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MEDCLI-4469; No. of Pages 2 ARTICLE IN PRESS
Med Clin (Barc). 2017;xxx(xx):xxx–xxx
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Carta al Editor
Embolia aérea cerebral tras colonoscopia
Cerebral air embolism after colonoscopy
Sr. Editor:
Las embolias gaseosas venosas representan una enfermedad
muy poco frecuente. Ocurre en la mayoría de los casos como
complicación iatrogénica de maniobras invasivas tales como la
inserción de catéteres venosos centrales o cirugías en el campo de
la neurocirugía o la traumatología1,2 . Rara vez ocurren como resul-
tado de técnicas menos invasivas como los estudios endoscópicos y
su mecanismo de producción se encuentra aún poco esclarecido3 .
Presentamos el caso de un paciente varón de 70 años con
HTA, miocardiopatía hipertensiva, enfisema centroacinar, sacroili-
tis, espondilitis anquilopoyética y enfermedad de Crohn. Resección
ileocecal en IQ laparoscópica hace 3 años por fistulización y este-
nosis como complicación de su enfermedad inflamatoria intestinal
de base.
Acudió para realización de una colonoscopia ambulatoria como
parte de programa de screening de cáncer colorrectal. Tras la
realización del procedimiento se objetivaron signos de focali-
dad neurológica. Inicialmente desviación ocular hacia la derecha,
hemiplejía izquierda y disartria. Se realizó TAC craneal donde se
visualizaba contenido aéreo a nivel de seno venoso sagital y en
lóbulo parietal posterior izquierdo. El estudio con angioTAC y el
estudio de perfusión fueron normales. En el ecocardiograma trans-
torácico no se vieron signos de CIA ni de foramen oval permeable.
Finalmente se sometió a 2 sesiones de cámara hiperbárica en nues-
tro centro con mejoría parcial de la clínica neurológica, quedando
como efecto residual hemiplejía izquierda.
La entrada de gas en la circulación portal está descrita como una
complicación rara en estudios endoscópicos. El mecanismo por el
cual se produce la translocación de aire a la circulación sanguínea
durante estudios endoscópicos está muy poco clarificado. Proba-
blemente la entrada de aire se produzca en base a varios procesos
intercurrentes. Primero, por el aumento de presión a nivel intesti-
nal durante los estudios endoscópicos, y segundo, debe existir una
especial predisposición a nivel del epitelio intestinal para permitir
el paso de aire.
Probablemente dicha debilidad se deba a la afectación del epi-
telio intestinal producida en cualquier afectación inflamatoria o
isquémica intestinal, dañando las uniones intercelulares y pro-
duciendo ulceraciones mucosas e isquemia4 . Nuestro paciente
presentaba enfermedad de Crohn lo que podría relacionarse con
esa debilidad a nivel del epitelio intestinal como resultado de la
afectación inflamatoria crónica propia de su enfermedad.
https://doi.org/10.1016/j.medcli.2018.03.005
0025-7753/© 2018 Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.
Cómo citar este artículo: Pérez-Canga JL, et al. Embolia aérea cerebral tras colonoscopia. Med Clin (Barc). 2017.
https://doi.org/10.1016/j.medcli.2018.03.005
No obstante, este mecanismo explicaría únicamente el paso de
aire a la circulación venosa portal. Aún quedaría por esclarecer
cómo viaja el contenido gaseoso desde la circulación portal a la
circulación venosa sistémica escapando del filtro que supondrían
los lobulillos hepáticos.
Probablemente el primer paso a circulación venosa sistémica se
produzca a través de los 4 sistemas de comunicación porto-cava
existentes en la circulación venosa abdominal, destacando en este
caso el sistema rectal. En este caso tendríamos una embolia gaseosa
de tipo venoso. La clínica asociada a este tipo de embolias depende
fundamentalmente de que la magnitud del contenido aéreo pueda
producir un aumento de las resistencias vasculares pulmonares,
y en ocasiones, sobrecarga del ventrículo derecho3 . Los capilares
pulmonares suponen otro filtro natural para las burbujas aéreas
de hasta 30-40 micras, no obstante, en el caso de la existencia de
shunts a circulación sistémica como una CIA, un foramen oval per-
meable o un shunt intrapulmonar, se podría producir afectación
«paradójica» a nivel arterial sistémico, dando lugar a una embolia
arterial3 .
Sin embargo, nuestro paciente presentaba el contenido aéreo
en la vascularización cerebral venosa. Por tanto, al ser venoso no
dependería de la existencia de estos shunts a circulación sistémica,
que por otra parte no presentaba. Además, normalmente el conte-
nido aéreo viaja a través de AD y VD hacia la circulación pulmonar
y, dado el caso, podría producir una situación hemodinámica des-
favorable si es lo suficientemente grande. Pero nuestro paciente
presentaba aire a nivel cerebral. Pensamos que el gas podría haber
viajado a través de los propios vasos venosos en sentido caudo-
craneal hacia la vascularización venosa cerebral. Habría atravesado
la AD, en lugar de continuar hacia el VD, ascendiendo por la vena
cava superior, debido a que la tendencia del contenido aéreo en un
fluido es a ascender dadas sus propiedades.
Esto explica, pensamos, la aparición de clínica neurológica y la
presencia de gas objetivada en imagen por TC a pesar de la ausencia
de una comunicación AV en los estudios realizados.
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2 Carta al Editor / Med Clin (Barc). 2017;xxx(xx):xxx–xxx

Jose Luis Pérez-Canga a,∗ , Alejandro González-Castro b
y Laura López-Delgado c
a Servicio de Nefrología, Hospital Universitario Marqués de Valdecilla,
Santander, España
b Servicio de Medicina Intensiva, Hospital Universitario Marqués de
cServicio de Medicina Interna, Hospital Universitario Marqués de
Valdecilla, Santander, España
∗ Autor para correspondencia.
Correo electrónico: jlperezcanga@gmail.com (J.L. Pérez-Canga).

Valdecilla, Santander, España

Cómo citar este artículo: Pérez-Canga JL, et al. Embolia aérea cerebral tras colonoscopia. Med Clin (Barc). 2017.
https://doi.org/10.1016/j.medcli.2018.03.005