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Tomo I
L a emigración
VICENTE PINILLA NAVARRO
E L O Y FERNÁNDEZ CLEMENTE
© Vicente Pinilla Navarro y Eloy Fernández Clemente
© Gobierno de Aragón
I n t r o d u c c i ó n al t o m o p r i m e r o 7
PRIMERA PARTE
HACER LAS AMERICAS: DESTINO, TRABAJO Y CONDICIÓN
Vicente Pinilla N a v a r r o
1. Introducción 21
2. L a e m i g r a c i ó n a r a g o n e s a : opciones, d e s t i n o s y r i t m o s 25
2.1. Aragón: un país de emigración 25
2.2. El dilema entre emigración interior y exterior 31
2.3. América: una opción minoritaria 40
2.4. Evolución de la emigración aragonesa hacia América 44
2.5. Los principales países de destino en América 49
2.5.1. Argentina 50
2.5.2. Cuba 55
2.5.3. Otros destinos en América 61
3. C a r a c t e r í s t i c a s d e los e m i g r a n t e s a r a g o n e s e s h a c i a A m é r i c a 65
3.1. Los orígenes comarcales 65
3.2. La última residencia en España como aproximación a la emigración por etapas 69
3.3. Sexo, edad, estado civil y emigración de grupos lamiliares 70
3.4. Formación y clasificación profesional: emigración y movilidad social 75
3.5. El periodo de estancia, la estacionalidad y las características de los viajes 82
4. Consideraciones finales 89
5. R e f e r e n c i a s bibliográficas 93
6. A p é n d i c e s e s t a d í s t i c o s 103
S E G U N D A PARTE
VIVIR E N AMÉRICA: RESIDENCIA, A Ñ O R A N Z A E I D E N T I D A D
Eloy F e r n á n d e z Clemente
4. O t r o s destinos m i g r a t o r i o s 183
4.1. México 183
4.2. Chile 186
4.3. Uruguay 188
4.4. Centroamérica y los Países andinos 191
4.5. Brasil 195
4.6. Estados Unidos 197
4.7. Otros viajeros y emigrantes especiales de v¿irios destinos 207
La aprobación por las Cortes de Aragón de la Ley 5/2000, de 28 de noviembre, de relaciones con
las Comunidades Aragonesas del Exterior, puso de manifiesto la voluntad de todos los grupos políti-
cos aragoneses de dar un nuevo impulso a la atención a quienes, habiendo nacido en Aragón o siendo
descendientes de aragoneses, residen fuera de nuestra Comunidad Autónoma y se sienten vinculados
a ella por lazos afectivos, culturales o de cualquier otro tipo.
En esta nueva etapa, el Gobierno de Aragón, a través del Departamento de Presidencia y Rela-
ciones Institucionales al que la Ley 5/2000 asignó la gestión de estas competencias, ha procurado pro-
fundizar en las relaciones con las Comunidades aragonesas del exterior en muy diversos aspectos, es-
pecialmente a través de la intensificación de los contactos y ayudas a las Casas y Centros de Aragón.
El Congreso celebrado en el mes de octubre de 2002, y que congregó a representantes de todos esos
Centros, tanto de España como del resto de Europa y de América, supuso también un respaldo a esa
labor y puso de relieve la vinculación que mantienen y quieren mantener con su tierra de origen, con
sus raíces, esos cientos de miles de aragoneses que viven fuera de Aragón.
Esos encuentros y actividades han servido también para poner de manifiesto la pervivencia ilu-
sionada de los sentimientos aragoneses en diversos países de la América latina, en particular en aque-
llos que cuentan con Casa o Centro aragonés: en Argentina, donde existe representación aragonesa
de especial importancia a través de cinco Centros en Buenos Aires, La Plata, Mar del Plata, Mendoza
y Rosario; en Curitiba, en Brasil; en Caracas, en Venezuela; en Santiago, en Chile; y en la Habana, en
Cuba, a través de la Sociedad Aragonesa de Beneficencia, que ha sido reconocida como Casa de Ara-
gón en fechas muy recientes.
Más recientemente, en abril de este año, una representación de los jóvenes de las Casas de Ara-
gón en América ha tenido ocasión de participar en el Encuentro de jóvenes del exterior, reiterando su
interés por intensificar las relaciones con Aragón.
Entre las distintas actuaciones que vienen realizándose para acercarnos a los aragoneses en
América, resulta de extraordinario interés conocer mejor su realidad actual y su historia más próxi-
ma. Y por ello se presenta ahora este libro que incluye estudios de los profesores de la Universidad
de Zaragoza D. Eloy Fernández Clemente y D. Vicente Pinilla Navarro, que habían venido traba-
jando sobre el tema y han tenido ocasión de conocer directamente la presencia aragonesa en visitas a
países americanos.
La presente publicación se estructura en dos volúmenes bajo el título común de "Los aragoneses
en América (siglos X I X y XX)". El primer volumen contiene dos estudios sobre la emigración arago-
nesa, en el contexto de la emigración española en América. El profesor Pinilla Navarro investiga sus
orígenes, sus características personales y familiares, su destino y sus etapas, aportando datos sobre las
motivaciones de una decisión tan trascendente como es la de emigrar. El profesor Fernández Clemen-
te, bajo el título "Vivir en América: residencia, añoranza e identidad" se refiere a las condiciones de
vida de los emigrantes aragoneses en los distintos países americanos, y a la presencia especial de algu-
nos aragoneses ilustres.
El segundo volumen de la obra, del que es autor el profesor Fernández Clemente, se refiere a la
emigración aragonesa no deseada, forzada por motivaciones políticas. Se trata de quienes emigraron
en aquella época difícil de los años de la guerra y de la postguerra, y de conocer mejor el papel que
desempeñaron los exiliados aragoneses, destacando las numerosas personalidades de la cultura, de la
enseñanza, de la ciencia y de la técnica. Con el sosiego que da la distancia en el tiempo y haberse su-
perado aquella etapa en esta España y en este Aragón democráticos y en paz, resulta muy interesante
conocer mejor al numeroso grupo de aragoneses que allende los mares siguió aportando a sus países
de destino su trabajo y su sentir aragonés. En ese grupo destacan, entre otros, personalidades como
Odón de Buen, oceanógrafo cuyos restos descansan desde hace pocas semanas en su Zuera natal; li-
teratos como Benjamín J a r n é s y Ramón J . Sender; pintores, como Marín Bosqued, y cineastas como
nuestro admirado Luis Buñuel.
En resumen, este libro pretende ser una aportación más que contribuya a un mejor conocimiento
de los aragoneses que un día emigraron a América. Y, al mismo tiempo, una contribución a la ruta rei-
niciada de reforzar puentes y estrechar lazos con quienes, desde un origen y vinculación aragonesa,
sienten y aman a esta tierra. Que tengan la seguridad de que Aragón les recuerda, quiere mantener su
vinculación con ellos y les acogerá y recibirá siempre como algo propio.
El Proyecto
Trabajos previos
El viaje a América
Tras nuestro viaje a América, y en los diez años que nos hemos
demorado en concluir este trabajo también hemos contraído otras
deudas. Los asistentes al Congreso "Cuba y España. Pasado y pre-
sente de una historia común" celebrado en Vitoria en 1998 hicieron
comentarios a nuestro trabajo que contribuyeron a la versión que fi-
nalmente se publicó en 1999 en el número 19 de la Revista Historia
Contemporánea, con el título "La emigración aragonesa a Cuba en los
siglos XIX y XX". De nuevo desde el CEMLA de Buenos Aires, y
durante la preparación de nuestro trabajo (en el que también cola-
boró Javier Silvestre) "La emigración aragonesa a la Argentina,
1880-1960",finalmente publicado en 2001 en el volumen 49 de su re-
vista Estudios Migratorios Latinoamericanos, recibimos ayuda. Particu-
larmente estamos en deuda con Alejandro Fernández y Alicia Ber-
nasconi. Igualmente desde allí Andrea Lluch, desde Santa Rosa
también en Argentina, ha estado solícita para responder algunas
preguntas que en el cierre final de nuestra investigación han ido sur-
giendo. María Xosé Rodríguez Galdo tuvo también la amabilidad de
Introducción al tomo primero 13
Vicente Pinilla N a v a r r o
a la memoria de Santiago Navarro y María Mendive,
tuvieron valor para ir y también para volver
1. Las características de esta fuente en Rodríguez 3' Cordero (2003). Estos au-
tores han podido identificar el origen provincial de sólo 79.053 españoles de los
949.596 que desembarcaron en Argentina entre los años 1882 y 1926. El origen, ade-
más de la nacionalidad, prácticamente sólo aparece en cinco años de esos listados:
1910y 1923-26.
2. La emigración aragonesa: opciones, destinos
y ritmos
2. Huesca tuvo la segunda tasa migratoria negativa más elevada entre 1877 y
1900, y Teruel la décima; entre 1900 y 1930 la de Huesca fue la sexta y la de Teruel la
decimocuarta; y entre 1930 y 1970 la de Teruel fue la cuarta. Para el conjunto del pe-
nodo 1877-1970, la de Teruel fue la segunda más elevada y la de Huesca la vigésima.
Hacer leu Amériau: destino, trabajo y condición 29
nes. Y que, de hecho, las dos forman parte del mismo proceso de de-
sarrollo capitalista caracterizado por la expansión de unas ciudades
capaces, por una parte, de atraer mano de obra de otros lugares del
interior y, por otra parte, de expulsar simultáneamente población
hacia el exterior . Un proceso migratorio, a veces intergeneracio-
nal, que es minuciosamente estudiado por dicho autor para el caso
de algunas ciudades españolas como Mataró, El Ferrol o Bilbao.
