese. En ocasiones el turno
puede ser nocturno o coincidente con precipitaciones o en épocas en que no se preci-
se para un determinado cultivo, por lo cual resulta aconsejable almacenar la dotación
de agua para emplearla de la manera más eficiente posible. El volumen de estas bal-
sas coincide con la dotación y, en general, se refiere a la parcela de riego, por lo cual
suelen ser de pequeño tamaño.

Con el tercer tipo de balsas de regulación, se pretende el aprovechamiento de los cau-


dales sobrantes de una red de distribución en lámina libre por medio de un canal o de
una acequia. El dimensionamiento de estas balsas depende de las características de
explotación de la red, resultando imposible establecer normas de carácter general, por
su extremada variabilidad.

La determinación de la capacidad de almacenamiento de una balsa es la decisión de


mayor importancia durante la fase de proyecto. Los criterios a aplicar para establecer
dicho volumen o el correspondiente tamaño óptimo del depósito son múltiples y pasan
por analizar en primer lugar el régimen de aportaciones y de demandas; además hay
que examinar los condicionantes morfológicos, de disponibilidad de suelo, geotécnicos,
climáticos y de seguridad.

a) Condicionantes morfológicos.

La necesaria compatibilidad entre la capacidad óptima del vqso y el volumen total de


tierras a mover obliga a diseños geométricos en planta divergentes de aquellos en que
la relación superficielperímetro alcanza valores superiores.

En el caso de terrenos de escasa pendiente y relieve poco accidentado las formas


más próximas a la circular son las deseables para obtener la máxima capacidad a igual-
dad de costo. A medida que el relieve es más cambiante, la geometría viable se aleja
de este óptimo para acercarse a formas más lineales, reduciéndose con ello la capaci-
dad del vaso.

Existen gráficas y tablas de gran sencillez que ejemplifican la relación existente entre
la forma básica de la balsa y el volumen de tierras a mover para configurar la estructu-
ra del vaso. Estas tablas permiten realizar una primera aproximación de la forma a
adoptar en terrenos poco accidentados y de pendiente reducida. Un ejemplo de las mis-
mas se representa en la Figura 45.

Otro método práctico para ajustar en una primera aproximación la forma de la balsa
al terreno en que se ubicará consiste en superponer y comparar los perfiles de éste con
otros típicos de balsas en explotación. En este proceso de encaje se deberá tener en
cuenta también el equilibrio entre los volúmenes resultantes de excavación y dique de
cierre.

Para una capacidad 'V" se obtienen los valores 'Af',


"6" y "C" para los parámetros más representativos
4

Figura 46.- Relación Capacidad de la balsa vs. Volumen del movimiento de tierras

b) Condicionantes de disponibilidad de suelo.

La superficie de terreno a ocupar incluirá, además de la del vaso de la balsa, la su-


perficie ocupada por la franja de coronación y los derrames de los taludes, tanto del di-
que de cierre como de los desmontes generados para alojarel vaso, la abarcada por
las instalaciones accesorias, los caminos de acceso y de servicio y por la banda peri-
metral de seguridad.
c) Condicionantes geotécnicos.

La necesidad de mantener los asientos y tensiones máximas a trasmitir al terreno por


debajo de los admisibles obliga a limitar la altura de agua en el vaso y la inclinación de
los taludes del dique de cierre.

d) Condicionantes climáticos.

Las pérdidas por evaporación, aunque no son un factor principal en el resultado de la


explotación, sí pueden influir en situaciones climáticas muy desfavorables caracteriza-
das por altos valores del índice de insolación y regímenes de vientos de frecuencia e in-
tensidad inusuales.

Los índices anuales de evaporación pueden alcanzar valores absolutos que superan
el diez por ciento (10%) de la altura ordinaria de este tipo de balsas. Si a ello se añade
que el plano de agua expuesto es el de máxima superficie, se concluye que las pérdi-
das por evaporación pueden alcanzar, en circunstancias desfavorables, valores próxi-
mos al quince por ciento (15%) de la capacidad total de almacenamiento.

Para reducir estos efectos sobre el balance de la explotación convendrá en algún ca-
so limitar la superficie expuesta (sin alterar la altura máxima de agua) por simple re-
ducción de las dimensiones en planta del embales y, por tanto, de su capacidad o bien
recurrir a las técnicas indicadas en el apartado 4.4.5.-.

La determinación de parámetros de dimensionamiento, tales como la relación altura


de agua/superficie libre, no es susceptible de establecerse con carácter general. Sería
en cualquier caso conveniente alcanzar la máxima altura de .agua compatible con todos
los factores que la limitan con el fin de obtener la capacidad deseable con la mínima su-
perficie expuesta posible.

e) Condicionantes de seguridad.

A diferencia de los embalses convencionales localizados en el propio cauce sobre el


que se pretende actuar, las balsas se sitúan siempre fuera del alcance de las esco-
rrentías que discurren por estos cauces naturales. En consecuencia, el riesgo de daños
materiales en caso de desbordamiento es muy superior a los primeros, ya que la ava-
lancha producida se dispersa sin encauzamiento alguno por terrenos sobre los que se
desarrollan actividades de todo tipo.

Frente a este inconveniente, estas balsas ofrecen la ventaja de permitir un control ab-
soluto de los caudales de entrada, incluso en el caso de que se aprovechen aguas su-
perficiales desde un cauce.

La limitación de la capacidad por razones de seguridad exige una detallada evalua-


ción previa de los daños susceptibles de producirse en la hipótesis de vaciado violento
de la balsa. La determinación de la capacidad máxima compatible con el volumen de
daños asumibles será función de los coeficientes de seguridad que se adopten en el di-
mensionamiento estructural de la balsa y de la calidad de las medidas de control que
se establezcan en su explotación.

En casos excepcionales, cuando los criterios de viabilidad económica así lo permitan,


podrían incorporarse al proyecto los dispositivos complementarios de canalización total
o parcial de la riada de desbordamiento. Con esta medida se añadiría un factor limitati-
vo (o "coeficiente reductor") de los daños previsibles, de manera que podría aumentar-
se la capacidad máxima de la balsa por encima de los limites de riesgo obtenidos sin
esta medida adicional.

A3.2. ALTURA DE AGUA.

Establecer la altura de agua o profundidad del vaso constituye una de las decisiones
básicas del proyecto de una balsa. La altura máxima de agua está condicionada por va-
rios factores limitativos entre los que destacan los siguientes:

a Capacidad portante del terreno natural.

a Deformabilidad de los suelos existentes y de los terraplenes de formación del vaso.

a Adaptación de la forma del vaso a la del relieve del emplazamiento.

a Esfuerzos sobre la lámina de impermeabilización.

A su vez, el mínimo valor de la altura queda condicionado por otra serie de factores,
tales como:

a Capacidad de embalse requerida.

a Pérdidas por evaporación.

a Coste unitario (eIm3) del proyecto.

a La correcta combinación de estos factores con otros criterios del diseño geométrico
de la balsa permitirá encontrar el valor óptimo de la altura de agua para cada pro-
yecto planteado.

A3.3. RESGUARDO.
- - - - - -

Se denomina resguardo (R) a la diferencia entre el nivel de agua de la balsa en una


situación concreta y la coronación del dique de cierre de la balsa Z
(.), A los efectos
de la definición de resguardo, se entenderá como cota de coronación la cota más ele-
vada de la estructura resistente del cuerpo de la balsa.

El resguardo se define para las dos situaciones principales de la balsa:

a) Resguardo normal (RNoRMAL):Es el relativo al Nivel Máximo Normal (NMN) o má-


ximo nivel que puede alcanzar el agua de la balsa en un régimen normal de explotación.
Este resguardo deberá ser igual o superior a la sobreelevación correspondiente al cau-
dal de cálculo del aliviadero (rl) más la sobreelevación correspondiente al oleaje máxi-
mo 0-2)-

b) Resguardo mínimo (RMINIMO):ES el relativo al Nivel Máximo Extraordinario (NME)


o nivel correspondiente al caudal de cálculo del aliviadero. Este resguardo deberá ser
igual o superior a la sobreelevación correspondiente al oleaje máximo (r2).

