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Teoría de Imputación Objetiva de:

Günther Jakobs
y
Claus Roxin
Algunos postulados de la Teoría de imputación objetiva

Los Postulados de la teoría de imputación objetiva

Nelvin Espinoza Guzmán


Universidad Nacional Mayor de San Marcos1

En el presente trabajo de investigación sobre – imputación objetiva –


abordaremos los principales postulados esenciales sobre la teoría de la
imputación objetiva que fue consolidada por Günther Jakobs y Claus
Roxin con la finalidad de poder describir, analizar y evidenciar algunos
postulados en el cual se viene aplicando esta doctrina en nuestra realidad
jurídica por parte de los operadores jurídicos.

 La “disminución del riesgo”.


 La creación de un riesgo
I “Sólo se puede
jurídico-penalmente
M imputar al tipo
relevante o no permitido (o
P objetivo si la
creación de un riesgo
U Claus conducta del autor
Roxin prohibido).
T ha creado un Criterios
 Aumento del riesgo
A peligro para el bien
permitido,
C jurídico no cubierto
 Esfera de protección o
I por un riesgo
ámbito de aplicación de la
O permitido y ese
norma.
N
La calificación del
O comportamiento  Posición de garante
como típico y, la  El riesgo permitido
B
constatación de que
J Günther  Principio de confianza
el resultado
E Jakobs producido queda Criterios  Prohibición de regreso
T explicado  Actuación a riesgo
I precisamente por el propio de la víctima o
V comportamiento competencia de la
objetivamente víctima.
A
imputable.

1
Trabajo presentado para el curso de Derecho Penal, dictado por el Profesor José Hurtado
Pozo en la Escuela de Postgrado.
Algunos postulados de la Teoría de imputación objetiva

Anteriormente, para el derecho penal, pareciera que importaba más,


las causas que originaban la comisión de un hecho delictivo, los motivos, las
circunstancias del suceso por parte del agente, el cual estaba ligado – ¿Qué
sucedió? –, en cambio, tal como tal como sostiene – Caro Coria – a través
de la imputación objetiva, se busca establecer los alcances de la imputación
de una causa a través de (causa – resultado) y ello responde a verificar y
determinar – ¿Quién es el responsable del hecho? –. De cierto modo, implica
que exista la creación de un riesgo, más allá de los límites de los riesgos
permitidos para que una conducta generada por un sujeto, sea reprimible o
no a través del derecho penal, cuando este haya creado o generado un
riesgo en contra del bien jurídico, o se haya llegado a lesionar un bien jurídico
protegido por la ley penal.

En ese sentido, la imputación objetiva en palabras simples, implica los


siguientes: solamente se va a reprochar penalmente o imputar solo aquellas
conductas que el agente haya causado un resultado, haya creado un
peligro no permitido o jurídicamente desaprobado en contra del bien
jurídico, y que los resultados producidos o las puestas en peligro, sean como
consecuencia de la conducta del agente, el mismo que sea imputable
penalmente por el ilícito penal. Esta teoría reprime conductas que causen un
resultado y a la vez, aquellas conductas que pongan en riesgo al bien
jurídico. Por ejemplo, aquel sujeto que porta un arma de fuego de manera
ilegal, por el simple hecho de poseer un arma de fuego – la tenencia– implica
un peligro potencial para la sociedad, o aquel sujeto que conduce un
vehículo a excesiva velocidad, no mide las consecuencias de sus actos que
podría llegar atropellar personas, pone en riesgo la vida de las personas y a
consecuencia de ello, llega atropellar, causando muerte y lesiones.

Tal es así, si la conducta del agente que crea o pone en peligro un bien
jurídico, pero hay una disminución del riego, no es posible la aplicación de la
imputación objetiva, asimismo, si no existe un riesgo o puesta en peligro al
bien jurídico de manera relevante, tampoco es posible aplicarla; siendo solo
posible la imputación objetiva, cuando el agente, haya sobrepasado los
límites de los riesgos no permitidos por la ley penal, castigando aquellas
conductas que van más allá de los límites de riesgos no permitidos, siempre
en cuando estén establecidos legalmente como conductas típicas que
pongan en riego o dañen un bien jurídico.

Tal es así, dentro del marco descriptivo, tenemos los principales postulados
de la teoría de imputación objetiva, el cual son los siguientes:
Algunos postulados de la Teoría de imputación objetiva

1. El riesgo permitido.

Para que una conducta desplegada por un agente, sea pasible de una
imputación penal, esta debe generar la creación de un riesgo que no esté
tolerado dentro de la sociedad, es decir, solo es posible la imputación de
aquellas conductas que sobrepasen los límites de los riesgos permitidos por la
sociedad o sean conductas no tolerables por la sociedad. Tal como señala
– Bacigalupo – “no toda creación de un riesgo del resultado puede ser objeto
de una prohibición del derecho penal, pues ello significaría una limitación
intolerable de la libertad de acción”. Por ejemplo, dentro de este ámbito de
imputación, no sería posible imputar una conducta contra aquel deportista
que llega a lesionar a otro deportista dentro del campo de juego con el
balón de futbol. Asimismo, las carreras automovilísticas, están dentro de los
riesgos permitidos, pese a que, se pone en peligro la integridad física o la vida
de las personas que conducen los vehicular a excesiva velocidad, sin
embargo, es tolerado por la sociedad como un riesgo permitido.

