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M art ínez Barrios J onat han
R odriguez Baut ist a Fermín
San t illán A g u ir r e Br iz eyda
Técnicas para el aumento o disminución de una conducta.
Moldeamiento.
En concreto, el objetivo es seleccionar una conducta que el sujeto pueda llevar a cabo sin
problema y que se parezca lo más posible a la respuesta objetivo, tanto en su faceta
topográfica (p. e. tipo de movimientos musculares implicados) como en la funcional; éste
término hace referencia a la meta o función que cumple un comportamiento determinado.
El siguiente paso consiste en determinar los pasos que llevarán de la conducta inicial a la final,
es decir, las aproximaciones sucesivas al comportamiento objetivo. Es recomendable ensayar
la secuencia antes de aplicarla y, en caso de que sea necesario, también conviene revisarla
durante el proceso de moldeamiento por tal de potenciar su efectividad.
Encadenamiento.
2. Dividir la conducta (meta) en pasos sucesivos (lo más cercanos posible uno de otros)
3. Moldeado del paso o pasos que el sujeto no tenga en el repertorio (luego les hablo del
moldeado).
Control estimular.
Algunas de las estrategias que se utilizan en psicología en relación al control estimular son:
Saciación.
• Saciación de respuesta, práctica negativa o práctica masiva: en este caso se trataría de que
la persona emitiera de forma masiva la conducta que se pretende eliminar.
Entre sus aplicaciones destacan los trastornos por tics y las conductas de atesoramiento.
Coste de respuesta.
Es una técnica de modificación de conducta en la que se emplea el castigo negativo, por tal se
utiliza para eliminar o disminuir comportamientos, para e llo se establecen las conductas a
disminuir y cuando un individuo las presenta se elimina un estímulo apetitivo de su ambiente
(por ejemplo, “como no has hecho los deberes no puedes ver tu programa de TV favorito”).
Los costes deben ser razonables. Por ejemplo, si el coste de respuesta es demasiado duro y le
quitamos a un niño “todos sus juguetes” por portarse mal, lo que va a ocurrir es que se va a
seguir portándose mal, por paradójico que nos resulte, ya que portarse mal ya no le “costaría”
nada (no hay nada que pueda perder).
Que el castigo debe reservarse para conductas inadecuadas que no se den casi
continuamente.
Se da la instrucción o se retira e premio que se pierde de forma calmada, sin gritar o
alterarnos.
Al quererse aplicar a niños pequeños es habitual permitir un aviso antes de actuar.
Se debe realizar inmediatamente detrás de la ocurrencia de la conducta o la más cerca
posible de ella.
El niño debe de tener claras las reglas y la conducta que se espera de él, antes de
empezar a aplicar el procedimiento.
Los reforzadores perdidos deben recuperarse, realizando las conductas adecuadas.
El castigo debe ser proporcionado al mal comportamiento, debe de ser realista.
El castigo debe ser lo más corto posible y debe tener un final claramente establecido.
Debe existir coherencia entre los distintos adultos que cuidan del ni{o y también a lo
largo del tiempo.
Referencias:
Miro, E. (2016). El castigo en niños II ¿Cuándo y cómo? Blog de Elena Miró. Recuperado de:
https://wpd.ugr.es/~emiro/el-castigo-en-ninos-ii-cuando-y-como/2/