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Control de lectura: “Estrés oxidativo, enfermedades y

tratamientos antioxidantes”
La transformación bioquímica en la que ocurre extravío de electrones es
conocida como oxidación, y suele ser inherente con la reducción. Este proceso
bioquímico es sustancial para la vida, ya que es causa directa de la consecuencia
de energía celular. Pero, cuando se realiza en exceso este proceso, nos
encontramos ante un fenómeno que se conoce como estrés oxidativo, lo que es
una compleja realidad en los distintos niveles ecológicos, el cual es imposible de
medir o definir con un solo criterio. A este fenómeno conocido como estrés
oxidativo se suelen asociar demasiadas enfermedades, que también se suelen
asociar a la producción de radicales libres. Para prevenir dicho fenómeno suelen
existir terapias antioxidantes además de dietas “ricas” (como la mediterránea) o
dietas que suelen estar enriquecidas de antioxidantes, todos estos mecanismos de
prevención parecen evitar o reducir el daño de los organismos causado por estrés
oxidativo.

Pero para hablar más a fondo de este tema primero debemos definir la
oxidación; en la bioquímica se suele conocer así a los procesos en los que ocurren
extravió de electrones, asimilación de oxígenos o una entrega de hidrógenos
(deshidrogenación), y como “reducción” se conoce a ese proceso en el cual se
“ganan” electrones o se extravían átomos de oxígeno. En general, estos procesos
se encuentran asociados y suelen ser conocidos como reacciones redox entre
pares conjugados o reacciones de óxido-reducción.

Es así como, en el medio ambiente todo suele ser enmohecido por el


oxígeno. Pero también, las reacciones de óxido-reducción son de suma
importancia en la naturaleza debido a que los seres vivos obtenemos la mayor
parte de la energía libre a partir de ellas, ya sea mediante procesos como: la
fotosíntesis, los metabólicos aeróbicos realizados por procariotas y eucariotas
(que realizan proceso inverso a la fotosíntesis).

Pero, aunque el oxígeno es insustituible para la vida, también puede


generar padecimientos por la creación inmanejable de radicales libres de oxígeno
(abreviados como RLO) que generan daños en macromoléculas (proteínas,
carbohidratos, ácidos nucleicos y lípidos) y que además alteran procesos que son
llevados a cabo por las células (como: síntesis de enzimas, inducción génica,
respiración celular, funcionalidad de las membranas, entre otros).

La excedencia de radicales libres (que son moléculas o partes de ellas que


cuentan con por lo menos un electrón sin aparearse en su orbital más lejano y que
son demasiado inestables) acaban con la proporción equitativa lo que se conoce
con el nombre de “estrés oxidativo” y que tienen su origen en las reacciones
relacionadas al metabolismo, sobre todo cuando las estructuras mínimas de todo
ser vivo, las células de los organismos metamorfosean alimentos en energía en
situaciones de ejercicio hiperoxia, isquemia o ejercicio intenso, además de la
exposición a algunos agentes exteriores como la luz uv o radiaciones ionizantes,
también al humo del tabaco o a la polución ambiental, etc. Entre los RLO
inorgánicos más importantes se encuentran: el radical-anión superóxido (O 2-), el
oxígeno molecular O2, como el peróxido de hidrogeno (H2O 2), así como el radical
hidroxilo (HO-); entre los orgánicos o secundarios encontramos: el hidroperóxido
orgánico (ROOH), el radical piróxilo (ROO -) y los lípidos peroxidados.

Por otro lado, es conocida la existencia de sustancias que deben


mantenerse en equilibrio y que conocemos como antioxidantes, estos compuestos
químicos se oponen al proceder del oxígeno y de ciertos agentes oxidantes.
También existen enzimas que evitan la oxidación entre las que encontramos: la
glutatión peroxidasa, la catalasa de los peroxisomas, entre otros que tienen la
capacidad de metabolizar los RL. A los antioxidantes ya mencionados se suman
sustancias conocidas como “rastrillos de radicales”, entre los que encontramos la
vitamina C, la vitamina E y el glutatión, que son sustancias que pueden destruir
directamente a los radicales libres.