Sin embargo, a pesar de que el macroanálisis muestra que no se
puede hablar de la "emigración española" como un todo homogéneo
y que dicha emigración está formada en numerosas ocasiones por
previos inmigrantes interiores, también es cierto que las cifras agre-
gadas, a pesar de sus problemas, nos informan acerca de las tenden-
cias, permiten hacer comparaciones más amplias y nos ofrecen una
visión de conjunto . Una visión general en todo caso compatible con
otros puntos de vista micro que, en efecto, permiten una mayor pro-
fundizaron en otros aspectos de la movilidad. ¿Y qué nos muestran
las estadísticas sobre migraciones exteriores e interiores a pesar de
sus imperfecciones? Si, en primer lugar, atendemos a la información
acerca de la relación entre emigración exterior e interior suministra-
da por las estimaciones econométricas de funciones migratorias
"macro", para los años finales del siglo XIX y los primeros del XX
éstas muestran que la emigración interior pudo ser una alternativa a
la exterior en aquellos lugares que contaron con oportunidades de
empleo próximas . Para los años veinte, una vez disminuida la in-
tensidad de las salidas al exterior y aumentada considerablemente la
movilidad interior, fueron precisamente las provincias con menor
tasa migratoria hacia el exterior las que más contribuyeron a la emi-
gración interior . Esta pauta de "especiahzación" compuesta por dos
grupos de provincias, en función de si éstas son indo procUveo a formar
parte de la emigración exterior o de la interior, habría continuado
para las intensas migraciones de los años sesenta (cuadro 5).
15. Hemos elegido todas las provincias (15) con una tasa migratoria bruta al ex-
tenor superior a la media aritmética de las 49 españolas. Por simetría hemos escogido
las 15 con tasa migratoria bruta al interior más alta. Todas ellas superaban en un 30%
la media aritmética de las 49 provincias españolas.
36 VICENTE PINILLA NAVARRO
tante débil para el último cuarto del siglo XIXy, aunque algo menos,
para el primer tercio del siglo XX. Es muy elevada para la década de
los sesenta del siglo XX. Es decir que, en general, las provincias más
expulsoras al exterior no fueron primordialmente lugares de paso in-
termedios entre un primer origen interior y los destinos ultramarinos
o, ya en la década de los sesenta, europeos. Ahora bien, las excepcio-
nes, aparte de las mostradas por Moya para el siglo XIX y principios
del XX, son abundantes y muy relevantes, como el caso de muchas
provincias costeras cantábricas y mediterráneas .
Las conclusiones hasta ahora alcanzadas son coherentes con la
tesis que mantendremos aquí para explicar la escasa importancia de
la emigración aragonesa hacia América frente a la muy elevada en la
emigración interior. Dicho de otra forma, en un territorio como Ara-
gón, en el que como hemos visto que hubo tasas migratorias situadas
en muchos años de los aquí examinados entre las más altas de Espa-
ña, el destino interior venció de forma abrumadora al exterior, al
igual que ocurrió en otras zonas. Nuestra hipótesis es que, asumien-
do que los emigrantes aragoneses se movieron esencialmente por ra-
zones económicas, es decir por la esperanza de obtener mayores in-
gresos que con los que contaban, a la hora de elegir destino entre los
posibles, optaron por aquellos hacia los que existía menores costes
de desplazamiento, más información, y sólidas redes migratorias es-
tablecidas de forma progresiva desde mediados del siglo XIX. Vol-
veremos enseguida a este tema.
22. Los porcentajes en Barcelona son algo menores, al contrario de lo que ocu-
rre con los de Zaragoz¿v, con respecto a los de 1930 debido al aumento de la dispersión
de la población emigrante durante los años cincuenta y, sobre todo, los sesenta ligado
al desarrollo económico menos concentrado espacialmente de la segunda mitad del
siglo XX en España. Este desarrollo, basado más en los sectores industrial y de servi-
cios, potenció el crecimiento de lugares hasta ese momento más modestos en lo que se
refiere a su capacidad de atraer emigrantes interiores.
23. Recaño (2002), p. 62.
24. Datos extraídos de Gavín (coord.) (2002).
25. Ver Recaño (2002), pp. 51-86.
26. Los primeros (y muy provisionales) análisis de la inmigración hacia Zara-
goza, la capital aragonesa, sugieren que los principales orígenes de los inmigrantes se
de concentración en las barriadas obreras barcelonesas y en las cate-
gorías profesionales más bajas, inferiores a los de otras comunidades
de llegada postenor como la murciana o la andaluza, lo que pondría
de relieve que la "precocidad" migratoria se tradujo en mejores opor-
tunidades, que en conjunto fueron bien aprovechadas . La informa-
ción disponible sobre la emigración interior aragonesa durante el
boom migratorio de los años cincuenta y sesenta del siglo XX es to-
davía menor. En todo caso, sabemos que la temprana emigración
aragonesa a Cataluña y, sobre todo, a Barcelona no disminuyó e in-
cluso aumentó, en especial para las generaciones nacidas entre los úl-
timos años treinta y los últimos años cincuenta, es decir aquellos que
alcanzaron las edades en las que se es más proclive a la movilidad
durante los años sesenta . Sin embargo, la intensidad migratoria de
las mujeres disminuyó, en general, con respecto al periodo prebéhco,
dando paso a un modelo de mayor intensidad migratoria masculina.
encontraban en las zonas más alejadas de Cataluña (es decir, las más occidentales de
Aragón). En cualquier caso este "electo sustitución", ya detectado (para el país en ge-
neral) para la relación entre emigraciones interiores y exteriores, está por estudiar en
mayor profundidad.
27. Oyón, Maldonadoy Griful (2001).
28. Recaño (2002), pp. 67-68.
Hacer Lu America,/: dejtuio, trabajo y condición 41
Fuentes: Cuadro A. 1.
Hacer Uu Américtu: destino, trabajo y condición 47
2.5.1. Argentina
34. Ver para el conjunto de España Sánchez Alonso (1995), pp. 150-151.
35. Cortés Conde (1988); Sánchez Alonso (1988); Taylor (1994).
I lil Hospital Español de Buenos Aires, hoy desaparecido.
36. Cortés Conde (1988) o Sánchez Alonso (1988) y (2000 a) han destacado el
importante diferencial de ingresos que existió durante los años de la emigración en
masa entre la población argentina y la italiana o española.
37. Una síntesis sobre la historia económica argentina en ese periodo en Cortés
Conde (1992).
charon el primer impulso de fuerte crecimiento de la economía ar-
gentina en la década de los setenta del siglo XIX, para más tarde su-
marse los españoles a esta corriente.
El ritmo de salida de los emigrantes aragoneses a Argentina, fue
básicamente coincidente con la cronología de la emigración española
a ese lugar , aunque la imposibilidad de desagregar por orígenes las
series migratorias para el conjunto del periodo, no permite una com-
paración exhaustiva de ambos ciclos migratorios. En todo caso,
puede señalarse, quizás como peculiaridad más destacada de la emi-
| Hotel de inmigrantes de Buenos Aires, gración aragonesa hacia Argentina, un mayor contraste entre las ele-
vadas cifras anteriores a la primera guerra mundial y las muy infe-
riores posteriores, lo que bien podría explicarse por la intensa
competencia del destino barcelonés, justamente en los años en los
que se incrementan las salidas hacia América .
Como es lógico el aporte aragonés al conjunto de la emigración
española a Argentina fue pequeño en coherencia con las cifras de emi-
gración hacia América que vimos anteriormente. Así, por ejemplo, de
los casi 80.000 españoles que llegaron por mar a Buenos Aires de los
que tenemos datos de su origen en la península, sólo un 2,06% eran
aragoneses (datos sobre todo de los años veinte) ; de los españoles
residentes en Buenos Aires a la altura de la primera guerra mundial
los aragoneses eran un 2,5% , y de los también españoles que contra-
jeron matrimonio en Santa Rosa y Trenel (Territorio Nacional de la
Pampa) entre aproximadamente 1910 y 1940, un 4,1% eran aragone-
ses en el primer caso y ninguno en la segunda localidad .
Lógicamente, no todos los emigrantes permanecieron de forma
indefinida en Argentina, sino que un buen número de ellos regresa-
ron a Europa, es decir para una buena parte de los emigrantes la
aventura americana sólo fue temporal, estimándose que regresaron
aproximadamente un 47% del total de los llegados a Argentina . De
hecho, la emigración de los países del sur de Europa hacia América
durante el primer tercio del siglo XX tuvo una tasa de retornos com-
Publicidad en la prensa aragonesa parativamente mucho más elevada que la de las Islas Británicas o
• de los vapores hacia América.
38. Sánchez Alonso (1990), pp. 133-172, (1992) y (1995); Yáñez (1994). Análi-
sis historiográficos sobre la emigración española en Argentina en Devoto (1992) y
(1995).
39. Sobre la intensificación de la movilidad interior en España, Silvestre (2003).
40. Rodríguez y Cordero (2003), p. 87.
41. Fernández (1987), p. 66.
42. Maluendres, S., Lluch, A., Folco M. y Seewaldt W. (1995).
43. Yáñez (1994), p. 137. Este autor ha estimado que en el periodo 1869-1969
retornaron aproximadamente un 57% del total de los españoles emigrados a América,
aunque los países que concentraron la emigración española, como Argentina, tuvieron
un porcentaje de retornos inferior a la media.
