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(PATRICIA PEDRAZA) Los nanofluidos se definen como suspensiones diluidas con partículas
sólidas de tamaño inferior a 100nm que se emplean para incrementar la capacidad de
transferencia de calor del fluido. Los nanofluidos se elaboran llevando a cabo la dispersión de
unas partículas con tamaño del orden de los nanómetros en una base fluida. Pero sin embargo,
aunque se trate de una mezcla de nanopartículas con un fluido, el nanofluido puede
aproximarse a un fluido en fase simple. Con ello, se asume que la fase del fluido y las
nanopartículas están en equilibrio térmico y que se mueven con la misma velocidad. Esta
suposición está en concordancia con los resultados experimentales obtenidos. Como se ha
definido, las nanopartículas son partículas sólidas con tamaño del orden de los nanómetros.
Hasta ahora, estas nanopartículas han tenido otros usos además de para la elaboración de los
nanofluidos. Actualmente, las nanopartículas se emplean en la industria farmacéutica,
cosmética, alimentaria, aeronáutica, agricultura y automotriz entre otros. Concretamente, en la
industria de la medicina, por ejemplo, la nanotecnología investiga el trato con células
cancerígenas; en la industria cosmética, se recurre a la nanotecnología cuando se trabaja con
cremas solares, y por último, un uso de la tecnología aún más cercano es en las pelotas de tenis
donde las pelotas llevan una capa de nanopartículas de arcilla que las hacen más resistentes.
Pese a las numerosas aplicaciones actuales, el estudio de las propiedades de las nanopartículas
es una ciencia muy incipiente por lo que está llena de dudas y curiosidades.
(CAMPOS, 2018) Existen dos métodos para la síntesis de nanofluidos puros: (a) one step
method: en donde la síntesis de la nanopartícula ocurre en el fluido base, produciéndose
nanofluidos estables; y (b) two step method: mediante el cual las nanopartículas se producen
como polvos secos y luego se dispersan en un fluido base, añadiendo estabilizantes y
surfactantes a través de la utilización de un agitador o ultrasonido [20], [31]. Para la producción
de nanofluidos metálicos es preferible el primer método, pues da origen a suspensiones
estables en el tiempo [31].
(cueva, 2016) Para dispersar las nano partículas en el método de dos pasos se necesitan seguir
los siguientes pasos (Guerra, 2012):
a. Selección de nanoparticulas
Con respecto a la síntesis de nanofluidos híbridos existen dos formas de preparación: (a) ex
situ: en donde cada nanofluido puede sintetizarse separadamente usando alguno de los
métodos para la producción de nanodispersiones puras y luego se mezclan, obteniéndose un
fluido con dos especies de partículas diferentes; y
(b) in situ: mediante el cual se forma un nanofluido en que cada partícula está formada por dos
o más materiales [32], [33]. 12 Desde la invención de los nanofluidos, se han estudiado
diversas configuraciones de nanopartículas y de fluidos bases. Dentro de las primeras se
encuentran las metálicas, de óxidos metálicos, basado en carbono, e híbridas [33]–[35].
Mientras que los fluidos bases más usados destacan el agua, el glicol y el aceite [35], [36].
Algunos de los componentes escogidos para la formación de nanofluidos se muestran en la
Figura 1.14 . Como resultado de estos estudios se ha reportado que al añadir ciertas
nanopartículas a un fluido base se obtiene un mejoramiento de: (a) la conductividad térmica,
(b) los coeficientes de transferencia de calor, y (c) las propiedades de ópticas del fluido base
[37] IMAGEN
IMAGEN
Estas moléculas en capas están presentes en un estado físico intermedio entre un líquido a
granel y una partícula sólida. Es probable que la nanocapa sólida de moléculas líquidas
aumente la conductividad térmica en mayor medida que el fluido convencional a granel [49].
Los estudios muestran que la conductividad térmica de los nanofluidos es mayor que la de los
fluidos base [50-52]. La conductividad térmica de los nanofluidos se puede medir mediante
diversas técnicas, es decir, aparatos transitorios de alambre caliente, analizador de constantes
térmicas de disco caliente. Los investigadores han realizado experimentos con diferentes
fluidos base (etilenglicol, propilenglicol, metanol, glicerol, aceite para engranajes, aceite de
motor, parafina, etc.) y con diferentes nanopartículas
AGUA
En la industria energética, el agua es el fluido caloportador más usado. Por su bajo coste y por
su alto poder calorífico durante el cambio de fase. Sin embargo, su uso en algunas ramas de la
industria presenta algunos inconvenientes, entre ellos la condensación en algunos elementos
de los equipos.