La comprobación del resguardo se puede realizar mediante la expresión siguiente:

RNORMAL (m) = Zcor - NMN 2 r1+1,5r2

Siendo:

rl= NME-NMN.

r2 : Altura de ola (m).

F: Fetch (km) = Cuerda más larga de la balsa.

Complementariamente, la comprobación de que el resguardo mínimo tiene un valor


suficiente se puede realizar mediante la expresión siguiente:

RMINIMO (m) = Zcor - NME 21,5r2


4- %--

Además, el resguardo normal no debe ser inferior a 1 m.

En el caso de que, dado el Nivel Máximo Normal, el caudal de cálculo del aliviadero y
las sobreelevaciones producidas por las olas, las comprobaciones expuestas no sean
satisfactorias, será necesario adoptar, al menos, alguna de las siguientes medidas:

Aumentar la capacidad hidráulica del aliviadero de superficie.

Elevar la cota de coronación de la balsa.

A veces resulta útil disponer un pretil de coronación capaz de resistir los empujes del
oleaje. En este caso la mitad de la altura de pretil puede contabilizarse a efectos de la
comprobación del resguardo mínimo.
No se deben olvídar para calcular el resguardo las posibles imperfecciones ocasiona-
das en la coronación por la falta de uniformidad de los asientos, los asientos postcons-
tructivos de la cimentación y del dique de cierre, e incluso, en las zonas donde sea de
aplicación la normativa sismorresistente, los debidos a efectos sísmicos.

A3.4. DISPOSITIVOS DE ENTRADA DE AGUA.

A3.4.1. SISTEMAS DE ENTRADA POR CORONACIÓN.

A3.4. l.l Mediante veríido sobre un cana/

En general estos dispositivos de entrada de agua constarán, según el sentido de cir-


culación del agua, de una arqueta de entrada, un canal, que puede ser liso o escalona-
do y un cuenco amortiguador, que puede llegar a suprimirse si la disipación de energía
en el canal es suficiente.

Arqueta de entrada

La caracterización hidráulica se corresponde con la de un vertedero de pared gruesa


sin control aguas abajo.

El caudal de vertido se puede calcular, simplificadamente, mediante la siguiente ex-


presión:

Donde:

Q: Caudal (m3/s).

b: Ancho de la zona de vertido medido perpendicularmente a la dirección del flujo (m).

h: Carga sobre el vertedero (m.c.a.).

Figura 47.- Esquema del vertido directo sobre lámina mediante arqueta
Si el vertedero adoptara la forma de un perfil Creager, el caudal de vertido se puede
calcular de forma similar, teniendo en cuenta que el coeficiente de descarga se puede
considerar igual a 2,l (en vez de 1,7). Para conocer la geometría de este tipo de perfi-
les se recomienda acudir a bibliografía especializada.

Con Q se obtiene el ancho de la zona de vertido (b) y la altura de la lámina de agua (h).

Además, habrá que tener siempre en cuenta que la cota del vertedero de la arqueta
de entrada ha de ser tal que nunca se pueda anegar la arqueta, es decir, que el agua
no pueda retroceder. Esto se traduce en la práctica en que la cota del vertedero de la
arqueta de entrada ha de ser superior a la cota del aliviadero y a la del Nivel Máximo
Extraordinario (NME) de la balsa.

Canal de entrada liso

Este canal tendrá, generalmente, la misma anchura que la zona de vertido (b).

Una vez alcanzado el calado crítico en el arranque del canal (Y,), los calados en el
canal de entrada se pueden estimar mediante la aplicación directa de la fórmula de
Manning, ya que en el caso de los calados, el régimen uniforme en pendientes rápidas
ofrece resultados conservadores:

Siendo:

n: 0,015 (Número de Manning para el hormigón).

i: Pendiente del canal (mlm).

Rh: Radio hidráulico (m).

SuperJcie mojada - b h
R =
--
Perímetro mojado b + 2 -h
V: Velocidad media del agua (mls).

Figura 48.1 Esquema de las dimensiones


del canal de entrada
De la expresión expuesta se obtendrá h (calado en el canal de descarga), a partir del
cual se dimensionará la altura de los cajeros del referido canal al objeto de que el agua
no desborde lateralmente en ningún caso.

En el pie de aguas abajo del canal es preciso tranquilizar el flujo. Para ello lo común
es construir un cuenco amortiguador tal y como se explica más adelante.

Canal de entrada escalonado

La construcción de un canal escalonado para la introducción de agua en la balsa tie-


ne la ventaja de que se produce la disipación de la energía cinética y se reducen los
riesgos de dañar o socavar el cuerpo de la balsa. Para ello es preciso que el canal se
encuentre adecuadamente dimensionado (en términos de huella y contrahuella de los
escalones).

Conociendo el caudal de entrada (Q), la pendiente de la rampa (a) y el ancho del ca-
nal (b, que se ha obtenido tal y como se ha explicado en el apartado anterior), se pue-
de obtener el valor mínimo de la altura de los escalones (he) para que se mantenga el
flujo escalón a escalón sin que pase a flujo rasante.

El flujo escalón a escalón se distingue por la formación de una lámina de agua en ca-
da salto de cada escalón. El flujo rasante sin embargo, se caracteriza por el completo
sumergimiento de los escalones, de manera que no presenta el aspecto de una lámina
fluyente que salta de escalón a escalón.

La condición para que se mantenga el régimen de flujo escalón a escalón es:

he 2
%(1,057
@
- 0,465 t g a )
Donde:

q = Caudal unitario (m3/s.m)=~/b

he = Altura del escalón (m) o contrahuella.

a = Ángulo que forma el talud con la horizontal.

Mediante la Figura 49 se puede conocer la altura del escalón (he) de una forma di-
recta, entrando en el gráfico a través del caudal unitario y eligiendo la curva correspon-
diente a la pendiente de la rampa (talud interior de la balsa).
Coronación

Fondo

Figura 49.- Esquema de una rampa de entrada con solera escalonada

La longitud del escalón (1) o huella se pude obtener mediante la siguiente expresión:

Adoptando un canal escalonado puede llegar a conseguirse una disipación de ener-


gía tal que evite tener que colocar un cuenco amortiguador aguas abajo, o por lo me-
nos reduzca sus dimensiones considerablemente.

Figura 50.- Altura (he) de los escalones del canal de entrada


Cuenco amortiuuador

Los parámetros de diseño de un cuenco amortiguador son su ancho, que suele ser
igual a la anchura del canal de descarga (b), su longitud (LB) y SU profundidad sobre el
lecho del río (h).

El proceso de cálculo es el siguiente (Figura 51):

1.- Se obtiene la velocidad de entrada al cuenco (vl), aplicando el teorema de Bernou-


Ili entre el punto O con velocidad despreciable situado en la arqueta de entrada y un
punto 1, justo en el pie del canal de entrada:

Donde k representa la fricción en la caída del agua, que reduce la velocidad. A falta
-le datos más precisos, puede suponerse una reducción de velocidad del 30%
(k=0,3).

Como primera aproximación, se supone que la diferencia e-y, es muy pequeña fren-
te al valor de H.

2.- Se calcula el calado en el punto 1 (y1) a partir del caudal unitario de vertido (q), por
continuidad:
4
Y, =-
"1
3.- Se obtiene el valor del Número de Froude en el punto 1:

4.- El calado y2 se calcula mediante la ecuación de resalto hidráulico:

5.- El calado y2 ha de coincidir con el calado impuesto por el régimen lento del nivel de
aguas abajo:

6.- Con los valores obtenidos de yl y de e, se vuelve a calcular VI.


7.- Se repiten todos los pasos hasta que la diferencia entre los valores de e en dos ite-
raciones sucesivas sea aceptable.

8.- La longitud del cuenco se fija por métodos empíricos. Se puede utilizar la siguiente
expresión:

Si se disponen dientes ylu otros elementos disipadores de energía, esta longitud pue-
de reducirse considerablemente, llegando a longitudes de 4,s-y*.

Punto 2
Punto 1
........................................