Gráfico 3. Llegadas anuales a Argentina de emigrantes aragoneses, 1939-1959
44. O'Rourkey Williamson (1999), p. 120 señalan que en el caso de los Estados
Unidos la tasa de regreso estuvo entre 1890 y 1914 en aproximadamente un 30%. Sin
embargo para españoles e italianos se alcanzó casi el 50% mientras que en el caso de
los rusos fue sólo del 5% y en el de irlandeses y escandinavos todavía menor. Ver tam-
bién sobre el tema Baines (1991), pp. 39-42.
54 VlCKNTK PlNÜ.LA NAVARRO
45. Para los años en los que es posible calcular el saldo migratorio de los arago-
neses en Argentina, el resultado es (saldo total de cada periodo): 1887-90: 1. 709;
19I7-19:-532; 1920-22:371; 1925-29:445; 1930-34:-888. D a t o s de la R,taóúóiea c)e pasa-
jeros por mar del Instituto Geográfico y Estadístico y de la F,J tac)í.i tica <)e la emigración e.i-
pañola a America del Consejo Superior de Emigración.
46. Palazón (1995). S o b r e el convenio migratorio hispano-argentino y su aplica-
ción ver Quijada (1989), pp. 45-64.
47. D a t o s para esta etapa en Palazón (1995) y Yáñez (1994).
Hacer ta>< América^: destino, trabajo y condición 55
Cuadro 16. Año de llegada a Argentina de los aragoneses inscritos en los registros consulares
de Buenos Aires, La Plata y Rosario en 1939-1959
ARGENTINA Buenos Aires Rosario La Plata ARGENTINA Buenos Aires Rosario La Plata
número de total de llegadas porcentaje de llegadas en cada subperiodo
1880-89 19 10 8 1 0,6 0,4 2,5 1,3
1890-99 26 18 3 5 0,8 0,6 0,9 6,5
1900-09 233 201 28 4 7,3 7,1 8,9 5,2
1910-19 527 442 71 14 16,4 15,7 22,5 18,2
1920-29 530 460 60 10 16,5 16,4 19,0 13,0
1930-35 233 201 23 9 7,3 7,1 7,3 11,7
1936-69 72 72 0 0 2,2 2,6 0,0 0,0
1940-44 79 75 2 2 2,5 2,7 0,6 2,6
1945-49 487 460 19 8 15,2 16,4 6,0 10,4
1950-54 818 719 77 22 25,5 25,6 24,4 28,6
1955-59 181 154 25 2 5,6 5,5 7,9 2,6
Total 3.205 2.812 316 77 100,0 100,0 100,0 100,0
Fuente: libros registro de los consulados de España en Buenos Aires (1939-59), Rosario (1932-67) y La Plata (1939-59).
2.5.2. Cuba
48. Sobre estos últimos ver Yañez (1997). Sobre los canarios Macías (1992).
49. Alaluquer de Motes (1992), pp. 64-66. A partir de estos datos Alaluquer ha
realizado una estimación de la población española residente en la isla, que elevaría el
número de aragoneses a 601, representando al 0,7% del total de españoles, incluyendo
en este caso en el cálculo a los canarios. Su porcentaje sobre el total de la población de
la zona de origen era de los más bajos de España.
I Anuncios de barcos a América publicados en la prensa aragonesa La Voz de Aragón (LV, 26-1-1950).
s o b r e el g r u p o d e e m i g r a n t e s q u e p e r n u m e c í a n m á s t i e m p o allí. P a r a
r e s o l v e r el s e g u n d o p r o b l e m a , lo q u e h e m o s h e c h o h a sido e s t i m a r el
r e t r a s o m e d i o e n d i c h a i n s c r i p c i ó n , a p a r t i r d e los d a t o s d e q u i e n e s
c o n o c e m o s su a ñ o d e l l e g a d a y de i n s c r i p c i ó n ( 7 6 , 2 % d e los c a s o s ) , y
C u a d r o 17. A ñ o d e l l e g a d a a C u b a d e los a r a g o n e s e s i n s c r i t o s e n
el r e g i s t r o d e l c o n s u l a d o d e E s p a ñ a e n L a H a b a n a ( 1 9 0 0 - 1 9 4 0 )
N° total %
antes de 1900 111 8,0
1900-1904 67 4,8
1905-1909 190 13,6
1910-1914 244 17,5
1915-1919 237 17,0
1920-1924 243 17,5
1925-1929 233 16,7
1930-1934 51 3,7
1935-1940 16 1,1
Total 1.392 100
F u e n t e : libros r e g i s t r o del C o n s u l a d o d e E s p a ñ a en L a H a b a n a .
I
Llegada de emigrantes europeos
al puerto brasileño de Santos.
Brasil fue con diferencia el país que más aragoneses recibió tras Foto de Marc Ferrer (1880).
Argentina y Cuba . En este caso, la expansión de su economía cafe- Fuente: José Luis Paño.
63. La política del gobierno de Grau San Martín, conocida como "Cuba para los
cubanos", incluía un profundo programa reformista. Ver Pérez (1990) sobre este tema
y también sobre los electos económicos y sociales de la depresión y los problemas para
las exportaciones cubanas de azúcar. Sobre la legislación relativa a los emigrantes y
sus efectos, Maluquer de Motes (1992).
64. Los datos de emigración española a Brasil utilizando las estadísticas españo-
las se consideran infravalorados, ya que la prohibición en 1910 por el Gobierno Espa-
62 VICENTE PINILLA NAVARRO
F u e n t e : c u a d r o s A . l , A.2 y A . 4 .
C u a d r o 19. O r i g e n d e los e m i g r a n t e s a r a g o n e s e s a A m é r i c a
(% p o r p a r t i d o s j u d i c i a l e s y p r o v i n c i a s )
1 2 3 4 5 6 9 10
Emigrantes registrados en los consulados Distribución
Cuba Argentina de la población
Ratio 1/6 Ratio 3/6
Inscritos Total Llegados Llegados Inscritos en 1930 por
1900-1940 1880-1994 hasta 1939 1940-59 1960-94 p. judicial (%)
Barbas tro 4,7 3,0 2,5 3,5 2,9 3,1 1,5 0,8
Benabarre 1,9 2,7 2,9 3,3 1,4 2,4 0,8 1,2
Bol taña 3,1 4,3 6,6 3,1 3,3 2,9 1,1 2,3
Fraga 2,1 2,0 2,0 2,0 2,0 3,0 0,7 0,7
Huesca 3,1 3,5 2,3 4,0 4,5 5,1 0,6 0,5
Jaca 3,7 8,0 11,3 5,8 7,2 3,6 1,0 3,1
Sanñena 1,3 2,8 3,0 2,6 2,7 2,5 0,5 1,2
Tamante 4,3 1,6 1,4 1,6 2,0 2,6 1,7 0,6
MUESCA 24,1 28,0 32,0 25,8 25,9 25,1 LO 1,3
Albarracín 2,3 1,5 0,8 1,4 2,5 2,9 0,8 0,3
Alcañiz 2,5 3,2 3,8 3,5 2,1 2,6 1,0 1,5
Aliaga 1,7 1,7 2,3 1,3 1,3 1,8 1,0 1,3
Calamocha 2,2 1,6 1,5 1,8 1,3 2,6 0,8 0,6
Castellote 5,0 2,6 3,1 2,0 2,7 2,2 2,3 1,4
Híjar 2,5 1,6 1,2 2,0 1,4 2,6 1,0 0,5
Montalbán 1,3 2,3 2,2 1,9 3,1 2,8 0,5 0,8
Mora de R. 3,5 1,8 2,0 2,0 1,3 2,7 1,3 0,7
Teruel 4,9 2,7 1,6 2,9 4,0 3,1 1,6 0,5
Valderrobres 3,1 1,8 1,6 2,3 1,3 2,0 1,6 0,8
TERUEL 29,1 20,7 20,1 21,0 20,9 25,3 1,2 0,8
La Almuma 3,5 2,1 1,9 2,5 1,8 4,3 0,8 0,4
Ateca 3,7 2,5 2,1 3,4 1,8 3,7 1,0 0,6
Belchite 0,2 0,7 0,4 1,1 0,5 1,9 0,1 0,2
Borja 4,7 2,9 3,1 2,9 2,4 3,0 1,6 1,0
Calatayud 3,5 2,1 1,8 2,4 2,1 4,1 0,9 0,4
Cariñena 2,3 1,7 1,9 1,8 1,2 2,1 1,1 0,9
Caspe 1,9 2,2 1,8 2,9 1,6 3,0 0,6 0,6
Daroca 1,0 1,0 1,0 1,4 0,3 2,3 0,5 0,5
Ejea 3,4 3,1 4,0 2,7 2,6 2,9 1,1 1,4
Pina 1,2 1,7 1,3 2,0 1,9 2,0 0,6 0,7
Sos 3,1 7,8 12,0 5,9 5,1 2,2 1,5 5,6
Tarazona 1,3 2,2 2,8 2,0 1,8 1,9 0,7 1,5
Zaragoza 16,7 21,2 13,8 22,2 30,1 16,2 1,0 0,8
ZARAGOZA 46,7 51,4 47,9 53,2 53,1 49,6 0,9 1,0
ARAGÓN 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 1,0 1,0
Fuente: registros consulares en La Habana (Cuba), Buenos Aires, La Plata y Rosario (Argentina).
