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Estudio de factibilidad
1)Estudio de factibilidad:
Un estudio de factibilidad es una herramienta que se utiliza para orientar la decisión de
continuar o abandonar un proyecto y se aplica ya en la parte pre-operativa del ciclo.
El diseño del modelo administrativo adecuado para cada etapa del proyecto.
Con todas estas variables podrás determinar si puedes seguir o tienes que abandonar el
proyecto por no encontrarlo suficientemente viable, conveniente u oportuno o en cualquier caso
mejorarlo.
OTRA PAGINA
Determinación plena e inequívoca del proyecto a través del estudio de mercado, la definición del
tamaño, la ubicación de las instalaciones y la selección de tecnología.
Diseño del modelo administrativo adecuado para cada etapa del proyecto.
Estimación del nivel de las inversiones necesarias y su cronología/lo mismo que los costos de
operación y el cálculo de los ingresos.
Aplicación de criterios de evaluación tanto financiera como económica, social y ambiental, que
permita allegar argumentos para la decisión de realización del proyecto.
Corroboración de las ventajas desde el punto de vista financiero, económico, social o ambiental
de asignar recursos hacia la producción de un bien o la prestación de un servicio.
6. FACTIBILDAD LEGAL • Se refiere que el desarrollo del proyecto o sistema no debe infringir
alguna norma o ley establecida a nivel local, municipal, estatal o federal.
Cuando se habla de objetivos generales y específicos, se hace alusión a las metas planteadas por
una investigación, un proyecto o una organización, clasificados en base a los elementos en que
se centran y el enfoque específico que contemplan, de la siguiente manera:
Objetivo general. Suele haber uno solo, pues engloba la totalidad de una investigación o un
proyecto, y es la meta primordial a alcanzar, esa hacia la que contribuyen todos los esfuerzos de
una organización o todos los capítulos de una tesis de grado, por ejemplo.
Objetivos específicos. Suele haber varios, pues cada segmento de una organización o cada
capítulo de una investigación poseen su propia meta a alcanzar, la cual se halla subeditada o
contenida en el objetivo general.
Así, la sumatoria de todos los objetivos específicos tendría que dar con el objetivo general como
resultado, ya que estos últimos comprenden los peldaños que se deben dar primero (y a
menudo de forma sucesiva u organizada) para llegar a la cima de la escalera.
Publicar una novela cuenta con varios objetivos específicos, como escribirla y corregirla.
Pero es engloba muchos pequeños pasos a seguir, muchas metas a corto plazo que alcanzar y
que serán los objetivos específicos: escribir el primer capítulo, escribir el segundo, y así
sucesivamente; luego corregir el primero, corregir el segundo y así hasta el final. Y luego buscar
un editor. Todos ellos pueden considerarse objetivos específicos.
Otro ejemplo simple es dejar de fumar como objetivo general. Pero eso pasa por fumar un
cigarrillo menos cada semana, luego comprar medio paquete, luego no comprar sino los pocos
que se fumen al día y así hasta dejar de fumar por completo. Todos estos pasos previos serían
objetivos específicos.
Normalmente, los objetivos se plantean antes de emprender una acción o investigación, pues es
mucho más conveniente saber hacia dónde deseamos ir antes de empezar a caminar.
Es decir: únicamente podremos averiguar cuál es la mejor ruta hacia el éxito, si primero sabemos
cuál es la meta que nos hemos propuesto. Por eso establecer objetivos claros forma parte de
cualquier planificación en cualquier área.
Por ejemplo: las investigaciones universitarias, los proyectos tecnológicos, los planes
empresariales y las estrategias militares tienen siempre un objetivo trazado de antemano. Así, su
efectividad dependerá del método que resulte más conveniente (es decir: más rápido, seguro,
lucrativo… dependiendo del área específica).
Los objetivos generales se definen fácilmente: son aquellos globales, que abarcan la totalidad de
un proyecto o un cometido. Puede haber más de uno, desde luego, en los casos en que haya
grandes aspiraciones generales.
Pero usualmente se elige uno solo, que será el norte hacia el cual perfilarán todos los esfuerzos
por separado. El objetivo general suele ser la misión de las empresas o de los proyectos, y suele
ser a largo plazo.
En cambio, los objetivos específicos suelen ser a corto plazo y circunscribirse a condiciones
concretas, a metas individuales. Todo objetivo general puede descomponerse en una serie de
objetivos específicos, que deben cumplirse primero para poder alcanzar la totalidad de la meta
global propuesta.