3.4.1 (b) Aceites térmicos Los aceites térmicos tienen unas propiedades físico-químicas que le
permiten alcanzar temperaturas de hasta 420ºC sin degradarse y cristalizar con temperaturas
mínimas de 38ºC; la congelación total no se alcanza hasta los 12ºC. Las presiones de vapor de
estos aceites son menores que la presión de vapor de agua, por ello, permite trabajar a unas
presiones de trabajo menores. Trabajar a presión menor supone una ventaja a la hora de elegir
el material de trabajo. El aceite térmico más utilizado es el Therminol VP-1, empleado en
algunos de los experimentos en los que se hace referencia posteriormente. Se trata de una
mezcla de dos hidrocarburos aromáticos: el bifenilo y el óxido de difenilo. El punto de
congelación de este aceite es 12,7ºC y las temperaturas máximas de trabajo son de 400ºC. Una
vez superada esta temperatura máxima, se produce la degradación del mismo. Cuando los
hidrocarburos se degradan dan lugar a otros compuestos que modifican la características del
fluido caloportador, con sistemas in situ de eliminación de los mismos sería suficiente. Uno de
los principales inconvenientes que presenta los aceites térmico son desde el punto
medioambiental. Ante una fuga, se produciría la contaminación del suelo.
(c) Sales fundidas El uso de las sales fundidas como fluido refrigerante surge a raíz de la
necesidad de reducir la degradación de las instalaciones y facilitar el almacenamiento de
energía. La principal ventaja de las sales fundidas frente al aceite térmico es la temperatura
máxima de trabajo de estas últimas, 450ºC – 550ºC. El coste de este fluido térmico es menor,
tiene menor nivel de corrosión sobre las tuberías, y al igual que los aceites térmicos tienen
bajas presiones de vapor. Desde el punto de vista medioambiental, el inconveniente principal
que presentan las sales fundidas es que pueden formar gránulos sólidos, produciéndose su
deposición en el suelo o en la pared de las tuberías bloqueando los equipos. Para evitar este
aspecto, se deben instalar equipos de control de la temperatura.
ETILENGLICOL
(iv) Forma de las nanopartículas: Las formas que maximizan el área superficial son las que
presentan una mayor conductividad térmica debido a que cuentan con más espacios para
conducir el calor [35], [49]. De acuerdo con esto, las formas con mayor área superficial
corresponden a la cúbica seguidas por las cilíndricas y finalmente las esféricas [35], [49],
Para el caso de nanofluidos sintetizados por el método de dos pasos, que suelen ser más
inestables que los del método de un paso [31], es recomendable la dispersión utilizando
agitación mecánica o tratamiento de ultrasonido, siendo este último más efectivo para lograr
nanofluidos que se mantengan estables por una mayor cantidad de tiempo [31], [65]. La
utilización de surfactantes que induzcan cambios en la superficie también puede lograr la
obtención de nanofluidos estables [65]. Para evaluar la estabilidad de un nanofluido se utilizan
una serie de técnicas como (a) potencial zeta: que mide el potencial eléctrico en el límite entre
la capa de Stern y difusa, si el potencial medido supera los 30 𝑚� se dice que el nanofluido es
estable; (b) análisis de espectro óptico: que permite comparar la absorción de luz de una
muestra al momento de ser sintetizada y luego repetir la medición después de pasado algún
tiempo, si se observan cambio en los espectros se puede concluir que ha ocurrido agregación y
sedimentación de nanopartículas, este análisis puede realizarse también centrifugando la
muestra y luego comparando el espectro óptico del sobrenadante con la muestra original; (c)
sedimentación natural: consiste en la inspección visual de una muestra luego que transcurrió
un tiempo luego de la síntesis, si se observa sedimentación en el fondo de la muestra se dice
que la muestra es inestable; (d) Microscopia electrónica: se observan los nanofluidos mediante
microscopios electrónicos y se revisa si se presenta aglomeración, siendo esta técnica de alto
costo; y (e) dispersión dinámica de luz (o Dynamic Light Scattering, DLS): permite medir la
distribución de tamaño de las nanopartículas, de esta forma es posible saber si ocurrió
aglomeración en el nanofluido [65]. Los fluidos térmicos luego de ser ocupados en un número
de ciclos se espera que tengan una mayor tendencia a aglomerarse debido a que el
calentamiento provoca un incremento de colisiones entre las nanopartículas ocasionadas por
el incremento del movimiento browniano, reducción de la viscosidad del fluido base y
gradientes de 20 temperatura que generan movimientos convectivos en el nanofluido
aumentando la energía cinética de las nanopartículas lo que les permite sobrepasar las fuerzas
repulsivas que las mantienen separadas unas de otras [65]. IMAGEN
(PATRICIA PEDRAZA) La transferencia de calor tiene una gran importancia en muchos campos
de la tecnología actual como puede ser generación de energía, aire acondicionado, transporte,
energías renovables, microelectrónica…etc. Sin embargo, los fluidos convencionales empleados