Figura 51.- Esquema del cuenco amortiguador. Identificación de parámetros básicos

Para dimensionar el canal de salida aguas abajo del cuenco se podrá emplear la for-
mulación de Manning.

A3.4.1.2. Med/ánte vertido d/iecto sobre /a geomemb~ana

Mediante tubería en ~ i c o
de flauta

Teniendo en cuenta que el funcionamiento es el correspondiente a un desagüe en car-


ga, se deberán fijar el número de conductos y el diámetro de los mismos para que la ve-
locidad de salida sea próxima a 1 mls. Con ello se consigue, además, que los esfuer-
zos debidos al vertido sean pequeños y por tanto no supongan problema alguno para
las láminas de impermeabilización.

En los casos en los que se tiene conocimiento de problemas en la lámina como con-
secuencia del vertido mediante chorro aparece siempre un vertido en altura sobre el ta-
lud, tal y como se representa en la Figura 52, donde la tubería de entrada no entronca
sobre la coronación del propio talud interior, sino que vierte en altura.
El análisis de estos casos ha permitido establecer que, si bien la geomembrana es ca-
paz de soportar las fuerzas del impacto, el sustrato inferior (terreno del talud) sufre co-
mo consecuencia del impacto unos esfuerzos dinámicos que son transmitidos por la ge-
omembrana y que pueden provocar la erosión y movilización de las capas superficiales
del terreno que forma el talud, apareciendo oquedades o pequeñas cárcavas bajo la ge-
omembrana. El impacto del chorro sobre la geomembrana, una vez formadas estas
oquedades, la rompe como consecuencia de un punzonamiento sobre una superficie
biapoyada. Este tipo de rotura se puede estudiar en laboratorio mediante los denomi-
nados "ensayos del reventón" (burst strength).

Talud interior

,
~

Figura 52.1 Vertido mediante tubería en altura sobre el talud 1

i
1,

Mediante arqueta
~ 1
I
1

La caracterización hidráulica se corresponde con la de un vertedero de pared gruesa l

sin control aguas abajo (ver apartado A1 -4.1.1).

A3.4.2. SISTEMAS DE ENTRADA POR EL FONDO


1

A3.4.1.3. Mediante codo de 90°por e/ fondo de /a ba/sa


l

1 La caracterización hidráulica de cualquiera de los tres tipos de entrada en codo de 90° 1

(ver Apartado 4.1 .-) responde al mismo tipo de vertido, si bien, en el tipo c, el codo de
l
entrada vierte realmente sobre una arqueta o cuenco, por lo que el dimensionamiento
de la misma se asemeja a lo señalado en el apartado siguiente, relativo a las entradas
! inferiores mediante arqueta. l
I
1

l ~
Este tipo de vertido se puede asimilar a los vertederos de planta circular que descar- l

gan del interior hacia fuera (Figura 53). I


l
~
1

I
'1

, ;=.:-. ~ ~ z z ~ z555>~5$5575?;7>2:~5::a>:z:z-5375F-5~z;--
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.-U--
-.
:--=+:-=-.
.-z:-ii-L--.-=~-
::+>:z.s-::~:-:-:: G2 D Cií -

--..y
VERTEDOR FUENTE

Figura 53.1 Tipos de funcioRamPento del flujo fuente

Para el diseño de este tipo de entradas interesa que el flujo sea tipo vertedero y no
fuente, por los problemas de impacto sobre la geomembrana, lo que ocurre si se cum-
ple la siguiente condición como máximo:

Siendo:

h: Altura de la Iámina de agua en la balsa

D: Diámetro de la tubería de entrada

Sustituyendo en la ecuación del caudal de un vertedero circular y operando resulta la


siguiente ecuación:

O lo que es lo mismo:

Siendo:

p: coeficiente experimental que depende del tipo de vertido que se presente:

p = 0,63 si la Iámina es libre.

p = 0,705 si la Iámina es deprimida

p = 0,60 si la Iámina es adherida.

"-1
Siempre que exista la condición de flujo en vertedero, conviene ventilar la Iámina de agua,
para evitar la condición de Iámina deprimida, cuyo coeficiente p no está bien definido.
Esta expresión permite obtener para un diámetro determinado en la conducción de en-
trada, la velocidad máxima admisible para mantener el flujo tipo vertedero.

La utilización de la expresión anterior para determinar las velocidades máximas de en-


trada, tiene su principal aplicación para regular el llenado inicial, con la balsa completa-
mente vacía. Una vez alcanzado un cierto nivel de agua sobre el fondo de la balsa
(h=v2/2g)se pueden aumentar estas velocidades hasta los valores normales con los que
esté previsto el llenado.

Para el dimensionamiento de estos cuencos o arquetas se puede recomendar el si-


guiente procedimiento, que tiene en cuenta el amortiguamiento de los impactos, la ve-
locidad ascensional del cuenco y el caudal vertido por la coronación de la arqueta:

1. Predimensionar los lados de la arqueta (1 y L, en m) utilizando el caudal máximo po-


sible de entrada (Q, en m3/s) para el diámetro de conducción previsto (velocidad máxi-
ma admisible en la conducción), mediante las siguientes expresiones:

Siendo k la relación entre los lados de la arqueta y debiendo cumplir:

2. Obtener el valor de I para la misma velocidad máxima (v, en m/s) y diámetro pre-
visto (D, en m) mediante la ecuación:

3. Adoptar el valor de I mayor de los dos obtenidos.

4. Para la profundidad de la arqueta (p, en m) adoptar el valor:


PLANTA ALZADO

Figura 54.- Esquema del cuenco de amortiguamiento de impacto

A3.4.2.3. Medíante tubería en píco de flauta

Para la caracterización hidráulica de este tipo de entrada, es de aplicación lo señala-


do en el apartado correspondiente a la entrada por coronación mediante tubería en pi-
co de flauta (ver apartado A1.4.2.3).

Sin embargo es importante señalar que este tipo de entrada realmente diseñada co-
mo salida no dispone de estructuras para realizar la disipación de la energía. Ello su-
pone que esta disipación se realizará en el propio volumen de agua embalsada, al que-
dar habitualmente sumergida esta entrada. El problema, por tanto, se plantea en el ca-
so del llenado inicial con la balsa completamente vacía. La ausencia de estructuras de
disipación obliga a plantear el llenado inicial con bastante precaución, y ello, en térmi-
nos hidráulicos, significa adoptar una velocidad de entrada baja para conseguir que en
la entrada se produzca un flujo vertiente y no se llegue a formar propiamente un chorro
en la entrada inicial de agua. Para ello es necesario que, en la práctica, el caudal de sa-
lida por el pico de flauta no alcance el diámetro completo del tubo, produciéndose en-
tonces el flujo vertiente.

La caracterización hidráulica de esta situación se puede hacer a partir de los estudios


sobre flujo chorro de una tubería horizontal mediante el método de la tubería de Cali-
fornia (ver figura 55).

El método consiste en medir el calado final en la salida de la tubería y es válido si:


Lo que supone un caudal máximo de:

Siendo D el diámetro del tubo.

Para obtener el valor de la velocidad en el tramo en que el flujo en la tubería circula a


sección llena:

Esta expresión permite obtener el valor máximo recomendable para la velocidad en la


conducción de entrada a sección llena.

Figura 55.- Esquema del flujo chorro de una tubería horizontal

Por otro lado, este tipo de entrada obliga a disponer algún tipo de regulación para per-
mitir realizar el llenado inicial y posteriormente el llenado con diferentes niveles de agua
en la balsa.

En la Figura 56 se representa la situación de estas entradas y su línea piezométrica,


para garantizar en un punto próximo a su extremo el flujo en lámina libre.
Talud exterior

Figura 56.- Esquema de la línea piezométrica para entradas inferiores


con tubería en pico de flauta

Aplicando la Ecuación de Bernouilli para el caso de tubería horizontal e introduciendo


las condiciones particulares del problema, se obtiene la siguiente expresión que permi-
te obtener los valores de la presión (Plly) en metros de columna de agua (m.c.a.) ne-
cesarios en la caseta de válvulas para que el llenado inicial a balsa vacía se produzca
de la manera indicada en este apartado:

Una vez el nivel de agua en la balsa haya sumergido el pico de flauta, se debe variar
esta regulación y permitir mayores caudales, dado que la disipación de la energía del
chorro de entrada está garantizada por el volumen de agua existente en la balsa.

