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RIZZO ROMANO:" RELACIONES EXTERIORES, RELACIONES INTERNACIONALES, POLITICA EXTERIOR

RELACIONES EXTERIORES, RELACIONES INTERNACIONALES,


POLITICA EXTERIOR Y POLITICA INTERNACIONAL.

-I-

Hace ya mucho tiempo (7 de agosto de 1974) en un Curso de Perfeccionamiento Docente de


la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, de la Universidad de Buenos Aires, pronunciamos
una disertación sobre estos términos que -a menudo- son confundidos en sus contenidos,
incluso por expertos.
Posteriormente, dictamos en el doctorado de Derecho Internacional Público y constituyó el
Capítulo XXII de nuestra obra sobre la especialidad  la materia de esta “disertatio”.
Hoy queremos ampliar antiguos conceptos y aprovechar la oportunidad para rendir nuestro
humilde homenaje al Profesor Doctor  Hugo  LLANOS MANSILLA.
Podría decirse que Hugo es uno de los raros casos, en que -si pudiera elegirse-  querría uno
tenerlo de hermano, de padre si fuera hijo o de hijo si fuera padre, de colega si formara parte
de un tribunal colegiado o de amigo para toda la vida.
Uno de esos seres excepcionales en los que se puede confiar ciegamente y sin temor.
Si a su bonomía se le suma su acendrada cultura, su gran solvencia jurídica, sus altas
cualidades morales y un elevado sentido de lo estético, estamos muy cerca de hallar en su
persona el ideal de un hombre de bien ó “boni viri”, como se lo llamaba en Roma.
En el Capítulo VI del Tratado “De Amicitia” (de la amistad) Marco Tulio CICERON  sostuvo,
según mi traducción libre, lo siguiente: “… definición y excelencia de la amistad. No es otra
cosa la amistad que un sumo consentimiento en las cosas divinas y humanas, con amor y
benevolencia: un don tan grande que no le han concedido los dioses a los hombres otro mayor
excepto el de la sabiduría…”.
Décadas de enseñanza y de práctica del Derecho Internacional Público nos han otorgado el
privilegio de ampliar e incluso modificar  algunos pensamientos de nuestra lejana juventud, y
aprovechar este merecido homenaje a tan destacado iusinternacionalista, para volcarlos en
este trabajo con vías a integrar un  “Liber Amicorum” dedicado al mismo.

-II-

En primer lugar, debemos apelar a la Filosofía y, dentro  de la misma, a la Lógica Formal, para
establecer que el término “relatio-relationis” tiene un significado de conexión, referencia,
correspondencia, comunicación o trato.
Ya ARISTOTELES (vivebat inter annos 384 y 322 a.C.) estudió las “Categorías” (del griego
κάτά, es decir “en” o “sobre” y αγορα que se refiere a un sitio público, a un foro, como lo
definían los romanos); lo que significa que las Categorías son las nociones más abstractas y
generales de las cosas, colocadas sobre el sitio público del análisis y la discusión.
Diez fueron estas nociones abstractas y generales, según el Estagirita:
1- Sustancia (en la traducción latina “substantia”);
2- Cantidad (“quantum”);
3- Cualidad ó calidad (“quale”);

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4- RELACION (“quod ad aliquid ó pros ti ad aliquid”);


5- Acción ó “agere”;
6- Pasión ó  “pati”;
7- Espacio, lugar o “ubi”;
8- Tiempo ó “quando”;
9- Posición, situación o actitud (“situs”);
10-  Hábito ó “habere”.