Hacer leu Américcu: dejtuw, trabajo y condición 67
73. Sobre este tema p a r a la emigración española ver los trabajos de Moya
(1998), Vázquez (1995) y D a O r d e n (1992).
68 VICENTE PINILLA NAVARRO
El t a m a ñ o m e d i o de los g r u p o s familiares q u e p r o c e d e n t e s de
A r a g ó n salían hacia A m é r i c a eran en 1917-1922 de 3,2 p e r s o n a s y
en 1928-29 de 3 , 1 , u n a cifra casi i d é n t i c a a la m e d i a d e los e s p a ñ o -
les llegados en 1913 a A r g e n t i n a , ( t a m b i é n 3,1), o al conjunto de
los e m i g r a n t e s llegados a este país el m i s m o a ñ o (3,0) ( S á n c h e z
Alonso, 1992).
80. Pueden verse cilras por edades del conjunto de emigrantes españoles que
marcharon a Cuba en Yañez (1994), pp. 172-173.
Hacer la¿ Américad: dedtino, trabajo y condición n
Cuadro 26. Edad media de los emigrantes aragoneses
al llegar a América
Llegados por
Buenos Aires Rosario La Plata La Habana
mar 1924-25
Edad media 29,9 26,8 30,2 27,1 31,5
Desv. st. 14,8 15,1 16,9 14,1 11,2
Fuente: elaboración propia con base en los libros registro de los Consulados de
España y en los Pasajeros llegados por mar a Argentina.
81. Ver por ejemplo el agudo contraste que señala Naranjo (1992) a partir de los
datos de la Secretaría de Hacienda de Cuba y de Alvarez Acevedo (1936). En el pri-
mer caso con datos de la prolesión de los inmigrantes al llegar y para el periodo 1903-
27, el principal grupo lo componían los jornaleros con un 59% y el segundo los labra-
dores con el 17%. En el segundo, con datos de las profesiones de los españoles
residentes en Cuba en 1931, el primer grupo era el de dependientes y empleados con
un 50%, y el segundo el de gerentes de segunda y socios industriales de comercios c in-
dustrias con el 20%.
Hacer Lu Am/ncaj: dedtino, trabajo y condición 77
85. También Yáñez (1994), pp. 194-195 ha detectado que entre los emigrantes
españoles a Argentina en esos años, los obreros industriales eran el grupo más impor-
tante. La propia política migratoria peronista, que en su primer plan quinquenal era ya
selectiva, incentivaba la atracción de obreros industriales y técnicos especializados, así
como agricultore. Los convenios migratorios firmados con Italia y España eran cohe-
rentes con esta idea aunque su aplicación práctica fue muy deficiente, Quijada (1989).
86. Según Santamaría (2001), p. 94, en 1919, sin trabajadores estacionales,
Cuba habría necesitado al 47% de su población para la zafra, y todavía en 1931 al
21%.
87. Iglesias (1988), p. 286y 292.
Hacer leu América*): dcjtiiio, trabajo y condición 81
N° total %
Barcelona 760 79,7
Bilbao 80 8,4
Valencia 22 2,3
Otros España 42 4,4
Burdeos 27 2,8
Otros Europa 3 0,3
África 3 0,3
Brasil 16 1,7
Total 953 100,0
Fuente: estadística de Pasajeros llegados por mar a Argentina, 1 924 y 1925.
Hacer leu Amériau: destino, trabajo y condición 85
Una última cuestión de gran interés tiene que ver con cuál era la
estancia media de los emigrantes en América. En este terreno nos po-
demos encontrar con situaciones totalmente extremas, desde las co-
rrespondientes a quienes se instalan definitivamente en el país de
adopción y prolongan su estancia durante el resto de su vida, hasta la
más reducida de los famosos "golondrinas", emigrantes que aprove-
chaban la diferencia de estaciones agrícolas entre el hemisferio sur y
norte para ocuparse sucesivamente en ambos continentes durante los
periodos de mayor demanda de fuerza de trabajo en las ocupaciones
agrícolas, como era por ejemplo el caso de la zafra cubana . Como
hemos visto en el apartado correspondiente a la cuantificación de la
emigración aragonesa a América y la estimación del saldo neto, los re-
tornos tuvieron una importancia permanente, lo que pone de relieve
el que una parte sustancial de quienes marcharon al nuevo continente
volvieron posteriormente. Desde finales de los años veinte los retor-
nos superaron a las salidas, y de nuevo con posterioridad a los años
sesenta los retornos tuvieron una importancia destacada. Dada la im-
posibilidad de averiguar cuantos de quienes emigraron se quedaron
definitivamente en los países americanos y cuantos volvieron, lo único
que podemos saber para el conjunto de los emigrantes españoles es
cuantos años habían permanecido en América antes de volver. En el
caso específico de los aragoneses con los datos de pasajeros llegados
por mar a Argentina en 1924 y 1925 y habían estado previamente allí,
es posible conocer cuál había sido la duración de su estancia.
O t r o t e m a a b o r d a d o en n u e s t r o trabajo, y p a r a el q u e p e n s a m o s
que contamos con datos m u y concluyentes, es el de la emigración
p o r etapas. Estos datos validan totalmente los p l a n t e a m i e n t o s q u e
afirman q u e quienes realizan un p r i m e r desplazamiento, a u n q u e sea
en un radio de distancia relativamente corto, son más móviles y p o r
lo tanto más proclives a p o d e r realizar u n s e g u n d o o tercer desplaza-
Hacer la¿ Américcui: dotiiio, trabajo y condición 91
Por último, sólo queremos señalar una última cuestión que tam-
bién nos parece central en los trabajos sobre migraciones: la de las
variaciones ocupacionales y la promoción social buscada y en oca-
siones lograda con el desplazamiento migratorio. Nuestros datos
para emigrantes aragoneses en Argentina, matizan y relativizan al-
gunas de las conclusiones a las que se ha llegado en este tema. Si por
un lado es cierto que para un porcentaje significativo de los emigra-
dos su instalación en Argentina supuso un cambio de ocupación,
normalmente asociado a también una mejora socio-económica, no lo
es menos que para otro grupo, al menos tan importante, después de
muchos años de residencia en Argentina, la ocupación seguía siendo
igualmente tan poco cualificada como la desempeñada en el lugar de
origen, aunque se había realizado un cambio de ocupaciones mayori-
tariamente agrarias a otras urbanas. La permanencia en ese tipo de
trabajos no quiere decir necesariamente que no hubiera existido una
mejora en el nivel de ingresos, ya que la distancia salarial existente
entre Aragón y Argentina o la posibilidad de lograr ocupaciones más
estables son hechos fundamentales.
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Hacer lao Amériaw: deoLuio, trabajo y condición 97
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Guerra, migración y muerte. (El ejército eopañol en Cuba como vía. mi-
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Hacer LOÓ América*): destino, trabajo y condición 101
Cuadro A.l. Pasaportes, pasajeros y emigrantes a América. Totales absolutos por provincias y tasa
por mil habitantes
Huesca Teruel Zaragoza Aragón Huesca Teruel Zaragoza Aragón
1860 2 6 5 13 0,01 0,03 0,01 0,02
1861 5 5 6 16 0,02 0,02 0,02 0,02
C u a d r o A . 3 . S a l i d a s t o t a l e s a l e x t e r i o r s e g ú n l a p r o v i n c i a d e ú l t i m a v e c i n d a d d e los e m i g r a n t e s
(1887-1930) y tasa p o r mil habitantes
1911 608 403 1.121 2.132 1,3 2,45 1,58 2,47 2,23
1912 604 584 1.348 2.536 1,7 2,43 2,29 2,94 2,64
1913 589 838 1.451 2.878 1,4 2,37 3,29 3,14 2,98
1914 213 362 531 1.106 1,0 0,85 1,42 1,14 1,14
1915 143 80 243 466 0,5 0,57 0,32 0,52 0,48
1916 166 182 231 579 0,6 0,67 0,72 0,48 0,59
1917 52 119 129 300 0,5 0,21 0,47 0,27 0,30
1918 32 37 52 121 0,4 0,13 0,15 0,11 0,12
1919 85 97 148 330 0,3 0,34 0,38 0,30 0,33
1920 194 253 501 948 0,5 0,77 1,00 1,01 0,95
1921 71 68 153 292 0,3 0,28 0,27 0,31 0,29
1922 112 50 203 365 0,4 0,45 0,20 0,40 0,36
1923 74 74 225 373 0,3 0,30 0,29 0,44 0,37
1924 85 127 215 427 0,4 0,34 0,50 0,42 0,42
1925 87 106 251 444 0,5 0,35 0,42 0,49 0,44
1926 47 73 167 287 0,4 0,19 0,29 0,32 0,28
1927 31 45 137 213 0,3 0,13 0,18 0,26 0,21
1928 45 26 86 157 0,2 0,18 0,10 0,16 0,15
1929 36 24 136 196 0,2 0,15 0,09 0,26 0,19
1930 17 16 63 96 0,1 0,07 0,06 0,12 0,09
Fuente: estadística de pasajeros por mar, Instituto Geográfico y Estadístico de España.