A3.5. ALIVIADEROS.

A3.5.1. ALIVIADERO MEDIANTE TUBER~A.

El caudal a desaguar por lals tuberíals (Q = Q, + Qp) es la suma del caudal máximo
previsto de entrada en el vaso (Q,, dato) y del de la máxima lluvia sobre la superficie
de la balsa (Qp).

Para un periodo de retorno de 500 años, se puede obtener la precipitación máxima


diaria (~z,h0,en mm de altura de agua o llm2) a partir de la publicación del Ministerio de
Fomento "Máximas lluvias diarias en la España Peninsular".
El vertido de agua a través de un aliviadero constituido por una conducción circular se
corresponde con el vertedero circular:

Donde:

D: Diámetro (dm).

Q: Caudal (11s).

h: Altura de la lámina de agua sobre el labio (dm).

$: Función de hlD dada por la Tabla 26.- 28.-.

p: Coeficiente de gasto determinado a partir de la expresión:

Tabla 26.1 Coeficiente s para el cálculo de aliviaderos

Se puede emplear una fórmula aproximada para calcular $ (Expresión de Ramponi).


En la Figura 57 se representa el caudal, Q, en función de la altura de agua sobre el
labio, h, para distintos diámetros, teniendo en cuenta las expresiones anteriores.

2 3 4 5 6 7
Carga sobre el vertedero, h (dm)

Figura 57.- Caudal de alivio mediante tubería

El procedimiento de cálculo será el siguiente:

1. Fijada h, se calcula D teniendo en cuenta lo indicado anteriormente:

Para calcular el caudal Qp, se supone que toda el agua caída durante la lluvia (, en
dm) se almacena en la balsa, sin salir nada por el aliviadero, por lo que obtendremos
valores conservadores.

Si fuera necesario, se dispondrán varias tuberías y se repetirá el proceso hasta que


los valores de h y D sean razonables.

2. Una vez conocidos todos los parámetros se calcula el caudal total, que es con el
que hay que comprobar el resto de elementos del aliviadero.
Ejemplo

Calcular el caudal total aliviado mediante tubería de una balsa situada en el término municipal
de Oliva (Alicante), que tiene un caudal máximo de entrada previsto de 50 11s.
p500
Para un periodo de retorno de 500 años, se obtiene la precipitación máxima diaria ( 24h , en
mm de altura de agua) a partir de la publicación del Ministerio de Fomento "Máximas lluvias

diarias en la España Peninsular". En este caso =436mm.


Fijando un calado de 5 dm, por ejemplo, se obtiene el diámetro de la tubería a partir de la
expresión de vertedero circular, teniendo en cuenta, además, la relación entre caudales:
Q = Qe + Qp
Para ello puede ser útil programar una hoja de cálculo. En este caso, se obtiene un diámetro
D=5,235dm.
Como se dijo en el apartado 4.2.-, el diámetro mínimo de un aliviadero mediante tubería debe
ser de 60 cm, por lo que se adopta este valor (D=6 dm).
Repitiendo los cálculos para este valor, se obtiene el caudal máximo de alivio, Q=303 Ils, que
resulta suficiente para evacuar el caudal máximo de entrada (Q,=50 11s) y el de la máxima lluvia
sobre la superficie de la balsa (Qp=242 11s).
Una vez conocidas las sobreelevaciones habrá que verificar los resguardos.

A3.5.2. ALIVIADERO MEDIANTE CANAL EN SUPERFICIE

En general, podrá tenerse en cuenta lo dicho en el apartado A1.4.1.1 para el diseño


del canal, ya sea liso a escalonado.

El caudal a desaguar por el vertedero de superficie (Q = Q, + Qp) es la suma del cau-


dal máximo previsto de entrada en el vaso (Q, dato) y del de la máxima lluvia sobre la
supetficie de la balsa (Qp).

Para un periodo de retorno de 500 años, se puede obtener la precipitación máxima


diaria ,:P
(:; en mm de altura de agua o l/m2) a partir de la publicación del Ministerio de
Fomento "Máximas lluvias diarias en la España Peninsular".

Los aliviaderos mediante canal en superficie funcionan hidráulicamente como verte-


deros de pared gruesa con su correspondiente labio de vertido (ver Apartado A1.4.1.1,
arqueta de entrada).

La altura del vertedero se obtiene sumando a la altura de la lámina de agua sobre el


labio (h) la altura del resguardo (R, ver Apartado A1.3).

El procedimiento de cálculo será el siguiente:


1. Fijada h, se calcula b teniendo en cuenta lo indicado anteriormente:

Q = Qe + Qp

Para calcular el caudal Qp, se supone que toda el agua caída durante la lluvia (, en m)
se almacena en la balsa, sin salir nada por el aliviadero, por lo que obtendremos valo-
res conservadores.

2. Una vez conocidos todos los parámetros se calcula el caudal total, que es con el
que hay que comprobar el resto de elementos del aliviadero.

Ejemplo

Calcular el caudal total aliviado mediante canal en superficie de una balsa situada en el término
municipal de Oliva (Alicante), que tiene un caudal máximo de entrada previsto de 0,5 m3/s.

Para un periodo de retorno de 500 años, se obtiene la precipitación máxima diaria ( psoO
24h , en

mm de altura de agua) a partir de la publicación del Ministerio de Fomento "Máximas lluvias

diarias en la España PeninsularJJ.En este caso PZ~~O=436mrn.


Fijando un calado de 0.5 m, por ejemplo, se obtiene el ancho del aliviadero a partir de la
expresión de vertedero de pared gruesa, teniendo en cuenta, además, la relación entre caudales
(Q = Qe + Qp):

b= 095
3 3 = 4,48m z 4,5m
1,7(0,5~- 0,436;)
Con este valor, se obtiene el caudal máximo de alivio, Q=2,7 m3/s, que resulta suficiente para
evacuar el caudal máximo de entrada (Q.=0,5 m3/s) y el de la máxima lluvia sobre la superficie
de la balsa (Q,=2,2 m3/s).
Una vez conocidas las sobreelevaciones habrá que verificar los resguardos.
A3.5.3. CUENCO AMORTIGUADOR

Para dimensionar el cuenco amortiguador se seguirá lo indicado en el apartado


A l .4.1.l.

A3.6. DISPOSITIVOS DE SALIDA DE AGUA.

A3.6.1. TOMAS

Un aspecto básico del diseño de las tomas es evitar que se produzcan procesos de
cavitación a su entrada. De igual forma, será importante conseguir un bajo coeficiente
de pérdidas de carga localizadas. Finalmente, en estas obras de toma suele ser habi-
tual y muy conveniente la presencia de rejas de protección o chapas perforadas (alca-
chofas), para evitar el paso de elementos gruesos a la tubería.

El dimensionamiento deberá efectuarse en la hipótesis de balsa al nivel mínimo de ex-


plotación con caudal punta de la demanda, al tratarse de la más desfavorable desde un
punto de vista hidráulico.

Todas las pérdidas de carga a que hacen referencia los siguientes apartados se su-
marán (A=he+hvs+hz+hr+hcp) y la carga que proporciona la altura de agua en el vaso
(Ha) se empleará en vencerlas y en la creación de velocidad (v):

Figura 58.- Carga de la altura de agua en una toma


Donde:

h:, Pérdida de carga por velocidad (m).

r: Radio de la tubería (m).

g: Aceleración de la gravedad (m/s2).

Por tanto:

De esta forma se podrá dibujar la curva de caudales de salida por la tubería en fun-
ción de la altura de agua sobre su embocadura.

Para realizar un predimensionamientode las tomas de agua, en balsas de hasta 10 m


de altura y de hasta talud 4HIlV se puede emplear el gráfico de la Figura 59, en fun-
ción del diámetro de la conducción (D). Para balsas mayores o si se quiere realizar un
cálculo más exacto, será necesario acudir a bibliografía especializada.