De allí que la RELACION es aquella categoría que indica “el porqué y hacia quién”, marcando
de manera indubitable “una necesaria interdependencia”.
Tal vez por ello, aunque sin citar esta remota fuente griega, un ideólogo de las Relaciones
Internacionales sostuvo que ellas comprenden un sector de la actividad humana en el cual la
inevitable interdependencia se une a un control inadecuado. Este profesor de Harvard expresó
que se trata del “arte y ciencia de la supervivencia de la Humanidad”, ya que si se destruye la
civilización en un futuro, no será por causa del hambre o las pestes, sino por obra de la Política
Exterior y las Relaciones Internacionales (sin clarificar ni diferenciar ambos términos, como
debería haber ocurrido según mi concepción) .
Como vemos, este destacado autor, parece confundir ambos términos mencionados que -en
nuestra opinión-  tienen una comprensión y extensión diversa, partiendo de la base que definir
–en Lógica Formal- es explicar la comprensión y extensión de una idea.
Mucho después de ARISTOTELES, BOECIO  y otros filósofos latinos se refirieron a las
categorías como predicamentos o medios para hallar atributos propios de una cosa. De allí que
hablaran de categorías como acusaciones, en el sentido de lo que se diga de ella o se le
atribuya.
Por lo tanto, las categorías son cada uno de los grupos en que se reparten los atributos
objetivos que se enuncian de la realidad o las series graduales que dispuestas en géneros y
especies, desde el Supremo de aquéllos, descienden hasta la ínfima de éstos.
En otras palabras, las categorías son los géneros supremos en que se distribuyen todos los
seres o realidades del mundo creado. De ello surge que para Kant y quienes lo siguen, los
juicios por la relación pueden ser de tres clases: Categóricos; Hipotéticos; ó Disyuntivos. En la
concepción kantiana, existen –como se sabe- doce categorías.
Volviendo a DEUTSCH debemos considerar que para aquellas naciones que hemos
denominado “Macroestados Siderocráticos” , tales como los Estados Unidos de América y la
actual Rusia, la posesión de armas nucleares de altísimo poder destructivo y la posibilidad de
conquistar espacios fuera o dentro de la órbita terrestre, pueden implicar  -en el supuesto de
ser mal utilizados- destrucciones memorables y conflictos trascendentes que podrían llegar al
fin de la humanidad.
Stanley H. HOFFMANN sostuvo, respecto de las relaciones internacionales, que abarcan un
campo “…con amplia autonomía dentro de la indefinida e incomprensiva Ciencia Política”.
Para este tratadista, las relaciones internacionales constituyen una disciplina autónoma, ya que
su campo puede delimitarse con bastante aproximación, y se ocupa del estudio de los factores
y actividades que afectan a la Política Exterior y al Poder de las unidades básicas en que se
encuentra dividido el mundo.