Pasos para formular objetivos
Para formular objetivos pueden seguirse diversos algoritmos, pero uno muy simple vendría a ser
el siguiente:
Establecer un estado ideal de las cosas. Esto quiere decir: soñar. Pensar en positivo. Nuestro
objetivo general, el primero que debemos hallar, es esa meta futura y posible que deseamos, ese
sitio en el que deseamos encontrarnos y estamos dispuestos a esforzarnos por ello.
Concretar el objetivo general. Se debe “traducir” el sueño, la visión ideal, en objetivos concretos,
alcanzables, medibles, e insertarlos en una secuencia de tiempo verosímil. Por ejemplo: de nada
sirve plantearse adelgazar de un día para otro, pues es irreal; pero si me lo propongo a lo largo
de seis meses, tendré tiempo para ir cumpliendo mis objetivos específicos.
Identificar los obstáculos. Una vez que sepa hacia dónde quiero ir y cuánto tiempo tardaré en
llegar, es hora de ver qué cosas encontraré en el camino y de qué modo puedo prepararme para
ello. Mis objetivos específicos serán, así, la superación de cada uno de dichos obstáculos, o cada
uno de los pasos dados en el recorrido que me propongo realizar.
Identificar los recursos y habilidades. En cuanto sepa cuáles serán mis obstáculos, podré saber
cuáles son mis virtudes, ventajas y flaquezas, y podré planificar mis objetivos específicos en base
a ello, para que estén lo más adaptados a la realidad posible.
Si bien existe mucha literatura especializada en metodología científica, es oportuno señalar que
al hablar de dimensionar la investigación, es para sugerir en el responsable una conciencia del
tipo de trabajo que se está planeando realizar, ya que esto orientará el tipo de justificación que
deberá hacer.
Al respecto, es oportuno señalar que siempre será importante conocer los distintos protocolos
que plantean las instituciones educativas, dependencias o centros de investigación que están
directamente relacionadas con el proyecto, pues en esos documentos se plantean las
características de estructura y contenido de un proyecto de investigación, por lo tanto, en el caso
de una justificación, regularmente se mencionan aquellos aspectos que debe considerar el
investigador para darle fundamento.
Con regularidad los autores aseguran que la justificación para un trabajo de investigación debe
establecer con consistencia las razones del por qué se pretende realizar una investigación,
consideraciones relacionadas con el impacto social, la contribución al campo de conocimiento y,
en algunos casos, las razones personales a que conduce un trabajo que también enriquecerá la
formación disciplinaria del responsable del proyecto.
En otras palabras, se diría que una justificación plantea razones de pertinencia en lo académico o
disciplinario, en lo social y en lo personal.
Para el caso de la dimensión académica, el autor deberá hablar de aquellos aportes que al
campo de conocimiento espera obtener con esta investigación, para lo cual sus razones podrán ir
de lo descriptivo a lo analítico, siempre buscando convencer de lo importante de la investigación
como de los hallazgos que producirá en beneficio de su campo disciplinario.
Por correspondencia, en su dimensión social, el responsable del proyecto expone los beneficios
que la sociedad tendrá una vez concluida la investigación. Es aquí que la pertinencia del proyecto
estará dada por el impacto social, la incidencia de sus resultados en el entorno local, por lo que
será necesario que el objeto de estudio se circunscriba explícitamente a un contexto próximo al
investigador.
En el aspecto personal, la justificación expone aquellas consideraciones que en lo individual
moverán al trabajo de investigación, por lo que el responsable del proyecto debe estar
convencido de realizar un trabajo que a él le importa significativamente.
El surgimiento de problemas que afectan a nuestra comunidad nos impulsa a organizarnos para
buscar soluciones y determinar cuales acciones deben ser realizadas para resolverlos. Al solicitar
el apoyo y colaboración de los demás miembros de la comunidad, debemos motivarlos
comunicándoles con claridad en qué consiste el problema y proporcionándoles una serie de
pasos a seguir. La mejor manera de conseguir este objetivo es mediante la elaboración de un
proyecto. Existen muchas formas de ejercitar la capacidad para captar y para seleccionar las
respuestas pertinentes en un proyecto de investigación social y cultural. Hay medios que se
trasladan en un espacio que va desde un extremo muy racional hasta otro que pone énfasis en
recursos que acentúan la intuición. Los medios muy racionalizados corren el riesgo de generar
una simple montaña de datos empíricos, así como unas esquemáticas redes de causalidad. Los
métodos intuitivos, por su parte, también corren el peligro de contaminarse con una atmósfera
muy especulativa que no siempre puede articularse con la realidad concreta. La elaboración o
administración de un proyecto de investigación cultural debe ser el conjunto de informaciones
útiles y objetivas articuladas de forma metodológicamente satisfactoria y formando un contexto
armónico y coherente, tan simple y conciso en cuanto sea posible, para fundamentar una
decisión sobre la conveniencia de utilizarse determinado proyecto investigativo. En sentido
general, un proyecto es cualquier propósito de acción definida y organizada de forma racional.