Hacer bu A/ne'ricaj: dedtino, trabajo y condición 107
VIVIR EN AMERICA:
RESIDENCIA, AÑORANZA
E IDENTIDAD
El historiador Calixto C. M a s ó , en su m o n u m e n t a l y e r u d i t a
Huilona de Cuba editada en los años sesenta en C a r a c a s y en 1976 en
Miami, establece como principales p r o b l e m a s de la n u e v a R e p ú b l i c a
en 1902 la mentalidad colonial ("la economía continuó en m a n o s de
extranjeros o de c u b a n o s afectos a E s p a ñ a " ) , las lacras administrati-
vas (fraude electoral, s o b o r n o y c o n t r a b a n d o ) , d u r a condición social
de los campesinos e insuficiente integración de los negros, elevadas
tasas de analfabetismo, y, en fin, "carencia de dirigentes políticos e
intelectuales, así como d e v e r d a d e r o s g o b e r n a n t e s " . Sin e m b a r g o ,
h u b o un "extraordinario p r o g r e s o económico, p u e s el c u b a n o de-
mostró capacidad p a r a manejar sus negocios, p e r o no los del país...,
a u n q u e d e b e reconocerse q u e el p r o g r e s o económico no r e d u n d ó so-
I
J o s é M a r í a Ibáñez, presidente d e la
Sociedad Aragonesa de Beneficencia de El conocido sombrerero Mariano Ferrero ocupa la presiden-
La H a b a n a {ElNoticiero, 11-10-1925). cia desde 1928; hombre muy popular, su reelección durante dos dé-
cadas es todo un símbolo de estabilidad en la Sociedad. El balance
realizado en 1951 indica que "la entidad ha alcanzado excepcional
importancia, tanto por el número de socios como por los servicios
que viene prestando. Extraordinaria es la actividad que se desarro-
lla desde su local social, Revillagigedo 57, bajos. Sólo por lo que se
refiere a socorros, se llevan distribuidos desde su fundación más de
nueve mil pesos. Tanto su sección de Socorros como la de Arbitrios
y Propaganda, pletóncas de iniciativas y de realizaciones en sus
respectivas esferas se obstinan en multiplicar la beneficiosa labor de
la Asociación. Elemento importante para el cumplimiento de una de
las misiones que se ha impuesto la entidad es su Panteón social, el
cual consta de cuarenta y siete nichos individuales y treinta y seis
j • " 16
de osario .
En 1952 sigue de presidente Mariano Ferrero, y en la junta le
acompañan Luis Ferrer, Nicolás Floristán, Remigio Gil, Romualdo
Castellví, Manuel Parrilla, José Fiorese, José Ferrero, Félix Lecina,
José Alderete, Pascual Ricol, Manuel Piquer, Mariano Sancho,
22. En enero de 1984 se conceden nuevos premios a los socios con 25 años en la
Sociedad: Gumersindo Gil, Hilda Pérez Velasco, Pedro Andión, Juan Antonio Colo-
mina, José Gómez Lecina, Ana Armengol, Joaquín Flonstán, Pilar Berdié, Julio Flo-
ristán, Carmen Sancho Mmguillón, y diploma de Honor a Pablo Borges Socarras por
sus servicios durante muchos años.
23. Los datos sobre Félix Lecina los obtuvimos en dos conversaciones con él en
la casa del secretario de la Sociedad Aragonesa de Beneficencia de La Habana, en la
primavera de 1993.
Directiva de la Sociedad Aragonesa de Beneficencia con el cónsul general de
España, Luis Calvo M e r i n o y el canciller del consulado, Alfredo Vicente Forner.
E n primer término, con bastón, Félix Lecina, a quien a c o m p a ñ a su hijo Claudio
y su meto Félix.
80 o más 17
70 a 79 25
60 a 69 47
50 a 59 37
40a49 26
30a39 22
20a29 11
19 1
Total 186
Lo cual muestra una edad muy elevada de los socios (que en los
últimos veinte años se ha agudizado): el 48'3 % contaban en aquella
fecha con 60 o más años.
26. "En recuerdo de don Antonio Boned Agustín", en Heraldo de Aragón, 16-3-
1982. Zaragoza. Antonio Boned preside todavía la sociedad en el 73 y tiene ésta la sede
en Calzada de Buenos Aires 122 Cerro. Al año siguiente en carta al alcalde H o r n o Liria
le comunica el nuevo domicilio Aguiar 109 altos, que visitamos y a en ruinas.
Y en el mismo grupo figuran Alfredo González Felíus (Mas de
las Matas, 1905) que había llegado a Cuba en 1920 en el vapor
"Barcelona". Comienza como dependiente en una tienda mixta en
Palmarejo (Oriente), hasta 1925. Luego trabaja como pesador de
caña, allí mismo, y en 1927 se traslada a Santiago de Cuba, donde
trabaja de dependiente en el bar "El Baturro", que adquiere en 1930
junto con su hermano Gerardo, con quien también abren un alma-
cén de víveres finos al por mayor. La sociedad se escinde en los años
cuarenta, quedando Alíredo como único propietario. Muy participa-
tivo, pertenece a la Colonia Española, el Club Náutico y el Club
Amateur de Pesca, de que es fundador. Y Sabatiel Sancho Bernar-
do (Cedrillas, 1900) llegó a Cuba en 1926, trabajando como oficial
barbero en el "Salón Moderno" de La Habana, propiedad de su tío.
Un año después pasa a ser propietario del negocio, desde el que
hará muchas amistades y ostenta la representación de la fábrica ca-
talana de navajas de afeitar "La Filarmónica". Y, en fin, Ramón
Pueyo Baldellou (Torres del Obispo, 1897), llegó a Cuba en 1923,
I Sabatiel Sancho. ayudado por el padrino de su hija, Antonio Cereza, aragonés que
había sido valet de Porfirio Díaz en México. Pronto tuvo una cono-
cida imprenta, "Casa Pueyo" y una fábrica de presillas, ambos nego-
cios "intervenidos" en 1962. Su hija, Emilia Mercedes Pueyo Lafar-
ga, ya nacida en La Habana, casó con el también hijo de emigrante
y habanero Andrés Ángel Sanz Alconza, que es en 1993 secretario
de la Sociedad Aragonesa.
27. La mayoría de ellos nos fueron recordados -a veces con imprecisión- por
Félix Lecinay el resto de los miembros de la Junta de 1993.
Vivir en America: residencia, añoranza e idcnt
28. Es frecuente el caso de aragonesas que casan con emigrantes de otra proce-
dencia. Así, la hermana de Félix Lecina, Rosario, que llega en 1919, se nacionaliza en
1 935 y se casa en 1936 con Ruperto García, gallego de Sada. O la zaragozana Angeles
Echaso Valero, que se casa en 1915 con el también gallego de Rivadavia Manuel Cere-
cedo Luaces, propietario de una buena farmacia en Cárdenas.
29. Congreso de leu Comunidadeo..., p. 300.
132 ELOY FERNÁNDEZ CLEMENTE
Un p r i m e r proyecto, de J995, a p o y a d o p o r la D i p u t a c i ó n de
Z a r a g o z a (cuyo presidente, Pascual M a r c o , incluyó u n a p a r t i d a pre-
s u p u e s t a r i a a dicho fin), fue el de q u e a s u m i e r a cada C o m u n i d a d
A u t ó n o m a española la rehabilitación de u n a m a n z a n a del deteriora-
do Malecón de la H a b a n a , d e s t i n a n d o los edificios a sedes de sus
"casas regionales'' y oficina cultural y empresarial (de hecho, en los
últimos lustros h a n m e n u d e a d o las visitas de h o m b r e s de negocios a
la isla y han a u m e n t a d o sensiblemente las relaciones comerciales y
las inversiones). A A r a g ó n le c o r r e s p o n d e r í a la h e r m o s a casa n ú m e -
ro 13, de unos 400 metros c u a d r a d o s , y según el expediente el coste
sería de 26 millones de pesetas. El proyecto no progresaría, entre
otras razones, como aclaró a ñ o s d e s p u é s J . Ignacio Senao, p o r difi-
cultades jurídicas sobre la p r o p i e d a d de esos edificios en el futuro.
30. Magaña, con quien tuve frecuente relación en esos años, recabó mi apoyo,
que le dimos desde la Fundación Gaspar Torrente, para sus ilusionados empeños. Y
me informó, con copias de la correspondencia, que transcribo, de toda sus gestiones.
134 ELOY FERNÁNDEZ CLEMENTE
A u n q u e se t r a t a de u n a práctica extra-académica, d e b e m o s
citar, y lo hacemos con m u c h o gusto, los viajes del farmacéutico, na-
turalista y especialista en H o m e o p a t í a , Vicente Martínez Tejero,
quien de m a n e r a altamente d e s i n t e r e s a d a imparte cursos, se r e ú n e
con colegas de diversas zonas de C u b a y realiza diversas experien-
cias, de g r a n p r e d i c a m e n t o allí.
2. Los Aragoneses en la República Argentina
I
La Sala W i t c o m b era la preferida de lo
cenas costumbristas. Autor de una efigie de Cánovas del Castillo pintores del Buenos Aires de comienzc
para el Club Español, decorador del pabellón aragonés de las fiestas del siglo XX.
de 1897, presentó allí una serie de paneles que evocaban la Zaragoza
de la Guerra de la Independencia. Uno de los principales lugares
de encuentro y exposición era, en la ciudad porteña, el legendario
Salón Artal de la galería Witcomb.
El teatro argentino representaba con frecuencia obras de auto-
res españoles, entre ellos la compañia de Mariano Galé puso en es-
cena en 1891 "El baile de la condesa", de Eusebio Blasco.