Figura 59.- Curva de gasto de una toma para una balsa de hasta 10 m de altura
A3.6.1.1. Pérdida de carga en la embocadura

La embocadura se dispondrá con formas redondeadas para que la vena líquida no su-
fra contracción.

Las pérdidas de carga serán:

Donde:

v: Velocidad del agua antes de la rejilla (mls).

r: Radio de la tubería (m, Figura 60).

Q: Caudal (m3/s).

A3.6.1.2. Pérdída de carga en /os codos

Las pérdidas de carga en codos se pueden calcular mediante las siguientes expre-
siones, en función de que se trate de codos circulares o de codos segmentados:

e Codos circulares.

Donde: a: Angulo del codo (Figura 61)


kgO:Coeficiente función del radio (R) y diámetro nominal (DN) del
codo (Tabla 27)

Figura 60.- Codo circularaltura


Tabla 27.- Valor del coeficiente kg0 en función de la relación WDN

e Codos segmentados.

Donde: k,: Coeficiente función del ángulo del codo (Tabla 28)

Tabla 28.- Valor del coeficiente kl en función del ángulo del codo

Figura 61.= Codo segmentado

A3.6.1.3. Pérdida de carga en válvulas

Las pérdidas de carga serán:

A3.6.1.4. Perdidas de carga en la tubería

Para el cálculo de las perdidas de carga por rozamiento en la tubería se podrá em-
plear la Fórmula de Manning:
Donde:

L: longitud tubería (m).

Rh: Radio hidráulico de la tubería (m).

n: Coeficiente de Manning.

A3.6.1.6. Dimensionamiento de entradas sin cavitación

Para garantizar la entrada a la tubería sin que se produzca cavitación, se debe dise-
ñar el abocinamiento de la tubería, que suele hacerse mediante un arco de elipse. Fija-
do el semi-eje b (Figura 62), se calcula la relación blr y se fija un valor de alr fuera de
la zona sombreada.

r: Radio de la tubería (m).


a: Semieje mayor de la elipse (m).
b: Semieje menor de la elipse (m).
c: Semidistancia foca1 (m).

Figura 62.- Abaco para el dimensionado de las entradas sin cavitación


A3.6.1.6. Pérdida de carga en rejillas

Las rejillas, desde el punto de vista de pérdida de carga, se definen por la separación,
a, entre barras, por su dimensión, b, en el sentido del flujo, por su grosor máximo, e, (Fi-
gura 62) y por la forma geométrica de su sección transversal. La pérdida de carga en
las parrillas está expresada por la fórmula:

Figura 63.1 Parámetros de una rejilla

Donde v sería la velocidad del agua en la sección de la parrilla sin que ésta esté co-
locada. Los valores de K se incluyen a continuación, en función de que la rejilla sea nor-
mal u oblicua a la corriente:

- Rejillas normales a la corriente.

Kd: Coeficiente de depósitos, sobre la rejilla considerada "sucia"

1,l a 1,2 para limpiador automático moderno.

1,5 para limpiador automático antiguo.

2 a 4 ó más, para limpieza a mano.


Kf: Coeficiente de forma de sección transversal de la rejilla.

0,51 para sección rectangular alargada.

0,35 para sección circular.

0,32 para sección alargada con semicírculos en los extremos.

p: Relación entre el área obstruida por la parrilla y el área total.

La relación ela varía en la práctica entre 6% y 16%. El valor de p que


tiene en cuenta toda la estructura de la parrilla puede alcanzar valores del
22% al 38%.

cp: Ángulo de la parrilla con la horizontal (Figura 64).

Paneles

Barras transv. 1

Figura 64.- Esquema de rejilla normal a la corriente

- Rejillas oblicuas a la corriente.

El coeficiente de pérdidas de carga en rejillas de barras bajo un determinado


ángulo de entrada, 8, viene dado por: K = K1=K2.Donde K1 es la función si-
multáneamente de la forma de la barra y del ángulo de entrada (Tabla 29), y
K2 es la función simultáneamente de la relación entre alao y del ángulo de en-
trada (Tabla 30).
Figura 65.- Esquema de una rejilla oblicua a la corriente

Figura 66.- Formas de barras

NoDE e (O)

BARRA O 5 10 15 20 25 30 40 50 60
1 1,OO 1,OO 7,OO 1,OO 1,OO 1,OO 1,OO 1,OO 1,OO 1,OO
2 0,76 0,65 0,58 0,54 0,52 0,51 0,52 0,58 0,63 0,62
3 0,76 0,60 0,55 0,51 0,49 0,48 0,49 0,57 0,64 0,66
4 0,43 0,37 0,34 0,32 0,30 0,29 0,30 0,36 0,47 0,52
5 0,37 0,37 0,38 0,40 0,42 0,44 0,47 0,56 0,67 0,72
6 0,30 0,24 0,20 0,17 0,16 0,15 0,16 0,25 0,37 0,43
7 1,OO 1,08 1,13 1,18 1,22 1,25 1,28 1,33 1,31 1,20
8 1,OO 1,06 1,10 1,15 1,18 1,22 1,25 1,30 1,22 1,OO
9 1,OO 1,OO 1,OO 1,01 1,02 1,03 1,05 1,10 1,04 0,82
10 1,OO 1,07 7,07 1,09 1,10 1,17 1,10 1,07 1,OO 0,92
11 0,74 O,74 0,74 0,74 O,74 0,74 0,74 OJ74 OJ74 0,74
Tabla 29.- Valores de K l
Tabla 30.- Valores de K2

A3.6.1.7. Pérdida de carga en chapas perforadas

Puede ser calculada por la expresión:

Donde = SOISes la relación entre la superficie total de los agujeros y la superficie


total de la parrilla.

Esta expresión es válida para pared delgada, es decir, eldo < 0,015 (siendo e el gro-
sor de la chapa y do el diámetro del orificio) y para valores del número de Reynolds del
orificio,Reo = vO do 1v 2 105, siendo vo la velocidad a través de cada orificio (mls) y la
viscosidad cinemática del fluido (m2/s).

A3.6.2. DESAGWES DE FONDO

El desagüe de fondo debe dimensionarse para que el tiempo máximo de vaciado de


la balsa, en caso de avería o por razones de mantenimiento, sea razonable. En la prác-
tica este tiempo se fija, dependiendo del volumen de agua almacenado en el vaso, en-
tre 1 y 2 días.
A3.6.2.1. Determinación del caudal de desagüe

Altura máxima lámina de agua (aliviadero)

Pendiente solera hacia (C 2


toma de fondo 1
Punto de kit
desagüe

Fgura 67.- Esquema del desagüe de fondo de una balsa

Aplicando la Ecuación de Bernouilli entre los puntos 1 y 2, se obtiene la expresión:

Donde:

Ha: Altura de agua en la balsa que se asimila a la altura en el punto de desagüe (m).

v: Velocidad del agua en la conducción de salida (mls).

A. Pérdidas de carga en el tramo (m.c.a.).

Las pérdidas de carga en el tramo (A) serán la suma de la pérdida de carga continua
(h, ver Apartado A1.6.1.4) y las pérdidas de carga localizadas (hL, ver Apartados
A1.6.1.1, A1.6.1.2, A1.6.1.6 y A16.1.6).

Las pérdidas de carga localizadas en régimen turbulento se pueden expresar a través


de fórmulas del tipo siguiente, donde K es el coeficiente de pérdida de carga localizada.
*.2

Sustituyendo en la Ecuación de Bernouilli y operando obtenemos:


Donde:

D: Diámetro de la conducción (m).

L: Longitud de la conducción (m).

Q: Caudal (m31s).

n: Coeficiente de Manning.

Para realizar un predimensionamiento de los desagües de fondo, en balsas de hasta


10 m de altura y de hasta talud 4HllV se puede emplear el gráfico de la Figura 59, en
función del diámetro de la conducción (D). Para balsas mayores o si se quiere realizar
un cálculo más exacto, será necesario acudir a bibliografía especializada.