2. Disminución del riesgo.

Dentro de este postulado, se debe tener en cuenta que el agente, actúa


lesionando o poniendo en peligro al bien jurídico, sin embargo, para evitar
mayores daños o puesta en peligro al bien jurídico, decide sacrificar el de
menor valor por el de otro de mayor valor, buscando de esta forma disminuir
el riesgo al bien jurídico. Uno de los ejemplos que nos propone el profesor –
Villavicencio Torreros – es el caso del sujeto que busca desviar un objeto
pesado que cae en dirección a la cabeza de otro sujeto, pero solo consigue
desviarlo a otra parte de su cuerpo. Por lo que – Bacigualupo– propone que
se debe excluir aquellas conductas que esté orientadas a disminuir los riegos,
solo debemos de imputar cuando se crean los riesgos. Otro caso, es del
médico que amputa una pierna para evitar la complicación de otra
enfermedad.

En ese sentido, solo es objeto de imputación aquellas conductas que,


envés de disminuir los riesgos, pongan en peligro o incrementen los riesgos,
por ejemplo, la de aquel sujeto que conduce el vehículo, pese a que es un
riesgo permitido la conducción del vehículo, sin embargo, el agente, decide
manejar a excesiva velocidad, infringiendo las reglas de tránsito y sin guardar
la diligencia de cuidado y a consecuencia de ello, atropella un peatón.
Como consecuencia del actuar del agente, se tuvo un resultado, el cual es
Algunos postulados de la Teoría de imputación objetiva

la muerte, por haber incrementado el riesgo, por lo tanto, es imputable la


conducta.

3. Principio de confianza.

Esto se da cuando el agente, confía en que el otro sujeto, ha actuado en


base a sus roles o funciones, dentro de los límites del riesgo permitido,
generando de esta manera que el agente causante, actúa confiando en
que el otro sujeto también va actuar con la debida diligencia de cuidado
que haga suponer al agente de que lo hará bien por diferentes razones o
circunstancias dentro de sus roles o funciones. Por ejemplo, aquel médico
que confía en que el instrumento con el cual va realizar la operación ha sido
debidamente esterilizado por el enfermero, o aquel, peatón que, en su
condición de ciudadano, debe respetar las señales de tránsito, mientras que
el agente conductor confía en que el peatón no va cruzar debido a que el
semáforo se encuentra en cruz roja para el peatón, sin embargo, el peatón
cruza pese a que el semáforo está en rojo. Por lo que, se produce un
resultado, pese a que el agente actuó confiando en que el peatón no iba
cruzar la pista porque estaba en luz roja.

Sin embargo, se debe tener en cuenta que este postulado, nos genera
una serie de problemas, sobre todo en el ámbito de los delitos empresariales,
dentro de las funciones públicas, las relaciones contractuales en donde el
agente confía en que el otro agente debe actuar en base a los parámetros
legales o en el marco de sus funciones, por lo tanto, habrían conductas
neutrales, en ese sentido, debemos ser cautelosos al momento de evaluar las
conductas neutrales a fin de verificar si el agente sabía o pudo presumir de
acuerdo a las circunstancias sobre la comisión delictiva por parte de otro
sujeto sobre un evento criminal.

4. Prohibición de regreso.

Esto implica que, el agente que actúa dentro de sus roles o funciones, de
manera normal, sin quebrantar sus deberes u obligaciones dentro del ámbito
de su acción – como habíamos mencionado anteriormente– realiza una
conducta neutral, estereotipada o inocuo frente a la comisión de un hecho
delictivo por parte de un tercero, con desconocimiento del agente que
presta un rol o un deber con conducta neutral, por lo que, no es posible la
imputación de la conducta del otro, al agente que participe o cooperare en
Algunos postulados de la Teoría de imputación objetiva

el actuar delictuoso de otro. Sin embargo, se debe analizar cada


circunstancia de manera particular a fin de desvirtuar si el agente pudo o no
conocer a través de su conducta neutral sobre el actuar delictuoso del
tercero, si eso fuera así, se rompe la prohibición de regreso y puede ser
pasible de imputación.