Y lo mismo ocurre con la música. Por ejemplo, sin habernos
apenas metido en ese ancho mundo artístico, sabemos que recorre
Argentina y otros países el muy joven pianista Emilio Acevedo
Muro (Zaragoza, 1880), siendo sus recitales, "auténticas jornadas
triunfales que interrumpió tristemente una lesión en la mano iz-
quierda, sufrida en 1897", dedicándose entonces a la dirección de or-
questa. Pero en 1905 sabemos que vuelve a dar "unos recitales de
piano en Buenos Aires, que reverdecieron los laureles de las anterio-
J
res jornadas " . 46
I Raquel Mellen
No podemos considerar propiamente emigración, lo era física y
laboralmente aunque fuese efímera, los viajes de algunos artistas de
élite, entre los que destacan desde 1920 las visitas en triunfo de la
canzonetista turiasonense Raquel Meller, ese año en el Empire The-
atre de Buenos Aires, como un gran acontecimiento, y luego hasta
1937-1938, en que se despide de los porteños con actuaciones en el
Maravillas, el Metropolitan, etc.
Miguel Fleta actuó en toda América española: en Argentina,
desde su primera tournée en 1922 (una de sus más espectaculares
giras) hubo otras muchas en el Colón de Buenos Aires, el Rivera In-
darte de Córdoba, el Colón y el de la Opera de Rosario; en el Urqui-
z a y el Solís de Montevideo; en Chile, en el Municipal de Santiago y
el Victoria de Valparaíso; en Río y en Sao Paulo; en el Payert de La
Habana; en el Esperanza Iris de México; y en Panamá, Puerto Rico,
Venezuela... Y en Estados Unidos, en el Metropolitan de Nueva
York y el Philarmonic Auditórium.
Y no todo eran artistas, especialmente del espectáculo. También
acudían profesores, escritores, intelectuales. De entre los primeros,
recordamos la estancia en Córdoba (Argentina) de Felipe Jiménez
de Asúa, antiguo ayudante de Pió del Río Hortega y a la sazón cate-
| Aliffuel Fleta. drático de Anatomía Patológica de la Universidad de Zaragoza, invi-
48. Amplia información y extensa reseña de sus trabajos en los Analed de la Insti-
tución Cultural Española, tomo tercero, 1926-1930, primera parte, Buenos Aires,
1952, pp. 316-348 y 404-408.
49. Anales de la Institución Cultural Española, Ibidem., pp. 608-609.
50. Tanto este capítulo como el siguiente están tomados con escasas variaciones
del dedicado a la emigración en el II tomo de mi obra: Gente de Orden (1997).
y políticas explica que, cuando pensó expatriarse, "se decidió por
Buenos Aires, ciudad próspera con presencia notable de emigrados
oscenses, en la que no olvidó sus raíces. Muy al contrario. Alorera
desarrolló en la ciudad porteña una labor de aragonesismo pertinaz
y muy loable, por la cual ayudó a constituir el "Círculo de Aragón"...
y en 1920 a refundar la revista oficial del Círculo "Aragón", de la que
fue director hasta su muerte, cercano el final de la década de los
treinta". También escribía en El Diario Español de Buenos Aires.
"Bernabé Morera fue obsequiado con el título de "Socio de Honor"
del Círculo el 21 de septiembre de 1929, y el 7 de noviembre de 1931
se le tributó un cariñoso homenaje".
El Círculo cuenta con locales amplios, salón de fiestas anchuro-
so y decorado con lujo; biblioteca nutrida de volúmenes; medio mi-
llar de socios. Victorino Olivan atiende el Bar y confitería del "Cír-
culo de Aragón", con "Servicios para lunch. Especialidad en
éandwiché surtidos. Precios moderados". Dispone de un Cuerpo Mé-
51. J u a n Carlos Ara Torralba (1999) " H u e s c a por fuera o la lira festiva de Ber-
nabé ¡Vlorera Pablo, alias Alfredo Gómez Pérez en la H u e s c a de la Restauración" en A
escala. Letrcu odcerwej (jigloé XIX y XX). Zaragoza, Rolde, pp. 87-92.
Vivir en America: residencia, añoranza e. ¡dentu
53. Revuta Aragón. Ó r g a n o oficial del "Círculo de Aragón", Buenos Aires. (Resu-
men de u n a cata en los años 1925-1930).
Vivir en América: rejidencui, añoranza c wentu
55. A quien se recuerda porque "el 25 de mayo de 1912, el Centro Aragonés, ce-
lebró en los salones de la Casa Suiza una extraordinaria velada en honor de la señora
Flaquer a la cual asistió, recibiendo los homenajes de cariño de nuestros paisanos", es-
cribe A. Alvarez de Estrada.
Vivir en América: residencia, añoranza e identidi
I
Los I n b a r r e n , padre e hijos, eran
b u s c a d o s p o r emigrados y argentinos nos Aires. Unión Telef. 5929. Belgrano; "Minguillón Hermanos.
como excelentes oftalmólogos.
Abastecedores"...
Una faceta nada desdeñable, la de servir de nexo de contacto
entre los comerciantes aragoneses ubicados en Argentina y sobre
todo en Buenos Aires, y la amplia colonia de sus paisanos, permite
encontrar algún anuncio de Aragón, como este: "¡Aragoneses! Si
vais a España no dejéis de visitar el Café y Gran Casa de Viajeros de
Inocencio Marracó en Canfranc (Arañones)".
I
Primer secretario de la Embajada
de España, J o s é Antonio de la colectividad española en nuestro país presenta, aproximada-
Giménez A r n a u . mente, el siguiente panorama: su corriente inmigratoria, ya con
66. Extracto Sel Libro de Actao n" J, Jet Círculo de Aragón en Buenoo Aireo. 19-Í2- 5_?.
67. Martín Ariño (1993).
Vivir en América: residencia, añoranza e ident
68. Por ejemplo, se ¿igradece al socio Miguel Ger haber presentado a 100 nue-
vos socios
69. Será la misma hasta enero de 1947, en que sigue como presidente, Joaquín
Ballestín; vicepresidente José Clemente; secretario, Pascual Sanz; Prosecretario, Juan
Pereira; tesorero, Ángel Alastuey; protesorero, Alfredo Nocito; bibliotecario, Félix del
Río.
158 ELOY FERNANDEZ CLEMENTE
I
análisis de la fecha de procedencia (cuarenta años antes) de la Una revista efímera, con la imagen de
un presidente de largo y eficaz
Junta del Círculo de Aragón ejerciente en 1993: el presidente,
ejercicio.
71. García Arcos "en sociedad con el señor Brancos instaló un taller mecánico
de automóviles y fabricación de piezas de repuestos...que luego ampliaría en la espe-
cúvlidad de rectificación de motores... Su filantropía le llevó a donar al Círculo de Ara-
gón la obra de remodelación de la vieja casona. Fue condecorado por el Rey de Espa-
ña, Juan Carlos de Borbón, con la Orden del Alérito Civil. Fue fundador y presidente
durante varios ejercicios de la Cooperativa de Seguros U.T.Al.A.". Martín Armo, Ri-
cardo F. (1993).
72. Martín Ariño (1993).
Eloy Roy Lapuerta, (Zaragoza 1928), llega en 1953. Había
trabajado en Loscertales, y tiene un taller de carpintería en
La Boca. El vicepresidente, Reinaldo González, de Miranda
de Ebro, hijo de aragonés, llega en 1952, matricero en la in-
dustria metalúrgica; había tenido, recordaría Alfonso Zapater,
un interesante "pasado aragonés futbolístico, figura indiscuti-
ble de los tiempos heroicos". El secretario, Francisco Subías
(Capella, 1937), va de niño a Francia con su familia (1939-
1948), a Venezuela (1948-1957) y finalmente a Argentina.
Trabaja de oficinista en la Warner Bros. El pro-secretario,
Miguel Ruiz Laborie, (Zaragoza, 1922), llega en 1950, había
trabajado en Bressel y trabaja por su cuenta en la industria
metalúrgica. El tesorero, J o s é Julián Bernal, de quien se
habla más adelante. El pro-tesorero, J o s é Maicas, (Zaragoza
1935), llega en 1950 a estudiar, con su madre viuda, antes han
venido sus tíos, y luego trabaja en un taller metalúrgico.
Otros, como Miguel Matute (Tarazona, 1906), sale en
1939 a Francia y llega a la Argentina en 1950, a trabajar en lo
que salga, albañil, pintor, etc. J o s é Biel (Sos del Rey Católico,
1927), llega en 1952 y trabaja como "gastronómico" (camare-
ro). J o s é Marín Vahos ( H e r r e r a de los Navarros, 1932), va a
Francia en 1938-1942, luego trabaja en Zaragoza en Loscerta-
les y llega a la Argentina en 1962, trabajando en carpintería y
luego en mantenimiento en unos Laboratorios. Francisco To-
rralba Otal (Sabiñánigo, 1920) llega en 1950, trabaja en in-
dustrias matriceras. Se conocía con Reinaldo, el vicepresiden-
te, con quien había jugado al fútbol de chicos, y con el
pro-secretario, Ruiz Laborie, habían ido juntos al colegio).
Francisco Sarasa (Gavín, 1920), llega en 1950. Sólo un joven
socio, miembro de la J u n t a en los noventa, Sergio Rodríguez
(Monzón, 1944), llega en 1980, y es conocido barítono.