A3.6.2.2. Tiempo de vaciado de la balsa

Las variables que intervienen en el proceso de vaciado de la balsa son las siguientes:

a Capacidad del desagüe (relación altura de agua-caudal vertido, ver apartado


A1.6.2.1).

a Curva característica de la balsa (relación altura de agua- volumen).

Para calcular el tiempo de vaciado de la balsa se asumen las siguientes hipótesis: que
en el instante inicial se encuentra a su nivel máximo (cota del labio del aliviadero), y que
el desagüe de fondo se mantiene abierto al máximo durante todo el proceso.

A medida que se va evacuando agua, el volumen almacenado en la balsa va dismi-


nuyendo, así como la altura de agua en la misma. Esto quiere decir que el caudal que
sale por el desagüe varía con el tiempo. Para conocer con exactitud la evolución del ni-
vel de agua a lo largo del proceso de vaciado sería necesario resolver una ecuación di-
ferencial. En la práctica, se utiliza una simplificación que consiste en "discretizar" el cál-
culo. Es decir, se selecciona un intervalo de tiempo, y se hace un cálculo "paso a pa-
so". A continuación se describe el proceso:

1. En el instante inicial se conoce la altura de agua en la balsa (Ho), y por tanto también
el volumen almacenado (Vo) y el caudal que sale por los desagües (Qo).

2. Se supone que este caudal es constante durante el primer paso de tiempo, y se cal-
cula el volumen evacuado como, siendo el intervalo de tiempo seleccionado.

3. Se obtiene el volumen al final del intervalo como.

4. Mediante las curvas características de la balsa se obtiene la nueva altura de agua


(H1), que es la correspondiente a VI. Se repite el proceso hasta que se completa el
vaciado.

En el paso 2, se puede afinar más el resultado si en lugar de suponer que el caudal


vertido es constante, se calcula mediante iteraciones el caudal medio del intervalo. No
obstante, suele ser suficientemente aproximado el primer método, que es más sencillo
y rápido. Para comprobar si esto es así, basta con ver la rapidez con que varía el cau-
dal de desagüe en cada paso de tiempo.

La programación de este cálculo es sencilla. La selección del intervalo de tiempo de-


pende de la precisión requerida, y debe ser el resultado de un proceso iterativo.

EJEMPLO

Se ha calculado el vaciado de una balsa cuyo fondo es un rectángulo de 100 x 50


m. Los taludes interiores son 2H/IV, y la altura de agua útil es de 10 m. La con-
ducción de desagüe es de 400 mm de diámetro, y tiene una longitud de 50 m.

Se ha calculado la curva de desagüe de este conducto según la formulación des-


crita en el Apartado A1.6.2.1, suponiendo unas pérdidas de carga habituales. Los
valores obtenidos son los de la tabla siguiente:

Se ha obtenido la fórmula matemática que aproxima estos valores.

Q = -0,00002776h6 + 0,00093797h5 - 0,07244767h4 + 0,08250994h3 -


0,29722662h2 + 0,63626389h + 0,00087386
(1
Se muestra en el siguiente gráfico:
-
1,5
1 I
a-
-+
4

.I1 1- 1 - -

/
. I
-- 1 i
1 2 3 4 5 6 7 8 9 1O
Cota de agua en la balsa (m)

Figura 68.mCurva de desagüe

A partir de la geometría de la balsa, se obtienen las fórmulas que permiten conocer


el volumen de agua en función de la cota y viceversa:

V = 770,O h2 + 4.924,4 h + 48,O


(2)

H = -0,00000000057787 7 ~2 + 0,0007 8786637 0855V + 0,0447427 86320665


(3)

En estas fórmulas, la altura de agua se expresa en metros y el volumen en m3.

Con estos datos, se ha programado una hoja de cálculo. Tras varias iteraciones,
se ha seleccionado un intervalo de tiempo de cálculo de 15 minutos. A continuación
se muestran los primeros pasos:

T T T COTA VOLUMEN CAUDAL VOLUMEN VOLUMEN COTA


INICIAL INICIAL FlNAL INICIAL INICIAL VERTlDO VERTlDO FlNAL FINAL
(U) (MIN) (MIN) (M) (/W') (&) (M", (M) (M)
O O 15 10,O 66292 1,31 O 66292 9,96
0,25 15 30 9,96 66292 1,31 1179 65113 9,83
0,5 30 45 9,83 65113 1,31 1176 63937 9,69
0,75 45 60 9,69 63937 1,30 1170 62767 9,56
1 60 75 9,56 62767 1,29 1164 61603 9,42
La cota y el volumen iniciales son conocidos; el caudal vertido se obtiene de (1);
el volumen vertido se calcula multiplicando el caudal vertido por la duración del in-
tervalo; el volumen final es igual al inicial menos el vertido, y la cota final se obtiene
de (3). A partir del segundo paso, el volumen inicial es igual al volumen final del pa-
so anterior. Siguiendo este proceso, se obtiene la evolución del nivel de embalse
con el tiempo, y el tiempo total de vaciado. En el siguiente gráfico se muestran.

Fgura 69.- Evolución del nivel del embalse con el tiempo

Se observa que en este caso el tiempo de vaciado es de 27 horas. La forma de la


curva refleja el cambio de pendiente que se aprecia también en la curva de capaci-
dad del desagüe.
ANEJO No4
NORMATIVA DE GEOSINTÉTICOS
~ ' Y T W DE R E ~ E Pa& E W 0 d ~ 4
NORMAS DE GEOTEXTILES Y PRODUCTOS RELACIONADOS

Se debe realizar siempre un control de recepción en obra de los geosintéticos, como


de cualquier otro material de los que intervienen en obra, independientemente de que
se realicen o no ensayos de recepción. En el caso de que no se realicen ensayos de re-
cepción, el control de recepción consistirá únicamente en el control documental.

En control de recepción en obra debe realizarse, por tanto, al menos en la parte rela-
tiva a la identificación del material que llega a obra y al control documental.

Identificación del producto

La identificación del producto se realizará de acuerdo con la norma UNE-EN 10320,


en la cual se especifica la información que debe acompañar a los geotextiles y produc-
tos relacionados, con el fin de permitir su identificación.

El geosintético debe marcarse mediante estampado sobre el material, el nombre y el


tipo de producto a intervalos de 5 metros como máximo.

Control documental

El control documental se debe hacer siempre, incluso aunque se decida no hacer en-
sayos de recepción. Desde octubre de 2002, los geotextiles y productos relacionados,
deben estar en posesión del marcado CE para ser comercializados legalmente en los
países de la Unión Europea, y por tanto poder ser utilizados en obra.

Por lo tanto, de acuerdo con las correspondientes normas de aplicación, en este ca-
so para la aplicación del geotextil o producto relacionado en la construcción de embal-
ses y presas, en el control documental se debe verificar:

e En primer lugar, que el geosintético (geomembrana, geotextil o producto relacionado,


o barrera geosintética bentonítica ,GBR-C, ), estén en posesión del marcado CE.

e En segundo lugar, el fabricante está obligado a facilitar con cada suministro la siguien-
te documentación, y en su defecto, deberá ser requerida en la recepción documental:

- Declaración de Conformidad CE del fabricante, con la siguiente información:

i Nombre y dirección del fabricante.

i No de Certificado de Control de Producción.

i Nombre y cargo de la persona que firma en nombre del fabricante.


- Documentación de acompañamiento al marcado CE, donde debe figurar, además,
los siguientes datos:

i Número de identificación del Organismo Notificado.

i Nombre o marca de identificación del fabricante y dirección declarada del


fabricante.

i El número del certificado del control de la producción de fábrica para un


producto o lote de productos.

i Referencia a la norma o normas europeas que se trate.

i Valores a declarar de los requisitos esenciales y tolerancia17, así como los


datos sobre la durabilidad de acuerdo con el anexo B de la norma correspondiente.

i Nombre y cargo de la persona que firma la declaración en nombre del


fabricante.