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Muchos autores no distinguen entre las meras RELACIONES EXTERIORES de un Estado, que
nacen al vincularse jurídica, económica y políticamente o de cualquier otra manera, no
solamente con otro sino con cualquier sujeto de la Comunidad Internacional (religiones
ecuménicas, partidos políticos internacionales, organizaciones intergubernamentales, etc); que
más adelante denominaremos en nuestra metodología y por sus iniciales en inglés IGOS,
INGOS, BINGOS o BIGOS (vale decir, Internationals Governmental Organizations, International
Non Governmental Organizations) siguiendo la denominación de Johan GALTUNG , a la que
hemos agregado la de BIGOS (Bussiness International Governmental Organizations).
Ejemplo de los IGOS, son las Naciones Unidas o la O.E.A.; de los INGOS nuestro Instituto
Hispano-Luso-Americano de Derecho Internacional (IHLADI); de los BINGOS cualquiera de las
enormes corporaciones internacionales especialmente las de los Estados Unidos, Japón,
Alemania, Gran Bretaña y Francia, etcétera; y de los BIGOS el Fondo Monetario Internacional y
el Banco Mundial.
El mencionado HOFFMANN sostuvo -como es sabido- que las relaciones entre naciones o
internacionales comprenden cinco grandes disciplinas auxiliares: 1- la Política Internacional,
denominada por MORGENTHAU “Política entre Naciones” ; 2- la Economía Internacional; 3- el
Derecho Internacional; 4- la Historia Diplomática; y, 5- la Geografía Política y la Geopolítica.
En primer lugar, no serían cinco sino seis, ya que Geografía Política no es lo mismo que
Geopolítica. Esta última la hemos definido como “una disciplina auxiliar de la Política Interna, a
la que llamaremos Endogeopolítica o de la Política Internacional, a la que llamaremos
Exogeopolítica, derivación de la moderna Geografía Política, que para la realización de los
fines del Estado, pone su acento en los elementos físicos y biológicos de la comunidad
organizada, en sus aspectos internos y con referencia a su proyección externa.”
Para otros autores, la Geopolítica sería una doctrina que busca relacionar, el hecho político
con el geográfico, ó como una rama de la Ciencia Política, conforme la tesis del jurista e
historiador sueco Rudolf KJELLEN , que fue el creador del término “Geopolitik”.
Ya hemos visto, entonces, la diferencia entre Relaciones Exteriores y Relaciones
Internacionales.
Cuando hablamos de una Política Exterior de las Naciones, necesariamente nos referimos a
todas las acciones que cada una de ellas asume para lograr los fines del Estado, ya sea en sus
relaciones con cualquier sujeto de la Comunidad Internacional, como los ya mencionados
INGOS, IGOS, BIGOS y BINGOS; los partidos políticos universales; las iglesias universales;
etc; o bien la Política Internacional que se refiere a esta entidad con relación a otras naciones
que componen la Comunidad Internacional.
Por ello, venimos sosteniendo desde antiguo que el término elegido para nuestro Ministerio de
meras “Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto” no resulta adecuado y debería
ser reemplazado por el de “Ministerio de Política Exterior”; con ello la concepción de
SPENGLER , según la cual “… el Estado es el orden interior de un pueblo para los fines
exteriores”, se vería cumplida pues esa dependencia pública sería la encargada de realizar
tales finalidades de la política argentina.
Vivimos en un mundo, ya al iniciarse la segunda década del Siglo XXI, en que existen múltiples
relaciones y creciente dependencia, tanto en los seres humanos, que componen cerca de 200
Estados, como entre las naciones independientes que integran la Comunidad Internacional;
pese a las diferencias étnicas, culturales, idiomáticas o religiosas que todavía existen y
estamos lejos de aquel duro principio romano, derivado de la Ley de las XII Tablas, formulado
en la frase latina “Adversus hostes, aeterna auctoritas”, que libremente podríamos traducir

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expresando “contra el enemigo extranjero, sea eterna la sanción”; lo que llevó a considerar a
los no nacionales como personas hostiles; expresión contraria a toda integración.
Es cierto que algunos juristas destacados, como quien fuera nuestro Maestro, y primer Juez
argentino de la Corte Internacional de Justicia, fundador de una Academia a la cual todavía
pertenecemos: el Dr. Lucio M. MORENO QUINTANA  sostuvieron que sólo existen las
“Relaciones Jurídicas Internacionales”  cuando inició el estudio de los actos jurídicos y
obligaciones internacionales; también es cierto que en su fecunda bibliografía incluyó  y analizó
detenidamente los aspectos relativos a la Política Internacional.

-III-

Ya hemos analizado -de manera somera- los términos de mayor latitud: Relaciones Exteriores
y Relaciones Internacionales, ahora lo haremos con los de Política Exterior y Política
Internacional, que muchos autores suelen emplear como sinónimos, sin serlos.
Para ello, debemos referirnos -en primer lugar-  a la Política a secas, que según DEUTSCH  es 
un “…juego recíproco entre las amenazas de coacción que pueden cambiarse con relativa
rapidez, las lealtades existentes y los hábitos de obediencia de la población, que son más
poderosos, pero que muy a menudo sólo pueden cambiar con una lentitud mucho mayor…”,
añadiendo este autor que “…mediante este juego de obediencia habitual y de coacción
probable, las sociedades protegen y modifican sus instituciones, la asignación y reasignación
de sus recursos, la distribución de los valores, incentivos y recompensas entre su población y
las pautas del trabajo en equipo, en que la gente coopera en la producción y reproducción de
sus bienes, servicios y vidas …”.
Se torna necesario considerar otro concepto que es el de Mando ó Dominio, en el sentido,
siguiendo a Max WEBER de “…la probabilidad o contingencia de ser obedecido”.
Algunos tratadistas sostienen que esta noción es susceptible de medirse y expresarse con un
número, y por ello Theodoro W. ADORNO  nos habla de la “Matemática implícita en el
pensamiento de Max WEBER”.
En nuestra opinión estos conceptos pueden resultar discutibles, aunque debemos anotar que
dentro del ámbito de las Relaciones Internacionales, el poder es la capacidad de vencer los
obstáculos que se presenten y prevalecer en los conflictos que se produzcan.
Dentro de esta concepción    -a nuestro juicio, relativa-    LASSWELL  y KAPLAN  se refieren a
un  valor de base o base de poder, que en un país “A” puede ser representado por un monto de
algún valor, apreciado por el país “B” que está bajo el control de “A”.  Así “A” controla algún
incremento o decrecimiento posible del poder, bienestar o respecto de que goza “B”.
Si   -como enseñamos durante medio siglo-  los elementos constitutivos del Estado son cinco (y
no tres como señalan la mayor parte de los autores, y así lo hemos sostenido durante el último
Congreso Ordinario del Instituto Hispano-Luso-Americano y Filipino de Derecho Internacional,
realizado en Santo Domingo en diciembre del año 2010), a los que también llamamos
sustratos, a saber:
1 - el sustrato biológico o población;
2-  el sustrato material o territorio;
3-  el sustrato jurídico o gobierno;
A los que hemos agregado:
4-  el sustrato autonómico o soberanía; y
5-  el sustrato ético o finalidad del bien común.