Al estudio relacionado a los procesos de oxidación en el cuerpo se ha


tratado de añadir una forma de medir dicha oxidación, que es ineficaz y que al final
resulta en una gran cantidad de formas en la aproximación a esta realidad del

Referencias
 Elejalde Guerra, J. I. (2001, June). Estrés oxidativo, enfermedades y tratamientos antioxidantes. In
Anales de medicina interna (Vol. 18, No. 6, pp. 50-59). Arán Ediciones, SL.
estado de oxido reducción en el organismo humano. La ausencia de un método
que mida eficazmente la oxidación en el organismo se debe a que es muy
complejo medir dicho proceso metabólico con un solo parámetro aislado.

Entre los procesos de enfermedades atribuibles a los RL solemos


encontrar:

 El envejecimiento: en este caso es complejo diferenciar entre procesos


propios del envejecimiento y procesos patológicos.
 La arterioesclerosis: las lipoproteínas (LDL), al ser oxidadas toman un
mayor papel aterogénico, lo que las hace citotóxicas, y son captadas por
los macrófagos, lo que genera daño en el endotelio, pues estimulan la
producción de factores vasoactivos trombóticos, de adhesión, etc. En
definitiva, se ha encontrado relación entre RLO y lipoproteínas de
mínima densidad, y se sabe que un aumento de estas influye en la
arteroesclerosis.
 Insuficiencia renal agua, crónica y diálisis.
 Cirrosis, insuficiencia hepática y hepatopatía alcohólica.
 El cáncer: el desarrollo de tumores es un proceso de demasiada
complejidad en el que se ha especulado que los RL están implicados,
esto en relación con el humo de tabaco que es causante del cáncer de
pulmón: además de alquitrán, en el que se encuentran RL en
abundancia, y la nicotina.
 La catarata senil: los RL generados en el cristalino causa
desnaturalización, degradación de sus proteínas, entrecruzamiento y
otros efectos que forman gránulos microscópicos, que producen
inicialmente el efecto Tyndall y finalmente la catarata senil.
 Entre otras.

Para prevenir estas enfermedades, entre otras asociadas a la creación de


RL existen terapias antioxidantes, además de dietas con alta cantidad de
antioxidantes que pueden prevenir o disminuir parcialmente el deterioro funcional
del organismo y que es causado por un exceso de estrés oxidativo. Entre las
principales terapias oxidativas que existen solemos encontrar.

 La vitamina C.
 Betacaroteno.
 La vitamina E.
 Selenio.

Pero también se destaca que es de suma importancia llevar estilos de vida,


que incluyan actividad física que se practique de manera regular. También se
destaca la dieta Roma-Tokio, también conocida como dieta mediterránea, pues
esta incluye un equilibrio entre oxidantes y antioxidantes. Por lo cual, es
recomendable un mayor consumo de alimentos como acelgas, espinacas brócoli y
otros de tonalidad verde, con altos contenidos antioxidantes enzimáticos, además
de un menor consumo de ahumados, cerveza negra, grasas saturadas y también
menor consumo de “sobras”. Entre todo esto también se recomienda que en el
consumo de las dietas mediterráneas se incluya el aceite de oliva en cantidades
considerables ya que este ayuda a evitar la oxidación de las lipoproteínas.

En definitiva, se puede resolver que el estrés oxidativo y los radicales libres


están claramente involucrados en los motivos de diversas enfermedades, entre las
que se destacan el cáncer, la arteroesclerosis, etc. Y una manera de evitar dicho
estrés oxidativo es llevando estilos de vida sanos, con ejercicio regular, además de
dietas basadas en productos mediterráneos que son ricos en antioxidantes.

Referencias
 Elejalde Guerra, J. I. (2001, June). Estrés oxidativo, enfermedades y tratamientos antioxidantes. In
Anales de medicina interna (Vol. 18, No. 6, pp. 50-59). Arán Ediciones, SL.

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