Los valores que figuran en esta documentación (valores declarados por el fabricante),
incluidos su tolerancia, son vinculantes para el fabricante o suministrador, y su incum-
plimiento, comprobado mediante los ensayos de recepción, podría suponer el rechazo
del lote, siempre que se hayan cumplido las condiciones de "muestreo". Esta docu-
mentación no debe ser confundida con la documentación técnico-comercial de los fa-
bricantes o suministradores.

Ensayos de recepción

Si se decide realizar los ensayos de recepción, para el caso de los geotextiles o pro-
ductos relacionados con geotextiles, se seguirá lo establecido en el punto 5.2, "Verifi-
cación de los valores" del epígrafe 5 "Evaluación de la conformidad", de la norma UNE-
EN 13254 "Geotextiles y productos relacionados. Requisitos para su uso en la cons-
trucción de embalses y presas", que a su vez, en la correspondiente modificación A l de
dicha norma, se remite para este fin al Informe Técnico, UNE-CENITR 15019 IN, don-
de se describe cómo llevar a cabo el control de calidad "in situ".

Para el caso de las barreras geosintéticas bentoníticas (GBR-C), se seguirá de acuer-


do con la norma UNE-EN 13361 "Barreras geosintéticas. Requisitos para la utilización
en la construcción de embalses y presas", lo establecido en la Tabla 31.

l7 Los valores declarados por el fabricante de los requisitos esenciales (características armonizadas) con sus tole-
rancias para nivel de confianza del 95% son los que aparecen en las respectivas normas europeas.
PROPlEDADES NORMA UNIDAD FRECUENCIA
Contenido de bentonita ASTM D 5993 ~ g / m Cada
~ 20.000m2
Resistencia a tracción (") UNE-EN /SO 70319 kN/m Cada 20.000m2
Permeabilidad al agua ASTM D 5887-95 m/s Por obra
h i c e de hinchamiento ASTM D 5890-95 mV 2g Cada 20.000m2
Punzonado estático UNE-EN /SO 72236 Cada 20.000m2
Resistencia al pelado ASTM 06496 N Cada 20.000m2
Pérdida por filtrado ASTM 05897 m1 Cada 20.000m2
Oxidacíón UNE-EN ISO 73438 % Por Obra
Envejecimiento a la intemperie (*) UNE-EN 72224 % Por Obra

(*) Se deben considerar las observaciones establecidas en la Norma UNE-EN 13361 para
estas propiedades.

Tabla 31.- Ensayos a realizar al GBR-C y frecuencia de muestre0

Para la toma de muestras y la preparación de las probetas para ensayo se seguirán


las pautas establecidas en la norma UNE-EN ISO 9862. Los ensayos a realizar serán
los especificados en las tablas 7 a 12 dependiendo de cada caso.

Para el caso de las barreras geosintéticas poliméricas GBR-P (geomembranas), se re-


alizarán, de acuerdo con lo establecido para estos materiales en la norma UNE-EN
13361, los ensayos denominados H (necesarios para la normalización).

Para la toma de muestras y la preparación de las probetas para ensayos se seguirán


las pautas establecidas en la norma UNE-EN ISO 9862.
ANEJO No5
PROCEDIMIENTOS DE INSPECCIÓN
Y VIGILANCIA, Y CUESTIONARIO
DE ROTURAS E INCIDENCIAS EN BALSAS
CUERPO DEL DIQUE Y CIMIENTO

1. Inspección de galerías

Periodicidad: Una vez al mes.


Responsable: Encargado de la balsa.
Personak Encargado más operario.
Medios materiales: Ropa de trabajo, linterna y estadillo de control.
Recorrer la galería completa, observando los siguientes puntos:
Estado de las puertas de acceso e iluminación.
Existencia o aparición de fisuraciones.
Desplazamiento relativo de juntas.
Deficiencias en el hormigón, como desprendimientos
Procedimiento: superficiales.
Existencia de nuevas fílfraciones o variación de las existentes.
Cuantificar las filfraciones y anotarla en la orden de trabajo.
Aunque no es el objeto primordial del presente procedimiento,
se comprobará visualmente el estado de las líneas de sen/icios
de alimentación eléctrica.

2. Inspección de vaso y paramentos de exterior del dique de cierre

Periodicidad: Una vez al mes.


Responsable: Encargado de la balsa.
Personal: Encargado más operario.
Medios materiales: Ropa de trabajo, recipiente y estadillo de control.
Se observaran los siguientes puntos:
Existencia de remolinos en la lámina de agua.
Presencia de grietas o movimientos de los taludes.
Existencia de zonas húmedas, de filtraciones y/o acumulación
de vegetación en zonas localizadas de los taludes.
En el caso de existir filtraciones, se anotará el nivel de agua en
el vaso y se medirá su caudal, recogiendo el agua en el
Procedimiento: recipiente y cronometrando el tiempo que tarda en llenarse.
Zonas erosionadas en los taludes.
Existencia y cuantificación de movimientos en el contacto entre
el terreno y el hormigón.
Estado del hormigón, comprobando si existen humedades,
especialmente en juntas.
Posible existencia de materiales flotantes sólidos o líquidos,
como troncos, maderas, plásticos, aceites, etc.
Otras deficiencias.
ANEJON" 5- PROCED~M~ENTO
DE INSPECCIÓN Y VIGILANCIA, Y CUESTIONARIO DE ROTURAS E INCIDENCIAS EN BALSAS

3. Inspección de vaso y paramentos interior del dique de cierre cuando la


balsa se encuentra vacía

Periodicidad: Cuando la balsa se encuentre vacía.


Responsable: Encargado de la balsa.
Persona/= Encargado de la balsa más especialista.
Medios materiales: Ropa de trabajo, cámara de fotos.
Examinar estado de las juntas del sistema de impermeabilización.
Examinar la limpieza de las juntasf8.
Examinar si existen zonas hundidas o con fisuras.
Existencia de zonas en las que la lámina esta tensionada o
Procedimiento:
desgarrada.
Estado de la toma y de la embocadura de los desagües de fondo.
Existencia de movimientos del pie del talud interior.
Otras defícíencias.

4. Inspección de la coronación del dique

Periodicidad: 1 Una vez al mes. 1


Responsable: 1 Encargado de la balsa. 1
Persona/= 1 Encargado de la balsa más operario. 1
Medios materíaes: 1 Ropa de trabajo, cámara de fotos y estadillo de control. 1
Recorrer la coronación observando lo siguiente:
Pérdida de alineación.
Procedimiento: Examen de la existencia de movimientos o agrietamientos en el
firme con cuantificación numérica de la extensión de estos
últimos.

5. Inspección del aliviadero

Periodicidad: Una vez a/ mes y después de cada vettido.


Responsable: Encargado de la balsa.
Personal: Encargado de la balsa más especialista.
Medios materiales: Ropa de trabajo, cámara de fotos.
Observar el aliviadero, comprobando:
Si es de hormigón, el estado de éste (Aparición de fisuras,
estado de las juntas, etc. ..)
Procedimiento: Si es a base de tubos, si el terreno próximo esta erosionado.
Estado de la embocadura y de la zona próxima a ella.
Existencia o no de vegetación en la salida.
Estado de la zona del canal o cuenco vertiente.

l8 Si en las inmediaciones de una zona sucia la junta esta limpia puede ser un indicio de posibles filtraciones a través
de ella.
A NEJO N" 5- PROCEDIMIENTO
DE INSPECCIÓN Y VIGILANCl&, Y CUESTIONARIO DE ROTURAS E INCIDENCIAS EN BALSAS

INSTALACIONES ELÉCTRICAS

Periodicidad: Una vez al año.


Responsable: Empresa especialista.
Personal: Encargado más el personal especialista de la empresa.
Medios materiales: Ropa de trabajo, cámara de fotos.
Recorrer la línea obsenlando lo siguiente:
Comprobar /aexistencia de placas de aviso de peligro.
lnspeccionar e l estado de las estructuras de sustentación de
Procedimiento: cables.
lnspeccionar e l estado de los aisladores.
lnspeccionar e l estado de los cables.
Comprobar el cable de toma de tierra.

Periodicidad: Una vez cada seis meses.