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Entonces, dentro del sustrato biológico, la homogeneidad de la población, una próspera


economía con el consiguiente alto ingreso per capita, un elevado nivel de sanidad, la
alfabetización, el grado de cultura, etc., tienen fundamental importancia en lo relativo a su
poderío.
Respecto al sustrato material, existe el denominado  PODER MUNDIAL POR SUPERFICIE. En
virtud del mismo, Estados como Rusia (después de la desintegración de la U.R.S.S), con cerca
de 20 millones de kilómetros cuadrados, China, con alrededor de 11 millones, Canadá con 10
millones, los  Estados Unidos de América con unos 9,5 millones, Brasil con 8,5 millones,
Australia con 7,5 millones y la India con unos 3,5 millones,  tienen grandes posibilidades a nivel
mundial.
En el sustrato jurídico deberá mensurarse el grado de eficacia de los distintos gobiernos.
En cuanto al sustrato autonómico, debemos considerar la verdadera independencia funcional
de los mismos; y en lo que respecta al sustrato ético, la moralidad de los gobernantes y de los
gobernados, así como el grado de bienestar que impera en una nación jurídicamente
constituida.
Coincidimos totalmente con el historiador británico Arnold J. TOYNBEE, cuando sostuvo que
los Estados Nacionales, haciendo uso de la denominada “falacia patética”, no son más que
simples anécdotas en la vida de las Civilizaciones, donde se desarrollan y desaparecen,
tornándose necesaria la búsqueda de una nueva forma de asociación internacional, que
someta la soberanía provinciana de dichos Estados  (usando términos toynbeeanos)  a la
disciplina de una ley más alta y prevenga así de otro modo inevitable la calamidad de una
aniquilación. 
La Política (del griego ποζιτεια, equivalente a “gobierno”) es la rama de las Ciencias Morales
que se ocupa fundamentalmente del Estado como grupo social humano perfecto; aunque
algunos tratadistas le niegan carácter científico y expresan que: sólo se trata de “…una mera
doctrina de arte o prudencia”  .
Siguiendo a ARISTOTELES, la Política es una Ciencia Moral de carácter social, que se refiere
a la organización y funcionamiento del Estado para la consecución de sus fines.
Debemos distinguir las Ciencias Antropológicas o referidas al hombre (αητροπος) que
comprenden las Psicológicas o Ciencias del Espíritu y las Éticas que estudian la tendencia al
bien del Espíritu Humano.
Dentro de estas últimas se encuentran las Ciencias Sociales (Sociología), las Ciencias
Políticas (Política) y las Ciencias Jurídicas (Filosofía del Derecho).
Si nos ubicamos en el pensamiento filosófico griego, mientras ARISTOTELES se ocupó de
una “Política Experimental”, PLATON  en sus conocidas obras “La República” y “Las Leyes”, lo
hizo con la “Política Idealista o Utópica”, en un verdadero endiosamiento del Estado que
muchos años después fue configurada en regímenes totalitarios, especialmente en Europa, en
detrimento de asociaciones primigenias como la familia.