I
Eloy Roy Lapuerta, presidente
y m i e m b r o de la directiva por opiniones sobre el tema de sus varios estudios: los aragoneses en Buenos Aires y la Ar-
m u c h o s años. gentina. C u ñ a d o suyo, hijo de jacetana, es el citado Raúl Igoa C a m p o , c r e a d o r del
C u e r p o Coreográfico del Círculo. Ver también la entrevista de Alfonso Zapater, "Un
aragonés que no estuvo en Aragón", en Heraldo de Aragón, 20 de noviembre de 1990.
76. Sin más datos, habla Ricardo F. M a r t í n Ariño (1993) de la existencia de u n a
tercera publicación titulada La Voz de Aragón.
77. Ver artículo y entrevista de Alfonso Zapater, "Círculo de Aragón en Buenos
Aires", y "Presencia aragonesa en Buenos Aires", en Heraldo de Aragón, 15 de octubre
de 1993 y 2 de julio de 1996.
V LVLI CU /IIUCI LLU. I COLUtllCUL, tlllUI ÍUIXXI C LUCtU
80. En 1925 se han incorporado Antonio Escalona, Jesús Pérez, Antonio Asen-
sio, Clemente Martínez, Joaquín Navarro, Víctor Goyenay José M'' Brun.
81. La primera no hemos podido verla, y sí en cambio, gracias a Amelia Berdún,
una fotocopia de la segunda, que glosamos.
166 ELOY FERNANDEZ CLEMENTE
83. Entrevista realizada por Esther Esteban Sauras a Daniel Rosel Aude, en La
Comarca, 13 de noviembre de 1998.
170 ELOY FERNÁNDEZ CLEMENTE
86. "Kitatutoo de la Caja de Ahorrad de San Jaime, fundada en la Ciudad de Daroca el día
11 de febrero de 1902 con un donativo hecho por eopañolej rejidenteo en la República de Venezuela a
pro de la comarca cuyo centro geográfico eo la dicha Ciudad", Zaragoza., 1902.
172 ELOY FERNÁNDEZ CLEMENTE
H a y q u e a ñ a d i r a t o d o ello, q u e la c o y u n t u r a internacional
había contribuido eficazmente en resaltar la importancia del petróleo
venezolano, tras la nacionalización del petróleo en M é x i c o en 1938 y
los g r a n d e s enfrentamientos del consorcio A n g l o - I r a m a n con el go-
bierno de Irán. Venezuela, ha escrito Toro Hardy, "parecía ser un
país d o n d e las inversiones extranjeras podían estar seguras, con lo
cual la importancia estratégica de n u e s t r a industria petrolera, q u e y a
había sido d e m o s t r a d a d u r a n t e la S e g u n d a G u e r r a M u n d i a l , se puso
u n a vez más en evidencia. N u e s t r a producción de h i d r o c a r b u r o s au-
m e n t ó en los años siguientes en forma sustancial", p a s a n d o del
1.321.372 b/d en 1949 a más del doble (2.779.245 b/d) en 1957, y
ello a u n precio algo más alto, p u e s en la p r i m e r a fecha el barril eos-
había llegado a Venezuela de muy niño, con sus padres. En los años
90 "El Cachirulo" cambiaría el nombre, al parecer por sugerencia
desde Zaragoza, que buscaba una connotación menos "baturrista"...
En la citada Agrupación, que preside desde hace muchos años
José María Ariño, nos afirmaba éste que no alcanzaban hace algu-
nos años los 200 socios. Cuentan con una buena biblioteca, en su
mayor parte donada por instituciones públicas aragonesas, y reali-
zan los típicos actos (fiesta del Pilar, San Jorge, etc.) además de
asistir a diversas reuniones de la colonia española, embajada, etc.
Actualmente tiene su sede en el edificio Sport Center Los Naranjos
y editan un Boletín.
El presidente Armo, a quien auxiliara como secretario durante
años Patricio Vega y actualmente Manuel Esteban, es también
miembro de la coordinadora o Casa de España y ex-presidente de la
Cámara de Comercio Hispanoamericana. Su larga presidencia, que
| J o s é Ariño.
llega hasta nuestros días, está llena de inquietudes: en 2003 cuentan
ya con 450 socios y, según declara, "realizamos conferencias sobre
los derechos de los aragoneses que emigraron, sobre el trasvase,
sobre la presencia de aragoneses durante el Descubrimiento, etc."
También mantienen dos programas de radio y celebran una cultural
"Semana Aragonesa", San Jorge y el Pilar, con misa seguida de al-
muerzo "con ternasco y vino de Cariñena".
Aragoneses destacados en Venezuela en la segunda mitad del
siglo XX han sido y son, entre otros el ya citado presidente de la
Agrupación, José María Ariño (Alcorisa, 1924), que se había gra-
duado en 1947 en la Escuela Industrial de Zaragoza como ingeniero
técnico. Se trasladó a Francia, trabajando en varias fábricas cerca de
París. Pero la situación económica europea es mala, por lo que deci-
de marchar a Venezuela, lo que hace en 1950, realizando diversos
trabajos de su especialidad, "en la industria automotriz, tanto siendo
diseñador, como maestro de otros industriales". Entre las empresas
que crea, se cuentan la primera y más modesta, "Talleres hispanove-
nezolanos" (1950), "Carrocerías nacionales Sotelo y Ariño" (1952)
luego "Sotan", "Aceros Prensados" para la fabricación de tanques y
bombonas para gas licuado, "Rasma" (1974) compañía dedicada a
exportaciones y representaciones; "Remolques y Carrocerías Ebro"
(1978) para la fabricación del conocido microbús "Ebro", "Cavesmo
C.A." (1979) para la fabricación de estructuras móviles, etc. Miem-
I
La popularidad de Don Antonio
Aragón en Venezuela es grandísima. invariable campaña anual pro-juguetes para los niños huérfanos, la
Esta foto es una clara prueba de ello. ayuda con programas diversos al Hospital de Niños de San J u a n de
Vivir en América: residencia, añoranza e identi
98. No confundir con su primo Enrique Jarnés Bergua, autor de muchas nove-
las policíacas y que tradujo Testimonios de la fe: relatos de conversiones, 2'1 ed., Madrid,
Rialp, 1960. Los Jarnés son una rama muy amplia y relativamente contusa por haber
tenido el abuelo linos de varios matrimonios.
99. En carta de agosto de 1998 nos decía: "Vi un programa de TV, español,
donde un presentador catalán le hacía una entrevista al hijo de Julián Marías... que
178 ELOY FERNÁNDEZ CLEMENTE
ganó el premio de novela Rómulo Gallegos, que estuvo en Caracas para recibir su pre-
mio... y mi sorpresa fue que ambos comentaron haber leído, tiempo atrás, una colec-
ción de bolsillo titulada "Hazafuis Bélicas", que se publicaba allá por los años 53-54.
Me emocioné, Eloy, porque quien escribió aquella colección de novelas fui yo, y aún
conservo unas cuantas".
100. "Me muero de ganas de ver a mi tierra", escribe en 1991; y en 1995: "Bulle
en mi mente otro viejo anhelo que jamás cumpliré si me descuido más de la cuenta
como es el conocer mi tierra de nacimiento"; poco después escribe: "Estheryyo esta-
mos solos. Casi totalmente solos. Acariciamos la idea de trasladarnos a España". Ella
lo haría, por dos veces, en las que tuvo la amabilidad de visitar al autor de estas líneas.
I Ángel Cristóbal Montes, recibiendo en el Ministerio de Justicia de Venezuela un
premio por un libro suyo.
105. Antón Castro (2003) "Pascual Estrada: soledad y exilio", en Heraldo ()e Ara-
gón, 17 de lebrero, pp. 6 y 7 del suplemento "Artes y Letras".
106. Sergio del Molino, "Un aragonés contra Chávez", Heraldo de Aragón, 2 de
marzo de 2003, extra domingo, p. 5.
182 ELOY FERNÁNDEZ CLEMENTE
4.1. México
Desde los años de fines del XIX en que la escritora y periodista
Concepción Gimeno Gil (Alcañiz, 1850) permaneció en México
(entre 1883 y 1889), con su esposo el periodista Francisco de P. Fla-
quer, publicando allí EÍAÍbum de la mujer, dentro de la serie "La Ilus-
tración Hispanoamericana" y editando ¿Culpa o expiación? (México,
1890) y Civilización de los antiguos pueblos mexicanos (México, 1890), la
presencia aragonesa está, aunque aún débilmente, documentada y
Concepción G i m e n o Gil.
patente, si bien escasa, hasta la llegada de los cientos de exiliados,
que estudiamos en otro lugar de esta obra.
El camino de la microhistoria, a veces el único posible en este
tipo de trabajos, se ha enriquecido en los últimos tiempos con la serie
de trabajos que enfocan la historia empresarial, sobre la que sería
preciso incidir de modo constante. Sólo la casualidad permite ente-
rarse de casos de aragoneses emigrantes a México antes de la guerra
civil: sirva de muestra Víctor Paúl, del Alto Aragón, que tenía una
herrería y había hecho mucho dinero y ayudó a muchos compatrio-
tas, cuyos hijos y nietos aún le recuerdan. Llevó a su hijo mayor al
Colegio Luis Vives y a la hija también y luego al Colegio Madrid, los
grandes centros para exiliados, aunque él no lo fuera. En Jalapa hay,
nos cuentan, algunos aragoneses de la Ribera del Ebro, los Ainaga,
cuya hija Carmelita es juez en esa zona. Et relujua...