De esa forma, el proyecto corresponde a un conjunto de informaciones sistemáticas y
racionalmente ordenadas que nos permiten estimar los costos y beneficios de un determinado
proyecto de investigación, vale decir, las ventajas y desventajas de utilizar recursos para la
creación de nuevos medios de producción o para el aumento de las capacidades o mayoría de
rendimiento de los medios de producciones existentes. Desde el punto de vista social, el
proyecto considera los costos y beneficios sociales de la utilización de recursos de comunidades
en la producción de determinados servicios. En suma, un proyecto social y cultural es un
conjunto de acciones planificadas que ayudan a resolver un problema que afecta a la
comunidad, sector o población. Cuando se elabora un proyecto es necesario definir claramente :
- Cual es el problema que se quiere resolver. - Objetivos y metas a alcanzar. - A quienes
beneficiará el proyecto. - El lugar específico donde se desarrollará. - Elementos y presupuestos
necesarios para llevarlo a cabo. - Cuales personas y organismos podrán participar o colaborar y
de que manera lo harán. El proceso de elaboración de proyectos tiene gran importancia como
instrumental técnico-administrativo y de evaluación económica, tanto del punto de vista privado
como del punto de vista social. Es de mayúscula importancia significar que el estudio de
mercado, juntamente con el estudio de localización, constituyen el punto de partida para la
elaboración de la mayoría de los proyectos. De lo anteriormente esbozado se colige que un
proyecto de implementación cultural, ha de tener un tratamiento digno, pues a lo cultural no
debe considerársele como un objeto de lujo, ni fenómeno aislado de la realidad socio-económica
que le rodea, sino, por el contrario, fundamental y consustancial con los procesos productivos y
la organización socio-política de los pueblos. De ahí que los planificadores en la actualidad ya no
estudian sólo los aspectos económicos y sociales del desarrollo de las naciones, sino que
conciben a éste como una totalidad compleja en la que junto al estudio del desarrollo
económico, social y político, se integró el concepto de desarrollo económico cultural, siendo esto
factor de importancia en el avance general de los pueblos.
6) alcance de proyecto
Realista (R): debe ser poder generarse, de modo factible, dentro del plazo estipulado y
con el empleo de los recursos disponibles.
Descripción textual del alcance: se efectúa, por medio de esta herramienta, el conjunto
de especificaciones escritas necesarias para el establecimiento del alcance del proyecto.
Este documento debe ser rigurosamente concreto, conciso y claro. Además, se deben
tener cuenta tanto los elementos que forman parte del proyecto, como así también
aquellos que no, ya que ello incide directamente sobre la fijación de las tareas a realizar
y sobre el monto económico a percibir por las mismas.
Matriz de responsabilidad o matriz RASCI o RACI: es una planilla que indica claramente la
división de tareas y de las correspondientes responsabilidades que cada uno de los
agentes del proyecto tiene a su cargo. No solamente tiene como función la
especificación de cada una de las tareas, sino también la diferenciación y el contraste de
las tareas de todos los que participan del desarrollo de un proyecto en particular.
Además, se establece, con claridad, los siguientes roles: del responsable (R) de una tarea
en especial; del aprobador (A), es decir, quien da el consentimiento y quien controla que
la tarea asignada haya sido completada exitosamente; del soporte (S), persona que
realiza tareas de apoyo a quienes tienes a su cargo una actividad específica, pero que no
es responsable por el cumplimiento de la misma; del consultor (C), quien brinda su
apoyo de asesoramiento y de consultoría, sin participar directamente en la acción; y el
rol del informado (I), la persona que tiene conocimiento de todos los procesos que se
llevan a cabo, sin ejercer tampoco una participación directa.
Table Top Drawing: consiste en un recurso gráfico, empleado para explicitar una
representación esquemática del proyecto en cuestión. Se utilizan colores variados, de
acuerdo a las tareas que se llevan a cabo y a las responsabilidades asignadas para cada
integrante del equipo que efectúa el proyecto. Entre sus beneficios más claros, se debe
destacar la fácil visualización en forma de diagrama y la comprensión segura sobre las
interacciones que se presentarán a lo largo del transcurso del trabajo del proyecto.