-IV-

Luego de este breve análisis del término “Política”, debemos considerar los conceptos de
“Política Exterior” y “Política Internacional”, que muchos autores confunden.
Podemos utilizar como término abarcativo de ambas el de “Política Externa”.
Un antiguo profesor de Derecho Internacional Público, Daniel ANTOKOLETZ, parece confundir
los dos primeros conceptos  pues luego de titular “La Política Internacional. Organos, Medios”

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al punto 243 de su obra abajo señalada, define más adelante la Política Exterior, como “…la
manera de conducir las Relaciones Internacionales, según las orientaciones que les imprime
cada Estado”.
Bien señala este tratadista -que como Consejero Legal del ex canciller Carlos SAAVEDRA
LAMAS contribuyó a que obtuviese, como mediador en el conflicto bélico boliviano-paraguayo
de la década del ’30 el primer Premio Nobel argentino de la Paz-   la misión de la Política
Exterior es sumamente elevada, pues idealmente deberá tender a la conciliación de los
intereses opuestos de los Estados, y cooperar en la realización de sus intereses comunes.
Añade que esta Política puede ser tanto cordial y solidaria como agresiva o egoísta, aislada o
conjunta; pero “…no debe apartarse del Derecho Internacional ni de los dictados de la Moral,
tal como la entienden los pueblos civilizados”.
Podemos sostener que se trata de una concepción antropomórfica, que como hemos visto cae
en la denominada por TOYNBEE “falacia patética”, haciendo referencia a conceptos tales como
“cordialidad” y “solidaridad”, referidos a la vida en sociedad de los seres humanos; pero
también debemos poner de resalto que tiene la virtud de asumir la existencia y preeminencia
de la “Moral Internacional” ya que sólo es posible obtener la realización del bien común
(recordemos el quinto sustrato del Estado según nuestra concepción), mediante tratados o
leyes éticas que surjan de instrumentos internacionales o de costumbres arraigadas.
En cuanto a la denominada “preeminencia de los valores jurídicos” a la que aluden tanto
MORENO QUINTANA como ANTOKOLETZ, no podemos dejar de recordar que otro tratadista,
Gustavo FERRARI  denominó: “la evasión por medio del Derecho” a una de tales constantes
de la política exterior argentina que pretende resolver conflictos sólo por medios jurídicos.
También el ex canciller Juan Carlos PUIG se ocupó de estas tendencias de la “Política Exterior
Argentina” en sus “Lineamientos de un nuevo Proyecto Nacional” .
MORENO QUINTANA, cuya monumental obra ya hemos citado definió la “Política
Internacional”, como “una acción, que guiada por ciertos principios, desenvuelve el Estado para
el logro de sus objetivos en el orden exterior”. Más que de una acción guiada, se trata de un
arte para orientar y dirigir, conforme reglas y principios de probada eficacia, una acción
determinada. Típica manifestación de la capacidad de obrar en lo externo de los Estados.
Algunos llaman a este arte “diplomacia”, cuando en realidad se trata de un instrumento de la
Política Externa.
Dos ex Presidentes argentinos, el Teniente General Juan Domingo PERON y el Dr. Arturo
FRONDIZI, con enfoques particulares, dadas sus condiciones respectivas de militar y jurista,
sostuvieron que “la diplomacia debe actuar en forma similar a la conducción de una guerra”, ya
que “…como ella posee sus fuerzas, sus armas, y debe librar las batallas que sean necesarias
para conquistar los objetivos que la Política le ha fijado” ; mientras que, para el segundo, la
Diplomacia es “…un instrumento de realización nacional, una herramienta de los pueblos para
asegurar su existencia y su prosperidad dentro del marco de la Comunidad Universal”; en ese
sentido “es la proyección externa de su personalidad interna, el medio de obtener los fines
nacionales con el auxilio de la cooperación internacional y de las corrientes mundiales del
intercambio. El objetivo básico de toda Política Internacional es lograr el respeto ajeno de la
soberanía propia”
Otro tratadista y ex Director General de Soberanía Territorial del Ministerio de Relaciones
Exteriores Argentino: César DIAZ CISNEROS, sostuvo que “La Política no es exclusivamente
la ciencia de los medios, en virtud de los cuales los Estados realizan sus fines” (Roberto MOHL
), “… ni tampoco meramente la dirección de los negocios públicos, la vida consciente del