-4.2. Chile
El primer aragonés célebre del que tenemos noticia que viaja a
Chile en el siglo XX es Felipe Coscolla (Graus, 1880-Barcelona,
1940), que emigró allí en 1907. Iba dejando a la mujer y dos hijos (a
los que reclamará más tarde) en Hospitalet de Llobregat. El viaje,
en el buque inglés Quilpué, lo hace en la cubierta, como tantos otros
I
Retrato de Felipe Coscolla durante
su estancia en Chile ca. 1910. de los 800 emigrantes de todas partes. Desde su llegada, como buen
Fuente: Ramón Lasaosa Susfn. artesano escultor que era, trabaja incansablemente realizando imá-
Vivir en América: residencia, añoranza e identu
117. R. del Arco, "Un gran artista aragonés. El escultor Felipe Coscolla", en Tie-
rra Aragonesa, Huesca, 15 de marzo de 1929. Lasaosa multiplica por cinco, cambio del
peso chileno por la peseta, lo que le da una cifra fabulosa entonces, de 375.000 pesetas.
118. Ver la cuidada biografía de R a m ó n Lasaosa Susín (1997) Felipe Coscolla, es-
cultor. Huesca, La Val de O n s e r a . Ver allí el detalle de su interesante o b r a en Barcelo-
na y Huesca. C a m p o de golf y jardines del Estadio
119. Heraldo de Aragón, 18-1.2-25. Español de Chile.
ELOY FERNÁNDEZ CLEMENTE
•4.3. Uruguay-
U n a noticia m u y curiosa q u e e n c o n t r a m o s en el inagotable libro
de Castán Palomar: el pintor Mariano Barbasán (Zaragoza, 1864-
1924) tuvo la fortuna de que, a fines del siglo X I X , "un millonario
del Uruguay, e n a m o r a d o de las o b r a s de este artista, adquirió g r a n
n ú m e r o de ellas. Y en Montevideo... fundó, en el M u s e o , la sala de
Barbasán, d o n d e figuraban las o b r a s q u e había c o m p r a d o al pintor
z a r a g o z a n o . Este asistió p e r s o n a l m e n t e a la inauguración de esa
sala, y con tal motivo fue objeto de sentidos homenajes en M o n t e v i -
deo, d o n d e se le dedicó u n a calle".
120. Datos y Fotografías tornados del álbum Kítadio Kipañol, 1950-2000, San Fran-
cisco de Las Cortes, 2000.
121. F. Castán Palomar (1934), pp. 73-74.
122. "Lo cierto es que la fragua y las chispas estrelladas que producen el marti-
nal que llevaba este nombre (The Unknow Political Prisoner), orga-
nizada por el Institute of Contemporary Arts de Londres, cuyo pre-
sidente era Herbert Read. Esta obra es seleccionada por un jurado
nacional del Uruguay entre las presentadas por trece concursantes...
Con esta aportación, Pablo Serrano comienza a moverse en los me-
dios internacionales con mayor holgura. La obra presentada tomaba
cuerpo en el reconocimiento de la figura humana y la alambrada.
Era un motivo natural que respondía a una temática: la cárcel, la
f} 1(17
opresión .
Manuel García Guatas ha establecido el valor de su obra, desta-
cando la importancia de las citadas puertas para el Palacio de la Luz,
I
Volcaneñas. c. 1941-44.
Óleo sobre lienzo, de Valero Lecha. diar pintura en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Fuente: J . Luis Paño.
No lo consigue, pero sí estudia dos años con el maestro Cecilio Plá,
vive un tiempo en su Alcorisa natal, y decide el retorno definitivo a
América porque parece que el ambiente violento le hace regresar a
El Salvador, en 1935, donde ejerce su magisterio sobre varias gene-
raciones, hasta su muerte, lleno de gloria. Y su obra, exóticamente
influida por el color y los motivos de tipo tropical, alcanza una belle-
za extraordinaria.
En su larga etapa en El Salvador hará célebre su Academia de
Dibujoy Pintura (activa entre 1937y 1969), sus exposiciones, el ho-
menaje de sus discípulos y amigos, sus clases de "hidalga vejez" en el
Centro Nacional de Artes, de modo que, en palabras de su gran bió-
grafo, José Luis Paño, "iba a desarrollar una interesante y fecunda
labor artística. Tal es así que muy pronto abandonó el costumbrismo
español a favor de una pintura en la que supo captar toda la belleza
y el colorido vibrante del mundo tropical, aunque no por eso cerró
los ojos a las nuevas propuestas estéticas que se practicaban en la
pintura del siglo XX". Entre sus numerosos discípulos señala Paño a
algunos de prestigio internacional como Julia Díaz, Raúl Elas
Reyes, Noé Canjura o Rosa Mena Valenzuela.
En El Salvador vivió también el aragonesista exiliado Mariano
García Villas, de quien hablamos en el segundo volumen, así como
de su relación con Valero Lecha y con José Aced. Este país estuvo
en los años treinta y hasta 1944 bajo la feroz represión del general
| Constantito Láscaris C o m n e n o . Maximiliano Hernández.
127. P a ñ o Gracia, J o s é Luis (1994) "Valero Lecha. El pintor del trópico", El Pe-
riódico ae Aragón, 19 de mayo.
128. Datos e ilustraciones tomados de J . L . Paño (1995).
Vivir en América: residencia, añoranza e ¿den
129. José Antonio García Junceda, voz Láscaris en la GEA, t. VIII, Zaragoza,
1981, p. 2012.
130. Voz firmada por Javier Delgado Echeverría, en el tomo III Apéndice de la
Gran Enciclopedia Aragoneda, Zaragoza, 1997, p. 343.
I "Falcón, L a c a m b r a y Delgado, Izquierda U n i d a al Senado". Postal electoral.
Ante la sabina de Villamaj'or. 1986. (Foto: Pedro J o s é Fatás).
4.5. Brasil
Que la emigración aragonesa a Brasil era importante y a a fines
del siglo XIX es algo sobre lo que hay pocas dudas y pocos datos.
Así, por ejemplo, los anuncios publicados con frecuencia por la Tra-
satlántica Española (con agencia en Zaragoza y en algunas cabece-
ras de comarca), que ofrece "a familias labradoras, artesanos y a in-
dividuos sueltos labradores, si no exceden de 45 años", "pasajes
gratis a la América del Sur, incluso el ferro-carril desde Zaragoza" a
148. E n t r e los diversos estudios sobre la o b r a de Gil destacamos los dos libros de
Rosario Hiriart (1981) Un poeta en el tiempo: Ildefoiuo-Maiuwl Gil, y (1984) Ildefonso-Ma-
nuel Gil ante la crítica, así como el libro procedente de la tesis doctoral de M a n u e l Her-
nández M a r t í n e z (1997), Eljikneio cálido Hejde una colina. El cancionero de la vida e)e Ildefon-
lo-Manuel Gil, los tres editados en Z a r a g o z a por la Institución F e r n a n d o el Católico.
ELOY FERNÁNDEZ CLEMENTE
149. Ver las diversas voces en el Diccionario mitológico de artutao nragonejcv, 1947-
¡978, Zaragoza, I F C , 1983.
Vivir en América: residencia, añoranza e SentSi
Nueva York, que dedicó ese año a Aragón su gala anual. En dicho
viaje también se entrevistó con algunos aragoneses en Manhattan.
En cuanto al cine, no es único el caso de los Garci, Trueba o Al-
modóvar, que buscan el aplauso de Hollywood, de los Oscars de la
Academia, del público espectador. También rodó en los Estados Uni-
dos, y con notable éxito, José Luis Borau quien, tras el intento de un
cine americano de serie "B" con "Hay que matar a B", se lanza a rodar,
no sin dificultades, "Río Abajo", sobre los problemas de la frontera
entre Estados Unidos y México. Como ha contado Sánchez Vidal, "la
filmación se llevó a cabo en los mismos lugares donde se supone que
transcurre la acción, con no pocos personajes que incorporan los pa-
peles que hacen en la realidad". El propio Borau declararía: "No es
propiamente una película sobre los mojado*), sino sobre ese comglome-
rado heterogéneo de personas que viven en ese lugar... Un mundo que
crece y se desarrolla abonado por la situación que crea esa división
política y artificial. Las fronteras, en mi opinión, enmarcan los egoís-
mos humanos, los intereses políticos..." Y Víctor Erice comentaría así
la peripecia del rodaje: "sus llamadas a puertas de los estudios, la difi-
cultad del diálogo, las imposiciones imposibles de aceptar, es una lec-
ción que no se olvida... su decisión de atravesar la frontera que separa
al cine europeo (y no digamos nada, si además se trata de un director
español) del americano, con su decepcionante resultado final, cierra el
capítulo de una experiencia extraordinaria..."
150. Ver el a p a r t a d o que le dedica Agustín Sánchez Vidal en (1991) Tred aventu-
rad amencanutaj. Zaragoza, Comisión Aragonesa V Centenario, del que está t o m a d a la
información y texto.
Vivir en América: residencia, añoranza e identidi
I El entonces presidente del Gobierno de Aragón, Hipólito Gómez de las Roces visitó en la Casa
Rosada al presidente de Argentina, Carlos R. Menem,
M O R E N O F R A G I N A L S , M.R. y M O R E N O M A S Ó , J . J .
(1993): Guerra, migración y muerte. (El ejército español en Cuba como
vía migratoria). Gijón, Ed. J ú c a r y F u n d . Archivo de Indianos.
PAPI, Enzo (ed.): Hispana gente. Protagonistas del trabajo español en Ve-
nezuela. Caracas.