como “heat transfer” poseen bajas conductividades térmicas, así como, una transferencia de
calor débil. Por ello, surge la necesidad de estudio y mejora de estos fluidos caloportadores con
distintas técnicas que pretenden mejorar el rendimiento como “heat transfer” y una mejora de
la conductividad térmica. Una de las técnicas que se emplean es la adición de las partículas al
fluido. En 1873, Maxwell propuso la adición de partículas sólidas en una base fluida para
incrementar la conductividad térmica del fluido [1]. Es sabido que la conductividad térmica de
las partículas sólidas es mucho más alta que la de los fluidos, por lo que al adicionar partículas
sólidas al fluido se esperaba un aumento de la conductividad térmica de la suspensión y una
mejor actuación en la transferencia de calor. Pese a su aparente idealidad, las aplicaciones
prácticas de esta adición de micropartículas presentaba una serie de limitaciones considerables
como lo son: la sedimentación de las partículas, posibles atascos en los canales de flujo o
tuberías, erosión de tuberías y caída de presión. Choi demostró la funcionalidad de los
nanofluidos como tales, para ello, profundizó en la cantidad de calor que era posible
transportar por medio de la adición de partículas de tamaño nanométricas de cobre y aluminio
que quedaban suspendidas en agua u otros líquidos [2]. Las nanopartículas podían ser de
cobre, aluminio, plata y óxidos, entre otros; por otro lado, los fluidos anfitriones podían ser
agua, aceite o etilenglicol. Las propiedades térmicas del nanofluido caloportador dependen del
tamaño de las partículas suspendidas, forma y concentración. Su aplicación mejoraría la
eficiencia energética pudiendo trabajar con equipos más pequeños, ligeros y más baratos.
Hasta el momento, se utilizaban micropartículas para mejorar la transferencia de calor, pero
debido al tamaño micro de las partículas se producía la sedimentación de estas en el fluido de
modo que se producía el depósito de las partículas al fondo de la tubería o del tanque.
Adicionalmente, estas partículas que fluían por el interior de los tubos podían dañar la
superficie interior de las tuberías. Cuando se añadían nanopartículas este problema quedaba
solventado ya que estas nanopartículas se mueven realizando un tipo de movimiento,
denominado movimiento Browniano y permanecen en equilibrio el peso y la agitación térmica.
Este equilibrio no genera una distribución uniforme sino que la concentración de partículas
decrecerá exponencialmente con la altura de acuerdo con la teoría de Einstein. El balance
entre las pequeñas fluctuaciones y el peso adecuado se pueden expresar con la altura
gravitacional, , como sigue (Ecuación 1): = −
) [] Ecuación 1. Altura gravitacional Análisis de los Nanofluidos y su Aplicación como Fluido
HTF 2016 37 Patricia Pedraza Luque Donde , es el radio de la partícula; , es la constante de
Boltzmann´s; , es la temperatura en Kelvin; , es la densidad del sólido y , es la densidad del
fluido. Esta cantidad aparece en la distribución exponencial de la concentración de equilibrio
(Ecuación 2): -) = !" #− $ % [&] Ecuación 2. Distribución de la concentración Donde ', es la
comprensibilidad de la suspensión. Con esta ecuación se puede demostrar que la
concentración muestra un comportamiento cerca de la uniformidad cuando es grande. En los
últimos años, ha tenido lugar un novedoso desarrollo en la nanotecnología que entre otros,
lleva a cabo el desarrollo de materiales con orden magnitud de nanoescala. Estos
nanomateriales pueden emplearse como nanopartículas que se adicionan a unos fluidos base
con el objetivo de mejorar la conductividad térmica y la transferencia de calor.
En particular, la teoría clásica del medio efectivo se ha modificado para tener en cuenta la capa
estructurada sólida de moléculas de agua en la interfaz nanopartícula - fluido (es decir,
nanocapa) [79–88,260,261]. Además, el movimiento browniano [89-94], la resistencia térmica
interfacial (es decir, la resistencia de Kapitza) [95] y la formación de caminos de percolación
térmica debido a la agregación de partículas [96] también se propusieron para comprender las
propiedades térmicas anómalas de los nanofluidos [38,97 –99]. Después de varios
experimentos y algunas controversias, ahora se reconoce que las dos características principales
que caracterizan la conductividad térmica efectiva de los nanofluidos son la resistencia a
Kapitza en la interfaz nanopartícula - fluido [100], así como el papel de la agregación y las
morfologías agregadas [101] .
En particular, hoy en día se acepta que las morfologías de nanopartículas que forman cadenas
permiten teorías de medios efectivas para predecir mejoras de conductividad térmica [102].
Como contraejemplo, una gran prueba de round robin en nanofluidos demostró que la
dispersión ideal cancela cualquier mejora significativa [103].
Derjaguin, Landau, Verwey y Overbeek) [107-109]. Sin embargo, hoy en día se reconoce que
fuerzas adicionales (llamadas no DLVO