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Estado, el arte práctico del gobierno” (Johan Gaspar BLUNTSCHLI ), “ni restringidamente, el
cumplimiento de la múltiple misión del Estado” (Franz von HOLTZENDORFF ).
DIAZ CISNEROS agrega que, además de la deformación que ha sufrido el concepto de
Política en la mente vulgar, esas definiciones muestran una restricción del concepto al
relacionarlo exclusivamente con el Estado, como entidad “sine qua non” de la Política. Añade
que ésta no es función exclusiva del Estado, sino función directa y constante de la sociedad,
que se ejerce no sólo en cuando el Estado interviene, sino aún cuando no interviene.
En sentido más lato es   -para el iusinternacionalista de La Plata-   “la inteligencia, el
pensamiento, la conciencia del organismo social, que se transforma en direcciones de
movimiento, como la inteligencia del individuo se transforma en voliciones y en acción…”
El antes citado DEUTSCH  señaló que la Política Internacional puede implicar grupos,
intereses y Estados, entendiendo por “grupos” a un conjunto de personas físicas doblemente
vinculadas a) por compartir una característica común importante; b) por cumplir roles que
engranan entre sí; mientras que “intereses” tienen dos significados: 1) distribución de
atenciones; y, 2) expectativas de recompensas.
Para DEUTSCH la Política Exterior se refiere a la preservación de la independencia y
seguridad de un Estado y a la prosecución y protección de sus intereses económicos. Como
vemos, existe confusión entre los términos Política Exterior y Política Internacional.
En tal sentido hemos señalado que la defensa de los intereses materiales de índole económica,
que se da como característica de la Política Exterior, con mayor razón puede aplicarse a la
Política Internacional; en la medida que   -según nuestra opinión-    uno de los cinco elementos
constitutivos del Estado es, precisamente el “sustrato autonómico” o “soberanía”; y, sólo los
países realmente independientes pueden desarrollar una auténtica Política Internacional,
mientras que cualquier Nación, incluso las que giran dentro de la órbita de Estados más
importantes, posee una Política Exterior.
Otro maestro del Derecho y la Política Exterior argentina, el ex canciller Mario AMADEO, en su
obra “Política Internacional”  sostuvo que “…la Política Exterior consiste en la acción que cada
Estado desarrolla en el plano internacional.”
Como vemos, se confunden ambos términos de la Política, y no se aclara que la Política
Exterior es la que se dirige respecto a cualquier sujeto del Derecho Internacional, mientras que
la Política Internacional sólo tiene lugar “inter Nationes”.
Un querido amigo y colega, también miembro del Instituto Hispano-Luso-Americano de
Derecho Internacional, el Embajador Miguel Angel ESPECHE GIL destacó la importancia de
factores tales como  “unidad interna” y “continuidad” para el logro de una auténtica Política
Internacional; remarcando “… la ausencia del primero durante la desdichada guerra con el
Paraguay, llamada de la Triple Alianza”.
Con referencia a la “continuidad” el ex canciller AMADEO  señaló que se trata de “…la primera
condición para que una Política Exterior sea formulada con autoridad.”
Coincidimos con esta posición, aunque opinamos que debió hablarse de Política Internacional,
y en una anterior obra nuestra, pusimos de relieve el juego de este importante elemento en
Naciones como Rusia y China, pese a los cambios políticos que tuvieron lugar en ambos
macroestados siderocráticos .
Volviendo a Mario AMADEO, en su citada obra, definió a la Política Internacional como “…la
rama de la Ciencia Política que trata de las relaciones entre los Estados y de las
Organizaciones que los congregan” (Capítulo I).
Más adelante, en el capítulo V, luego de señalar que la simple acción desarrollada por los