Por ejemplo, un caso muy conocido es del – Chofer: R.N. N° 552-2004–, en


donde la Corte Suprema, estableció que: “Es pertinente aplicar al caso de
autos los principios normativos de imputación objetiva, que se refieren al
riesgo permitido y al principio de confianza, ya que el acusado dentro de su
rol de chofer realizó un comportamiento que genera un riesgo permitido
dentro de los estándares objetivos predeterminados por la sociedad, y por
tanto, no le es imputable el resultado (prohibición de regreso) al aceptar
transportar la carga de sus coprocesados y al hacerlo en la confianza de la
buena fe en los negocios y que los demás realizan una conducta lícita. No
habiéndose acreditado con prueba un concierto de voluntades con los
comitentes, y estando limitado su deber de control sobre los demás en tanto
no era el transportista dueño del camión sino sólo el chofer asalariado del
mismo; estando, además, los paquetes de hojas de coca camuflados dentro
de bultos cerrados. Aclarando que el conocimiento exigido no es el del
experto sino por el contrario de un conocimiento estandarizado socialmente
y dentro de un contexto que no implique un riesgo no permitido o altamente
criminógeno”.

5. Ámbito de responsabilidad de la victima

También es posible atribuir una “autoresponsabilidad” a la propia víctima,


debido a que, a través de su conducta negligente, sin haber tomado el
deber de cuidado o no haber tomado las precauciones necesarias – dentro
de sus roles o funciones –, genera, crea o aumenta un peligro por sí mismo en
la realización de un riesgo no permitido, poniéndose por sí mismo en
autopuesta o en peligro. Lo cual, no es atribuible al agente que produce el
resultado, debido a que la producción de un riesgo no permitido, le
corresponde a la propia víctima.

Uno del casos más conocidos es – Rock en Rio – R.N. N° 4288-97 (Ancash),
en donde se concluyó que: “No puede existir violación del deber de cuidado
en la conducta de quien organiza un festival de rock con la autorización de
la autoridad competente, asumiendo al mismo tiempo las precauciones y
Algunos postulados de la Teoría de imputación objetiva

seguridad a fin de evitar riesgos que posiblemente pueden derivar de la


realización de dicho evento, porque de ese modo el autor se está
comportando con diligencias y de acuerdo al deber de evitar la creación
de riesgos, asimismo, la experiencia enseña que un puente colgante es una
vía de acceso al tránsito y no una plataforma bailable como
imprudentemente le dieron uso los agraviados creando así sus propios riesgos
de lesión. En consecuencia, la conducta del agente de organizar un festival
de rock no creó ningún riesgo jurídicamente relevante que se haya realizado
en el resultado, existiendo por el contrario una “autopuesta” en peligro de la
propia víctima, la que debe asumir las consecuencias de la asunción de su
propio riesgo”.

Finalmente, dentro del derecho penal, tal como señala el


profesor – Hurtado Pozo–, no existen teorías ni ciencias
exactas que podamos decir: “Esta es la correcta”, debido a
que no son teorías científicas, siempre tienen problemas
aplicativos y se aplica el que sea más adecuado. En ese
sentido, la teoría de imputación objetiva, no encuentra
solidez, cuando, por ejemplo: “El agente coge una piedra y
sin causa alguna, mata a otra persona”.

No les crean, cuando sus profesores les dicen: “En el derecho penal, todo
está resuelto”. Siempre existen problemas; el derecho no es ciencia exacta,
no se puede determinar los preceptos normativos de manera exacta o que
las teorías sean ciencias exactas, solo son meras referencias para resolver
algunos problemas. En el derecho no se puede decir [2 + 2 = 4] como en las
matemáticas, y llegar al mismo resultado del problema de manera exacta,
debido a que, el derecho es una ciencia cualitativa y, solo cuantitativo
respecto a las penas. Y al contener “juicios de valores”, justamente por ello,
genera un sinfín de problemas aplicativos e interpretativos y no todo está
resuelto en el derecho penal, siempre hay preceptos que mejorar.

Nelvin Espinoza Guzmán


Algunos postulados de la Teoría de imputación objetiva

Bibliografía

Roxin, C. (2008). Derecho Penal. Parte General. Fundamentos. La estructura


de la teoría del delito. Madrid: Thomson, p. 362

Günther Jakobs y Cancio Meliá. “El Sistema Funcionalista del Derecho


Penal”. Editorial GRIJLEY, Primera Edición, diciembre 2000, p 23.

Muñoz Conde/García Arán: Derecho Penal Parte Generañ, 2° edición, Tirant


Blanch, 1996, p. 242.

Villavicencio Torres, F., La imputación objetiva en la Jurisprudencia Peruana,


p. 259, en revista de facultad de derecho PUCP.

R.N. N° 552-2004, de la Segunda Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema


de fecha 25 de noviembre de 2004

R.N. N° 4288-97 de la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema (Caso de


Ancash) de fecha 13 de abril de 1998.

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