Responsable: Encargado de la bafsa.
Personal: Encargado de la balsa con un operario.
Medios materiales: Estadillo de control, ropa de trabajo.
Recorrer los accesos a la balsa y sus instalaciones comprobando:
El estado del cerramiento y de las barandillas.
El estado de l a s cadenas y cancelas de control de acceso.
Las posibles invasiones de vegetación en los caminos.
El estado de l a s obras de drenaje y cunetas de las
Procedimiento:
carreteras d e acceso, y posibles obstrucciones.
El estado de /aseñalización vertical y horizontal.
El estado del firme de las carreteras.
La no existencia de deslizamientos o desprendimientos en
taludes.
A NEJO N"- PROCEDIMIENTO
DE INSPECCIÓN Y VIGILANCIA, Y CUESTIONARIO DE ROTURAS E INCIDENCIAS EN BALSAS

CUESTIONARIO SOBRE
INCIDENTES Y10 ROTURA DE BALSAS

ROTURA: Rotura o movimiento de una parte de una balsa o de su cimiento, de tal ma-
nera que la balsa no pueda retener el agua. En general, el resultado de una rotura se-
rá una descarga de un volumen de agua importante que entrañe riesgos para las per-
sonas o los bienes aguas abajo.

ACCIDENTE: Situación crítica de una balsa que ha sido detectada con suficien-
te antelación como para prevenir su rotura, llevando a cabo medidas correctoras
incluso el vaciado de la balsa

ROTURA.. .............• INCIDENTE ...............• Fecha: ...............

A. Datos básicos de la balsa

A.l Situación y datos generales

1. Nombre de la balsa.........................................

2. Municipio ........................................................

3. Provincia ........................................................

4. Año de construccidn ......................................

5. Propietario ......................................................

6. Situación plano 1: 50.000. Hoja:

7. Sismiddad de la zona ....................................


8. Proyectista .....................................................

9. Constructor ....................................................

1O. Suministrador lámina ...................................


A.2 Características geométricas

11. Altura máxima de terraplén......................................

12. Altura máxima sobre cimientos ...............................

13. Cota coronación ......................................................

14. Cota nivel máximo ..................................................

15. Resguardo ...............................................................

16. Volumen ..................................................

17.Talud exterior .......H : .......V Berma: SiINo Talud resultante.......

18. Talud interior .......H : .......V Berma: SiINo Talud resultante.......

19. Longitud de terraplén ..........

A.3 Características del dique y del cimiento

20. Ancho de coronación ...............................

21. Materiales del dique ................................

22. Profundidad de excavación .....................

23. Características del cimiento ................ Aluvial ..... Suelo....... Roca....... Otros......

24. Elementos relevantes del cimiento para la rotura si los hay

25. Tipo de elemento impermeabilizante:

21.1 PEAD........ PVC........ Caucho - Butilo......... Otros ....... Arcilla.. .......

26. Presencia de nivel freático ......................... Altura sobre fondo de balsa ........
A NEJO N" 5- PROCEDIMIENTO
DE INSPECCIÓN Y VIGILANCIA, Y CUESTIONARIO DE ROTURAS E INCIDENCIAS EN BALSAS

A.4 Alimentación

27. Superior

27.1 Tipo ..................................................

27.2 Directa sobre la lámina.................... Babero ........................

27.3 Con estructura de disipación de energía. Tipo: ......................

28. lnferior

28.1 Tipo ..................................................

28.2 Node conductos .............................

28.3 Diámetro .........................................

A.5 Aliviadero

29. De superficie
.
29.1 Situacion..........................................
I

29.2 Cota de labio ..................................

29.3 Resguardo hasta coronación .........

29.4 Capacidad ......................................

30. lnferior

30.1 Tipo ...............................................

30.2 Node conductos ...........................


30.3 Diámetro .......................................

30.4 Capacidad .....................................


. - ---.- . - --
ANEJON" 5- PROCED~M~ENTO
DE INSPECCIÓN Y VIGILANCIA, Y CUESTIONARIO DE ROTURAS E INCIDENCIAS EN BALSAS

A.6 Desagüe de fondo

31. Tipo ......................................................

32. Node conductos ................................. ..

33. Diámetro ...............................................

34. Capacidad.............................................

A.7 Toma

35. Tipo . Inferior.................. Flotante ....................

36. Diámetro ...............................................

37. Capacidad ............................................

A.8 Drenaje inferior

38. Tipología. Perimetral............... Espina de pez................ Central............ Otros......

39. Capa drenante ................ Características .........................................

40. Material del relleno de las zanjas

40.1 H Poroso............. Material granular ............

41. Geotextil..............

A.9 Drenaje de taludes

42. Tipología. Geotextil ...... Tuberías drenantes...... Franjas drenantes...... Otros .....

B. Descripción de la rotura o accidente

B.l Tipo

43. Orificio en el talud


ANEJON"- PROCEDIMIENTO
DE INSPECCIÓN Y VIGILANCIA, Y CUESTIONARIO DE ROTURAS E INCIDENCIAS EN BALSAS

44. Rotura de material

45. Pérdida de agua por la toma

46. Asiento de la base.

47. Accidente de personas

48. Otros.

49. Descripción detallada.

C. Causa de la rotura o accidente

C.1 Fases

50. Final de construcción ..................

51. Primer llenado .............................

52. Explotación normal.......................

C.2 Causas

53. Filtraciones

54. Aguas subterráneas

55. Asientos

56. Lluvias

57. Rotura de la lámina

58. Mala soldadura

59. Deficiente calidad de material o inadecuado

60. Desbordamiento

61. Suelos expansivos


62. Oleaje

63. Viento

64. Rotura de la red de drenaje

65. Filtraciones en el contacto con obras de fábrica

O.F. Alimentación ........... 0.F.Desagüe .............. O.F. Toma .........

66. Degradación por agentes atmosféricos

67. Roedores

68. Movimientos sísmicos

69. Sabotaje y vandalismo

70. Otras causas

D. Consecuencias de la rotura o accidente

71. Descripción de las consecuencias y10 daños

72. Se realizó alguna investigación técnica de la rotura o accidente?

73. Quien la realizó?

74. Conclusiones

E. Rehabilitación

75. Se ha llevado a cabo alguna reparación?

76. Descripción de la reparación

77. Fecha de la reparación

78. Fecha del nuevo llenado

79. Incidencias en el nuevo llenado


ANEJON" 5- PROCEDIMIENTO
DE INSPECC~ON Y VIGILANCIA, Y CUESTIONARIO DE ROTURAS E INCIDENCIAS EN BALSAS

F. Otros datos

80. Existía mapa de inundación o descripción de zonas afectadas en caso de rotura?

81. Existe algún organismo público con responsabilidad en la seguridad de la balsa?

82. En la vigilancia de la balsa?

83. Existe algún sistema de auscultación?

83.1 En taludes .............. De asientos ............... De filtraciones ............


Con objeto de mejorar las próximas ediciones
de este manual, puede ponerse en contacto con
manualdebalsas@spancold.es,
para aportar cualquier sugerencia,
dato importante o corrección.
RECOMENDACIONES Y
MANUALES TÉCNICOS
Las secciones previstas son las siguientes:

- Calidad (C)
- Estructuras y Edificación (E)
- Geotecnia (G)
- Hidráulica y Energía (H)
- Ingeniería Marítimo-Costera (M)
- Ingeniería Civil y Construcción (1)
- Medio Ambiente (A)
- Ordenación del Territorio y Urbanismo (U)
- Transportes (T)
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MANUALES TECNICOS~ del Colegio de
Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos
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normativa oficial, así como publicaciones
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campos de la Ingeniería Civil y de la Cons-
trucción. Su objetivo es el de proporcionar
herramientas útiles y prácticas que sirvan de
apoyo para el más correcto y homogeneo
desarrollo del ejercicio profesional de
aquellos campos.

Allí donde existen Asociaciones Técnicas


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nes se redactan mediante convenios con
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Tomo 2
Estudios geológico - ge~~,cnicos y de
prospección de materiales.
Avenida de proyecto.
Aliviaderos y desagües.
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lidad.
Auscultación de las presas y sus cimien-
tos.
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CENTRO DE ESTUDIOS
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