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Estados en el plano internacional, sea en forma bilateral o multilateral (en este último caso en
el seno de las Organizaciones como Naciones Unidas, OEA, etc.), constituye, en cambio, la
Política Exterior, opina que ésta es una parte de la Política Internacional .
Con todo el respeto que nos merece el tratadista, pensamos que el género es la Política
Exterior y la especie la Política Internacional; y que, por lo tanto, la Política Internacional es una
parte de la Política Exterior y no al revés.
En tal sentido, y desde nuestra particular óptica, toda vinculación entre un Estado con
cualquier otro sujeto de la Comunidad Internacional (IGOS, INGOS, BINGOS, BIGOS, Iglesias
Universales, Instituciones Científicas Internacionales, etc) serán materia propia de la Política
Exterior, debiendo reservarse la Política Internacional sólo para aquellas relaciones entre
Estados civilizados, vale decir, y pedimos disculpas por la repetición, “inter Nationes”.
Esta Política Internacional, ha sido definida   -a veces-   como “Política Imperialista”, cuando se
trata de una acción referida al “poder hegemónico”; también existen las denominadas acciones
conjuntas, las alianzas y los entendimientos, el Imperialismo y los “Panismos”  (estos últimos se
refieren a los términos griegos “pan” que significa todo, e “ismos” igual a tendencias),
constituyen movimientos generalmente de tipo hegemónico que tratan de aglutinar a los seres
y a las Naciones por vínculos de tipo étnico, político o religioso, así como por razones
históricas, tales como el “Pangermanismo”, el “Panhelenismo”, el “Panislamismo”, el
“Panafricanismo”, el “Paneuropeísmo” y tantos otros. Nótese que no mencionamos el
“Panamericanismo” ya que puede ser objeto de una doble lectura, una de ellas relativa a los
intereses hegemónicos de un “macroestado siderocrático”.

Buenos Aires, abril 28 de 2011

ABSTRACT

The author highlights his studies regarding the highest intellectual and moral qualities of
Professor Dr. Hugo LLANOS MANSILLA in Chapter I. In Chapter II the author discusses the
topic as one of the ten Aristotelian qualities; presenting the subjects of International Community
and the distinction between Foreign Relations and International Relations.
Chapter III deals with Foreign Politics and International Politics and looks at the five elements
that constitute a State. Chapter IV examines those same themes in depth through the writings
of several authors of treatises.  This work intends to demonstrate that the supreme theme is
Foreign Relations which International Relations follow within the values and the end motives of
each State; and that the genre is Foreign Politics and the specie is International Politics.

El autor, luego de destacar sus estudios sobre el tema y las altas cualidades intelectuales y
morales del homenajeado Profesor Dr. Hugo  LLANOS MANSILLA (Capítulo I), en el Capítulo II
se refiere a la relación como una de las diez categorías aristotélicas, a los sujetos de la
Comunidad Internacional y a la distinción entre las Relaciones Exteriores y las Relaciones
Internacionales.
En el Capítulo III, trata los términos Política Exterior e Internacional y menciona los cinco
elementos constitutivos del Estado. En el Capítulo IV profundiza sobre estos temas con citas a
diversos tratadistas. Pretende haber demostrado que el género supremo son las Relaciones
Exteriores al cual siguen las Relaciones Internacionales y en sus aspectos de valores para

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consecución de los fines de cada Estado, el género es la Política Exterior y la especie la


Política Internacional.

Profesor Doctor Alfredo Héctor RIZZO ROMANO.


Doctor en Derecho y Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires,
Ex Catedrático de Derecho Internacional Público en la misma, en la Pontificia Universidad
Católica Argentina Nuestra Sra. de los Buenos Aires, Universidad del Salvador y Universidad
de Morón.
Juez de Cámara del Poder Judicial de la Nación.
Presidente del Excmo. Tribunal Oral Nacional en lo Criminal n° 12 de la Capital Federal.
Ex Consejero Legal de la Cancillería, Ex Subsecretario de Estado de la Nación y Académico de
Número de la
Academia Argentina de Derecho y Política Internacional, de la Academia Argentina de
Asuntos Internacionales, y Presidente del Instituto de las Islas Malvinas y Tierras Australes
Argentinas.

Buenos Aires, abril 28 de 2011.-

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